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El lenguaje de la imagen: cartel, cine, cómic, denominaciones equivalentes. Hay vlones están íntimamente referidas y peligros mayores son: exterioridad,
televisión, Edimag, Valencia 1976; AA.VV., Co- una teología de la mediación que des vinculadas a Cristo ?. absolutización, anarquía. Exteriori-
municación y lenguaje, Karpós, Madrid 1977;
taca y explica las múltiples conexio dad: detallistas y tenaces en la obser-
BaraGL1 E., Prensa, radio, cine y televisión en
familia, Atenas, Madrid 1965; Brasch1 W., Las nes existentes entre gracia divina |, ANTIGUA ALIANZA. Desde vancia de ritos y leyes, pero que no
mil y una caras de la comunicación, Playor, realidad humana, entre historia h: siempre, la revelación de Dios y su expresan comunión convencida y sen-
Madrid 1980; Busquer 1 GRABULOSA Ll., Para mana e historia de salvación. La pa vomunicación con los hombres ha tida con Yavé. Absolutización: asi-
leer la imagen: “mass media y educación, ICCE, toral se ocupa de los factores y con tenido lugar en las mediaciones. La miento “idolátrico” a sus caudillos,
Madrid 1977; Comunión y progreso. Instrucción la ley, el templo, en que ha desapare-
pastoral de la Santa Sede sobre los medios de dicionamientos que acompañan € presencia ininterrumpida de media-
comunicación social, PPC, Madrid 1971; Echa- anuncio y la comprensión del evan» dores y mediaciones en la historia de cido casi por completo la referencia
RREN YSTÚRIZ R., Propaganda, opinión pública gelio en las diversas personas y € lá salvación manifiesta la voluntad teologal al Señor. Anarquía: todos
y medios de comunicación social, Paulinas, Ma- turas: mediaciones étnicas, cultur rersistente de Dios por mantener re- los ritos, mandamientos, costumbres
drid 1970; EGUREN J.A., Las técnicas modernas
les, sociológicas, religiosas. y ación personal con los hombres en se absolutizan y adquieren igual gra-
de difusión ante la conciencia cristiana, Sal Te-
rrae, Santander 1966; EscarPITR., Teoría gene- En espiritualidad, la mediació: plena historia. Las mediaciones na- vedad; de ahí que muchas veces se
ral de la información y de la comunicación, Ica- está entrando de lleno, con result ven y subsisten en función del en- antepongan menudencias insignifi-
ria, Barcelona 1977; Esposrro F.R., La teología dos muy valiosos tanto para la con vuentro interpersonal entre Dios y el cantes a valores primordiales.
de la publicística según el pensamiento de prensión como para la vivencia de hombre o el pueblo. :
S. Alberione, Paulinas, Madrid 1980; GuBerN
vida teologal !. Es una categoría m Por su densidad religiosa e histó- 2. JESUCRISTO MEDIADOR. Este
R., Mensajes icónicos en la cultura de masas,
Lumen, Barcelona 1974; Ib, Comunicación y amplia, en la que están incluidas tica, por la nitidez de su estructura, título recoge del modo más exacto la
cultura de masas, Península, Barcelona 1977; mayor parte de las realidades espirl ln alianza es la mediación por exce- intención de Jesús en su persona y su
KLaPPER J.T., Efectos de las comunicaciones de tuales con sus funciones respectivi lencia, una síntesis de todas las me- presencia, y el sentido fundamental
masas. Poder y limitaciones de los medios mo- No obstante, tiene un significadi inciones. Presupone, significa, ga- de todos sus hechos y palabras [/ Je-
dernos de difusión, Aguilar, Madrid 1974;
LERBINGER O., Diseños para una comunicación bien preciso, que permite valorar per tintiza la comunión entre Dios y su sucristo]. Sería redundancia recoger
persuasiva, El Manual Moderno, México 1979; sonas, hechos y cosas a la luz de y rueblo escogido. Incorpora de lleno aquí textos del evangelio. Sin hacer
Núñez LaDEveze L., Lenguaje y comunicación: verdadera finalidad: el encuentr 1 historia anterior y compromete la uso de la palabra “mediador”, todos
para una teoría de la redacción periodística, Pi- personal entre Dios y el hombre. E aucesiva. Intervienen, además de las los títulos y funciones que él mismo
rámide, Madrid 1977; PascuaL J.M., Los medios
esta línea de principios y orientacio personas centrales Dios-pueblo, toda se atribuye o le dan los evangelios
de comunicación social en la doctrina de la Igle-
sia, Servicio de Publicaciones del Ministerio de nes generales se mantendrá esta brev' vlase de medios: Moisés como me- van en esa dirección: mesías, salva-
Educación y Ciencia, Madrid 1976; Romero A., exposición. iiador, la ley, el sacrificio, el altar, dor, revelador, palabra, camino, ver-
Código ético. Medios de comunicación infantiles ritos, palabras, etc. (Ex 19,20.24). Me- dad, vida. Es Hijo de Dios, venido
y juveniles, Doncel, Madrid 1975. dinciones del amor, de la voluntad del Padre, el único que le conoce. Es
IL. El mediador: de Dios, y mediaciones del recono- hombre, nacido de María, conocido
Biblia y teología vimiento y de la acogida y respues- por su tierra y su parentela, que con-
ti del pueblo. Dios se sirve de todos vive con los hombres, les enseña y
MEDIACIONES “De una manera fragmentaria y ( vos modos y medios para entrar con acompaña y capacita para el trato
con Dios.
muchos modos habló Dios en el p renlismo sensible y concreción histó-
sado a nuestros padres por medio d rica en la vida de los hombres. La mediación se realiza ya dentro
Sumario: 1. El mediador: Biblia y teología:
1. Antigua alianza; 2. Jesucristo mediador;
los profetas; en estos últimos tiempos La alianza será el principal motor de su persona, en su ser y vivir perso-
3. Acción visible de Jesús invisible; II. Natura- nos ha hablado por medio del Hi de todo el AT, en su contenido esen- nales: “El amor humano de Cristo
leza y funciones: 1. Naturaleza; 2. Función; jo...” (Heb 1,1-2). Estas primeras p: vial de comunión y en las formas que hacia los hombres es, pues, la mani-
3. Mediaciones personales; 1H. Vivencia teolo-
gal: 1. Inmediatez en las mediaciones; 2. San
labras dan el tono y el contenido f li realizan y expresan: hechos de la festación comunicadora del amor di-
Juan de la Cruz; 3. Discernimiento; 1V. Varie- neral de la carta a los Hebreos, y historia, sacrificios rituales, el templo vino hacia los hombres: la misericor-
dad de mediaciones: 1. Tipos; 2. Complementa- centra en Jesucristo mediador tod y el arca, peregrinaciones y fiestas; y, dia redentora del mismo Dios que
riedad; 3. Armonización vocacional; V. Caída
la economía de salvación: pasado sobre todo, mediadores reyes, sacer- llega hasta nosotros a través de un
de mediaciones: 1. Situación actual; 2. Causas;
VI. Reeducación: 1. Principios; 2. Orientacio- presente y futuro. La intención pik dotes, profetas; la oración y la lectura corazón humano. Pero junto a este
nes; 3. La mediación cultural. mordial del autor es afirmar que Je: de la ley. Tantas mediaciones de ca- movimiento de arriba hacia abajo,
sucristo es el mediador único y dell" Hicter religioso o profano que llenan que procede del amor de Dios por
“Mediación” es un concepto fun- nitivo, presente y futuro, de la saly la existencia del israelita y le hacen nosotros a través del corazón humano
damental de la teología tomado de la ción. De paso, dice también que sensible a la presencia del Señor. de Jesús, hay en el hombre Jesús un
revelación. Se presenta en varias de- uso de mediaciones es un princip' 1 las páginas del AT se leen tam- movimiento de abajó hacia arriba,
nominaciones directas: mediador, me- permanente en el trato de Dios cu! hién frecuentes abusos y correcciones que parte del corazón humano de Je-
dios, mediaciones; y en numerosas los hombres, y que todas las medi en la vivencia de la mediación. Los sús, el Hijo, hacia el Padre [...]. En
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Cristo no sólo se nos ha revelado Dios lo contrario, provee cosas, gestos, per. nante. Hoy cumple exactamente esas diante tiene su propia consistencia
y su amor hacia los hombres, sino que. sonas que actualicen y visibilicen su mismas funciones en la vida del cre- diferenciada, que debe ser respetada'
Dios nos ha mostrado, asimismo, lo presencia. En el momento culminan» vente y de la Iglesia. Basta reflexio- al establecer su función mediadora.
que es un hombre que se entrega en- te de la última cena delega alos após- hr un poco sobre nuestras relaciones Y también porque la fuerza media-
teramente a él, el Padre invisible”3. toles, instituye el sacrificio, consagra von Dios. Todas ellas están enrique- dora de una realidad es un aspecto
La mediación totalizante de Jesús el pan y el vino. Y sobre todo ello, la vidas y gravadas con el realismo den- particular que no siempre se descubre
no excluye otras mediaciones. El mis- garantía personal: Yo estoy con vos- sw de la naturaleza, de la historia, de o se pone en ella. En el pan eucarís-
otros siempre, os enviaré mi Espíritu, ln psicología personal. Dios sale al tico no todos ven a Jesucristo, ni en
mo las usa con profusión: cumpli-
miento de la ley, fiestas; el tacto, la Se mantiene en este paso la conti- encuentro y habla por medio de per- el rito que practican ponen todos co-
saliva, el barro para sanar enfermos; nuidad de su única mediación. “El sonas, libros, hechos, signos. Le co- munión de fe y amor.
el lavatorio, el pan, el vino, etc. Pero hombre Jesús es la presencia human hocemos por sus mismas obras y pa-
entre nosotros del Dios redentor, labras, pero siempre a través de nues- 2. FUNCIÓN. Por tanto, en los
sí ha luchado toda su vida por devol-
ver a las mediaciones su sentido bá- pero al modo de una presencia huma: tras ideas y capacidades, de nuestra medios propiamente dichos se distin-
sico de encuentro con Dios Padre, na; por consiguiente, en virtud de un vonciencia y sensorialidad. guen esos dos aspectos: la realidad
con el hermano: oración sobria con intermedio corporal. Por esta razón desnuda y su función relacional. La
fe, limosna discreta con amor. Esta- precisamente la economía de la en- |, NATURALEZA. Llamamos me- función mediadora es voluntad ex-
blece jerarquía: la vida de un hombre carnación exige, desde la ascensión dinción a la capacidad espiritual que plícita y don de Dios, que ha querido,
vale más que el reposo sabático, la de Cristo, una mediación corpora poscen ciertos objetos, actos, perso- por creación y redención, hacerse
ayudaa los padres es antes que hacer que la prolongue. Sabemos ya que nus, de comunicar al hombre la ac- presente en toda realidad. Para su
una oferta en el templo, la misericor- este “cuerpo del Señor” sacramental es vión de Dios y de despertar y expre- propósito de hacer llegar hasta la
dia vale más que el sacrificio y la concretamente la Iglesia. Hemos llas anr en el hombre acogida y respuesta conciencia y la libertad del hombre
pureza del corazón más que la lim- mado a los sacramentos la actividad de comunión. Si se trata de persona, su amor y crear diálogo, Dios ha echa-
pieza de las manos. Se aíra contra las específica de esta realidad-signo ecle= li llamamos mediador; si de objeto o do mano de todo lo que puede haber
deturpaciones: el templo convertido sial. Del mismo modo que Cristo obra cto, decimos medio. Cuando uno u de más asequible y más eficaz para el
en casa de negocios, las palabras de invisiblemente en el mundo por me- otro actúan cumpliendo sus funcio- hombre. Ha inyectado gracia en la
la Biblia como cintas de adorno, etc. dio de su corporeidad celeste, actúa nes, hablamos de mediación *. creación entera, en los hechos de la
Al llamarle insistentemente “me- asimismo visiblemente en y por medio Elementos principales de la me- historia, en las personas, en las cosas.
diador de una alianza mejor”, de una de su cuerpo terrestre, la Iglesia”4, iliación son: a) Dios, que se comunica Dios se abisma en las mediaciones.
“alianza nueva” (Heb 8,6; 9,15), la De este modo entramos en una for- al hombre escogiendo para ello ca- La mediación es fruto de una eco-
carta a los Hebreos se refiere a la ac- ma nueva de la misma economía ins- minos de encarnación sensible y de nomía de salvación, que ha entrete-
tualidad permanente de Cristo glo- taurada por Jesús, que ahora se ex= historia; b) el hombre, capacitado jido lo divino y lo humano con una
rioso y no solamente a una misión presa en la mediación de la Iglesia pura acoger a Dios y responderle por red de dependencia y armonía real y
cumplida durante los años de su exis- animada por el Espíritu. Con esto vros mismos medios; c) realidades de simbólica inquebrantables. Práctica-
tencia terrestre. Con un solo sacrifi- aumenta la visibilidad en extensión y ln creación, de la historia, de la psi- mente, todo se vuelve “lugar” de gra-
cio ha obrado la redención y se ha en duración, pero aumenta propor- vología, asumidas por Dios para ese cia y de diálogo: la Iglesia en su mis-
sentado para siempre ala derecha del cionalmente la pesadez y la opacidad. trato de gracia; d) función mediado- terio e instituciones, la Biblia, los sa-
Padre con la función de mediador, Frente a la sencillez de Cristo y a la rm de esas mismas realidades, cuando cramentos, lugares sagrados, imáge-
salvador, intercesor. El autor sagra- transparencia del evangelio, se h efectivamente transmiten gracia y des- nes, servicio a los hermanos, ritos y
do acentúa explícitamente la perma- complicada la vida de la Iglesia y S piertan la conciencia teologal del su- celebraciones, un encuentro, la ale-
nencia de su condición humana y doctrina. Pero ninguna mediación es jeto. gría, una enfermedad, el trabajo; y
de su experiencia terrestre dolorosa evidente. Nada divino vieron en Je- En toda mediación, el centro de dentro del hombre, todo el tejido de
(Heb 5), pues de ella depende la ver- sús muchos de sus contemporáneos, mira lo forman los dos primeros ele- su condición corporal, de su psiquis-
dad de la mediación. y otros le vieron como seductor y mentos: Dios y el hombre en comu- mo, de su mundo espiritual.
poseído de demonios. nión. A ellos se ordena y subordina Lo mismo que la realidad no cum-
3. ACCIÓN VISIBLE DE JESÚS INVI- todo lo demás. Todo debe servir, y ple por sí sola la función mediadora,
SIBLE. Al afirmar su función de único nada puede sustituir a la comunión tampoco la función puede prescindir
y eterno mediador entre Dios y los II. Naturaleza y funciones directa entre los dos sujetos. de la realidad. El acto de comunión
hombres, Jesucristo es consciente de Hay que señalar como elementos va dirigido a Dios en sí mismo. En
los límites históricos y geográficos Hemos visto la mediación como distintos los dos últimos, aunque se este sentido se habla de trascendencia
que tiene su existencia terrestre. No elemento esencial del plan salvífico, irate de una misma realidad. En pri- enel uso de las mediaciones. Pero esa
piensa en hacerse sustituir, sino todo que es su contexto original y origi- mer lugar, porque la realidad me- trascendencia tiene lugar en la adhe-

Acc)
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rencia misma ala mediación, que por cesitado. Tanto más cuando se llegi4- vinlmente una relación personal del concreción y la perceptibilidad de
su mismo significado proyecta más a comunión recíproca con el hermi hombre con Dios, una relación de formas que encarnan el misterio di-
allá de sí misma la comunión total. no. Evidentemente, la relación que se persona a persona: un encuentro per- vino y la realidad espiritual. Por otra
No son las mediaciones, por lo menos establece con una persona en la que sonal o una comunión personal con parte, las rechaza como estorbo,
las mejores, simple pretexto o punto Dios se manifiesta y sale al encuentro Dios. Eso es lo que llamamos una ac- como intermedio sobrante e indis-
de arranque, abandonado rápidamen- no es como la que tenemos con u titud de vida teologal. Sobre la base creto en la intimidad personal que
te para crear comunión directa al mar- paisaje. El hermano es por sí mismo e una aproximación gratuita, con- cada uno establece con Dios. En esta
gen de ella. extremo de una relación personal, 01. descendiente de Dios, el hombre re- repugnancia intervienen varios fac-
quien el sujeto encuentra alindivid lipioso se pone en relación vital in- tores y condicionamientos, de los cua-
3. MEDIACIONES PERSONALES. al mismo tiempo que en él y por mediata con él, que, mediante esta les unos se refieren a la comprensión
La persona toma parte en las media- encuentra a Dios. No queda reduc! relación, se convierte para nosotros teórica y otros al uso inadecuado.
ciones de manera relevante. Y lo hace do a pretexto para encontrarse cu en el Dios vivo?”?. Al hablar de inmediatez en con-
con peculiaridades que merecen con- Dios. Es éste un punto muy sensible Fe, amor, esperanza son las que texto de experiencia mística y de pre-
sideración aparte. para la mentalidad actual. ( netúan esa relación inmediata entre sencia mental de Dios, la espirituali-
En muchos casos, las personas Por último, interviene el sujeto m Dios y el hombre y, por tanto, las que dad contrapone uso de medios e in-
intervienen como representantes de mo que vive la mediación. El sujet dan vida a las mediaciones. Quien mediatez. Debe haber influido en ello
Dios, que por esa vía se comunica al actúa en su encuentro con Dios desde pone en movimiento estas formas de también el significado etimológico.
sujeto: la voluntad del superior como la propia psicología, con sus Ca v“omunión es Dios mismo, que se re- En realidad son precisamente los me-
voluntad de Dios, la absolución del cidades y condicionamientos: ide vela, ama, promete. “En eso está la dios asumidos por Dios en su revela-
confesor como perdón de Dios, las imaginación, sensibilidad, cultu enridad, no en que nosotros hayamos ción los que posibilitan la comunión
molestias que da el prójimo como No hay contacto con Dios, ni sig umado a Dios, sino en que él nos inmediata. Privada de ellos, la comu-
cruz mandada por Dios, la decisión ra en los místicos, fuera de toda 1 amó y envió a su Hijo” (1Jn 4,10). nión pierde consistencia e inmedia-
de la mayoría legítima como voz de diación subjetiva y de toda cultur Dios se revela en Cristo como pala- tez. Renunciando ala palabra bíblica
Dios, etc. Aun tratándose de otros Este hecho no crea interposición: bra de verdad, amor, promesa de fi- y a la imagen que nos formamos de
medios, como ritos, gestos, sacramen- distancia. Jesús mismo ha amado ilelidad y de mayor plenitud. Dios, la comunión de fe se hace más
tos, culto, tenemos mediación sólo Dios y a las personas con su coruzé A la revelación teologal de Dios lejana y superficial. En la comunión
cuando interviene la acción de una y psicología de hombre (GS 22). | vorresponde la vida teologal del su- directa con la persona presente se
persona que los organiza y pone en parte de las personas que en el ey jeto. Creer, amar, esperar es la reac- siguen utilizando mediaciones: pala-
obra. Esta presencia del hombre en gelio logran comunión inmediata 04) vión del hombre, por obra de la gra- bra, mirada, regalo, gesto, recuerdo
las mediaciones impone al sujeto que Jesús, no se advierte que les cree í vla, a la conducta que Dios tiene ha- histórico, lugar adecuado. Los me-
las utiliza especial penetración de fe, ficultad ninguna el uso abundante vla Él. Acoge la palabra, el amor, la dios favorecen la inmediatez del en-
para llegar a la sustancia de la comu- mediaciones subjetivas: verle, 10€ promesa; y corresponde con actitu- cuentro personal.
nión teologal, como diremos luego. le, emociones, imágenes popul des y hechos de fe, amor, esperanza. A condición de que sean vividos
Pero impone también a la persona del mesías, etc. Son la soberbia Y La respuesta es también obra de con espíritu teologal, es decir, en con-
que interviene la grave responsabili- purada, la doblez y actitudes pt Dios: Dios “allí le da su amor, en el formidad con lo que pide su natura-
dad de que sus intenciones y actos das las que impiden la comunión. | mismo la muestra amarle como de él leza y funciones. La vivencia teologal
correspondan a la realidad que re- recarga subjetiva de las media! vs amada, porque, además de ense- está integrada por dos actitudes com-
presenta. Para que el superior sea nes populares está abundanteme ñar Dios allí a amar al alma pura y plementarias, que parecen contradic-
tomado como voz de Dios, tiene él compensada por la fuerza de su li 'emente sin intereses, como él nos torias: adherencia a la realidad sen-
mismo que hacerse tal por medio de de su amor. ' ima, la hace amar con la fuerza que sible en su propio valor y significado,
la sabiduría, la humildad, la oración, él la ama, transformándola en su y trascendencia dentro de la misma
el desapasionamiento; llegar a escu- ¡mor como hemos dicho; en lo cual comunión personal con Dios. La vi-
char la voz de Dios para poder trans- TIL Vivencia teologal dn su misma fuerza con que pueda vencia simultánea de estas dos fuer-
mitirla 6. imarle...”8 zas requiere equilibrio vivo, que no
La persona interviene también El alma de toda mediación siempre se consigue con la misma
como objeto receptivo de nuestra re- bondad de Dios, que busca al li l.. INMEDIATEZ EN LAS MEDIA- plenitud. Es indispensable para el
lación con Dios. El amor y el servicio bre y se abre a él. “La comun po CIONES. Esta formulación paradójica aprovechamiento espiritual de las me-
al hermano terminan en Cristo: lo personal con Dios no es posible expresa uno de los puntos más deli- diaciones. A
que hiciereis con uno de estos peque- en y por un acercamiento bené 'ndos en la espiritualidad de las me-
ños, recibir al apóstol, visitar al en- de Dios a nosotros. Pero esto sl ciones. El creyente moderno, por 2. SANJUANDELA CRUZ. El san-
carcelado, ayudar al enfermo, al ne- fica asimismo que la religión es £ ima parte, se siente atraído por la to doctor ha planteado y explicado
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con competencia insuperada el tema to para no identificarse ni identificir Casi todas ellas son a la vez descen- ga la totalidad de la vida teologal, ni
de la vida teologal, el significado y el al otro como el mismo Dios. dentes y ascendentes en diversa pro- transmite real y simbólicamente la
A
uso de los medios en el camino de Las mediaciones son también “me. »orción. Presuponemos la mediación totalidad de los dones divinos. La
unión con Dios?. Coloca en el centro diadas” por otras mediaciones más: básica y totalizante de Cristo y de la / madurez espiritual está en saber ar-
la mediación de Cristo, revelación altas, o diversamente interpretadas. Iglesia. monizarlas, para que cada una cum-
total de Dios alos hombres y camino De la voluntad de Dios manifestad Entre varios sectores representa- pla su función; y en saber jerarqui-
único para acoger y encontrar a Dios. por medio de un superior se pued llvos se pueden nombrar: a) media- zarlas, pues no todas revisten la mis-
La unión, en cuanto revelación y en recurrir a otro más alto, o esperar dores gloriosos: María, los santos, ma importancia, y en cada caso hay
cuanto acogida, se realiza en la inme- sucesor que reexamine con otras los difuntos; que forman una catego- que discernir cuál es la más adherente
diatez de la fe, el amor, la esperanza. ces la situación. Este hecho no quit tla propia, en comunión y subordi- a la situación.
_Todo otro medio, de carácter reli- valor a las mediaciones; les quitu li nación con la mediación de Cristo; Cada mediación tiene su propio
gioso o profano, debe ser animado pretensión de absolutismo y de ide h) mediadores terrestres: el herma- estilo y sus exigencias particulares en
internamente por las virtudes teolo- tificarse con Dios. , ho en general, como destinatario del cuanto al uso. En este punto, la es-
gales, para tener fuerza de unión: ce- Animadas por la vida teologal, ¡mor y del servicio; como sujeto de piritualidad ha fomentado, o al me-
remonias, lugares, personas, fórmu- mediaciones abren un horizonte | vomunión recíproca; como intérprete nos tolerado, una grave confusión.
las de oración, penitencias, sacra- finito, iluminado por la presen de la voluntad de Dios a modo de No se puede actuar la mediación so-
mentos. Lo repite incansablemente: constante y el amor de Dios. Cuan; profeta, superior, etc.; c) el culto con cial o política con el estilo devocional
“Porque así como es bueno y nece- falta el espíritu teologal, los med y varias expresiones de religiosidad que se aplica a la oración personal o
sario el medio para el fin, como lo producen frustración y asfixia; vomunitaria: el sector más cuidado al culto. Se pueden multiplicar los
son las imágenes para acordarnos de mundo cerrado en que volvemok por la teología cristiana; d) la con- ejemplos.
Dios y de los santos, así cuando se encontrarnos siempre con nosol' templación y la piedad personal, en
toma y repara en el medio más que mismos, con lo humano, lo terresth yue cada creyente despliega su gracia 3. ARMONIZACIÓN VOCACIONAL.
por solo medio, estorba e impide tan- con una historia inexpresiva y y peculiaridades sobre la base de la Si son complementarias, tendremos
to en su tanto como otra cualquier calor. interior: muy desarrollada en espiri- que encontrar el modo en que la per-
cosa diferente” 10, iualidad; e) la naturaleza, la creación sona o el grupo puedan realizar va-
La preocupación de Juan de la en general, como huella de Dios, su rias de ellas en la unidad de su vida.
Cruz está motivada por un contex- IV. ¡Variedad demediacio imagen y reflejo, manifestación de su No es necesario ni posible utilizarlas
todas, ya que algunas son contra-
to histórico en que sobreabundan y belleza y bondad; f) la historia, que
se absolutizan las mediaciones reli- Las realidades que prestan o y) tuenta también con el hombre, pero puestas: matrimonio y celibato, ere-
giosas y sagradas. La doctrina vale den prestar el servicio de medincll yu en sus relaciones sociales, políti- mitismo y vida política, etc. Hay que
igualmente para hoy, sólo que apli- son innumerables en cantidad y uns, con los acontecimientos y reali- evitar el peligro de un eclecticismo
cada en otra dirección, ya que es más riedad. Semejante abundancia y ¿nciones que constituyen la trama de descontrolado; y también la tenta-
bien la acentuación excesiva de me- viene de la magnificencia de De ln existencia colectiva. ción del entusiasmo unilateral por
diaciones humanas y profanas la que que comunica por cauces limit una sola, o de querer imponer atoda
corre peligro de apagar el movimien- su infinita grandeza y bondad, Y 2, COMPLEMENTARIEDAD. El plu- la Iglesia con iguales pesos y medidas
to de la tendencia global. también fruto de los varios indlk mlismo de mediaciones es legítimo y el propio estilo de mediación.
duos y grupos que se acercan 4 1) necesario. Cada mediación o sector Varios factores prestan ayuda a la
3. DISCERNIMIENTO. Las virtu- por sus propias vías de tempera! Hene su cometido peculiar, que no hora de encontrar la propia dosifica-
des teologales realizan, además de la to y cultura. No podemos detene: puede ser realizado por otra media- ción de mediaciones. Uno de ellos es
comunión directa, una labor subsi- en el tratamiento particularizade vión o sector, aun cuando se la inten- la cultura, que crea la base para una
diaria de discernimiento. Asumen la cada una. Resulta más útil y (10 hilique. Por mucho que se acentúe la síntesis concreta y adherente a las
palabra, la persona, el objeto como establecer algunos principios y Y mediación del hermano o de la con- necesidades y sensibilidad del grupo.
presencia de Dios, pero no los iden- taciones. templación, no queda reemplazada Tiene la ventaja de que esta armonía
tifican con Dios ni equiparan las di- la función específica del culto en la nace de dentro y no viene impuesta
versas mediaciones entre sí. 1. Tipos. Por su gran núme vida del creyente. Para una persona porsimple obligación. Las mediacio-
Confieren esa lucidez y la exigen a variedad se hace imposible catule dle oración, el crecimiento en madu- nes son elemento relevante en la di-
quien usa la mediación y a quien tiene las mediaciones. En cambio cub: tez cristiana no está sólo en aumentar ferenciación de las varias espirituali-
que ponerla: el que establece una ley posibilidad de organizarlas por Me la oración, sino tal vez en desarrollar dades [/ Historia de la espiritualidad;
como voluntad de Dios y el que tiene tores de una cierta homogeneida hectores que tal vez tiene descuida- / Espiritualidad contemporánea].
que obedecerla. A ambos se les exige De ese modo se facilita la comp dos: el hermano, la historia. Un segundo factor está constitui-
la vivencia teologal y el discernimien- sión de sus funciones diferenel Ninguno de estos sectores desplie- do por el temperamento personal, el
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sexo, la educación particular. Como más sensible y dolorosa la caída q sundo por las más inmediatas, el con- cen compensados en modo alguno.
ejemplo está la diferencia entre el la decadencia. Hay períodos en q vilio Vat. Il ha sido la ocasión de que La espiritualidad no puede abando-
hombre y la mujer a este respecto: la los signos persisten desvirtuados y emergieran muchas de estas dificul- nar la situación a su curso espontá-
mujer tiene mayor capacidad para no se advierte malestar. En cambió, tides. El cambio de pensar, sentir y neo. Tiene que intervenir activamen-
mediaciones religiosas y cultuales; el el sufrimiento es grave al desaparec vivir en la Iglesia trajo la devaluación te y con proyecto.
hombre tiene mayor predisposición los signos, aunque perviva la exp ile expresiones tradicionales. El plu- En el título se acentúa intenciona-
para la mediación de la historia. riencia que antes se encontraba tl mlismo de formas y la variedad de damente la reeducación. En clima de
La / vocación es el factor decisivo ellos. A experimentos ha hecho que se relati- renovación, se ha hablado y se ha
a la hora de establecer armonía y vizara todo, perdiendo el halo de sa- hecho mucho en cuanto a reforma y
jerarquía entre las varias mediaciones 1. SITUACIÓN ACTUAL. Prescilk eralidad. remodelación de las expresiones ex-
que cada uno usa. diendo ahora de lo sucedido en otrilf Ha influido también en las graves ternas, la estructura, la palabra, el
épocas, la nuestra se presenta com proporciones que ha tomado el fenó- rito. Pero se ha hecho mucho menos
escasa en mediaciones. Hablamo meno el hecho de que se hayan con- en materia de reanimación de la vi-
V. Caída de mediaciones de la mentalidad predominante, y servado hasta el concilio numerosas vencia teologal, que es el alma de las
pretender universalizar. En nuestii mediaciones que ya de tiempo atrás mediaciones. Esa labor interna es
La caída de mediaciones es una de tiempo hay que hablar más de cal unrecían de contenido teologal. Éstas hoy más urgente, ya que la enferme-
las experiencias más dolorosas de la de mediaciones: omisión, desga Wleberían haber sido eliminadas o dad no se refiere a una u otra media-
vida eclesial y de la vida espiritual. abandono de los signos. Tanto de le Hunsformadas antes. Al no haber ción, antigua o moderna, sino que ha
Cuando las mediaciones abundan, el que expresan comunicación de Dio sido hecho a su debido tiempo, han disecado la savia vital que las alimen-
creyente vive seguro y acompañado como la Iglesia, los sacramentos, l venido a acrecentar la caída actual de ta a todas.
en un mundo en que todo le habla de yes, estructuras, autoridad; como: mediaciones.
Dios. Tiempos y lugares, todos están los que expresan la respuesta con Por último, tenemos que hablar de 1. PkriucipOoS. La reeducación
marcados por la presencia de Dios: prometida del hombre: la prácti ilepuración histórica. En algunas épo- teologal del creyente se realiza, en
un santo, una capilla, una imagen, religiosa, la obediencia, los distin uns anteriores ha habido sobrecarga parte, en el uso mismo de mediacio-
un rito, una procesión. Al desvirtuar- vos de sacralidad, etc. !! ¿h le signos y mediaciones dispersas, nes adecuadas. El signo no solamente
se los medios, Dios parece más lejano La caída se deja notar especiúl awbre todo en el terreno de lo sagra- manifiesta la experiencia, sino que la
y se cortan los puentes de la comu- mente en el sector del culto y de io: santos, normas, costumbres, prác- ayuda a nacer y desarrollarse. Se im-
nión con él. religiosidad en general: oración, livas, penitencias, devociones, etc. pone, además, una educación directa
Para valorar justamente nuestra cramentos, piedad en sus manifest Puestas unas al lado de otras, habían de la vida teologal del creyente: sen-
situación al respecto conviene hacer ciones. Ha aumentado, en cambio llegado a constituir una sobredosis tido de Dios y del encuentro con él,
una distinción entre dos formas en sensibilidad frente a Dios en la hi uprimente de signos inexpresivos no contenidos del misterio, formas de
que las mediaciones se devalúan: de- ria y en la comunidad. awlamente para los de fuera, sino presencia y acción en la historia, ac-
cadencia, caída. Sufren decadencia Tiene algo de paradójico la timbién para los mismos que los vi- titudes para detectarla y colaborar.
cuando pierden su propio contenido sente situación. De una parte, quiet vinn y practicaban por simple obe- Mientras no se forme teologalmente
interior y su fuerza teologal, pero concreción y humanización de lo ( lencia o tradición. Es normal que al creyente, toda mediación quedará
mantienen en pie su estructura o vino: detecta con gusto el compon hnya seguido un período de simplifi- externa e inexpresiva.
práctica material; por ejemplo, un te humano en la inspiración, la Ip unción depuradora, liberadora. Existe un método apropiado para
rito que ya no significa nada para sia, la acción de Dios en la historl Por más que creamos necesaria y la formulación del sujeto en la vida
quien lo practica. Y hay caída de me- Todo ello se hace por mediación »nel fondo prometedora la evolución teologal. Es la mistagogia, que cuida
diaciones cuando desaparece la ex- hombres y de formas culturales, A setual, no se puede menos de preocu- la asimilación experiencial del mis-
presión material, aun cuando siga en mismo tiempo, manifiesta tend pmrse y buscar remedio ante el vacío terio por parte de la persona, en
pie la experiencia o tal vez emigre en cias inmediatistas: quiere a Cristo le experiencia teologal que implica y pensamiento, sentimiento y praxis.
busca de nueva expresión. Esta dis- Iglesia, a la Iglesia sin clero, al evi lan praves carencias que puede oca- Así es como se produce la comunión
tinción nos puede ayudar a valorar gelio sin legislación, etc. Y agravi ar en un próximo futuro. personal con Dios y la experiencia
los fenómenos que se han dado en la contraste entre signo y significación misma.
historia y existen en la actualidad. evangelio y ley, espíritu y letra, € En la noción misma de experiencia
Las dos formas suelen ir mezcla- munidad e institución. Ñ YI, Reeducación de Dios se han mezclado elementos
das, pero en muy diferente propor- extraños, que luego son causa de va-
ción, lo que permite distinguirlas se- 2. CAUSAS. Entre causas dircutlih 51 bajo ciertos aspectos la caída de cío y frustración. Sisel creyente en-
gún predomine el elemento exterior o indirectas se pueden señalar mediaciones tiene la función de poda tiende por experiencia de Dios emo-
o el interior. Por lo general, se hace chas. Basta aludir a algunas. Emp ica, presenta otros que no pare- ción exuberante, fervor sensible con-
Mediaciones 1217 Mediaciones

tinuado, es normal que le defrauden simplificación. Aparte el hecho de: von particular vehemencia, ya que se talento para llevar a cabo esa trans-
las mediaciones, antiguas y moder- que no se advierte una originalidad. refiere a la experiencia, que es la más formación.
proporcional ala cantidad de medior directamente afectada por la evolu- Pienso que en buena parte esta la-
nas, ya que no están hechas para pro-
que se han desvirtuado, se debe tener. ción cultural. bor de reencarnación en la nueva me-
ducir sentimientos de ese género. Eso
no tienen por qué proporcionarlo las en cuenta que las invenciones autén+ A la gravedad del cambio en sí se diación cultural está siendo llevada a
mediaciones teologales, por lo menos ticas necesitarán tiempo para ofrec fade su carácter secular, que oprime cabo por personas y grupos de vida
las más sólidas y sustanciales. Eso y ganar la confianza general. directamente la experiencia religiosa que cultivan una experiencia cristia-
sería egoísmo religioso, y no amor. y su expresión sacral. Las implica- na auténtica y le saben dar formas
El creyente tiene que educar primero 3. LA MEDIACIÓN CULTURAL. viones de esta modalidad ya han sido significativas para ellos mismos, que
su idea y su experiencia de lo que “mediación cultural” no es una M muchas veces presentadas con de- la viven, y para sus contemporáneos
significa el encuentro con Dios [/ Ex- diación más al lado de las ya citadi talle. ; de buena voluntad.
periencia cristiana]. sino un cuadro total de vida y con El hecho fundamental es: ha cadu-
prensión, en el que nace y mantiel F. Ruiz Salvador
endo en gran parte la cultura de que
2. ORIENTACIONES. Algunas sentido toda otra mediación £ [/ Ep se alimentaban en su forma o conte- NOTAS: ! Cf F. Ruiz SALVADOR, Caminos del
orientaciones generales pueden ayu- piritualidad contemporánea 1]. nido muchas de las mediaciones y se Espíritu. Compendio de teología espiritual, Es-
dar a la hora de establecer nuevas nombre puede usarse en singulW están afirmando otras culturales. piritualidad, Madrid 19782, 52-83; Ch. A. BEr-
mediaciones o rehabilitar las ya exis- refiriéndose a la mediación de ¡Cómo reeducar al sujeto creyente y NARD, Le projet spirituel, PUG, Roma 1970,
tentes que responden a valores efec- cultura en general. También se vómo remodelar los signos para que 239-282 —? Para una teología del mediador y de
tivos: en plural, las mediaciones cultural respondan a la nueva mediación cul-
las mediaciones en el AT y NT, cf MS IL, 825-
880 (J. ScHarBERT) y MS IV-1, 29-104 (N. FU-
e Las personas. El creyente actual para indicar cada uno de los elemel tural? GLISTER) — 3 E. SCHILLEBEECKX, Cristo sacramen-
es muy sensible a la mediación de las tos que integran esa cultura: estilo En el ambiente eclesial se ha llega- to del encuentro con Dios, Dinor, Pamplona
personas, que son medios o ponen en vida, escala de valores, modos de do a admitir con facilidad la incorpo- 1965, 26-27 — 4 E. SCHILLEBEECKX, 0.C., 75-76 —
5Cf F. Ruiz SALVADOR, Discernimiento y me-
obra otros medios, ritos, gestos. Por presarse, de vivir la religión, de cl iición de culturas nuevas en países diaciones, en “Rev. de Espiritualidad” 38 (1979)
eso es necesario cuidar ante todo las tivar las ciencias, la belleza, cost de misión donde el cristianismo no 551-578, donde se explica la terminología, fun-
personas, su autenticidad y la trans- bres, etc. (cf GS 53). e había aún penetrado con autoridad. ciones y disfunciones de la mediación — $L.
parencia de sus intervenciones cuan- Al hablar de AT y NT, de caídik Más difícil se hace la renovación pro- GUTIÉRREZ VEGA, La obediencia religiosa desde
do administran, gobiernan, sirven, ac- reeducación de mediaciones, el fact hlamente histórica, el trasvase de una
la teología de las mediaciones, en “Vida Religio-
túan. De la autenticidad de la perso- cultural juega un papel important vultura gastada en que ha vivido arrai-
sa” 42 (1977) 453-477 — 7E. SCHILLEBEECKX,
Cristo sacramento..., 0.c. (nota 3), 12 — ¿San
na depende en gran parte la credibi- mo. La encarnación del encuenti nudo el cristianismo a otra que se JUAN DE La Cruz, Cántico espiritual, 38,4 —
lidad de la ley, del rito. con Dios en la cultura es un hech inuncia como expresión de presente 9 Sobre la doctrina sanjuanista de unión inme-
> Autenticidad. Ésta pide que los constante y de toda evidencia en: y futuro. Aquí se trata de países y
diata y medios he ofrecido ya una síntesis amplia
signos expresen la gracia o la con- historia de la revelación bíblica y personas ya penetrados por el cristia-
en otra ocasión: Juan de la Cruz: una realidad
y mito, en “Rev. de Espiritualidad” 35 (1976)
vicción que existe allí. Signos que se la historia de la Iglesia. Const
ismo, que asumió su cultura, la ha 356-376 — San JUAN DE La Cruz, Subida del
mantienen por herencia o se imponen mente los documentos del magist iucralizado con el uso y el reconoci- monte Carmelo M1, 15,2 — 1 Cf O. GONZÁLEZ DE
como norma no sentida, se vuelven afirman y valoran positivamente. CARDEDAL, Elogio de la encina. Existencia cris-
penetración del factor cultural eN. miento oficial de la Iglesia. Que los tiana y fidelidad creadora, Sígueme, Salamanca
convencionales y materia de obedien- os o los japoneses puedan encar-
cia o tema de contestación. hecho salvífico y en su expresión, 1973, 29-33 — 12 Cf J.A. JUNGMANN, La predica-
La encarnación cultural del encutl nar lo cristiano en su cultura diferen- ción de la fe a la luz de la buena nueva, Dinor,
. Sobriedad. Estamos en perío- te no crea dificultad. Que los cristia- Pamplona 1965?: “La solución de hoy día debe
do de simplificación y concentración. tro salvífico tiene múltiples aspect ser, no la adición o conglomeración, sino la
y consecuencias, en teología y en |; hos europeos puedan desencarnar su
Hay algo de reacción frente a épo- vida de una cultura caduca y pasar su
concentración, que no rechaza lo que es valioso,
cas anteriores de sobrecarga de me- toral. Ahora interesa la diment sino que lo sitúa en el lugar que le corresponde.
que se refiere más directamente 4 experiencia de Cristo, evangelio, sal- Una pastoral edificada sobre lo esencial manten-
dios inexpresivos y obligatorios. El vación, a la nueva cultura que está drá abiertos muchos caminos, pero todos los
creyente ha arrastrado por mucho espiritualidad de la mediación, 1 caminos desembocarán en el único y auténtico
caída de muchas mediaciones, la dl iurgiendo es tarea mucho más difí-
tiempo mediaciones en las que no camino de la salvación” (p. 80). Todo el c. 5:
vitalización de otras, el sufriml vil, No solamente por la resistencia
veía sentido ni funcionalidad, que no ponen los responsables, sino
¿Adición o concentración? (pp. 73-81) — 3 Cf
de no encontrar cauces adecuados: ue B. SEcoNDIN Messaggio evangelico e cultura. Pro-
respondían a su experiencia interior
ni eran capaces de suscitar otra la interioridad se deben en gran pi inmbién por el hecho mismo de tras- blemi e dinamiche della mediazione culturale,

nueva 2, a este fenómeno de cambio rudin vnsar la experiencia cristiana en sí. A Ed. Paoline, Roma 1982.
de
e Creatividad. Es una cualidad ge- estamos en una nueva era (GS $ ello se añade el riesgo de crear va- BIBL.: AA.VV., Teología espiritual: reflexión
neral que abarca mucho. Resulta más Esto produce un desarraigamiento vlo o deformaciones por la interven- cristiana sobre la praxis, Espiritualidad, Madrid
difícil de realizar que la sobriedad y neral. La espiritualidad nota el y vión de renovadores sin carisma ni 1980; AA.VV., Sociología de la religión y teolo-

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