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Muchas personas ven el papel de los padres como un logro hecho de
bloques de Lego: el padre proporciona las piezas correctas al niño y espera
que este último reproduzca exactamente lo que está en la caja, es decir, su
definición de lo que es "mejor para ella". niño".
Sin embargo, la realidad es bastante diferente. Primero, el niño ya tiene
piezas propias, luego hace una selección de las piezas que le ofreces.
Luego, buscará a los demás en la escuela, entre sus amigos, en la
televisión, en los libros… En definitiva, como dice el proverbio africano:Se
necesita todo un pueblo para educar a un niño.También hay que añadir
que no hay fecha de inicio de la obra, y por tanto menos fecha de
finalización!
Como padres, todo lo que podemos hacer es esforzarnos al máximo
para brindarle las mejores partes posibles a nuestro hijo. También
debemos ayudarlo a desarrollar su sentido crítico y su autonomía para
que pueda tomar decisiones informadas entre todas las piezas que se le
ofrecen… ¡incluidas las nuestras!
Entonces eso es lo que te ofrezco en esta guía práctica: piezas de
Lego, es decir herramientas sencillas y concretas para ayudarte en tu
rol de padre. ¡Depende de usted decidir si desea o no unirse a ellos en
su logro como padre!

¡Buena lectura!
De 0 a 6 meses

La personalidad del niño se nota desde los primeros meses de su vida. Se ha


demostrado que los niños tranquilos se convertirán en adultos tranquilos, mientras
que los niños inquietos se convertirán en adultos muy activos. Todos somos
diferentes, y estas diferencias requieren que los padres se adapten bien.

El tacto es el modo de comunicación que el bebé entiende mejor.


Cuando le cambies el pañal o lo vistas, masajéalo, ponle crema
suavemente en el cuerpo, tócalo con diferentes tejidos para
enriquecer su experiencia del mundo que lo rodea y estimular su
curiosidad.
Al bebé le gustan mucho los sonidos, principalmente el habla, así como la
música. Cuando esté en el suelo, colóquelo a menudo boca abajo para
ayudarlo a girar solo y desarrollar sus habilidades motoras.
Nombra los objetos que ve y despierta sus sentidos llevándolo a descubrir cada
una de las habitaciones de la casa, los sonidos, la iluminación, los colores
brillantes, etc. En definitiva, encontrar estímulos a su medida para enriquecer su
comprensión del mundo que le rodea.
De 6 a 18 meses

El niño empieza a comprender que tiene influencia en su entorno y


explora sus posibilidades a todos los niveles: quiere tocarlo todo,
sentir y saborear lo que encuentra en su camino. Es su forma de
domesticar el mundo.
Puede gatear sobre su estómago y luego pararse o caminar, lo que le
permite escanear su entorno. Poner a su disposición diversos objetos de
varias formas y texturas, y nombrarlas. Déjelo incluso probar, si es
posible.
Tenga cuidado con los productos peligrosos, retire de la vista los objetos frágiles
y las plantas. Evite hablar como un bebé con su hijo. Usa oraciones cortas pero
completas.

Cuando emita sonidos o realice “hazañas”, anímalo con tus sonrisas y


tus aplausos, que lo animarán a continuar con su exploración.

¿Alguna vez te has dado cuenta de que a una altura de dos pies del suelo, la vista
del mundo es muy especial? Los objetos interesantes se colocan demasiado alto,
las cosas y los seres a veces son aterradores (imagínate un perro más grande que
tú, mostrando su boca con todos sus dientes afilados): ¡no es de extrañar que los
bebés comiencen a llorar cuando un adulto mira demasiado de cerca mientras
muestra su ira! Saber ponerse más a menudo a su nivel para comprender su
percepción de la realidad.

De 18 meses a 3 años

Alrededor de los 18 meses, por primera vez, el niño se da cuenta de que es


una persona diferente a los demás, especialmente a sus padres. Dice “NO”
a todo ya nada, sólo por tener el placer de ser diferente. También comienza
a desarrollar sus propios pensamientos, a expresar ciertas opiniones, a
mostrar sus gustos y valores de infancia. Tiene mucha curiosidad por todo
lo que le rodea y suele repetir: "¿Qué es eso?"
El niño necesita tomar su lugar y ejercitar su diferencia, así que en
lugar de darle órdenes, ofrézcale opciones. De esta forma, tendrá la
impresión de decidir “por su cuenta”. En lugar de decir “Ven a
bañarte”, di en cambio: “¿Quieres subir sola a bañarte o prefieres que
te recoja?”. Como puede ver, el niño realmente no tiene otra opción,
¡porque está claro que es la hora del baño! Lo importante es hacerle
creer que es él quien decide. Haz lo mismo con la comida (p. ej.,
“¿Prefieres zanahorias cortadas en dados o en rodajas?”) como con
todo lo demás. Se sorprenderá de los resultados. Y si la estrategia
solo funciona la mitad de las veces, siempre será una victoria… y habrás
permitido que el niño ejercite sus nuevas habilidades.

Cada niño nace con su propia esencia; nuestro papel es


principalmente reconocerlo y ayudar al niño a respetarlo. Nunca
hemos visto que los manzanos den fresas, ¡y eso es perfecto!
Algunos ven a los niños como un jarrón que hay que llenar, otros
como una semilla a la que hay que ayudar a crecer. ¿Y tú, Que
piensas?
De 3 a 6 años

Esta es la era de la imaginación desbordante; por primera vez, el niño


puede imaginar cosas que no existen! Antes, un chaleco en el suelo era
un chaleco en el suelo. ¡Ahora este último puede convertirse en un barco
pirata, un castillo e incluso cambiar de rol varias veces en la misma hora!
El niño a menudo juega a hacer creer. Puedes aprovechar su fértil
imaginación durante este período para hacerle imaginar que los
vendajes de Batman, Cars o Doris lo sanarán más rápido que cualquier
otro, que su perrito le ahorrará pesadillas o que acostarse con tu
almohada no lo hará. ayudarlo a conciliar el sueño más rápido.
Su imaginación es tan poderosa que a veces confunde la realidad con sus
fantasías y ya no sabe si la bruja está realmente en el armario o si se la
imaginó. La mejor manera de ayudarlo a deshacerse de sus fantasmas es
primero tomándolo en serio: no tiene sentido decirle que no existen; para
él, sus miedos son muy reales. Uno de los tratamientos más efectivos para
estos sueños diurnos o nocturnos es pedirle al niño que le diga a estas
"presencias" no deseadas que se vayan ya que él no las invitó. Tenga en
cuenta que los efectos son mucho menos potentes cuando los refleja.
Tiene que enfrentarse a sus miedos por sí mismo... con mamá o papá a su
lado.
Otro fenómeno de este período, comienza a soñar con el futuro: “Cuando
sea grande…”, pero cambia de opinión cada diez minutos.
También es un paso importante para el descubrimiento del cuerpo de uno
y del otro. Responde a sus preguntas usando los términos reales (vulva,
pene, escroto…). Los libros de Jocelyne Robert citados en la bibliografía son
muy útiles para ayudar al niño en esta etapa.
Puede ayudarlo a desarrollar un sentido de competencia y autoestima
preguntándole con frecuencia su opinión sobre varias decisiones
menores que lo afectan: "¿Preferirías ir de compras conmigo esta
mañana o esta tarde?"
Está alternativamente enamorado de su padre y de su madre. ¡Aprovéchalo cuando
sea tu turno y recarga energías antes de la adolescencia cuando él no suele estar
enamorado de ninguno! También pasa a estar celoso de sus hermanos y hermanas.
Desafortunadamente, la situación a menudo persiste hasta que el
vida adulta Recuerda que de nada sirve tratar de reducir estas tensiones
adoptando las mismas reglas para todos. El niño estará tranquilo al saber
que se beneficia de un tratamiento "a medida".

De 6 a 11 años

El niño comienza a adaptarse a un mundo más grande. Se da cuenta de que tiene


una vida interior diferente a la de los demás y que existen distinciones entre otras
familias y la suya propia, lo que en ocasiones lo lleva a desafiar sus reglas.

El niño descubre sus fortalezas y debilidades académicas. A veces tiene que


afligirse, y el aliento de los padres es importante para ayudarlo a aceptarse
plenamente y desarrollar todo su potencial.
Es un período rico en autodescubrimiento y aprendizaje de todo tipo, y
durante el cual los padres pueden brindar al niño experiencias
estimulantes que le permitan explorar sus habilidades.
Todos los padres lo dirán, a veces es más fácil hacer cosas por el niño.
Primero, toma menos tiempo; además, le permite controlar su vida y
así disfrutar de una mejor imagen a los ojos de los demás mientras
evita a su hijo el dolor y el fracaso. Si eliges su ropa, lo vistes tú
mismo, le peinas y le cepillas los dientes, se ve bien. Otros te ven
como un buen padre y tienden a querer emularte con sus propios
hijos. Pero, ¿qué le enseñaste al joven? Que debería estar a la altura
de los estándares de sus padres en lugar de ser él mismo y
arriesgarse a ser imperfecto. Quiere que esté sano, así que decide por
él qué debe comer y qué tipo de actividad física debe hacer. Pero,
¿qué se retiene, si no que no es capaz de decidir por sí mismo y que
su opinión no importa? Quieres que sea ingenioso, culto y que se
destaque del resto: por eso lo matriculas en todo tipo de cursos. Pero,
¿qué pasa con su aprendizaje de la autonomía y su capacidad para
tomar sus propias decisiones?

Jacques Salomé afirma que los padres sienten cierta renuencia a dejar
que la identidad emergente del niño se exprese, porque necesitan verlo
actuar a su manera y no según su propio temperamento. Además, si lo
dejan elegir por sí mismo, corren el riesgo de desconcertarse o sentirse
impotentes ante los errores del joven.
Pero, tarde o temprano, el niño tendrá que decidir por sí mismo lo que quiere
ser, hacer y llegar a ser. Si ha tenido la oportunidad de ejercitar esta habilidad, le
resultará mucho más fácil actualizarla con facilidad, tomar decisiones bien
meditadas y asumir las responsabilidades que se derivarán. Y empieza antes
de lo que pensamos. Tan pronto como nuestro querubín va a la guardería oa la escuela, lejos
de nuestra protección, toma decisiones. E incluso antes.

APRENDER AUTOCONTROL
Saber controlar la ira, el orgullo o la timidez no es algo innato, como tampoco
lo es estar dotado de sentido de la disciplina, preocuparse por la limpieza o
respetar la propiedad de los demás. La asertividad, la cortesía y la puntualidad
también son características que hay que aprender. En definitiva, el niño tiene
todo por aprender. En esto, sus padres son sus maestros más influyentes.
Recuerda esto: lo importante es trabajar solo una habilidad a la vez. Será más
eficiente y más fácil para su hijo integrarse.
Dar un nombre a la habilidad que necesita ser
desarrollada
Haga que el aprendizaje sea “oficial” dando un título impresionante a
la habilidad a desarrollar. Esto despertará la curiosidad de su hijo y
captará toda su atención. Para corregirlo si tiene tendencia a mentir,
podrías, por ejemplo, nombrar el desafío "Vencer la mitomanía". Para
un niño cuya timidez le impide socializar, podría invitarlo a
“Desarrollar los músculos de la valentía y la asertividad”. En el caso del
manejo de la ira, el padre podría titular el desafío "Aumenta tu zen" o
"Domina la Pepsi". Este último título hace referencia a una botella de
Pepsi que agitas vigorosamente; al abrir la tapa, habrá un
desbordamiento de contenido en todas las direcciones. ¿No es eso lo
que sucede en un ataque de ira? Una demostración también puede
resultar muy convincente y servir como código entre usted y su hijo
para referirse a sus reacciones después: "¿Estás sacudiendo tu Pepsi?"
o “¡Bien hecho! ¡Revisaste bien tu Pepsi!

Describa brevemente lo que tendrá que hacer


para lograr el objetivo.
Este es el momento (de 1 año a 4-5 años) de sembrar nuevas
estrategias que el niño aún no conoce. Por ejemplo, si se enoja,
podría decirle: “En lugar de gritar o insultar a los demás, o romper
cosas, puedes decirme: 'Estoy enojado porque mi hermano me robó
mi juguete”, pero no está permitido pegarle. o gritarlo. También
puedes sugerirles que vayan al rincón del mal humor (verpágina 66) o
mantenga ambas manos juntas y respire hasta que sienta que la
presión de su “Pepsi” ha disminuido. En el caso de las mentiras
(mitomanía), podría explicarle que siempre es difícil admitir sus
errores, que muchos adultos ni siquiera logran hacerlo, pero que uno
se siente muy fuerte y muy orgulloso cuando dice la verdad o admitir
un error. En resumen, si le presentas la estrategia que quieres que
aprenda en un lenguaje claro, podrá entenderla y actuar en
consecuencia.
Hágale comentarios frecuentes sobre el
costos y beneficios asociados con sus
comportamientos
Por ejemplo, si estás trabajando en el manejo de la ira y él rompe uno
de sus objetos favoritos debido a la emoción, espera hasta que se
calme y dile "¿Ves qué te hace enojar? Nos hace romper los objetos
que amamos. Por eso hay que controlarlo". O si por el contrario se
dominó bien, hazle el siguiente comentario: “Estuviste muy fuerte.
Conseguiste controlar tu ira. ¿Sabes que incluso los adultos no
siempre pueden hacer esto? Te felicito. De verdad, me asombras".
Incluso te recomiendo que utilices refuerzos positivos en situaciones
en las que el niño todavía tiene el control, para reforzar aún más
estas conductas.

Reconocer el grado de dificultad inherente a la


tarea.
Cítese a sí mismo como ejemplo. Cuando pierda los estribos y muestre
su enojo de manera inapropiada, aproveche la oportunidad, una vez que
haya pasado la tormenta, para reconocer su error y decirle a su hijo que
incluso los adultos no siempre pueden controlarse. Lo mismo para las
otras habilidades que quieras enseñarle y en las que todavía fallas a
veces.

Asegúrate de que no sea demasiado duro


consigo mismo.
Es esencial ayudar a su hijo a aceptar cometer errores. Para
tranquilizarlo, siempre puedes decirle, tras un descuido excesivo por
el que se siente culpable: “Sé que mamá te pide mucho y que requiere
mucho esfuerzo de tu parte. Es normal, ya sabes, no siempre llegar
como quieres".
¿Conoces la técnica del agujero en la barriga?
Para los niños de 2 a 6 años que tienden a ser perfeccionistas y se
culpan a sí mismos por sus errores, pídales que revisen si tienen un
agujero en el estómago (es el ombligo, obviamente). Cuando lo
confirmen, puedes agregar: “¡Por eso! Cualquiera con un agujero en
el estómago comete errores. Mira, yo también tengo uno. Tu
hermano mayor también. Toma nota de lo que te digo: todo el que
tiene un agujero en la barriga se equivoca, tarde o temprano”. Tenga
en cuenta que este truco es útil con los adolescentes. Quad Le
pregunté a mi hijo de 14 años si tenía un agujero en el estómago, me
dio su mirada de "¿Reporte?". Le conté mi conclusión, lo que resultó
en varios momentos de risa después. Apenas cometí un error, se
encargó de recordarme que tenía un agujero "grande" en el
estómago, ¡yo tambien! Sin embargo, el mensaje del derecho a
equivocarse fue transmitido y entendido.

No exijas la perfección
Espere que se flexione de vez en cuando y vuelva a sus viejos
patrones. Eso no significa que tengas que empezar de nuevo. Para
determinar los límites, confíe en su propio control de sus emociones
como padre. Por ejemplo, cuente la cantidad de veces que eleva el
tono en una semana. Aunque todos queremos ser mejores, debemos
aceptar que a menudo cometemos errores. A partir de esta escala,
dale más oportunidades a tu hijo: recuerda que no tiene ni tus
habilidades ni tu madurez. ¡Así que sé paciente y comprensivo con él!
La mariposa

Un niño pequeño quiere ayudar a una mariposa que tiene dificultad para
desprenderse de su capullo. Creyendo hacerle un favor, lo saca delicadamente
de su sobre. La mariposa se va volando, cruza unos metros, pero pronto cae al
suelo, muerta.

El padre del niño le explica entonces que uno no ayuda a la mariposa


facilitando su liberación. Debe lograrlo por sí mismo, fortaleciendo
así los músculos de sus alas, que le permitirán volar después.
¿Usted, como padre, deja que su hijo supere sus dificultades por
sí mismo o le facilita las cosas haciéndolas por él?

Prepárate para invertir tiempo en estos


entrenamientos.
El tiempo, la paciencia y el respeto por el ritmo de su hijo siempre serán
activos esenciales para lograr sus objetivos y ayudarlo a desarrollar
nuevas habilidades.

DESARROLLAR HABILIDADES SOCIALES


Tu hijo perderá una parte de su autoestima y su red social si no le
enseñas a reaccionar adecuadamente ante las líneas y comportamientos
de los demás. Además, debe ser guiado sobre cómo comportarse en
sociedad. Crea diferentes escenarios con él y practica la interacción con
los demás. Así te encontrarás encarnando a diferentes personajes,
jóvenes y adultos, y verás las reacciones que debe
mejorar. Necesita este tipo de ejercicios, llamados juegos de roles,
para desarrollar nuevas habilidades. Una de las mejores formas de
demostrarle a tu hijo que lo amas es brindándole los recursos que
necesita para superar sus dificultades y así permitirle sentirse bien.

Elige tu ropa
Todos conocemos historias de niños rechazados por su grupo en la
escuela por su ropa o su falta de higiene. No tienes que ser rico para
permitir que tu hijo se vista de una manera que no provoque críticas
hirientes. Ayúdelo a elegir colores que combinen bien y verifique el
estado general de su ropa (limpieza, arrugas, etc.). Esto ayudará a
aumentar su autoestima.
Haz compras inteligentes

Una buena manera de ocupar constructivamente a su hijo mientras


compra es darle responsabilidades de consumo. Menciona los
criterios a cumplir (contenido del producto, marca y precio) y confíale
la responsabilidad de parte de tus compras. Incluso puedes darle una
cierta cantidad de dinero para que elija una fruta o verdura que se
salga de lo común. ¡Así estará más inclinado a saborearlo! Luego,
pídale que haga sus propias compras... ¡bajo su supervisión!

hablar con adultos


¿Qué le dices a un adulto cuando eres un niño? ¡Buena pregunta!
Como el joven a menudo ignora la respuesta, simplemente evita
hablar con sus mayores o, si no, lo hace con demasiada frecuencia de
manera inapropiada. ¿Por qué no enseñarle a hacer peticiones, a
preguntar por el otro, a interrumpir cortésmente, a aceptar
cumplidos, a afirmarse? Y no te olvides de ensayar con él, en forma de
juego de roles, los escenarios poniendo en práctica estas habilidades
para que se sienta más seguro.

Comer: una oportunidad de acercamiento


Aquí hay una preocupación importante a la hora de comer: “¿Qué le
vamos a dar de comer? No come nada”, dicen algunos padres.
¿Entonces que puedes hacer?
A partir de los 4-5 años, pídele que prepare su menú diario o semanal dándole algunas
nociones de alimentación saludable. Conviértalo en un juego convirtiéndose en su
secretario.

Involúcralo en la preparación de las comidas: el niño suele estar más inclinado a degustar los
platos que ha preparado él mismo.

Ofrezca comprar un nuevo alimento de su elección en el supermercado, para animarlos a


probar algo diferente y ampliar sus opciones.
Ve con sugerencias motivadoras, como "¡Debes estar deseando ser más alto
para poder comer de todo!".

Dale opciones. Por ejemplo: "¿Quieres carne de res o pollo para tu comida?"
o: "¿Prefieres frijoles o zanahorias?"

Sirva porciones pequeñas de cada comida para que vuelva por más.

Utilice la técnica de los tres bocados (antes de que pueda comer otro alimento).

Evita que la hora de comer se convierta en una batalla. En su lugar, promueva la


reconciliación ofreciendo siempre dos menús, incluido uno rápido que les guste a
todos. A la larga, el niño se cansará de comer siempre el mismo plato y optará por
nuevas experiencias gustativas.

Ponte en su lugar. Algunos niños nacen con el deseo de desayunar ostras


simples, pero seamos realistas, son raras. Muy raro. El gusto se desarrolla
con el tiempo, como todo lo demás. La mayoría de nosotros nos
sentiríamos ofendidos si nos dijeran qué, cuándo y cuánto comer. No es
diferente para su hijo.

alerta de pubertad
¿Probablemente has leído que la pubertad comienza cada vez más temprano? Es un hecho.
Varias tesis explican el fenómeno, pero para el padre, la realidad es que hay que estar
preparado para intervenir antes.

Tan pronto como su hija comienza a tener los inicios de los senos, está en la tercera
fase de la pubertad. Para el niño, no hay nada realmente visible, pero su
comportamiento suele hablar por sí solo: es más distante, más reservado… Lo que
significa que las hormonas han comenzado su trabajo para asegurar el desarrollo
de las características sexuales secundarias para la procreación. Lo que también
significa es que su hijo ya no es un niño: estos poderosos cambios hormonales
despiertan la curiosidad sobre el sexo opuesto y estimulan el deseo de cercanía.
Comienza su búsqueda de información sobre la sexualidad.

Desafortunadamente, Internet en estos días está repleto de datos a los que


desearíamos que nuestros jóvenes nunca tuvieran acceso: estoy hablando de
pornografía o sitios donde se trivializa el sexo. Por lo tanto, los invito a seleccionar
uno o más libros que consideren buenas referencias para ofrecérselos a su hijo. Por
lo general, los jóvenes no se sienten muy cómodos hablando de sexualidad con sus
padres, y lo contrario también es cierto. Si puedo hacer una sugerencia, escribí un
libro para adolescentes, y para el cual fui supervisado por 16 adolescentes. El
objetivo, como sugiere el título, es que ruede. Guía práctica para que todo vaya
sobre ruedas en la adolescencia. Hay un montón de opciones en las librerías, pero
recomendaría darle a su hijo las respuestas a sus preguntas antes de que las
busque en los lugares equivocados. Cuando los 16 jóvenes leyeron el capítulo sobre
sexualidad de mi libro, todos me dijeron que no cambiarían una palabra. “¡Eso es
precisamente lo que los jóvenes quieren saber!” me aseguraron. cuando lo tengo
presentado a los padres, estaban bastante preocupados de que su hijo leyera este capítulo...
¡Personalmente, no lo dudaría! Los jóvenes están buscando toda la información sobre el
tema, y eso es lo que he incluido.

La pubertad significa que el padre comenzará a ser cuestionado. Como un


móvil del que se mueve una varilla, todas las demás varillas se pondrán en
movimiento. El padre es quien debe venir a estabilizar el motivo; para hacer
esto, debe estar seguro de sus valores, de la educación que desea transmitir a
su hijo, y apegarse a ellos a pesar de los intentos de su hijo de socavarlos. Te
compararán con otros padres: "¿Por qué mi amigo puede y yo no?" "¡Porque no
quiero!" ya no funcionará. Tendrás que explicar el por qué, la base de tu
decisión, tus creencias, tus valores.

Se dice que el mayor logro de un padre es volverse inútil. La preadolescencia ya es


un buen momento para involucrar a su hijo en el manejo de su presupuesto para
ropa, pasatiempos, planificación a largo plazo para vacaciones y días festivos de
verano, mantenimiento del hogar, elaboración del menú semanal, lavado de ropa.
No se trata de ponerlo al mando de todo, sino ya, de hacerlo lo más autónomo
posible. Cuando la adolescencia golpea fuerte, se alegrará de haberle presentado a
su hijo la independencia.
De acuerdo con la filosofía de la mariposa, que debe sufrir su
metamorfosis por sí misma (ver el recuadro enpágina 24), es
importante recordar que usted no ayuda al niño haciendo cosas por
él. Se le debe dar cada vez más responsabilidad para darle la
oportunidad de desarrollar las habilidades necesarias para su camino
hacia la autonomía. Obviamente, siempre es más fácil ordenar su
habitación, vestirlo, peinarlo, etc., pero si haces eso, no aprenderá a
hacerlo solo.
Haga un pequeño autoexamen: haga una lista de todas las tareas que
actualmente hace para su hijo, luego escriba cualquiera que pueda
delegar en él.
Escuchar el lenguaje no verbal de su
hijo
El cuerpo traduce admirablemente bien la vida interior del niño. Incluso
representa su medio de comunicación preferido, ya que el niño no ha
adquirido completamente la capacidad de definirse completamente y
expresarse verbalmente. Teniendo en cuenta esta información, puede
desarrollar una forma completamente nueva de descubrir a su hijo. Por
ejemplo, ¿qué hay que entender detrás de sus somatizaciones? ¿Qué
mensajes transmiten sus looks? ¿Qué significan sus gestos? Su hijo puede
ocultar fácilmente su necesidad de ternura y afecto detrás de un nuevo
"bobo" o un llanto aparentemente injustificado. ¿Podría su inquietud
excesiva reflejar la ansiedad causada por las discusiones de los padres o la
necesidad de establecer límites más estrictos? ¿Qué pasa con los golpes
que le da a su hermana? ¿Cómo no ver una manifestación de su resistencia
a compartir a mamá con ella? Haga más que verlo o monitorearlo.
Obsérvala atentamente para descifrar los mensajes que envía.
Decodifica tus preguntas

Los adultos a veces tienen dificultad para entender el mundo del niño. De
hecho, el niño se caracteriza tanto por una gran ignorancia de la vida en
general como por una enorme sed de conocimiento y comprensión. La
ambigüedad es a menudo amplificada por las expresiones confusas del
joven. Por ejemplo, en lugar de decir "Extraño a mamá", preguntará
"¿Mañana viene mamá?". Puede dar testimonio de su miedo a la oscuridad
con la pregunta: "¿Qué hacemos si nos quedamos sin electricidad?" Hay
que saber leer entre líneas y ayudarle a formular sus preguntas para que
reflejen mejor sus necesidades y su mundo interior.

Los incesantes "deseos" de su hijo


"¡Yo quiero!" "Quiero esto, quiero aquello". Todo niño nace con una maleta
gigantesca llena de deseos ("Quiero acostarme contigo; quiero que me
compres esto; no quiero prestarle mis juguetes a mi hermana") y una
pequeña cantidad de habilidades sociales. El trabajo de los padres no es
responder lo más posible a sus deseos, sino ayudarlo a ser menos
dependiente de ellos gradualmente, mientras lo ayuda a desarrollar el
dominio de sus impulsos para que sea cada vez más capaz de
autonomía e independencia. Gracias a tus preciosas enseñanzas, tu hijo
finalmente podrá decidir por sí mismo cuándo es apropiado hurgar en
cada una de sus maletas.

Estos son algunos consejos efectivos para afrontar mejor los


incesantes "deseos" de su hijo.
Reconoce su deseo.
“Sé que te gustaría mucho ir a dormir a casa de tu amigo, y que te duele no
poder ir allá”. Muy a menudo el niño sólo necesita ser reconocido en su
deseo.

Felicítelo cuando lo haga bien.


“Quiero felicitarte. Sé que te importaba mucho este juguete y, a pesar de eso, no
lloraste cuando me negué a comprártelo. Estoy muy feliz. Debes estar orgulloso de ti
mismo".

Pídale que haga una lista de lo que quiere.


Si te encuentras en una tienda con tu hijo y realmente insiste en tener un
artículo que no puedes o no quieres comprarle de inmediato,
pídale que lo ponga en su "lista de deseos". Gracias a esta pequeña técnica, el niño
sabe que su lujuria es tenida en cuenta y poco a poco se vuelve capaz de retrasar la
satisfacción de sus deseos. En última instancia, cuando su lista se alarga
demasiado, comprende por sí mismo que sus deseos son demasiado numerosos y
que no todos pueden cumplirse. La idea es que al posponer la compra le enseñes a
controlar sus “deseos”. Si el niño tiene menos de 5 años, usando la técnica de la
lista, probablemente no recordará sudeseouna vez fuera de la tienda.

Cuidado con la contaminación.


Muchos padres temen la reacción del niño ante su negativa y se enfadan
incluso antes de que muestre su descontento. Otros se enojan simplemente
porque el pequeño ha expresado su deseo de tener un objeto o permiso,
aunque este derecho es bastante legítimo. Permítale expresar sus deseos y
simplemente reconozca que sería realmente agradable poder cumplirlos todos.

Un día de palabras amables


Aquí hay un pequeño desafío para que sus jóvenes los ayuden a socializar y
aprender a dar.

“¿Te gustaría tener un día muy especial? ¡Tu decides! Trate de


usar tantas palabras amables como encuentre a continuación y
con tantas personas como sea posible. ¡Incluso puedes inventar
otros nuevos! Verás: llevar la felicidad a los demás es la mejor
forma de conseguirla para ti. Adelante, puede que encuentres
una nueva forma de alegrar tus días, en la escuela y en casa”.

¡Gracias por ayudarme!

¡Eres amable!

¡Tienes buenas ideas!

¡Sé que eres capaz!

¡Estoy bien contigo!

Dime si puedo ayudarte.


Tu dibujo es realmente bonito.

¡Eres el mejor de los amigos!


La mirada y la voz
MC d'Welles afirma: "Para que las palabras tengan valor, deben ir
acompañadas de una mirada, una entonación, un sentimiento, una
energía". ¡Cuántos "te quiero" se han perdido porque se pronunciaban
con un tono de voz poco convincente y sin levantar la vista de la tableta!
Cuántos “Tus resultados son muy, muy buenos” parecían significar
“Todo en ti es muy banal y poco interesante”, por una mirada furtiva y
un tono bastante frío. Aprenda a aprovechar las fortalezas de la
expresividad para que sus actitudes reflejen sus pensamientos y
sentimientos profundos. Como bien dicen Nancy Samalin y Jacques
Salomé: “Reaprendamos el lenguaje de la sonrisa”.

El tacto
Probablemente sepa que el tacto es esencial no solo para la salud
psicológica del niño, sino también para su supervivencia. Los niños
colocados en un orfanato morían cuando nadie los tocaba lo
suficiente, a pesar de que recibían toda la atención básica que
necesitaban. También hay caricias incestuosas o inapropiadas que
llenan al niño de vergüenza, miedo y un profundo malestar del que
muchos no pueden salir a pesar del esfuerzo de toda una vida. ¿Tocas
a tu hijo? ¿Cómo crees que interpreta a tus contactos?
Guarde momentos maravillosos en la memoria de su pequeño, llenos
de bondad, amor y respeto. Multiplica las excusas para tomar a tu
hijo en brazos, acariciarlo, hacerle cosquillas, mimarlo. Cuando estos
gestos se basan en el amor y el respeto, te ahorran muchas
palabras… y mucho dolor.

palabras mágicas
Repítelos a menudo. Siéntete libre de decirlas una y otra vez. Estas
palabras mágicas: "Eres importante", "Te amo", "Estoy feliz de tenerte"
Tu hijo necesita escucharlas, y con frecuencia. Apostamos a que
también te volverás adicto rápidamente.
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los reflejos

Una de nuestras misiones de padres es ayudar a nuestro hijo a conocerse a sí


mismo y descubrir el mundo que le rodea. Para ello, las reflexiones, que
consisten en parafrasear la experiencia del niño, son herramientas
importantes, así como promueven la armonía entre padres e hijos. Pero no
basta con reflejar los hechos, la anécdota o los detalles de una situación
problemática. Lo principal en el uso de las reflexiones es lograr identificar las
opiniones y emociones del joven en relación a dicha situación.

Ejemplo 1: Ser escuchado


Tu hijo llega a casa de la escuela y te dice: "Charles dijo que no vales nada
porque no trabajas". Si le respondes: "Espera un momento, le voy a decir unas
palabras a él, a mí, a este mocoso", tu actitud es inadecuada. Ser escuchado,
esto es lo que su hijo necesita. Una reacción más apropiada sería: “Debes haberte
sentido herido cuando te dijo eso. Hay gente que juzga a los demás sin saberlo, es una
pena. Gracias a la reflexión que le presentas, el niño aprende a reconocer su emoción,
se siente comprendido y aprende a responder a las calumnias con madurez. La
confrontación directa con el oponente rara vez es necesaria.

Ejemplo 2: Los beneficios de la empatía


Una niña de 9 años, muy perfeccionista, presenta los resultados de su primer año de clases de guitarra ante un
público de 200 personas. Su gran nerviosismo le lleva lamentablemente a ofrecer una pésima actuación. Al salir
del escenario, la pequeña siente una profunda humillación. Su madre, que la esperaba detrás de las cortinas
para tranquilizarla, le dice: “¡Pero te dije que no eligieras una pieza tan complicada! Lo sabrás para la próxima
vez.” ¿Crees que este comentario ayudó al niño? Claro que no; en realidad, la madre se sentía impotente ante la
situación y quería mitigar el fracaso de su hija. La principal dificultad para el padre radica en reconocer,
determinar y traducir los sentimientos dolorosos experimentados por su hijo. Es como si, al evitar reflejar el
dolor, el padre esperaba evitarlo. ¡Pobre de mí! Cada uno de nosotros enfrenta tiempos difíciles y no hay forma
de escapar de ellos. Si el niño siente cerca de él una presencia empática y empoderadora, el momento
desagradable se convertirá en una gran lección de vida. Entonces, la madre podría haberle dicho simplemente:
“Tengo la impresión de que estás muy decepcionado con tu presentación, ¿no es así? Por supuesto que todos
cometemos errores, pero eso no impide que nos sintamos avergonzados y humillados". “Tengo la impresión de
que está muy decepcionado con su presentación, ¿no es así? Por supuesto que todos cometemos errores, pero
eso no impide que nos sintamos avergonzados y humillados". “Tengo la impresión de que está muy
decepcionado con su presentación, ¿no es así? Por supuesto que todos cometemos errores, pero eso no impide
que nos sintamos avergonzados y humillados".

Tenga en cuenta que los reflejos no son aplicables en todas las situaciones. Si tu
hijo está escribiendo en las paredes de su dormitorio, ahora no es el momento de
tratar de entender su placer, sino de decirle que debe limpiar todo y que este tipo
de "arte" no lo es todo. hogar.

Abstenerse de minimizar sus dificultades.


Comportamientos o tareas que le parecen insignificantes, simples y
triviales porque los ha repetido una y otra vez, a menudo presentan
un desafío significativo para su joven. Cuando le dices: “Sí, es fácil;
mira: lo haces así”, entiende que, si no acierta a la primera, es que
realmente no está dotado. En lugar de eso, dile: “Es difícil, lo sé.
Comience de nuevo y, con buena práctica, también llegará allí". Esta
fórmula alentadora preserva su autoestima y lo motiva a seguir
mejorando.
El eslogan de todo buen padre: PPPP
¿Cuántas veces un padre santo le repite a su hijo que llegará, que
debe esforzarse, que debe tener paciencia, que comenzando de
nuevo, terminará dominando sus nuevas habilidades? Aquí tienes
una forma de decirlo que atrapa la memoria y que es probable que
el niño recuerde toda la vida, sobre todo si se lo repites a menudo,
y sobre todo si se lo dices en tono divertido: ¡PPPP! El acrónimo
significa: el paso más pequeño posible. Úsalo sin moderación... ¡y
también funciona con adultos!

Reducir pedidos
¿Tienes idea de cuántos pedidos recibe un niño al día? “Levántate, haz tu
cama, vístete, arréglate la camisa, ven a desayunar, límpiate la boca,
come bien, tráeme un poco de leche, ve a cepillarte los dientes…”, ¡y
todavía son solo las 8 a. m.! Nancy Samalin sugiere nuevas formas de
transmitir todos estos mensajes. El padre podría, por ejemplo, usar
fórmulas un poco más interrogativas ("¿Estás listo para venir a almorzar?
¿Te acordaste de cepillarte los dientes?"), solicitudes educadas ("¿Podrías
traerme la leche, por favor?") y declaraciones neutrales ("Es hora de
levantarse. El almuerzo está servido"). El hecho es que las órdenes crean
una forma de agresión e imponen la subordinación. En otras palabras,
terminamos con un dominante y un dominado, que está lejos del
modelo de relación ideal, incluso entre padres e hijos. No se trata de la
perfección, pero si pudieras convertir cinco pedidos al día en
transacciones respetuosas, sería un gran paso adelante.

Escuche y sea curioso


Es genial escuchar las múltiples teorías e interpretaciones que surgen
en la cabeza de tu pequeño. pregúntale algo
Preguntas. Maravíllate ante la ingeniosa sencillez de su razonamiento.
No te limites a escuchar sus palabras, escúchalas, saboréalas y
aprovecha tu visita a su mundo para aligerar tu día a día. Sus respuestas
suelen ser muy interesantes, incluso sorprendentes. Por ejemplo, una
madre le pregunta a su hijo: "¿Qué crees que es la muerte?" Cuál es su
sorpresa (y alivio) al escucharlo responder: “Es cuando perdemos
nuestro caparazón para convertirnos en una estrella”. Jacques Salomé
también nos habla de una niña que le dijo a su madre: “Mami, ven a ver
la estrella araña”. Esta inocencia, imbuida tanto de ingenuidad como de
sencillez, a menudo produce efectos terapéuticos en personas que se
han vuelto demasiado serias.

Hacer solicitudes respetuosas


El niño a menudo escucha la frase "inmediatamente" y, por lo tanto,
se acostumbra. Cuando se le dice "inmediatamente", llega a entender
"cuándo voy a gritar". De nuevo, ponte de acuerdo con tu hijo en
sustituir esta expresión por “lo antes posible”, diciéndole que es para
respetarlo y ayudarlo a sentirse mejor. De esta manera, cada vez que
lo digas, entenderá que lo valoras y estará más inclinado a responder
a tu pedido ¡“inmediatamente”!

Admite tus errores


Pónganse de acuerdo en el uso de la palabra "vamos a borrar" para tachar
sus errores o los de su hijo y permitirles comenzar su discusión
nuevamente. Por ejemplo, su hija está llorando una mañana porque tiene
problemas para ponerse los pantalones. Tienes prisa, pierdes la paciencia y
aquí estás hablando con él de forma agresiva. La pequeña llora aún más y
le dices: “Oye, borre lo que acabo de decir; Empiezo de nuevo, ¿de acuerdo?
Incluso puede reemplazar la palabra con el gesto de borrar; ¡es un código
que todavía puede servirte como adolescente!
Dile a menudo que la amas
Cuando corriges sus errores inevitables, cuando te falta paciencia
(que también es inevitable), cuando no estás disponible, el niño llega
a cuestionar tu amor por él. Es importante recordarle que lo amas, e
incluso varias veces al día. Hay un libro inspirador al respecto, escrito
por Jan Dargatz, que ofrece 52 formas sencillas de mostrar su amor a
su hijo.

Estas son algunas de estas propuestas.


Si mientras estás con tu hijo te encuentras con amigos, preséntaselo, se
sentirá importante.

Infórmese sobre su día preguntándole: "¿Qué es lo mejor que te ha pasado


hoy?"

Búscale un apodo que le guste, que siempre conserve y que le diga que es
único para ti.

Dale un lugar especial para guardar sus recuerdos. Puede retomarlos a su antojo para
redescubrir los pequeños placeres del pasado.

Atesora sus palabras de amor para demostrar la importancia que


representan para ti.

Sorpréndelo como decorar su habitación durante la noche para su


cumpleaños al día siguiente.

Escriba pequeñas notas junto a las fotos en el álbum para ayudarlo a recordar los
detalles de la escena más fielmente más tarde.

Esconda palabras sorpresa en su lonchera o debajo de su almohada.


Evite las palabras que acentúan los problemas.

Es bien sabido en hipnosis que las palabras tienen el poder de


instalarse en nuestro cerebro y crear reacciones acordes con su
significado. Sabemos, por ejemplo, que no se debe preguntar a un
asmático si se siente asfixiado, sino si respira libremente. No le digas
a un niño que vomita: "Estás enferma, querida, estás enferma del
estómago, ¿no?" En cambio, tráigale su consuelo con las palabras:
“Mamá está cerca de ti. Está bien ahora y te vas a sentir cada vez
mejor". Del mismo modo, la frase "Dejen de pelear" debe
reemplazarse por "Traten de llevarse bien, ustedes dos". También
tenga cuidado con las palabras pronunciadas con ira: "¡Perezoso!"
“¡Nunca escuchas cuando alguien te habla!” "¡Me molestas!" Si, por
error, pronuncia tales palabras, tenga cuidado de rectificarlos lo antes
posible. Prefiere siempre los términos positivos a los negativos.

Elógialo de la manera correcta


Primero, amplíe sus comentarios de aprobación. No te limites a decir:
"Bravo por tus notas en francés". Amplíe aún más sus comentarios
para señalar su éxito: "Lo felicito por sus resultados en
Francés. De verdad, veo que has trabajado duro porque has logrado
aumentar tu promedio en tres puntos desde tu última boleta de
calificaciones. Es realmente un gran éxito”. Luego, usa la frase "Debes
estar orgulloso de ti mismo" en lugar de "Estoy orgulloso de ti". De
hecho, puedes mencionar ambos, pero no olvides el primero para que el
niño aprenda a hacer las cosas por él y no por ti. Otro pequeño detalle:
no te excedas, diciendo, por ejemplo: “¡SIEMPRE eres tan amable!”
Según Nancy Samalin, tal comentario ejerce presión sobre su hijo para
que se ajuste a sus expectativas, lo que, por supuesto, no SIEMPRE
puede lograr.

Crea tu propia lengua de signos


Sustituye por códigos no verbales las expresiones que usas a diario y
que en ocasiones se vuelven irritantes, tanto para tu hijo como para
ti. Producen un clima de complicidad sin igual. Por ejemplo, en lugar
de repetir constantemente "¿Olvidaste la palabra mágica?" o "¿Qué
decimos?", podrías usar dos pequeños gestos discretos que
significarían "Por favor" y "Gracias". Puedes inventar uno o dos para
confiarle tus dulces naderías, y otros para recordarle que controle su
ira o que haga su tarea.

Anímalo a que se exprese


Para descubrir a tu hijo desde un nuevo ángulo y hacer que se
exprese más fácilmente, utiliza símbolos en los que pueda
proyectarse. Por ejemplo, utilice imágenes de animales. Te
sorprenderá todo lo que estos pueden evocar. El ejercicio permitirá
que su hijo se revele y le ofrecerá una puerta a su mundo. Para usar
con niños de hasta 7-8 años. He aquí algunos ejemplos.

GATITO: Dulce, cariñoso y travieso.


MOUTON: Obediente, amable y acogedor.
TORTUGA: Tímida, tranquila y persistente.
PUERCOESPÍN: Picante, delicado y temeroso. LEO:
Fuerte, poderoso y gruñón.
ZORRO: Inteligente, vivo y astuto. PERRO:

Amable, juguetón y servicial. PISCIS: Discreto,

pacífico y caprichoso. CONEJO: Enérgico,

saltando y retorciéndose.
Con demasiada frecuencia, los padres le dicen al niño lo que no debe hacer: “No quiero
que le pegues más a tu hermana”, “Te prohíbo que me hables en ese tono”, etc. En
realidad, sería necesario sobre todo proponer al niño qué hacer en lugar del
comportamiento no deseado. Para lograr esto, aquí hay algunas estrategias.

Valora sus BUENOS comportamientos

Recompénselo físicamente (con caricias, abrazos), verbalmente


(“¡Debes estar orgulloso de ti mismo!”), socialmente (llévalo a un lugar
que le guste, permítele visitar a un amigo o recibir la visita de un
amigo) o materialmente (utilizando una tabla similar a la que
propongo a continuación).
La siguiente tabla de motivación le permite a su hijo acumular puntos
cada vez que logra una meta. Haga una lista con él de las posibles
recompensas asociadas con la cantidad de puntos que tendrá en el
banco. Es importante ajustar todo según la evolución del niño. Tal vez
planifique una graduación o una actividad especial cuando el niño
haya tenido un modelo a seguir durante varios días o incluso
semanas. Luego haga uno nuevo o deje de usar esta técnica
temporalmente.
Use la buena vieja regla de la abuela
Primero los deberes, luego las aficiones. Es como con los impuestos: no
nos gusta pagarlos, pero es una regla, ¡lo hacemos sin discutir!
Ayúdalo a desarrollar sus nuevas habilidades.
Una buena manera de proporcionarle un modelo a seguir adecuado
es demostrarle el comportamiento correcto que debe adoptar. Por
ejemplo, si el joven, en un ataque de ira, grita: "¡Ya no te quiero!"
podrías reformular su mensaje diciendo: "¿Estás diciendo que estás
enojado conmigo por quitarte tu juguete?". o “¿Estás molesto porque
no quiero que juegues tus videojuegos?”.

Hacer solicitudes claras


Haz tus peticiones claras. No olvides el factor tiempo (antes de las 6 p.
m., por ejemplo), cuando corresponda. Además, no pida más de una o
dos cosas a la vez o su hijo se olvidará.

Predicar con el ejemplo

El niño podría compararse con una esponja: absorbe todo lo que se le


muestra. Presta atención a tus actitudes, porque seguro que te imitará.

Incluirlo en el plan.
Pídele directamente su opinión sobre cómo podrías ayudarla a desarrollar
una habilidad, como mantener su dormitorio limpio o guardar sus juguetes
en la sala de estar antes de acostarse, sin tener que recordárselo. Es
posible que se sorprenda de las buenas soluciones que podrá ofrecerle.
Incluso puedes incluirlo para elegir una sanción en caso de reincidencia.

Usa la regla de una palabra


Para recordarle a su hijo su deber o compromiso, diga solo la palabra
principal de la tarea en cuestión, por ejemplo: dientes, juguete, botas.
Y puedes repetirlo el número de veces necesario para que inicie el
gesto (dos, tres, como máximo cuatro veces suelen ser suficientes). La
regla de una sola palabra le impide regañar o decir palabras
despectivas. Sin embargo, esta técnica se aplica a los niños en edad
escolar. Para los menores de 5 años es importante hacer frases cortas
pero completas para enseñarles a expresarse correctamente.

Comuníquese claramente
Diga, “Tienes que ser cortés con tu tía” en lugar de, “Eres muy grosero.
Será mejor que no empieces a faltarle el respeto a alguien así otra vez.
¿Crees que seguirá comprándote regalos después de esto? De cualquier
manera, no los mereces". A veces es mejor escabullirse después de
explicarle brevemente lo que se espera de él; esto le permite conservar
su dignidad y evita que enturbies tu discurso… y luego te arrepientas.

haz que él decida


Cuando le das la oportunidad de decidir (vestimenta, comida, cuándo
cumplirá su tarea) al tiempo que estableces objetivos claros, le permites
aprender a desarrollar su autonomía. También se vuelve más inclinado a
hacer lo que ha escuchado sin que tengas que recordárselo. Al tener la
sensación de actuar solo, todo se volverá más interesante para él.

Hágale saber sus sentimientos y déle la


oportunidad de hacer las paces.
Dígale cómo se siente acerca de lo que hizo o dejó de hacer. Y
recuerda: todos los niños, incluido el tuyo, necesitan una segunda
oportunidad para ser perdonados.

Haz algo de prevención


Todos los niños necesitan atención y tiempo de calidad con sus
padres. Ocúpate de darle sus “puntos de atención” con frecuencia,
para evitar que se agote. Y sobre todo, saber reconocer tus faltas.

Memo de su hijo
No me estropees. Sé muy bien que no puedo conseguir todo lo que
quiero. solo estoy intentando No tengas miedo de ser firme conmigo.
Me gusta más, me siento seguro.
No me dejes caer en malos hábitos. Cuento contigo para
detectarlos mientras soy joven.
No me hagas sentir más pequeña de lo que soy. Me hace actuar como
un estúpido para demostrar que soy genial.
No me corrijas en público, si puedes. Te entiendo mucho mejor
cuando me hablas bajito y en intimidad.
No me protejas demasiado de las consecuencias de mis actos. Tengo que
aprender de la manera más realista.

No me digas que mis errores son pecados. Altera mi sentido de


los valores.
No te enojes demasiado cuando te diga: "¡Te odio!" No es a ti a
quien odio, sino a tu poder para mandarme.
No repitas siempre lo mismo. Si haces esto, tendré que
protegerme haciendo oídos sordos.
No hagas promesas que no puedes cumplir. Estoy muy decepcionado
cuando las promesas se rompen.
No olvides que no puedo expresarme tan bien como me
gustaría. Por eso no siempre soy preciso.
No cuestiones demasiado mi honestidad. Si me asustas, diré
mentiras.
No seas una de esas personas que siempre cambian de opinión. Mi mente
se nubla y estoy perdiendo la fe en ti.

No me alejes cuando te cuestiono. Si haces eso, tendré que encontrar


respuestas en otra parte.
No me digas que eres perfecto o infalible. Me da un gran susto
cuando descubro lo contrario.
No olvides que me gusta experimentar. No puedo vivir sin ellos.
Sea paciente.
No te preocupes demasiado por mis pequeñas molestias. A menudo me
dan la atención que necesito.
No olvides que estoy creciendo rápido. Es difícil seguirme, pero
inténtalo.

Anónimo
Cuando tienes que dejar a tus hijos
unos días
El niño necesita seguridad, saber dónde está, qué está haciendo. Si es
posible, llámelo regularmente mientras viaja. Prepárale sorpresas en
forma de búsqueda del tesoro que pueda hacer después de que te
vayas, para que sienta que has pensado en él. Envíale postales,
correos electrónicos. Comience una colección de objetos extraños
para él. Déjale tu almohada o una prenda aún impregnada de tu
perfume para que te sienta cerca, incluso durante tu ausencia. Tu
regreso será más fácil si te tomas el tiempo para estos pequeños
toques.

Cuando tu hijo amenaza con irse de


casa
Es común que un joven haga amenazas de este tipo. Algunos padres
creen que al tomarle la palabra y hacer las maletas, le enseñarán una
lección que evitará que el comportamiento se repita para siempre. Es
muy posible, excepto que esta reacción también hará que reprima sus
sentimientos. En su lugar, trata de descubrir qué hay detrás de esta
bravuconería y enséñale cómo articular sus quejas de manera más
saludable. En general, encontrará que él está buscando más
de atención y cariño. Al corregir sus comportamientos para satisfacer estas
necesidades, notará rápidamente cambios en sus actitudes.

Para facilitar la dolorosa tarea de ir a la cama

"Mamá, tengo demasiado calor". "Mamá, tengo sed". “Mamá, perdí a mi


perrito”. ¿Te resultan familiares esos comentarios? La razón por la que el niño
se niega a quedarse en la cama después del toque de queda es muy simple:
todas las actividades interesantes tienen lugar fuera de su habitación. Los
demás miembros de la familia ven la televisión, juguetean, discuten, mientras
él se ve privado de todos estos placeres.

El Dr. Patrick C. Friman, psicólogo de Nebraska, ofrece una técnica muy simple pero muy efectiva para estas
situaciones dolorosas. Sugiere, después de haber realizado el ritual cariñoso de dormir (leyéndole un
cuento, arropándolo…), darle al niño tantas entradas como veces se levanta habitualmente. Estos boletos le
darán derecho a levantarse brevemente una vez que lo hayan acostado para lograr algo que haya olvidado.
Una vez que se agote el suministro, no podrá aprovechar este beneficio por el resto de la noche. Los boletos
pueden ser dinero de Monopoly, una tarjeta de crédito antigua en la que anotas el número de “derechos de
paso” que le otorgan, o simplemente cajas de cartón que haces especialmente para la ocasión. Dale, por
ejemplo, tres entradas por noche, cada una otorgándole el privilegio de su presencia por una u otra razón.
Entonces, en lugar de ponerse de pie cuatro veces, la cadencia probablemente disminuirá a dos o tres.
Eventualmente, puedes reducir el número de notas, felicitándolo siempre para llevarlo a desarrollar un
mayor autocontrol. En caso de que tenga una necesidad real, el joven siempre guardará al menos un billete
"en el banco". Es posible que no pueda ir por debajo de esa cantidad, pero aún así es mejor que el
interminable ir y venir al que se ha acostumbrado. puede reducir el número de notas, felicitándolo siempre
para llevarlo a desarrollar un mayor autocontrol. En caso de que tenga una necesidad real, el joven siempre
guardará al menos un billete "en el banco". Es posible que no pueda ir por debajo de esa cantidad, pero aún
así es mejor que el interminable ir y venir al que se ha acostumbrado. puede reducir el número de notas,
felicitándolo siempre para llevarlo a desarrollar un mayor autocontrol. En caso de que tenga una necesidad
real, el joven siempre guardará al menos un billete "en el banco". Es posible que no pueda ir por debajo de
esa cantidad, pero aún así es mejor que el interminable ir y venir al que se ha acostumbrado.
palabra de niño

“Cuando me voy a dormir, ni siquiera le tengo miedo al lobo feroz. ¡No


puede estar en mi habitación, porque es demasiado grande para
esconderse debajo de mi cama!".

Jean-Raphael, 3 años

Para reducir el nerviosismo asociado con los


exámenes escolares
Para disminuir los efectos del nerviosismo de su hijo por los
exámenes escolares, puede escribirle una nota o hacer un dibujo que
pueda guardar en su bolsillo o en su mochila escolar. También
puedes ofrecerle un objeto de transición (joyas, ropa, lápiz) que te
pertenezca. Así sentirá tu apoyo y cariño durante todo el día.

Practica la cronoestrategia
¿Qué es la cronoestrategia? Es una estrategia limitada en el tiempo.
Cuando tu hijo no quiera hacer una tarea o dejar la computadora, o le
falte concentración al hacer la tarea, aplica este método. Se trata de
negociar un marco de tiempo que su hijo esté dispuesto a aceptar sin
inmutarse. En lugar de abandonar por completo tu pedido, dale tres
minutos más para jugar en la computadora antes de cerrarla, o cuatro
minutos de buena concentración antes de cerrar sus cuadernos, o cinco
minutos de ordenar antes de que puedas salir a jugar. . Este pequeño
extra lo llevará a desarrollar cada vez más la perseverancia y se
convertirá en un motivo de orgullo. Sin embargo, debe respetar los
plazos que anuncia. Háblale de esta cronoestrategia y puede que él
mismo la aplique para motivarse.
Para preparar un viaje en familia
Las vacaciones familiares son momentos que los niños recuerdan por el resto
de sus vidas. Por eso es importante prepararse para que estos preciosos días
formen parte de los buenos recuerdos. Te invito a hacer el siguiente ejercicio.
Primero, envíe un memorándum a todos los interesados para que asistan a
una reunión familiar llamada “Preparación psicológica para
nuestro viaje". Llegar con una baraja de cartas.*. Pregunte a los miembros
de su familia cuáles serían las grandes cualidades de un viajero (paciencia,
control de la ira, flexibilidad, curiosidad, humor...), luego pídales que elijan
cartas que representen su dominio de estas características. Un as indicaría
una gran fortaleza en una cualidad particular, mientras que un dos
indicaría una gran dificultad para dominarla. Tenga en cuenta que el padre
también debe elegir las tarjetas que lo representan. Dado que este tipo de
proyecto familiar implica necesariamente fracasos, planifiquen juntos una
serie de "derechos de error" para otorgar a cada uno (especialmente a
aquellos que han elegido una carta inferior a seis o siete para
representarse). Este pequeño ejercicio hará que tus viajeros sean más
conscientes de las actitudes ganadoras a adoptar durante las vacaciones y
fomentará una mayor colaboración por parte de todos. A la vuelta, podrás
comprobar si tus "jugadores" han mejorado su mano durante el viaje.

Involucrar a toda la familia en las


tareas del hogar
Lynn Lott y Riki Intner han ideado una forma muy útil de convertir las
interminables tareas del hogar en diversión para toda la familia. Debes
tener en una bolsa papelitos en los que estén escritas todas las tareas que
pueden realizar tus hijos. También incluya tareas divertidas, como imitar a
un pingüino, bailar claqué, etc. En el momento que lo estime oportuno,
cada uno deberá sacar tres papeles y cumplir sus mandatos, uno a uno,
durante el tiempo indicado en los boletos. Pronto verás a tus pequeños
pidiéndote que saques tu bolso.
* Esta técnica está tomada de mi libro tituladoTécnicas de impacto en psicoterapia,
asesoramiento y salud mental., Ediciones Québec-Livres, 2014.
Las estrategias deben evolucionar con la edad de los niños. Durante la primera
infancia, es normal y saludable brindarle a su pequeño una supervisión estricta,
una supervisión cercana y una independencia limitada. Pero vuestro deber es
llevarlo a desarrollar gradualmente su autonomía y su conocimiento de sí mismo.

A continuación se presentan algunos métodos que, sin enseñar el


comportamiento adecuado, permiten eliminar determinados
comportamientos considerados inadecuados. De cualquier manera, la regla
general es: lo que refuerces se mantendrá y crecerá, y lo que no animes se
desvanecerá. Además, recuerda que los refuerzos positivos, es decir, aquellos
que ofrecen algo al niño para recompensarlo, siempre son más efectivos que
los refuerzos negativos, que consisten en retirarle un privilegio.

No solo lo escuches, escúchalo


Por lo general, el niño exhibe comportamientos para que lo escuches. Tan
pronto como siente que lo has entendido (observa que los adultos también
reaccionan de esta manera), deja de repetir lo mismo. Ya no necesita
hacerlo más, su mensaje ha sido recibido. Presta atención a lo que intenta
comunicarte a través de sus reacciones; desperdiciarás menos energía.

Define claramente tus límites


Sea claro y recuerde la mirada de desaprobación y el tono de voz.
Nancy Samalin afirma con razón que muchos padres son víctimas de
la "trampa de la felicidad", es decir, hacen todo lo posible para no
desagradar a su hijo. Esta trampa está aún más presente en los
padres cuyo hijo nació prematuramente, estuvo gravemente
enfermo, víctima de un accidente, de un trauma psíquico o,
nuevamente, en caso de adopción. Es inevitable que las restricciones
que le impongas a tu hijo no le provoquen euforia. ¡Todavía no
esperas que tu hijo te agradezca o te elogie cuando lo obligas a sacar
la basura! Cuanto antes llores complaciendo siempre a tu hijo,

Un pequeño truco por cierto: pídele que te repita las instrucciones


una vez que se las hayas dado. Esto te ahorrará repetirlas varias veces
y estarás seguro de que te habrá entendido. Una vez que haya
establecido sus límites, no se regañe. En otras palabras, no “¿Ves lo
que hiciste? Por tu culpa me vi en la obligación de…” Evita estos
comentarios tan dañinos como superfluos. Tu silencio se convertirá
en una señal de respeto hacia él y en una señal de dominio propio.
Obtendrá una gran satisfacción personal de ello... y también su hijo.
Cíñete a las consecuencias previamente determinadas.

Aprovechar las consecuencias naturales del


comportamiento del niño
Las consecuencias naturales son aquellas que surgen
espontáneamente cuando uno no interviene. Aprovecharlo es uno de
los métodos más efectivos, pero, lamentablemente, uno de los menos
populares. Sin embargo, es simple: usted no interviene. Si su hijo se
levanta tarde y pierde el autobús, tendrá que darle explicaciones a su
maestro. Cuando su hijo maltrate al gato, lo arañará y probablemente
será la última vez que lo haga. Cuando dañe sus juguetes, tendrá que
prescindir de ellos.
Salvo que la seguridad del niño esté en peligro, explícale que no
intervendrás y que tendrá que asumir las consecuencias de sus actos.
Sus dos o tres retrasos en la escuela requerirán paciencia de su parte
y su filosofía se pondrá a prueba, pero resultarán en una mayor
responsabilidad para su hijo en el futuro. Si observa detenidamente,
encontrará que esta estrategia realmente vale la pena.

Usar consecuencias lógicas


Las consecuencias lógicas son aquellas que tienen un vínculo directo con el
comportamiento a eliminar. Por ejemplo, el niño no recoge sus juguetes: el
padre puede confiscarlos por unas horas. O también, la brisa corta
deliberadamente su swing: se le puede prohibir que lo use durante dos
días.

ignorarlo por completo


A menudo cometemos el error de prestar demasiada atención a las
manifestaciones impetuosas del niño. Como resultado, entiende que
puede recibir atención actuando de esta manera. Una vez que hayas dicho
tu última palabra, si el niño continúa discutiendo, simplemente ignóralo,
pero ignóralo por completo. Si grita o llora, no se interese por él. Como no
reaccionará a sus crisis, ya no verá ganancias y detendrá sus
comportamientos. Obviamente, la seguridad del niño nunca debe verse
comprometida.
Apelar a las consecuencias indirectas
Puede eliminar un privilegio del niño que no esté directamente relacionado con
el comportamiento que se va a corregir. Por ejemplo: el niño no respeta la
instrucciones preestablecidas y gritos durante la cena en casa de la
abuela. En lugar de reaccionar con comentarios inusuales como: "Nunca
más te llevaré a casa de la abuela", sería mejor usar esta formulación:
"Recuerda nuestro acuerdo: tendré que quitarte tu Lego mañana por la
mañana porque no lo respetó", y aplicas la regla, pero sin echar culpas.
Las consecuencias indirectas son especialmente útiles cuando no es
posible castigar al niño en el acto o cuando las consecuencias directas
son imposibles de aplicar.

Usa el rincón malhumorado


Una joya, esta técnica! Pero cuidado: el rincón del mal humor no es un
lugar de castigo, sino un lugar donde está bien seguir los caprichos
del temperamento. Tenga cuidado de elegir un lugar seguro y bien
iluminado que esté libre de distracciones domésticas (juegos,
mascotas, televisión). En general, la esquina cerca de la puerta de
entrada es el lugar más adecuado. También permite a los padres
continuar con sus actividades en otras estancias de la casa sin ser
molestados. Por cierto, evita su dormitorio porque algunos niños
luego desarrollan problemas para dormir. ¡Parece que luego asocian
su habitación con mal humor, lo que no representa la situación ideal
para unirse a los brazos de Morfeo!
Antes de realizar la técnica, explícale que, a partir de ahora, cuando esté
enojado, tendrá que ir al rincón de los de mal humor, ya que el resto del
espacio de la casa está reservado para los de buen humor. No asuma
que irá voluntariamente las primeras veces. En estos casos, sujétalo con
fuerza y repítele con la mayor calma posible que debe irse ya que está
de mal humor. Si realmente se resiste, aplica la regla de las
consecuencias colaterales: "Si no quieres respetar nuestro acuerdo,
entonces voy a tener que interrumpir tu juego por x horas". Cuenta
hasta cinco y, si aún no llega al lugar previsto, aplica la sanción que
anunciaste. Eso no significa que dejará de gritar, pero eventualmente se
dará cuenta de que es mejor cumplir con la regla en lugar de tener que
cargar con las consecuencias de su infracción. Una vez que se decida el
asunto, ignórelo por completo a menos que exista un peligro potencial.
En cuanto a la duración de su reflexión,
varía de niño a niño. Por lo general, de 3 a 15 minutos está bien.
Recopile este episodio preguntándole si ha pensado en lo que hará
diferente la próxima vez. El rincón del mal humor ya se puede implantar
alrededor de los 11-12 meses de edad. Obviamente, cuanto mayor sea,
más se dirigirá a su habitación cuando necesite pensar.

AQUÍ HAY ALGUNAS RECOMENDACIONES


relacionados con la aplicación de técnicas
para detener el mal comportamiento
Aplicar el castigo másrápidamenteposible después de observar el
comportamiento a corregir.

Castiga solo cuando estés enautocontrol. Esto asegurará que le des un modelo
de madurez saludable, que es esencial para su aprendizaje. Además, evita que
hagas comentarios exagerados como: “Nunca más te daré nada” o “Nunca más
te invitaré a un restaurante”. Tú sabes muy bien que es falso, y el niño también
lo sabe.

Utilizar ella menor cantidad de palabras posiblepara evitar perderse en culpas


innecesarias. Por ejemplo, no le digas a tu hijo que llega con su bicicleta una hora
de retraso: “Te lo advertí. Ahora no podrás andar en bicicleta durante los próximos
siete días. Cuando eres lo suficientemente responsable como para comportarte
bien, esas situaciones ya no sucederán. Mientras tanto, realmente no puedo confiar
en ti y bla, bla, bla…” Solo di, “Te confiscan la bicicleta por una semana”. De esta
forma, siente que la respuesta es firme, que el padre tiene el control y que se le
respeta, a pesar del veredicto.

Hablar de su comportamientoy no de él. Evite traducir sus pensamientos en: "Eres


simplemente irresponsable" o "Simplemente no sirves para nada". Es mucho más
efectivo decirle: "No has cumplido tus compromisos" o "Te has equivocado". Así, el
niño comprende que no es él quien no está en lo correcto, sino el gesto que ha
realizado. Comprendiendo que le es imposible cambiarse a sí mismo, las
formulaciones que lo atacan lo sumergen en un abismo de desesperación. En el
segundo escenario, le pides que cambie su comportamiento, algo que puede
lograr. Así que vas a ganar, de esa manera.

Negarse a discutir. En su lugar, utilice la técnica de "uno, dos, penalización". Por


ejemplo:
Mamá: "Lo siento, no puedo pagarlo".
Hijo: "¡Pero, mamá!"
Mamá: "Lo siento, no puedo permitírtelo 1". Hijo:
“¿Pero por qué? ¡Todos mis amigos van allí!”
Mamá: "Lo siento, no puedo permitirte 2".
Hijo: “¡Ah! ¡Nunca entiendes nada!"

Y se va a su habitación. En general, como está pactado de antemano que a la


tercera vez recibirá una sanción (quitarle un juego o permisos), logra evitarla.
Puede usar esta herramienta para la hora de acostarse, la tarea, la ducha, etc.
no agregues masdespués de aplicar un castigo.

Cuando sea posible,da un paso atrásencontrar una consecuencia


adecuada.

Nunca utilice la privación de alimentos(excepto dulces) ni la retirada desu amor


o desu aceptaciónincondicionalmente como medio de castigarlo.

intervenir enun comportamientoa la vez.

Cuanto más pequeño es el niño, mayores deben ser los castigos.corta duracióny
sin importancia, y cuanto antes se deben administrar después de que se haya
producido la conducta a corregir.

Pase lo que pase, EVITE ABSOLUTAMENTE golpear


el niño
Sucede que algunos padres golpean a su hijo pensando que "es la
única manera de hacerle entender el sentido común". Pero, ¿qué
incluye exactamente? Registra que, cuando uno está enojado, uno
golpea, y uno más pequeño que uno mismo. Es más, puede llegar a
desconfiar de sus padres. Los estudios muestran que los niños que
son golpeados no se vuelven más obedientes, sino más hipócritas y
tortuosos: ¡aprenden a no ser atrapados! El niño golpeado crece
con un alto grado de agitación y nerviosismo que le perjudica en
su aprendizaje escolar y en sus relaciones sociales. Después de
golpear al niño, el padre se siente mal, se siente culpable. Esta
culpa lo perseguirá mucho más allá de la niñez y la adolescencia
del joven. Crecerá y se hará adulto, y el padre entonces cosechará
lo que ha sembrado. No hay razón válida para pegarle a un niño,
absolutamente ninguna. Si tiene problemas para detenerse,
consulte antes de que sea demasiado tarde. Necesitas ayuda. El
hecho de que un padre recurra a este medio muchas veces refleja
un desconocimiento de otras técnicas educativas y una falta de
autocontrol.
"Trabajando las 24 horas del día"

Ser padre ya es bastante difícil sin tener que trabajar todo el día. Elige
tus batallas. Si está cansado, simplemente posponga la educación de
su hijo. Es mejor callarse y dejar los juguetes tirados en su habitación
que regañar y decir cosas de las que te arrepentirás. Saber ser flexible
y respetar ciertos "horarios de cierre", sin sacrificar nada por la
seguridad del niño.

Señalar sus errores en público.


¿Quién no se siente humillado al ser regañado delante de todos? La
edad y el tamaño del niño no son razones válidas para tratarlo como
la mitad de una persona. Ten en cuenta sus deseos y opiniones.

Priorice la APARIENCIA sobre su hijo

Puede suceder, como padre, que te avergüences un poco de las reacciones de


tu hijo (cuando grita en una tienda, rompe el juguete de otro niño, se olvida
de dar las gracias o se niega a ponerse su ropa nueva a favor de
sus pantalones viejos cuando lo invitan a visitar amigos, etc.). Sin
embargo, ten en cuenta que demostrarle que él es más importante para
ti que la opinión de los demás es un regalo invaluable para su
aprendizaje. Al desarrollar esta actitud con él, aprenderá a crecer siendo
él mismo y no convirtiéndose en lo que los demás esperan de él. Al
mismo tiempo, esta es una lección de vida para otros padres que te ven
en acción.

No nos damos cuenta de lo extraordinario que es que al marcar un número en


lugar de otro en el teclado de un teléfono, sin importar en qué parte del mundo
estemos y desde dónde estemos llamando, las ondas generadas, completamente
invisibles, se activan y alcanzan un objetivo específico entre cientos. de miles de
millones de ondas generadas simultáneamente y casi instantáneamente. Otras
ondas invisibles también están en circulación y llegan a vosotros, VOS,
precisamente: las de vuestras pasiones y vuestra misión. Aquí hay una invitación
para encontrar lo que más resuena contigo: ¿qué te emociona, te emociona, te
desafía? ¿Qué te estimula y te aporta un gran bienestar cuando respondes a ello?
Así como cada número de teléfono se relaciona con una persona en particular, tu
misión es única, tus pasiones son específicas para ti. Como padre, especialmente
con niños pequeños, a veces te sientes culpable por tomarte un tiempo para ti o
por alimentar tu pasión. Sepa que este tiempo es precisamente el tiempo que le
permite recargar energías y volverse aún más capaz de ejercer su rol de padre.
“Llama” a esta energía planificando tu tiempo para dejar espacio a tus pasiones
en tu vida; ¡Será una forma maravillosa de recargar las pilas! “Llama” a esta
energía planificando tu tiempo para dejar espacio a tus pasiones en tu vida; ¡Será
una forma maravillosa de recargar las pilas! “Llama” a esta energía planificando
tu tiempo para dejar espacio a tus pasiones en tu vida; ¡Será una forma
maravillosa de recargar las pilas!
Recompensar accidentalmente el mal
comportamiento
Algunos niños aprenden rápidamente que algunos de sus comportamientos
atraen la atención de los padres. Si su hermano menor discute con su
hermano mayor y aun así obtiene la aprobación de sus padres, aprenderá que
tiene el poder de castigar a su hermano mayor y usará este comportamiento
cada vez con más frecuencia. Recuerda: cualquier cosa que sea reforzada o
recompensada crecerá. ¿Por casualidad recompensó accidentalmente el
comportamiento poco saludable de su hijo?

Di lo que no quieres que haga en lugar


de lo que quieres que manifieste.
No se limite a decirle a su hijo lo que no quiere que haga: "Te prohíbo
que tires tu bebida al suelo". Enséñale lo que te gustaría que hiciera:
"Dime en cambio: 'Mamá, ya no tengo sed'".

Dar un mal ejemplo


Leí en alguna parte la historia de la madre que lleva a su hija a Gandhi
para que la ayude a dejar de comer tanta azúcar. Gandhi simplemente
responde: "Vuelve en dos semanas". A la hora acordada, los dos se
vuelven a presentar y Gandhi le dice al niño: "Deja de comer tanta
azúcar". La madre, un poco sorprendida por esta intervención, le
cuestiona sobre el motivo de la demora de dos semanas. Él responde
que representa el tiempo que necesitó para deshacerse de este hábito.
En otras palabras, no puede pedirle a su hijo que haga lo que usted
mismo no puede hacer.
Juzgar mal a su hijo
La mayoría de los padres tienden a sobrestimar a su pequeño, lo que
lleva al niño a negarse a reconocer sus errores. Sin embargo, esta
reacción muy normal debe ser monitoreada para evitar socavar su
sentido de responsabilidad. Para ayudarlo a desarrollar una visión más
objetiva de su hijo, responda las siguientes preguntas: ¿Repite sus
pedidos más de dos o tres veces? ¿Estás encubriendo sus errores? ¿Le
resulta difícil tener un respiro mientras él está allí? ¿Los demás parecen
irritados por su hijo? ¿Le resulta difícil negar sus peticiones? Si es así,
debe aumentar su nivel de disciplina y establecer límites más estrictos.
Esta supervisión le ayudará a concentrarse, permanecer más tranquilo y
ser más apreciado por los demás.
Traducido del francés al español - www.onlinedoctranslator.com

Hablar de uno mismo en lugar de hablar del niño

Tu hijo simplemente no tiene la capacidad de entender por lo que estás


pasando o de ponerse en tu lugar. Por lo tanto, es superfluo decirle:
"Mamá está cansada esta noche, ¿puedes entender eso?" La respuesta es
no. En lugar de eso, háblale sobre lo que está pasando: “No tienes ganas
de bañarte, ¿verdad? Claro, es mucho más divertido seguir jugando. Lo
entiendo, mi niño. ¿Qué juego te gustaría traer para jugar en el baño? Esta
estrategia evitará que pierdas energía, especialmente en aquellos
momentos en los que más la necesitas.

Decir cosas que están más allá de tu


pensamiento, por enojo
Evite tomar decisiones durante sus momentos de enojo. Tómate un
respiro, da un paso atrás, si es necesario, y establece sanciones realistas
que podrás hacer cumplir.

Defiende a los más pequeños


No culpe constantemente al mayor por los problemas del menor. Este
último aprenderá que todo le está permitido y desarrollará estrategias
para llevar a otros a ser acusados en su lugar.

Usar el mismo método esperando


resultados diferentes
Si siempre olvidas la levadura en tus pasteles, ¿crees que
eventualmente subirán? ¡Claro que no! Entonces, ¿por qué seguiría
esperando que la repetición constante del mismo tipo de intervención
con su joven provoque resultados diferentes? Tienes que cambiar los
medios si quieres obtener reacciones diferentes.
hablar demasiado

Cada vez que reprenda a su hijo, aplique la regla de una palabra o


limítese a 10 palabras. Esto debería ser suficiente para que le
transmitas tu mensaje, sin caer en la denigración.

“La infancia es el reverso de la vejez: es no saber nada y poderlo


todo.” [Roberto Lalonde]
•••

"En cualquier campo, el genio de la infancia es descubrir lo esencial


sin saber el nombre que lleva". [Gilbert Cesbron]
Como sabe, los diagnósticos de hiperactividad se han disparado en
las últimas dos décadas. Tanto las instituciones educativas como las
familias se han vuelto totalmente intolerantes con los niños inquietos.
No debemos perder de vista que, dentro de unos años, estos niños
serán los individuos que constituirán nuestra sociedad. Sería
importante cuestionarnos sobre la relevancia de nuestras reacciones
ante ellos y deshacernos de nuestra miopía del futuro.
A partir de ahora, nadie tiene una respuesta definitiva sobre la causa de
este problema. Pero aquí hay cinco formas que podrían explicar estos
comportamientos inquietos.

¿Hiperreceptividad?

Se ha demostrado que muchos niños inquietos poseen canales


sensoriales hiperreceptivos, es decir, todo lo que escuchan, ven, sienten,
saborean, sienten se amplifica en comparación con la mayoría de los
otros niños. La integración de esta enorme cantidad de información
requiere un grado muy alto de actividad cerebral que puede generar
inquietud. La misma reacción también es visible en un adulto que
atraviesa un período de intensa actividad cerebral, ya sea relacionada
con su vida profesional o con otra cosa.
En lugar de calificar a estos niños de "hiperactivos", lo que se refiere a
la consecuencia del problema, consecuencia que irrita y molesta a
mucha gente, ¿no sería mejor llamarlos "hiperreceptivos", para volver
a una de las probables fuentes del problema y
educando así a la gente sobre la mejor manera de comportarse con ellos?
El término “hiperreceptivo” podría incluso despertar cierta envidia porque
estos niños tienen acceso a la vida en IMAX, en Dolby, ¡en alta tecnología!
Quienes tienen que interactuar con el hiperreceptivo entenderían,
simplemente por esta denominación, que para reducir la agitación del
niño, es necesario reducir la información multisensorial que le rodea.
Con base en esta comprensión etiológica del problema, un maestro le
había ofrecido a uno de sus alumnos hiperreceptivos traer de casa un
objeto de su elección para ayudarlo con su examen del día siguiente. El
joven llegaba a clase con una gran manta que se ponía en la cabeza desde
el inicio de la prueba, de forma intuitiva, para ayudarle a aislarse de los
estímulos del entorno. Ese día terminó entre los primeros y obtuvo un
resultado muy superior a los anteriores… ¡y no fue porque hubiera hecho
trampa!
Varias escuelas han adoptado este tipo de tratamiento para ayudar a estos
niños. Han construido pequeños cubículos en las aulas para que las
personas hiperreceptivas encuentren un poco de calma “cerebral”, porque
allí se reducen los estímulos sensoriales. Los padres harían bien en replicar
esta estrategia en casa, simplemente pegando cinta adhesiva en el suelo
alrededor de la silla de trabajo del niño, como para marcar su territorio, o
incluso teniendo un rincón permanente en la casa donde la información
multisensorial se reduce a un mínimo, para permitirle recargar sus baterías
según sea necesario.
Un estilo de vida demasiado rápido

Piense en el ajetreo constante de la vida a principios del siglo XXI.


Ambos padres trabajan, el niño pasa cada vez menos tiempo con ellos,
las familias se separan y los niños caminan entre mamá, papá y la
niñera. Esto no es un reproche: otros tiempos, otras costumbres. Pero,
¿cómo no ver un vínculo con la actitud de los niños? Entre los principales
alimentos del niño están la seguridad y el amor. Sin lugar a dudas, estos
afectarán positivamente su comportamiento en general. Asegúrate de
ofrecérselos, te ahorrará muchos problemas.
Demasiadas demandas que cumplir

¿Sabes que ahora vemos niños de 5 o 6 años enagotamiento? Antes


de la escuela, tienen que practicar el violín, después, clases de
segundo idioma, luego, los fines de semana, clases de esquí, sin
mencionar las tareas escolares y las tareas domésticas regulares que
no deben descuidarse. . No queremos que nuestro hijo haga menos
que los demás, por lo que debe tomar tantas lecciones como sea
posible, presentar la imagen de un niño ejemplar y culto, que, por
cierto, ¡se supone que refleja la calidad de los padres! Los
especialistas son unánimes: los niños necesitan tiempo para dejar
volar la imaginación, para crear por sí mismos, para inventar, sobre
todo entre los 3 y los 6 años. De ello depende su equilibrio físico y
psicológico. ¡Que sean niños, con su inocencia y su temeridad, el poco
tiempo que dura este episodio!

La necesidad de límites estrictos

¿Es justo decir que cuando tienes muchas cosas de las que
preocuparte o varias tareas que hacer, estás más estresado? Este
suele ser el caso. Esto también es cierto para los niños. Si no les
impones unos límites claros, estables y estrictos, sienten que todo
está permitido y empiezan a probar todas las opciones posibles.
Cuando se les da demasiada libertad, los niños pequeños e incluso los
preadolescentes tienden a imaginar escenarios cada vez menos
saludables. ¿Por qué? Precisamente para obligarte a darles marcos
firmes, que para ellos son sinónimo de amor y seguridad.
Es más, si cambias tus instrucciones según tu estado de ánimo o si cada
padre rompe las reglas del otro, el joven entiende que siempre puede
salirse con la suya y se desorienta cada vez más, continúa su deambular,
buscando desesperadamente límites eso limitaría lo que puede hacer. Por
lo tanto, sea claro, constante y, por favor, por el bien de sus hijos,
establezca límites firmes que son esenciales para su desarrollo mental,
psicológico y emocional.
desorden neurológico
De la misma manera que unos nacen con una pierna más larga que la
otra o con ojos de diferente color, no es imposible que algunos niños
lleguen al mundo con una necesidad de ser llenados a nivel
fisiológico. Algunos padres rechazan la opción de la medicación o
experimentan un sentimiento de vergüenza ante esta solución. ¡Es
desafortunado! De hecho, si tu hijo realmente lo necesita (los
especialistas son capaces de determinarlo), haces su vida más
“normal” ofreciéndole esta posibilidad. De verdad, es un regalo para
los dos. A él, porque le permites acceder y utilizar sus recursos
internos. El tuyo, porque puede ayudarte a convertirte en el padre
que eres capaz de llegar a ser. Criar a un hijo ya es una tarea
abrumadora.

¡Un tema que mueve los aires!

Sobre el trastorno por déficit de atención con o sin


hiperactividad, sugiero el libro infantilMi cerebro necesita
anteojos: vivir con hiperactividad, por la psiquiatra Annick
Vincent. Puntuado con datos instructivos y consejos efectivos,
este diario imaginario de un niño hiperactivo permite a los
jóvenes, padres y cuidadores domar el TDAH.
annick vicente,Mi cerebro necesita anteojos: vivir con
hiperactividad, Ediciones de l'Homme, 2017.

Aquí hay algunas herramientas para ayudarlo a lidiar con el


problema de la inquietud excesiva.
Presta atención a tu tono de voz cuando
hables con ella.
¿Sabes que tu tono de voz habla más fuerte que tu discurso? Puedes
repetir la misma instrucción a tu hijo cien veces, pero si tu tono traiciona
tu ilimitada paciencia, él la repetirá una y otra vez, hasta que tu
entonación le diga que ya has tenido suficiente. No se trata de ponerse
agresivo o gritar, especialmente en presencia de un niño agitado, sino
de ser firme, enérgico y resolutivo con él.

No repetir la misma solicitud más de dos


veces
Si no obedece, indícale pacíficamente que la próxima vez tendrás que
seguir los pasos que discutiste previamente con él en un momento de
tranquilidad y haz cumplir esas consecuencias. Consulte la sección 3, “
Técnicas para detener el mal comportamiento".

Limite el ruido ambiental


Limite cuidadosamente el nivel de decibelios al que está expuesto el joven.
Los ruidos producen tensiones internas muy grandes que a menudo se
subestiman.

Evite los videojuegos tanto como sea posible, y


seleccionar los programas o películas que
escucha
Se sabe que los videojuegos irritan a los jóvenes, llegando incluso a
desencadenar ataques epilépticos en algunos niños con esta
enfermedad. Ciertos programas violentos, aterradores u ofensivos
también producen estrés significativo. En la medida de lo posible, evite
cualquier actividad que pueda aumentar su nivel de estrés.

mira sus ojos


La programación neurolingüística nos ha enseñado que la dirección
en la que mira una persona, mientras habla o escucha, refleja el tipo
de pensamientos que circulan en su cerebro. Cuando sus ojos miran
hacia arriba apela a su mundo visual, a los lados, al auditivo, y hacia
abajo ahonda en sus discursos interiores y el mundo kinestésico. Al
observar la mirada de un niño inquieto, se puede deducir que el joven
no vive realmente el momento presente, sino que viaja
continuamente a través de sus recuerdos y sus monólogos internos
mientras le hablan. Si no te mira a los ojos cuando hablas con él,
podría significar que su mente está en otra parte y no escucha lo que
dices. Asegúrate de que esté completamente allí, es decir, que sus
ojos estén fijos en los tuyos. antes de decirle nada. Un pequeño
ejercicio que puede apreciar es ofrecerle una imagen agradable y
muy pequeña (para evitar que sus ojos se muevan), en la que debe
descubrir algo anormal (sin que necesariamente sea así). Deja que
estudie el asunto todo el tiempo que pueda. Este sencillo ejercicio le
ayudará a nivel motor y neurológico a centrar su atención en un
objeto.

Enséñalo a hacer ejercicios lentos.


Un juego que gusta mucho a los niños, y que resulta especialmente
beneficioso para los niños inquietos, es el de la estatua o la imitación. Al
principio, el niño corre lo más rápido posible. A la señal (campana,
sonido o palabra), el niño debe convertirse en estatua o imitar un objeto
fijo, como una mesa, una silla, una alfombra. Como estos objetos están
inmóviles y la instrucción es permanecer lo más quieto posible, le
obligas a permanecer tranquilo y estable durante unos minutos y, al
mismo tiempo, a ejercitar su concentración.
Disminuye el número de amigos que le hacen
compañía.
Un amigo a la vez sería suficiente. Los niños múltiples aumentan el ruido y
el riesgo de conflicto; las demandas que entonces se le hacen al niño se
vuelven más numerosas y la excitación general, mayor.

Use música de fondo tranquila y suave

La música nos acuna por completo, nos cura, nos transforma, desde el
punto de vista de la musicoterapia. ¡Intentalo! Escuche música suave y
relajante durante la cena o antes de acostarse. También puede elegir
bandas sonoras en las que puede escuchar los sonidos de la naturaleza.
Para asegurarse de que su hijo preste atención a estas melodías, pídale
que nombre los sonidos que escucha. El ejercicio le obligará a estar más
atento ya dejar entrar la música.

Haz que haga su tarea solo


Anímalo a hacer los deberes solo tanto como sea posible: esto
reducirá los factores de distracción, lo que ayudará a su
concentración.

Ayúdalo a hablar más despacio

Nuestra forma de hablar, el fluir y la claridad de nuestras palabras son fiel reflejo
de nuestro funcionamiento psíquico. Al no actuar directamente sobre sus
pensamientos, utilice las manifestaciones del cerebro, es decir, el lenguaje, para
reducir la velocidad de su razonamiento. Si habla más despacio, debe pensar con
menos rapidez y acostumbrarse a concentrarse en un tema a la vez. Para
transmitirle este hábito, puedes, por un lado, hacer que repita, y, por otro lado,
mostrarle el ejemplo.
Usa trucos inventados por otros niños que
experimentan la misma dificultad.
Julien, de 8 años, dice que cuando siente que se está enojando
demasiado, cruza los brazos y cuenta regresivamente de 20 a 0.
Magalie, de 9 años, dice que puede enfocar su atención en una cosa
formando un marco con los dedos índice y pulgar, y luego dirigiéndolo
hacia el objeto que desea enfocar.

Sugerir masajes corporales,


estiramientos o bostezos.
Ofrécele un masaje. Si se niega, enséñele técnicas de automasaje o
haga que se relaje estirándose y bostezando.

Ofrécele un instrumento al que tendrá


acceso ilimitado
En casa, busque un objeto o instrumento con el que el niño pueda
desahogarse si es necesario. Si tienes una bicicleta estática o un equipo
para fortalecer el antebrazo, será perfecto. Lo principal es que quede
claro, tanto para el niño como para ti, que puede tener acceso a este
objeto en todo momento.

Decodificar sus emociones

Nombra lo que percibes y ayúdalo a decir con palabras lo que expresa


con gestos y estados de ánimo.

Recompense sus comportamientos "tranquilos"


Como ya hemos comentado, todas las conductas que se refuercen se
desarrollarán, en caso contrario irán desapareciendo paulatinamente. A
menudo, puede ocurrir que, sin saberlo, refuerces sus comportamientos
agitados prestándoles mucha atención, mientras ignoras sus momentos
de calma, lo que ralentiza su desarrollo. Los criterios para evaluar las
reacciones tranquilas de un niño agitado no deben ser los mismos que
se utilizan para otro niño. Tan pronto como su hijo inquieto se siente un
minuto (ya veces menos) en la mesa, sin moverse ni hablar, elógielo
calurosamente: “¡Oh! ¡es genial! ¡Has estado sentado por un tiempo y ni
siquiera te has movido! Te quedaste muy tranquila. Creo que te estás
volviendo muy bueno controlando tu nerviosismo".

Dale sus puntos de atención antes de


que se agote
Demuéstrale tu cariño regularmente y valora lo que hace bien. John
Gottman, un psicólogo que trabaja en terapia matrimonial, dice que
para que una relación se mantenga saludable, se necesitan cinco
comentarios positivos por cada comentario negativo. ¿Has pensado en
la cantidad de juicios negativos y palabras agresivas que recibe un niño
hiperreceptivo? No espere que haga algo extraordinario; respeta la
regla de Gottman ofreciéndole tanto afecto verbal o físico como sea
posible para compensar todas las agresiones que recibe.

Ten una silla que represente la calma.


Ya hemos hablado del rincón del mal humor. ¿Por qué no introducir
también el rincón de la calma o la silla de la calma? ¡Pero cuidado! Este
lugar deberá usarse solo para este propósito, de lo contrario, le quitará
su poder un tanto "mágico". Elija la ubicación en función de su
aislamiento, ambiente tranquilo e inspirador y, si es posible, su poder de
asombro; que sea cómodo, acogedor, acogedor, quizás agregando una
manta, cojines o un peluche que le encanta (pero este último siempre
debe permanecer en este lugar).
Ofrécele bebidas y baños tibios.
¡Pero, por supuesto, no tienen que estar calientes! El calor relaja, es
bien sabido.

Reducir los alimentos estimulantes


Evita servirle té, café, dulces, bebidas carbonatadas, regaliz rojo y
sobre todo regaliz negro. Sepa que el regaliz negro tiene poderes
excitantes superiores a los del café. Si se lo das, hazlo con
moderación.

Plan
Ya sea para salidas, exámenes, una fiesta o incluso algo tan mundano
como ver un programa, hable con el niño con anticipación sobre
cómo cree que se va a comportar. Este diálogo le permitirá
prepararse mejor y controlar mejor la situación cuando llegue el momento. Si
está esperando visitas, si el niño se está preparando para una salida, si en la
escuela se planea algún evento en particular, en definitiva, si alguna situación
aumenta su nivel de agitación, ayúdelo a ser más consciente de sí mismo y de
lo que influye. distinguiendo las circunstancias: “¿Has notado que, desde que
sabes que viene tu amigo, estás más emocionado, te mueves más y haces más
ruido? Tienes que tener cuidado de controlar tu nerviosismo si quieres
sentirte orgulloso de ti mismo y tu amigo se divertirá mucho al volver. Con su
ayuda, también prevé sanciones por incumplimiento.

Consulta a un especialista si estas técnicas


no te dan resultados satisfactorios.
Asegúrese de tener toda la atención del profesional que lo atenderá. Tenga
cuidado con los diagnósticos realizados en 15 minutos e inmediatamente
seguidos de una receta. No dude en consultar a un segundo e incluso a un
tercer especialista antes de tomar su decisión respecto a la medicación.
La ira, como todas las emociones, es una manifestación sana y normal. Sin
embargo, la forma en que se experimenta o se expresa a veces puede causar
problemas y, como tal, es importante ayudar a los niños a experimentar mejor
esta emoción. Los ataques de llanto, las rabias desatadas donde el niño llora y
quiere derribarlo todo, los enfados que nunca terminan, generalmente
provienen de cuatro posibles fuentes, según Alfred Adler, una autoridad en
psicología.

CUATRO FUENTES DE EMOCIONES


INTENSAS:

1. La sed de poder
Es el juego llamado “Te-mostraré-quién-es-el-más-fuerte”.
El niño intenta plantar cara al padre, lo desobedece
deliberadamente para tener la última palabra o roba para
ser el que no se deja dominar. Pero se necesitan dos, al
menos, para jugar. Si el padre decide no participar, el
juego se vuelve mucho menos interesante y la situación
comienza a cambiar. El antídoto es simple: escuchar lo que
el niño está pasando por dentro. Ejemplo: “Sé que hiciste
esto para mostrarme tu disgusto por lo que pasó anoche.
Lamento tener que negarte algunas solicitudes".
2. El deseo de venganza
El niño quiere castigar a su padre por algo que éste le
hizo. Puede enfurruñarse, amenazar, tratar de poner
celoso al padre alegando que prefiere al otro. Si
respondes con la misma actitud, diciendo por ejemplo que
también prefieres a otra persona a él, lo destruirás por
completo y le enseñarás a ser cada vez más hiriente con
los demás. La mejor manera de responder es tratar de
descubrir los sentimientos detrás de su comportamiento.
Así que puedes decirle: “Estás enfadada porque mamá se
negó a dejar que le llevaras sus cosas, ¿verdad? Sé que es
difícil para ti. ¡A mí también me hubiera gustado mucho
poder dejártelos a ti!”

3. Falta de atención
Los adultos necesitan una cierta cantidad de dinero por día
para pagar lo necesario para su supervivencia. El niño, por
otro lado, no necesita dólares, sino "puntos de atención",
todos los días, para vivir y desarrollarse armoniosamente
(tenga en cuenta que esta regla también se aplica a los
adultos). Los puntos de atención pueden consistir en una
mirada, una caricia, sorpresas, palabras tiernas, palabras de
recompensa y aliento, o incluso actividades que realicen
juntos. Si no se las das, te obligará a hacerlo por todos los
medios: llantos injustificados, discusiones con el hermano o
la hermana, malos golpes, gritos o lo que sea. En definitiva,
inventará sus propias estrategias para conseguir la atención
que necesita.
La cantidad de “puntos de atención” que necesita el niño varía
según cada persona, pero también según los acontecimientos
cotidianos. Un fracaso, una enfermedad, una disputa
aumentan la dosis mínima, mientras que un gran éxito o un
viaje familiar exitoso pueden reducirla.
Buen consejo: ¡evita pagar intereses saldando tus “deudas
de atención” antes de que llegue la factura!

4. Abandono
Los pasajes al acto en este caso se manifiestan más bien
por gestos de desesperación. El niño abdica, se aísla, se
rinde: ya no cree que pueda lograr nada. Le han dicho
demasiadas veces: “¡Qué torpe puedes ser, mira lo que
has vuelto a hacer!”. o “¡Nunca lograrás nada!”. o “Déjalo,
prefiero hacerlo yo mismo, trabajas muy mal…” Todo lo
que decimos se graba en el sistema neurológico del niño.
Asegúrese de hacer circular elementos saludables y
positivos.

Estrategias para ayudar a su hijo a lidiar con la


ira y las emociones intensas
Haz algoacuerdos previos, cuando sea posible. Por ejemplo, si sabes que
no querrá dejar a su amigo cuando toques el timbre de salida, evita el golpe
hablando con él. Así lo empoderarás y lo prepararás mentalmente para la
partida de su amigo.

enséñale averbalizar sus estados de ánimoen lugar de manifestarlos físicamente,


pero solo cuando él es capaz de escucharte. Como dice Jacques Salomé: "Cuando
existe el silencio de las palabras, entonces despierta la violencia del mal".

Primero, como padre,acepta que tu hijo experimenta iray que es


desagradable durante este período. ¿No experimenta usted también
momentos de irritación? ¿Te ayuda cuando alguien te pide agresivamente
que te calmes? El niño no es diferente. Dale el derecho de reaccionar ante
situaciones que le parezcan inaceptables.

Aprovecha larueda de la ira*opuesto. Discuta con su hijo las diferentes


opciones para manejar la ira y pídale que nombre las que ya ha experimentado.
Resalte las ventajas y desventajas de cada uno y, si es necesario, hágale aplicar
las opciones adecuadas en relación con diferentes situaciones que ya ha
encontrado.

* rueda de la ira, Academia de Impacto.


Dibuja hombrecitos felices e infelices para exhibirlos en el refrigerador. Cuando
muestra un personaje feliz, es para decirle a su hijo que la persona
representada (el niño o el padre, cuyo nombre puede escribir) está lista para
comunicarse, mientras que cuando el personaje está infeliz, significa que es
mejor no hacerlo. hablar o hablar con el otro durante este tiempo. Esta sencilla
técnica enseña poco a poco al niño a conocerse mejor a sí mismo.
y manejar mejor la ira. Pero ojo, a veces él mismo se las arregla para manejar las cajas,
incluida la tuya, lo que requiere una buena dosis de humildad por tu parte.

Enséñale a respirar hondo, a calmarse, antes de reaccionar. También puede


hacer ejercicios isométricos, es decir, tensar los músculos tratando de tocar el
techo o las paredes y luego soltarlos. Evite invitarlo a golpear un cojín o unbolsa
de golpear. El niño deduce tarde o temprano que hay que golpear algo para
eliminar su emoción. Este modelo muchas veces resulta generar violencia
innecesaria.

Cuando su hijo tenga una rabieta, evite hablarle o prestarle demasiada atención.
Cuando se dé cuenta de que su comportamiento no resuena contigo, no tendrá
más remedio que cambiarlo. Si rompe un juguete o algo que le gusta, no lo
reemplace, a menos que el niño esté trabajando para ganárselo. Obviamente, el
trabajo a realizar variará según la edad del niño. Asegúrese de que sus requisitos se
adapten a las capacidades de su hijo.

Usa el rincón del mal humor (verpágina 66).

Lidiando con Conflictos con Amigos


Escuche su descripción completa de la situación antes de reaccionar. Si es necesario, haga
preguntas, incluidas sus reacciones y sentimientos sobre el conflicto. Esto ya le
proporcionará un buen modelo.

Evite culpar solo a uno o al otro. Vea la parte justa de responsabilidad de su hijo en
el asunto. Enséñale a disculparse cuando sea necesario, diciéndole que esa actitud
representa una fortaleza, no una fuente de humillación.

Enséñale una forma más adecuada de afrontar el problema y haz que practique
estas nuevas estrategias para que pueda dominarlas (a veces asumir su papel y
otras veces el de la persona con la que tuvo un conflicto).

Sabiendo que su hijo probablemente no se comportará tan bien con el otro como lo
hizo con usted en el juego de roles, prediga sus resultados estableciendo un punto de
referencia realista para el éxito. Por ejemplo, replicar el 60% de lo que hizo contigo
durante un juego de roles sería un éxito.

Si es posible, no intervenga en su lugar, a menos que esté en juego su


seguridad física o psicológica o si el problema excede su competencia.

A modo de prevención, enséñale los consejos propuestos anteriormente para controlar


su ira.

Recuerde: un error no se puede deshacer una vez que se ha cometido. Solo


puedes corregirlo y prevenir los siguientes. No tiene sentido culpar, criticar,
juzgar. Pensar en los errores que ha cometido en su vida sin duda le
ayudará a reaccionar con más empatía hacia su hijo.
¿Conoces la expresión 1 + 1 = 3? Sin embargo, es simple: un hijo más
otro hijo no es igual a dos hijos, sino a tres, ¡ya que hay que tener en
cuenta la interacción entre ambos! Este tercer elemento es también el
más exigente de todos aquellos con los que tenemos que lidiar. La
rivalidad entre hermanos es INEVITABLE. Hay algunas estrategias para
intervenir eficazmente en este tipo de conflicto, pero es mejor llorar un
perfecto entendimiento entre tus hijos. Aceptar tormentas periódicas
puede incluso ser el primer paso en la dirección correcta.
Por lo general, las ruidosas luchas de sus jóvenes están relacionadas con
su deseo de obtener su atención y su amor. También pueden reflejar su
falta de habilidades interpersonales, lo cual es bastante normal; estas
habilidades deben aprenderse a lo largo de los años, y depende de
usted enseñarlas.
Algunos padres intentan aminorar la rivalidad ofreciendo siempre
exactamente el mismo trato a cada uno de los hijos, ya sea como regalo
o como castigo. ¡Pobre de mí! ¡Esta no es la solución mágica! Los
estudios muestran que eliminar la diversidad en sus intervenciones con
ellos solo acentúa los problemas: ya no se sienten reconocidos como
únicos. ¡No dudes en ser creativo para distinguirlos!

Algunos sencillos consejos para hacerte la vida más


fácil
Comience observando la naturaleza de sus conflictos. Lleve un diario de las causas y
tiempos de sus argumentos. Podrás compartir tus pensamientos con ellos y ser
en una mejor posición para encontrar soluciones más adecuadas a los problemas.

En lugar de responder a las solicitudes del cadete con "Eres demasiado pequeño" o "Eres
demasiado joven", lo que lo disminuye, usa palabras positivas como: "Apuesto a que no
puedes esperar a tener 10 años, tú también. " Recuerde también que es normal otorgar
privilegios adicionales a los mayores, de lo contrario, inevitablemente provocará una
disputa... ¡bastante legítimo!

Use una palabra que no esté en su vocabulario para distraerlos. Por


ejemplo, mientras los dos se lanzan todo tipo de nombres, puedes
intervenir de manera efectiva diciendo: “¡Dios mío! ¡Qué pigouettes! Espere
que los niños le den miradas extrañas, pero ha logrado distraerlos.

Enséñeles una manera respetuosa de afrontar una situación y practíquelos a


través del juego de roles.

Reconocer la dificultad de compartir y abstenerse de dar sus juguetes a


otros niños (hermana menor, prima, etc.) sin, al menos, pedirles permiso.
¿Cómo te sentirías si alguien decidiera por su cuenta?
quitarte un objeto que ya has amado tanto, con el pretexto de que ya no lo
usas?

Pídales que encuentren soluciones a sus desacuerdos habituales. Puede que te


sorprenda la fertilidad de su imaginación.

Para los más pequeños, tenga a mano papel y lápices, y pídales que dibujen un
feo retrato el uno del otro. Esto les da una salida para su ira. Puedes inventarlo
todo a través del humor, diciéndoles que no sabías que su hermano podía
verse tan monstruoso.

Si son intentos de llamar la atención, previene sus guerras estableciendo el “ritual


del momento particular”. Ofrézcales un período de tiempo variable (idealmente, al
menos 15 minutos por semana) en el que se garantice que cada niño los tendrá
solo para ellos. Este momento se puede utilizar como desee o según la elección del
niño. Entonces, cuando surja una situación difícil, siempre puedes recordarle que
en su momento particular, él puede contarte todo sobre lo que está pasando. Esto
suele ser suficiente para calmarlo y permitirle esperar... u olvidar.

¡Totalmente disponible!

Aproveche al máximo su tiempo con su hijo eliminando todas las


demás distracciones: apague el timbre de su teléfono, ponga
una nota de que está "ocupado estando juntos" en la puerta de
la habitación en la que se encuentra... Así pasará un tiempo de
mejor calidad y su hijo realmente sentirá lo importante que son
estos tiempos para usted.

Déles el derecho a discutir con la condición de que vayan al lugar reservado para tal fin:
¡afuera!

Juega al periodista y trata de anotar o grabar todo lo que digan: “Espera, no


puedo escribir todo. ¿Podrías repetir lo que acabas de decir?” o "Un
momento, te estoy grabando". Esto suele ser suficiente para que se separen
y cada uno vuelva a su negocio.

Presta atención a su disgusto e ira, pero evita tomar partido, como a ellos les
gustaría. De esta forma les ayudarás a desarrollar las herramientas de
comunicación necesaria para mantener relaciones armoniosas con los demás.

Evite la pregunta: "¿Quién lo empezó?" Usted está buscando un ganador y un perdedor.


El perdedor se asegurará de ganar la próxima vez. En su lugar, diga: "¿Qué pasa?"

Usa el método del loro en el que simplemente repites, neutralmente, los


argumentos del otro: "Charles, tu hermana dijo que la empujaste". "Catherine,
tu hermano dijo que tú empezaste". "Charles, Catherine dice que eso no es
cierto". Y así enseguida. De esta forma, se dan cuenta de que no intervendrás
para resolver su disputa. Además, esta técnica te permite no tomar partido por
uno u otro mientras le das una atención especial a ambos. Eventualmente, se
dan cuenta de que es inútil confiar en usted para resolver sus conflictos y se
ven obligados a desarrollar métodos más maduros para llevarse bien.

Ningún método funciona para siempre. ¡Sepa cómo ser creativo!


Para reducir la rivalidad cuando llega un
nuevo hijo
La llegada de un recién llegado a la familia lleva a menudo a los padres a
descubrir sus propias habilidades: cocinan mientras acunan al más
pequeño, la madre lo amamanta mientras le cuenta un cuento al mayor,
en definitiva, ¡se convierten en “padres profesionales”! ¡Pero el mayor ve
disminuir su tiempo de aire en favor de este nuevo ser que, además,
recibe toda la admiración y las delicadas atenciones de mamá, papá y
los invitados! Además, le dan sus viejos juguetes y la ropa que ya no usa,
¡sin siquiera pedirle permiso! El mayor realmente se siente como un
perdedor en esta historia. Así que espere que él reaccione, a veces
retrocediendo (el niño que estaba entrenado para ir al baño vuelve a
usar pañales o el chupete temporalmente) o siendo agresivo con el bebé
o el padre. Entonces,

Dígale que lo ama a menudo, incluso cuando reacciona agresivamente con el bebé.

Prepáralo para el nacimiento del segundo hijo. Llévale a comprar el equipamiento para
bebés que necesites, pregúntale su opinión sobre la decoración de la habitación o sobre
el nombre para ponerle al recién nacido, lean juntos sobre el tema...

Ayúdelo a entender la distinción entre sentirse enojado y manifestarlo. Una


cosa es estar enojado con alguien, y otra es expresarlo físicamente.
Enséñale que en casa solo se tolera la expresión verbal y respetuosa y dale
palabras para enseñarle a expresarse. Si usa estas palabras, tenga cuidado
de escucharlo, de lo contrario, regresará a su antiguo método (golpear) con
el que seguro llamará su atención.

Valora lo que logra por sí solo, porque ÉL ahora es grande. Si recoge sus
juguetes, orina en el orinal, come solo, dígale que ese bebé, ÉL, no podría
porque es demasiado pequeño. Sin embargo, no lo obligues a desarrollar
comportamientos “grandes” demasiado rápido; puede obtener el efecto
contrario.

Si es posible, mueva los artículos que pertenecieron al mayor a la habitación del


bebé mucho antes de que nazca. Esta maniobra permitirá que tu hijo mayor se
adapte a ella.

Saca tus fotos y dile que no hace mucho él también era un bebé, y como tal
requería los mismos cuidados que ahora le das al más pequeño. Evite
cuidadosamente las comparaciones.
Aplaudir todo el cariño que le brinda al más pequeño y asegurarle que bebé es muy
afortunado de tener un hermanito como él.

palabra de niño

Gaëlle, de 5 años, escucha a sus padres hablar inglés. Sabiendo que esta es
su forma de contarse secretos, ella echa humo: "¿Podrías dejar de hablar
en cartas adjuntas?"
Traducido del francés al español - www.onlinedoctranslator.com

Entre las dificultades que a veces tienen que enfrentar los niños, la separación y
el divorcio de los padres a menudo se ubican en la parte superior de la lista. No
podemos negar que varios niños estaban muy perturbados por tal situación; por
otro lado, es obvio que las discusiones constantes son más perjudiciales para un
joven que un divorcio amistoso. ¡Desgraciadamente, este tipo de rupturas
marcadas por la madurez y la complicidad no corren por las calles!

Si, a pesar de toda la ayuda que ha recibido y el arduo trabajo que ha


realizado, el divorcio es la única salida, aquí hay algunas sugerencias
para aliviar el dolor de su decisión para sus hijos.
Se paciente
Las reacciones fuertes ya veces difíciles de algunos niños pueden explicarse
en primer lugar por el hecho de que no eligieron esta situación, sino que aún
así tienen que soportarla. En segundo lugar, la estructura familiar es su
principal seguridad: cuando se desmorona, la mayoría necesita tiempo para
reconstruir una nueva base de seguridad física, mental y emocional. Este es
un período de incomodidad que a menudo es más difícil para el niño que para
el padre. Tenga en cuenta, sin embargo, que los comentarios irrespetuosos de
los niños hacia sus padres no deben tolerarse con el pretexto de que sienten
dolor.

Evite confundir a su hijo con su nuevo


compañero de vida
Muchos padres desarrollan un verdadero romance con su hijo:
duermen juntos en la misma cama, siempre comen juntos solos.
También sucede que el padre le dedica todo su tiempo y energía. El
niño entonces se convierte en rey, infantilizado o totalmente
dependiente. A la más mínima libertad por tu parte, el joven
reaccionará con fuerza, con pesadillas, berrinches, negativa a comer u
otras estrategias para obligarte a devolverle lo que le has enseñado a
recibir. Si, por desgracia, llega a escena un nuevo amante, el niño
experimenta entonces el rechazo por segunda vez, pero con mayor
dificultad ya que tiene la impresión de ser abandonado en favor de un
extraño. Después de un divorcio, por lo tanto, es esencial continuar
con la misma rutina habitual.

Haz que se exprese


Haz que se exprese lo más posible sobre lo que piensa y lo que siente;
los niños tienen una "lógica privada" muy particular, muchas veces
alejada de lo que un adulto podría sospechar. Estoy pensando, por
ejemplo, en un niño cuya madre recién divorciada repetía: “Ya no puedo
sentirlo, ya no puedo sentirlo”, refiriéndose por supuesto a su ex-
cónyuge. El niño creía que su madre se había divorciado de él porque su
padre olía mal. ¡Así que se bañaba compulsivamente porque tenía
miedo de sufrir el mismo destino de su madre! Cuando su hijo no tenga
todas las palabras, o no las encuentre, para expresar cómo se siente,
ofrézcale usar la escala del 0 al 10 (usted también es libre de usarla y
crear un lenguaje común con su hijo). Por ejemplo, El 10 podría
representar un gran consuelo en relación a la separación, mientras que
el 0 simbolizaría un período muy doloroso. La mayoría de las veces, el
joven que se niega a comunicarse acepta como mínimo dar un número.
Esto a veces es suficiente para ayudarlo a sentirse menos solo o darle
una idea de su estado en ese momento, lo que puede guiarlo en sus
intervenciones con él.
Presta atención a tus reacciones.

Sepa que la forma en que reacciona antes, durante y después de la


ruptura le enseñará a su hijo cómo superar un momento difícil. Ya sea
que elija aislarse, denigrar al otro, pensar solo en usted mismo
escapando en las salidas o tomando diferentes sustancias, su actitud y
sus estrategias de reacción quedarán registradas por su joven y le
servirán como modelo para enfrentar. sus propias pruebas presentes y
futuras.

Admite que es doloroso


Reconoce que este cambio en su vida es doloroso, que él no lo eligió y
que es normal que a veces reaccione con ira, miedo y dolor.

Respeta su necesidad de soledad.


El joven a veces opta por aislarse; luego pasa por una fase de
depresión ligada a su nueva adaptación. En sí mismo, esto no es
necesariamente malo: la depresión representa un mecanismo de
defensa del cual una parte está sana; saca al individuo del tiempo
para llorar mejor su dolor y gestionar nuevos eventos. También
permite que el niño reduzca las nuevas entradas de información para
dedicarse a la digestión de las que ya tiene. En este caso, evita
acosarlo. Simplemente comuníquese con él asegurándole que usted
está disponible para escucharlo o discutirlo si así lo desea. También
necesita saber que lo amas y que comprendes que necesita un
tiempo libre para sanar mejor su dolor. Sin embargo, cuando este
período continúa,

Evite culpar al otro padre


Evite a toda costa acusar al otro padre o enumerar sus
comportamientos inmaduros que llevaron a la ruptura. Te advierto de
antemano: tu tentación aumentará con la adopción de esta estrategia
por parte de tu expareja, pero los costos son muy altos para tu hijo.
Este último corre el riesgo de adoptar permanentemente este modelo
de denigración y calumnia y, más aún, puede llegar a desarrollar un
profundo malestar identitario: siendo hijo del Otro, tiene en sí una
parte del 'Otro, y si el Otro es totalmente malo, luego hay una parte
de él que también es muy mala. Por otro lado, nunca podrás hacer
creer a un niño que su padre o su madre no son agradables y
maravillosos. ¡Incluso los adultos de 50 años no lo hacen, a pesar de
la abrumadora evidencia de lo contrario!

Cuidado con la culpa


Me hablan regularmente sobre el padre rechazado, porque el divorcio es muy a
menudo una decisión unilateral, tomada por mujeres en el 75% de los casos. El
de los dos que sufre la decisión a veces trata de victimizarse en los ojos.
del niño y pinta un retrato monstruoso del otro. Ante la depresión de
la víctima, el niño desarrolla mucha ira hacia el progenitor que tomó
la decisión. Si su hijo regresa de la visita a su ex cónyuge con una
actitud agresiva, en lugar de repetir los mismos errores y criticar a su
vez al otro progenitor, utilice en su lugar el siguiente tono: "Entiendo
que estés enojado conmigo si crees que La desgracia de papá (o de
mamá) es culpa mía. También sé que tienes mucho dolor por tu padre
(o tu madre). Les puedo asegurar que nada de esto es su culpa y los
queremos mucho a los dos. Con el tiempo, muchas veces nos damos
cuenta de que nada pasa por nada y que las dificultades nos ayudan
mucho a progresar. Incluso si su hijo sigue criticando, repite estas
palabras una y otra vez en un tono cada vez más suave. Muchos niños
también experimentan sentimientos de culpa por la depresión, la ira
o el dolor de los padres, y se sienten responsables. Tranquilice a su
hijo sobre esto, incluso si no se siente culpable; algunos disimulan
bien su juego y evitan compartir sus sentimientos por miedo a ser
rechazados oa ser "divorciados", también.

confiar en su juicio
De la misma manera que supiste muy bien evaluar los respectivos
temperamentos de tus propios padres cuando eras joven -y esto,
independientemente de lo que cada uno pudiera decir sobre el otro-, tu
hijo también sabe reconocer tus fortalezas y tus debilidades. , así como
que los del otro. Confía en su juicio y díselo. Esta actitud será mucho
más productiva que un sinfín de justificaciones que, en cualquier caso,
solo contribuirían a confundir aún más a tu hijo.

Estas son las recomendaciones más frecuentes que hacen los


niños experimentados (que ya han vivido el divorcio de sus
padres):
“Traten de no hablar el uno del otro en términos negativos frente a sus
hijos. Mantén tus problemas entre ustedes.

“Incluso si deciden vivir separados, hagan un esfuerzo por llevarse


bien para que, en ocasiones, su hijo pueda tener a ambos padres
con él. Cuenta durante momentos importantes en la vida de un
niño.
"No es justo cuando mamá dice que si amo a papá, no lo amo, o
cuando dice que debería amarlo más que a papá".

Quédate ahí para él


Si no ha ganado la custodia de su hijo, manténgase presente con
llamadas telefónicas regulares sin volverse acosador y muestre su
interés en su trabajo escolar y amigos... El niño necesita sentir que lo
ama y que todavía está allí, incluso si ve con menos frecuencia. Al
mismo tiempo, no trate de convertirse en el "buen" padre, el que
constantemente ofrece extras, golosinas. Los niños necesitan
disciplina, rutina y límites claros para que su desarrollo personal y
emocional se desarrolle de manera óptima.

Tómate un tiempo para ti


Reserve tiempo para recargar energías, distraerse y reabastecerse de energía a
través de actividades o salidas nutritivas. Esto lo preparará mejor para cumplir
con las exigencias de su función.

Consultar si es necesario

No dudes en consultar: si sientes que la situación se te va de las


manos y que ya no puedes entender o llegar a tu joven, o si
te sientes abrumado por la ira, la rabia, incluso el odio hacia tu
expareja, es momento de buscar ayuda. En general, cuanto antes se
trata un problema, menos daño y más corto es el tratamiento. A
veces, conocer a un profesional también puede tranquilizarlos sobre
sus reacciones mutuas y reflejar su deseo sincero de ayudar a su hijo,
lo que no dejará de tocarlo profundamente.
Ahora que ha terminado de leer este libro, me gustaría que recordara
la analogía de los bloques de Lego de la que le hablé en la
introducción.
Como padres, buena parte de lo que somos es producto de todas las
piezas que hemos acumulado en nuestra vida. Por lo general, agregar
piezas a nuestro repertorio nos permite hacer proyectos aún mejores
y más grandes. Espero sinceramente que este libro le haya dado
nuevas opciones que disfrute poniendo en práctica. También espero
que te haya permitido cuestionar ciertas piezas: si ya has usado
piezas que hacen que tus creaciones sean más bien frágiles o
cuestionables, quizás sea mejor que te deshagas de ellas.

No debemos olvidar que nuestros jóvenes ahora tienen más opciones


que en cualquier otro momento de la historia humana. Enfrentan
desafíos y oportunidades que son diferentes a los de nuestra propia
infancia. Para acompañarlos, no podemos contentarnos con reciclar
las piezas que recibimos de nuestros padres; tenemos que hacerlo
mejor, mucho mejor.
Por lo tanto, le deseo de todo corazón que mantenga su apertura y su
curiosidad en su búsqueda de bloques de Lego, pero sobre todo, mucho
placer en todos sus logros.
DARGATZ, enero.52 maneras fáciles de decir "Te amo" a tu hijo, Saint-
Hubert, Un mundo diferente, 1994.
GOTTMAN, John M. y Nan SILVER.Los siete principios para hacer que el
matrimonio funcione, Nueva York, Corona, 1999.
LOTT, Lynn y Riki INTNER.Tareas sin guerras:Convertir el trabajo doméstico en
trabajo en equipo, Prensa práctica, 2005.

ROBERT, Jocelyne y Jo-Anne Jacob.Mi sexualidad de 0 a 6 años, Montreal, Les


Éditions de l'Homme, 2015.
ROBERTO, Jocelyne.Mi sexualidad de los 6 a los 9 años, Montreal, Les Éditions de
l'Homme, 2015.

ROBERTO, Jocelyne.Mi sexualidad de los 9 a los 11 años, Montreal, Les Éditions de


l'Homme, 2015.
SALOMÉ, Jacques.Papi, mamá, realmente escúchame, París, Leo,
2010. SAMALIN, Nancy.Saber escucharlo, saber amarlo, París, Leo,
2005.
Del mismo autor
100 consejos para mejorar tus relaciones con los adolescentes, Ediciones de
l'Homme, 2019.

Aprender de memoria, en colaboración con Ginette Larose, Chantal


Mongeon y Liza Murphy-Lefebvre, Éditions Québec-Livres, 2014.
¡Nosotros dos! Cartas de desafío para seducirte, enriquecerte y
entretenerte..., Quebec, ¡Impacto! Ediciones, 2007.
Curas de rejuvenecimiento para tus relaciones sexuales, Ediciones Québec-
Livres, 2010.
¡Esto marcha! Guía práctica para que todo vaya sobre ruedas en la
adolescencia, Ediciones de l'Homme, 2019.
Líder de impacto en la intervención, en el aula y en el lugar de trabajo, Ediciones
Québec-Livres, 2014.

Psycho adult challenge, 52 cartas para fortalecer la inteligencia emocional,


Quebec, Psyboutique, Impact Academy, 2004.
Retos psico junior, 52 cartas para fortalecer la inteligencia emocional, Quebec,
¡Impacto! Ediciones, 2006.
Técnicas de impacto en preescolar, en colaboración con Édith Roy,
Éditions Québec-Livres, 2010.
Técnicas de impacto en el aula, Ediciones Québec-Livres, 2010.
Técnicas de impacto en psicoterapia, asesoramiento y salud mental.,
Ediciones Québec-Livres, 2014.
Técnicas de impacto para crecer: Ilustraciones para desarrollar la
inteligencia emocional en los niños, Ediciones Québec-Livres, 2014.
Técnicas de impacto para crecer: ilustraciones para desarrollar la
inteligencia emocional en los adolescentes, Ediciones Québec-Livres,
2014.
Técnicas de impacto para crecer: ilustraciones para desarrollar la
inteligencia emocional en adultos, Ediciones Québec-Livres, 2014.
Terapia de impacto: fundamentos teóricos y aplicaciones clínicas de un
enfoque psicoterapéutico integrador y versátil, Ediciones Québec-Livres,
2010.
INTRODUCCIÓN

SECCIÓN 1: El universo del niño


El desarrollo del niño de 0 a 11 años Los
múltiples aprendizajes del niño
• Aprende autocontrol
• Desarrollar habilidades sociales
Autoanálisis: ¿Le dejas hacer su propio aprendizaje?

SECCIÓN 2: Comunicación
La comunicación del niño con el padre La
comunicación del PADRE con el niño

SECCIÓN 3: Desarrollo de técnicas de habilidades de


crianza efectivas para reforzar comportamientos deseables
Otros consejos útiles...
Técnicas para detener el mal comportamiento
Trampas a evitar
SECCIÓN 4: Problemas pequeños y grandes de la infancia

Hiperactividad e inquietud

Ira, crisis y mal humor La rivalidad entre

hermanos y hermanas Cuando mamá y

papá se separan...

Tu autoevaluación y tu plan de intervención para las próximas


semanas

A MODO DE CONCLUSIÓN…
REFERENCIAS
BIBLIOGRAFÍA
100 consejos para mejorar tu relación con los niños
ISBN EPUB 978-2-7619-5321-4

Montaje: Danielle Choquette


Diseño gráfico e infografía: Ann-Sophie Caouette
Revisión: Hélène Ricard
Corrección: Odile Dallaserra

10-19

Impreso en Canadá

© 2019, Les Éditions de l'Homme,


división de Groupe Sogides inc.,
subsidiaria de Quebecor Media inc.
(Montreal, Quebec)

todos los derechos reservados

Depósito legal: 2019


Biblioteca Nacional y Archivos de Quebec

DISTRIBUIDORES EXCLUSIVOS:
Para Canadá y Estados Unidos:
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Teléfono: 450-640-1237 Internet:
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