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Bolivia cerró el año 2012 con la mayor tasa de mortalidad infantil de todos los
países sudamericanos, y esta situación es todavía más grave para los habitantes de las
áreas rurales del país: El 82% de la población del campo vive por debajo del umbral
de la pobreza y posee tan sólo el 13% de la tierra cultivable.
Abog. Elena Judith Aguilar Flores
Un 20.3% de los niños bolivianos sufre desnutrición crónica (provocada por una
dieta insuficiente, agravada en ocasiones por enfermedades infecciosas), y un 51’6% de
la población infantil padece anemia. Por ello la seguridad alimentaria, junto a
proyectos de agua y saneamiento, es la principal área de acción de Acción contra el
Hambre en Bolivia.
La mayoría de las familias guaraníes de Bolivia vive de la venta de maíz, pero esos
ingresos sólo alcanzan para cubrir sus necesidades cuatro o cinco meses después de la
cosecha.
Este déficit nutricional se conoce como hambre oculta, porque sus efectos son
invisibles pero devastadores: Retraso en el crecimiento y en el desarrollo intelectual
de los niños, riesgos durante el embarazo para las mujeres, y mayor propensión a
padecer enfermedades para toda la población desnutrida.
Además de la baja calidad de la dieta, Bolivia es asolada por dos dramas más: el de la
sequía y el de las inundaciones. Fenómenos contrarios pero igual de dañinos,
que destruyen los medios de vida de la población, sus hogares y sus fuentes de
nutrientes y que en 2006 (inundaciones) y 2010 (sequía prolongada) llegaron a afectar a
20.000 familias. Acción contra el Hambre lleva trabajando en Bolivia desde 2000.
Hambre y vulnerabilidad
De acuerdo al Informe de Desarrollo Humano del PNUD 2010, Bolivia está clasificada
como un país desarrollado a medias, y ocupa el lugar 95 entre los 166 países
encuestados para el informe.17 Cuando el MAS asumió a inicios del 2006, Bolivia
ocupaba el lugar 113 de entre 177 países. A pesar de esta mejora, Bolivia se encuentra
aún entre los países más pobres de la región de América Latina y el Caribe (LAC) con
un estimado del 56% de la población por debajo del nivel de pobreza y un 33% viviendo
en condiciones de pobreza extrema. Es más, el 12% de los bolivianos sobreviven con
menos de 1 dólar US diario.
Las encuestas del WFP compartidas con la misión, muestran que el costo de los
alimentos creció en Bolivia en un rango significativamente más alto que los demás
precios debido, en parte, a la sequía y las inundaciones que tuvieron lugar en los
primeros meses de 2010. Productos básicos en la alimentación, tales como el azúcar, la
harina de trigo y de maíz, aumentaron más de un 40% en relación con el año anterior.
Según el WFP, tales incrementos han traído como resultado una reducción de la
cantidad de alimentos que consumen las familias de los municipios más vulnerables a la
inseguridad alimentaria.
Dentro de esas comunidades, los niños por debajo de los cinco años de edad tienen más
riesgos por las penurias que sufren esos sectores. Cifras de la Organización Mundial de
la Salud (WHO) en 2008 indican que en Bolivia el 27.2% de los niños por debajo de los
cinco años de edad sufren de malnutrición crónica, en comparación con el 15.8% en
toda la región de LAC.
De acuerdo con el Banco Mundial, un estimado del 80% de los niños entre seis y
veintitrés meses de edad padece anemia. Entre los niños existe una separación que
distingue a los niños indígenas y no indígenas, con un 28% de niños indígenas que
padecen desnutrición crónica, en comparación con el 16% de los niños no indígenas que
la sufren.
2. Determinar actores
3. Determinar el problema
2.- Elevado índice de mortalidad infantil, es de 29 defunciones por mil nacidos vivos
- La creación de bonos también ayuda a proteger a binomio madre – niño, Ej. El Bono
Juana Azurduy de Padilla, Bono dignidad, Bono Juancito Pinto.
Sin embargo no existe una evaluación de estos programas, por lo que propongo y
sugiero, evaluar como el gobierno central, la entidades territoriales autónomas vienen
ejecutando los programas y proyectos.
Al ser los departamentos de Potosí, Chuquisaca, Beni, Pando, con las tasas mas altas de
desnutrición y mortalidad infantil, sugiero identificar los municipios mas vulnerables y
crear a través de leyes departamental programas de dotación de alimentos y
paralelamente establecer planes para el desarrollo de esas comunidades para que vayan
desarrollandose.
6.- Segmentación
La población indígena mayoritaria está constituida por los pueblos quechua y aymara,
existiendo en el país una muy alta diversidad cultural y una vulnerabilidad demográfica
significativa, especialmente en la Amazonía
Abog. Elena Judith Aguilar Flores
Casi el 40% de los indígenas no habla español. Los indígenas han sabido preservar las
tradiciones de sus ancestros en la vestimenta, la lengua y el estilo de vida. Bolivia
presenta en todas sus variantes culturales una enorme influencia de este pasado
precolombino, lo cual implica que la cultura popular ha sufrido muy pocas
transformaciones debido, probablemente, al aislamiento geográfico del país.
De acuerdo al Censo de Población del año 2001 del Instituto Nacional de Estadísticas
(INE), Bolivia cuenta con 8.274.325 habitantes, de los cuales el 58% vive en zonas
urbanas y el 62% se considera población indígena. Según los propios indígenas, ellos
son el 90% del país. Asimismo, Bolivia cuenta con 35 pueblos indígenas y originarios
ubicados en tierras altas y tierras bajas.
El 25% del territorio boliviano es altiplánico asociado a la cordillera andina, el 15% por
los valles interandinos y el 60% por los llanos. Casi el 50% de la población vive en el
Altiplano, el 30% en los valles y el 25% en los llanos. Inequidad, ciudadanía y pueblos
indígenas en Bolivia, precarias condiciones de vida y a la escasa disponibilidad de
servicios de salud, agua y saneamiento básico.
De hecho, el 78% de los hogares indígenas pobres no cuenta con acceso a agua potable
y el 72% carece de servicio sanitario. Varias regiones están expuestas a enfermedades
endémicas como el chagas, malaria y tuberculosis que tienden a generar la prevalencia
de altas tasas de mortalidad y desnutrición de los niños.
BIBLIOGRAFÍA