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Habría que reseñar también que la entomología agrícola no solo abarca todo lo
vinculado al campo y los cultivos, sino que también estudia los
sistemas agropecuarios, es decir todo lo vinculado a la ganadería, así como la
apicultura.
¿Qué estudia la entomología agrícola?
La entomología es ciencia zoológica que se encarga de estudiar a los insectos. El
origen de su nombre viene de las palabras griegas éntomos, «insecto», y logos,
«ciencia».
En el caso de la entomología agrícola, esta estudia desde la estructura que tiene
cada insecto, así como la relación que pueden generar con cualquier tipo de
vegetal o de fruto que existe en un campo determinado.
En este caso, son de interés aquellos insectos que tengan influencia en todo lo
vinculado a la agricultura, ganadería o apicultura. Ya sea por su importancia para
un desarrollo estable, como es el caso de las abejas al transportar polen, o para
todo lo contrario, siendo causa de plagas o enfermedades que afecten a los
cultivos.
Gracias a la entomología agrícola, surgida a raíz de los métodos científicos
desarrollados en el siglo XVI, poco a poco el hombre dejó atrás las supersticiones
o “maldiciones del más allá” que habían sido los razonamientos implantados hasta
entonces para explicar por ejemplo las plagas.
La entomología y los fitófagos
Ya hemos hablado de lo que representa la entomología, pero ¿qué función puede
cumplir los fitófagos? Estos son los encargados de hacer que algunos frutos o
vegetales que consumimos se vuelvan digeribles para nuestro cuerpo.
Un buen ejemplo de lo positivo que puede llegar a ser el hecho de que los insectos
hagan vida en estos cultivos son las hormigas.
Al ser muchas las que acostumbran a vivir dentro de los árboles y las acacias,
esto provoca que los herbívoros rechacen consumir sus frutos, favoreciendo
entonces la recolecta humana. Algunas de estos árboles que albergan hormigas
son los manzanos, naranjos o perales.
E. O. Wilson (1929), uno de los entomólogos más icónicos, aseguró que por cada
hectárea que se encuentra en la selva amazónica con apenas docenas de pájaros
y mamíferos, cuenta con más de mil millones de invertebrados
Por lo tanto, en cualquier tipo de cultivo y vegetación podemos encontrar distintas
plagas y subespecies viviendo dentro de ellas. Esto significa que algunas
afectarán tanto positiva como negativamente nuestros cultivos.
A su vez, según el microbiólogo, Jona Sal: “En caso de que desaparezcan los
insectos de la tierra, se perderá toda vida en general en unos 50 años. Ahora bien,
si el ser humano desapareciera de la tierra, el resto de especies no solo se
mantendrían, sino que además resurgirían las ya extintas”.