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Patricia Guzmán Rosiles

América Latina Hoy II


La Llorona: la justicia sobrenatural y el sentir de un pueblo

Efraín Ríos Montt (1926-2018), es recordado como uno de los dictadores militares más
violentos de Centroamérica. Llegó al poder por medio de un golpe militar en 1982, con el
pretexto de poner orden a un gobierno profundamente corrupto. En 1999, Rigoberta Menchú
presentó cargos por genocidio contra Montt y otros generales y tres civiles. Sin embargo no
fue sino hasta 2013 que se dio apertura al juicio de Ríos Montt por delitos de genocidio y
crímenes de lesa humanidad. En mayo de ese año se le declara culpable y se le sentencia a
cincuenta años por genocidio al pueblo maya-ixil y treinta años por crímenes de lesa
humanidad. No obstante, dos semanas después de haberse dictado dicha sentencia, esta quedó
anulada por inconsistencias procesuales y por no demostrarse la plena intención del Estado de
llevar al exterminio a este u otro grupo étnico.
Este es el contexto en el que se inspira la película La Llorona (2019) del director
guatemalteco Jayro Bustamante: Enrique Monteverde (Julio díaz), un general guatemalteco
retirado, es sentenciado por genocidio. Durante el juicio se escucha el fuerte testimonio de
una mujer maya-Ixil que relata la persecución que el ejército guatemalteco llevó a cabo
contra su pueblo con el pretexto de que eran guerrilleros, así como las violaciones a las
mujeres y asesinato de niños inocentes. Dos semanas después la sentencia se anula, lo que
lleva a que el general Enrique y su familia, compuesta por su esposa Carmen (Margarita
Kénefic), su hija Natalia (Sabrina de la Hoz) y su nieta Sara (Ayla-Elea Hurtado), se
recluyan en la mansión debido a las protestas que se desatan tras la anulación de la sentencia
y que rodean toda la casa. La familia no tendrá descanso durante el desarrollo de toda la
historia.
El elemento sobrenatural de la película se deja ver desde el inicio, Enrique Monteverde, la
noche antes de recibir su veredicto en la corte, es despertado por el llanto de una mujer. Un
llanto lúgubre y triste al que él reacciona con violencia pues en su cabeza cree que es el llanto
de una guerrillera que se ha infiltrado en su casa, pero no había rastros de ninguna mujer
llorando, solamente los sirvientes de la mansión (cabe aclarar que los empleados son todos
mayas-ixiles) que, asustados después de lo acontecido, deciden irse pues aunque dicen que no
escucharon nada, saben de la leyenda de la llorona y no piensan quedarse más ahí. Son
conscientes de los crímenes de su jefe, por ello entienden el significado del llanto que él
escucha. Dicen en esta escena que él “la escucha cerca de su oído”, parece una maldición.
Es importante apuntar a que los diálogos de la mayoría de la servidumbre y los mismo
testimonios de la mujer (testigo número 82) durante el juicio, están en Kaqchikel. Existe una
pulsión de representación de la multiculturalidad guatemalteca en la película.
Posterior al encierro en la mansión y a la renuncia de casi todos los empleados de la casa,
solamente se queda Valeriana (María Telón) (lleva ya más de veinte años trabajando ahí y
que al parecer puede ser hija del general, cosa que nunca se aclara explícitamente), y llega
una mujer joven a trabajar en la mansión: Alma (María Mercedes Coroy). La aparición de
Alma es misteriosa: el general Enrique, mientras observa la manifestación afuera de su casa,
ve cómo entre la multitud se acerca poco a poco una mujer maya vestida de blanco y que
solamente lleva consigo una bolsa verde. La mujer al llegar al cerco de policías próximo a la
puerta principal, voltea hacia arriba y mira fijamente al general, él no reacciona y
simplemente le mantiene la mirada. Ella parece decirle “te veo y vengo por ti”. Es una escena
bastante significativa porque la mirada no parece apacible, sino retadora y es a partir de la
aparición de Alma que las cosas en la casa comienzan a cambiar.
A la llegada de Alma le precede una escena muy interesante, Natalia empieza a dudar de
la inocencia de su padre, comienza a cuestionar a su madre pues supone que él le contaba
todo a ella. Escuchar los testimonios le provoca una velada anagnórisis, se reconoce parte de
una familia insensible y parte de una historia de violencia, partícipe del dolor de un pueblo.
Ella no está lejos de ser una víctima de su propio padre y el sistema político que él implantó
en los ochentas, el padre de su hija está desaparecido, ella no sabe si la dejó o si fue víctima
de desaparición.
Cuando Natalia habla con Carmen, en un salón blanco con ventanales, lleno de sillas
vacías (que bien pueden no significar nada o pueden representar las ausencias que las
rodean), lo primero que hace esta última es cuestionar su fidelidad “¿le estás creyendo más a
esas prostitutas que a tu propio padre?”(24:36) “¿de qué lado estás, no me vas a decir que
estás creyéndole a todos los comunistas?” “¿Desde cuándo te volviste izquierdista? ¿con
quién te estás volviendo a juntar? Ya te convencieron”(25:51-26:08). La última pregunta
“¿con quién te estás volviendo a juntar?” devela un pasado subversivo de Natalia, un pasado
que, se supone, tiene que ver con el padre ausente de su hija Sara.
La palabra comunista tiene un significado esencial en la película, es un insulto, como bien
aclara Jayro Bustamante en una entrevista al periódico El Correo, comunista es una palabra
usada como insulto para identificar a las personas que luchan por defender los derechos
humanos, dice “El vocablo no tiene nada que ver con una idea política, sino que se refiere a
todas las personas que defienden los derechos humanos. Vivimos en un reino de corrupción
política en Guatemala y si la gente no acepta los derechos humanos pueden suceder cosas
horribles como el genocidio que ya sucedió durante la guerra civil.” (Estévez)
Alma, es una mujer muy joven que, por boca de Susana, Natalia se entera de que tuvo dos
hijos y ambos están ya muertos. Alma es de lo más profundo de las montañas, allá donde
empezaron las matanzas. No sabe qué tan vieja es y, Valeriana le dice que en el pueblo
tampoco saben quién es ella. Siempre con mirada melancólica, Alma deambula por la
casona y pasa tiempo con Susana. A Susana le cuenta que conoce a su abuelo desde hace
mucho tiempo. Alma le enseña a Susana a aguantar la respiración bajo el agua. Estas son
pistas que los guionistas esparcen en los diálogos. La humedad y el agua son elementos
simbólicos muy fuertes en la película. A pesar de estas pistas de la mujer misteriosa que se
baña en la piscina por las noches, no sabemos nada más que: no es cualquier presencia y que
llega a la mansión atormentar al general.
De la vida de Alma nos enteramos a través de los sueños de Carmen, poco a poco se
revela en mensajes oníricos que ella es una víctima del propio Enrique y que sus hijos fueron
muertos ahogados en el río bajo sus órdenes. Mientras se llevaban a los niños, ella lloraba
desconsolada, “Si lloras te mato” le gritaban. No podía dejar de llorar, en su presencia
ahogaban a sus hijos. La mataron de un tiro en la cabeza, su ejecutor fue el general Enrique
Monteverde.
Este largometraje resulta más profundo cuando se entiende al final que La Llorona no sólo
está buscando justicia para ella sola, sino que representa la necesidad de justicia de un pueblo
que está dolido por las matanzas y por los desaparecidos. Es la representación sobrenatural
del resarcimiento y la reparación a las víctimas. La impunidad, cuando se hizo todo lo que se
pudo en vida, fue violentada también por el mismo régimen corrupto, manejado por los
sectores privados de Guatemala. La impunidad más allá de ofender en la materialidad, es un
insulto para los desaparecidos y los asesinados. La ofensa, en este caso, se pagó con la muerte
a manos de la propia Carmen, poseída por la ira de Alma. El manejo de la trama es
interesante, el uso del mito de la llorona como una historia política provoca un impacto más
fuerte en el espectador. Parece gritar: Para que haya justicia en este país, los mismos muertos
deben venir a buscarla.
Fuentes

Bustamante, Jayro, director. La Llorona. 2019. La Casa de Producción. Pelis Pedia,

https://www2.pelispedia.io/pelicula/la-llorona-2020.

Estévez, María. “Si algo me motivó a hacer 'La llorona' fue impulsar la idea de

justicia.” El Correo, 11 noviembre 2020, https://www.elcorreo.com/butaca/cine/jayro-

bustamante-motivo-20201111185802-ntrc.html?ref=https%3A%2F

%2Fes.wikipedia.org%2F. Accessed 01 mayo 2022.

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