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Estereotipos de género relacionados con la alimentación.

¿Qué es un estereotipo?
Son construcciones culturales creadas en torno a un grupo humano, que se basan en
generalizaciones, prejuicios, mitologías urbanas o percepciones simplificadas y
exageradas del mismo. Generalmente, le atribuyen características, propiedades o
intereses a dicha comunidad, de los cuales se hacen eco terceros y a menudo terminan
por consolidar un prejuicio social.
Estereotipo de género
Son las ideas, cualidades y expectativas que la sociedad atribuye a mujeres y hombres;
son representaciones simbó licas de lo que mujeres y hombres deberían ser y sentir;
son ideas excluyentes entre sí que al asignarnos una u otra reafirman un modelo de
feminidad y otro de masculinidad.
Una dicotomía fundamental es que mientras los hombres socialmente han estado
asignados al espacio pú blico, donde se toman las decisiones políticas, sociales y
econó micas, las mujeres han estado asignadas al espacio privado, donde llevan a cabo
el trabajo de cuidados y crianza.
Al estereotipo de feminidad se asocian ciertas características y roles: maternidad,
trabajo doméstico y cuidado de otras personas, el ser cariñ osas, sensibles, débiles,
sentimentales, intuitivas, buenas, dependientes, sumisas, adaptables. Por su parte, al
estereotipo de masculinidad se asocian el rol de proveedor y el ser fuertes,
competitivos, racionales, valientes, poco expresivos, dominantes, independientes, se
naturalizan conductas violentas.
Estereotipo de género relacionado a la alimentació n
Los estereotipos de género relacionados con la alimentació n han persistido a lo largo
del tiempo, contribuyendo a la formació n de expectativas culturales que afectan tanto
a hombres como a mujeres. En términos de físico, existe la creencia arraigada de que
las mujeres deben preocuparse má s por mantener una figura delgada, mientras que
los hombres pueden permitirse tener una mayor complexió n física y muscular. Esta
presió n social puede llevar a comportamientos alimentarios específicos, como dietas
restrictivas en el caso de las mujeres y un énfasis excesivo en la ingesta de proteínas
para los hombres.
En cuanto a las preferencias alimentarias, las mujeres a menudo enfrentan la presió n
de optar por comidas má s ligeras y saludables, mientras que los hombres son
estereotipados como consumidores de alimentos ricos en calorías y proteínas. Esta
dicotomía puede generar un ambiente poco saludable, ya que impone restricciones
innecesarias y promueve ideas preconcebidas sobre las elecciones alimentarias
basadas en el género en lugar de en las necesidades individuales y la diversidad de
preferencias.
Las restricciones dietéticas también son objeto de estereotipos de género, con la idea
de que las mujeres deben seguir dietas má s estrictas para mantenerse delgadas,
mientras que a los hombres se les anima a comer grandes cantidades sin preocuparse
por la figura. Estos estereotipos pueden resultar en há bitos alimentarios poco
saludables y contribuir a la perpetuació n de normas dañ inas en torno al cuerpo y la
alimentació n. Es esencial desafiar estos estereotipos para promover una relació n má s
equitativa y saludable con la comida, independientemente del género.
Ejemplos:
 Las mujeres son amas de casa y que deben hacerse cargo del cuidado de los
niñ os y de los quehaceres del hogar, mientras que es el hombre el que debe
salir a trabajar y proveer a la familia. Actualmente, este estereotipo se está
logrando revertir de forma significativa. De hecho, en muchas carreras
universitarias que antes eran asociadas con el hombre, hoy el porcentaje de
mujeres es superior.
 En el imaginario de muchas sociedades existe la idea de que a las niñ as les
gusta jugar a las muñ ecas y a la casita, mientras que los niñ os prefieren los
soldaditos o la pelota. Por supuesto que esto no es así, sino que muchas veces
juegan juntos a los mismos juegos.
 A las mujeres les gusta el color rosa y a los hombres, el azul. Es por esto muy
comú n que a los bebés recién nacidos se les regale ropa con colores de acuerdo
a su género. De todas formas, en los ú ltimos añ os esta concepció n se ha venido
revirtiendo e incluso algunos, para salirse de este estereotipo, optan por
obsequiar ropa amarilla o verde.
Conclusió n
El nutrió logo, al identificar estereotipos de género relacionados con la alimentació n
en las personas que atiende, debería abordar la cuestió n de manera holística y
sensibilizada. Es crucial fomentar un ambiente de consulta inclusivo, donde se
desafíen y desmantelen los prejuicios de género asociados con la alimentació n. El
profesional de la nutrició n debe adoptar un enfoque personalizado, reconociendo las
necesidades y preferencias individuales má s allá de las expectativas impuestas por la
sociedad. Ademá s, proporcionar educació n sobre la importancia de una alimentació n
equilibrada sin distinciones de género, alentar la aceptació n del propio cuerpo y
promover há bitos alimentarios saludables basados en la diversidad y las necesidades
individuales, contribuirá a una prá ctica nutricional má s inclusiva y efectiva.
"Estereotipo". Autor: Equipo editorial, Etecé. De: Argentina. Para: Concepto.de.
Disponible en: https://concepto.de/estereotipo/. Ú ltima edició n: 8 de abril de 2022.
Consultado: 08 de marzo de 2024
Estereotipos de género. (s. f.).
Inmujeres. https://campusgenero.inmujeres.gob.mx/glosario/terminos/estereotipos-
de-genero
"Estereotipos". Autor: Equipo editorial, Etecé. De: Argentina. Para: Enciclopedia de
Ejemplos. Disponible en: https://www.ejemplos.co/20-ejemplos-de-estereotipos/.
Ú ltima edició n: 27 junio, 2023. Consultado: 26 febrero, 2024.

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