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El canto de la Última Cena

La parte final de la última cena

Entonces, ¿Que sucedió al final de la Última Cena? Los Evangelios nos


cuentan "Después de haber cantado el himno, salieron al Monte de los Olivos"
(Marcos 14:26). La palabra himno es una traducción de la palabra Hebrea Halel (
‫)ַה ֵּלל‬, una referencia a los salmos de alabanza (113-118), los cuales se canta en la
noche de la Pascua Judía como parte de la festividad del Seder. Parece que a
Jesús le encantaban estos salmos cuyo mensaje principal es la salvación.

El significado hebreo original de himno

La palabra Halel significa "alabar" en hebreo. Es una de las palabras más


importantes en la Biblia Hebrea. También proviene de la raíz de Haleluya (‫)ַה ָּללּוָיּה‬,
la cual significa "Alaben a Dios", al igual que el nombre del Libro de Salmos en
Hebreo, Tehilim (‫)ְּת ִה ִּלים‬. Es precisamente el libro de Tehilim (Salmos 118:25-26)
que se recita en Domingo de Ramos cuando las multitudes proclaman "¡Hosanna!
¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! (Marcos 11:9).
Los hijos de Eva: Caín y Set

¿Diferentes nombres o diferentes orígenes?

En hebreo, el nombre Caín, ‫( ַק ִין‬kayin), implica que algo es «adquirido». El


nombre refiere a la acción de Eva: fue ella quien «adquirió» algo. Esperando que
se cumpliera la promesa de Génesis 3, Eva pensó que tenía que hacer algo al
respecto, creía que su responsabilidad era resolver la situación. Por eso nombró
así a Caín: pensó que lo había «adquirido» de Dios para arreglar la situación.

Por el contrario, el nombre Set expresa una cosmovisión completamente


diferente. En hebreo, Set, ‫( ֵׁש ת‬shet), significa «proveído» o «provisto». Viene del
verbo hebreo ‫ָלִש ית‬, que significa «designar» o «proveer». Pon atención al detalle:
en este caso, el nombre refiere a la acción de Dios, no a la de Eva. Esta diferencia
es extremadamente significativa y muestra que, a esta altura, Eva ya sabía que
solo podía ayudar la gracia de Dios, a pesar de sus esfuerzos.

La unción de Jesús
Un ritual de devoción

Los lectores bíblicos están muy familiarizados con el término Mesías (el
Salvador o Redentor). Pero no todos saben que el origen de esta palabra es
hebreo. En el antiguo Israel, los reyes eran coronados con aceite derramado sobre
sus cabezas. Este ritual sagrado se llamaba meshija (‫ )משיחה‬o unción. Debido a
esto, en aquel entonces el rey era llamado el mashiaj (‫ )משיח‬o el ungido.
Esperando la llegada del rey

Como todos los judíos, María esperaba con fervor la llegada prometida del
rey redentor, descendiente de David. Mientras cenaban en casa de Simón, el
leproso, en Betania, ella derramó sobre la cabeza de Jesús un frasco entero de un
caro aceite perfumado. María sabía que debía hacer esto para que Su destino
mesiánico pudiera cumplirse. Solo el aceite más preciado, perfumado con nardo,
sería el adecuado para ungir al hijo de Dios.

Regresa a la verdadera fuente

María se empoderó e hizo, sencillamente, lo que nadie más tuvo el valor de


hacer: proclamar a Jesús de Nazaret como el Mesías. Mucho más tarde, la
palabra hebrea mesías se convirtió en la griega christos, y los seguidores de
Jesús fueron llamados cristianos. Ahora llegó el momento de que te empoderes tú
también.

Batallar sin armas, solo con cantos


Una respuesta insólita ante la amenaza

De cara a los feroces ejércitos enemigos, el rey Josafat optó por una
respuesta que, a simple vista, parecía suicida: enviar a los cantantes levitas al
frente de batalla, por delante de los guerreros. Lo sorprendente fue que la táctica
funcionó, incluso mejor que cualquier respuesta militar esperada: «Cuando los
cantos de alabanza comenzaron a escucharse, el Señor puso contra los amonitas
y moabitas, y contra los del monte de Seir, las emboscadas que ellos mismos
habían tendido contra Judá, y acabaron matándose los unos a los otros» (2
Crónicas 20:22).

El maravilloso doble sentido

«Las alabanzas de los niños de pecho son tu mejor defensa contra tus
enemigos; ellas silencian a tus vengativos adversarios» (Salmo 8:2). Este
versículo, citado más tarde por Jesús, contiene un fascinante juego de palabras.
La palabra ‫( ֹעז‬Oz) —traducida aquí como «defensa»— tiene un primer significado
de fuerza y valor, y un segundo significado de alabanza. Una sola palabra hebrea
contiene la esencia de la historia del ejército que ganó cantando.

El asombroso significado de sh’ol


Corazón de la Tierra

En la famosa historia de Jesús sobre el hombre rico y Lázaro, ambos llegan


al mismo lugar: el inframundo. En hebreo este lugar se llama sh’ol (‫)ְׁש אֹול‬, la
morada de todos los muertos, tanto de los justos como de los malvados. No hay
una palabra exacta en español que represente este lugar, es decir, que abarque
por igual al cielo y al infierno. Es importante considerar que se trata de un lugar de
paso, una antesala a la verdadera vida después de la muerte.

La señal de Jonás

Jesús estaba muy familiarizado con la idea de sh’ol. Cuando la multitud se


burló de Él y le pidió una señal para probar su divinidad, Jesús se negó y dijo que
Él no era ningún mago. En cambio, les dio la señal de Jonás: «Porque así como
Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del gran pez, así también el Hijo
del Hombre estará tres días y tres noches en el corazón de la tierra» (Mat. 12:40).

El lugar para cuestionar

El concepto «corazón de la tierra» se refiere a la muerte temporal que


experimenta Jesús entre la crucifixión y la resurrección. Jesús no fue al infierno,
sino a sh’ol, la tierra de todos los muertos. La palabra sh’ol viene de la raíz hebrea
ŠAL (‫)שאל‬, que significa «cuestionar» o «preguntar». Es aquí donde las almas de
toda la humanidad pasan por un proceso de cuestionamiento, indagatoria y juicio
antes de que puedan ser admitidas en el Reino de los Cielos.

Israel: su significado oculto


La explicación tradicional

El hombre le dijo a Jacob: «Tu nombre ya no será Jacob, sino Israel; porque
has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido» (Génesis 32:28). Se cree
que el nombre «Israel» proviene de la palabra hebrea sharit (‫)שרית‬, que significa
«luchar» y «prevalecer». Cuando exploramos más este nombre podemos
reconocer la transformación que hubo en Peniel, porque el nombre de Israel
también puede leerse como Yashar- El (‫אל‬-‫)ישר‬. La palabra hebrea yashar (‫)ָיָׁש ר‬
significa recto, honesto, honorable, y respetuoso de la ley. Bíblicamente significa
«persona justa y temerosa de Dios». La raíz akov ( ‫ )ָע ֹק֙ב‬proviene de «yakov» que
significa «torcido». Si nos basamos en este versículo: «...que se enderece lo
torcido ( ‫( »)ֶֽהָע ֹק֙ב‬Is 40:4), entendemos que el significado es: Israel es a quien Dios
enderezó para que no fuera «torcido y desigual».
Revela los significados ocultos de las Escrituras

Los nombres judíos antiguos simbolizaban algo muy importante porque


hablaban del carácter, los hechos y la identidad de una persona. Cuando a alguien
se le daba un nombre nuevo, implicaba un cambio en su identidad.

Direcciones en la Tierra Prometida


La promesa de Dios a Abraham

En Génesis 13, Dios reafirma la promesa de la tierra a Abraham y su


descendencia:

«Levanta ahora tus ojos y, desde el lugar donde estás, mira hacia el norte y
hacia el sur, hacia el oriente y el occidente. Toda la tierra que ves, te la daré a ti y
a tu descendencia para siempre» (Gen.13:14-15).

Las cuatro palabras hebreas utilizadas para indicar las direcciones nos dan
una percepción fascinante.

Las verdaderas direcciones bíblicas

El hebreo bíblico tiene una relación marcada con el espacio y la ubicación


física, estas palabras describen lugares, más allá de solo direcciones:

Negbá: significa «al sur» o al Néguev, la región desértica al sur de Israel.

Yamá: significa «al occidente». El mar es yam en hebreo, por lo que literalmente
significa «hacia el mar», que se encuentra al occidente de Israel.

Kedmá: significa «al oriente». En Génesis 2:8, se afirma que el jardín del Edén fue
colocado en "mikedem".

Tzafona: significa «al norte». Se refiere a la montaña de Zafón, en Siria, que se


encuentra al norte de Israel.

Sentido divino del verdadero amor

¿Tanto ama Dios a la


humanidad?

El versículo de Juan 3:16 es


uno de los más importantes
de las Escrituras, nos dice
que el amor de Dios por la
humanidad es eterno y este
es el punto central de la
Biblia. El amor de Dios por
los humanos es tan grande
que fue capaz de sacrificar a
su propio hijo. ¿En qué consiste exactamente este amor divino? La respuesta está
en la Biblia hebrea original.

El amor en hebreo

Las personas reciben el amor de Dios y, a cambio, le demuestran su propio amor:


«Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas
tus fuerzas» (Deut. 6:5). El «amor bíblico» de este versículo se diferencia del
«amor romántico». La palabra hebrea que encontramos aquí es ahav (‫)אהב‬, que
habla de la fidelidad, y no del amor romántico.

Escribe Yeshua en hebreo auténtico

Escribe el nombre real del Mesías

El nombre Yeshua tiene cuatro letras hebreas: dos muy simples (yud y vav),
y dos un poco más complejas (shin y aiin). Empecemos por las simples.

¡Recuerda que en hebreo se escribe de derecha a izquierda, al contrario


que en español!

Yud (‫ )י‬se pronuncia «ye».


1.- Es la letra hebrea más fácil de escribir.

2.- Comenzando en la parte superior de la línea, dibuja una línea vertical


corta que se detenga a mitad de camino.
Vav (‫ )ו‬se pronuncia «u».
1.- Simplemente es una versión más larga de yud.

2.- Dibuja una línea vertical más larga, que se extienda hasta la línea
inferior.

Shin (‫ )ש‬se pronuncia «sh».


Comenzando en la parte superior de la línea, dibuja una forma de «U»
ancha que se apoya sobre la línea inferior.

Dibuja una tercera línea vertical en el centro de la U para que quede como
una «E» girada de lado.

Aiin (‫ )ע‬hace el sonido «a».


1.- Comenzando en la parte superior de la línea, dibuja una forma de «U»
más estrecha.

2.- Extiende la línea horizontal de la parte inferior un poco más hacia la


izquierda.
Ahora, pon las cuatro letras juntas en este orden (de derecha a izquierda):

Ayin Vav Shin Yud

¡Fantástico! Acabas de escribir tu primera palabra hebrea: YESHUA.


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que hay detrás de los nombres reales de los personajes de las Escrituras.

Los 12 discípulos resignificados

¿Cómo llamó Jesús a sus discípulos?

Los Evangelios nos cuentan que Jesús llamó a doce hombres comunes y
corrientes, entre pescadores, obreros y recaudadores de impuestos, para
conformar su círculo íntimo de seguidores. Todos los conocemos como
«discípulos», aunque allí falta una parte importante de la historia.
Los llamó talmidim. Esta palabra hebrea viene de la raíz LMD ‫ למד‬que
significa «estudiar». Quiere decir que los discípulos estaban por encima de todos
los estudiantes, en la medida en que toda su vida estaba dedicada a aprender de
Jesús. A su vez, no lo llamaron «Mesías» o «Savoir», sino «Rabí» que en hebreo
significa «mi maestro».

Vivir cada día como un discípulo es una cualidad central de la vida espiritual
cristiana. Para ser así de devotos debemos seguir aprendiendo las Escrituras de
manera activa y constante.

Sigue la huella de la luz

La fuente de toda existencia

En hebreo original, la frase «¡Que haya luz!» es iehi or, ‫ְיִה י אֹור‬. La primera
palabra, iehi, significa «que haya» y se basa en la raíz ‫היה‬, Yahvé, el nombre más
sagrado de Dios. Estas palabras están directamente relacionadas con la idea de
existir. Otras naciones ven a sus dioses como poderosos guerreros o reyes, pero
el hebreo nos enseña que el Dios todopoderoso de Israel es la fuente de todo lo
que existe.
Una luz radiante

La segunda palabra que Dios pronunció, or (‫)'אור‬, significa «luz». A lo largo


de la Biblia, or es una palabra bendita que se asocia con alegría, claridad y
revelación, a diferencia de joshej (‫« )חושך‬oscuridad», que simboliza confusión e
ignorancia. En muchas historias bíblicas famosas, como la de la zarza ardiente,
Dios se revela a la humanidad por medio de una luz muy radiante.

Retornar a la fuente

La humanidad fue creada «a imagen y semejanza de Dios», y la frase iehi


or muestra qué significa vivir una vida bíblica. Como seres humanos no podemos
crear el mundo, pero podemos crear orden en el mundo por medio de las
palabras. Las palabras son muy poderosas y no hay lenguaje más potente que el
lenguaje original de la Biblia: el hebreo.

Otro nombre hebreo de Dios

«En el principio» hablaban así

La mayoría de nosotros sabe que la Biblia comienza con las famosas


palabras: «Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra» (Génesis 1:1). Aunque
no todos son conscientes de lo que las palabras originales, es decir hebreas,
representan realmente. Veamos cómo se dijeron por primera vez hace miles de
años:

‫ְּבֵר אִׁש ית ָּבָר א ֱא ֹלִה ים ֵא ת ַה ָּׁש ַמ ִים ְוֵא ת ָה ָאֶר ץ‬

Bereshit bará Elohim et ha-shamaim ve'et ha-aretz


Un título, no un nombre

En este versículo, la palabra hebrea para «Dios» es ‫ֱא ֹלִה ים‬, Elohim. Esta
palabra se compone de la raíz eloh, que significa «divino», y el final en plural im.
¿Significa entonces que, según el primer versículo de la Biblia, el mundo fue
creado por múltiples dioses? No, en realidad se trataba de un título honorífico de
Dios. Los antiguos israelitas llamaban Yahvé a su único Dios, pero también se
dirigían a Él como Elohim. El título en plural se usaba como muestra de respeto.

¡Compartimos el amor por el hebreo!

Hebreo bíblico para ser feliz

Cada vez que escuchamos las siguientes palabras hebreas, ya sea al leer
la Biblia, o simplemente cuando las decimos, nos sentimos transformados. Nos
llena una sensación cálida y feliz. Lo sabemos... probablemente suene loco, ¡pero
ese es el poder del hebreo! Solo con decirlas nos alegramos y nos sentimos muy
bien. ¿Te pasa lo mismo?
Aquí van tres de nuestras favoritas:

Amén: (‫ )ָאֵמ ן‬viene de la raíz hebrea A.M.N, que significa «verdad» o «fe».

Aleluya: (‫ )ַה ְל לּוָיּה‬se compone de dos palabras hebreas. Alelu («alabemos»)


y ya (una forma abreviada de «Yavé», el nombre más sagrado del Señor).

Tikvá: (‫ )ִּת ְק ָוה‬significa «esperanza» en hebreo.

Estas son tres de las palabras que más amamos... y nos encantaría
conocer las tuyas.

Dos hermanos con distinta voz

Jacob y Esaú: las diferencias

Desde el comienzo de la conversación entre Jacob y Esaú notamos una


diferencia dramática en sus discursos, tanto en el contenido como en la forma. Las
oraciones de Esaú son cortas y secas. Por ejemplo cuando dice: «Tengo
demasiado, mi hermano (‫ »)ָאִח י‬y, aunque son hermanos de verdad, en hebreo
suena como una afirmación familiar e informal. En cambio cuando Jacob
responde, escuchamos un discurso completamente diferente, refinado y educado.
El hebreo revela su verdadero carácter

Un detalle notable del discurso de Jacob es la partícula «na» (‫)ָנא‬, que


aparecía dos veces en Génesis 33:10, pero luego se perdió en la traducción. Era
una señal de un discurso cortés y formal. Jacob menciona a Dios en cada una de
sus frases, mientras que Esaú no lo hace en absoluto. Además, sus actitudes son
completamente diferentes. Mientras que Esaú dice «Tengo demasiado» (‫)ֶיׁש־ִלי ָר ב‬,
Jacob dice «Lo tengo todo» (‫)ֶיׁש־ִלי־ֹכל‬. Esaú habla de riqueza, Jacob de plenitud.

Mira las Escrituras bajo una nueva luz

Esta comparación nos ayuda a entender mejor la historia de la «bendición


robada» veinte años antes. A esta diferencia en el modo de expresarse se refirió
Isaac cuando dijo: «La voz es la voz de Jacob y las manos son las manos de
Esaú». Esta diferencia prácticamente no se puede apreciar en la traducción.

El pecado original

La dulce pregunta que hizo Dios

Después de que la serpiente tienta a Eva para que coma el fruto prohibido
del árbol del conocimiento, del bien y del mal, Adán y Eva se avergüenzan y se
esconden. Dios los encuentra y, aunque se enfada, no los castiga. En cambio, les
hace una pregunta muy simple: «El Señor Dios llamó al hombre y le dijo: “¿Dónde
estás”» (Génesis 3:9). Así se ve este versículo en el hebreo original:
‫ָה ָאָד ם ַוֹּיאֶמ ר לֹו ַא ֶּיָּכה‬-‫ַוִּיְק ָר א ְיהָוה ֱא ֹלִה ים ֶא ל‬

Vayikra Adonai Elohim el ha-Adam vayomerlo ayeka

En una palabra se resume todo

La parte más importante de este versículo es la palabra final: ayeka (‫)ַא ֶּיָּכה‬,
que se traduce como: "¿Dónde estás?”. Pero ayeka significa mucho más que eso.
Es la forma gentil de Dios de iniciar una conversación difícil preguntando
dulcemente: “¿Qué te ha pasado?, ¿dónde estás con respecto a mí?”. Esta sola
palabra expresa poderosamente la relación quebrada entre la humanidad y Dios.

Yo soy el camino

Ve por el camino de Jesús

El apóstol Pablo proclamó: «Sin embargo, una cosa debo confesar, y es


que sirvo al Dios de mis padres de acuerdo con el Camino que ellos llaman
herejía» (Hechos 24:14), frente al gobernador romano Félix durante su juicio en el
año 57 d. C. En lugar de llamarse a sí mismo cristiano, dijo que pertenecía a «el
Camino». A lo largo del Nuevo Testamento, los primeros seguidores de Jesús
usaron este nombre encriptado para referirse a sí mismos. ¿Por qué?

Cumplir la ley a cabalidad

Tanto Jesús como sus primeros discípulos eran judíos devotos, quiere decir
que observaban y guardaban las leyes de la Torá. Jesús no tenía intención de
pasar por encima de la ley, a pesar de las críticas que recibía de los fariseos.
Incluso dijo: «No piensen ustedes que he venido para abolir la ley o los profetas;
no he venido para abolir, sino para cumplir» (Mateo 5:17).
Conoce la Biblia original

La palabra hebrea que Jesús dijo cuando habló de «ley» fue: ‫הלכה‬, halajá,
de la raíz HLK ‫ך‬.‫ל‬.‫ה‬., que significa «caminar». La ley no es un conjunto de reglas
inertes y oscuras. Por el contrario es «el camino correcto por el que estamos
destinados a caminar». Este código de conducta nos guía en cada momento de
nuestras vidas. Por esta razón Jesús dijo: «Yo soy el camino, y la verdad, y la
vida» (Juan 14:6).

El vínculo de Jesús con el número 14

El antiguo método de interpretación judío

El número catorce es un ejemplo claro de gematría(1), un método


interpretativo judío que asigna números a cada letra hebrea. Por ejemplo: la
primera letra hebrea, alef (‫)א‬, es igual a 1; dálet (‫)ד‬, que es la cuarta, es igual a 4;
y vav (‫)ו‬, la sexta, es igual a 6. La gematría calcula el valor numérico de una
palabra y luego, al ver su coincidencia con otra que tiene exactamente el mismo
valor numérico, revela otro tipo de conexión entre ellas.

Bien, ¿y por qué catorce?

Mateo construye la genealogía alrededor de este número porque el nombre


David (‫)דוד‬, según la gematría, tiene un valor de 14. ‫( ד‬dálet) + ‫( ו‬vav) + ‫( ד‬dálet)
equivale a: 4 + 6 + 4 = 14. Además, David es el decimocuarto nombre que figura
en la lista. El énfasis en David es bastante claro. Mateo usa el número catorce
para conectar a Jesús con el rey David y presenta su genealogía de una manera
distintivamente judía.

Descubre el trasfondo judío

Tanto la genealogía como la gematría eran importantes para los judíos del
primer siglo. Por eso era clave para Mateo usar este número y hacer obvia la
conexión entre Jesús y David.

(1) Gematría o gematria es un método de interpretación de nombres, palabras y frases


hebreas basada en la asignación de valor numérico a cada carácter del alfabeto hebreo. A
diferencia de la isopsefía(2) y la numerología, la gematría también emplea la metátesis,
afectando la pronunciación de las letras combinadas.

(2) La Isopsefía (ἴσος isos,"igual" y ψῆφος psephos,"guijarro") es la práctica de sumar los


valores numéricos de las letras (véase Numeración griega) en una palabra para formar un
solo número. Los antiguos griegos utilizaban guijarros ordenados en patrones para
aprender aritmética y geometría.

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