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Comunicación para la argumentación de textos


orales y escritos
Maestra Leticia Verónica Ortiz López

TIPOS DE NARRADORES
En literatura hay diferentes tipos de narrador, cada uno con sus características.

Narrador en primera persona


El narrador en primera persona es aquel que relata desde la primera persona gramatical, o sea, empleando los
pronombres personales yo o nosotros. Por lo tanto, cuenta eventos que le ocurrieron a él mismo (protagonista)
o que les ocurrieron a otros pero él presenció (testigo).

Este tipo de narrador normalmente constituye un personaje dentro del relato y cuenta con la virtud de que
puede referirse a sí mismo: sus pensamientos, sus sueños, su subjetividad.

Un ejemplo de narrador en primera persona es el relato “Casa tomada” del argentino


Julio Cortázar (1914-1984):

“Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua (hoy que las casas antiguas
sucumben a la más ventajosa liquidación de sus materiales) guardaba los recuerdos de
nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia”.

Tomado de: Cortázar, J. (2018). Bestiario. DeBolsillo.

Narrador en segunda persona


El narrador en segunda persona es aquel que narra desde la segunda persona gramatical, o sea, empleando los
pronombres personales tú o ustedes (vosotros en el caso del español peninsular).

Se trata de un tipo de narrador poco frecuente en la literatura, debido a que su uso representa un reto mayor,
pues supone la existencia de alguien a quien se le cuenta el relato (o sea, un narratario) y a quien el narrador
se dirige expresamente. Sin embargo, el narrador en segunda persona tiene la virtud de interpelar al lector y
hacer que se adentre más rápidamente en el relato, pues produce un sentimiento de acusación o de complicidad.

Un ejemplo de narrador en segunda persona es la novela “Aura” del mexicano Carlos


Fuentes (1928-2012):

“El olor de la humedad, de las plantas podridas, te envolverá mientras marcas tus
pasos, primero sobre las baldosas de piedra, enseguida sobre esa madera crujiente,
fofa por la humedad y el encierro. Cuentas en voz baja hasta veintidós y te detienes,
con la caja de fósforos entre las manos, el portafolio apretado contra las costillas”.

Tomado de Fuentes, C. (2003). Aura. Octaedro.

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Narrador en tercera persona


El narrador en tercera persona es aquel que narra desde la tercera persona gramatical, o sea, empleando los
pronombres él o ella, o ellos o ellas. Se trata del tipo de narrador más usado en la historia de la literatura y se
refiere siempre a eventos ocurridos a terceros, es decir, a otras personas.

Este tipo de narrador puede verse o no inmiscuido en el relato que cuenta y, por lo tanto, puede ser o no un
personaje dentro de él. En todos los casos, el narrador contempla la historia “desde afuera”, o sea, sin tomar
parte importante en ella.

Un ejemplo de narrador en tercera persona es el cuento “El atajo” del argentino Adolfo
Bioy Casares (1914-1999):

“Guzmán, poco dado a juzgar a la gente, pensó que la de su tiempo era la mejor del
mundo, pero que de las nuevas generaciones más valía no hablar. Sobre todo, porque
uno se equivocaba. Battilana, por ejemplo, que en el ambiente de Ferrocarril Oeste
brillaba como espíritu mordaz y amplio, confrontado a los muchachos perdía lustre. Él
se preguntaba si traerlo al círculo de los íntimos no había sido un error y, peor aún,
hablarle del viaje”.

Tomado de: Casares, B. (2015). Historias fantásticas. Emecé.

Narrador protagonista
El narrador protagonista es aquel que también es el personaje principal de la historia, o sea, que cuenta de
primera mano los sucesos que le ocurrieron. Normalmente, este tipo de narrador emplea la primera persona
gramatical, por lo que coincide con el narrador en primera persona. Es el narrador usual en
memorias, autobiografías y diarios, pero también en otros tipos de narración, y forma parte de los
narradores intradiegéticos, o sea, que se hallan “dentro” de la historia contada.

El narrador protagonista tiene la ventaja de poder acudir a su propia subjetividad e interioridad a la hora de
contar la historia, de modo que puede hacer digresiones, elucubraciones y explicaciones, pero su punto de
vista al mismo tiempo se ve limitado a la información que posee o los eventos que experimenta. Es imposible,
por ejemplo, que un narrador de este tipo sepa lo ocurrido en un lugar donde no se encuentra presente.

Un ejemplo de narrador protagonista lo constituye el cuento “China” del chileno José


Donoso (1924-1996):

“Al entrar por la calle, un tranvía vino sobre nosotros con estrépito. Busqué refugio
cerca de mi madre, junto a una vitrina llena de hojas de música. En una de ellas,
dentro de un óvalo, una muchachita rubia sonreía. Le pedí a mi madre que me comprara

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esa hoja, pero no prestó atención y seguimos camino. Yo llevaba los ojos muy abiertos.
Hubiera querido no solamente mirar todos los rostros que pasaban junto a mí, sino
tocarlos, olerlos, tan maravillosamente distintos me parecían”.

Tomado de: Donoso, J. (2022). Cuentos. Alfaguara.

Narrador testigo
El narrador testigo es aquel que forma parte de la narración, pero no como protagonista, sino como un testigo
(confiable o no) de los sucesos. Es decir, este narrador también es un personaje de la historia (o sea, un
personaje intradiegético), pero cuenta los eventos que le ocurrieron a un tercero. Para ello puede emplear
tanto la primera como la tercera persona gramatical, e incluso una combinación de las dos.

A diferencia de otros narradores, el narrador testigo conoce de la historia únicamente lo que ha presenciado
o experimentado (o lo que, a su vez, le contaron), de modo que su descripción de la historia está limitada a lo
que sabe y lo que observa. Sin embargo, dado que se trata de un personaje independiente en el relato, puede
conocer detalles que el protagonista ignora y puede a su vez acudir a su propia subjetividad a la hora de contar
lo ocurrido.

Un ejemplo de narrador testigo lo constituye el cuento “Circe” del argentino Julio


Cortázar (1914-1984):

“Yo me acuerdo mal de Mario, pero dicen que hacía linda pareja con Delia. Aunque ella
estaba todavía con el luto por Héctor (nunca se puso luto por Rolo, vaya a saber el
capricho), aceptaba la compañía de Mario para pasear por Almagro o ir al cine. Hasta
ese entonces Mario se había sentido fuera de Delia, de su vida, hasta de la casa. Era
siempre una “visita”, y entre nosotros la palabra tiene un sentido exacto y divisorio”.

Tomado de: Cortázar, J. (2018). Bestiario. DeBolsillo.

Fuente: https://concepto.de/tipos-de-narrador/#ixzz8Un61NBYY

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