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¿Cuáles son las principales diferencias entre competencia y estándar?

Por Aroldo David Noriega


Con la irrupción de los modelos curriculares por competencias en casi todo el mundo, los
educadores o profesores en la actualidad han tenido que cambiar el modo en que planifican
sus cursos y por supuesto el modo en el que son entregados. Día a día nuevos cursos están
siendo planificados en base a un modelo por competencias, pero desafortunadamente no
siempre se tiene claro cómo o quien redacta las competencias; de qué manera se redacta
una competencia y por supuesto de qué manera se redacta también un indicador de logro.

Definición de competencia

1. El sitio dictionary.com define la competencia como “la calidad o cualidad de ser


competente, estar en la posesión adecuada de una habilidad requerida, un
conocimiento una cualificación o una capacidad”.
2. El Ministerio de Educación de Guatemala define la competencia como: “la
capacidad o disposición que ha desarrollado una persona para afrontar y dar
solución a problemas de la vida cotidiana y generar nuevos conocimientos”.
3. El diccionario Merriam – Webster en línea es más escueto en su definición y dice
que competencia es una habilidad.
4. Finalmente, la definición que propone la “Guía para el Desarrollo de Programas
Educativos del Proyecto Tuning” es la siguiente: “cualidad, habilidad, capacidad o
destreza que ha sido desarrollada y que pertenece al estudiante”.
Es muy importante tomar en cuenta la definición del Proyecto Tuning porque este proyecto
es la base de la mayoría de modelos curriculares por competencia en América Latina.
Incluso gente que no sabe nada de este proyecto aplica los postulados del mismo.

¿Si es algo que le pertenece al individuo, cuál es la relación con los programas educativos
de una competencia?

Esta es una discusión que definitivamente va a ser difícil que llegue a su fin en los años
venideros. ¿Si la competencia le pertenece al individuo porque entonces las universidades y
escuelas de educación primaria secundaria y vocacional se empeñan en formular
competencias?

La realidad es que las empresas, las universidades y escuelas definen ideales de lo que una
persona debería ser capaz de hacer y conocer. Las llamamos competencias, pero en realidad
son estándares, esto de acuerdo a lo que dice el profesor William Horton. Horton indica que
un estándar es un requerimiento establecido por una autoridad con el fin de extender un
certificado o reconocimiento a alguien.

Las competencias, según el profesor Horton, ya que pertenecen al individuo no pueden ser
medidas. Cuando una entidad o autoridad dice que espera esto o lo otro de alguna persona
con el fin de calificar si tiene o no competencia para desempeñar cualquier tarea en realidad
lo que está estableciendo son estándares.

Las competencias o estándares educativos definen los requisitos para el desempeño efectivo
en el área de trabajo, en una sola función específica, actividad o proceso. Las competencias
o estándares educativos son utilizados como la base para definir los resultados del
aprendizaje o indicadores de logro.

Las competencias o estándares educativos son expresados con terminología de resultado.


Ellas especifican el conocimiento, la habilidad y el contexto de aplicación de ese mismo
conocimiento y destreza hasta cierto nivel aceptable.

¿De dónde se originan las competencias o estándares educativos? ¿Qué son las
competencias genéricas y específicas? ¿Cómo se redacta una competencia?
2 comentarios / currículo, Diseño-Instruccional / Por Aroldo David Noriega

En la entrada anterior dijimos que las competencias le pertenecen al individuo y por lo


tanto no se pueden medir. Al definir competencias educativas, las instituciones, empresas u
organismos de gobierno están estableciendo en la práctica estándares educativos. Medidas
sobre las cuales se ha de juzgar el nivel de aprendizaje en determinado campo por parte de
los estudiantes. El profesor Andy Gibbs dice que incluso el término “competencia” en el
mundo educativo todavía no tiene una definición generalmente aceptada.

Por lo tanto dejaremos de lado esta discusión que no nos lleva a ningún lugar y a partir de
este momento y por las siguientes entradas relativas a este tema nos referiremos a
“competencia” o “estándar educativo” como sinónimos. [Usted puede disentir con toda
libertad].

¿De dónde se originan las competencias o estándares educativos?

Usted como profesor es llamado uno de estos días a la oficina de la dirección o gerencia
general de una empresa o unidad académica y le piden redactar una serie de competencias
educativas para iniciar un nuevo programa académico o de capacitación. En medio de la
conversación de alguna manera terminan hablando de la clase de estudiantes que desean
graduar.

La decana de la unidad o director de capacitación le dicen cosas como estas:

 Quiero un individuo que pueda operar sin dificultad la computadora, los programas
de ofimática, conectarse a Internet y producir documentos o enviar correos
electrónicos.
 Quiero una persona que pueda comunicarse con facilidad utilizando diversos
medios a su alcance.
 Quiero un individuo que sea capaz de analizar todo lo que ve, escucha y piensa con
el fin de proveer soluciones a los problemas empresariales del mundo moderno.
Quiero ..

Usted como responsable de diseñar el programa piensa sin decirlo a sus jefes: (Estos locos
quieren a la Mujer Maravilla o a Batman!!)

Antes que usted deje de soñar la directora académica le dice: Te hemos designado a tí para
redactar las competencias de este nuevo programa. Queremos empezar cuanto antes. Tienes
tres meses para diseñar el nuevo programa curricular.

Termina la sesión.

¿Y ahora quién podrá ayudarnos?

La profesora Katy Moore aconseja que antes de salir de la reunión usted busque con sus
jefes la manera de transformar esos deseos en acciones concretas que luego puedan
medirse, pero no solo acciones, también debe definir las condiciones bajo las cuales se han
de ejecutar tales acciones.

Las dos grandes clases de competencias. Genéricas y específicas.

Lo primero que debemos hacer a la hora de diseñar un programa académico por


competencias es separar los deseos de nuestros jefes en dos categorías. Las competencias
genéricas y las específicas.

Competencias genéricas.

Son las competencias que pueden aplicarse en cualquier situación de la vida. En esta
categoría podemos hallar la comunicación, la habilidad con el uso de la tecnología, la
solución de problemas, etc. Estas son competencias que pueden aplicarse casi en cualquier
ámbito de la vida. Puede ver una lista de las mismas en este enlace.

Competencias específicas

Estas son aquellas competencias aplicables únicamente a un ámbito de la vida, se les llama
específicas porque solo se pueden aplicar en un área laboral o de otra naturaleza. Por
ejemplo: Los pilotos de autobús; los policías, los arquitectos, los abogados, los profesores,
cada uno de ellos posee ciertas competencias únicas a su profesión. Las competencias
específicas o estándares educativos usualmente son emitidos por entidades colegiadas,
como el Colegio de Ingenieros, las universidades, las entidades de acreditación y por
supuesto las empresas.
¿De dónde salen las competencias específicas?

Es decir, ¿quién decide que competencias son especialmente útiles en este o el otro campo?
Hasta hace poco tiempo, cuando los modelos curriculares por competencias no habían
tomado este auge, usualmente quién decidía que era lo que alguien tenía que aprender para
obtener el certificado en cualquier área eran los expertos.

Si íbamos a crear un programa académico de arquitectura pues se llamaba a los mejores


arquitectos y ellos definían lo que se esperaba de una persona que quisiera ingresar a su
gremio. Sin embargo, con la llegada del modelo curricular por competencias y la irrupción
de la tecnología en casi todos los campos de la vida, este enfoque ha empezado a tener sus
dificultades. Ahora la situación ha cambiado.

Las necesidades como punto de partida.

Si seguimos dependiendo solamente de los expertos para crear programas educativos


entonces el conocimiento se puede volver estático. Solo se reproducirá lo que ya se sabe,
pero no hay respuesta a las necesidades. Tomando el ejemplo de los arquitectos; antes del
terremoto en Guatemala, en 1976, las construcciones se hacían solamente con adobes,
luego de la tragedia que mató a más de 40 mil personas la necesidad fue de construir casas
que pudieran resistir temblores, hubo necesidad de innovar. La innovación solamente es
posible por medio del análisis de necesidades.

El modelo curricular por competencias tiene la ventaja de poner la mirada en el fin y no los
medios. Ahora, es más importante el fin que los medios para alcanzarlo. Los modelos
curriculares por competencia ponen la mirada en lo que se espera que hagan las personas
cuando termine la capacitación, el curso o la carrera, no en cuanto contenido han de cubrir
ni la forma en que lo harán.

Así que si su jefe le dice esto:

 Quiero un individuo que sea capaz de analizar todo lo que ve, escucha y piensa con
el fin de proveer soluciones a los problemas empresariales del mundo moderno.
Lo que usted debe hacer es imaginar, así como esas series de detectives en la TV, ver al
“graduado deseado” a través del espejo.

Imagine las acciones que una persona ejecutará para “analizar todo lo que ve, escucha y
piensa con el fin de proveer soluciones a los problemas empresariales...” Pregunte a sus
jefes que acciones concretas han de hacer esas personas. Esas “acciones concretas”
deberían ser precedidas de un análisis de necesidades.

Hay diferentes tipos de análisis, mega, macro, micro y quasi. El análisis mega se hace
desde la empresa o universidad hacia afuera, hacia el medio en el que desarrolla sus
actividades, el análisis macro se hace desde la empresa hacia adentro tomando en cuenta su
todo; el análisis micro se realiza en cada departamento o división de la empresa para alinear
sus objetivos a los de toda la organización y finalmente el análisis quasi que se refiere a
cada puesto de trabajo para determinar si ese puesto es necesario en la empresa y que
actividades concretas debe realizar en su puesto de trabajo.

Hágase la siguiente pregunta:

¿Cómo es un individuo capaz de analizar todo lo que ve, escucha y piensa con el fin de
proveer soluciones a los problemas empresariales del mundo moderno?

No es una tarea fácil, pero puede dividirla en partes para mejorar su análisis.

 ¿Cómo es un individuo capaz de analizar todo lo que ve?


 ¿Cómo es un individuo que escucha y piensa?
 ¿Cómo es un individuo que provee soluciones a los problemas empresariales?

Una competencia se redacta juntando lo siguiente:

 Una acción que el individuo deberá ejecutar


 Un conocimiento [conceptual, procedimental y/o actitudinal] necesario para ejecutar
esa acción y
 Un contexto dónde se ejecutará esa acción.

¿Cómo es un individuo capaz de analizar todo lo que ve?

 ¿Qué acción realizará? [analizar]


 ¿Que debe saber para poder analizar?
 ¿En dónde va a analizar? ¿Con qué? ¿Con quiénes? ¿Cuándo?

¿Cómo se redacta una competencia?

Las competencias tienen tres componentes principales: Una acción, un conocimiento y un


contexto. Esto lo veremos con más detalle en la siguiente entrega.
¿Cómo se redacta una competencia educativa?
En esta siguiente volveremos al tema de la redacción de competencias e indicadores de
logro.

Las tres partes de una competencia educativa son

 Una acción que el individuo debe ejecutar.


 Un conocimiento que debe poseer [antes] para ejecutar esa acción y
 Un contexto en dónde se ejecuta la acción.
Las acciones en una competencia deben ser medibles y observables ya sea de forma abierta
o encubierta. Es decir, si no las podemos ver o medir directamente, debemos poder hacerlo
por medio de un instrumento auxiliar.

El conocimiento tiene tres dimensiones: conocimiento conceptual [saber que];


conocimiento procedimental [saber cómo] y actitud. La actitud, según Robert Mager está
inmersa en todo lo que hacemos y no se puede medir.

El contexto por su lado lo componen los recursos que tenemos a nuestro alcance para
ejecutar la acción, el lugar y las personas con quienes la ejecutamos.

La redacción de competencias es un tema que todavía no tiene un modelo especifico.


Edward Cipe recomienda redactar la competencia de la manera más escueta posible con el
fin de no dificultar su aplicación y aconseja también como ocurre con los estándares,
proveer luego una descripción de la misma.

Ejemplo:

Identifica los detalles importantes, las ideas principales, ideas secundarias y


secuencias lógicas en textos funcionales y literarios.

[Competencia 3 del curso Idioma Español de Primero Básico Currículo Nacional Base de
Guatemala]
 ¿Cuáles son los detalles importantes de un texto? Por supuesto que los mismos
detalles importantes vienen a ser las “ideas principales”, ambos conceptos son
redundantes en esta competencia.
 Si conozco las “ideas principales” por supuesto que también indirectamente puedo
ubicar las ideas secundarias.
 ¿Cuántas clases de textos escritos existen? Hay muchas clases, pero las principales
son solamente estas dos: Textos funcionales y textos literarios.
Competencia simplificada:

Identifica ideas principales en textos escritos.

 Acción requerida: identificar.


 Condición: Tener a la mano un texto escrito.
 Conocimiento necesario para identificar ideas principales: Saber leer, saber
subrayar, determinar lo más importante de un texto escrito.
Otros ejemplos:

Competencia incorrecta:
Administra el conflicto, las desavenencias, confrontaciones y desacuerdos de cualquier tipo
en una variedad de situaciones relacionadas al recurso humano o los clientes externos, y
resuelve esos conflictos, desavenencias, confrontaciones y desacuerdos de una manera
constructiva en concordancia con las políticas de la organización con el fin de minimizar
cualquier impacto negativo en los empleados, clientes o la organización.

Competencia correcta:

Administra y resuelve conflictos de una forma constructiva con el fin de minimizar los
impactos negativos personales.

 Acción: Administra y resuelve conflictos.


 Conocimiento necesario: Debe saber cómo resolver conflictos.
 Contexto: Un conflicto. [Para ejecutar esta acción se debe estar en el medio de un
conflicto]
Incorrecto: Habla y escribe de una forma clara, concisa, organizada y convincente de
acuerdo a la audiencia a la que se dirige.

Correcto: Escribe de una forma concisa, clara, organizada y convincente para la audiencia
hacia la que se dirige.

Hablar es una competencia separada de escribir.

 Acción: Escribe.
 Conocimiento necesario: Técnicas para escribir claro, conciso, organizado y tipos
de audiencia.
 Contexto: Debe tener un mensaje para una audiencia.
Incorrecto: Conocimiento de Java y C++, así como sus aplicaciones para permitir a los
sistemas ejecutar funciones específicas.

Correcto: Utiliza lenguajes de programación [java y C++] para ejecutar funciones


específicas en un sistema digital.

 Acción: Utiliza lenguajes de programación [Java y C++].


 Conocimiento necesario: Java y C++.
 Contexto: Un sistema computarizado donde ejecutar los lenguajes.
Incorrecto: De una forma exitosa influencia, motiva y reta a los demás, se adapta a los
diferentes estilos de liderazgo en situaciones difíciles.

Correcto: Influencia, motiva y reta a los demás, adapta su estilo de liderazgo dependiendo
de la situación.
 Acción: Influencia y adapta.
 Conocimiento Estilos de liderazgo, conocimiento del estilo de liderazgo propio.
 Contexto: Situación en la que es necesario aplicar el liderazgo.
Los tres niveles de competencia

Cualquier persona que posee una competencia tiene tres niveles de desarrollo de las
mismas. Estos son:

 En desarrollo: Cuando no se ha alcanzado la competencia totalmente.


 Competente: Cuando ha alcanzado la competencia hasta un nivel mínimo
aceptable.
 Experto: Cuando el individuo puede ejecutar la acción requerida con total
naturalidad y se eleva por encima del nivel aceptable.
En la siguiente entrada vamos a analizar con más detalle estos niveles porque nos servirán
para escribir los indicadores de logro o “resultados de aprendizaje”.

¿Cuál es el papel que juegan los indicadores de logro en la evaluación por


competencias?
18 comentarios / Diseño-Instruccional / Por Aroldo David Noriega

Esta es la última entrada de esta serie de artículos dedicados a las competencias educativas.
En la primer entrada argumentamos que las competencias son habilidades, conocimientos y
actitudes que le pertenecen al individuo y por lo tanto no podemos verlas o medirlas porque
están diluidas en la personalidad de cada quién.
En la segunda entrada dijimos que cuando las universidades, escuelas, ministerios de
educación y cualquier entidad colegiada establece competencias educativas para programas
de estudio, lo que en la realidad están haciendo es establecer estándares. Los estándares son
medidas por las que se juzga si una persona ha alcanzado el nivel esperado para
desempeñarse en cualquier área de la vida, especialmente del trabajo.

Como esta es una discusión que todavía no termina y no es ese el motivo de estas entradas,
pasamos en la penúltima entrada a explicar cómo se redacta una competencia educativa, la
cual tiene tres componentes principales: Acción, condición y conocimiento.

Entonces, si la competencia no se puede medir ¿de qué manera podemos estar seguros que
el estudiante o participante de cualquier programa educativo o de capacitación está
alcanzando el nivel deseado?

Supongamos que un día de estos le dice su jefe: Tienes que estar mañana por la tarde en
Quetzaltenango, vamos a tener una reunión muy importante y debes estar allí. Su
competencia es llegar a Quetzaltenango. Usted toma su vehículo y maneja en dirección
hacia el occidente, primera ciudad que encontramos entre la ciudad de Guatemala y
Quetzaltenango es San Lucas, Sacatepéquez. San Lucas es una señal de que voy por el
camino correcto. La siguiente ciudad que pasamos es Chimaltenango, luego Tecpán y luego
“Los Encuentros”.

En Los Encuentros hay dos caminos parecidos y uno muy bien podría ir a parar a Quiché.
Si ese fuera el caso debemos corregir rumbo, regresar y volver para tomar el camino que
finalmente nos lleve a Quetzaltenango. ¿Qué son todos esos lugares que mencionamos?
Son señales de que nos estamos acercando a nuestra competencia. Esa es la función que
tienen los indicadores de logro.

El Currículo Nacional Base de Guatemala dice que los indicadores de logro son las
evidencias medibles y observables que nos permiten asegurar que estamos acercándonos a
la competencia. La Guia Tuning para el Diseño de Programas Educativos dice que “es un
resultado medible de una experiencia de aprendizaje que nos permite determinar hasta qué
nivel o estándar se ha desarrollado una competencia..”

Según esta misma guía, (a diferencia de las competencias), los indicadores de logro no son
una atribución del estudiante sino una declaración que permite a las instituciones o
profesores medir hasta que nivel una competencia [o estándar] ha sido alcanzada.

En otras palabras, yo declaro lo que tú debes saber para que yo o los que me apoyan digan
que estás capacitado o capacitada para decidir que eres o no capaz de algo.

Niveles de competencia:

En la entrada anterior también indicamos que existen al menos tres niveles de competencia:

 En desarrollo: Cuando no se alcanzado toda la competencia.


 Competente: Cuando se ha alcanzado la competencia al nivel mínimo aceptable.
 Experto: Cuando se tiene mucha experiencia ejecutando la acción.
¿Cómo se redactan los indicadores de logro?

Según la Guía Tuning los indicadores de logro deben tener estos componentes:

 Un verbo activo: Uno que se pueda medir u observar.


 Un contexto en dónde se realiza la acción. Por contexto entendemos los recursos,
el lugar y las personas con quienes se realiza esa acción.
 Un nivel de logro. Es decir, una cantidad, velocidad o calidad aceptable del
resultado del aprendizaje para determinar que se ha alcanzado el logro.
 El tipo de conocimiento que será aplicado. Usualmente esto viene relacionado al
verbo activo.
De igual forma, a la hora de redactar indicadores de logro es muy importante tener en
cuenta el nivel de competencia que esperamos medir con este indicador de logro. (En
desarrollo, competente o experto).

Ejemplo:

Competencia: Identifica ideas principales en textos escritos.

Así como está ahora mismo redactada la competencia no nos dice mucho de algo que el
alumno debería hacer dentro en un curso. Recuerde que la competencia es algo inherente
del individuo, pero los indicadores de logro son declaraciones de lo que un alumno hace en
un curso y que permite a las instituciones o profesores establecer hasta que nivel se está
alcanzado esa competencia. Por lo tanto, ¡los indicadores de logro son acciones que se
realizan dentro de la misma aula!

Para redactar un indicador de logro es bastante sencillo:

 Primero determine que acción deberá realizar el estudiante. Esta acción debe ir
alineada al verbo de la competencia, usualmente es el mismo verbo, uno similar u
otro que guarde relación con el mismo.
 Especificar la clase de conocimiento involucrado. Lo que deben saber antes de
ejecutar la acción o lo que aprenderán mientras la realizan. Hay tres clases de
conocimiento: Conceptual, todo aquello que reside en nuestra memoria;
Procedimental; el saber cómo hacer las cosas, pasos que dan como resultado un
producto y Actitudinal, la manera en que se hacen las cosas.
 Especifique las condiciones o contexto. (Este es el ¿con qué? ejecutará la acción)
Estas son condiciones impuestas por el programa de estudios o el profesor del curso.
Definen en dónde va a realizar esa acción, con qué recursos o personas.
 Especifique el nivel de logro. Esto va amarrado al nivel de competencia, en
desarrollo, competente o experto. El nivel de logro dice cuánto debe producir el
estudiante para que se considere aceptable su trabajo, a qué velocidad o con que
calidad.
Indicadores de logro vs. objetivos de aprendizaje

En muchas partes de este blog hablo sobre objetivos de aprendizaje, que tienen los mismos
componentes, y esto puede dar lugar a confusión. Los indicadores de logro como dijimos
más arriba son “declaraciones o estándares” establecidas por una institución para toda la
comunidad educativa. Los objetivos de aprendizaje son declaraciones o estándares para el
grupo de alumnos que cada profesor atiende.

Los indicadores de logro son generales, se dirigen a toda la comunidad educativa de un


curso. Por ejemplo, una universidad tiene una sola carrera de Administración de
Empresas; un curso de “Introducción a la Administración 101” pero de ese curso hay 50
secciones, la mayoría de universidades tiene campus en varias partes del país, incluso en un
solo campus puede haber varias secciones del mismo curso.

Cada curso
tiene sus propias competencias que no pueden medirse porque le pertenecen al estudiante, y
cada competencia tiene uno o más “indicadores de logro” que son declaraciones de lo que
la institución espera de TODOS los estudiantes, sin importar en dónde viven o dónde
estudian.

Los objetivos de aprendizaje son declaraciones que el profesor hace sobre lo que sus
alumnos [en cada salón o curso] serán capaces de hacer al terminar la lección.

Ejemplo de un indicador de logro:

1. Competencia: Identifica ideas principales en textos escritos.


2. Acción: Identificar ideas principales
3. Condición: Texto escrito.
4. Conocimiento: Clases de texto, ideas principales en los textos. [Conocimiento
conceptual]
5. Nivel de logro: Identificar de una a tres ideas principales de un texto de 2 páginas.
 Indicador de logro nivel I (en desarrollo). El estudiante es capaz de identificar
entre 1 a 3 ideas principales en un texto de dos páginas.
 Indicador de logro nivel II (competente) El estudiante es capaz de identificar las
ideas principales en un texto escrito de más de tres páginas.
 Indicador de logro nivel II (competente) El estudiante es capaz de identificar ideas
principales en cada capítulo o sección de textos literarios completos.
 Indicador de logro nivel III (Experto) El estudiante es capaz de identificar ideas
principales en cada capítulo de obras literarias e hilvanar todas las ideas
principales de un libro para hacer una reseña o crítica del mismo.
El trabajo de cualquier currículista terminaría aquí. Pero para los profesores todavía no.
Cada profesor deberá contextualizar su plan de estudios tomando como referencia el
indicador de logro. Con este debe elaborar un objetivo de aprendizaje para ajustar los
requerimientos del indicador de logro a la realidad de sus alumnos.

Un objetivo de aprendizaje para alumnos con competencia en desarrollo puede


quedar así:

“Mediante un trabajo en grupos de tres personas, los estudiantes seleccionan las tres ideas
principales del cuento “A la deriva” de Horacio Quiroga y presentan sus conclusiones de
forma verbal.”

¿Cuántos indicadores de logro se deben redactar por cada competencia?

Esto en realidad depende de la complejidad de la competencia. Hay algunas que solo


necesitan uno o dos indicadores de logro, otras el doble. No existe una receta que diga
cuántos indicadores deben redactarse por cada competencia; mi opinión personal es que se
redacten al menos uno para el nivel “en desarrollo” y otra para el nivel “competente”. Para
el tercer nivel, “experto” no es recomendable porque este nivel se alcanza únicamente
después de haber experimentado mucho tiempo la acción. Por eso se les llama expertos,
poseen mucha experiencia en el tema.

El mismo consejo aplica para los objetivos de aprendizaje.

REFERENCIA

Aroldo David Noriega


https://2-learn.net/director/redaccion-de-competencias/

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