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Capitalismo"
Para la filósofa española Adela Cortina, se puede entender como Ética religiosa a aquélla
que apela a Dios expresamente para orientar nuestro hacer personal y comunitario. Es decir
que el concepto que se tenga sobre Dios, más que solo ser parte de una identidad, puede
determinar el enfoque de nuestras vidas y acciones. Por este camino para el sociólogo
alemán Max Weber, el concepto de salvación para cada individuo no sólo determinaba su
moralidad, sino también como expone más a detalle en su libro "La ética protestante y el
espíritu del capitalismo" también podría orientar la inclinación a algún sistema económico
social. Si bien Weber distaba del concepto causa-efecto de Marx, él sí vió la religión como
un factor subjetivo importante en el desarrollo de las distintas sociedades. Uno de los
objetivos, que no alcanzó cumplir en vida era analizar la influencia de las principales
religiones en el desarrollo de la sociedad. Uno de los casos que llama la atención en
tiempos modernos es el de La República Popular de China, la cual cuenta con
principalmente dos creencias: Taoísmo y confucionismo. Las mencionadas filosofías
religiosas pese a aparentemente estar relacionadas a una vida sin apego a lo material,
analizando más a fondo se puede entender la influencia de este factor religioso en la actual
política económica y social en China. Por lo que a continuación se hará un breve análisis de
la perspectiva Weberiana de la religión como factor subjetivo y como esto se puede
extrapolar a la realidad actual del Gigante Asiático.
Max Weber nació en Erfurt, Prusia ubicada en el actual norte de Alemania en 1864. Este
dato es importante ya que Alemania recién sería unificada en 1871. Por lo que a diferencia
del sur que era ampliamente católico, donde nació Weber era de una mayoría protestante.
Él era hijo de un funcionario liberal y de una madre calvinista y religiosa. Esto último es
importante ya que Weber considera que la emergencia del capitalismo moderno viene de la
Reforma protestante. Basándose para esto en un acta sociológica, la cual une al espíritu del
capitalismo moderno a la mentalidad protestante viendo esto como producto de una
evolución paulatina originada de la Reforma, de una evolución religiosa. Weber argumentó
que había una conexión entre la ética religiosa protestante, específicamente la ética
calvinista, y el desarrollo del capitalismo en Europa. En su análisis, destacó la influencia de
la ética del trabajo y la actitud hacia la riqueza que surgieron dentro de las comunidades
protestantes, especialmente entre los seguidores del calvinismo
En el siglo XXI, China ha emergido como una potencia económica mundial, adoptando un
sistema capitalista pese a que en lo social aún se puede percibir una especie de comunismo,
sí está presente un capitalismo de Estado. Para comprender esto, es menester analizar el
carácter de la administración local antigua en China, como el papel de las comunidades
estructuradas por su linaje patriarcal. En lo primero Weber ve a las condiciones de
destitución que el emperador imponía sobre los funcionarios provinciales, prohibiendo que
gobernaran en sus provincias de origen, y limitando su cargo a 3 años de duración, para
luego ser trasladados a otras provincias. Esta situación de continua movilidad aumentaba
las esperanzas de acceso de muchos aspirantes a los puestos, esto contribuyó a modelar el
funcionariado como un estamento que tenía asegurado el acceso a ingresos prebendales,
mientras que el funcionario, en términos individuales, vivía de modo muy precario y se veía
obligado a aplicar un “capitalismo de rapiña” con tal de rentabilizar la inversión realizada
para la preparación y vencer las trabas para conseguir estos cargos. Siendo esta movilidad
social un importante mecanismo de movilidad social para pacificar la competencia entre los
linajes patriarcales. Otro elemento es el según Weber el “único culto nacional
indudablemente clásico y originario” en el cual, los linajes cohesionaban cada uno de los
aspectos cruciales de la vida diaria fuera de las ciudades. Todos los elementos citados
impedían a sus primitivas instituciones sociales a ocuparse de aspectos tan importantes
como la existencia de escuelas, mantenimiento de ancianos, festejos, los créditos, y la
promoción meritocrática a cargos administrativos. Pese a esto Weber reconoce que existían
diversos indicios de desarrollo de diferentes tipos de industria, sobre todo la textil, y agraria
pero la apropiación de tierras, sobre los modos de explotación, en el marco jurídico,
chocaba drásticamente con los intereses del funcionariado, el emperador y los principios de
organizaciones criminales conocidas popularmente bajo el término Kuang Kun Teniendo
todo esto presente, difícilmente se encontraría la existencia de un “espíritu capitalista”
como rasgo actitudinal en los linajes chinos.
Un aspecto importante a destacar es que en las dos principales creencias en China como ser
el taoísmo y confucianismo en las cuales lo más importante es mantener el orden y
equilibrio. Estas al no ser creencias deístas, no creen tampoco en un más allá o en un
concepto como en el occidente del bien y mal. El propio Weber subraya, el poder
impersonal de los cielos que “no hablaba” a los hombres, sino que se revelaba “en el modo
como la tierra era regida, esto es, en la firmeza del orden de la naturaleza y de la tradición,
que era una parte del orden cósmico; y también como en todas partes, en lo que acontece a
los hombres”. Y al ser un imperio el modo en el que China se regía, esto ponía al
emperador, no sólo como hombre más
cercano al cielo, sino que además lo señalaba como máximo responsable ante cualquier
desequilibrio que se produjera en el curso, más o menos predecible, de acontecimientos
sociales y naturales. Por lo que la legitimidad del emperador dependía de una continua
confirmación de su carisma mágico a través del auspicio de buenas condiciones para la
cosecha y en la estabilidad y orden en el imperio. Sus faltas y castigos que no fueran afines
con el equilibrio podían implicar el destronamiento e incluso la muerte en tiempos pasados.
Todos estos factores si bien no levantaban un espíritu capitalista como tal, si influyeron en
el actual denominado por algunos Capitalismo de Estado. Aunque la política actual del
Partido Comunista Chino (PCCh) se enfoca más en el confucianismo que en el taoísmo,
analizando este último se explica porqué pese a tener el partido citado muchas
características vistas en el occidente como represivas cuenta con legitimidad y las
manifestaciones sociales también se aminoran debido a que la responsabilidad de encontrar
el equilibrio o bienestar en la sociedad, no es individual, sino solo le compete al gobierno.
Y ya en lo empresarial, el taoísmo, con su énfasis en la armonía y el equilibrio, puede haber
influido en actitudes empresariales, como la búsqueda de la eficiencia y el flujo natural en
los negocios. Principios los cuales se ven en el pragmatismo de grandes industrias chinas.
Pese a que algunos aspectos de esta filosofía taoísta han permeado la vida cotidiana y las
prácticas culturales. Sin embargo, su influencia en las políticas gubernamentales
contemporáneas es más indirecta.
En todo esto se ve cómo integraron aspectos del confucianismo y de forma menos directa
del taoísmo para respaldar la estabilidad social y la autoridad del gobierno central y la
política comercial exterior de China. Lo cual es un gran elemento de legitimidad ya que a
diferencia de otras creencias teístas, los seguidores de las creencias analizadas, no las ven
como una identidad más, sino como una filosofía de vida que se extiende no solo a lo moral
o religioso, sino también a lo social y económico.
En conclusión si bien las creencias religiosas no son un factor determinante, sino un factor
subjetivo el cual junto con otros elementos pueden llevar a encaminar no solo las creencias
morales de una nación sino expandirse también en el campo político, social y económico.
En el caso de China. si bien comparte creencias con otros países asiáticos, su actual modelo
de Estado, dista de los demás asiáticos ya que, de forma selectiva, el partido tradicional
Chino logró rescatando algunos elementos del taoísmo y confucianismo no sólo legitimar
su régimen, sino también abrir e instaurar un Camino Espiritual al Capitalismo. Esto
incluso puede ser inquietante ya que el resultado de una estratégica selección, incluso
podría decirse a la carta de elementos culturales y religiosos permite de una manera
duradera el poder legitimar un gobierno y una forma de hacer Estado conveniente, con un
dominio tan sutil que una mayoría no se da cuenta del uso de sus tradiciones y creencias. Y
que elementos tan aparentemente distantes como la religión de una manera implícita
pueden dirigir a donde se conduce una sociedad.
Bibliografía:
Breve estudio sobre el socialismo con características chinas. (2020, mayo 10). Observatorio
de Política China [OPCh]. https://politica-china.org/areas/sistema-politico/breve-estudio-
sobre-el-socialismo-con-caracteristicas-chinas