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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA

DE MÉXICO

FACULTAD DE DERECHO

RESPONSABILIDAD MEDICA
Derecho a la Protección de la Salud
Caso práctico

Alumna : Ojeda Jiménez Janet Carolina


Matricula : 099224383
Grupo : 8701
Actividad : Ojedaj_a2u1_RM

Asesor:
Lic. Patricia López Flores
Derecho a la Protección de la Salud
Caso práctico

Instrucciones

Hemos estudiado hasta este momento los fundamentos que regulan el derecho a
la protección y el derecho a la salud, previstos en la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, Tratados Internacionales, Ley General de Salud y la
Jurisprudencia a partir de ellos es que podemos reflexionar y cuestionar el ¿por
qué? las personas atendidas en hospitales han resultado muertas o con alguna
lesión permanente a consecuencia de la inoportuna o nula atención médica, o bien
por no haber cumplido con los parámetros y estándares mínimos de la profesión
médica. Evocando así la figura del jurista en la búsqueda de dar una respuesta a
estos acontecimientos.

Por ello, esta actividad está encaminada a desarrollar el análisis de un caso


publicado en una revista con el siguiente título: Lleva a la CIDH caso de su hijo
muerto por negligencia y obliga al gobierno a reparar daño

A partir de la lectura realizada:

 Analice el caso que está basado en hechos que involucran el derecho de la


protección a la salud. Considere analizar el caso desde dos perspectivas:

o Detalle los fundamentos legales que se involucran en el caso.

o Haga una reflexión de cómo se pudo haber evitado este hecho


lamentable.

 Su análisis debe de ser en mínimo de dos cuartillas.

 Recuerde citar las fuentes de información y agregue sus datos de


identificación a la actividad.
Introducción

De acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos toda persona


tiene derecho a la protección de la salud, así mismo, a que se le proporcionen los
servicios de salud adecuados y necesarios para mantener una salud óptima,
además tienen derecho de obtener prestaciones oportunas, profesionales, idóneas
y responsables, en esta tesitura, el Estado es responsable de garantizar y otorgar
los servicios de salud a través de la Federación, los Estados y los Municipios, de
conformidad a lo establecido el CPEUM, en los tratados internacionales y en las
leyes especiales.

En este conjunto de ideas, la salud es definida por la organización mundial


de la salud como el estado completo de bienestar tanto físico, cómo mental y
social, la salud se encuentra reconocida como un derecho humano que toda
persona tiene para disfrutar, y cuyo fundamento constitucional lo encontramos en
el artículo 4, cuarto párrafo:

Toda persona tiene derecho a la protección de la salud. La ley


definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y
establecerá la concurrencia de la federación y las entidades federativas en
materia de salubridad general, conforme a lo que dispone la fracción XVI
del artículo 73 de esta constitución. La ley definirá un sistema de salud
para el bienestar con el fin de garantizar la extensión progresiva,
cuantitativa y cualitativa de los servicios de salud para la atención integral y
gratuita de las personas que no cuentan con seguridad social. (CPEUM,
Articulo 4, cuarto párrafo: 2024)1

Así mismo, en el precepto constitucional número 2, apartado, fracción III se


establece que se debe de asegurar el acceso efectivo a los servicios de salud, a
través de la cobertura del sistema nacional, mediante diversos programas, a
través de los cuales se pueda asegurar el debido aprovechamiento de dichos
servicios por toda la población.

1
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Constitución Política de los Estados Mexicanos,
disponible en: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/1_201219.pdf, consulta: 04/02/2024.
Por lo que se refiere a los instrumentos internacionales se puede mencionar
la Declaración Universal de Derechos Humanos que en el artículo 25 determina
que toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así
como a su familia, la salud y el bienestar; mientras que en el artículo 5 de la
Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación Racial de 1965 se establece que todas las personas tienen el
derecho a la salud pública, a la asistencia médica, la seguridad social y los
servicios sociales; esto solo por mencionar algunos tratados internacionales.

En el ámbito nacional, la Ley General de Salud reglamentaria del artículo 4


constitucional establece las bases y modalidades para el acceso a los servicios de
salud, de igual forma, distribuye las competencias y establece los criterios y los
casos de concurrencia entre la federación y las entidades federativas en materia
de salud; además de las finalidades del derecho a la protección de la salud:

I.El bienestar físico y mental de la persona, para contribuir al


ejercicio pleno de sus capacidades; II. La prolongación y mejoramiento de
la calidad de la vida humana; III. La protección y el acrecentamiento de los
valores que coadyuven a la creación, conservación y disfrute de
condiciones de salud que contribuyan al desarrollo social; IV. La extensión
de actitudes solidarias y responsables de la población en la preservación,
conservación, mejoramiento y restauración de la salud; V. El disfrute de
servicios de salud y de asistencia social que satisfagan eficaz y
oportunamente las necesidades de la población. Tratándose de personas
que carezcan de seguridad social, la prestación gratuita de servicios de
salud, medicamentos y demás insumos asociados; VI. El conocimiento
para el adecuado aprovechamiento y utilización de los servicios de salud;
VII. El desarrollo de la enseñanza y la investigación científica y tecnológica
para la salud, y VIII. La promoción de la salud y la prevención de las
enfermedades. (LGS, Art. 2: 2024)2

Una vez estudiados los fundamentos del derecho de la protección a la salud


analizaremos el presente caso práctico.

2
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Ley General de Salud, disponible en: Ley General de
Salud (diputados.gob.mx), consulta: 04/02/2024.
Lleva a la CIDH caso de su hijo muerto por negligencia y obliga al gobierno a
reparar daño

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La persistencia de un padre de familia en Sonora


para obtener justicia por la muerte de su hijo por una negligencia médica
hace 12 años, llegó hasta la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos
(CIDH) y logró que el Estado mexicano se comprometiera a buscar la reparación
integral del daño. La historia comenzó el 15 de diciembre de 2004, informó la
Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), quien representa al
demandante jurídicamente. Aquel día, personal médico del Hospital Infantil del
Estado de Sonora realizó una intervención quirúrgica craneal al menor de edad.
Sin embargo, la persona que lo operó no era especialista en la materia y el niño
murió. La mala práctica fue confirmada por la Comisión Nacional de Arbitraje
Médico (Conamed). Desde entonces, la familia de la víctima inició una lucha legal.
Interpuso una queja en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNHD),
la cual emitió la recomendación 45/2006 contra el gobierno que entonces dirigía
Eduardo Bours Castelo. Para 2011, el Primer Tribunal Colegiado Regional de
Primer Circuito ordenó que se reparara el daño por el delito de homicidio doloso y
señaló a cuatro presuntos responsables del fallecimiento del menor a muerte del
niño. No obstante, la familia se inconformó y solicitó la intervención de la CIDH.
Entonces, presentó la petición P-735-07 en busca de justicia por violaciones al
derecho a la vida, integridad personal, interés superior de la niñez y denegación
de justicia ante el caso. Además, solicitó a la CEAV su asistencia legal. El
organismo explicó que, al existir una recomendación de la CNDH, desde el 10 de
octubre de 2014 la Asesoría Jurídica Federal tiene su representación jurídica ante
instancias nacionales y la CIDH, desde el 15 de enero de 2015, respecto de la
Petición P-735-07. La solicitud está en trámite. Según informó la CEAV en un
comunicado, el pasado 15 de septiembre, la CIDH comunicó al padre del menor el
interés del Estado Mexicano de alcanzar una solución amistosa. Éste respondió
que estaba de acuerdo para someter su caso a dicho procedimiento. El 20 de
octubre de 2016, la CIDH inició el proceso de solución amistosa, por lo que la
Asesoría Jurídica Federal diseñó junto con la víctima las pretensiones que para la
reparación integral del daño y que deben estar en el Acuerdo de Solución
Amistosa. Ayer, en el período ordinario de sesiones de la CIDH en Panamá se
desarrolló una reunión de trabajo entre integrantes del organismo, del Estado
mexicano y el padre de familia, acompañado por Fernando Elizondo, director
general adjunto en materia de Derechos Humanos de la CEAV, en su carácter de
representante jurídico. En el encuentro se analizaron las peticiones del padre,
entre ellas el tener una reparación integral por parte del Estado mexicano que
contemple indemnización, medidas de satisfacción y de no repetición, entre otras.
Al final, las partes firmaron un Acta de Entendimiento para la Búsqueda de
Acuerdo de Solución Amistosa. Con ese documento se comprometieron a realizar
nuevas reuniones de trabajo para fijar e implementar las medidas reparatorias.

Análisis

En el presente caso, se aprecia la relación entre la parte afectada y la parte


en quien recae la negligencia médica debido al cumplimiento del deber De llevar a
cabo las acciones necesarias para garantizar la salud del menor y brindar la
atención médica idónea a la que hace referencia la LGS, así como de garantizar
las finalidades del derecho de la protección de la salud.

Artículo 6o.- El Sistema Nacional de Salud tiene los siguientes


objetivos I.- Proporcionar servicios de salud a toda la población y mejorar
la calidad de los mismos, atendiendo a los problemas sanitarios prioritarios
y a los factores que condicionen y causen daños a la salud, con especial
interés en la promoción, implementación e impulso de acciones de
atención integrada de carácter preventivo, acorde con la edad, sexo y
factores de riesgo de las personas; (…) (LGS, Art. 6, fracción I: 2024)

En este tenor de ideas, los profesionales de la salud tienen el deber y la


obligación de asistir y atender a las personas cuyas vidas se encuentran en
peligro, para preservar la vida y dignidad humana, por lo que tienen en sus manos
la salud e integridad física, del que se ostenta como paciente, por lo que la
actuación inadecuada o mala práctica puede provocar un daño a un paciente, y
derivar en acciones negativas dando lugar a la negligencia o imprudencia, de tal
forma, que dan como resultado una serie de responsabilidades médicas de
acuerdo al daño ocasionado; en el presente caso y de acuerdo a lo conocido se
establece que quien realizó y la práctica médica no cuenta con la especialidad
para actuar por lo que es considerado una negligencia médica de manera dolosa,
puesto que al no ser especialista carece de los conocimientos idóneos y
pertinentes para realizar la práctica profesional, y es consciente en todo momento
de que los resultados pueden ser negativos para el paciente.

Artículo 32. Se entiende por atención médica el conjunto de


servicios que se proporcionan al individuo, con el fin de proteger, promover
y restaurar su salud. (LGS, Art. 32: 2024)

De esta manera, es que interviene la Comisión Nacional de Arbitraje


Médico, así como la Comisión Nacional de Derechos Humanos, cuyas instancias
son competentes para conocer los tipos de responsabilidad médica en los que
pueden incurrir los profesionales de la salud; así mismo mediar la relación entre
las partes dentro de la controversia para llegar a una solución favorable.

No se menciona sí se le informó el procedimiento al padre o responsable


del menor, y sobre todo de quién lo llevaría a cabo así como la falta de orientación
necesaria respecto a los riesgos o alternativas de dicho procedimiento quirúrgico
por lo que se violó el artículo 51 bis 1 y 51 bis 2 de la citada ley, puesto que el
responsable del menor no tuvo la oportunidad ni el derecho a decidir libremente
sobre la aplicación de dicho procedimiento quirúrgico para su menor hijo y mucho
menos la autorización para proceder, es decir, no se llevó a cabo el
consentimiento informado, violando los derechos humanos involucrados, toda vez
que tratándose de menores es obligación del otro profesionales de la salud
implementar los apoyos y ajustes razonables, adecuados a su edad para
garantizar su recuperación y bienestar.

(…) se establece la protección de los derechos de los niños como


grupo vulnerable y con lo que respecta al derecho a la salud hace hincapié
en el alto disfrute del mismo señalando también las medidas que deberán
adoptar los Estados parte con el objeto de asegurar la plena aplicación de
este derecho. Además, es de destacar la prevención que se hace para
abolir las prácticas tradicionales que sean perjudiciales para la salud.
(Convención de los Derechos del Niño)3

En esta tesitura, el derecho a la protección a la salud es un derecho


humano por lo que a todas las personas se les debe garantizar, puesto que éstos
son inherentes como lo es el derecho a la vida y a la garantía de la salud y el
bienestar, además de la asistencia médica, cuidados y asistencia especial a los
grupos vulnerables, dentro de los cuales se encuentran los menores o infantes, de
conformidad con el artículo 25 de la DUDH, eso con respecto al ámbito
internacional, mientras que en el contexto nacional en el artículo 1 de nuestra
Carta Magna, se reconoce que las normas relativas a los derechos humanos
deberán de interpretarse de tal forma que se favorezca en todo tiempo a las
personas la protección más amplia, y que todas las autoridades en el ámbito de
sus competencias tienen la obligación de proteger y garantizar los derechos
humanos, por lo tanto, el estado es responsable de prevenir, investigar, sancionar
y reparar las violaciones a los derechos humanos en los términos establecidos por
la ley.

El Derecho a la protección de la salud tiene dimensiones en lo


individual y social y, consiste en el deber del Estado de atender los
problemas de salud que afectan a la sociedad en general, así como en
establecer los mecanismos necesarios para que todas las personas tengan
acceso a los servicios de salud. (SCJN)

Abordando desde la importancia de proteger y garantizar el derecho a la


salud, en la Ley General de Salud se establecen los parámetros y requisitos que
deben cumplir los profesionales de la salud para llevar a cabo procedimientos
médicos quirúrgicos de especialidad, entre los cuales deben contar con una
cédula de especialista la cual debe de ser expedida por autoridades de la materia
3
Convención de los Derechos del Niño, Disponible en:
http://www.ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/Pages/CRC.aspx, consulta: 05/02/2024
competentes, así mismo y además ya los conocimientos contar con el certificado
vigente de especialista, emitido por el consejo de la especialidad que corresponda,
en aras de brindar la mayor protección a los usuarios así como de garantizar tanto
el derecho a la protección a la salud, como el derecho a la vida, a la integridad, a
los servicios de salud y al bienestar, entre otros.

Reflexión

Lo anterior de acuerdo con lo establecido por la OMS, con respecto a la


finalidad del derecho a la protección a la salud, qué es el de garantizar que las
personas disfruten del mayor grado de salud que pueda ser logrado por todo ser
humano sin que medie ningún tipo de restricción o discriminación; así como el
acceso oportuno y calidad a los servicios de salud, en base a los principios de
igualdad y de no discriminación, de tal manera que las personas puedan
desarrollar el ejercicio pleno de sus capacidades así como prolongar y mejorar la
calidad de la vida y disfrutar de los servicios de salud y de asistencia social que
satisfagan de manera eficaz y oportuna sus necesidades.

Por lo que, si se hubiese atendido lo anterior, probablemente si hubiera


evitado la muerte del menor, al haber sido atendido en el procedimiento quirúrgico
a través del profesional de la salud con los conocimientos idóneos y con los
requisitos prescritos por la ley; no obstante, de igual forma, si se lo hubiese
informado al responsable del menor, y este hubiese dado su consentimiento
informado, posiblemente los responsables podrían ser excluidos del daño
causado.

Sin embargo, no fue así, por lo que los responsables del daño son
acreedores a la reparación de este, ya que los profesionales de la salud deben
mantener siempre el más alto nivel de conducta profesional, así como de
proporcionar un servicio médico competente.
Jurisprudencia

NEGLIGENCIA MÉDICA. SUS CONSECUENCIAS EN EL PROCESO PENAL.

En algunos casos la negligencia médica puede dar lugar a la configuración de


diversos delitos, dependiendo de las circunstancias del caso en concreto. Así,
algunos de los tipos penales en los que pueden incurrir los médicos por actuar
negligentemente son: responsabilidad profesional, lesiones, y homicidio, y su
objeto es imponer alguna pena al personal médico que hubiera actuado
delictuosamente. De ahí que, si en el proceso penal la víctima tiene derecho a la
reparación del daño, éste deberá ser reparado por el médico penalmente
responsable y no por la entidad pública para la que labora. (Tesis: 1a.
CLXXV/2014 (10a.), Libro5, 2014, Tomo I, Pág. 810)

RESPONSABILIDAD PROFESIONAL MÉDICA. SIGNIFICADO DEL CONCEPTO


LEX ARTIS PARA EFECTOS DE SU ACREDITACIÓN.

De los artículos 9o. del Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de


Prestación de Servicios de Atención Médica y 2o., fracciones XIV y XV, del
Reglamento de Procedimientos para la Atención de Quejas Médicas y Gestión
Pericial de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, se advierte que la lex artis
médica o "estado del arte médico", es el conjunto de normas o criterios valorativos
que el médico, en posesión de conocimientos, habilidades y destrezas, debe
aplicar diligentemente en la situación concreta de un enfermo y que han sido
universalmente aceptados por sus pares. Esto es, los profesionales de la salud
han de decidir cuáles de esas normas, procedimientos y conocimientos adquiridos
en el estudio y la práctica, son aplicables al paciente cuya salud les ha sido
encomendada, comprometiéndose únicamente a emplear todos los recursos que
tengan a su disposición, sin garantizar un resultado final curativo. Lo contrario
supondría que cualquier persona, por el simple hecho de someterse a un
tratamiento, cualquiera que éste sea, tendría asegurado, por lo menos, una
indemnización por responsabilidad profesional en el supuesto de que el resultado
obtenido no fuera el pretendido, por lo que es necesario romper, en ocasiones, la
presumida relación de causalidad entre la no consecución del resultado
pretendido, es decir, el restablecimiento de la salud del paciente y la actuación
negligente o irresponsable del médico, puesto que, además, no son pocos los
casos en que las consecuencias dañosas producidas tienen su origen, no en la
asistencia prestada por éste, contraria a la lex artis, sino en las patologías previas
y a menudo gravísimas que presentan los pacientes. (Tesis: I.4o.A.91 A (10a.),
Libro XXV, Octubre de 2013, Tomo 3, Pág. 1891)

Bibliografía

- Cámara de Diputados H. Congreso de la Unión, Constitución Política de los


Estados Mexicanos, disponible en:
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/1_201219.pdf, consulta:
04/02/2024.

- Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Ley General de Salud,


disponible en: Ley General de Salud (diputados.gob.mx), consulta:
04/02/2024.

- Convención de los Derechos del Niño, Disponible en:


http://www.ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/Pages/CRC.aspx, consulta:
05/02/2024

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