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GEOPOLÍTICA DEL AGUA EN EL “TRIANGULO DEL

ESTRÉS HÍDRICO” (Chile, Argentina y Perú)


julio 17, 2022

1 ¿Qué es el “estrés hídrico”?

Según la FAO, el estrés hídrico es la escasez de agua causada por la


excesiva extracción y consumo de agua dulce en relación a los recursos
disponibles.(1) El estrés hídrico es una de las amenazas más graves para el
desarrollo sostenible y puede tener consecuencias serias para el medio
ambiente y dificultar o incluso revertir el desarrollo económico y social.(2) La
tendencia gradualmente creciente del estrés hídrico mundial a lo largo de los
últimos 20 años es cada vez más pronunciada en varias zonas del
mundo (3) ,entre las que se encuentran zonas fronterizas entre Bolivia, Chile,
Perú y Argentina.

2. ¿Por qué ocurre el estrés hídrico?

Aparte del calentamiento global, la contaminación y el derroche, el agua no


está igualmente repartida geográficamente. Existen zonas con gran abundancia
y otras con insuficiencias. Las áreas áridas y semiáridas constituyen el 40 % de
la masa terrestre y disponen solamente del 2 % de la precipitación mundial. El
África septentrional y la península arábiga son las regiones más afectadas por
la escasez. Con más del cuatro por ciento de la población mundial, estas
regiones apenas poseen el 0,7 por ciento de los recursos hídricos, mientras
doce países (Brasil, Rusia, Canadá, China, Indonesia, Estados Unidos,
Bangladesh, India, Venezuela, Myanmar, Colombia y el Congo) controlan tres
cuartas partes del agua terrestre.[1] El continente americano posee el 31% de
las reservas de agua dulce del mundo. (4)

3. Situación Global y Proyecciones.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que el 85% de las


causas de enfermedades y de muertes en el mundo, se asocian con agua
contaminada y carencia del líquido (estrés hídrico). Anualmente, la disentería,
la diarrea y otras enfermedades hídricas matan en el mundo a 3 millones de
personas anualmente. En América Latina se reportan 150,000 muertes por
enfermedades hídricas, 85% de las cuales, ocurren en niños menores de 5
años de edad anualmente (5)
El “Registro de Amenazas Ecológicas” del Instituto de Economía y Paz (IEP)
afirma que hay 2.600 millones de personas en el mundo que sufren estrés
hídrico en la actualidad (casi una tercera parte de la humanidad, según otro
Informe elaborado por Naciones Unidas (7). El “Registro de Amenazas
Ecológicas” prevé que esta cifra aumente a 5.400 millones de personas para
el 2040. El Registro indica también que más de 1.000 millones de personas
viven en países que probablemente no se adaptarán a los nuevos
desafíos en las próximas décadas y advierte sobre el desplazamiento masivo
de 1.200 millones de personas en todo el mundo para 2050 debido a la
escasez de agua.(8) La FAO establece que hasta 2030 la escasez de agua,
que tiende a afectar a la población más vulnerable, desplazaría
a 700 millones de personas.(9) En el mundo 33 países se enfrentarán a un
estrés hídrico extremadamente alto en 2040, y entre ellos Chile podrían
enfrentar un aumento aún mayor que el promedio. (10)

Crecimiento de Población Mundial con Escasez Hídrico 1901-2010 y Mapa


de Zonas con mayor escasez al 2010

Fuente: Global Water Scarcity Atlas

Zonas de Países con mayor estrés hídrico al 2020


Fuente: New York Times

Países con mayor estrés hídrico para 2040


Fuente: “World Resources Institute”

Es en el marco de lo expuesto que las investigaciones de Percepción de


Riesgos Globales realizadas por el “Foro Económico Mundial” entre 2015 y
2017 han colocado las crisis del agua entre los principales factores de riesgo
para las próximas décadas (11) El aumento de la presión demográfica, la
degradación ambiental y los impactos del cambio climático en la distribución
espacio-temporal del agua representan los mayores determinantes de los
problemas actuales y futuros relacionados con el agua (12)

4. Las Guerras por el Agua

En el marco de la situación descrita, podemos establecer que el agua


será para la geopolítica del Siglo XXI lo que fue el petróleo para el siglo XX,
es decir un motivo de grandes conflictos. El ex vicepresidente del Banco
Mundial, Ismail Serageldin, predijo en 1995 que «las guerras del próximo
siglo serán por el agua”. (12) Esta previsión ya es manejada por las grandes
potencias. Estados Unidos elaboró en 2013 el informe “Global Water Security”,
en el que alertaba que la escasez de agua conduciría a problemas de
alimentación mundial, inestabilidad económica, guerras civiles e
internacionales y también a la utilización del agua como arma bélica.(13)

En el mundo existen 310 cuencas fluviales (como el río Lauca) y


aproximadamente 600 acuíferos subterráneos (como el Silala) que cruzan las
fronteras de dos o más estados. Las cuencas internacionales abarcan
alrededor del 45,3% de la superficie terrestre donde habita aproximadamente el
40% de la población global y representan el 80% del caudal fluvial mundial. El
riesgo potencial de conflictos es especialmente elevado en este tipo de
cuencas.(14)

Por lo tanto, la competencia por los recursos hídricos limitados ya es una de las
principales preocupaciones geopolíticas en el mundo: El Centro de
investigación “Global Environmental Change” ha trazado un mapa de cómo
surgirán los conflictos «hidro políticos” o guerras por el agua en todo el
mundo y qué países tienen más probabilidades de tener un conflicto de este
tipo a corto y mediano plazo.

Los investigadores del “Global Environmental Change” han diseñado un


algoritmo para predecir la probabilidad de conflicto en diferentes escenarios,
identificando posibles «puntos calientes» o lugares donde al elevado estrés
hídrico se suma la existencia de una fuente de agua, como un lago, una cuenca
o un acuífero subterráneo que es compartido por dos o más países (15).

En Sudamérica tres son los países que al elevado estrés hídrico que ya tienen
suman la existencia de fuentes de agua compartidas con
terceros: Argentina, Perú y Chile, siendo este último el que tiene el mayor
nivel de estrés hídrico en América Latina, junto a México. Tanto Argentina,
Perú y Chile comparten numerosas fuentes de agua con Bolivia, que tiene
comparativamente un bajo nivel de estrés hídrico porque es un país rico en
agua, aunque la distribución y la accesibilidad de este recurso no sea
homogénea por las diferencias geográficas del país con un sistema hidrológico
de tres grandes vertientes: la cuenca del Amazonas que cubre el 66% de la
superficie del país, la cuenca del Río de La Plata que cubre el 20% y la Cuenca
Cerrada o del Altiplano con una cobertura del 14% de la superficie . (En
relación con el agua subterránea, no se cuenta con un inventario de acuíferos a
nivel nacional, ni volúmenes de almacenamiento y recarga.) (16)

Como puede verse en el siguiente gráfico, la situación descrita se agrava por el


hecho de que las zonas con mayor estrés hídrico de los países con alto nivel
de estrés hídrico se encuentran en zona fronteriza con Bolivia. Al
erróneamente llamado “Triángulo del Litio” que, como hemos visto en otro
artículo (17) conlleva grandes peligros geopolíticos para la Seguridad regional,
se suman los peligros de este “Triángulo del Estrés Hídrico”:

Países con elevado estrés hídrico (Perú, Argentina y Chile), Año 2022.

Fuente: “Berliner Morgen Post”

Países con elevado estrés hídrico (Perú, Argentina y Chile) Año 2100
(Proyección)

Fuente: “Berliner Morgen Post”

Como si esto fuera poco, es sabido que la minería, y específicamente la del


litio, demanda ingentes cantidades de agua (cada tonelada de litio requiere 2
mil litros de agua (16) que se saliniza y altera el balance hidrogeológico (17))
y, tanto en Chile (18) como en Argentina (19), ya existen numerosos
problemas socio ambientales por la escasez de agua debida a la explotación
del litio.

Zonas de Países de Sudamérica con elevado y muy elevado estrés hídrico


Año 2022.

Fuente: Market Opportunities of Water Treatments


(Para revisar estado actual y las dinámicas de proyecciones sobre diferentes
indicadores de la crisis del agua hasta el 2040 ver: Water Risk Atlas )

5. El caso de Chile.

Según el último estudio (2019) de World Resources Institute del Pacto Mundial
de las Naciones Unidas, 18 países de 164 ( una cuarta parte de la población
mundial) enfrentan un estrés hídrico extremadamente alto, es decir, enfrentan
una situación de gravedad debido a que la demanda de agua es mucho más
alta que la cantidad del recurso disponible. En ese informe, Chile se encuentra
en el puesto 18. Esta posición coloca a Chile como el más afectado por esta
situación en América Latina, seguido por México que ocupa el puesto 24. (19)

El año 2021 cerró como uno de los años más secos en la historia de Chile,
registrando un déficit de precipitaciones superior a un 50 por ciento, una
reducción en el agua de embalses, solo llenos hasta el 45 por ciento de su
capacidad total de almacenamiento, y una importante disminución de los
caudales en los principales ríos. En este contexto, a fines del 2021 la mitad de
los municipios de Chile ( 53% de las comunas del país (20)) fueron
declarados con "falta extrema de agua", son localidades que concentran al 47
por ciento de la población chilena. En total, entre las regiones de Atacama y
Los Lagos, cerca de 8.250.000 personas viven con racionamiento, situación
que también podría verse a corto o mediano plazo en el mismo Santiago.
(21) Si todo continúa igual, en 2040 Chile será el país con más estrés
hídrico de Latinoamérica (22)

6. Las guerras en el “Triángulo del Estrés Hídrico”

Para el año 2100, todas las áreas rojas en el siguiente gráfico de Sudamérica
se volverán "inhabitables". Se proyecta que el calor extremo, los ciclones
tropicales, el aumento del nivel del mar, el estrés hídrico o una combinación
de todos estos factores harán que sea difícil o imposible vivir en las zonas
marcadas con rojo:

Zonas inhabitables de Sudamérica Año 2100 (Proyección)


Fuente: “Berliner Morgen Post” [3]

Es por las razones de inhabitabilidad expuestas, que el Instituto de Economía


y Paz (IEP) advierte sobre el desplazamiento masivo de 1.200 millones de
personas en todo el mundo para 2050, debido a la escasez de agua[4] (24) , y
que la FAO ya establece que hasta 2030 la escasez de agua desplazará
a 700 millones de personas.(25)

La pregunta que nos concierne es: ¿hacia dónde emigrarán los argentinos,
chilenos y peruanos desde sus respectivas zonas inhabitables? ¿Cómo y
dónde, los estados de Chile, Perú y Argentina buscarán resolver sus
problemas de elevado estrés hídrico? Seguro que no en la Isla de Pascua.

Por lo pronto y de acuerdo a “Los Angeles Times”, el nuevo plan del Pentágono
después de la asunción de Biden en 2021, exige que las Fuerzas Armadas de
Estados Unidos “incorporen las realidades de un planeta más caliente y hostil.
Se trata de una evaluación militar donde se afirma que el cambio climático es
una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos, dado el aumento
de los riesgos de conflicto por el agua y otros recursos más escasos, etc., :
“tropas estadounidenses en regiones áridas extranjeras, compitiendo con las
poblaciones locales por las escasas reservas de agua, creando fricciones e
incluso conflictos”.(26)

La planificación del Pentágono responde a que las condiciones de calor


extremo, ciclones tropicales, aumento del nivel del mar, estrés hídrico o una
combinación de todos los factores indicados no solo abarcan a los países
indicados, sino que comprenderán a todos los continentes, incluyendo a
Norteamérica donde la situación de estrés hídrico es aún más extensa que en
Sudamérica:
Norteamérica. Estrés Hídrico 2022

Fuente: “Berliner Morgen Post”

Las condiciones de inhabitabilidad (calor extremo, ciclones tropicales,


aumento del nivel del mar, el estrés hídrico o una combinación de todos estos
factores) hacia el 2100 empeorarán sensiblemente en Norteamérica creando
inhabitabilidad en los siguientes lugares:

Norteamérica. Inhabitabilidad 2100 (Proyección)

Fuente: “Berliner Morgen Post”

7. El “algoritmo de las guerras de estrés hídrico”


Como se dijo anteriormente, el “Global Environmental Change” ha diseñado un
algoritmo[5] para predecir la probabilidad de conflicto interno o internacional
por estrés hídrico (28) Los resultados del estudio identifican áreas actuales y
futuras donde es más probable que surjan problemas relacionados con el agua,
y donde la cooperación sobre el agua debe buscarse activamente para evitar
posibles tensiones, especialmente en condiciones ambientales
cambiantes (29) El estudio ubica la posibilidad de guerra en un rango que
va entre el 75 y 95% (“High”); durante los siguientes 50 a 100 años para las
zonas candentes.(30)

Distribución global de la probabilidad actual de conflictos “hidro


políticos” en las principales cuencas transfronterizas:

Fuente: “Global Environmental Change”

Como puede observarse, en el Continente la más elevada probabilidad de


Conflictos Armados en Cuencas Transfronterizas se encuentra en
Norteamérica (“High”) seguida por la de Chile, Argentina y Perú con mas del
75% de probabilidades de guerra en Sudamérica. Es fácil deducir a qué
conducirá esta situación en el “Triángulo del Estrés Hídrico”, sobre todo si la
sumamos a la gravísima coyuntura geopolítica en el mal llamado “Triángulo del
Litio” que hemos analizado anteriormente. (31) . No se trata solamente de dos
cuestiones que se influencian recíprocamente en un sentido negativo. También
se sobreponen geográfica y geopolíticamente: el frágil ecosistema andino de la
zona y su relación con las aguas subterráneas es otro gran desafío (32) : la
disminución de las fuentes hídricas que alimentan las cuencas de los salares,
afectando la frágil flora y fauna del territorio, junto con la disponibilidad de agua
dulce para el consumo, es decir agravando el ya existente estrés hídrico de la
zona fronteriza trinacional, solo empeora con la gran minería y la explotación
del litio. (33)

Si consideramos además del estrés hídrico otros indicadores de riesgo hídrico, la


situación queda absolutamente clara en cuanto a su perspectiva conflictual. Estos
son los otros indicadores de acuerdo al Water Risk Atlas :

1 Agotamiento del Agua

2. Variabilidad Interanual

3. Variabilidad Estacional

4. Disminución Del Nivel Freático

5. Riesgo de inundación fluvial

6. Riesgo de inundaciones costeras

7. Riesgo de Sequía

8. Aguas Residuales Conectadas Sin Tratar

9. Potencial de Eutrofización Costera

10 Sin Mejorar / Sin Agua Potable

11. Sin Mejorar Regulación acuífera /Sin Saneamiento

12. Índice de Riesgo de País.

En siguiente mapa podemos observar el estado de estos indicadores en


Sudamérica y especialmente la catastrófica situación de los mismos en la zona de
nuestro interés:

Estado actual de indicadores de riesgos hídricos en Sudamérica (Rojo:


Elevado Riesgo; Morado: Extremadamente Elevado Riesgo)

Fuente: Water Risk Atlas


Decir lo que esto significa para Bolivia es innecesario.

Las palabras sobran, sobre todo en un país de sordos.

La geopolítica es pensamiento y acción.

Bolivia, 16 de Julio de 2022.

[1] En este marco tenemos que según la OMS/UNICEF:

· 2,100 millones de personas carecen de acceso a servicios de agua


potable gestionados de manera segura

· 4,500 millones de personas carecen de servicios de saneamiento


gestionados de forma segura.

· 340,000 niños menores de cinco años mueren cada año por


enfermedades diarreicas vinculadas con falta de acceso a agua potable.

· La escasez de agua ya afecta a cuatro de cada 10 personas en el


planeta

· El 90% de los desastres naturales están relacionados con el agua

· El 80% de las aguas residuales retornan al ecosistema sin ser


tratadas o reutilizadas
· Alrededor de dos tercios de los ríos transfronterizos del mundo
no tienen un marco de gestión cooperativa

· La agricultura representa el 70% de la extracción mundial de agua


(FAO).

· Aproximadamente el 75% de todas las extracciones de agua


industrial se utilizan para la producción de energía (UNESCO, 2014). (6)

[2] “Para colmo de males, la guerra no solo puede ser la consecuencia de la


escasez de agua, sino también su causa. En lugares que experimentan
conflictos violentos, la inseguridad hídrica se ve agravada por la destrucción
de la infraestructura y la interrupción de servicios vitales. Según la UNICEF,
los niños que viven en áreas donde hay conflictos tienen casi 3 veces más
probabilidades de morir de enfermedades diarreicas —como resultado de falta
de agua potable y el saneamiento— que de la violencia del conflicto. Estas
estadísticas son aún más sombrías para los niños menores de 5 años. Tienen
20 veces más probabilidades de morir por la no disponibilidad del agua, que
por una bala”.(2)

[3] Las proyecciones, simulaciones y modelos climáticos utilizados en este


proyecto para cada variable representada están en línea con el pronóstico de
temperatura del Rastreador de Acción Climática (CAT). Los científicos del CAT
están monitoreando la política climática en todo el mundo. Con base en las
políticas y acciones climáticas actuales, actualmente esperan un aumento de
2.7°C en comparación con los niveles preindustriales, significativamente más
que el objetivo de 1.5°C del Acuerdo de París. Por lo tanto, las visualizaciones
muestran cómo podría ser nuestro planeta en 2100, a menos que se aumenten
significativamente los esfuerzos para combatir el cambio climático. (23)

[4] “Para colmo de males, la guerra no solo puede ser la consecuencia de la


escasez de agua, sino también su causa. En lugares que experimentan
conflictos violentos, la inseguridad hídrica se ve agravada por la destrucción
de la infraestructura y la interrupción de servicios vitales. Según la UNICEF,
los niños que viven en áreas donde hay conflictos tienen casi 3 veces más
probabilidades de morir de enfermedades diarreicas —como resultado de falta
de agua potable y el saneamiento— que de la violencia del conflicto. Estas
estadísticas son aún más sombrías para los niños menores de 5 años. Tienen
20 veces más probabilidades de morir por la no disponibilidad del agua, que
por una bala”.(26)

[5] “El estudio identifica los principales factores que determinan las
interacciones del agua, como la disponibilidad de agua, la densidad de
población, los desequilibrios de poder y los factores estresantes climáticos. El
modelo propuesto se utilizó para mapear a alta resolución espacial la
probabilidad de experimentar interacciones “hidropolíticas” en todo el mundo.
Este esquema de referencia se compara con cuatro proyecciones distintas de
clima y densidad de población destinadas a estimar las tendencias de las
interacciones hidropolíticas en condiciones futuras (2050 y 2100), al tiempo que
se consideran dos escenarios de emisión de gases de efecto invernadero
(cambio climático moderado y extremo). Se espera que la combinación de la
dinámica del crecimiento climático y de la población tenga un impacto negativo
en el riesgo hidropolítico general al aumentar la probabilidad de conflictos por el
agua en las cuencas hidrográficas transfronterizas, con un aumento promedio
que oscila entre el 74,9% (2050-población y cambio climático moderado) y el
95% (2100 – población y cambio climático extremo). Se espera que las
condiciones demográficas y climáticas futuras ejerzan una presión particular
sobre las cuencas ya estresadas por el agua, como el Nilo, el
Ganges/Brahmaputra, el Indo, el Tigris/Éufrates y el Colorado”. (27)

Metodología y datos

El análisis empírico se diseñó sobre conceptos derivados de la ciencia política


y la economía ambiental, con un conjunto de indicadores seleccionados que
cubren información sobre: disponibilidad de agua dulce en las cuencas
hidrográficas; estrés climático; presión humana sobre los recursos hídricos;
condiciones socioeconómicas, incluido el desarrollo institucional y el
desequilibrio de poder; y características topográficas. Se utilizó una
herramienta derivada del aprendizaje automático y el algoritmo de regresión de
Bosques Aleatorios (Breiman, 2001) para estimar las relaciones entre los
indicadores de cada uno de los grupos con conflictos de agua observados. El
impacto relativo de cada indicador variable e invariante en el tiempo se evaluó
de esta manera y se estimó empíricamente utilizando la base de datos de
eventos relacionados con el agua International River Basin Conflict and
Cooperation-IRCC (Kalbhenn y Bernauer, 2012). El modelo de regresión de
Bosques Aleatorios se entrenó con base en información histórica que abarca
un período de once años (1997-2007). A continuación, se utilizó la media a
medio plazo (1997-2012) de los indicadores seleccionados a alta resolución
espacial (0,25 grados) para estimar la distribución espacial de la probabilidad
de experimentar interacciones hidropolíticas (escenario de conflicto). Los
escenarios futuros de 2050 y 2100 se calcularon utilizando la media
multimodelo de las estimaciones diarias de temperatura y precipitación de 5
GCM pertenecientes a la Fase 5 del Proyecto de Intercomparación de Modelos
Acoplados (CMIP5) (Taylor et al., 2012), considerando dos escenarios de
emisión y forzamiento radiativo diferentes, Rutas de Concentración
Representativas (RCP) 4.5 y 8.5 (Meinshausen et al., 2011, 2009), para el
período de 15 años anterior al tiempo de referencia (respectivamente, 2036-
2050 y 2086-2100).(31)

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