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Introducción

Es extensamente conocido que las tres cuartas partes del planeta Tierra
están cubiertas con agua, más o menos el 70% de su superficie, y que se
encuentra contenida principalmente en los océanos. Nuestro planeta es el
único en el Sistema Solar en el que el agua se presenta bajos los estados:
sólido, líquido y gaseoso. Sin embargo, de la totalidad del agua en la Tierra,
la porción de agua dulce es muy pequeña, alrededor de tan sólo el 2.5%.
De esta manera, las aguas disponibles para el consumo humano o
actividades productivas son una pequeña fracción del total de las aguas en
la hidrosfera, por un lado en la superficie terrestre como en lagos, ríos y
humedales; en la atmósfera y bajo el suelo. En la actualidad, la población
mundial sigue careciendo de facilidades para la provisión de agua, la
demanda de ésta es mayor que nunca.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) expresaba que el 20% de la
población mundial carece de agua en condiciones mínimamente
satisfactorias y 50% de la población mundial no dispone de instalaciones
sanitarias adecuadas. De esta manera, el 85% de las causas de
enfermedades y de muertes en el mundo se asocian con el agua
contaminada y la falta de acceso a la misma.
En el presente trabajo se pretende analizar la escasez de agua existen en
America Latina, China, y EE.UU; cuales son las causas y consecuencias de
esta problemática y cual es la forma que implementan para palear la
situación.
Situacion Hídrica en America Latina

América Latina: Un continente Rico en Agua


Con el 33% de los recursos hídricos renovables del mundo, Latinoamérica
es el continente con la disponibilidad más alta del mundo. Sus 3100 m3 de
agua per cápita por año, duplican el promedio per cápita mundial. La gran
mayoría de los países de la región cuentan con disponibilidades
catalogadas entre altas y muy altas en razón de su superficie y población
La disponibilidad del recurso no significa que éste sea accesible a la
totalidad de la población. Esto implica que la mayoría de los países que
cuentan con niveles de disponibilidad altos, experimenten disminuciones en
los niveles de cobertura de agua potable para sus poblaciones.
Aunque la región ha experimentado un aumento en la cobertura de agua
potable de un 33% en 1960 a un 85% en el 2000; 77 millones de personas
aún no cuentan con acceso al agua. Cobertura de Servicios Sanitarios La
cobertura de saneamiento presenta niveles aún más bajos. Aunque la
región ha experimentado mejoras considerables, tan sólo el 49% de la
población cuenta con servicios sanitarios. Esto significa que la población
sin acceso al saneamiento sea superior a los 100 millones de habitantes.

Asimetrías entre el Campo y la Ciudad


Los niveles de cobertura de servicios de agua potable y saneamiento
reflejan las asimetrías imperantes entre las zonas rurales y urbanas en la
región.
De los 77 millones de habitantes que no cuentan con servicios de agua
potable; 51 millones habitan en zonas rurales mientras que los restantes 26
millones se encuentran en zonas urbanas. En lo que a saneamiento se
refiere, se mencionó que más de 100 millones de personas no cuentan con
servicio alguno. A esta población deben sumarse los 256 millones de
habitantes que en la región evacuan sus desechos a través de letrinas y
fosas sépticas.
Deficiente Gestión del Agua: Extracción Desregulada, Desperdicio y
Tratamiento de Aguas Residuales
Aproximadamente el 86% de las aguas residuales son evacuadas en los
distintos cuerpos de agua de la región sin tratamiento alguno. Aunque
amplios sectores de la población se encuentran desabastecidos de
servicios de agua potable y saneamiento, es preciso enfatizar que el rubro
de abastecimiento de agua para necesidades básicas no es el principal
usuario del recurso hídrico. La agroindustria, con un 70% y la industria, con
un 20; son los principales rubros socioeconómicos que hacen un mayor
aprovechamiento del agua, totalizando un 90% de las aguas extraídas y
utilizadas para tales fines.
La región experimenta una creciente dependencia en el uso de sus fuentes
hídricas subterráneas: América del Sur utiliza entre el 40 y el 60% del agua
que consume de los acuíferos, mientras que América Central y México
dependen en un 65% de estas fuentes. En México por ejemplo, 102 de los
653 acuíferos se encuentran sobreexplotados.
Aunado a esto, existe una deficiente gestión en el manejo y conservación
del agua, ya que en promedio, 40% del agua se pierde en fugas y sistemas
de alcantarillados deficientes.
Con una población en aumento con crecientes demandas de servicios
básicos y un modelo de desarrollo sustentado en la explotación de materias
primas, América Latina se encamina hacia una agudización en la
explotación de sus fuentes de agua.
El “stress” hídrico
Ser el continente más rico en términos de disponibilidad de agua per cápita,
no implica que no hayan poblaciones que no padezcan de una seria
escasez de agua. Países como Perú, El Salvador y México desde ya
experimentan el denominado “stress hídrico”.

País Recurso Hídrico per cápita (m3)


Perú 1,800
El Salvador 2,876
México 4,100
Cada uno de estos países merecen un análisis diferenciado: El Perú, como
se ilustró con anterioridad, es un país rico en disponibilidad de agua, pero
dado que sus principales asentamientos urbanos y actividades económicas
se encuentran en la costa en zonas desérticas, la accesibilidad del recurso
se torna difícil y costosa.
El caso de México radica en la creciente migración campo/ciudad, en
especial, hacia México D.F., uno de las principales conglomeraciones del
mundo. En dicho centro urbano se encuentra la quinta parte de la población
y las principales actividades socioeconómicas de dicho país (más 20
millones de habitantes). Como se mencionó anteriormente, cerca de una
sexta parte de los acuíferos mexicanos ya se encuentra sobreexplotados, y
la creciente demanda de los centros urbanos implica la importación de
aguas de otras regiones. P.e. México D.F. ya importa el 45% del agua que
consume del interior del país.
El Salvador, con 21,040 km2, es uno de los países más deforestados y
densamente poblados de América Latina, con 333 habitantes/km2. Cuenta
con una cobertura boscosa original de tan sólo el 3% de todo el territorio y
con una población estimada de 6,9 millones de habitantes.
Este pequeño país depende de una gran cuenca que abarca el 50% de su
territorio. Se trata de la deteriorada cuenca trinacional del río Lempa
(compartida con Honduras y Guatemala). El elevado nivel de erosión de las
laderas existentes en la cuenca de este río como resultado de la elevada
deforestación y conversión de los usos del suelo, ha incidido decididamente
en el stress hídrico que este país padece. San Salvador, donde se
concentra la tercera parte de la población del país, debe importar el 25%
del agua que consume del río Lempa, ya que su principal acuífero se
encuentra sobreexplotado.
Mención aparte merece la crisis hídrica que padece Haití. Este país
caribeño ya se encuentra en una situación catalogada como “catastrófica”,
similar a la existente en los países del África Subsahariana. De acuerdo
con Rothfeder (2001) en su libro: “Every Drop for Sale”, las poblaciones en
este país subsisten con 3 o 4 litros diarios de agua en promedio.
El problema del agua en China

China enfrenta actualmente grandes desafíos en torno a la escasez de


agua y el Ministerio de Recursos Hídricos del país ha reconocido que su
sistema de abastecimiento podría haber colapsado para el 2030. Conozca
a continuación los diversos factores que amenazan con detener el
acelerado desarrollo chino.

Muchas causas para una gran crisis

Crecimiento de la población: El principal factor es el crecimiento de una


población que ya alcanza los 1.300 millones de habitantes y que en los
próximos 20 años saltará a 1.600 millones. Se estima además que para
entonces, el 60% de ellos vivirá en zonas urbanas con recursos hídricos
limitados. En ese momento el país consumirá entre 800.000 y 900.000
millones de metros cúbicos de agua, de los cuales el 50% se destinará a
regar las plantaciones agrícolas, otros 280.000 millones serán gastados por
las áreas urbanas y la industria y sólo 100.000 millones más contribuirán a
proteger los ecosistemas naturales. 

Desarrollo acelerado: Después de tres décadas de desarrollo, el consumo


actual de ciudades y fábricas es del orden de los 1.800 millones de metros
cúbicos. De ese suministro, el 68% se dedica a la agricultura, el 20% al
consumo humano y sólo una séptima parte se emplea para mantener o
rehabilitar los entornos naturales.  La expansión demográfica y su
consecuente industrialización, llevarían esta cifra a su máximo de 6.800
millones de metros cúbicos en los próximos 20 años. 

Carencia de estudios: La falta de estudios de impacto ecológico que ha


acompañado tradicionalmente al desarrollo en esta nación, se traduce en
que China está agotando sus reservas de agua a pasos agigantados.
Cuatrocientas ciudades sobre casi setecientas sufren actualmente escasez
de agua en China. Casi todas se encuentran en el norte del país. Sólo en el
año 2000, de 514 ríos analizados, 60 se habían secado completamente,
mientras que el 14% de los lagos y zonas húmedas habían menguado
dramáticamente. A la falta de planificación medioambiental se le ha
sumado la peor sequía desde hace medio siglo. 

La sequía: El 80% de la población que tiene problemas con suministro de


agua potable causadas por la sequía, están en la zona árida del sudoeste.
En la isla de Hainan, por ejemplo, donde antes solían registrarse
precipitaciones anuales de 1.400 litros por metro cuadrado, se han secado
11 reservas de tamaño medio y más de 930 pequeñas fuentes, por lo que
900.000 personas y 200.000 cabezas de ganado sufren restricciones de
agua. En Shanxi sólo quedan 860 millones de metros cúbicos en sus
pantanos y embalses, 200 menos del consumo anual que presenta esta
provincia situada al norte del país. También Guangdong, la provincia con
mayor extensión de costa de China, sufre una grave sequía, la más grave
de los últimos 50 años afecta ya a un millón de personas, y numerosas
zonas rurales ni siquiera disponen de suministro de agua. 

Marejadas de agua salada: En lugar de lluvias, China  recibido las peores


mareas de sal desde hace dos décadas. Este fenómeno se produce
cuando el mar irrumpe en el interior debido al bajo nivel de agua que llevan
los ríos. Así, 16 millones de residentes en el delta del río Perla verán
amenazado su abastecimiento, por lo que ya esperan los tifones y
tormentas tropicales para suplir su demanda. 

Interrupción del servicio: Uno de los problemas que causan un mayor


impacto en la política interna de China, es el del suministro y contaminación
del agua. La interrupción periódica del suministro ha causado una pérdida
estimada en 11 mil millones de dólares en la producción industrial, mientras
que la contaminación de este elemento básico se ha traducido en un costo
de 3 mil 900 millones de dólares. 

Desbalance demográfico: Otro de los grandes desafíos de esta nación en


desarrollo, es lograr un balance de las concentraciones demográfica e
hidrográfica que le impone la historia y la geografía de su territorio. En las
siete cuencas hidrográficas del norte de China vive el 47% de la población,
pero sólo se dispone del 12 % del agua.8 En las 4 cuencas del sur vive casi
la misma población, pero se concentra más del 80 % del agua.
Los recursos hídricos de los Estados Unidos y su administración

En los Estados Unidos, la disponibilidad de agua, los patrones de su uso y


los problemas asociados a su administración son muy variables en cuanto
a tiempo y a ubicación. Dicha variabilidad implica que con frecuencia es
difícil hacer generalizaciones sobre las características de los recursos
hídricos. No obstante, la característica más destacada y consistente de la
situación hídrica en los Estados Unidos, es que el agua es escasa. Con
excepción de las épocas de inundación, generalmente no hay suficiente
agua para satisfacer todas las demandas debido a su disponibilidad, nivel
de uso y las circunstancias bajo las cuales se administra.
La dominante escasez de agua y el hecho de su incesante intensificación,
son el resultado del continuo aumento de la demanda como de población y
el crecimiento de la economía mientras el suministro de agua se mantiene
estático o hacia la baja. La disminución puede ser consecuencia del
deterioro de la calidad del agua, la
Sobreexplotación de aguas subterráneas, y las tendencias de cambio en
cantidad, temporalidad y forma de la precipitación.
El impacto de estos factores varía de una región a otra y ello significa que
la escasez misma, aunque penetrante, tiene diferentes grados a lo largo de
todo el país.
A pesar del lugar que ocupa como la nación con mayor desarrollo
económico y la más rica de las Américas, Estados Unidos se enfrenta a los
mismos problemas hídricos que sus vecinos hemisféricos al sur. Una
excepción parcial es el hecho de que prácticamente toda la población de
los Estados Unidos tiene acceso a fuentes de agua potable y servicios
sanitarios adecuados. Sin embargo, el envejecimiento de los sistemas
públicos de agua potable, la continua aparición de contaminantes que
pueden amenazar las fuentes domésticas de agua, la insuficiencia de
algunos sistemas sanitarios rurales, y la creciente necesidad de renovar y
actualizar algunos sistemas urbanos, implica que incluso este problema
debe permanecer en la agenda de recursos hídricos de los Estados
Unidos. A pesar de que los desafíos de proveer agua potable y servicios
sanitarios de forma adecuada se manifiestan de distintas formas en los
Estados Unidos, el menú de problemas hídricos a lo largo de los países
americanos es bastante similar.

Usos del agua


El uso del agua en los Estados Unidos generalmente se cuantifica en
términos de la extracción combinada tanto de agua superficial como
subterránea. La extracción total diaria es en promedio de unos 1.5 x 1012
litros.
Las prácticas contables de los usos del agua como extracciones crean algo
de confusión porque fallan en distinguir entre el agua usada en el consumo
y el agua que es retornada a la corriente y que puede ser utilizada de
nuevo. Sin embargo, es la principal forma en la que los datos están
disponibles. En términos de extracción, los dos principales usuarios de
agua son el riego, que cuenta por el 31% de la extracción, y la producción
de energía termoeléctrica, que cuenta por el 49%. Existen dos diferencias
importantes entre estos usos. Primero, una proporción muy alta de la
extracción para riego se consume por la misma cosecha y los flujos de
retorno tanto hacia las aguas subterráneas como los superficiales, si es
que los hay, tienden a ser bastante modestos. En contraste, el agua para
termoelectricidad se usa con fines de enfriamiento y una porción muy
pequeña es consumida. La mayor cantidad es retornada al río. Una
segunda diferencia importante es que toda el agua extraída para riego es
dulce mientras que parte del agua usada para generar termoelectricidad es
agua salada. También se debe señalar que la gran mayoría de los usos
termoeléctricos ocurren en la mitad oriental del país (la energía
hidroeléctrica predomina en el oeste), mientras que el mayor uso de agua
para el riego ocurre en el oeste donde la agricultura de riego es
predominante. Otros usos se muestran junto con la termoelectricidad y el
riego.
El año más reciente para el cual hay datos disponibles (1995) indican que
el uso consuntivo total fue igual a 25% del total extraído. Este dato puede
ser bastante engañoso, sin embargo, ya que la extracción para
enfriamiento termoeléctrico cuenta por casi la mitad del total de la
extracción, aunque sólo el 1.95% de estas extracciones son de uso
consuntivo. El uso consuntivo por la agricultura de riego, en contraste, es
algo mayor al 60% del agua extraída con fines agrícolas.
En términos geográficos, los cuatro estados con la mayor utilización de
agua son California, Texas, Idaho y Florida.
Juntos cuentan por aproximadamente una cuarta parte del total de
extracción de agua en los Estados Unidos. California encabeza todos los
estados con la mayor extracción de cualquier estado. Las extracciones
californianas cuentan por el 11% del total nacional y más de tres cuartas
partes de estas extracciones fueron destinadas al riego. Texas está en el
segundo lugar con cerca del 7% del total nacional. En Texas, el agua es
usada principalmente para el riego y la producción de energía
termoeléctrica. Alrededor de 33% de toda el agua dulce que se extrae se
dedica al riego con el 40% destinado a la energía termoeléctrica. Además,
un poco más del 60% del total de agua salada extraída fueron para energía
termoeléctrica. Idaho quedó en tercer lugar y 85% de sus extracciones
fueron a la agricultura de riego con otro 13% para la acuacultura. Las
extracciones de Idaho fueron todas de agua dulce y corresponden por casi
el 5% del total nacional. Las extracciones de agua dulce de la Florida
fueron destinadas principalmente al riego y al suministro público, pero el
total de la extracción de agua dulce es significativamente menor a las
extracciones de agua salada que fueron usadas casi exclusivamente para
enfriar plantas de energía eléctrica.
Los patrones de extracción y uso de agua en estos cuatro estados que
corresponden a un cuarto de la extracción nacional, en general, reflejan los
patrones encontrados a lo largo del país. El agua para riego domina en los
estados del oeste como lo ilustran California y Idaho, así como
parcialmente Texas. Los estados del oeste tienden a no usar grandes
cantidades de agua para el enfriamiento porque dependen de la generación
hidroeléctrica y, en consecuencia, tienen pequeñas demandas de agua
para enfriamiento en plantas termoeléctricas. Por lo tanto, los estados del
oeste tienden a usar cantidades muy pequeñas de agua salada.
Sólo una cuarta parte de la extracción de agua en California es de agua
salada, y Idaho no tiene ninguna. Texas tiene una demanda significativa de
agua para enfriamiento ya que su uso individual es más grande. Sin
embargo, la mayoría de esta demanda para enfriamiento se satisface con
agua dulce. La Florida, en general, representa a los estados del sureste y
medio-oeste. El 65% de su extracción es para al enfriamiento de plantas
termoeléctricas y solamente el 16% se usa para riego, que es
suplementario a la precipitación estacional normal. Los patrones de
consumo, en la mayoría de los estados, entonces tienden a estar
determinados en parte por las fuentes de agua disponibles y también por la
alta productividad de la agricultura de riego en el oeste y la relativa
ausencia de buenos sitios para la generación de hidroelectricidad en el
este.

Los principales asuntos hídricos que enfrentan los Estados Unidos


Los Estados Unidos se enfrentan a numerosos asuntos y retos hídricos.
Algunos de éstos son de un lugar específico de naturaleza regional. Otros
se manifestarán casi en toda la nación y presentan desafíos urgentes que
se tendrán que atender de forma continua. Es posible que existan varias
docenas de estos asuntos y la discusión de la relativa urgencia de cada uno
va más allá del alcance de la presente contribución. Por el contrario, seis
asuntos convincentes se han elegido para su discusión más profunda y
éstos proporcionan tanto una idea de la diversidad de los asuntos hídricos
que enfrentan los Estados Unidos como también la urgencia de abordarlos.

El manejo de la escasez de agua


La escasez de agua es dominante en los Estados Unidos y nuevos
métodos y procesos deben ser encontrados para asistir en su manejo. Las
ciudades áridas y semiáridas del suroeste de los Estados Unidos son las
ciudades de mayor crecimiento de la nación. Éstas incluyen a Denver,
Phoenix Albuquerque, Las Vegas y Los Ángeles. Todas requerirán
suministros adicionales de agua para apoyar el crecimiento poblacional
anticipado y aún no está claro de dónde provendrá esa agua.
Los regímenes de flujo actual del río Missouri pone en peligro a tres
especies que han sido declaradas amenazadas.
Las recomendaciones realizadas para mejorar los hábitats de estas
especies requerirían mayor flujo de los ríos durante la primavera y
reducciones en el verano. Las reducciones veraniegas podrían tener un
impacto negativo en la navegación del río y haría más difícil y más costoso
el transportar la sustancial cosecha agrícola en la cuenca. La situación ha
resultado en el estancamiento porque no es posible mejorar el hábitat de
las tres especies afectadas y a la vez proteger la navegación histórica del
río Missouri
La situación en la Cuenca Klamath al sur del estado de Oregon y al norte
de California es bastante similar. Ahí se cortó el agua para riego para que
los niveles de los ríos y lagos se pudieran manipular para beneficiar varias
especies amenazadas. El conflicto surgió cuando agricultores de riego y
científicos argumentaron que la ciencia detrás de la decisión de recortar la
corriente para riego estaba viciada. Un estancamiento surgió aquí también
porque había insuficiente agua para servir tanto la necesidad ambientalista
como los contratos de riego
Las manifestaciones de escasez no se encuentran confinadas a las
regiones del oeste del país. Glennon (2002) documenta ejemplos a lo largo
de toda la nación en los que la extracción excesiva de agua ha causado
que ríos y arroyos se sequen y también una cascada de conflictos sociales,
penurias económicas y degradación ambiental. En muchos casos, el
problema es empeorado porque los sistemas legales existentes no
reconocen que el agua superficial y la subterránea están interconectadas.
Las aguas del río Potomac fueron el foco de una disputa entre los estados
de Maryland y Virginia en los primeros años del siglo XXI. Al final esta
disputa tuvo que ser resuelta por la Suprema Corte de los Estados Unidos.
Y existe otro conflicto entre los estados de Georgia, Alabama y Florida que
se enfoca en los esfuerzos de Atlanta, Georgia, de asegurarse cantidades
suficientes de agua para sostener el crecimiento poblacional proyectado.
Las manifestaciones de escasez ya no se limitan a las regiones secas del
oeste sino que ahora son parte del panorama de gestión hídrica nacional.
Nuevos métodos tienen que ser encontrados para resolver los conflictos
que surgen y para asegurar que la nación obtenga el rendimiento óptimo de
un suministro de agua cada vez más limitado.

La proteccion de la oferta de agua potable de la nación

A lo largo de los últimos 100 años, los Estados Unidos ha realizado grandes
inversiones en su sistema de tratamiento y distribución de agua. El
resultado ha sido que su abastecimiento de agua en conjunto ha estado
dentro de los más seguros, confiables y saludables del mundo. Sin
embargo, existen dos amenazas claras que tendrán que ser resueltas en el
futuro. La primera está enfocada en la lista de contaminantes nuevos y
potenciales que amenazan las fuentes crudas de agua de manera continua.
La segunda se enfoca en el envejecimiento de la infraestructura de agua y
saneamiento que tendrá que ser reconstruida en gran parte en el siglo
venidero.
A medida que el desarrollo económico continúa, la aparición de nuevas
sustancias químicas y sus residuos probablemente se acelere. Tales
químicos se desarrollan para fines específicos y frecuentemente
proporcionan grandes beneficios a la sociedad. Sin embargo, al momento
de ser introducidos, su comportamiento y destino en el medio ambiente se
desconocen.
Existe una propensión clara a que las fuentes de agua cruda sean
contaminadas no sólo con sustancias químicas nuevas, sino con químicos
que han sido muy utilizados en el pasado y que quizás no fueron
desechados adecuadamente.
Así, por ejemplo, químicos, como residuos de pesticidas y herbicidas, han
aparecido en el agua subterránea algunas décadas después de que
comenzó su uso. En los últimos años, una sustancia utilizada en la
manufactura de municiones, combustibles para cohetes y pirotecnia ha
aparecido en el agua subterránea de California. Dicha sustancia se
sospecha que es un carcinógeno humano y se sabe que interfiere con la
producción de la hormona tiroidea humana. Éstos no son ejemplos
aislados. Químicos de todo tipo —nuevos y viejos— han aparecido y
seguirán apareciendo en el agua subterránea y superficial de la nación. Los
métodos para detectar dichos químicos en el medio ambiente de forma
temprana y desarrollar tecnología para tratar y retirarlas de las fuentes de
agua potable serán muy necesarios. Idealmente, sería deseable continuar
el desarrollo de protocolos de detección que permitan una evaluación
temprana del probable comportamiento de estos químicos en el ambiente y
caracterizar la posibilidad de contaminación.
La segunda amenaza a la integridad del suministro de agua potable
nacional es el envejecimiento de la infraestructura.
En las próximas décadas habrá fallas en los sistemas urbanos de
distribución, algunos de los cuales tienen bastante más de 100 años de
edad. Plantas de tratamiento de agua se tendrán que reemplazar, y tendrán
que ser diseñadas de manera que permitan la adaptación a nuevos retos
de mantenimiento de calidad del agua. Ni siquiera está claro si simplemente
reemplazar los sistemas existentes tiene sentido. La necesidad de
reemplazar los sistemas de distribución que están debajo de millas de
áreas urbanas pavimentadas apunta a la importancia de considerar
sistemas más descentralizados que den servicio a comunidades bien
definidas o incluso hogares individuales. También existe el asunto
verdaderamente apremiante de cómo se financiará.
Conclusión

A modo de reflexión se puede decir que, la escasez de agua, es un


problema que se ha acrecentado en los últimos años a nivel mundial
generando diversas consecuencias en la población.
Analizando estos tres casos podemos visualizar también, que la mayoría
de las causas son ocasionadas por el descuido de la población, como la
contaminación, los derroches, entre otros.

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