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Introduccion

El lanzamiento de jabalina es un evento deportivo, uno de los eventos que sobreviven desde
los Juegos Olímpicos originales. El atleta sostiene la jabalina hecha con material reglamentario
de metal o fibra de vidrio, con el objetivo de que llegue lo más lejos posible en una mano y,
mientras corre, la lanza lo más lejos posible. Es un deporte olímpico oficial.

Teniendo en cuenta que el lanzamiento de artefactos de diferentes formas y tamaños para


cazar animales a distancia para conseguir comida se remonta a muchos miles de años atrás, y
que el hombre desde antiguo siempre ha tenido una tendencia a medirse con los demás
hombres para demostrar que es mejor, se puede suponer que la muestra de este tipo de
habilidades, lanzar más lejos o con más puntería, podría tener un origen mucho más lejano de
lo que nos muestra la historia escrita. El lanzamiento de jabalina como deporte de competición
reglado ya se realizaba en la antigua Grecia, incluida dentro de la prueba de pentatlón, en los
Juegos Olímpicos de la antigüedad y en los Juegos Panhelénicos. El pentatlon era la
competencia por excelencia de los Juegos Olímpicos se incorporó en el año 708 a. C.

Desarrollo

Origen e historia

El lanzamiento de jabalina ya era para los griegos en el siglo V a. C. una de las competiciones
deportivas más importantes. Sus principales atletas procedían de los Peltastas, una infantería
ligera especializada en escaramuzas que portaba un escudo de mimbre y varias jabalinas.
Con los romanos el lanzamiento de jabalina se fue extendiendo por otros países del
Mediterráneo y desde allí se expandió por todo el planeta.
En España el lanzamiento de jabalina se desarrolló con los Almogávares, tropas de choque y
guerrilla presentes en todos los reinos cristianos de la península ibérica a lo largo de la
Reconquista y especialmente conocidos por el activo papel que desempeñaron en el
Mediterráneo aquellos procedentes de la Corona de Aragón entre los siglos XII y XV.
En 1908, cuando se celebró una de las primeras olimpiadas modernas, se recuperó la jabalina
griega clásica, que estaba elaborada de madera o bambú y tenía un lazo de cuero en su centro
de gravedad que funcionaba como un propulsor que aportaba fuerza y precisión.
En los siguientes juegos olímpicos, se decidió prescindir del lazo en las jabalinas.
En 1986 se modificó profundamente el diseño de la jabalina, adelantando su centro de
gravedad para facilitar que se clavaran en el suelo.
Las reglas de este deporte surgieron de forma natural entre quienes lo practicaban, hasta que
comenzó a regularse por federaciones.
Actualmente los torneos y competiciones están totalmente regulados y existe tanto una
Federación Internacional de Atletismo (IAAF), como una Europea (EAA) y en nuestro caso una
española, la Real Federación Española de Atletismo (RFEA), que incluyen el lanzamiento de
jabalina entre sus deportes.
Características

La jabalina es un venablo muy alargado con la punta metálica. La longitud de la jabalina es de


260-270 cm en categoría masculina y 220-230 cm en categoría femenina, y, para categorías a
partir de los 18 años, un peso mínimo de 800 g para los hombres y 600 g para las mujeres.
Tiene un asidero, fabricado con cordel, de unos 15 cm de largo, que se encuentra
aproximadamente en el centro de gravedad de la jabalina (entre los 90 cm y 110 cm). A lo largo
de la historia se ha venido acercando a la punta el centro de gravedad de las jabalinas, para
hacer que caigan antes, ya que se comenzaban a realizar marcas que excedían el largo de los
campos de caída.

Técnicas

El objetivo de efectuar un buen lanzamiento técnico es el de que la jabalina tenga la mayor


velocidad posible en el momento de ser lanzada, aunque también influyen otros aspectos que
pueden ser controlados, como el ángulo de salida o el alineamiento de la jabalina con los
hombros a la hora de la carrera y del momento de ser lanzada.

Desde el inicio de los lanzamientos en la era moderna han existido varias técnicas de
lanzamiento, existiendo incluso durante algún tiempo una técnica rotatoria, adaptada al
lanzamiento de jabalina por Félix Erausquin, derivada del lanzamiento de barra que se practica
en el País Vasco. Con esta nueva técnica, Miguel de la Quadra-Salcedo batió holgadamente la
plusmarca mundial de jabalina.2 Ante la peligrosidad que ofrecía esta técnica para lanzadores
inexpertos, la IAAF se vio en la obligación de modificar el reglamento por dos veces, incluyendo
en el reglamento que ni el lanzador ni la jabalina podían estar orientados en ningún momento
del lanzamiento de espaldas a la zona de lanzamiento.2 Esta marca no se homologó pese a ser
la modificación del reglamento posterior al lanzamiento. Esta técnica era muy peligrosa si no se
dominaba perfectamente, puesto que existía la posibilidad de que la jabalina saliera hacia otro
lugar que no fuera la zona de la caída, con el consiguiente peligro para espectadores y atletas
que competían en otras pruebas.

Actualmente se utiliza la técnica denominada clásica, que se adapta, con pequeñas variantes, a
las características del atleta. En esta técnica se utiliza una serie de pasos previos al
lanzamiento. Normalmente se utiliza una carrera normal, para, después, al armar el brazo
manteniendo la jabalina a la altura de los ojos y alineada con los hombros en la dirección del
lanzamiento, hacer una serie de pasos cruzados y por último efectuar un apoyo con el pie
izquierdo (paso de acomodo), bloqueando la parte izquierda del cuerpo, para después con el
pie derecho y la cadera efectuar una ligera rotación hacia dentro (paso suave), y seguidamente
soltar el brazo, ejecutando el lanzamiento. La mano izquierda, desde el paso cruzado, se ha de
llevar alta para en el momento de lanzar llevarla hacia el lado izquierdo. Después se debe
continuar la inercia del lanzamiento, no bloqueándose completamente. Es importante que el
lanzador en todo momento esté relajado, pues los músculos se estiran más si están relajados
que en tensión, permitiendo una mayor elasticidad en el lanzamiento. Podemos resumir esta
técnica diciendo que tiene cuatro partes: carrera, paso cruzado, lanzamiento y recuperación.

Reglas

Se lanza desde un pasillo de un largo de 30 metros, acabado en un arco de 38 metros de radio.


El sector de caída estará marcado con dos líneas blancas de 45 cm de anchura, de tal modo que
si los bordes internos de las líneas se prolongasen deberían pasar por las cuatro intersecciones
de los bordes interiores del arco y las líneas paralelas que delimitan el pasillo de impulso y que
se cruzan en el punto central del círculo del cual el arco forma parte. El sector tendrá así 29º
aproximadamente.

Para realizar cada intento, el atleta tiene un minuto. Normalmente, cada atleta realiza tres
intentos, y los ocho atletas con mejor marca válida, o todos si son ocho o menos, realizan otros
tres intentos en orden inverso a su mejor marca.

La jabalina se debe agarrar por la encordadura (al menos la mano del atleta debe tocarla), y
lanzarse por encima del hombro o del brazo de lanzar; no se permite lanzarla en rotación ni
puede el atleta dar la espalda al sector de caída antes de soltar la jabalina; los estilos no
clásicos no están autorizados. Si la jabalina se rompe en el intento o en el aire no se contará
como nulo; tampoco si la rotura hace perder el equilibrio al atleta y provoca que toque fuera
del arco; en este caso se le permitirá volver a comenzar. En la caída, la punta metálica debe
tocar el suelo antes que cualquier otra parte de la jabalina. El atleta debe sostener la jabalina
por la empuñadura situada en su centro de gravedad y lanzarla por encima del hombro y cerca
del oído u orejas.

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