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 EVOLUCION DE LOS DERECHOS HUMANOS DE LA MUJERES

 ASPECTOS FUNDAMENTALES DE LA TEORIA DEL GENERO Y PERSPECTIVAS DE


GENERO
 METODOLOGIA DE GENERO

DERECHO Y GENERO

Género
Generalidades

Género, lo define el diccionario como: “conjunto de seres o cosas que tienen caracteres
comunes”. Los seres humanos en su esencia comparten las mismas características, no
negando que biológicamente existen algunas diferencias que han trascendido al plano
social, estableciendo roles diferentes para cada sexo, que se manifestaron al establecer
diferencias para educar, actuar y hasta de pensar. Existe una diferencia real entre hombre
y mujer, la biológica, pero ésta no solo existe biológicamente, sino también en el plano
legal, la razón como lo señalan Alda Facio y
Lorena Fries es “porque la diferencia mutua entre hombres y mujeres se concibió como, la
diferencia de las mujeres con respecto a los hombres cuando los primeros tomaron el
poder y se erigieron en el modelo de lo humano.”

Esta desigualdad se encuentra enraizada dentro de todos los ámbitos de la sociedad, que
permiten y perpetúan el estatus de inferioridad de las mujeres. Entre los factores que
contribuyen a que esto continué están: la sociedad y las leyes. La sociedad, a través de los
patrones establecidos, que vienen de generación en generación, y las leyes como
reguladoras de la convivencia entre todos los seres humanos; las que al no ser
imparciales, han promovido la desigualdad, que se perpetua a través del temor y la
violencia.
Como se ha observado a través de la historia, en toda situación injusta, se produce una
rebelión por parte del sector oprimido. Así surgió el movimiento feminista,
que se inició en el siglo XX. Aparecen las teorías feministas que no son más que: “un
conjunto de saberes, valores y prácticas explicativas de las causas, formas, mecanismos,
justificaciones y expresiones de la subordinación de las mujeres que buscan
transformarla”.18 Una definición más clara la da Castells: “entenderemos por feminismo
lo relativo a todas aquellas personas y grupos, reflexiones y actuaciones orientadas a
acabar con la subordinación, desigualdad, y opresión de las mujeres y lograr, por tanto, su
emancipación y la construcción de una sociedad en que ya no tengan cabida las
discriminaciones por razón de sexo y género.
La desigualdad ha trascendido al plano del derecho, ejemplo de ello, los preceptos legales
que establecen la obediencia de la mujer a su marido, la representación legal le
corresponde al marido, la oposición del marido a que la mujer trabaje, la no
criminalización de la violencia sexual en el matrimonio, etc. En todos se hace evidente
la desigualdad de trato, y quien detenta el poder sobre quien. En el Código Civil
guatemalteco ya se ha logrado derogar algunas de ellas, pero aún así dentro del
Código Penal subsisten algunos artículos que son clara evidencia de la desigualdad.

Definición de género:
El origen de este concepto, se debe a una serie de estudios que se hicieron a niños y niñas
que fueron educados y tratados, en relación al sexo que no les correspondía genética,
anatómica y/u hormonalmente. Estos casos, fueron estudiados por el Psiquiatra Robert
Stoller, quien en su libro Sex and Gender (Sexo y género) se refiere al género como:
“grandes áreas de la conducta humana, sentimientos, pensamientos y fantasías que se
relacionan con los sexos pero que no tienen una base biológica”; concluyendo que: el
hecho de asignarle un determinado rol (femenino o masculino) al individuo, casi siempre,
o en la generalidad de los casos, es más determinante en el establecimiento de la
identidad sexual que la carga genética, hormonal o biológica, a la que llamó identidad de
género, para diferenciarla de la determinación sexual, basada únicamente en la anatomía;
esto sirvió de base al movimiento feminista para utilizar el término de género, en su lucha
por la igualdad de la mujer dentro de la sociedad.
Para la sociología, género, es la identidad generada por el rol sexual de las personas. Los
términos género y sexo se utilizan a menudo indistintamente, aunque sexo, se refiere de
forma específica a las características biológicas y físicas que convierten a una persona en
hombre o mujer en el momento de su nacimiento, y género se refiere a las conductas de
identificación sexual asociadas a miembros de una sociedad.

Estas diferencias, surgen por patrones de crianza establecidos en la sociedad, que


implican designar ciertos comportamientos a cada sexo. A los niños, se les regalan
carros, pistolas, espadas, etc.… objetos que los condicionan a tener una actitud de
agresividad y deseo de dominación sobre el mundo material, en otras palabras objetos
que reflejen su masculinidad; a las niñas en cambio, se les regala casitas, muñecas,
trastecitos, entre otras cosas, que las preparan para que tener una actitud de pasividad y
delicadeza, en su comportamiento y en cierta forma, se visualicen en su rol de amas de
casa.
Dentro de las ciencias sociales, el concepto de género, se utiliza para explicar la
subordinación de las mujeres, como algo construido socialmente y no justificado en la
biología. Las teorías de género, han sido aceptadas y validadas por la Organización de las
Naciones Unidas (ONU), como: categoría descriptiva de la situación de discriminación que
viven las mujeres, exigiendo a los Estados adoptar la perspectiva de género en las
políticas, programas y legislación. Siendo el principal objetivo, la igualdad entre hombres y
mujeres.

La teoría feminista, en base a estos estudios, argumenta que las diferencias biológicas no
determinan los comportamientos asignados a cada sexo, dentro de la sociedad, y por tal
razón cuando se utiliza el término de género se refiere a que debe manifestarse en todos
los ámbitos, una visión que incluya a las mujeres, para que exista un trato igual para
ambos sexos.

Violencia de género:
Se habla de género y violencia, porque a pesar de que ésta última, puede estar dirigida a
cualquier miembro de una sociedad, se ha encontrado que la mayor incidencia es hacia las
mujeres.
La violencia contra la mujer se ha manifestado, a través de la historia, y en la mayoría de
las culturas, debido a que el poder se le ha entregado al hombre como padre, esposo o
hermano. En 1993, la Asamblea General de las Naciones Unidas, aprobó la Declaración
sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la cual estipula: “Todo acto de
violencia basado en el género que resulte o tenga probabilidad de resultar, en daño físico,
sexual o psicológico o de sufrimiento de la mujer e inclusive la amenaza de cometer esos
actos, la coerción y la privación arbitraria de la libertad sea que ocurran en la vida pública
o en la vida privada”.
Cuando se habla entonces de violencia basada en género, se refiere a todas
aquellas manifestaciones de violencia en contra de las mujeres de cualquier edad, raza,
país o condición económica.

TIPOS DE VIOLENCIA

Desde sus inicios, las diversas formas de convivencia en sociedad, han dividido las
actividades humanas de acuerdo con el sexo, asignando roles muy distintos a ambos
sexos, a la mujer el ser pasiva, sumisa, irracional y tímida. Características consideradas
femeninas. En cambio al hombre, se le permite el uso de la fuerza y la violencia, sinónimo
de masculinidad, razones que lo llevan al uso de la agresividad para demostrar su
hombría.
La violencia en contra de las mujeres se da entonces, porque en la sociedad existen
relaciones desiguales de poder. Esta es la violencia que se basa en el género, cuyo
escenario es el hogar, la escuela, centros de trabajo, tribunales, legislaturas, hospitales y
todos aquellos ámbitos privados o públicos en los cuales se vulneran los derechos
fundamentales de las mujeres, discriminándolas, invisibilizándolas y coartando cualquier
libertad en el ejercicio de sus propios derechos.
La historia ha registrado distintos tipos de violencia contra la mujer, entre ellos podemos
mencionar: la violencia durante un conflicto armado, la violencia sexual, el
acoso sexual, la violencia en la familia, la trata; pero la violencia intrafamiliar ha
constituido uno de los delitos mas difíciles de reconocer por la sociedad, oculto tras el
respeto por la intimidad de la vida privada, la creencia de las mujeres a la conservación de
la familia a pesar de todo, y el temor al rechazo de la sociedad, impedían o quizá impidan
a la mujer, hasta el día de hoy, solicitar ayuda. Permitiendo que este comportamiento
destruya a la mujer, a su familia y por ende a la sociedad.
Es necesario comprender, cuáles actos y actitudes deben cambiar las personas, y
la sociedad, para poder lograr erradicar la violencia.
Etimología y definición:
Viene del latín violentia que significa “acción violenta o contra el natural modo de
proceder” según la enciclopedia Encarta 2004. El término violencia en derecho penal se
entiende como: el uso de la fuerza para alcanzar un fin determinado o para cometer un
hecho delictivo.
Otra definición es: “Aplicar medios violentos a cosas o personas, para vencer su
resistencia… puede ser ejercida por una persona sobre otras, de modo material o
moral”. En términos generales, la violencia la define el Diccionario Enciclopédico Océano
Uno, como “la acción y efecto de violentar o violentarse. Acción violenta o contra el
natural modo de proceder”.

Asimismo, se considera que: “es un acto de imposición y agresión, por parte de una
persona o una institución, en contra de la voluntad de otra. Es una forma abusiva de
ejercer poder y control sobre los demás”
La violencia física es entonces aplicada, para obligar a otra persona, a realizar actos
contra su voluntad. Pero existen otras formas de coaccionar, entre ellas están: la
violencia moral: “el empleo de cualquier medio lógico, destinado a inspirar temor o
Intimidación. . .” Actualmente podemos encontrar otro tipo de acepciones sobre la
violencia, según los entes y las circunstancias sobre las cuales sea ejercida, entre ellas
encontramos, en la enciclopedia digital Encarta, la violencia doméstica definida así: “actos
violentos cometidos en el hogar entre miembros de una familia. En la década de los años
70 las feministas analizaron el alcance de la violencia doméstica (considerada como un
fenómeno exclusivamente masculino) y se crearon centros de acogida y de ayuda para las
mujeres maltratadas y para sus hijos”.
A razón de que en general la violencia se le atribuye en mayor porcentaje al hombre,
encontramos una definición al respecto de la violencia contra la mujer, en la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer
(Convención de Belem do Para) según la cual, debe entenderse por “violencia contra la
mujer cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o
sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el
privado. También cualquier acción o conducta –activa o pasiva- llevada a cabo en contra
de una mujer por el hecho de ser mujer, que le ocasione: la muerte o el suicidio, daño o
sufrimiento físico, daño sexual, daño emocional y daño patrimonial o
económico”.
Es entonces la violencia, cualquier tipo de agresión contra un individuo, que atenta
contra su integridad física y mental, su dignidad, su libertad, la seguridad de su persona,
su patrimonio en general; todos los derechos que como ser humano le corresponden.

Naturaleza jurídica
Son las relaciones de poder, las que propiciaron la creación del Estado, para garantizar la
igualdad entre los hombres planteando las bases de los derechos humanos. Las relaciones
de poder y las desigualdades sociales, permiten que dentro de las relaciones humanas
existan personas que sean susceptibles a vivir en situación de violencia.
Existe implícita en toda relación humana, cierto grado de jerarquía, que se manifiesta
algunas veces de forma sutil y otras como una lucha de poder. Desde un punto de vista
sociológico puede decirse que: “el poder es la capacidad de un individuo o grupo de llevar
a la práctica su voluntad, incluso a pesar de la resistencia de otros individuos o grupos.
Puede ejercerse el poder por medios físicos, psicológicos o intelectuales”.
Uno de los medios utilizados, por aquellos que ejercen o tratan de ejercer el poder, es la
violencia, a través de la cual tratan, y muchas veces logran, romper la resistencia y
obtener la sumisión y la obediencia de aquellos a los que quieren someter.
La lucha de clases que se ha dado en el transcurso de la historia, fue una sucesiva
demostración de poder, a través de la violencia. Al evolucionar la humanidad,
comprendió que era necesario, equilibrar las fuerzas que estaban en pugna; dando
origen al derecho.
Es pues la violencia, uno de los factores que dio origen a las leyes, cuyo objetivo
principal es regular las relaciones humanas dentro de la sociedad, son las normas las
que constituyen por lo tanto los límites a los abusos que tratan de ejercer unos
individuos sobre otros.

Clases de violencia
Cuando se habla de violencia, es necesario establecer todas las formas en que ésta
se manifiesta, formas que quizá en la vida cotidiana son consideradas normales, razón por
la cual se le ha dado poca importancia a este problema. Las manifestaciones de la
violencia se han catalogado en varias clases, pero en realidad forman parte de un todo.
Para empezar, la mas común de las clases de violencia, es la verbal, que en la vida
cotidiana es común escucharla, incluso podría decirse que todas las personas en algún
momento la han practicado e incluso padecido.
La finalidad de ésta es ofender, degradar, humillar a otro individuo a través de “las
palabras expresadas a gritos, insultos, órdenes y amenazas”. Otra de las formas de
violencia es la psicológica, el objetivo de ésta es degradar la imagen que tiene la persona
de si misma, por medio de gestos o palabras que expresan desprecio, indiferencia,
manipulación verbal, incluso el silencio es símbolo de manipulación: “El perverso no
practica la comunicación directa porque con los objetos no se habla”. Este tipo de
violencia quizá sea la peor porque no deja huellas visibles, “la violencia aún cuando se
oculte, se ahogue y no llegue a ser verbal, transpira a través de las insinuaciones, las
reticencias y lo que se silencia. Por eso se puede convertir en un generador de angustia”.

La violencia física, es la manifestación tangible del agresor, que atenta contra la integridad
de la persona, a través del uso de la fuerza, de los golpes cuyas consecuencias pueden
llegar a ser heridas, fracturas y en algunas ocasiones hasta la
muerte.

Toda actividad sexual que se da por coerción, constituye la violencia sexual,


cualquier tipo de contacto sexual no deseado, aún cuando no se llegue a consumar el
acto sexual. Dentro de este concepto encuadra el hostigamiento, por medio del cual una
persona busca tener relaciones sexuales, en contra de la voluntad de otra, valiéndose de
su posición de autoridad a través de chantajes, amenazas, secretos, entre otras
cosas. Por lo tanto “puede consistir en violación, incesto, rapto, abusos deshonestos,
contagio venéreo (enfermedades de transmisión sexual, VIH, Sida, etc.)”.
Por último, la violencia económica o patrimonial, está relacionada con los bienes
materiales; puede manifestarse de distintas formas, entre ellas: “en la destrucción de las
pertenencias de la persona, ya sean los objetos de uso doméstico o cosas de uso
personal, incluso instrumentos de trabajo, expulsar a la persona del hogar conyugal y
negarle el acceso a sus propios bienes, otra forma es la de negarse a cumplir con la
obligación de proveer para los gastos del hogar y la alimentación de los hijos, también
apropiarse de manera abusiva, del dinero producto del trabajo de la otra persona,
disponer de los bienes familiares sin consultar al cónyuge, en pocas palabras se utiliza
el poder económico para forzar a cambiar de conducta de quien en este caso se
convierte en la víctima” Respecto a las mujeres, encontramos otra clase de violencia, la
violencia social.

Esta se manifiesta como una negación al género femenino, cuando en reuniones o


discursos solo se hace referencia a los hombres, o se denigra al sexo femenino con
comentarios perversos; cuando no se valora equitativamente el trabajo de la mujer,
dentro y fuera del hogar; cuando en cualquier institución solicitan la presencia de un
hombre, esposo o padre, para realizar un trámite.

Consecuencias de la violencia
Para poder comprender las consecuencias que acarrea la violencia, es necesario
comprender las actitudes del agresor, que conducen al total dominio de la víctima.
Cuando se inicia una relación amorosa, además de los sentimientos implícitos, existen
propósitos de establecer una relación a largo plazo. Pero dentro de una relación de
violencia, esos sentimientos y propósitos se vuelven en contra de la víctima, durante la
fase de dominio aparece una primera etapa, que se inicia con una actitud de renuncia de
ambas partes como lo señala la psiquiatra Marie-France Hirigoyen “el agresor ataca con
pequeños toques indirectos que desestabilizan al agredido sin provocar abiertamente un
conflicto; la víctima renuncia igualmente y se somete, pues teme que un conflicto pueda
implicar una ruptura. Percibe que no hay negociación posible con su agresor, y que éste
no cederá, y prefiere comprometerse a afrontar la amenaza de la separación”. Entonces
conforme avanza esta situación, la víctima acepta la sumisión, y el agresor se vuelve más
dominante. Sigue a esta etapa la confusión, situación que no la deja actuar con libertad, la
psiquiatra Hirigoyen la describe así: “es como si estuvieran anestesiadas: se lamentan de
tener la cabeza hueca y de sus propias dificultades de pensar; y describen un verdadero
empobrecimiento, una anulación parcial de sus facultades y una amputación de su
vitalidad y de su espontaneidad” Surge la duda en la víctima, de no creer lo que le ocurre,
de pensar que ella es la responsable de la actuación del agresor, y se inicia la culpabilidad
que siente ésta y la hace creer que es la responsable de ese tipo de relación.
Esta situación provoca en la víctima, un estado de estrés con las respectivas consecuencias
físicas de ese estado: trastornos del sueño, nerviosismo, irritabilidad, dolores
abdominales, dolores de cabeza, entre otros. Además se encuentran presas del miedo, la
psiquiatra Hirigoyen lo describe así: “Temen su reacción, su tensión y su frialdad cuando
no se ciñen a lo que espera, y temen asimismo las observaciones hirientes, el sarcasmo, el
desprecio y el escarnio.”
Finalmente se da el aislamiento, la víctima se siente sola frente a esta situación, se
dificulta compartirlo, porque la sociedad muchas veces lo justifica, entonces se ve en la
necesidad de proteger al agresor para no agravar su situación.

El daño emocional tiene varias manifestaciones que son: la indefensión aprendida, el


síndrome de Estocolmo y el síndrome de la mujer maltratada, en los casos de violencia
psicológica y física; y el síndrome de trauma por violación y el trastorno de estrés
postraumático en los casos de violencia sexual. En todos ellos se identifican conductas,
pensamientos y sentimientos que convierten el proceso de toma de decisiones en un
desafío para quienes viven en contextos de violencia. “La indefensión aprendida es el
resultado de la reiteración a la víctima de su incapacidad de sobrevivencia lejos del
agresor y de que lo que ocurre es su culpa y responsabilidad. La mujer trata de complacer
y no molestar a su agresor, y evade toda
confrontación para no ser lastimada. La Indefensión aprendida, es el resultado de las

agresiones psicológicas y físicas, a las que ha sido sometida la víctima, es la resignación al


estatus quo. Los resultados son: desgaste, depresión y culpa, entre otros, que se reflejan
en cansancio físico y emocional”.
Graham D., Rawlings E. y Ramini N. afirman que el Síndrome de Estocolmo: “se caracteriza
por la relación afectiva de las personas en contexto de violencia con el agresor. Las
condiciones que favorecen este síndrome son: percibir una amenaza a la supervivencia y
creer firmemente que la amenaza puede ser cumplida; que la persona
amenazada perciba incapacidad para escapar; que ante el aislamiento total la única
perspectiva disponible sea la de quien amenaza; percibir cierta expresión de bondad de
parte del agresor” “El Síndrome de la mujer maltratada tiene como características el
abatimiento, miedo, vergüenza, culpa y desaliento, dando como resultado un gran daño
emocional y físico”

 PENDIENTE SISTEMAS DE MEDIDAS DE SEGURIDAD Y PROTECCION


PARA VICTIMAS DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

 LOS DERECHOS DE LAS MUJERES EN LA LEGISLACION NACIONAL E


INTERNACIONAL
Legislación, derechos humanos y derechos de la mujer
Generalidades
La revolución francesa fue el inicio de la lucha por la libertad, los derechos y la igualdad
del hombre, a través de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano
aprobada por la Asamblea Nacional en agosto de 1789, sin embargo, surge también una
contradicción, pues a pesar de los ideales que le dieron origen, Libertad, Igualdad y
Fraternidad, no incluía a las mujeres. La autora teatral y activista revolucionaria Olimpia
de Gouges (1748-1793) fue la primera en iniciar la lucha por la igualdad de las mujeres al
publicar en 1791 la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, que fue
una copia de la Declaración de los Derechos del Hombre, enfocada hacia la mujer. La cual
decía así: “Las madres, las hijas y las hermanas, representantes de la nación, piden ser
constituidas en Asamblea Nacional. Considerando que la ignorancia, el olvido o el
desprecio de los derechos de la mujer son las únicas causas de las desgracias públicas y de
la corrupción de los gobiernos, han resuelto exponer en una solemne declaración los
derechos naturales, inalienables y sagrados de la mujer (...)". Manifestaba en el mismo
que la: "mujer nace libre y debe permanecer igual al hombre en derechos" y que "la Ley
debe ser la expresión de la voluntad general; todas las Ciudadanas y los Ciudadanos deben
contribuir, personalmente o por medio de sus representantes, a su formación". A pesar de
sus esfuerzos, el Código Civil napoleónico (1804), en el que se recogieron los principales
avances sociales de la revolución, negó a las mujeres, los derechos civiles reconocidos
para los hombres, durante el período revolucionario (igualdad jurídica, derecho de
propiedad...), e impuso unas leyes discriminatorias, según las cuales el hogar era definido
como el ámbito exclusivo de la actuación femenina.
Surge así el movimiento llamado feminista, que se trazó como primera meta, la lucha
por el derecho al voto, iniciado en Europa Occidental y Norteamérica. Los últimos cambios
políticos, económicos y sociales en los países más desarrollados dieron mayor impulso a
este movimiento, siendo sus principales objetivos: el derecho de voto, la mejora de
educación, la capacitación profesional y la apertura de nuevos horizontes laborales, la
equiparación de sexos en la familia para evitar la subordinación de la mujer y la doble
moral sexual.
Uno de los primeros logros fue la resolución relativa al trabajo profesional de la mujer,
emitida en el Primer Congreso de la Asociación Internacional de Trabajadores en 1866, la
que desafiaba la tradición de que el lugar de las mujeres era el hogar.

En 1975 se lleva a cabo en México la primera Conferencia Mundial sobre la Mujer,


declarándose como Año Internacional de la Mujer, dando como resultado la proclamación
por la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU)
el “Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer (1975-1985). Esta organización
mediante la resolución 32/142, insta a los estados que proclamen un día del año, como
día de las Naciones Unidas por los derechos de la mujer y la paz internacional.

En 1979 la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU)


aprueba la “Convención Sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer”, a la que se han adherido más de 130 países, entre ellos Guatemala,
habiendo ratificado su adhesión el 8 de julio de 1982, mediante Decreto Ley 49-82.
Dicha convención declara en su Artículo 1 que: ”Discriminación contra la mujer”: es toda
distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o resultado
menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer
independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la
mujer de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales de las esferas política,
económica, social, cultural y civil o de cualquier otra esfera.

En la Conferencia Mundial de Derechos Humanos celebrada en Viena en 1993, se


reconoció a los Derechos de la Mujer como Derechos Humanos. Proclamando seis
meses después la Declaración Sobre la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer".
En 1994 la Comisión de Derechos Humanos creó el cargo de Relator Especial sobre
la violencia contra la mujer. La Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada
en Beijing en 1995, reiteró los progresos de Viena, y la violencia contra la mujer pasó a ser
el elemento central de su plataforma de acción. La aprobación del Protocolo
Facultativo de la Convención en el 2000, constituyó, otro paso importante, pues faculta a
la Convención a examinar peticiones de mujeres particulares o de grupos de mujeres que
hayan agotado los recursos de la jurisdicción interna. Además, faculta al comité a
investigar violaciones graves o sistemáticas de la Convención. A nivel regional, en el año
de 1994, la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, aprobó la
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la
Mujer ("Convención de Belén do Pará"), por iniciativa de la Comisión Interamericana de
Mujeres (CIM), aprobada en Guatemala por el Decreto 69-94 del Congreso de la
República. En ese año, la Comisión Interamericana creó el cargo de Relatora Especial
sobre los Derechos de la Mujer. Desde 1994 el acontecimiento más importante ha sido la
adopción del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, que define
específicamente la violación y otros actos de violencia contra la mujer como actos que
constituyen crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra. Finalmente, a nivel
nacional se aprobó en 1996 la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
Intrafamiliar. Decreto 97-96.

Otro de los instrumentos que reconoce los derechos de la mujer, es la Convención sobre
los Derechos Políticos de la Mujer, que establece el derecho de votar, de ser electas, de
ocupar cargos públicos y ejercer todas las funciones públicas establecidas.
También puede mencionarse entre otras: La Convención Sobre la Nacionalidad de la
Mujer Casada; la Convención Relativa a la Lucha Contra las Discriminaciones en la Esfera
de la Enseñanza; Convención sobre el Consentimiento para el Matrimonio, que
establece la edad mínima para contraer matrimonio y la obligación del registro de los
matrimonios; el Convenio número 100 relativo a la igualdad de remuneración por un
trabajo de igual valor, para la mano de obra femenina como para la masculina,
Convenio 103 relativo a la protección de la maternidad; Convenio número 111 relativo a la
discriminación en materia de empleo y ocupación y Convenio 118 sobre la igualdad de
trato (Seguridad Social).

En la legislación guatemalteca, una de las leyes que fue reformada de conformidad con la
Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer,
fue el Código Civil, mediante Decretos 80-98 y 27-99, en relación a la representación
conyugal y las obligaciones para con los hijos, también fueron derogados los Artículos 113
y 114 que se referían a la autoridad que podía ejercer el marido respecto del trabajo que
pudiera desempeñar la esposa. Sin embargo, aún hace falta, que se promulguen otras
reformas u otras leyes que apoyen los derechos de la mujer.

Convenciones y Tratados de Derechos Humanos que protegen los derechos de la mujer.


En estos instrumentos están contenidos los esfuerzos por mejorar la situación actual de la
mujer a nivel mundial, en todos los ámbitos en los que se le ha discriminado, pero a pesar
de ello, continúa dentro de la sociedad, la desigualdad de trato y la indiferencia de la
mayoría de los países a los problemas que esto conlleva.

Convención Sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra


la Mujer.
Esta Convención fue adoptada por Guatemala mediante Decreto Ley número 49-82 del 29
de junio de 1982, depositado el 12 de agosto de 1982 y publicado en el diario de
Centroamérica, tomo CCXIX, número 54, del 6 de septiembre de ese mismo año.
Quedando así comprometido el Estado de Guatemala a cumplir con reformar o derogar
todas aquellas leyes que fueran discriminatorias contra la mujer, compromiso que se ha
cumplido parcialmente, se reformaron los Artículos 109, 110, 115, 131, 132, 255 y
derogado los Artículos 114 y 133 del Código Civil, de conformidad con lo establecido en el
Artículo 15.2 que dicta: Los Estados Partes reconocerán a la mujer, en materias civiles,
capacidad idéntica a la del hombre… En particular le reconocerán a la mujer iguales
derechos para firmar contratos y administrar bienes…; y lo que señala el Artículo 16.1 “Los
Estados Partes adoptarán todas las medidas adecuadas para eliminar la discriminación
contra la mujer en todos los asuntos relacionados con el matrimonio y las relaciones
familiares; y en particular, asegurarán, en condiciones de igualdad entre hombres y
mujeres.

Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia


Contra la Mujer (Convención de Belem do para)
Esta Convención fue aprobada en Guatemala, por Decreto número 69-94 de fecha 15
de diciembre de 1994, consta de 25 Artículos, la importancia de esta convención radica
en la redefinición que se hace acerca de la violencia contra la mujer.
El Artículo 1 define el significado de violencia contra la mujer, señalando que:
“cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o
sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el
privado”.

Señala también esta Convención, los ámbitos en los que se desarrolla la violencia y
las acciones que constituyen la misma, en el Artículo 2: “se entenderá que violencia
contra la mujer incluye la violencia física, sexual y psicológica: a. Que tenga lugar
dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal, ya
sea que el agresor comparta o haya compartido el mismo domicilio que la mujer, y que
comprende, entre otros, violación, maltrato y abuso sexual; b. Que tenga lugar en la
comunidad y sea perpetrada por cualquier persona y que comprende, entre otros,
violaciones, abuso sexual, tortura, trata de personas, prostitución forzada, secuestro y
acoso sexual en el lugar de trabajo, así como en instituciones educativas, establecimientos
de salud o cualquier otro lugar, y c. que sea perpetrada o tolerada por el Estado o sus
agentes, donde quiera que ocurra.

Los derechos protegidos mediante esta convención, se encuentran contenidos en


los capítulos del 3 al 6, cito los siguientes pues corresponden al interés de este estudio:
Artículo 3. Toda mujer tiene derecho a una vida libre de violencia, tanto en el ámbito
público como en el privado. Artículo 4. Toda mujer tiene derecho al reconocimiento, goce,
ejercicio y protección de todos los derechos humanos y a las libertades consagradas por
los instrumentos regionales e internacionales sobre derechos humanos.
Estos derechos comprenden, entre otros:
1. El derecho a que se respete su vida;
2. El derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral;
3. El derecho a la libertad y a la seguridad personal;
4. El derecho a no ser sometida a torturas;
5. El derecho a que se respete la dignidad inherente a su persona y que se proteja a
su familia;
6. El derecho a igualdad de protección ante la ley y de la ley;
7. El derecho a un recurso sencillo y rápido ante los tribunales competentes, que la
ampare contra actos que violen sus derechos;

8. El derecho a la libertad de asociación;


9. El derecho a la libertad de profesar la religión y las creencias propias dentro de la
ley; y
10. El derecho a tener igualdad de acceso a las funciones públicas de su país y a
participar en los asuntos públicos, incluyendo la toma de decisiones.

En su capítulo 3, establece esta convención, los Deberes de los Estados, que se


comprometieron a cumplir con la misma, contemplados en el Artículo 7, siendo algunos
de ellos: Incluir leyes para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer,
adoptar medidas judiciales que conminen al agresor a abstenerse de hostigar, intimidar,
amenazar, dañar o poner en peligro la vida de la mujer, su integridad o perjudique su
propiedad, modificar leyes o prácticas jurídicas o consuetudinarias que respalden la
persistencia o la tolerancia de la violencia contra la mujer, medidas de protección, entre
otros.

Declaración Sobre la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer


Consta de 6 Artículos, su objetivo es reforzar y complementar la aplicación de la
Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.
En esta declaración se reconoce “que la violencia contra la mujer constituye una
manifestación de relaciones de poder, históricamente desiguales entre el hombre y la
mujer, que han conducido a la dominación de la mujer y a la discriminación en su contra
por parte del hombre e impedido el adelanto pleno de la mujer, y que la violencia contra
la mujer es uno de los mecanismos sociales fundamentales por los que se fuerza a la
mujer a una situación de subordinación respecto del hombre.”
Además señala que, para la eliminación de la violencia en todas sus formas, es necesario
el compromiso por parte de los Estados de asumir sus responsabilidades, y
también el compromiso de la comunidad internacional de velar por que se cumpla con
esas responsabilidades.

El Artículo 1 de este documento señala que: “violencia contra la mujer” se entiende


todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda
tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer,
así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad,
tanto si se produce en la vida pública como en la vida privada.
Los actos que constituyen violencia contra la mujer, según reza el Artículo 2 de esta
declaración son:
1. La violencia física, sexual y sicológica que se produzca en la familia, incluidos los malos
tratos, el abuso sexual de las niñas en el hogar, la violencia relacionada con la dote, la
violación por el marido, la mutilación genital femenina y otras prácticas tradicionales
nocivas para la mujer, los actos de violencia perpetrados por otros miembros de la familia
y la violencia relacionada con la explotación;
2. La violencia física, sexual y sicológica perpetrada dentro de la comunidad en general,
inclusive la violación, el abuso sexual, el acoso y la intimidación sexuales en el trabajo, en
instituciones educacionales y en otros lugares, la trata de mujeres y la prostitución
forzada;
3. La violencia física, sexual y sicológica perpetrada o tolerada por el Estado,
Donde quiera que ocurra.

POLITICA DE IGUALDAD ENTRE HOMBRES Y MUJERES EN EL MINISTERIO PUBLICO

La igualdad es un derecho que se encuentra plasmado en el articulo 4 de la constitución


política de la república de Guatemala, aunque también se encuentra plasmado en la parte
filosófica que inspiro la creación, es decir en el preámbulo. En el mismo se establece que
gobernados y gobernantes deben actuar con absoluto apego al derecho, nadie puede ni
debe hacer actos contrarios al ordenamiento jurídico, sin importar si ostenta algún cargo
publico o no.

TEMA 9
DERECHOS DE LA NIÑA, NIÑO Y ADOLESCENTES
LIC. HIPOLITO
PENDIENTE

TEMA 10
LO QUE ESTA EN ROJO ES LA LEGISLACIÓN APLICABLE A CADA GRUPO
VULNERABLE

¿Qué son los derechos humanos?

Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin
distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o
étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición. Todos tenemos los
mismos derechos humanos, sin discriminación alguna. Estos derechos son
interrelacionados, interdependientes e indivisibles.

Los derechos humanos universales están a menudo contemplados en la ley y


garantizados por ella, a través de los tratados, el derecho internacional
consuetudinario, los principios generales y otras fuentes del derecho
internacional. El derecho internacional de los derechos humanos establece las
obligaciones que tienen los gobiernos de tomar medidas en determinadas
situaciones, o de abstenerse de actuar de determinada forma en otras, a fin de
promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales de
los individuos o grupos.

Universales e inalienables

El principio de la universalidad de los derechos humanos es la piedra angular


del derecho internacional de los derechos humanos. Este principio, tal como se
destacara inicialmente en la Declaración Universal de Derechos Humanos, se
ha reiterado en numerosos convenios, declaraciones y resoluciones
internacionales de derechos humanos. En la Conferencia Mundial de Derechos
Humanos celebrada en Viena en 1993, por ejemplo, se dispuso que todos los
Estados tenían el deber, independientemente de sus sistemas políticos,
económicos y culturales, de promover y proteger todos los derechos humanos
y las libertades fundamentales.

Todos los Estados han ratificado al menos uno, y el 80 por ciento de ellos
cuatro o más, de los principales tratados de derechos humanos, reflejando así
el consentimiento de los Estados para establecer obligaciones jurídicas que se
comprometen a cumplir, y confiriéndole al concepto de la universalidad una
expresión concreta. Algunas normas fundamentales de derechos humanos
gozan de protección universal en virtud del derecho internacional
consuetudinario a través de todas las fronteras y civilizaciones.

Los derechos humanos son inalienables. No deben suprimirse, salvo en


determinadas situaciones y según las debidas garantías procesales. Por
ejemplo, se puede restringir el derecho a la libertad si un tribunal de justicia
dictamina que una persona es culpable de haber cometido un delito.

Interdependientes e indivisibles

Todos los derechos humanos, sean éstos los derechos civiles y políticos, como
el derecho a la vida, la igualdad ante la ley y la libertad de expresión; los
derechos económicos, sociales y culturales, como el derecho al trabajo, la
seguridad social y la educación; o los derechos colectivos, como los derechos
al desarrollo y la libre determinación, todos son derechos indivisibles,
interrelacionados e interdependientes. El avance de uno facilita el avance de
los demás. De la misma manera, la privación de un derecho afecta
negativamente a los demás.

Iguales y no discriminatorios

La no discriminación es un principio transversal en el derecho internacional de


derechos humanos. Está presente en todos los principales tratados de
derechos humanos y constituye el tema central de algunas convenciones
internacionales como la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas
las Formas de Discriminación Racial y la Convención sobre la Eliminación de
todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.

El principio se aplica a toda persona en relación con todos los derechos


humanos y las libertades, y prohíbe la discriminación sobre la base de una lista
no exhaustiva de categorías tales como sexo, raza, color, y así sucesivamente.
El principio de la no discriminación se complementa con el principio de
igualdad, como lo estipula el artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y
derechos”.

Derechos y obligaciones

Los derechos humanos incluyen tanto derechos como obligaciones. Los Estados
asumen las obligaciones y los deberes, en virtud del derecho internacional, de
respetar, proteger y realizar los derechos humanos . La obligación de
respetarlos significa que los Estados deben abstenerse de interferir en el
disfrute de los derechos humanos, o de limitarlos. La obligación de protegerlos
exige que los Estados impidan los abusos de los derechos humanos contra
individuos y grupos. La obligación de realizarlos significa que los Estados deben
adoptar medidas positivas para facilitar el disfrute de los derechos humanos
básicos. En el plano individual, así como debemos hacer respetar nuestros
derechos humanos, también debemos respetar los derechos humanos de los
demás.

PRINCIPIOS GENERALES EN QUE SE FUNDAN LOS DERECHOS


HUMANOS

a).- La libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el


reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e
inalienables de todos los miembros de la familia humana.

b).- Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y,
dotados como están de razonamiento y conciencia, deben comportarse
fraternalmente los unos con los otros.

c).- La realización plena del ser humano libre necesita condiciones que
permitan gozar a cada persona de sus derechos civiles, políticos, económicos,
sociales y culturales.

d).- El derecho de los pueblos para auto determinar su destino y su desarrollo


económico, social y cultural, es condición para disfrutar los derechos y las
libertades fundamentales.

e).- Favorecen la consolidación, dentro de las instituciones democráticas, de un


régimen de libertad personal y de justicia social, fundado en los derechos
esenciales.

f).- El Estado no podrá destruir ni restringir los derechos humanos


fundamentales.

g).- Los Estados se han comprometido a respetar absolutamente los derechos


individuales y a lograr progresivamente la plena efectividad de los derechos
sociales, económicos y culturales.

h).- Tienen una dimensión histórica y constituyen un ideal común para


hombres y mujeres de todos los pueblos.

CLASIFICACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS EN GENERACIONES


Los Derechos Humanos han sido clasificados de diversas maneras, de acuerdo
con su naturaleza, origen, contenido y por la materia que refiere. La
denominada Generaciones es de carácter histórico y considera
cronológicamente su aparición o reconocimiento por parte del orden jurídico
normativo de cada país.

1.- PRIMERA GENERACIÓN

Se refiere a los derechos civiles y políticos, también denominados "libertades


clásicas". Fueron los primeros que exigió y formuló el pueblo en la Asamblea
Nacional durante la Revolución francesa. Este primer grupo lo constituyen los
reclamos que motivaron los principales movimientos revolucionarios en
diversas partes del mundo a finales del siglo XVIII.

Como resultado de esas luchas, esas exigencias fueron consagradas como


auténticos derechos y difundidos internacional mente, entre los cuales
figuran:
- Toda persona tiene derechos y libertades fundamentales sin distinción de
raza, color, idioma, posición social o económica.
- Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad jurídica.
- Los hombres y las mujeres poseen iguales derechos.
- Nadie estará sometido a esclavitud o servidumbre.
- Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes, ni se le podrá ocasionar daño físico, psíquico o moral.
- Nadie puede ser molestado arbitrariamente en su vida privada, familiar,
domicilio o correspondencia, ni sufrir ataques a su honra o reputación.
- Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia.
- Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.
- En caso de persecución política, toda persona tiene derecho a buscar asilo y a
disfrutar de él, en cualquier país.
- Los hombres y las mujeres tienen derecho a casarse y a decidir el número de
hijos que desean.
- Todo individuo tiene derecho a la libertad de pensamiento y de religión.
- Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión de ideas.
- Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacífica.

2.- SEGUNDA GENERACIÓN

La constituyen los derechos económicos, sociales y culturales, debidos a los


cuales, el Estado de Derecho pasa a una etapa superior, es decir, a un Estado
Social de Derecho.
De ahí el surgimiento del Constitucionalismo Social que enfrenta la exigencia
de que los derechos sociales y económicos, descritos en las normas
constitucionales, sean realmente accesibles y disfrutables. Se demanda un
Estado de Bienestar que implemente acciones, programas y estrategias, a fin
de lograr que las personas los gocen de manera efectiva, y son:

- Toda persona tiene derecho a la seguridad social y a obtener la satisfacción


de los derechos económicos, sociales y culturales.
- Toda persona tiene derecho al trabajo en condiciones equitativas y
satisfactorias.
- Toda persona tiene derecho a formar sindicatos para la defensa de sus
intereses.
- Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure a ella
y a su familia la salud, alimentación, vestido, vivienda, asistencia médica y los
servicios sociales necesarios.
- Toda persona tiene derecho a la salud física y mental.
- Durante la maternidad y la infancia toda persona tiene derecho a cuidados y
asistencia especiales.
- Toda persona tiene derecho a la educación en sus diversas modalidades.
- La educación primaria y secundaria es obligatoria y gratuita.

3.- TERCERA GENERACIÓN

La tercera generación de derechos se pergeño tras la Segunda Guerra Mundial


y el periodo de la guerra fría y que aun levanta discusiones. Ejemplos son el
derecho a la auto-determinación.

Este grupo fue promovido a partir de la década de los setenta para incentivar
el progreso social y elevar el nivel de vida de todos los pueblos, en un marco
de respeto y colaboración mutua entre las distintas naciones de la comunidad
internacional. Entre otros, destacan los relacionados con:

- La autodeterminación.
- La independencia económica y política.
- La identidad nacional y cultural.
- La paz.
- La coexistencia pacífica.
- El entendimiento y confianza.
- La cooperación internacional y regional.
- La justicia internacional.
- El uso de los avances de las ciencias y la tecnología.
- La solución de los problemas alimenticios, demográficos, educativos y
ecológicos.
- El medio ambiente.
- El patrimonio común de la humanidad.
- El desarrollo que permita una vida digna.

4.- CUARTA GENERACIÓN

La cuarta generación de derechos humanos no es estrictamente conferida o


atribuible a seres humanos, sino que son los derechos de los animales no-
humanos. Ejemplos son la conservación de especies en peligro de extinción y
trato ético a animales no-humanos.

5.- QUINTA GENERACIÓN

La quinta generación de derechos humanos tampoco será estrictamente


extensible a seres humanos, sino a maquinas, artefactos, robots y software
inteligente. Ejemplo será el día en que un robot pueda tener una conducta
autárquica (libre) con respecto a su programador y realice un acto ilegal.
¿Habrá que castigarle?, ¿otorgarle derechos de protección legal justa?

6.- SEXTA GENERACIÓN

La sexta generación de derechos humanos si que será aplicable a seres


humanos, o no exactamente, porque será a seres trans - humanos y en un
estado ulterior (posterior) post-humano, o por utilizar una expresión mucho
más viable, personas con identidad genética-cognitiva-informacional alterada
por la modificación gano-nano-robo-tecno.

GRUPOS VULNERABLES

 MUJERES

Los derechos de las mujeres y las niñas son derechos humanos. Abarcan todos
los aspectos de la vida: la salud, la educación, la participación política, el
bienestar económico, el no ser objeto de violencia, así como muchos más. Las
mujeres y las niñas tienen derecho al disfrute pleno y en condiciones de
igualdad de todos sus derechos humanos y a vivir libres de todas las formas de
discriminación: esto es fundamental para el logro de los derechos humanos, la
paz y la seguridad, y el desarrollo sostenible.

La Declaración y Plataforma de Acción de Beijing confirma que la protección y


promoción de los derechos humanos es la primera responsabilidad de los
gobiernos y está en el centro del trabajo de las Naciones Unidas. La Plataforma
de Acción apoya la consecución de la igualdad de género en el marco de
derechos humanos y formula una declaración explícita sobre la responsabilidad
de los Estados de cumplir los compromisos asumidos.

La Carta de las Naciones Unidas garantiza la igualdad de derechos de mujeres


y hombres. Todos los principales instrumentos internacionales en materia de
derechos humanos estipulan que se debe poner fin a la discriminación por
razones de sexo. Casi todos los países han ratificado la Convención sobre la
eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW).
Sin embargo, en la actualidad todavía existen importantes brechas y
violaciones de derechos en todas las regiones del mundo.

Por otra parte, el progreso ha sido demasiado lento, especialmente para las
mujeres y las niñas más marginadas. En muchos países sigue habiendo
discriminación en las leyes. Las mujeres no participan en la política en las
mismas condiciones que los hombres. Enfrentan una discriminación flagrante
en los mercados de trabajo y en el acceso a los bienes económicos. Las
muchas formas de violencia dirigidas explícitamente hacia las mujeres y las
niñas les niegan sus derechos y, con frecuencia, ponen en peligro sus vidas. En
algunas regiones sigue habiendo niveles demasiado altos de mortalidad
materna. Las cargas de trabajo de cuidados no remunerado que soportan las
mujeres siguen representando una limitación al disfrute de sus derechos.

La protección de los derechos de las mujeres y las niñas debe estar consagrada
en leyes y políticas nacionales firmemente arraigadas en las normas
internacionales de derechos humanos. Igualmente importante es la aplicación
de las leyes en aspectos tales como la facilidad de acceso a los juzgados y la
expectativa de un proceso imparcial. Las mujeres y las niñas deben conocer
sus derechos y tener la capacidad de reivindicarlos. Es preciso desafiar y
cambiar las actitudes sociales y los estereotipos que socavan la igualdad de
género.

A través de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, 189 Estados


miembros de las Naciones Unidas se comprometieron a tomar medidas en
estas áreas. La Declaración contiene un fuerte compromiso para defender la
igualdad de derechos de la mujer y poner fin a la discriminación. La Plataforma
de Acción incluye los derechos humanos de la mujer como una de las 12
esferas de especial preocupación. Indica medidas para lograr una aplicación
plena de todos los instrumentos de derechos humanos, especialmente la
Convención CEDAW, de modo de garantizar la igualdad y la no discriminación
en las leyes y en la práctica, y para mejorar los conocimientos básicos de
derecho. La realización de los derechos humanos de la mujer es fundamental
para lograr avances en todas las esferas de preocupación de la Plataforma de
Acción.

Casi 20 años después, estas promesas han sido cumplidas sólo en parte. En la
actualidad se comprenden y defienden mejor los derechos humanos de las
mujeres y las niñas, pero todavía es necesario que estos se vuelvan una
realidad para todas las mujeres y todas las niñas. Sin discriminación. Sin
violaciones. Sin excepciones.

 La Convención sobre la eliminación de todas las formas de


discriminación contra la mujer (CEDAW)

 Protocolo Facultativo de la Convención sobre la eliminación de todas las


formas de discriminación contra la mujer

 Observaciones y recomendaciones generales de los órganos creados en


virtud de tratados de derechos humanos

 El Consejo de Derechos Humanos

 La Convención sobre la eliminación de todas las formas de


discriminación contra la mujer (CEDAW)

 Protocolo Facultativo de la Convención sobre la eliminación de todas las


formas de discriminación contra la mujer

 Observaciones y recomendaciones generales de los órganos creados en


virtud de tratados de derechos humanos

 El Consejo de Derechos Humanos

 Declaración sobre la eliminación de la discriminación contra la mujer

 Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación


contra la mujer

 Protocolo Facultativo de la Convención sobre la eliminación de todas las


formas de discriminación contra la mujer

 Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer

Ratificaciones

 Declaración sobre la protección de la mujer y el niño en estados de


emergencia o de conflicto armado

 Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer

 Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la


Violencia Contra la Mujer
"Convención De Belém Do Pará"

 NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES

La infancia y la adolescencia se caracterizan por ser el tiempo de crecimiento


integral y desarrollo de potencialidades.

En estas etapas, son especialmente necesarios los cuidados de los padres o los
adultos referentes en un entorno familiar, que aseguren un saludable y
completo desenvolvimiento físico, psíquico y mental para alcanzar una vida
adulta plena.

Brindar estos cuidados es una responsabilidad por la que deben velar tanto el
Estado como la comunidad en su conjunto.

DERECHO A LA VIDA: derecho a la vida, a su disfrute y protección.

DERECHO A CRECER EN UNA FAMILIA: derecho a crecer en una familia


que te cuide, te de amor y afecto.

DERECHO A LA IDENTIDAD: derecho a saber quién sos, cómo te llamás,


quién es tu familia y de dónde venís.

DERECHO A JUGAR: derecho a jugar, a disfrutar del tiempo libre y a practicar


deportes.

DERECHO A LA DOCUMENTACIÓN: derecho a tener tu primer documento


gratis.

DERECHO A LA SALUD: derecho a una vida saludable y a recibir atención


cuando te enfermes.

DERECHO A LA EDUCACIÓN: derecho a la educación pública y gratuita y a


que en la escuela te enseñen cosas que te ayuden a crecer.

DERECHO A NO TRABAJAR: derecho a no trabajar y a ocupar tu tiempo en ir


a la escuela y jugar.

DERECHO A LA DIVERSIDAD CULTURAL: derecho a que respeten tu


origen, costumbres y creencias.

DERECHO A VIVIR UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA: derecho a que te


protejan de toda forma de violencia, agresión o maltrato.

DERECHO A SER ESCUCHADO: derecho a que tus opiniones sean tenidas en


cuenta.

DERECHO A LA NO DISCRIMINACIÓN: derecho a que no te discriminen por


tu edad, sexo, origen, idioma, religión, creencias, opinión, físico o estado de
salud.

DERECHO A LA PROTECCIÓN ESPECIAL: Si tenés una discapacidad, tenés


derecho a disfrutar de todos los derechos, en igualdad de condiciones que los
demás niños y niñas, y a recibir los apoyos necesarios.

DERECHO A LA PAZ: derecho a vivir en un mundo solidario, justo y en paz.

DERECHO AL MEDIO AMBIENTE: derecho a vivir en un ambiente sin


contaminación y a disfrutar de la naturaleza.

DERECHO A LA INFORMACIÓN: el derecho de conocer tus derechos, las


leyes que te protegen, a recibir información pensada especialmente para vos, a
crear e imaginar, y a expresar libremente tus ideas y opiniones.
DERECHO A LA PARTICIPACIÓN: derecho a participar en las actividades
que te interesen y en los temas que te afecten.

DERECHO A LA SEGURIDAD SOCIAL: derecho a que el Estado te ayude y te


proteja

Código de la Niñez y la Juventud (Decreto 78-96)

Cabe mencionar que la legislación guatemalteca en materia de menores tuvo


un cambio importante en el año de 1996, cuando fue promulgado el decreto
número 78-96, el cual daba luz al Código de la Niñez y la Juventud (hoy
derogado); puesto que desde que se había suscrito por parte de Guatemala la
Convención sobre los Derechos del Niño, el 26 de enero de 1990 y aprobada
mediante el decreto del Congreso 27-90 de fecha 10 de mayo de 1990, no se
había hecho por parte del Estado “una transformación profunda de la ley para
proveer a los distintos órganos del Estado y a la sociedad en su conjunto de un
cuerpo jurídico que oriente adecuadamente el comportamiento y acciones en
favor de tan importante sector social, conforme lo establece la Constitución y
los convenios internacionales en materia de Derechos Humanos suscritos por
Guatemala.” 357 Este código derogó expresamente el anterior Código de
Menores, de conformidad con el artículo 286358 de dicho cuerpo legal.

Ley de Sistema de Alerta Alba-Keneth (Decreto 28-2010)

De conformidad con el artículo 5 de esta ley, “…el Sistema de Alerta


ALBAKENETH es el conjunto de acciones coordinadas y articuladas entre
instituciones públicas, que permitan agilizar y lograr la localización y resguardo
del niño, niña o adolescente que ha sido sustraído o que se encuentra
desaparecido y la recuperación y resguardo del mismo.”

Declaración de los Derechos de los Niños

La Declaración de los Derechos del Niños fue el primer instrumento


internacional en reconocer que los niños son vulnerables y por lo tanto tienen
derecho a un cuidado especial, razón por la cual debían gozar de
reconocimiento exclusivo respecto a los Derechos Humanos.

Convención Sobre los Derechos del Niño

En 1979 se proclamó el Año Internacional de la Niñez, lo que constituyó la


oportunidad perfecta para todos aquellos países que deseaban que la
Declaración de los Derechos del Niños se convirtiera en un tratado vinculante y
obligatorio para los Estados. Ante esto la Comisión de Derechos Humanos de la
ONU conformó un grupo de trabajo para considerar la cuestión de una
Convención sobre Derechos de la Niñez345. A partir de esta fecha se inició una
década de debate respecto a todo el concepto y naturaleza de los derechos del
niño.

PROTOCOLO FACULTATIVO A LA CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL


NIÑO RELATIVO A LA VENTA DE NIÑO, LA PROSTITUCIÓN INFANTIL Y2 LA
UTILIZACIÓN DE NIÑOS EN LA PORNOGRAFÍA (2000).
.PROTOCOLO FACULTATIVO A LA CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL
NIÑO RELATIVO A LA PARTICIAPCIÓN DE NIÑOS EN LOS CONFLICTOS
ARMADOS (2000).

LEY PINA

CONVENIO SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO

Directrices De Las Naciones Unidas Para La Prevención De La Delincuencia


Juvenil

Menores Privados De Libertad (Asamblea De Naciones Unidas Resolución


45/113), Marco Legal y Político 9 14 de diciembre 1990. Esta incluye a
menores privados de libertad por instituciones especiales de menores y a
menores privados de libertad por razones de salud o por bienestar del
adolescente.

Reglas Mínimas Uniformes De Las Naciones Unidas Para La Administración De


La Justicia De Menores (Asamblea General De Naciones Unidas - Resolución
40/33 29 De Noviembre 1985). Estas se orientan a proteger los derechos de
los niños y jóvenes y responder a sus necesidades, mediante la elaboración de
sistemas especiales para administrar la justicia de menores.

Normas Uniformes Sobre La Igualdad De Oportunidades Para Las Personas


Con Discapacidad (Asamblea General De Naciones Unidas –Resolución 48/96)
20 De Diciembre 1993. Esta garantiza que los niños y niñas, mujeres y
hombres con discapacidad puedan tener los mismos derechos y obligaciones
que los demás.

Programa Mundial De Acción Para La Juventud Para El Año 2000 y Mas Alla Del
Año 2000 (Resolución 1995/64 Del Consejo Económico y Social). Este
Programa se adopto el 2 de noviembre de 1995, su objetivo principal es el de
proveer un marco para las políticas y una guía práctica para la acción nacional
y el apoyo internacional, con el fin de mejorar la situación de la juventud. Este
implica un compromiso a garantizar a todos los jóvenes el total disfrute de los
derechos humanos y las libertades fundamentales, de acuerdo a lo prescrito
por la carta de naciones unidas y los instrumentos de derechos humanos. Se
identifican diez áreas prioritarias de acción: educación, empleo, hambre y
pobreza, salud; medio ambiente; abuso de drogas; delincuencia juvenil;
actividades de tiempo libre; mujeres y mujeres adolescentes y participación
total y efectiva de la juventud. Se destaca que la juventud debe de tener
acceso a los servicios básicos de salud y se deben lograr los objetivos de salud
para todos, basados en la equidad y la justicia social, de acuerdo a lo
establecido en la Declaración de Alma-Ata.

 ADULTOS MAYORES

Adulto mayor, adulto en plenitud, tercera edad, personas de edad, personas


adultas mayores, senectos y ancianos; son vocablos que se refieren a los
mismo; a toda persona de 60 años o más de cualquier sexo, raza, religión,
color, que por sus condiciones están dentro de los grupos vulnerables de la
sociedad. La Organización de las Naciones en la Segunda Asamblea Mundial
sobre Envejecimiento las nombró como las personas de edad o personas
mayores.

Una política pública responsable debe estar basada en la defensa de los


Derechos Humanos y exige prestar especial atención a este sector de la
población. Ignorar las demandas y necesidades de los Mayores cercena las
posibilidades de las generaciones futuras.

El derecho a ser incluido, a participar y a contribuir, debe estar garantizado


por la sociedad a todos sus miembros por igual, sin tener en cuenta la edad. La
edad no puede ni debe ser una barrera para participar, enseñar, aprender,
comunicarse, enamorarse, trabajar, elegir, ser independiente, elegir el
domicilio, desarrollar su vocación, o defender su Dignidad.

Los Estados deben responsablemente promover una imagen positiva de la


vejez: ello significa reconocer que esta edad es una etapa normal del
desarrollo de la vida, en la que la mujer y el hombre se adaptan mediante
acciones que previenen, corrigen o atenúan los cambios producidos por la
declinación de sus potencialidades, y se integra con los otros grupos de la
población evitando las segregaciones y discriminaciones que lo marginan y
destruyen.

DERECHOS

TENER UNA VIDA DIGNA Y PLENA

Ello implica ser respetados en sus libertades fundamentales, su dignidad,


creencias, intereses, necesidades e intimidad, así como adoptar decisiones
sobre su cuidado y calidad de vida.

NO SER DISCRIMINADOS

Tienen derecho a recibir un trato digno y a ejercer sus Derechos,


independientemente de la edad, el sexo, la procedencia étnica, la capacidad, la
situación económica u otras condiciones.

NO RECIBIR MALOS TRATOS FÍSICOS O MENTALES, Y A TENER UNA


VIDA LIBRE DE EXPLOTACIÓN

Todo tipo de maltrato es una violación a los Derechos Humanos.

ENVEJECER EN SU CASA Y EN FAMILIA

Tienen derecho a residir en su propio domicilio todo el tiempo que sea posible,
elegir su residencia y decidir cómo y con quiénes vivir. El domicilio es uno de
los atributos de una persona física o jurídica; por lo cual toda variación del
mismo debe ser en principio voluntaria.

ACCEDER A INFORMACIÓN, A SER ESCUCHADOS Y EXPRESARSE


LIBREMENTE

Ello implica que tienen derecho a la libertad de opinión y expresión, a


investigar y a recibir informaciones, acceder a las nuevas tecnologías y
difundirlas sin limitación de fronteras por todos los medios.

ACCEDER A UNA SALUD DE CALIDAD

Ello quiere decir que puedan disfrutar del más alto nivel posible de salud física
y mental a partir de la aplicación de políticas que aseguren una prevención,
promoción, educación y tratamiento; para lo cual es imprescindible la
formación y capacitación de los recursos humanos.

PARTICIPAR EN LA TOMA DE DECISIONES DENTRO DE LA SOCIEDAD

Tienen derecho a ser parte de la formulación y aplicación de las políticas


públicas, especialmente aquellas que afectan directamente a su bienestar Bio-
Psico-Socio-Cultural.

APRENDER A DESARROLLAR SU POTENCIAL

Ello incluye el acceso a programas educativos y de capacitación adecuados a lo


largo de toda su vida, a fin de lograr el pleno desarrollo de su personalidad, su
potencial creador y el fortalecimiento del respeto a los Derechos Humanos y
libertades fundamentales.

REVALORIZAR LOS VÍNCULOS INTERGENERACIONALES

Esto significa que tienen derecho a ejercer la responsabilidad en la transmisión


de experiencias, valores y cultura a las generaciones más jóvenes, en especial,
niños, niñas y adolescentes.

DESARROLLARSE CIENTÍFICA Y CULTURALMENTE

Es decir, a participar libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar


del arte en todas sus manifestaciones y a participar en el progreso científico y
en los beneficios que de él resulten.

Cuando una Sociedad valora una etapa de la Vida -la vejez- está
valorizando a todas. Es el camino más eficiente para la
construcción de una "sociedad para todas las edades", incluyente e
integradora.

INSTRUMENTOS INTERNACIONALES

Plan de Acción Internacional de Viena sobre el Envejecimiento

Este Plan fue adoptado por la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento en


Viena del 26 de julio al 6 de agosto de 1982. Tuvo como objetivo principal
generar un plan de acción internacional específico sobre el envejecimiento, que
debía ser aplicado a nivel mundial, por lo que cada país tiene el derecho y la
responsabilidad de formular leyes que obedezcan a necesidades y objetivos
nacionales concretos, para atender los problemas de población en proceso de
envejecimiento. Dentro de las recomendaciones que se formularon se pueden
mencionar las siguientes: a) Crear y aplicar políticas a los niveles internacional,
regional y nacional para realizar la vida de las personas de edad como
individuos, a fin de que, espiritual y físicamente, disfruten plena y libremente
de sus años avanzados en paz, salud y seguridad; b) Estudiar las
consecuencias del envejecimiento de la población sobre el desarrollo y las del
desarrollo sobre las personas de edad; c) Reafirmar solemnemente su
convicción que los derechos fundamentales e inalienables consagrados en la
Declaración Universal de Derechos Humanos se aplican plena e íntegramente a
las personas de edad; d) Reconocer solemnemente que la calidad de la vida no
es menos importante que la longevidad y que, por consiguiente, las personas
de edad deben, en la medida de lo posible, disfrutar en el seno de sus propias
familias y comunidades de una vida plena, saludable, segura y satisfactoria y
ser estimadas como parte íntegramente de la sociedad.

Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento Madrid

Fue creado en la Segunda Asamblea Mundial de las Naciones Unidas sobre el


Envejecimiento la cual se llevó a cabo en Madrid del 8 al 12 de abril de 2002.
Este Plan de Acción prestó especial atención a los países en desarrollo, a
diferencia del Plan de Acción de Viena que se enfocó en los países
desarrollados. Se centró en temas como garantizar los derechos económicos,
sociales y culturales de las personas mayores, así como de sus derechos civiles
y políticos y la eliminación de todas las formas de discriminación contra las
personas de la tercera edad.

Ley de Protección a las Personas de la Tercer Edad (Decreto Legislativo


80-96 y sus Reformas 2-97 y 51-98)
El objeto de la ley, según lo prescribe el artículo 1, es tutelar los intereses de
las personas de la tercera edad buscando que el Estado garantice y promueva
el derecho de los ancianos a un nivel de vida adecuado en condiciones que les
ofrezcan educación, alimentación, vivienda, vestuario, asistencia médica
geriátrica y gerontológica integral, recreación y esparcimiento, y los servicios
sociales necesarios para una existencia útil y digna. Asimismo el artículo 2 de
la misma ley establece que ésta deberá interpretarse siempre a favor y en
interés de las personas de la tercera edad, nombrándola como ley de Orden
Público, la cual tendrá prevalencia sobre otras leyes relacionadas con la
materia, pues tal como lo establece el artículo 7 se declara de interés nacional
la protección de las personas de la tercera edad.

 PERSONAS CON CAPACIDADES ESPECIALES

Los derechos humanos son universales, políticos, civiles, económicos, sociales


y culturales, pertenecen a todos los seres humanos, incluyendo a la personas
con distintas discapacidades. Las personas discapacitadas deben gozar de sus
derechos humanos u libertades fundamentales en términos iguales con otros
en la sociedad, sin discriminación de ningún tipo. Ellos también disfrutan de
ciertos derechos específicamente ligados a su status.

Los derechos humanos en cuestión:

 Los derechos humanos para las personas discapacitadas incluyen los


siguientes derechos indivisibles, interdependientes e interrelacionados.

 El derecho a la no distinción, exclusión, restricción o preferencia basada


en su condición de discapacidad basada en el efecto de deteriorar el
disfrute de los derechos humanos y libertades fundamentales.

 El derecho a la igualdad de oportunidades.

 El derecho a una completa igualdad y protección ante la Ley.

 El derecho a una alto estándar de salud para un tratamiento médico,


psicológico y funcional, de igual manera a una rehabilitación médica y
social y otros servicios necesarios para el máximo desarrollo de las
capacidades, habilidades y auto-confianza

 El derecho a trabajar, de acuerdo con sus capacidades, a recibir salarios


que igualitarios que contribuyan a un estándar de vida adecuado.

 El derecho a ser tratado con dignidad y respeto.

¿Cuáles son los derechos humanos de las personas con discapacidad?

Todos los miembros de la sociedad tienen los mismos derechos humanos, que
incluyen derechos civiles, culturales, económicos, políticos y sociales. Entre
estos derechos están los siguientes:
Igualdad ante la ley sin discriminación

Derecho a la vida, la libertad y la seguridad de la persona

Igual reconocimiento ante la ley y capacidad jurídica

Protección contra la tortura

Protección contra la explotación, la violencia y el abuso

Derecho al respeto de la integridad física y mental

Libertad de desplazamiento y nacionalidad

Derecho a vivir en la comunidad

Libertad de expresión y de opinión

Respeto de la privacidad

Respeto del hogar y de la familia

Derecho a la educación

Derecho a la salud

Derecho al trabajo

Derecho a un nivel de vida adecuado

Derecho a participar en la vida política y pública

Derecho a participar en la vida cultural

Derecho a que se tomen las medidas que les permitan lograr la mayor
autonomía posible, es decir, que le permitan valerse por sí mismos en todos
los aspectos, ejemplo la nivelación de las aceras, construcción de rampas y
pasamanos especiales, instalación de puertas automáticas, adaptación de
ascensores y baños, adaptación de medios de transporte colectivo, a efecto de
que cuenten con mecanismos especiales para facilitar su uso por los
discapacitados.

Derecho a recibir atención médica, psicológica y funcional, incluyendo los


aparatos de prótesis y ortopedia. Derecho a la educación y la readaptación
profesional especializadas cuando se necesario.

Derecho a programas especiales para su participación en la vida cultura,


intelectual y deportiva. Derecho a los servicio de colocación de empleo que
faciliten su integración económica.

Derecho a la protección contra toda explotación económica, reglamentación o


trato discriminatorio, como consecuencia de su discapacidad.

Derecho a que en su participación dentro de un proceso judicial o


administrativo, se tome en cuenta su condición de discapacidad y se dispongan
las medidas necesarias, a efecto de que pueda gozar de los mismos derechos
que las demás personas.

Derecho a que se tome en cuenta sus necesidades en todas las etapas de


planificación económica y social de los Estados
Todas las personas con discapacidad tienen derecho a gozar, sin discriminación
alguna, de todos sus derechos. Ello incluye el derecho a no ser víctima de
discriminación por motivos de discapacidad, así como por cualquier otro motivo
como la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de
cualquier otra índole, el origen nacional o social, el patrimonio, el nacimiento, o
cualquier otra condición.

¿Cuáles son las provisiones de la Ley de derechos humanos que


garantizan el goce completo de los derechos de las personas con
discapacidad?

Incluye síntesis de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, Pacto


Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Convención de los Derechos del
Niño y la Convención de la Organización Internacional del Trabajo concerniente
a la Rehabilitación Vocacional y Empleo para las personas discapacitadas
(Convención 159).

"Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y,


dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente
los unos con los otros. Toda persona tiene los derechos y libertades
proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo,
idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o
social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición............. no
se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o
internacional....... Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción,
derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección
contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda
provocación a tal discriminación.

Declaración Universal de los Derechos Humanos,


Art. 1, 2, 7 y 25

"Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a garantizar el


ejercicio de los derechos... sin discriminación alguna...... Los Estados Partes en
el presente Pacto reconocen el derecho a trabajar..... reconocen el derecho de
toda persona al goce de condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias
.......Una remuneración que proporcione como mínimo a todos los trabajadores
Un salario equitativo e igual por trabajo de igual valor, sin distinciones de
ninguna especie..... Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el
derecho de toda persona a un nivel de vida adecuado para sí y su familia.....
Los Estados Partes en el presente Pacto, reconociendo el derecho fundamental
de toda persona a estar protegida contra el hambre, adoptarán,
individualmente y mediante la cooperación internacional, las medidas
necesarias..... Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de
toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental......
Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona
a la educación..... Convienen en que la educación debe orientarse hacia el
pleno desarrollo de la personalidad humana y del sentido de su dignidad, y
debe fortalecer el respeto por los derechos humanos y las libertades
fundamentales. Convienen asimismo en que la educación debe capacitar a
todas las personas para participar efectivamente en una sociedad libre...... La
enseñanza primaria debe ser obligatoria y asequible a todos gratuitamente.....
La enseñanza secundaria, en sus diferentes formas, incluso la enseñanza
secundaria técnica y profesional, debe ser generalizada y hacerse accesible a
todos, por cuantos medios sean apropiados...... La enseñanza superior debe
hacerse igualmente accesible a todos, sobre la base de la capacidad de cada
uno, por cuantos medios sean apropiados..... Los Estados Partes en el presente
Pacto reconocen el derecho de toda persona… Participar en la vida cultura…
Gozar de los beneficios del progreso científico y de sus aplicaciones…."

Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,


Art. 2, 6, 7, 11, 12, 13 y 15

"....sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión,
origen nacional o social, posición económica o nacimiento, a las medidas de
protección que su condición de menor requiere, tanto por parte de su familia
como de la sociedad y del Estado.... Cada uno de los Estados Partes en el
presente Pacto se compromete a garantizar que: a) Toda persona cuyos
derechos o libertades reconocidos en el presente Pacto hayan sido violados
podrá interponer un recurso efectivo, aun cuando tal violación hubiera sido
cometida por personas que actuaban en ejercicio de sus funciones oficiales....
Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes. En particular, nadie será sometido sin su libre consentimiento a
experimentos médicos o científicos..... Todas las personas son iguales ante los
tribunales y cortes de justicia.... Toda persona acusada de un delito tiene
derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad
conforme a la ley.... Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al
reconocimiento de su personalidad jurídica... Nadie será objeto de injerencias
arbitrarias o ilegales en su vida privada, su familia, su domicilio o su
correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra y reputación..... Toda
persona tiene derecho a la protección de la ley contra esas injerencias o esos
ataques..... La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y
tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado..... Se reconoce el
derecho del hombre y de la mujer a contraer matrimonio y a fundar una
familia si tienen edad para ello..... Todas las personas son iguales ante la ley y
tienen derecho sin discriminación a igual protección de la ley. A este respecto,
la ley prohibirá toda discriminación y garantizará a todas las personas
protección igual y efectiva contra cualquier discriminación por motivos de raza,
color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier índole, origen
nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición
social.."

Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Art. 2, 7, 14, 16,


17, 23 y 26

"Los Estados Partes respetarán los derechos enunciados en la presente


Convención y asegurarán su aplicación a cada niño sujeto a su jurisdicción, sin
distinción alguna... Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas
para garantizar que el niño se vea protegido contra toda forma de
discriminación o castigo por causa de la condición... Los Estados Partes
adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas
apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico
o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el
abuso sexual... procedimientos eficaces para el establecimiento de programas
sociales con objeto de proporcionar la asistencia necesaria al niño y a quienes
cuidan de él, así como para otras formas de prevención y para la identificación,
notificación, remisión a una institución, investigación, tratamiento y
observación ulterior... Los Estados Partes reconocen que el niño mental o
físicamente impedido deberá disfrutar de una vida plena y decente en
condiciones que aseguren su dignidad, le permitan llegar a bastarse a sí mismo
y faciliten la participación activa del niño en la comunidad... reconocen el
derecho del niño impedido a recibir cuidados especiales y alentarán y
asegurarán, con sujeción a los recursos disponibles, la prestación al niño que
reúna las condiciones requeridas y a los responsables de su cuidado de la
asistencia que se solicite y que sea adecuada al estado del niño... a asegurar
que el niño impedido tenga un acceso efectivo a la educación, la capacitación,
los servicios sanitarios, los servicios de rehabilitación, la preparación para el
empleo y las oportunidades de esparcimiento y reciba tales servicios con el
objeto de que el niño logre la integración social y el desarrollo individual,
incluido su desarrollo cultural y espiritual, en la máxima medida posible"

Convención sobre los Derechos del Niño, Art. 2, 19 y 23

"De conformidad con las condiciones, práctica y posibilidades nacionales, todo


Miembro formulará, aplicará y revisará periódicamente la política nacional
sobre la readaptación profesional y el empleo de personas inválidas... Dicha
política estará destinada a asegurar que existan medidas adecuadas de
readaptación profesional al alcance de todas las categorías de personas
inválidas y a promover oportunidades de empleo para las personas inválidas en
el mercado regular del empleo... se basará en el principio de igualdad de
oportunidades entre los trabajadores inválidos y los trabajadores en general.
Deberá respetarse la igualdad de oportunidades y de trato para trabajadoras
inválidas y trabajadores inválidos. Las medidas positivas especiales
encaminadas a lograr la igualdad efectiva de oportunidades y de trato entre los
trabajadores inválidos y los demás trabajadores no deberán considerarse
discriminatorias... Las autoridades competentes deberán adoptar medidas para
proporcionar y evaluar los servicios de orientación y formación profesionales,
colocación, empleo y otros afines, a fin de que las personas inválidas puedan
lograr y conservar un empleo y progresar en el mismo... Se adoptarán
medidas para promover el establecimiento y desarrollo de servicios
de readaptación profesional y de empleo para personas inválidas en las zonas
rurales y en las comunidades apartadas..."

Convenio de la Organización Internacional del Trabajo sobre la


readaptación profesional y el empleo de las Personas Inválidas, Art. 2,
3, 4, 7,y 8

Convención Interamericana para la Eliminación de Todas Las Formas de


Discriminación Contra las Personas con Discapacidad

Aprobada por la Organización de los Estados Americanos, en la ciudad de


Guatemala con fecha 7 de junio de 1999. De conformidad con el artículo 3, el
objetivo de la misma es: “…Adoptar las medidas de carácter legislativo, social,
educativo, laboral o de cualquier otra índole, necesarias para eliminar la
discriminación contra las personas con discapacidad y propiciar su plena
integración en la sociedad, dentro las cuales se puede mencionar las
siguientes: medidas para prevenir las discapacidades, 483 Morales Trujillo,
Hilda. Op. Cit. Página 24 484 Loc. Cit. 485 Despouy, Leandro. Op. Cit. Página 4
176 medidas para lograr la integración al deporte, educación, servicios
públicos, recreación, transporte, actividades políticas, entre otras, de las
personas que padecen alguna discapacidad; para lo cual se buscar eliminar los
obstáculos arquitectónicos, de transporte y comunicaciones que existan con la
finalidad de facilitar el acceso y uso para todas las personas.”

Convención Sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad

Esta Convención fue adoptada el 13 de diciembre de 2006, mediante


resolución 61/106. De conformidad con el artículo 42 de la Convención, ésta y
su Protocolo Facultativo están abiertos a la firma de todos los Estados y las
organizaciones de integración regional desde el 30 de marzo de 2007. La
Convención busca proteger y garantizar la igualdad y el pleno goce de los
Derechos Humanos de las personas con discapacidad. Regula temas
fundamentales como la accesibilidad, libertad de movimiento, salud,
educación, empleo, habilitación y rehabilitación, participación en la vida
política, y la igualdad.

GUATEMALA: LEY DE ATENCIÓN PARA LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD

ART. 53 CPRG

.LA CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS CON


DISCAPACIDAD (2006).
Declaración sobre la Protección de los Enfermos Mentales y el Mejoramiento de
la Atención de la Salud Mental

Declaración de los Derechos del Retrasado Mental

Declaración de los Derechos de los Impedidos

Convenio 159 Sobre la Readaptación Profesional y el Empleo (Personas


Inválidas) OIT

POR SI QUIEREN LEER ESTE TEXTO ESTA MUY


INTERESANTE

http://biblio3.url.edu.gt/Tesis/2012/07/01/Lo
za-Kelly.pdf

TEMA GENERO
· GENERO
El patriarcado es el régimen de dominación masculina que a lo
largo de la historia de la humanidad, articula de una manera
desigual a las sociedades en su funcionamiento. El sustento
ideológico del patriarcado es a dominación vertical y asimétrica de
las relaciones sociales y tiene su mayor expresión en la
subyugación de las mujeres. Este sistema de dominación ha
impuesto sumisión a las mujeres en la esfera público-privada. En
las relaciones privadas las mujeres quedan relegadas a la
maternidad, lo que es interpretado por el grupo social en su
conjunto como la función reproductiva de la misma sociedad. En
las relaciones maritales a las mujeres se les somete al espacio
doméstico prebenda histórica de la estructura patriarcal, para
asegurar la legitimidad de su prole. Esta estructura mental se
reviste de diferentes expresiones culturales, la cual es aceptada
tanto por hombres como por mujeres. En todas y cada una de
etas manifestaciones, las mujeres articulan dentro de la sociedad
como un ente reproductor, aceptando, en la mayoría de los casos
esta relación desigual. La imposición a través de la violencia por
parte de las relaciones patriarcales somete a la mujer al espacio
doméstico y la anula per se de cualquier posibilidad de participar
en las instancias públicas, Este4 circulo de negaciones se reviste
de violencia psicológica, verbal y física y en el peor de los casos
puede devenir en la muerte. Desde la estructura privada se les
niega su vinculación a la esfera pública por lo que se vedan todas
sus capacidades intelectuales y quedan al margen de sus derechos
y libertades fundamentales. En contraposición con los hombres
son seres para sí en el mundo y quienes desarrollan trabajos
valorizados y valorados. En la apropiación masculina de la
agricultura, fue el punto de partida que redefinió y creo la
diferenciación de las relaciones entre hombres y mujeres y otorgó
el predominio a los hombres por la fuerza física. La actividad
agrícola y la domesticación de animales, ambas actividades
desarrolladas a mayor escala, exigieron fuerza bruta del “del
hombre”, quien se apropió no solo de las actividades generadoras
de alimento, sino también de la riqueza por ellas producida, lo que
hizo que el hombre deseara heredar riqueza de sus rebaños y
tierras a sus vástagos por lo que exigió fidelidad a una mujer,
para garantizar así la paternidad de sus hijos, porque
anteriormente la mujer era libre de tener los hombres que deseara
y los hijos que se reconocían como hermanos por línea materna.
Ante el impacto de las noticias relacionadas con la violencia contra
las mujeres que se incrementó a partir del año 2000 algunas
parlamentarias guatemaltecas y los grupos de mujeres
organizados en la sociedad civil se pronunciaron en contra de la
ola de horrendos crímenes hacia este sector de la población,
donde surgen debates de la necesidad de identificar como un
delito específico, la muerte violenta en contra de las mujeres.
(Motivo por el cual se aprobó ante el Congreso de la República de
Guatemala la Ley Contra el Femicidio y otras Formas de Violencia
contra la Mujer en el campo penal el 08 de abril de 2008, la cual
tipifica los asesinatos de mujeres por causas de género).

· EVOLUCION DE LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS MUJERES: En


la antigua Roma sólo se reconocía la existencia de derechos a los
hombres adultos que no fueran esclavos. Sólo ellos tienen la
condición de ciudadanos. Las mujeres, en consecuencia, que no
eran "sui iuris", sino "alieni Iuris" no eran consideradas como
tales. La afirmación y reivindicación de los derechos de la mujer
tiene un origen moderno, formando parte de los planteamientos
de la Revolución Francesa, como consecuencia de
la proclamación del principio de igualdad. Sin embargo, la lucha
efectiva por los derechos no tendrá lugar hasta el siglo XIX. La
evolución de los derechos de la mujer durante el siglo XX y XXI ha
sido notable. Durante mucho tiempo la mujer sufrió de
invisibilidad en los ámbitos de decisión (político, social y
económico), en muchos Estados y también en Organizaciones
Internacionales. La mirada machista y la discriminación de género
aún existen pero afortunadamente cada día son más débiles. Los
movimientos de mujeres de la segunda mitad del siglo pasado,
tuvieron como base las reivindicaciones por
el derecho al sufragio y la igualdad de derechos con los hombres.
La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer se reunió
por primera vez en Lake Success, Nueva York, en febrero de
1947, poco después de la creación de las Naciones Unidas. En
aquel momento, los 15 representantes gubernamentales que
formaban la Comisión eran mujeres. Desde su nacimiento, la
Comisión contó con el apoyo de una dependencia de las Naciones
Unidas que más tarde se convertiría en la División para el
Adelanto de la Mujer, dependiente de la Secretaría de las Naciones
Unidas. La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer
forjó una estrecha relación con las organizaciones no
gubernamentales; aquellas reconocidas como entidades
consultivas por el Consejo Económico y Social eran invitadas a
participar en las sesiones de la Comisión en calidad de
observadoras. Entre 1947 y 1962, la Comisión se centró en
establecer normas y formular convenciones internacionales que
cambiaran las leyes discriminatorias y aumentaran la
sensibilización mundial sobre las cuestiones de la mujer. En sus
aportaciones a la redacción de la Declaración Universal de
Derechos Humanos, la Comisión defendió con éxito la necesidad
de suprimir las referencias a “los hombres” como sinónimo de la
humanidad, y logró incorporar un lenguaje nuevo y más inclusivo.
Dado que la codificación de los derechos jurídicos de las mujeres
debe apoyarse en datos y análisis, la Comisión inició una
evaluación de la condición jurídica y social de la mujer a escala
mundial. Se llevó a cabo amplias investigaciones gracias a las
cuales se obtuvo un detallado panorama país por país de la
situación política y jurídica de las mujeres, que con el tiempo
serviría de base para la redacción de los instrumentos de derechos
humanos. La Comisión elaboró las primeras convenciones
internacionales sobre los derechos de la mujer, como
la Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer de 1953,
que fue el primer instrumento de derecho internacional en
reconocer y proteger los derechos políticos de las mujeres;
también fue la responsable de redactar los primeros acuerdos
internacionales sobre los derechos de la mujer en el matrimonio, a
saber, la Convención sobre la Nacionalidad de la Mujer Casada de
1957 y la Convención sobre el consentimiento para el matrimonio,
la edad mínima para contraer matrimonio y el registro de los
matrimonios de 1962. Además, contribuyó al trabajo de las
oficinas de las Naciones Unidas, como el Convenio relativo a la
igualdad de remuneración entre la mano de obra masculina y la
mano de obra femenina por un trabajo de igual valor de la
Organización Internacional del Trabajo (1951), que consagró el
principio de igual salario por trabajo igual. En 1963, los esfuerzos
para consolidar las normas relativas a los derechos de la mujer
condujeron a la Asamblea General de las Naciones Unidas a
solicitar a la Comisión que elaborara una Declaración sobre la
eliminación de la discriminación contra la mujer, que la Asamblea
aprobó en última instancia en 1967. A dicha declaración siguió en
1979 la Convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer (CEDAW), un instrumento
jurídicamente vinculante cuya redacción también corrió a cargo de
la Comisión. En 1999, el Protocolo Facultativo de la Convención
introdujo el derecho de presentar una demanda para las mujeres
víctimas de discriminación. A medida que en el decenio de 1960
comenzaban a acumularse las pruebas que demostraban que las
mujeres se veían desproporcionadamente afectadas por la
pobreza, la Comisión concentró su trabajo en las necesidades de
las mujeres en las esferas del desarrollo comunitario y rural, el
trabajo agrícola, la planificación familiar y los avances científicos y
tecnológicos. La Comisión alentó al sistema de las Naciones Unidas
a ampliar su asistencia técnica para acelerar el progreso de la
mujer, especialmente en los países en desarrollo. En 1972,
coincidiendo con el 25º aniversario de su creación, la Comisión
recomendó que 1975 fuera declarado Año Internacional de la
Mujer, una idea que contó con la adhesión de la Asamblea General
y cuyo objetivo era llamar la atención sobre la igualdad entre
mujeres y hombres y sobre la contribución de aquellas al
desarrollo y la paz. Aquel año estuvo marcado por la celebración
de la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer en Ciudad de
México, a la que siguió en el periodo 1976-1985 el Decenio de las
Naciones Unidas para la Mujer: Igualdad, Desarrollo y Paz.
Posteriormente se celebraron más conferencias mundiales
en Copenhague (1980) y Nairobi (1985). También se crearon
nuevas oficinas de las Naciones Unidas dedicadas a las mujeres,
en particular el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la
Mujer (UNIFEM) y el Instituto Internacional de Investigaciones y
Capacitación para la Promoción de la Mujer (INSTRAW). En 1987,
en el marco del seguimiento de la Tercera Conferencia Mundial
sobre la Mujer celebrada en Nairobi, la Comisión asumió el
liderazgo de las labores de coordinación y promoción del trabajo
del sistema de las Naciones Unidas en los asuntos económicos y
sociales para el empoderamiento de la mujer. Sus esfuerzos
consiguieron elevar las cuestiones de género a la categoría de
temas transversales, dejando de ser asuntos independientes. En
ese mismo periodo, la Comisión contribuyó a que, por primera
vez, el problema de la violencia contra las mujeres figurara en
primer plano de los debates internacionales. Esos esfuerzos
cristalizaron en la Declaración sobre la eliminación de la violencia
contra la mujer, aprobada por la Asamblea General el 20 de
diciembre de 1993. En 1994, la Comisión de Derechos Humanos
nombró una Relatora especial sobre la violencia contra la mujer,
sus causas y consecuencias, con el mandato de investigar e
informar sobre todos los aspectos de la violencia contra las
mujeres. La Comisión sirvió como órgano preparatorio para
la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de 1995, en la que
se aprobó la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing. Tras la
Conferencia, la Asamblea General dio a la Comisión el mandato de
desempeñar un papel central en la supervisión de la aplicación de
la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing y de asesorar al
Consejo Económico y Social en consecuencia. Como pedía la
Plataforma de Acción, se creó una nueva oficina de las Naciones
Unidas para la promoción de la igualdad de género: la Oficina del
Asesor Especial en Cuestiones de Género y Adelanto de la Mujer.
En 2011, las cuatro secciones del sistema de las Naciones Unidas
que se mencionan en esta página —la División para el Adelanto de
la Mujer, el Instituto Internacional de Investigaciones y
Capacitación para la Promoción de la Mujer, la Oficina del Asesor
Especial en Cuestiones de Género y Adelanto de la Mujer y el
Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer— se
fusionaron, convirtiéndose en ONU Mujeres, que hoy es la
Secretaría de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la
Mujer.
Además de contemplar los derechos humanos, la Convención
sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra
la Mujer aprobada en 1979 habla sobre "las libertades
fundamentales de la mujer en las esferas políticas, económica,
social, cultural y civil o cualquier otra". A su vez, aclara que las
mujeres tienen igualdad de derecho en educación, empleo,
atención médica, matrimonio y relaciones familiares. No hay que
pasar por alto que también "suprime todas las formas de trata de
mujeres y explotación en la prostitución de la mujer".

· ASPECTOS FUNDAMENTALES DE LA TEORIA DE GÉNERO Y


PERSPECTIVA DE GÉNERO: Teoría de Género: Uno de los que
marca un debate terminológico y filosófico entorno al término
género es Robert Stoller, quien a finales de la década de los
sesenta logra publicar el libro ¨Sexo y género¨ donde hace una
evidente separación del sexo biológico del género social, lo que
causa mucha polémica, marcando una oposición o tensión al
respecto. Alude que el sexo apunta a los rasgos fisiológicos y
biológicos de ser macho y hembra, el género a la construcción
social de las diferencias sexuales. Así, el sexo se hereda y el
género se adquiere a través del aprendizaje cultural. Esta
distinción abre una brecha e inaugura un nuevo camino para las
reflexiones respecto a la constitución de las identidades de
hombres y mujeres. Es el feminismo como movimiento intelectual
quien se encarga de plasmar la evolución filosófica y política en
torno a esta discusión, el concepto género marca la diferencia
entre los sexos, designa tanto a los seres humanos en su conjunto
como su división en dos categorías sexuadas. Se estaba haciendo
necesario romper con la tradición que, al decir de Freud: ¨… la
anatomía es el destino…¨ y hacer una distinción entre lo que
depende de la naturaleza y lo que depende de lo social en la
relación entre los sexos, separando por supuesto el hecho
biológico de la construcción cultural. Ya entonces se podría afirmar
que el sexo no tenía que ver con el género, desligando estas dos
realidades. El concepto género va a marcar una dimensión
reflexiva, se convierte en el soporte de una filosofía y una
liberación ya posible. Entonces podríamos concordar con el criterio
que tiene al respecto Geneviene Friasse, filósofa e investigadora y,
directora de Investigaciones en el Centro Nacional de
Investigaciones Científicas de Francia (CNRS), quien expresó: ¨…
la historicidad de la diferencia entre los sexos podría ser el hilo
conductor, la historicidad no sólo como crítica de las
representaciones atemporales de los sexos sino también como
localización de los sexos en la máquina de la Historia…¨ Otro de
los que incorpora el concepto de género al análisis científico es el
psicólogo Jhon Money, quien por primera vez en 1951 usa el
concepto género para referirse al componente cultural,
fundamentalmente la influencia educativa, en la formación de la
identidad sexual. Hace un estudio de personas transexuales, lo
que lo llevó a constatar que en la educación de las personas se les
pueden asignar papeles que no se corresponden con el sexo
biológico. Ello se convirtió significativamente en un aporte para el
conocimiento científico, pues contribuyó a demostrar que la
identidad sexual de las personas (ser machos o hembras) no está
determinado por el componente biológico, cuestión que con
posterioridad hace que se reconozca al género dentro de la teoría
feminista. Linda Nicholson plantea: “no podemos separar lo social
de lo psicológico, como habremos de hacerlo si queremos utilizar
lo último para explicar lo primero.” Sherry Ortner lo explica a
partir del vínculo que se establece entre la actividad de gestación
y lactancia de las mujeres y la naturaleza, considerada en todas
las sociedades por debajo de la cultura o la sociedad. Entonces es
cuando pregunta: es la mujer a la naturaleza lo que el hombre a
la cultura…?, demostrando que el status secundario de la mujer
dentro de la sociedad constituye un verdadero universal. Es a
partir de todo este análisis teórico cuando el género emerge como
categoría de análisis, y por supuesto, ya tiene sus implicaciones
dentro de las ciencias sociales, pues ya sus presupuestos teóricos
dan respuesta a las diferencias, nos permiten replantearnos la
cuestión de que: ha supuesto un campo epistemológico propio en
el que convergen diversas disciplinas; supuso la idea de la
variabilidad: hombres y mujeres son construcciones culturales, lo
que hace que su definición varíe de una cultura a otra, por tanto
no se puede hablar de la mujer y el hombre; configura la idea
relacional: alude a la construcción sociocultural de las diferencias
sexuales, es decir a la distinción entre masculino y femenino y por
tanto a la relación entre ellos; emerge el principio de la
multiplicidad de elementos que constituyen la identidad del sujeto,
identidad de género; ya que el género se experimenta de acuerdo
a la pertenencia (étnica, racial, de clase, edad, etc.); emerge la
idea del posicionamiento, es decir, un análisis de género supone el
estudio del contexto en el que se dan las relaciones de género y la
diversidad de posiciones que ellos ocuparán; plantea el desafío de
explorar las realidades más que asumirlas; permite no solo
conocer las realidades, sino que abre la posibilidad al cambio. el
género es el conjunto de características sociales, culturales,
políticas, psicológicas, jurídicas, económicas asignadas a las
personas en forma diferenciada de acuerdo al sexo. El género está
estrechamente vinculado tan al factor cultural como al social; este
último está referido a los aspectos socioeconómicos que participan
en los procesos de producción y reproducción de género, tales
como las diferencias salariales, que las mujeres sean las máximas
responsables de las tareas domésticas, las más ¨machacadas¨,
desigual distribución de los roles domésticos, desigual o diferente
representación en los espacios de toma de decisión; el primero
comprende todo el simbolismo relacionado con el ser mujer o ser
hombre, presente en cada cultura y época histórica. Podemos
afirmar que la categoría de género es multidimencional: tiene una
dimensión biológica, una social, una económica, una subjetiva y
otra política. Las dimensiones biológica y social reflejan las
diferencias de nacer macho o hembra (sexo), tales como
prohibiciones, normativas, costumbres, todo un deber ser. Ello se
traduce en la cultura patriarcal y la subjetividad social,
generalizándolo a través de la familia, la escuela, las instituciones
laborales y las religiosas. Cómo se presenta lo femenino y lo
masculino, la representación de los roles tradicionales, cargados
de simbolismo (lo que se debe hacer y no se debe hacer). En la
dimensión económica se forman intereses diferenciales hacia las
profesiones y oficios, en el caso de las mujeres en trabajos de
poco esfuerzo físico, empleos que luego se masculinizaron. Las
diferencias salariales y mala remuneración. Ejemplo de ello es el
llamado trabajo informal, conocido también como cuenta propia,
como resultado de las crisis económicas las mujeres tienen que
trabajar aunque sus trabajos sean menos remunerados, acuden al
trabajo informal, es aquí cuando las niñas empiezan abandonar la
escuela para ayudar financieramente a sus madres (esto sucede
con mucha frecuencia en Latinoamérica).Esto es economía de
sobrevivencia y también de pobreza. Por su parte en la dimensión
subjetiva vemos como las feministas apelaron al psicoanálisis,
viendo el papel que tiene la subjetividad social como reproductora
del género. Todo lo que ocurre es el resultado de la subjetividad
de las personas. En cuanto a la dimensión política podemos decir
que la primera jerarquización es la de género: los hombres con
mayor peso que las mujeres. Ello ha sido un proceso histórico, se
construye desde que se nace en las relaciones de poder, es por
ello que a las mujeres les cuesta tanto llegar a la palestra política.
Esto reafirma que el género como perspectiva tiene una visión
crítica, explicativa y alternativa a lo que acontece en el orden de
género; es una visión científica, analítica y política. Ello permite
analizar y comprender las características que definen a las
mujeres y los hombres de manera específica, así como sus
semejanzas y diferencias. Sí, nos muestra una visión diferente de
un mismo asunto y, ello lo logramos cuando generamos conciencia
de género y promovemos el cambio. Marcela Lagarde en una de
sus publicaciones (Género y feminismo) nos muestra que la
perspectiva de género tiene como único objetivo: el de contribuir
a la construcción subjetiva y social de una nueva configuración (de
la concepción del mundo) a partir de la re significación de la
historia, la sociedad, la cultura y la política, desde las mujeres y
con las mujeres. Señalando que el reconocimiento a la diversidad
de género y la diversidad de cada uno es el principio esencial de
esa perspectiva. Los componentes que conforman la subjetividad
como producto y como proceso reproductor del género son: el
biológico que plantea que lo recibimos está marcado por lo que
somos (machos y hembras), ello está presente en el desarrollo
subjetivo, la influencia que recibimos está determinada por lo que
se espera que seamos. El social como sistema de ideas
compartidas entorno a un objeto representacional, tiene una
dimensión informativa que no se fundamenta científicamente,
funciona como orientadora de las personas, de cómo incorporamos
lo nuevo. Se trasmite de grupo a grupo y de grupo a individuos
como referente de interpretación de lo que acontece. A este
respecto Martínez Benlloch y Bonilla plantea: “.....para la
construcción de su identidad, los individuos a pesar de los cambios
generacionales, continúan utilizando modelos generalizados [...]
de tal forma que la construcción de los géneros será al mismo
tiempo, proceso y producto de su representación social. La
representación social del género incide en su construcción en el
plano subjetivo (individual) y la representación subjetiva del
género influye en su construcción social.” Esto nos permite
comprender que la identidad está dada como un sistema de
codificación que autorreferencia al sujeto, es la síntesis de un
proceso por el que las personas establecen la diferencia entre el
yo y la alteridad o los otros individuos, en lo que la diferencia
sexual es fundamental. Lo que permite replanearnos el yo (soy yo
y no el otro, como sistema de codificación). La identidad debe
entenderse como expresión de dinámicas de origen interno y
externo del sujeto. Ahora bien, se hace necesario hacer una clara
diferenciación en lo que respecta a la definición de identidad,
como parte del sexo y como parte del género. El primero se
refiere a la elaboración cognitiva que ambos sexos realizan
partiendo de la toma de conciencia de su propia imagen corporal,
de su sexo morfológico, lo que implica la autopercepción y
convicción de la pertenencia a un sexo determinado y la
comprensión de lo que ello supone; es un juicio de
autoclasificación como hombre o mujer basada en aquellos
aspectos que a lo largo de la historia de la especie, han ido
incorporando culturalmente al hombre y a la mujer. El segundo es
resultado de un proceso evolutivo por el que se interiorizan las
expectativas y normas sociales relativas al dimorfismo sexual y
hace referencia al sentido psicológico del individuo de ser varón o
mujer con los comportamientos sociales y psicológicos que la
sociedad designa como femeninos o masculinos.
Las teorías sociológicas del género: De acuerdo a la clasificación
hecha por Ritzer (2002), se dividen en teorías macrosociales del
género y microsociales del género. Teorías macrosociales
Funcionalismo Su principal exponente es Miriam Jonson, quien
reconoce el fracaso del funcionalismo para dar una exploración
adecuada de la desventaja de la mujer en la sociedad. Admite que
existe un sesgo sexista no intencionado en la teoría de la familia
de Talcott Parsons y que el funcionalismo margina las cuestiones
de la desigualdad social, la dominación y la opresión, debido a su
preocupación central por el orden social. El origen de la opresión
de género lo sitúa el funcionalismo feminista en el papel de la
familia patriarcal, en donde el rol de la mujer en la familia, que es
hacia su interior de fuerza y autoridad en la educación de los
hijos, es subvalorado por la sociedad, que considera débiles y
sumisas a las mujeres en relación con su esposo, que proporciona
con su actividad económica un nivel de competitividad
instrumental que lleva a su familia reverenciar el patriarcado y a
despreciar la expresividad que representa la mujer (Ritzer
2002:384-385). La desvalorización de la expresividad femenina
frente a la instrumentalidad masculina se encuentra extendida en
toda la cultura y la esperanza del funcionalismo es que pueda
haber una revalorización sistémica de la expresividad. Teoría
analítica del conflicto Su exponente más representativa es Janet
Chafetz, quien con un enfoque transcultural y transhistórico busca
hacer teoría sobre el género en todas sus formas societales
particulares. El punto central de su indagación es conocer cuáles
son los factores que influyen en la estratificación de sexo en la
cual las mujeres tienen siempre la desventaja. Explora la
diferenciación del rol de género, la ideología patriarcal, la familia y
la organización del trabajo y condiciones de contexto tales como
las pautas de fecundidad, la separación del hogar y el lugar de
trabajo, el excedente económico, la sofisticación tecnológica, la
densidad de población y la dureza del entorno, como variables que
interactúan para determinar el grado de estratificación de sexo.
Para Chafetz, las mujeres experimentan menos desventaja cuando
pueden equilibrar las responsabilidades del hogar con un papel
independiente en la producción del mercado, amortiguando la
desventaja social (Ritzer 2002:386). Teoría de los sistemas
mundiales Parte del análisis del capitalismo global como el sistema
objeto de análisis sociológico en donde los individuos en todas las
unidades societales son entendidos típicamente en términos del
papel que representan en las instancias capitalistas para crear
excedente económico. Esta teoría entiende de modo típico el papel
de las mujeres en el sistema social sólo en la medida en que su
trabajo forma parte del capitalismo, es decir, en la medida en que
son trabajadoras en la producción y los mercados capitalistas. El
hogar constituye todo el trabajo realizado en casa para mantener
y reproducir al trabajador, la economía informal es esa
organización del trabajo en la que no existe una clara separación
entre trabajo y capital y en la que el trabajo no está regulado por
ley o por la organización capitalista. Los porcentajes son altos de
este tipo de trabajo: 66% de todo el trabajo en el mundo (Ritzer
2002:387). Teorías microsociales del género Las dos propuestas
centrales son el interaccionismo simbólico y la etnometodología.
Para el interaccionismo simbólico, la identidad de género, así
como otras identidades sociales, emergen de la interacción social,
es incorporada al self transituacional del individuo y debe
confirmarse continuamente a través de diversas situaciones de
interacción porque el self está sujeto a constantes pruebas
empíricas. Para el interaccionismo simbólico no es el padre y la
madre quienes dan la identidad de género al niño o la niña, sino el
entorno exterior, el cual crea significados de lo que implica ser
hombre o mujer y éstos es lo que desarrolla el componente de
género (Ritzer 2002:388). Para la etnometodología, el género no
es un elemento estable, sino que se conforma como una
realización de actores en diversas situaciones, por lo que el género
no nace con la persona, sino que se adquiere en la interacción de
la situación. La teoría feminista contemporánea Ritzer plantea una
clasificación de los diferentes tipos de teoría feministas de acuerdo
a las repuestas que estos dan las preguntas ¿qué hay de las
mujeres? y ¿por qué la situación de las mujeres es cómo es? La
clasificación es la siguiente

Tipos básicos de teoría Distinciones respecto a las razones


feminista de la situación de las mujeres
Diferencia de género
La posición de las mujeres y Feminismo cultural
su experiencia en la mayoría Biológico
de las situaciones es Institucional y socialización
diferente a la de los hombres Socio-psicológico
en esas situaciones.
Desigualdad de género
La posición de las mujeres en Feminismo liberal
la mayoría de las situaciones Feminismo marciano
no solo es diferente, también · Explicaciones de Marx y
es menos privilegiada o Engels
desigual a la de los hombres. · Explicaciones marxistas
contemporáneas
Opresión de género
Las mujeres están oprimidas, Feminismo psicoanalítico
no sólo son diferentes o Feminismo radical
desiguales a ellos, están Feminismo socialista
activamente constreñidas,
subordinadas, moldeadas,
son usadas por los hombres y
abusan de ellas.
Opresión estructural
Los diferentes niveles de Feminismo socialista
diferencia, desigualdad y Teoría intersectorial
opresión varían en función de
su posición social dentro del
capitalismo, el patriarcado y
el racismo.
Feminismo y posmodernismo

Perspectiva de género: La integración general de la dimensión de


género (o mainstreaming de género) suele considerarse un
concepto innovador, que engloba muchas más cosas que la
«tradicional» política de igualdad de oportunidades. La Comisión
Europea adoptó el enfoque del mainstreaming [o transversalidad]
de género en 1996, no con el fin de sustituir la política de igualdad
de oportunidades, sino como complemento de la misma. Se trata,
por tanto, de un enfoque integrado: «La transversalidad de género
implica no limitar los esfuerzos de promoción de la igualdad a la
adopción de medidas específicas a favor de las mujeres, sino
movilizar todas las medidas y políticas generales específicas con el
propósito de lograr la igualdad, teniendo en cuenta de forma
activa y abierta en la etapa planificadora sus posibles efectos
respecto a las situaciones respectivas de hombres y mujeres (la
perspectiva de género). Ello supone estudiar de forma sistemática
la dimensión de la igualdad en todas las medidas y políticas y
tener en cuenta esos posibles efectos al definirlas y aplicarlas» De
acuerdo con el Consejo de Europa, el mainstreaming de género
puede definirse como «la organización (la reorganización), la
mejora, el desarrollo y la evaluación de los procesos políticos, de
modo que una perspectiva de igualdad de género se incorpore en
todas las políticas, a todos los niveles y en todas las etapas, por
los actores normalmente involucrados en la adopción de medidas
políticas» Otra manera interesante de definir el mainstreaming de
género consiste en distinguir entre tres tipos de estrategias de
igualdad de género: reparar, adaptar a la medida y transformar:
Por «reparar» se entiende las medidas dirigidas a establecer la
igualdad formal entre hombres y mujeres, como la legislación de
igualdad de trato y los mecanismos que garanticen el
cumplimiento de la ley. Entre los ejemplos en la Unión Europea
cabe citar las directivas en materia de igualdad salarial e igualdad
de trato en el acceso al empleo, la formación, la promoción y las
condiciones laborales. Reparar es, de hecho, una de las
estrategias más antiguas para la promoción de la igualdad de
oportunidades.
La segunda estrategia consiste en «adaptar a la medida». Dado
que la igualdad de trato no conduce automáticamente a igualdad
en los resultados, pueden ser necesarias medidas y servicios
específicos para las mujeres, tales como los programas de acción
positiva para mujeres y los servicios de cuidado infantil. En este
planteamiento de adaptar a la medida, se supone que las mujeres
asimilan el statu quo, que en sí mismo no se discute.
La tercera estrategia, «transformar», va un paso más allá al
cuestionar el statu quo (es decir, la corriente dominante o
«mainstream») y considerar que puede ser necesaria una
transformación de las instituciones o de las organizaciones para
alcanzar la igualdad de género. De esta forma, el mainstreaming
de género supondría añadir este potencial de transformación a las
políticas ya establecidas de igualdad formal y acción positiva en
materia de igualdad de género.
En lo relativo a la política de empleo, el mainstreaming de género
implica que la política tiene expresamente en cuenta la desigual
posición de hombres y mujeres en el mercado laboral.
Los 4 pasos de la perspectiva de género: A lo largo de los últimos
años se han elaborado diversas guías sobre la manera de aplicar
el mainstreaming de género, a menudo centradas en aspectos
específicos o dirigidos a determinados grupos concretos. Un
ejemplo a escala europea lo constituye la «Guía EQUAL sobre
integración de la perspectiva de género», que está destinada a las
personas implicadas en los proyectos EQUAL nacionales. Otro
ejemplo más reciente se encuentra en la guía de mainstreaming
de género elaborada por el Comité sueco de apoyo al
mainstreaming de género. La mayoría de las guías definen un
marco o distinguen diversas etapas. Así, por ejemplo, existe una
guía que contempla un marco útil para aplicar el mainstreaming
de género en las universidades. En esta guía se distinguen cuatro
«cajas de herramientas» o conjuntos de instrumentos: 1)
medición y seguimiento, 2) implantación y organización, 3)
sensibilización e implicación, 4) comprobación y evaluación de
género. También puede encontrarse información útil en guías que
describen las diferentes etapas de un proceso de evaluación del
impacto de género. A partir de la literatura existente y teniendo
en cuenta la materia y las partes interesadas específicas, se ha
elaborado una lista de comprobación del mainstreaming de género
en las políticas de empleo, que consta de cuatro pasos:
Organizarse. Este primer paso se centra fundamentalmente en la
implantación y la organización, además de la sensibilización y la
implicación. La implantación y la organización, así como la
sensibilización y la implicación, pueden considerarse importantes
condiciones previas para el éxito del mainstreaming de género.
Por implantación y organización del mainstreaming de género se
entiende el proceso de dotar de una base estructural y cultural a
la igualdad de oportunidades. Esto incluye la formulación de
objetivos y metas, la elaboración de un plan y de un presupuesto,
y la definición de las funciones y responsabilidades de las distintas
personas involucradas. En cuanto al presupuesto, es necesario
obtener recursos suficientes para la implantación. Asimismo,
podría contemplarse la posibilidad de utilizar un asesoramiento
especializado (externo). El mainstreaming de género supone
también que todas aquellas partes interesadas que participan en
la política de empleo tengan en cuenta la igualdad de
oportunidades entre hombres y mujeres. Para crear un cierto
grado de sensibilización y conocimiento experto en materia de
igualdad de género es esencial la formación. A su vez, las partes
interesadas deberían considerar el mainstreaming de género como
parte de sus tareas y responsabilidades. Por ese motivo es
importante «lograr la implicación», aunque para ello pueden
adoptarse distintas estrategias. En algunos casos, puede
esperarse que se implique todo el equipo; sin embargo, cuando
los niveles de sensibilización sean bajos, puede ser necesario
comenzar nombrando a una persona concienciada y con
conocimientos específicos dentro del equipo o la unidad encargada
de la elaboración de las políticas.
Conocer las diferencias de género. El objetivo del segundo paso es
describir la desigualdad de género respecto de la participación, los
recursos, los usos sociales y valores, y los derechos; así como
evaluar tendencias en ausencia de intervención en las políticas. El
siguiente paso en el proceso del mainstreaming de género es la
recopilación de datos pertinentes sobre la posición de mujeres y
hombres. La descripción de la situación real resulta clave para
evaluar la igualdad (o desigualdad) de género y para determinar
las áreas a las que hay que prestar una atención prioritaria.
Asimismo, el seguimiento de la situación a lo largo del tiempo
proporciona información sobre las tendencias que se perciben en
materia de igualdad (o desigualdad) de género. La Comisión
Europea estableció en 1998 cuatro dimensiones para la evaluación
de la desigualdad de género: la participación: La participación se
refiere a la composición, desde el punto de vista del género, de la
población o el colectivo al que se dirige la política, e implica la
necesidad de recabar datos básicos, tales como el porcentaje de
hombres y mujeres en situación de desempleo o con
discapacidades o con contratos flexibles. Cuando las medidas
políticas especifiquen grupos concretos de personas vulnerables,
deberán tenerse en cuenta también las diferentes repercusiones
que tales medidas puedan producir en hombres y mujeres. A lo
largo de los últimos años ha mejorado considerablemente la
disponibilidad de estadísticas diferenciadas por sexos, un avance
que facilita el primer paso. Aunque las estadísticas parezcan
claras, es importante también tener presentes los criterios de
medición. Por ejemplo, el desempleo puede medirse de distintas
maneras. Dependiendo del método, las diferencias de género
podrían variar, pasando de ser más bien bajas a ser bastante
altas. Los recursos: Las diferencias de género también pueden
producirse en relación con el acceso o la distribución de recursos
tales como el tiempo, el espacio, la información, el dinero, el
poder político y económico, las cualificaciones, el transporte, el
uso de los servicios públicos, etc. En concreto, el desigual reparto
de las responsabilidades de cuidado de las personas dependientes
tiene una gran repercusión en la distribución de los recursos. Por
ejemplo, respecto a las políticas activas del mercado de trabajo
debe tenerse en cuenta el hecho de que las mujeres soportan la
responsabilidad principal en la crianza de los hijos. La
disponibilidad de servicios de cuidados a los niños es, por
consiguiente, muy importante para permitir, en particular, que las
mujeres participen en los programas. En el ámbito de las políticas
de conciliación, una cuestión relevante es que los permisos
parentales sean o no retribuidos. Asimismo, es más probable que
las mujeres se concentren en el área del mercado de trabajo en la
que más influye el salario mínimo interprofesional y, por tanto,
que se vean desproporcionadamente afectadas por las decisiones
de aumentar dicho salario mínimo por encima o por debajo del
porcentaje medio de aumento de los beneficios. Los usos sociales
y valores: Los usos sociales y los valores influyen en los roles y la
división del trabajo establecidos en función del género, así como
en las actitudes y el comportamiento de mujeres y hombres. A
ellos se deben también, en parte, las desigualdades en el valor
que se concede a los hombres y a las mujeres o a las
características masculinas y femeninas. Resulta esencial
determinar el papel que desempeñan las políticas a la hora de
reforzar los usos sociales y los valores que mantienen la
desigualdad de género. Las políticas fiscales y de prestaciones, por
ejemplo, se basan a menudo en un modelo en el que el hombre es
el sostén de la familia. El paso a modelos más individualizados
puede tener, con independencia del impacto en los porcentajes de
participación, un importante valor simbólico. En esta misma línea,
una política centrada en un reparto más igualitario del trabajo
retribuido y no retribuido —en el que los hombres asuman
explícitamente un papel de cuidadores de personas
dependientes— podría contribuir también a un conjunto de usos y
valores más igualitarios. Y los derechos: Los derechos aluden a la
discriminación directa o indirecta por razón de sexo, los derechos
humanos y el acceso a la justicia en el ámbito jurídico, político o
socioeconómico. Por ejemplo, ¿pueden acceder a los programas de
políticas activas del mercado de trabajo las personas inactivas (las
que desean reincorporarse al mercado laboral, y no solo las que
solicitan prestaciones o subsidios) de la misma manera que las
personas desempleadas que tienen derecho a prestación? Si no es
así, las mujeres pueden sostener que tienen menos apoyo que los
hombres para reincorporarse al trabajo. En este sentido, debería
tenerse en cuenta también que incluso cuando las mujeres poseen
los mismos derechos formales que los hombres, la falta de
servicios puede limitar la capacidad de las mujeres para ejercer su
derecho a aprovechar estas oportunidades. Del mismo modo, la
existencia de derechos formales de los hombres a participar en las
medidas de reconciliación no bastará necesariamente para
promover la igualdad de género en las tareas de cuidado a las
personas dependientes. Es importante considerar la situación
inicial desde una perspectiva dinámica y no exclusivamente
estática.
Evaluar el impacto en las políticas. El tercer paso es analizar el
potencial impacto de género de la política en lo referido a la
participación, los recursos, los usos sociales y valores, y los
derechos. El tercer paso requiere una evaluación del potencial
impacto de género que produce la política en relación con la
participación, los recursos, los usos sociales y valores, así como
los derechos. En cuanto a la participación, es importante que se
tengan en cuenta tanto aspectos cuantitativos como cualitativos.
Por ejemplo, es posible que los programas destinados a crear
puestos de trabajo vayan dirigidos, en particular, a las mujeres.
Esto puede valorarse como algo positivo desde el punto de vista
de la igualdad de género. Sin embargo, cuando la calidad de los
puestos es problemática (por ejemplo, en cuanto a jornada y
salario), esos programas podrían reforzar la desigualdad de
género. En el caso del acceso a los recursos, resulta fundamental
tener presente no solo el impacto en cuanto a los recursos
familiares, sino también en cuanto a los recursos individuales. En
lo que se refiere a los usos sociales y los valores, las políticas de
conciliación deberían abordar la implicación de los hombres en las
tareas domésticas. Si solo las mujeres hacen uso de las medidas
de conciliación, la tradicional división desigual del trabajo no
retribuido entre hombres y mujeres se verá reforzada y, a su vez,
podría reforzar los usos sociales a este respecto. En lo que atañe a
los derechos, es importante incluir el derecho a los servicios de
cuidado infantil, así como el derecho a trabajar.
Rediseñar la política. El cuarto paso consiste en encontrar
posibilidades de rediseño de las políticas con el fin de promover la
igualdad de género. Cuando, como resultado de la evaluación, se
concluye que la política tiene un impacto negativo en la igualdad
de género o es, en general, neutral desde el punto de vista del
género, resulta esencial encontrar formas de rediseñar la política
con el fin de promover la igualdad de género. La necesidad de
rediseñar es especialmente intensa cuando las diferencias de
género iniciales son grandes y repercuten de manera importante
en las oportunidades vitales de las mujeres. El rediseño no implica
necesariamente realizar cambios fundamentales. Por ejemplo, en
relación con las políticas activas del mercado de trabajo, una
medida relativamente sencilla pero eficaz consiste en extender la
posibilidad de acceso a los programas a todas las personas
inactivas. Ofrecer servicios de apoyo a los padres y a las madres
trabajadores tampoco parece excesivamente complicado. Otros
aspectos, en cambio, pueden resultar más complejos. Por
ejemplo, la reducción de la segregación vertical y horizontal exige
aplicar políticas más amplias. El rediseño puede también requerir
un planteamiento pluridimensional que afecte a más de un área
política o a más de un departamento. Por ejemplo, puede ser
necesario que el servicio público de empleo coopere activamente
con el departamento responsable de la prestación de servicios de
cuidado infantil para que las mujeres que desean trabajar tengan
acceso a unos servicios de cuidado infantil que les faciliten la
búsqueda de trabajo. El mainstreaming de género exige un
planteamiento más integrado del diseño de las políticas cuando la
política de empleo no se desarrolla de manera aislada respecto de
los servicios de bienestar social y cuidado infantil, por un lado, o
de las políticas fiscales y de prestaciones, por el otro.

· METODOLOGIA DE GÉNERO: Es una metodología especializada y


difiere del postulado de la neutralidad axiológica de las
investigaciones de las ciencias experimentales que establece Max
Weber, pues desde su concepción se fundamenta en el
compromiso ético feminista, de observar y analizar la sociedad
desde la visión de las mujeres; lo que no ha sido parte de la
producción científica en miles de años. Se sustenta en un
paradigma holográfico, pues la realidad social es multidimensional,
y sus diferentes esferas ya sean políticas, económicas, jurídicas,
sociales, religiosas o culturales, están íntimamente
interrelacionadas y las mujeres deben ser sus sujetas
protagónicas. Asimismo, considera que el desarrollo humano es
una meta social a alcanzarse, pero que este desarrollo tiene que
ser sostenible y con rostro humano; como una moneda, que en un
lado tiene el rostro de la mujer y en la otra cara tiene la faz del
hombre. La metodología de género es definida desde el cuerpo
conceptual teórico de Los Estudios de Género, como un proceso
pedagógico que tiene por finalidad la transformación particular de
cada persona; dirigida a lograr cambios de actitudes, sentimientos
y formas de vivir, a efecto de lograr la construcción de la igualdad
genérica en todas las esferas de la vida social. La abogada
feminista Alda Facio, ha formulado una metodología denominada
“Análisis de género del fenómeno legal”, afirmando lo siguiente:
“no pretendo presentarles un nuevo método de análisis, sino
proponerles una teoría sobre cómo llegar a soluciones no sexistas
ni androcéntricas” (Facio: 2007,14). Esta autora explica que,
debido a que la perspectiva de gé- nero es poco conocida,
muchas/os la utilizan como sinónimo de mujer; así que opta por
definir unos cuantos pasos que no son difíciles, una vez se ha
tomado conciencia de lo que comprende el sexismo. A
continuación se presentan algunos de sus pasos: 1. Tomar
conciencia de la subordinación del sexo femenino en forma
personal. 2. Identificar las formas de cómo se manifiesta el
sexismo en los textos: • Androcentrismo • Ginopia • Misoginia •
Dicotomismo sexual • Doble parámetro • Familismo 3. Identificar
cuál es el modelo de mujer que aparece o está invisibilizada en el
texto (mujer anciana, mujer indígena, mujer con capacidades
diferenciadas). 4. Identificar cuál es la concepción de mujer que
sirve de sustento al texto (mujer madre, mujer esposa, mujer
honesta). 5. Utilización del lenguaje incluyente. 6. Eliminación de
la insensibilidad de género.
Paso 1: Tomar conciencia de la subordinación del sexo femenino
en forma personal. El primer paso supone tomar conciencia a nivel
personal, de que existe la discriminación contra las mujeres, ya
que esta situación implica una nueva forma de percibir la propia
vida y la vida de las mujeres que acuden a nuestros servicios a
demandar justicia. Asimismo, entraña el tener conocimientos
acerca de las formas de discriminación que enfrentan las mujeres,
por ejemplo: no tener acceso a la educación, a un salario igual por
igual trabajo realizado, a similares condiciones de contratación
laboral, al crédito, a la vivienda, a la participación política o a la
justicia pronta y cumplida. Este proceso parte de cuestionar el
modelo social imperante que tiene al hombre como paradigma de
lo humano y por tanto merecedor de todos los privilegios,
facultado para el ejercicio de los derechos y libertades, en
detrimento de una igualdad de trato para las mujeres. Tomar
conciencia implica conocer y aceptar que la discriminación contra
la mujer existe y que se debe eliminar. Para ello se debe partir de
su respectiva definición teórica, misma que está contenida en el
artículo 1 de la “Convención sobre la Eliminación de Todas las
Formas de Discriminación Contra la Mujer”, que textualmente
dice: “A los efectos de la presente Convención, la expresión
“discriminación contra la mujer” denotará toda distinción,
exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o
resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio
por la mujer; independientemente de su estado civil, sobre la base
de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y
las libertades fundamentales en las esferas política, económica,
social, cultural y civil, o en cualquier otra esfera”. La
discriminación basada en el sexo se manifiesta mediante una serie
de actitudes y conductas fundamentadas en la creencia de que los
hombres son seres superiores a las mujeres. La condición de
inferioridad física que se les asigna a las mujeres ha sido
argumentada sobre la base de que la mujer “por naturaleza” es
madre, sumisa, débil y frágil. Sin embargo, es importante
demostrar que esa supuesta debilidad es solo un mito, que es una
construcción social y que por tanto es susceptible de ser
cambiada. Los estilos tradicionales de socialización siempre
estuvieron centrados en la hegemonía de la figura masculina, el
paradigma de lo humano ha sido el hombre y desde él y para él se
han creado las religiones y leyes o se han diseñado las políticas;
pero éstas se pueden cambiar si inicialmente se aprende a
identificar las formas de discriminación contra las mujeres, o bien,
de cómo las mujeres han sido excluidas o marginadas de todas las
esferas de la vida.
Paso 2: Identificar las formas cómo se manifiesta el sexismo en
los textos. Explica Alda Facio en relación al análisis del fenómeno
legal que “el fenómeno jurídico no se reduce a las leyes
formalmente generadas, sino que también se forman a través de
la administración o interpretación que de ellas hacen las personas
operadoras de justicia, influenciadas por sus prejuicios,
costumbres o tradiciones” (Facio: 2007,43). Por ello, al realizar el
análisis de documentos educativos, legales, de comunicación, etc.,
es importante preguntarse: • ¿Quién es el modelo o paradigma de
obligaciones y derechos en esta ley o texto, el hombre o la mujer?
• ¿Contempla la ley o el texto diferencia de trato para mujeres y
hombres? • ¿Cuál es el bien tutelado por la ley? ¿En qué contexto
socio-cultural fue emitida la ley? • ¿A qué mujeres excluye o
incluye esta ley o texto? Androcentrismo: Facio manifiesta que: “el
androcentrismo es la forma más generalizada de sexismo.
Consiste en ver el mundo desde la mirada de lo masculino,
tomando al varón como parámetro de lo humano. A veces esta
forma de sexismo se degenera devaluando lo femenino, lo que
hace imposible ver la existencia de necesidades específicas de las
mujeres, tampoco se acepta su existencia autónoma. En el
lenguaje cotidiano, a estas formas de ver el mundo, o a las
actitudes que los hombres asumen frente a la vida se le llama
machismo. Así mismo debemos tener en cuenta que tanto mujeres
como hombres pueden asumir este tipo de actitudes en la vida
cotidiana” (Facio: 2007,24). Se está partiendo de una concepción
androcentrista cuando: • Se reconocen exclusivamente las
necesidades de los hombres. • El modelo del texto es un hombre o
los hombres. • Solamente han participado hombres en su
formulación. • Las acciones a realizar están dirigidas a resolver
problemas de los hombres. • Cuando las necesidades, intereses,
expectativas y opiniones de las mujeres no han sido tomadas en
consideración, ya sean en la formulación y aplicación de las leyes,
planes, programas, textos o proyectos. • Se incluye la perspectiva
masculina como paradigma y centro de la experiencia humana,
como única y relevante, ignorando la perspectiva femenina.
Algunas de las múltiples formas que se pueden utilizar para
eliminar el androcentrismo, y así construir formas más igualitarias
de vida, sin sobrevalorar un género y desvalorizar al otro, son las
siguientes: • Que mujeres y hombres participen en condiciones de
paridad en la capacitación, planificación, ejecución y monitoreo de
políticas públicas, programas o proyectos para que sus
necesidades específicas sean tomadas en consideración. • En la
vida familiar tratar con igualdad a hijas e hijos, así como valorar y
respetar a nuestra pareja. • Establecer relaciones de valoración y
respeto en el trabajo que abarquen a mujeres y hombres en
condiciones de equidad. • Que el trato igualitario para mujeres y
hombres sea parte de la cotidianidad laboral, familiar, política,
económica, social y cultural. La autora Alda Facio explica que “El
androcentrismo degenera en misoginia, que como su raíz latina lo
indica, es el odio o desprecio a lo femenino; o en ginopia, o sea, la
imposibilidad de ver lo femenino o imposibilidad de aceptar la
existencia autónoma de personas del sexo femenino. Estas dos
formas extremas de sexismo son mucho más comunes de lo que a
primera vista se desprende, porque las mujeres estamos tan
acostumbradas a que se nos desprecie o invisibilice, que no nos
damos cuenta de las muy variadas formas en que se nos niega la
pertenencia al género humano, o peor aún, de cómo se nos niega
la existencia misma” (Facio: 200,24). Dicotomismo sexual: En
forma muy resumida se puede decir que el dicotomismo sexual es
el concebir y tratar a los dos sexos como diametralmente opuestos
y contradictorios. Las mujeres y los hombres son tratados como
totalmente diferentes y contrarios, sin reconocer que entre ambos
existen más igualdades que diferencias, por ejemplo: • Las
mujeres son miedosas, los hombres valientes. • Los hombres son
de la calle, las mujeres de la casa. • Las mujeres sienten, los
hombres piensan. • Los hombres pueden cometer adulterio, las
mujeres no. • Los hombres son activos, las mujeres pasivas.
Como puede observarse, las características atribuidas a los
hombres tienen más valor social. Para eliminar estas concepciones
se debe dar igualdad de trato a los hombres y a las mujeres en las
leyes, políticas, educación, salud, trabajo, etc., y no presentarlos
como totalmente opuestos, sin ninguna característica semejante.
Doble parámetro: Desde esta perspectiva, una misma conducta o
situación idéntica es valorada en diferente forma si la realiza una
mujer o un hombre. A este tipo de actitudes se le llama “doble
moral”, ya que las conductas de mujeres y hombres son valoradas
de acuerdo a los prejuicios sexistas imperantes en una sociedad y
momento dado, prejuicios que generalmente privilegian a los
hombres. En la vida cotidiana existen cantidad de ejemplos de
cómo se produce esta situación, uno muy común es referirse con
todo respeto a un político como a “un hombre público” y la
desvalorización al referirse a una “mujer pública”. Asimismo, es
considerado normal que el hombre tenga dos mujeres, que ande
en la calle a altas horas de la noche, lo que jamás será aceptable
para una mujer, por ejemplo: en algunos países la infidelidad de la
esposa era causal de divorcio, la infidelidad del esposo no. De
modo que, una ley se aplica en diferente forma a un hombre que a
una mujer; o la misma actitud, conducta o características
humanas similares, son valoradas o evaluadas con muy diferentes
medidas si corresponden a un hombre o a una mujer. Familismo:
Esta situación es producto de las concepciones tradicionales que
ubican a la mujer como única responsable del cuidado del hogar.
De acuerdo a las costumbres predominantes en las sociedades
tradicionales “el deber ser de la mujer” era ser madre y dedicarse
a la familia; por ello, cuando se habla de programas de la mujer,
la incluyen con toda la familia. Un claro ejemplo de esta forma de
sexismo es el diseño de programas para la mujer y reciben el
nombre de “materno infantil”; existen también, organizaciones
llamadas “de la Mujer, el niño y la familia”. En este contexto el
hombre es visto como ajeno a la familia y por el otro lado la mujer
es vista como sinónimo de familia, y por ende, las necesidades de
las mujeres quedan postergadas, al priorizar necesidades
familiares.
Paso 3: Identificar cuál es el modelo de mujer que aparece o está
invisibilizada en el texto (mujer anciana, mujer indígena, mujer
con capacidades diferenciadas). Identificar cuál es el modelo de
mujer que se está contemplando o no aparece en la ley, en la
política, en el proyecto o documento divulgativo; analizando cuál
es su situación, condición y posición; tomando en consideración su
etnia, edad, creencias, orientaciones sexuales, etc. O si es mujer
pobre, mujer indígena o mujer con capacidades diferenciadas y
cómo estas condiciones o situaciones influyen en el ejercicio de
sus derechos, especialmente en el relativo al acceso a la justicia.
Paso 4: Identificar cuál es la concepción de mujer que sirve de
sustento al texto (mujer madre, mujer esposa, mujer honesta).
Como producto de las construcciones sociales predominantes en
determinada sociedad y momento histórico, surgen los llamados
“modelos de ser mujer”, lo que significa un conjunto de ideas,
creencias y juicios de valor que se le asignan a las mujeres. Es
también la combinación de rasgos culturales, psicológicos, papeles
sociales, valores, aspiraciones e intereses con que se representan
a las mujeres en ese momento y lugar dado, lo cual es trasladado
a los textos legales, educativos o de comunicación. En este paso
metodológico se trata de identificar la concepción de mujer que
priva en los textos legales o educativos, mensajes de
comunicación o divulgación. Los modelos más conocidos son:
mujer-madre, mujer-esposa, mujer-virtuosa o mujer- honesta; a
efecto de establecer si estos contribuyen a construir la igualdad de
libertades, ejercicio de derechos y acceso a la justicia. De estos
modelos se describen los siguientes: Mujer Esposa:
Tradicionalmente las mujeres tienen como un fuerte imperativo
social, contraer matrimonio (casarse); debido a que es el principal
proyecto de vida que tradicionalmente se les ha asignado. Algunos
refranes populares que ilustran esta situación son: “ojalá se case
con el príncipe azul”; y la que no se casa, “ya la dejó el tren, es
una solterona amargada”, “más vale desvestir borrachos, que
vestir santos”. Estos prejuicios constituyen formas de presión
social hacia las mujeres para inducirlas a que su principal
aspiración sea el contraer nupcias; y con ello, a ser una esposa
servicial, sumisa, paciente, obediente, que siempre cede y
renuncia a sus gustos; dedicada exclusivamente al cuidado de su
hogar, hijas e hijos, excelente cocinera, lavandera, enfermera,
destinada a servir al esposo y vivir en función de su familia,
postergando sus necesidades propias. En el Código Civil de
Guatemala esta situación estaba normada, ya que la esposa que
deseaba trabajar fuera del hogar debía solicitar autorización ante
Juez competente para hacerlo. (Derogada en 1998)”8 . Mujer
Madre: La Antropóloga feminista Marcela Lagarde, definió la
categoría científica de “madreesposa”, ya que en las concepciones
tradicionales de lo que es “ser mujer”, esta función está
totalmente ligada, no se puede ser esposa sin ser madre o
viceversa. La imagen de la mujer ha sido idealizada como madre
ejemplar y sacrificada, (situación explotada al máximo por el
consumismo, estableciendo hasta un “día de la madre”). Hay
refranes populares que expresan esta situación, por ejemplo el
que afirma “no es mujer la que no es madre”. Los anteriores
prejuicios forman parte integral de las personas que hacen las
leyes, quienes las incorporan en los textos legales, influenciadas
por las costumbres y tradiciones imperantes en ese momento
histórico o porque sufren presiones del colectivo social, que
considera estos roles como los correctos para mujeres y hombres.
Esposa Virtuosa: El trabajo de la mujer esposa (ama de casa) es
idealizado, ya que supuestamente toda su vida transcurre en
forma armoniosa y serena, no hay problema doméstico que ella no
pueda resolver. Debe ser cariñosa, estar siempre de buen humor y
ser tolerante, debe permanecer en la casa y hacer oficio todo el
día. Su mundo es el ámbito privado del hogar, siempre actúa en
nombre del amor a los hijos, al esposo, pero nunca en función de
sí misma, por ello incluso posterga sus necesidades. Un claro
ejemplo es: “ahora me dedico a cuidar a mis hijos e hijas, cuando
sean mayores, trabajo o estudio”. Mujer que trabaja fuera de la
casa: Actualmente la sociedad como producto de la modernidad
vive una situación de rápidos cambios, en los que se acepta que la
mujer realice un trabajo reproductivo fuera de su casa, pues
antes, la mujer que trabajaba fuera de la casa era “una madre
irresponsable que abandonaba a sus pobres hijos a los azares del
destino”. Comúnmente se decía que, “como las mujeres se fueron
a trabajar fuera de la casa, ahora hay tantos niños de la calle”.
Pareciera que a las mujeres no se les reconociera la necesidad de
desarrollarse como personas humanas en otras áreas como el
deporte, mundo laboral, el arte o la política. Mujer Honesta: Como
resultado de la persistencia de la ideología patriarcal en todas las
esferas de la vida y por ende en la legislativa, aún privan criterios
que llevan a exigir a la mujer ciertas virtudes que no le son
exigidas a los hombres, dando origen a una gran desigualdad de
trato ante la ley. El ejemplo siguiente lo ilustra claramente: •
Código Penal, Artículo 176. (Estupro mediante inexperiencia o
confianza). El acceso carnal con mujer honesta, mayor de 12 años
y menor de catorce, aprovechando su inexperiencia u obteniendo
su confianza, se sancionará con prisión de uno a dos años. Si la
edad de la víctima estuviere comprendida entre los catorce y los
dieciocho años, la pena a imponerse será de seis meses a un año.
• Código Penal, Artículo 177. (Estupro mediante engaño). El
acceso carnal con mujer honesta, menor de edad, interviniendo
engaño o promesa falsa de matrimonio, se sancionará con prisión
de dos años, si la edad de la víctima estuviere comprendida entre
los doce y los catorce y con prisión de seis meses a un año, si la
víctima fuere mayor de catorce años. Estos modelos estaban
sustentados en las creencias tradicionales que indican que es
parte de la “naturaleza de la mujer” el casarse, ser madre y ser
ama de casa, pero se ha demostrado que esas son construcciones
sociales propias de determinadas etapas de desarrollo histórico,
que ya están cambiando y cambiarán más, ya que estos modelos
no contemplan la diversidad de transformaciones existentes en la
actualidad, en que grupos de mujeres protagonizan grandes
conquistas en el campo político, económico, social, cultural y
legal; pero también deben estar presentes en estos avances las
mujeres indígenas y rurales de diversas etnias y grupos etarios;
las obreras, campesinas y muchas otras que aún no han tenido
acceso a la democratización de las oportunidades y a la promoción
y cumplimiento de sus derechos como humanas.
Paso 5: Utilización del lenguaje incluyente: El lenguaje es un
sistema abierto de comunicación social que responde a las
necesidades de representación simbólica de la realidad, y por
tanto debe corresponder a las transformaciones que se están
produciendo en la vida de mujeres y hombres. Desde el
feminismo, se ha propuesto como alternativa la utilización del
lenguaje incluyente, tanto en los discursos como en
comunicaciones orales y escritas. Este lenguaje tiene la particular
característica que nombra, incluye y hace presente a la mitad de
la población del mundo: las mujeres, que son invisibilizadas y
excluidas por el lenguaje sexista. La mayor parte de normativas
lingüísticas parten de una perspectiva sexista. Según la feminista
guatemalteca Blanca de Sánchez, sexismo es “toda acción o
actitud que subvalora, excluye, sub-representa y estereotipa a las
personas por su sexo, favoreciendo a uno, en detrimento del
otro”. (Sánchez, 1993.23). El sexismo es mantenido por los
estereotipos sexistas; aquellas ideas o prejuicios impuestos por la
cultura imperante, que son aplicados en forma general a todas las
personas pertenecientes a una categoría a la que se hace
referencia. Los estereotipos son modelos rígidos que se aplican a
todas las personas por pertenecer a una categoría, ignorando sus
atributos personales y cualidades. Por ejemplo: “todos los
guatemaltecos son burlones, impuntuales e irresponsables”,
“todas las mujeres son tiernas, cariñosas y buenas madres”. Uno
de los objetivos que impulsa la Metodología de Género, es la
erradicación de los prejuicios y estereotipos sexistas que limitan el
desarrollo y potenciación de las capacidades y habilidades,
elementos básicos para el logro de la autonomía de las personas.
Desde la Metodología de Género, se han propuesto una serie de
normativas propias del lenguaje incluyente, que contribuyen a
hacer visibles e incorporar a las mujeres en los textos educativos
o legales, en los mensajes comerciales, gráficas, ilustraciones y
diversos contendidos de la comunicación oral y escrita, a efecto de
lograr equilibrio y equidad. Principalmente se ha trabajado en
torno a dos propuestas: • La utilización en el lenguaje de los
términos neutros sustituyendo a los términos masculinos. Por
ejemplo, nombrar en lugar de hombres: personas humanas, seres
humanos, personas trabajadoras, personas empleadoras, o utilizar
niñez en lugar de niños. La segunda tendencia es el lenguaje que
haga visibles, incluya y nombre a los dos géneros, o sea,
utilización simultánea de los dos géneros gramaticales: masculino
y femenino. Esta dirección afirma que en el lenguaje oral y escrito
se debe citar al género al que se hace referencia y utilizarlo en
forma alterna, citando inicialmente a las mujeres y otras a los
hombres y viceversa. A continuación se presenta un resumen de
normativas lingüísticas Incluyentes: A. Sustituir la utilización del
género masculino, como representante de ambos géneros,
nombrando a ambos:

Utilización de lenguaje tradicional Lenguaje incluyente o


sexista alternativo
El hombre La mujer y el hombre
Los hombres Los hombres y las mujeres
Los derechos humanos de las
mujeres
Los derechos del hombre Los derechos humanos de las
personas humanas o de la
humanidad
El cuerpo del hombre El cuerpo humano

B. Sustituir la utilización del género masculino para designar a


ambos géneros, por ejemplo en gentilicios, grupos etarios,
categorías de población:

Utilización de lenguaje tradicional Lenguaje incluyente o


sexista alternativo
Los ancianos Las ancianas y los ancianos
Los guatemaltecos Los guatemaltecos y las
guatemaltecas
Los ciudadanos Las ciudadanas y los
ciudadanos
Los jefes de hogares Los y las jefas de hogares

C. Escribir las carreras, profesiones, cargos u oficios, en el


respectivo género:

Utilización de lenguaje tradicional Lenguaje incluyente o


sexista alternativo
El doctor La doctora
El ministro, el alcalde, el juez La ministra, la alcaldesa, la
jueza
El gerente La gerenta
Paso 6: Eliminación de la insensiblidad de género (Alda Facio) La
insensibilidad al género: es ignorar que mujeres y hombres deben
participar en condiciones de igualdad en las diferentes esferas de
la vida, y por tanto deben involucrarse en la planificación y
ejecución de las acciones para que respondan a las necesidades
comunes de ambos y a las diferenciadas por cada sexo.
· DERECHO Y GÉNERO: Género: Generalidades: Género, lo define el
diccionario como: “conjunto de seres o cosas que tienen
caracteres comunes”. Los seres humanos en su esencia comparten
las mismas características, no negando que biológicamente
existen algunas diferencias que han trascendido al plano social,
estableciendo roles diferentes para cada sexo, que se
manifestaron al establecer diferencias para educar, actuar y hasta
de pensar. Existe una diferencia real entre hombre y mujer, la
biológica, pero ésta no solo existe biológicamente, sino también
en el plano legal, la razón como lo señalan Alda Facio y Lorena
Fries es “porque la diferencia mutua entre hombres y mujeres se
concibió como, la diferencia de las mujeres con respecto a los
hombres cuando los primeros tomaron el poder y se erigieron en
el modelo de lo humano.” Esta desigualdad se encuentra
enraizada dentro de todos los ámbitos de la sociedad, que
permiten y perpetúan el estatus de inferioridad de las mujeres.
Entre los factores que contribuyen a que esto continué están: la
sociedad y las leyes. La sociedad, a través de los patrones
establecidos, que vienen de generación en generación, y las leyes
como reguladoras de la convivencia entre todos los seres
humanos; las que al no ser imparciales, han promovido la
desigualdad, que se perpetua a través del temor y la violencia.
Como se ha observado a través de la historia, en toda situación
injusta, se produce una rebelión por parte del sector oprimido. Así
surgió el movimiento feminista, que se inició en el siglo XX.
Aparecen las teorías feministas que no son más que: “un conjunto
de saberes, valores y prácticas explicativas de las causas, formas,
mecanismos, justificaciones y expresiones de la subordinación de
las mujeres que buscan transformarla”.18 Una definición más
clara la da Castells: “entenderemos por feminismo lo relativo a
todas aquellas personas y grupos, reflexiones y actuaciones
orientadas a acabar con la subordinación, desigualdad, y opresión
de las mujeres y lograr, por tanto, su emancipación y la
construcción de una sociedad en que ya no tengan cabida las
discriminaciones por razón de sexo y género. La desigualdad ha
trascendido al plano del derecho, ejemplo de ello, los preceptos
legales que establecen la obediencia de la mujer a su marido, la
representación legal le corresponde al marido, la oposición del
marido a que la mujer trabaje, la no criminalización de la violencia
sexual en el matrimonio, etc. En todos se hace evidente la
desigualdad de trato, y quien detenta el poder sobre quién. En el
Código Civil guatemalteco ya se ha logrado derogar algunas de
ellas, pero aún así dentro del Código Penal subsisten algunos
artículos que son clara evidencia de la desigualdad. Violencia de
género: Se habla de género y violencia, porque a pesar de que
ésta última, puede estar dirigida a cualquier miembro de una
sociedad, se ha encontrado que la mayor incidencia es hacia las
mujeres. La violencia contra la mujer se ha manifestado, a través
de la historia, y en la mayoría de las culturas, debido a que el
poder se le ha entregado al hombre como padre, esposo o
hermano. En 1993, la Asamblea General de las Naciones Unidas,
aprobó la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la
Mujer, la cual estipula: “Todo acto de violencia basado en el
género que resulte o tenga probabilidad de resultar, en daño
físico, sexual o psicológico o de sufrimiento de la mujer e inclusive
la amenaza de cometer esos actos, la coerción y la privación
arbitraria de la libertad sea que ocurran en la vida pública o en la
vida privada”. Cuando se habla entonces de violencia basada en
género, se refiere a todas aquellas manifestaciones de violencia en
contra de las mujeres de cualquier edad, raza, país o condición
económica.

· TIPO DE VIOLENCIA: Desde sus inicios, las diversas formas de


convivencia en sociedad, han dividido las actividades humanas de
acuerdo con el sexo, asignando roles muy distintos a ambos
sexos, a la mujer el ser pasiva, sumisa, irracional y tímida.
Características consideradas femeninas. En cambio al hombre, se
le permite el uso de la fuerza y la violencia, sinónimo de
masculinidad, razones que lo llevan al uso de la agresividad para
demostrar su hombría. La violencia en contra de las mujeres se da
entonces, porque en la sociedad existen relaciones desiguales de
poder. Esta es la violencia que se basa en el género, cuyo
escenario es el hogar, la escuela, centros de trabajo, tribunales,
legislaturas, hospitales y todos aquellos ámbitos privados o
públicos en los cuales se vulneran los derechos fundamentales de
las mujeres, discriminándolas, invisibilizándolas y coartando
cualquier libertad en el ejercicio de sus propios derechos. La
historia ha registrado distintos tipos de violencia contra la mujer,
entre ellos podemos mencionar: la violencia durante un conflicto
armado, la violencia sexual, el acoso sexual, la violencia en la
familia, la trata; pero la violencia intrafamiliar ha constituido uno
de los delitos más difíciles de reconocer por la sociedad, oculto
tras el respeto por la intimidad de la vida privada, la creencia de
las mujeres a la conservación de la familia a pesar de todo, y el
temor al rechazo de la sociedad, impedían o quizá impidan a la
mujer, hasta el día de hoy, solicitar ayuda. Permitiendo que este
comportamiento destruya a la mujer, a su familia y por ende a la
sociedad. Es necesario comprender, cuáles actos y actitudes
deben cambiar las personas, y la sociedad, para poder lograr
erradicar la violencia. Etimología y definición: Viene del latín
violentia que significa “acción violenta o contra el natural modo de
proceder” según la enciclopedia Encarta 2004. El término violencia
en derecho penal se entiende como: el uso de la fuerza para
alcanzar un fin determinado o para cometer un hecho delictivo.
Otra definición es: “Aplicar medios violentos a cosas o personas,
para vencer su resistencia… puede ser ejercida por una persona
sobre otras, de modo material o moral”. En términos generales,
la violencia la define el Diccionario Enciclopédico Océano Uno,
como “la acción y efecto de violentar o violentarse. Acción violenta
o contra el natural modo de proceder”. Asimismo, se considera
que: “es un acto de imposición y agresión, por parte de una
persona o una institución, en contra de la voluntad de otra. Es una
forma abusiva de ejercer poder y control sobre los demás” La
violencia física es entonces aplicada, para obligar a otra persona, a
realizar actos contra su voluntad. Pero existen otras formas de
coaccionar, entre ellas están: la violencia moral: “el empleo de
cualquier medio lógico, destinado a inspirar temor o
Intimidación... ” Actualmente podemos encontrar otro tipo de
acepciones sobre la violencia, según los entes y las circunstancias
sobre las cuales sea ejercida, entre ellas encontramos, en la
enciclopedia digital Encarta, la violencia doméstica definida así:
“actos violentos cometidos en el hogar entre miembros de una
familia. En la década de los años 70 las feministas analizaron el
alcance de la violencia doméstica (considerada como un fenómeno
exclusivamente masculino) y se crearon centros de acogida y de
ayuda para las mujeres maltratadas y para sus hijos”. A razón de
que en general la violencia se le atribuye en mayor porcentaje al
hombre, encontramos una definición al respecto de la violencia
contra la mujer, en la Convención Interamericana para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de
Belem do Para) según la cual, debe entenderse por “violencia
contra la mujer cualquier acción o conducta, basada en su género,
que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a
la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado. También
cualquier acción o conducta –activa o pasiva- llevada a cabo en
contra de una mujer por el hecho de ser mujer, que le ocasione:
la muerte o el suicidio, daño o sufrimiento físico, daño sexual,
daño emocional y daño patrimonial o económico”. Es entonces la
violencia, cualquier tipo de agresión contra un individuo, que
atenta contra su integridad física y mental, su dignidad, su
libertad, la seguridad de su persona, su patrimonio en general;
todos los derechos que como ser humano le corresponden.
Naturaleza jurídica: Son las relaciones de poder, las que
propiciaron la creación del Estado, para garantizar la igualdad
entre los hombres planteando las bases de los derechos humanos.
Las relaciones de poder y las desigualdades sociales, permiten que
dentro de las relaciones humanas existan personas que sean
susceptibles a vivir en situación de violencia. Existe implícita en
toda relación humana, cierto grado de jerarquía, que se manifiesta
algunas veces de forma sutil y otras como una lucha de poder.
Desde un punto de vista sociológico puede decirse que: “el poder
es la capacidad de un individuo o grupo de llevar a la práctica su
voluntad, incluso a pesar de la resistencia de otros individuos o
grupos. Puede ejercerse el poder por medios físicos, psicológicos o
intelectuales”. Uno de los medios utilizados, por aquellos que
ejercen o tratan de ejercer el poder, es la violencia, a través de la
cual tratan, y muchas veces logran, romper la resistencia y
obtener la sumisión y la obediencia de aquellos a los que quieren
someter. La lucha de clases que se ha dado en el transcurso de la
historia, fue una sucesiva demostración de poder, a través de la
violencia. Al evolucionar la humanidad, comprendió que era
necesario, equilibrar las fuerzas que estaban en pugna; dando
origen al derecho. Es pues la violencia, uno de los factores que dio
origen a las leyes, cuyo objetivo principal es regular las relaciones
humanas dentro de la sociedad, son las normas las que
constituyen por lo tanto los límites a los abusos que tratan de
ejercer unos individuos sobre otros. Clases de violencia: Cuando
se habla de violencia, es necesario establecer todas las formas en
que ésta se manifiesta, formas que quizá en la vida cotidiana son
consideradas normales, razón por la cual se le ha dado poca
importancia a este problema. Las manifestaciones de la violencia
se han catalogado en varias clases, pero en realidad forman parte
de un todo. Para empezar, la más común de las clases de
violencia, es la verbal, que en la vida cotidiana es común
escucharla, incluso podría decirse que todas las personas en algún
momento la han practicado e incluso padecido. La finalidad de
ésta es ofender, degradar, humillar a otro individuo a través de
“las palabras expresadas a gritos, insultos, órdenes y amenazas”.
Otra de las formas de violencia es la psicológica, el objetivo de
ésta es degradar la imagen que tiene la persona de sí misma, por
medio de gestos o palabras que expresan desprecio, indiferencia,
manipulación verbal, incluso el silencio es símbolo de
manipulación: “El perverso no practica la comunicación directa
porque con los objetos no se habla”. Este tipo de violencia quizá
sea la peor porque no deja huellas visibles, “la violencia aún
cuando se oculte, se ahogue y no llegue a ser verbal, transpira a
través de las insinuaciones, las reticencias y lo que se silencia. Por
eso se puede convertir en un generador de angustia”. La violencia
física, es la manifestación tangible del agresor, que atenta contra
la integridad de la persona, a través del uso de la fuerza, de los
golpes cuyas consecuencias pueden llegar a ser heridas, fracturas
y en algunas ocasiones hasta la muerte. Toda actividad sexual que
se da por coerción, constituye la violencia sexual, cualquier tipo de
contacto sexual no deseado, aún cuando no se llegue a consumar
el acto sexual. Dentro de este concepto encuadra el
hostigamiento, por medio del cual una persona busca tener
relaciones sexuales, en contra de la voluntad de otra, valiéndose
de su posición de autoridad a través de chantajes, amenazas,
secretos, entre otras cosas. Por lo tanto “puede consistir en
violación, incesto, rapto, abusos deshonestos, contagio venéreo
(enfermedades de transmisión sexual, VIH, Sida, etc.)”. Por
último, la violencia económica o patrimonial, está relacionada con
los bienes materiales; puede manifestarse de distintas formas,
entre ellas: “en la destrucción de las pertenencias de la persona,
ya sean los objetos de uso doméstico o cosas de uso personal,
incluso instrumentos de trabajo, expulsar a la persona del hogar
conyugal y negarle el acceso a sus propios bienes, otra forma es la
de negarse a cumplir con la obligación de proveer para los gastos
del hogar y la alimentación de los hijos, también apropiarse de
manera abusiva, del dinero producto del trabajo de la otra
persona, disponer de los bienes familiares sin consultar al
cónyuge, en pocas palabras se utiliza el poder económico para
forzar a cambiar de conducta de quien en este caso se convierte
en la víctima” Respecto a las mujeres, encontramos otra clase de
violencia, la violencia social. Esta se manifiesta como una
negación al género femenino, cuando en reuniones o discursos
solo se hace referencia a los hombres, o se denigra al sexo
femenino con comentarios perversos; cuando no se valora
equitativamente el trabajo de la mujer, dentro y fuera del hogar;
cuando en cualquier institución solicitan la presencia de un
hombre, esposo o padre, para realizar un trámite. Consecuencias
de la violencia: Para poder comprender las consecuencias que
acarrea la violencia, es necesario comprender las actitudes del
agresor, que conducen al total dominio de la víctima. Cuando se
inicia una relación amorosa, además de los sentimientos
implícitos, existen propósitos de establecer una relación a largo
plazo. Pero dentro de una relación de violencia, esos sentimientos
y propósitos se vuelven en contra de la víctima, durante la fase de
dominio aparece una primera etapa, que se inicia con una actitud
de renuncia de ambas partes como lo señala la psiquiatra Marie-
France Hirigoyen “el agresor ataca con pequeños toques indirectos
que desestabilizan al agredido sin provocar abiertamente un
conflicto; la víctima renuncia igualmente y se somete, pues teme
que un conflicto pueda implicar una ruptura. Percibe que no hay
negociación posible con su agresor, y que éste no cederá, y
prefiere comprometerse a afrontar la amenaza de la separación”.
Entonces conforme avanza esta situación, la víctima acepta la
sumisión, y el agresor se vuelve más dominante. Sigue a esta
etapa la confusión, situación que no la deja actuar con libertad, la
psiquiatra Hirigoyen la describe así: “es como si estuvieran
anestesiadas: se lamentan de tener la cabeza hueca y de sus
propias dificultades de pensar; y describen un verdadero
empobrecimiento, una anulación parcial de sus facultades y una
amputación de su vitalidad y de su espontaneidad” Surge la duda
en la víctima, de no creer lo que le ocurre, de pensar que ella es la
responsable de la actuación del agresor, y se inicia la culpabilidad
que siente ésta y la hace creer que es la responsable de ese tipo
de relación. Esta situación provoca en la víctima, un estado de
estrés con las respectivas consecuencias físicas de ese estado:
trastornos del sueño, nerviosismo, irritabilidad, dolores
abdominales, dolores de cabeza, entre otros. Además se
encuentran presas del miedo, la psiquiatra Hirigoyen lo describe
así: “Temen su reacción, su tensión y su frialdad cuando no se
ciñen a lo que espera, y temen asimismo las observaciones
hirientes, el sarcasmo, el desprecio y el escarnio.” Finalmente se
da el aislamiento, la víctima se siente sola frente a esta situación,
se dificulta compartirlo, porque la sociedad muchas veces lo
justifica, entonces se ve en la necesidad de proteger al agresor
para no agravar su situación. El daño emocional tiene varias
manifestaciones que son: la indefensión aprendida, el síndrome de
Estocolmo y el síndrome de la mujer maltratada, en los casos de
violencia psicológica y física; y el síndrome de trauma por
violación y el trastorno de estrés postraumático en los casos de
violencia sexual. En todos ellos se identifican conductas,
pensamientos y sentimientos que convierten el proceso de toma
de decisiones en un desafío para quienes viven en contextos de
violencia. “La indefensión aprendida es el resultado de la
reiteración a la víctima de su incapacidad de sobrevivencia lejos
del agresor y de que lo que ocurre es su culpa y responsabilidad.
La mujer trata de complacer y no molestar a su agresor, y evade
toda confrontación para no ser lastimada. La Indefensión
aprendida, es el resultado de las agresiones psicológicas y físicas,
a las que ha sido sometida la víctima, es la resignación al estatus
quo. Los resultados son: desgaste, depresión y culpa, entre otros,
que se reflejan en cansancio físico y emocional”. Graham D.,
Rawlings E. y Ramini N. afirman que el Síndrome de Estocolmo:
“se caracteriza por la relación afectiva de las personas en contexto
de violencia con el agresor. Las condiciones que favorecen este
síndrome son: percibir una amenaza a la supervivencia y creer
firmemente que la amenaza puede ser cumplida; que la persona
amenazada perciba incapacidad para escapar; que ante el
aislamiento total la única perspectiva disponible sea la de quien
amenaza; percibir cierta expresión de bondad de parte del
agresor”. “El Síndrome de la mujer maltratada tiene como
características el abatimiento, miedo, vergüenza, culpa y
desaliento, dando como resultado un gran daño emocional y
físico”.

· SISTEMAS DE MEDIDAS DE SEGURIDAD Y PROTECCION PARA


VICTIMAS DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER: Acuerdo 30-2010 de
la Corte Suprema de Justicia. ARTÍCULO 4. CRITERIOS DE
ATENCIÓN VICTIMOLÓGICA. Sin perjuicio de lo establecido en el
ordenamiento jurídico, para operativizar los principios, derechos y
garantías otorgados y reconocidos a las víctimas de Femicidio y
otras Formas de Violencia Contra la Mujer, los órganos
jurisdiccionales deben adoptar todas las medidas tendientes a: a.
Evitar que la víctima sea confrontada con el agresor, salvo cuando
la ley expresamente señale que para la realización de un acto
deben estar presentes la víctima y el victimario. b. Evitar la
utilización de juicio de valor que estigmaticen a la víctima. c.
Evitar el uso de terminología acciones, comentarios misóginos. d.
Garantizar que en los actos y diligencias procesales se evite
exponer la identidad, integridad física y psicológica de la víctima.
e. Garantizar que la víctima reciba atención especializada
necesaria durante todo el proceso, en especial, previamente a
prestar declaraciones en cualquier etapa del proceso. f. Evitar que
a la víctima declare innecesariamente dentro del proceso; sin
perjuicio del derecho que le asiste a declarar cuantas veces ella lo
considere. g. Evitar que en el interrogatorio a la víctima le sean
dirigidas preguntas en las que se utilicen términos discriminatorios
o estigmatizantes. h. Garantizar que la víctima reciba información
oportuna sobre el estado del proceso y el alcance de las
actuaciones judiciales. i. Minimizar o eliminar los efectos
colaterales que puedan derivar de la ejecución de las medidas de
seguridad. ARTÍCULO 5. INDISPONIBILIDAD DE LA ACCIÓN. Los
hechos delictivos regulados en la Ley contra el Femicidio no
admiten en momento alguno la suspensión o conclusión del
proceso a causa de desistimiento, renuncia o conciliación de la
víctima. La víctima deberá ser informada durante todo el proceso
de manera clara y precisa sobre los alcances del procedimiento
penal, los derechos y garantías que le asisten y los efectos de las
resoluciones judiciales en especial que aún y cuando desista,
renuncie o concilie con el victimario el proceso penal no se
suspenderá y continuará hasta la resolución que ponga fin al caso.
ARTÍCULO 6. SUSPENSIÓN DEL PROCESO. En ningún caso los
órganos jurisdiccionales podrán suspender o dilatar la emisión o
promoción de la ejecución de resoluciones judiciales, salvo que,
conforme al ordenamiento jurídico, se hubiere emitido resolución
expresa que declare la suspensión del proceso. CAPÍTULO II
ACTIVIDAD PROCESAL SECCIÓN I SUSTANCIACIÓN DE LAS
MEDIDAS DE SEGURIDAD ARTÍCULO 7. SOLICITUD DE MEDIDAS
DE SEGURIDAD. Las medidas de seguridad a favor de las víctimas
de Femicidio u otras Formas de Violencia contra la Mujer podrán
ser emitidas de oficio o a requerimiento verbal o escrito de
cualquier persona a discreción de quien las solicita. El órgano
jurisdiccional ante quien se presente la solicitud deberá conocer y
resolver, inmediatamente, sin necesidad de la presencia de la
víctima ni del presunto agresor. Al disponer la medida de
seguridad correspondiente, el órgano jurisdiccional deberá
individualizar a la persona responsable de la ejecución de la
medida, el plazo para ejecutarla y el plazo para informar el
resultado de la ejecución; de acuerdo a la naturaleza de las
medidas impuestas. ARTÍCULO 8. EJECUCIÓN DE LAS MEDIDAS
DE SEGURIDAD. El órgano jurisdiccional que emitió la resolución
de las medidas de seguridad a favor de las víctimas de Femicidio u
otras Formas de Violencia contra la Mujer seguirá siendo
competente para conocerlas hasta que hubiere verificado la
ejecución de las mismas; y, oportunamente, deberá remitir las
actuaciones al juzgado o tribunal competente. ARTÍCULO 9.
CRITERIOS DE COMPETENCIA PARA DICTAR MEDIDAS DE
SEGURIDAD. Las medidas de seguridad a favor de la víctima por
hechos de Femicidio u otras Formas de Violencia contra la Mujer
serán emitidas por las y los jueces de: a. Primera Instancia Penal,
Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente de Turno, cuando no
se hubiere emitido el auto de procesamiento. b. Paz
independientemente de que exista o no Juzgado de Primera
Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente. c.
Primera Instancia o tribunales con competencia en materia penal,
narcoactividad y delitos contra el ambiente cuando tengan
conocimiento del caso. d. Primera Instancia Penal de Delitos de
Femicidio y otras Formas de Violencia contra la Mujer cuando esté
conociendo el caso luego de emitido el auto de procesamiento.
ARTÍCULO 11. PRORROGA, AMPLIACIÓN, SUSTITUCIÓN Y
REVOCACIÓN DE MEDIDAS DE SEGURIDAD. Los órganos
jurisdiccionales competentes para conocer el proceso penal
resolverán las solicitudes relacionadas con la prórroga, ampliación,
sustitución o revocación de las medidas de seguridad que hubieren
sido emitidas. Al recibir las actuaciones las juezas y jueces, de
oficio, deberán verificar que las medidas de seguridad emitidas a
favor de la víctima sean idóneas y efectivas de acuerdo a las
necesidades particulares de cada una. La oposición a las medidas
de seguridad se sustanciará conforme al procedimiento de los
incidentes previsto en el Código Procesal Penal. Cuando la causa
se encuentre en la Corte de Constitucionalidad será competente
para conocer de todo lo relativo a las medidas de seguridad el
juzgado o tribunal que hubiere emitido la resolución contra la cual
se hubiere interpuesto la acción constitucional que motivó la
remisión de la causa a dicha Corte.

· LOS DERECHOS DE LAS MUJERES EN LA LEGISLACION NACIONAL


E INTERNACIONAL: Legislación, derechos humanos y derechos de
la mujer: Generalidades: La revolución francesa fue el inicio de la
lucha por la libertad, los derechos y la igualdad del hombre, a
través de la Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano aprobada por la Asamblea Nacional en agosto de 1789,
sin embargo, surge también una contradicción, pues a pesar de
los ideales que le dieron origen, Libertad, Igualdad y Fraternidad,
no incluía a las mujeres. La autora teatral y activista
revolucionaria Olimpia de Gouges (1748-1793) fue la primera en
iniciar la lucha por la igualdad de las mujeres al publicar en 1791
la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, que
fue una copia de la Declaración de los Derechos del Hombre,
enfocada hacia la mujer. La cual decía así: “Las madres, las hijas
y las hermanas, representantes de la nación, piden ser
constituidas en Asamblea Nacional. Considerando que la
ignorancia, el olvido o el desprecio de los derechos de la mujer
son las únicas causas de las desgracias públicas y de la corrupción
de los gobiernos, han resuelto exponer en una solemne
declaración los derechos naturales, inalienables y sagrados de la
mujer (...)". Manifestaba en el mismo que la: "mujer nace libre y
debe permanecer igual al hombre en derechos" y que "la Ley debe
ser la expresión de la voluntad general; todas las Ciudadanas y los
Ciudadanos deben contribuir, personalmente o por medio de sus
representantes, a su formación". A pesar de sus esfuerzos, el
Código Civil napoleónico (1804), en el que se recogieron los
principales avances sociales de la revolución, negó a las mujeres,
los derechos civiles reconocidos para los hombres, durante el
período revolucionario (igualdad jurídica, derecho de
propiedad...), e impuso unas leyes discriminatorias, según las
cuales el hogar era definido como el ámbito exclusivo de la
actuación femenina. Surge así el movimiento llamado feminista,
que se trazó como primera meta, la lucha por el derecho al voto,
iniciado en Europa Occidental y Norteamérica. Los últimos cambios
políticos, económicos y sociales en los países más desarrollados
dieron mayor impulso a este movimiento, siendo sus principales
objetivos: el derecho de voto, la mejora de educación, la
capacitación profesional y la apertura de nuevos horizontes
laborales, la equiparación de sexos en la familia para evitar la
subordinación de la mujer y la doble moral sexual. Uno de los
primeros logros fue la resolución relativa al trabajo profesional de
la mujer, emitida en el Primer Congreso de la Asociación
Internacional de Trabajadores en 1866, la que desafiaba la
tradición de que el lugar de las mujeres era el hogar. En 1975 se
lleva a cabo en México la primera Conferencia Mundial sobre la
Mujer, declarándose como Año Internacional de la Mujer, dando
como resultado la proclamación por la Asamblea General de la
Organización de Naciones Unidas (ONU) el “Decenio de las
Naciones Unidas para la Mujer (1975-1985). Esta organización
mediante la resolución 32/142, insta a los estados que proclamen
un día del año, como día de las Naciones Unidas por los derechos
de la mujer y la paz internacional. En 1979 la Asamblea General
de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprueba la
“Convención Sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer”, a la que se han adherido más de
130 países, entre ellos Guatemala, habiendo ratificado su
adhesión el 8 de julio de 1982, mediante Decreto Ley 49-82.
Dicha convención declara en su Artículo 1 que: ”Discriminación
contra la mujer”: es toda distinción, exclusión o restricción basada
en el sexo que tenga por objeto o resultado menoscabar o anular
el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer
independientemente de su estado civil, sobre la base de la
igualdad del hombre y la mujer de los Derechos Humanos y las
libertades fundamentales de las esferas política, económica,
social, cultural y civil o de cualquier otra esfera. En la Conferencia
Mundial de Derechos Humanos celebrada en Viena en 1993, se
reconoció a los Derechos de la Mujer como Derechos Humanos.
Proclamando seis meses después la Declaración Sobre la
Eliminación de la Violencia Contra la Mujer". En 1994 la Comisión
de Derechos Humanos creó el cargo de Relator Especial sobre la
violencia contra la mujer. La Cuarta Conferencia Mundial sobre la
Mujer, celebrada en Beijing en 1995, reiteró los progresos de
Viena, y la violencia contra la mujer pasó a ser el elemento central
de su plataforma de acción. La aprobación del Protocolo
Facultativo de la Convención en el 2000, constituyó, otro paso
importante, pues faculta a la Convención a examinar peticiones de
mujeres particulares o de grupos de mujeres que hayan agotado
los recursos de la jurisdicción interna. Además, faculta al comité a
investigar violaciones graves o sistemáticas de la Convención. A
nivel regional, en el año de 1994, la Asamblea General de la
Organización de Estados Americanos, aprobó la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra la Mujer ("Convención de Belén do Pará"), por iniciativa de
la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), aprobada en
Guatemala por el Decreto 69-94 del Congreso de la República. En
ese año, la Comisión Interamericana creó el cargo de Relatora
Especial sobre los Derechos de la Mujer. Desde 1994 el
acontecimiento más importante ha sido la adopción del Estatuto
de Roma de la Corte Penal Internacional, que define
específicamente la violación y otros actos de violencia contra la
mujer como actos que constituyen crímenes de lesa humanidad y
crímenes de guerra. Finalmente, a nivel nacional se aprobó en
1996 la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
Intrafamiliar. Decreto 97-96. Otro de los instrumentos que
reconoce los derechos de la mujer, es la Convención sobre los
Derechos Políticos de la Mujer, que establece el derecho de votar,
de ser electas, de ocupar cargos públicos y ejercer todas las
funciones públicas establecidas. También puede mencionarse
entre otras: La Convención Sobre la Nacionalidad de la Mujer
Casada; la Convención Relativa a la Lucha Contra las
Discriminaciones en la Esfera de la Enseñanza; Convención sobre
el Consentimiento para el Matrimonio, que establece la edad
mínima para contraer matrimonio y la obligación del registro de
los matrimonios; el Convenio número 100 relativo a la igualdad de
remuneración por un trabajo de igual valor, para la mano de obra
femenina como para la masculina, Convenio 103 relativo a la
protección de la maternidad; Convenio número 111 relativo a la
discriminación en materia de empleo y ocupación y Convenio 118
sobre la igualdad de trato (Seguridad Social). En la legislación
guatemalteca, una de las leyes que fue reformada de conformidad
con la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación Contra la Mujer, fue el Código Civil, mediante
Decretos 80-98 y 27-99, en relación a la representación conyugal
y las obligaciones para con los hijos, también fueron derogados los
Artículos 113 y 114 que se referían a la autoridad que podía
ejercer el marido respecto del trabajo que pudiera desempeñar la
esposa. Sin embargo, aún hace falta, que se promulguen otras
reformas u otras leyes que apoyen los derechos de la mujer.
Convenciones y Tratados de Derechos Humanos que protegen los
derechos de la mujer. En estos instrumentos están contenidos los
esfuerzos por mejorar la situación actual de la mujer a nivel
mundial, en todos los ámbitos en los que se le ha discriminado,
pero a pesar de ello, continúa dentro de la sociedad, la
desigualdad de trato y la indiferencia de la mayoría de los países a
los problemas que esto conlleva. Convención Sobre la Eliminación
de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer. Esta
Convención fue adoptada por Guatemala mediante Decreto Ley
número 49-82 del 29 de junio de 1982, depositado el 12 de
agosto de 1982 y publicado en el diario de Centroamérica, tomo
CCXIX, número 54, del 6 de septiembre de ese mismo año.
Quedando así comprometido el Estado de Guatemala a cumplir
con reformar o derogar todas aquellas leyes que fueran
discriminatorias contra la mujer, compromiso que se ha cumplido
parcialmente, se reformaron los Artículos 109, 110, 115, 131,
132, 255 y derogado los Artículos 114 y 133 del Código Civil, de
conformidad con lo establecido en el Artículo 15.2 que dicta: Los
Estados Partes reconocerán a la mujer, en materias civiles,
capacidad idéntica a la del hombre… En particular le reconocerán a
la mujer iguales derechos para firmar contratos y administrar
bienes…; y lo que señala el Artículo 16.1 “Los Estados Partes
adoptarán todas las medidas adecuadas para eliminar la
discriminación contra la mujer en todos los asuntos relacionados
con el matrimonio y las relaciones familiares; y en particular,
asegurarán, en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres.
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia Contra la Mujer (Convención de Belem do para) Esta
Convención fue aprobada en Guatemala, por Decreto número 69-
94 de fecha 15 de diciembre de 1994, consta de 25 Artículos, la
importancia de esta convención radica en la redefinición que se
hace acerca de la violencia contra la mujer. El Artículo 1 define el
significado de violencia contra la mujer, señalando que: “cualquier
acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño
o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el
ámbito público como en el privado”. Señala también esta
Convención, los ámbitos en los que se desarrolla la violencia y las
acciones que constituyen la misma, en el Artículo 2: “se entenderá
que violencia contra la mujer incluye la violencia física, sexual y
psicológica: a. Que tenga lugar dentro de la familia o unidad
doméstica o en cualquier otra relación interpersonal, ya sea que el
agresor comparta o haya compartido el mismo domicilio que la
mujer, y que comprende, entre otros, violación, maltrato y abuso
sexual; b. Que tenga lugar en la comunidad y sea perpetrada por
cualquier persona y que comprende, entre otros, violaciones,
abuso sexual, tortura, trata de personas, prostitución forzada,
secuestro y acoso sexual en el lugar de trabajo, así como en
instituciones educativas, establecimientos de salud o cualquier
otro lugar, y c. que sea perpetrada o tolerada por el Estado o sus
agentes, donde quiera que ocurra. Los derechos protegidos
mediante esta convención, se encuentran contenidos en los
capítulos del 3 al 6, cito los siguientes pues corresponden al
interés de este estudio: Artículo 3. Toda mujer tiene derecho a
una vida libre de violencia, tanto en el ámbito público como en el
privado. Artículo 4. Toda mujer tiene derecho al reconocimiento,
goce, ejercicio y protección de todos los derechos humanos y a las
libertades consagradas por los instrumentos regionales e
internacionales sobre derechos humanos. Estos derechos
comprenden, entre otros: 1. El derecho a que se respete su vida;
2. El derecho a que se respete su integridad física, psíquica y
moral; 3. El derecho a la libertad y a la seguridad personal; 4. El
derecho a no ser sometida a torturas; 5. El derecho a que se
respete la dignidad inherente a su persona y que se proteja a
su familia; 6. El derecho a igualdad de protección ante la ley y de
la ley; 7. El derecho a un recurso sencillo y rápido ante los
tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen
sus derechos; 8. El derecho a la libertad de asociación; 9. El
derecho a la libertad de profesar la religión y las creencias propias
dentro de la ley; y 10. El derecho a tener igualdad de acceso a las
funciones públicas de su país y a participar en los asuntos
públicos, incluyendo la toma de decisiones. En su capítulo 3,
establece esta convención, los Deberes de los Estados, que se
comprometieron a cumplir con la misma, contemplados en el
Artículo 7, siendo algunos de ellos: Incluir leyes para prevenir,
sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, adoptar medidas
judiciales que conminen al agresor a abstenerse de hostigar,
intimidar, amenazar, dañar o poner en peligro la vida de la mujer,
su integridad o perjudique su propiedad, modificar leyes o
prácticas jurídicas o consuetudinarias que respalden la
persistencia o la tolerancia de la violencia contra la mujer,
medidas de protección, entre otros. Declaración Sobre la
Eliminación de la Violencia Contra la Mujer Consta de 6 Artículos,
su objetivo es reforzar y complementar la aplicación de la
Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer. En esta declaración se reconoce
“que la violencia contra la mujer constituye una manifestación de
relaciones de poder, históricamente desiguales entre el hombre y
la mujer, que han conducido a la dominación de la mujer y a la
discriminación en su contra por parte del hombre e impedido el
adelanto pleno de la mujer, y que la violencia contra la mujer es
uno de los mecanismos sociales fundamentales por los que se
fuerza a la mujer a una situación de subordinación respecto del
hombre.” Además señala que, para la eliminación de la violencia
en todas sus formas, es necesario el compromiso por parte de los
Estados de asumir sus responsabilidades, y también el
compromiso de la comunidad internacional de velar por que se
cumpla con esas responsabilidades. El Artículo 1 de este
documento señala que: “violencia contra la mujer” se entiende
todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino
que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento
físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas
de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad,
tanto si se produce en la vida pública como en la vida privada. Los
actos que constituyen violencia contra la mujer, según reza el
Artículo 2 de esta declaración son: 1. La violencia física, sexual y
sicológica que se produzca en la familia, incluidos los malos tratos,
el abuso sexual de las niñas en el hogar, la violencia relacionada
con la dote, la violación por el marido, la mutilación genital
femenina y otras prácticas tradicionales nocivas para la mujer, los
actos de violencia perpetrados por otros miembros de la familia y
la violencia relacionada con la explotación; 2. La violencia física,
sexual y sicológica perpetrada dentro de la comunidad en general,
inclusive la violación, el abuso sexual, el acoso y la intimidación
sexuales en el trabajo, en instituciones educacionales y en otros
lugares, la trata de mujeres y la prostitución forzada; 3. La
violencia física, sexual y sicológica perpetrada o tolerada por el
Estado, Donde quiera que ocurra.

sistemas de medidas de seguridad y protección para


victimas de violencia contra la mujer
Actualmente existe la Secretaria Presidencial de la Mujer SEPREM creada
seguún acuerdo gubernativo 2000-2000 cuya misión es promover la
participación de las instituciones del estado, organizaciones y
agrupaciones de mujeres de la sociedad civil, el desarrollo integral de
las mujeres, impulsando politicas publicas y el cumplimiento de los
preceptos constitucionales, leyes ordinarias, y convenciones
internacionales relativo a las mujeres.

En aras de fortalecer la politica de protección a las victimas de violecia


contra la mujer, el Ministerio Público a creado una serie de acuerdos e
instrucciónes para el fortalecimiento y seguimiento adecuado para
brindar a travez de una red de mecanismos una atención especializada
en este tipo de delitos.

para lo cual han sido creados los 34-2003, 35,-2003, 09-2005, 41-2013
y 103-2013, emitidos por el Fiscal General de la República y Jefe del
Ministerio Público, así como la creación de instrucciones generales entre
ellas la 10-2008 y 04-2014 que establecen el protocolo de atención
integral para las victimas de delitos.

Al darle vida a estos acuerdos se crea la Red Nacional de Derivación


para atención a victimas; que es el conjunto de organizaciones
multidisciplinarias, gubernamentales, no juridicas, de los diferentes
departamentos de la republica de guatemala, que proporcionan su
apoyo a sus servicios especializados a todas las personas que hayan
sido victimas. teniendo por objeto crear mecanismos de identificación,
respaldo, apoyo, compromiso social y coordinación entre las
organizaciones multidisciplinarias, gubernamentales, no
gubernamentales organizaciones internacionales y personas individuales
o juridicas, para beneficio de la sociedad guatemalteca.
Esta Red esta integrada por las oficinas de atención a las victimas del
MP, y las diferentes organizaciones que ya son parte de las redes
locales.

Politica de igualdad entre hombres y mujeres en


el ministerio público
Los principios rectores de esta politica de igualdad
tienen un papel fundamental en orientar y regular la
acción que se propone y proporciona las pautas y
criterios a seguir para el cumplimiento de sus
objetivos, cada uno de ellos, son parte indisoluble de
esta politica por lo que requieren ser asumidos en su
conjunto.
IGUALDAD: El Ministerio Público en su accionar tanto
en la promoción de la persecución penal y dirección de
la investigación, así como dentro de su organización
jerarquica y administrativa se rige por el principio de
igualdad entendida desde dos dimensiones. el
reconocimiento del valor humano entre las personas:
y que las personas sons diversas y viven condiciones
de desigualdad estructural que no les permite
desarrollar su autonomia y libertad para ejercer en
plenitud sus derechos, y que por tanto, se deben
promover acciones que garanticen las condiciones
para el ejercicio de la libertad y la realización de la
igualdad. es decir se debe favorecer en forma
equivalente las necesidades e intereses tanto de
hombres como de mujeres así como sus aspiraciones
en igualdad de derechos.
LA NO DISCRIMINACIÓN: El Ministerio Público en el
ejercicio de sus funciones y dentro de su organización
jerarquica y administrativa y en armonia con el
articulo 1 de la Convención de las naciones unidas
sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer, se deberá abstener de
ejercer cualquier distinción, exclusión o restricción
baada en el sexo que tenga por objeto o por resultado
menoscabar o anular el reconocimiento, goce o
ejercicio por la muejer, independientemente de su
estado civil, sobre la base de la igualdad, de los
derechos humanos y las libertades fundamentales en
las esferas politicas, economica, social, cultural o en
cualquier otra esfera.
EQUIDAD DE GENERO: El Ministerio Público en el
ejercicio de sus funciones y dentro de su organización,
debe desarrollar acciones tendientes a eliminar
desigualdades que puedan crear desventajas para
unas personas frente a otras. La equidad se hace
presente en el trato que se brinda a las necesidades e
intereses de las personas que son diversas o
diferentes. la equidad se hace posible cuando el tato
concreto, practico, que se da a las personas esta
basado en la consideración justa de las necesidades e
intereses impuestos por la diferencia, de manera que
ese trato justo permita lograr que la igualdad de
derechos se haga real. por esta razón el trato
diferencial a favor de quienes estan desventaja en
este caso las mujeres.
JUSTICIA REDISTRIBUTIVA: el MP debe promover la
igualdad de oportunidades en consonancia con los
prinpios de equidad e inclusión, para avanzar en la
eliminación de las desigualdades entre hombres y
mujeres.
AUTONOMIA: el MP reconoce a las mujeres como
sujetos de derecho, actoras sociales y politicas, como
condicion para el ejercicio pleno de su ciudadania. en
esa misma linea reconoce las capacidades y la libertad
de las mujeres frente a sus derechos individuales para
definir y actuar en consonancia con sus proyectos
personales y colectivos de vida y de organización
social.
EMPODERAMIENTO: El MP responde a la necesidad de
promover cambios en las relaciones desiguales de
poder, generando condiciones para que las mujeres
puedan tener acceso, uso y control sobre sus recursos
materiales e ideologicos de la sociedad.
CARACTER MULTIETNICO, MULTILIGUE Y
PLURICULTURAL DE GUATEMALA: el MP promueve un
enfoque diferencial de derechos para garantizar el
goce integral de estos a todas las mujeres, desde el
reconocimiento de las diferencias etnicas, linguisticas
y culturales, y en muchos casos desde la intersección
de las multiples discriminaciones que las afectan, asi
como el reconocimiento de la integralidad de los
derechos humanos.
Lo anterior constituye los principios de la politica para
igualdad entre hombres y mujeres que el Ministerio
Público se obliga a asumir haciendo efectivo lo
acordado en su ley organica, encontrandose entre sus
fuciones el preservar el estado de derecho y respeto a
los derechos humanos, entre ellos los establecidos en
el articulo 1 CEDAW, en la constitución politica de la
republica en su articulo 4, que todos los seres
humanos somos libres e iguales en dignidad y
derechos, el hombre y la mujer cualquiera que sea su
estado civil..., así mismo de lo establecido en tratados
y convenios internacionales, articulo 26 del pacto
internacional de derechos civiles y politicos y
particularmente de lo establecido en el articulo 2 de la
convención para la eliminación de todas las formas de
discriminación en contra de la mujer.
Tal marco politico fue suscrito en marzo de 2014. por
la Fiscal General que en su momento suscribio el
mismo La Doctora Claudia Paz y Paz.

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