1- Procesión de entrada: Llegamos al templo y nos disponemos para
celebrar el misterio más grande de nuestra fe. Acompañamos la procesión de entrada cantando con alegría. Y saludo inicial: Después de besar el altar y hacer la señal de la cruz, el sacerdote saluda a la asamblea. 2- Acto penitencial y Señor ten piedad : Pedimos humildemente perdón al Señor por todas nuestras faltas. 3- Gloria: Alabamos a Dios, reconociendo su santidad, al mismo tiempo que nuestra necesidad de Él. 4- Oración colecta: Es la oración que el sacerdote, en nombre de toda la asamblea, hace al Padre. En ella recoge todas las intenciones de la comunidad. 5- Lecturas: Primera lectura: En el Antiguo Testamento, Dios nos habla a través de la historia del pueblo de Israel y de sus profetas. Salmo: Meditamos rezando o cantando un salmo. Segunda lectura: En el Nuevo Testamento, Dios nos habla a través de los apóstoles. 6- Aclamación. Aleluya: Esta aclamación constituye de por sí un rito o un acto con el que la asamblea de los fieles acoge y saluda al Señor que les va a hablar en el Evangelio, y profesa su fe con el canto. Lo cantan todos de pie, y, si procede, se repite; el verso lo canta el coro o un cantor. 7- Evangelio: El canto del Aleluya nos dispone a escuchar la proclamación del misterio de Cristo. Al finalizar aclamamos diciendo: "Gloria a ti, Señor Jesús". 8- Homilía: El celebrante nos explica la Palabra de Dios. 9- Credo: Después de escuchar la Palabra de Dios, confesamos nuestra fe. 10-Oración de los fieles: Rezamos unos por otros pidiendo por las necesidades de todos. 11- Ofrendas: Presentamos el pan y el vino que se transformarán en el cuerpo y la sangre de Cristo. Realizamos la colecta en favor de toda la Iglesia. Oramos sobre las ofrendas. 12-Prefacio: Es una oración de acción de gracias y alabanza a Dios, al tres veces santo. 13-Santo: Aclamación con la cual toda la asamblea, uniéndose a los coros celestiales, canta el Santo. Esta aclamación, que es parte de la misma Plegaria Eucarística, es proclamada por todo el pueblo juntamente con el sacerdote. 14-Epíclesis: El celebrante extiende sus manos sobre el pan y el vino e invoca al Espíritu Santo, para que por su acción los transforme en el cuerpo y la sangre de Jesús. 15-Consagración: El sacerdote hace "memoria" de la última cena, pronunciando las mismas palabras de Jesús. El pan y el vino se transforman en el cuerpo y en la sangre de Jesús. 16-Intercesión. Anámnesis: Ofrecemos este sacrificio de Jesús en comunión con toda la Iglesia. Pedimos por el Papa, por los obispos, por todos los difuntos y por todos nosotros. 17-Doxología: El sacerdote ofrece al Padre el cuerpo y la sangre de Jesús, por Cristo, con él y en él, en la unidad del Espíritu Santo. Todos respondemos: "Amén". 18-Padre Nuestro: Preparándonos para comulgar, rezamos al Padre como Jesús nos enseñó. 19-Paz: Sigue el rito de la paz, con el que la Iglesia implora la paz y la unidad para sí misma y para toda la familia humana, y con el que los fieles se expresan la comunión eclesial y la mutua caridad, antes de la comunión sacramental. 20-Fracción del pan: El sacerdote parte el pan eucarístico, con la ayuda, si es del caso, del diácono o de un concelebrante. El gesto de la fracción del Pan realizado por Cristo en la Última Cena, que en el tiempo apostólico designó a toda la acción eucarística, significa que los fieles siendo muchos, en la Comunión de un solo Pan de vida, que es Cristo muerto y resucitado para la salvación del mundo, forman un solo cuerpo. El sacerdote deja caer en el cáliz una parte del pan consagrado. 21- Cordero de Dios: El Cordero de Dios recuerda la Cena Pascual de la Antigua Alianza en la que se sacrificaba un cordero. Y recuerda la Ultima Cena, en la que Cristo se convierte en el nuevo Cordero sacrificado en la Cruz. 22-Comunión: Llenos de alegría nos acercamos a recibir a Jesús, pan de vida. Antes de comulgar hacemos un acto de humildad y de fe. 23-Acción de Gracias: Damos gracias a Jesús por haberlo recibido, y le pedimos que nos ayude a vivir en comunión. 24-Bendición: Recibimos la bendición del sacerdote. 25-Despedida y Envío: Alimentados con el pan de la Palabra y de la Eucaristía, volvemos a nuestras actividades, a vivir lo que celebramos, llevando a Jesús en nuestros corazones.