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Manifiesto Judeo-Budista

Resumen:

Convencido de que Dios me ha enviado para cumplir una misión, Ha Dios de iluminarme para
encontrar el camino para transformar el karma de mi pueblo, el estado judío debe instaurarse
transformando la relación karmica que tenemos con el mundo desde nuestro interior,
debemos encontrar la luz de Adonai, para lograr la paz definitiva. Dios es un puente que me
conecta con mi pueblo, ha él de ayudarme a elevar el estado de vida de todos los practicantes
de la religión judía para permitirles a ellos encontrar el camino a la iluminación incorporando la
gran sabiduría de grandes Maestros Orientales como Nichiren Daishonin, Tsunesaguro
Makiguchi, Josei Toda y Daisaku ikeda aceptándolos como los eternos mentores del Kosen-
Rufu. Cuestionando el origen judío occidental para devolverlo y conectarlo a Oriente.

Para esto invito a todo judío a repensar las implicancias lingüísticas del mandato divino en la
practica religiosa y como esta impacta en nuestras vidas, para así consolidar la práctica
religiosa transformadora de nuestro karma como pueblo, responsabilizarnos como pueblo por
lo que nos ha ocurrido nos ayudará a salirnos del lugar de victimas de todas las desgracias y
persecuciones que hemos sufrido para dar lugar a una transformación real de las causalidades
que las provocaron.

El judío se hizo Occidental influenciado por las culturas de occidente, pero el judío recuerda
también su naturaleza oriental, es por esto que, es culturalmente un ser muy rico, puesto que
posee la sabiduría de toda la humanidad incorporada pero suele olvidarla, es esta riqueza lo
que la permitido la preservación de la cultura judía que ha sobrevivido más de 5 milenios
siendo la única que ha sobrevivido tanto. Rememorar las antiguas existencias como judío es
fundamental para entenderse, el judío es un ser fusionado que debe entenderse como tal, hoy
en día se encuentra más determinado por la lógica de pensamiento occidental, pero si
hacemos arqueología del saber este lograrà volver a recordar su pasado en oriente para así
entenderse en su completud.

Determinaciones linguisticas:

-Pensar a Adonai fuera de nuestro interior:

-Pensarnos como pueblo elegido:

Razones por las que un judío podría creer en el karma

Similitudes entre el judaísmo y el budismo:

1. Reencarnación:

 Si bien no es una creencia central del judaísmo, la reencarnación se menciona


en algunos textos judíos, como el Talmud y el Zohar.
 El budismo, por otro lado, considera la reencarnación como un componente
fundamental de su doctrina.
2. La importancia del karma:

 Ambas religiones enfatizan la importancia de las acciones y sus


consecuencias.
 En el judaísmo, las mitzvot (buenas acciones) se consideran esenciales para
alcanzar la bondad divina y evitar el castigo.
 En el budismo, el karma determina el ciclo de reencarnaciones del individuo.

3. Meditación:

 Tanto el judaísmo como el budismo tienen tradiciones de meditación para la


introspección y el desarrollo espiritual.
 La meditación judía se centra en la oración y la conexión con Dios, mientras
que la meditación budista se enfoca en la atención plena y la calma mental.

4. Ética y compasión:

 Ambas religiones comparten valores éticos como la compasión, la no violencia


y la generosidad.
 El judaísmo destaca la justicia social y la responsabilidad comunitaria, mientras
que el budismo enfatiza la bondad amorosa y la empatía hacia todos los seres.

Razones por las que un judío podría no creer en el karma:

1. La centralidad de Dios:

 El judaísmo es una religión monoteísta que cree en un Dios personal que


interviene en el mundo.
 El karma, por otro lado, no requiere la existencia de un Dios creador.

2. El enfoque en la justicia divina:

 El judaísmo se centra en la justicia divina y la recompensa por las buenas


acciones en esta vida.
 El karma, en cambio, se relaciona con el equilibrio kármico a lo largo de
múltiples vidas.

3. Libre albedrío:

 El judaísmo enfatiza el libre albedrío y la responsabilidad individual por las


acciones.
 El karma puede verse como una limitación del libre albedrío, ya que las
acciones pasadas determinan el destino futuro.
En última instancia, la decisión de creer o no en el karma es personal. Un judío
podría encontrar resonancia en las similitudes entre el judaísmo y el budismo, y
ver el karma como una forma de entender la justicia y la responsabilidad. Sin
embargo, otros judíos podrían encontrar que el karma contradice sus creencias
centrales sobre Dios, la justicia divina y el libre albedrío.

Es importante recordar que el judaísmo es una religión diversa con diferentes


interpretaciones y tradiciones. No hay una respuesta única a la pregunta de si
un judío debería creer en el karma.

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