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(Juancha sentada en una piedra)

JUANCHA: Ayyyy, ese Banku, siempre mandándonos a todos con su aire de hombre grande.
BANKUCHA: ¿Qué hablas Juancha? Yo soy el mak'ta de la escuela y con mi wikullo te reto
a pelear.
JUANCHA: (Entusiasmado) ¡Ya pues!
BANKU: ¡Wallpamayu! ¡Algún día te voy a atravesar con mi wikullo, frente a frente! -
mirando al río
JUANCHA: ¡Mentira Wallpamayucha, yo te voy a cruzar antes que el badulaque de Banku!
(Ambos escoleros, empezaron el reto tirando el wikullo con rivalidad)
BANKUCHA: Jajajay, ¡Mira sonso desde hace tiempo que me quieres alcanzar!
JUANCHA: (riéndose) ¿Qué, estas molesto o qué?
(Juancha logra superar a Banku)
BANKU:(palmada en el hombro) Si mañana o pasado no te igualo vas a ser el primer
wikullero en Ak'ola.
JUANCHA: ¡Calla sonso! Tu siempre serás el capataz de los escoleros, el mejor wikullero,
ya vámonos.
(Caminaron por el escenario y Juancha señala el cerro)
JUANCHA: Mira Bankucha, este cerro nos protege a nosotros los comuneros.
BANKUCHA: ¡Qué tienes! Ese cerro no nos protege cuando Don Ciprián nos mata como
hormigas.
(Siguen caminando y a lo lejos ven a Teófanes con la gringa)
BANKUCHA: ¡Teófanes! ¿Qué cuentas de la vida?
TEOFANES: (preocupado) La gringa pues, me tiene preocupado, ese viejo idiota, ¡no se
cansa de fregarme la vida!
JUANCHA: ¿De qué viejo hablas?
TEOFANES: El Ciprián pues ¿Quién más?, me vino a ofrecer unas pocas monedas por mi
gringacha, dice que el merece tener la mejor vaca del pueblo.

(Juancha y Bankucha alrededor de la Gringacha)


AMBOS: No te preocupes Gringacha, el pueblo te va a proteger hasta con su sangre.
JUANCHA: Ya es tarde, ya me tengo que ir.
(Juancha, de regreso a casa ve la piedra que los escoleros habían pintado)

JUANCHA: (enojado) ¡Uma de don Ciprián

(Tira la piedra con su wikullo)

JUANCHA: ¡Gringacha no hay cuidado!¡confía no más, Gringacha!


(Juancha llega a la casa de Don Ciprián, ya de noche)
DON TOMAS: ¡Oye Juancha!, Don Ciprián tiene mal de rabia contigo, anda ve rápido.
(Juancha va donde Don Ciprián)
DON CIPRIAN: ¡¿Dónde has estado mocoso?!
DON CIPRIAN: Tú tienes una deuda para conmigo, si tu padre no me lo pudo pagar lo harás
tú.
JUANCHA: Bueno Don Ciprián.
DON CIPRIAN: Ya no te juntes con ese Teófanes, que no me quiso vender a la gringa, su
vaca tiene que caer en mis potreros ¡por las buenas o por las malas!

JUANCHA: Imposible, Teófanes quiere a la gringa como si de su madre se tratase.


DON CIPRIAN: Si le dices a Teófanes que me venda la gringa te dejare ir cuatro días al
colegio, y hasta un traje te puedo dar.
JUANCHA: ¡sí, aja!
(Se va, y esa misma noche se encuentra con Doña Cayetana)
DOÑA CAYETANA: ¡Juancha, Juancha!, don Ciprián, está molesto para contigo; anda y
carga un atado de alfalfa en la mañanita.
JUANCHA: Si, si lo haré
(Al día siguiente, muy temprano)
JUANCHA: ¡Vaya! Sí que junte mucha alfalfa. ¿Qué es eso? (señalando)
JUANCHA: Esa piedra es solo escalada por valientes ¡como yo!
(Juancha sube a la roca)
JUANCHA: ¡Waaaaao! que altoooo, me siento el rey del mundo.
(Juancha empieza a tambalearse)
JUANCHA: ¿Qué me está pasando? Es como si la tierra me llamara, como si me jalara
¡AYUDA POR FAVOR!
Don Jesús: Mocoso del demonio, ¿Qué haces ahí? ¡Estás a nada de caerte!
(le lanza una soga, pero esta se queda atascada)
JUANCHA: (Gritó de alegría) Gracias por encontrarme Jesús, me libraste de que me
comiera el cerro.
JESUS: (Enfurecido) So carajo ven aquí, ahora veraz como te castigo, malcriado, ya
comprendo porque te has tardado...

JUANCHA: (Llorando) ¡No me pegues, por favor te lo suplico!


JESUS: (Castigándolo) Toma carajo. ¡Trae ahora mi cabestro carajo!
JUANCHA: (Triste) Pero no te das cuenta como están sangrando mis manos, no puedo.
JESUS: (Pensativo) ¡Bueno! ¡Sal y anda por delante!
JUANCHA: (Llorando) ¡No puedo ayúdame!
JESUS: (Molesto) Para desfogar mi cólera uno te voy a dar ¡toma como animal!
JUANCHA: (Moribundo y llorando) Ay ayayáu.
JESUS: (Pensativo y asustado) ¡Carago, rabia, Juancha perdóname!
JUANCHA: (Con odio) Algún día me vengaré de estos desgraciados abusadores de los
humildes y les haré pagar todo lo que me están haciendo.
CAYETANA: (Con rabia) Bien malo es ese don Jesús es una bestia mira cómo te dejó tus
manitos.
JUANCHA:(Contento) No me duele, más bien soy bien hombrecito porque logré escaparme
de Jatunrumi.
CAYETANA: (Llorando) No mientas Juancha te está doliendo.
(al día siguiente)
Bankucha: ¡Yupi! Ese viejo inútil, por fin se largó, ¡Mak'tillukuna: Cuchi mansa! (amansar
chanchos)

Escoleros: Viva el Banku patrón de todos los wikullos.


(Bailaban y reían todos alegres)

(Días después - de noche)

Cipricón: Juancha - Juancha! - ¡Juanchal! iJuancha!


Juancha: ¡Ahorita le abro! ¿Qué cuenta Lucanas?, wow no veo nada, que oscuro que esta.
(Al día siguiente)
Juancha: ¿Por qué habrá traído 2 animales nomás?, ¿Será que la gringa está en esa cárcel?
(Se dirige al corral)
Juancha: ¡Gringacha! ¿Pero qué haces aquí, mamaya (se va corriendo hacia Teofacha)
Juancha: ¡Teofacha, Teofacha! ¡La gringa está en el corral de Don Ciprián!
Teofacha: iGringa! ¡Gringa! Si es mi gringa
Juancha: Macho no mas Teofacha, nosotros somos wikulleros valientes.
(Teofacha se va corriendo hacia la viuda)
Teofacha: ¡Gregoriaaaa! ¡la tiene! La Gringacha está en el corral de don Ciprián.
Viuda: ¿Qué? iQue ese viejo qué! (casi llorando)
(La viuda enfurecida y triste va hacia Don Ciprián)
Don Ciprián: Tu vaca ha comido en mi potrero, y por la lisura cobro veinte soles -gritó antes
que hablara la viuda.
Viuda: ¿En qué potrero don Ciprián? La gringa ha estado en mi chacra.

Teofacha: (le tapó la boca) ¡Déjale mamitay!


Viuda: ¡iTalacho, ladrón!
Teofacha: Vámonos mamita tengo un plan.
Don Ciprián: ¡Juancha! ¡Juancha! dile a la viuda que le daré 80 soles por la gringa. La
verdad, la gringa no ha hecho "daño" en mi potrero, pero como principal quiero que
doña Gregoria me venda su vaca, porque para mí debe ser la mejor vaca del pueblo.
Juancha: Nunca le van a vender, pero que me queda tendré que ir.
(Juancha se dirige hacia la viuda y Teofocha, les cuenta lo que dijo Don Ciprián)
Teofacha: ¡Talacho! - de mierda
(Don Ciprián se acercó a la Gringa furioso, saco su revólver, le puso el cañón en la frente
y le hizo reventar 2 tiros. La vaca cayó a un costado y después pataleo con el lomo en el
suelo).
Juancha: (llorando se agacha hasta estar con la gringa)- ik'anra es usted Don Ciprián
Don Ciprián: ¡Cállate! mocoso, así que k'anra, ahora si van a ver de lo que soy capaz.
(Ese mismo día don Ciprián llevo a Juancha y a Teofacha a la cárcel, metiéndolos en
una celda fría y llena de paja, con indios quienes le miraban sorprendidos)
Narrador: Don Ciprián fueteó, escupió, hizo llorar y exprimió a los indios, hasta que de puro
viejo ya no pudo ni ver la luz del día. Y cuando murió, lo llevaron en hombros, en una gran
caja negra con medallas de plata. El tayta cura cantó en su tumba, y lloró, porque fue su
hermano en la pillería y en las borracheras. Pero el odio sigue hirviendo con más fuerza
en nuestros pechos y nuestra rabia se ha hecho más grande, más grande…

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