Verificando lo aprendido

1. ¿Cuál es la necesidad específica que aborda tu idea de negocio en el mercado?

Una idea de negocio aborda una necesidad específica en el mercado al proporcionar una solución a un
problema o una mejora que satisface una necesidad. Aquí algunos puntos clave:
a. Solución a un problema: Una idea de negocio puede ser un producto o un servicio que ofrece
una solución para un problema que un segmento del mercado tiene.
b. Mejora de un producto o servicio existente: A veces, una idea de negocio puede consistir
en mejorar un producto o servicio existente. Esto puede implicar hacerlo más eficiente, más
asequible, más fácil de usar, etc.
c. Innovación: Una idea de negocio puede ser innovadora, ofreciendo algo completamente
nuevo que el mercado aún no ha visto.
d. Rentabilidad: Una idea de negocio debe tener el potencial de proporcionar un buen
rendimiento económico.
Es importante recordar que una buena idea de negocio debe ser viable, rentable, y debe tener un
mercado objetivo claro. Además, debe ser flexible y capaz de adaptarse a los cambios en el mercado.

2. ¿Quiénes son tus principales competidores y cuál es tu ventaja competitiva?

Los principales competidores de un negocio son aquellas empresas que ofrecen productos o servicios
similares en el mismo mercado. La ventaja competitiva, por otro lado, es lo que distingue a una empresa
de sus competidores. Aquí algunos puntos clave:
a. Identificación de competidores: Los competidores pueden ser directos (empresas que
ofrecen el mismo producto o servicio) o indirectos (empresas que ofrecen productos o
servicios sustitutos).
b. Ventaja competitiva: Una ventaja competitiva es todo aquello que da a una empresa una
ventaja sobre sus competidores, ayudándola a atraer más clientes y a aumentar su cuota de
mercado. Puede adoptar tres formas principales:
c. Ventaja de costos: Producir un producto o prestar un servicio a un costo inferior al de los
competidores.
d. Ventaja de la oferta: Diferenciar un producto añadiendo características muy valoradas por
los clientes.
e. Ventaja de nicho: Servir a un segmento de mercado específico mejor que nadie.
f. Características de una ventaja competitiva: Las características de una ventaja competitiva
pueden incluir:
g. Única: La ventaja competitiva debe ser única y difícil de imitar.
h. Sostenible: La ventaja competitiva debe ser sostenible a largo plazo.
i. Valiosa para el cliente: La ventaja competitiva debe ser valiosa para el cliente.
Es importante recordar que una buena estrategia competitiva debe ser flexible y capaz de adaptarse a
los cambios en el mercado.

3. ¿Qué recursos y capacidades necesitas para llevar a cabo tu idea de negocio?

Para llevar a cabo una idea de negocio, necesitas varios recursos y capacidades. Aquí algunos puntos
clave:
a. Recursos humanos: Las personas, con sus talentos, capacidades y especialización, colaboran
en los procesos productivos del negocio, o bien, en las labores administrativas y de control
interno.
b. Recursos económicos: Representan la cantidad de dinero que la empresa tiene como
patrimonio, incluyendo sus bienes y su capacidad tanto de endeudamiento como de
financiamiento externo. Pueden provenir de diversas fuentes, entre ellas: el patrimonio
personal, préstamos de amigos y familiares, la aportación de socios, financiamiento y capital
emprendedor.
 c. Recursos materiales: ¿Qué tipo de maquinaria necesita tu propuesta de negocio para
garantizar el cumplimiento con el trabajo diario? Para hacer esta compra también es
indispensable contar con los recursos económicos descritos anteriormente.
d. Recursos web: Los negocios también deben contar con medios para afianzar su presentación
online con el fin de lograr un posicionamiento eficaz en el nicho de mercado.
e. Conocimiento: La complejidad en la gestión de un negocio es tan evidente que aquel que
asume esta responsabilidad en primera persona debe contar con recursos de conocimiento que
puede haber adquirido a través de formación previa para dar una respuesta oportuna a las
diferentes dificultades que pueden surgir en el proceso.
f. Capacidades: Lo ideal es tener la capacidad de combinar recursos tangibles e intangibles para
obtener los objetivos estratégicos, por ejemplo, a través de: Excelente servicio postventa,
Innovación en productos y servicios, Habilidad para reclutar, motivar y retener el talento.
Es importante recordar que una buena idea de negocio debe ser viable, rentable, y debe tener un
mercado objetivo claro. Además, debe ser flexible y capaz de adaptarse a los cambios en el mercado.

4. ¿Cuáles son los riesgos clave asociados con tu emprendimiento y cómo los mitigarás?
Los riesgos clave asociados con un emprendimiento pueden variar dependiendo del tipo de negocio,
pero aquí algunos de los más comunes y cómo podrías mitigarlos:
a. Temor al riesgo: Es natural tener miedo al emprender, pero este temor puede mitigarse con
una buena planificación y preparación.
b. Falta de adaptación a los cambios del entorno: El mundo de los negocios está en constante
cambio. Para mitigar este riesgo, es importante ser flexible y estar dispuesto a adaptarse a las
nuevas tendencias y tecnologías.
c. No conocer el negocio: Antes de iniciar un negocio, es crucial entender cómo funciona. Esto
puede lograrse a través de la investigación, la formación y la búsqueda de asesoramiento de
expertos.
d. Perder su dinero: Este es uno de los riesgos más comunes en los nuevos proyectos
empresariales. Para mitigarlo, es importante tener un plan financiero sólido y buscar formas de
reducir los costos.
e. No tener clientes: Para mitigar este riesgo, es importante investigar el mercado y asegurarse
de que el producto o servicio cubre una necesidad real.
f. Ubicación del local no adecuada: La elección de la ubicación del negocio es crucial. Para
mitigar este riesgo, es importante investigar y elegir una ubicación que sea visible, accesible y
cercana al público objetivo.
g. Competencia: Siempre habrá competidores que ofrezcan productos o servicios similares.
Para mitigar este riesgo, es importante diferenciarse de la competencia a través de la calidad
del producto, el servicio al cliente, el precio, etc.
Es importante recordar que la mitigación de riesgos puede ayudar a proteger a tu empresa al reducir
las probabilidades de que se produzca el riesgo, y también a resguardarla del impacto, en caso de que
efectivamente suceda el riesgo.