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¿Qué es el imperialismo?
Cuando hablamos de imperialismo, hacemos alusión a una doctrina política que establece la relación
entre las naciones en términos de superioridad y sumisión, en las que una domina y ejerce autoridad
sobre otra. Dicha dominación puede darse mediante técnicas de colonización (poblamiento,
explotación económica, presencia militar) o mediante la subordinación cultural (también llamada
aculturación).
Los imperios han existido desde los inicios de la humanidad, y sus dinámicas de conquista han sido
siempre más o menos las mismas. Sin embargo, por imperialismo usualmente nos referimos al
período de expansión europea en el mundo entero, que tiene su inicio en el siglo XV y se prolonga
hasta la Edad Contemporánea, cuando tras la Segunda Guerra Mundial se da un complejo proceso de
des-colonización en África y Asia, principalmente, pues las colonias americanas lo hicieron a través
de guerras de independencia en los siglos XVIII y XIX.
Durante esta etapa de colonización mundial, los grandes reinos europeos establecieron centros
políticos, económicos y militares de control y acopio de recursos en distintas latitudes: el continente
americano recién descubierto, el continente africano saqueado para alimentar la industria esclavista, y
el continente asiático, del que se extraían insumos comerciales exóticos y de mucho valor. El período
más intenso de este proceso de expansión imperial lo constituyeron las décadas entre 1880 y 1914, en
las que se dio el llamado reparto de África.
La relación entre el Imperio y sus colonias es, esencialmente, de dominación política y económica, ya
sea a través de la fuerza bruta (la conquista militar) o la implantación de leyes que favorecen a la
metrópoli, imponiendo a la colonia restricciones, impuestos o términos comerciales injustos, pero que
según la lógica imperial serían el costo por formar parte de “una sociedad más avanzada”. Pero la
verdad es que es una forma de granjearse un monopolio de bienes y recursos.
La necesidad de materias primas. Recordemos que la Europa del momento estaba despertando al
capitalismo temprano, por lo que necesitaba mantener un flujo estable de materia prima que procesar
y convertir en productos refinados o elaborados. Para ello era idóneo el sistema colonial, que extraía
la materia prima de los países menos desarrollados a precio económico y con mano de obra esclava o
semi-esclava. La competencia imperial. Los diversos reinos (ahora imperios) de Europa competían
entre sí por ver quién se desarrollaba primero y quién podía ejercer la predominancia sobre los demás,
ampliando
al máximo su territorio en otros continentes. De igual forma se competía por el control de las rutas
marítimas comerciales, que eran el corazón mercantil del mundo de la época.
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La exploración del mundo y de la ciencia. El auge del racionalismo y la capacidad del ser humano de
transformar la realidad a su alrededor (ciencia y tecnología) requerían nuevos materiales que conocer
y procesar, para así acumular un potencial industrial que le diera una ventaja por encima de los
demás Imperios. El mundo, por primera vez en la historia, no era infinito e ignoto, sino cognoscible,
explorable.
Imperialismo y colonialismo
Imperialismo
No debe confundirse imperialismo con colonialismo, incluso si son procesos que suelen ir de la
mano. El colonialismo es un sistema político-económico de tipo extractivista, en el que un Estado
poderoso domina a otro más débil para extraer sus bienes materiales y recursos, usurpando
activamente su tierra y sus recursos, sometiendo a su población a condiciones de servidumbre o
esclavitud, e imponiendo las leyes y sistemas de gobierno que al invasor mejor le convengan.
La diferencia entre imperialismo y colonialismo tiene que ver con que el primero de estos términos
puede darse sin el segundo, simplemente como una relación de desigualdad o de abuso en las
relaciones entre dos Estados soberanos, mientras que el colonialismo básicamente suprime la
existencia del Estado sometido, o permite su existencia sólo como un Estado colonial o un satélite
político (protectorado).
El imperialismo sentó en Europa las bases energéticas, tecnológicas y materiales para el desarrollo del
capitalismo industrial, es decir, que todo lo expoliado a las otras naciones les permitió invertir en sus
propios sistemas y crecer, desarrollándose primero y retrasando el desarrollo de las antiguas colonias,
ya que las hacían dependientes económica, financiera y políticamente de la metrópoli. Esta
desigualdad, según algunas teorías, se refleja en los tiempos presentes en el rol asumido por el Tercer
mundo de productor masivo de materia prima, un rol que lo obliga a depender de las economías del
Primer mundo. A cambio, los países primermundistas les sirven de prestamistas, les venden
tecnología y los ven todavía con un cierto paternalismo político.
Así bautizó la nostalgia los años previos al baño de sangre. Nadie imaginó final más desgarrador
para la mayor época de avance tecnológico, económico y social que había vivido Europa hasta el
momento
Fueron años de progreso tecnológico, de lucha por la igualdad de derechos, de brillantez intelectual,
de consumo. Frente a años inmovilizados bajo tierra, con lo mínimo, ahogados en una guerra sin
sentido. Fueron los años de la vida frente a los de la muerte. No extraña que, tras la contienda, la
nostalgia bautizara los tiempos de preguerra como la dorada Belle Époque.
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Sumergirse en la sociedad de principios del siglo XX es tan fácil como embarcar en el Titanic.
Mujeres con elegantes vestidos, largos y ceñidos a la cintura —imprescindible: el corsé, el tocado y
la sombrilla—; hombres con traje, sombrero y bastón, siempre pendientes de sus negocios. Estamos
en un sistema de clases y tres de cada cuatro pasajeros llevan billetes de tercera y segunda —gente
que había alcanzado el éxito con su trabajo—. Pero algo había cambiado. La aparición de la
burguesía y la economía de consumo alienta la posibilidad de progreso y de mejora. El desarrollo
de las actividades industriales y comerciales junto a las nuevas técnicas de cultivo hacen soñar con
bienes de consumo hasta ahora reservados a unos pocos.A pesar de este optimismo, hay que ser
consciente de que la Belle Époque no fue igual de 'bella' para todos; he ahí la tercera clase. Las
desigualdades sociales no habían desaparecido. Aunque cada vez más gente abandonaba su vida en
los pueblos para acudir a las fábricas en la ciudad, el sector de la agricultura seguía siendo la base
del continente. Tampoco se pueden dejar de lado las diferencias entre unos países y otros: «La
Europa atrasada» llamaban a parte de la periferia, de donde partían numerosos inmigrantes —junto
con las clases bajas del resto de Europa— en busca del sueño americano.
No obstante, y a pesar de que ésta era la realidad más generalizada, los progresos de la época,
visibles en las grandes ciudades, eclipsan estos años.
A pesar de este optimismo, la Belle Époque no fue igual de 'bella' para todos; he ahí la tercera clase.
Las desigualdades sociales estaban muy presentes aún
En cuanto a los contenidos, sorprendería el grado de cercanía con la prensa actual. Además de las
cuestiones políticas y los distintos avances, hubo escándalos en los que la opinión pública se
convirtió en un protagonista más. Ejemplo de ello fue el 'caso Dreyfus' —un general del Estado
Mayor condenado injustamente por espionaje debido a su condición de judío— o el del asesinato
del director de 'Le Figaro' a manos de Madame Caillaux, esposa del ministro de Finanzas. Ambas
historias 'revolucionaron' Francia.
También existía ya un espacio para la incipiente publicidad —lociones para el cabello, moda,
medicamentos... — y por supuesto, para la cultura. En algunas publicaciones se incluían por
fascículos novelas de detectives —como las de Emilio Salgari—, y otras tan familiares como 'Ana
Karenina', de Tolstoi. Fue en estos años cuando nacieron las revistas dirigidas a las mujeres como
'Women's Word' (1903) o la española 'El hogar y la moda' (1909) .
mismo año cuando David Horsley creó el primer estudio de cine en Hollywood.
Y si hablamos de sociedad, ocio y consumo, no podemos olvidar los grandes almacenes. Se erigían
como símbolos de un tiempo nuevo marcado por la idea de consumo. Como muestra: las galerías
Lafayette de París, los también parisinos almacenes Dufayel, los londinenses Harrods o los
moscovitas Muir & Mirrilees.
En 1900, París celebraba su Exposición Universal y mostraba en sus pabellones todos los avances y
el poderío de la época. Muy cerquita de allí, unos desconocidos Pierre y Marie Curie trabajaban sin
descanso en su laboratorio —galardonados con el Nobel de Física en 1903, y con el de Química
(Marie) en 1911—. Mientras, un alemán llamado Albert Einstein daba los últimos toques a su
Teoría de la Relatividad en Berna (Suiza). También entrarían en escena Bohr y Rutherford.
Apabullante.En estos años también se empieza a poner en cuestión el orden de las cosas. 'La
interpretación de los Sueños' de Sigmund Freud vio la luz en Viena en 1900, mientras en Francia
aparece Colette con su 'Claudine en la escuela' —donde se plantean abiertamente las relaciones
homosexuales—.
En 1900, París celebraba su Exposición Universal y mostraba en sus pabellones todos los avances y
el poderío de la época. Muy cerquita de allí, unos desconocidos Pierre y Marie Curie trabajaban sin
descanso en su laboratorio
En el terreno artístico, irrumpe la estética modernista y Gustav Klimt, con su 'Judith' (1901) y su
Dánae (1908), que ruboriza a la sociedad de entonces al mostrar con naturalidad el deseo femenino.
Hay que tener en cuenta que aún la mujer tenía un papel asociado directamente a mantener el orden
moral y, aunque iba ganando terreno en su lucha, todavía tenía camino por delante.
principios del siglo XX (1917). Consistió en el derrocamiento del régimen monárquico zarista y la
construcción de un nuevo modelo de Estado de tipo leninista republicano.
Comúnmente, la Revolución Rusa comprende dos distintos momentos de este proceso histórico,
ambos en 1917:
La Revolución de Febrero. Puso fin al gobierno del Zar Nicolás II y conformó un gobierno
provisional.
La Revolución de Octubre. Vladimir Lenin y sus compañeros del Partido bolchevique, derrocaron
el gobierno provisional e instauraron un gobierno de tipo soviético (el Sovnarkom o Sóviet de
Comisarios del Pueblo), reestructurando así al país para colocar los cimientos de la venidera Unión
Soviética.
La Revolución Rusa fue un acontecimiento decisivo en la historia del siglo XX y es uno de los
más estudiados por los historiadores de este período. Despertó enormes simpatías en los sectores
progresistas y revolucionarios del mundo entero, así como enormes miedos y antagonismos una
vez que sus dinámicas políticas y sociales estuvieron en juego.
De hecho, muchos hablan de un “corto siglo XX” para referirse al ciclo iniciado por la Revolución
Rusa de 1917 y cerrado por la Caída de la Unión Soviética en 1991.
Pero el zar Nicolás II no atendió a las solicitudes de la llamada Revolución de 1905, procedió a
reprimirla con fuego y sangre, resultando en el tristemente célebre Domingo Sangriento en que la
Guardia Imperial rusa acribilló a los manifestantes. Esto significa que el momento crítico para la
Revolución y la caída de la aristocracia se había venido gestando desde hacía tiempo.
La situación de opresión y pobreza a la que estaba sentenciado el campesinado ruso desde hacía ya
mucho tiempo, sosteniendo con sus vidas el mando absolutista de la monarquía zarista.
Las sucesivas derrotas de la Primera Guerra Mundial que Rusia sufrió, sumadas al hecho de que, al
momento de ingresar al conflicto, todos los partidos se mostraron a favor excepto el Partido
Obrero Socialdemócrata.
Además, el fracaso en el intento por sostener el ritmo de producción ruso durante la guerra desató
una crisis económica y social que se tradujo en hambruna, escasez de mercancías, y colapso de las
estructuras del Estado, lo cual condujo a ciertos primeros niveles de organización popular
autónoma.
La llegada del invierno de 1917, uno de los más cruentos de esas épocas, en las peores condiciones
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La Revolución de Febrero
Se inició con una huelga espontánea entre los trabajadores de las fábricas de Petrogrado, a los que
rápidamente se les juntaron otros sectores, como las mujeres que salieron a la calle a pedir pan.
Cuando la policía ya se hizo insuficiente para contener las manifestaciones, el ejército asumió el
rol represivo y asesinó a numerosos manifestantes, pero terminó eventualmente sumándose
también a los insurrectos.
Presionado por el Estado mayor, ante la sublevación de todos los regimientos de la guarnición de
Petrogrado, el zar Nicolás II abdicó el 2 de marzo, y su hermano, el duque Miguel Aleksándrovich,
rechazó la corona al día siguiente.
Se erigió un Gobierno Provisional, compuesto por coaliciones de políticos liberales y socialistas
moderados, a lo largo de cinco distintos gabinetes que fracasaron en su intento de contener la
desastrosa situación del pueblo ruso y continuar con los esfuerzos de guerra al mismo tiempo. Su
cometido era gobernar hasta la elección democrática de una Asamblea Constituyente Panrusa a
finales de 1917.
Ante la demora en la aplicación de las reformas que el pueblo ruso exigía, el ala más radical de los
revolucionarios, el Partido Bolchevique, ganó partidarios a ritmo acelerado hacia el otoño de 1917,
sentando las bases para la Revolución de Octubre.
La Revolución de Octubre
El plan ideado por los bolcheviques fue tomar el poder del país durante el II Congreso de los
Sóviets, catalogando cualquier intento en su contra de un acto contrarrevolucionario.
Se instauró el Comité Militar Revolucionario de Petrogrado (CMR), controlado por los
bolcheviques, otorgándoles todo el control de la fuerza y arrinconando así en poco tiempo al
Gobierno provisional, al cual le fue arrebatado formalmente el poder en pocas semanas. Sin
embargo, los enfrentamientos continuaron a lo largo de Rusia en diversas etapas.
Con el poder bajo el mando de los bolcheviques, se llevaron a cabo las votaciones de la Asamblea
Constituyente Panrusa, en la que los Socialistas Revolucionarios resultaron vencedores por un
amplio margen (380 escaños), seguidos por los Bolcheviques (168 escaños) y luego el resto de los
partidos.
Renuentes a entregar el poder a la Asamblea Constituyente, que Lenin consideraba menos
democrática que los sóviets, los Bolcheviques iniciaron una campaña alegando que la suya era
“una democracia superior” y a través de una serie de enfrentamientos encendieron la mecha de la
Guerra Civil venidera. Así se disolvió en enero de 1918 la Asamblea Constituyente legítimamente
electa y se expulsó los sóviets a los partidos socialistas la primavera siguiente.
Características de la Revolución Rusa
La Revolución Rusa sacudió los cimientos del mundo europeo y occidental, porque depuso en
muy poco tiempo una monarquía de larga data y transformó el Estado de forma violenta y
significativa en un lapso de apenas un año. Hay quienes comparan esta revolución con la ocurrida
en Francia en 1789, dado el profundo impacto que tuvo en las potencias del momento.
No en balde el propio Adolf Hitler, en sus momentos más desesperados de la Segunda Guerra
Mundial, abrigó hasta el final la esperanza de que las demás potencias occidentales se pusieran de
su lado, al percatarse de que el III Reich era la única fuerza capaz de detener el avance del
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La caída de la monarquía zarista y el inicio de la historia comunista de Rusia, que duraría hasta la
caída de la URSS en 1991.
El inicio de la Guerra Civil Rusa, que enfrentó por el mando del Estado al bando bolchevique
(rojo) contra el movimiento antibolchevique (blanco) entre 1918 y 1921, con victoria del bando
rojo.
Se produjeron cambios culturales significativos en Rusia, sobre todo en lo que respecta al rol de la
familia tradicional burguesa, permitiéndose el aborto legal, el divorcio y la despenalización de la
homosexualidad (aunque volvió a prohibirse en 1934). Esto también se tradujo en mejorías
sociales para las mujeres. También se aprobó el triple principio de la laicidad, gratuidad y
obligatoriedad de la educación formal.
Transformación de las viejas estructuras feudales heredadas de la Rusia zarista, lo cual condujo a
un lento proceso de modernización que, inicialmente, sometió a poblaciones enteras a la
hambruna, resultando en millones de muertes, especialmente en los años de 1932-1933, cuando se
produjo el Holodomor ucraniano.
Surgimiento del estado policial leninista, que inspiraría a la venidera Unión Soviética.
Personajes importantes de la Revolución Rusa
Lenin contribuyó al pensamiento marxista y fue uno de los más grandes revolucionarios.
Los personajes más significativos de este período histórico fueron:
Inicialmente el conflicto enfrentó a las tropas leales al gobierno de Porfirio Díaz contra la
insurrección encabezada por Francisco Madero. Esta última vencería en 1910, mediante el llamado
Plan de San Luis, avanzando desde San Antonio (Texas). Sin embargo, cuando en 1911 el propio
Madero fue electo presidente, comenzaron sus discrepancias con otros líderes revolucionarios
como Pascual Orozco y Emiliano Zapata, quienes se alzaron en su contra de sus antiguos aliados.
Un conjunto de militares, conocidos como la “Decena Trágica” y encabezados por Félix Díaz,
Bernardo Reyes y Victoriano Huerta, aprovechó el momento para dar un golpe de Estado, asesinar
al presidente y al vicepresidente, y colocar a Huerta en el poder. Esto a su vez desató el alzamiento
de otros líderes revolucionarios como Venustiano Carranza o Francisco “Pancho” Villa, quienes
combatieron al gobierno de Huerta hasta 1912, cuando, lejos de alcanzar la paz, se desató una serie
de conflictos armados entre las diversas facciones revolucionarias.
Reforma agraria. De los cambios más significativos de la época, permitió a los campesinos
poseer las tierras que trabajaban. Aun así, su calidad de vida no mejoró demasiado y muchos
preferían el trabajo maltratador en las plantaciones, donde eran mejor retribuidos.
Empuje artístico. Muchos autores y artistas mexicanos documentaron en sus obras lo que pasó
entre 1910 y 1917, y todo ese esfuerzo rendiría frutos en la cultura mexicana posteriormente.
Autores como Mariano Azuela (con su novela Los de abajo, de 1916), José Vasconcelos, Rafael
M. Muñoz, José Rubén Romero, Martín Luis Guzmán y otros más iniciarían la “Novela
revolucionaria”. Algo similar ocurrió con el cine, las artes plásticas y la fotografía.
Personajes de la Revolución Mexicana
Francisco “Pancho” Villa. Líder revolucionario de las filas del norte, apodado el “Centauro del
Norte”, considerado un héroe social en muchos corridos populares de la época, ya que robaba
trenes y hacendados para dar a los más pobres.
Francisco Madero. Uno de los responsables del inicio de la Revolución, fue un empresario y
político mexicano que luchó arduamente contra el porfirato y, cuando llegó a ser presidente, fue
derrocado a su vez por los revolucionarios.
Emiliano Zapata. Al mando del Ejército Liberador del Sur, fue uno de los personajes militares
más importantes de la Revolución Mexicana, símbolo de la resistencia campesina, conocido como
el “Caudillo del Sur”.
Venustiano Carranza. Político, militar y empresario mexicano, fue el Primer jefe del Ejército
Constitucionalista tras el asesinato de Madero. Ocupó el poder en dos oportunidades: 1914 y 1917.
La Primera Guerra Mundial (1914-1918), conocida en su momento como la “Gran Guerra” o simplemente
la Guerra Mundial (pues se ignoraba que luego habría una segunda), fue uno de los eventos bélicos
internacionales más destructivos y de mayor impacto geopolítico en la humanidad del siglo XX. Se estima
que más de 70 millones de militares se movilizaron para el conflicto, provenientes de una veintena de países
diferentes. Su impacto humano y político fue superado únicamente por la Segunda Guerra Mundial (1939-
1945).
Esta “Gran Guerra” comenzó en Europa el 28 de julio de 1914, se extendió a lo largo de cuatro largos y
sangrientos años, durante los cuales se enfrentaron a muerte las fuerzas de la Triple Entente y las llamadas
Potencias Centrales.
El primer bando inicialmente reunía a Francia, el Imperio británico y el Imperio ruso. Más tarde se les
sumaron Portugal, los Estados Unidos, Bélgica, el Imperio japonés, la República de China y los entonces
reinos de Italia, Grecia, Rumanía, Serbia y Montenegro.
Por su parte, las Potencias Centrales eran el Imperio austrohúngaro, el Imperio alemán, el Imperio otomano
y el Reino de Bulgaria, junto con sus aliados estratégicos en África y Asia. La magnitud del conflicto fue
tal, que el balance del poder político y económico del mundo cambió de manera radical luego de sus cuatro
años de duración, y además costó la vida de millones de personas de diferentes nacionalidades. A
continuación, explicaremos las causas que desataron el conflicto y las consecuencias abrumadoras que trajo
consigo.
A lo largo del siglo XIX, Europa cimentó su dominio económico, tecnológico y militar sobre el mundo
entero, estableciéndose como una gran potencia colonial en África y Asia. Sin embargo, el reparto de los
beneficios no fue nunca equitativo: países como Francia y Gran Bretaña controlaban industrialmente al
continente, mientras que Italia y Alemania, naciones que habían tardado más en formarse, veían frustradas
sus ambiciones.
Esto condujo a un escenario de antagonismo entre las potencias coloniales y a la formación de alianzas y
grupos políticos rivales, en franca competencia económica, política y militar. Muchos de ellos, además, eran
fruto de guerras pasadas en el siglo XIX, como la eterna rivalidad entre Francia y Alemania.
La idea de un país como un Estado-nación con una cultura propia, una identidad propia y un proyecto
político propio surgió a comienzos del siglo XVII, pero ya a finales del XIX había cobrado importancia en
el ordenamiento de Europa. Ello dio origen a nuevas tensiones de tipo étnico, especialmente en la Europa
del Este.
Por ejemplo, en Bosnia y Herzegovina, antiguos territorios otomanos reclamados por el Imperio
austrohúngaro existían proyectos de Estados eslavos autónomos o de anexión al Reino de Serbia, protegido
del Imperio ruso. A comienzos de 1914 ya la región había vivido dos guerras locales y se la conocía como
“el polvorín de Europa”, pues en cualquier momento podía encenderse y volver a estallar.
Europa era, a comienzos del siglo XX, el centro industrial del planeta, pero empezaban a surgir
competidores importantes como Estados Unidos y Japón. La influencia de estas potencias insurgentes
ejerció más presión aún sobre las tirantes relaciones entre los poderes europeos tradicionales.
La Gran Guerra se produjo porque muchas naciones se vieron involucradas y/o arrastradas al conflicto. Esto
sucedió debido a los tratados de alianza y asistencia mutua existentes entre los integrantes de ambos bandos,
algunos de los cuales provenían del siglo pasado.
El detonante de la guerra fue el asesinato de este joven noble, heredero al trono austrohúngaro, en la ciudad
de Sarajevo, en Bosnia-Herzegovina. Su asesino fue el extremista político Gavrilo Príncipe, perteneciente a
la organización ultranacionalista serbia Mano Negra.
Un mes después de cometido el asesinato, el emperador austrohúngaro declaró la guerra al Reino de Serbia,
que, al ser protegido del Imperio ruso, arrastró a la alianza ruso-francesa al conflicto, y con ella también a
los británicos, mientras que Alemania se aliaba al Imperio Austrohúngaro. Este fue realmente el detonante
de la Primera Guerra Mundial, más que una causa.
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Se estima que entre 7 y 8,5 millones de soldados y entre 10 y 13 millones de civiles murieron durante los
cuatro años que duró la Gran Guerra. Esto representaba el 1% de la población mundial de la época, y fue
consecuencia tanto de la violencia, como de las hambrunas y enfermedades que trajo consigo la guerra, o al
uso de gas mostaza y otros agentes tóxicos nerviosos por primera vez en un contexto de guerra.
Debido al intenso movimiento de tropas de un rincón del mundo al siguiente y de regreso, además de las
condiciones insalubres del conflicto, un nuevo tipo de infección respiratoria, conocida como la “gripe
española” se convirtió en una pandemia a inicios de 1918. Este nuevo virus de la gripe tipo A se cobró la
vida de entre 20 y 40 millones de personas aproximadamente, hasta que terminó la pandemia en abril de
1920.
Con el fin de la guerra y el colapso de antiguas potencias, nuevas naciones aparecieron en el mapa, a
medida que los aliados reestructuraban el territorio de las naciones derrotadas. Así surgieron
Checoslovaquia, Hungría, Estonia, Finlandia, Letonia, Lituania, Polonia y Yugoslavia. Y además de ceder
parte de sus territorios, las naciones derrotadas perdieron también sus colonias africanas y asiáticas.
Con ese nombre se conoció el pacto firmado en Francia en el que se impuso a Alemania un conjunto muy
severo de sanciones, deudas y prohibiciones que la sumieron en la miseria. Este tratado y las condiciones
deplorables de vida que le siguieron fueron fundamentales para la narrativa del nazismo, que una década
después comenzó a hacerse sentir en Alemania.
Sin embargo, gracias a este tratado surgió también en 1920, la Liga de las Naciones, organismo precursor de
la Organización de las Naciones Unidas, cuya tarea era solucionar pacíficamente las tensiones
internacionales y evitar que la Gran Guerra se repitiera a futuro.
El triunfo de la Revolución de Octubre en Rusia en 1917 significó la irrupción del comunismo como una
fuerza política de importancia en el panorama europeo y mundial. En consecuencia, inspiró a numerosos
partidos de izquierda revolucionaria y se convirtió en el rival ideológico contra el cual se levantó después el
fascismo en la década de 1930.
El Canapé Republicano
(1910-1921)
Hastiados con los partidos tradicionales, un grupo de jóvenes liberales y conservadores, tutelados por el
expresidente Guillermo Quintero Calderón y por el patricio Nicolás Esguerra, y capitaneados por Carlos E.
Restrepo y Enrique Olaya Herrera, fundaron la Unión Republicana, que llegó al poder en 1910 y se
convirtió en el Partido Republicano, un partido con buenas cabezas pensantes, pero sin votos, lo cual
originó la frase, atribuida a Jorge Eliécer Gaitán, de que el partido republicano no tenía problemas para
reunirse, pues cabía entero en un canapé.
Personajes del año:
1910: Carlos E. Restrepo
1911: Rufino José Cuervo
1912: Rafael Uribe Uribe
Días de Cine
(1901-2000)
Colombia fue uno de los primeros países en conocer el cine, que llegó a Cartagena y a Bogotá en 1897 por
iniciativa de don Ernesto Viecco. La guerra de los Mil días obligó a suspender la traída de películas, pero en
1903 Bogotá estrenó dos salas de cine, y en 1906 se filmó la primera película nacional, un corto de diez
minutos sobre un paseo del presidente Reyes al Salto de Tequendama. Desde entonces, hasta el Oso de
Berlín ganado por la actriz colombiana Catalina Sandino, la historia es larga.
Personajes del año:
1913: Gonzalo Mejía
1914: José Vicente Concha
1915: Clímaco Soto Borda
La prensa escrita
(1901-2000)
Con El Nuevo Tiempo, dirigido por Carlos Arturo Torres y José Camacho Carrizosa, que aparece en mayo
de 1902, algunos meses antes de terminar la guerra, se inicia en Colombia la era del periodismo moderno y
de la estabilidad en la publicación de periódicos y revistas. El siglo XX se explica en muy buena parte por
su prensa, en sus virtudes y en sus defectos. El ejercicio del periodismo en Colombia durante la centuria
pasada nos permite un registro apasionante.
Personajes del año:
1916: Humberto Gómez
1917: Guillermo Valencia
1918: Marco Fidel Suárez
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Días de Fútbol
(1902-2000)
El coronel Estadounidense Henry R. Lemly, que prestaba una asesoría al ejército colombiano, introdujo en
1892 el juego del fútbol en Colombia y realizó un partido, con asistencia del presidente Miguel Antonio
Caro, en un ground improvisado en la Escuela Militar. Sin embargo, el novedoso juego no prendió en esos
días, por la agitación política que sacudía al país. A su regreso de Inglaterra, después de la guerra de los mil
días, en 1903, los hermanos Obregón Arjona armaron en Bogotá un campeonato de fútbol, y a partir de esa
fecha no ha dejado de corearse el grito de “gol” en todas las ciudades de Colombia.
Personajes del año:
1928: Jorge Eliécer Gaitán
1929: Ricardo Rendón
1930: Enrique Olaya Herrera
La gripa del 18
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(1918)
Como corolario de la gran guerra (1914-1918) el mundo fue sacudido por una grita que adquirió caracteres
de peste y que aniquiló a más de cinco millones de personas en menos de seis meses. Colombia no escapó a
la infección y sólo en Bogotá hubo seis mil muertos y más de diez mil en todo el país. Cómo se enfrentó la
emergencia en nuestro país.
Personajes del año:
1931: Esteban Jaramillo
1932: Alfredo Vásquez Cobo
1933: José María Vargas Vila
La crisis de postguerra
(1918-1922)
Colombia vivió momentos muy difíciles después de la guerra mundial, debido a las crisis económicas que
dejó planteadas el inmenso conflicto bélico universal. Le toco a la administración Suárez enfrentar graves
crisis financiera y política, que lo obligaron a renunciar en 1921. Su sucesor Jorge Holguín logró contener a
medias el desastre, que al fin reventaría en la quiebra del Banco López.
1912-2000)
Gonzalo Mejía fue el promotor en 1912 de los viajes en Hidroavión de Barranquilla a Bogotá por el río
Magdalena. En 1919 se fundó la Scadta, empresa colombo alemana de aviación, que a raíz de la segunda
guerra mundial se desprendió del capital alemán y tomó el nombre de Aerovías Nacionales de Colombia,
Avianca, cuyo auge y decadencia están en el eje de la historia de nuestra aviación civil, llena de episodios
de sumo interés.
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La República Liberal
(1930-1946)
La generación del Centenario, compuesta en su mayoría de liberales, asumió el poder en 1930 con Enrique
Olaya Herrera. Durante diez y seis años de hegemonía liberal el país se puso a tono con el siglo XX, se
efectuó la revolución en marcha, se extendieron los ferrocarriles por todo el país, las obras públicas
cambiaron la faz de Colombia, se extendió en más de un setenta p0r ciento la cobertura de la educación y
las comunicaciones hicieron avances impresionantes. La República Liberal fue la era dorada del siglo XX
colombiano.
Personajes del año:
1961: Adolfo Pedernera
1962: Guillermo León valencia
1963: Aurelio Arturo
La Revolución en marcha
(1934-1938)
La máxima expresión social de las ideas liberales se dio en el primer Gobierno de Alfonso López, cuyas
reformas a la constitución introdujeron planteamientos que buena parte de la dirigencia calificó de
atentatorios contra la propiedad privada, y que el propio Gobierno bautizó como “La Revolución en
Marcha”.
Personajes del año:
1967: Gabriel García Márquez
1968: Pablo VI
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Marquetalia guerrillas de tipo campesino y revolucionario, que se formaron con el nombre de Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc. Un año después se creó el Ejército de Liberación Nacional,
Eln, y en el resto del siglo aparecieron y desaparecieron distintos grupos guerrilleros; pero las Farc y el Eln
se han mantenido por cerca de cuarenta años.
Personajes del año:
1987: Jaime Pardo Leal
1988: Carlos Mauro Hoyos, Andrés Pastrana
El Frente Nacional
(1957-1974)
El Gobierno de Gustavo Rojas Pinilla, que había despertado tanto entusiasmo y tantas esperanzas, derivó
hacia una dictablanda militar, contra la cual se formó un frente de oposición de liberales y conservadores
que se conoció como Frente Nacional. Al caer Rojas Pinilla en 1957, se convocó a un plebiscito
reformatorio de la constitución, por el cual, con una votación mayoritaria cercana a los cuatro millones de
votos, se pactaron doce años de gobiernos alternativos y paritarios, que después se prorrogaron a diez y seis.
Si bien el Frente Nacional sirvió para aplacar el sectarismo partidario, también aniquiló a los partidos
tradicionales.
Personajes del año:
1989: Luis Carlos Galán
1990: César Gaviria
El Desarrollo urbano
(1901-2000)
Las ciudades colombianas crecieron, en las primeras décadas del siglo, al ritmo del progreso, sin un
concepto claro de desarrollo o de planeación urbana. Estos no se introdujeron hasta 1937, en que el
urbanista Karl Brunner presentó el plan regulador de Bogotá y trazó su desarrollo hasta 1960. Sin embargo,
el concepto de planificación urbana no fue muy canónico en el siglo XX.
Personajes del año:
1991: Álvaro Gómez Hurtado, Horacio Serpa Uribe, Antonio Navarro Wolf
1992: Pablo Escobar
(1980-2000)
Los últimos veinte años fueron dos décadas perdidas para los países en vías de desarrollo. El fin de siglo
representó para Colombia numerosos traumatismos económicos, sociales y políticos en los que son axiales
la confrontación con el narcotráfico, el conflicto con la subversión, y la guerra sin cuartel entre los
paramilitares o autodefensas y la guerrilla subversiva, y la horrible secuela de todos ellos: el secuestro.
Miles de Colombianos han sido víctimas de una guerra que no entienden y en la cual no participan.
del sector externo, y las finanzas gubernamentales, esto trajo consigo lo que se ha denominado como “la
prosperidad al debe”. La mejoría del sector externo se evidenció en el aumento del valor total de las
exportaciones, que comenzaron a ampliarse desde 1905. Esta expansión de las exportaciones se presenta
fundamentalmente por el alza de los precios internacionales del café, que hacia 1922 estaban en 15,4
centavos de dólar por libra y se incrementan en 1928 a 26,3. De igual forma, se presentó un incremento del
51% de la cantidad de café exportado y del 70% del total de las exportaciones. Es así como Colombia
consolida su lugar en el mercado mundial del café pasando de 3.5% de producción mundial en 1915 a 8%
en 1925 hasta llegar al 11.3% en 1930.
Tema 9. Estados Unidos y su papel intervencionista en América Latina y el Caribe a principios del
siglo XX
El intervencionismo norteamericano en Latinoamérica comenzó con la doctrina Monroe, que no iba dirigida
a la misma, ni siquiera a Hispanoamérica, y que tampoco defendía una postura agresiva hacia ella; ni
tampoco fue de inspiración norteamericana, sino británica
Durante la primera mitad del siglo XX, el desarrollo de los países latinoamericanos estuvo fuertemente
marcado por la presencia y el fortalecimiento de los Estados Unidos de América como un imperio
capitalista, pues en estos años ejerció una hegemonía sin precedentes sobre el continente americano,
Geopolíticamente, el siglo XIX, Estados Unidos y Latinoamérica han acompañado desde los inicios de su
independencia a las naciones de Latinoamérica, al principio como un ejemplo para lograr su propia libertad
21
Tema 10. Las relaciones de Colombia con Estados Unidos hasta década de los años 30
Las relaciones entre Colombia y Estados Unidos han evolucionado de la mutua cordialidad durante el
siglo xix y principios del siglo xx hacía una reciente alianza que vincula a los gobiernos de ambas
naciones alrededor de varios asuntos claves, entre los que se incluye la guerra contra las drogas y la
amenaza del terrorismo, desde los Atentados del 11 de septiembre de 2001. Durante la segunda mitad
del siglo xx, diferentes administraciones de Estados Unidos se han involucrado en los asuntos internos
de Colombia a través del diseño y la implementación de políticas relacionadas con esos asuntos.
Algunos críticos de las políticas de Estados Unidos hacía Colombia, tales como el profesor de derecho
John Barry, consideran que la influencia de Estados Unidos ha catalizado los conflictos internos y, de
manera sustancial expandido el alcance y la naturaleza de los abusos de derechos humanos en
Colombia.1 Aquellos que en contra de este análisis, como el Sub-Secretario de Estado Marc Grossman,
creen que los Estados Unidos han promovido el respeto por los derechos humanos y el mandato de la
ley en Colombia, además de la lucha contra las drogas y el terrorismo. En el año 2008, el presidente
George W. Bush afirmaría ser amigo del presidente colombiano de ese entonces y mostró su orgullo por
las relaciones de Estados Unidos con Colombia.23 Colombia es actualmente el aliado más importante
de los Estados Unidos en América Latina.
siglo xix
Aunque Colombia y los Estados Unidos tenían relaciones cordiales y amistosas durante el siglo xix, los
estadounidenses intervinieron militarmente en Colombia. Más concretamente en Panamá que en ese
entonces era territorio colombiano, por un acuerdo entre ambos estados conocido como Tratado
Mallarino-Bidlack.4
Con dicho tratado se inició formalmente las ‘relaciones económicas, sociales y políticas’ de los Estados
Unidos de América con la República de Colombia y Panamá, trayendo como consecuencia un retardo
en la separación del istmo de la Nueva Granada al impedir movimientos de emancipación durante la
segunda mitad del siglo xix.4
Posteriormente, para septiembre de 1857, se dio el Tratado Herrán Cass, mediante el cual la Nueva
Granada aceptó la culpabilidad de los hechos sucedidos en abril de 1856, y se comprometió a pagar
indemnizaciones por los hechos ocurridos. El total a pagar de Nueva Granada fue de 412 394 dólares
como compensación económica a los Estados Unidos. No obstante, luego de cumplirse las exigencias
antes citadas, los daños ocasionados a los panameños quedaron en el olvido
Después del fracaso por parte de la compañía francesa del Ingeniero Ferdinand de Lesseps en 1902, los
Estados Unidos entran a negociar con Colombia, y finalmente se firma en Washington el Tratado
Herrán-Hay, donde Colombia otorgaba unos derechos que el Senado del país andino declaró
22
Las relaciones fueron tensas durante las dos primeras décadas del siglo xx como resultado de la
intervención del presidente Theodore Roosevelt en la Separación de Panamá. A pesar de la tensión
diplomática, las relaciones económicas con los Estados Unidos son de gran importancia para Colombia,
incluso en los comienzos del siglo xx, los Estados Unidos fueron el principal mercado para principales
productos de exportación y fuente de ingresos: El café y banano.
A principios de 1920 el presidente colombiano Marco Fidel Suárez (en el cargo desde 1918 hasta 1921)
abogó por una doctrina llamada Respice Polum (Mirar Al Polo o Mirar al Norte), que vincula el destino
de Colombia a la "North Star" (Estrella del Norte), los Estados Unidos, a través de la geografía, el
comercio y la democracia. En Colombia poderosos exportadores de café son particularmente
aficionados a la doctrina. Enrique Olaya Herrera, el primer presidente de los Liberales del siglo (en el
cargo desde 1930 hasta 1934) reafirmó la doctrina Estrella del Norte, pero Colombia no adopta
plenamente hasta que la nación recibió con entusiasmo al presidente de los Estados Unidos Franklin D.
Roosevelt con su política del Buen Vecino.
Un acuerdo de Estados Unidos para proporcionar una misión de entrenamiento militar y en 1940
acuerdo comercial bilateral fortalecieron antes de la Segunda Guerra Mundial las relaciones entre
Bogotá y Washington. La posición de Colombia como un estrecho aliado de Estados Unidos se hizo
evidente durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque Bogotá tuvo compromiso con la causa aliada no
dispuso el envío de tropas, Colombia y su estratégica posición en el Caribe y su cercanía al Canal de
Panamá y su favorable posición con respecto de los Estados Unidos en la región eran útiles a las
naciones aliadas.
Colombia se convirtió en uno de los mayores receptores de ayuda de los Estados Unidos en América
Latina en la década de 1960 y principios del decenio de 1970. Gran parte de la ayuda de los Estados
Unidos fue diseñado para permitir a Colombia la facilidad de su balanza externa de pagos problemas
internos al tiempo que aumenta su desarrollo económico mediante la industrialización, así como las
reformas agraria y social. Sin embargo, Colombia no ha aplicado estas importantes reformas. En la
década de 1960 y principios del decenio de 1970, muchos colombianos se han convertido en los
encargados de formular políticas desencantados con la Alianza para el Progreso, un programa concebido
durante la administración del presidente John F. Kennedy, que instó a los Estados Unidos una amplia
asistencia financiera a América Latina, así como de América Latina para apoyar las medidas de cambio
social, como la reforma agraria de Estados Unidos y con la asistencia económica en general. Muchos
consideraron que la dependencia económica de Colombia con los Estados Unidos no había hecho sino
aumentar. Para 1975, sin embargo, en Estados Unidos se compra sólo el 28 por ciento de las
exportaciones de Colombia, en comparación con 40 a 65 por ciento durante el decenio de 1960. En
1985 los Estados Unidos representaron el 33 por ciento de las exportaciones colombianas y el 35 por
ciento de las importaciones colombianas.
Aunque Colombia ha votado bastante consecuente con los Estados Unidos en los foros internacionales
de seguridad, tales como la Asamblea General de la ONU y del Consejo de Seguridad, su voluntad de
seguir el ejemplo de los Estados Unidos en el sistema interamericano se ha convertido en menos
pronunciado a mediados de la década de 1970. En 1975 el presidente López Michelsen reanudó las
23
relaciones diplomáticas con Cuba. Asimismo, se negó además a la asistencia económica de EE. UU. a
Colombia y terminó la financiación de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo
Internacional, quejándose de que su nación se encontraba en dependencia económica resultante de la
ayuda extranjera. Otros indicadores de Alfonso López Michelsen independientemente de la posición
incluían su negativa a condenar la intervención de Cuba en la guerra civil de Angola, su disposición a
reconocer el nuevo gobierno marxista de Angola, y su apoyo a Panamá en su deseo de negociar un
nuevo tratado del canal con los Estados Unidos.
Durante la primera mitad de su administración, el presidente Julio César Turbay, continuó la política de
no alineación. Siguió la política exterior de independencia en 1979 cuando su ministro de Relaciones
Exteriores junto con los cancilleres de otros países andinos reconoció la guerrilla sandinista en
Nicaragua como una fuerza beligerante.
Década de 1980
El gobierno de Turbay se retiró de su política de no alineados sin embargo preocupado por la dirección
ideológica del gobierno sandinista de Nicaragua, con reivindicaciones territoriales de las islas del Caribe
y el apoyo de Cuba hacía el M-19 en principios de 1981, Turbay restableció relaciones estrechas con los
Estados Unidos. Se convirtió en un ferviente anticomunista, en el más destacado líder de América
Latina en este sentido, afirmando la tesis del presidente de Estados Unidos Ronald Reagan, de que Cuba
y Nicaragua fueron las principales fuentes de la subversión y el malestar interno en América Latina.
Bogotá suspendió las relaciones diplomáticas con La Habana después de que el gobierno de Fidel
Castro admitió que había apoyado las actividades de la guerrilla del M-19. El gobierno Turbay condenó
el movimiento rebelde en El Salvador, criticó fuertemente la declaración conjunta de Francia y México
en 1981, la que pedía una solución negociada de la insurgencia salvadoreña, y apoya enérgicamente el
gobierno provisional en El Salvador, encabezada por José Napoleón Duarte en 1981 y 1982.
Durante 1982, la Guerra de las Malvinas en el Atlántico Sur entre Argentina y Gran Bretaña en las Islas
Malvinas, el gobierno Turbay, junto con Estados Unidos, se abstuvieron en la votación clave de la OEA
al invocar el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR). Después de la guerra, Colombia
sigue siendo uno de los pocos países de América Latina que siguen dispuestos a participar con Estados
Unidos en las maniobras navales conjuntas en el Caribe. Colombia también envió tropas al Sinaí en
1982 como parte de la Fuerza Multinacional de Paz y Observadores exigida por el Tratado de Paz de
1979 entre Egipto e Israel.
Turbay continuando con las buenas relaciones con Washington y contribuyó a la solución de un viejo
problema territorial entre los dos países: la situación de los cayos en el Caribe, Roncador y Quita Sueño.
Firmado el 8 de septiembre de 1972, los Estados Unidos renunció a todas las reclamaciones de los
cayos y bancos El Banco de Quitasueño, Cayos de Roncador, Serrana sin perjuicio de las reclamaciones
de terceros. El Senado de los Estados Unidos, sin embargo, no ratifico el tratado hasta 1981. Entre
tanto, el nuevo gobierno sandinista revivió la reivindicación de larga data de Nicaragua en diciembre de
1979 sobre los arrecifes, así como la del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina
situado a unos 640 kilómetros al noroeste de Colombia en el Mar Caribe. Haciendo hincapié en sus
reclama de la soberanía sobre la Isla de San Andrés, Colombia inició la creación de una presencia naval
en la isla, que incluye arsenal de misiles Exocet.
de Turbay de estar contra la posición argentina en la Guerra del Atlántico Sur y abogó por una mayor
solidaridad entre América Latina y el Tercer Mundo. Colombia en 1983, con el patrocinio de Cuba y
Panamá se unió al Movimiento de Países No Alineados.
Betancourt también pidió que se pusiera fin a todas las intervenciones extranjeras en América Central a
fin de evitar que la región se convierta en una zona de conflicto entre Oriente y Occidente. Al mismo
tiempo, fue crítico de lo que él considera como los intentos de Estados Unidos de aislar a Cuba y
Nicaragua a partir de los esfuerzos de paz en la región, su creciente "proteccionismo" de las políticas
comerciales, su falta de voluntad para aumentar sus contribuciones al Fondo Monetario Internacional
(FMI) Y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y su negativa a hacer más para reducir la
demanda en América del Norte de drogas. Colombia enfrenta a problemas financieros, no obstante, en
1985 Betancourt había abandonado su retórica nacionalista de la deuda y los problemas de la droga,
adoptado estrictas medidas de austeridad para hacer frente a su crisis financiera del gobierno, y una
cooperación más estrecha con los Estados Unidos en el tráfico antidrogas de campaña. Como resultado,
los Estados Unidos apoyaron a Colombia para la renegociación de la deuda con el FMI y el Banco
Mundial.
quedaron en bancarrota.
3. La sobreproducción y el exceso de oferta
Por extraño que parezca, en el sistema capitalista se generan crisis económicas por la abundancia de
productos en el mercado. Si los clientes no compran todo lo que se produce, los vendedores tienen que
bajar los precios. Cuando esto ocurre, el balance de las empresas puede caer en pérdidas. Entonces no
invierten para expandir sus negocios y despiden trabajadores. El desempleo hace que la gente no tenga
dinero y no compre productos. Así, el ciclo se repite y la crisis empeora.
Esto pasó primero con la agricultura y luego con la industria durante la depresión. Los granjeros
americanos incrementaron la producción en tiempos de la Primera Guerra Mundial. Cuando esta acabó,
producían más de lo que podían vender, ya que Europa dejó de importar tantas cosechas. La producción
industrial tampoco encontró el número de consumidores que necesitaba, lo que los llevó a vender a
pérdida.
4. Los errores de la Reserva Federal de Estados Unidos
La Reserva Federal subió las tasas de interés. Eso aumentó el valor de las deudas e hizo más difícil dar
o recibir préstamos. Además, permitió que los bancos colapsaran y no planificó medidas para
rescatarlos. Docenas de bancos pequeños y regionales quebraron, causando la evaporación de los
ahorros de millones de personas.
5. El establecimiento de aranceles en el comercio internacional
Los aranceles son impuestos que se pagan a los países para poder importar o exportar bienes. El
congreso norteamericano creó nuevos aranceles en 1930 con el fin de que los productos extranjeros
fueran más caros. De ese modo, las personas tendrían motivos para comprar productos nacionales y la
demanda haría que las empresas produjeran más.
Lo que en realidad ocurrió fue que los otros países afectados crearon también aranceles como represalia.
El resultado de estas medidas fue el hundimiento de más del 60 % del comercio internacional entre
1929 y 1934.
6. La sequía en el "tazón polvoriento"
Aunque no fue una causa directa de la depresión, la sequía que azotó a las planicies centrales de
Norteamérica empeoró la situación. Este desastre ambiental arruinó a muchos agricultores y sepultó en
arena pueblos y plantaciones en los estados de Texas, Oklahoma, Colorado, Nebraska y Dakota del Sur.
Los granjeros no pudieron cancelar sus créditos ni pagar impuestos. Muchos perdieron sus propiedades
o las abandonaron para migrar a las ciudades en busca de empleo. Pero en las ciudades ya era difícil
también hallar trabajo.
Maquinaria enterrada por tormentas de arena en una finca de Dakota del Sur (1936).
Resumen histórico de la crisis
Antecedentes (1918-1929)
Después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), Estados Unidos emergió como potencia y
experimentó un extraordinario crecimiento económico. La prosperidad se basó en el aumento de la
productividad industrial y en su expansión del sistema financiero.
Los norteamericanos tuvieron mejores ingresos en una época en la que aparecieron nuevos productos.
Inventos como la radio, el automóvil y los electrodomésticos se hicieron populares. La publicidad se
extendió a través de medios como la radio y el cine, lo que terminó por originar una sociedad de
consumo, donde muchos querían estar a la moda.
Los bancos dieron créditos para que sus clientes pudieran adquirir lo que querían sin tener que pagarlo
de inmediato. Pronto esos créditos se usaron además para comprar acciones en la bolsa. No sólo los
empresarios, también las personas corrientes quisieron obtener ganancias sin trabajar, como lo habían
hecho por años los especuladores.
Las cosas parecían ir muy bien, pero en realidad se había formado una burbuja. Las burbujas financieras
son los aumentos sin irracionales e injustificados de los precios de las acciones. De repente, esa burbuja
estalló.
La depresión en los años 30
Las secuelas del crac del 29 se sintieron pronto. Las personas desconfiaron de los bancos y buscaron
26
sacar su dinero. Entre 1929 y 1933, cientos de bancos quedaron en la quiebra. Los industriales dejaron
de invertir en la producción, ya que las personas no tenían dinero para comprar productos. Aun peor, los
dueños de las fábricas, al tener que producir menos, despidieron a más obreros.
Para el año 1932, el tamaño de la economía en Estados Unidos se había reducido una cuarta parte. La
producción industrial cayó a la mitad. El desempleo en 1933 llegó al 25 % y la producción agrícola
descendió en 70 %, siendo también golpeada por la sequía que afectó los campos de las planicies
centrales en esa nación. Estados Unidos dejó de importar muchos bienes y servicios, perjudicando a los
exportadores extranjeros. La crisis se extendió por el mundo.
Estos hombres esperaban su turno para recibir un plato de comida (1931). En el cartel se lee "sopa, café
y donas gratis para los desempleados".
La depresión y el surgimiento del nazismo en Europa
La gran depresión llegó a Alemania cuando los bancos norteamericanos le cortaron los préstamos. La
industria alemana había dependido del dinero estadounidense para recuperarse y ahora se veía en
aprietos. Aún más, las instituciones estadounidenses comenzaron a demandar el pago de créditos con
adelantos.
Ante la falta de capital, las fábricas germanas se achicaron o incluso desaparecieron. Los trabajadores
despedidos no tuvieron dinero para gastar. Los precios cayeron y la economía se desplomó. La pobreza
y la desesperación agobiaron a las familias, lo que les hizo perder su fe en la democracia y le allanó el
camino a los políticos radicales extremistas para ofrecer soluciones.
En ese ambiente apareció la figura de Adolf Hitler y del partido nazi. Su popularidad los llevó a ser el
partido con mayor representación en el parlamento en 1932, mientras Adolf Hitler fue nombrado
Canciller en 1933. Luego, ese gobierno provocó una crisis política tan profunda en Europa que
desembocó en la Segunda Guerra Mundial.
Vea también El inicio de la Segunda Guerra Mundial.
Consecuencias de la Gran Depresión en el mundo
Cayó la producción industrial en los países desarrollados y se redujo el comercio internacional.
Los países productores de materias primas perdieron ingresos por la baja de precios y la
reducción de sus exportaciones.
Disminuyó la disponibilidad de préstamos a nivel mundial, por lo que muchos países entraron en
crisis de deuda.
Tuvo auge la teoría económica Keynesiana. John M. Keynes afirmó que el Estado debía
intervenir en épocas de crisis para equilibrar la demanda, estimulando el consumo en la población
y la creación de empleos.
El malestar económico en Europa contribuyó con el apogeo de los movimientos políticos
contrarios al capitalismo y al liberalismo. Entonces cobraron fuerza las propuestas fascistas y
comunistas en los años que precedieron a la Segunda Guerra Mundial.
Aunque las crisis bancarias y financieras han acompañado casi que de manera constante el desarrollo
de las sociedades modernas desde sus inicios, su ocurrencia no deja de generar sorpresa y
preocupación debido a lo súbito de sus llegadas, los altos costos que traen consigo y las dificultades
para superarlas. Pese a ello, la literatura moderna no encuentra explicaciones satisfactorias para sus
causas, mecanismos de transmisión y alternativas de política. Durante el período 1997-1999 la
economía colombiana experimentó una de las crisis económicas más agudas de su historia que
involucró, no solo una fuerte desaceleración del producto (-4.2% en 1999) y el consecuente aumento
en la tasa de desempleo (22% en 1999) sino además una crisis bancaria de proporciones importantes
y el colapso del régimen de banda cambiaria existente en aquel entonces. La ocurrencia conjunta y
severidad de estos hechos, ha convertido esta crisis en una de las cuestiones de mayor análisis entre
los expertos nacionales durante los últimos años, tratando de encontrar sus causas, dinámica y
lecciones a futuro. Antes de abordar el período en cuestión, vale la pena señalar algunos aspectos
previos que enmarcaron el surgimiento de la crisis. En primer lugar, se encuentra la gran
transformación que sufrió el sistema financiero nacional debido al drástico cambio en su marco
regulatorio. Entre 1990 y 1992, el gobierno colombiano realizó una serie de reformas buscando su
liberalización con el fin de permitir el mayor acceso de capitales internacionales y mejorar la
eficiencia en la consecución y asignación de recursos crediticios, anteriormente bastante precaria. En
efecto, el país experimentó una recesión a mediados de 1983; otra en 1991; luego una más entre 1996
y 1997; y finalmente, la más profunda en 1999. Las recesiones están espaciadas por períodos de 6 a 7
años. Por lo tanto, es notorio que la última recesión se produce solo un año después de la anterior.
Colombia registró desde finales de los años setenta del siglo anterior y hasta el presente, dos crisis
financieras profundas. Una estalló en 1982, la de los años ochenta, y otra explotó con fuerza en
1998-1999, la de fin de siglo. Entre las causas más comunes de las crisis económicas están: Malas
políticas económicas. La aplicación defectuosa o errada de políticas económicas por parte de los
gobiernos puede encender la mecha de una crisis económica local. Catástrofes naturales, sociales o
políticas. En 1999 Colombia sufrió la peor crisis económica desde que se tienen series de
crecimiento, que vino acompañada de una crisis financiera y causó un cambio profundo en la política
monetaria y cambiaria en el país.
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Se la considera la guerra más dramática de la historia contemporánea, debido a
la cantidad de personas involucradas, las enormes dimensiones territoriales del
conflicto, la cantidad de armamento bélico empleado y las desgarradoras
consecuencias históricas para la humanidad.
Las potencias del eje. Conducidas por la Alemania nazi, la Italia fascista y el
Japón imperial, junto a sus socios de Bulgaria, Hungría, Rumanía, y estados co-
beligerantes como Finlandia, Tailandia, Irán e Irak.
Los países aliados. Integrados por Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos y la
Unión Soviética, así como Polonia, China, Noruega, Dinamarca, Bélgica,
Luxemburgo, Países Bajos, Grecia, Yugoslavia, Canadá, Nueva Zelanda,
Sudáfrica, Australia y, posteriormente, algunos países de participación
minoritaria, pero apoyo diplomático a los aliados.
Otro hecho relevante de estos años fue la construcción del canal de Panamá,
inaugurado en 1914 y administrado hasta 1979 exclusivamente por Estados
Unidos, lo que permitió la navegación entre los océanos Atlántico y Pacífico en
Centroamérica y facilitó el comercio estadounidense.
América Latina en el período de entreguerras
Este tipo de proyecto fue aplicado por los gobiernos de Juscelino Kubitschek en
Brasil (1956-1961), Arturo Frondizi en Argentina (1958-1962) y Marcos Pérez
Jiménez en Venezuela (1952-1958). Sin embargo, la inestabilidad política
(incluidos los golpes de Estado) y la dependencia de los capitales extranjeros o
los precios internacionales de las materias primas (como el petróleo en el caso
de Venezuela) pusieron límites a estos programas económicos.
A partir de finales de los años sesenta, los gobiernos del PRI dieron muestras
crecientes de no poder integrar las aspiraciones de amplios sectores de la
sociedad mexicana. En 1992 el gobierno mexicano firmó el Tratado de Libre
Comercio de América del Norte junto a Canadá y Estados Unidos, que entró en
vigor el 1 de enero de 1994. Ese mismo día se produjo un levantamiento
neozapatista en Chiapas.
A fines de 1994 estalló una crisis económica que implicó una fuerte
devaluación de la moneda y una recesión de la actividad económica. Su impacto
en otros países fue conocido como “efecto tequila”. En las elecciones
presidenciales del año 2000 comenzó un período de alternancia política debido
a la elección del candidato del Partido Acción Nacional, Vicente Fox.
Argentina
El general Juan Domingo Perón y el movimiento peronista influyeron
poderosamente en el escenario político argentino desde el golpe militar dado en
1943 por oficiales de rango medio y su posterior ascenso a la presidencia
mediante las elecciones presidenciales de 1946.
En 1955, Perón fue depuesto y enviado al exilio por un golpe militar. Luego de
una dictadura autodenominada Revolución Libertadora, se sucedieron gobiernos
elegidos democráticamente (como los que presidieron el desarrollista Arturo
Frondizi y el radical Arturo Illia) y dictaduras militares (como la Revolución
Argentina).
Un nuevo golpe militar en marzo de 1976 dio paso a una dictadura que ejerció
una severa represión sobre amplios sectores de la sociedad argentina, lo que
incluyó torturas, asesinatos y la desaparición forzada de personas. Las
dificultades económicas y la derrota argentina en la guerra de Malvinas contra
el Reino Unido (1982) aceleraron el desgaste de la dictadura militar y abrieron
las puertas a la reinstauración de la democracia en 1983.
Chile
Brasil
En Brasil, la personalidad política más influyente del siglo XX fue Getúlio
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Vargas. Tras acceder al poder con un golpe de Estado en 1930, ideó el Estado
Novo (1937-1945), un proyecto dirigista de modernización de la sociedad
brasileña. Retornó como presidente electo entre 1950 y 1954. En plena crisis
política, su muerte por suicidio no borró la profunda huella que dejó en la
política brasileña.
En 1964, un nuevo golpe de Estado instauró una dictadura militar hasta 1985,
cuando la presión popular y los problemas económicos forzaron la caída de la
dictadura y el inicio de la transición democrática.
La Depresión de 1930-31 fue también en parte resultado de la inacción del Estado colombiano,
que se aferraba a la ortodoxia monetaria y fiscal, dejando a las fuerzas libres del mercado hacer
los ajustes necesarios, por severos que estos fueran.
Las políticas anticíclicas llegaron en 1931 cuando el Gobierno de Olaya Herrera estableció el
control de cambios, y se extendieron amplios créditos al Gobierno por parte del Banco de la
República, y al sector privado con la creación del BCH, la Caja Agraria, y la Corporación
Colombiana de Crédito. En el frente externo las reformas arancelarias de 1931 se tornaron
fuertemente proteccionistas, favoreciendo los alimentos, los tejidos de lana, el cemento, y la
cerveza, según Montenegro.
Pese a la severidad de los efectos de la Gran Crisis, el periodo en cuestión estuvo marcado por una
impresionante recuperación industrial. Colombia registró en estos años la tasa de crecimiento
industrial más alta de América Latina y también la más alta de su historia: 8,5 por ciento anual,
según cálculos de Echavarría.
El motor de esta expansión industrial no fue tanto el crecimiento smithiano liderado por la
demanda interna de antaño, sino la sustitución de importaciones: la apropiación de una demanda
antes capturada por productores externos. La pronunciada caída de las importaciones de
maquinaria después del 29 fue resultado del estrangulamiento externo.
Su lenta recuperación, sin llegar a los niveles pico de 1928, se volvió a enfrentar con las
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restricciones impuestas por el inicio de la Segunda Guerra Mundial y, asimismo, se vio agravada
por un deterioro de los términos reales de intercambio.
Lo anterior influyó en los precios relativos haciendo que una buena parte de la inversión y los
recursos fluyeran hacia la producción de bienes industriales que hasta entonces habían sido
obtenidos en gran medida por la vía de las importaciones.
Si bien el crecimiento dentro del sector industrial continuó siendo dominado por los textiles, el
calzado, las bebidas y el tabaco, nuevos sectores de la industria básica intermedia y de los bienes
de capital empezaron a ocupar lugares de importancia. Se destacan los metales de base, minerales
no metálicos, algunos químicos inorgánicos, el petróleo y sus derivados.
Quizás el cambio más importante del periodo haya sido el que este crecimiento industrial acelerado
y sostenido causó en la estructura de la economía colombiana; pasando el sector industrial de
representar el 8,9 por ciento del Producto Interno Bruto en 1929 a casi doblarse en 1945 con el
16,5 por ciento de toda la producción.
La República Liberal
La República Liberal (1930-1946) fue un primer intento de crear instituciones por encima de las
identidades partidarias con poco éxito. Si bien el cambio de gobierno fue aparentemente pacífico,
desde los primeros meses se fue incubando la violencia política que estalló como guerra civil a finales
de los años cuarenta. Esta violencia subterránea generó estallidos importantes en Boyacá, Santander y
Caldas, entre otros lugares, y tuvo como trasfondo la disputa entre liberales y conservadores por los
cargos públicos, unos por mantenerlos y otros por alcanzarlos en lo que sería la consolidación de una
nueva hegemonía, esta vez liberal.
Esta situación reflejó otra de las fallas geológicas del nuestro régimen político: los serios problemas
que han tenido las élites y la sociedad para aceptar el pluralismo y la alternancia de poder.
Algunos ensayistas de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas (CHCV) reconocen que en
la primera mitad del Siglo XX había más partidos que Estado. Ante la dificultad del Estado de ser el
agente principal de la construcción de la nación, los partidos liberal y conservador fueron los
intermediarios entre este y la sociedad, al punto en que se convirtieron en dos subculturas que
organizaban múltiples actividades de la vida cotidiana y que se transmitían de generación en
generación.
Desde estos días se pueden rastrear profundas disputas entre dirigentes y facciones al interior de los
partidos que en distintos momentos se saldrán de las manos y serán claves para comprender tanto el
origen de La Violencia como el desarrollo del conflicto armado contemporáneo.
Los liberales, inspirados en parte en el New Deal de Franklin Delano Roosevelt, que sacó de la
depresión a Estados Unidos, apostaron por reformas modernizantes para lograr una industrialización y
la creación de un mercado interno fuerte, así como un Estado basado en libertades individuales por
encima de los partidos. Pero chocaron con la tendencia conservadora de las élites, incluyendo las
liberales.
En la República Liberal se mantuvieron los estados de excepción y al finalizar sus días se acrecentaron
los episodios represivos contra las huelgas. El más grave ocurrió en 1945 contra Federal, sindicato de
influencia comunista que agrupaba a los trabajadores del río Magdalena. Un dirigente sindical dijo ante
la Comisión de la Verdad que el Gobierno (en ese momento el presidente era Alberto Lleras Camargo
quien estaba en reemplazo de Alfonso López) intentó reprimir la marcha «con el argumento de que no
podía «permitir dos gobiernos: uno en Bogotá y otro en el Río Magdalena. Desde ese momento
comienza en Colombia una verdadera persecución anticomunista».
Tema 18. La violencia de mediados del siglo XX: el crisol de las tensiones
¿Qué razones explican el periodo de violencia en Colombia a mediados del siglo
20?
Se consideran como causas políticas económicas y sociales de la violencia bipartidista
en Colombia: El problema histórico de las tierras: despojo y concentración en pocas
manos, sumada a la falta de una reforma agraria efectiva. La intolerancia política
sectarista entre liberales y conservadores.
¿Cuáles son las 4 etapas de violencia en Colombia?
En esta última sección se presentan las conclusiones generales y se evalúa cada una de
las etapas para profundizar en el panorama más cercano que toma el conflicto armado
colombiano. Cuatro son los conceptos básicos que se desarrollan en este artículo:
conflicto armado, justicia transicional, posconflicto y violencia.
¿Cuáles son las principales causas de la violencia en Colombia?
Las causas que explican la larga duración del conflicto armado en Colombia y su
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extensa espiral de violencia tienen que ver con la exclusión y con un proceso de
consolidación del Estado-nación en el cual no todos los ciudadanos se han percibido
incluidos, a excepción de algunas regiones más privilegiadas por el modelo.
¿Cuál fue el comienzo de la violencia en Colombia?
En el periodo comprendido entre 1946 y 1966, Colombia fue el escenario de un agudo
conflicto interno conocido como “La Violencia”, en el cual se estima que más de
190,000 colombianos perdieron la vida y otros dos millones más fueron desplazados de
sus tierras como resultado de la violencia (Oquist 1980).
El siglo XX colombiano fue un periodo de profundas transformaciones que se dieron
en contextos contradictorios de guerra y paz, de autoritarismo y democracia, y de
proteccionismo y liberalización de los mercados.