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Tema 4. Evaluación Antes
Tema 4. Evaluación Antes
1. Evaluación de necesidades
2. Evaluación del diseño del programa
3. Evaluación de la evaluabilidad del programa
‘’Se podría pensar que el modo en que se lleva a cabo una valoración sigue una secuencia rígida, donde el primer paso es la identificación de un problema o
necesidad social sobre la que se quiere actuar; después se derivan y definen los objetivos que se quieren alcanzar con la actuación y, una vez que están definidos,
se diseña el programa de intervención que se quiere implantar. A continuación se implanta y ejecuta el programa y se procede a su evaluación. La idea
subyacente a esta idea de evaluar está muy ligada con el concepto de evaluación de resultados (cuestión básica que preocupó desde los años 30 a los 70) donde
la pregunta a la que la evaluación debe responder es ¿está el programa alcanzando los objetivos que pretendía lograr?, o de forma más amplia, ¿cuáles son los
resultados obtenidos por este programa? Nos referiremos a este modelo tradicional como modelo lineal o estático de evaluación de programas.
Se trata de una valoración holística y finalista, que atañe únicamente al producto final y que no permite actuar, en virtud de resultados intermedios, sobre el
desarrollo y el proceso de implementación. Es evidente que esta forma de acción es plausible y realista, sin embargo se pierde una gran cantidad de información
intermedia que, además de tener valor en sí misma a la hora de la valoración final, puede modular y mejorar cuestiones que en el planteamiento de los objetivos
del programa no habían quedado suficientemente debatidos y/o mejorar procesos intermedios que no habían sido bien planteados inicialmente y que,
indudablemente, benefician también al objetivo último del programa.’’
Modelo dinámico (o no lineal)
El más efectivo.
‘’Actualmente la visión es más dinámica; así, la evaluación corre pareja a la planificación y a la intervención, convirtiéndose el proceso evaluativo en un estudio
en el que se contempla necesariamente la retroalimentación (feedback) que se produce de forma continuada entre la planificación y la intervención. Nos
referiremos a este modelo de evaluación de programas como modelo no lineal o dinámico.
En esta visión se pone de manifiesto que cada una de las cuestiones principales que componen el programa, planificación e intervención, influyen y son
decisivas en el paso siguiente, de forma que deben ser y son objeto de evaluación en sí mismas, y ello por cuanto, precisamente, el buen planteamiento y
desarrollo de cada una de ellas incide de forma decisiva, tanto en la programación de la siguiente fase como en sus resultados potenciales.‘’
1. EVALUACIÓN DE NECESIDADES
La situación de las necesidades en relación con su identificación por los diferentes interesados
Ejemplo:
2. EVALUACIÓN DEL DISEÑO
- Analizar posibles problemas en el diseño del programa, con el fin de identificar problemas
conceptuales preexistentes.
- Esta evaluación interna del proceso de planificación o diseño de un programa presenta una
finalidad preventiva:
Evitar dificultades posteriores durante la implantación del programa.
Es deseable que en estos momentos, mientras se realiza el diseño del programa, aquellas personas que
están inmersas en él, los diseñadores, lleven a cabo sus valoraciones. Esta evaluación interna del
proceso de planificación o diseño de un programa presenta una finalidad preventiva (en su significado
más etimológico: “venir antes”), en aras a evitar dificultades posteriores durante la implantación del
programa.
3. EVALUACIÓN DE LA EVALUABILIDAD
‘’ APLIQUEMOS LA TEORÍA’’
a. Consultamos en qué consisten los programas de intervención cognitiva que se han realizado
previamente en el centro de día y revisamos cómo han funcionado. Evaluación del diseño
b. Aplicamos una versión simplificada del Listado de Cuestiones Relevantes en Evaluación de
Programas (LCREP). Evaluación de la evaluabilidad
c. Cuando una persona accede al centro, evaluamos su capacidades cognitivas a través de
entrevista y de instrumentos estandarizados, como el Test Barcelona y el Mini-mental. En
función de los resultados, se valora la entrada de cada persona en ese programa. Evaluación
necesidades
d. Revisamos la bibliografía sobre programas de intervención cognitiva en personas con
discapacidad, con el propósito de que nos sirva como guía para diseñar adecuadamente este
programa. Evaluación del diseño