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Visita de Berta y su ratóncito

Entra Berta, una chica dulce, también con su código. Trae un ratóncito blanco en sus
manos. Tomás
la abraza. Berta lo ha traido del laboratorio y le ha puesto el nombre de Tomasito, quiere
salvarlo de
lo que le espera en el laboratorio. Berta lo trata con una ternura exquisita, a la que Tomás
responde
con cierta ironía. Berta dice que odia a la fundación, pero Tomás que debería estar
agradecida,
gracias a ella Berta puede acabar los estudios y Tomás escribir su ansiada novela. Berta
dice que es
lamentable el trato hacia los animales, llevándoles a la muerte. Tomás no está de
acuerdo, se les
trata bien y son felices hasta el final, debería dejar los escrúpulos a un lado. Berta se
niega, seguirá
llamando Tomás al ratón y dice que lo salvará. Tomás propone que llame al ratón Tulio, es
el más
antipático entre sus compañeros. No se creen que Berta, a quien trata como novia, esté
en la
fundación, ni que sea su novia. Tomás dice que no es casualidad. Además tienen el
mismo código, el
72. . Intenta convencer a Berta de que se quede, para que sus amigos la conozcan, que
están al
llegar. Llega olor del baño, Tomás ya ha avisado del problema, es que todo se ha
construido rápido. Y
faltan pabellones que provocan apiñamiento. Berta tiene que irse al suyo, y allí tienen los
mismos
problemas. Tomás le habla de sus amigos: Tulio, grosero y que odia la música, fotógrafo
de calidad,
Max, matemático, Lino, ingeniero y que habla poco. Y el hombre que duerme, que según
Tomás, es
un agricultor. Berta se despide. Tomás le dice que vuelva a la noche. Berta se resiste,
huele mal en la
habitación y además tiene a otro novio.
Tomás y sus compañeros: Asel, Tulio, Max, Lino. Conflicto: la hosquedad de Tulio, la
condescendencia de Tomás. Ambiente tenso. Llamada de Berta. El episodio de los cigar

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