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4.

El problema del desempleo


Otros de los rasgos distintivos del mercado laboral español es su elevada y
persistente tasa de desempleo, que llega a ser más del doble de la de Europa
en etapas recesivas.
La tasa de desempleo española media siempre ha superado a la europea;
aunque en el período 2005-2007 se consiguió acercar posiciones e incluso la
tasa de desempleo masculina fue inferior en España.
La fuerte destrucción de empleo durante la recesión de 2008 volvió a mostrar la
debilidad del mercado de trabajo español. En noviembre de 2013 la tasa de paro
española era del 26,7% frente a un 11.5% en la zona del euro. En 2021, la tasa
de desempleo masculina española todavía está en el 13,5% frente a un 7,6% de
la zona del euro.
En la pandemia se produce un incremento en la tasa de desempleo en España
y, prácticamente inapreciable en el caso de la zona del euro. En España los
efectos sobre el turismo han sido muy intensos y mucha población activa no
había llegado a estar contratada en el sector turístico, por lo que tampoco
llegaron a beneficiarse de los ERTE.
Este nuevo escenario de recesión ha vuelto a situar a la tasa de paro española
casi en el doble de la registrada en la zona del euro. En 2021, el resultado ha
sido muy favorable para la tasa de paro.
En 2021 la región con menos tasa de paro, el País Vasco, presenta un 9,9%
frente al 23,2 % de Canarias. Aunque la dispersión se mantiene, con la pandemia
Canarias ha pasado a ser la comunidad autónoma con mayor tasa de
desempleo, relegando a Andalucía y Extremadura a un segundo puesto.
En los jóvenes se mantiene el 50 % de la tasa de desempleo. La existencia de
una estructura familiar muy instaurada permite que España pueda asumir sin
demasiados problemas aparentes estas tasas de desempleo juveniles
intolerables.
En 2019 la tasa de desempleo todavía estaba en el 30 % cuando en la zona euro
la cifra era la mitad.
En 2012 la tasa de paro de los inmigrantes ascendió al 36 %, 11 pp por encima
de la media nacional.
Sea cual sea el ciclo expansivo de la economía se advierte que cuanto menor es
la cualificación de los trabajadores mayor es la probabilidad de pasar y
permanecer en el desempleo siendo los licenciados. Estos valores son medias
a lo largo de todas las edades y no permiten percibir un hecho que surge cuando
se desagrega por cualificación y edades.
Otro de los rasgos más significativos de la persistencia en el desempleo en
España es el problema del desempleo de larga duración. Esto tiene efectos
sobre la NAIRU.
En 2007 tan solo el 14 % de los desempleados llevaban dos años o más
buscando un empleo; en 2014 esta cifra se elevaba hasta el 35,8 % como
consecuencia de la crisis de los años anteriores.
En 2019 el 27,6% del total de parrados los que llevaban dos o más años en esa
situación. En 2021 no ha cambiado esta cifra. Si la crisis de precios energéticos
y la guerra de Ucrania persiste, el crecimiento de la economía española será
menor y con ello aumentará el peso de los desempleados de larga duración.

TEMA VII – EL SECTOR EXTERIOR Y EL SISTEMA


FINANCIERO
CAPÍTULO II. EL SECTOR EXTERIOR Y LAS RELACIONES CON
LA UNIÓN EUROPEA
4. La balanza básica
Determina si la economía muestra capacidad de financiación o necesidad de
financiación. España, desde 1998 mostró necesidad de financiación creciente
que superó el 8% del PIB en 2007. La Gran Recesión cambió esa tendencia y
actualmente presenta una capacidad de financiación que ronda el 2% del PIB.

4.1 La balanza comercial


Registra las transacciones de mercancías realizadas entre residentes y no
residentes en un período dado, es decir, las exportaciones y las importaciones
de bienes.
El comercio exterior de España se caracteriza por la prevalencia de déficit
comercial. Las cifras de Contabilidad Nacional sobre exportaciones e
importaciones incluyen bienes y servicios, por lo que la demanda externa no
coincide con el saldo comercial.
En 2012 la demanda externa presenta un signo positivo, esto no se daba desde
1997, mientras que persiste el déficit comercial. En 2007 el déficit comercial
sobrepasó el 8% del PIB uno de los más elevados de los países desarrollados.
Por parte de las exportaciones, se da un crecimiento muy lento en términos
absolutos que, unido a la escasa presencia de productos de alta tecnología,
provocó una reducción en su participación porcentual sobre el PIB desde el año
2000 a 2009. Desde entonces las exportaciones de mercancías mostraron un
mayor protagonismo en la tendencia decreciente del déficit, al crecer por encima
del PIB. Esto es consecuencia del esfuerzo de las empresas españolas por
posicionarse en mercados más lejano sy compensar la debilidad de la demanda
tanto interna como de la UE. Hasta 2018 las exportaciones estuvieron
aumentando su cuota en el comercio internacional.
En pandemia, las exportaciones se redujeron con la misma intensidad que el
PIB, ya que el peso relativo se mantuvo. Antes de la pandemia el comercio
mundial estaba mostrando signos de debilidad por una mayor incertidumbre
provocada por la escalada de la guerra comercial entre EEUU y China, así como
por el Brexit.
Por parte de las importaciones, a finales del SXX la subida de los precios del
petróleo condicionó su ascenso relativo, ya que España presenta una intensa
dependencia energética y una elevada propensión marginal a importar. La
elevada propensión marginal para importar es lo que explicó que se redujera el
déficit comercial de forma drástica en 2009, ya que la reducción de la renta
disponible española provocó una caída en el peso relativo de las importaciones
de seis puntos porcentuales.
El repunte del peso relativo de las importaciones entre 2017 y 2018 se explica
por el encarecimiento del petróleo y la apreciación del dólar. A partir de 2018, el
precio del petróleo comenzó a bajar y sobre todo en 2020, situándolo en niveles
de 2016, lo que explica que las importaciones se redujeran más que el PIB.

4.2 La balanza de servicios


Los servicios que se registran en esta balanza predominan la participación del
turismo, que presenta superávit.

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