!vIarceloA.
Sancinctti
de dispersión" (Zielinski) del hecho ejecutivo (entonces homici-
dio consumado); si, en cambio, L hubiese estado en otra ~li'ecón
y su muerte hubiera derivado de una desatinada ejecución de los
autores, entonces, regiría la otra solución (tentativa de homicida
+ homicidio imprudente consumado)13.
B-Casos
355 La dama de lasjoyas. Una distinguida dama de BuenosAires
,\
se halla en Pinamar, alojada en un hotel de prestigio. Durante la
cena, ~íbal, Beltrán y Carlos, que se hospedan en el mismo lu-
gar, adVIerten que la señora lucejoyas de ostensible valor. El pri-
mero propone, entonces, un plan según el cual--luego de pasar
un~ ..velada ca? la mujer-, conseguiría que la puerta de lahabi-
taclOn~de aq~el1 quedara cerrada sin llaves, para que Beltrán, a
la manana s:gUlente, entrase a la habitación e intentara apode-
rarse de las.Joyas. Carlos, por su parte, esperaría a Beltrán, con
su automóvil, cerca de la playa, a fin de conducirlo rápidamente
a un lugar cercano, en el que se repartirían el botín. Los tres acuer-
dan en esos términos la realización del hecho. Al día siguiente
cuando Beltrán llega a la habitación, comprueba que Aníba! n~
habí~ logrado su propósito; la puerta había quedado cerrada. No
~uel'no renUl:CÍar a su propósito, extrae entonces una peque-
na ~anzu que SIempre llevaba consigo y logra abrir la puerta sin
dan arIa. Una vez adentro, encuentra mal cerrada la caja fuerte,
de la que se lleva U$S 1.000 en efectivo y un reloj de gran valor;
sobre la mesa de luz encuentra una gargantilla de diamantes. Al
salir, Jo espera Carlos, quien lo conduce hasta Villa Gesell donde
ambos se encuentran conAníbal. Éste, a su vez, creía hab~r cum ..
pUdo con su parte del plan. En efecto, una mucama había cerrado
la puerta de la habitación de la señora, dos minutos antes de la
llegada de Beltrán.
. el propi.etario del garaje, seguramente la policía llegaría en pocos
356 El garaje "Rivas". Pedro y Andrés deciden sustraer un auto-
móvil del garaje'''Rivas'', para lo cual Pedro ha proyectado el plan
de este modo: entrarían ambos sep.aradamente por el portón prin-
13 Aesterespecto, véasesllpra, caso 81:A ella y a Sil hijito.
cipal, que, según asegura Pedro, estaría cerrado, pero sin llaves;
en el caso de que apareciera el sereno, Pedro se encargaría de
neutralizar la acción defensiva de éste, mientras Andrés elegiría
la unidad que se llevarían, siendo que él conoce cómo hacer fun-
cional' el contacto de cualqiervhí~. Primero entraría Pedro,
y sólo al estar seguro de que el sereno estuviese neutralizado, ha-
ría una seña a su amigo para que entrase.
La noche del hecho, Pedro llega hasta la puerta, trata de co-
rrerla y advierte, que ha sido puesto el candado de seguridad. Ex-
trae entonces de su bolsillo un manojo de llaves tipo ''Yale'' apta
para abrir candados de osa especie, y, tras un par de in tentos falli-
dos, abre el candado y corre la puerta lentamente. Al no ver al se-
:eno en las proximidades de la puerta, hace la seña a su amigo y
este cruza. Entretanto, Ernesto, el sereno, se hallaba jugando al
truco con su amigo Juan en una habitación oculta, en el sótano.
Ernesto advierte lo que está sucediendo, por el visor conectado al
portón principal y se dispone a hacer sonar la alarma, mientras
los ladrones no han percibido aún su presencia. En ese momento,
Juan le advierte que si hace sonar la alarma es posible que los la-
drones los ataquen personalmente y que en todo caso es mejor de-
jar todo así y no "meterse en líos"; le dice que él, eventualmente,
puede conseguirle otro trabajo mejor. Ernesto, primeramente, ha-
c~ caso a sus indicaciones y no acciona la palanca; así permanecen
cmco minutos. Luego, Ernesto piensa en que durante nueve años
de trab~jo no ha tenido ningún problema con su empleador, por lo
que declde hacer sonar la alarma que, a la vez del sonido, acciona
automáticamente todas las puertas y enciende un sistema de ilu-
minación. Al accionar la palanca, sin embargo, el sistema falla.
Juan insiste en disuadirlo, en que no deben "meterse en líos". Er-
nesto reflexiona acerca de que, si llama por teléfono a la seccionaJ
cercana, don.de trabaja personal policial de buenas relaciones con.
minutos. El p(~dio disuasorio de Juan tiene éxito, sin embargo;
nuevamente, durante cinco minutos más, hasta que Ernesto lla-
ma por teléfono, convencido, otra vez, de que él debe cumplir con
su deber. La policía llega en tres minutos, pero un minuto antes
los ladrones habían huido, apoderándose del vehículo elegido, que
fmalmente consiguieron hacer arrancar. .