Cuento Natalicio “Benito Juárez”

Texto sacado de las redes

El 21 de Marzo de 1806, nació Benito Pablo Juárez García,

hijo de Marcelino Juárez y Brígida García, quienes murieron
cuando él era muy pequeño, motivo por el cuál nuestro
pastorcito fue a vivir con Bernardino Juárez, su tío.
 En su infancia Benito se ocupaba de las
labores del campo, como cuidar a los
animales, sembrar la tierra y recoger leña.

Este pastorcito no hablaba español, sino zapoteca, fue su

tío Bernardino quién le enseñó el poco español que él
conocía, pero para nuestro pastorcito no era suficiente por
lo que decidió fugarse a la ciudad.
 Viajó hacia la ciudad de Oaxaca en busca de una de sus
hermanas, que trabajaba como empleada doméstica en la
casa de un rico comerciante. Allí vivió durante un tiempo
mientras trabajaba también como empleado.

Poco después, Don Antonio de Salanueva lo llevó a

confirmar, convirtiéndose así en su padrino y lo recibió
como aprendiz en un taller artesanal, mientras al mismo
tiempo asistía a la escuela primaria.
Posteriormente este mismo sacerdote le ayudó a ingresar al
Seminario de Santa Cruz, en la misma ciudad, donde estuvo
hasta que se enroló en la carrera de Jurisprudencia en el
Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca.

Después de recibir la licenciatura en 1834, Benito Juárez

dedica sus mayores esfuerzos a su carrera como abogado al
servicio de la causa de los indígenas, al no soportar
observar las injusticias con las que vivían y eran tratados.
 Después inicia su carrera como político que lo llevaría a
ocupar diferentes posiciones en la administración local,
estatal y nacional, y que culmina como Presidente de
México en tres oportunidades.

Se ganó el título de “Benemérito de las Américas” por su

incansable lucha por la autonomía del pueblo mexicano y la
patria, además de por su implacable defensa a la libertad
entre los individuos y las naciones de América.
 Logros de Benito Juárez como
presidente de México:

• Promulgó la “Ley de Nacionalización de

los bienes Eclesiásticos”. (1859).
• Lideró la guerra contra la Segunda
Intervención Francesa en México (1862-
1867).
• Mejoró la economía: renegoció la deuda
externa, promovió la inversión extranjera,
apoyó a las empresas privadas, alentó la
minería y redujo los gastos militares

• Expandió la educación gratuita, obligatoria

y laica por todo el país.
• Amplió o mejoró los ferrocarriles,
carreteras, puertos y telégrafos.