Está en la página 1de 1

Crimen y castigo

Una calurosa tarde de julio un joven estudiante se escabulló de su cuartucho sin ser visto por su
patrona. Así evitaba las recriminaciones por no pagar el alquiler y demás quejas a las que tenía
que responder con subterfugios y mentiras. Ya no le importaba andar con ropas andrajosas,
puesto que se dirigía donde la vieja prestamista Aliona Ivanovna. Sabía exactamente el número de
pasos que debía dar hasta llegar allí, ya que desde que había tenido esa idea audaz, veía las cosas
bajo otro aspecto. Al sonar la campanilla de la vieja; esta se asomó y preguntó con tono
desagradable; ¿Que Quiere? Soy Raskolnikov, Estudiante. He venido a empeñar este antiguo reloj
de mi padre. La vieja lo examinó, un rubro y medio con intereses por adelantado. Después de una
pausa el joven dijo brutalmente a la vieja; Deme. la vieja le alargo las monedas. Y vive usted sola
con su hermana? Pregunto el estudiante. Y a usted que le importa mi hermana. Y cerro la puerta
bruscamente. Raskolnikov salió y después de unos pasos se encontró frente a una taberna. Sin
reflexionar mucho, bajo los escalones. Allí estaba un hombre con aire de funcionario, de unos
cincuenta años bebiendo a pequeños sorbos. Miro con firmeza a Raskolnikov y le dijo mi nombre
es Marmeládov y poseo el título de consejero. -Permítame que le pregunte? Ha pasado alguna
noche durmiendo en las calles sobre un poco de heno Pues yo hace cinco noches que duermo ahí.
Mi hija Sonia que tiene su carne de prostituta, oficio infame; lo hace porque yo no puedo ganarme
la vida. No cree usted que soy un cerdo? Por eso bebo, porque en la bebida encuentro mayor
capacidad de sufrimiento. Y sabe de dónde saco el dinero ? Hace cinco días robe todos los ahorros
de mi esposa y ahora tengo miedo de volver a casa, empeñe mi ropa y me dieron estos harapos, y
ayer le pedí a Sonia dinero para curarme la borrachera; así pude seguir bebiendo. Se echo sobre la
mesa, pero de pronto salto y dijo a Raskolnikov; acompáñame a mi casa por favor me da miedo
llegar solo. Raskolnikov le ayudo a recorrer los pocos pasos hasta la casa de Marmeládov, y no
alcanzo a abrir la puerta, cuando la esposa se les abalanzo.

También podría gustarte