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LA IMPORTANCIA DE LA CREATIVIDAD EN LA EDUCACION

E. NANCY ORDOÑEZ DEL VILLAR

“En realidad el genio significa poco más que la facultad de percibir en


una forma no habitual "

William James

La creatividad se considera la facultad más noble del ser humano, es una de


sus características de atributo natural más significativa, puesto que es la
capacidad propia del hombre, en tanto los organismos vivos pueden adaptarse
al entorno natural y aun cuando los animales tienen la capacidad de demostrar
emociones, establecer interrelaciones satisfactorias para su convivencia con
otros organismos de su especie, las computadoras pueden procesar grandes
cantidades de información, almacenarla en memorias, realizar cálculos
complejos con exactitud, demostrar su lógica y los robots pueden realizar
procedimientos repetitivos, ninguno es capaz de CREAR.

La creatividad es un proceso en el que intervienen la propia emotividad e


intuición del individuo, es el resultado final producido por la inteligencia
humana.

La creatividad se puede definir como la activación eficiente y la comunicación


de los proyectos conscientes o inconscientes de reestructuración de un orden
observado (DeSchietere, J. C. y Turcote, P. R., 1977)

Dado lo anterior es necesario que el proyecto se inicie y se comunique para


que tenga lugar la creatividad. La historia de la creatividad nos permite
descubrir y conocer el eterno conflicto entre lo nuevo y lo convencional, ya
que la creatividad implica un cambio del orden actual que conlleva a la
evolución, dado que el orden actual puede ser entrópico y eventualmente
llevar a la degradación de un sistema.

La creatividad ha estado presente a todo lo largo de la historia de la


humanidad, siendo un elemento impulsor en los avances en todas las áreas de
la actividad humana (ciencias exactas, artes, humanidades, tecnología, cultura,
etc.), y no obstante en un afán racionalizante se le ha subvalorado y relegado a
un segundo plano.

Es urgente una revalorización y recuperación de la creatividad como un medio


para afrontar y superar productivamente los problemas concretos de la
sociedad y poder enfrentar los grandes desafíos que la realidad actual y futura
nos plantea en todos los ámbitos. Para ello es necesario fomentar el desarrollo
de la capacidad creativa de todos y cada uno de los seres que habitamos en
este planeta.
Uno de los recursos más importantes para contribuir al desarrollo de la
creatividad de las generaciones jóvenes nos lo ofrece la educación. La
educación en las aulas nos brinda un instrumento valioso.

Desgraciadamente, la educación tradicional y la planeación educativa en


general no han fomentado la creatividad ni la producción de pensamientos
divergentes y desde las edades más tempranas se ha hecho demasiado énfasis
en los conocimientos que el alumno adquiere y no en lo que puede hacer con
ellos; así, los mismos sistemas de enseñanza-aprendizaje convencionales han
restringido los procesos creativos en el individuo, sustituyéndose por
condicionamientos y procesos repetitivos.

La tarea del pensamiento humano apenas comienza con el conocimiento. Es


decir, que el conocimiento debe producir cambios constructivos, como
condición ineludible para su propia renovación. John D. Bernal

Los psicólogos admiten, desde hace mucho tiempo, la importancia primordial


de los primeros años de la infancia y, posteriormente, del rol que juega la
educación en la formación de la personalidad y se ha evidenciado la
importancia de la creatividad en el desarrollo integral del potencial humano.
Según Smith existe un lazo entre los comportamientos psicopatológicos y la
creatividad constructiva. El psicópata retuerce la realidad y la distorsiona para
que coincida con sus demandas, en lugar de enfrentarse constructiva y
creativamente a las demandas de esta misma realidad.

Uno de los cambios más significativos que la creatividad confiere a la


educación es la apertura hacia la innovación y la construcción del
pensamiento lateral, el cual, según Edward de Bono, puede ser utilizado por
cualquier persona para producir ideas creativas nuevas y atractivas. Estudios
hechos por Guilford sobre la estructura del intelecto y el desarrollo de
habilidades, nos muestran las 18 habilidades de producción divergentes y la
ubicación de un mismo individuo en las habilidades de producción divergente
y de producción convergente, lo cual ha resultado en un desafío directo al
concepto de que todos los seres humanos se pueden situar en una escala
descendente de habilidad intelectual general y surge por lo tanto la apremiante
necesidad de que en los centros educativos se realicen cambios en cuanto a los
curriculums, la planeación educativa y los sistemas de enseñanza-aprendizaje.

A nivel universitario, según el profesor Salancik, de la Universidad de Illinois,


las facultades de administración y contabilidad enseñan la terminología y las
técnicas. Lo que aún hace falta es enseñar la incertidumbre e inventar los
medios para forzar a los estudiantes a pensar. En estos medios de enseñanza,
este tipo de educación estimulará sobre todo el desarrollo del hemisferio
izquierdo del cerebro, el cual parece que trata principalmente las palabras y
números (lógica), en tanto no se estimula el desarrollo de la parte derecha del
cerebro que trata los elementos intuitivos, los cuales se relacionan más con la
creatividad.

Existen también ciertas características de la personalidad que con frecuencia


se encuentran más en los creadores. Podemos señalar de manera significativa
que no son estereotipados, tienen poca inclinación a controlarse o a querer
controlar a los demás, tienden a tener una mente abierta, son sensibles al
entorno, pueden demostrar espontaneidad, trabajar bajo cierta presión y
desorden, tienen coeficiente intelectual más elevado, demuestran un alto nivel
de confianza en sí mismos, estima personal, tienen mayor tolerancia a la
ambigüedad, son independientes y ágiles mentalmente. Es evidente que parte
de estas características, junto con otras de la personalidad, se van formando a
través de las experiencias adquiridas en la vida y del tipo de educación que la
persona ha tenido. ¿Nos tenemos que sorprender de que los alumnos no
quieran pensar, que no sean independientes y que no quieran esforzarse en
razonar los contenidos, que prefieran la información digerida, que no se
atrevan a percibir las cosas distintas, así como producir ideas originales y
aplicar en otras formas no convencionales el conocimiento adquirido?

Sin antes estar conscientes y reflexionar sobre el enfoque que el tipo de


enseñanza que realizamos en las aulas tiene en cuanto a la creatividad.

Si bien es cierto que uno de los enfoques sobre la función de la educación es


transmitir la ideología de la cultura y un cuerpo nuclear de conocimientos y
habilidades intelectuales, no podemos pasar por alto el otro enfoque sobre la
función de la educación que plantea ante todo el desenvolvimiento óptimo de
la potencialidad humana, para el desarrollo y logro no únicamente de las
capacidades cognoscitivas sino también en lo concerniente a las metas y al
ajuste de la personalidad del individuo para una mejor integración en su
medio. Así también la educación tiene una función primaria, la cual es nuclear
en ambos enfoques, que es la de estimular el desarrollo de motivaciones e
intereses que comúnmente no existen.

Así el logro académico es mayor cuando los alumnos manifiestan la necesidad


de adquirir conocimientos como un fin en sí mismo, tanto como con el fin de
desarrollarlos; sin embargo debemos precisar que tales necesidades no son
endógenas sino adquiridas y en gran parte por un exposición a la enseñanza
sugerente, atractiva, no arbritaria, significativa y apropiada al nivel de
desarrollo del estudiante.

Lo cual es factible de poder lograr a través de una educación creativa donde se


busquen métodos no tradicionales de enseñanza, para lo cual necesitamos
maestros que mantengan frente a los problemas de la enseñanza-aprendizaje
una actitud creativa.
La enseñanza creativa debe involucrar tanto al alumno como al maestro en
una relación lo más fecunda posible, en la cual ambos se sientan responsables
del proceso de descubrir los problemas y las deficiencias, de buscar
soluciones, de aventurar hipótesis, de innovar.

Las variables que intervienen en la creatividad son principalmente el entorno


de la tarea y la naturaleza de la tarea, lo que se refiere al nivel de estructura.
Existe un nivel de estructura óptimo. Cummings, Hinton y Gobdel, en un
estudio con estudiantes universitarios, encontraron que el desempeño creativo
está en función del grado de estructuración de la tarea. Así, un nivel rígido que
no esté abierto a las ideas nuevas y al cambio no permite la creatividad de
ninguna organización ni grupo; por otro lado, en cuanto a la estructura de la
organización una estructuración de tipo autoritario y rígido disminuye los
distintos elementos de la creatividad en los grupos tanto como en los
individuos, como sería la facilidad de palabra, la flexibilidad, la iniciativa y la
originalidad. Por lo que una enseñanza creativa tiene como características
principales:

 1.- Ser flexible.


 2.- Imaginativa.
 3.- Integradora.
 4.- Alentar la iniciativa del alumno.

Para lo cual se requieren ciertas actitudes del maestro para que estimule la
creatividad de los alumnos, como serían tratar con respeto las ideas y
preguntas insólitas, reconocer el valor de las ideas de los alumnos, alentar el
aprendizaje por iniciativa propia, fomentar la búsqueda y solución de
problemas, proporcionar periodos de práctica y/o aprendizaje no evaluado,
evitar las motivaciones externas, propiciar actividades que desarrollen la
creatividad, el pensamiento lateral y la producción de habilidades divergentes.

Por lo que es fundamental que para poder mejorar la calidad en la educación


tenemos que cuestionarnos si estamos enriqueciendo la creatividad de los
estudiantes, tanto a nivel de los docentes como el organizacional, y cuál es
nuestra condición ideal para el desarrollo de la capacidad creativa, de los
estudiantes como de los docentes, para poder despuntar hacia la creatividad
colectiva y por tanto hacia una organización creativa.

Y este sería un buen inicio, para posteriormente considerar el proceso creativo


como tal, sus etapas, los niveles de la creatividad y las técnicas para estimular
y desarrollar la creatividad, lo cual por razón de objetivos y tiempo no se
menciona en el presente resumen.
Bibliografía

Rivera Montes, Mª, Creatividad. Orientación para el maestro. México. 1989

Turcotte, Pierre R. Calidad de vida en el trabajo: creatividad y antiestrés.


México, Trillas 1986.

Ausbel, D. Psicología educativa. Un punto de vista cognoscitivo. México,


Trillas 1976

Intelectro 3. Desarrolle su creatividad. México. Grijalbo 1993

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