1.- Concepto de Acto Administrativo.

El Acto Administrativo, considerado como toda declaración o manifestación de voluntad, deseo o

juicio unilateral por parte de la administración pública, gracias a que esta goza de la potestad

administrativa. A su vez, la Administración Pública impone su voluntad por encima de los derecho

e intereses de los sujetos, sean públicos o privados.

Según Fernández (2016) respecto al Acto Administrativo, se han desarrollado muy diversos

conceptos, formulados con diversos criterios; empero, sin desconocer los intentos por emplear un

criterio mixto, considera que existen dos piezas fundamentales para entender el Acto

Administrativo (pp. 125-126).

- Criterio Orgánico, subjetivo u formal; considera que el acto administrativo es solo y

únicamente realizado por los órganos administrativos del poder público. Lo que significaría
que los órganos judiciales y legislativos no podrían hacerlo.
- Criterio Material, objetivo o sustancial; se da inicio independientemente del órgano que lo
realiza, el acto administrativo es aquel cuya sustancia es administrativa, por lo que todos los
órganos del poder público, ya sean administrativos, judiciales o legislativos producen actos
jurídicos, por el hecho de que son caracterizados por su contenido material de naturaleza
administrativa.

El acto administrativo constituye una manifestación del poder público que se exterioriza a

través de una entidad de la administración pública. Es decir, posea fuerza vinculante entre la

administración y los administrados. Según el portal más leído del Perú, La Pasión por el Derecho,

manifiesta que el Acto Administrativo:

Se trata de una declaración de carácter unilateral de parte de la autoridad, para la cual no

es necesaria la voluntad concordante o discrepante del administrado. La participación del
administrado a través de una solicitud, por ejemplo, no constituye un elemento
determinante de la decisión, pues la autoridad adquiere convicción en base a distintos
elementos y expresa su declaración al margen de la acción y los deseos o intenciones de
los administrados. (p, 28)
 Los Actos Administrativos, poseen un mayor poder público que somete a los

administrados dentro del marco administrativo, ya que estos no necesitan el consentimiento o libre

determinación para poder ejercer la potestad administrativa, todo esto motivado en pro y favor de la

seguridad y el beneficio colectivo. Es decir, no favorecer interés que van en contra de la ética, moral

y seguridad de la sociedad. Por lo cual la administración se sirve de determinadas bases del acto

administrativo con el fin de dilucidar la interacción entre el administrador y administrado.

Las declaraciones que sirven de base en el Acto Administrativo son; declaración decisoria,

declaración de conocimiento, declaración de opinión.

- Declaración Decisoria

Si constituyen la expresión de una voluntad de la administración que constituye su

finalidad, como la emisión de una resolución administrativa o el otorgamiento de una

licencia.

- Declaración de Conocimiento

Cuando la autoridad certifica el conocimiento de un hecho de relevancia jurídica (por

ejemplo, una notificación) o la aceptación de declaraciones particulares de interés

administrativo (por ejemplo, la declaración en un acta de nacimiento, inscripciones

registrales o certificaciones).

- Declaración de Opinión

cuando valora y emite un juicio afirmativo o negativo sobre un hecho comprobado

administrativamente (Por ejemplo, la certificación administrativa de antecedentes penales,

de salud, etc.)

Sin embargo, de los actos administrativos, la administración pública puede realizar otros actos que

no tienen esa calidad:

 - Actos de administración interna de las entidades destinados a organizar o hacer funcionar

sus propias actividades o servicios. En este supuesto, el acto carece de los efectos propios

del acto administrativo en relación con derechos, intereses u obligaciones del administrado.

- Comportamientos y actividades materiales de las entidades. En este caso, la conducta de la

administración no constituye una declaración.

2.- La Cuestión de los Actos Políticos o de Gobierno

2.1.- Actos de Gobierno en Francia

La noción de acto político o acto de gobierno, es una creación de la jurisprudencia del Consejo de

Estado francés y se refiere a un tipo o conjunto de actos realizados por el Poder Ejecutivo que por

su naturaleza no se sometían al control de la jurisdicción contenciosa administrativa. Los actos

llamados “de alta política” son actos de gobierno, que no son susceptibles de ser discutidos vía

contenciosa. Según Santaolalla (2002), manifiesta. “Los actos del Gobierno y de los órganos y

autoridades regulados en la presente Ley son impugnables ante la jurisdicción contencioso-

administrativa, de conformidad con lo dispuesto en su Ley regulador” (p. 02).

2.2.- Actos de Gobierno en España

El reconocimiento legal del acto de gobierno aparece en España con la Ley de la Jurisdicción

Contencioso- Administrativa de 13 de septiembre de 1888 (Ley Santamaría de Paredes), que definía

el contenido de lo contencioso mediante la técnica de cláusula general con determinadas

excepciones, entre las que se encontraban «las cuestiones que por la naturaleza de los actos de los

cuales procedan, o de la materia sobre que versen, se refieran a la potestad discrecional» (art. 4.1).

El artículo 4.4 Reglamento de la Ley, de 29 de diciembre de 1890, vendría a declarar expresamente

que «pertenecen señaladamente a la potestad discrecional» y por lo tanto sustraídas de la

jurisdicción contenciosa, “Las cuestiones que por la naturaleza de los actos de que nazcan o de la
materia sobre la que versen, pertenezcan al orden político o de gobierno”. Garrido, citado por Ruiz

(1998)

los tribunales contencioso- administrativos no pueden conocer de los actos de gobierno

propios de la potestad discrecional, según terminantemente prescribe el art 4.1 de la Ley

de 13 de septiembre de 1888, siendo, por tanto, procedente, la excepción dilatoria de

incompetencia de jurisdicción (p, 317).

2.3.- Actos de Gobierno en Perú

La Ley de la Jurisdicción, de 1956, no ha podido concluir con esta institución de los actos políticos

o actos de gobierno como actos de los cuales no pueden conocer los Tribunales contenciosos. En el

artículo 2° apartado b, de la Ley se definen estos actos de la siguiente manera: "Cuestiones que se

suscitan en relación con los actos políticos del Gobierno, como son los que afecten a la defensa del

territorio nacional, las relaciones internacionales, seguridad interior del Estado y mando y

organización militar". Es decir, asunto privados que solo conciernen al estado, al poder ejecutivo.

Según García manifiesta (2024).

Por consiguiente, todas las autoridades inferiores al Gobierno, al Consejo de Ministros, no

pueden emanar actos de gobierno, actos políticos que tengan la virtud de no ser fiscalizables

por los Tribunales contenciosos. Hay que decir, sin embargo, que el Tribunal Supremo no ha

seguido fielmente esta idea de la Ley de lo Contencioso, y son ya bastantes las Sentencias en

que aplica la calificación de acto político a actos pura y simplemente ministeriales, e incluso

de autoridades inferiores. (p. 72)

 Bibliografía

Fernández, Ruiz, J. (2016). Derecho Administrativo. Instituto de investigación jurídica UNAM.

México. INEHRM.

https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/9/4455/16.pdf

La Pasión por el Derecho. (2017). Manuel de derecho Administrativo. Osinergmin.

https://img.lpderecho.pe/wp-content/uploads/2020/09/Manual-de-Derecho-
Administrativo-LP.pdf

García, de Enterría, E. (2004). La inmunidad de los llamados actos políticos de gobierno. España-
Madrid. LexMovile. Pp. 61-91.

https://vlex.com.pe/vid/inmunidad-llamados-actos-politicos-77141978

Marcheco, Acuña, B. (2015). El control jurisdiccional de los actos políticos del Gobierno en el
derecho español. RIEDPA.

file:///C:/Users/HP/Downloads/Dialnet-
ElControlJurisdiccionalDeLosActosPoliticosDelGobie-5258538%20(1).pdf