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PALABRAS CLAVE
Lenguaje infantil Discapacidades en el desarrollo
Articulación Apraxia Paladar hendido Autismo
Evaluación habla-lenguaje Logopedia
Department of Speech Pathology and Audiology, Western Michigan University, 1903 West Michigan
Ave., MS 5355, Kalamazoo, MI 49008, USA
Autor para correspondencia.
Dirección electrónica: helen.sharp@wmich.edu (H.M. Sharp).
y a la velocidad del habla, mientras que la articulación hace referencia a los movimientos
coordinados de los articuladores para producir las consonantes y las vocales que recono-
cemos como habla. Por ejemplo, los niños deben aprender cómo combinar el control ları́ngeo y
articular para diferenciar sonidos como la «b» de la «m», que se pronuncia con los labios
cerrados, pero la «m» se produce nasalmente, mientras que la «b» supone detener y liberar el
flujo de aire a través de la cavidad oral. Los trastornos del habla se identifican cuando la voz, la
fluidez y la articulación de una persona llaman la atención del oyente por ser lo suficientemente
diferente de la norma1.
La audición es la conducción del sonido desde el entorno exterior a través de la zona externa,
media e interna del oı́do hasta el cerebro, donde se interpretan los signos. La audición es un
elemento vital en el desarrollo del habla oral y del lenguaje. Las personas con pérdida auditiva
van a tener dificultad para desarrollar y mantener las destrezas del habla y del lenguaje para la
comunicación oral (v. artı́culo de Katbamna et al. en este número).
Los lactantes reconocen las voces de sus padres y responden al habla de los adultos desde el
nacimiento. Los lactantes producen voz cuando lloran, y paulatinamente empiezan a controlar
voluntariamente la función respiratoria y ları́ngea para producir los sonidos previos al habla.
A medida que se desarrolla el control oral, ları́ngeo y respiratorio, los lactantes empiezan a
producir sonidos parecidos a las vocales (arrullos) entre 1 mes y 4 meses de edad, y este
proceso progresa hasta la producción de sonidos claros de vocales junto a otras producciones
orales como las pedorretas, normalmente entre los 3 y los 8 meses de edad. El balbuceo o
producción secuencial de una consonante y una vocal (p. ej., babababa) habitualmente se
presenta entre los 5 y los 10 meses de edad2. Los sonidos hablados «m», «b» y «p» con
frecuencia se emiten pronto, porque se producen en la parte anterior de la boca y son, por
tanto, fáciles de imitar. Antes de que surjan palabras reales, los lactantes enlazan largas
secuencias de consonantes y vocales, y empiezan a añadir las inflexiones de su lengua nativa.
Este patrón de emisión se llama «jerga»3.
Mientras el lactante aprende a controlar los mecanismos respiratorios, vocales y articulares,
también escucha y percibe el lenguaje hablado del entorno. Los lactantes con unos umbrales
de audición normales responden a la voz humana y refuerzan a sus cuidadores prestándoles
atención y sonriendo cuando le hablan. Cuando los adultos hablan a los lactantes adoptan un
tono de voz más agudo, con una mayor inflexión y prolongación de los sonidos vocales, estilo
de habla que se denomina «maternal»4 y, en algunas referencias bibliográficas contemporá-
neas, «parental». Los lactantes también reciben un refuerzo al oı́r sus propios arrullos previos al
lenguaje, a los balbuceos y a la jerga. Cuando los lactantes tienen una deficiencia auditiva
grave, habitualmente las conductas vocales precoces aparecen, pero pueden detener su
desarrollo o desaparecer5.
La comprensión del lenguaje casi siempre precede a la expresión del mismo3. Por ejemplo,
un lactante de 8 meses de edad puede girar su cabeza y mirar a su padre cuando le preguntan
«¿Dónde está papá?», pero puede que aún no sea capaz de decir «Papá». Se produce una
palabra con significado cuando el lactante utiliza la misma secuencia de sonidos de manera
consistente para referirse a una misma cosa, pero esta palabra puede que sólo la reconozca el
padre; por ejemplo, «aba» es agua y «ba» es balón. La mayorı́a de los lactantes producen al
menos una palabra con significado entre los 10 y los 15 meses de edad. Cuando el lactante
empieza a decir palabras con significado, su vocabulario expresivo aumenta de manera
continua. A los 2 años de edad debe tener un vocabulario expresivo de al menos 50 palabras, y
deberı́a empezar a combinar palabras unidas en frases de dos palabras como «Mamá upa».
Los hitos madurativos normales del desarrollo de la comprensión y expresión del lenguaje se
enumeran en la tabla 1.
Desarrollo y trastornos del habla y del lenguaje en los niños 1161
Todo cambio en las estructuras o en la función fisiológica de los mecanismos del habla puede
producir un trastorno del habla. La mayorı́a de los trastornos del habla de los niños se rela-
cionan con un aprendizaje deficiente, o tienen su origen en anomalı́as orgánicas que afectan a
las estructuras orales, farı́ngeas o ları́ngeas o a la función neuromuscular. Entre las anomalı́as
orofarı́ngeas se encuentran la macroglosia, asimetrı́as relacionadas con microsomı́as hemi-
faciales o el paladar hendido. Entre los cambios de la laringe se incluyen las alteraciones de las
cuerdas vocales, como el papiloma ları́ngeo o el traumatismo por intubación. La patologı́a
vocal es relativamente rara en los niños, por lo cual los cambios ları́ngeos no se analizan en este
artı́culo. Todo niño con una calidad de la voz inhabitual debe ser remitido al otorrinolaringólogo
para descartar trastornos estructurales de la laringe. Los trastornos del habla se presentan
cuando existe una alteración de la coordinación neuromotora de las funciones respiratorias,
ları́ngeas y articulares, como las que se observan, por ejemplo, en las distrofias musculares y
en muchas formas de parálisis cerebral. Como el habla es una representación de un sistema
del lenguaje, algunos trastornos o disrupciones del habla pueden ser en realidad sı́ntomas de
un problema subyacente del aprendizaje del lenguaje, especialmente cuando el trastorno se
relaciona con el aprendizaje de las reglas que guı́an el sistema sonoro del lenguaje hablado
nativo del niño (fonologı́a).
Edad Destrezas del lenguaje comprensivo Destrezas del habla y el lenguaje expresivo
Nacimiento-3 meses Se sobresalta con los ruidos Hace arrullos para indicar placer
Sonrı́e o permanece tranquilo ante una voz familiar Utiliza diferentes llantos para distintas necesidades
Aumenta o deja de chupar como respuesta a un sonido Sonrı́e al ver personas familiares
4–8 meses Localiza un sonido Empieza a producir sonidos vocales claros
Reacciona a los cambios del Imita el movimiento bucal, sonidos vocales y movimientos no vocales
tono de voz (p. ej., pedorretas) del adulto
Presta atención a la música Balbucea alternando consonantes y vocales (p. ej., bababa), con
frecuencia con «b», «p», y «m»
Utiliza la voz para comunicar excitación y desagrado
Gorjea cuando está solo o jugando con un adulto
7–14 meses Presta atención al habla y localiza el sonido Balbucea con secuencias cortas
Discrimina entre sonidos hablados de su lengua nativa Añade los sonidos «k», «g», «t», y «d»
Reconoce palabras para cosas conocidas, como «papá» Utiliza sonidos hablados sin llanto para llamar y mantener la
o «zumo» atención
Responde a algunas preguntas como «¿Quieres más?» Utiliza una o más palabras con significado, como «adiós» o «mamá»
Le gustan los juegos por turnos, como el cucu-trás
1–2 años Identifica algunas partes del cuerpo A los 18 meses tiene un vocabulario de al menos 10 palabras
Sigue órdenes simples, como «lanza el balón» Utiliza muchos sonidos de consonantes diferentes al inicio de las
Comprende preguntas sencillas, como «¿Dónde está tu palabras
calcetı́n?» Simplifica el habla de los adultos omitiendo una sı́laba, mezclando
Escucha historias, juegos y rimas consonantes o cortando palabras
Señala fotos familiares en un álbum Aumento creciente del vocabulario, especialmente entre los 18 y los
24 meses
Empieza a combinar palabras en frases y preguntas de dos palabras
En esta etapa, las niñas tienden a ser ligeramente más avanzadas
2–3 años Obedece órdenes de dos pasos, como «Busca tu zapato El cuidador entiende la mayor parte del habla
y dámelo» Tiene una palabra para casi todo
Identifica las partes del cuerpo correctamente Utiliza frases de dos a tres palabras para hacer preguntas o describir
sucesos
Utiliza el habla para llamar la atención o pedir algo
Puede repetir frases o palabras iniciales (p. ej., «yo, yo, yo quiero») sin
sentirse atascado o frustrado
3–4 años Comprende preguntas fáciles y responde Las personas ajenas a la familia pueden entender casi todo lo que el
adecuadamente a las formas quién, qué, dónde, niño habla
y por qué Puede describir sucesos ajenos al hogar o a los padres
1163
1164 Sharp y Hillenbrand
para la mayorı́a de los sonidos del habla, y se abre para permitir la resonancia nasal o los
sonidos del habla nasales (en inglés: «m», «n» y «ng»). Cuando la función dinámica de la
velofaringe se interrumpe, la calidad del sonido es hipernasal. En el American Cleft-Palate-
Craniofacial Association’s Web Site se encuentran ejemplos de sonidos hipernasales10.
Uno de los sı́ndromes identificados con más frecuencia en individuos con hendidura
del paladar secundario es el sı́ndrome velocardiofacial (también denominado sı́ndrome de
Shprintzen 22 q;22q11-13, o sı́ndrome de DiGeorge)11. Este sı́ndrome se caracteriza por
presentar una trı́ada de sı́ntomas: disfunción velofarı́ngea (con o sin paladar hendido evidente),
anomalı́as cardı́acas y trastornos del aprendizaje que incluyen el retraso del lenguaje. Todo
niño con paladar hendido y cualquier antecedente de afectación cardı́aca, desde un soplo leve
hasta cirugı́a cardı́aca, debe ser evaluado para buscar este sı́ndrome12. Otros trastornos
genéticos y craneofaciales se exponen en este número (v. artı́culo correspondiente en este
número).
Aunque la mayorı́a de las hendiduras se observan al nacimiento, algunas microformas de
paladar hendido pueden pasar desapercibidas o no registrarse, especialmente si no existen
sı́ntomas durante la alimentación. Todo lactante con goteo nasal persistente asociado con la
alimentación y todo niño con un habla hipernasal persistente deben ser evaluados por sos-
pecha de paladar hendido submucoso13. También se aconseja la evaluación cuidadosa de
la estructura del paladar antes de realizar una adenoidectomı́a al niño, porque el cierre de la
velofaringe durante el habla con frecuencia se produce a nivel de las adenoides. Todo niño con
una hipernasalidad persistente a los 4 a 6 meses de la adenoidectomı́a deberı́a ser remitido al
foniatra afiliado al equipo de paladar hendido para determinar si el niño es fı́sicamente capaz
de cerrar la velofaringe. Cuando existen pruebas de que en algunos sonidos del habla se
produce un cierre fı́sico, el niño es candidato a una intervención conductual, pero si el niño
nunca puede lograr el cierre deben intentarse otras estrategias terapéuticas fı́sicas.
El autismo es una enfermedad compleja que se caracteriza por presentar una gran cantidad
de sı́ntomas, entre los que se encuentran problemas de comunicación como la ausencia del
contacto visual expresivo con los cuidadores, poco interés en el intercambio vocal con los
cuidadores, ausencia de reconocimiento y respuesta a las voces de los cuidadores, inicio del
balbuceo después de los 9 meses, conductas disminuidas o ausentes del prelenguaje como
saludar con la mano, alteraciones de la velocidad y ritmo del habla, e incapacidad para
desarrollar el habla24,25. La caracterı́stica más frecuente de los individuos con autismo es la
dificultad para el uso social de la comunicación y el lenguaje (pragmática). Los problemas
pragmáticos incluyen la incapacidad de comprender y utilizar la comunicación no verbal, la
disminución de la comprensión de la comunicación hablada o simbólica y los problemas para
interpretar el lenguaje metafórico. Los niños con autismo también pueden tener problemas con
la lectura y la escritura24.
La American Academy of Pediatrics publicó varios artı́culos clı́nicos relacionados con el
papel del pediatra en la identificación, la evaluación y el abordaje precoz del autismo25,26.
Como parte de su programa de cribado Autism Listen Act Refer Monitor, la American Academy
of Pediatrics, recomendó iniciar el cribado en la visita de los 9 meses, con un cribado especı́fico
del autismo en la visita de los 18 meses utilizando las siguientes «banderas rojas» para iniciar
una evaluación global:
Greenspan et al.27 recomendaban un marco funcional más amplio para identificar a los niños
con riesgo de TEA, centrado en la habilidad del niño para iniciar y mantener un vı́nculo, en la
demostración de la reciprocidad social con los cuidadores y en la «resolución de problemas
sociales con los cuidadores» a través del uso de gestos para comunicarse y negociar lo que se
desea obtener. El objetivo de una identificación precoz es iniciar pronto la intervención, lo que
ha demostrado mejorar la evolución de los niños con TEA28.
Adopción internacional
Cuando un niño es adoptado en el extranjero experimenta con más frecuencia el cambio
brusco de la exposición al lenguaje desde su lengua nativa a la de la familia adoptiva. Este
cambio súbito ha sido denominado «detención del desarrollo del lenguaje»39. Las teorı́as de la
adquisición del lenguaje indican que cuanto mayor es el niño en el momento de la adopción,
más probable es que tenga dificultad para adquirir un nuevo lenguaje. La edad en el momento
de la adopción también puede estar condicionada por el tiempo que el niño ha pasado en una
institución40. Glennen41 notificó que los niños mayores alcanzan a los de su edad más len-
tamente que una cohorte de niños adoptados a edades más bajas, mientras que otros
investigadores han encontrado que la edad en el momento de la elección es menos predictiva
que el tiempo transcurrido desde la adopción42.
1168 Sharp y Hillenbrand
Los padres que adoptan a niños en el extranjero con frecuencia se preguntan qué pueden
esperar con respecto a la adquisición del lenguaje. Un logopeda puede ayudar a la familia a
examinar estas expectativas, especialmente cuando el niño tiene una enfermedad médica
conocida como parálisis cerebral o paladar hendido. Cuando un niño tiene un riesgo especial
de presentar dificultades del habla y del lenguaje en curso, debe iniciarse el tratamiento poco
después de la adopción; sin embargo, cuando el niño presenta una trayectoria del desarrollo
aparentemente normal, una evaluación de las destrezas del lenguaje y del habla realizada
durante los primeros 3 a 6 meses después de la adopción probablemente no será concluyente.
Las notificaciones de los padres y los cuestionarios completos como el MacArthur-Bates
Communicative Development Inventary se correlacionan fuertemente con otras técnicas de
valoración clı́nica, al menos durante el primer año después de la adopción42. La administración
secuencial de estos informes de los padres sobre las destrezas del lenguaje receptivo y
expresivo proporciona datos sobre la situación basal y mide la adquisición de las destrezas
especı́ficas del lenguaje del niño a lo largo del tiempo; asimismo, tiene la ventaja de que
monitoriza las destrezas del habla y del lenguaje sin que sean necesarias las visitas continuas a
la clı́nica de logopedia.
El campo de evaluación del habla-lenguaje varı́a en función de la causa por la que el niño ha
sido remitido, pero deberı́a proporcionar una valoración global de la producción del habla y de
las destrezas del lenguaje receptivo y expresivo. Lo ideal es una evaluación audiológica global,
pero el cribado auditivo cumple los requisitos mı́nimos para descartar una pérdida auditiva
como factor contribuyente a los trastornos de la producción de sonidos en el habla o defi-
ciencias del lenguaje. La exploración de las estructuras y funciones orales también sirve para
descartar factores contribuyentes estructurales a las distorsiones de los sonidos del habla y
debilidad o parálisis de la lengua o del paladar blando que podrı́an contribuir a los trastornos del
habla y a la dificultad para deglutir.
Las destrezas del habla y del lenguaje del niño deben evaluarse dentro de un marco de
desarrollo; por tanto, la información de los padres y del pediatra sobre el desarrollo global del
niño es fundamental. Antes de la evaluación se obtiene la historia médica, del desarrollo y
psicosocial del niño a través de la revisión de la historia, entrevista con los padres o ambos. Los
equipos interdisciplinarios con frecuencia proporcionan una comprensión más profunda del
desarrollo del niño, del sistema familiar y de todos los aspectos médicos o dentales.
El objetivo de la evaluación es valorar la función del lenguaje y del habla del niño en relación
con las expectativas de su edad y desarrollo. Cada evaluación se ajusta a la preocupación
de la familia y a las necesidades del niño, aunque un niño con «problemas del habla» puede
presentar una disminución de la inteligibilidad del habla como signo de una deficiencia del
lenguaje subyacente, por lo que deben evaluarse todas las áreas a través de la observación o
de tareas estructuradas de evaluación.
La evaluación empieza en la sala de espera, donde el logopeda observa el contacto visual del
niño, su uso del saludo social, su timidez y su disposición para participar en el juego. La
evaluación incluye la observación de la interacción del niño con los padres, la participación del
niño en juegos para que se produzca una muestra espontánea de habla y lenguaje, y la
administración de una prueba estandarizada de articulación, compresión y uso expresivo del
lenguaje. Las peticiones realizadas durante el juego o actividades estructuradas, como «Pon
las bolas bajo el cubo», permiten valorar la compresión del niño de nombres (bola, cubo),
plurales (más de una bola) y preposiciones (bajo). De manera similar, las tareas estructuradas
permiten valorar el uso del niño de los conceptos del lenguaje. Por ejemplo, señalar un dibujo y
preguntar, «¿De quién son estos zapatos?» deberı́a dar lugar a una respuesta como «Del niño»,
que demuestre el uso de la forma posesiva.
Las pruebas de articulación permiten al logopeda obtener en unos minutos todos los
sonidos hablados del lenguaje en cada posición de las palabras. Este proceso da como
Desarrollo y trastornos del habla y del lenguaje en los niños 1169
resultado un repertorio de los sonidos del habla que utiliza el niño y aquellos en los que comete
errores. Estos datos pueden evaluarse a continuación para identificar las caracterı́sticas
comunes de los sonidos hablados, que pueden compararse con los datos normales.
El logopeda evalúa todos los datos obtenidos y deberı́a analizar los hallazgos junto a los
padres en el momento de la evaluación o a lo largo del seguimiento. Entre las recomendaciones
se encuentran ni evaluar más al niño ni tratarlo, esperar y reevaluar, dar a los padres algunas
ideas para facilitar la comunicación en el hogar o realizar una intervención terapéutica directa.
TRATAMIENTO
una interacción con otros niños de su edad cuando se trabaja en el lenguaje y en la comuni-
cación escrita47.
Existen servicios de intervención precoz para niños de riesgo desde el nacimiento hasta los
3 años de edad. Muchos programas de sistemas escolares comarcales ofrecen una evaluación
interdisciplinaria y equipos terapéuticos mediante servicios realizados en los centros o en el
domicilio. Es más frecuente que los niños utilicen los servicios de los logopedas de la comu-
nidad o del sistema escolar desde el preescolar hasta la educación secundaria. Los servicios
escolares se utilizan en aquellos niños que presentan una deficiencia del habla o del lenguaje
(o ambos) que podrı́a interferir en su educación. En base a los resultados de la evaluación y de
las recomendaciones realizadas, se escribe un Individualized Education Program (IEP) que
especifica los objetivos y frecuencia del tratamiento a ser implementado a través de los ser-
vicios escolares46. El niño recibe en el entorno escolar servicios individuales o en grupos
pequeños basado en el IEP. Los niños de entre 0 y 26 años con deficiencias cognitivas o de
comunicación graves pueden recibir los servicios a través de un programa realizado en un
centro por un distrito escolar regional. Estos centros proporcionan programas de dı́a educa-
cionales globales que integran servicios terapéuticos en un modelo de equipo interdisciplinario.
Muchas comunidades tienen centros de habla-lenguaje y audición independientes a través de
hospitales, centros de rehabilitación, clı́nicas de pacientes externos y prácticas privadas. Ade-
más, las universidades con programas de habla-lenguaje y entrenamiento auditivo pueden tener
una clı́nica en el campus que sirve como lugar de entrenamiento para los estudiantes en su
educación profesional, y puede servir como un recurso para los pacientes con coberturas
limitadas de sus seguros sanitarios u otros recursos para servicios que no cubren otras agencias.
RESUMEN
El desarrollo del habla y del lenguaje debe ser adecuado al desarrollo global del niño, y puede
evaluarse utilizando los hitos madurativos normales de la comprensión del lenguaje y del habla
expresiva y las destrezas del lenguaje. El diagnóstico diferencial abarcará la distinción entre un
retraso global del lenguaje, deficiencias del lenguaje limitadas al área expresiva y dificultades
para la producción del habla. El diagnóstico diferencial es fundamental para diseñar una
intervención adecuada. El tratamiento para los problemas de la voz, el habla y el lenguaje debe
ajustarse a los objetivos de los padres, unidos a las necesidades educativas y clı́nicas del niño.
La identificación precoz y el apoyo terapéutico en la planificación educativa con frecuencia se
asocian a una mejor evolución a largo plazo. Todo tratamiento del habla-lenguaje deberı́a
diseñarse con objetivos mensurables y con una monitorización acorde al logro de los mismos.
AGRADECIMIENTOS
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