1.

LOS ACTORES SOCIALES

Un escenario de relaciones internacionales difícil y un entramado asociativo frágil y

polarizado complican el sopeso de los actores sociales implicados en el conflicto. Por ello
nos adentraremos en el análisis del movimiento social saharaui con el Frente Polisario y el
marroquí con la Marcha Verde.

4.1.- El Frente Polisario

La importancia del Frente Polisario para la movilización saharaui radica en ser el único
partido y apoyo que favorezca a crear una coyuntura de oportunidad política para la
liberalización del Sáhara15. Así, el Polisario es el representante hegemónico del pueblo
saharaui. Su nacimiento en mayo de 1973 se explica como producto a las insumisiones
políticas saharauis a la autoridad colonial. En 1968 la juventud empezó a organizarse en la
Organización Avanzada para la Liberalización del Sáhara y a la altura de 1970 la situación
de paro, niveles educativos deficitarios y escasa representación política a través de la
Yemáa16 evidenciaba el desinterés del gobierno de España de favorecer su inclusión. En
este horizonte de insatisfacción es lógico que germinase un corpus para canalizar las
reclamas. Partiendo de la base de la OALS y tras las votaciones en Naciones Unidas de las
Resoluciones 2354 y 2428 sobre la descolonización –que respalda la creación de un marco
cultural sobre el que se legitimó el movimiento-, los saharauis redactan la “Carta abierta
del Pueblo Saharaui a S.E. el Gobernador General” 17, considerada la primera expresión
formal de nacionalismo saharaui y de su consecuente objetivo, la autodeterminación.
Asimismo encontramos en ella el primer intento de oportunidad discursiva apoyado en una
identidad unitaria.

En junio de 1970 se organizó por primera vez una manifestación de corte nacionalista e
identidad saharaui. La actitud represiva y cruenta de las autoridades españolas ante los
manifestantes provocó varias muertes, entre ellas Basiri el dirigente de la OALS, pasando
a ser considerado mártir del movimiento 18. Los repertorios de acción del movimiento pro-
saharaui estaban fijados y en dos años las revueltas se repetirían enmarcándose ya en los
Movimientos de Liberación Nacional, de ideología marxista-leninista movilizadora.

En un contexto de oportunidad política favorable como era el proceso de cambio social

que se estaba viviendo en el Sáhara, reforzado por un contexto internacional que caminaba
en la

15 RUIZ MIGUEL, C. El Sáhara Occidental y España. Historia, política y derecho. Madrid:

Dikynson.
16 La Yemáa era el órgano respetado por el régimen franquista donde se reunían los
líderes tribales saharauis y los cargos españoles con el objetivo de gobernar el Sáhara.
(RUIZ MIGUEL, C. op. cit., p.75). 17 Texto íntegro en:
http://www.desaparecidos.org/sahara/basiria/a1.html, consultado: 26/4/2016
18 RUIZ MIGUEL, C. op. cit. p. 156.
misma senda y que además contaba con un grupo político que poseía identidad propia,
redes asociativas, un marco cultural beneficioso y repertorios de acción oportunos en
su ideología, el 10 de mayo de 1973 nacía el Frente Polisario como resultado del
encuentro de núcleos nacionalistas: estudiantes saharauis en Marruecos, trabajadores
y soldados del Sáhara español y refugiados en Mauritania. El objetivo era claro: la
independencia de España y la formación de un Estado propio 19. Las resoluciones de la
Naciones Unidas 34/37 y 35/19 del 21 de noviembre de 1979 reconocen a Marruecos
como invasor; con ello la brecha coyuntural política parecía abrirse para el
movimiento saharaui. Se proponía al Polisario como único representante y
protagonista en la búsqueda de una solución política justa, duradera y definitiva de la
cuestión del Sáhara Occidental20. A ello se sumaba la admisión de la RASD como
miembro de la Organización para la Unidad Africana en febrero de 1982, lo que
supuso un impulso diplomático importante. Por su parte Marruecos abandonó la
OUA.

El 30 de agosto de 1988 una labor conjunta de la ONU y la OUA propone llevar a

cabo un Acuerdo de Paz que es aceptado por ambos bandos. En abril de 1991 se crea
la MINURSO21, encargada de tutelar el proceso que lleve a la celebración del
referéndum. Esta misión cuenta con importantes reclamas internacionales por no tener
el deber de observar y velar por los Derechos Humanos del pueblo saharaui.