CUATRO CORAZONES CON FRENO Y MARCHA ATRÁS

Acto III

Luego de haber estado en la isla durante tantos años se dieron cuenta que su vida era
monótona y aburrida. Decidieron regresar a la ciudad, Ya cansados de estar en la isla
Emiliano, Valentin, Ricardo, Hortensia y Bremón, deciden irse y vuelven a la ciudad siendo
ellos mucho más jóvenes excepto Emiliano que no había tomado la nueva pócima y seguía
igual después de tantos años, con ayuda de unos marineros que pasaron cerca de la isla,
logran volver a la ciudad. Llegando a la ciudad Bremon con su creación de rejuvenecer los
tejidos que hace que los años se reducen, intenta volver a crearla. Sin embargo, sus
efectos no son los mismos al brebaje anterior…

Por otro lado, se presentan problemas en el matrimonio de Fernando y Margarita ya que

ahora Valentina, quién se divorcio de Ricardo hace un par de años, cada vez se mira más
joven por lo que Fernando empieza a sentir atracción por ella.

(Emiliano entra en el escenario buscando a Ricardo, quien entra poco después)

- Emiliano:(llega agitado a casa de Ricardo) Ricardo, Ricardo, ¿dónde estás?

- Ricardo: (preocupado) Aquí estoy, Valentín. ¿Qué ha pasado?
- Emilano: Margarita se ha ido con la pócima de la juventud. Intentamos detenerle,
pero no pudimos hacer nada.
- Ricardo: (suspirando) No me digas lo ha hecho por Fernado?
- Emiliano: (asintiendo) Creo que sus celos y envidia hacia Valentina le han hecho
cometer semejante locura.
- Ricardo: (suspirando) Tenemos que encontrarle antes de que sea demasiado tarde.
¿Dónde podría estar?
- Emiliano: No lo sé, pero podríamos preguntarle a Bremón. Tal vez sabe algo de
éste asunto, además no olvidemos que es un brujo de seguro que tuvo que haber
visto a Margarita.
- Ricardo: (decidido) Buena idea. Vamos a buscarla.
(Los dos salen del escenario en busca del Doctor Bremón)

Después de un rato, encuentran a Bremón y le preguntan sobre Margarita. Bremón les dice
que cuando iba directo a su casa después del trabajo, observó que alguien se había robado
la pócima rejuvenecedora por lo que procedió a llamar a la policía. Bremón asustado por lo
que podría pasar ya que la poción no tenía el mismo efecto que antes.

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 - Emiliano: (preocupado) esperemos a que la policía llegue para saber dónde están.
Pero, ¿Qué le diremos a la policía cuando llegue?, ¿qué hacemos una vez que la
encontremos?
- Ricardo: (pensando) según nos dijo Bremón la poción no tiene el mismo efecto de
antes. ya que está en su proceso de rejuvenecimiento es mucho más rápido y dentro
de setenta y dos horas será una niña para siempre. Si logramos encontrarla antes
de que pasen las setenta y dos horas podríamos revertir el efecto y llevarla con el
Doctor Bremón para que extraiga el suero de su cuerpo.
(Ricardo y Emiliano decidieron ir a buscar a Margarita para hacerla entrar en razón)
- Emiliano: (asintiendo) Sí, eso podría funcionar. Vamos a buscarla.

(Lo dos salen del escenario hacia la casa rural donde creen que podría estar Margarita)

Se dirigen hacia la casa rural, no obstante, Emiliano y Ricardo ven a Federico y Valentina,
en un bar bailando y riendo, como si ellos dos fueran los únicos del lugar.

- Ricardo: (serio) Valentina, tenemos que hablar seriamente sobre Margarita.

- Valentina: (confundida) ¿Eh? ¿sobre Margarita? no entiendo nada. ¿Qué ha
ocurrido?
- Fernando: (curioso) ¿Qué ha hecho mi mujer está vez?
- Emiliano: (con calma) Escuchadnos vosotros dos, Margarita se ha llevado la pócima
de la juventud no es algo para jugar. Si no nunca volverá a la normalidad y terminará
siendo una niña para siempre y podría haber graves consecuencias.
- Valentina: ¡Dios mío! (se pone a rezar) Padre nuestro, que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre…
- Ricardo: (interrumpe) Tranquilízate mujer! que te puede dar un patatu
- Valentina: (sigue rezando) venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra
como en el cielo.
- Fernando: (serio) Entonces no perdamos más tiempo y vamos a buscarla ahora
mismo
(Salen los cuatro del bar en busca de margarita)
De camino a la casa rural, Emiliano y Ricardo le comentan a Valentina y Fernado acerca del
error que tiene la poción y se unen los cuatro en la búsqueda de Margarita.

- Fernando: (confundido) ¿Consecuencias? ¿De qué estás hablando?

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 - Ricardo: (explicando) La pócima solo dura unas horas. Si no vuelven a su edad
normal antes de que se le pase el efecto, podría quedarse como una niña para
siempre.
(Fernando y Valentina se miran entre ellos, empezando a comprender la situación)
- Emiliano: (serio) por eso tenemos que encontrarla lo antes posible.
- Fernando: (también serio) debemos darnos prisa y encontrarla.
- Emiliano: bueno esto en primer lugar es tu culpa, Fernando. Margarita no hubiera
robado la pócima si vosotros dos tendrías una relación más estable, deberías de
saber que ahora ella odia a Valentina.
- Fernando: (molesto y exaltado) ¡Y tu que sabras de relaciones y matrimonios si tu
nunca has estado con una mujer en tu vida!
- Emiliano: (enojado) para tu información, yo estuve casado con una bella mujer y
éramos muy felices juntos.
- Fernando: ¿En qué momento? ¿Cuándo existían aún los dinosaurios? porque yo
aún no había nacido eh.
- Ricardo: (se ríe a carcajadas) JAJAJAJAJAJAJA
- Valentina: (Furiosa) ¡YA BASTA! ¡CALLAROS YA! no es momento para estar
discutiendo sobre su vida amorosa.

Emiliano y los demás llegan al sitio se separan para buscarla por toda la casa y se percatan
que Margarita no está en el lugar, se dan cuenta que en la habitación se encuentra una
botella vacía, la cual al parecer ésta tenía la poción.
(se reúnen todos en la sala de estar)
- Valentina: ¡Oh no! hemos llegado demasiado tarde.
- Fernando: (al mismo tiempo, preocupado) ¡Y ahora qué haremos!
- Emiliano: Me temo que ahora debemos de pensar en otro lugar en el que se pudo
haber metido.
- Ricardo: (emocionado) Tengo una estupenda idea! conozco a una mujer que es
adivina y nos podría decir la ubicación de Margarita.
- Fernando: (perdiendo los estribos) pero tu estás hablando enserio? Venga ya tío,
ponte serio.
- Emiliano: No, no Fernando. Lo que dice Ricardo no es un disparate, he escuchado
un rumor sobre una extraordinaria adivina en el pueblo; sé que no suena muy
convincente pero es nuestra única opción.
(Valentina y Federico se miran con desconfianza y se marchan en busca de la
adivina)

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Mientras que, por otro lado, con el Doctor Bremón se encuentra hablando con la policía, ya
que había llegado a su casa para hacer la investigaciones del robo y descubrir el paradero
de Margarita.
- Policía 1: Hemos recibido una llamada acerca de un robo. ¿ Me podría mencionar
algunos detalles de los hechos? (saca una libreta para apuntar).
- Dr. Bremón: He llamado porque se han metido en mi casa y se han llevado un
objeto de valor…
- Policía 1: Umm, ¿exactamente qué objeto?
Bremon nervioso por los experimentos que había realizado en su casa con la poción de la
juventud, dudaba en contarle la verdad ya que era un delito.

- Policía 1: ¿Me permite revisar en su casa, señor?

- Dr. Bremón: (Temblando) ¿Pa-para qué o-oficial?
- Policía 1: Para que podamos seguir con la investigación del robo o acaso hay algún
inconveniente?
- Dr.Bremon: Pe-pero es necesario que entren en la casa?
(El policía sospecha que oculta algo)
- Policía 2: O acaso oculta algo de lo que no quiere que nos enteremos?
- Dr. Bremón: (detiene al policía)No se lo permitiré!, no es un lugar apropiado para
cualquiera.
- Policía 1: Si se sigue resistiendo tendré que llevarlo a comisaría, señor. (procede a
abrir la puerta de la casa).
- Dr. Bremón: Noo (se tira encima del oficial)
- Policía 1: ¡Suficiente! queda detenido por desobedecer a un agente de policía.
- Policía 2: (Lo electrocuta) ¡Ya es suficiente!, lo subiré a la patrulla.

El Dr.Bremón es arrestado y llevado a comisaría ya que el oficial de policía inspeccionó su

casa y descubrieron que era un brujo que realizaba experimentos con sustancias ilícitas
que eran importadas desde Córcega.
Mientras tanto, Emiliano y los demás se encuentran en la tienda de la Adivina.
- Fernando: (asustado) No sé si soy yo el único que siente una vibra rara en este
lugar.
- Valentina: (nerviosa) Virgen María ruega por nosotros pecadores! Amén.
- Ricardo: Ya dejen de exagerar y comportaros como adultos que sois.
- Adivina: Bienvenido Ricardo, ¿qué te trae por acá esta vez? ¿Y quienes son estas
personas que has traído el día de hoy?.

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 - Ricardo: Pues digamos que no tenemos mucho tiempo para explicaciones y
tenemos prisa por encontrar a la esposa de este señor de acá (señala a Fernando).
- Adivina: Entiendo, pero te va a costar caro este servicio que te voy a ofrecer.
(Fernando se adelanta)
- Fernando: No me importa el precio. Si tengo que mover el cielo y la tierra para
saber su paradero lo haré.
(Valentina voltea a ver a fernando)
- Valentina: (preocupada y triste a la vez) Fernando…
- Adivina: Bien, denme un momento ( saca su bola de cristal y busca con ella a
Margarita, agita sus manos sobre la bola de cristal) uff a ver, si no me equivoco se
encuentra en un rincón de la casa de una mujer llamada Hortensia.
Emiliano y los demás gritan al unísono: ¡Vamos a por ella!
- Adivina: Un momento, un momento. Dijeron que pagarían por esto así que más vale

que me traigan 20,000 € para el día de mañana o la deuda aumentará.

(Todos menos la Adivina estaban conmocionados con semejante cantidad de dinero, por lo
que se niegan a pagar sus servicios. La Adivina como castigo, los encierra en su sótano y
no los deja salir.)
- Adivina: !Si no me pagan el dinero no los dejaré largarse de aquí¡. Así que vayan
buscando la forma de conseguir el dinero.
(Cierra la puerta del sótano con llave)
- Fernando: (furiosamente comienza a gritar)Les dije que esto no era buena idea,
ahora nos quedaremos en este lugar atrapados.
- Valentina: (asustada) Ahora cómo saldremos de este sótano mugroso? (grita) ¡Una
rataaaaa haaaaa! Ayúdame Fernando o quien sea.
(sale corriendo)
- Emiliano: Me arrepiento de ser inmortal, ahora viviré mis días en este asqueroso
sótano y todo por culpa de Ricardo!
- Ricardo: Tranquilos todos encontraremos la forma de salir de aquí, si nos
quedamos encerrados no podremos salvar a Margarita antes que se convierta en
una niña…

Telón

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 Final del Acto III
Este trabajo ha sido escrito por Dayana Zamora, Alejandro Chavarria y Stephanie
Edo.