Para Anna y para todos sus universos

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Me voy analizando y veo como mis cigarros duran menos

Tengo sed y no sé de qué

Siento cosas que no me pertenecen

Tengo los vasos del amor llenos, y vacíos

Quiero ser una estrella, pero una vieja, una que ya esté muriendo.

O un pájaro con alas rotas, pero siempre trabajando en tener nuevas

plumas.

También quiero ser tierra, esperando algun dia ser roca.

O volver al vientre para tener un refugio.

A veces, estar desnuda, para que se note un poco más lo que soy.

Ser una botella, donde solo importa lo que la rellena, también podría
ser una caja, que solo valoran por lo que ponen dentro.

Al final, caer o estar en el abismo, es siempre igual.

Todos sabemos mucho del resto, pero pocos se atreven a saber todo de
sí mismos.

El dolor es como una magia que te odia y despues te quiere.

Tengo mi corazón estresado de tanto evadirme. Quiero volar,

no siempre hacia las nubes, necesito volar hacia mis raíces porque
reciben menos luz.

Es como si el ángel que parecía malo, finalmente siempre fue el sabio.

El miedo me ha enseñado más que el amor. El miedo, al final,

permanentemente me enseñó a entender el amor, a entender lo que
realmente soy.

Una simple partícula divagando en el espacio, un ser irrelevante en la

inmensidad del universo.

La humana que sufre soportando una cruz que a penas pesa.

Una máquina que juega a iluminarse y a estudiar movimientos

misteriosos, incapaz de respetar, incapaz de vivir con dudas, queriendo
morir, porque el cielo y hasta el infierno parecen ser más amables.

Voy a soltarme y jamas dire que confió en el destino, me rendiré a la

profundidad para encontrar mi propia luz.

Me despido ahora, para volver a saludarlos como una guerrera valiente.

Si estuve con ustedes

Estoy...

y siempre estaré.