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¡Qué mala suerte! Amanecí con có rr.:
peste cristatr y me voy a perder t.l
cumpleaños de mi mejor amigrr.
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Estoy realmente tristc y rlt' nr,rl
humor'. Cuando mi nr¡tlii t'ttlrri pr.¡¡'.1
traerrne un jugo dc nirnrrrj,r, r¡trt' me
encanta, apenas lral-rlti \/ lc tlijt':
nli'ul).tl l',r' l,r\ or', c-feja
-¡Hoia,
el jugo alrí.

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 A pesar de que le encontré razón
a mi mamá, seguí enojado por mi
mala suerte.
Pero ahora me doy cuenta de lo
exagerado que fui, porque cuando mi
k mamá me preguntó si necesitaba algo,
t I
yo le contesté de mal modo:
s, queCarme soio!
,Li -¡Quiero
iú Mi mamá, bien comprensiva, me
dijo:
bien, 1o entiendo _y
-Está
agregó-, si me necesitas, llámarne
/l y vengo a acompañarte.
 Como estaba muy negativo, flo
le pedí que se quedara. Me quedé
rumiando a solas mi pena y mi rabia.
Mi mamá se puso a trabajar
en eI computador con la puerta
entreabierta. Seguramente la dejó
asÍ para oÍr si la llamaba. No me
sentía bien solo y me hubiera gustado
conversar con ella, pero me daba
vergüenza echar pie atrás, así es que
me quedé a solas con mi pena.
La verdad es que, además de tener
peste cristal, tengo otra enfermedad más
grave: ¡soy enfermo de orgulloso!

lt.
ir;:
 eápe*¿sdr
IaE"q

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Me había preparado'mucho para
ir al cumpleaños de Antonia, porque
es mi mejor amiga. Y, además, sus
cumpleaños son súper entretenidos.
Con mis ahorros, le había comprado
un juego que sabía que quería tener.
Ella es súper buena y le encanta jugar
en mi casa. Me moría por ver la
cara de Antonia cuando abriera mi
regalo, pero resulta gü€, por esto de
la enfermedad, ahora tenía que man-
dárselo con mi hermano.
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R'!,
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 duda, cuesta aceptar que
-Sin
las cosas no resulten como las habías
'r',1 rrroaán rni rnarná
-áiin
En ese momento llegó rni papá,
quien me dijo:
dentro de todo, aunque te
-Pero
cueste verlo, tienes slterte de contar
con ilna familia c¡-rc' tc quiere" Y tienes
suerte de terrer r-rn¿r enferrnedad que
es curable.
No mc quedó más remedio que
encontrarlcs la razón. iltsi
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,n6:i:
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3 d$e¡t€á

I
.,I
 Me pasé de pesado con mi her-
rnano Tomás, quien ttató de acom-
pañarrne y jtrgar conmigo. Como él
6 ya había tenido la peste cristal, no se
podía contagiar.
Itle propuso dos o tres juegos,
pero yc no acepté ninguna de sus
ideas. Finalmente, Tomás, enojadCI.. me
dijo:
mejor me voy. Es cierto
-Sabes,
que estás enfermo, pero eso no te da
derecho a tratarme mal, así que chao.
 Me sirvió eI enojo de Tomás por-
que después, cuando llegó mi abuelita
a venne, ffi€ porté muy aEroroso con
. eIla. No solo porque quiero mucho
a mi "Ita", sino porque le encontré
raz6n a mi hermano.
La abuela me trajo unos rompe-
cabezas y unos libros, y yo Ie agra-
decí diciendo:
me encantan tus regalos,
-Ita,
Mi Ita me dijo:
maravilloso, Matías, que
-iQué
seas tan agradecido, y de tan buena
conducta a pesar de tu enfermed.ad!
No respondí para que no se desi-
'
lusionara de mí.
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n no es nada
Sé que 1o que me pasa
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grave, que me voy a recuperar y que
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,f no debería importarme tanto como
I me importa, pero igual me afecta y
mucho.
Me puse a pensar en el herrnano
de un compañero que está en un
l,i. tratamiento contra el cáncer. Eso hace
:i',1;,: que se le caigaseel pelo; sin embargo,
las arregla Para
;f .. isiemPre
, .)' ' , andar de buenas. Me dio

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También es cierto que ponerse ,,# :r.'

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mal genio y ser pesado con todos los

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gue me vienen a ver no me benefícia.

;' -,'!-,;::

Adernás, aleja a quienes vienen a

acompañarme y me ayudan a superar
mi mal carácter.
Sé que si sigo tan pesado me voy
a quedar más solo que un náufrago
y q1ue, cuando uno se siente mal, tro
mejor es estar acompañado.

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Mi mamá, que es súper compren-

siva, siempre me dice:
normal que sientas pena. No
-Es
es bueno negarlo. Contarlo y conver-
sarlo conmigo te hace bien, porque te
ayuda a sacar las penitas del alma. Al
hablarlo seguro que te sentirás mejor,
verás tu problema de otra manera y
podrás pensar qué hacer para sentirte
bien.

F" ,,,11 .,.

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i.
I

us'fli#no
 más te cuides _conti_
nuó -Mientras
r¡tu"
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1i::¿. ciiciendomi mamá-, menos ries_
go corres de que la enfermedad se te
complique y más pronto te sentirás
mejor. Una manera de cuidarse es
buscar las cosas que te permitan sen-
tirte bien, porque cuando uno anda
con ánimo se defiende mejor de la
enfermedad, puesto que aumentan
Ias defensas del .r"rpo. Ahora piensa:
¿qué cosas te ayudan a ponerte bien?

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' i., );'.",

!
.¡ :li. : ri
 Yo le respondí que me pone bien
estar con ¡rús anrigos. No i:ue,1o hacer
eso ahorá, salvo que ellos me vengan
a. ver; pero como Ia enfermedad es
contagiosa, vienen poco y solo los que
ya tuvieron la peste cristal. Sin em-
lr
i bargo, me doy cuenta de lo bien que
I
I

me hace. Cuando me mejore, voy a

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I
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sacarles el jugo a mis amigos. Además,
me gusta leer libros y cómics. Voy a
pedirle a mi papá que me kaiga uno.
 .ses0J sei
Jofaul Japué+ua
i ¡a.t ercd o^Jrs JrqrJf,sa o o8ruru un
r.ro) Jelqeg .apaJns al
oun € anb o1
JeluoJ ouanq sg .ualq asJrluas af,ELI
ugiqrue+ orJerp ap ar¡adsa eun Jrqu)sa
anb¡cd'eqesed oru anb ol arqos rrqrrJ
-sa ETranb anb IplJap anb sesof, selue+
JrJJnto E lroJezadiua alu oS .Euelua^
e1 "rod JEJrur e as.nd aru ,uarq auod
atu anb ol ua eqesuad ,nr¡.r"r14

-,-------- - é
 Era un día de lluvia y mientras
miraba por la ventana vi pasar a
unos niños corriendo. Andaban felices
debajo de su paraguas. Mi mam á, que
venía enkando con una leche con
frutilla y tostadas con mermelada, miró
a los niños por la ventana y dijo:
es lo que se llama: ¡al mal
-Eso
tiempo, buena cara!

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36
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Yo repetí en voz alta: i tti-**""""u,f .{,''..t'(
mal tiempo, buena cara!
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Y pensé que ese refrán me viene ,1
I
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corno anillo al dedo. .¡ ,ll
i'

No saco nada con quejarme, igual W"' '- ,0.. -. -"' f

*r.,-tl\
voy a tener que estar unos días en la
casa. Puedo decidir estar enojado
todo
el día, quejándome, o aprovechar este
tiempo, por ejemplo, leyendo el libro
que rne regalaron o dibujando un poco.
Voy a hacerme un cartel con la famosa
frase para recordar mi propósito de
enfrentar mejor la enfermeAa¿.

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Iap g8ail ouewrall rur opuenJ

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T"¡-
Tiempo d,espués, cuando Antonia f\" ,{"
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me vino a visitar, le pregunté:

haces tú cuando las cosas
-¿Qué
te salen mal?
pregunta tan rara!
,l
,l
-¡Qué
jo--. Pareces profesor.." -di-
I que rara? Estoy tratan-
-¿Cómo
i
do de aprender a no echarme a morir :.1: :-l-
,.'ifil." :lr.L -l
i't r

cuando las cosas no me resultan bien.

Entonces, Antonia reccnoció:
l:.:.

realidad, es una buena pre-

-En t
*íi?
!:"1:

tirse bien cuando las cosas andan bien,

pero otra historia muy distinta es estar
bien cuando las cosas van mal.

42
 ¡so8rurB
souanq Jaual a+Jans gnó! sa
erualqord Inp rrles e¡ed
Ja)eq opand gnb oarr He ugnar d .re1
-sa1etu 1a esed aur as .reBap ap oleJ
un ap sgndsag 'o¡od un a[anb aur ,r ',
anb a¡da¡e anb uarn8p e ,aqcnlsa our
anb uarn8p e of,snq sgndsap I erqe.r
e¡ alrnb alu as anb ulseq elos atuJBp
-anb ap oler¡ ordnur¡d IV .4+uada¡¡e
epand aur o8anl anb ol ap o31e ra;Eq
ou e¡ed alqrsod sgur cI alrrJÉruleJ ep "
o+84 sgndsap oracJ .orua8 pur o3ua1
anb¡od or{f,nru ofoua aru ordmur¡d r':¡

1e anb sa pepra^-peprol ET- \r

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 Ha pasado una semana y ya estoy
casi bien, fto contagio, puedo invitar
a mis arnigos y me siento con ganas
de hacer cosas. He recibido algunos
regalos, algunas visitas y muchor p€ro
mucho amor. También he recibido dos
tarjetas con buenos dese<¡s.
Saber que tanta gente me quiere
I

me hace sentir bien. Y creo que lo

I

mejor es que aprendí que 1o más va-

Iioso para enfrentar tros problemas es
saber que: ¡al mal tiempo, buena cara!
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