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MELODY

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 A los que son,
y fueron alguna vez,
Melody

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 PRÓLOGO
Había una vez, en la escuela San Sebastián, un
misterio que nadie podía explicar, aunque
quisieran. Les costaba muchísimo entender por
qué pasó lo que pasó. Yo les voy a contar todo,
porque yo estuve ahí, y aunque no lo crean, al
final, terminaron sabiéndolo todo. Porque resulta
que todo sale a la luz, tarde o temprano.

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 (Parte Uno)

LO QUE NO SE SABE QUE PASÓ

Ustedes posiblemente no lo sepan, y por eso se los

quiero contar. Solamente si prometen no decir
nada. Porque una mañana, los estudiantes se
encontraban en clase cuando de repente, un grito
aterrador resonó en el salón.

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Todos se levantaron de sus asientos y se acercaron
al pizarrón, donde estaba dormida muy, pero muy
profundamente, en el piso, una chica llamada
Melody, una chica que todos conocían, pero que
parecía una completa desconocida después de lo
que le pasó. Eso la cambió.
Melody estaba llena de un extraño polvo rojo, de
pies a cabeza, algo que niguno de los que estaban
de pie podían reconocer.

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Los veinte y tantos alumnos se encontraban muy
asustados y confundidos, algo normal en estos
casos extraños, pero un valiente estudiante, nuestro
narrador sin nombre, sabía que debía hacer algo
al respecto.
Con determinación y coraje en los ojos, decidió
buscar respuestas en el lugar más mágico de la
escuela: el árbol del patio.

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 (Parte dos)

UN TAL DUENDE QUE LO SABE TODO

Caminó hacia el árbol, cuyas ramas parecían
susurrarle palabras de aliento, que lo incitaban a
entrar adentro de él.
Hubo una pausa muy, pero muy larga. Con un
ligero crujido, el tronco se abrió como si fuera una
puerta hacia otro mundo.

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El estudiante entró con cautela y se encontró con
un pequeño duende rojo que lo recibió con una
reverencia.

El duende le pidió al estudiante sinceridad en sus

preguntas y respuestas, advirtiéndole que cada
respuesta teñiría el ambiente de rojo. Con temor
pero determinación, el estudiante preguntó por la
identidad de Melody y qué le había sucedido.

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El duende le contó la triste historia de Melody: era
una alumna que sufría bullying por parte de sus
compañeros. Un día, Melody desapareció sin dejar
rastro, hasta que fue encontrada durmiendo en un
sueño muy profundo en el salón de clases, sin
poder despertarse.

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Para descubrir la verdad detrás de lo que le pasó
a Melody, el estudiante preguntó al duende quién
había sido el responsable. Con una mirada sombría,
el duende reveló el nombre del culpable y le
ofreció al estudiante una oportunidad única: traer
a Melody de vuelta en forma de fantasma para
que pudiera vengarse de aquellos que le habían
hecho daño.

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 (Parte tres)

LA VENGANZA
El estudiante dudó ante la propuesta del duende,
pero finalmente aceptó con la esperanza de hacer
justicia por Melody. Con un gesto mágico, Melody
despertó en forma de fantasma y juntos se
dirigieron hacia los responsables de su trágico
sueño.

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Uno a uno, los culpables fueron desapareciendo en
forma de polvo rojo ante los ojos atónitos del
estudiante y Melody. Sin embargo, a medida que
avanzaban con su venganza, Melody comenzó a
desvanecerse lentamente.

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 (Parte cuatro)

LA LECCIÓN

Con lágrimas en los ojos, Melody se volvió hacia el

estudiante y le dijo con voz etérea:
—“La venganza no es el camino correcto. Así como
me hicieron daño a mí, yo también he causado
daño a sus almas y a la mía”.

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El estudiante comprendió entonces la lección
detrás de toda esta tragedia: la venganza solo hacía
eterno el ciclo de dolor y sufrimiento. Con un nudo
en la garganta, pidió perdón a Melody por haberla
arrastrado a ese camino oscuro.
Con un destello brillante, Melody se desvaneció por
completo, dejando al estudiante solo bajo las ramas
del árbol del patio. El ambiente rojo comenzó a
disiparse lentamente, devolviendo la calma al lugar.

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El estudiante salió del árbol con el corazón más
sabio y prometió honrar la memoria de Melody
viviendo cada día con amabilidad y compasión
hacia los demás. Desde ese día en adelante, la
historia de Melody se convirtió en una leyenda
para recordar a todos que la venganza nunca es la
solución.

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Y así termina esta historia mágica y llena de
enseñanzas para aquellos que escuchan
atentamente sobre la importancia del perdón y la
bondad en nuestros corazones.

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 EPÍLOGO
Melody no pudo volver de ese sueño profundo,
pero su corazón había cambiado, ya no era el de
antes, el perdón la transformó. A veces es mejor
ver lo que nos hace mal y resolverlo, sin necesidad
de hacer lo que hizo Melody, lo que no deben
hacer, porque no les hace bien.

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