MI AMIGO EL CORONAVIRUS

El día de ayer mi abuelo Lucas -un hombre de gran experiencia y sabiduría, de

piel trigueña, cabello liso y blanco con su piel llena de arugas por su avanzada
edad, me conto una gran historia, que en un pueblo llamado pueblo escondido, de
gran extensión de tierra, fértil y productiva, donde viven humanos muy
inteligentes, con ojos alargados y cara redonda, de baja estatura. Y piel blanca.
Llegaron a interrumpir su tranquilidad unos diminutos seres con muchos
tentáculos a sus alrededor Capases de causar la muerte a los seres humanos.

Muy lejos de pueblo escondido, a orillas del rio magdalena existe otro pueblo
llamado tierra linda caracterizada por tener un clima cálido, agrícola y ganadero
lleno de gente amable y trabajadora.

En este lugar vive un niño de corta edad con ojos claros, piel morena, cabelló
rizado y de buen corazón llamado Alegría, quien se encontraba sentado junto al
rio triste y llorando porque había escuchado que este virus llamado coronavirus
acabaría con toda las personas de este planeta, cuando de repente apareció un
remolino de viento y en él pudo ver varios cuerpos idénticos; Asustado alegría,
pensó que venía a matarlo y de inmediato empezó a orar como sus padres le
enseñaron, ante tal situación uno de estos tentáculos del coronavirus le hablo al
niño y le dijo debes estar tranquilo y contento porque no te vamos a hacer daño ni
a ti ni a ningún niño de este mundo, solo queremos destruir a las personas que le
han hecho tanto daño al planeta tierra por su mal proceder y falta de injusticia y
falta de conciencia.

El coronavirus continúo diciéndole al niño: somos tus amigos y no le haremos

daño a ninguno de los niños, porque ustedes serán el futuro de esta tierra, para
que sea justa, productiva y agradable para todos, pero queremos que usted nos
ayude para que otros niños también conozcan nuestros propósitos, el niño alegría,
ante la noticia sonrío y les dijo que el cumpliría esa misión, pero que por favor no
les quitara a sus seres queridos el tentáculo de nuevo le dijo estaré atento nos
volvemos a ver en este lugar. Hubo un silencio y sin palabra desapareció sin
responder la propuesta del niño.

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Alegría pensó por un momento que tendría que salvar a muchos niños, pero al
mismo tiempo sintió tristeza y temor de perder a sus padres y demás seres
queridos; Sin embargo se marchó a su casa y le contó a su abuelo lo sucedido. En
principio el abuelo no le creyó y le dijo: -no inventes historias, ni te imagines cosas
que no son realidad. El niño insistió y decidió al día siguiente a contarle a sus
compañeritos y a la profesora de su escuela.

Algunos de estos niños se burlaron y no creyeron en su palabra, pero como

Alegría era un niño juicioso, responsable, y no acostumbraba a decir mentiras;
otros compañeros y su profesora Julieta si le creyeron. Julieta que es una
profesora joven, delgada, con ojos negros, cabelló largo y muy simpática, no solo
por su apariencia física si no por su forma de ser: amable, cariñosa, que le gusta
escuchar a sus estudiantes, decidió tomar la palabra para convencer a los
estudiantes que lo que decía Alegría era verdad porque diario se escucha en los
noticieros que este virus está atacando a los adultos. De esta forma deciden
multiplicar sus voces no solo en la escuela y en el pueblo tierra linda, sino
también, en otros pueblos hasta que la noticia se propague por todo el mundo. Los
niños de la escuela junto con la profesora, deciden cada mañana hacer oración
pidiendo a Dios para que salve a la humanidad de esta tragedia y al mismo
tiempo le suplica para que le de la inteligencia y capacidad al hombre para
encontrar la cura a este terrible mal.

Pasan los días y la cantidad de muertos causados por el virus aumenta mucho
más, a tal punto que han muerto varios vecinos, familiares de algunos de sus
compañeros y hasta su propio abuelo a quien extraña mucho porque era la
persona que le contaba historias, lo escuchaba y era su mejor amigo Esto
situación hizo que Alegría se llenara de tristeza y preocupación porque tenía
temor de que sus padres también murieran y se quedara solo en el mundo. Este
virus hizo que Alegría no pudiera volver a la escuela y muchos de sus
compañeros por miedo de encontrarse el virus.

La profesora Julieta preocupada por la situación que se está viviendo en estos

momentos decide llamar a sus alumnos y explicarles un poco acerca de este
terrible virus , ellos le digieron que tenían temor de contagiarse y enfermar a su

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familia ella los convence de tener clase desde casa y que así no tendrán que dejar
de versen a cambio de esto ellos, le piden a su profesora Julieta que visiten a un
personaje muy nombrado en el pueblo que vivía como a 20km de allí, que tenía la
capacidad y la inteligencia para curar múltiples enfermedades, inclusive las más
mortales.

Este señor llamado curatodo, de estatura alta, barba descuidada, piel blanca y
ojos negros; vivía en un bosque rodeado de animales y plantas medicinales, las
cuales cultivaba y cuidaba por su valor curativo.

Curatodo al conocer la angustia y el clamor de la profesora y sus alumnos por

salvar el, mundo de este virus, les promete que de inmediato trabajara con la
ayuda de Dios, logre hallar la cura. Los visitantes regresan al pueblo con la
esperanza e ilusión de salvarse y salvar al resto de la humanidad.

Cuando había pasados varios días, después de aquella visita la tragedia a la

escuela por que tres de los compañeritos de Alegría murieron a causa de este
terrible virus; ante esto, Alegría nuevamente se llena de tristeza, nostalgia,
preocupación y hasta maldice al coronavirus que lo había visitado porque no
había cumplido su promesa con los niños; es así como decide regresar a la orilla
del rio donde posiblemente podía encontrar ¨A SU AMIGO EL CORONAVIRUS¨.
Después de un rato de allí nuevamente siente un remolino de viento, como la
primera vez, el niño siente que es el coronavirus que lo visita y de inmediato le
reclama por haberle faltado a su promesa de no matar niños, a lo que el terrible
tentáculo coronavirus le responde:- fue usted el que me fallo al buscar protección
divina y terrenal para acabarme, por esta razón decidí no tener piedad con ningún
ser humano porque soy más poderoso que cualquier otro ser natural o
sobrenatural¨. Alegría le suplica al coronavirus que tenga compasión con la
humanidad, que regrese a su lugar de origen para que no cause más daño y que a
cambio, él, sus compañeros y la profesora buscaran la forma de que todas las
personas se comprometan a cuidar el planeta tierra y todo lo que sobre él pueda
existir, para así vivir en paz y armonía con la naturaleza. Estas palabras del niño
Alegría no lograron conmover al virus y este le responde: ¨yo soy el poder sobre el
mundo y seguiré haciendo mi trabajo. Y de esta forma desapareció.

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El niño alegría se llena de temor al escuchar la respuesta del virus y regresa a su
casa llorando y al día siguiente le cuenta a la profesora Julieta sobre su nuevo
encuentro con su amigo el coronavirus. La profesora lo abraza y lo alienta junto
con los otros niños y le dice que la última esperanza esta puesta en Dios y en
curatodo para que muy pronto encuentre la medicina perfecta para acabar con ese
demonio.

En la mañana siguiente llego el señor curatodo a pueblo escondido a darles la

afortunada noticia de haber encontrado la medicina para combatir y acabar con
este terrible virus llamado CORONAVIRUS enfermedad respiratoria que nos
puede dejar sin aliento y sin vida, por eso nos debemos seguir cuidando para que
este terrible virus no nos siga matando.

De esta forma el niño alegría sus compañeros y la profesora nunca perdieron la fe

de encontrar una solución a esta enfermedad que parecía difícil de combatir.

Es así como este cuento nos deja la enseñanza ¨DE QUERER ES PODER Y
CUANDO SE UNEN ESFUERZOS PARA ALCANZAR PROPÓSITOS NADA ES
IMPOSIBLE¨