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¿Qué es la familia?

Una familia es un grupo de personas unidas por el parentesco. Esta unión se puede conformar por
vínculos consanguíneos o por un vínculo constituido y reconocido legal y socialmente, como es el
matrimonio o la adopción.
La familia es la organización social más importante para el hombre: el pertenecer a una agrupación de
este tipo es vital en el desarrollo psicológico y social del individuo.
El concepto de familia ha ido sufriendo transformaciones conforme a los cambios en
la sociedad según las costumbres, cultura, religión y el derecho de cada país. Durante mucho tiempo,
se definió como familia al grupo de personas conformadas por una madre, un padre y los hijos e hijas
que nacen a raíz de esta relación.
Sin embargo, esta clasificación ha quedado desactualizada a los tiempos modernos, ya que
actualmente existen varios modelos de familia. Hoy la familia se entiende ampliamente como el
ámbito donde el individuo se siente cuidado, sin necesidad de tener vínculos o relación de
parentesco directa.
La relación de parentesco se puede dar en diferentes niveles. Esto lleva a que no todas las personas
que conforman una familia tengan la misma cercanía o tipo de relación. Por ejemplo: la familia nuclear
es el grupo conformado por una pareja y sus hijos, mientras que la familia extensa incluye a los
abuelos, los tíos, primos.
Ahora bien, desde el punto de vista sociológico la familia según Páez es un grupo de personas
entrelazadas en un sistema social, cuyos vínculos se basan en relaciones de parentesco fundados en
lazos biológicos y sociales con funciones específicas para cada uno de sus miembros y con una
función más o menos determinada en un sistema social (1984, p.23).
La familia es escuela de valores
La familia, núcleo de la sociedad, es escuela de valores donde se educan, por contagio, todos los que
la integran. Es en la familia donde se crean vínculos afectivos, donde se quiere a cada uno por lo que
es, con cualidades y defectos. Nuestra familia es el espacio de la intimidad. Somos conocidos
totalmente, no necesitamos de ningún ´´curriculum´´ para que nos aprecien. Esto influye para que sea
el ámbito propicio, donde, gracias a la convivencia, se aprendan unos valores que perduran siempre.
Todos los padres queremos que nuestros hijos sean felices. Los hijos lo serán en la medida que vean
que sus padres lo son. La mejor referencia es la vida de los padres. Reflexionaremos sobre algunos
puntos que son primordiales para la vida cotidiana.

El primer gran valor que deberán aprender será saber amar porque, cuando hemos aprendido a amar,
lo hemos aprendido todo. Amar conlleva muchos valores: olvido personal, generosidad, fortaleza,
flexibilidad, comprensión, etc. Teresa de Calcuta nos recuerda que ´´amar es no parar´´. Podemos
hacerle caso y repartir afecto a todos los de la familia. El afecto da seguridad y la seguridad da
autoestima y, con autoestima, es mas fácil interiorizar los valores que los progenitores quieren
transmitir.

También saber perdonar de todo corazón, no acumulando reproches. Pasar por alto cambios de
humor. No recordar continuamente los agravios recibidos. Enseñar a perdonar es colaborar a la paz.
El rencor y la venganza sólo ayudan a destruir. El perdón es un punto esencial para ayudar a vivir la
solidaridad y el respeto por los demás. El matrimonio que sabe olvidar, que deja el amor propio en el
bolsillo y no se enoja, enseña a perdonar a sus hijos. Un ambiente de serenidad, de no criticar a
nadie, de saber disculpar, es de gran ayuda para la integración social de los hijos.
Los padres somos el espejo de convicciones donde se reflejan nuestros hijos. Por esto hemos de ser
coherentes con lo que decimos y hacemos.
Gerardo Mendive (2008, p.77) a la letra dice que La familia tiene una posición respecto a la educación
y por medio de su dinámica interna opta por lo que cree más conveniente para su hijo. A través de la
familia, el menor no solo recibe la herencia genética sino la cultural que los padres transmiten a sus
hijos, también la fe, ideologías, tradiciones, costumbres, afinidades, aversiones, etc., lo que permitirá
al menor integrarse paulatinamente a la sociedad y comenzara a manifestar su comportamiento.
Valores familiares
Los valores son cualidades, principios o virtudes que un individuo desarrolla y que son
importantes para su crecimiento personal y social. Existe una serie de valores fundamentales que es
importante que todas las familias transmitan a hijos e hijas para el desarrollo armónico de la familia y
de la sociedad.
 Afecto. Es la base de la armonía familiar. El amor y el afecto justifican y posibilitan el desarrollo de
todos los demás valores. Consolidar un ambiente familiar de afecto depende de la capacidad de sus
miembros para dar y recibir el amor del prójimo.
 Comprensión. Implica ponerse en el lugar del otro para comprender su accionar y sus emociones. Es
un valor importante para transmitir, ya que los niños aprenden las diferencias entre los demás y las
aceptan.
 Respeto por la individualidad. Implica respetar las decisiones y formas de actuar de los demás sin
juzgarlas y teniendo en cuenta la libertad. Es un valor clave para toda relación humana. El respeto por
las diferencias dentro de la familia crea un ambiente sano y desafiante.
 Compromiso. Implica contar con el accionar de todos sus miembros ya que la convivencia armónica
dentro de la estructura familiar depende de ese compromiso. Es importante que se tome conciencia
sobre la importancia de colaborar con el bienestar familiar.
 Responsabilidad. Implica que las acciones personales pueden repercutir de manera negativa en el
bienestar familiar. Ser responsable es actuar teniendo en consideración al otro.
 Comunicación. Es la base de toda relación social, por lo tanto, es un valor clave dentro de la familia.
Escuchar las opiniones ajenas, transmitir inquietudes y compartir experiencias resulta importante para
mantener un equilibrio dentro de la familia y lograr que todos los miembros se sientan parte.
 Justicia. Implica dar lo que corresponde a cada uno y es importante para que todos los integrantes de
una familia se sientan parte de ella.
 Tolerancia. Implica respetar las opiniones, ideas o acciones de los demás miembros de la familia,
aunque no coincidan con las propias.
 Honestidad. Implica utilizar la verdad en todo momento para desarrollar ambientes de comunicación,
respeto y justicia. La honestidad es uno de los valores más importantes para crear lazos que se basen
en la fidelidad y en la confianza.

Pregunta 3
Según ENCOVI, en 2017 el tamaño promedio de los hogares venezolanos en general era de 4,1
miembros. Para los hogares nucleares el promedio era de 3,5 miembros, para los extensos en
promedio 5,1 miembros y los hogares compuestos 6,1 miembros. En el caso de hogares
monoparentales, los hogares donde la jefatura es femenina tienden a ser de mayor tamaño llegando
hasta 3 miembros. Cuando la jefatura es masculina, el tamaño de los hogares monoparentales es de
2,5 miembros (DI BRIENZA, 2018).
Según el lugar de residencia, se distingue el ámbito de la Gran Caracas por mostrar una mayor
visibilidad de los hombres que viven solos (7 %), y de núcleos familiares completos encabezados por
mujeres (19 %), para los lugares con menor nivel de urbanización la encuesta reporta algo más
elevada la representación de mujeres jefas que declaran que su hogar está conformado solo por ella y
sus hijos (31 %) (DI BRIENZA, 2018).
De acuerdo con Contreras; Marquina e Quintero de Contreras (2008) en Venezuela existe una
tendencia a que los hogares formados por mujeres separadas o solteras, que, abandonadas por su
pareja, deben hacerse cargo emocional y económicamente de los hijos. En cuanto el hombre tiene
una presencia en la familia inestable y ausente, constituyendo a la madre en el centro de la familia.
El tamaño de los hogares venezolanos varía según el lugar de residencia y la condición social, ambos
aspectos estrechamente relacionados a los diferenciales en los niveles de fecundidad, determinantes
de la cultura y la posibilidad de que los miembros de un hogar puedan independizarse para formar un
nuevo hogar. La condición social de los hogares, sin importar el tipo, juega un papel fundamental en lo
que se refiere al tamaño promedio, siendo aquellos con mayores desventajas socioeconómicas
tengan un tamaño promedio mayor (DI BRIENZA, 2018).

Pregunta 2
Desde los años setenta, un grupo de investigadores e investigadoras venezolanos se ha dado a la
tarea, de forma muy competente, de presentar una propuesta de estudio de la familia venezolana. El
tema ha sido de particular interés entre los investigadores, pues casi todos coinciden que la familia
venezolana, especialmente en sectores populares, dista de tener la estructura que caracteriza a la
familia en el resto de las sociedades occidentales.
La familia ‘nuclear’ o tradicional, conformada por la madre, padre e hijos, es la estructura que
prevalece en buena parte de las sociedades occidentales. Mientras que la familia ‘extendida ’ es una
forma de organización social donde varios hermanos comparten el mismo hogar con sus hijos y
esposas, así como también con los padres, y dependiendo del contexto, la familia extendida puede
estar conformada por varias generaciones, la familia nuclear es aquella conformada por el hombre, la
mujer, y sus hijos. Esto no quiere decir que en las sociedades occidentales modernas sólo los padres,
hijos, hermanos y cónyuges son parientes. Efectivamente, la sociedad occidental moderna conoce
bien las relaciones entre primos, suegros, tíos, etc., pero el tipo de organización social fundamental es
la familia nuclear: es en torno a ella como el individuo pasa buena parte de su vida.
Desde la década de los setenta, José Luis Vethencourt ha venido advirtiendo que la familia
venezolana entre las clases populares no está conformada por el modelo nuclear tradicional del
padre, la madre y los hijos. Por el contrario, lo que prevalece en la familia venezolana es una
estructura familiar ‘atípica’, donde la pareja como institución familiar es muy débil. El lazo entre
hombres y mujeres nunca ha sido lo suficientemente fuerte como para sostener la estructura de la
familia nuclear. El resultado ha sido una estructura familiar inestable, donde luego de la procreación,
la pareja se disuelve. La disolución de la pareja alimenta, en palabras de Vethencourt, una “muy
frecuente poliginia sucesiva e itinerante y, a la vez, en una frecuente poliandria, también sucesiva,
pero menos itinerante” (Citado por Moreno, 1995: 430).

La familia venezolana es ‘matricentrada’, pero la sociedad venezolana sigue siendo patriarcal. La


madre ocupa prominencia como eje del orden familiar, pero sigue siendo el hombre quien ocupa la
posición de poder. El poder de la madre es emocional, pero nada más. Asimismo, la madre nunca
asume por completo la centralidad de la familia venezolana. Ante la virtual ausencia del padre en las
relaciones familiares, la madre casi siempre recurre a una figura paterna para que, castamente,
asuma la responsabilidad paternal.
Si la familia venezolana ha carecido de padre desde sus inicios en los tiempos coloniales, esta
estructura familiar dista de poder ser abandonada. Pues, se sigue promoviendo al adulterio, del cual la
población venezolanazo ha logrado salir. Más aún, puesto que la familia matricentrada es causa y
consecuencia de la pobreza, se conforma un círculo vicioso del cual es difícil salir, por lo que la
estructura matricentrada mantendrá vigencia en los años venideros.

Bibliografía
Editorial Etecé, 2013-2023 (la familia) Enciclopedia Concepto recuperado https://concepto.de/familia/
Páez, G. (1984). Sociología de la familia. Bogotá: Universidad Santo Tomás.
Victoria Cardona 2015 La familia, escuela de valores
https://es.catholic.net/op/articulos/7009/cat/246/la-familia-escuela-de-valores.html#modal
Mendive, G. (2008). La escuela y sus desafíos. Declaración Universal de los Derechos Humanos, 10
de diciembre de 1948
María Susana Campo-Redondo, Jesús Andrade, Gabriel Andrade 2007 La matricentralidad de
la familia venezolana desde una perspectiva histórica http://ve.scielo.org/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S1315-62682007000200005

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