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JUAN SIN TIERRA

Autobiografía
JUAN SIN TIERRA
Autobiografía

En el sendero de la paz a través del mundo


“No hay camino a la paz. La Paz es el camino”
(Gandhi)

Johan Galtung

Traducción
Fernando Montiel T.
Título original:
Johan Lackland: Autobiography.
On the peace path through the world

Juan sin tierra: Autobiografía.


En el sendero de la paz a través del mundo

Montiel &Soriano Editores S.A de C.V


Calle 15 Sur No. 505.
Puebla, Pue. México.

Primera edición en español: Agosto, 2008


ISBN: 978-607-7512-01-1

Autor
Johan Galtung

Traducción y edición
Fernando Montiel T.

Asistente de Edición
Miguel A. Soriano M.

Diseño de Portada
El Castor Diseño

Esta publicación no puede ser reproducida ni en todo ni en parte, ni


registrada en, o transmitida por un sistema de recuperación de
información, in ninguna forma ni por ningún medio, sea este
mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electro-óptico, por
fotocopia o cualquier otro sin el permiso previo por escrito de los
editores (fernando.montiel.t@gmail.com).

Impreso y hecho en México / Printed and bound in Mexico


Dedicado a:

Dos padres: Helga y August


Dos hermanas: Inegerd y Dagny
Dos esposas: Ingrid y Fumiko
Dos hijos con Ingrid: Andreas y Harald
Dos hijos con Fumiko: Fredrik e Irene

Dos suegras: Ragnhild e Aiko


Dos suegros: Olav y Norio
Dos nueras: Barbro y Liv
Dos amigos en Noruega, entre muchos: Frede y Herman
Dos amigos en el extranjero, entre una infinidad: Dieter y José-María

Dos profesores en Noruega: Arne Næss y Sierre Holm


Dos profesores en EE.UU: Robert K. Merton y Paul F. Lazarsfeld
Dos inspiraciones: Pitirim Sorokin y Bertrand Russell
Dos maestros: Henrik Ibsen y Mohandas Gandhi
UN PUENTE

El Maestro dijo:

“Vivir es luchar con duendes,


En las bóvedas del corazón y el cerebro;
Escribir, eso significa sentarse,
juzgándose a uno mismo”

Así fue como habló y ni siquiera había escrito su autobiografía; dejó


esa tarea a un ejército de biógrafos construyendo cosas como el psico-
simbolismo en las poéticas artes de Henrik Ibsen. Él mismo fue al
extranjero –a Italia.
Autobiografía = Autorecuento. Y me encuentro atrapado en mi
propia red ya que en alguna ocasión escribí una teoría de la biografía
para el pionero Centro de Biografía en la Universidad de Hawai. El
punto principal era algo sobre un viaje en tres espacios: el ser humano
público, visible en el espacio público; el ser humano privado, visible
solamente en el espacio privado -más limitado de la familia y los amigos;
y el ser humano interno -el espacio interno- difícilmente visible incluso
para la persona misma. Y esto a pesar del hecho de que el viaje interno
en esas bóvedas es tal vez el más importante de todos. Y además de
todo esto, se supone que la historia completa debe ser auténtica, genuina.
Esta autobiografía es tal vez más sobre la segunda mitad del siglo
XX que sobre el autor. Y no me considero una persona particularmente
interesante. Noruego como soy, prácticamente no tengo alma –tan solo
compárese a los noruegos con un italiano promedio, y ya no se diga
con un indígena promedio. Las mujeres que he conocido pueden todas
certificar que, hablando en términos prácticos, soy carente de alma, tal
Juan sin tierra

vez incluso por debajo del promedio noruego. Por lo demás, mi vida
privada no es interesante, además, es exactamente eso: privada.
Pero mi ciclo de vida público a lo largo de dos senderos paralelos
-como investigador/profesor y como trabajador/activista en resolución
de conflictos tal vez más en el trasfondo- no es necesariamente poco
interesante. Se trata de una vida rica con un montón de hechos casi
increíbles. Un propósito de esta autobiografía es ofrecer algunas pistas
sobre cómo muchas más personas pueden obtener mucho más de ese
regalo divino que con tanta frecuencia damos por sentado: el simple hecho
de que estamos vivos. Se trata de cómo este privilegio implica el deber
de permitir que otros vivan y florezcan, en otras palabras, de cómo
evitar la violencia. Paz en otras palabras. No como una meta distante,
sino como un camino.
Habrá mucha política en este libro, y muy poco de mi vida
privada, pero algo habrá sobre la vida interna de un “humanista con
elementos budistas”. Para hacer compatibles la forma y el fondo, el
libro será una mezcla del ciclo de vida, destellos o bosquejos escritos
como pequeñas historias, y algunos grandes temas escritos como
ensayos. El pilar de soporte es, por supuesto, el ciclo de vida. Pero el
libro no está escrito de una forma estrictamente cronológica (obsérvese
el apéndice –Currículum vitae- para una relación de esa naturaleza). Y
por favor, no se enfade por el hecho de que una biografía sobre un ser
sea exactamente eso, sobre un ser.
En el entendido de que he realizado algo de ciencia social a lo
largo de mi vida, incluso sobre macro-historia cubriendo largos
periodos de tiempo, algo debe decirse sobre la periodización de mi
propio ciclo vital. Biografía es micro-historia, sobre una persona, en un
contexto. La periodización es inevitable para quien sea que intente
escribir historia. Para presentar una historia en forma de partes de un
libro y con cualquier tipo de títulos en sus capítulos, se debe integrar
en todo ello algún mensaje.
Antecedentes- Noruega- Extranjero- Mundo. Cerca de 20 años
de cada uno. Si comienzo con mi vida consciente y articulada alrededor
de la edad de dos o tres años, esto debería llevarme hasta el año 2012.
También soy un futurista. El futuro es bien a bien una parte importante
de la realidad como una visión que no se ha realizado todavía. ¡Toco
madera!
Antecedentes. (1930-1952) Familia-niñez-juventud La formación
me lleva a una edad en la que tenía una visión de mi propia vida: paz
con consecuencias tales como la objeción de conciencia, un servicio
alternativo para objetores de conciencia en estudios de paz, trabajo por

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Un puente

la paz. Existía una especie de dirección general, pero ningún camino,


solamente un terreno desordenado y excitante.
Noruega. (1952-1972) Me arrojo en la realidad noruega como
un participante activo con un gran apetito e impaciencia. No en el
sentido de que no haya viajado también. Era profesor e investigador en
la Universidad de Columbia, Nueva York 1957-1960, pero esto también
fue parte de mi educación formal. Fui profesor UNESCO en Chile por
dos años en el periodo 1962-1964, en un esfuerzo por traer a América
Latina lo poco que había aprendido en Columbia, como profesor
UNESCO sobre metodología de las ciencias sociales. Esto fue para
aprender también, y para aprender a conocer el mundo. Tanto Nueva
York como Chile fueron preparaciones, para poder regresar mejor
equipado a un trabajo real. Noruega era la fase sobre lo que quería
hacer. Pero, como sea, tras ese periodo solamente mi cuerpo había
quedado en Noruega. El alma que ya había proclamado inexistente se
había ido lentamente del país, hacia el exterior.
Extranjero. (1973-1992) Me arrojo con la misma impaciencia
a la realidad de otros países como un participante al menos igualmente
activo, con los mismos apetitos. No en el sentido de que no regresé
nunca a Noruega. Lo hice, y lo sigo haciendo en promedio cada dos
meses. Como cualquier buen noruego, al final conseguí mi cabaña en
la montaña, junto a un lago. Pero la arena se encontraba en el extranjero y
se trasladaba, de un año al siguiente: España, Italia, India, Alemania,
Yugoslavia, Suiza, Francia, los Estados Unidos, Hawai, Cuba, Chile, la
Unión Soviética, Europa del Este en general, China, Japón, etc.
Mundo. (1993-?) Me he llegado a sentir un verdadero ciudadano
del mundo. Los muchos pequeños riachuelos se han congregado en un
(no tan grande) río que se dirige a su absorción en el océano. Los dos
senderos -de investigador y de activista- se han condensado; muchas
contradicciones han sido trascendidas. Y eso me ha llevado, tal vez, a
una especie de revisión sobre la política global y un par de cosas más.
Es aquí donde me encuentro en este momento.
Voy a hacer reportes sobre todos los periodos en esa revisión.
Algo de todo esto será controversial y algo más puede incluso llegar a
resultar provocador. No deja de sorprenderme cada vez que escucho
esto. Esas cosas son obvias para mi, casi triviales. Pero me he ido lejos
de ese pequeño niño que vivía en un ambiente sólido, burgués y
amoroso en un rincón occidental de Oslo. Para aquellos que no se
mueven sino que se quedan fijos en algún lugar, incluso el más ínfimo
soplo de aire será una provocación. Si yo mismo me hubiese quedado
quieto, probablemente también habría sido provocado e irritado por

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Juan sin tierra

mucho de lo que se puede leer en este libro; por ejemplo, las palabras -
a veces duras- sobre “el Sistema”. Algo de todo esto puede incluso
alimentar un debate. Si una fracción de lo anterior llegase a ocurrir,
entonces algo del propósito de este libro se habrá conseguido.
Pero el libro también puede ser leído como una parte de la
tradición vikinga noruega, el viaje del descubrimiento, encontrándonos
en la sociedad y la sociología, no en el espacio y la geografía. De tal
forma, querido lector, utilízame como una guía más hacia las grietas
más profundas del espacio, observando el mundo desde ángulos extraños.
Irrítate, ¡pero también disfruta con una pequeña sonrisa de cuando en
cuando!
Un viaje. Tal vez no tan simple como se ha presentado aquí.
Pero, como dicen los budistas: tus primeros 60 años son la infancia, la
preparación. Los siguentes 60 años estarás listo, es ahí cuando la vida
de verdad comienza. Éste es solamente el principio. Tendremos una
continuación.
Permítaseme construir un puente para el lector hacia mi vida
en la forma en la que la vivo en este momento, en tanto que este libro
comienza a ser escrito, aquí, en Kyoto, en abril de 2000.
Mi cuñado Hiroshi murió el día de ayer. La familia le está
rindiendo sus últimos respetos en un templo budista en Otsu, una de las
capitales más antiguas de Japón, cerca de Kyoto. Hay incienso en el
aire. Estamos sentados en esteras. El hijo, la madre y los cinco hermanos
en la primera fila; organizada, de acuerdo con la edad, con mi querida
Fumiko como la número uno, los parientes políticos en la segunda fila
y en esta ocasión conmigo como el número uno. En la tercera fila los
sobrinos, las sobrinas.
El ataúd está frente a nosotros. Hiroshi sonríe desde una
fotografía. Hay un par de cosas que llevará consigo al viaje que se
avecina –incluyendo los cigarrillos fatales de su marca favorita. La
cremación es mañana. La familia sacará algunos huesos de las cenizas.
Luego viene el funeral, Hiroshi se convierte en un buda con acceso al
salón central del templo.
Nos aproximamos al féretro, uno tras otro, nos inclinamos, la
frente cerca del suelo, en dirección al ataúd, principalmente hacia su
hijo mayor. Un poco de incienso extra en la flama, las palmas bien
juntas, la cabeza inclinándose otra vez, dos veces. Mi suegra –de 88
años de edad- hace todo bellísimamente, con perfección.
El sacerdote entró exactamente a las 9:00 p.m. Un rostro suave,
bello, relajado. “El núcleo del budismo –dice- es la compasión y la
equidad. Experimenten los problemas de sus compañeros seres humanos

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Un puente

tanto como los propios; nunca reciban nada que no haya sido
voluntariamente ofrecido. Esto es válido entre seres humanos, entre
grupos, y para Japón en el mundo. Hiroshi les ha abandonado, pero al
convertirse en un buda nos puede ayudar a ser más compasivos, más
capaces de construir relaciones equilibradas en nuestro entorno. Su
despedida puede ser una fuente de energía para todos nosotros”. A las
10:00 p.m. en punto todo ha terminado.
En breve: Paz. Esto es lo que Buda dijo hace 2,500 años.
Existen dos simples reglas: la compasión en tu interior y una vida
ordenadamente aceptable en tu entorno. El común denominador para
las dos reglas es marginar los cálculos personales de costo-beneficio a
la periferia, y traer los presupuestos colectivos más al centro. Y éste es
el caso también si cuando se habla de “tú”, nos referimos a un género,
una clase, una nación, un Estado.
El día siguiente: Levantado como de costumbre antes de las
6:00 a.m., correo electrónico, Shift-F10, y el manuscrito está ahora en
la pantalla, sonriéndome, ¡Escríbeme! –me dice.
Suena excitante: Cultura Profunda. Existe mucho de Freud y
todavía más de Jung en cómo el subconsciente colectivo de una nación
diseña la política internacional del Estado, el país en el que una nación
ha encontrado su residencia. Como la primera entre las naciones, en el
piso principal.
He estado trabajado en esto desde hace ya algunos años. Casi
todas las naciones han tenido un nacimiento y una infancia traumática.
¿Cómo quedan estas naciones marcadas por sus traumas? ¿Qué significa
el haber sufrido el trauma de tener traumas en conflicto con otras
naciones? ¿De dónde, por ejemplo, viene el miedo noruego a los rusos?
¿Podría tener algo que ver con que “en algún momento, en el futuro,
regresarán y nos harán las mismas cosas que en algún momento les
hicimos nosotros”? ¿Qué clases de arquetipos, modelos, tenemos para
la paz en lo profundo? ¿El héroe de guerra que nos trae la paz al vencer
al enemigo? ¿El santo que hace que las armas terminen en la inutilidad
–con el problema de que él/ella puede aparecer solamente una vez cada
cinco centurias? ¿Es posible crear nuevos arquetipos que tengan la paz
como resultado de la movilización de millones de seres humanos en un
trabajo diario? ¿Qué es lo que se esconde dentro de la megalomanía y
la paranoia de las grandes potencias, que se presenta como patriotismo?
¿O dentro de la pequeña Noruega? ¿Existe tal cosa como un
subconsciente colectivo femenino y masculino, marcado por el
patriarcado a nuestro alrededor? ¿Qué hay de las clases? ¿Existe algo
en todo esto sobre lo que podríamos construir la paz? ¿Cómo es

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Juan sin tierra

posible cambiar la cultura profunda en este subconsciente colectivo?


¿Por medio de un acto de voluntad? Bien, pero entonces ¿cómo
hacemos conciencia del subconsciente?
Estamos en la década de la cultura de paz de las Naciones
Unidas y de la UNESCO. Tuve el honor de inaugurar la década para la
UNESCO en Beirut, en una región llena de un subconsciente muy
inconveniente. Como sea, no vamos a poder avanzar mientras no
limpiemos un poco esos sótanos. Los más peligrosos son los que creen
que han sido elegidos por Dios, la Historia o algo similar, ya que se
ven a sí mismos como seres por encima de la ley. Creen que el Reino
de la Tierra les pertenece, o al menos como Tierra Prometida. Existen
algunos de ellos en el mundo. Y si son nuestros vecinos, el resultado
puede ser catastrófico. ¿Acaso tenemos nosotros, o ellos, el coraje para
ver a través de sus astutas racionalizaciones y asumirlas todas?
Dos días más tarde: San Mateo, un lugar en Metro-Manila. Frente
a mí tenemos a cerca de 30 seres humanos excepcionalmente buenos:
el núcleo, el liderazgo del enorme movimiento pacifista filipino que ha
estado luchando contra todos los problemas que pueden derivar a partir
del género (patriarcado extremo), la clase (feudalismo extremo) y la
nación/cultura (cristianos contra musulmanes, especialmente en el sur,
en Mindanao). Clérigos, maestros, trabajadores sociales, profesores,
voluntarios. La sal de la Tierra.
Tenemos cuatro días para nosotros. Mi tarea es entrenarlos en
transformación pacífica de conflictos, periodismo de paz, teoría de la
reconciliación y cultura profunda –todo esto considerando las
condiciones de las Filipinas. Fumiko conoce el país, fue miembro de la
Fundación Rotario de 1961 a 1962. Ella cursó estudios profesionales
en trabajo social en la Universidad de las Filipinas –pero sobre todo,
quería representar para los filipinos un Japón diferente al cruel Japón
que los gobernó durante la guerra del Pacífico.
La mayor parte de quienes se sentaron frente a mí son mujeres,
una garantia de que mi tiempo está siendo bien utilizado. Lo peor son
los varones al fondo: “¿Qué es esto? No crea que yo tengo algo que
aprender”. Ningún contacto visual. Pero el varón es ausente aquí. Hay
solamente felicidad pura. Todas participan en grupos de trabajo,
formulan propuestas de solución, practican la diferencia entre diálogo
y debate, el juego de roles gira en torno de una clase baja y una clase
privilegiada, como un gobierno, como ciudadanos, como cristianos,
como musulmanes. Capítulos y versos de la Biblia y suras del Corán se
encuentran sobre la mesa, construimos sermones para ambos,
desempeñamos roles de periodistas diferentes, nos sumergimos en el

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Un puente

ho´o pono pono polinesio como una práctica de reconciliación, y un


shir somalí como una forma de resolver un conflicto. Elemental y
sumamente útil.
El grupo de trabajo define conflictos, prueba modelos con
cinco salidas y discute qué tan diferentes serán las reacciones de las
naciones/culturas en función de su cultura profunda. Siete horas cada
día, interrumpidas –al modo filipino- por cinco comidas. La alberca se
convierte en la gran alma, mahatma, nuestro Nirvana en el cual nos
podemos disolver.
Más tarde, como en muchas partes del mundo, nos espera un
trabajo de mediación en Mindanao, Luego me encuentro solo. Y los
problemas son abrumadores. Tres vistazos. ¿Cómo llegué a este punto?
¿Y cuál fue el punto de origen, el principio de todo?

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CAPÍTULO I.
ANTECEDENTES

El Principio

Llegaron en medio de la noche, cerca de las 3:00 a.m. En una helada


noche de Febrero en 1944, en Erling Skjalgssons, Frogner, en el
extremo occidental de Oslo.
La policía utilizó una ganzúa, insonora para no alertar a mi
padre, a quien iban a detener. Se las arreglaron para alcanzar el cerrojo
y consiguieron hacerlo a un lado, pero mi padre los escuchó.
Documentos ilegales fueron arrojados al desagüe y se apresuró a llegar
a mi habitación:

- Querido Johan, han venido a arrestarme, toma esto, escóndelo.

Un cálido y maravilloso abrazo.

Y entonces, de pie frente a nosotros, dos oficiales; uno más viejo,


obviamente inteligente, y uno más joven, solamente músculos. Le dieron a
mi padre cinco minutos para arreglar una maleta – ¡apúrate, holgazán!
Mi madre ayudaba, en silencio, como siempre. Mi padre estaba
tranquilo. Nacido en 1881, Escuela de Guerra, Primer Teniente de las
Fuerzas de Sanidad, educado como médico y como economista; el niño
del pequeño pueblo de Moss al sur de Oslo que se las arregló para
hacerse Alcalde en funciones de Oslo, la capital del Partido Conservador;
médico en Jefe del Hospital Municipal (“otorrinolaringólogo, es eso en
donde puedo ser de utilidad, sirviendo al mayor número de seres
humanos”). Nadie fuera del círculo interno había utilizado el familiar
“tú” como opuesto a la forma cortés “usted” con él durante toda su vida.
Juan sin tierra

En el comedor colgaban las pinturas de nuestros ancestros, en


la sala de su casa en Torsnes, Condal, en Hardanger, 1652. La baja
nobleza noruega del periodo vikingo, con esa nobleza confirmada por
el rey danés en 1648. Ahí estaba el almirante, Lauritz, su esposa
alemana Barbara, Née Grabow y sus cinco hijos: Lauritz hijo, quien
murió muy joven, tres hermosas niñas y un niño con un cascabel,
Johan Vincent, en cuyo honor fui bautizado. Recuerdo que solía
caminar alrededor de la mesa del comedor y observaba aquellos siete
rostros. Estaban tan bien trazados que me seguían con la mirada a
donde quiera que me colocase. Los odiaba porque obviamente sabían
más sobre mí de lo que les convenía a ellos, o a mí.
Ellos presenciaron todo lo que ocurrió en aquella noche de
Febrero. Mi padre los observó. Noblesse obligue probablemente habría
pensado, “el privilegio implica responsabilidad”. La expresión facial
de mi padre no revelaba nada. El policía inteligente dio un pequeño
paseo alrededor del departamento, finalmente, entró a mi habitación,
donde había muchos químicos y un gran mapa de Europa (para
“automóviles” de los años 30) con pequeñas banderas rojas colocadas
ahí donde la Unión Soviética iba avanzando.

- ¿De dónde sacaste esta información?


- Del Diario Vespertino –contesté-, Aftenposten en Noruego.

Se trataba del diario que el régimen Nazi podía utilizar, llegaba dos
veces al día. Una mañana el diario mostró la noticia de que un colega
de mi padre, también médico en jefe del hospital municipal –siquiatría-
había sido ejecutado en cautiverio. Por catorce meses hice mi rutina
diaria traer el diario y buscar el encabezado que más temíamos de
todos “Galtung, Médico en Jefe, Ejecutado el Día de Ayer como
Respuesta al Bombardeo Inglés”. Había que encontrarlo antes de que
mi madre lo hiciera.

- No hay nada en el Aftenposten de que Sarna ha caído- dijo el oficial de


seguridad.

Por supuesto que no, yo lo había visto en los diarios clandestinos que
portaba en mi mochila, aterrado, de un punto de la cadena de
distribución a otro. Pero por alguna razón no siguió con ese tema (mi
adorado tío Thorolf dijo que yo debí haber respondido: ”¿Pero en ese
caso como es que tú lo sabes?”. Como sea, no estoy muy seguro de que
una veloz acotación sea siempre la mejor aproximación).

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Capítulo I.

El momento había llegado. Abrí la puerta frontal, pequeños


pedazos de madera en todo el lugar… un agujero. El viento de la noche
se filtraba a través de la puerta. Mi padre fue arrojado al exterior. Les
hizo el señalamiento que podía caminar por sí mismo.
El oficial musculoso dijo “¿Eres un tipo listo eh?” -todavía
puedo escuchar su voz– y torció el brazo de mi padre sobre su espalda.
Sin duda algo muy doloroso. Pero ningún sonido. Avanzaron hacia
abajo, desde el cuarto piso. Sentí un nudo dentro de mí. Mi madre y yo
salimos al balcón. Obscuridad, obscuridad, obscuridad en todo nuestro
alrededor. La guerra. No se suponía que debíamos ver ningún destello
de luz. Nevaba. Se abrieron las puertas del auto, se cerraron nuevamente
con un golpe. El auto arrancó de inmediato, la policía secreta tenía
gasolina de verdad. Dieron la vuelta a la esquina rechinando las llantas.
Sabíamos a dónde se dirigían, al lugar al que más temíamos de todos, a
un complejo llamado Victoria Terrasse. Mi madre y yo teníamos
solamente un pensamiento sin articular en nuestras cabezas. Los ojos
se nos llenaron de lágrimas: Tortura. Y un pensamiento más: Alemania.
Ni una ni la otra. Un campo de concentración justo a las
afueras de Oslo. Mi padre había sido arrestado como un personaje
prominente, y debido a que su sección en el Hospital Municipal había
sido utilizada como un punto de reunión. Había una doble sala entre la
sala de espera y la sala de operaciones –permitiendo breves encuentros
entre aquellos que habían sido torturados y que debían ser operados, y
aquellos que tenían que saber qué tanto habían confesado.
Mi madre comenzó a trabajar con rapidez. Se quemaron papeles,
las cenizas fueron pulverizadas, amigos y parientes fueron informados.
El teléfono naturalmente fue intervenido durante la ocupación Nazi, así
como también lo fue por la policía secreta noruega tras la Segunda
Guerra Mundial. A todos los que les hablamos sabían exactamente lo
que tenían que hacer. Y yo me arrastré hasta la cama vacía de mi
padre, quedándome junto a mi madre. Nos reconfortamos el uno al
otro, y seguimos haciéndolo durante los siguientes 14 meses hasta que
lo dejaron salir, el 12 de abril de 1945, el día en que el presidente de
los Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt murió. Estaba muy delgado,
delgado pero también bronceado por todo el trabajo en el jardín de
hierbas medicinales. Cuatro veces caminamos el largo y pesado trayecto
desde la terminal de trenes hacia lo que hoy es la Prisión Nacional. Yo
había preparado preguntas sobre los estudios en medicina convencido
de que seguiría sus pasos como médico, y también para complacerle.
Las pocas cartas que se nos permitieron estaban llenas de mucho de lo
mismo.

19
Juan sin tierra

Pero éste no fue el único modo de estar juntos. Un sendero


para esquiar y un camino cruzaban, lejos, pero lo suficientemente cerca
del campo de concentración de Grini como para permitirme observar la
aglomeración de uniformes negros de la prisión. Uno de esos puntos
era mi padre. Domingo tras domingo me quedaba ahí para llorar y
decirme: “¡Esto no está bien!”. Y me prometí que lucharía contra este
tipo de cosas. Sabía perfectamente bien que lo que estábamos
sufriendo, mi madre y yo, con mi padre en un campo de concentración
y mis hermanas en Suecia -como refugiadas– era poco comparado con
lo que sufrían aquellos que perdieron para siempre a sus seres
queridos. Pero esto era la guerra, nuestro sufrimiento. Para nosotros
fue lo suficientemente pesado.
Y mi padre se hizo tan claro, tan grande, tan bueno. Emergía
de entre esos puntos negros. Tenía dos amplios hombros sobre los que
yo podía montarme. Era mi padre haciendo un arco y una flecha para
su pequeño hijo, infinitamente amable y querido, y siempre igualmente
interesado en mis pasatiempos sin importar si se trataban de osos de
peluche, estampas, dibujos, ratas, químicos, anatomía, la tabla periódica.
Siempre me alentaba. Y siempre lleno de una idea simple de cómo es
que un niño debía ser criado: “¡Concéntrate en lo positivo!”. Cuando
los niños hagan algo malo, cuando cometan errores, incluso rozando lo
malvado, indíquese el error, pero no se haga mucho escándalo de ello.
Muchas alabanzas, muchos abrazos, muy pocas reprimiendas.
“Consentido” fue una palabra que mis tíos y mis tías utilizaron muy
frecuentemente -¡Lo estás echando a perder, August!-. Mi padre
sonreía con cariño.
Y yo me congelaba. Los esquís se congelaban. Esto era un
domingo de Febrero en 1945, ya me habían quitado a mi padre por un
año. Mi madre había trabajado diligentemente en los archivos del
hospital desde Abril de 1940. Muchos de los alemanes del Blücher -el
crucero torpedeado con los alemanes luchando por sus vidas en el agua
helada y quemando aceite en Drøbak al sur de Oslo- llegaron a la
sección de mi padre en el Hospital Municipal. Mi padre salvó la vida de
algunos de ellos “¿Nunca se te ocurrió que tal vez podías haber cortado
un poco más con tu cuchillo” recuerdo que le pregunté en alguna ocasión,
estúpidamente. Mi padre me miró: “Para ser un médico se necesita estar
por encima de lo nacional” respondió. Y me di cuenta de ello. Me
gustaba su sonido, la tonalidad, la humanidad.
Pero todavía era un interno. La obscuridad llegó rápido. Los
puntos negros se organizaron, fueron alineados en filas, disciplinados.
Odiaba la idea de que alguien tuviera la posición como para darle órdenes

20
Capítulo I.

a mi padre. Y recuerdo un pequeño incidente en nuestra familia, algunos


años atrás. Mi hermana Dagny fue una de las primeras sicólogas de
Noruega, su maestra fue una de las alumnas de Freud, Charlotte Bühler,
una refugiada austriaca en Noruega. Con entusiasmo considerable esa
nueva enseñanza se hizo suya. Y una tarde ella dijo frente a mamá y papá:

- Ustedes dos, ahí sentados, han cometido todos los errores que es posible
cometer en la crianza de los hijos, agregando algunos errores más que ni
siquiera están citados en los libros, pero yo voy a escribir sobre ellos.

Mi padre, el zorro, el político, le respondió:

- Eso es verdaderamente malo. Pero ¿cómo puedes explicar que el resultado haya
sido tan bueno?

Dagny estaba furiosa. Su salida estaba al nivel de su discurso: Ella era


maestra en el arte de azotar puertas, incidentalmente la misma puerta que
la policía secreta había demolido algunos meses atrás. Ahí estábamos
sentados. El ambiente era sombrío. Pero luego escuchamos un sonido
extraño: una llave girando en la puerta otra vez. Ella entró ¡y se arrojó a
los brazos de mi padre con un abrazo!
Dagny devino en la primera y muy celebrada sicóloga escolar de
Noruega. Pero murió muy joven, teniendo tan solo 42 años, de una
infección en los músculos del corazón. Un año después se descubrió la
operación que podría haberla salvado.
Bueno. La última luz allá abajo en el campo de concentración se
había apagado. Y comencé a divagar para encontrar mi camino de
regreso a casa.
Conforme la guerra llegó a su fin nosotros temíamos a muerte
por la vida de mi padre. Pero fue liberado pocos meses después de que la
guerra terminara. ¿Estaba en los registros del hospital? ¿O fue la valiente
intervención de Knut Hamrun con Hitler, en Berchtesgaden, del modo en
que Max von Sydow lo retrató en su brillante película sobre Hamrun?
¿Estaban los alemanes ganando puntos? Mi padre había sido el médico
Kommandant del campo de concentración. Y había preguntado a Kunze:

- ¿Has pensado qué hacer una vez que la guerra llegue a su fin?

La respuesta fue clara como el cristal:

- Nach dem Kriege werden wir uns systematisch beliebt machen


[“tras la guerra debemos trabajar sistemáticamente para ser amados”]

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Juan sin tierra

Listo tipo ese Kunze.

Estuvimos 20 años juntos tras la guerra antes de que el Parkinson se lo


llevara en 1964, y de que mi madre le siguiera tres años después. Si
tenían conflictos estaban sin duda muy bien escondidos, incluso de ellos
mismos. Recuerdo la armonía y el amor, muy de acuerdo con el dicho de
mi madre: “Si tienes pensamientos cálidos, no seas tacaño con palabras
cálidas”. Y a nosotros nos dieron el regalo más grande que unos padres
puede ofrecer a sus hijos: ellos mismos como un modelo, un ejemplo a
seguir. Todos los niños creen que lo que ven con sus propios ojos, cómo
su padre y su madre se tratan el uno al otro, es normal. Más tarde
aprenderán alternativas, para mejor o para peor. Pero la pareja que las
forma en el primer trayecto se mantendrá siempre como una línea de
fondo. Una idea problemática para nosotros, la generación que siguió,
que no estamos siempre en la posición de vivir a la altura de lo que
nuestros padres crearon.
Por supuesto no todo fue perfecto. Mi madre era una enfermera,
la hija del Director de Salud del país. El matrimonio fue el fin de su
carrera. Y una consideración mutua llegó al punto en que a veces omítian
hacer algo porque erróneamente pensaban que para su acompañante sería
negativo. Nuestra generación resolvió el problema simplemente
preguntando: “¿Y qué tal si…?”.
Mi padre regresó a casa entero, en una sola pieza, saludable. De
algún modo emergió el champagne. Yo nuevamente entré a su cama
descansando bajo su brazo, pero había crecido un poco demasiado desde
la última vez. Nos reímos. Y algo se derritió, pero dejó un núcleo detrás
que luego se hizo una parte importante. De mí.

Familia, Escuela, Universidad

“Estoy tanto asombrada como desconcertada con el comportamiento de


anoche de las damas”. Esta frase se quedó inscrita en mi mente siendo un
niño de cuatro años. En cuanto al lenguaje, hay pocas dudas respecto de
la identidad de la persona de la que aprendí el noruego: mi madre, nacida
en 1881. No he conseguido mantener el alto nivel inicial; desde entonces,
las cosas han avanzado cuesta abajo. “El comportamiento de las damas”
fue algo que tuvo lugar durante una tormenta en los días en que las tormentas
todavía levantaban los cabellos durante el verano, y que levantaban
también dos o tres metros de nieve durante el invierno, antes de las
uniestaciones inspiradas en el unisexualismo. Las “damas” todavía
existían; de acuerdo con la leyenda, mi madre y hermanas adolescentes se

22
Capítulo I.

revolvían bajo los edredones y sábanas para su protección, chillando y


chirriando., mientras mi padre y yo -los héroes patriarcales- contábamos
los segundos entre el rayo y el trueno para después poder anunciar “se
está alejando”. Como normalmente ocurría.
¿Y en dónde se despliega el drama? “En el país”, donde el verano,
los campos de tréboles, los pequeños botes tallados en correspondencia
con los arroyos, las vacas contentas, padres felices y “vamos a dar un
paseo”, están todos ideados para estar juntos. Un hermoso lugar con un
nuevo invitado en la casa cada verano, aparte del verano de 1939. La guerra
estaba en el horizonte, mi padre y mi madre hicieron comparaciones con
1914, y tomamos el barco de vapor a Bergen. Una última mirada al Gran
Mundo, con pasajeros a bordo que se dirigían hacia América.
La siguiente Pascua –llegó temprano en 1940- mi padre y yo
experimentamos algo que luego explicamos. Nos encontrábamos en el
valle de Gudbrandsdal, yo me había topado con un granjero local en una
de nuestras salidas a esquiar.

- Se están moviendo –dijo- hacia el norte


- ¿Te refieres a los alemanes?” -preguntó mi padre
- No, ¡a los turcos!

Su progreso había sido detenido efectivamente en las afueras de Viena en


1683, así que ésta era una intrigante pieza de recolección colectiva con un
sustrato más profundo. Los ingleses, los franceses, los alemanes se
atoraron inmediatamente después de eso. Como sea no se observaba
ningún avance turco. Pero sí alcancé a notar en fechas más tardías otros
extensos lapsos en la conciencia histórica.
Es extraño cómo cada verano, cada Pascua mi madre y mi padre
permanecen conmigo a 60 años de distancia, en cada lugar, cada día, a
veces incluso en cada hora. El contraste es con esa otra realidad siendo un
niño: la escuela. Todos mis 12 años de escuela se funden en un lapso
temporal gris, casi sin forma.
Pero incluso ese estado de cosas no carecía de esperanza. Yo
había comprendido muy temprano que la escuela significaba doce largos
y bastante tediosos años. En mi tiempo, el terrible número 12 estaba
dividido en 7+2+3, que significaban la escuela elemental, la educación
secundaria y la preparatoria. En el principio de los tiempos, cuando mi
hermana iba a la escuela, habían dividido el número 12, o era 13,
diferente, algo así como 7+3+3. Las autoridades siempre tenían algo de
fe en que habían encontrado la división última de 12 o 13 (le llamaban,
aparentemente, “reforma escolar”).

23
Juan sin tierra

Yo tenía mi propio sistema, dividía la escuela primaria: 12 =


6+6. Había una cuesta muy dura que duraba 6 años, una cima, luego un
largo descenso de 6 años, tras el cual llegaba ¡la libertad! Desde que
comencé a la edad de cinco años, un futuro más brillante se encontraba
ya a la vista para cuando cumplí once.
Pasé la fase de la cuesta en una red que había hecho girar a mi
alrededor, persiguiendo con anhelo el fin de la escuela y la oportunidad
de jugar con mi primo Volrath en el área de juegos. Un poco de guerra, y
soldados de lata, pero principalmente con osos de peluche que gozaban
de un nivel de vida tan alto como me era posible proveerles con tijeras,
pegamento y cartón.
Al final un profesor virtuoso se percató que existía algún talento
dentro de esa red, y me engatusó presentando retos. Uno de ellos fue un
curso por correspondencia en trabajo misionario: a China, País de la
Aventura. Los cristianos estaban siendo perseguidos por los japoneses y
los comunistas, Chiang Kai-Shek fue la respuesta. “¿Rezarías por estos
cristianos?” fue una de las preguntas. Yo dije que no, y conseguí una
calificación de 7 sobre 10 por no entender el por qué las religiones
monoteístas estaban firmemente enraizadas en un plano superior que
todas las demás religiones. Yo repliqué con toda honestidad que no tenía
nada en contra de los cristianos, pero que sencillamente no veía de qué
modo mi rezo podía ayudar. Más tarde dije lo mismo: no podía
comprender qué era lo maravilloso en el dígito “1” para el número de
dioses, cuando existen tantos numerales, como el 0 por ejemplo, o
2,4,8,3,5,7 hasta el infinito. Pero la experiencia por completo fue muy útil
como preparación para la comprensión de otras escuelas de adoctrinamiento,
como en Alemania y la Unión Soviética, que también estaban
enamorados del número “1” –el dogma único y superior. Recientemente
el número “1” ha regresado en las escuelas noruegas privilegiando a la
cristiandad. Jamás permitiría a ningún hijo mío acudir a un sistema tan
duramente homogeneizado.
Muy temprano, algunos tíos, tías y primos me informaron de una
visión política que –muy acertadamente- no estaban seguros que hubiese
llegado a mis oídos por medio de mi padre y madre: “Los trabajadores,
Johan, son gente muy peligrosa. Están celosos de todo lo que poseemos.
Nos lo quieren quitar, si no lo consiguen a través de la política, entonces
encontrarán otros medios”. Cada primero de mayo nos amontonábamos
en las ventanas del sótano y vigilamos con cuidado, especialmente
durante la tarde cuando “están todos borrachos”. Este tenebroso mensaje
fue entregado en uno de los días festivos cristianos, la Noche Buena, tras
el aquavit y el bacalao fresco de Larster, el fiordo en Oslo. Todo esto -y

24
Capítulo I.

el regalo-, fue bueno, agradable y conmovedor. Pero la instrucción


recibida me hizo un poco curioso respecto a lo que un trabajador era en
realidad. Recuerdo a mi padre relatando una historia en una reunión sobre
un patán en un tranvía, ya entrada la tarde, borracho –había regresado de
su viaje y vuelto el estómago. La mujer había gritado y se había retirado.
Yo me encontraba en un sofá –en una buena posición para escuchar-
absorto por la historia. Pero ocurre que aquel hombre pertenecía a la
categoría de “sinvergüenza” no a la de “trabajador”.
Una tía me proveyó de más material para este ejercicio de
identificación sociológica. Había cierto tipo de trabajador, el peor tipo,
que llamaban “trabajadores municipales”. Ella les había observado desde
el tranvía. Tenían dos características: disfrutaban, hablando en términos
prácticos, de grandes descansos, y vivían extravagantemente de algo que
se denominaba “nuestros impuestos”. Más tarde en la vida, alguna vez fui
invitado a que intentara operar un taladro neumático. El deseo de un
descanso no tardó mucho en llegar. Aleccionadora experiencia.
Decidí que trataría de averiguar más sobre los “trabajadores”, y
me embarqué en un viaje pedaleando mi pequeña bicicleta azul en 1941
con mi primo Volrath y otro amigo, hacia Hadeland, donde vivía “el
pueblo”. Nuestro amigo tenía relaciones en una granja, la visitamos.
Conseguimos waffles calientes, un rato agradable y evidencia no muy
clara de esta codicia insaciable por el buey y el asno del vecino.
Tras aquel viaje, siguieron muchos más al norte y al este de Oslo,
y viajes también a regiones llenas de pobreza en la Noruega de entonces.
No me agradaba que otros niños no tuvieran lo que yo tenía. Una
sensación de solidaridad comenzó a tomar forma, en primer lugar, porque
se me habían dicho muchas falsedades.
Cuidadoso con la escuela, indescriptiblemente libre, y cargado
con ideas socialistas comencé mi vida como estudiante en la Universidad
de Oslo en el otoño de 1958. Había una exasperación general en casa
porque había “desperdiciado” mis exámenes de preparatoria al estudiar
materias científicas que no tenían requisitos de A+ para la escuela de
medicina. Pero para entonces ya no me veía como un médico, me veía
más como un investigador. Además, no quería desilusionar a mi padre,
así que murmuré algo sobre cómo la física y la química podían
convertirse en algo útil si alguna vez llegaba a la conclusión de que
siempre sí quería estudiar medicina. Mi padre me dijo algún tiempo
después que había entendido muy rápidamente que yo no había querido
hacerme médico, y que se había dado cuenta que estaba estudiando
matemáticas, y que no había ningún problema, por supuesto. Pero ¿cuáles
eran mis ambiciones personales?

25
Juan sin tierra

El problema era que no lo sabía de verdad. Había leído casi todos


los libros de texto de química intermedia cuando todavía estaba en la
escuela de gramática, y me había escabullido a la universidad, encontrando
un lugar cerca del costado del auditorio, era un pálido y sobre-leído chico
de preparatoria. En 1947 a la edad de 16 años tomé un trabajo de verano
durante las vacaciones como aprendiz en NYCO, una firma farmacéutica,
monitoreando cuidadosamente la composición de la aspirina, trabajando
con flamas de verdad, réplicas y tubos de ensayo y todo lo que uno podría
imaginar. Seguía fórmulas muy de cerca y procedimientos de control y
conseguí una muy buena referencia de parte del químico en jefe. Al final
resultó que ese fue el fin y no el principio de mi carrera de químico. En
breve, estaba haciéndome tonto, aunque conseguí algunas cosas en el
proceso.
Esta inclinación mía de ir hacia las cosas un poco temprano
probablemente se convirtió en una especie de hábito. Y conseguí algo
más de trabajar en NYCO. Por primera vez estuve cerca de conseguir un
trabajo en forma, 50 coronas por semana, pagaderas cada fin de semana.
No tenía queja alguna en cuanto a las condiciones salariales. Pero
los trabajadores de laboratorio tenían batas blancas, los trabajadores en
las industrias y los almacenes las utilizaban azules, y no comíamos
nuestros almuerzos juntos. Esto me interesó más que la química. Además,
descubrí algo más: el trabajo que realizaban aquellos con calificaciones,
exámenes, etc, era completamente rutinario, muy poco complicado, de
hecho, al grado en que incluso un chico de dieciséis años sin ninguna
credencial o acreditación como yo podía realizar. Pero la gente de los
diplomas veía a los demás por encima del hombro. ¿Por qué?
Lo que estaba ocurriendo era lo suficientemente directo: había
comenzado a inspeccionar los mitos generales de la división de clase y la
utilización de exámenes en lo particular. Más tarde, los mitos sobre la
raza, el Estado, la nación, la civilización, el sexo, la generación, el
género, etc., habrían de sumarse a la lista.
La Mansión de Blindern fue el nombre que mi querido amigo
Frede Fuglestvedt le dio a la Facultad de Ciencias Naturales en la
Universidad de Oslo en Blindern, especialmente al área con luz sobre
Tryvannshøgda y las ventanas relucientes de Holmenkollen y Ullernåsen
en donde vivía mi clase. Más arriba todavía, cerca del cielo, estaba la sala
de lectura. El paraíso, Lugar 117. Una gran sala de apariencia ordinaria,
con libros ordinarios y exámenes lejos a la distancia. Todo tan normal
como lo demás.
De pronto me di cuenta que había sufrido mucho en la escuela,
tanto cuesta arriba como cuesta abajo. Cualquier correlación entre lo que

26
Capítulo I.

yo quería hacer y lo que tenía que hacer fue accidental. Ahora podía leer
lo que yo quisiera leer, cuando lo quisiera hacer. Devoré todo, disfruté
cada palabra, fuera curricular o no, salieron a relucir novelas, siguieron
lecturas en matemáticas y filosofía. Cuarto de lectura = paraíso =
Libertad. Era yo uno de los primeros en llegar por la mañana y uno de los
últimos en retirarme en la noche. Mi bicicleta me transportaba con
velocidad y confiabilidad de ida y vuelta, colgándome de la parte trasera
de los camiones para un remolque, arriba de Kirkeveien. Es un milagro el
que haya sobrevivido. Pero el diablo cuida la espalda de los suyos…
Luego me di cuenta de algo: nosotros los estudiantes con frecuencia
nos reuníamos en grupos fuera de la terraza discutiendo cualquier cosa
que habíamos leído o escuchado, no por un examen pendiente –estaban
muy lejanos todavía- sino por un serio interés sin adulterar. No podía
recordar una sola ocasión en la que un profesor en la preparatoria hubiese
conseguido mover el corazón y la mente de sus estudiantes de un modo
similar. Estaba interesado en una gran cantidad de cosas, pero aprendí
relativamente temprano que era mejor mantener mucho de eso para mí.
Más tarde comprendí que muchos habían sentido lo mismo.
Estos años fueron bendición pura. Todo era lo opuesto a la
preparatoria. Sin haberme dado cuenta, yo tenía un espíritu emparentado
en la alta estratosfera de la universidad: Arne Næss. Su búsqueda cardinal
en el curso universitario de introducción a la filosofía estaba precisamente
para distinguirlo de la normalidad de la preparatoria, de lo pedestre, lo
convencional. Se esperaba que nosotros escudriñáramos nuestro lenguaje
y pensamientos críticamente, y que nunca renunciáramos a nuestro
infantil por qué, el faro guía de la intelectualidad. Y por lo tanto debía
seguirse por un nuevo por qué. Y después, otro por qué.
Estos años fueron bendición pura. Obviamente era demasiado
bueno para perdurar. Los censores y los supervisores se alineaban en su
esfuerzo de hacer la universidad algo más como la escuela primaria, con
cursos y créditos, y con exámenes interminables, y consejerías. Vastas
áreas de conocimiento fueron diseccionadas en pequeñas casillas, en
conflicto con el “uni” de universidad. Las ovejas fueron conducidas de
campo en campo, de pastura en pastura. Más tarde, tanto los pastores
como las ovejas obtendrían sus “incentivos” si completaban la distancia
en el tiempo definido o en menos, y más todavía si las ovejas eran ovejas.
La dolencia nacional, Americophilia cronica, se hizo presente en
largos interrogatorios acompañados por reportes de aquellos que hacían
todo el viaje hasta allá y de regreso y eran capaces de proveer una
descripción del sistema universitario que nos faltaba. Poco sabían. Más
tarde, tuve la suerte de ser profesor en una serie de universidades en los

27
Juan sin tierra

Estados Unidos, también a nivel universitario, hasta que me cansé de


enseñar Ingles Remedial y Geografía e Historia de los Estados Unidos.
Me rehusé a enseñar en las universidades. Tal como en la escuela
primaria, los estudiantes universitarios se hacen expertos en los exámenes:
cinco materias en cada periodo, ocho periodos, dos exámenes, el de
“medio término” y el “final” –es decir, ocho exámenes en conjunto.
Cualquier fox-terrier con inteligencia promedio puede aprender a brincar
y echarse al silbido de su amo: están ahí sentados, con sus orejas listas
para atrapar al vuelo las palabras clave que el profesor evidentemente
quiere ver reproducidas en los exámenes. Repetición, con una garantía de
nula originalidad y goce. Los engranes modelo de una pequeña sociedad
en proceso de formación.
Yo tomé el camino opuesto. En un grupo con el rector Hans
Vogt e Ingrid Kviberg, la hija del gran educador Per Kviberg –que era
además un maravilloso ser humano- intentamos hacer la preparatoria más
como la universidad, elecciones libres, un amplio rango de materias a
elegir –escoge la que quieras. La Preparatoria Experimental Noruega fue
bendecida por mi buen amigo Herman Ruge como instructor experto casi
desde el principio.
Agregué un Artium inglés (examen de fin de curso) en 1949,
tomando un poco de pedagogía y sicología y después, matemáticas como
una materia extra en 1950, comencé con estadística como una materia
adicional en la Universidad de Bergen en 1952. Un tópico importante en
matemáticas conducente al equivalente de un doctorado con mucha
algebra comenzó a tomar forma. Estaba fascinado por la intelectualidad
pura de las matemáticas.
Pero mi alma no estaba en las matemáticas tampoco. Estaba en
otros dos lugares, y es aquí donde hacen aparición mis dos hermanas
mayores. Ellas eran diez y catorce años más grandes que yo respectivamente,
ambas con un pie en la tumba desde mi propia perspectiva. La familia
había alcanzado un estado de equilibrio con una hija para el padre y una
para la madre. Yo aparecí y la satisfacción de mi padre no tuvo límites:
un hijo importa en tal linaje. Se hicieron necesarias algunas adaptaciones
y yo no estaba muy listo para ellas. Descubrí muy pronto las
posibilidades que se presentaban en las palabras “Te ves como si hubieses
aumentado de peso”. Las dos hermanas se sentaban como buitres junto al
teléfono. A la mera sospecha de una llamada levantaban con impaciencia
el pobre auricular: fue muy útil ver que las niñas se interesaban en los
niños tanto como al menos ocurría en el sentido contrario. Pero se
encontraban mucho más adelantadas que yo. Me alejé de estas criaturas,

28
Capítulo I.

y cuando una chica me dijo en la secundaria que era “lindo”, desaparecí


petrificado para esconderme por varios días. Suficiente de eso.
Dagny, mi hermana menor, la sicóloga, me enseñó que era
posible comportarse desafiando las expectativas, independientemente de
si esto significaba abandonar la confirmación en la iglesia, retirando por
completo la membresía a la iglesia estatal, o convirtiéndome en un traidor
de clase –como alguien lo expuso al unirme a la Liga Juvenil del Partido
del Trabajo. No era adoctrinamiento, encontré mi propio camino. Pero
ella era una buena compañera de diálogo. Y, al mismo tiempo, jugó el rol
de modelo intelectual para mí, trabajando en algo que se llama “disertación”.
Lellik, mi hermana mayor, la periodista que se defendía
elegantemente en muchas lenguas en muchos países, abrió para mí el
mundo más allá de Noruega. En Junio de 1945, un mes después del fin
de la guerra, me llevó a Estocolmo donde mis dos hermanas
permanecieron hasta ser repatriadas. La ración era de 50 coronas.
Planeamos un presupuesto hasta el último centavo para conseguir regalos
para todos. Mis fosas nasales se aplastaron contra una ventana de vidrio
mojada y goteando en algún lugar de Kungsgatan con uvas en su interior.
Lellik trabajó más tarde para la Organización Internacional de
Refugiados en Alemania, y me llevó ahí en 1949.
Encontré mi camino pidiendo aventones en un autobús lleno de
niños alemanes que celebraban la libertad del mismo modo en que yo lo
había hecho un año antes. Fui presentado a sus padres en el distrito de
Ruhr, todos antiguos nazis, profundamente agradecidos a Nuremberg,
que había perdonado a los muchos colgando a los pocos. Hay mucho que
aprender de este encuentro.
Mis dos hermanas se complementaban al expandir mis horizontes
políticos y geográficos. Mi padre alababa diplomáticamente tanto a Lellik
como a mí con un “muy bien escrito”, cuando visiones encontradas
aparecían en los diarios noruegos bajo el nombre Galtung. Sonreía astuta
y afectuosamente a los dos.

El Maestro: Henrik Ibsen

Mi madre conocía de memoria “El Discurso del Sacerdote” en Peer


Gynt, y le encantaba recitarlo mientras nos recostábamos en la cama
suspirando por mi padre. Absorbí a Ibsen como una esponja en el
desierto tras la primera lluvia en catorce años, que era mi edad cuando
leí todo de este dramaturgo, quien, más que nadie, expuso la hipocresía
de la burguesía; quien blandía su escalpelo sin misericordia sobre la

29
Juan sin tierra

sociedad que yo conocía. Aprendí el discurso de memoria también,


muy en lo particular:

A breaker of the nation's law? Indeed!


But there is one that shines above the law,
as sure as Glittertinden's glistening crest
sports clouds with higher summits crowning.
Hapless citizen, that he was. For State and Church
a fruitless growth. But here, by heathy downs,
midst kith and kin, there his task he spied,
there was he great, because he was himself.

Es verdad, con frecuencia recuerdo de Un Enemigo del Pueblo, los dos


hermanos Stockman, y todo eso, y he utilizado a Ibsen para
comprender dos fuerzas en mi interior, Brand y Peer Gynt. Pero voy a
colocar eso de lado. Quiero hacer una meditación en este apartado de
“El Discurso del Sacerdote”.
Mi madre y yo estábamos pensando en mi padre quien había
transgredido la ley del régimen. Para nosotros la cosa era sencilla: la
ley era ilegítima porque el régimen era ilegítimo. Pero ¿qué había
sobre las otras tres posibilidades? No desobedecíamos las normas de
tránsito sólo porque habían sido impuestas por ese despreciado
régimen. Podríamos haber dicho, por supuesto, que estas reglas venían
de un régimen legítimo pero depuesto (¿por sí mismo?). Pero esto no
ayudaría de cara a la siguiente combinación: leyes ilegítimas introducidas
por el gobierno legítimo.
“No era rico, ni sabio”. Pero se cortó un dedo para evitar el
servicio militar; si esto fue debido a simpatías pacifistas o porque tenía
un tipo diferente de servicio que perseguir “en casa entre las montañas”,
algo que defender “aquí, cerca de brezos bajos, en medio de amigos y
parientes” –donde era él mismo.
Ibsen no nos ayudó mucho más allá, aunque probablemente
tampoco era esa su intención. Su objetivo apuntaba más bien a señalar
una gran contradicción de la cual nos beneficiaríamos todos.
¿Cómo sabemos que hemos encontrado a “uno que brilla por
encima de la ley”? ¿Y cómo -precisamente cómo- nos convertimos en
“un transgresor de la ley de la nación” y no simplemente en
“autocomplacientes”? El conflicto entre el idealismo y el egoísmo
captura algo de esto, pero no lo suficiente.
He luchado contra este dilema toda mi vida desde que cayó en
mi terreno el romper las leyes de la Tierra un par de veces en conexión

30
Capítulo I.

con el servicio militar para la OTAN/EE.UU-Noruega. ¿Habría hecho


lo mismo respecto a una Noruega totalmente noruega? No estoy muy
seguro. El ala derecha del Partido Laborista Noruego, junto con otros,
inscribió a Noruega en la membresía de la OTAN antes de que
alcanzara la edad de conscripto. Pero el lector entenderá que cuando es
uno mismo el producto de una familia de servidores públicos y
pertenece a una familia integrante de la nobleza menor -como fue mi
caso- se considera que las leyes fueron hechas para que nosotros las
monitoreemos y las supervisemos. Como ciudadanos, debemos seguirlas y
servirlas, no romperlas, y entonces la gente nos servirá a nosotros.
Lentamente, un sistema completo de reglas y regulaciones
como señalamientos evolucionaron alto en “las resplandecientes crestas
del Glittertinden” (“Glittertinden´s glistering crest”).
Esto es ética y, como mi amigo Harald Ofstad solía decir, la
ética no es un juego. No se puede jugar con la ética.
Debe venir de dentro, de ahí donde uno es uno mismo. Uno
rompe una ley para enarbolar otra, una más elevada. Probablemente
uno no nació con esa otra ley. Yo no me cuento entre aquellos que
creen que las leyes nos llegan como regalos desde que nacimos. Estoy
convencido de que las leyes nos son sembradas en alguna especie de
abono, con suelo fértil. No somos tabúla rasa, una “pizarra limpia”, sin
precodificar con un subtexto como los niños que garabatean dibujos:
rasca, rasca –y aparece un número- una forma, una cara.
Es necesario creer en esa ley más elevada. Pero no se encuentra
ahí para su beneficio particular, como una defraudación de impuestos.
La ley superior debe ser capaz de sostenerse a la luz del día. Debes tener
la capacidad de formularla para tí mismo y para los demás, mostrando
que tú la respetas y permitiendo que sea sujeta a debate y diálogo. “El”
(que no era ni rico ni sabio), no lo hacía. Y aquí yace una advertencia:
no quisiera hacer a un prolijo profesor de ética un modelo para que
todos lo sigamos. “El” realizaba actos, no palabras. Los actos son
también textos.
Así que permítaseme decir que debemos percibir la ley,
reflexionarla, aún si no somos capaces de aterrizarla con plumas de
ganso, o guardarla en algún disco duro. También tengo problemas con
La Regla de Oro: haz a los demás lo que sea que quisieras para ti. Pero,
como lo dijo George Bernard Shaw “sus preferencias pueden diferir”.
La regla es mejor para sociedades sin Estado. De hecho, lo que “él”
hizo fue actuar en contra del Estado, así que ¿qué es este “lo que sea
que quiera para mì” que se supone debería hacer al Estado, para que él
haga lo mismo para mí? Kant es problemático aquí también: cortar los

31
Juan sin tierra

dedos como una norma universal no sería algo muy correcto.


¿Coloquemos a nuestros más cercanos y más queridos por encima de lo
que las autoridades llaman “la comunidad”? Tal vez. ¿La objeción de
conciencia como una norma universal a la par con el anti-esclavismo?
Tal vez, pero no estoy muy seguro de que el punto principal de Ibsen
fuese el rechazo al servicio militar.
Adopté hace mucho tiempo la percepción de las necesidades
básicas humanas como supervivencia pura y simple, con el bienestar
material considerado apropiadamente, con un significado para nuestras
vidas y la libertad para escoger ese significado y el camino en el cual
estas necesidades son satisfechas. Y luego, ondeando como una
bandera por encima de la cúspide de una montaña: Debes respetar las
necesidades básicas de los demás tanto como respetas las tuyas. Debes
ser tú mismo y seguir esa voz interna que se ha desarrollado en tu
interior. Pero debes respetar también la voz interna de los otros. Lo
único que resta es conjuntar todas estas cosas.
Esta tarea es más fácil de realizar a través del diálogo, de las
lluvias de ideas para el desarrollo común, que a través del debate; el
duelo verbal, redúzcase. No todos debemos seguir las normas dictadas
por la locura universalizada. Lo que debemos hacer es seguir las
normas que pueden reconciliar. Kant y La Regla de Oro pueden servir
como buenos puntos de partida. Pero debemos pisar con cuidado. Tal
vez George Bernard Shaw está en lo cierto cuando dice que la única
Regla de Oro es que no existe una Regla de Oro.
El Maestro no recomendaba la amputación de los dedos; como
tampoco lo hacía el sacerdote. Pero “el hombre se mantiene apenas
como un lisiado frente a su Dios”. ¿Cuál Dios? Con dificultad se
refería a aquel pequeño Dios noruego, autorizado por el Estado, que
reside en unos pocos ministerios y cortes en Kristiania, Oslo, o entre
las montañas o cerca de las grandes cumbres. Porque era genuino.
“Debes escuchar a la pequeña voz que viene de tu interior”
dijo mi madre. Siendo un niño, no lo puse en tela de duda ni por un
segundo. Aunque naturalmente sí me preguntaba de quién era esa voz
y cómo es que había llegado ahí. Otros niños estaban interesados en
cómo se veían los relojes y sus maquinarias internas, yo me preguntaba
sobre esa voz interna. Una idea llegó muy pronto, aquella que decía
que esa voz interna era la voz de mi madre. Más tarde me percaté que
esa era una idea de Freud, aunque él utilizó un término muy particular
en lugar de mamá: “superego”.
Luego estaba la siguiente pregunta: si “lo que brilla por
encima de la ley” (“one that shines above the law”) es irreconciliable

32
Capítulo I.

con la ley, ¿qué hacemos entonces? En ese punto necesitaba de otro


maestro. No era lo suficientemente imaginativo como para sostenerme
con mis propios pies sin las muletas de un maestro: Gandhi.
Probablemente yo era demasiado intelectual como para tomar la
realidad bruta sin ninguna mediación. La realidad debía ser ilustrada y
bosquejada con palabras. Que es precisamente lo que hizo Gandhi.
Pero él apareció más tarde.
Mi madre recitaba sus plegarias vespertinas. Su hermana
Frida, casada con el Reverendo Halfdan Waage de Holmestrand,
Drammen, fue una de las mejores personas que conocí jamás. Profunda
cristiana, ella se había atormentado por un episodio de un jamón que
había robado siendo una niña en los años de 1890 –la cumbre del
pecado en una vida sin egoísmo dedicada a los demás. Otra hermana,
Herdis, fue una pionera como maestra y directora, estricta, con un
superego considerable. ¿Las tres hermanas Karamazov? Recuerdo algo
intrigante que mi madre me dijo. “Las mujeres piensan con el corazón.
Los hombres también piensan con algo, pero está localizado un poco
más abajo”.
Mi madre rogaba a Dios que cuidara de mi padre. Yo había
conservado mi respeto tanto por ella como por su fe, aunque no se hizo
la mía. Y el Dios al que ella rezaba era indudablemente más el
guardián de “amigos y parientes” que del Rey y la Patria. Para ella,
Dios en el paraíso era algo más cercano que los últimos dos, quienes
entre 1940 y 1945 estuvieron domiciliados en Londres.
Yo batallaba con un problema: Abril 1940. Los hombres
ataviados en verde que marchaban allá en Kart Johansgate, “Got mit
uns” tenían incrito en sus cinturones. “Bien”, dijo mi padre en respuesta a
mi cuestionamiento, “es el mismo Dios que el nuestro, aunque debe
estar en un predicamento en estos días”. Un dios con ese tipo de
problemas no era ciertamente el mío.

Objeción de conciencia

Algunos de los hilos del telar que terminaron en la objeción de conciencia


y todo lo relacionado con la paz han sido ahora presentados. Pero hay
mucho más. Esto se me ha preguntado en muchas ocasiones. Y la
respuesta se ha convertido en un hábito, algunas veces para satisfacer
con rapidez a los periodistas que no entienden nada, o no quieren
entender nada sobre la paz y las políticas de paz, pero que de todas
formas andan en busca de una buena historia, un ángulo personal, el
hombre detrás del torrente de palabras, etc. Por supuesto que están en

33
Juan sin tierra

su derecho. Pero también es mi derecho el sacudírmelos lo más rápido


posible, deseando que en algún momento del futuro regresen directo al
corazón del asunto: no al trabajador de paz –yo- sino al trabajo de paz.
Así que permítaseme ir más al detalle en esta ocasión sin
profundizar demasiado. Como dijo el Maestro:

“Esa no es una tarea del polvo,


sino del gobernador de ese polvo”.

Quien quiera que sea.

El hipócrita en mí está tan encariñado con la trucha fuera del lago, frita
en crema amarga, que siente una profunda pena al matar a un ser vivo
como le ocurre a esa forma de vida, a ese pez recientemente ahogado.
Miedo no es la palabra para describirlo. En este libro el lector
encontrará un par de vistazos en otra dirección. Es más existencial,
angustia. Tiene algo que ver con la vida más allá de mi persona, en
algún lugar allá en esas relucientes montañas, muy por encima y muy
lejanas. Esto también aplica a las moscas y las cucarachas. Incontables
son el número de veces que he intentado mostrar a una mosca la
ventana de salida, y he recogido cucarachas en un papel para arrojarlas
fuera de la ventana hacia “donde pertenecen”. Debido a que con
frecuencia vivo en países tropicales, o en países mediterráneos durante
el verano, ese tipo de actividad puede ser muy exigente en términos de
tiempo. La alternativa es una coexistencia pacífica en un bajo nivel,
permitiéndoles deslizarse y arrastrarse. Aunque, como sea, no soy tan
piadoso como ser humano como para dar abrigo a perros abandonados
o como para alimentar periódicamente cucarachas.
Cuando más tarde en mi vida se me dijo –en un monasterio
budista- que “lo sagrado de la vida es más válido para animales grandes
que pequeños” sentí cierto alivio, aún si esa delgada línea atraviesa
entre unos cuantos gramos de peso. Los mosquitos están claramente
localizados en el lado equivocado de la frontera, y mi comportamiento
hacia los mosquitos es claramente violento.
Pero luego entonces hay algo más de mi infancia. Yo no era
fuerte, una razón es que simplemente era más joven que mis compañeros
de clase. Ellos me dejaron entrar en la escuela tras unos exámenes de
IQ y eso ocurrió cuando yo tenía 5 años de edad. No me atraía la idea
de pelear con esos gigantes que me rodeaban; ellos, por su parte, no me
encontraban digno de un encuentro de esa naturaleza tampoco. Pero
descubrí bastante pronto que tenía cierta habilidad verbal, y me

34
Capítulo I.

acostumbré a la idea de que podía salir de la mayor cantidad de


dificultades, día logos, a través de la palabra. Más tarde comprendí que
también se podía ser violento con las palabras –para lastimar, casi
matar. Y que la alternativa a la violencia física no radica únicamente
en palabras pacíficas, sino también en el lenguaje corporal, en lo que tu
acción trata de transportar a tu carisma, en la persona que proyectas.
Personalmente no me encontraba bien posicionado en ninguna de esas
dimensiones corporales. Pequeño, tímido de algún modo, escudriñando,
frágil como un pollo. Pero sobre este asunto de las palabras yo conocía
algo, y después de algún tiempo, en un cierto número de lenguas.
(¿Cuántas Galtung? Existen tantos rumores excelentes sobre el número
total de idiomas que prefiero no confirmarlos ni negarlos).
Todo lo aprendí de mi padre. Él era un raconteur brillante, un
cuenta cuentos. Cuando los adultos tenían una reunión yo siempre
encontraba mi posición bajo el sofá, convencido de que nadie sabía
que estaba ahí, absorbiendo las historias de mi padre. Algunas de ellas
tenían puntos extraños de los que un niño de 5 años de edad no
entendía absolutamente nada; lo que notaba es que había algo especial
en las risas. Él era el orador, el poeta, el artesano de las palabras, el
encantador. Un día dijo: Johan, existen solamente 20 historias buenas,
todas las demás son variaciones de esos 20 temas. “Dame la lista” dije.
“Más tarde” respondió. Pero esas historias lo acompañaron a la tumba,
al escape.
Una tarde a finales de 1930 llegaron sus amigos oficiales de la
Escuela de Guerra, en uniforme, con espadas. Yo me había posicionado
bajo el sofá, disfrutando el estruendo de espadas en el gran piano. Mi
padre era Primer Teniente de las Fuerzas de Sanidad, y su mejor
amigo, mi padrino, más tarde se hizo General en Jefe en la Guerra
contra los alemanes en la primavera de 1940: Otto Ruge. Cuando fui
bautizado él dijo:

“Esperemos que este pequeño niño no sea servil con los poderosos,
ni pisoteé a los débiles”

(¿Será que resultó a la inversa?).

En otras palabras, no estaba escrito en mi cuna que me convertiría en


un objetor de conciencia. ¿Qué estaba escrito entonces? Algunas
generaciones de médicos -del lado de mi padre- una enfermera y un
director de salud -del lado de mi madre- inspiraron a un tío que envió
lo que habría de decir mi cuna en la forma de un cable para mis padres:

35
Juan sin tierra

Un médico ha nacido. Todos creemos eso, incluido yo. Pero no resultó


de ese modo. En el emergente telar de la dedicación a la paz y la
objeción de conciencia había tres hilos muy claros.
El principio ya ha sido mencionado: la violencia contra mi
padre en aquella noche de Febrero de 1944. Las lágrimas, el primero.
Nadie tenía el derecho de hacer algo así a mi padre, o a quien fuera.
Todos los noruegos pensaban así, más allá de los fanáticos que
encabezaba Quisling, quien apoyó a los alemanes porque eran de la
opinión de que el enemigo verdadero estaba en Oriente, los bolcheviques.
Él y su gente querían una Europa unificada con un centro político en
Berlín y un centro económico en Bruselas, y para ellos Noruega era el
país elegido en el norte que podía susurrar cosas en el oído de la Gran
Europa. En otras palabras, los quislings estaban adelantados a su
tiempo. Tomó solamente cuatro años para que la Unión Soviética fuese
señalada como enemigo después de que ellos -los soviéticos- más que
nadie, fueron quienes derrotaron al nazismo. Los soldados alemanes
siguieron cinco años después. Y luego vino la lucha por la membresía
en la Comunidad/Unión Europea, rechazada por la población noruega
en dos plebiscitos (1972 y 1994). Tal fue la conclusión: “Noruega” (los
poderes que constituyen “el Sistema”) era capaz de apoyarse en el
periodo 1940-1945, tal como la misma “Noruega”, más tarde, giraría
en contra del único país en Europa, fuera de la Unión Soviética, que
sacrificó todo en nuestra lucha conjunta contra el nazismo: Serbia.
Como sea, esas no eran mis respuestas. Yo pertenecía a aquellos
que vivieron la mayor parte del siglo XX rechazando la hegemonía
alemana, soviética y estadounidense. Pero comparto algunas preguntas
con la mayor parte de los noruegos: ¿Qué podía haberse hecho para
evitar la guerra de 1940-1945 y cómo debimos de habernos defendido
de la ocupación? El principio de la respuesta llegó a mí a finales de
enero de 1948. Yo tenía 17 años. Gandhi había sido asesinado –el
pequeño hombre vestido con taparrabo- por uno de los suyos. Me
quedé pasmado con el diario en la mano, llorando, algo que rara vez
hago. Éste no era el llanto que sale del sufrimiento. Era el llanto del
mysterium tremendum fascinans, de haber sido testigo de algo que se
encontraba por encima de mi, que se encontraba por encima de todos
nosotros, por encima de esas relucientes montañas. Esa fuerza de Dios,
esa fuerza del bien, no vivía más entre nosotros.
Yo sabía muy poco de él, no conocía sus hechos ni sus
palabras. Pero sabía que con su ahimsa, su no-violencia, se había
levantado contra uno de los peores males, de los más perversos de la
historia mundial, el colonialismo occidental –en la misma clase que el

36
Capítulo I.

esclavismo y otras formas de cometer genocidio. Necesité algunos


años para poder tener el coraje intelectual de pensar en la guerra como
un elemento más de la misma familia de patología social, habiendo
sido yo mismo una víctima de la distinción entre las buenas guerras y
las malas guerras, entre la defensa y la agresión. Más tarde analicé esta
división del mismo modo en el que se debería distinguir entre el buen
esclavismo para promover la economía occidental, y el malo, por
ejemplo, el esclavismo árabe.
Por supuesto que sabía de la resistencia no-violenta gracias a
maestros y clérigos noruegos. Había muchos de ellos en la familia, mi
tío Thorolf, un profesor de secundaria, mi tío Halfdan, el sacerdote de
la parroquia, y podía asociarlos fácilmente con el pequeño hombre
bronceado con taparrabo, “el fakir desnudo” como lo llamó ese trasplante
del siglo XIX al siglo XX, Winston Churchill. Incluso mi propio padre
estuvo muy activo en la resistencia en el Hospital Municipal en Oslo.
En otras palabras, Gandhi tenía respuestas que estaban cerca de mi
propia realidad. Todos ellos tomaban riesgos, mis tíos y mi padre.
Pero había algo muy diferente más allá de la importancia de la
Noruega ocupada, que me hizo gandhiano por el resto de mi vida.
Muy temprano en mi existencia sentí que había dos tipos de
sufrimiento infringido a los humanos: la violencia que mata con armas
e intensiones perversas, y el molino de explotación que produce
sufrimiento en la forma de hambruna y enfermedad. Muerte y miseria.
Había aprendido que los que se localizaban en el ala derecha de la
política estaban en contra de la violencia directa pero que consideraban
la explotación como parte del orden natural, y que aquellos que se
encontraban en el ala izquierda de la política buscaban abolir la
explotación, pero, si era necesario, lo harían por medios violentos.
Ambos, dando amplias referencias sobre la “naturaleza humana”.
Y es aquí donde entra Gandhi, contra cualquier forma de
violencia y con un método para reducir, incluso abolir, ambas, y por
encima de todo esto: ¡es un optimista! Esto va más allá de la prédica
moral. Esto es práctica política, por un genio.
La lucha es dirigida contra el Sistema, no contra sus funcionarios.
Incluso desea liberar a los malvados de su propia culpa, pero no de su
responsabilidad. Él invita a todos a vivir conscientemente y a actuar en
consecuencia, no solamente rechazando la opción de la violencia, sino
también evitando omitir las buenas acciones.
Y luego vino el tercer –muy importante- empujón: un sobre
oficial, pequeño, café, de “la milicia”. Informaba de una sesión para
los conscriptos en Frogner Hovedgård: “un niño tras otro iban siendo

37
Juan sin tierra

medidos, reclutados y tomados como soldados” –como dijo el Maestro en


algún punto. Me hice capaz de combatir, clase B. Si me hubieran
declarado incapaz para cualquier servicio entonces la investigación
académica sobre la paz no habría iniciado en Noruega. Esto se debe todo
a “la milicia”, a la Autoridad.
Lo que siguieron fueron tres largos y problemáticos años. De
lado de mi madre no había ninguna duda de que yo me convertiría en un
servidor público, de lado de mi padre la apuesta estaba en que me
convertiría en un médico. Había algo de conformismo en ambas posiciones.
Mi muy querido amigo, el matemático profesor Otte Hustad –hijo de uno
de los ministros de Quisling de Abril de 1940, el arquitecto Hustad-
objetor de conciencia él también, lo formuló del siguiente modo: Para él,
Otte –ya en sí mismo una irregularidad en la Noruega de postguerra-
permaneció fuera de la secundaria por algunos años, y luego se lanzó a la
preparatoria Frogner (me había solicitado el Rector que me convirtiera en
uno de sólidos pilares) una irregularidad era más o menos de poca
importancia: “pero para ti Johan, no podía haber sido tan fácil”.
No era tan fácil. “abril nueve”, “vienen los rusos”, “¿qué vas a hacer
si alguien está violando a tu esposa?”, no eran problemas. Mis respuestas
eran mejores que las cansadas respuestas que daban los militares. Pero mi
problema era que sabía perfectamente bien que mis respuestas no eran las
mismas que las de la mayoría. Estaba viviendo en una democracia, mi
ensayo de examen final en 1948 se trató sobre eso. ¿Qué derecho tenía yo
de verme como si fuese ajeno, por encima de los demás, para convertirme
en un Enemigo del Pueblo, y no en uno de los Pilares de la Sociedad? No
había ningún Dios que me ordenara convertirme en un “objetor de
conciencia”. No conocía a uno solo. En la familia no había ninguno, entre
mis amigos solamente Otte. Muy lejos en el horizonte, una estrella
brillaba, Bertrand Russell, de clase inglesa privilegiada, un genio
matemático como alguien opuesto a mí, que no tenía ninguna habilidad
en esa dirección. Yo era solamente “listo”. Yo no tenía esa “cosa” de la
que están hechos los matemáticos (más tarde se hizo vergonzosamente
claro que no tenía esa “cosa” para el clarinete tampoco). Y la respuesta de
Russell no fue ciertamente la respuesta de su clase.
Estaba solo. 1948, 1949, 1950, hasta 1951.
Mi padre y yo tuvimos profundas conversaciones. Diferente de
cualquier otro padre que nunca había aprendido a tratar a sus hijos como
adultos, mi padre me había tratado como un adulto, como alguien acreditado
para tener su propia opinión, como un compañero de conversación desde
que tenía 3 años de edad. Mi padre siempre me había enseñado que sea lo

38
Capítulo I.

que fuera que hiciera, debía tener buenas razones para hacerlo. O para no
hacerlo. Debía conducir mi vida de forma consciente.
Él obtuvo la mejor calificación en tácticas de la Escuela de
Guerra en Noruega en 1900, sobre el problema de cómo un pelotón de
“motociclistas” (ciclistas, escondidos detrás de algunos arbustos en los
que podrían encontrarse suecos traidores y escurridizos). Él predijo la
victoria de las potencias occidentales sobre la Alemania Nazi dos veces
por año, normalmente cerca de Navidad y Pascua, era un incurable y
encantador optimista –y finalmente demostró tener la razón, la guerra
llegó a su fin poco después de la Pascua de 1945. Yo preguntaba e
indagaba más de lo que diez sabios podrían responder sobre la guerra, el
ejército y todo lo demás. Al final mi padre dijo:

- Simplemente tienes que andar en bicicleta hasta Mysen (a casi 60 kilómetros de


Oslo) y hablar con Otto en la residencia de honor que consiguió del agradecido
gobierno noruego. Él está escribiendo la historia militar de esa parte de
Noruega.

El tío Otto me recibió cálida y cordialmente. Le presenté algunas de mis


interrogantes, y dijo:

- ¿Tienes problemas con la guerra y la milicia? Yo también. Y como el principal


profesor de estrategia e historia de la guerra de los oficiales noruegos tengo que
decir que ha sido siempre mi experiencia que se cometen las más grandes
estupideces en ambos lados de cualquier guerra. Pero al final una de las partes
es usualmente menos estúpida que la otra, y esa es la que al final proclama la
victoria.

Pedaleé de regreso a casa pensando que si ese era el nivel de entusiasmo


en la parte alta del establishment, entonces había algo mal en el Reino de
Noruega. Mi padre me dio acceso a más de ellos. La misma imagen
emergió. Pero por supuesto, había algo de entusiasmo más abajo, en el
nivel de tenientes y sargentos.
El primer segmento de matemáticas fue completado. Me hice
un político aprendiz, vice-presidente en funciones del Sindicato
Nacional Noruego de Estudiantes en Asuntos Internacionales. El
presidente sueco era talento político excepcional y de algún modo, era
mayor que yo, Olof Palme. Cooperamos en la tarea de comenzar un
Sindicato Internacional Occidental de Estudiantes como una alternativa
al Sindicato Internacional de Estudiantes controlado por los
comunistas. En la primavera después de haber sido elegido Presidente
de la Asociación de Estudiantes de Ciencias en la Universidad. El
Director de Medicina, una persona muy famosa en Noruega en aquel

39
Juan sin tierra

entonces -Karl Evang- fue invitado para explicar problemas en conexión


con la guerra de Corea que había comenzado medio año antes. Era
muy franco, ponía en duda todo lo que los Estados Unidos y el
Ministerio de Asuntos Exteriores habían afirmado. Mi amigo Herman
se unió a mí en la tarea de iniciar un diario para los estudiantes de
ciencias naturales, y en el verano de 1951 mi amigo Frede se me unió
en la labor de organizar una excursión en autobús a diez países europeos
para los estudiantes de ciencias naturales. La dimensión internacional
fue entonces explorada.
Y luego llegó un momento de silencio, de paz, de reflexión.
Conseguí una pequeña beca en gratitud por mi trabajo, como
un estudiante político, un mes en el Etelä-Suomalainen Osakunta en la
Universidad de Helsinki, que en la tradición académica es llamada una
“nación”, más particularmente, entre aquellos del sur finlandés. En mi
equipaje tenía decenas de libros sobre guerra, paz y matemáticas.
Por supuesto había rechazado con desprecio la idea de que los
finlandeses nacían con cuchillos y botellas de duro licor. Pero en la
cabina, en lo profundo del transbordador de Estocolmo a Finlandia, había
dos caballeros finlandeses. Después de unos minutos, botellas con fuerte
licor salieron a relucir. Y tras algunos minutos más, dos cuchillos, largos,
y bastante bien afilados...
Pero también apareció un pan que fue rebanado en pedazos,
acompañado de jugo que salió de las botellas, el pan fue masticado y
digerido. Era gente extremadamente agradable. Las apariencias son
engañosas y mis prejuicios se evaporaron.
Al día siguiente tuvo lugar una reunión. Se quedaron más bien
impactados de que me apareciera sin un traje de gala con saco de cola.
Cosas como esas podían ser rentadas. El licor fue consumido en inmensas
cantidades. Hubo baile. El punto clímax de la reunión consistió en
deslizarse sobre una superficie inclinada desde el escenario, vestido con
el traje, utilizando los sacos de cola para dirigir: un deporte que no ha
sido reconocido por el Comité Olímpico. Yo lo hice bastante mal,
considerablemente por debajo de mis más grandes logros deportivos, en
el sótano en la Facultad de Ciencias Naturales en la Universidad de Oslo
en una bicicleta, zigzagueando entre botellas vacías de cerveza. La vida
académica es exigente. Nosotros los académicos necesitamos algún tipo
de relajación lejos de los Grandes Pensamientos.
En otras palabras, había sido capaz de posponer mi decisión
sobre el servicio militar unas cuantas semanas. Pero luego comencé mi
lectura de las anotaciones de Erich Maria All Quiet on the Western Front,
por medio de un notable libro noruego The Woman and the Black Bird de

40
Capítulo I.

Nini Roll Anker a Berta von Suttner, Kant y Russell. Material embriagante
como lo dijeron ellos, y no muy convincente. Me regocijaba a través de la
brillante Anker y me aburrí profundamente con Suttner y Kant. Mucho
más importante fue la guerra coreana.
Y Spinoza, sobre quien había escrito para el examen inicial de
filosofía en la universidad. La realidad se me presentaba como un lápiz
hectagonal: puedes ver dos tercios de él, pero nada más. Para ver más es
necesario cambiar el ángulo de visión, ir alrededor, y entonces se
conseguirán más aspectos. ¿Es tan obvio que aquel que transgredió más
allá de los 38 grados al norte era el problema? ¿O podría haber sido el
problema la criminal línea de partición de la nación? ¿Por qué eso no era
mencionado? ¿Podría ser tanto uno como lo otro? ¿Podrían ambas
verdades combinarse?
Algunos meses más temprano había tenido una experiencia más
bien fuerte y decisiva. La Escuela Universitaria de Verano se había
mudado en un comienzo a la secundaria popular en Dinamarca, Askov, y
el tema en el verano de 1951 era la causalidad, la teoría de la causalidad.
Yo había estado participando en el grupo de estudio preparatorio que
entre otras cosas había tocado el famoso principio de complementariedad
de Niels Bohr, el que decía que la luz podía ser considerada en dos
formas, tanto como un fenómeno ondular como en su característica de
partícula, y que estas dos perspectivas no se excluían una a la otra sino
que más bien se complementaban la entre sí. En otras palabras, y de
forma muy simplista “tanto-como” tenía una contraparte filosófica en un
muy alto nivel, y por primera vez comencé a escuchar algo sobre el yin-
yang, que Niels Bohr había adoptado como su escudo de armas.
Luego llegó el gran día: Bohr mismo vino a Askov y ofreció una
plática. Me encontraba entre pocos invitados afortunados a conocerlo en
privado para una conversación. Era ahora un hombre mayor, “el gran
elefante del circo” como lo llamaban los profesores daneses, cosa que le
afectó -hablaba y se movía de forma pesada.
Yo le pregunté qué era lo que más le había inspirado como para
convertirse en uno de los tres grandes parteaguas de la primera mitad del
siglo XX: la relatividad de Einstein, la incertidumbre de Heisenberg y la
complementariedad de Bohr. Y respondió que tal vez había algo danés en
eso, tal vez porque los daneses eran menos fanáticos, más inclinados a
ver ambos lados del mismo asunto.

- Menos fanático que... ¿que qué? – yo quería saber.

- Los alemanes –dijo- y tal vez también ¡¿los noruegos?!

41
Juan sin tierra

- ¿Podría estar esto relacionado de algún modo con el hecho de que ustedes los
daneses estuvieron cooperando con los alemanes mientras que al mismo tiempo
hacían estallar bombas a sus pies durante la ocupación? –Pregunté.

- No sólo eso –respondió- eran exactamente los mismos daneses los que hacían
ambas.

Y eso es algo que ciertamente no hicimos en Noruega, en Noruega uno o


el otro era más fuerte. Había tenido mi primer encuentro con uno de los
grandes del siglo XX, abierto a la cultura profunda y a las relaciones
entre la realidad física y social porque los mismos seres humanos estaban
pensando en ambas.
Así que resolvió el conflicto entre dos verdades no mediante un
cambio entre el bien y el mal, sino combinando el bien con el bien.
¿Y qué hay de resolver conflictos en lugar de ir a la guerra por
ellos? El pensamiento era de tal magnitud que yo con dificultad me
atrevía a pensar en él, porque otro pensamiento se encontraba en la
cercanía. ¿Podría ser que en la realidad existían personas que no estaban
interesadas en resolver conflictos sino más bien interesadas en ir a la
guerra? ¿Es tal vez eso de lo que se tratan las grandes potencias?, en otras
palabras ¿se trataba de tener una gran potencia, incluyendo el poder de
decidir qué perspectiva utilizar en el problema? ¿Y podría ser que eso
había sido de lo que el famoso Evang había estado hablando en su
conferencia sobre la guerra coreana?
Si ese era el caso -estaba pensando en Domus Académica en
Leppäsuonkatu, Helsinki- entonces la guerra no era sólo del todo inmoral,
criminal. Era también sencillamente tonta, estúpida. Mi tío Otto estaba en
lo correcto. La gente mayor es, y se mantiene, como la más sabia.
Y luego giré un poco ese pensamiento, de la estupidez a la
ignorancia, incluyendo la propia. ¿Y qué es lo que hacemos con la
ignorancia? Bueno, tratamos de expandir nuestro conocimiento. ¿Cómo
hacemos eso? Eso se llama investigación. Buscamos y luego lo hacemos
otra vez, y luego una vez más sobre la base de lo encontrado en la ronda
anterior.1
“Así que esto es lo que necesitamos” pensaba. Debe haber algo
llamado investigación de la paz, esa es la solución a mi problema, eso es
lo que tenía que leer.
Al día siguiente me encontraba en la biblioteca. La bibliotecaria
buscó bajo la categoría de Rauhantutkimus, la palabra finlandesa para

1
Adaptación del original en ingles: We search, and then we re-search and re-research.
(N .del T.)

42
Capítulo I.

investigación para la paz, y no encontró nada. Y no habría ayudado


mucho si ella hubiese encontrado algo en ese loco idioma. (De hecho, el
primer libro que apareció en finlandés con ese titulo fue publicado en
1969 y fue escrito por un noruego de nombre Johan Galtung). Otros
idiomas no arrojaron ningún resultado tampoco. Mi tranquilidad era que
ésta era más bien una biblioteca dudosa. Una conclusión comenzó a
bosquejarse:

1) Te vas a convertir en un objetor de conciencia, mi amigo Johan, vas a hacer lo


que dijo Kierkegaard “arrójate a 30,000 brazas de profundidad”. Será un acto de
fe, como es también un acto de fe para aquellos en el ejército que caminan por
el campo de guerra.

2) Pero rehusarse, negar, objetar es algo tan negativo, como la palabra no. ¿Qué
hay de ese elemento positivo que Gandhi siempre exigió? Eso es lo que debe ser
la investigación para la paz. Lo que puedas hacer, hazlo, y hazlo hasta
exactamente ese punto.

3) Es impensable que nada positivo salga de una investigación de esa naturaleza.


Si es esto en lo que te vas a meter, tu vida no será un desperdicio.

4) Y puedes ser constructivo – a favor de algo y no solamente en contra de algo.

Bueno, tal vez no estaba tan claramente bosquejado en mi mente. Aunque


sin embargo emergió con ese cálido sentimiento de "hier stehe ich, ich
kann nicht anders” (“aquí me encuentro, y no puedo hacer nada más”).
Como sea, existía una incógnita en esa ecuación. Sabía lo que yo
quería hacer: quería averiguar de qué se trataban de “verdad” los
conflictos, encontrar si existía la posibilidad de alguna solución pacífica,
y si eso no funcionaba, el modo de engancharse en la resistencia no-
violenta. Yo no quería quitar vidas. No quería perder la mía, o la nuestra
tampoco. Yo quería investigación de la paz y quería trabajo de paz.
“Asesinar o ser asesinado” era una expresión que mi buen amigo
Herman Ruge (el sobrino verdadero de mi tío Otto, que como Frede, se
había convertido también en un objetor de conciencia) y yo habíamos
escuchado con mucha frecuencia en otro lugar, en una reunión en la
Sociedad Militar de Oslo. No estábamos impresionados. Ésta era una de
esas incontables fórmulas que terminan por morderse la cola a sí mismas
en un círculo completo, creando un sistema lógico perfectamente cerrado,
un túnel circular, una obscuridad sin luz o salida. Como el traficante de
esclavos en Liverpool que escuchó la queja de su sobrino:

- Estas son personas, con familias, con sentimientos, como tú y yo

43
Juan sin tierra

Y respondió:

- Yo pensaba del mismo modo cuando tenía tu edad. Pero cuando crecí,
comprendí que los esclavos debían ser vendidos porque existe alguien que desea
comprarlos –y si no lo hacemos nosotros, alguien más lo hará.

“Instrumentos de tortura”, dijo el político británico de alto rango “son por


supuesto algo lamentable. Pero crean empleos para mucha gente. Si
nosotros no los producimos, alguien más lo hará. Y no hará ningún bien
si somos nosotros los únicos que nos detenemos”. Una característica de
los convencionalismos vacíos es esconderse detrás de estas fórmulas. Ese
círculo vicioso solamente puede romperse de un modo: aboliendo la
esclavitud, la tortura, el colonialismo.
Pero mi cerebro incansable quería una fórmula que pudiera ser
adoptada por la mayor cantidad de gente. Sabía perfectamente bien que la
defensa no-militar atraería a muchos que durante la ocupación se
mantuvieron al margen, tanto del movimiento de resistencia, militar o
civil, como del partido de Quisling. La abrumadora mayoría, y esa es
nuestra vergüenza noruega, se quedó sentada en la barda. Algunas personas
humedecían sus dedos para detectar hacia dónde se movían los vientos.
La mayoría de la gente esperó, apática, asustada, con una idea de que no
había nada que se pudiera hacer. Un gobierno sin ideas -entonces y
ahora- no había dado a su población ni siquiera ideas sobre la resistencia
no-violenta, más allá de algunos eslóganes y símbolos relativamente
vacíos. Como pisapapeles.
Yo estaba en búsqueda de formas de resistencia que no solamente
las mujeres y algunas personas mayores y varones jóvenes junto con
aquellos motivados ideológicamente pudieran abrazar, buscaba algo que
pudiera seducir a las personas. ¿Por qué era tan importante para mí?
Por una razón muy sencilla: mi problema no era simplemente
encontrar una solución moralmente satisfactoria para mi. Mi problema no
era tampoco satisfacer mi propia conciencia. Estaba en busca de una
alternativa a una institución que desde hacía mucho tiempo había agotado
ya su tiempo al igual que el esclavismo, la tortura y el colonialismo: la
guerra. Deseaba una alternativa política que pudiera ser adoptada por las
mayorías en los países democráticos. Y quería hacer investigación para
identificar esa alternativa. Pero no fue antes de 1970 que encontré una
fórmula que me pareció satisfactoria, misma que presenté en la reunión
anual de un club de halcones, el Instituto Internacional de Estudios
Estratégicos, y para los cuáqueros en Ginebra. Hacer armas menos
provocativas descatalogando blancos militares, fabricándolas de menor

44
Capítulo I.

alcance, más orientadas a las cortas distancias, y más efectivas para la


defensa que para el ataque. Agregado a lo anterior, propuse el contar con
un componente de defensa no-militar y permitir a los ciudadanos escoger
cómo quieren defender a su país. Tanto la defensa defensiva como la no-
violencia, en otras palabras. Tanto-como: complementariedad.
El movimiento pacifista rechazó la fórmula como algo demasiado
militar, y la milicia la rechazó como algo demasiado pacifista, como algo
que no era “lo suficientemente robusto”, como algo sin dientes. La
milicia suiza comprendió la fórmula y, más tarde, se generaría una
amistad que duraría toda la vida con un suizo con un talento único en la
investigación para la paz y el trabajo de la paz, mi “camarada en no-
armas”, el profesor Dietrich Fisher. Él escribió un artículo brillante, al
cual seguí después con un libro –escrito en gran medida con su ayuda-
¡Hay alternativas!, en muchos idiomas, en 1983.
Algunas personas comprendieron esto extremadamente bien: los
soviéticos. Ellos asimilaron la idea. Otros habían presentado pensamientos
similares, en nombres tales como defensa no-provocativa, defensa no-
ofensiva. La gente de Mijail Gorbachov utilizó la expresión “defensa
suficiente” en lugar de “defensa defensiva”. Algo ocurrió. Funcionó
como una fórmula para trascender la horrible carrera armamentística de
armamento ofensivo. Hasta que la OTAN liderada por los Estados
Unidos en 1990 avanzaron más y más hacia el este, y erosionaron toda
comprensión. Habían “ganado” –declararon.
Ciertamente no había encontrado la solución a todos los problemas
que había cargado conmigo desde el otoño en Helsinki en 1951. Pero
estaba en el camino. La paz era el camino, la investigación de la paz era
un camino alterno que conduciría al camino principal: el trabajo por la
paz. Había hecho también un tipo de pacto conmigo mismo y había
definido “mi llamado”, y estaba listo para mandar mi solicitud al Ministerio
de Justicia. Era ridículamente obediente, un verdadero sujeto noruego (mi
hijo Andreas fue un paso más allá, al negarse a realizar el servicio militar
fue interrogado sobre qué habría hecho en esta o aquella situación y
respondió: “Sugiero que traten de contestar estas preguntas por ustedes
mismos” ¡Bravo Andreas!).
Solicitud: ¿Para una licencia para no matar? Obviamente lo que
se necesitaría sería una licencia para matar, debidamente certificada por
la habilidad de disparar trayendo un fin humano (perdón, “humanitario”)
a vidas humanas. Y esa solicitud solamente sería concedida si justificaciones
bien pensadas podían ser reproducidas, sin nadie susurrando al oído y
ningún sobre de papel siendo deslizado por las mangas de la camisa. Y
por supuesto en contra de los antecedentes de un sistema escolar que

45
Juan sin tierra

también ofrecía perspectivas en resolución de conflictos por medios


pacíficos y paz, tales que el solicitante tuviera que justificar por qué
matar es mucho mejor que la transformación de conflictos, creativa, por
medios pacíficos. Aspirantes de ese tipo serían entonces dirigidos no
hacia el Ministerio de Justicia sino al Departamento de Defensa, a la
Sección de Terminación de Vidas Humanas. Por supuesto los cursos
serían ofrecidos haciendo la distinción entre las vidas que deben
protegerse y las vidas que son gratis para todos, aunque solamente en
temporada de caza.
Después de los juicios de Nuremberg, la justificación “deseo matar
porque mi gobierno me lo solicita” ya no puede ser utilizada. Insertar la
frase “democráticamente electo” después de la palabra gobierno,
desafortunadamente, tampoco es muy útil tras de haber sido testigos de
cómo nuestros congresos y gobiernos, democráticamente electos, fueron
a la guerra contra Serbia sin ni siquiera saber por qué lo hicieron (de aquí
que el dictado de Ramboulliet, fuera desconocido por todos los
parlamentarios noruegos en aquel momento). La cláusula “porque el
gobierno de los Estados Unidos de América nos lo pide” tampoco es una
razón válida. Y tampoco lo sería si se tratara de las Naciones Unidas. Lo
que se utiliza ahora es “la comunidad internacional” aunque nunca se
pregunta qué es lo que significa exactamente (probablemente entre 7 y 10
personas).
Bueno, tal vez todos maduramos lento. Inocentemente escribí
una solicitud y fue enviada al Ministerio Real de Justicia. Había hecho
una promesa, quería dedicar mi vida a la investigación para la paz, una
entidad desconocida.
Cuando algunos años después, en otoño de 1958, ofrecí mi
primer curso para estudiantes de doctorado en Sociología del Conflicto
en la Universidad de Columbia en Nueva York, me di cuenta por
completo de que la investigación para la paz por mucho no existía. Lo
que existía eran los estudios de conflictos, los estudios de seguridad y la
investigación para la guerra. En otras palabras, si deseaba vivir a la altura
de mi promesa tenía que comenzar esta disciplina en buena medida por
mi cuenta, y debía abandonar la idea de que podía llegar a una mesa, con
todo listo y un sólido banquete de platillos intelectuales ya colocados.
Pero nada de esto lo sabía a finales de otoño de 1951. Y tal vez
incluso fue mejor de ese modo. De haberlo sabido tal vez me habría visto
abrumado por algo demasiado grande, incluso para mi relativo alto nivel
de confianza personal y “arrogancia”. Lo que, como sea, tiene la ventaja
de que hace más fácil ver esa reluciente montaña desde arriba.

46
Capítulo I.

La solicitud para obtener el “permiso de no matar” fue concedida,


¡muchas gracias! Una secretaria del ministerio más tarde me dijo que con
mucha rapidez revisaron las solicitudes para ver si no había citas de la
Biblia, o algún término extraño. La exención del servicio militar era
concedida inmediatamente cuando estaban basadas en una o la otra, en
otras palabras, sobre una base totalmente objetiva. Si no había citas de la
Biblia o palabras extrañas que revelaran un mínimo de intelectualidad
existía siempre el riesgo de que la solicitud fuera leída y rechazada.
Algunas veces me he preguntado si actuaban de acuerdo con la
ley noruega cuando me concedieron la exención. La guerra se encontraba
sobre todo contra mi sentido de racionalidad. Probablemente tenía
algunos mandamientos, pero ciertamente no del Dios Cristiano. Homo
res sacra hominibus, “los seres humanos deben ser sagrados para los
seres humanos”, era una frase que siempre me había impresionado. Pero
eso era romano, no del mismo Hombre-Dios con una residencia
permanente fuera del planeta. Ésta era la ética de la consecuencia, no la
ética de la fe. Pensé las consecuencias de diferentes acciones y llegué a la
conclusión de que no podía aceptar el servicio militar. En otras palabras,
era de la opinión de que yo, a los 21 años de edad, había entendido mejor
esto que el Sistema.
Yo no estaba ni siquiera en contra de la violencia en todas las
circunstancias. Si la violencia directa y/o estructural es enorme, y la no-
violencia había sido intentada en vano, entonces no necesariamente
estaría siempre en contra de la aplicación mínima de la violencia dirigida
hacia metas muy concretas, con la esperanza razonable de que podría
tener éxito. Pero consideraría un hecho de esa naturaleza como una
capitulación humana. No lo celebraría como una victoria, y continuaría
en la búsqueda de alternativas, pacíficas, no violentas.
¿Es ésta mi posición hoy en día? Sí, aunque tal vez mi posición
cambiaría un poco. Si las fuerzas noruegas se limitaran al Capítulo 6 de la
Carta de las Naciones Unidas, si tuvieran un buen entrenamiento
policiaco en técnicas de mediación y no-violencia, y fueran desplegadas
de forma muy densa, compuestas en un 50% por mujeres, claramente
bajo mandato de la ONU y no de ninguna gran potencia, y las Naciones
Unidas en sí mismas tuvieran que rendir cuentas a un parlamento mundial
democráticamente electo y no a una colección de personas miembros de
delegaciones gubernamentales más o menos escogidas al azar, dejando
sólo a un “Consejo de Seguridad” de grandes potencias, incluso podría
estar dispuesto a participar –con armas en mano. No me opongo a que la
policía tenga a su disposición esas armas, y creo en la policía, también en
la policía mundial, pero no en el modelo de los Estados Unidos como en

47
Juan sin tierra

el Golfo/Somalia/Kosovo. Puedo incluso confesar que disfruto el tiro de


precisión, pero con armas de aire comprimido.
El problema es que las fuerzas militares noruegas actúan hoy en
día a las órdenes de los Estados Unidos. Noruega ha dejado, incluso
traicionado, la política de las Naciones Unidas. Así que mi recomendación
sería que cualquier joven se rehúse a cumplir con el servicio militar, y
recomendaría que nadie se ofrezca voluntariamente como mercenario. A
lo único que servirían sería a su propio bolsillo, y al esfuerzo de los
Estados Unidos de ser una potencia mundial en su larga marcha hacia la
hegemonía global. Una aproximación más honesta sería solicitar la
ciudadanía estadounidense y entonces enrolarse directamente.
Pero la ética con una base racional de las consecuencias y las
acciones es también ética. La convicción de que estamos encaminados en
la dirección equivocada, de que caeremos en un precipicio, se está
cristalizando como un mandamiento cuando al mismo tiempo existen
diversas alternativas disponibles. No dan espacio para la vida, a menos
que quieran ser un pequeño engrane en esa maquinaria de locura
irracional. Pueden escaparse, pueden fingir un malestar, un decaimiento,
o rehusarse. ¿Es esa la racionalidad de tu cerebro o la voz interna en tu
corazón? ¿Ambas, mano a mano? Llámalo como quieras. En cualquier
caso, es algo que está brillando por encima de la ley.
Dios habla en citas bíblicas, la racionalidad con palabras
extrañas. Después de considerar todos los aspectos del asunto, llegué a la
conclusión de que probablemente actuaban de acuerdo con la ley noruega
incluso si se encontraban manipulando un caso de profunda racionalidad
política más que uno de profunda conciencia religiosa. Mi problema era
que la violencia, como las sangrías (otra forma de derramar sangre) no
funcionaba; no que estuviera equivocada. Tal vez el Ministerio de
Justicia también estaba enraizado en la ética de la consecuencia. Tal vez
entendieron que si rechazaban la solicitud se encontrarían en la entrada
de incluso más problemas. Por ejemplo, que fuera a prisión, cosa que al
final ocurrió, por rehusarme a cumplir con la disposición de servir los
seis meses adicionales de trabajo que se endosaban a los objetores de
conciencia. Yo quería trabajar para la paz, y todavía pienso que es un
tremendo desperdicio de potencial humano no hacer mejor uso de los
objetores de conciencia.

Prisión

Había estado lavando el piso, y me encontraba justo a la vuelta de la


esquina de la enfermería de la prisión. Ahí estaban sentados, los

48
Capítulo I.

hombres, esperando a pasar a los rayos x. Me dieron los buenos días,


yo les respondí el saludo, quité la vista de la cubeta con agua y le di al
trapeador un descanso.

- ¿Cuánto te dieron entonces?

- Seis meses –respondí, dándome cuenta que habría sido mejor sencillamente
guardar silencio respecto de tan ínfimo número. No estaban tampoco
particularmente impresionados.

- ¿Qué fue lo que hiciste?

- Me rehusé a cumplir con el servicio militar. Bueno, de hecho me rehusé a


cumplir con el servicio alternativo.

- Doce años aquí –dijo uno.

- Catorce años –siguió el otro.

Los observé. Vagas colecciones de fotografías y encabezados. Brutales y


cínicos asesinos. Pero no alcanzaban a comprender la cuestión implícita
en la introducción, las tarjetas de visita, mi sentencia. Mi formación de
clase media indicaba distancia. Confirmé algo sobre la conveniencia de
un cambio en de celda, haciendo un poco de limpieza, esperando.
Solamente necesitábamos sacar lo mejor de cualquier variación que se
pusiera a nuestro alcance. Con una suerte de sustituto de conversación
sobre el clima, aunque no es fácil hablar del clima ahí donde no hay ninguno.
Con una combinación de golpes de trapeador, tres horizontales y
una vertical, me las arreglé para encontrar un camino detrás de unos
anaqueles. Ellos estaban del otro lado. Hablaban de mí, pero no me
podían ver.

- ¿No te parece una infamia? –dijo el de los catorce años al de los doce- ¡ni
siquiera defendería a su propio país!

- ¡Y a eso es a lo que la sociedad debe alimentar! –respondió el de los doce al de


la sentencia de los catorce años.

Esto es algo de lo que se puede encontrar en la sección de cartas en el


diario conservador Aftenposten, “Lector indignado”. Me divirtió escuchar
que la política ética de los asesinos empataba muy bien con la de la
burguesía noruega, con la cual había cultivado algún contacto. Pero había

49
Juan sin tierra

sofocado mi alegría, y me había mojado con un último repaso al salón de


lado a lado con el trapeador. El trabajo de tres horas había terminado,
siempre había algo que hacer en el Departamento de Rayos X, ayudando,
lavando. De regreso a la celda 716.
¿Soy un amargado? En lo más mínimo. ¡Estoy enojado! Pero no
con alguna persona en particular. ¿Por qué estuve encerrado seis meses?
Para nada. Fue duro, ese invierno carcelario que duró desde el primero de
Noviembre de 1954 hasta la Pascua del año siguiente. Pero me lo había
buscado. Había rechazado cumplir ese tiempo extra de servicio
comunitario destinado a los objetores de conciencia, seis meses “por
razones de disuasión general”; a menos que se me permitiera hacer
trabajo por la paz, por ejemplo en la oficina de la sucursal en Oslo de
Help India, 1953, un predecesor de la asistencia técnica noruega. La
alternativa eran “trabajos forzados”. Así que permítaseme comenzar aquí.
La isla de Dilling en el lago Vannsjø cerca de Moss estaba
originalmente reservada para los Testigos de Jehová, que se rehusaban
a todo servicio militar que se interpusiera en el camino de su
evangelización. Me recibieron muy entusiasmados, en contraste con el
humor de los oficiales que me habían escoltado de las barracas en
Havnås, en donde me había rehusado a trabajar. Me habían encerrado y
luego me habían dejado salir, me condujeron y fueron corteses:

- Mira, si quieres saber qué es lo que pienso, Galtung, te voy a decir que la
idea completa de la milicia me parece loca. Tienes mi simpatía, de verdad.

Pero no había entusiasmo en el policía. Sencillamente estaban


haciendo su trabajo.
Los Testigos de Jehová sabían que era un objetor de conciencia.
Pero cuando descubrieron que también era un estudiante de ciencias
naturales, su satisfacción no tenía fin. No veía ni pies ni cabeza en todo
el asunto. Me lo explicaron.
Ellos eran lectores de la Biblia, aunque no era necesario
decirlo. Un enorme tomo descansaba sobre la mesa, la Biblia, completa
arreglada en un orden sistemático, uno podía tomar la palabra que
fuera, y ellos indicarían qué es lo que la Biblia decía sobre esa palabra.
La única cosa que faltaba era alguien con quien discutir todo eso. Se
hacía un poco pesado al final, emprendiendo disputas solamente con los
que son como uno. El jefe del campo de trabajos forzados -una persona
adorable y miembro del Partido Popular Cristiano- era la decencia
encarnada, pero no tan alto en cuanto a conocimiento bíblico.

50
Capítulo I.

- Yo no lo era tampoco –señalé.

- No hay diferencia –respondieron ellos- tú eres un ¡libre pensador!

Así que comprendí el papel que tenía que desempeñar.

La siguiente tarde ellos organizaron una reunión cerca de Moss, una


discusión con el estudiante de ciencias naturales Johan Galtung –
darwinista. Yo no creía ni en el creacionismo ni en el darwinismo- una
causa muy pequeña con un efecto muy grande. Pero, como señalé, mi rol
había sido ya definido.
La temperatura era glacial. El hielo descansaba grueso y
reluciente en el lago. Una caravana de cuatro o cinco trineos llegó para
reunirse con Galtung, el darwinista, y con el capítulo encarcelado de los
Testigos de Jehová en Noruega, en una reunión, una típica reunión
noruega, sobre fe, conocimiento y ese tipo de cosas. De hecho la
habíamos pospuesto. Durante el verano el liderazgo del campo controlaba
los botes, pero en el periodo de invierno era imposible controlar los
trineos. Entonces, por si fuera poco todo lo demás, había también
abandonado ilegalmente un establecimiento de trabajo forzado.
La reunión estaba ya en marcha. Fui derrotado en todos los
puntos, la extensión de su conocimiento biológico y bíblico era increíble.
Sin embargo, había algo desde el punto de partida que era ligeramente
extraño. Como dijo el Maestro en Peer Gynt: “entre más extraño es el
punto de partida, en general será más raro el resultado”. Pero estaba
acostumbrado a eso, habiendo vivido tanto tiempo en OTAN-Noruega.
La única diferencia era que más gente creía en los Estados Unidos que en
los Testigos de Jehová. Pero entonces tenemos la democracia. El
gobierno de la mayoría.
Ya había sido lo suficientemente derrotado cuando distinguí un
destello de esperanza.

- No todo en la Biblia es verdad –dije con júbilo.

- Lo es –respondieron- se trata de la palabra del Señor.

- Pero en algún punto de la Biblia dice que construyeron una tina circular –dije-
una tina cuya circunferencia era tres veces su diámetro. ¡Eso está equivocado,
debería ser 3.1415926...!

51
Juan sin tierra

Se arrojaron sobre el enorme tomo, buscaron “tina”, “diámetro”,


“círculo”, y encontraron que las cosas eran como yo las había dicho.

- Muy bien –dijeron- tienes razón, redondearon la cifra.

Hubo algo malvado, algo mezquino en mi argumento.

Profundamente avergonzado pero impresionado por ellos al mismo


tiempo, avancé en mi trineo de regreso para llegar a las barracas antes
de que la persona del Partido Popular Cristiano apagara las luces,
alrededor de las 10:00 pm. Apenas conseguimos llegar.
Tal como lo planeamos, les dije que me rehusaría a realizar
cualquier trabajo ahí también. El estado había ya ganado algo de
práctica tratando a gente como yo: el siguiente nivel en la farsa, la
etapa final, era el ingreso a la Cárcel del Condado de Oslo,
Departamento B en Oslo. Åkebergveien, también conocida como “Bayern”,
una cerveza fuerte. El Departamento A era Møllergata 19, en aquel
entonces, el cuartel de la policía.
Llegué a conocer el submundo de la sociedad noruega mejor que
cualquier profesional del derecho. Más tarde me familiarizaría con el
submundo de la sociedad global, en mi condición, entre otras cosas, de
profesor de la UNESCO en Chile. ¿Cómo se habrá sentido cuando, de
vez en vez –cada ocasión que se intentaba hacer algo para sacar a la gente
más explotada lejos de los arrabales- los Estados Unidos reaccionaban
interviniendo, directa o indirectamente? ¿Cuál sería la sensación de ser
pisoteado? ¿Algún prisionero noruego se habrá sentido pisoteado?

- Hola Galtung, te voy a decir una o dos cosas aprovechando que vienes del
Frogner –extremo occidental de Oslo – ¡como los jueces, tarde o temprano
tendrás que comprender! Sencillamente no puedes continuar. Cierto, nosotros
robamos un poco aquí y un poco allá, pero tú habrías hecho lo mismo si no
tuvieras un centavo. Los tuyos tienen mucho y nosotros demasiado poco.
Hemos sido alimentados con la marginación. ¡Ya es suficiente!

¿Una filosofía revolucionaria marxista redistributiva individual? La


filosofía no existe, no está representada en el interior de las paredes de
una prisión. Algunas veces me pregunto si la mayoría de los filósofos
estuvieron presos.
¿Cómo me sentía respecto a mi propia falta? No me arrepentía ni
un poco y lo haría otra vez en cualquier momento. Pero, mientras los
otros prisioneros intentaban interpretar sus crímenes como una

52
Capítulo I.

revolución que buscaba “permitirles” comprender, a mí me ocurrió a la


inversa. Yo comencé a verme no como un prisionero político sino como
un criminal. Mientras algunos de ellos se esforzaban para ser puntas de
lanza de la revolución, yo me veía con los ojos de un juez, allá en la
Corte del Condado de Mysen, cerca de la “escena del crimen”, el Campo
Havnås para objetores de conciencia.
No se materializó ningún apoyo, más allá de buenos amigos que
entendían. No esperaba que una procesión de objetores de conciencia
involucrados en servicios comunitarios llegara marchando por la calle, y
ciertamente ninguna apareció. Cuando me puse en huelga, algunas pistas
se hicieron visibles.

- ¿Por qué no puedes acostumbrarte? Todos los demás lo hacemos así. Tú crees
que nos estás haciendo un favor, pero nadie te lo pidió.

La no-violencia se ahogó en el silencio, tal y como supuse que ocurriría.


Era fácil de comprender, aunque no era tan fácil acostumbrarse. Me hacía
sentir ordinario, perdido y olvidado como a los demás criminales. No,
error, como a todos los demás pequeños criminales. Seis meses. ¿Qué es
eso como para armar un escándalo?
Por supuesto que quería que tuviera un efecto, ese servicio
alternativo podía ser un servicio para la paz. Pero conocía mi Noruega.
Más tarde escuché, por medio de fuentes confiables, que el asunto había
llegado algo lejos mereciendo atención en una reunión de Gabinete, cosa
que no era parte de los procedimientos oficiales. El Primer Ministro Einar
Gerhardsen –él mismo, un objetor de conciencia (contra “las fuerzas
armadas de la burguesía”)– pensó que podían utilizar la oportunidad para
introducir alguna especie de servicio de paz. Los ministros de asuntos
exteriores y de la defensa se opusieron con fuerza a la idea; si le dan a
Galtung lo que quiere, tendrán a todo el mundo queriendo hacer un
“servicio de paz”. Una pequeña exageración, tal vez, pero es interesante
ver lo pequeña que era su fe en cuanto a la capacidad de convocatoria de
la milicia, al punto de que todas las alternativas tenían que ser
rechazadas. Y yo que creía en la división de poderes entre el poder
ejecutivo y el judicial. Las aventuras tienen su encanto.
Bueno, el efecto deseado parecía bastante remoto. Pero otro
aspecto se hizo presente. Además del aspecto sexual, yo no sufría –cómo
se las arreglan los monjes es incomprensible (tonterías, cómo se las
arreglan lo sé muy bien, sencillamente no lo acepto como una solución).
Al contrario. En la prisión con tantas carencias de cosas para estimular
los sentidos, la imaginación toma el control. Se escuchan sonidos con una

53
Juan sin tierra

vibración tonal tan colorida como no los has escuchado jamás en ningún
otro lado. Vives un libro de un modo mucho más poderoso, intenso,
porque tienes sed de vida. Se ven colores que no se han visto en ningún
otro lado.
Pero sufres porque puedes estar hiriendo a otros. Mi madre
pertenecía a un club de bridge, sus amigas decían: “Pobre de ti, Helga,
que tienes a Johan en prisión”. Ella explicaba. ¿Creía de verdad en lo que
decía? ¿Y qué derecho tenía yo para quitar a Ingrid la oportunidad de que
estuviéramos juntos?
Un largo invierno estaba a punto de convertirse en primavera,
como generalmente ocurre. Había visto muchos prisioneros, cansados,
acobardados, con unos pocos centavos -producto de la manufactura de
envolturas para las botellas de Wine Monopoly- escabullirse para comenzar
Una Nueva Vida con una botella de la tienda de Wine Monopoly. La
Nueva Vida recordaba mucho a la antigua.
Y la mía también lo hacía. Una mañana de abril llegaron dos
motocicletas, Ingrid en la nuestra, Herman y Mari Ruge en la suya.
Cuatro amigos sólidos, una amistad muy resistente. No mucho después
estábamos en nuestros esquís en el camino de Ustaoset hacia la cabaña de
Arne Næss en Tvergastein. “Interrogatorio” es como le llaman. Ellos
pudieron ver mi necesidad de desahogo, y se sirvieron más historias sobre
la prisión en aquella Pascua de las que cualquiera podría haber entregado.
Nueve años más tarde ahí estaba, fundador y director del PRIO,
el Instituto Internacional de Investigación para la Paz, Oslo. El teléfono
sonó. Era el Ministro de Justicia no-socialista del país. El Partido
Laborista Noruego estaba muy impresionado con el hecho de que las
fuerzas armadas noruegas se encontraran bajo control civil y que no
serían desplegadas contra los trabajadores noruegos como una repetición
de los hechos de Menstad, sino que en su lugar serían controladas por
Jens Christian Hauge y sus sucesores, que nunca se las arreglaron para
pensar el problema con cuidado. Elisabeth Schweigaard Selmer habló por
el teléfono:

- Sr. Galtung, usted fue a prisión para conseguir que los objetores de conciencia
pudieran hacer un servicio comunitario trabajando por la paz. ¿Puede tomar a
tres de ellos para mañana? ¡Tendrá que pagar por ellos, se lo advierto!

No tenía la más remota idea de dónde saldría el dinero. Pero me di cuenta


de que la respuesta tenía que ser sí. Los caminos de la no-violencia, como
los del Señor, son inescrutables.

54
Capítulo I.

Poco después, incluso este pequeño avance hacia la paz había


sido borrado. Lo que explica mi furia. ¿De qué se trata esta estupidez?
¿Los jóvenes todavía deben sentarse en la prisión solamente porque
quieren una alternativa significativa? Es tan patentemente obvio que el
trabajo por la paz está creciendo, que tan solo necesita el suelo más fértil
que se le pueda ofrecer. Pero mientras tanto, gracias, Elisabeth Schweigaard
Selmer. Mucho ha salido de esto.
La historia no ha terminado todavía. Tuvieron lugar dos juicios
más. Los militares querían el Campo en Havnås para una batería Nike,
una especie de defensa con misiles de Oslo. Nosotros, los objetores de
conciencia protestamos en el sentido de que se suponía que nuestro
trabajo no debía tener conexiones militares en lo absoluto, el Estado se
aferró al argumento de que nosotros no podíamos limitar legalmente la
utilización del producto de nuestro trabajo para el resto de la eternidad.
Ambos teníamos razón, supongo.
Luego la Defensa Civil me quería reclutar, a lo que me opuse en
parte porque esta fracción de la totalidad del sistema de defensa era parte
también de la ecuación estratégica Este-Oeste. De tal forma que se me
impuso una fianza que me rehusé a pagar. Se quisieron llevar mi TV. Mi
querida futura suegra Ragnhild Eide –¡la Abuela de la Paz!- sacó un poco
de plata vieja, que después yo presenté sobre la mesa en Møllergata 19.
Un oficial de policía dijo, molesto: “¡De verdad que eres un fastidio!”, sí,
excepto en la prisión -es decir, ahí donde mis proclividades conflictivas
tendían a encontrar sus límites. Algo muy cercano al prisionero perfecto.
Así que me tuve que parar en los juzgados en diversas ocasiones.
Los representantes del Estado, los fiscales, los jueces y yo compartíamos
todos los mismos antecedentes sociales. Cierto, yo me había rehusado a
trabajar, además de tener buenas razones para negarme a cumplir con ese
“servicio, tonto y sin sentido” como lo dijo mi abogado. Cierto, no estaba
particularmente enamorado de las malditas barracas. Cierto, yo era un
estorbo -suerte para Noruega que no había más como yo.
Pero, lo miré, vi sus ojos azules, mi opositor, el fiscal, quien más
tarde se convertiría en un bien conocido abogado y pilar de la sociedad,
éramos más o menos de la misma edad. Y yo conjeturando, usted fiscal y
usted juez podían haber pensado:

“El párrafo 100 de nuestra Constitución prescribe un derecho y un deber de


defender al país. ¿Es inconcebible que la defensa pueda haber cambiado
sustancialmente en los últimos 150 años desde la fecha en la que aquellos 112
hombres hicieron los 112 párrafos de 1814? El Campo Havnås fue construido
por objetores de conciencia. Nos enorgullecemos de ellos como parte de la

55
Juan sin tierra

expansión del concepto de defensa. Utilicemos el campo como una escuela de


entrenamiento para el servicio de paz, ¡y también para aquellos que se rehúsen a
cumplir en los cuerpos de defensa civil!”

Y pensé: He aquí la oportunidad. Usted fiscal, interprete sus leyes un


poco, como sugería el Decano de la juris prudencia noruega -el profesor
Frede Castberg- ¡y se hará famoso! Pero esquivaron con gran destreza la
pesada carga de la fama.

El maestro de maestros: Mohandas Gandhi

“No hay camino hacia la paz, la paz es el camino”


- Gandhi

Ha llegado el momento para el maestro de maestros: Gandhi.


Gandhi es retratado con frecuencia como un “idealista”,
particularmente por los “realistas” que sostienen que el poder militar y
la fuerza son la motivación última en las relaciones internacionales y
en la política en general.
Si utilizamos el “término” idealista no para la abstención de la
violencia, sino para cuando se está siendo conducido por una idea,
usualmente un axioma simple, básicamente reduccionista, entonces
esta definición ajusta mejor a los realistas, y también a un buen número
de idealistas en la primera interpretación.
Pero nada de eso ajusta a Gandhi. Su mente y sus acciones
eran sumamente complejas, holísticas y sumergidas en la compleja
realidad hindú.
Más bien, los “realistas” practican un duro deporte, teniendo
solamente un remedio para la vasta variedad de problemas: buscar y
destruir. También tienen una tendencia a olvidar las dos leyes de hierro
de la violencia:

1) los vencedores tendrán el estímulo de buscar más victorias.


2) los vencidos tendrán el estimulo de buscar venganza.

Sin duda ambos procesos pueden tomar algo de tiempo, haciendo de la


violencia la aproximación de los que son cortos de miras, es decir, de
aquellos ávidos de un pronto aplauso.
Desde esa óptica se puede observar a dos políticos principiantes
en el trabajo: Lord Mountbatten, el virrey, y Sir Cyril Radcliffe.
Obsérvese a Mountbatten urgiendo a Radcliffe para que mueva la línea
de partición de tal forma en que la favorita –India- tenga un acceso

56
Capítulo I.

fácil a Cachemira. Sabemos lo que ocurrió. Sabemos que Gandhi


estaba en contra de la partición. Gandhi perdió y los partidarios de
Mountbatten ganaron. Pero fuimos tratados con la misma penosa visión en
las relaciones Israel-Palestina: después de una enorme cantidad de
trabajo paciente, no-violento, en ambos lados (y aquí incluyo la
Intifada, algo que, de acuerdo con los estándares en Medio Oriente, es
algo muy suave) los políticos principiantes tomaron el control,
construyendo el realismo y esferas de interés vía el “Proceso de Oslo”.
Y con qué resultado.
Afortunadamente, el inglés como idioma hace la distinción
entre ser “realista” y “real”. Tal vez el realismo es el lado obscuro y el
idealismo el lado luminoso. Gandhi ciertamente privilegiaba la “no-
violencia de los valientes” sobre -y por encima de- la violencia. Pero él
también privilegiaba la violencia por encima de la “no-violencia de los
cobardes”, es decir, el no hacer nada, el sentarse en la barda,
esperando, posiblemente el tipo de “no-violencia” que da origen a la
confusa “resistencia pasiva” (probablemente inventada por algún
“realista”). Incluso una breve incursión exploratoria a la obra maestra
de Gandhi, un libro destinado a convertirse en una tabla de salvación
para el horrible siglo XX, su autobiografía Mis experimentos con la
verdad muestra claramente que su resistencia era más bien activa.
Desde aquí, obsérvese su agenda política en la vida:

1) Lucha contra el racismo, en Sudáfrica.


2) Lucha por la independencia, swaraj.
3) Lucha contra el sistema de castas, para los harijans.
4) Lucha contra la explotación económica, mediante el sarvodaya.
5) Lucha contra los choques comunales, para la paz entre los hindúes y los
musulmanes.
6) Lucha contra el sexismo, para la liberación de las mujeres.
7) Lucha a favor de formas no-violentas de lucha, satyagraha.

De las ocho líneas de falla en la construcción humana, entre los


humanos y la naturaleza, entre los géneros, entre las generaciones,
entre las razas, entre las castas y las clases, entre las naciones, entre los
países, Gandhi tomo seis. Si él hubiese vivido más sin duda se habría
convertido en un ardiente ambientalista. Aunque en la práctica era uno
de ellos, probablemente también en sus pensamientos, aunque en su
discurso fuese menos explícito. Y bien a bien él no se involucró en las
fracturas generacionales. Fue un buen hindú en esa perspectiva,
honrando la fase moksha de su vida, incluso tal vez en si mismo.

57
Juan sin tierra

Este es un político moderno, ¡incluso post-moderno! Esta no


es la típica compartimentalización de la política en asuntos raciales,
anti-coloniales, anti-casta, anti-clase, para la armonía comunal y la
equidad de género. Su visión habla a través del trabajo de toda su vida:
unidad de y entre los humanos. Pero esto significa que él dotó con ese
sello de calidad humana a algunos seres a los que se les había negado:
hindúes en Sudáfrica, los sujetos del colonialismo británico, los
intocables, los shudras, aquellos del otro lado de la barda comunal, las
mujeres. Nótese: en los dos primeros casos Gandhi también luchó por
sí mismo, como un hindú en Sudáfrica identificándose en los hechos
con sus clientes, y como un sujeto del colonialismo británico.
Y luego se expande, cubriendo el campo, y ahora, en cierto
sentido, trabajando en contra de sí mismo, los vaishya, los bien
posicionados política y económicamente, los hindúes, los varones.
Por supuesto esto llegó demasiado lejos para algunos, para
tres, para uno, para Godse. A 50 años de distancia del día del asesinato
estoy escribiendo estas líneas. Pero tengo un ángulo ligeramente
diferente: qué milagro ha sido el que se haya concedido al Maestro 78
años para enseñarnos e inspirarnos a todos. En sí mismo esto es un
testimonio de su no-violencia, a pesar de la bala que lo asesinó al final.
El mensaje de Godse era muy claro: la India sería un lugar
mejor sin Gandhi. Godse quería la misma India que Nehru y sus
sucesores la querían moderna, industrial, armada, capacitada para la
acción militar. Y los militares incluso cooptaron la procesión fúnebre
de Gandhi. Qué sacrilegio, qué crimen.
El mensaje de Gandhi y su martirio también era muy claro:
aquí fracasé. Mi no-violencia no había tocado su corazón. El resto de
nosotros podemos incluso bosquejar otra conclusión: su lucha básica
era cuesta arriba para alcanzar una nueva forma de lucha, su satyagraha.
Antes de revisar qué fue lo que ocurrió con el satyagraha
después de Gandhi, enfoquémonos en un punto de cierta importancia.
Gandhi privilegió al hombre común y a la mujer común en una
sociedad dramáticamente desigual conducida por las castas/clases, y a
un país común en un mundo dramáticamente desigual conducido por el
colonialismo. De algún modo este político santo más altamente realista
encontró el punto clave que empujó el “desmantelamiento” del
colonialismo (término que utilizó Churchill, esa figura del siglo XIX o
XVIII que ha sido catapultada al siglo XX).
Al escapar India -el 15 de Agosto de 1947- el Imperio Británico
estaba acabado, el resto fueron espasmos de nostalgia reaccionaria. Al
desaparecer el imperialismo británico el colonialismo occidental estaba

58
Capítulo I.

liquidado también, el resto -hasta que Portugal finalmente se rindió-


puede ser caracterizado del mismo modo.
Por supuesto quedaron residuos. Uno de ellos -Hong Kong-
fue finalmente “entregado” el primero de Julio de 1997, cerca de 50
años después de swaraj. Y el Príncipe Carlos perdió la oportunidad
para Inglaterra, Occidente, de desplegar su grandeza reflexiva: ni una
palabra de disculpa sincera por los horrores del imperialismo británico
en China, incluyendo la intoxicación de toda la nación. La disculpa
habría provocado aplausos, gratitud y buenos acuerdos comerciales,
pero nunca llegó.
Levantarse a favor de un país común y a favor del hombre y la
mujer común hace a una persona un santo. Pero no crea seguidores
entre aquellos que se ven a sí mismos como (mucho) más comunes que
los demás. Tal vez podamos decir que después de la muerte de Gandhi,
India regresó a lo normal. Es muy difícil encontrar algún rastro de
gandhismo en la política exterior de India. Lo que se puede encontrar
es una administración ritualista de la memoria del gran hombre en
diversos institutos de estudios gandhianos, que añaden poco o nada a la
teoría y a la práctica de la no-violencia, y tampoco añaden mucho a
nuestro conocimiento de Gandhi. Él sigue siendo su mejor biógrafo.
Pero su grandeza no debe ser juzgada por la recepción que
tuvo en su propio país después de que entregó el swaraj y se hizo el
Padre de la Nación. Gandhi le pertenece al mundo, como evidencia de
los éxitos de la no-violencia en la segunda mitad del horrible siglo XX:

1) La liberación de los judíos arrestados en Berlín, Febrero 1943.


2) La campaña de swaraj de Gandhi en India: independencia en 1947.
3) La campaña de Martin Luther King Jr. en el sur de los EEUU en 1956.
4) El movimiento contra la guerra de Vietnam dentro y fuera de Vietnam.
5) Las madres de la Plaza de mayo en Buenos Aires contra la milicia.
6) El movimiento “Poder de la gente” en las Filipinas, 1986.
7) El movimiento “Poder de los niños” en Sudáfrica en 1976.
8) El movimiento Intifadah en la Palestina ocupada en 1987.
9) El movimiento por la democracia en Beijing, primavera de 1989.
10) Los movimientos Solidarnosc/RDA que terminaron con la Guerra Fría.

Más podrían haber sido agregados, pero permítasenos primero hacer


algunos pequeños comentarios sobre algunas de las complejidades de
estos diez casos:

59
Juan sin tierra

1) Muchos judíos regresaron al trabajo tras ser liberados y fueron re-arrestados


y asesinados en tal forma que la acción no-violenta se hacía más difícil.
Otros pudieron esconderse. La no-violencia no es una acción esporádica.
2) Gran Bretaña también fue debilitada por la Segunda Guerra Mundial y por la
contradicción entre la lucha contra la autocracia que todavía se aferraba al
colonialismo. Las acciones de Gandhi agudizaron estas contradicciones.

3) La segregación oficial terminó, aunque la segregación no-oficial se


mantiene. Nuevamente un argumento de por qué la no-violencia es un
proceso, no un evento de aparición única.

4) Básicamente los vietnamitas ganaron una guerra violenta, pero la no-


violencia probablemente debilitó la resolución del lado estadounidense.

5) Esencialmente sin líderes, de tal forma que el premio Nobel fue otorgado a
un hombre extraordinario (Alfonso de Esquivel).

6) Probablemente más de clase media que un movimiento de, para y por los
verdaderamente oprimidos; de tal forma que debió continuar.

7) A esto podría agregarse el impacto moral de las sanciones económicas, la


desposesión, y el ejemplo positivo de Zimbabwe en aquel tiempo.

8) El repertorio de acción del movimiento incluía arrojar piedras, pero el


argumento sería que para los estándares regionales esto es no-violento.
9) Violencia masiva fue utilizada por las fuerzas del gobierno, pero
probablemente contra el movimiento sindical de los trabajadores más que
contra el movimiento por la democracia estudiantil.

10) El hecho de que la violencia fue utilizada en Rumania no hace las acciones
en Polonia y la RDA menos no-violentas. En Hungría la transformación fue
un cambio político lento, convencional, y las transformaciones en
Checoslovaquia, Bulgaria –sin mencionar la Unión Soviética- pueden
probablemente ser vistas mejor como efectos dominó de la RDA y Polonia.
En la RDA la migración masiva fue una táctica no-violenta importante. El
contra-golpe no-violento en Agosto de 1991 en Moscú también entra en el
cuadro, pero con algunas dudas: no porque el contra-golpe de Yeltsin no
fuera no-violento, sino porque el golpe en sí mismo podría no haber sido
creíblemente violento, sino posiblemente escalado (ejemplo: como un modo
de deshacerse de Gorbachov, quien en aquel tiempo había desmantelado el
Imperio Soviético, sin haber cedido a las exigencias económicas de
Occidente). El golpe fue de principiantes y poco entusiasta.

Escribir la historia del violento siglo XX sin explorar también su no-


violencia, es pervertirlo todavía más. Una negligencia de este tipo
revela un sesgo ideológico considerable además de incompetencia
intelectual, ampliamente difundida en los “estudios sobre seguridad”.
He aquí una lista de diez mecanismos básicos detrás de la no-violencia:

60
Capítulo I.

1) La amenaza de violencia directa o la violencia estructural es intolerable para


los principales grupos en el país.
2) Una alternativa constructiva ha sido formulada y comunicada al Otro por
diversos medios (escritos, hablados, manifestaciones, etc).

3) Existe un riesgo claro y real de violencia de algún tipo si se practica la no-


violencia activa, en otras palabras, existe un riesgo real para el actor.

4) El compromiso con la no-violencia es claro, aplicable no solamente a


acciones, sino también al discurso y, de ser posible, al pensamiento.

5) Existen acciones de amistad y cariño entre las partes en conflicto.

6) La no-violencia entonces sirve para comunicar, al Otro, que uno mismo


nunca se someterá a la opresión, que se está listo para enfrentar las
consecuencias, y que se quiere una relación positiva.

7) Disociación (no-cooperación y desobediencia civil) del Otro como opresor y


asociación con el Otro como persona, puede entonces cambiar la mente –y
tal vez incluso el corazón- del Otro.

8) Si el opresor utiliza la violencia para contrarrestar la no-violencia, entonces


la desmoralización del Otro al enfrentar las consecuencias de su violencia
sobre opositores no-violentos puede servir para cambiar su forma de pensar.

9) Si el Otro utiliza violencia de larga distancia, incluyendo el boicot


económico, para evitar enfrentar las consecuencias, entonces las partes
externas deben movilizarse para hacerle patentes las consecuencias.

10) Si la distancia socio-psicológica entre Uno y Otro está basada en la


deshumanización que hace el Otro de Uno, entonces la no-violencia debe
incluir a extraños en una Gran Cadena de No-Violencia. Algunos de los
intermediarios compartirán muchas características sociales con el oprimido,
otros estarán socialmente más cercanos a los opresores. Gandhi medió la no-
violencia de las masas para con sus dirigentes.

Por encima de todo, en la mente deben existir tres principios básicos de


la acción no-violenta: la acción debe dirigirse contra la mala relación
entre el Uno y el Otro, no contra el Otro como tal; esa acción debe
construir amor en lugar de odio y comportamiento pacífico en lugar de
uno violento; y el Otro es invitado, en todo momento a compartir esta
enriquecedora experiencia –incluyendo las garantías al Otro de que
existe espacio para él en una sociedad futura. El punto es que hay que
comportarse de tal modo que el conflicto se transforme hacia un
estadío superior. Las partes deben emerger del conflicto no solamente
con mejores relaciones sociales, sino también como mejores personas
de lo que eran antes, mejor equipados para tomar nuevos conflictos de

61
Juan sin tierra

forma no violenta. Aquellos inclinados a la violencia ayer y hoy


pueden entonces convertirse en los mediadores del mañana.
Por supuesto esto no siempre funciona. El Uno puede tener los
primeros seis puntos bajo control, pero el Otro puede fracasar en la
tarea de responder como se espera en los siguientes cuatro puntos. Una
posibilidad es intentar de nuevo; otra es la capitulación, lo que nunca
debe ser considerado como permanente. Aceptar la violencia es violento
en sí mismo.
Los gandhianos enfatizarían el papel de una mayor purificación
del Uno para que la transformación del conflicto tenga lugar. Esta
teoría tiene la ventaja de colocar la carga en el Uno y en lo que uno
puede hacer (por ejemplo: a través de la meditación), y la ventaja
adicional de ser infalsificable (“¿No ha habido ningún cambio en el
corazón del otro? ¡Necesitas más autopurificación!”).
Este factor ciertamente no debe ser excluido, en tanto que la
no-violencia obviamente hace trabajo espiritual, de espíritu a espíritu.
Pero esto no debería excluir el trabajo político, en y fuera de las partes.
En los mecanismos [9] y [10] arriba señalados es algo crucial.
En cualquier medida, impídase que alguien clame que no
existen conflictos –sin importar qué tan internalizado sea el odio, qué
tan institucionalizado esté el comportamiento violento, y qué tan
intrincada sea la contradicción, la incompatibilidad, el asunto- que no
puedan ser transformados a través de la no-violencia. No estoy
diciendo que la no-violencia siempre funciona. No existe ninguna
panacea como hipótesis. Pero muchos grupos oprimidos podrían haber
llegado mucho más lejos en su búsqueda de autonomía de haber
utilizado la no-violencia. Sin embargo, la hipótesis de que la violencia
nunca funciona puede ser utilizada:
Primero. Tenemos al número de personas asesinadas o privadas
de algo, es decir, el número de personas traumatizadas en el cuerpo, la
mente y el espíritu, los afectados por el hecho violento; el daño físico
al hábitat humano y la naturaleza. La mayor parte de este daño es
irreversible. Y éstos son sólo los efectos visibles de la violencia,
ignorando los efectos secundarios –como cuando los economistas del
sistema excluyen las externalidades de la acción económica. Solamente
ignorando este punto vital los profetas de la violencia pueden llegar a
conclusiones positivas de la utilización de la violencia.
Segundo. Si la violencia conduce al cambio en las relaciones
entre Uno y Otro, entonces esto se hace mediante la incapacitación del
Otro. Pero un resultado forzado no es sustentable porque no es

62
Capítulo I.

aceptable y es inaceptable porque un Otro derrotado ya no es el mismo


Otro del pasado.
Tercero. No ha habido ninguna transformación positiva en el
Uno, sino una transformación negativa en el entendido de que la
victoria puede disparar una adicción a la violencia, y conducir a más
violencia la próxima vez.
Cuarto. No ha habido ninguna transformación positiva en el
Otro, sino posiblemente una transformación negativa en el entendido
de que la derrota podría haber también disparado una adicción a la
violencia y conducir a la venganza; eliminada ya una barrera al haber
sido objeto de la violencia, de tal forma que no hay ningún peligro de
incurrir en un déficit moral.
De aquí la conclusión: Gandhi era mucho más real que los
realistas. Y aún, todo lo que se ha dicho sobre la no-violencia, los
casos y las presuposiciones básicas, serían hoy en día impensables sin
el regalo hindú a la humanidad. Su idioma, aquí traducido suavemente
para la gente de nuestros tiempos y tal vez con algunas inclinaciones a
las ciencias sociales, era espiritual, muy alejado del materialismo y el
conductismo de la “Caja de Skinner”. condicionando a pichones a
través de la administración de choques eléctricos y azúcar (traducción:
bombardeos y comercio/ayuda). ¿Tal vez Gandhi simplemente tenía
mucho más respeto por los seres humanos, y con ese respeto se hacía
merecedor de respeto?
Una cosa es clara: la no-violencia como un compuesto clave en
la transformación de conflictos llegó para quedarse. El principal
obstáculo en la experiencia de este autor es la lógica machista/guerrera
que define la violencia como una cosa masculina/heroica que se puede
hacer, viendo a la no-violencia como algo femenino. Al decir esto nos
colocamos en el centro de la crítica feminista de la política, ellas lo han
dicho mejor que la mayoría. Recuerdo haber sido llamado como mediador
entre facciones kurdas al lugar utilizado por la presidencia francesa, el
Castillo de Rambouillet fuera de París, en Julio de 1994. Las facciones
se habían estado asesinando entre sí. Pero 200 mujeres kurdas se las
habían arreglado, de forma no-violenta, para conseguir un cese al
fuego. Sugerí con urgencia a los negociadores varones que trajeran a
esas mujeres al proceso y con esa sugerencia conseguí unificarlos.
“¿Debemos pelear como mujeres?” “Imagine que las mujeres kurdas
ganen con su no-violencia, ¿qué sería entonces de nosotros?
¿Deberemos vivir bajo el yugo del liderazgo femenino por el resto de
nuestras vidas?”.

63
Juan sin tierra

Creo que es aquí donde se localiza principalmente el debate,


no en el tema de la eficacia. Gandhi lo sabía. Para él las mujeres eran
las mejores satyagrahí. También en ese sentido era más moderno que
nuestros políticos conducidos por la tradición. Y era mucho, mucho
más realista.

Un modelo: Bertrand Russell

Si Gandhi fue mi Maestro desde mis primeros días y hacia adelante,


¿cuál fue el papel que jugó Bertrand Russell? Tal vez como un modelo,
el filósofo fuertemente comprometido de la alta burguesía que lo
cuestionaba todo y se hizo un objetor de conciencia. Un polihistoriador,
un genio renacentista, un hombre que llegó a los límites del pensamiento
humano y en la práctica: un organizador de, entre otras muchas cosas,
el Tribunal Russell del que fui miembro en alguna ocasión. Russell se
encontraba lo suficientemente cerca de ser un modelo, aunque a un
nivel mucho muy superior.
Permítaseme relacionarme con Russell, también críticamente,
a través de un prólogo de mi autoría a uno de sus libros: On man, the
future and peace. Nos habla desde Inglaterra. Una de las partes más
frías y más ideologizadas de la Guerra Fría en un profundo periodo
frío, en 1961. Por supuesto su mensaje es coloreado por el tiempo y el
espacio, por el contexto, como en todos los textos. Pero también lo
leemos para liberar su mensaje de los contextos para conseguir su
contenido más universal. Como él mismo lo dice, algunas de sus ideas
son de corto alcance, otras son –de hecho- de largo alcance.
El lector no necesita ninguna guía para leer este libro. El
argumento fluye con facilidad, llevado por su prosa precisa, elegante, a
veces mordaz, a veces humorística y zalamera.
Mientras escribo esto, en el país que hasta el momento ha sido
la única víctima del nuclearismo militarista: Japón, aparece una
historia que habría interesado a Russell (Japan Times, Abril 24, 2001):
“La historia secreta de la bomba H británica finalmente revelada”, en
el libro Britain and the H-bomb de Lorna Arnold. El libro es descrito
como “la primera historia oficialmente sancionada sobre el proyecto de la
superbomba”, lo cual no necesariamente suma credibilidad.
Uno de los descubrimientos parece ser que “los cuatro hombres
detrás de la disuasión nuclear británica creían que eran embajadores de la
paz mundial”, “que esa arma sería el fin de las guerras mundiales”. Qué
ingenuos. Como muchos otros, ellos olvidaron también los márgenes de
la guerra nuclear, el umbral. Casi cualquier cosa es válida, las guerras de

64
Capítulo I.

Vietnam, del Golfo, de Yugoslavia son aceptables siempre que no sean


nucleares. Los Estados Unidos en Hiroshima/Nagasaki hicieron a la
guerra lo que los Nazis/Alemania hicieron al asesinato en masa, haciendo
que las otras atrocidades parecieran pequeñas.
Pero la ingenuidad desapareció pronto. El secreto fue máximo
“por el miedo de que los Estados Unidos y Rusia, que se encontraban
desarrollando sus propias bombas H, buscaran excluir a Gran Bretaña de
la liga de superpotencias que se desarrollaba con rapidez”. “Prestigio en
la sociedad mundial” suena familiar como parte de los esquemas
mentales de las élites en las potencias imperiales. Esta gente estaba
acostumbrada a medir el prestigio de acuerdo con el número de millones
que se controlaban con los eslabones del colonialismo. Con el criterio
desvaneciéndose con rapidez encontraron uno nuevo: la bomba A, la
bomba H (el criterio eventualmente también se disolverá, como los
duelos), tan insensibles a los efectos de las bombas como lo fueron a los
del colonialismo. No necesariamente. Como lo cita Russell en algún punto:

“Cuando decimos ‘los británicos nunca, nunca, nunca serán esclavos’,


nuestro corazón se inflama de orgullo y sentimos -aunque no lo decimos
explícitamente- que deberíamos ser esclavizados si no tuviéramos la libertad
de cometer, en cualquier momento, cualquier crimen contra cualquier otro país”.

Como, por ejemplo, bombardear Serbia o Irak mientras se miente todo


el tiempo. En otras palabras, existe una preocupación egoísta con el
daño que cualquier institución, el “esclavismo” (léase: colonialismo) o
la bomba H, pudiera hacer a Gran Bretaña. Para producir los medios se
tenían expertos en los efectos, como William Penney, el director de
Aldermaston, que escribía en un memo a Churchill, entonces Primer
Ministro (un experto en colonialismo):

“La ciudadela del almirantazgo (el centro nervioso de emergencia de Whitehall)


sería aplastado a una distancia de una milla, las casas serían destruidas a tres
millas de distancia –en un radio de dos millas todas las construcciones serían
incendiadas”.

La Junta de Jefes Militares británicos estaba preocupada de que, en


1954, los Estados Unidos pudieran “deliberadamente precipitar una
guerra con la URSS en el futuro cercano” conduciendo a una “total
destrucción del Reino Unido” que ellos pensaban que era el primer
objetivo militar de Rusia, y la bomba H británica era sin duda uno de
los blancos principales. Pero el pensamiento ruso en aquel entonces
estaba tal vez más enfocado en el capitalismo mundial que, según sus

65
Juan sin tierra

consideraciones, se autodestruiría. Qué ingenuos. El germen


ultimadamente infectó a Rusia también.
Ésta es la mentalidad en contra de la cual luchaban Russell y
los millones de su lado, muchos profundamente inspirados por él. Pero
es peor. Cuando Ali Bhutto lanzó el trabajo sobre la bomba atómica de
Pakistán en 1973 él se refirió a ella como “la bomba islámica”, con
ambiciones más allá de la tensa relación con India. Sosteniendo esta
idea estaba la suposición de una bomba por cada una de las tres ramas
importantes del cristianismo (aunque los franceses prefieren la palabra
“secular”), una bomba confucionista, una judía y, por supuesto, una
hindú. Una bomba islámica estaba pendiente (y también una bomba
shinto de acuerdo con algunos japoneses). De acuerdo con Bhutto, en
sus mega-versiones, el efecto de bombas atómicas cubriendo toda la
civilización, particularmente cuando son administradas por megalómanos.
Más básico, como sea, es el aspecto teocrático. El Jahvé-Dios-
Alá en la cumbre de las religiones abrahámicas no es algo pacifista, no
es Buda ni Gandhi (y tampoco es Shiva) el destructor, sino es algo más
celoso y revanchista, en buena medida como las superpotencias o las
grandes (no “grandiosas”) potencias. Los Estados Unidos son de la
opinión de que han sido elegidos por Dios, o “creados por la divinidad
para traer el orden al mundo” como en algún momento lo expresó el
jefe del Departamento de Estado, Colin Powell. Y la Gran Bretaña es
de la opinión de que han sido elegidos por los Estados Unidos. ¿Qué
podría ser más satisfactorio que tener la omnipotencia de Jahvé/Dios
en la forma de un arma omnicida en sus propias manos? ¿No podría
esto elevar a un dilapidado león a su más completo esplendor, aunque
venga como segundo lugar detrás de un águila calva que ocuparía
probablemente el primer lugar?
Russell tiene todos los argumentos racionales en contra de la
bomba, algunas veces en sus propias palabras, algunas veces compartidos
con los científicos líderes mundiales (en el Reporte Franck, en la
iniciativa del Conde Bernadotte, en el Pugwash y otro británico
espléndido, Joseph Rotblat). Es difícil no estar de acuerdo. Como sea,
el lado gubernamental no era racional, sino que estaba emborrachado
de Dios y estaba siendo conducido por aspiraciones hegemónicas.
Russell tiene una excelente antropología general de nosotros
los humanos, pero tal vez insuficientemente atenta a las variaciones
culturales. El sentido de haber sido elegido por Dios, la Historia o lo
que sea parece ser particularmente pronunciado en Occidente, con
algunas ideas militantes japonesas en la misma dirección. La Gran
Bretaña estuvo por mucho tiempo en la punta de esa edificación, en

66
Capítulo I.

otras palabras, más cerca de Dios, aunque fue destronada por su propia
rama trasatlántica. Argumentar racionalmente sobre el desarme “mutuo
y balanceado” es tanto como vender la gracia divina, equilibrando a
uno mismo con los países bendecidos por Satán. Y en conexión con
esto hay un pequeño punto: el tercer Lord Russell, Bertrand, no deriva
grandeza de Gran Bretaña, y tampoco todos los premios Nobel que
encabeza en la lucha. Ellos, como él, son de la opinión de que Gran
Bretaña deriva su grandeza de ellos, como lo indica el mismo Russell
cuando ve la grandeza de Inglaterra como derivativa, más de Shakespeare
y Newton que de Nelson y Wellington, y yo agregaría todavía: más de
Tomas Moro que de Oliver Cromwell, y a pesar de los monumentos
que tienen en Westminister.
No lo cree así la pequeña gente en el poder, tal vez
particularmente los del (viejo) Partido Laborista. Su grandeza deriva
del país que gobiernan y hacerlo más pequeño también los hace más
pequeños a ellos. Lo que Russell refiere como nacionalismo es también
el opio de millones, asoleándose bajo la luz de la “grandeza” del país.
Como quiera que sea, la bomba no fue utilizada y salimos de la
Guerra Fría relativamente ilesos, a pesar de su irracionalidad y la
sicosis colectiva, particularmente de nuestros líderes. Russell analiza lo
último tan bien que el lector lo suficientemente viejo como para
haberlo vivido, ¡lo vivirá otra vez! ¿Cómo es posible?
Russell promete la destrucción total de la humanidad,
excluyendo una guerra nuclear limitada, o la carencia absoluta de la
misma, un poco demasiado rápido. E incluso Russell es limitado en
esta perspectiva de paz en lo que podría ser llamada la primera
generación de aproximaciones a la paz, inspirada por la Primera
Guerra Mundial: los movimientos pacifistas, la abolición de la guerra
incluyendo el desarme, la gobernanza mundial incluyendo un gobierno
mundial. Se mueve con mucho conocimiento dentro de este marco.
Siendo de algún modo elitista, se enfoca más en Pugwash que en el
movimiento de masas del CND, y piensa que los gobiernos son
sensibles también a los argumentos que socavan toda la base de su
existencia. Un mundo en el que la guerra, incluso las armas últimas,
son prohibidas y en el que todos los países se someten a un gobierno
mundial apoyado por la Autoridad y la Ley, es un mundo en el que
todos los países son iguales. Ni Whitehall ni Westminister verían esta
posibilidad con más agrado que el esclavista al final del esclavismo
que lo hizo grande –a sus ojos.
Russell no es muy partidario de la segunda generación de
aproximaciones a la paz que se sumaron tras la Segunda Guerra

67
Juan sin tierra

Mundial: educación para la paz, no-violencia y transformación de


conflictos. Hay un poco de lo último excepto por una fina idea sobre
Alemania, mucho mejor que unificar a un país que todavía podía ser
peligroso para sus vecinos: preferible un estatus de Ciudad-Estado para
el Berlín unificado a cambio de un acceso garantizado, de parte del
Occidente, en una confederación con Alemania Oriental y Alemania
Occidental democráticas. De no-violencia no hay nada, a pesar del
hecho de que él mismo la practicó.
Y todavía estaba la no-violencia que devino en perdición del
post-estalinismo, en Polonia (Solidarnosc) y Alemania Oriental, con
migración masiva y manifestaciones masivas no-violentas,
particularmente en Leipzig, en otoño de 1989. Como sea, sobre
educación para la paz había algunas ideas excelentes.
Existe también una tercera generación de aproximaciones a la
paz inspirada por la Guerra Fría, basada en gran medida en las
necesidades básicas y los derechos humanos, desde una perspectiva
crítica de la estructura profunda de las sociedades, incluyendo el
capitalismo y particularmente los gobiernos autoritarios y, ciertamente,
los patriarcales. Sumado a esto viene el tipo de preocupación que
articulé líneas arriba como cultura profunda.
La segunda generación llegó con la desconfianza a los
gobiernos en general y al sistema estatal en lo particular. Miles de
ONG´s preocupadas por todos los aspectos de la paz salieron a la luz.
Éstas difieren de Russell y su generación. Reclaman que una u otra
cosa debería hacerse, pero luego salen todas y negocian tratados en
contra de las minas anti-personales, el alivio de la deuda, cortes
criminales internacionales, etc. Ellas hacen lo que los gobiernos
debieron haber hecho. Y los gobiernos deben seguirles, a la buena de
Dios, para no parecer totalmente fuera de lugar.
Esto habría dado un gusto enorme a Russell aún si es extra-
paradigmático para esta forma elitista de pensar. Russell debidamente
apela y busca en el sistema estatal, y particularmente en los Estados
que poseen armas nucleares, y quiere dirigirse a los gobiernos y permitir
que sus palabras, afiladas, atinadas, encuentren su camino hacia sus
pequeños cerebros. Pero los gobiernos son relativamente inmunes a las
palabras, proclamando un par de millones de ellas ellos mismos en la
mayoría de los días laborales. Dicen reflejar al pueblo y con frecuencia
lo hacen, en parte, transportando su megalomanía, paranoia y sicosis
general hacia ellos vía los instrumentos elegidos: los principales
medios de comunicación y las principales universidades. Pero cuando

68
Capítulo I.

la gente comienza a tomar iniciativas e incluso a dejar de escuchar a


los gobiernos y sus balbuceos, entonces comienza el nerviosismo.
Y exactamente eso es lo que ocurrió al final de la Guerra Fría,
y está ocurriendo ahora en conexión con la “nueva economía (mundial)”,
que asesina a más personas por medio de la falta de comida y el nulo
cuidado médico, en conexión con la geopolítica de Washington.
Leo a través de las páginas del pequeño libro de Russell,
agonizante y escrito en agonía. Y me siento conmovido como nunca
con la historia de Claude Eatherly que dio la señal para arrojar la
bomba atómica en Hiroshima. Horrorizado cuando se dio cuenta de lo
que había hecho, se arrepintió, denunció las armas nucleares y fue, por
supuesto, declarado como loco. Cuando la compacta mayoría sufre de
una sicosis colectiva el único individuo sano es declarado como loco.
Los verdaderamente dementes pueden ser encontrados en otro
lado, por ejemplo en la figura de un Herman Kahn, que defendía la
construcción de profundos refugios de defensa civil de tal forma que la
guerra nuclear, como sea, fuera todavía una opción accesible.
Y leo sobre otro caso de sicosis avanzada: el Comité Senatorial
de Seguridad Interna “para el efecto de que los pervertidos rusos prefieran
la paz, mientras todos los patrióticos americanos alababan la guerra”.
Como agrega Russell, “sería muy insensato subestimar el hecho de que
los Comités Senatoriales tienen un inmenso poder de persecución”.
Cosa que hacen, de hecho, como ocurre en estos mismos momentos.
En la actualidad, estamos experimentando un nuevo giro en la
espiral de la locura. Cierto, la Unión Soviética se evaporó, implotó o lo
que haya sido. Pero no fue derrotada; probablemente fue desmoralizada
por su propia incapacidad de alcanzar su sueño, la sociedad comunista.
Occidente celebra la expansión de la OTAN hacia el Este y el Tratado
Estados Unidos-Japón se expande hacia el occidente, provocando una
alianza de facto Rusia-China-India, que congrega a más o menos el
40% de la humanidad. La polarización se instala nuevamente, la Gran
Bretaña sigue a los Estados Unidos a donde quiera que apunte su
defectuosa brújula. Bombardea donde sea que los Estados Unidos
bombardean y en buena medida por las mismas razones que en el
pasado. Anita trae tu bomba, cualquier cosa que tú puedes bombardear
yo la puedo bombardear mejor.
Necesitamos de este libro más que nunca. Hemos estado aquí
ya en el pasado. Escapamos, pero ciertamente no gracias a la sabiduría
gubernamental. Lo hicimos gracias a que gente como Russell levantó
la voz con un ¡No! claro como el cristal. ¡Bertie, te necesitamos otra vez!

69
Juan sin tierra

La alegría de la música

El director de la Orquesta Filarmónica de Oslo agitó su batuta, estaba


en contacto ocular con el maestro concertista, el primero de entre los
primeros violinistas, y comenzó ese milagro de orquesta y armonía que
se encontraban detrás de él. El año era 1946, y yo tenía 15 años. Mi padre
me había invitado a un concierto de orquesta con la intención de iniciar
a su pequeño hijo en el mundo de la música. En el programa estaba la
Cuarta Sinfonía de Brahms y la Cuarta Sinfonía de Bruckner. Pesado.
Hoy ambas están entre mis favoritas. En aquel momento era el
ejercicio más aburrido que había experimentado en mi vida, vencía
incluso a dos lecciones escolares promedio. Conté ocho movimientos,
en el cuarto ya estaba a medio camino, dos movimientos más y estaba
ya tres cuartos más allá. Había luz al final del túnel.
Es como el trabajo, el idioma, la buena comida, la buena bebida y
el buen sexo. Tenemos que aprender un poquito y trabajar un poquito
en ello. Mi padre me trajo libros, y un día llegó a casa con una partitura
detallada. Me entrené en Schubert, en esa sinfonía terminada
perfectamente sin terminar. El tocadiscos era de palanca y utilizaba
discos de antes de la guerra: yo seguía la partitura, y descubrí que
escuchaba mucho más porque estaba viéndolo al mismo tiempo. Podía
hacer con los ojos lo que no podía hacer con los oídos; no solamente
intuía, sino que podía también ver lo que venía. Una rápida ojeada y
preparaba el cuerpo y la mente. El paralelo con el idioma, la comida y
el sexo era muy claro.
Hubo muchos conciertos con buenos amigos, los disfrutábamos
juntos. Flotaba cuando Mozart, después de una obscura introducción,
elevaba a su auditorio hasta los puntos más altos con una ligera nota de
violín o clarinete. Flotaba junto con la nota, bajando hasta el suelo con
ella, dejando que los violines me abrazaran y luego saltaba hacia un
nuevo ejercicio de flotación. Y veía al director, mientras avanzaba en
el marcador, en silencio. Y veía que él hacía lo mismo.
Londres 1948, Europa 1949, pidiendo aventón. No me perdí un
solo concierto con esas maravillosas orquestas que dieron una
interpretación tan positiva a la civilización occidental (aún si más tarde
identifiqué algunos aspectos de cultura profunda también en esas
piezas maestras de música).
Los bailes de gala en Londres, Concertgebouw y, por supuesto,
Viena y Berlín. Y Herbert von Karajan; aquel que tenía el hábito de
cerrar los ojos, sin tener contacto visual con su orquesta para poder
concentrarse totalmente. Una vez en Londres, elevó su batuta. Nada

70
Capítulo I.

salió, ni siquiera un sonido. Abrió los ojos y descubrió que la orquesta


había cobrado venganza. Ahí estaban todos sentados, con los ojos
cerrados. Se non é vero é ben trovato.
Salzburg con Mozart, y en años posteriores, Beirut con
Wagner. Permítaseme pasar por alto el texto. Lo que atrae no es el
ritmo, tampoco la armonía, ni siquiera la melodía por más hermosa que
sea. Es la tonalidad, como la más profunda bouillabaisse francesa, tan
increíblemente rica. Existe algo orgánico, como si se estuviera
pintando con sangre e intestinos, penetrando al fondo de la médula de
los huesos. No me gusta el mensaje. Y no tengo ninguna dificultad
comprendiendo la armonía con el Nazismo. De hecho, también
aprendo algo nuevo sobre la civilización occidental en su peor faceta
cada vez que escucho a Wagner. Pero supongo que yo mismo soy parte
de ella, de otro modo no habría arrancado tanto gozo y comprensión
estando tan cerca del pecado.
Mucho más temprano me encontré con un problema al que me
aproximaré con un pequeño desvío. De estudiante aprendí algunos
idiomas, y cuando has llegado a una cierta edad, digamos por encima
de los 15 años, no hay forma de hacerlo si no es mediante el estudio a
fondo. La estructura profunda de Noam Chomsky y el método natural
por sí mismo toman mucho tiempo. Se requiere algo de ayuda. Leo un
poco de fonética, teoría clásica gramática y teoría del lenguaje en
general. La gramática fue para mí una casa con habitaciones para
sustantivos, verbos, adjetivos, adverbios, pronombres y todo lo demás
(espero que hoy tengan categorías de algún modo más sofisticadas).
Mi inquietud particular se refería principalmente a en qué
habitación me gustaría más vivir. Como un des-almado certificado no
podía vivir como un pronombre. Escogí los verbos, no porque sea muy
verbal sino porque soy un manojo de acción. Yo soy un verbo. Lo que
hace la gente, incluyendo su lenguaje y su lenguaje corporal, son para
mí de mucho más interés que los comunicados de sus almas, y
especialmente de aquellos con poca o ninguna alma.
Decir solamente de Bach, Beethoven y Mozart que están
“componiendo” es reducirlos a sus escritos. Ellos suenan, y si ese
verbo no puede ser utilizado de ese modo en el español, esa no es mi
culpa. Todo lo que estaba haciendo en esos conciertos era escuchar,
profundamente, pero además de escuchar. Yo también quería sonar.
Llegué tan lejos como el tocadiscos. Sonaba, probablemente,
para el gozo de nadie más que el mío. Algunas veces me escabullía
dentro de viejas casas de piedra, y parado en la escalinata utilizaba la
casa como una caja de resonancia para un pequeño y delicado soprano

71
Juan sin tierra

de flauta dulce. El altoparlante, ya no se diga el tenor, ayuda mucho.


Pero necesitaban más espacio que la bolsa interior de mi saco, y
caminar por ahí con un instrumento visible, de hecho, hacía todo el
proyecto un poco pretencioso. Como sea, incontables fueron las
conferencias y cátedras en las que éste atrapa ratas de Noruega se las
ingenió para reunir gente después de los recesos, ¡bajo la amenaza de
que si no venían yo seguiría tocando!
El clarinete, y el sueño de convertirme en un Steppenwolf,
tocando jazz en un club nocturno tras la famosa cacería en la mañana,
la pesca, el pastoreo y la crítica social –en otras palabras, una quinta
fase tomada de Hermann Hesse, tras las cuatro fases de Marx, no era
parte de mi vida. Pero mi muy talentoso hijo, Andreas, el pintor, el
especialista en aspectos legales de la informática, confiscó el clarinete
en una temprana edad y agregó una familia de saxofones, tambores,
etc. que avergonzarían a Karl Marx.
Irene, la abogada de Cambridge, comenzó a tocar el piano en
Berlín a la edad de 6 años y avanzó con rapidez. Chopin, Rachmaninov, el
(¿innecesariamente?) difícil. Sonaban divino, y llenaban la casa.
Estoy escribiendo lo que estoy escribiendo en este momento, al
amparo de la sonata Kreutzer de Beethoven, el violín parece haber sido
insertado en el cuerpo y el alma de Zino Francescatti. Un CD,
altamente erótico, excitante, probablemente conduce mi elección de las
palabras. Después de esto vienen canciones populares, jazz, cantos
gregorianos. Toda la familia de Strauss y Bach están en fila,
esperando. Un buen día se empieza planeando el menú musical.
Irene dijo: Papa, tuve una pesadilla, ¡un mundo sin música!
Como un mundo en blanco y negro, en otras palabras un
obscuro y fangoso invierno noruego. Pero en ese invierno también
existía el salón de conciertos de Oslo, el ensamble de Stavanger, los
pases de piano en la Norwegian Broadcasting Corporation, los
conciertos matutinos dominicales. Y hoy en día todavía más.
Melodía, armonía, ritmo, tonalidad. Estas palabras por sí mismas
ya dibujan música. Pero también pueden conjurar en la mente palabras
en aquella persona que gusta de escribir.
Melodía, esa es la historia. Y ésta puede ser construida de
muchas maneras, como una sonata con un clímax en algún punto en el
medio, y con la tercera parte como más o menos una repetición de la
primera en una parte superior. Puede haber un final rimbombante
beethovenesco. O la historia puede desarrollarse en ondulantes olas
orientales. La música puede, como las matemáticas, abrirse a más
posibilidades de escribir de las que son comunes ahí donde uno vive.

72
Capítulo I.

La armonía, ese es el tejido, esta es la historia con metáforas,


con sus símiles, todos esos “como si”, tejidos juntos en un tapiz que se
ajusta, denso y con mucha riqueza.
El ritmo, ese es el punto de giro de la historia, el punto donde
el autor del momento cambia de dirección, el punto en el que el autor
toma un sendero paralelo, incluso un sendero contrario. La escritura
puede hacerse con ritmos suaves o veloces, el ritmo puede permanecer
igual o puede cambiar mientras avanza la historia.
La tonalidad, esa es la palabra que se pinta a sí misma. Esto
puede conseguirse con un tono tembloroso de piano en altos registros,
o el tono cálido de un cello emergiendo como un torrente de lava. Las
palabras pueden ser sobrias, solamente sujeto, sustantivo y objeto, o
adjetivos y adverbios pueden ser salpicados en la ensalada hasta que
tenga el sabor preciso. Existe un modo masculino de escribir y un
modo femenino; el último es probablemente más rico en adjetivos y
adverbios, más denso, más circular.
Con frecuencia gusto de escribir diálogos, y estoy pensando en
términos de fugas de Bach, ricas en puntos y contrapuntos. O en
sonatas de Beethoven y cómo el piano y el violín pueden interpretar
temas tomados por el otro y desarrollarlos, regresarlos al principio y
luego unirse en un nivel más alto. Pero también es posible movilizar
temas que son desarrollados en paralelo por un número de instrumentos en
armonía para finalmente llegar a una conclusión. En el cuarto
movimiento de una sinfonía de Beethoven o un concierto todo esto
puede hacerse un poco demasiado rimbombante, y creo que yo mismo
puedo haber caído en la tentación de escribir Beethoven en Do-mayor
cuando una sonata escrita cuidadosamente en la-menor pudiera
ajustarse mejor al tema.
La música es una delicia para el oído. La música es un modo
de vivir. Y un buen correctivo para los interesados en política que con
facilidad adquieren una visión demasiado negativa de la humanidad –
particularmente si están familiarizados con la geopolítica.
Del sobrino de Fumi, Tsuneo, un estudiante de arquitectura,
incluso tenemos lo que podríamos llamar el Principio Tsuneo:
demasiada política puede poner en peligro tu alma. La música puede
(casi) restaurarla a la normalidad.

Sobre ser noruego

He descrito mis antecedentes pero he dejado fuera el elemento más


importante: el ser noruego. ¿Cuál es el pacto que nosotros los

73
Juan sin tierra

noruegos tenemos con la naturaleza, la sociedad, con el mundo, y con


esa cosa allá arriba, por encima de todos nosotros? No hay nada
particularmente noruego en eso. Todas las naciones tienen sus pactos
no escritos, grabados, muy profundos y muy tempranos en la mente, en
el subconsciente colectivo. Éste aparece en los días de reunión
nacional y en el mensaje de año nuevo de parte del Rey y el Primer
Ministro, en mitos y sagas, en los libros de texto escolares, en la
religión y la historia, en monumentos y museos. O más sustancialmente en
la estructura del lenguaje y la estructura del comportamiento, en cómo
organizamos los espacios públicos y privados, en la organización de la
agenda del día, del año, de nuestras vidas. Todo esto viene junto en un
código de lo que es natural y normal, en el conocimiento seguro de que
nuestro vecino en esta colectividad experimenta, en general, las cosas
del mismo modo que uno, de tal forma que -a grades rasgos- podríamos
decir que actuamos, hablamos y pensamos en armonía.
En la vida cotidiana podemos ver las cosas de forma diferente,
podemos discutir, cultivar nuestras ideologías y, por supuesto,
apoyarnos en nuestra experiencia personal. Pero cuando la crisis llega,
cuando tenemos enfrente asuntos complejos con los cuales hay que
tratar, e incluso existe un esfuerzo de consenso, entonces ahí abajo
tenemos un tipo de expectativa de lo que, como colectividad,
deberíamos hacer como si se tratara de una sola persona, hablar con
una sola lengua, incluso pensar en armonía. Cuando la crisis está ahí el
subconsciente colectivo es el que manda. El poder pasa a la cultura
profunda. Es mejor saber qué es lo que significa.
Por supuesto, nosotros los seres humanos, no siempre podemos
equilibrar las cosas a favor y en contra, recogiendo argumentos y datos
en cada cruce de caminos. Algunas decisiones debemos hacerlas por
adelantado, y el consenso debe crearse dentro de nosotros, también por
adelantando. De otro modo nos paralizaríamos.
Ser un buen noruego es mantener el pacto sin ninguna protesta.
La pregunta en todos nosotros es si somos buenos noruegos. Eso por
supuesto depende del contenido concreto del pacto. No está escrito en
ningún lado. Pero muchos asentirán con mucho de lo que está por
venir, y tal vez, estarán en profundo desacuerdo con algunas otras
cosas. Esta es mi lectura de los pactos, como un noruego, y como un
científico social. Mucho de esto es conocido, algunas cosas más son,
tal vez, nuevas.
El pacto con la naturaleza tiene como núcleo el reconocimiento
de la naturaleza noruega como la más bella del mundo. Otros países
tienen lugares, puntos, parques, cascadas. Pero nadie, de acuerdo con

74
Capítulo I.

nosotros, puede presumir un país completo, 3,000 km de largo desde


Lindesnes a Kirkenes, una costa de Bergen a Kirkenes con profundos
fiordos, altas montañas, lagos y campos, píceas y pinos, Tierra profunda y
arena, abedules y robles, prados, el jugueteo de un rayo de sol muy
temprano en la mañana con las flores del pantano y las flores, arándanos,
las frutas de la campiña. Estoy de acuerdo con todo esto.
Pero está el otro lado de la moneda: el clima. Una nube llega
alrededor del 15 de Octubre después de que la lluvia ha estado cayendo
desde el día del solsticio a finales de Junio hasta bien entrado Agosto,
echando a perder todas las vacaciones escolares. Conocemos esa nube.
Es blanca como la leche, no tiene límites, no tiene forma, no tiene
contenido, solamente es una alfombra que nos cubre a todos, hasta el
15 de Marzo. Sí, sí, de cuando en cuando hay cielos despejados, y a
través de éstos puede brillar el sol, pero nunca en domingo. ¿Frío?
¿Verdaderamente frío al punto de que el agua que se arroja en un cubo
a la intemperie se congela antes de llegar al suelo? Rara vez.
El problema es el aguanieve. El aguanieve que encuentra su
camino bajo la bufanda y la camisa, dentro de los zapatos, a través de
la médula y hasta el alma, como un velo sobre tu retina, como un
vendaje en el cerebro, hoy con un tercio de sal agregada. Es esa
temperatura de entre 0º a +5º, tal vez todo el intervalo -10º a +10º es el
que debería ser abolido, proscrito. Esa es la temperatura de la
mediocridad, el hedor de Jante, sin alma. Ese es el problema.
¿Una descripción paranoide? Por supuesto. Esto también aplica
a las famosas siete nevadas después de que la primavera ha llegado
oficialmente. Recuerdo un 17 de Mayo en Oslo. Ingrid, una mujer
noruega cálida y buena, dijo “Sí, pero ¡hay algo bello en los árboles
frutales que florecen con nieve!” Yo estaba leyendo furiosamente rutas
de vuelos para un rápido escape.
En este punto el pequeño libreto del pacto es claro como el
cristal. ¡Esto es lo que te vas a llevar! Solamente una persona que ha
vivido y sufrido todo esto puede gozar completamente el reverdecer de
los árboles en la primavera, la luz, la luz verde de los abedules, la
trucha que caza moscas bajo el sol de la tarde en un cielo sin nubes.
Cualquier persona con luz solar a lo largo de todo el año es incapaz de
ver esto. Un paisaje es incompleto sin sombras.
El cobarde escaparía en un avión, o en un transbordador a Kiel
en Alemania, o tomaría el camino hacia España. Eso es exactamente lo
que se espera de un cobarde. Pero el punto es que él/ella se priva a sí
mismo/a del contraste, de la tensión entre las estaciones, en su esfuerzo
de jugar a ser Dios más allá de los ritmos anuales. No solamente es un

75
Juan sin tierra

traidor por definirse a sí mismo fuera de la colectividad, por no vaciar


este cáliz. Es también un traidor a sí mismo, no solamente contra los
noruegos, sino también contra el ser humano dentro de sí. Para ver a
este tipo de ser humano: de la Tierra venimos, maduramos,
florecemos, traemos los frutos, completamos la Tierra, envejeciendo,
desvaneciéndonos, desapareciendo, y regresamos a la Tierra. El ciclo
de vida = ciclo anual, nadie tiene tantas estaciones como nosotros los
noruegos y de ahí se sigue que nadie tiene tanta vida. Cultívenlas,
vívanlas a plenitud, disfrútese el sufrimiento y que de ahí se derive
todavía más gozo. Incluso si ocurre que el verano llega solamente en
jueves en la tarde, disfrútesele a plenitud. Habrá más el próximo año.
Lo que se necesita es el regalo de la fe.
Yo tenía 18 años cuando decidí poner esta fe a prueba. Verano
1949. Compré un boleto de tranvía que iba del extremo occidental de
Oslo al extremo oriental, 20 øre en aquel entonces, y de aventón viaje
59 días hasta Capri, regresando a Oslo vía Paris, 9,035 km, 205
automóviles. Había otra tesis que también quería poner a prueba,
pronunciada por mis queridos padres:

- Mira Johan, al sur de Dinamarca nunca se bañan. No solamente son las mujeres
extremadamente peligrosas, esto de hecho aplica a toda la población. Viaja, pero
con dignidad y distancia.

Como sea, signos muy claros de autolavado con mucha actividad se


podían observar en los hostales para jóvenes al sur de la frontera de la
limpieza, entre ellos, un fanatismo alemán muy amenazador para la piel
misma. Más tarde en mi vida, he vivido más de 30 años casado con una
maravillosa japonesa, de un país tan pulcro que avergonzaría a un gato.
Las fronteras de la limpieza existen, pero mis padres tenían un acceso
limitado a los datos. Y al sur de los Alpes la gente disfrutaba al extremo
cada grado Celsius hacia arriba hasta –e incluyendo- los +30º. Más allá
de eso, cerraban los obturadores y se entregaban a los placeres de la mesa
y la cama, con una siesta como una coda (un hábito que he cultivado
desde entonces). El sufrimiento como una condición para el goce no era
una tesis desconocida. Pero fue felizmente endosada a la iglesia, a los
curas y a los escandinavos como algo que merecen los protestantes.
El pacto con la sociedad no está basado en ningún tipo de ley de
Jante: “Nunca debes creer que no eres nadie”. Al contrario, debes tener la
certeza de que eres alguien. Pero nunca debes mostrar esto públicamente,
y tampoco debes decirlo jamás. Cualquier luz que tengas debe ser
colocada bajo cubierto. (Un astuto editor de asuntos culturales en el

76
Capítulo I.

Aftenposten ha señalado, correctamente sin duda, que este no es mi hábito


y un recubrimento lo suficientemente grande para tapar la luz que creo
irradiar no existe. Mi respeto por él no parece ser recíproco).
¿Entonces qué es ese “algo” que los noruegos se supone deben
creer que son? Aquí es donde Espen Askeladd, un héroe nacional de
cuentos de hadas, viene en nuestra ayuda. Ciertamente no son los
antecedentes familiares. Tampoco es la riqueza, el valor, la fortaleza.
Y definitivamente no son los exámenes. Puede sospecharse que sus
hermanos Pel y Pål tienen grados más elevados de educación superior
como un espejo en la imaginación noruega de los países vecinos: Per =
Suecia y Pål = Dinamarca. Para Espen Askeladd la escuela común,
elemental, es más que suficiente. Per y Pål terminarán con los gusanos y
las serpientes en la fosa, con sus pieles abiertas, saladas y condimentadas.
Sin ninguna piedad.
Ese “algo” que los noruegos se supone que tienen es una mezcla
entre lo bueno y lo astuto, la moral y la ingenuidad, ayudando a una
decrépita mujer, anciana, y viendo las posibilidades en una uña doblada,
esas cosas que Per y Pål sencillamente desdeñaron en su búsqueda por
conseguir mayor posición social de la que ya tenían de por sí, y en su
deseo de utilizar su riqueza para crear más riqueza.
Espen es meditabundo. Se toma el tiempo que necesita, con
frecuencia, mucho tiempo. Porque está esperando a la buena suerte, el
empuje que le llega a aquel que es bueno y sabio, y que cumple el
pacto con la naturaleza. La naturaleza recompensará al bueno/sabio
con un súbito, inesperadamente enorme transporte o pez, o con petróleo
bajo el Mar Norte, petróleo que los geólogos de la universidad dijeron
que no existía, y que los noruegos aceptaron, por supuesto, como una
cuestión de su deber natural. Naturalmente debes intuir que este
empuje se aproxima. “Ahí donde no hay intuición el hombre con el
anzuelo con frecuencia encuentra su mejor presa”, como dijo el Maestro.
Pero es precisamente intuición más que conocimiento adquirido.
Síganse los dictados de la naturaleza y la naturaleza te recompensará
frugalmente. Puedes viajar al exterior durante los largos inviernos,
pero entonces preferentemente a un lugar con una naturaleza peor que
la noruega. Esquiar sobre Groenlandia a 86º 14’ al norte, vagando en el
paquete de hielo a través del pasaje noroccidental, luego hacia abajo al
Polo Sur –eso es lo que se supone que deben hacer los noruegos. Y los
héroes emergen en esquíes y patines, gente capaz de extraer oro, plata
y significado, todo de entre mucha nieve, hielo y frío.
¿Y qué es lo que los noruegos hacen cuando el gran empuje se
encuentra en el horizonte? Bueno, ese es el momento del gran empuje,

77
Juan sin tierra

una fiebre frenética de trabajo para cosechar lo que puede ser cosechado.
¿Y luego? Un periodo de relajación, de dormir en los laureles. Hay una
cuota noruega de “error y torpeza” que puede ser invocada. Puedes
creer que eres algo, puedes incluso creer que eres mucho más que los
demás. El autor danés Sandemose está equivocado. El punto es solamente
que no debes decirlo jamás, y nunca decir que tú eres la causa de
cualquier gran cosa que ocurra. Debes tartamudear con una suave voz
y los ojos clavados en el suelo: “Tuve buena suerte, eso fue lo que
pasó”. Debes construirte como un buen noruego y eso que ocurrió
podría ocurrirle a cualquier otro buen noruego viviendo de acuerdo con
los pactos.
Pero ¿y qué ocurre si lo que tienes es dinero? Tienes el derecho
de disfrutarlo si derivó del éxito y el impulso; si continúa, entonces se
trata de algo más que de una empresa escogida únicamente por
intuición. Un alto ingreso permanente, garantizado por apretones de
manos dorados y paracaídas, es algo sospechoso en Noruega. La lotería y
la bolsa de valores están bien, son un lugar para los grandes éxitos, y
esa clase de personas. Pero no se disfrute el dinero de forma tan
abierta. Si deseas tener una cabaña de troncos con 36 cuartos de baño,
téngase lejos de la principal autopista nacional. De preferencia vive tu
lujo en las Bahamas. No hables demasiado de esto, de hecho, no hables
en lo absoluto del tema. “Hablar es plata, pero el silencio es oro”. Si
esto es verdad entonces la producción de oro en Noruega debe ser
considerable.
El resultado neto es una sociedad aparentemente igualitaria.
Fumiko y yo fuimos a recorrer senderos en el bosque al norte de Oslo
poco después de casarnos. En dirección contraria venía un muchacho
con su esposa, hizo un gesto yo devolví el saludo. Fumiko preguntó:

- ¿Quién es ese?
- Bratteli –dije yo- el Primer Ministro de Noruega.
- ¿Y los guardias de seguridad, una limusina?
- Bueno, mira, esto es Noruega.

Un día muy temprano en primavera al sur de Oslo, en la península: un


caballero de edad con un saco, paseando a su perro. Yo susurré a Fumi:

- Es el rey –y agregué- en este país no importa si eres un primer ministro o un


rey. Lo que nos importa saber es si haces bien tu trabajo como rey, y si lo
haces del modo noruego. No se supone que debes tener mucho. El poder
económico, político y cultural no debe recaer en una sola persona, si eres
rico y reconocido como un artista o un investigador no se supone que
además debes ser un político.

78
Capítulo I.

Nansen acertó en todas las dimensiones, pero él era parte de la Noruega


antigua, noruego arcaico. Por detrás y por debajo, la hipocresía y el arte
están cantando sus canciones.
El pacto con el mundo es todo lo anterior proyectado a un nivel
mundial. Espen Askeladd no es ya un hombre o una mujer noruego(a),
sino Noruega en sí misma. No es fuerte, no es rica, un país lejos de
todo, fuera del centro de los eventos, con profundas raíces pero una
historia corta en el periodo más contemporáneo. Es aquí donde lo
bueno se encuentra con lo sabio. “Ser bueno es algo noruego” era una
famosa frase de una Primer Ministro del Partido Laborista Noruego.
Ella probablemente utilizaba la frase “bueno” en el sentido de listo y
en el sentido de moralmente bueno.
Claramente, el camino entre ser bueno y ser engreído es más
bien corto. Pero esto se combina con la necesidad de estar ahí donde
las cosas ocurren para poder exportar nuestra bondad y sabiduría. Si la
demanda no está a la altura de la oferta ese es un problema ajeno.
Nuestra bondad es el cuarto artículo de fe, que se suma a los tres
ordinarios del cristianismo. Solíamos tener el primer lugar en cuanto al
número de misionarios per cápita, y el número uno en cuanto a asistencia
técnica per cápita. Cualquier escepticismo respecto a estos portadores
de bondad solían ser inconcebibles. Mucha malicia rozando incluso la
perversidad se necesitaría para albergar cualquier duda sobre nuestra
bondad, por ejemplo, en Kerala (Asistencia Noruega al Desarrollo), en
Kosovo, etc.
Pero luego entonces viene la contradicción entre la bondad del
país y la maldad del mundo (una palabra clave: 9 de Abril, 1940, la
invasión alemana). Un borrego, un cordero ha terminado entre los
lobos, no es un zorro en el gallinero sino al revés. Tanta bondad como
se puede encontrar en Noruega tiene la necesidad de un poco de
protección para prevenir que el país, un portador de bondad, sea
eliminado de la superficie de la Tierra como Loki alguna vez lo hizo
con Baldr (y las piedras lloraron cuando el principio de bondad fue
eliminado del mundo). No hay duda que alguien vio los cuatro siglos
de noche bajo Dinamarca, y el siglo con Suecia, del mismo modo. Pero
Espen Askeladd no es del tipo de los que aceptarían a Per y Pål como
protectores. Debe haber algo de correspondencia entre la dimensión de la
bondad y el tamaño del protector; ni uno de los dos tenía el formato correcto.
Liberados de ambos, Noruega podía buscar alrededor otros protectores
más dignos, y la opción fue Inglaterra, Perfide Albion, el país sin amigos
permanentes o enemigos permanentes, pero ciertamente con intereses
permanentes. Anglofilia crónica devino en enfermedad nacional. Incluso

79
Juan sin tierra

después de la protección más bien dudosa de Abril de 1940 fue en


Londres donde el Rey y el gobierno encontraron protección, manteniendo
un claro, aunque no bien reflejado apoyo de parte de la gente. La cultura
profunda estaba localizada exactamente ahí donde debía estar localizada,
en lo profundo. No era consciente.
Otros, afortunadamente una pequeña minoría, eran de la
opinión de que Alemania era el protector adecuado. Y todavía otros, en
esa ocasión una minoría no tan pequeña, consideraba que la Unión
Soviética era el candidato para esa posición. Prácticamente hablando
nadie compartía la opinión de Olof Palme: Tal vez sería mejor si
pudiéramos ser nosotros mismos, ni dependientes, ni autosuficientes.
Como es bien sabido, la elección de Noruega no fue ninguna
de las tres, sino los Estados Unidos de América, como un Padre y con
la OTAN como el Espíritu Santo y nosotros mismos como el cordero,
sentados a la derecha del Padre. Con ojos vigilantes: ¿Están los
Estados Unidos ascendiendo o descendiendo? Si éste último es el caso,
y en este mundo de lobos algo puede ocurrir, es mejor apostar en uno
más agregado a los Estados Unidos: la Unión Europea; el Hijo de los
Estados Unidos. Dos lobos para proteger a un pequeño cordero. Mucha
lealtad se exige de un cordero tan pequeño. ¿Qué ocurre si ambos
comienzan a discutir?
El problema de Noruega es -y sigue siendo- que el protector
debe tener tanto el carácter del lobo para poder proteger al pequeño
cordero, como el carácter del cordero para poder ser certificado como
merecedor del ejercicio de esta protección sin contaminar al cordero.
Hay tres respuestas bien conocidas:

1) No a EE.UU/OTAN/UE pues representan represión y explotación bajo la cubierta


de la democracia y los derechos humanos. Al remitirnos al Gran Lobo nos
hacemos co-responsables y corremos el riesgo de que el cordero se convierta
en un Gran Lobo. Al mantenernos fuera de la OTAN y de la UE podemos
aprender mejor cómo ser nosotros y a pelear por medios pacíficos para un
mundo crecientemente mejor en el que ser un cordero es cada vez más normal.

2) Sí a EE.UU/OTAN/UE por mucho representan nuestros valores (democracia,


derechos humanos, libre mercado) y cuando éste no es el caso entonces
podemos fortalecer el cordero interno en ellos simplemente manteniéndonos
cerca, sentándonos en el regazo del lobo y susurrándole cosas al oído, pero
nunca tan fuerte y tan públicamente como para que alguien se moleste.

3) Sí a EE.UU/OTAN/UE por mucho representan nuestros valores –y cuando


éste no es el caso podemos pretender que así es de cualquier modo, con un
poco de ayuda de parte de los medios de comunicación. Es mejor estar

80
Capítulo I.

aullando con los lobos a los que nos hemos unido como el Pequeño Lobo
que somos, como hacen todos los demás, en un mundo de lobos.

El ala izquierda, el centro y el ala derecha en otras palabras. Pero en


términos de partidos políticos esta división es más básica que las líneas
tradicionales entre ellas. Las primeras dos categorías son los buenos
noruegos. La tercera categoría, los realistas del ala derecha, que no
parecen poseer la chispa del idealismo noruego. Todos somos
ilusionistas, de un modo u otro.
El pacto con Dios no es necesariamente con el Dios Cristiano.
La constitución noruega es un esfuerzo desesperado para crear una
realidad cristiana que no existe más. Que nuestros ancestros arrojaron
por la borda la fe nórdica profundamente pesimista con el principio del
bien, Balder, exterminado para siempre, con sagas pesadamente
cargadas con un destino individual y colectivo sombrío –a favor de la
Cristiandad donde la lucha entre el bien y el mal todavía permanece
intacta, es comprensible. Pero yo me colocaría en la tesis respecto a
que en lo que los noruegos creen de verdad es en los tres pactos con la
naturaleza, la sociedad y el mundo, sin un Dios trascendente.
Los noruegos son animatistas y animistas, panteístas y politeístas.
La naturaleza tiene alma pero no solamente con hadas y duendes. Los
cuentos de hadas ponen demasiado énfasis en las fuerzas obscuras y
dicen muy poco de la luz, sobre el hada buena que nos protege a todos
a pesar de lo que sea, ayudándonos a través de los obscuros periodos
del año y recompensándonos luego con creces, colocando ese éxito en
frente nuestro de tal forma en que incluso el que menos lo merezca
pueda encontrarlo. El océano, la montaña, cobra vida y nos recuerda lo
poderosas que son las fuerzas contra las que nos enfrentamos, de tal
forma que debemos respetarlas, y recordar: no hay ninguna vergüenza
en darles la espalda cuando se enfrentan a una naturaleza tan poderosa.
Los llanos son nuestro altar, las cúspides de las montañas
nuestra catedral, el senderismo, nuestro camino de rezos y expiación.
Castígate a ti mismo hasta que duela, azótate con la lluvia y el viento.
En silencio se supone que debemos aproximarnos a nuestro dios noruego,
muy lejos de la contradicción entre paganos y cristianos, y dejar
nuestras ofrendas, con el aliento entrecortado y transpirando. Debemos
aproximarnos a la naturaleza en silencio, en soledad, no debe haber
muchos de nosotros en Noruega. Una razón más para mantener a los
extranjeros fuera.
Amamos a la naturaleza, particularmente a nuestra naturaleza.
Si nos comportamos bien ese amor no se quedará sin recompensa. El

81
Juan sin tierra

mensaje ecológico de los setentas golpeo en casa, dotando nuestro


pacto con la naturaleza con un rocío de ciencia y filosofía. La violencia
contra la naturaleza noruega se convirtió en un sacrilegio. Mientras que
es completamente aceptable -incluso un honor- para los españoles el
que los noruegos compren pedazos de Tierra en España para construir
sus casas, no es apropiado si aquellos que no son partidarios del
hábeas mysticum noruego hacen lo mismo. Eso sería un acto profano
en medio de lo sagrado, algo más allá de cualquier precio, comprando
y vendiendo, el modo en que los daneses parecen visualizar los
asentamientos extranjeros en sus tierras paganas.
Las ballenas y las focas son parte de la norueguidad. Son
ciudadanos noruegos de segunda y de tercera clase. Nunca los
matamos. Solamente los protegemos evitando que se hagan demasiado
numerosos, teniendo siempre en mente sus mejores intereses. Más allá
de cualquier duda ellas preferirían ser profesionalmente privadas de
sus vidas por noruegos, si tuvieran la opción. Si otros las matan es algo
fuera de la naturaleza. Que esos otros pudieran tener sus dudas
respecto a nuestra relación especial con las focas y las ballenas
solamente demuestra su carencia de perspectiva histórica y geográfica.
¿Quién –dicho sea de paso- inventó el arpón? Y en un nivel religioso
más profundo: el panteísmo noruego abraza todas las formas de vida
noruega. Todo lo noruego debe estar junto.
Pero ¿qué ocurre cuando los animales noruegos comienzan a
atacar a otros animales noruegos, como los lobos que atacan a los
corderos por ejemplo? ¿Es concebible una contradicción entre
noruegos? Una posibilidad es que los lobos vienen de Suecia, un país
con poca fe, y por esa razón deben ser devueltos ahí de donde vinieron.
Pero la mejor solución sería proteger tanto a la gente como al ganado,
y a los lobos noruegos también.
¿Podemos comer comida importada? Sí, cuando estamos en el
exterior. Pero en suelo sagrado noruego la prioridad debe darse a lo
que ha sido sembrado en aguas noruegas, océanos noruegos, campos,
huertas y jardines noruegos. De eso se trata la verdadera salud, no en
artes culinarias seductoras, sino en genuina y simple comida noruega.
Dios es también una parte del compañerismo noruego con la
naturaleza. Al enfatizar esa asociación somos tal vez más católicos que
protestantes, como nuestra experiencia ascética de la naturaleza. La
iglesia está arrojando sus redes en la naturaleza con capillas ahí donde
la gente camina por los senderos. Pero la mayoría prefiere a la
naturaleza como su catedral.

82
Capítulo I.

El pacto con el mundo sirve a muchos propósitos más allá del


profundizar intenso del ser noruego. El Protector de Dios debe ser
cercano a Dios, un rol que los Estados Unidos aceptan por supuesto.
Noruega está en los Estados Unidos y los Estados Unidos están en
nosotros. Pero el nexo básico es teológico: Padre Nuestro, que estás en
Washington, santificado sea tu nombre, deja a la globalización venir,
etc. Pero ¿podemos rezar al mismo tiempo a la Unión Europea dado
que “no adorarás a ningún dios más que a mí”? Sí, podemos, Noruega
es politeísta, y la élite está deseosa de someterse a dos dioses si son lo
suficientemente grandes. Entrenados a lo largo de siglos en la Divina
Trinidad también se hace fácil creer en los Estados Unidos como
Padre, la OTAN como el Espíritu Santo y la Unión Europea como el
Hijo. Tres en uno. Y es ahí a donde Noruega pertenece, dice el Sistema.
Lo que queda ahora es solamente colocarme como sujeto/objeto
en este libro.
El lector ingenuo puede creer que yo reprobaría todas las partes
de un examen de norueguidad cualquiera. Pero eso no es totalmente
correcto, soy más noruego de lo que algunas veces trato de creer.
De aquí que adoro la naturaleza noruega. Recuerdo en alguna
ocasión, en una lancha de motor, fuera de Lista en el sur occidental
noruego, iba de salida. La costa tenía una cubierta de neblina. Pero ésta
súbitamente se desvaneció, el sol llegó fuerte. Las montañas estaban
iluminadas con un rojo matutino, el sol de primavera hizo una rara
aparición. Había fisuras en las montañas. Una era más grande que las
demás, el mapa náutico se nos informó: Åna-Sira, bien conocida por las
predicciones meteorológicas noruegas. Nos dirigimos a los faros que
señalaban la ensenada, navegando sobre una ola gigante.
Bien, más allá de la puerta había una abertura. Éste era el suave,
acogedor, reverdecido mes de Mayo. La vegetación escalaba las colinas.
Ahí teníamos las típicas casas del extremo sur de Noruega a lo largo del
río, nuevamente suave, acogedor. Dirígete ahí. Obsérvalo por ti mismo.
O había una vez en un pequeño avión cuando mi licencia de
piloto todavía era válida. Se supone que uno debe identificar dos puntos
frente a uno, en cualquier momento, las RVV, Reglas de Vuelo Visibles.
Yo tenía que dar una cátedra en Bergen, volando a través de las
montañas, con el glaciar Folgefonna delante de mí bajo la gigante luz
solar. De momento podía ver la totalidad de Noruega, la parte este, las
planicies en las montañas, la parte occidental. Las tres naturalezas en un
solo vistazo. Ve ahí, obsérvalo por ti mismo.
Como ya se mencionó en varias ocasiones me marginé de esa
importante disciplina del masoquismo climático. No solamente imito a

83
Juan sin tierra

los pájaros que emigran, sino que aprecio mucho el tener esa apreciación.
Lo único que puedo decir en mi defensa es que otros son traidores de
closet, artificialmente bronceados colándose al sur donde nadie puede
mirarlos mientras que yo soy de la opinión abierta de que Noruega es un
lugar inhabitable durante el invierno. Aparte de algunos metereólogos,
como la isla Jan Mayen en el Atlántico Norte.
Tampoco creo –como un feliz workaholico enfocado a sus
metas- en golpes y empujones, y lo poco que tengo de luz no está
colocado bajo una cubierta. Pero creo en la igualdad. Estaba orgulloso de
ser un ciudadano de un país en donde el tercio más alto pagaba más
impuestos para aliviar la carga del tercio más bajo que entonces pagaba
muy poco. Yo se que ese tipo de seguridad social está en proceso de
desaparición en Noruega. Duele. Pero puede regresar.
¡Pero entonces apruebo el examen de misionario de forma
brillante! La idea de representar el bien y difundirlo por todo el mundo,
Mateo 28:18-20, es a lo que los cristianos se refieren; lo he estado
practicando del mismo modo en mi sentido de profesión. Lo llamo “la
paz es posible”. He visto a los misioneros noruegos en el trabajo y puedo
decir: “Ahí voy yo, pero por la gracia de Dios”. Y mucho de mi optimismo,
irradiando a los alemanes y a los franceses, deriva de la realidad noruega
y nórdica. Conozco con mi propio cuerpo el estado de bienestar de
cuando era más joven. Muy poca violencia estructural. Y conozco el
sistema estatal, uno nórdico, que por los últimos 200 años ha estado libre
de violencia directa. El último problema fue Noruega con Suecia entre
Julio y Agosto de 1814.
Y soy sencillamente tan megalomaniaco como la mayoría de los
noruegos en su fe de que Noruega (aunque tal vez, no el gobierno
noruego) tiene mucho que ofrecer. En la relación con los Estados Unidos
y con la Unión Europea pertenezco al grupo de los que creen en una
Noruega fuera, junto con sus países vecinos. Mi problema nunca fue la
OTAN como una alianza militar, sino como una alianza ofensiva –y
todavía más después del nuevo “concepto” de la OTAN de Abril de 1999.
Tampoco tenía problema con la cooperación europea, sino la Europa que
excluye a otros, los eslavo-ortodoxos, los turco-musulmanes, en otras
palabras, la mitad de los países europeos. Me parece que, si continua con
estas dos líneas de falla como trincheras frontales, la Unión Europea
continuará avanzando en la dirección equivocada, como en Yugoslavia;
también creo que estamos siendo arrastrados como pedazos de madera en
medio de las olas hacia una gran guerra que nadie desea, incluyendo a
China e India porque se encuentran en la pinza estadounidense entre la
OTAN y el AMPO (la alianza militar de los Estados Unidos con Japón).

84
Capítulo I.

Pero no estoy tan loco como para creer que la presencia de algunos noruegos
que no han pasado ni siquiera unos años estudiando y entrenándose para
ese propósito sea suficiente para traer la paz. Revísese el “Proceso de
Oslo” para Israel-Palestina y lo que ocurrió.
Es en el sometimiento a los Estados Unidos y a la Unión Europea
de viejas potencias coloniales en lo que sin remedio me quedo muy corto.
No creo que escuchen en cualquier grado apreciable, sino que más bien
hacen uso de un perro faldero oficial siempre sumiso, Noruega, casi
imperceptible cuando se le utiliza como una hoja de parra tan cerca de
ese centro de potencia en el mundo.
En otras palabras, un más al gozo de nuestra naturaleza, un
menos para los hechizos de enfermedades del tiempo, un más por la
igualdad, un menos para la anti-buena suerte, un más por la inclinación
misionera, un menos por la falta de entusiasmo hacia nuestros protectores, un
más por el paganismo, un menos por el escepticismo en los Estados
Unidos. Eso da como resultado un cero. En otras palabras, un tibio
noruego, tibio como noruego. ¿El peor de todos?

85
CAPÍTULO II.
NORUEGA

Una inspiración: Pitrim Sorokin

Él era ruso, pero en los hechos era un komi, del otro lado de los Urales;
era el Secretario General de Aleksandr Kerenskij, sentenciado a muerte
por los bolcheviques, liberado, y vivió (como Kerenskij) la mayor parte
de su vida en los Estados Unidos. Fundó el Centro de Investigación en
Altruismo Creativo de Harvard.
Lo conocí solamente en una ocasión, en 1961. Pero sus libros
tuvieron un efecto profundo y duradero, primero cuando llegué a
Nueva York en 1957, y especialmente cuando la versión abreviada de
Dinámicas Sociales y Culturales apareció ese mismo año.
Permítaseme delinear el problema que enfrentaba, y al cual
Sorokin dio una primera solución. No creo que la gente se dedique a un
autor y le permitan jugar el papel de Gran Inspiración Intelectual a menos
que tengan una necesidad interior, un hueco que necesita ser rellenado.
Comencé a leer la sociología estadounidense en 1953, siguiendo
con la sicología y la sicología social. ¿Por qué la gente actúa del modo
en que lo hacen? La pregunta es bien conocida, y encontré entonces,
como ahora, que las respuestas estándar eran deficientes.
En la sociología de los Estados Unidos, el estatus y la posición
jugaban un enorme papel como respuestas a esa pregunta. Un trepador
en una sociedad de trepadores era la cosa más normal. Él luchó para
obtener los creadores externos de estatus como cosas que uno puede
tener, y en sociología política y politología (las llamadas ciencias
políticas en Noruega), el poder era un factor adicional. Esto hizo al
homo sociologicus no muy diferente del homo oeconomicus del costo-
beneficio maximizado, conducido por la máxima estadounidense sobre
Juan sin tierra

acumular activos/capital para acumular más activos/capital. Y el poder


para acumular incluso más poder. La acción fue reducida a una
estrategia para alcanzar metas como esas.
Había un problema en el camino hacia la cúspide: los conflictos.
Con competidores, y con uno mismo atrapado entre metas que se
interponen unas a otras, entre la familia y el trabajo, por ejemplo. Este
trepador era por lo tanto al mismo tiempo un experto en evitar y, en
parte, en resolver conflictos. Fórmula básica: estatus = bueno, dinero =
bueno, poder = bueno, conflicto = malo.
Nadie negará que estos factores juegan un rol importante. Pero
no tomó mucho tiempo para que los Estados Unidos reconocieran los
errores que tales sociólogos (no David Riesmann con su famoso The
Lonely Crowd) estaban cometiendo; no era la Sociedad Humana
(Kingsely Davis) de lo que se trataba todo, y tampoco de El Grupo
Humano (George C. Homans, brillante). Se trataba de la sociedad
estadounidense, y el pequeño grupo estadounidense. Alineados con la
economía estadounidense, exportaban una imagen de sí mismos que
era universalmente aplicable, y tenían el poder para convertirse en una
descripción autocumplida. Se trataba siempre del “Hombre”, en un
espacio externo, público, con las recompensas y las penas que le llegan
a esa persona extrovertida, las que decidían las acciones.
Mi experiencia era que la gente que era conducida por su ser
interior era también introvertida y conducida por, ¿por qué cosa en
realidad? Yo utilicé la palabra cultura para estos valores y normas
interiorizadas, pero no para las formas externas de recompensa y
castigo. Y por segunda ocasión en mi vida tuve la misma experiencia:
la ciencia que busqué y que pensé que era importante no existía. La
ciencia general de la cultura.
En mis pensamientos le llamé la “culturología” y me percaté
que estaba dispersa ampliamente entre las humanidades, la filosofía, la
historia de las ideas, la teología, la etnología, la antropología cultural.
Esta última definió el tomo: grupos primitivos, en parte también
grupos tradicionales, son conducidos por la “cultura” como una fuerza
de la que no están conscientes, mientras que el individuo moderno,
liberado, es conducido por sus propios cálculos sobre costo-beneficio –
y el mapa de las ciencias sociales bosquejan diferentes tipos de costos
y beneficios- y por valores conscientemente seleccionados. La cultura
es una cafetería y el liberal moderno escoge sus valores por sí mismo.
En mi opinión estas son tonterías. Conocía a gente moderna
que era conducida por la cultura que había absorbido en su vida
temprana, la cultura “noruega” por ejemplo, incluyéndome. Una

88
Capítulo II.

conclusión comenzaba a tomar forma: hemos construido una ciencia


social que nos ciega respecto a la cultura que gobierna al “hombre
moderno”, y especialmente respecto a la cultura subconsciente, la cultura
profunda y, particularmente, la cultura profunda colectiva más común.
Y nos ciega a las alternativas y estrategias del “hombre tradicional”.
Sorokin introdujo su distinción entre las mentalidades culturales
“ideacional” y “sensata” mucho antes que Fernand Braudel o cualquier
otro francés. El “aquí” y “más allá” transmite algo del significado,
“espiritual” y “material” también. Pero Sorokin prefirió su propia
terminología y contempló una cantidad considerable de variedad
cultural en la distinción. Él veía la cultura, la mentalidad, como la
respuesta a algunas preguntas fundamentales y la gente conducida por
estas respuestas (él tenía una tercera categoría, también “idealista”, una
mezcla de ambos):

Pregunta Respuesta ideacional Respuesta sensata


¿Realidad? Trascendental Empírica
¿Necesidades, fines? Espiritual Reducida
¿Satisfacción? Máxima Máxima
¿Metodología? Auto modificación; Espacio Modificación externa;
interno Espacio externo
¿Weltanschauung? Ser Convertirse
¿Objeto de poder? Autocontrol Control externo
¿Actividad? Introvertida Extrovertida
¿Ser? Integrado; Espiritual Integrado; Materialista
¿Conocimiento? Trascendental; El de ahora en Empírico; lo temporal
adelante
¿Verdad? Experiencia interna; Meditación; Observación; medidas;
Intuición inductivo/ deductivo
¿Valores morales? Absolutos; Trascendentales Relativos; utilitarios
¿Valores estéticos? Arte sagrado Arte secular
¿Valores sociales, Aquellos que conducen a la Aquellos que conducen a la
prácticos? realidad última, la vida eterna, la realidad última; la riqueza, el
salvación prestigio.

Sus libros despliegan una fecundidad increíble, nacida de un enorme


esfuerzo, demasiado grandioso para sus contemporáneos. Él es una de
esas personas que serán redescubiertas. Pero este sistema es justamente
lo que estaba buscando. No solamente la columna derecha me dio una
muy buena visión de conjunto sobre la cultura occidental secularizada
en general –que gusta definirse a sí misma como “iluminada”. E
incorporó además a la sociología estadounidense –que le gusta
referirse a sí misma como “libre de valores” cuando en realidad es
ciega a los valores. En este sentido, las cosas no han cambiado
demasiado. Y Sorokin ha sido más o menos olvidado.

89
Juan sin tierra

Decidí probar el sistema en un estudio y platicarlo con Danilo


Dolci, el “Gandhi de Sicilia”, quien entendió de inmediato todo lo que
la sociología estadounidense encontraba tan complicado. Él me había
solicitado que realizara un estudio en algunas villas en Sicilia
Occidental para tratar de encontrar por qué no habían cambiado. Una
razón potencial era, por supuesto, que no deseaban cambiar, y esto
estaba relacionado con su mentalidad cultural.
Era obvio que las trece preguntas bosquejadas en la tabla que
describimos más arriba no tendrían mucho sentido para los habitantes
de aquellas villas, así que les dimos en su lugar una opción de cuatro
ocupaciones y cuatro esferas de actividad, presentadas todas en pares.
Aquellos que expresaban preferencia para actividades religiosas/
monacales fueron clasificados como ideacionales, mientras que
aquellos que favorecían las mejoras ingenieriles/ comunitarias fueron
clasificados como sensatos. En medio estaban la vida legal/ familiar
(más ideacional) y la medicina/uno mismo (más sensato) De un modo
u otro, todas las trece dimensiones fueron incorporadas en estas
simples categorías.
Lo que ocurrió fue que, como Sorokin lo había visualizado,
dos tipos sensatos emergieron. Uno de ellos pertenecía al nicho social
“sector terciario/estatus alto” –los profesionistas- y el otro al nicho
opuesto, “sector primario/estatus bajo” –los trabajadores agrícolas. En
este punto uno podría exclamar: ¡Vaya alianza para el cambio! Pero los
primeros se identificaban solamente consigo mismos y con sus carreras
y solamente querían una cosa: salir, tan lejos como fuera posible. Y los
últimos y sus familias solamente querían una cosa: mudarse, salir,
lejos. Ni uno de los dos se identificaba con las villas, básicamente las
odiaban. Se trataba de los dos nichos opuestos que vieron la aldea
como su arena, los terratenientes y los trabajadores del campo. Todos
eran firmemente ideacionales, y cooperaban bien para mantener la
ultraestabilidad de las villas. Y daban el caldo de cultivo para la Mafia.
Yo estaba familiarizado con las palabras de Arthur Koestler en
su The Yoghi and the Commissar, una especie de introducción a Sorokin,
pero no se ajustaba tan bien. Había mentalidades también ahí, el
control interno, las luces guía internas; todo esto era lo que me intrigaba.
Sorokin tiene una tesis general macro-histórica: las culturas
empiezan en un plano ideacional alto, luego se hacen cada vez más
sensatas. Al final yacen postradas, revolcándose en codicia material y
autoindulgencia desde la que, como el Ave Fénix que se levanta de
entre las cenizas, de momento se surgen una vez más, con los ojos fijos
en el cielo, para comenzar un nuevo plano ideacional. El proceso luego

90
Capítulo II.

se repite: los Papas cada vez se hacen más gordos y redondos, los
valores ascéticos se evaporan, el sensato super activo domina, etc.
En este punto el principio de los límites de Sorokin entra como
un factor explicativo: las necesidades humanas son más amplias y más
complejas –entre otras cosas, porque la Humanidad es tanto ideacional
como sensata- de lo que cualquier formación sociocultural podría
satisfacer. En el principio se tenía el goce mientras las necesidades van
siendo satisfechas. Pero esto se convierte en un hábito, y después de algún
tiempo, solamente las necesidades no satisfechas son las que importan.
Nadie se da cuenta cuando un zapato ajusta a la perfección, pero todo
el mundo se percata cuando el zapato aprieta. La gente es ingrata.
Encontré ese principio de mucha utilidad, y también como un
buen argumento para la sociedad pluralista. Más tarde lo consideré
como una visión para el futuro. No hemos llegado ahí todavía, pero en
el largo plazo, en una sociedad global que se mueve en la dirección de
un sistema que se llama a sí mismo democracia y liberalismo de
mercado, la visión puede todavía ser benéfica. Existen peores sistemas.
Pero un espectro más amplio sería mejor, también dentro de cada
sociedad. La revuelta contra nuestra sociedad global monocromática
puede ser masiva.
Sorokin no tuvo discípulos como sí los tuvo Marx. Pero él era
un profeta, y su profecía en los años treinta fue grave: no solamente
guerra, sino también atrocidades y genocidio. Su rival Talcott Parsons
fue premiado con la cátedra en Harvard en sociología, para él, el
mundo estaba integrado estructural-funcionalmente y no tenía ningún
sentido de un desastre al alba. Sorokin estaba en lo correcto, pero fue
omitido del profesorado. El mundo quiere ser engañado. Pero Sorokin
vivirá como un investigador que abarcó un inmenso registro de
ciencias, que tuvo el coraje de conjuntar a la cultura en un solo lugar,
junto con lo social, y reconocer, en la tensa falla entre ellas, una fuente
dinámica de macro-historia.

Paz y estudios de paz

- Vamos a apostar a la investigación para la paz”, dijo Erick Rinde, “¡pero


vamos a necesitar que escribas un programa! Te vamos a dar un mes de
salario para que lo hagas

Ésta fue una navidad en 1958. Mi compromiso era lo suficientemente


claro. Tuve la primera cátedra en Estudios de Conflicto a mis espaldas,
para estudiantes del doctorado en sociología en la Universidad de

91
Juan sin tierra

Columbia. Y Eric Rinde, el hijo de Sigurd Rinde, comerciante noruego,


vendedor de madera, gran contribuyente a la ciencia social noruega,
dio la señal de arranque. Estábamos listos para comenzar.
El resto fue trabajo duro. Lo que más tarde fue el PRIO –
Instituto Internacional de Investigación para la Paz, Oslo- comenzó en
enero de 1959 con una beca inicial. Y el primer problema fue el
nombre del bebé. El Ministro de Educación me había visto con ojos
severos y tristeza en su voz (“joven prometedor que va a destruir su
propia carrera”): “la investigación para la paz, ¡que palabra tan
terrible!” Terminología comunista, apelación de Estocolmo, propaganda.
Este nerviosismo occidental cuando es confrontado con la palabra
“paz” siempre me ha seguido los pasos. La razón es crecientemente
clara: siempre quisieron mantener la guerra como una posibilidad,
como una opción que es como se le dice hoy en día, para poder
después imponer la paz con algo –paz con libertad, paz con justicia. En
realidad esto siempre significó una cosa: paz con Occidente. Pero
“conflicto” era también un término que flotaba por ahí. La gente
conservadora prefería esa palabra, ya que había una promesa –o al
menos la mitad de una promesa- de guerra. Y tenían razón al asumir
que la gente prefería la palabra paz entre más a la izquierda estuvieran
colocados. Vilhelm Aubert, un pionero en la sociología del derecho,
insistió que yo debería aceptar el reto en la palabra “paz”. ¿Y yo? Yo
estaba de acuerdo con todo lo que se había dicho.
Una mañana muy temprano en ese pequeño muelle en i
Bjerkealleen, en una radiante escarcha de Enero con una vista hacia el
fiordo de Oslo, nació la “Investigación para la Paz y Conflicto”. Y ese
fue el nombre del bebé, de esa sección en el Instituto de Investigación
Social, y más tarde de un profesorado. Esa construcción verbal fue
luego copiada en una serie de lugares en todo el mundo. Una victoria
más para la línea tanto-como. Y más tarde todavía, los dos componentes
se unieron en una definición: “Paz es la habilidad de manejar
conflictos de forma creativa, no-violenta, y con empatía”. Es ahí en
donde me encuentro hoy. Cinco proyectos de investigación fueron
desarrollados e iniciados:

1) Una revisión de teorías de conflicto desde una serie de disciplinas.


2) Los duelos en la edad media francesa como una forma de resolver conflictos.
3) El proyecto noruego de las industrias pesqueras en Kerala, India.
4) La próxima visita de Khrushchev en la opinión pública y los medios noruegos.
5) Un estudio comparativo de opinión pública sobre las actitudes hacia la
energía nuclear.

92
Capítulo II.

Una idea se encontraba subrayando este programa de investigación:


diferentes métodos, diferentes disciplinas, un amplio espectro para
ganar experiencia, sin apostar solamente a un único programa que
pudiera convertirse en el famoso yugo alrededor del cuello. Mejor,
pongamos una lámpara en el desierto, y estudiemos qué es lo que
aparece en la frontera entre la obscuridad y la luz. Conseguimos que un
joven y prometedor historiador trabajara en el número 2), y que un joven y
prometedor antropólogo trabajara en el 3) –se trataba de quienes más
tarde serían bien conocidos como los profesores Sivert Langholm y
Arne Martin Klausen de la Universidad de Oslo. Ingrid y yo
trabajábamos en el 1), Mari Holmboe Rube en el número 4), y finalmente
utilizamos el número 5) como una fuente de ingreso, cedida a nosotros
por nuestro gurú, el científico social de fama mundial, el Dr. Klineberg,
también de la Universidad de Columbia, quien llegó a nosotros con
dinero limpio y sin ataduras. Otto fue la persona que había escrito la
opinión científica básica que se encontraba detrás de la decisión de la
Suprema Corte del 17 de mayo de 1954 que declaraba que la segregación
blancos-negros en el sistema escolar estadounidense no iba de acuerdo
con la ley. Lo que estaba separado no podía ser igual jamás.
Luego hubo otra fuente de generosidad, también ligada a los
negocios: se nos dio acceso a algunas salas en la casa Polhøgda de
Fridtjof Nansen justo en los límites de Oslo por un par de años hasta
que sus dudas sobre si nuestra investigación de verdad estaba en el
espíritu de Fridjof Nansen se hicieron demasiado persistentes (Aubert,
un verdadero pionero y un artista cuando se trataba de formulaciones,
sugirió que si tan solo yo pudiera cruzar Cuba en esquís eso eliminaría
toda duda...).
Una serie de proyectos fueron agregándose conforme fue
avanzando el tiempo. Pero no había nada sobre la Guerra Fría como
tal, excepto un pálido reflejo en el análisis del proyecto, cancelado, y
después reactivado, de invitar a Nikita Khrushchev a Noruega. ¿Por
qué? Porque no sentía, como director de investigación, que tuviera
suficiente trecho andado como para encargarme de un objeto de
investigación tan enorme, ni en el diagnóstico, ni en el pronóstico, ni
en la terapia para utilizar la terminología médica tan cercana a mi
corazón, derivada de mi padre. Yo quería algo más pequeño.
Queríamos probar nuestros conceptos, teorías, métodos. Pero
antes de profundizar más en el asunto, algunas palabras sobre el
financiamiento.
La sociedad moderna descansa en tres pilares: el estado, el
capital, y la sociedad civil.

93
Juan sin tierra

En conexión con este asunto la sociedad civil significa sobre


todo el movimiento pacifista. El problema no era solamente que el
movimiento no tenía dinero, sino también algo más: eran más o menos
similares a la política oficial en el sentido de que tenían todas las
respuestas por adelantado. La intuición moral del movimiento pacifista
fue enormemente importante. Pero no se le debería permitir colocarse
como obstáculo en la necesidad de querer conocer más, y conocer a
mayor profundidad.
El Estado significa ministerios, universidad, consejos de
investigación. Éstas son organizaciones que se mueven muy lentamente, si
es que se mueven. Para todos ellos todo esto era demasiado nuevo,
demasiado innovador. Tal solo para acostumbrarse a la palabra se
necesitarían 10 años. En otras palabras, se requería de un pequeño
empujón. Nuestra decisión era trabajar por debajo del horizonte,
trabajar muy intensamente por cuatro años, y luego presentar nuestros
resultados al Estado y a su empleador, el Parlamento, y al empleador
del Parlamento, a la gente, en una conferencia en Enero de 1963. Los
parlamentarios y algunas personas bien intencionadas vinieron a
nuestra conferencia. Les gustó lo que vieron y escucharon, y también
que no solamente hablábamos de estudios de paz, sino que incluso
habíamos producido algunos ejemplos de ese raro lujo, la paz. El
resultado vino rápido: un Consejo Especial de Investigación para
Conflictos y Estudios de Paz, además de un flujo de dinero del Consejo
Noruego de Investigación en general.
Para la Universidad el problema era intelectual más que
político: ¿A dónde pertenece esta nueva disciplina? No es en las
matemáticas, tampoco en la sociología, y los politólogos no estaban
interesados. La respuesta obvia -éste es un nuevo campo en su propio
derecho- era algo impensable, y ciertamente, inconfesable.
Como una conclusión: nada podría haber ocurrido de no haber
sido por el pilar número 2, el capital. Rinde, padre e hijo, reconocieron
a un emprendedor en mí; ese fue un factor. Fumiko lo dice con mucha
claridad:

- No hay ningún riesgo cuando se invierte dinero en Johan. No hay poder en


este mundo capaz de impedirle que trabaje, mucho, y no tan mal.

El padre y el hijo querían resultados, y los consiguieron.

Nosotros fuimos el primer Instituto en Investigación de la Paz en el


mundo, y el instituto lanzó el primer Journal of Peace Research en

94
Capítulo II.

1964 (y llenó el primer número con los documentos de investigación


de Enero de 1963). Pero fue en la UNESCO, en Paris, en donde
encontramos el entusiasmo que faltó en Noruega, proyectos interesantes,
demanda de expertos. El resultado fue la fundación de la Asociación
Internacional de Investigación para la Paz (IPRA por sus siglas en
inglés) en Londres en 1964, y la primera conferencia internacional en
la materia presidida por mi querido amigo Bert Röling, un juez en el
Tribunal de Tokio, primer Secretario General de IPRA, en Groningen en
1965. Construyendo estas instituciones Ingrid y Mari desempeñaron un
papel enorme –competentes, sobresalientes lingüísticamente, bien enraizadas
en la Asociación de las Naciones Unidas y en la Liga Internacional para
la Paz y la Libertad. Y Eric Ivås fue un Secretario fenomenal. Más tarde,
otros se unieron, pero permítaseme mencionar solamente a dos: el muy
competenete Nils Petter Gleditsch, que todavía dirige el Journal of
Peace Research, y Susan Høivik, nuestra muy enterada consultora de
textos en inglés.

Los tres sacerdotes

Todavía quedaba un poco de la luz proveniente del rojo sol que


aparece en las tardes sobre las casas antiguas arriba en la montaña,
cuando los tres sacerdotes vestidos de negro hicieron su aparición en la
plaza central. Era el momento de la cena, el momento de la sopa. Por
los pequeños caminos que conducían a la villa avanzaban mulas y
pequeños y robustos caballos conducidos por hombres muy pobres que
venían de minúsculos pedazos de tierra después de diez, doce, o
catorce horas de trabajo y caminata –un pedazo aquí, y uno allá, tal
vez, ambos a cuatro kilómetros de la casa y a siete kilómetros uno del
otro. Los caminos eran como pequeños hilos en el paisaje, hombres y
las mulas avanzaban con lentitud para no caer, hacia las casas ahí
arriba –hacia esa pieza única en la que vivían, con sus esposas, con seis
o siete niños, con una mula, algunos pollos; ahí donde un poco de
spaghetti les esperaba. Muchas de las casas habían sido presas de
derrumbes. Pero el pueblo todavía se mantenía en pie: si había
permanecido ahí, así, por más de mil años, debería ser capaz de
mantenerse por otros mil.
El sol –el sol león como le llamaban aquí, il solleone- se estaba
poniendo, y la administración municipal encendió la poca luz eléctrica
de la que disponía. El sol había quemado todo el día, como lo hacía
siempre, a 35-40 grados centígrados; había estado rodeando la
montaña donde las casas se agrupaban, incapaz de encontrar cualquier

95
Juan sin tierra

cosa que no hubiese sido ya desecada con éxito. Un pedazo de suelo se


desintegraba en arena entre los dedos, seco, el fino polvo en la calle con
su fuerte olor a estiércol, piedras recalentadas, los lechos secos de
pequeños riachuelos –con un ligero olorcillo a aire fresco arriba en las
montañas de Sicilia Occidental. Las mujeres habían estado lavando
temprano en la mañana y todo lo lavado se había extendido para que se
secara. Pero todas las calles estaban vacías, incluso los niños pequeños
esperaban la caída del sol antes de salir a jugar.
Los tres sacerdotes vestían amplias túnicas y portaban sombreros
de ala ancha. Querían discutir. Eran todos jóvenes. Esa parroquia era muy
periferica, incluso el arcipreste, el jefe, el sacerdote de la parroquia era
joven –del tipo ascético con lentes, gesticulando impacientemente. El
segundo era un teólogo de reciente cuño, un hombre joven, apuesto, con
cabello negro y ojos negros de brillo intenso. El tercer sacerdote se veía
como si fuera capaz de combinar su profesión con, al menos, algunos de
los placeres del mundo.
Entramos a la oficina privada de la iglesia más grande de aquel
pequeño pueblo en el que varias generaciones ahí en la montaña habían
conocido a su Dios, o, al menos, a sus sacerdotes. Estaba muerto afuera,
obscuro, solamente se distinguía una débil luna creciente. Se escuchaban
los sonidos de los burros rebuznando, los sonidos que evocan en uno
escenas de la lucha final, antes de la muerte, penetrando a través de
pequeñas ventanas. El resto era silencio. Ningún auto podría avanzar en
aquellas escaleras que tenían por calles.
El arcipreste se inclinó sobre la mesa.

- Cierto, hay carencias aquí –dijo- mucha necesidad, miseria, muy poco trabajo,
malas carreteras, mala comunicación. Yo tengo que caminar hasta donde está el
Alcalde cuando quiero hablar con él, el teléfono no sirve. La gente tiene poco
que comer. Pero no es tan malo como algunos quieren ponerlo. Tal vez la gente
solamente tiene carne una vez al mes, tal vez incluso menos. Pero no debería
usted olvidar que en el clima que tenemos la carne se convierte en una carga. Es
cierto que la gente se ve delgada. Pero la gente que es más delgada puede
resistir mejor el calor. No transpiran mucho. También es verdad que hay
muchos quienes no tienen trabajo más de tres meses al año. Pero la gente
honesta es capaz de conseguir un trabajo cada que quiera. En breve, si tomamos
todo en su conjunto: el asunto completo es complejo, y muy difícil de que lo
entiendan los extranjeros. Y la peor carencia, es la espiritual.
Mire, por ejemplo: aquí tenemos a uno de los médicos, él vive en una
casa con 8 habitaciones, y su familia es solamente de 4 personas. Y ahí hay otra
familia que tiene 9 integrantes y viven todos con su mula en una sola
“habitación”. Eso de verdad parece injusto. Pero también podría haber una
explicación. Tal vez el médico nunca fuma. Es un verdadero trabajador, ha
trabajado duro toda su vida. El otro es tal vez un alcohólico –o un pecador de un

96
Capítulo II.

modo u otro. Puede estar pecando con su tiempo, con su cuerpo, con sus
pensamientos. Su estado en la vida refleja lo que se han ganado, qué tan lejos
han llegado como seres humanos.
Como sea, puede ser que encuentre a aquellos que han venido más
lejos de entre los pobres. Ellos conocen el arte de renunciar a las cosas, y
también saben qué tan infinitamente valiosa es el alma del ser humano. Están
pensando más en lo que es permanente, en la eternidad y la salvación, que en la
vida en la Tierra. Y tienen nuestro apoyo cuando de eso se trata.
Pero no somos ciegos al hecho de que el pecado también puede ser
promovido (aún si no es creado) por la pobreza y la miseria. El trabajo diario
que realiza la iglesia para aliviar la miseria no es algo que anunciemos con
fuertes trompetas: un pequeño aviso aquí, una palabra amable allá, una pequeña
ayuda, una propuesta justo a tiempo. Recuerde, conocemos profundamente el
alma de estas personas. Los vemos en la iglesia, los vemos en nuestras labores
cotidianas, escuchamos sus confesiones, los tenemos cuando niños, les
enseñamos el catecismo.
El catecismo, esa es una de nuestras tareas, y la asistencia social es
otra. Pero el catecismo lo es todo. La fe es lo que convierte a los animales en
seres humanos. Estamos aquí para salvar sus almas, no para traerles lujos. Por
otra parte, no sea ciego al progreso material que ha experimentado este pueblo:
20 casas nuevas pueden no parecer demasiado para 9,000 seres humanos, dos
nuevas carreteras además, pero eso significa mucho para nosotros. Es parte de
nuestro temperamento sureño el que no apresuremos las cosas –en cuatrocientos
años podríamos seguir en donde nos encontramos hoy materialmente...

En ese preciso momento la luz desapareció, esa pequeña planta de luz


había sido sobrecargada. En el silencio escuchábamos todos al burro
mientras moría en algún lugar en la obscuridad.
El sacerdote con ojos como carbones brillando con intensidad dijo:

- Odiamos a los comunistas, y lucharemos contra ellos con todo el poder que
tenemos. Ellos quitan a los seres humanos el sentido de responsabilidad, y
hacen a todos dependientes de alguien más. Lo que queda es el culto a ese ídolo
humano, independientemente de si su nombre es Stalin, Khrushchev o Mao. Lo
que queda son las órdenes de aquellos que son considerados políticamente
correctos, nunca una opción personal como las opciones con las que los
confrontamos, sino la amenaza de ser excluido o algo peor. El resultado lo
conocemos todos... Un partido que no hace nada para mejorar la situación, que
solamente piensa en el poder, en excluirnos a los demás, en incapacitarnos de tal
forma en que no podamos cumplir con nuestras tareas. Si los comunistas de
verdad estuvieran ayudando a la gente hoy y aquí, los respetaríamos más.

El arcipreste agregó

- Más peligrosos, como sea, son los comunistas disfrazados, como Danilo Dolci,
quien bajo el pretexto de querer ayudarnos está contrabandeando pensamientos
venenosos, como aquel que dice que todos los seres humanos valen lo mismo
independientemente de su relación con Dios. Un verdadero traidor a Italia es lo

97
Juan sin tierra

que es, siempre hablando de lo que funciona mal aquí, sin mencionar lo grande,
lo bueno.
Él ha manchado el nombre de Italia más allá de las fronteras del país.
Hacemos bien al oponernos a este tipo de gente que incluso ha pasado algún
tiempo en la prisión. No es que hayamos leído sus libros –ni siquiera queremos
tocarlos- pero conocemos el contenido... Demagogia sobre cómo prevenir
derrumbes para poder salvar algunos pedazos de suelo, ahí donde toda la cultura
cristiana está amenazada por un derrumbe...

El tercer sacerdote no dijo mucho, pero lo que dijo se resume así:

- En la provincia solamente hay 250 sacerdotes. Eso es todo lo que hay. Las
cabezas de las parroquias reciben algo así como 3 millones de liras ($5,000)
para sí mismos y para la iglesia. El resto tiene que venir a través de las colectas
y cada vez que hay una reunión. Eso no va a ser mucho en una pobre parroquia
como la nuestra. Y nuestro trabajo es extenuante. ¿Qué más podemos hacer?
¿Articular organizaciones voluntarias? Eso no funciona con nosotros, todo el
mundo tiene suficiente con tan solo pensar en sí mismos. Además no podemos
confiar en que el voluntarismo de verdad promoverá las causas de la iglesia.

Y luego llegó la luz otra vez. Todo había terminado. Los sacerdotes apuraron
a sus criados para que fueran a sus casas, con veloces gesticulaciones
hacia la derecha y hacia la izquierda y con una palmada suave en el
hombro de unos y otros. En la piazza estaba la gente. Habían tomado ya
su pequeña merienda y ahora estaban todos sentados, conversando,
intercambiando rumores sobre las posibilidades de trabajar en algún otro
lugar. Algunos de ellos arrojaban miradas fugaces hacia los tres clérigos,
y sus ojos revelaban las emociones. Veneración, humildad en algunos.
Odio en otros. Pero en la mayoría de ellos había una especie de empatía,
combinada con un pequeño movimiento de cabeza. Los sacerdotes eran
tan parte del pueblo como la gran iglesia de piedra gris arriba en la colina.
Nada nunca les cambiaría, era imposible pensarlos de otro modo.
Mejor, más barato y más seguro que matar el tiempo con un
juego de cartas hasta que el reloj anunciara las 9:00 p.m. era ir a la cama
para poder levantarse temprano antes de que saliera el sol león, haciendo
su entrada una vez más, abrazando a los vivos y a los muertos.

Einar Gerhardsen

El primer Primer Ministro, después de la ocupación, del Partido


Laborista: era delgado, alto, con una gran cabeza, una gran sonrisa,
grandes puños, camisa azul, y algo rojo. Esto era en otoño de 1946, en
una reunión en la asociación de la preparatoria. Hablaba de política, sobre
participación, sobre ser activo. Él, un antiguo prisionero del campo de

98
Capítulo II.

concentración alemán de Sachsenhausen, estaba hablando del regalo que


era el tener elecciones, algo que no debería darse por sentado. Sonrió con
complicidad y dijo a los muchachos de entre 16 y 17 años que tenía
enfrente, la mayoría de ellos del extremo occidental de Oslo:

- ¡Traten de adivinar por cuál partido creo yo que deberían votar! Pero les voy a
decir una cosa: soy totalmente honesto cuando digo que más importante es el
votar en sí mismo, ahora que tienen el derecho y la posibilidad de hacerlo.

Habló de solidaridad. Yo nací en 1930. En el campo siendo un niño


pequeño había experimentado los residuos del feudalismo noruego.
Recuerdo el salón de los cuartos de los sirvientes, especialmente el
chofer, quien no podía costearse el tener una familia. Y por supuesto
recuerdo Vika, el suburbio en Oslo antes de que llegara el ayuntamiento,
y la limpieza general. Incluso teníamos fotografías de esto en la pared. Y
dijo, de acuerdo con mi memoria:

- Yo entiendo a aquellos que quieren luchar por sus privilegios de clase. No los
combatiremos. Lo que vamos a hacer es elevar al resto de la sociedad a su nivel
material. Queremos una Noruega –no dos. Pero hay una cosa de la que no
quiero ser parte, y eso es ser parte de aquellos que ven la política como un
episodio interesante para su carrera personal. ¡La política tiene que ver con la
sociedad, no con la vanidad personal!

Me uní a la Liga Juvenil del Partido Laborista (AUF). Mis tíos y mis tías
estaban furiosos, mi padre y mi madre lo tomaron con calma. Habría sido
difícil encontrar un peor punto de partida: la sección de la orilla
occidental de Oslo de esa liga, llamada “Libertad”. El presidente era uno
de los peores que el Sistema había producido, uno de esos que continuó
la guerra en la Noruega de Paz, con una vigilancia policiaca durante la
Guerra Fría. A lo anterior, había que sumar que sus bromas eran bastante
malas. En resumen, no fui a muchas juntas. Mi solidaridad era lo
suficientemente genuina, no era la rebeldía encubierta de alguien en la
pubertad. Pero tal vez me decepcioné de algún modo cuando caí en la
cuenta de que la sociedad que la juventud de la clase trabajadora quería
no era nada particularmente nuevo. Era exactamente la sociedad burguesa
que conocía, solamente que en esta ocasión con ellos incluidos.
Más tarde mi héroe, Einar Gerhardsen, se unió haciendo a la
Liga Juvenil del Partido Laborista un miembro de una institución de
agitación y propaganda de la Guerra Fría, Gente y Defensa. Y yo
abandoné la AUF. Estaba impactado, por el camino que utilizaban para
llevar a Noruega hacia la OTAN, y, con la intención de destruir la

99
Juan sin tierra

alternativa, la solución nórdica, y por el modo en que hicieron uso de la


membresía colectiva del sindicato del partido. Así que éste fue el
principio y el final de mi carrera en el movimiento laborista noruego.
Corta de algún modo.
Más duradera fue mi admiración por el hombre que hizo a Noruega
un solo país y que enseñó a todos a ser buenos miembros de las directivas
de las organizaciones, de cualquier organización, a través del libro que
escribió sobre “el hombre en organización”. Y también mi admiración
para su esposa Werna, quien dio a la gente modos burgueses, pero a todos,
con su contribución al libro Buenos Modales. En 1957 él hablaba contra
la OTAN, como jefe de gobierno, en París, bien apoyado por el alto
servidor público en la oficina del Primer Ministro. En 1972 repetidamente
dijo sí a la Comunidad Europea de un modo que sonaba a “no”.
Mi padre también tenía mucho respeto por el “trabajador de
caminos” que llegó a ser lo que él nunca consiguió: Alcalde de Oslo.
Gerhardsen escuchaba, siempre tenía un oído para los demás.
Esos fueron los oídos que me escucharon cuando escribí a la
oficina del Primer Ministro en 1961. Los Cuerpos de Paz eran el tema,
con un amigo en común como intermediario. Mi amigo me susurró: “Vé
directo al corazón de tu propuesta, sé concreto, él lo entiende todo, y él
hará las preguntas”. Gerhardsen escuchaba exactamente del mismo modo
en que otro gran socialdemócrata lo hizo cuando lo conocí en otra
situación similar: Oscar Lafontaine, en Saarbrücken, en donde su primer
apellido alemán y nombre alemán y su apellido francés tenía mucho sentido:
Ich höre, estoy escuchando.
Y llegaron las preguntas –muchas, pequeñas, precisas- cubrían
todo el campo en el que tenía un poco de conocimiento, y más todavía. Él
ciertamente disfrutó la idea de que nos encontrábamos adelantados a los
Estados Unidos en el esfuerzo de crear unos Cuerpos de Paz en tanto
habíamos hecho la propuesta antes que Kennedy.
Los americanos ni siquiera han empezado todavía. Para acelerar
el asunto él sugirió un comité privado, veloz en el trabajo, del cual yo me
convertiría en coordinador. Él bosquejó el comité con mucho talento,
utilizando su mapa de Noruega, la Noruega de las organizaciones. En
ellos estaban representados miembros en el comité. Y el resultado fue el
Proyecto de los Cuerpos de Paz, y tiempo después, los Cuerpos de Paz en
sí mismos.
Más tarde tuve la oportunidad de encontrármelo muchas veces.
De lo que más recuerdo es tal vez al viejo Gerhardsen cuando ofrecí una
plática en la Sociedad Laborista en Oslo sobre religión y política.

100
Capítulo II.

- Si es así como es, la religión y no la clase es la que va a dominar el mundo –dijo.

Seguimos conversando por mucho tiempo. Lo abracé. Y estoy aquí sentado,


con muy cálidos sentimientos.

Lyndon y Aese

Septiembre de 1962, un gran hotel afuera de San Juan, Puerto Rico.


Como encargado del “Comité Galtung” los Cuerpos de Paz Noruegos
habían sido lanzados como una propuesta, entregada, de forma muy
apropiada, al Ministro de Relaciones Exteriores del país. En agosto de
1962 había sido seleccionado como miembro de la delegación noruega
para una conferencia sobre Cuerpos de Paz auspiciada y encabezada por
los Estados Unidos. Los remitentes y los receptores se suponía debían
reunirse, y supongo que era yo el único en nuestra delegación que quería
ir más allá de esa división. Pero en fin.
Encabezando la delegación noruega iba la Ministro de Desarrollo,
Aase Bjerkholt. Inteligente, sabia, pero el idioma inglés no era su punto
fuerte. Ella simplemente estaba liberada del inglés, algo muy raro, una
especie en peligro de extinción en Noruega, definitivamente algo que
debía ser protegido.
Prácticamente hablando todo el gobierno estadounidense estaba
ahí menos John F. Kennedy. Lyndon B. Johnson, el Vicepresidente
estaba ahí, y se anunció que recibiría a todos los jefes de las delegaciones
en su suite del hotel. Aase necesitaba un intérprete y yo me convertí en
ese intérprete. Después de esa experiencia había aprendido algo:
traduttorre traditore “el intérprete como un traidor” o por lo menos algo
no muy válido como un portador de la verdad. Y ahora dejo a los lectores
juzgar mi conocimiento del inglés y mi veracidad.
Entramos en la suite pasando por el baño y el excusado, algo un
poco extraño en sí mismo. Ambos eran del tamaño de Texas. Lyndon era
un gigante, pesaba cerca del doble de lo que pesaba Aase, yo estaba en un
punto intermedio, y esa por supuesto era mi tarea. Muchos hacían fila, de
tal forma que esto debía ser un encuentro breve:

- LBJ: ¡Hola Aase! ¿Cómo estás? –Dijo primero el gigante.

- Aase: (En noruego) -¿Qué está diciendo? No me gusta.

- JG, (intérprete): Ella dice que ¡es un placer conocerle y que es un placer estar aquí!

101
Juan sin tierra

- LBJ: ¡Tengo entendido que ustedes en Noruega hacen mucho para ayudar a los
países pobres!
- Aase: (En noruego) -Quisiera poder decir lo mismo sobre los Estados Unidos.

- JG, (intérprete): Ella dice que hacemos lo mejor que podemos.

- LBJ: ¿Tiene algún deseo particular para esta conferencia?

- Aase: -Silencio- (particularmente difícil traducir el silencio en una palabra).

- LBJ: Bueno, mi padre era un evangelista, ¿no es el luteranismo evangélico la


religión de su país?; él decía que el más profundo pozo es silencioso en la
superficie.

- Aase: (En noruego) -No me agrada. ¿Crees que nos podemos ir?

- JG, (intérprete): Ella dice que comparte la sabiduría de su padre. ¡Gracias!

Y la gran línea de gente, apretujada, nos arrojó de la habitación por


fuerza de presión.
Algunos años después estaba sentado en la embajada
estadounidense en Tokio, en una recepción. Era entonces consultor de la
UNESCO en un proyecto sobre la estrategia de desarrollo de Japón. Era
Febrero de 1968. Lyndon estaba en la TV. Ese era un año electoral. El
militarismo estadounidense se desplegaba del peor modo posible en
Vietnam. LBJ tenía su vida interna pintada en las arrugas de su cara,
visibles para cualquiera que se tomara la molestia en leerlas. Profundas
arrugas de desesperanza. Una húmeda punta de la lengua recorría sus
labios, un signo seguro que también ví con Erick Honecker en Octubre de
1989. “Este hombre nunca va a llegar a ser un candidato presidencial” -
pensé.
Esto creó un alboroto entre los americanos, apostemos. Con muy
poca sabiduría aposté solamente una botella de whisky. Pero era un
Etiqueta Negra y tenía un sabor muy exquisito.
Como el lector comprenderá, éste es un homenaje a LBJ. Él
sabía que el juego estaba perdido. Tal vez también sabía que era el juego
equivocado desde el principio. Si los Estados Unidos hubiesen aceptado
las consecuencias, tal vez dos millones de seres humanos habrían salvado
la vida.
La conferencia fue de hecho bastante horrible. Los Estados
Unidos querían coordinar todo desde Washington, otros, entre ellos yo
mismo, queríamos que la Organización Internacional del Trabajo hiciera
el trabajo. El jefe de la OIT estaba ahí, yo hablé con él, y estaba listo para
asumir la obligación. Pero Walt Rostow, el economista, jefe de la

102
Capítulo II.

delegación de los Estados Unidos en la conferencia, me dijo que él había


ya acordado con el jefe de la OIT y que la coordinación desde
Washington había sido ya definida, allá se colocaría el cuartel central. No
me gusta cuando alguien me miente. Trabajé toda la noche junto con un
colega miembro de otra delegación escandinava. El día después Rostow
perdió la votación.
Y al año siguiente de que esto ocurrió ya no fui invitado como
miembro de la delegación noruega. Recibí lo que merecía. Y Washington
se convirtió en el cuartel central.

Olof Palme

Él era un par de años mayor que yo. Nos conocimos en una conferencia
estudiantil en diciembre de 1950, y después de esa hubo muchas reuniones,
sin decir que lo conocía muy bien. Pero lo suficientemente bien como
para que se me pidiera un discurso en alguna ocasión el día en que fue
enterrado, en la Universidad de Gothenburg, y en la Universidad de Lund
(todavía recuerdo cómo la aguja del velocímetro sobrepasaba los 160
km/h para poder salvar la distancia entre Gothenburg y Lund en tiempo).
Su familia vivía cerca de Karlaplan en Estocolmo Occidental en
un departamento que se podía comparar con el departamento de mis
padres tanto como se podía comparar aquella majestuosa plaza a la
pequeña plaza de Frogner, en Oslo Occidental. Idéntico, solamente que
mucho más grande. Éste era también el caso para su habitación y para su
enorme archivo. Juntos navegamos la vida en “la Tercera Vía”, la posición
que teníamos en común, independiente de las dos superpotencias. Si yo
hubiese sido sueco muy probablemente habríamos estado compitiendo,
una competencia que con seguridad habría ganado él con su genuino
talento para la política. Pero yo era prisionero del sistema noruego en el
que un Palme en la cúspide era inconcebible, incluso un Gerhardsen era
difícil de asimilar para el Sistema. Todavía es de este modo en una
Noruega que incluso como un no-miembro, aceptó el malentendido de la
Unión Europea del fenómeno Jörg Haider en Austria, siempre lista a
lamer el trasero de un Nuevo Protector.
En alguna ocasión me opuse a Olof, en una gran conferencia en
Ámsterdam de la Federación Internacional de Médicos para la
Prevención de la Guerra Nuclear (IPPNW por sus siglas en inglés), sobre
el Reporte Palme. La idea básica era brillante. La seguridad depende de
la seguridad de la contraparte: yo solamente me puedo sentir a salvo de
él, si él se siente a salvo de mí. La moraleja: utilícense únicamente las
armas que tú aceptarías si fuera él quien las poseyera. Pero lo que seguía

103
Juan sin tierra

era el cansado esquema de desarme mutuo y controlado, exactamente la


idea que naufragaba con tanta frecuencia en Ginebra (pertenece al cuadro
que esto no fue escrito por Palme, sino por un noruego en la OTAN).
Nada sobre defensa defensiva. Nada sobre pequeños pasos unilaterales
que al final terminarían por ser decisivos al desatar la dinámica.
Yo tenía la palabra final en aquella reunión gigante en cuanto a
resumir e indicar algunos puntos hacia el futuro, y reté a Palme, a mi
buen amigo Georgij Arbatov de Moscú, y a otros, a que reconsideraran la
posición. Olof no se veía particularmente feliz. Arbatov sonrió.
Olof sufrió la muerte de un mártir en Febrero de 1986. Algunos
sectores de la prensa en los Estados Unidos apenas podían contener su
entusiasmo hasta que cayeron en la cuenta de que tales cosas es mejor no
escribirlas.
¿Quién lo mató? Me convertí en el primer profesor Olof Palme
en Estocolmo en 1990-1991, tenía buenos contactos, y desde entonces he
creído en una conspiración triangular con una esquina en el ala derecha
de la policía secreta sueca, en otros grupos de ex miembros de la CIA y el
Pentágono, básicamente fanáticos anti-comunistas que habían escrito en
el pasaporte de Palme la palabra “comunista” y que nunca comprendieron lo
que representaba todo ese archivo en Karlaplan, la Tercera Vía. La
tercera esquina del triángulo es innombrable, pero menos importante: la
persona que jaló el gatillo. Cuando finalmente llegaron hasta ahí, y
hubieron muchos candidatos, imagino que los primeros dos pudieron ser
absueltos. La atención se centraría en el hombre de la pistola. Y también
puedo imaginar que él también será absuelto a menos que revele las
identidades de los otros dos. El tiempo se ha retrasado para la creación de
una comisión internacional. La policía sueca no es muy apropiada como
una agencia para investigarse a sí misma.
¿Por qué fue asesinado? Es más interesante y fue el tema principal
de mi conferencia final como Fellow en la primavera de 1999 en el
Colegio Sueco de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales en Uppsala.
Un breve resumen:
Suecia era un exponente típico de la civilización europea:
expansionista, asesina, explotadora, colonialista culturalmente, inclinándose
hacia el Este para ser Dominus Maris Baltici, el Señor del Mar del Este.
En breve: todo lo que Occidente considera como civilizado. Pero luego
rodó por la colina: en 1709, el sueco Carlos XII fue derrotado por el ruso
Pedro I, como se nos hace creer cuando oficiales de alto nivel con pistolas
en sus manos se encuentran empujando a sus pequeños servidores, en ambos
lados, de tal forma en que puedan matarse entre sí. El tirano cuya pequeña
gente mató a la mayoría de la pequeña gente del otro fue el que ganó.

104
Capítulo II.

Bastante claro. En 1809 lo mismo ocurrió con Finlandia, Rusia


derrotó a Suecia nuevamente y Suecia consiguió Noruega como una
compensación por haber perdido a Finlandia. Nuestro propio papel en
Noruega fue el típico de cambiar a un Señor y Maestro por otro, para
definir esto como independencia, y luego felicitarnos a nosotros mismos.
Pero en esta ocasión llegó un rey sueco que dio a la política
sueca de no gran potencia un nuevo nombre: ¡Neutralidad! Y Palme
mismo fue un paso más allá y se las arregló para convertir esa política de
neutralidad en una política de gran potencia para la paz. Los nombres de
Suecia y Palme fueron alabados por todos lados. Excepto en las dos
esquinas del triángulo mencionado líneas arriba que contrataron a la
tercera esquina para que hiciera todo el “trabajo sucio”. Y un siglo
profundamente problemático perdió a uno de sus grandes personajes.

El eje noruego-polaco

Ella era una profesora de tapicería de gobelinos. Habían cerrado todo el


Castillo de Wavell fuera de Cracovia un hermoso domingo de Octubre
para que solamente una persona, yo, pudiera disfrutar de esos gobelinos.
Afuera bajo el sol de otoño, padres de familia con sus pequeños niños
esperaban a que esa ocasión oficial desapareciera, esperaban a que se
desvaneciera. Dentro del castillo estaba yo, sufriendo, pero no solamente
porque toda la gente de afuera tenía que esperar. Yo también sufría con la
idea de que me esperaban los gobelinos.
Para ser muy honesto, sencillamente no tengo gusto por los
gobelinos, y éstos eran inmensos de 4 x 10 metros o algo así. A mí me
encanta caminar sumergido en mis pensamientos en las pinturas de
Botticelli y Turner, por mencionar tan solo un par, disfruto a plenitud el
color y las formas presentadas por un Van Gogh y Picasso en todas sus
fases. Pero todo desaparece en complejos textiles que los dientes del
tiempo han masticado, cafés en las orillas y con filas de reyes –luego
escapé rápidamente al siguiente salón de ese museo.
El escape fue bloqueado. Todo había sido arreglado para mí.
Había ofrecido una charla pública en Oslo después de unas conferencias
del Pugwash sobre la posibilidad de un eje noruego-polaco, una
cooperación entre los enlaces más débiles de las dos alianzas como un
amigo mío polaco lo había expresado. No estaba muy seguro de que el
enlace noruego fuese débil, por cierto. La debilidad también llama por
algo de fortaleza, y yo no encontraba eso en Noruega. Pero muchas
pequeñas cosas podían hacerse: intercambio, conferencias de desarme,

105
Juan sin tierra

turismo, cuerpos de paz conjuntos, cooperación entre expertos de las


Naciones Unidas, investigación conjunta por la paz.
El día siguiente, temprano en la mañana, una secretaria de la
embajada polaca golpeo la puerta. Nada inusual tampoco aquí. Pero ella
estaba sumamente interesada y tenía una pregunta: ¿Había sido mi
conferencia revisada por la Delegación del Ministerio de Asuntos
Exteriores noruego? Yo dije que éste era un país en el que no se
necesitaba un ejercicio de clarificación de ese tipo, pero que podía
averiguar si había algún interés en el Ministerio de Asuntos Exteriores
para establecer un contacto de esa clase en el entendido de que eso
tendría que ver con el Ministerio. Estaban interesados. Y luego vino un
reporte de Varsovia en el sentido de que estaba muy cordialmente
invitado a discutir los detalles, a viajar por toda Polonia y tener diálogos.
Todo estaba doblemente despejado, y el excelente embajador polaco
Dorosz en Oslo y su mujer estaban entusiasmados.
Sabía perfectamente bien que eso era importante, y algún
pequeño papel podría atribuirse a ese esfuerzo en el gran juego que al
final nos ofreció el fin de la Guerra Fría. Había una alfombra roja, la
recepción por el Ministro de Asuntos Exteriores, largas pláticas en el
Ministerio del Exterior polaco. Para mi comodidad, fui acompañado al
vagón dormitorio en el tren por una dama. Llegó un comunicado, un
reporte. Todo estaba tal y como debía estar, todo había sido desarrollado
de forma ordenada, con propiedad.
Pero todo terminó con un destello de autorevelación. Esa dama
profesora, experta en gobelinos, era definitivamente perfecta como tal.
Era muy sistemática. Comenzó en la esquina superior izquierda del
gobelino y luego en vertical hacia abajo cuatro metros, 1 metro horizontal
y luego 4 metros en vertical hacia arriba, y luego en horizontal otra vez.
Ningún Sigismundo pudo escapar a la red que ella arrojaba sobre los
gobelinos. Los caballos relincharon, los perros ladraron, los gatos
maullaron, todo fue capturado. Y al final, ella había recolectado todos
esos hilos en su pequeña y delicada mano y comenzó a discurrir sobre la
totalidad del gobelino como habría establecido Descartes en su famoso
ensayo sobre el método. Tómese el problema, córtese en pequeños
pedazos, explíquese cada pedazo, y luego abórdese la totalidad.
Me llevó cerca de media hora “ocuparme” de cada gobelino. A
través de la puerta podía sentir una habitación con cerca de 20 gobelinos
más, algunos más pequeños, aunque la mayoría más grandes. Bajo la luz
del sol, allá afuera a cielo abierto, sentía como crecía la furia de la gente.
Sentía la revolución acumularse, anti-comunista y anti-feudal. Como una
inundación las masas arrastrarían todos los gobelinos y con ellos, a ella, y

106
Capítulo II.

con ella, a mí. No es necesario decir que lo último era lo que más me
preocupaba. No hay ninguna duda de que esto revelaba la bestia
completamente egoísta del hombre, que piensa que un hombre es mejor y
más importante. Eso probablemente era válido para mí también, en aquel
momento.
Como un cobarde escapé con el pretexto de estar cansado, algo
que cualquiera que me conozca no habría creído jamás. Encontramos una
puerta lateral, prefería que las masas no me identificaran, para no
convertir ese conocimiento en ira.
¿La moraleja de la historia? La política de la paz es excelente, esa
es mi vida. Pero participar en el nivel de élite, en el nivel gubernamental, y
con extensas visitas a los gobelinos es un precio demasiado alto como
para pagarlo. El vagón dormitorio estuvo muy bien, con vodka polaco.
Pero también se puede hacer sin el vodka, y sin involucrar a ningún
gobierno.
Y afuera, el sol ya palidecía, alcancé a dar un vistazo de un arma
famosa Ultima ratio regis, tenía escrito sobre sí. “El último argumento
del Rey”. No el mío.

Vigilancia

El Expediente Galtung Doc. 21050, página 29 de 172:

Jueves 20 de enero de 1966. Kotljer, el Segundo Secretario de la Embajada


Soviética en Oslo, entró en el restaurante Bagatelle en Oslo. Mientras se
quitaba el saco, Johan Galtung entró al lugar. Se saludaron; claramente se
conocían desde antes.
Se sentaron en la mesa más alejada a la derecha del salón más
retirado. Kotljer primero ordenó una sopa para ambos y un vaso de leche para
Galtung. Algo más tarde les llevaron la cena y un vaso de cerveza para Kotljer.
Al final tomaron café.
No nos fue posible conseguir una posición tal que nos permitiera
saber de qué estaban hablando. A las 13:45 hrs se despidieron en la mesa,
pagaron la cuenta y se retiraron después de ponerse nuevamente los sacos. Se
despidieron nuevamente y Galtung se retiró solo del restaurante. Un minuto
más tarde fue seguido por Kotljer”.

Cuando el reporte dice “nosotros” se refiere probablemente a dos agentes


de policía, pero la persona a la que vigilaban evidentemente no merecía
buenos dispositivos de escucha. Si hubiesen sido capaces de interpretar el
texto de las cartas habrían comprendido el vaso de leche: un rechazo muy
claro desde el principio. Hay algo que los agentes secretos seductores y
los seductores tienen en común: su tarea es hablar a su contraparte sobre

107
Juan sin tierra

“cooperación”. Compartir una bebida es ya un “tal vez”. Una respuesta


de leche a una invitación de cerveza es un “no” muy claro. Si hubiesen
sido capaces de escuchar habrían escuchado este ¡no! cuando él estaba
indicando más de “estas pláticas interesantes”. Pero mi justificación para
ese “no” con dificultad habría sido aceptada. Yo nunca había tenido
ningún secreto. Mi juego había sido abierto desde el principio: encontrar
soluciones, despolarización, acercar a las partes, esto no es blanco contra
negro sino gris contra gris. He huido cuando oficiales borrachos han
tratado de decirme algo (los conductores de taxi son más interesantes,
aunque por supuesto, también podría tratarse de provocadores). Kotljer
era demasiado insignificante. Si la POT (la policía secreta en Noruega)
hubiese sido más eficiente habrían estado espiando las pláticas que tenía
en un nivel más alto. Esas pláticas eran políticas, y aprendí mucho que
podía ser utilizado para la paz.
Que estaba en contra de la política exterior imperialista de
Washington en aquel entonces, como lo estoy hoy en día, y contra la
política agresiva de la OTAN, seguramente lo sabían. Pero para su lógica
–parte genuina de la sicosis colectiva de la Guerra Fría- cualquiera que
estuviera en contra de Washington definitivamente estaba a favor de
Moscú. Estar en contra de ambos estaba más allá de su discurso. Y tener
contacto era el equivalente de ser un traidor potencial. Las implicaciones
de la vigilancia.

Tomemos uno más:

El Expediente Galtung. Doc. 23, página 31:

Martes 16 de mayo de 1967. Plepesjkin, el Primer Secretario de la Embajada


Soviética en Oslo, entró al restaurante Rennebarth y se sentó en la tercera mesa
contada desde la pared en la fila junto al ventanal hacia la puerta Rosenkrantz,
de frente a la puerta de salida. A las 12:02 hrs el Sr. X llegó a la mesa de Plepesjkin,
se estrecharon la mano y se sentó en la misma mesa justo frente al ruso.
Luego Plepesjkin preguntó si X sabía cuál era la actitud política de
Johan Galtung. A esta pregunta X respondió que Galtung era un hombre de
izquierda del Partido Laborista.

Como se mencionó, yo abandoné el AUF cuando el AUF fue inscrito de


forma colectiva a Pueblo y Defensa, y nunca más volví a ser miembro del
Partido Laborista. La aseveración sobre el Partido Laborista es una
calumia, que incluso se repite un par de ocasiones en los documentos que
conseguí de la policía secreta a través de mi excelente abogado. Imagino

108
Capítulo II.

que ha contribuido un poco al pánico que tenía el establishment vis-á-vis


el ala izquierda del Partido Laborista.

Uno más: El Expediente Galtung, Doc. 20, página 27:

Sábado 22 de mayo de 1965. Una reunión de la Asociación de Estudiantes


Noruegos. El principal orador esa tarde fue el profesor sueco Gunnar Myrdal.
A las 23:15 hrs terminó la reunión. Otras personas y yo abandonamos la
reunión en un automóvil con placa 13-95566, un Opel cuyo dueño es Johan
Galtung, Bjerkealleen 55.

Es algo casi cómico que se utilice el registro de automóviles para


verificar que las -en aquel entonces- cabezas de los Estudios de Paz
noruego y sueco se están reuniendo. Pero este acto de vigilancia
probablemente fue encargado por la SÄPO, hoy sospechosa de haber sido
un importante responsable en el asesinato de Olof Palme.

Uno más: El Expediente Galtung. Doc. 19, página 26:

Z, una fuente segura ofreció el día de hoy (9 de marzo de 1965) la siguiente


información: el Instituto de Investigación para la Paz es una sección del
Instituto de Investigación Social. Esta es una institución no-gubernamental
encabezada por Eric Rinde. El Instituto tiene entre 3 y 4 secciones diferentes. El
Instituto de Investigación para la Paz -tal como fue organizado y como es
dirigido hoy- no tiene conexión o contacto con las organizaciones comunistas
por la paz bajo el Consejo Mundial para la Paz. Johan Galtung es
caracterizado como excepcionalmente competente y del tipo independiente.

Por supuesto estoy muy agradecido por la caracterización de mi “tipo”


que se hace aquí, con dedicatoria a mis críticos en las diferentes alas
derechas: Ahí lo tienen. ¡Y de la policía que tanto quieren! Bromas aparte:
¿Qué tipo de tontería es esta? Nada era secreto sobre la organización del
Instituto de Investigaciones Sociales, todo era accesible con mucha
facilidad. Es un ejemplo típico de la sicosis colectiva. Que haya llegado a
través de una “fuente segura” ¿Un atractivo, inteligente y joven oficial
que habíamos invitado como colaborador? Confirma el método de
consecuencia citado líneas arriba, y la tontería sobre localizarme a mí
políticamente y además tan mal (yo era Verde antes de los Verdes). Estos
oficiales de la policía necesitaban terriblemente algo más que orientación
-¿qué tal un poco de sentido común?
Como el lector habrá entendido definitivamente llegado a este
punto: conseguí mi expediente secreto de la policía. Contra mis propias
predicciones, pensé que se protegerían a sí mismos con la referencia a

109
Juan sin tierra

“Las relaciones de Noruega con un Estado extranjero” –como lo hizo la


CIA cuando les solicité que me dieran lo que tenían sobre mí sobre la
base del Acta de Libertad de Información mientras que Suiza me dió el
expediente de inmediato. “Los documentos en el archivo estan ahora
desclasificados y pueden ser utilizados sin ninguna restricción”, es lo que
declararon entre otras cosas sobre mis propios artículos periodísticos
publicados. De 172 páginas hay 108 páginas con recortes de periódicos, y
aquí tengo que agregar que los archivos secretos de la policía sobre
“Galtung” son en buena medida mejores que mis propios archivos. Y
además un cumplido: los ataques en mi contra de varios rincones del ala
derecha son equilibrados, con dos excepciones, por mis propias respuestas.
No hay citas equivocadas, mis propias palabras están ahí, para lo que
puedan valer.
Hay incluso una pieza maestra de reporteo objetivo en la forma
de un memorando de 7 páginas del Personal de Defensa (Servicio de
Seguridad):

El Expediente Galtung. Doc. 28, página 38-44:

De una reunión el 20 de septiembre de 1968 entre representantes de la


Embajada Soviética y noruegos que tenían contactos cercanos con la invasión a
Checoslovaquia de agosto de 1968: “Galtung fue particularmente agresivo y
acorraló a los rusos poniéndolos contra la pared en repetidas ocasiones
durante la discusión. Como sea se moderó más conforme avanzó la tarde...

Los dos autores de este memorando luego se hicieron generales noruegos


para quienes yo tengo un respeto considerable: Bjørn Egge y Tönne
Huitfeldt. Habría sido interesante tener un reporte correspondiente de
parte de la policía secreta de las juntas correspondientes que sostuve con
los americanos, pero imagino que son más temerosos de esos debates.
Además, ¿la POT no espía a sus propios maestros, como la CIA?
¿Qué está escrito en las 172 - 108 = 64 páginas de “memorandos” y
“notas”? ¿Además de espionaje en restaurantes? Ocho páginas son
registros de mis actividades de viaje a países del Este, solicitudes de visa
y pasaporte, recogidos en cooperación con la policía fronteriza holandesa
y finlandesa. Dieciséis páginas son sobre rusos que solicitaban una visa
y/o estaban de visita. Algunas palabras sobre algunos de ellos: Shtromas,
el hijo del Secretario de Partido en Lituania, se hizo un disidente
importante que utilizó los derechos humanos como palanca contra el
régimen soviético (yo hice exactamente lo mismo); Bestuzhev-Lada se
convirtió más tarde en la cabeza de la Universidad a Distancia en la
Nueva Rusia; Morozov dio tal vez una impresión más genuina como un

110
Capítulo II.

estalinista agresivo que como un fácil neoliberal, y Osipov era el


sociólogo que había sobrevivido a todo. Todos tenían una cosa en común:
Querían ser influenciados en lugar de influenciar. Necesitaban apoyo
político, aunque tal vez por encima de todo necesitaban apoyo sicológico.
Y lo consiguieron. ¿Entendería la policía noruega ese tipo de cosas?

En un memorando (Doc. 27, páginas 36-37):

Galtung ha trabajado bastante para conseguir el arribo de sociólogos


soviéticos a Noruega, pero sin duda ha tenido bastantes desilusiones.

Gracias por esta caritativa consideración. Pero de hecho fue bastante


simple y rindieron mucho, incluso si la gente encumbrada que
conseguimos para Noruega habría preferido visitar a los Estados Unidos
en lugar que a un país cliente menor. Quisiera mencionar algo sobre las
“dos excepciones” mencionadas líneas arriba.
La primera fue a lo que se refirieron como “deslealtad” en
Moscú de agosto de 1954 cuando, siendo un estudiante, me desempeñé
como vocero para una cooperación en asuntos muy concretos con la
Organización Oriental de Estudiantes (Unión Internacional de Estudiantes -
IUS) que la organización estudiantil oficial noruega había abandonado
(yo mismo era miembro de la mesa directiva cuando la decisión fue
tomada en 1950 y fui partidario de esa decisión). La policía secreta era
incapaz de comprender el punto principal. ¡Los estudiantes noruegos
estaban organizados exactamente del mismo modo que los estudiantes en
el Este! La membresía en la unión de estudiantes era obligatoria, y el
liderazgo era designado desde arriba. No había democracia contra la cual
ser “desleal”.
La segunda fue una reunión en Copenhagen contra la OTAN y
un posible ejército de la CEE en junio de 1973, en donde había hablando
sobre la “estigmatización de oficiales” si Noruega se unía a la CEE y el
ejército de la CEE intentaba defender el régimen del apartheid en Sudáfrica.
Este contexto en particular –Sudáfrica- fue eludido en lo referente a esa
declaración por la POT y por los medios de comunicación noruegos.
¿Conseguí todos los documentos? No lo sé. Dejé Noruega en el
verano de 1977. Después de eso solamente hay cuatro documentos, y la
policía secreta admite que fueron obtenidos y utilizados en contra de las
órdenes recibidas. Hubo una comisión oficial que revisó el asunto,
aunque no revisaron en el área de cooperación internacional entre servicios
secretos. La policía secreta suiza me ha estado espiando desde 1962
(desde una participación en una conferencia en Accra contra las armas

111
Juan sin tierra

nucleares, organizada parcialmente por una de las personas más espiadas


en Suiza, un comunista suizo). Desde 1985 he vivido principalmente en
los Estados Unidos y en Hawai así que el FBI/CIA pudo haber tomado el
control por encima de la policía noruega deshabilitada para hacer cualquier
cosa. En noviembre de 1977 las instrucciones de la policía secreta
definían que “no se podía obtener información sobre la base de
membresía en organizaciones políticas o en actividad política por sí
sola”. Eso los deja libres para sentarse en un montón de documentos
recolectados por sus socios en cooperación. Y desde Mayo de 1966
cuando el reporte de la comisión fue despejado por el Parlamento, la ley
dejó de ofrecer “el derecho de inspección” –de lo que está haciendo la
policía secreta.
Uno de los 50 documentos en mi archivo es una lista de
documentos que deberían estar en mi archivo, pero que comprende ¡70
documentos! De estos 8 están destruidos, y 13 dan la apariencia de haber
sido retirados. Existe un traslape considerable con los que obtuve, pero 9
de los 50 no están en la lista de los 70. ¿Un trabajo torpe? O algo peor,
¿como esos ruiditos en el teléfono? ¿Y que hay de esos tipos que en
silencio toman notas durante las reuniones?
Al final termino con emociones encontradas.
Hay algo irremediable en todo el asunto. Su luz guía, “el amigo
de la Unión Soviética” que tiene contacto y contactos, es algo que es
alimentado por una figura de la Segunda Guerra Mundial: “la persona
amistosa con los alemanes”. El síndrome del traidor está cerca. Pero el
mapa refleja el terreno bastante mal. Yo formulé una crítica muy dura
contra la Unión Soviética y fui atacado muy duro por el diario comunista
en Noruega, Friheten. En una reunión en Orientering, el órgano de la
Tercera Vía, se me alentó a escribir un artículo crítico sobre Cuba. Mis
comentarios sobre China reporteaban las profundas contradicciones en el
país, las contradicciones que más tarde, en 1989, afloraron del todo.
Pero todavía era tratado como un traidor potencial. Kotljer y yo
no actuábamos de ningún modo conspirativo, nos reuníamos abiertamente en
restaurantes abiertos. La policía era la de la conspiración. Ellos eran los
que se sentaban en un automóvil tomando sus fotografías, jugando a la
caza de espías. El recorte de los diarios les dio mucho material, llenando
los bordes con declaraciones que contradecían sus opiniones sobre el
mundo. Pero en lugar de cancelar la vigilancia continuaron, incluso
contra sus propias instrucciones, probablemente por inercia burocrática.
Así que ¿por qué no sencillamente lo veo como un asunto
irremediable, sencillamente como unos policías haciendo su trabajo
rutinario, enviando cartas al extranjero (me pregunto a quién) sobre mí,

112
Capítulo II.

escritas en un inglés extraño? ¿Por qué no simplemente darles la mano en


un acto de reconciliación y decirles: “Yo sé que pude haber sido una
provocación para ustedes, y que por eso hicieron ustedes su trabajo, eso
es todo”? Verdad y reconciliación.
No. En primer lugar, a mí/nosotros solamente se nos ha enseñado
una pequeña esquina de la verdad, la verdad que se supone debe ser la
base de la reconciliación. Segundo, esto se refiere a algo mucho más
serio que el manejo de una relación emocional entre el sujeto y el objeto
de la vigilancia.
Noruega ha ratificado las convenciones de derechos humanos y
ha construido sobre esta base la ley noruega. La libertad de expresión, de
asamblea, y la libertad de movimiento son derechos humanos fundamentales.
Todo el material que habían recolectado se refiere exactamente a
actitudes y sus expresiones, en escritos y discursos, en reuniones y
organizaciones (fui candidato en las elecciones municipales el 28 de
septiembre de 1959, en la lista de los independientes, y en los hechos
conseguí la mayoría de los votos; participé en las reuniones editoriales
del Orientering, y ellos reportearon mi participación con el Transnational
Institute en Ámsterdam, una reunión de socialistas en Bruselas contra la
Comunidad Económica Europea en marzo de 1972), y viajes. Todo esto
es legal, el tipo de material del que supuestamente está hecha la
democracia. El derecho de expresión, el derecho de asamblea.
Pero rompieron sus propias leyes al registrar, y por lo tanto
criminalizar, exactamente aquello que establecen las convenciones de
derechos humanos como libertades sagradas. La objeción de conciencia
tiene raíces legales en Noruega. La seguridad, la defensa y la política
exterior no están exentas en este debate, aún si la mayoría de los medios
de comunicación se comportan como si ese fuera el caso. La democracia
sin debate es algo vacío.
Acepto que ellos tenían el derecho y el deber de reaccionar
cuando tuve contactos con un oficial ruso que era un espía (la primera
ilustración líneas arriba). ¿Pero es el espionaje amateur el método? ¿Qué
hay de una llamada de advertencia diciendo: “Galtung, sabemos que vas
a reunirte con Kotljer en Bagatelle el día de hoy, te das cuenta que...”?
Mi número telefónico estaba en el directorio.
Esto habría sido adecuado para prevenir, incluso impedir algo
que algunas personas podrían pensar que conduciría a actos ilegales, y a
una posterior intervención, no antes de que se hubiese cometido este acto.
En otras palabras, cuando ya era demasiado tarde.
Pero imagino que pescarme era más importante que prevenir
flujos de información desde Noruega hacia la Unión Soviética y/o de la

113
Juan sin tierra

Unión Soviética a Noruega. Por supuesto criminalizaba el “ser una


persona sobre la que se espía”. Y mucha gente comenzaría a susurrar
“probablemente tienen algo contra él”. Otros tomarían nota de en dónde
están los límites de la libertad de expresión, asamblea y movimiento, no
en cuanto a lo legal sino en cuanto a lo legítimo, para poder permanecer
con seguridad en el lado legítimo de la raya. Por esa razón se hace
importante limitar el derecho de acceso a los archivos de uno mismo,
concediendo por lo tanto a la POT algo cercano a la vida eterna.
¿Y cómo funciona esto en “alguien como yo”? Esto estuvo
carcomiendo mis tripas. Era agotador y terminó siendo una de las razones
por las que abandoné mi propio país. Es mucho peor el ser espiado por la
gente de uno mismo, “aquellos que deberían saber más, que deberían
saber quien soy”. Qué ingenuos. La policía estaba trabajando también para
una potencia extranjera y probablemente tenía una cuota de espionaje que
llenar para poder promover la polarización. Y servían a las partes que
dirigían a Noruega en aquel tiempo, el Partido Laborista y el Partido
Conservador, y a sus lazos con esa potencia extranjera, y a los intereses
del capital en cuanto a destruir a la oposición “comunista” en los
sindicatos y el partido. Un país en el que algunas personas con un solo
conjunto de opiniones tiene acceso a la policía y la pueden utilizar para
espiar a quienes tienen otro conjunto de opiniones no es una democracia.
Ese es un estado policial. Su nombre: Noruega.

Estudios del desarrollo y desarrollo

Desde el inicio el PRIO (Instituto de Investigaciones para la Paz, Oslo) se


acercó a los problemas del desarrollo a través de nuestro proyecto en
Kerala conducido por Arne Martin Klausen quien más tarde se convirtió
en profesor de campo. La intención original era explorar cualquier
posible efecto en construcción de la paz de este vínculo particular entre
donador y receptor de asistencia técnica, pero la problemática de
desarrollo se hizo sentir de forma muy clara. Y aquí la mesa estaba ya
puesta. Una enorme cantidad de investigación estaba disponible.
Paz y desarrollo son parientes muy cercanos. La amenaza a la
paz es la violencia directa y produce muerte, la amenaza al desarrollo es
la violencia estructural y produce miseria. Ambos son insultos a las
necesidades humanas básicas, y la tarea principal en la investigación era
por supuesto comprender estas necesidades. La peor aproximación era la
de los filósofos y sicólogos que se sientan en sus escritorios para hacer
listas de esas necesidades. ¿Por qué no mejor preguntan a la gente?

114
Capítulo II.

En 1978 yo era el líder del proyecto de investigación para el


desarrollo más grande de la Universidad de las Naciones Unidas en
Tokio: “Metas, Procesos e Indicadores del Desarrollo”, el propósito del
cual era explorar las metas, los procesos alternativos y cómo la gente
podía decir si se encontraban en el sendero correcto o no. En el centro de
estas metas estaban las necesidades básicas. Y nuestro instrumento de
investigación era el diálogo con la gente en todo el mundo sobre el tema.
“¿Qué es este algo indispensable, más allá de cualquier negociación en
términos de costo-beneficio o intercambio?” Supervivencia, bienestar
físico, identidad y libertad emergieron como respuestas relativamente claras.
La siguiente pregunta era: “¿Cómo se ve una sociedad con la
capacidad de satisfacer las cuatro y cómo llegamos a esa sociedad?”.
Identificamos buenas cantidades de sabiduría entre la gente común.
Arriba en la sociedad el aire se hacía más delgado. Las necesidades básicas
dejaban su lugar a “sistemas” deshumanizados, en términos absolutos y
relativos, y a un cínico “crecimiento económico” –incluso si se perdían
vidas en una miseria mayor de la que se había tenido nunca, incluso si la
identidad se erosionaba porque los valores de otras culturas les eran
impuestas. Y la libertad era solamente para una pequeña clase en la
cumbre del Estado y el capital. Pero el liderazgo de la Universidad de las
Naciones Unidas estaba relacionado de forma muy cercana con esa clase.
Lo que produjimos nunca fue publicado, y el resultado fue una ruptura en
la relación para conquistar nuevamente libertad académica.
La paz implica asegurar las necesidades básicas, el desarrollo es
lo mismo. En otras palabras, estamos tratando con dos lados de la misma
moneda. En la problemática de la paz la pregunta es ¿cómo detenemos la
violencia letal, destructiva?; en la problemática del desarrollo la pregunta
es ¿cómo eliminamos las estructuras que cada día muelen su producto,
una miseria que también conduce a la muerte (los 100,000 que mueren
todos los días)? y luego ¿cómo reemplazamos estas estructuras con otras
estructuras?
Además de la supervivencia y el bienestar están las otras
necesidades no-materiales, no-somáticas de la libertad y la identidad.
Durante la Guerra Fría la gente corta de miras redujo el problema a los
rojos, presumiblemente, la negación de la libertad y la identidad. Y
algunos de ellos eran de la opinión de que “mejor muerto que rojo”.2
Otros lo ponían a la inversa. Ambos olvidaron que el punto clave sobre
las necesidades básicas es que no pueden ser intercambiadas, sustituyendo a
unas con otras. Además de esto también olvidaron algunos otros colores

2
De la expresión anglosajona Better death than red (N. del T.)

115
Juan sin tierra

políticos como el café, el negro y el azul obscuro de la economía neo-


clásica, tal vez, la más peligrosa de todas, al negar todo tipo de necesidades
básicas para las mayorías. Ni muerte, ni miseria, ni rojos, etc. Lo que se
hizo fue mostrar la guia para el camino hacia un programa de investigación.
Un artículo escrito en 1970, “Una teoría estructural del
imperialismo”, mostró los paralelos entre las formas de violencia
estructural existentes entre los de azul obscuro y rojo obscuro. El artículo
se hizo muy popular precisamente porque se manejaba en ambas pistas.
Ese paralelismo era relativamente obvio si la investigación para la paz y
el desarrollo eran anclados en necesidades fundamentales, y el lector
puede nuevamente sentir el impacto del tanto-como/no-ni que aprendimos en
el jardín de niños. El artículo fue un éxito también porque el momento en
el que apareció era adecuado. Ambos imperios se habían revelado como
productores de Vietnams y Gulags. Conozco a mi población occidental:
si los Estados Unidos hubieran “ganado” y hubiesen sido capaces de
camuflar toda la guerra como una “intervención humanitaria” entonces
ese artículo no habría estado en la lista de lecturas obligatorias en un gran
número de universidades.
Mi axioma básico del desarrollo era como sigue: máxima
prioridad a aquellos cuyas necesidades han sido más insultadas. Y sigo
sobre esa base al día de hoy. Y conozco a muchos investigadores que
creen en la democracia, pero no tantos que quieran tomar la guía sobre
cómo la gente en sí misma concibe sus propias necesidades. Ese debería
ser un diálogo permanente.
Cuando dejé la Universidad de Oslo en 1977 como profesor de
Estudios de Paz, mi siguiente trabajo fue como profesor de Estudios del
Desarrollo en la Universidad de Ginebra, cinco años, con estudiantes de
todo el mundo. Junto con mi amigo Roy Preiswerk, profesor y director
del instituto, estuve trabajando en el papel de la cultura en la definición
de los indicadores de desarrollo; y particularmente en el eslogan utilizado
por Occidente para esconder su imperialismo cultural: modernización (en
los ochentas ese término también fue utilizado para encubrir el
armamentismo). Mi investigación en la cosmología, el principio de la
investigación en la cultura profunda, apareció de lleno y se convirtió en
un tema de conferencias, además de todas las estrategias posibles para
poder asegurar la satisfacción de necesidades básicas.
Una estrategia era la asistencia al desarrollo o “cooperación”, como
le llaman cuando las élites están pensando en hacer planes por encima de
las cabezas de la gente, erosionando la base de su sustento, construyendo
presas, haciendo aparecer arroz fuera del suelo y a los peces fuera del
océano, siendo ambos demasiado caros para la gente común, para luego

116
Capítulo II.

avanzar haciendo una moneda común la exportación de los “excedentes


alimenticios”. Fascismo estructural, en otras palabras, sacrificando a la
gente por sus propias metas. ¿Pero no tiene esto de todas formas un
efecto constructor de paz entre las élites, regresando a ese problema?
¿Podría ser que ese ejercicio de arriba hacia abajo, como sea, fluye en
dirección de la paz?
Cuando fui consultor de la UNESCO en Tokio, 1968, en un
estudio sobre el papel de la educación en el proceso de industrialización
de Japón, encontré una respuesta en una de las mejores novelas de la
literatura mundial, Kokoro de Natsume Soseki (The essence of the
matter). El maestro, sensei, dice a su discípulo: “La memoria de que alguna
vez estuviste sentado a mis pies te perseguirá y con amargura y
vergüenza desearás humillarme y degradarme. No deseo tu admiración
hoy porque no quiero tus insultos el día de mañana”.
Supongo que es innecesario agregar que sé de lo que está
hablando Soseki, y he intentado lo mejor que he podido no comportarme
de este modo respecto de la gente que yo mismo he admirado. Occidente
lanzó su colonialismo como un proyecto gigante de educación. Lo mismo
hizo Japón. Ambos cosecharon insultos, incluso odio. Esto en general no
tiene un efecto constructor de paz. Y esto también aplica a ese hijo
genuino del imperialismo económico y las misiones cristianas: la asistencia
al desarrollo.
Es fácil ver lo que giraría toda esa empresa hacia una dirección
más positiva: convertir la asistencia al desarrollo en algo recíproco. Los
países ricos también tienen problemas –la violencia creciente, la intolerancia
relativa al Otro, sentimientos de vacío, de normas morales perdiendo su
control sobre nosotros- y preguntando al mundo cómo pueden ayudar.
¿Estamos dispuestos a recibir cualquier ayuda, o consideramos eso como
degradante? Si ese es el caso ¿podría ser que también esto vale para los
demás? Tal vez la condición de éxito es que ambos lados se encuentren
en ambos lados de la asistencia, significando que ya no se trata de ayuda,
sino de reciprocidad, ¿como en una buena amistad o en un matrimonio?
Sugerí esto en Propuestas Noruegas para la Paz en 1964 y en
seminarios y conferencias antes y ciertamente después. Algún día llegará,
no solamente dentro del marco de la ONU sino también bilateralmente.
Sugerí esto tan fuertemente como pude cuando tuve la palabra final en un
diálogo en una reunión cumbre de la UNESCO sobre educación para los
adultos en Hamburgo el 18 de julio de 1997, encabezada por Boutros
Boutros Ghali. El aplauso fue particularmente elocuente. El mundo
entero ha tenido y está teniendo experiencias todo el tiempo, así que
permítaseles fluir en todas las direcciones, compartamos. La factura

117
Juan sin tierra

monetaria para ese flujo de experiencias la podemos pagar nosotros los


países ricos. Pero no seamos tan estúpidos que nos permitamos a nosotros
creer que podemos tratar a los demás de un modo diferente del modo en
que a nosotros mismos nos gustaría ser tratados.
Por otro lado, en la primavera de 1971 era profesor Visitante en
la Universidad de El Cairo, ofreciendo un seminario sobre el conflicto
palestino-israelí. El resultado de ese seminario fue un artículo en donde
se argumentaba una solución de dos Estados, prácticamente desconocida
en aquel tiempo –solución hoy “retrasada”, por decir lo menos. Un
profesor egipcio de derecho internacional pidió permiso para traducir el
artículo al árabe, y hasta donde tengo entendido se imprimieron de él
100,000 copias (0 en hebreo, aunque son muy buenos para leer en inglés).
Fue discutido a todo lo largo y todo lo ancho en todo lugar posible e
imposible, y posteriormente vinieron un gran número de conferencias.
El nombre del profesor egipcio era Boutros Boutros Ghali.
De regreso al desarrollo. Otros y yo pudimos introducir
dimensiones sociales, políticas y culturales y hablamos de desarrollo en
la naturaleza, en los seres humanos, en las sociedades, en el mundo.
“Sustentable” no fue, a decir verdad, algo nuevo; la palabra que, por lo
menos, había sido utilizada en su lugar era “reproducible”. Como sea, sin
importar cómo era definido el “desarrollo”, la economía como una
disciplina -y el sector empresarial como un actor- eran algo central. La
moraleja de la historia es igualmente clara. Había estado estudiando la
economía por varios años y había tratado de encontrar por qué la
economía conduce a estrategias que hasta este punto eliminaban a las
necesidades básicas, quería hacer algo de trabajo en economía alternativa.
Para hacerlo, como sea, deseaba tener contactos cercanos con el mundo
empresarial para poder comprender mejor cómo pensaban y actuaban.
Tradicionalmente la gente políticamente de izquierda tiene mucha
ansiedad sobre el sector empresarial, considerándolo como algo sucio. Y
aquellos en la derecha también se alejan de los negocios porque los
negocios, se supone, crecen y están mejor en libertad, incluyendo la
libertad de estar lejos de ojos escrutadores.
Hubieron muchos comentarios negativos de la izquierda cuando
me convertí en consejero y conferenciante en globalización económica
para dos de las corporaciones transnacionales más grandes, IBM y Shell,
en sus centros de entrenamiento en Bruselas, en Armonck (Nueva York)
y en Londres. Cuatro o cinco veces al año para cada una de ellas, por un
periodo de 10 años. Una clase típica era el tener frente a mí a 25
directores de las compañías hijas provenientes de 20 países alrededor del
mundo, y discusiones muy emocionantes. Un par de veces fueron seminarios

118
Capítulo II.

con el más alto nivel de las compañías, fue algo menos excitante, y tal
vez también, algo un poco más duro. La razón por la que me conservaban
como profesor se puede expresar del siguiente modo:

- Imagino que comprende, profesor Galtung, que para nosotros en algún punto no
es suficiente escuchar pláticas sobre curvas de oferta y demanda que se
intersectan en un pizarrón. Necesitamos saber qué es lo que de verdad está
ocurriendo en el mundo, y sus predicciones tienen una tendencia a convertirse
en realidad.

Con economistas con predicciones razonablemente precisas como mis


competidores, no era difícil cumplir con la expectativa en el entendido de
que ellos siempre omitían el contexto, las conexiones con otras
dimensiones, los efectos secundarios.
Cuántas veces habré escuchado en altos niveles empresariales lo
siguiente:

- Me estoy acercando a los 60, y mi hija me dice exactamente lo mismo que


usted, Galtung, algo sobre las necesidades básicas y los seres humanos. Yo
quisiera hacer algo relevante por la gente que sufre esta angustia. Pero esta
compañía no me ofrece ninguna oportunidad de hacer eso, lo único que les
preocupa son las gráficas, las gráficas rojas, las negras.

Escribo estas líneas cuatro días antes de salir hacia Londres para una
charla junto con otros especialistas en economía alternativa para empresarios
y sobre empresas, paz y desarrollo. Hay un poco de trabajo detrás de ese
tipo de actividad, vamos a tener talleres, diálogos, eventualmente, con el
Foro Económico Mundial en Davos. Así que veamos. Estamos cerca del
núcleo del desarrollo.
Más tarde en la década de los ochenta devine en profesor
Visitante y Honorario de la Facultad de Economía de la Universidad de
Witten/Herdecke en Alemania, en economía global y economía corporativa.
Increíblemente excitante intelectualmente, desde un ángulo humano era
algo simplemente único. En 1991-1992 ofrecí cursos en economía alternativa
en cuatro universidades. Hawai dijo: “nuestros economistas son de algún
modo monopolistas y están nerviosos. ¿Podría llamarlo ‘aspectos
económicos de la paz y la guerra’?” Berna dijo exactamente lo mismo.
Saarbrücken dijo: “Bien, tomaremos ese curso y tendremos un examen en
lo que está usted enseñando agregado a la economía tradicional centrada
en intercambios y optimización”. Witten/Herdecke dijo: “¡Lo que usted
hace es a lo que se refiere por economía!” El Decano, Ekkehard Kappler,
se hizo uno de mis mejores amigos, un verdadero pionero.

119
Juan sin tierra

Mi libro está retrasado, pero el titulo es indicativo: Economics in


another key: An introduction to nonkilling economics.
Algún conocimiento de los Grandes Negocios es útil. Para mí
esto comenzó en 1958 como un consultor de muy bajo nivel para la Ford
Motor Company. La tarea era verificar si la gente joven en su camino
hacia arriba en el mundo compraría un Ford Edsel como deseaba la
compañía, y encontramos que el automóvil era comprado por gente
mayor en su camino hacia abajo. Por mucho encontré los diálogos con la
gente de alto nivel empresarial más interesantes que con los economistas
neo-clásicos, tal como los diálogos con los militares son más gratificantes
que con los “expertos en seguridad”. ¿Por qué? Porque los economistas y
los expertos en seguridad no han descubierto todavía que hay seres
humanos en este mundo. Viven en y por los sistemas. Los empresarios y
los militares están más cerca de la humanidad y a la realidad.
Esto me da algo de esperanza como una persona de paz, pero no
como una persona universitaria. Ahí la única posibilidad es que la
economía gradualmente ceda el paso a una disciplina que pone las
necesidades básicas en el centro, en la posición clave, y que sea capaz de
“internalizar las externalidades”, dando a los efectos secundarios y a las
causas secundarias un estatus completo, y dignidad.
Y me viene a la mente una vez más la pintura gigante en la
antesala de Kwame Nkrumah en Accra cuando fui llamado para una
audiencia en 1962 en conexión con una conferencia contra las armas
atómicas. Nkrumah estaba rompiendo las cadenas del imperialismo y
personas pálidas, verdosas, escapaban.

- de uno de ellos volaban billetes de libras y dólares.


- el segundo perdía una Biblia en el camino.
- el tercero perdió un libro de texto en antropología.

En aquellos días la economía era vista como liberadora. Luego llegó el


retroceso de la economía neo-clásica/neoliberal. Los libros que una cuarta
persona en la pintura habría perdido.

Estudios del futuro y el futuro

¿Cómo me involucré en los hechos en este campo? Creo que todo


comenzó como una pregunta, una invitación a dar una conferencia sobre
el futuro. Una solicitud demasiado original como para venir de una
universidad o de quien sea en el Estado o de parte del capital aunque
ciertamente eso vino después. Esta solicitud llegó de aquellos entre nosotros

120
Capítulo II.

que tienen más futuro, de gente joven, de una sociedad estudiantil de


nivel medio superior. Después de eso de algún modo los rumores se
esparcieron y fui enviado de una asociación estudiantil a otra a principios
de los sesenta. Básicamente es una cuestión de aceptar los retos que salen
al paso. No estaba planeado; sencillamente lo encontré interesante.
El futuro da más juego a la imaginación porque hasta el día de
hoy no ha producido ningún dato; los datos emergen de la delgada línea
entre el futuro y el pasado. Mi tesis, más bien obvia, es que la investigación
basada en los datos da mucho peso al pasado. También necesitamos
investigación para el futuro, a través de predicciones, de tendencias y
eventos, mediante la construcción de las normativas, utilizando el futuro
como una gran lona en la que podemos proyectar nuestros deseos,
basados en valores y en nuestras teorías de cómo funciona el mundo. Y
por supuesto también la pregunta política: ¿Cómo se puede hacer algo
sobre esas curvas basadas en datos y teoría, y en las líneas que plasmamos
hacia el futuro como predicciones, de tal forma que podamos llegar más
cerca de los valores y los deseos fundados en la teoría que tenemos?
¿Pero es eso de verdad investigación? ¿No está demasiado lleno
de valores y es además es muy especulativa? Sí, estamos tratando con
valores, y su posible realización. Lo que lo hace investigación es nuestra
habilidad para poner los valores con claridad sobre la mesa, y nuestra
habilidad para evitar permitir que nuestros deseos influencien nuestros
descubrimientos. Si el investigador cree o no en estos descubrimientos es
de hecho irrelevante. Es sobre el futuro sobre lo que queremos hacer
algo, por ejemplo, a través de la exploración de la posibilidad de
combinar el crecimiento económico con la distribución económica. Los
malos investigadores son aquellos que no tienen conciencia de sus
propios valores y que por esa razón están tratando de guiar los resultados
todo el tiempo al renegar de las alternativas. En breve, la extrapolación
tecnocrática ordinaria de tendencias.
Esto fue en los años sesenta. El año mágico, el 2000, el Y2K,
estaba muy lejos todavía. Esto se hizo nuestra plataforma. Imágenes del
mundo en el año 2000 comenzaron a tomar forma.
Humanidad 2000 fue el nombre de la organización fundada por
uno de los seres humanos más interesantes que he conocido en mi vida:
Robert Jungk. Un periodista por la gracia de Dios (Hiroshima, Séller als
tausend Sonnen), artista, investigador B futurista. Él y yo no nos
preocupábamos sobre si lo que hacíamos era “reconocido” como
investigación. Él era unos años mayor –el futuro, la paz y el desarrollo
eran nuestros intereses y valores comunes. Vaya amigo, qué regalo, una
amistad cercana por toda su vida.

121
Juan sin tierra

En septiembre de 1967, organizamos en Oslo, la primera


conferencia en estudios del futuro en todo el mundo, agradablemente
inaugurada por un ministro de un gobierno “burgués”, Helge Seip. A esa
conferencia habíamos invitado también a algunos muy agradecidos
investigadores del Este. En sus países, el presente no era tan fácil de
discutir, el pasado era también problemático. Pero por algunas razones el
futuro era menos sujeto a censura. Hay mucho material interesante en el
marxismo, tanto predictivo como prescriptivo, y los estudios del futuro
funcionaron bien como un punto de encuentro entre el Este y el
Occidente durante la Guerra Fría.
Pero no era fácil disponer de marxistas convencidos en Moscú y
lugares similares. Los encontramos en los Estados Unidos. En ese país
encontramos una fe materialista en la tecnología como una fuerza motriz
de la historia, capaz de quebrar todas las formaciones sociales. La única
cosa que faltaba (como siempre en la ciencia social estadounidense) era
la perspectiva de clase. Su método era claro: hágase una lista de posibles
innovaciones, utilícense expertos dentro de estos campos como oráculos
y háganse predicciones respecto a cuándo llegarán estas innovaciones (y
entonces los productos podrán ser comercializados, el así llamado,
método Delphi) –y entonces sabrás qué es lo que ocurrirá. La idea
subyacente era una sumisión ciega a la tecnología y al capital, el “espíritu
de los tiempos” como a veces se le denomina con ingenuidad en los
medios de comunicación conservadores. Yo utilicé sus publicaciones
para poder predecir sus predicciones.
Jungk y yo teníamos una aproximación totalmente diferente.
Para mí la pregunta principal era cómo se desarrollarían las necesidades
básicas, y cuáles tecnologías se necesitarían para satisfacerlas, en otras
palabras, considerando las necesidades de la gente como la fuerza motriz
de la historia, no la fascinación por las élites. Bob se aproximó a estas
tareas con su propio y brillante método: talleres sobre el futuro alrededor
del mundo, particularmente con aquellos con un mayor futuro frente a
ellos, la gente joven por cientos, en grupos de trabajos. ¿Qué queremos?,
¿qué creemos que ocurrirá?, ¿qué tenemos que hacer para que lo que
queremos sea también lo que ocurrirá? Bob inspiraba una impresionante
conciencia sobre el futuro y una poderosa fe de que podemos crear el
futuro, no solamente ir a la deriva en los ríos de “los tiempos”.
Como un científico social yo tenía una metodología simple pero
útil: un estudio gigantesco de Gallup. En diez países –ocho de ellos en
Europa, luego Japón y la India- 9,000 personas entrevistadas, 200 preguntas
realizadas en 1969 sobre la imagen que tenían del mundo en el año 2000,
qué es lo que pensaron que pasaría y qué deseaban que ocurriera. 1.8

122
Capítulo II.

millones de respuestas. El análisis de todo eso por poco mata a los diez
equipos de investigadores (y al director de la investigación). Pero el libro
fue publicado, Images of the World in the Year 2000, editado por el
incansable e increíblemente sabio Håkan Wiberg, el excelente sociólogo
polaco Andrzej Sicinski (quien más tarde se hizo Ministro de Cultura en
el gobierno Solidarnosc), el coordinador del Centro Oriente-Occidente de
Ciencias Sociales, Helmut Ordnauer de Viena, quien era el responsable
de la compleja logística del proyecto y yo mismo.
Y ¿qué fue lo que encontramos? Formulado en una sola frase:
entre más desarrollado es el país en términos técnicos-económicos, más
pesimista es su visión de ese tipo de desarrollo y es más escéptico
respecto a la investigación. Esto fue antes del elitista Club de Roma, pero
con alguna influencia de las revueltas juveniles de 1968. La gente
predecía el desempleo, la miseria, los narcóticos, la disolución de las
familias; predecía que la gente sería menos amable entre sí, que habría
más desigualdad. ¿Y qué es lo que querían? Querían paz, pero no esperaban
que la consiguieran. Lo que no querían fue lo que consiguieron; lo que
deseaban nunca se les cumplió. La mayoría de los países se convirtieron
en, así llamadas, democracias.
El año 2000 llegó y se fue. La predicción más bien apocalíptica
en una sociedad gobernada por la tecnología de la información, con tres
ceros en el número del año, el colapso del sistema de datos, no se
cumplió pero demostró de forma bastante sencilla ser una tontería. Más
bien, la transición al nuevo milenio fue un triunfo enorme de la tecnología
china. Fuegos artificiales por todos lados, estrellas, soles, ruedas y
cohetes, y al final de todo, un montón de cenizas y un montón de basura.
No fueron capaces ni siquiera de organizar un encuentro televisivo esa
noche entre los líderes espirituales del mundo, un Papa anti-comunista
que se convirtió en el vocero del diálogo, un muy agradable y no-violento
Dalai Lama, el infatigable pionero por la paz, Daisaku Ikeda, líder de otra
forma de budismo, Soka Gakkai con 11 millones de miembros en 156
países, un musulmán, un hindú. No es obvio que los protestantes tendrían
a alguien a quien elevar en esta reunión –tal vez, fue esa una de las
razones por las que este encuentro no tuvo lugar. Pero afortunadamente al
menos nos salvamos de una miserable asamblea de políticos de alto nivel
con la que con frecuencia tenemos que lidiar.
Nuestro grupo de investigadores se reunió una vez más, y nos
sentamos con tres pilas de datos frente a nosotros: las imágenes de la
gente sobre el año 2000 como fueron depositadas en nuestro estudio, toda
una biblioteca de libros de élite sobre el mismo tema, y lo que ocurrió en
realidad. Es interesante la comparación porque es muy claro que la gente

123
Juan sin tierra

común atinó mucho mejor que la OCDE, Herman Kahn y otros expertos.
El resto lo pueden leer en un libro publicado como un número especial de
la revista especializada Futures.
¿Qué hay del Club de Roma? El libro The limits to Growth
escrito por Donella Meadows et al. fue importante. Pero no hay ninguna
perspectiva de clase en ese libro. Como todos sabemos, hay quienes son
más y menos golpeados por la degradación económica, incluso por los
desastres. Un mensaje en un libro es siempre precisamente, sobre qué
cosa no está hablando ese libro. Ese era un libro para y por la clase
media. La clase alta siempre puede escapar, y la clase baja ha tenido
siempre el agotamiento de recursos y la contaminación de su ambiente
como su punto de referencia. Pero el libro tuvo sus efectos como un
modo aceptable de hablar sobre el capitalismo, incluso como un modo de
cambiar la atención lejos de la miseria de la gente y hacia el sufrimiento
de los pandas y su preservación. Es innecesario decir que cuando se me
acercaron en 1971 queriendo que yo me uniera a su club decliné la
invitación. El futuro es para todo el mundo, no algo para ser colonizado
por las élites.
Mi propia contribución a la primera conferencia en Oslo en 1967
era sobre el futuro del sistema internacional, escrita en Uganda ese mismo
verano. En ese artículo tenía una visión y una predicción muy concreta.
La visión era que nos íbamos a mover hacia una sociedad basada
en la comunicación y en el transporte, con una disolución de las fronteras
clásicas. Llamé a esa sociedad “neo-moderna”, y la expresión que 20 años se
hizo aceptable fue “posmoderna”. Hay algunos detalles en ese artículo
que se corresponden relativamente bien con lo que ocurrió en la realidad.
Pero por supuesto, no me referí a ella como “sociedad de la información”
–nunca había experimentado tanta desinformación como ahora. “Sociedad
computarizada” sería una caracterización inobjetable.
Pero luego teníamos una predicción muy concreta, que los países
de la OPEP pronto incrementarían el precio del petróleo –indiqué como
límite superior el precio de la gasolina sintética. Recuerdo que mencioné
esto en un seminario para los líderes del Ministerio de Asuntos Exteriores
Noruego. El ánimo era sombrío, no debido a la reflexión sobre los
precios del petróleo, sino debido a la pena que causaba mi decadencia
intelectual: “Pero Johan, debes entender que algo así jamás ocurrirá.
Todos sabemos que los árabes son incapaces de cooperar” un aspecto que
con claridad calificaba a esa persona para convertirse en el Ministro de
Relaciones Exteriores del país. Bueno, acepto que la política es algo
diferente a estar paseando y estar en lo cierto. ¿Pero esto no podría
significar el derecho a estar equivocado todo el tiempo también?

124
Capítulo II.

Para la segunda conferencia en investigación sobre el futuro en


Kyoto en 1970 mi contribución fue los estudios normativos del futuro,
sobre una comunidad pluralista del futuro. Mi problema era que las
visiones que a mí me interesaban, las utopías de Platón, o los jesuitas en
Paraguay, o Tomas Moro –todos tenían una cosa en común: solamente
había una receta, como zapatos de talla 14 para todos. Todos estaban
basados en la misma falta de respeto a la diversidad de la humanidad, una
diversidad que también podemos encontrar en nuestro propio ciclo vital,
individualmente. Los seres humanos tenemos muchas inclinaciones.
Éstas cambian, también queremos algo de variación. El Principio de los
Límites de Sorokin, en otras palabras.
Mi visión era anti-liberal y anti-marxista, y de algún modo, anti-
gandhiana. Estaba cansado de sus visiones monocromáticas: elecciones-
producción-consumo para los liberales, conducción-producción-consumo
para los marxistas y mucha espiritualidad, baja producción y consumo
para los gandhianos. Conjunté en un solo esquema una imagen del
mundo con los Estados Unidos resplandeciendo en una esquina, un
kolkos-kibbutz en otra, y una villa sarvodaya en la tercera –una sociedad
con muchas más esquinas, muchas formaciones sociales, y las posibilidades
de ser parte de una tras otra, viviendo, actuando, siendo participativo, no
un visitante. No como turismo, exactamente el opuesto de Disneylandia.
En el nivel individual había trabajado esta crítica de lo que había
llamado el sistema NETR Niñez/ Educación/ Trabajo/ Retiro, 5-20-40-20
con un poco de buena suerte. Lo que argumentaba era la posibilidad de
ver el sistema total como cuatro diferentes formaciones vitales, y luego
distribuirlas de un modo más innovador a través del ciclo de vida. 20
años de educación es lo que ganamos como un derecho de nacimiento, un
regalo de nacimiento que podemos tomar cada que nos convenga. El
trabajo lo distribuimos de un modo correspondiente, tal vez comenzando
con algo en la infancia pero sin muchas responsabilidades y con mucho
cuidado, algo que sería bueno tener después a cambio de un poco más de
educación a la edad de 3 años y un poco más de trabajo desde los 4 años
hasta los 6. El retiro lo podemos tomar como un sabático ahora y después, y
es un crimen impedir que la gente de 65 años trabaje. (El lector deberá
haber entendido ahora mi propia estrategia: me he privatizado a la edad
de 50 años tras haber trabajado en universidades por 30 años,
significando que no tengo ningún lugar de dónde jubilarme, ahora puedo
trabajar de forma libre hasta que quiera y tanto como pueda, y lo desee.
En inglés, “retirarse” significa estar cansado una y otra vez.3)

3
Del inglés retired means to be tired again and again (N. del T.)

125
Juan sin tierra

Este pluralismo provocó una cierta cantidad de ira entre los


liberales, los marxistas, los gandhianos puristas y otros conservadores.
Todo lo que puedo decir es que he tratado de vivir mi vida de acuerdo a
mis propias enseñanzas y me ha resultado maravillosamente. El hytte
noruego, la cabaña junto al lago, no es una contribución menor al ciclo de
vida con variación, pero creo que ahora se ha hecho parte de algo más
convencional.
Los estudios del futuro necesitaban su propia organización, y
cuando los futuristas se reunieron, apoyados por la UNESCO en París en
1973, fui elegido como el primer presidente de la Federación Mundial de
Estudios del Futuro (FMEF), con alguna experiencia como uno de los
fundadores de la IPRA, Asociación de Investigación para la Paz
Internacional. Quería y conseguí a Eleonora Masini como Secretaria
General, una profesora escoceso-italiana de sociología, una verdadera
cosmopolita que había aprendido de su padre, católico-italiano, que todo
se terminaría en el mundo, y de su madre protestante que si todo fallaba,
entonces era ella la responsable. Ella fue capaz de sortear ambas
prognosis y trabajamos maravillosamente juntos construyendo una
organización que ha perseverado. Bob Jungk fue un sólido apoyo en esto
último, también cuando se convirtió en candidato presidencial de los
Verdes en Austria. Y su joya de ciudad, Salzburgo, honró al gran hombre
con una fundación sobre el futuro con su nombre. Él todavía vive en mí.
Futuro, presente y pasado, tienen una cosa en común, el tiempo,
el mejor eje para la organización es nuestra visión sobre lo que debe ser
el humano, como microhistoria (¡biografía!), meso historia y macrohistoria
(incluso la mega-historia) –las grandes visiones. El tiempo largo, el
espacio amplio. En el crepúsculo a fortiori puedo ahora comprender por
qué la historia era mi materia favorita en la preparatoria como algo
opuesto a lo que por alguna razón pensé que era mi favorita, las matemáticas.
Me sentía atraído por la macrohistoria, por Sorokin, Khaldún,
Marx, Toynbee, Ssu-ma Ch´ien, Sarkar. Tuve la buena suerte de trabajar
con Eric Rudeng y nuevamente un muy talentoso colaborador se apareció
en mi camino, el pakistaní Sohail Inayatullah, candidato doctoral en la
Universidad de Hawai. Él era un especialista en Saarkar y se hizo mi
asistente en el seminario de macrohistoria que produjo el libro Macrohistoria
y Macrohistoriadores. Analizamos a los gigantes para identificar sus
puntos fuertes, no con la intención de enfocarnos en sus debilidades. No
era nuestra intención hacernos miembros del enjambre de los mosquitos
intelectuales que tratan de hacerse más grandes picoteando a los elefantes.
Como sea, los periodistas están más concentrados en la
perspectiva de bola de cristal de los estudios del futuro: ¿estaba en lo

126
Capítulo II.

cierto o estaba equivocado? A través de estas estrecheces se privan a sí


mismos y a sus lectores/auditorio de una enorme cantidad de ideas
creativas en el lado más normativo. Por supuesto están acreditados para
comparar las predicciones con los hechos. Pero si lo hacen entonces
deberían referirse a lo que se ha dicho o escrito, no a cómo los periodistas
pueden deformarlo en una entrevista. (Como sea, aprendí de amargas
experiencias noruegas ya sea a rechazar una entrevista o a tener como
una condición el derecho a revisar el manuscrito).
Por supuesto mis predicciones se concentraban en mi propia
especialidad, política mundial. En el libro producido con Dag Poleszynski y
Eric Rudeng, Norge i 1980-årene, publicado en 1980 (Noruega en los
ochenta) la predicción fue para la Unión Soviética “esas dinámicas
políticas en la verdadera gran escala entrarán en escena en el momento en
que las cuatro contradicciones –trabajadores queriendo sindicatos,
burguesía deseando comprar algo, intelectuales con libertad limitada de
expresión e impresión, minorías buscando autonomía- se alineen entre sí
y se empaten en una alianza popular que busque más libertad bajo el
socialismo. Una quinta dimensión también se había mencionado: los
granjeros que deseaban más libertad de movimiento. Esto fue bastante
preciso respecto a lo que ocurrió con el glasnost y la perestroika de
Gorbachov, y no la prognosis monocausal de la investigadora francesa,
Helene Carriere D´Encausse, según la cual todo ocurriría por una revuelta
en las repúblicas musulmanas. Mi teoría era que bajo Stalin ninguna
contradicción podía haberse articulado, bajo Khrushchev –con Brezhnev
esto fue mejor, pero solamente una contradicción a la vez. El tiempo era
ahora propicio, bajo Gorbachov la alineación ocurrió y él devino en el
hombre de la historia.
En una conferencia para geógrafos daneses en 1980 a esta
predicción se le dio un horizonte temporal: el Muro de Berlín caerá en
diez años. Su comentario cuando esto ocurrió el 9 de noviembre de 1989
fue: atinó usted apenas al filo. Sabía un poco sobre lo que cuesta construir
un movimiento, así que mi estimado había sido diez años.
Mi teoría estaba basada en una categoría que he utilizado con
bastante frecuencia: absurdidad, definido como el desfase entre estructuras
(hechos) y cultura (valores). La esperanza de vida de un sistema estará
limitado entre mayor sea la sincronía entre estas contradicciones,
alineadas. Esto por supuesto está también relacionado con el punto débil
común de las autocracias modernas, prometen demasiado en la Tierra.
No juegan el juego seguro de los autócratas tradicionales, los monarcas
por la gracia de la iglesia: la salvación en el paraíso, bajo la condición de
un buen comportamiento en la Tierra. El acceso a ese paraíso es limitado,

127
Juan sin tierra

pero la economía del paraíso está basada en la afluencia, no en la


precariedad. Gente lista sin duda. La gente estúpida como Stalin y Hitler
ubicaron el paraíso en la Tierra en el “futuro” cercano, y se metieron en el
problema de que la gente estaba dándole seguimiento a sus predicciones.
¿Y qué hay del Tercer Mundo entonces? Mi predicción en el
mismo libro (página 85) era: “Las líneas de falla se profundizarán, entre
continentes, razas, civilizaciones, religiones, colores políticos –y entre los
ricos y los pobres en los países en desarrollo. Y entre los países en
desarrollo ricos un grupo se distinguirá de los demás: aquellos que están
listos para repetir la historia bajo sus propias premisas –la explotación de
otros países como el sector externo en su propia economía”.
Esto fue más tarde explorado en otro (pequeño) libro; originalmente,
un análisis ordenado por el Ministerio de Asuntos Exteriores Noruego
(como en el caso anterior, éste también fue escrito a principios de los
setenta, pero creo que la Oficina de Asuntos Exteriores perdió todo
interés debido a la escandalosa predicción sobre los precios del petróleo).
Yo veía a dos ganadores y dos perdedores: el sureste y a las élites en el
Tercer Mundo como ganadores, y al noroccidente y a la población en el
Tercer Mundo como los perdedores. Esto fue en los años ochenta. Y me
mantengo con la predicción sobre el noroccidente en el largo plazo por la
simple razón de que nunca creí en la “nueva” economía estadounidense.
(No creo que genere valor real, sino que distribuye en forma piramidal,
principalmente hacia arriba, y/o de los ingenuos hacia los listos). La
economía en el sureste genera valor a menos que esa economía también
se convierta totalmente en globalizada = americanizada/ occidentalizada.
En otro libro escribí sobre “Geopolíticas después de la Guerra
Fría” (J. Galtung, J. Heisterkamp, et al. Trend 2000, Vidarforlaget, 1993)
La preocupación era el tema sobre el que me había ocupado muchas
veces después del fin de la Guerra Fría en 1989. Si los Estados no son
capaces de llegar con algo nuevo, una nueva agenda por decirlo de
algún modo, entonces van a tener que vivir la agenda que tenían antes
de la crisis de los 50 años entre 1949-1989, la Guerra Fría. Para
Yugoslavia era muy claro lo que esto significaba: las agendas sobre la
Gran Croacia/Serbia/Albania, o lo que hoy es referido como limpieza
étnica, y que en el pasado se refería como colonialismo. Los croatas y
los albaneses ganaron porque los chicos grandes estaban de su lado.
Todavía falta ver qué ocurre durante la próxima guerra en el entendido
de que ningún problema ha sido resuelto en Yugoslavia.
En lo que a China se refiere, traté de hacer una exploración en
un capítulo de este libro sobre “China y el maoísmo”. Han tenido lugar
conversaciones en el sentido de visiones proféticas en conexión con

128
Capítulo II.

esto. En lo más mínimo, nada profético, tan pequeño como el titulo del
libro La Comunidad Europea: Superpotencia en marcha. Todo lo que
se necesita es un cierto sentido de cultura profunda y macrohistoria.
Que las raíces del yin-yang deberían conducir a algunas correcciones
del curso no debe impactar a nadie, como tampoco deberían sorprender
las protestas que vendrán de parte de los perdedores de estas
correcciones –estudiantes y trabajadores como lo opuesto a los
granjeros y los comerciantes.
Hablando de predicciones –un pequeño evento de la caída de
1989. Una escena en Aachen: predije un cambio de sistema en la RDA
en el plazo de un mes. Un muy bien conocido profesor se levantó, y
casi pálido me dijo:

- Johan, estás equivocado. El sistema es ultra-estable e incapaz de cambiarse a


sí mismo. Durará muchos años.

Las cabezas se sacudieron confirmando la corrección.

- Ok –dije- hagamos una apuesta. Hay 200 personas en esta sala. Estoy
dispuesto a invitar a todos a una buena cena alemana, 30 marcos alemanes
por cada uno. Pero si gano entonces ustedes me invitan a mí a una super
comida, 6,000 marcos, que luego entonces compartiré con todos.

¿Arriesgado? No. Sabía que el régimen de la RDA se acercaba a su fin.


Todo lo que necesitaban era una fórmula de salida.
La carta desde Aeche sobre la apuesta perdida fue fechada el
28 de Noviembre de 1989, y una cena conjunta tuvo lugar en Junio de
1990. La habían preparado majestuosamente y se me pidió una charla
sobre Europa tras la Guerra Fría. Mi predicción fue la
latinoamericanización del este europeo combinado con conflictos de
gran escala entre naciones (nunca utilizo la palabra “étnico” –es un
término que normalmente se utiliza para hablar de los demás, como en
la etnología, y es un portador de eurocentrismo). Hubo una buena
discusión sobre lo que pudo haberse hecho de todos modos. Pero nadie
sugirió una nueva apuesta.
Una escena que nunca olvidaré: una iglesia en Berlín Oriental,
un par de días tras la manifestación en Leipzig el 9 de Octubre de 1989
–el evento que desde mi perspectiva marcó el fin completo de la
Guerra Fría. Estaba ahí con estudiantes de Estudios de Paz de todo el
mundo, y había ahí un par de docenas de personas pertenecientes al
movimiento pacifista de Alemania Oriental. Afuera, en la obscuridad,
había un automóvil con 4 cigarros brillando. Stasi. Estaba hablando

129
Juan sin tierra

sobre la hora final, sobre mi idea de que no sería violenta, y de que el


régimen de Honocker colapsaría en el transcurso de un par de días.
Nuevamente ocurrió lo mismo:

- Johan, estás equivocado, el régimen es estable y son incapaces de


comprender que ya han sido derrotados. Pueden perseverar, por años.

No aposté, pero fui más a detalle.

- En un par de días -dije- puedo imaginar a alguien en una junta del poliburó
diciendo: -Erick, die Stunde ist geschlagen (“se ha acabado el tiempo”).

De hecho, esto fue más o menos exactamente lo que dijo Egon Krenz
un par de días después, y nuevamente tuvieron lugar los comentarios
sobre lo profético. Pero hay ciertas cosas que son vistas mejor desde
fuera que desde dentro: la gente en el interior sabe demasiado como
para enfocarse en 2 o 3 puntos centrales. El mejor libro que conozco
sobre Noruega, por ejemplo, desde mi perspectiva, está escrito por un
americano, David Rodnick: The Norwegians: A Study in National
Culture, (Washington, D.C., Public Affairs Press, 1955) Él nos percibe
como un tipo de población indígena, la materia de antropólogos. Él
tenía una teoría, una gran visión, y la habilidad para enfocarse en algo
central sobre el ser noruego. En breve, él era uno de los buenos de
entre los científicos sociales. Y los estudios del futuro son en sí
mismos una ciencia social. Distánciate un poco de la tonalidad y el
estruendo. Y enfócate en algún fulcrum de la historia.

Estudios sobre los medios y los medios de comunicación

La sociedad moderna, como se mencionó líneas arriba, descansa sobre


tres pilares: el Estado, el capital y la sociedad civil. La sociedad mundial
moderna descansa sobre los mismos tres pilares, pero no de forma tan
clara: organizaciones intergubernamentales, corporaciones transnacionales
y ONG’s, la sociedad civil internacional. En su conjunto es una cosa
enorme, compleja y siempre en crisis en un punto u otro. En medio de
estos dos triángulos están los medios de comunicación, y su tarea es
hacer a los otros seis transparentes entre sí, encontrando qué es lo que
está ocurriendo en el interior. Por mucho los medios de comunicación
han sido incapaces de conseguir esto. Lo que hacen es reflejar la
superficie, imprimir o transmitir al aire comunicados, y funcionar como
vehículos de algún tipo de relaciones públicas.

130
Capítulo II.

Algo de esto es incentivado desde el Estado mediante la


censura, o por el patriotismo, la lealtad nacional. Otros medios son
propiedad del capital y son controlados como propiedad privada, a
través de los anunciantes. Y todavía otros más se han vendido a los
peores aspectos del gusto popular e indirectamente sirven tanto al
Estado como al capital: los tabloides, la prensa de boulevard, océanos
de canales de TV. Ciertamente no es fácil combinar transparencia en
todo sentido con la supervivencia como una organización mediática,
pero esa transparencia es el fundamento de la democracia.
En Noruega encontré el Klassekampen, en Dinamarca
Information, en Alemania Der Spiegel, en Inglaterra The Guardian, en
Suecia nada, en España nada, en Italia Manifesto, en Suiza nada, en los
Estados Unidos la National Public Radio frecuentemente excelente.
Pero todavía no he encontrado un canal de TV capaz de presentar todas
las partes en un conflicto, y ese es mi criterio principal. Todos son
fieles sirvientes del código estándar: el conflicto es entre dos
contendientes, uno es bueno y el otro es malo = anti-occidental, y todo
va a terminar en un armageddón, y lo que importa es que el equipo de
los buenos, el equipo de casa, gane. La lógica de los partidos de futbol.
En el periodismo de paz el mal es la violencia, el conflicto es
lo que uno tiene que comprender, y las soluciones son lo que debería
buscar el periodismo de investigación. Por supuesto es posible
describir la pelea individual de un individuo contra el cáncer, y
enfocarse en quién gana, la persona o el cáncer. Pero tal vez más
importante sería la pelea para reducir, incluso, abolir el cáncer. Para
comprender lo que debe ser hecho.
Junto con Einar Østgaard que tenía una experiencia considerable
en el campo, comencé la investigación en estudios de los medios de
comunicación en el PRIO. No se necesitaba mucho para comprender qué
tan crucial era esto para la paz y el desarrollo. Ocurrían cosas en 1960 en
Cuba y en el Congo, y queríamos averiguar cómo los medios de
comunicación noruegos manejaban esos eventos. El resultado fue
publicado en un documento de trabajo en 1961 y como un artículo en el
Journal of Peace Research en 1965.
El diario noruego Verdens Gang tenía su propia reseña de
nuestro trabajo en 1966: “Esta increible tontería a la que alguna vez él se
refirió como un estudio sobre el modo en que estaban siendo tratados los
eventos en Cuba y el Congo”. La tontería, producida de forma conjunta
con Mari Holmboe Ruge, un sólido pilar en el trabajo noruego por la paz,
muy pronto se convirtió en un clásico en los curriculums de las escuelas

131
Juan sin tierra

de periodismo en todo el mundo. Verdens Gang también es analizado, y a


través de eso se garantizó la fama internacional, no solamente en Noruega.
Junto con Dagbladet, tuve la iniciativa con miras al intercambio
de noticias positivas, noticias felices, con diarios africanos. La recepción
en Dagbladet estos años fue positiva y lo mismo aplicó a los diarios
africanos que contacté en 1966. Pero nada salio de ese esfuerzo. Como
sea, en ese esfuerzo quedó sembrada la semilla de lo que después vendría
a ser el periodismo de paz
Pero todo eso tenía que crecer de alguna práctica. Era insuficiente
escribir artículos y ofrecer conferencias en el NRK, la Norwegian
Broadcasting Corporation, yo también quería algo de experiencia como
periodista. La NRK me dio una grabadora y una recomendación general
en 1960-1962 y realicé programas sobre los estados del sur de los
Estados Unidos, de Cuba, de la India (con énfasis en Kerala y con el
Dalai Lama), y desde Marruecos. Intelectualmente el problema era
arrojar algo de luz sobre los conflictos poniendo en la mesa a todas las
partes, sin creer nunca en que nosotros sabíamos por adelantado lo que
representaba, y dándoles siempre la oportunidad de articularlo.
Pero en la radio también había espacio para la dimensión
artística. La posibilidad de dibujar con sonidos, con música, con grabaciones
desde los mercados, desvaneciéndose, hacia dentro y hacia fura. Una
buena compensación para esas terribles conferencias de prensa con
periodistas disciplinados, como perros falderos, escribiendo obedientemente
todo lo que les dictan. Yo lo hice a mi modo. Muy divertido.
Lo que encontré en la primera vuelta era que los eventos tenían
que pasar por una serie de filtros para poder calificar como noticias.
Tenían que ser negativos, tenían que golpear a personas, preferentemente
personas élite en países élite. Construí la noticia ideal: Kennedy y
Khrushchev se matan entre sí durante una reunión cumbre en Viena. Se
satisfacen los cuatro criterios: +4. Para personas élite en un país élite
incluso algo positivo puede ser aceptado +3, pero todavía mejor, por
supuesto, es la infidelidad y el divorcio (+4 otra vez). Bastante obvio.
Pero luego vino algo menos trivial. La gente pequeña, en
pequeños países, también puede ser noticia, pero en ese caso lo negativo
necesita ser una enormidad, y estar claramente dirigido en contra de las
personas: un volcán, un terremoto, una inundación, un avión, un barco,
un accidente de ferrocarril, asesinato en masa, genocidio. Esas 100,000
personas que perecen todos los días por privación de necesidades básicas
no cuentan, eso es demasiado estructural. Consecuentemente la impresión
que surge es que la gente pobre en los países menos desarrollados debe
ser ayudada, pero nada sobre las estructuras de injusticia que subrayan el

132
Capítulo II.

problema. En cooperación con Richard Vincent en la Universidad de


Hawaii produje dos libros sobre estudios de los medios de comunicación,
sobre el modo en que los medios sirven como velos sobre la realidad:
Global Glasnost y Glasnost USA. El último está construido en torno a la
figura “2”, la tendencia constante de los medios a ver solamente dos partes
en un conflicto, y solamente dos alternativas, en parte con consecuencias
catastróficas. Al hacerlo, las voces débiles son suprimidas. De aquí que
glasnost = dar voz. En ese sentido, los medios de comunicación de
calidad mencionados arriba lo hacen bastante bien.
Todo esto resultó entonces en una dinámica de cooperación con
los medios ingleses sobre las formas del periodismo de paz. Un modo es
entrevistando a políticos sobre cómo se relacionan con las propuestas de
paz. Jake Lynch, “nuestro hombre”, reportero para Sky-TV y The
Independent durante el bombardeo de la OTAN a Yugoslavioa, preguntó
a Tony Blair si habría posibilidad para que retornaran los refugiados
serbios también. “Una cosa a la vez” -contesto Blair, y ese fue el fin de la
posibilidad. Lo que podría haber sido considerado un aporte a la paz
habría sido el sincronizar los retornos, en otras palabras, que todas las
víctimas de la guerra fueran consideradas igualmente dignas.
¿Qué hay de la situación de los medios hoy? Vivimos en la era
de la desinformación, con más computadoras y menos buena información
que nunca. El punto no es necesariamente que lo que se dice es falso,
sino que es incompleto. Lo que falta es “toda la verdad”. De aquí que la
parte “malvada” en un conflicto no es usualmente citada directa y
completamente. ¿Por qué se le debería dar voz a las partes perversas?
Tres buenas razones: tal vez una salida de un conflicto que amenaza con
hacerse muy violento podría ser vista con mayor facilidad mediante un
buen mapeo del conflicto, incluyendo las metas de todas las partes; tal
vez a una de las partes nunca se le dio voz porque utilizará la violencia para
comunicarse, o tal vez –si al final resulta que siempre es malinterpretado,
siempre es falsificado y nunca se le da voz- tal vez simplemente no le
importará nada ya y seguirá con la violencia.
O un ejemplo de un conflicto estructural: si a ti se te informa
siempre de crecimiento económico y nunca sobre distribución económica
entonces la vida te ofrecerá bastantes sorpresas. El crecimiento es un
fenómeno superficial, la distribución es el cómo se ven las cosas desde
dentro. Y eso es lo que a mí me parece que puede ser un tipo de
definición de lo que significa tener un orientación de izquierda: exactamente
encontrar cómo son las cosas desde dentro, ahí abajo en donde la gente
experimenta la realidad como necesidades básicas no satisfechas, para
poder ser capaz de hacer algo al respecto. La prensa conservadora se

133
Juan sin tierra

satisface con la muy lograda superficie, y como se ha mencionado,


garantizará a sus lectores una excitante vida simplemente manteniéndolos
muy mal informados. La vida estará llena de sorpresas todos los días. El
número de copias impresas, el número de radioescuchas, y el auditorio
también indican que a la gente le gusta ese tipo de emoción. El error
descarado se sustenta a sí mismo.
Crecientemente, los medios se han convertido en propiedad de
corporaciones que escriben en concordancia con esto, lo que significa una
escurridiza censura en la que el censor está dentro de la cabeza del
periodista/editor. Y a lo anterior se agrega la gran producción de periodistas
y sus luchas por columnas y nidos al tiempo que eliminan lectores y
auditorios como contribuyentes. Podemos entrar como objetos de entrevistas,
no como sujetos. Y cuando somos entrevistados un “ángulo” se imprime
(a la fuerza) sobre nosotros, lo que garantiza que nada nuevo puede salir
que no se haya presentado en la cabeza del periodista de antemano. Y
habiendo dicho esto, tal vez lo mejor sea decir adiós muy lentamente a
los viejos medios de comunicación y abrirse a la nueva generación: Internet
(para un ejemplo véase www.anti-war.com) y descárguense y péguense
buenos reportes mediáticos en los centros comerciales mundiales, los
supermercados, A escala global y local. Con menos orientación Estado-
nacional. Es aquí donde se localiza el futuro de los medios.

Trabajo

Hacer la tarea, esto es lo que hacemos a cambio de dinero y otros


favores, con frecuencia en una organización, con alguien por encima,
alguien debajo y alguien a nuestro lado. Trabajo, esto significa crear.
Uno y otro no se excluyen.
La mejor metáfora que puedo imaginar viene del trabajo más
grande de creación en esta Tierra, monopolizado por las mujeres: crear
vida. Se siembra una pequeña semilla, una indicación, un potencial.
Después de algún tiempo ha crecido. Tú puedes desearlo, pero ya se le ha
dado vida propia. Consume nutrientes, se alimenta. Al final viene un
enorme ejercicio de poder, esfuerzo, el niño nace, el libro, la obra de arte,
la hermosa cabaña de Hans-Ove Galtung que él mismo construyó en el
Lago Torsnes en Hardanger, cualquier cosa que tiene algo de ti construida en
ella, tú en ella, ella en ti. Hay elementos de dolor intenso e inmensa
felicidad. Y aún si esa obra de amor quizás está en lo más precioso a los
ojos de quien la posee, porque todos los sueños resuenan en ella, la
palabra “realizado” puede sin embargo estar justificada. Cortar el acto de
creación, un aborto, es un pecado a menos que éste nazca muerto.

134
Capítulo II.

Hacer la tarea, esto es redigerir la creación de otros.


Tengo bastante más de 100 libros escritos en mi conciencia (si
incluyo aquellos en los que he participado como editor significando el
doble de trabajo si además se considera que hay que re-escribir los
capítulos de otros), he participado en cerca de 50 conflictos con enormes
problemas emocionales e intelectuales, he ofrecido miles de conferencias
y he escrito más de mil artículos –bueno, hay un poco de trabajo detrás de
todo eso. Sé que hay quienes piensan que todo no puede ser igualmente
bueno. Correcto, digo con mi usual modestia: mucho de esto es mejor
que lo demás.
Bueno, tal vez no. Todo tuvo sentido hasta cierto punto en el
tiempo. Pero en mi situación existe una exigencia. Algunas personas se
sienten acreditadas para exigir que una conferencia se convierta en un
articulo, que después puede ver la luz antes de que el tiempo sea
apropiado, es decir, antes de que pueda beneficiarse de un poco más de
madurez. ¿Debería entonces declinar, pensando que tengo una reputación
que cuidar? ¿O debería participar y tratar de sacar lo mejor de la
situación? Como es común, la respuesta fue tanto-como.
¿Cómo lo haces? me pregunta alguien que con frecuencia no está
interesado en la respuesta. ¿Qué tal un poco de relajación, reduciéndolo
todo a 10 hrs al día? Dicen algunos buenos amigos. Hay una pequeña
fórmula que contiene la respuesta a todas estas interrogantes.
Prácticamente, mi trabajo siempre se ha acompañado de una
alegría inmensa y solamente en raras ocasiones se ha presentado como un
acto de necesidad. Claramente, a veces el trabajo se reduce a una tarea.
Hay fechas límite que cumplir, conferencias para estudiantes totalmente
desinteresados y/o organizadas por universidades criminalmente mal
administradas (¡qué mundo!), cuentas que pagar y con frecuencia de
forma muy apurada.
La calidad sufre. Para tomar un ejemplo concreto: Ocurre en
muy raras ocasiones que las universidades, las organizaciones, los medios
de comunicación y otros simplemente me preguntan de qué me gustaría
hablar o escribir. Por supuesto tienen el derecho a formular una exigencia
en ese mercado de palabras. Pero para alguien con un poco de creatividad
la capacidad de echar discursos que son la base de los cursos del decano
tiene en su triste lista una marca de fábrica. Peores son los periodistas que
tienen sus propios “ángulos”, por ejemplo, respecto a lo que ocurre en
Yugoslavia, y no han llegado a la comprensión de que esos “ángulos”
pueden ser una gran parte del problema. Los buenos entre ellos son
capaces de trascender sus propios marcos intelectuales y preguntarán al

135
Juan sin tierra

final si hay algo que ha sido dejado fuera, algo que la persona que está
entrevistando piensa que es particularmente importante.
Eso significa que la entrevista finalmente ha comenzado. Raras
veces ocurre.
Como sea, últimamente algo interesante, aunque de algún modo
irritante, ha ocurrido, en ese punto. Permítaseme utilizar como ejemplo a
un periodista maestro, redactor de editoriales del diario más importante
de Japón, que de momento llama: -¿Sería posible que platicáramos sobre
los aspectos más importantes en el alba del nuevo milenio? Hablamos y
hablamos. Nada apareció impreso. Lo que él deseaba era en los hechos
un tutorial privado para sí mismo para poder conseguir algo de material
(debo agregar, como sea, que más tarde se escribieron algunos artículos y
fueron publicados, y que se estableció un muy buen contacto). Los
políticos en la cúpula algunas veces me invitan a conferencias por la
misma razón, para poder cosechar algunos frutos de mi trabajo en lugar
de llevarse la transpiración de alguien que realiza una tarea pesada y
aburrida en búsqueda de un trabajo. Las semillas de la intuición son tal
vez las semillas con más potencial.
Como sea ¿cuál es la receta? En alguna ocasión estaba sentado
en una maravillosa oficina en Berghof-Stiftung en Belín, primer piso, de
frente al jardín. Escribí, dicté, jugué con la grabadora, escuché música,
me relajé con una novela, escribí. Cuando se acabó el tiempo y la
bicicleta me esperaba para llevarme a casa tocaron a la puerta. Entró un
colega. Se disculpó: “Me he permitido observarle, un par de veces, a lo
largo del día. Su fórmula de trabajo es muy clara: usted está simplemente
radiante, usted trabaja con placer, usted hace todo tipo de cosas posibles
(y algunas de las imposibles también, pero no, él no dijo eso) y ¡usted
está llevándose la crema de los picos de la alegría! Y solamente
aprendemos que es con el sudor de la frente que uno debería ganarse el
pan. Bueno, esa era la tarea4, exactamente esa, el Job de la Biblia. Léase a
Carl Gustav Jung en el libro de Job.
Inviértase un poco de creatividad en el contexto, en el ambiente,
antes de comenzar a trabajar. Al decir eso no solamente me refiero a la
vista, los colores, la música que se puede escuchar sin distraerse demasiado.
También piensa en tu paladar: ¿haces comida que te provee de un rico
subtexto, ajustado al contenido? ¿Qué hay de un trago antes del almuerzo?
Yo tomo Jerez en España, Sake en Japón (frío, la variedad cálida es
mejor en la tarde), un Dendant en Suiza, un Trauminer en Alemania, ¿Y
en Noruega? ¿Quién dijo que es posible trabajar en Noruega y no

4
Del inglés job (tarea, labor). (N del T.)

136
Capítulo II.

solamente cumplir con una tarea? ¿Qué no es esa la gente del sudor de la
frente? ¿Qué no son también escaladores sociales? ¿Es esa la razón por la
que hay tantos artistas noruegos que escapan hacia el exterior?
¡Tonterías! La respuesta no es un trago. La respuesta en Noruega
es respirar por completo el aire de la montaña que no solamente llena los
pulmones sino que va más allá, directo a la sangre. Noruega es permitir
que entre en ti la tenue luz verde de la primavera temprana. Noruega es la
niebla matutina sobre el lago Torsnes. Cosas noruegas para los noruegos
en Noruega. Yo soy uno de ellos.
Éstos son los principales pilares grabados en el contexto, en el
subtexto y el sobretexto. El trabajo debe navegar con buenos vientos,
vastas distancias en un tiempo antes de que tú tengas que hilvanar.
Entrecruzándose, haciendo simplemente una tarea. El curso nunca es
recto, y tal vez tengas que saltar en un pequeño bote, remando un poco,
nadando un poco; en breve, debes liberarte en tiempo y espacio. La meta
es la costa, no un punto específico. Trabaja 3 hrs. cada vez, luego haz
algo mas, y regresa; trabaja 3 semanas cada vez, luego haz otra cosa, y
regresa. Y luego: hazlo una vez más.
Todo esto debe estar bien preparado. Hay una chista de intuición,
la pequeña idea garabateada en un pedazo de papel, una frase que crees
que de algún modo te pertenece, un archivo, un sobre. Ten cuidado con
las etiquetas de los archivos. Sobre lo que vas a escribir debe permanecer
bien protegido como un secreto, una especie de intimidad contigo mismo.
Tal vez incluso deberías ver al niño antes de ponerle un nombre. Es parte
de las trivialidades de tu trabajo el tener a la mano muchas hojas
pequeñas y un bolígrafo que funcione bien, para trabajar también cuando
estés acostado. Las ideas pueden tocar en tu puerta en cualquier momento.
Éstas son tu materia en bruto, debes trabajarlas, debes cuidarlas muy bien. Si
llegan en un sueño debes tomarlas por la cola, y encerrarlas en una jaula
de papel antes de que se las arreglen para escapar. No hay tiempo para el
bostezo primero.
Recuerda, no es que tú estés pensando las ideas, más bien las
ideas te están pensando a ti, y están esperando pacientemente a ser
escritas. En este punto es mejor que seas su esclavo.
Los viajes son excelentes autocomienzos para la caja del
pensamiento. A mí las ideas me vienen frecuentemente en particular
cuando conduzco un auto en calles angostas en una dramática naturaleza,
como los Alpes, los Pirineos, las Cevennes, sin la posibilidad de parar.
No hoy bolígrafos disponibles, y con los ojos en la carretera, lo suficiente
estrábicos para delegar un ojo a la escritura y el otro al volante, y un
bolígrafo en una mano (que es mejor que 10 en una mesa), mi solución

137
Juan sin tierra

ha sido escribir sobre la mano que sujeta la dirección. La mano


normalmente permanece inmóvil incluso en caminos escarpados. Si el
lector tiene una idea mejor, fundada en la experiencia, por favor,
hágamelo saber.
Los archivos se comienzan a llenar, están abultándose. Algún día
el tiempo llegará para el primer encuentro del archivo con el público. Un
discurso, una conferencia debe estirarse a lo largo del tiempo, de forma
aburridamente linear a pesar de todas las irregularidades verbales, esas
pequeñas notas en pedazos de papel deben ser atados en hilo linear. Ese
hilo, el primero de muchos que serán tejidos juntos, está siendo tejido al
saltar de hoja en hoja, utilizándolo como piedra de escalar. La escritura
comienza ahí donde ves una luz, y eso rara vez comienza por el principio.
Primero hay que entrar al túnel. Y no hay modo de escapar, como dijo el
Maestro: “Él despejó el suelo pedregoso, él escarbó, él limpió, el se
alegró”. Qué placer.
La suma de tales presentaciones terminará agregándose a un libro. Y
la suma de esos libros tarde o temprano se agregará a un ciclo de vida.

El ciclo de vida intelectual

¿Por qué? Pregunté, como todos los demás niños mientras me colgaba
del brazo de mi padre y jalando sus ropas para tener una respuesta. Él
respondía, y él sabía que era mejor dejar la respuesta tras un poco de
tiempo, en el entendido de que recibiría bastantes por qués más después
del primero. Esa cadena de por qués es la fuente de toda intelectualidad, y
es imposible de detener incluso con los esfuerzos de Kant, por decir
mucho, pero no más allá. En breve, hay una conexión cercana entre ser
un niño y ser un investigador. Eso se expresa mejor en inglés-francés-
italiano (sumamente raro que no sea así en español): researcher, recherche,
ricerca. No puede repetirse con frecuencia suficiente que investigación es
búsqueda, y luego búsqueda otra vez, y después de eso, comenzar desde
el principio.5 En español, como en alemán y noruego, la idea ha sido
acoplada a un término policiaco, forske. De hecho la policía lo hace
todavía mejor porque ellos la acoplan en una preposición, etterforske,
revisar el noruego forske, alemán forsschung, español investigación.
La intelectualidad es un diálogo eterno con la realidad. Siendo
un estudiante de ciencias naturales tuve problemas con la Verdad como
algo “ahí afuera”, algo a lo que se debía uno aproximar asintomáticamente,
algo hacia donde uno converge mientras la investigación avanza. Me

5
Juego verbal del inglés research is to search again and again. (N. del T.)

138
Capítulo II.

llevó algún tiempo tener un mejor manejo de este problema. No es


solamente que entre más luz, mayor es la obscuridad sobre la que hay que
investigar. Más importante, el espacio en el que uno está haciendo la
investigación está intercambiando carácter con la investigación. Aparecen
nuevas dimensiones. Lo que se veía muy cercano está retrocediendo, lo
que se veía muy remoto de momento carece de importancia. Es solamente
que todas las combinaciones dentro de un paradigma han sido agotadas y
la búsqueda de un nuevo paradigma está ya en marcha (Kuhn) para poder
explorar la misma realidad, una nueva realidad está emergiendo. La
violencia estructural y cultural no son sólo nuevos paradigmas en los
estudios de la paz, también abren nuevas realidades. Algo tan limitado
como decir que la ciencia tiene un fin. Y, aquí la palabra noruega es
mejor, vitenskap, alemán, wissenschaft, creamos conocimiento explorando
nuestra realidad y creamos nuevas realidades a través del conocimiento
que, luego entonces, utilizamos para explorar esa realidad más allá. Las
matemáticas e Internet son buenas metáforas.
Pero ¿cómo puedo creer en que existe una realidad fuera de
nosotros en nuestras construcciones? Porque siento esa realidad, porque
la experimento, del mismo modo en que Foucalt ciertamente experimentó
el SIDA y murió por él. No creo que nosotros vayamos a morir por una
construcción (verbal/de pensamiento). Creo en el dukkha, el sufrimiento/
violencia y sukha, el gozo/paz, y por esa razón creo que la investigación
sobre la paz/violencia tiene una posición central. El fallecido sino-
americano Ralph Siu incluso ha definido los fundamentos de una nueva
disciplina sobre el sufrimiento, con un dukkha. Pero también necesitamos
una ciencia del gozo. Un sukkha de paz, no sólo de violencia.
Un ciclo de vida intelectual por esa razón está atado
inextricablemente con un ciclo de vida sobre cómo comprender la
filosofía de la ciencia. Los filósofos de la ciencia, por esto, corren su maratón
de toda la vida en un nivel bastante alto. Uno de ellos es Arne Naess.
Con frecuencia encuentro que se me describe como el pupilo de
Arne Naess. Sí, he estado sentado a los (altamente dinámicos) pies de ese
gigante noruego, poco citado en el exterior porque se mantuvo fiel a su
Noruega. En un mundo con cuatro superpotencias científico-culturales:
Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Alemania estoy infinitamente
agradecido, y quisiera decir exactamente qué fue lo que aprendí de Arne.
La razón es que aprendí algo bastante diferente -y mucho más
importante- que un conjunto de tesis en las que de todos modos no creo
demasiado. Somos mucho más vecinos en lo político que en lo científico.
Aprendí que investigación era buscar una y otra vez, y que ese
era el problema. Antes de que un libro fuera impreso, Arne ya había

139
Juan sin tierra

empezado la revisión que su dinámica mente inspiraba en su sólida y


clara escritura. ¡Y creo que hemos sido capaces de descubrir la Verdad!
Aprendí de él que la investigación significa un intenso placer,
gozo, con desilusiones e impedimentos, pero sobre todo, en lenguaje
simple, diversión. Hay que comportarse de un modo similar, sin seriedad.
El humor, el gozo, es parte de la investigación.
Aprendí de él que la investigación es una oscilación entre un
diálogo intensivo, entre tesis y antítesis, ideas y contra-ideas, y un diálogo
igualmente intensivo, no un debate con otros, sino con quien sea. Esto
requiere un lugar para estar solo y un lugar para estar con uno mismo:
una cabaña, un bote, un viaje.
Aprendí de él que en la investigación, la división entre trabajo y
esparcimiento, entre término escolar y vacacional es trascendida. Se
juntan en el placer, en el gozo, en la diversión.
Un estilo de vida inmensamente estimulante para la producción.
Arne Naess en sus noventas todavía está produciendo suficiente para la
competencia en algún profesorado, al menos cada dos años. Y yo soy
profundamente escéptico respecto a los “investigadores” que, a través de
sus enseñanzas a) han producido un grueso libro, 2) consiguieron un
profesorado (incluso sobre esta base), c) se han retirado con una pensión
completa. Eso quiere decir que no hay ningún móvil profundo que haga
de la producción de nuevas respuestas una necesidad existencial. La meta
era un Doctorado/ Profesorado/ Pensión, no el gozo de la investigación.
Y soy todavía más escéptico de aquellos que no permiten la
pregunta ¿por qué?, para guiarlos en áreas tabú para que no pueda
lastimar sus carreras y posibilidades de financiamiento. Los investigadores
sin ideas ciertamente necesitan mucho dinero para compensar. Pero si es
dinero tras lo que están en lugar de profundas respuestas entonces se
debería recomendar una posición en los negocios. Sobre tal gente el viejo
dicho aplica: “Dime quién apoya tu investigación y te diré qué es lo que
vas a encontrar”. El lema de la vida académica de nuestros días parece
ser: “Recibo financiamiento, luego existo”, no cogito, ergo sum.
Mi escepticismo se eleva todavía algunas millas más si la
investigación en sí misma es un tabú, en otras palabras, un secreto. La
naturaleza misma de la investigación es que sea pública, abierta al
diálogo desde todos los ángulos. Además de romper con este principio
fundamental, la investigación clasificada es con frecuencia mala
investigación porque el diálogo es limitado al círculo interior, un club de
niños, demasiado homogéneo como para producir nuevas y buenas
preguntas. Una posición en el ejército, en la Oficina de Asuntos Exteriores o

140
Capítulo II.

en el Ministerio de Defensa es recomendada, pero por favor, no se refiera


a esto como investigación. Llámesele una cábala, una reunión de brujas.
Pero en el punto más alto de mi escala de escepticismo están los
representantes de la intelligentsia que se venden a sí mismos al mejor
postor, independientemente de si se encuentran en el Estado o en el
capital. Aquí el intelecualismo se pone en reversa “Dime qué conclusiones
quieres y yo te entregaré las premisas como datos y teorías manufacturados a
la medida”. Esa persona se relaciona con la Verdad como una prostituta
con el amor. Las recomendaciones para una posición son innecesarias, él
ya está bien empleado. Éste es un término genérico para ese tipo de
personas: “Experto”.
Mi experiencia de vida es que desafortunadamente esos
investigadores, en general, y profesores, en particular, son fáciles de
corromper. Por “corrupción” me refiero a la transformación curiosa de
los valores intelectuales de un perro guardián en un perro faldero de la
intelligentsia meneando la cola. Al decir “fácilmente” quiero decir que
ellos ni siquiera cuestan mucho dinero. La gente de negocios sabe más
sobre dinero de tal forma que al menos exigen sobornos más altos. El
líder de la iglesia unificada de Corea del Sur, el más bien dudoso Sun
Moon, organizó conferencias sobre la libertad y el valor y ese tipo de
cosas como publicidad para su iglesia. Yo me conté entre los que
organizaron un boicot. Y los perros falderos se estaban alineando. Sun
Moon fue entrevistado por la revista Time, respecto a cuánto costo la
conferencia y su experiencia era que los profesores necesitaban un 20%
extra, en otras palabras, propinas ordinarias. Time concluyó que mucho
apuntaba a que él estaba en lo cierto.
¿Por qué? Dos de los pilares fundamentales de la sociedad, con
una alta función disciplinaria son los préstamos para la educación y los
préstamos para vivienda, hipotecas. Los investigadores con frecuencia
tienen ambos. Increméntese la tasa de interés un poco y la producción de
perros falderos se acelera pronunciadamente. Pero debería implicar que la
academia se encuentra en su punto más fuerte mientras se es estudiante
antes de que se hayan establecido con ambos tipos de préstamos y, siendo
mayores, con ambos préstamos pagados. Y precisamente esa es mi
experiencia. Es el grupo intermedio, entre los 25 y los 55, el que es más
problemático. Una generación perdida.
Pero hay también una razón negativa. Nadie les ha mostrado
cómo se vive el verdadero placer de la investigación. No estás entrando
en zonas tabú solamente para provocar, sino porque tu perenne por qué
es el que te conduce. El gozo interno de la investigación te recompensará
más que las propinas que hayas perdido.

141
Juan sin tierra

¡Sé independiente! Y preferentemente también económicamente


independiente, eso significa tener otras fuentes de ingreso. En alguna
ocasión le pregunté a un hombre de dinero qué me podría aconsejar. Él
respondió: “Olvídate de la bolsa de valores, para eso se necesita inteligencia
y nervios muy fuertes. Es demasiado rudo para ti. ¡Compra casas! Por
mucho significa crecimiento de capital. Y además, puedes obtener
ganancias rentándolas”. Nunca tuve que vivir sobre esa base. Pero esa
base brindaba mucha seguridad.
Súmese todo, y el estilo como un investigador toma forma. El
perenne por qué no respeta ninguna frontera, y me llevó a través tanto de
fronteras geográficas como disciplinarias. La trascendencia. Ir más allá.
Si quieres entender el conflicto, entonces un camino importante a
la paz es obviamente audiatur et altera pars, “también escucha a la otra
parte” (y eso por supuesto significa no solamente 2 lados, sino, por
ejemplo, 15 como mínimo en Yugoslavia, y la mayoría de ellos fuera de
la Ex Yugoslavia). Solamente los muy ingenuos pueden creer que es
posible manejar un conflicto con muchas cabezas solamente a través de
contactos cercanos con una parte estudiando a las demás mediante la
lectura de documentos y escuchando reportes básicos de periodistas y
diplomáticos sin años y años de experiencia investigando y enseñando
sobre los conflictos. O todavía peor: una refundición de “expertos” del
lado al que perteneces, desprovisto de cualquier comprensión de la
empatía de lo que significa vivir uno mismo en el cuerpo y el alma de
aquello que defiende el Otro.
Esto va mucho más allá de trascender algunas fronteras
geográficas entre Estados. Ésta es también una cuestión de trascender
fronteras entre generaciones y entre géneros (amigas de orientación
feminista han sido de mucha utilidad), fronteras entre clases, entre razas,
entre naciones, entre “normalidad” y desviaciones. Mi propia autobiografía
es en buena medida la historia de expediciones entre esas fronteras. Y
debes hacerlo por ti mismo. Nadie puede hacerlo por ti. Los libros
pueden ayudar, pero no son suficientes. La ficción con frecuencia es
mucho más útil que las ciencias sociales porque ofrece perspectivas más
profundas. Ambas se complementan; no se excluyen la una a la otra.
¡Pero no hay nada que pueda competir con casarse en otra cultura!
Luego están las fronteras disciplinarias. La palabra disciplina se
mantiene para dos cosas: un sujeto de estudio, y control sobre uno mismo
y sobre los demás. Que la paz, el desarrollo, el futuro y los medios de
comunicación no pueden respetar tales fronteras es algo obvio, y las
consecuencias son que el investigador se hace incontrolable, indisciplinado.
Esta no es una cuestión de interdisciplinariedad, ese modelo viene de los

142
Capítulo II.

cincuentas. Ésta es una cuestión de trans-disciplinariedad, el nacimiento


de una nueva disciplina. El médico es algo más que un haz de
conocimientos sobre anatomía, fisiología y patología. Él ha trascendido
todas éstas y todavía más en una unidad superior. Pero debe conocer los
bloques constitutivos para poder construir su propia casa, sin tanto detalle
como buen disciplinado en ambos sentidos del término, pero tan lejos
como sea necesario, y tan lejos como sea suficiente.
Yo mismo aparté una década para cada uno para poder tener algo
de arraigo en las siguientes disciplinas: sociología en los cincuenta,
ciencia política en los sesenta, teología, economía y pedagogía en los
setenta, historia en los ochenta y cultura (antropología, historia de las
ideas/filosofía, sicoanálisis = construcciones individuales y colectivas) en
los noventa. ¡Varios viajes! Y tengo buenas guías, gente superior, más
que dispuestas para entrar en buenos diálogos. El método es exactamente
el mismo que cuando uno llega a un país extranjero: ¿dime qué es lo que
está pasando aquí, cuál es tu visión del mundo, qué es lo que has visto,
dónde están los puntos ciegos, qué hay de una autoreflexión? Y luego
sigo el viejo adagio francés: je prends mon bien ou je le trouve (tomo lo
que necesito de donde lo encuentro).
Una pequeña escena de Alemania a mediados de los sesenta, una
conferencia sobre un tema relacionado con la teoría de la paz. Un bien
conocido profesor se levanta, mucho más interesado en mí que en lo que
había yo dicho:
Wer sind Sie eigentlich, herr Galtung? ¿Quién es usted en
realidad? Él no se refería a mí como noruego, hombre, o investigador de
la paz. A lo que él se refería era a la disciplina, y a lo que se refería con
eso era a mi grado, al examen y al diploma -exactamente el modo en que
la gente piensa en Noruega. Yo dije: Matemáticas. Tal vez no fue muy
honesto, pero él obtuvo la respuesta que merecía.
En una temprana etapa en la vida dos de los hermosos poemas
del poeta danés Piet Hein parecían ajustarme bien: “Quien sea que toma
una broma como una broma y lo serio como serio ha entendido mal
ambos”. Y el otro sobre el gato en el camino, preguntaba de quién era el
gato: “Yo soy de mi propiedad”. Pero supongo que he tenido el
problema, como Arne Naess, de que el humor puede ser perturbador para
algunos. “Si una conferencia es tan entretenida no es posible que sea buena,
y no hay razón por la cual habría que tomarla en serio”. En países latinos
he tenido pocos problemas sobre estas líneas, pero en Alemania puede ser
catastrófico. Profesores muy conocidos piensan que estoy burlándome de
ellos. En Japón el humor no es un problema tampoco. Ellos simplemente
no lo entienden, pero escriben el chiste para quedar en el lado seguro. El

143
Juan sin tierra

problema era el gato que se tenía a sí mismo, particularmente porque


demasiada intelectualidad japonesa ha sido vertida en clasificar a un
intelectual de acuerdo con la escuela. ¿Qué escuela es esa? Después de
algún tiempo la única respuesta que queda es: “la suya”.
Con bastante frecuencia me presento, con toda sinceridad, como
60% liberal, 60% marxista y en el 120% como algo budista/asiático. Los
japoneses lo escribieron para luego ver la traducción. Los alemanes con
los suecos llegaron a la conclusión de que me había desarrollado muy
poco, tal vez profundamente sumergido en contradicciones, y que mi
cálculo de porcentajes era miserable. Los latinos lo disfrutaron. Los
noruegos eran de la opinión de que era arrogante, pero esa era su opinión
respecto a casi todo lo que hacía. Todo ellos, como de costumbre, estaban
en lo cierto.
Suficiente de estilo y forma. Vamos ahora al contenido.
El profesor Sverre Holm, con la misma edad de Arne, era una
persona bastante diferente. Llegué con Arne como un asistente y para
aprender. Sverre llegó a mí exactamente del mismo modo, y yo era 20
años menor que él. Él me empleó como profesor de estadística en la
Universidad de Oslo, y como su mentor privado cada sábado en la
mañana en álgebra. Además, él quería mandarme a los Estados Unidos,
todo esto ocurrió antes de un medio día en Febrero de 1952. Arne y yo
nos conocimos a través de una amiga en común. Sverre y yo nos
conocimos a través de un excelente libro de texto en álgebra que
todavía orgullosamente mantiene las manchas de café de ese sábado
cuando Sverre llevo el 01800-café equivocadamente a su garganta.
Como yo, él estaba cazando los grandes isomorfismos, las identidades
estructurales. Él no creía mucho en salvar al mundo. Éramos muy
cercanos en cuanto a investigación, pero no en cuanto a política. En
breve, yo era asistente sobre Gandhi para uno, profesor y maestro para
otro; una posición bastante envidiable. Y me beneficié de la agradable
y cálida tolerancia que subrayaba el paciente edificio de la sociología
noruega de Sverre, desde un punto de partida como humanista, filólogo
(siendo el francés su especialidad). No era solamente un librero sino un
verdadero ratón de biblioteca en la biblioteca de la universidad y por
encima de todo eso, un autor de ficción. Su ancla espiritual era
Whitehead. Para mí, el amigo de Whitehead, Russell, era importante.
La antropología matemática de las estructuras del parentesco nos
dio un profundo placer. Hice algo de trabajo y eso inspiró mi tesis en
matemáticas. Pero tras algunos años una verdad más profunda llegó a mí.
Las matemáticas, por definición, están libres de contradicciones. El

144
Capítulo II.

espacio social está lleno de contradicciones. En otras palabras, una


contradicción. ¿Pueden las primeras utilizarse para reflejar el segundo?
En la estadística había también un problema. Todas esas pruebas
estadísticas de hipótesis estaban basadas en una idea superior; estar en
guardia contra variaciones pequeñas era tan normal que podían simplemente
surgir por casualidad. Debería ser sólido, robusto. Significativo era la
palabra, al 5%, al 1%, un nivel promedio; lo último era lo mejor. Como
sea, hay muchas otras fuentes de error además de la casualidad, pero esta
aproximación se hizo una obsesión, enfocada sólo en la casualidad. Yo
era escéptico y expresé eso en un libro, Theory and Methods, publicado
en 1967, escrito en Chile, con ediciones apócrifas en varios países
grandes. Como sea, se requirió mucho tiempo para que se me ocurriera
que el problema no eran solamente los errores que cometimos al cazar las
variaciones, sino precisamente que estábamos tan concentrados únicamente
en las variaciones. Los noruegos estaban divididos y subdivididos en
todas las categorías posibles, por arriba y por abajo. Y lo que tenían todos
los noruegos en común desapareció. Por supuesto uno aprende sobre la
sociedad explorando cómo diferentes partes reaccionan, por ejemplo, a
una pregunta. ¿Pero tienen que reaccionar diferente antes de que uno
empiece a aprender? Aquí, desde mi perspectiva, hay una gran fuente de
error en la ciencia social en general.
Muchos eran de la opinión de que la investigación para la paz
carecía de una base científica porque trataba demasiado con valores y
asuntos profundamente emocionales. Pero ese es también el caso para los
estudios de la salud, “medicina”. Un problema mayor era la cacería de
constantes, leyes. Muchos economistas, por ejemplo, detuvieron su
investigación cuando pensaron que habían establecido que el crecimiento
económico estaba relacionado con la desigualdad económica, en lugar de
hacerse la mucho más importante pregunta sobre cómo el crecimiento
económico podía combinarse con igualdad económica. Yo estaba en
busca de una metodología en donde la búsqueda de constantes y la
ruptura de constantes son vistas como los dos lados del mismo proceso, y
revísense los capítulos sobre esto en Methodology and Ideology como
algo de lo más importante que he escrito (en la India, en 1969).
Y eso abrió las puertas para ofrecer a los datos, las teorías y los
valores un estatus de mayor igualdad, para ofrecer al futuro un estatus
más equilibrado con el que tiene el pasado, y más igualdad a eso del
diagnóstico en un diálogo eterno mientras el futuro da nacimiento a lo
que tiene en su matriz y libera sus datos. Viene más sobre este tema,
espero. El método y la epistemología están basados también en la
experiencia. Prueba y error.

145
Juan sin tierra

Una fórmula, no particularmente buena, es el “realismo del


cerebro, y el idealismo del corazón, mano a mano”. Nunca he entendido
bien a bien por qué no podemos tener ambos en ambos órganos. Quería
una imagen realista del mundo en el cual estaba viviendo, y para eso
necesitaba de ciencia social empírica. (Si hubiera tenido instrucción en
biología esto habría pertenecido al cuadro, no estoy entre los muchos que
son de la opinión de que “lo que no conozco no puede ser importante ya
que si fuese importante lo sabría”). Esto confunde a quienes confunden el
realismo empírico con la Realpolitik, las grandes potencias y los juegos
demoniacos de sus élites blancas masculinas. Lo que hago es entonces
poner en una reja valores sobre esa realidad, para desarrollar imágenes
relativamente precisas de cómo se vería la paz y luego me concentro en la
investigación de cómo podemos llegar ahí a pesar de esos juegos
demoniacos. Como ya he mencionado, no creo mucho en la habilidad del
actor estatal para guiarnos hacia la Tierra prometida de la paz. El sistema
estatal fue creado con muchos otros propósitos en mente, y la guerra es
uno de ellos.
Los estudios del desarrollo abrieron la ventana a la economía y
los estudios del futuro a la historia, y particularmente a la macrohistoria.
Como sea, lo que atrajo mi interés fueron las economías alternativas:
¿qué ocurriría si construyéramos la enseñanza y el estudio de la economía
más sobre necesidades humanas que en exigencias del mercado? E
historia alternativa, contrafactual: ¿qué podría haber ocurrido si hubiésemos
escogido otro camino en cierto punto de la historia, como si los aliados
hubiesen revisado el Tratado de Versalles en 1924 y hubiesen anunciado
un plan de 15 años para descolonizar en 1931? ¿Habrían Hitler y los
militaristas japoneses conseguido de todas formas el mismo apoyo?
“¿Qué habría ocurrido si Y?” Historia en el subjuntivo, no en el
indicativo, economía e historia alternativa, no positivista. Algo debía
hacerse en un par de ciencias para que fuesen útiles a los estudios de paz.
Por supuesto esto provocó un poco de irritación, pero principalmente
provocó interesantes diálogos y mucha curiosidad.
Conforme avanzó el tiempo iba teniendo la sensación de que el
caminio a la paz había sido desmitificado, particularmente en conexión
con el trabajo de TRANSCEND. Incontables personas han sugerido
caminos posibles. Pero los Estados/naciones no estaban caminando en
estos caminos:

“No entiendo lo que me pasa,


pues no hago lo que quiero,
y en cambio aquello que odio es precisamente lo que hago”. (Rom. 7:15)

146
Capítulo II.

“No hago lo bueno que quiero hacer,


sino lo malo que no quiero hacer”. (Rom. 7:19)

¿Cuál era la razón? La respuesta de Pablo, “carne” y “pecado” me hartó,


tal como la respuesta perenne de la ciencia política americana, cuya
principal misión era hacer ver como racional la política exterior de los
Estados Unidos: “Los Estados actúan en su propio interés”. Lo veía muy
fácil. Muchos habrían arrancado muchos más beneficios de la paz que de
la guerra. “Lo irracional en la mente humana” es de algún modo mejor,
pero entonces a mí me gustaría saber exactamente qué es eso, y cómo se
puede liberar eso de ese castigo.
Estos “por qués” me condujeron al subconsciente colectivo, en
otras palabras a Carl Gustav Jung, otro gigante. Pero esa nostalgia por lo
universal lo condujo a arquetipos que yo no podía utilizar. Estaba más
interesado en la cultura profunda de las naciones, en los géneros, el
subconsciente colectivo de las clases y lo que fuera que estuviese
escondido en las estructuras profundas de los Estados. Brinqué de nación
en nación, de género en género, de clase en clase, recogí y recogí para
poder entender mejor cómo sus élites reaccionarían bajo las 3
condiciones en “C”: Crisis, Complejidad y la necesidad del Consenso.
Incluso me someti al sicoanálisis y fue impresionante. Pablo se habría
beneficiado de leer a Freud y a Jung. Y de un sicoanálisis con un analista
entrenado en religión. Así que es aquí en donde me encuentro. El libro
puede venir en un año o tres A theory of peace, un adelanto fue Peace by
Peaceful Means en 1996.
El camino era estrecho, torcido, y me encuentro lejos de una
meta: la meta es el camino. La marcha que se hace a campo traviesa en
arenas movedizas, sin un mapa, una brújula y una meta: fascinante. Una
escama detrás de la otra es removida de mis ojos, y al menos tengo la
ilusión de que mientras pasa el tiempo veo más realidad de tal forma que
puedo reflejar mejor esa realidad y contribuir a cambiarla. He perdido el
objetivo muchas veces y definitivamente continuaré haciéndolo. ¡Qué
suerte que se me permita hacer algo como esto! ¡Tener trabajo como su
propia recompensa! Pero por supuesto también alimento un poco de
esperanza de que algunas llaves para la paz serán descubiertas en el proceso.

¿Y la nueva vida?

El Maestro dijo:

Seis meses más tarde fue aquí a donde llegó


Con madre y bebé y prometida

147
Juan sin tierra

“Aquí” era Ginebra, y seis meses más tarde de que había yo dado mis
últimas conferencias en la Universidad de Oslo como profesor en
investigación para la paz y conflictos en Abril de 1977. Varios seminarios y
conferencias en España antes de que el autobús Volkswagen nos trajera a
nuestro destino: suegra, Irene bebé (griego, eirene, paz), Fredrik de seis
años (noruego, fredsriket, el reino de la paz) y Fumiko. ¿Por qué? Bueno,
Sandemose dice que hay muchas rutas a la infelicidad; la emigración es
una certeza.
Primero, no era una emigración; llamémosle una “relocalización
del centro de gravedad”. Segundo, nosotros no nos fuimos de Noruega,
dejamos atrás una casa, y más tarde una casa de verano y un bote de
motor, y no ha pasado un solo año en el que no haya ido a Noruega al
menos seis veces. ¡Sí! –amamos a este país, particularmente la campiña y
las partes azotadas por el tiempo, como proclama el himno nacional.
Amor, sí, ¿pero vivir ahí permanente, habitual y lealmente?
Y debe haber existido una razón para esa tremenda sensación de
alivio mientras el transbordador abandonaba Kristiansand tras una visita a
Eva y Torstein Eckhoff –una brillante, generosa, profunda y agradable
pareja y buenos seres humanos. Desaceleración del latido del corazón,
músculos relajándose, tranquilidad.
Me recuerdo ahí, acostado, pensando en la escena que había
presenciado cerca de 12 años antes. Ocurrió en las interminables pampas
argentinas. Era huésped en una hacienda, a un día de distancia al sur de
Buenos Aires. Una de las hijas de la familia estaba por casarse, una
pequeña reunión de cerca de cien personas, los bueyes giraban lentamente en
el fuego, una fuerte flama, chispeando y crujiendo, goteando sangre,
goteando grasa. El humo hipnotizaba, estimulante.
Los gauchos utilizaban pañuelos rojos al cuello y ornamentos de
plata en anchos cinturones, las alas del sombrero podían dar suficiente
sombra para un buey de tamaño medio, las botas de montar tenían
espuelas de plata. Pero nada de esto retenía mi atención.
Observaba a varios cientos de vacas a una distancia cercana, los
gauchos empujaban hacia ellas unas largas vallas formadas como una
chimenea en forma de “Y”. Las vacas fueron conducidas a través de una
enorme entrada mientras la chimenea se hacía cada vez más angosta. En
la base de la Y había una guillotina de algún tipo. Día de asesinato.
Las vacas sabían lo que estaba ocurriendo: asesinato bovino,
bovicidio. Nosotros civilizamos las prácticas occidentales en las vacas -
pensé con resentimiento- mientras equilibraba esa idea con aquella de
otras culturas que conducen grandes manadas por precipicios. Algo más
llamó mi atención.

148
Capítulo II.

Había visto a un pequeño ternero. Las vacas habían dejado de


circular, estaban atascadas. De momento el ternero encontró suficiente
espacio para moverse. Miró en todas direcciones, tomo algo de velocidad
y entonces saltó, ¡lo consiguió! Sus patas deben haberse lastimado, por
un segundo se vio totalmente aturdido, luego corrió. Un gaucho ponderó
la situación en un instante, el ternero era muy frágil, lo tendremos para el
próximo año.
Yo era ese ternero, me dijeron mis sentimientos. Yo había
presenciado todo, como en un día de otoño claro como el cristal. La “Y”
era la duración de la vida. Tú navegas por el río del tiempo con tus
contemporáneos, llamado en sociología cohorte. Al principio hay mucho
espacio en dónde moverse. Luego se reduce gradualmente. Al final todo
está comprimido: La duración de tu vida es recta como una flecha delante
de ti, tú puedes decir dónde vas a estar un domingo dentro de tres años,
en la tarde, tras un buen almuerzo (por ejemplo, en cama, disfrutando
cuarenta pestañazos). Lo mismo para el lunes en la mañana.
El fastidio de esta predictibilidad me consumía. El ternero no
tenía probablemente demasiada experiencia como para sospechar cómo
terminaría todo, pero tenía la suficiente experiencia para saber que era
ahora o nunca. La última oportunidad. Un salto y las pampas frente a él
en toda su inmensidad. Una estrella dirige. Un ternero la sigue.
Tuve una inmensa sensación de alivio ahora que el peso de la
predictibilidad había sido eliminado. Un trabajo esperaba, y un gran
proyecto para las Naciones Unidas. Pero ambos eran de duración limitada,
flexibles, llenos de emociones, llenos de lo indescriptible y de lo inefable.
El mejor sueño nocturno en mucho tiempo puso un sello en mi felicidad.
Sentía que había alcanzado los límites de lo que podía hacer en
Noruega. Políticamente, las posibilidades eran imposibilidades. Una
persona en los escalones superiores del Partido dijo a Fumi a su llegada al
país, decididamente al alcance de mi oído: “Su marido podría convertirse
en ministro de asuntos exteriores, pero tendría que aligerar el asunto de
su relación con la OTAN”. ¿Comprometerme? Ese “asunto” era, después
de todo, un asunto central para mi pequeña persona. Yo solamente podía
ser honesto conmigo mismo, y honesto con el “coronamiento en las
cúspides superiores” –y el sistema era precisamente lo que estaba criticando-
al renunciar a cualquier privilegio de esa naturaleza. La respuesta era
clara: seguiría mis propios pensamientos irrestrictos.
Había alcanzado también un límite en relación con la investigación.
La academia noruega estaba estrictamente orientada a la disciplina. La
gente que alegremente cambiaba de opiniones, partido, lealtad, cónyuges,
residencias, se aferraban fírmemente a sus propias identidades profesionales

149
Juan sin tierra

como psicólogos, psicólogos sociales, sociólogos. Si traspasaban al


territorio de otra persona, se les diría que habían excedido los límites de
su competencia. Por todos los medios, llámele investigación para la paz si
lo desea, aunque sea un término particular -me dijeron- mientras que lo
que haga sea sociología razonablemente buena. Cuando me encontraba
bajo asesoría para un profesorado, fui catalogado como un sociólogo y
aclamado como un “hombre del renacimiento” por un investigador
noruego extremadamente capaz (Stein Rokkan). Pero incluso él, por
supuesto, no tenía la más remota idea sobre investigación para la paz. De
mi parte no hay ninguna queja, pero así es como fue.
Mi curiosidad me había traído ahora a otros terrenos de caza:
pedagogía, la teoría de la civilización con vasos comunicantes con la
filosofía, la historia de las ideas, la antropología cultural, la historia –un
gran proyecto en macrohistoria occidental- y la economía sobre la base
de las tesis que sostenían que eran los modelos económicos los que no se
sostenían frente a los desarrollos y no a la inversa. La pedagogía no fue
ningún problema, los pedagogos estaban felices de cooperar, y mi
amistad con la adorable e impresionante Eva Nordland y su marido
quedó arreglada de por vida. Como se mencionó en varias ocasiones ya,
más tarde, ambos encontramos asilo del dominio de Oslo en el distrito de
Jaeren, en lo que solía ser el corazón del celo misionario cristiano en
Noruega. Pero la otra orientación era problemática.
La teoría de la civilización no existía, así que eso no fue un
problema tampoco. La historia y la economía estaban bien representadas
en Noruega, por coloridas personalidades a quienes apreciaba sin límite
(Seip, Frisch). Pero ellos verificaban que tuvieras tu credencial de
identidad disciplinaria en orden.
En pocas palabras, tenía pocos colegas, compañeros de diálogo.
La cultura profunda como una fuerza motriz comenzó a tomar forma en
mis pensamientos, incluso a pesar de que existiera todavía mucho camino
por recorrer. No había ninguna exigencia en casa como si la había en
India, Japón y en el Tercer Mundo –y sigue siendo colosal. Eso también
significó que comenzara a ocuparme de asuntos que no figuraban en la
agenda de los debates en Noruega. El Oriente-Occidente se discutía con
gran presteza aunque el problema principal no era nunca cómo los
conflictos podían resolverse, sino cuál es tu posición, ¿estás con nosotros
o contra nosotros? Contra la política de la OTAN estadounidense –muy
bien, entonces eres comunista. Los estándares a veces se deterioraban de
lo malo hacia lo peor. Pero al menos había algún tipo de discurso en
movimiento.

150
Capítulo II.

Y comencé en medio de todo esto a hablar sobre lo que el Este y


el Oeste tenían en común, la civilización occidental versus, digamos, la
hindú, la china, o la civilización japonesa. Cuando la Universidad de
Salzburgo celebró su quinto centenario, fui invitado, así como a muchos
eventos similares. Por teléfono les informé lo que sería mi tema:
“Algunas similitudes entre el marxismo y el liberalismo” que había ya
presentado como miembro de la junta del Instituto Max Planck a dos
buenos amigos, Jürgen Habermas y Carl Friedrich von Weizsäcker, en
Starnberg. El profesor, a través de la secretaría, había cometido un error y
había cambiado el titulo a “disimilitudes”. No es necesario decirlo, un
buen punto de partida para mi charla.
La soledad no me molestaba, me daba la oportunidad de trabajar
sin distracciones. Los susurros en rincones y fisuras -“se ha vuelto
completamente loco”- era algo a lo que estaba acostumbrado. Los pequeños
mosquitos que resoplando se dedicaban a picotear a los elefantes fue algo
también lo suficientemente cercano, pero ningún mosquito jamás se ha
hecho apreciablemente más grande después de este ejercicio, y el
elefante, para lo que pueda valer, es razonablemente amplio de espaldas y
de gruesa piel. Había podido con la carga hasta el momento. Pero el
“debate” noruego estaba lejos de atarme como una persona. Otros
tendrían que compartir la responsabilidad de hoy en adelante y permitirle
encontrar su forma natural, noruega.
El mundo externo llamaba. Nunca desde que había comenzado
mis estudios en otoño de 1948 me había sentido tan libre, no solamente
de la Universidad de Oslo, sino también del trabajo como primer Director
General del Centro Universitario Internacional en Dubrovnik y como el
primer Presidente de la Federación Mundial de Estudios del Futuro.
Quería vivir otras culturas e historias, no solamente visitarlas, quería vivir
mis idiomas, no solamente utilizarlos, quería vivir el arte y la música,
disfrutar a nuestros hijos, disfrutar la mejor parte del proyecto Oriente-
Occidente de la UNESCO: Fumiko y yo juntos.
Y, como un buen misionero noruego, quería esparcir mi evangelio
de que la paz es el camino y de que la investigación para la paz es un
camino para ese camino. No es que ya hubiese cumplido la cuota de
profecías en Noruega o me hubiese convertido en una baja, una víctima,
de la ley de Jante. Pero en la pequeña élite en el cuarto piso del sistema,
ya había alcanzado mi punto de saturación. En el tercer piso también, el
piso de los medios de comunicación.
Había un enorme interés en el profundo escepticismo a las políticas
de la OTAN en torno al país. Como yo, muchos no se oponían a las
alianzas defensivas. ¿Pero la OTAN es una alianza defensiva? Todo lo

151
Juan sin tierra

que el Primer Ministro Einar Gerhardsen había dicho en París, bien asistido
por el subsecretario Andreas Andersen (una desviación en el centro del
sistema) estaba bien y era bueno: Noruega no quería bases extranjeras,
almacenaje de armas nucleares, o plataformas de lanzamiento para
misiles balísticos de rango intermedio sobre territorio noruego mientras
Noruega no estuviera en peligro o fuera sujeto de un ataque. Pero ¿por
qué era necesario insistir en lo obvio, defensa, en negociaciones entre los
Estados Unidos y los soviéticos sobre las zonas desnuclearizadas? –¡si
debería ser autoevidente! “Galtung, tú eres una amenaza a la democracia,
sabes demasiado”, dijo ella, colocada muy arriba en los escalones
partidistas, una dama adorable. ¿Había algo de eso?
Jacta est alea, “La suerte está echada” El autobús de
Volkswagen conducía hacia el sur. Luego una segunda carga, materiales
en esta ocasión, a través del otoño alemán, 1977, asesinato mutuo. La
nueva vida había comenzado.

152
CAPÍTULO III.
EXTRANJERO

Democracia significa participar: Extranjero

¡Por supuesto es posible participar fuera de las fronteras del país de uno
mismo! Todos somos parte de una humanidad en lucha buscando soluciones
a problemas increíblemente complicados que por mucho hemos creado
nosotros mismos. No se culpe a Dios, no se culpe a la naturaleza humana.
Todos nosotros estamos en nosotros mismos, no estamos divididos en
compartimentos herméticos referidos como géneros, generaciones, razas,
clases, naciones, Estados. Algo diferente es el derecho a votar, para eso
es necesario vivir por mucho tiempo en un país (jus solis), tal vez incluso
desde tu nacimiento como un residente permanente (jus sanguinis) Pero
es totalmente posible participar sin ser un ciudadano político.
Cuando digo “participar” no estoy pensando en conferencias,
invitados a conferencias, profesorados visitantes, traducciones. Estoy
pensando en hacerte miembro, un participante en el diálogo en el país,
con palabras y acciones. Y creo que he hecho esto con más placer en
Alemania que en ningún otro país. Soy claro y luego soy invitado una y
otra vez. ¿Por qué? No hay duda que por el talento masoquista de los
alemanes. Pero no me veo como un sádico. Lo que me atrae es que los
alemanes toman las cosas con seriedad. Ellos quieren llegar al fondo de
las cosas. Me siento en casa en un país en donde las preguntas y las
respuestas son necesidades existenciales. Y al mismo tiempo tengo una
tendencia a reírme exactamente de esto en mí mismo y en los demás, y
también de disfrutar la versión mediterránea de “algo resplandeciendo
por encima de” en el sentido de palabras bien armadas, cenas y sopas
bien diseñadas, con un vino perfecto, en una reunión bien organizada.
Juan sin tierra

Solía creer que la condición para participar en el país de alguien


más era una invitación. Pero ¿por qué? Si la injusticia se ha cometido en
Alemania Occidental, en la RDA o en Cuba ¿se supone que debo esperar
una invitación? ¿O debería mejor sentir un llamado, viajar ahí a donde
ocurre, introducirte, bajo el supuesto de que estás razonablemente seguro
de que lo que estás haciendo es lo correcto? Los Estados Unidos odian
los “consejos no solicitados” (véase el capítulo “Olof Palme”), luego
entonces, eso es exactamente lo que se necesita. En breve, participar con
conocimiento, con habilidades, con compasión y con paciencia.
Mostrando respeto, estando siempre bien preparado –y abierto. Y hágase
todo esto en el lugar, ahí donde ocurre. Solamente los cobardes derivan
satisfacción de decir lo poco que tienen que decir en alguna columna de
regreso a casa en algún diario local.
Esta tendencia a interferir en los asuntos internos de otros países
comenzó en mí durante la España de Franco. De ahí procedí a Cuba en
América Latina (“Camelot”) y luego de regreso a España en los sesenta.
La India (“Dalai Lama”), Japón (“Edgar Faure”), Irán (“Farah Diba”) y
las Filipinas “Imelda y Ferdinand”) siguieron más tarde. Pensando en
Japón en 1970: era yo el “acusador” de una delegación oficial de “alto
nivel” de la OCDE y preparamos un reporte razonablemente bueno sobre
la educación en Japón. Hasta donde puedo entender nada salió de
nuestras recomendaciones. ¿Tal vez habría sido mejor trabajar para una
ONG japonesa desde abajo, que aterrizar con estilo desde arriba, como
un “experto” de la OCDE?
El trabajo en Alemania no se limitaba al movimiento pacifista en
su oposición a la política oficial de aceptar, hablando prácticamente, todo
lo que Washington desea, sino que se dirigía también en contra de la
izquierda autoritaria (“El piojo; Un drama en tres actos”) y la variación
de Alemania Oriental de genuflexión a una superpotencia (“RDA: Tres
actos”) La sociedad civil alemana produjo un movimiento pacifista lo
suficientemente grande como para conseguir que las cosas se movieran
en oposición a lo que ocurría en Inglaterra e Italia donde se ahogaban en
debates y estéticas de paz. Pero en Austria tuve diálogos con el Ministro
de Asuntos Exteriores, más tarde presidente Kirchschläger, fue consultor
en jefe en el trabajo pionero de Gerald Mader en la Universidad Europea
para la Paz junto con mi querido amigo, el Secretario de los Verdes en
aquel entonces, Wilfried Graf, y fue consultor en el Parlamento Alemán y
en el Parlamento Austriaco un par de veces.
Durante la Guerra Fría I estuve en la Unión Soviética 25 veces y
un igual número de veces en la RDA, todo el tiempo siendo muy
explícito, diciendo lo que pensaba. Y en 1973 llegó la ocasión para ir a

154
Capítulo III.

China junto con una experta bastante competente en Asia Oriental: mi


esposa Fumiko. Luego de eso vino un profesorado visitante en Sichuan,
la provincia más grande de China.
Cuando dejamos Noruega fue por las Naciones Unidas en
Ginebra, Suiza, y desde 1979 por Francia. Llegamos a Versonnex, a 500
metros de la frontera con Suiza, con vacas, pasas rojas, frambuesas,
manzanas y montañas. Sin importar el tipo de experiencias altamente
perturbadoras por las que había pasado, se podía sacar fortaleza de ese
lugar entre Mont Blanc y Jura, donde el camino se mueve como una
serpiente entre las granjas y a través de Bois Chatton, el Bosque del Gato.
La burocracia francesa es eficiente y generosa con el jardín de niños,
escuelas públicas, excursiones para la generación de la tercera edad, y los
espacios públicos franceses son profundamente estéticos. Un país fácil en
dónde vivir, y un hermoso lugar para escribir.
España. Herman Ruge y yo habíamos tenido un viaje de
senderismo alrededor de España en 1951 –en aquel tiempo como un país
del Tercer Mundo. Perdí una parte considerable de mi corazón en ese
país, y ahí se ha quedado desde entonces. Esto ciertamente se reforzó tres
años más tarde en 1954 cuando Ingrid y yo hicimos un viaje en
motocicleta a España. Ella se sentó en el asiento trasero de una Tempo-
sachs 150 cm3 y examinó al conductor en verbos en español al mismo
tiempo que cosía sobre su falda. Buen deporte bajo un enorme flujo de
luz solar, pero la motocicleta funcionaba como aire acondicionado
cuando la temperatura alcanzaba los 40 grados.
Era anti-franquista, pero también era un escéptico sobre el otro
lado de la terrible guerra civil, y todavía más escéptico sobre el
irreflexivo reflejo condicionado: boicot, sanciones económicas.
Amigos españoles me hablaron sobre tres tipos diferentes de
extranjeros:
Los primeros –un grupo pequeño pero en el que se contaban
muchos noruegos- eran viejos nazis de Noruega, antiguos miembros del
“Nasjonal Samling”, gente que había estado luchando en el frente oriental
contra la Unión Soviética y que en Franco vieron la realización última de
su sueño. Algunos de ellos eran ideológicamente entusiastas, otros eran
sobre todo entusiastas por los bajos precios. Y todavía otros eran una
especie de refugiados de sus países al tener procesos legales en su contra
por traición (contra el gobierno que a su vez estaba refugiado en Londres)
durante la Segunda Guerra Mundial.
El segundo grupo eran los turistas con un muy bien desarrollado
sentido de las cuatro “s”: sand, sun, sex y sangría –excelentes valores,
pero no para ser colocados en la cúspide en los años cincuenta y sesenta.

155
Juan sin tierra

El tercer grupo era mucho muy pequeño y llegó con la intensión


de comprender, y tal vez incluso, ayudar a aquellos que luchaban la
difícil batalla por la democracia, en la fase final de la dictadura de
Franco. Lo que necesitaban por encima de todo eran libros. Ellos querían
saber qué era lo que ocurría afuera de su propio país, y necesitaban ayuda
en su argumentación.
Participé en conferencias en la España de Franco y con frecuencia
era el único extranjero que representaba valores democráticos. Usualmente
había alguien en la sala, obscuro, incluso vestido con ropas obscuras,
algunas veces un sacerdote altamente educado representando a los
poderes fácticos, a aquellos quienes de verdad tenían el poder en el país:
los terratenientes, el ejército y la iglesia. Ideológicamente eran fascistas
en un alto nivel, con enorme respeto a la tradición, a la iglesia, y al poder
= derecha. Tenían en su contra a los marxistas. Los marxistas eran tolerados
mientras sus discursos fueran abstractos, y ese no era con frecuencia un
problema. Hablaban a menudo, con mucho placer y mucha abstracción.
En medio de ambos me encontraba yo sentado, hablando de una
federación española, social, democrática, republicana, a favor y en contra.
Al final hubo tantas visitas que preferí comprar una casa en un
lugar en el que el tipo 1 y el tipo 2 aquí descritos habían encontrado un
lugar de encuentro, Alfaz del Pi en la Costa Blanca. Participe tanto como
pude en los cinco años que todavía quedaban al régimen de Franco. Si
hubiese muerto 10 años antes todo se habría hecho bastante problemático.
Como resultaron las cosas fue más o menos como predije que ocurriría:
apostaron a la gente en sus treintas sin personas que hubieran experimentado
traumas u odios para poder construir una monarquía constitucional y una
democracia con un gobierno electo. Afortunadamente, los boicots no los
habían aislado. Miles habían hecho el tipo de cosas que había hecho yo,
particularmente los franceses.
El boicot dejaba satisfechos, por encima de los demás, a quienes
organizaron el boicot, como un acto ritual, altamente apreciado: ¡Miren
que pureza de corazón tenemos! Ciertamente el corazón era puro, pero
desafortunadamente también lo era el cerebro. Cuando algo malo ocurre
en un país lo que se necesita son más contactos, no menos. Esta experiencia
formó mi actitud hacia los boicots y las sanciones económicas desde
entonces.
La democracia es por supuesto mucho más que elecciones formales.
Franco escribió en algún lado que “España no es una dictadura, España
es una jerarquía”. Y yo podría agregar: España no es una democracia
tampoco, España continúa siendo una jerarquía. España no está sola en esto.

156
Capítulo III.

Aquellos en la cima siempre tienen la última palabra. Para poder


contrarrestar eso comencé con mi amigo, hermano, colega, hijo y padre
confesor, profesor (ahora en los estudios de paz) José María Tortosa un
curso de verano en la universidad en Benidorm con, algunas veces,
discusiones muy francas y muy profundas sobre el feminismo, los estudios
de paz, la cultura profunda. Esto estaba llegando lejos de acuerdo con las
concepciones españolas. El conjunto total de temas tabú era extenso y
estaba muy bien protegido. La universidad de verano lentamente se
evaporó, pero sobrevivió mediante el estimulo a los estudios de paz.
España es hoy el país número uno en Europa en este campo particular.
Fui invitado al Senado en Madrid a una charla sobre el lenguaje
del poder, para el grupo de expertos del partido gubernamental en Javea,
y fui un invitado frecuente en la televisión y en los diarios, ofreciendo
conferencias en todo el lugar. En los últimos años ese trabajo se ha
concentrado muy concretamente en los conflictos en Gibraltar-Ceuta-
Melilla, en el país Vasco-Madrid y Cataluña-Madrid.
Italia. Ésta fue mi experiencia más fuerte en el extranjero
viajando de aventón, en 1949 con un pequeño diccionario de bolsillo. Me
enamoré del país, me hice un italiot (una especie de mezcla entre un
italiano y un idiota). Simplemente no podía tener suficiente. Mi participación
se hizo intensa, primero a través de Danilo Dolci, y más tarde también a
través de amigos como Ernesto Balducci y Norberto Bobbio.
Una serie de libros fue traducida al italiano y la “violencia
estructural” se hizo un tema de ensayos en las escuelas de nivel medio
superior italianas. Incontables fueron las reuniones, las conferencias, las
charlas. Pero el efecto, dividido por el esfuerzo, la eficiencia en otras
palabras, era mínima. ¿Por qué?
Porque el sistema italiano no funciona como el alemán. En la
más racional Alemania los argumentos respaldados por hechos tienen un
efecto. En el sistema clientelar italiano lo que haces por los demás y lo
que los demás hacen por ti tiene un efecto más importante, ciertamente
no desconocido en cualquier sistema político, pero aquí en un nivel
mucho muy alto. La expresión “casta política” (no clase) facilita esto
relativamente bien por compartimentos herméticos que separan a los
gobernantes de los gobernados. Como los artistas y los intelectuales, los
políticos viven libres de lo que la gente puede pensar excepto cuando las
elecciones se aproximan. Para cuando llega ese momento, ellos ya habrán
comprado nuevos grupos y habrán tratado de conservar a los antiguos.
¿Qué hacen los movimientos pacifistas y otros movimientos
progresistas? Ellos conocen esto demasiado bien y optan esencialmente
por una experiencia estética –algo que nunca perecerá- de una reunión o

157
Juan sin tierra

una demostración. Color, música, vino, buena comida. Aprendí mucho en


Italia sobre los límites del intelectualismo y traté de cambiar mi retórica
hacia una dirección más estética, enfatizando lo que la gente podía hacer
sin el apoyo de los políticos, un apoyo que solamente conseguiría si
tuvieran algo que ofrecer a cambio. Y como regla los políticos tenían
muy poco que ofrecer.
En un país en el que –como Alemania- más del 50% de los
muchachos jóvenes son objetores contra el servicio militar, un servicio
civil alternativo se hizo un importante punto de discusión, y eso había
sido enfatizado también en mi trabajo en Italia junto con el profesor
Antonio Drago en Nápoles. Pero el gobierno italiano, como el noruego,
se preguntará si algo como esto será tolerado por los Estados Unidos, y
ellos utilizan a los Estados Unidos para poder recompensar a sus propios
clientes. Es una imagen triste de un país maravilloso –como Noruega,
seguida por muchos otros.
India. “Caminar es mejor que hablar”, dijo Vinoba Bhave, y
luego comenzó a moverse y miles le siguieron. Yo estaba a su lado, pero
también entendí que la conversación había terminado. Él fue de pueblo
en pueblo para persuadir a los terratenientes para que cedieran la Tierra a
quienes carecían de ella. El movimiento Bhoodan dejo rastros tras de sí,
pero como muchas cosas en la India estaba incompleto, a medio terminar.
Y el mismo era el caso para otro de los colaboradores más cercanos a
Gandhi, Jayaprakash Narayan, que quería dar el más pobre estado de la
unión, Bihar -como Bihardan- a la gente. En cierto sentido era más fácil
desafiar a Inglaterra -el enemigo común- que desafiar a las élites en el
país de uno mismo; esas élites sabían muy bien cómo tomar represalias.
Y ellos reunirán todo relacionándolo con modernización/ globalización
aún si la miseria no hace otra cosa que incrementar. Hasta que la
resistencia haya conseguido construirse a un nivel lo suficientemente alto.
Esta parte de Gandhi está muriendo lentamente. Los incontables
institutos Gandhi, en principio en todas las universidades, están tan
muertos como los monumentos. India pide a los extranjeros que vengan
para mantener la memoria viva; es extraño estar entre ellos, conseguir
premios honorarios en la India por lo que he aprendido de la India. Algo
de la explicación se localiza en la problemática Jesús-Barrabás. La vida
de Gandhi es demasiado fuerte, exige demasiado. Barrabás podía ser un
bandido, pero su vida era excitante, no estaba llena de exigencias ascéticas.
Pregunté a pescadores en Kerala qué era lo grande en Gandhi. La
respuesta fue casi unánime. No era la no-violencia, tampoco la
autosuficiencia, sino el swaraj, la liberación. El padre de la nación, la
nueva superpotencia, India.

158
Capítulo III.

Pero no todo es totalmente obscuro. Hay muchas muy buenas


iniciativas en la India incluso si no navegan bajo la bandera gandhiana,
como el desarrollo alternativo de Ashok Khosla que intenta hacer, en
principio, a cada pueblo autosuficiente a través de la tecnología alternativa.
La producción para la atención de necesidades básicas no es suficiente,
también es necesario producir los medios de producción que se necesitan.
Hacer baldosas es excelente, pero ser capaz de hacer las fábricas que
hacen las baldosas es todavía mejor. O tómese Ola y Erni Friholt de
Orust fuera de Göthenburg, llevando a Gandhi de regreso al país del
propio Gandhi, estimulando iniciativas locales en la India. “Actuar es
mejor que hablar” –ellos consiguen más conferencias que las que pueden
atender en ese país de Brahamanes. Una cosa importante que aprender de
alguien que se gana la vida produciendo palabras.
Alemania. Berlín, julio 1975, una gran tienda y mucha gente -¡La
corte entra en sesión! Proclamó el “juez” en el Tribunal Bertrand Russell.
La sesión trató sobre Berufsverbot, el gobierno que negaba el acceso a
ciertas profesiones a los comunistas, violentando muy claramente derechos
humanos. La idea detrás de esa idea, suponemos, era prevenir una
absorción de cualquier tipo. Una cierta alergia alemana general contra los
grupos pequeños, altamente energetizados y bien organizados es algo
comprensible. En este caso el punto principal era la criminalización de
grupos con otras ideas sobre cómo debía marchar el mundo, en particular,
cómo practicar una importante profesión: la enseñanza. Debían someterse,
rindiendo pleitesías, al ser confrontados con niveles más altos, el poder
del Estado.
Desde mi punto de vista el problema era muy claro. No puedes
negar a un grupo el acceso a una profesión solamente porque tienen otra
ideología a menos que uno sea capaz de demostrar, y eso en casos muy
concretos, que el profesor particular no está haciendo su trabajo. En otras
palabras, cualquier regla que prohíba a alguien el ejercicio de su profesión –y
eso también solamente temporalmente- tendrá que venir una vez que la
ley ha sido quebrantada, no antes, y de acuerdo con las reglas de un
Estado construido de acuerdo con las normas del debido proceso. Un
punto principal sobre los derechos humanos es precisamente la sospecha,
y particularmente la sospecha basada en ideología y membresía es
insuficiente como una base para la discriminación. Existen otros métodos,
y el método democrático consiste precisamente en retarlos a entrar en
diálogo. Preséntense los argumentos abiertamente y los hechos que los
respaldan, en ambos lados, y ¡veámoslos!
Un extraño proceso legal. El acusado era el Estado alemán,
acusado de violar los derechos humanos a través de ese tipo particular de

159
Juan sin tierra

política. Pero el acusado no estaba en la corte. Y su principal apoyo en el


paisaje político, los partidos gubernamentales CDU/CSU estaban
sumamente enojados con el tribunal que veían como un acto de interferencia
en asuntos internos. En conjunto, se trataba de una parodia del debido
proceso, decían.
Ese último argumento causó cierta impresión. Estaba sentado en
la tienda, reflexionando. El Estado tiene los medios de poder para llevar a
la corte a quien sea que viole la ley. Pero ¿con qué frecuencia es el Estado –y
su hermano el Capital- son acusados ante la corte? El aparato está
construido de tal forma que casi nunca ocurre. Por esa razón un Tribunal
Sartre, un Tribunal Russel son necesarios, tal vez incluso, más de ellos.
Una joven maestra entró como testigo. Para la ocasión ella estaba,
metafóricamente hablando, vestida como un cordero de la paz, pero las
mangas eran un poco pequeñas, las garras comunistas eran un poco
visibles. Habló de cómo enseñaba, un poco unitaleralmente, pero aún así,
se trataba de un milagro de objetividad respecto a la teología oficial “nunca
hables de los Estados Unidos, solamente sobre la Unión Soviética”/”el
mundo libre versus la dictadura soviética” que todavía hace a los Estados
Unidos, la Unión Europea, Israel y la cultura profunda alemana un tabú
en los debates alemanes. Su conocimiento iba mucho más allá de este
tipo de discurso irreflexivo, oficialmente sancionado.
Yo le hice algunas preguntas y me quedé con la impresión de que
una buena escuela en una democracia real utilizaría su talento pedagógico
y energía como parte de la pedagogía. Ella podía ser utilizada para
proteger a los pupilos contra la impresión de que había una sola respuesta
clara a los problemas complejos del mundo. Que ella tenía su propia línea
de pensamiento -bastante competente por cierto- estaba más allá de
cualquier duda. Tal como la mayoría compacta. Una buena base para un
buen diálogo. En principio.
De pronto algo ocurrió. Nadie quería darnos un edificio y por esa
razón estábamos en la tienda. Fuera de esas tiendas el CDU6 había
construido una especie de tribuna para una manifestación en nuestra
contra. Perfectamente bien, ese es su derecho democrático. Dije que estaría
muy contento de tener un diálogo con estos protectores de la democracia
para poder comprender mejor sus argumentos, dejé la tienda seguido por
un joven periodista radial a mis talones que ya olía un poco de sangre
demócratacristiana.

6
Por sus siglas en alemán: Christlich Demokratische Union -Unión Democrática
Cristiana. (N. del. T.)

160
Capítulo III.

Subí la escalera, los felicité desde la tribuna y dije que nos


gustaría mucho tener un diálogo. La respuesta fue un no definitivo, el
organizador no era del tipo de personas que platicaría con un comunista.
Le dije que no era un comunista, pero que había otro principio que era
más importante: la democracia se basa en el diálogo, en comprender, en
respetar. Y le pregunte si él estaba de acuerdo en que el diálogo era una
parte central de la democracia.
Él se retorció como un gusano, no contestó. El largo silencio fue
más elocuente que sus palabras, y ese silencio fue grabado y enviado
íntegro al auditorio, libres de interpretar el silencio exactamente como lo
quisieran hacer. Nosotros seguimos con nuestro tribunal. Como alguien
podría haber adivinado, el jurado declaró al Estado alemán culpable. El
Berufsverbot no fue abolido. Pero fue debilitado, y comenzó a disolverse.
El tribunal había servido como una alerta temprana.
En 1983 los Verdes bajo el liderazgo carismático y astuto de
Petra Kelly organizaron otro tribunal en Nurenberg contra las armas
nucleares y contra la política de la “seguridad” basada en las armas
atómicas, siendo esas de las variedades del primer o el segundo golpe.
Los demandados eran las potencias nucleares y sus aliados quienes
basaban esa seguridad en este tipo de política. Ellos ciertamente no tenían
el deseo de estar presentes y escuchar todas aquellas duras palabras, y
tampoco querían estar ahí para presentar lo que podría estar a su favor.
En la sala había mucha gente famosa en esta movilización del
enorme movimiento pacifista alemán.
Mi tarea no era como miembro de cualquier jurado, sino como
consultor sobre el efecto de las armas nucleares. Para mí no era ésta una
cuestión sobre armas; en sí mismas y por ellas mismas no eran más
crueles que otras armas en grandes cantidades. Para mí las armas
nucleares eran, por encima de todo, una declaración teológica: a nosotros,
las potencias nucleares, se nos ha dado el derecho de cometer omnicidio,
no solamente la guerra de todos contra todos, sino el derecho de matar a
todos, a todo. Un gran poder verdaderamente grande, particularmente las
superpotencias, están acreditadas para hacer el acto de la creación en
reversa al punto en que solamente quedarían las cucarachas. Omnisciente,
omnipresente y sobre todo omnipotente, Dios mismo, ese es el modelo.
Por esa razón ésta no es una cuestión de prohibir las armas nucleares, de
acuerdos y desarmes paralelos, sino que el problema es cómo encontrar
una cura para ese tipo de terror del narcisismo, megalomanía con claros
aspectos de paranoia.
La organización de esa junta fue perfecta. Hubo también una
reunión de lo más bello en la altamente creativa cultura alemana. Petra

161
Juan sin tierra

hizo un trabajo fabuloso, como es usual en su papel de haz ético de luz en


la obscuridad de racionalizaciones abstractas que buscar justificar el
asesinato en masa; ese modelo que el sistema había producido y que
conseguiría, en comparación, hacer palidecer a Auschwitz como un
trabajo de principiantes. Una clara extrapolación del imperialismo
occidental en general, con muchos otros países sin armas nucleares como
compañeros principiantes.
Construimos algunas de las bases para lo que habría de venir
después, no solamente que los socialdemócratas dijeran “no” a la política
nuclear en 1985, sino consiguiendo, incluso, que el CDU buscara otra
aproximación a la seguridad. La cobertura mediática fue por supuesto,
hablando en términos prácticos, nula. Nadie esperaba que los medios de
comunicación comprendieran el fracaso; la novata democracia alemana
estaba ahora mismo experimentando su habilidad para dar voz audible a
la oposición. Estaban asustados de que fuéramos a decir cosas
importantes, estaban asustados porque nosotros teníamos alternativas
muy claras. Hasta donde yo sé, a eso se le llama “libertad de prensa”.
Mantenerse en silencio, obviamente.
No predicábamos democracia. Nosotros éramos democracia.
Los movimientos están ahí para acercarnos a las necesidades
básicas. Son parte de la sociedad civil, pero también parte de nosotros, de
todos nosotros. Dime cuántos movimientos relativos al Estado y el Capital
tienes, y te diré cuánto potencial hay ahí para un cambio. Ahí donde el
Estado gobierna por sí solo -como en la Unión Soviética- la situación se
hace, literalmente, estática. Ahí donde el Capital gobierna por sí solo -
como en los nuevos Estados Unidos- la situación se hace capitalista con
codicia, desconsideración, alejando a la mayoría de la satisfacción de
necesidades básicas para todos. La dinámica está limitada al crecimiento;
hay poca o ninguna distribución. Y cuando los movimientos gobiernan
por sí solos, también se pueden cancelar los unos a los otros. De aquí, la
presencia de los tres, Movimientos, Estado y Capital en un balance
dinámico, en equilibrio, no es un mal modelo para una sociedad que
funciona sanamente.
Los Movimientos son la sal de la sociedad, pero mucha sal suele
ser mala para una dieta. Y el balance entre los Movimientos, el Estado y
el Capital debe ser mediado por unos buenos medios de comunicación
(que no son tan fáciles de encontrar), haciendo las tres columnas de la
sociedad mutuamente transparentes.
El Movimiento Pacifista es un buen ejemplo. Había tres modelos
mientras la Guerra Fría estuvo activa. Estoy pensando en la relación entre
el movimiento pacifista y los estudios de paz.

162
Capítulo III.

El primer modelo encontró su vocero en Yoshikazu Sakamoto,


profesor en la Universidad de Tokio, una persona importante en lo
referente a los estudios de paz japoneses, brillante, especialmente en la
transición de un sistema mundial basado en la territorialidad hacia un
sistema más basado en las organizaciones de la sociedad civil. Su punto
de vista era que la gente en las organizaciones está definiendo el curso
político y que la tarea de los investigadores es entregar las premisas, los
datos, la teoría.
La segunda posición encontró a su vocero en Dieter Senghaas,
profesor de la Universidad de Bremen, un importante actor en los
estudios de paz alemanes, brillante, entre otras cosas, en las dinámicas
que subrayan las carreras armamentistas. Su posición era que el
movimiento pacifista sabía demasiado poco y necesitaba a los estudios de
paz como una fuente de conocimiento. La tarea como profesores de
estudios de paz era exactamente esa, ser profesionales.
Y yo me encontraba en la línea intermedia, ni uno ni lo otro. Mi
posición era que la paz se sirve mejor cuando los estudios de paz son
caracterizados por lo que caracteriza a toda buena investigación: la libertad,
el ser independientes. Los estudios de paz no se encuentran ni por encima
ni por debajo de ningún otro movimiento –los estudios de paz se
encuentran a un lado de los demás. La relación es una de diálogo. Es parte de
esos estudios que nosotros que estamos trabajando en la investigación de
tiempo completo sepamos un poquito mas, y que hayamos pensado un
poco más allá. Pero también puede ocurrir con facilidad que la paz se
desvanezca de nuestro horizonte y que entremos en un laberinto de
reafirmar los estudios para y por sí mismos. Nos convertimos en los
esclavos de nuestros paradigmas y nos atamos por fuerza magnética a los
puntos blancos en nuestros mapas, lo inexplorado, sea importante o no.
Deberíamos continuar haciéndolo porque las posibilidades que ofrece “la
casualidad”, esos golpes de azar, el oro sobre el que nosotros los
investigadores podemos tropezar. Pero necesitamos un diálogo igualitario
entre el corazón y el cerebro, saber bien que el movimiento pacifista
también tiene cerebro, y, que incluso, en el investigador más disciplinado
existe un elemento parecido al latido de un corazón. Esa relación
simbiótica, en su mejor momento, es igualitaria, y no está caracterizada ni
por la sumisión ni por dar conferencias excesivas. Diálogo.
Y así fue hecho. El 12 de Diciembre de 1979 la OTAN tomó una
decisión poco sabia que probablemente prolongó la Guerra Fría algunos
años: estacionó misiles de alcance medio, los famosos “Crucero 464” y
los “108 Pershing II”, en el cinturón de los cinco países de Europa
Occidental (Inglaterra, los Países Bajos, Bélgica, Alemania e Italia). El

163
Juan sin tierra

despliegue se debió haber acompañado por esfuerzos de desarme. El


problema fue que el balance total ya favorecía a la OTAN, y que esa
acción alteró el balance todavía más. La propaganda de la OTAN fue
aceptada sin cuestionamientos por los medios de comunicación tradicionales,
y comenzaron a hablar sobre el armamento para ponerse al corriente,
pero no sobre el desarme. El punto real era que la OTAN quería ser
superior en todo tipo de armamentos y en todo tipo de “teatros” posibles,
arenas de combate. Entonces -como ocurre hoy- el equilibrio se entiende
como el equilibrio positivo de la contabilidad, con un excedente aceptable,
no como el equilibrio de la mecánica.
Un enorme movimiento pacifista comenzó a crecer. Estos misiles
convertirían a Europa Occidental en un importante blanco de bombardeo.
Los misiles intercontinentales convirtieron a las superpotencias en
objetivos bajo el supuesto de que ambas partes tratarían de eliminar la
capacidad del otro para la destrucción. Hubo -y hay- siempre un núcleo
fiel y permanente del movimiento pacifista en todos los países como la
Liga Femenil para la Paz y la Libertad, los Cuáqueros, la objeción de
conciencia y otros más. Pero luego están las conjeturas. La amenaza de
despliegue creó una fuerte conjetura, no tanto por un pacifismo profundo,
constructivo, sino por una garantía de miedo de convertirse en un blanco
de bombardeo.
Muy pocos se manifestaron en Europa cuando “solamente” los
Estados Unidos y la Unión Soviética eran los más claros blancos uno del
otro. Así que este movimiento creciente era obviamente una expresión de
“egoísmo iluminado”. Pero no en los Estados Unidos, con inmensas
manifestaciones también contra los misiles que habrían de ser estacionados
en Europa y que con dificultad afectarían a la gente de los Estados
Unidos directamente. Para mí fue una experiencia extraña dirigirme a
25,000 americanos en Oregon en el Euromissile Rally el 22 de Octubre
de 1983 contra los misiles en Inglaterra, etc. Y junto conmigo había
muchos del movimiento pacifista estadounidense. Cuando el líder de las
fuerzas armadas de los Estados Unidos, John Shalikashvili, dijo que “los
Estados Unidos son una nación global con intereses globales” me dieron
temblores en la espina dorsal. Pero me siento más bien encantado cuando
este universalismo se extiende también al movimiento pacifista
estadounidense.
El movimiento anti-misíl estaba a toda su capacidad desde 1981,
y yo lo tomé como una tarea importante, no porque tuviésemos la
capacidad de detener el despliegue, sino porque podíamos hacer algo
para cambiar el modo de pensar sobre estas armas horrendas. Si esa
decisión se hubiese tomado de una manera democrática podríamos haber

164
Capítulo III.

estado en la posición de movilizar a la mayoría en su contra en la mayoría de


los cinco países. Pero contra lo que estábamos era, en el mejor de los
casos, una parlamentocracia, dirigida por parlamentarios controlados por
partidos que en buena medida formaban parte, en sí mismos, de la
maquinaria estatal en donde la política de seguridad y la política exterior
tenían que ver. Ellos eran los representantes del Estado entre la gente, no
a la inversa. Y el Estado era el representante de los Estados Unidos, no a
la inversa. El hombre propone y Washington dispone.
Quinientas charlas, conferencias, entrevistas en TV y radio se me
acumularon entre 1981 y 1985, una cada tercer día en doce países, en seis
idiomas.
Habíamos muchos de nosotros haciendo este tipo de cosas. Era
extenuante. Recuerdo en alguna ocasión en Alemania: tren hacia una
ciudad remota, autobús a un pequeño pueblo, luego a pie alguna distancia
a un pequeño lugar donde algunas mujeres me observaban: Noch ein
Mann, “¡un hombre mas!”. Ciertamente lo que merecía. Había más mujeres
que hombres en el movimiento pacifista. Tenían análisis más profundos y
más propuestas de acción. El hombre se concentraba frecuentemente en
números altamente dudosos y aritméticos, la mujer en el cuadro completo.
Eran más realistas.
Como experto en los parlamentos de Suecia, Alemania, los
Países Bajos, Bélgica, Austria, España y la Comunidad Europea, etc., yo
también he tenido que utilizar el análisis de armas, desarme y
armamentos como puntos de partida. Pero entonces me he enfocado en la
resolución de los conflictos y he producido una especie de paquete:
defensa defensiva basada en ejércitos convencionales + milicias +
defensa no-militar. Por mucho, el ejército tiende a comprender este tipo
de pensamiento mejor que la mayoría en el -muchas veces rígido y a
veces dogmático- movimiento pacifista. Yo era independiente de ambos.
En la importante conferencia de paz en Perugia de Julio de 1984 estaba
en la posición de ser uno de los puentes entre el movimiento por los
derechos humanos del Este Europeo y el movimiento contra las armas
nucleares de Europa Occidental. Un muy claro caso de tanto-como.
Pero como se mencionó, era extenuante. Yo era socio en el
Wissenschaftskolleg (un instituto de Estudios Avanzados) y en la Berghof-
Stiftung en 1983-1984. Berlín era un buen punto de partida. Pero cuando
Fumiko y yo empacamos nuestra minivan en Julio de 1994 para dejar
Alemania, tenía una sensación de que todo había sido en vano, totalmente
bloqueado. Sentía algo que experimento raras veces: depresión. Pero ese
mismo verano un cambio en la socialdemocracia vino en Alemania:

165
Juan sin tierra

Helmut Schmidt, Helmut-Misíl, tuvo que abandonar su cargo como jefe


del partido. Una grieta había surgido en esa locura del discurso nuclear.
Más tarde uno de los políticos más inteligentes en la cima del CDU,
Kurt Biedenkopf, lo formuló muy bien: la política de disuasión nuclear
asume que la gente cree en ella. La gente no cree en esa política. En otras
palabras, necesitamos encontrar algo más. Y la gente quería algo más.
Recuerdo un debate de TV con, entre otros, Heiner Geissler,
Secretario General en el CDU. Un “barómetro” medía el ánimo entre los
televidentes que llamaban a la estación. Cada vez que yo hablaba sobre
alternativas el barómetro se elevaba, y de forma dramática. La gente quería
alternativas, no solamente críticas. Por todos lados la gente tenía ideas, y
en particular las mujeres, los hombres como se mencionó, estaban
obsesionados con los números de misiles que luego resultaron ser ficticios
en su mayoría (tenían algo llamado “armas sustitutas” en caso de que
perdieran un misil al dispararlo, y no habían sido contadas). Quien sea
que cree en datos oficiales es exactamente eso, un creyente. De los gruesos
tomos del Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI)
basados en datos oficiales y comunicados de ministerios de política
exterior, el número de página es el único en el que creo.
Los misiles fueron desplegados. ¿Perdimos? Para nada. Eran
misiles sin alma. No había ya ninguna fe, ninguna convicción detrás de
ellos. Ya estaban desvaneciéndose.
Mientras escribo esto (16 de Abril de 2000) la policía está
apelando a los manifestantes contra esa fatal, letal, economía global en
Washington, D.C. En algún lugar detrás de los manifestantes me encuentro
yo. Muchos me dicen que los inspiré, no a las batallas en las calles, sino
respecto a modelos concretos, alternativos, de desarrollo que pudieran
garantizar necesidades fundamentales para todos. En algún momento en
el futuro estos horrendos instrumentos de genocidio, de destrucción masiva -
pasando por la “economía global” dirigida contra la gente necesitada-
también se disolverán: el Banco Mundial, el Fondo Monetario
Internacional, la Organización Mundial de Comercio. Los imperialistas
occidentales cometen genocidio en el mundo de color apoyados por el
cristianismo: el genocidio nazi sobre los judíos y sobre los roman fue
inspirado por el darwinismo; el actual genocidio sobre los pobres está
basado en el economicismo, una plaga de nuestro tiempo. ¿No te las
arreglaste para sobrevivir en la competencia del mercado? Tu muerte es
ciertamente merecida, el elemento menor debe ser eliminado.
Benditos sean los jóvenes que hacen este trabajo en Seattle y
Washington. Hay un par de cosas sobre economía que desconocen. Pero
es mejor un cerebro a medio usa que esos corazones helados en la reiterativa

166
Capítulo III.

maquinaria, capaz únicamente de repetir su mantra sobre el crecimiento


económico, ni siquiera bien versado en los excelentes Reportes de Desarrollo
Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo –reportes
odiados por un Banco Mundial dominado por los Estados Unidos (en los
setenta éramos un inmenso grupo de investigadores tratando de definir
los fundamentos de esos reportes). Los Estados Unidos hacen lo que
pueden para impedir su publicación.
La prensa corporativa, que es hoy en día prácticamente toda la
prensa -y que son con frecuencia los diarios más grandes en las capitales-
se encuentran del lado del Banco Mundial porque el Banco Mundial está
de su lado, del de sus dueños, las corporaciones. Entrevistan a un
manifestante, y encuentran que él no tiene alternativas. Justo detrás de él
podría encontrarse uno de los mejores cerebros lleno de alternativas, al
que por supuesto no van a entrevistar. Una vez más, es la juventud
estadounidense que piensa y actúa de un modo universalista.
En Octubre de 1999 hubo una gran conferencia de ONG’s en
Seúl. Uno de los pocos grandes políticos que apareció, Kim Dae Jung,
inauguró la conferencia recordando a todos los acuerdos contra las minas
anti-personales, a favor de la Corte Penal Internacional y a favor del perdón
de la deuda. Él mencionó que todos esos acuerdos tenían una cosa en
común: se encontraban ONG’s detrás de ellos, habían cumplido con el
trabajo. Él podría haber agregado que esos acuerdos tenían una segunda
cosa en común: los Estados Unidos se encontraban en contra de los tres.
Washington contra las ONG’s es hoy en día una de las principales
divisiones del mundo, con gobiernos indiferentes localizados en algún
punto intermedio.
Bueno, soy lo suficientemente vanidoso como para creer que he
jugado algún papel en todo esto, y me gustaría agregar: hay un poquito de
trabajo detrás de ello. Hay cosas que puedes criticar sin tener una alternativa
constructiva: esclavismo, colonialismo, genocidio. Pero usualmente hay
un conflicto en algún lado, en lo profundo, exigiendo desesperadamente
una solución, una resolución, una disolución. Es nuestra tarea escuchar
eso e indicar una salida. No es suficiente estar en contra del bombardeo
de 1999 contra Yugoslavia. Lo que se necesitaban eran alternativas
relativamente bien trabajadas, como por ejemplo:

1) Hacer la Misión de Verificación de Kosovo al menos diez veces más grande


(digamos, 1,200, o digamos 12,000).

2) Excluir a esos “observadores” que participaban en la misión solamente para


encontrar blancos para la OTAN.

167
Juan sin tierra

3) Cerrar la frontera entre Kosovo y Albania para poder detener la invasión del
ELK –Ejército de Liberación de Kosovo- tal como la frontera con Macedonia
fue cerrada.

4) Convertir a Kosovo en una república en Yugoslavia (como Montenegro) con


protección internacional de minorías y elecciones para un presidente (quién en
ese tiempo pudo haber sido Rugova) con la posibilidad de independencia
después de X años.

5) Permitir a los refugiados albanos regresar a Kosovo, a los refugiados serbios


regresar a Croacia y Bosnia-Herzegovina –trato igual a todos los refugiados.

6) Organizar una Conferencia para la Seguridad y Cooperación del Sureste Europeo


con participación de todos los países, dirigida por ellos y no por un extraño.

Hay más todavía como para discutirlo todo aquí. Pero ese plan es
considerablemente mejor que la catástrofe que resultó de la guerra de 78
días que comenzó el 24 de marzo de 1999. Como sea, mi punto aquí es
que era imposible conseguir acceso a los medios de comunicación con un
plan como éste antes de que la guerra estallara. El movimiento por la paz
y el desarrollo necesita medios de comunicación alternativos en lugar de
perder el tiempo escribiendo pequeñas y furiosas cartas al editor.
Un último punto. Sostengo la base de mi propio trabajo por la
paz en la independencia económica porque no quiero ser comprado, y
tampoco quiero ser una carga para cualquier empleador. Una pequeña
historia: en una reunión en Noruega en 1986 mencioné que Mijail
Gorbachev y Raisa Gorbacheva se encontraban entre los pocos intelectuales
que Reagan había conocido en su vida. Un noruego-americano en la
audiencia se enfureció, escribió una carta al Presidente de la Universidad
de Princeton y exigió mi despido. El Presidente se rió, y era de la opinión
de que el chico era más noruego que americano. Pero es mejor ser
independiente. Hay otros presidentes universitarios en el mundo con
menor sentido del humor.
De regreso en los setenta: era también muy activo en otra
autocracia en la región del Mediterráneo, en ese tiempo referida como
Yugoslavia. Un filósofo croata y científico nuclear, Ivan Supek, me había
invitado en 1971 a convertirme en Director General del Centro
Interuniversitario (IUC), en Dubrovnik. Dubrovnik está en Croacia, y el
centro era dependiente de la Universidad de Zagreb, y se hizo muy claro
que toda la idea era parte de la primavera croata de 1971, la señal de que
Croacia quería independencia mucho antes de que esas señales llegaran
de los albaneses, los eslovenos o los bosnios. El centro buscaba ser un
foro para una política exterior académica para Croacia, independiente de

168
Capítulo III.

Belgrado. El propio Ivan Supek ofrecía conferencias sobre los antecedentes


ilyrian/albanos para grandes porciones del sur de Yugoslavia,
provocando mucha irritación en los serbios.
Nunca olvidaré la reunión de consejo en Octubre de 1973.
Estábamos discutiendo presupuestos, cuentas de electricidad y primeros
cursos. Ahí arriba en una esquina en el techo, había una fotografía de un
hombre joven. Tito, festejando como un actor de película francesa, muy
por encima de nosotros. Y dije:

- me han dado el honor de elegirme como Director General de una institución


académica internacional que se supone que también acercará a las seis
repúblicas y a las ocho (o más) naciones en Yugoslavia. Si es posible, me
gustaría saber un poco más sobre las relaciones entre serbios y croatas en este
momento.

Por supuesto sabía que me había introducido en una zona tabú en donde
los ángeles temen andar. Pero no soy un ángel. Una sociedad es
exactamente tan democrática como los tabúes lo permiten, y una de mis
tareas es cruzar las líneas hacia esa zona. En la sala en la que nos
encontrábamos sentados la democracia era limitada, los tabúes no lo eran.
Los profesores bajaron la mirada, estudiando con intensidad la superficie
de la mesa y sus papeles, y entendí que mi tarea era regresar la conversación
al asunto del presupuesto. Un miembro dirigente del Partido en Croacia
se acercó a mí y me dijo: -Nunca haga eso de nuevo, Johan, la relación es
muy mala, pero no se nos permite hablar de eso. Ciertamente pagaron un
muy alto precio por una zona tabú que hizo la reconciliación imposible
con las devastadoras guerras de los noventa.
Comencé el trabajo en Enero de 1974 y organicé, junto con mi
delegado croata en la Dirección General -y con el muy competente
cuerpo de apoyo- una serie de cursos de entre una y tres semanas de
duración. Dubrovnik y Ragusa, tenían tradición como puertos libres entre
Venecia y el Oriente. Mi meta era ayudar a crear un puerto intelectual
libre entre el Este y Oeste y entre el Norte y el Sur, en donde todo pudiera
ser dicho y donde todos los que lo hablaran pudieran sentirse libres.
Funcionó bien por mucho tiempo. Debates finos y profundos
sobre la filosofía, el desarrollo y los estudios de paz (entre los brillantes
participantes estaba un joven danés, Jan Øberg, conocido como el jefe del
excelente TFF en Lund), sobre las artes, la religión, los estudios del
futuro. Jürgen Habermas era un conferencista asiduo y muy querido,
como también lo fueron Hans Gadamer y Robert Jungk. Comenzamos a
tener la misma reputación que la famosa escuela de verano en Korcula en
donde los neo-marxistas en el grupo Praxis tenían sus reuniones, no

169
Juan sin tierra

solamente como un puerto libre, sino como un puerto libre crítico.


Especialmente problemáticos fueron Los Ocho de Belgrado, profesores
que habían sido privados del derecho de enseñar para evitar envenenar a
la juventud (¡Sócrates!). Yo les aporté -y entre ellos a Mihailo Markovic-
un nuevo puerto libre en Dubrovnik. Y eso condujo a conflictos abiertos,
en parte porque ellos eran serbios, en parte también porque estaban en
curso de colisión con el fuerte Partido Comunista en Croacia (más fuerte
que en Serbia, en donde el partido era más reciente, que después de la
guerra. Como es bien sabido el propio Tito era un croata-esloveno).
Por encima de todo esto vino un asunto triste sobre dinero que de
momento desapareció de nuestra cuenta. Los croatas eran de la opinión
de que el dinero podía utilizarse para financiar un diario nacionalista
croata. (La cuenta de banco, además, estaba a mi nombre debido a que no
tenían el derecho a tener cuentas en el extranjero) antes de que mi
periodo concluyera -algunos meses antes- renuncié a un lugar difícil en
donde estaba escrito en todas partes que nos encaminábamos hacia
tiempos todavía más duros. Y me quedo con incontables memorias de
debates excelentes y una buena residencia en aquella vieja secundaria
habsburguiana en donde estábamos alojados. Y en donde encendí una
grabadora, apoyado por la resonancia del palacio de piedra, para poder
acelerar el flujo de personas del receso a la mesa de seminarios.
Además de Fumiko otros excelentes colaboradores trabajaron
conmigo en una red internacional bastante extensa de universidades. Uno
era Håkan Wiberg quien más tarde se hizo profesor en la Universidad de
Lund y Director del Instituto de Investigaciones de la Paz en Copenhagen.
Una enciclopedia con patas, políglota, bien versado en historia del este
europeo en general, y en Yugoslavia en particular. Cuando los yugoslavos
llegaban con sus historias y comenzaban a acusarse los unos a los otros,
él solamente los observaba y les hacía preguntas en la dirección contraria
que cancelaban sus quejas por algún tiempo. Le temían y lo amaban por
su conocimiento, por su impresionante barba de papa ortodoxo, y por su
intensa felicidad en conexión con los placeres de la mesa. Acudimos a
una cita lejos, en las montañas, con un grupo selecto de conferencistas a
degustar el cordero horneado más sabroso que el mundo haya producido;
y ahogamos nuestras penas en la increíble niebla meteorológica –magla-
que con tanta frecuencia venía de Zagreb obscureciéndolo todo, con un
excelente vino rojo Postup. Maná del paraíso.
Håkan estaba más en el lado pacífico de mi investigación, Erik
Rudeng -más tarde Director del Museo de Cultura Noruega- en el lado
histórico/cultural. Otra profunda fuente de buenas ideas y conocimientos,
de hecho, más un producto de la Universidad de Oxford que de la

170
Capítulo III.

Universidad de Oslo. Trabajábamos en macrohistoria y publicamos con


Tore Heiestad un largo ensayo: “Sobre los últimos 2,500 años de historia
occidental –con algunas perspectivas sobre los próximos 500”, en un
volumen suplementario de la Nueva Historia Moderna de Cambridge.
Hubo mucho trabajo tanto en Dubrovnik como en el profesorado en
Estudios de Paz y Conflicto en la Universidad de Oslo detrás de este
documento. Más tarde vino la comparación entre el declive del Imperio
Romano y la situación de Occidente. Sigo siendo fiel a ese modelo.
Pero la vida en Dubrovnik era bastante ruda para todos nosotros.
Amigos entre los conferencistas eran numerosos, y amigos locales había
pocos. Caminábamos en las calles sin ningún contacto visual; tomábamos
un autobús y había esfuerzos de estafarnos. Mi amigo el economista
alternativo Wilhelm Kapp murió en Dubrovnik, y la frialdad del personal
del IUC helaba el corazón. Era un lugar fácil de dejar atrás. Más tarde
fueron golpeados por granadas serbias, se hizo croata y mucho menos
yugoslavos/ internacionales.
¿Tuvo el IUC un efecto positivo? Ciertamente, en el aspecto
académico. ¿Políticamente? ¿Cómo un puerto libre? Tal vez no en
Yugoslavia, ni en un sentido ni en el otro. Las fuerzas a favor de la
violencia y la represión en el interior, y todavía más de las grandes
potencias en el exterior, eran demasiado fuertes. Pero todavía me encuentro
gente con frecuencia que es de la opinión de que lo que se llevaron de su
estancia en el IUC los marcó de por vida. Nos referíamos a esto como
“pedagogía de altas temperaturas”, super intensivo. Treinta horas por
semana, una belleza intoxicante, comida fuerte, bebidas fuertes. ¿Y? Y de
hecho: los estudiantes reportaban que uno de los más claros problemas
académicos prioritarios que tenían eran los cursos versus los intercursos.
Tanto-como prevaleció.
En 1977 mis esfuerzos para crear una realidad de cooperación
asociativa en las organizaciones internacionales llegaron a su fin. Había
terminado con el trabajo en el IUC, y el trabajo como presidente de la
Federación Mundial de Estudios del Futuro, y no tenía ninguna tarea
particular con el IPRA que había ayudado a fundar. El trabajo como
miembro de la junta de la Unión de Asociaciones Internacionales era más
bien vacío. En breve, estaba libre. Tres nuevos contextos sociales estuvieron
programados, como se mencionó: las Naciones Unidas en Ginebra, Suiza
y Francia. Éstos entonces se convirtieron en los puntos de gravedad de mi
actividad en los años siguientes.
En otro lugar tengo cosas que decir sobre las Naciones Unidas,
pero quisiera sentar un punto justo aquí. Las Naciones Unidas políticas
están en Nueva York –un lugar desafortunado no solamente por estar

171
Juan sin tierra

localizado en una superpotencia, sino también porque ese lugar tiene un


punto de vista sumamente claro respecto a uno de los países en conflicto
más importantes: Israel. Las Naciones Unidas profesionales tienen su
centro en Ginebra –5,000 profesionales bastante buenos, embotellados
con solidez, con el corcho atornillado, privados de libertad de expresión.
Lo que tienen que decir como expertos es escrito bajo el nombre del
Director General. Cuando tuve un conflicto en este sentido con la
Universidad de las Naciones Unidas me quejé de la ausencia de libertad
académica (la Carta de la ONU daba esa libertad solamente al Rector), y
era de la opinión de que esto era napoleónico, fui corregido: “Napoleón
era progresista en comparación con el feudalismo de las Naciones
Unidas”. Nada de esto va a cambiar mi amor por las Naciones Unidas.
Como sea, las Naciones Unidas, como cualquier otra cosa, tiene mucho
que ganar a través de la democratización, más participación, más libertad
de expresión.
¿Qué hay de Suiza? Amo a ese país como amo a mis otros
hogares en todo el mundo. Dos de mis mejores amigos son suizos-
alemanes, el profesor Peter Heintz y Roy Preiswek. Ésta es la única
democracia en el mundo, con una fracción de la población mundial y el
60% de los referendos nacionales en el siglo XX –muy lejos a una mera
parlamentocracia. Fui profesor visitante en el Instituto Peter de sociología
en Zürick en 1971-1972 y en el Instituto Roy de estudios del desarrollo,
(IUED), en Ginebra en 1975-1976. Mucho de esquí y alpinismo con la
elegancia de un camello. Mis tres hijos ingratos se deslizaban cuesta
abajo a través del sendero negro vertical mientras yo me movía a la
velocidad de un caracol por el azul. Su última comunicación fue que
esperaban verme para el almuerzo. ¡Ese es el tipo de hijos que uno trae al
mundo y que luego incluso cría!
Y luego se me ofreció un trabajo en el IUED con una perspectiva
de más largo alcance, 1977-1982. Nos movimos a través de la frontera
hacia Francia a finales de 1979, pero el trabajo era en Suiza, la
participación era en Suiza.
Recuerdo a un presidente muy nervioso en una reunión en alguna
ocasión que fui invitado para ofrecer una charla cerca de Zürick, algo
sobre desarme. Él llamó y preguntó si podía ver mi manuscrito y dije la
verdad: nunca tengo un manuscrito, siempre hablo con libertad, y
siempre escribo después el manuscrito. Si lo que quería era que leyera un
capítulo de algún libro o un artículo ya escrito, entonces preferiría enviar
el libro o el artículo en lugar de acudir.
Después de algún tiempo, se filtró que no era él quien deseaba
ver el manuscrito sino la policía. Y por supuesto conocía el sistema: nada

172
Capítulo III.

debe decirse en el territorio suizo que pueda levantar dudas sobre la


neutralidad suiza, aunque también puede ser que éste sea un tipo de
control interno. Puse el tema en los medios de comunicación y dije que ni
en la Unión Soviética había experimentado que la policía quisiera
controlar la conferencia por adelantado, y después me llegaron cartas
anónimas de odio al punto en el que si ya no me gustaba suiza, podía
dejar Suiza. Un parlamentario era de la opinión de que se me debería
privar del derecho de permanecer en el país. Pero buenos ciudadanos
suizos fueron conmocionados por todo esto. No conocían su propia
legislación pero me conocían y detectaron a través de esa relación un
agujero en su propia democracia. Mi pequeña campaña probablemente
tuvo algún efecto que por supuesto ellos negaron, del modo en que las
autoridades lo hacen cotidianamente.
Pero más interesante fue la participación en un debate sobre
defensa. Suiza tenía desde 1973 una doctrina militar defensiva; enfréntese la
guerra en nuestro propio territorio con poderosas armas defensivas, no
con armas ofensivas que podrían resultar en una provocación. Dietrich
Fischer y yo trajimos esa perspectiva al debate. Suiza de algún modo
vacila en hacerlo. Los suizos en general no hablan, actúan, y con frecuencia
tienen mucho miedo de ser vistos como demasiado diferentes al resto de
los demás.
Esto no fue recibido muy positivamente por el movimiento
pacifista suizo que luchaba contra todo tipo de militarización del país. Fui
llamado para defender mis puntos de vista y para responder por mis
pecados, un largo fin de semana. Al final mis puntos de vista fueron de
algún modo aceptados: todos los países con un ejército sufren de algún
grado de militarización, excepto 30 países sin ejércitos. Pero esta
patología es relativamente suave en el caso suizo, es más bien como un
resfriado, y más pesada, -como el cáncer- en otros países al otro lado de
la frontera obligados por doctrinas de alianzas que con facilidad se pueden
convertir en catástrofes para el país. Déjese solas a las superpotencias.
Que debe haber algo positivo que decir de Suiza y su “Militär”
era algo nuevo y profundamente escandaloso. Pero nosotros nos
despedimos como buenos amigos, prometiendo participación activa en
terapias para ambas enfermedades.
Y luego algo ocurrió: un grupo de jóvenes suizos, encabezados
por Andreas Gross -quien más tarde se convirtió en un muy conocido
parlamentario- fue capaz de conseguir las suficientes firmas para
convocar a un referéndum en otoño de 1989 sobre, nada más y nada
menos, que la “abolición del Ejército Suizo en el año 2000”. Los dos
gigantes literarios, Max Frisch y Friedrich Dürrenmatt estaban de su lado.

173
Juan sin tierra

El movimiento incluso produjo un “Cuchillo del Ejército Suizo sin


Ejército”, y orquestó una serie de reuniones bien organizadas. Esto era la
democracia en el mejor de sus despliegues. Pero solamente en uno de los
países del mundo. Ningún otro país ha tenido un referéndum sobre la
abolición del ejército.
La campaña terminó en Lucerna. Fui invitado como el principal
orador y hablé sobre alternativas constructivas como el servicio para el
desarrollo y el servicio de conflictos para todos, sobre la defensa no-
militar. El ejército era de la opinión de que tenían a toda la gente de su
lado. De hecho, 36%, y más del 50% de la generación más joven, estaban
a favor de la abolición. La generación más vieja se apegaba al ejército.
(Como sea, cuando este referéndum fue repetido en el año 2001 -mucho
después de la Guerra Fría- solamente el 22% estaba a favor de la
abolición). Yo sugerí el servicio social para el desarrollo para la
generación más joven y el servicio militar obligatorio para la generación
más vieja. En algún momento este tipo de iniciativa habría tenido éxito.
Pero la alternativa necesitaba primero ser trabajada mejor.
Francia. Humo emergió de la enorme tienda en Noisy en las
afueras de París en donde un amistoso alcalde les había permitido poner
sus tiendas. Dentro había jefes indígenas norteamericanos, maravillosamente
ataviados, plumas resplandeciendo, pantalones de piel y todo lo demás.
Una conferencia. Ellos eran parte de la formación de consciencia y
movilización a 500 años del paralizante genocidio orquestado por la
civilización occidental. Al menos 25 millones de personas integrantes de
la población indígena americana habían sido asesinadas en el sur, y 10
millones en el norte.
Su anfitrión, también mi anfitrión, Norman William, también
conocido como Hombre (como en roma, inuit, significando simplemente
“ser humano”) era una de las personas más inteligentes que he conocido
en mi vida. Un indígena micmac del este canadiense, con intensos ojos
profundos, que lo expresaban perfectamente, listos para expresarse en
francés e inglés. La gente blanca había estado cazando a los de su tipo,
pero él se las había arreglado para vivir una cantidad suficiente de la vida
original de su “tribu”, a pesar de que todo el tiempo permaneció el temor
de ser exterminado. Normalmente los niños les eran arrebatados a sus
“salvajes” padres para que crecieran en reservaciones bajo condiciones
controladas –cristianismo, inglés/francés y deportes- para civilizarlos.
“Desarrollarlos” es la palabra que probablemente utilizaríamos hoy en
día. Había vivido ambas vidas, de forma paralela.
Él llegó a Paris tras 1968-1972 estaba listo para escuchar dos
mensajes: “El hombre viviendo en pacto con la naturaleza”, de lo cuál él

174
Capítulo III.

sabía bastante, y “la necesidad de escuchar a las voces subyugadas de los


oprimidos”. Pero los oprimidos que estaban acudiendo en masa a su
alrededor eran tal vez un poco diferentes de lo que había pensado. Eran
los hijos y las hijas de la élite francesa, muchos de ellos habían “satisfecho”
a sus padres con diplomas de las academias estatales nacionales francesas
de élite, como la ENA (Ecole Nationale d´Administration). Eficientes,
frías, ambiciosas –ellos destruían a sus hijos a través de esta reliquia, el
bac francés, el examen de preparatoria, esa gran máquina de clasificación
que tomó el lugar de la guillotina que utilizaban para cortar las cabezas
de la nobleza. El bac es utilizado para rellenar cabezas y para torcerlas.
Los escuché. Los comprendí y bendije a mi madre y padre. Pero
el Estado unitario jacobino/napoleónico necesitaba a gente como esa, y
particularmente en un Estado que además ha hecho del secularismo una
religión estatal.
Ellos habían roto con sus padres, se habían vestido de formas
muy simples, y se hicieron miembros de una organización para la
agricultura orgánica en los alrededores de París. Vivían cerca de las
metrópolis, como los indígenas micmac. Había una sólida retribución en
esto. La gente de Hombre había sido privada de sus hijos. Él no había
quitado sus hijos a la élite francesa, sino que ellos mismos habían venido
a él y experimentaron el calor entre sí, el mismo calor que sus hogares,
competitivos y guiados por conflictos, eran incapaces de proveer. Ya no
estaban coleccionando puntos, créditos y diplomas; estaban ahora
coleccionando raíces y hierbas. Vivían de dietas vegetarianas simples con
ese ligero color rojo en su piel, que atribuí a un exceso de carotina por
comer muchas zanahorias.
Se hacían presentes en conferencias con simples mensajes sobre
la paz y la naturaleza, entre ellos y con otros, entre la gente, entre los
Estados. Un día Hombre vino a mí y me pidió que construyera una
universidad para la paz. Yo tenía libre el invierno de 1984-85, medio año
entre Berlín y Princeton, y acepté. Esto me trajo a un curso de colisión
con el Rector de la Sorbona y su monopolio universitario. Mi salario sería
libre acceso a los excedentes de comida orgánica (¡y vino!), y un
departamento cerca de Place d´Italie en París, en un rascacielos llamado
la Torre Tokio, cerca de un centro comercial llamado ¡Oslo! No es
necesario decirlo, Fumi y yo teníamos una extraña sensación de estar en
casa. Y nuestros niños fueron inscritos en escuelas francesas del vecindario.
Creo que éste es el movimiento más extraño con el que me he
encontrado en toda mi vida. Diferente a todos los demás. El gobierno
francés se refería a él como una “secta” y yo supongo que eso es lo que
eran –un movimiento total y totalizador, y lo que es totalizante con

175
Juan sin tierra

facilidad se hace totalitario. Daba a sus miembros seguridad, nutrición


material y espiritual, incluso un exceso de identidad, y un déficit de libertad.
Los padres se organizaron. Querían a sus hijos de vuelta, las
madres probablemente más por amor, y los padres más por el odio que
sentían contra Hombre, más allá de aquellos que consiguieron estar cerca
de él y que fueron integrados por su personalidad. Organizaron
“expediciones” con botellas de éter y trapos, escabulléndose por detrás
cuando salían a excursiones a la naturaleza, los anestesiaban y los
conducían a París donde se les “interrogaba” por psicólogos que se
prestaban para ese tipo de trabajo. Más tarde volvían a escapar y
regresaban a las tiendas y a sus largas jornadas tan pronto como podían.
Un extraño modo paternal de practicar la autodeterminación.
Hice mi trabajo para ellos y para Hombre, probablemente no fue
una de las grandes historias de éxito en mi vida. Fui asesor de tribus
indígenas y para los roma, y al mismo tiempo hice algo de investigación
en la Maison des Sciences de l´homme –invitado por el siempre adorable
Clemens Séller- para estudiar aspectos de la civlización francesa.
En 1993 los volví a encontrar en Finlandia, lejos, muy lejos al
norte en el lago Enaare, en una isla en uno de los mil lagos. Habían sido
expulsados de Francia. Vivían no sólo de acuerdo con un mensaje
ecológico sobre el Hombre y la Naturaleza, ellos eran ese mensaje. Pero
algunos años más tarde todo había llegado al fin, se disolvieron, con
acusaciones mutuas de las que soy incapaz de dar cuenta. Y Hombre
encontró una especie de refugio en las islas de Cabo Verde.
A veces comparo incontables conferencias y discursos de un
“muy alto nivel” con la gente de Hombre, quien como otro buen amigo -
Rudolf Bahro- estaba convencido de que nuestro sistema tenía límite de
tiempo. Ellos exploraron alternativas de parte de todos nosotros. No
tengo dudas respecto a quién entiende mejor nuestro mundo, pero
supongo que estoy demasiado atado a los placeres del Imperio Romano
en declive como para arrojarme a una nueva Edad Media –tras el declive
y caída- adelantada en el tiempo, incluso hoy. Pero estoy extremadamente
agradecido de haber podido vivir parte de su vida, y todavía puedo oler el
incienso, escuchar el intenso tamboreo y contemplar la danza dentro de
aquellas inmensas tiendas.
Francia es ruda. Durante la Guerra Fría fue mucho más fácil
lanzar una discusión sobre defensa alternativa en la Unión Soviética que
en este país profundamente militarizado –siendo la Marsellesa un buen
ejemplo. El famoso pronunciamiento de Miterrand en el sentido de que
“ellos (los soviéticos) tienen sus misiles, y nosotros a los pacifistas” es
doblemente falso. Occidente tenía más misiles y los “mejores” misiles, y

176
Capítulo III.

un buen número de ellos estaba en Francia. Lo que Francia no tenía era


algo exactamente cercano a unos amigos de la paz –no al menos desde
Víctor Hugo, ciertamente no el “revolucionario” Sartre (aunque tal vez
hasta cierto punto Camus). Su investigación en el área de la seguridad
está bien informada y es súper convencional, y en cuanto a investigadores
de la paz no tienen prácticamente ninguna. La protesta en contra del
hundimiento del barco Rainbow Warrior de Green Peace en Auckland,
Nueva Zelanda (y por haber asesinado además a un fotógrafo holandés)
condujo a protestas con 24 franceses participando (y un noruego).
Cuando estos agentes asesinos llegaron a casa el recibimiento que les
hizo la gente fue triunfal. Una cultura profundamente violenta.
Pero entonces algo súbito ocurrió, tras haber vivido ahí abajo,
cerca de Ginebra en el Bosque del Gato -Bois Chatton- por cerca de 20
años. En Caen, Normandía, hay un museo sobre la Segunda Guerra
Mundial y particularmente sobre la invasión de Normadía el 6 de Junio
de 1944 –el Día D. Un joven muchacho de 18 años de edad había sacado
a los muertos y a los heridos de las ruinas después de que los Aliados
hubiesen bombardeado la ciudad hasta sus cimientos. Esa memoria ardía
en él como una herida supurante, y cuando más tarde se convirtió en el
alcalde de la ciudad y en político de nivel nacional (senador) se las
arregló para poner un museo con la intención de mantener viva esa
memoria –con una presentación paralela notablemente bien realizada de
la invasión desde los puntos de vista tanto de los aliados como de los
alemanes. El museo pronto se convirtió en el museo más visitado fuera
de París, con mucho más de medio millón de visitantes al año.
Y luego decidieron hacer un “Sector B” sobre la Guerra Fría y un
“Sector C” ¡Sobre Paz! Estaban buscando alrededor del mundo y de pronto
me convertí en el principal consultor del museo de paz más grande del
mundo. Me sentí como un pintor al que se le había dado una iglesia para
decorar. Tomé el trabajo con entusiasmo. Una de mis primeras propuestas
era que nosotros deberíamos tener un diálogo con los visitantes sobre dos
preguntas interesantes: ¿Cómo se podría haber evitado la Segunda Guerra
Mundial? y ¿Cómo se podría haber evitado la Guerra Fría?
Cualquier buena teoría de la paz debe ser capaz de producir
respuestas realistas, pacíficas, a tales interrogantes.
La Guía de Visitantes se convirtió en una especie de introducción
a los estudios de paz y conflictos, la primero en Francia. Ese terreno
particular está minado intelectualmente por intelectuales franceses
altamente competentes, así que esperaba un poco de resistencia.
Pero permítaseme mencionar algo que otros intelectuales sabrán
como apreciar. Nosotros los intelectuales estamos entrenados para ofrecer

177
Juan sin tierra

charlas y escribir artículos, para ofrecer cursos y escribir libros. En el


museo lo visual y lo auditivo son mucho más importantes que los textos.
Pero debe haber una teoría subyacente –por ejemplo sobre las culturas de
paz. ¿Cuántas culturas de paz existen? Preguntaron. Tras un poco de
trabajo dije “seis” siguiendo cierto esquema de pensamiento. ¡Lo que
luego hicieron ellos fue externalizar ese número seis en seis muy sólidos
“kioskos”! demasiado tarde para decir “oh no, disculpen, ¡son siete!”
Demasiado tarde para el arrepentimiento. Pude ver el concreto mientras
era vertido para dar figura a las columnas. Una imagen impactante.
Estados Unidos. Éste es el centro del sistema, lleno con todo
desde lo peor hasta lo mejor. Por supuesto Estados Unidos ha tenido un
impacto en mí como todos los demás lugares. Pero aparte de la
participación en Charlottesville, Virginia, en conexión con acabar con la
segregación racial en el sistema escolar (ver el capítulo TRANSCEND),
no puedo decir que he participado en nada más que haya tenido algún
efecto. No soy lo suficientemente ignorante sobre los Estados Unidos
como para creer que la impresión que uno puede causar en los estudiantes
y en otros profesores a través de conferencias y seminarios está reverberando
en la sociedad. Las universidades estadounidenses son ghettos, la
distancia hacia el centro es considerable. A los intelectuales se les refiere
como “maestros” y a las universidades como “escuelas”. Los políticos
son, con frecuencia, no-intelectuales, incluso anti-intelectuales, y los
investigadores estadounidenses tienen la tendencia a medir su “éxito” del
modo en el que lo hace el sistema: en términos del tamaño de las
adquisiciones, el apoyo, el “financiamiento”, el ingreso. Cuando se me
otorgó el Right Livelihood Award, también conocido como el Premio
Nobel de la Paz alternativo en 1986, la principal pregunta que se me
hacía en Estados Unidos era “¿cuánto en dólares?”.
En otros países con frecuencia me encuentro con gente de “alto
nivel” que dice que siendo estudiantes, leyeron un libro o un artículo
escrito por mí y que resultaron impresionados. Eso nunca ocurre en el
EE.UU. oficial. Con las ONG’s de los Estados Unidos me ocurre todo el
tiempo, así que el Sistema está probablemente muy polarizado entre
gobierno y no-gobierno. Las universidades viven su propia vida, a menos
que ocurra algo tan dramático como la ocupación de edificios, activamente
contrariando el genocidio en Vietnam, o N-30 y A-16 (las manifestaciones
en Seattle el 30 de Noviembre de 1999 y en Washington el 16 de Abril
del 2000). Luego hay una reacción. Tras las manifestaciones estudiantiles
de 1968 el gobierno estadounidense probablemente mató a 100 estudiantes –
solamente los 4 de la Universidad de Kent son bien conocidos.

178
Capítulo III.

Hay un núcleo duro. Yo era profesor e Investigador Visitante en


1985-1987 en la Universidad de Princeton para poder tener una mejor
comprensión de la cultura profunda estadounidense. Una profunda fe en
la cultura profunda es buena protección contra la posibilidad de saber
cualquier otra cosa sobre la guerra de Vietnam, sobre cómo podría
haberse “ganado”, y neutraliza el diálogo profundo con los no creyentes.
Ese trabajo continúa. Un pequeño departamento a media hora de
Washington, DC en mi adorada Virginia -comprado cuando era profesor
Visitante en la Universidad de George Mason- es un útil observatorio
para esos propósitos.
Hawaii. Tanta gente había recomendado la Universidad de
Hawaii -no solamente por Hawaii sino también por la universidad- que
yo acepté de inmediato cuando la primera invitación llegó en 1973. La
acción beligerante en Vietnam había degradado lo suficiente como para
hacerme sentir que podía aceptar el trabajo en los agresivos Estados
Unidos, y continué en 1978 y 1982. El Departamento de Ciencia Política
era uno de los más interesantes en todos los Estados Unidos, y era así
particularmente porque Glenn Paige estaba ahí. Se había hecho
doblemente famoso: 1) por escribir un libro galardonado sobre el
estallido de la guerra de Corea, analizando la toma de decisiones día a
día, y 2) por retirar el libro y regresar el premio tras una estancia en
Corea confrontando las desastrosas consecuencias de esa decisión. Glenn
está en casa hablando en chino, japonés y coreano, y es una figura
importante en la lucha por la paz en Corea. Hoy él es el líder del Centro
para la No-Violencia Global y como muchos profesores, está floreciendo
con el momento de libertad que viene asociado con el retiro y la pensión.
En 1987 llegó otra invitación de la Universidad de Hawaii: cuatro
periodos de primavera como profesor en Estudios de Paz, deambulando de
un departamento a otro, algo que me sentaba a la perfección. Esto abrió la
cooperación con Richard Vincent con dos libros acerca de estudios sobre
los medios de comunicación; y con George Kent para lanzar un grado de
maestría en estudios de paz en la universidad. Cosa que no conseguimos.
Sobrestimamos la habilidad que tendría una pequeña universidad en un
estado de los Estados Unidos para impulsar algo que apenas existía en los
Estados Unidos continentales. En su lugar continuamos nuestra
cooperación, lanzamos el mismo tipo de programa en internet como
TRANSCEND Peace University (ver el capítulo sobre TRANSCEND).
Ofrecí numerosos cursos sobre estudios de paz para candidatos
doctorales, y mucho salió de eso. En Hawaii incluso una superpotencia se
ve suave, embellecida por palmeras, vientos y un estilo de vida gentil.

179
Juan sin tierra

Tras el año en Estocolmo 1990-1991 como profesor Olof Palme, el


acuerdo con la Universidad de Hawaii fue renovado por cuatro periodos
más. Un hermoso periodo con excelentes colaboradores y una buena
oportunidad para hacer investigación y para escribir. La mayor parte del
trabajo para una serie de libros por venir fue desarrollado en Hawaii.
Eso, como sea, no era el aspecto más importante de Hawaii. Yo
tenía invitaciones de todo el mundo, pero Hawaii tenía algo que ningún
otro lugar podía ofrecer. Éste era el lugar en el que una mujer japonesa,
un marido noruego y sus dos niños euroasiáticos podían vivir sin la más
mínima o suave pista de racismo. Cuando Fredrik acudía a la escuela en
Noruega, los niños noruegos se escondían detrás de un montón de nieve y
le gritaban: Chino, Chino. Y un día Fredrik vino conmigo y me preguntó
si él tendría ojos más como los míos cuando creciera, refiriéndose a la
redondez. Irene se veía más florentina/universal, pero Fumiko era tan
observada en Noruega como yo lo era en Japón.
No era ese un gran problema. Pero Hawaii era, como sea, un
descanso que distinguimos hasta que estuvimos allá. Fredrik consiguió su
B.A./M.A. e Irene cursó la educación media superior -incluso se hizo la
Joven del Año en Hawaii- y sentó las bases para su cinturón negro en
karate y como una corredora de larga distancia.
Fumiko ofreció conferencias sobre su especialidad, la relación entre
Estados Unidos y Japón en la universidad, y experimentó una igualdad en
cuanto a género y raza que no se encuentra con facilidad en Europa.
Buenos años, o más bien, medios años, aquellos del periodo de primavera.
Pero más importante que todo eso fue el encuentro con la
realidad. Por supuesto sabíamos que la tolerancia racial en Hawaii se
obtuvo a costa de los habitantes reales del lugar, los hawaianos polinesios.
Había 800,000 cuando fueron “descubiertos” en 1778, hoy solamente
quedan 8,000. El hombre blanco dispersó enfermedades, compró la
Tierra, les quitó su cultura y les impuso el inglés, el cristianismo y el
baseball. Se hicieron extranjeros en su propio país y comenzaron un
estilo de vida suicida lleno de riesgos, que con dificultad valía la pena
vivir. Pero luego una ola de identidad avanzó a través del mundo en los
ochenta. Ellos se hicieron parte de esta autoconciencia y exigieron una
disculpa a Washington por el golpe de 1893 y por haber anexado al país
la monarquía de Hawaii, en 1898. Consiguieron la disculpa, de Clinton, y
se inició una gran maquinaria para explorar formas de soberanía,
autogobierno para los hawaianos (incluyendo los “sangres mezcladas”,
cerca del 20% de la población) y generalmente hablando de una vida con
dignidad y justicia.

180
Capítulo III.

Uno de los hawaianos se convirtió en uno de nuestros mejores


amigos: Poka Laenui, abogado y un brillante representante de su gente
oprimida. Él ofreció discursos en la Asamblea General de las Naciones
Unidas y en la Comisión de Naciones Unidas sobre Pueblos Indígenas; y
sostuvo programas en la radio pública en los que yo era un invitado
frecuente, con largas y profundas conversaciones los sábados en la
mañana. Pola y su artística mujer -Pu’anani- y su mano derecha ‘lmiola
querían ser independientes de Washington, no sobre la base racista de la
“sangre” hawaiana sino sobre una base más cultural, fundada en la suave
cultura polinesia. En esa cultura el compañerismo con todo y con todos es
una parte muy importante, alo’ha –armonía con la naturaleza y con otros-
una economía basada en la autosustentabilidad, y una aproximación
genial a la resolución de conflictos, ho’o pono pono, uniéndose todo esto
en una versión mejorada del país que era Hawaii antes del golpe militar
orquestado por los Estados Unidos en 1893. Poka y yo escribimos un
libro sobre cómo se podría ver un Hawaii independiente.
Pero se necesita algo de tiempo para que Hawaii pueda encontrar
su independencia, dentro de, digamos, una Confederación Americana
junto con los Inuits de Alaska, la gran población indígena amerindia, y
los mexicanos, quienes de forma más o menos legal están migrando a los
Estados Unidos para ganar algo del país que les fue robado en la guerra
1846-1948. ¿Y tal vez uno o dos Estados negros? Beijing probablemente
relajará su control sobre Taiwan, Tibet, Xinjiang y la Mongolia interior
dándoles un estatus como el de Hong Kong, China, antes incluso de que
el más autocomplaciente Washington esté deseoso de hacer lo mismo con
sus colonias domésticas.
Cierro los ojos y puedo ver las cortinas de montañas colgando al
lado del camino hacia el norte de Honolulu, pasando Kailuá, hacia los
parques naturales y las cascadas lejos del traqueteo turístico en Waikiki.
O aquel gran viaje alrededor de la Gran Isla, también llamada Hawaii. Y
las muchas otras islas en el Pacífico, como Fiji, en donde la lucha es
también entre los derechos históricos y los derechos de las mayorías -una
mayoría que llegó a ser tal gracias al hábito británico de mover a la gente
de un lado a otro del mundo. No queremos ser como Hawaii es un
eslogan muy común entre la gente de Fiji. ¿Pero hay alguien que esté
escuchando? ¿Alguien que entienda?
Con dificultad se puede encontrar un lugar más alejado de otros
lugares que Hawaii. De aquí que también se convirtió en un lugar para la
meditación y el budismo. Y el lugar en el que gradualmente sentí que no
me encontraba en el extranjero, sino viviendo en el mundo entero.

181
Juan sin tierra

El Dalai Lama

Esto ocurrió en los días de Enero de 1961 cuando me encontraba caminando


en India con una grabadora Naga con palanca de la Norwegian
Broadcasting Corporation, utilizada con frecuencia en Cuba y en los
Estados Unidos el año anterior. Mi barba había estado creciendo. Era
obscura, contrastando con mi cabello rubio (que con bastante premura se
hizo blanco, tal como el de mi tío, pero con un ligero tono amarillo
durante el verano, como una piel de verano).
En Nueva Delhi había una gran conferencia de prensa sobre el
Tibet. El escape del régimen chino estaba todavía fresco en la memoria y
algunos lamas daban la explicación. Formulamos algunas preguntas,
todos eran muy amistosos hacia los lamas.
Luego, de momento, recibí una respuesta inesperada a una
pregunta: - ¡Solamente el Dalai Lama puede contestar de verdad esa
pregunta con autoridad!- ¿Ah sí? Intenté- ¿y si es ese el caso? Muy bien,
tome el tren nocturno a Pathankot. Un auto lo estará esperando, el auto le
conducirá a la montaña en Dharam Shala. Organizaremos todo por teléfono.
La palabra de los lamas se convirtió en mi ley. Temprano, muy
temprano, el sol y yo nos levantamos juntos. Había otro pasajero, una
mujer anglo-india, budista tibetana. Recuerdo lo impresionado que estaba
cuando ella contestó a mi pregunta sobre por cuanto tiempo había sido
ella budista: “¿Se refiere a esta vida? (“Ella se acordó de decir eso” fue
mi pensamiento profano).
El jeep avanzó a través del bosque con cañadas y mujeres ataviadas
con indumentaria regional y con jarras de agua sobre sus cabezas, niños
jugando, y hombres trabajando y un fuerte olor a estiércol, para calentar
las casas; una especie de pintura ideal de India. Pero, ¿qué hay de la
barba? Pensaba. Su santidad está esperando y yo no me he rasurado.
Apareció una casa de huéspedes, tomamos nuestro té matutino, un baño,
y encontré la clavija para la rasuradora Philips. La barba desapareció en
una mejilla bien afeitada, y justo cuando estaba a punto de poner la otra
mejilla como se me había enseñado vino un corto de electricidad. Era un
analfabeto ecológico, y no solamente dependía de la electricidad sino que
además tenía solamente una tecnología para afeitarme. Requemado con
una mejilla blanca y la otra con barba me quede ahí, viéndome, me
imagino, un poco extraño.
El chofer tocaba la corneta del auto –¡Necesitamos llegar antes
de que el Dalai Lama regrese a sus oraciones!
Pudimos llegar al lugar antes de que la sesión de 8 horas de rezo
comenzara. Frente a mí había un hombre joven, tal como yo. Tal vez él

182
Capítulo III.

estaba sacando la conclusión de que éste era el modo en que los noruegos
se veían, de algún modo, poco ortodoxos en lo que a la barba se refiere.
La mujer anglo-india fue más allá de la genuflexión, besando los pies del
Dalai Lama. Dentro de mí había pánico, no solamente por la barba. Era
un humanista, un hombre y un noruego, en ese orden. ¿Agacharme y
besarle los pies? No. Santidad o no santidad.
Mi punto intermedio no fue muy imaginativo, giré mi mejilla
afeitada hacia su dirección y me le aproximé como una especie de cangrejo –
ni hacia delante ni hacia los lados, ni caminaba ni me deslizaba como en
un cuento de hadas noruego. Una especie de Homo habilis antes de ser
Homo erectus. Con instrumentos, más precisamente una grabadora que
coloqué frente a mí –una especie de compromiso entre la paridad y la
sumisión.
Murmuré algo que se aproximaba a la humildad, y coloqué la
grabadora sobre la mesa frente al Dalai Lama. Y luego ocurrió. Por
supuesto había leído el libro Siete años en el Tibet de Heinrich Harrar, el
alpinista que se convirtió en el profesor del Dalai Lama. Él menciona el
sentido de la mecánica del joven Dalai Lama. Y fue ahí donde vino, las
manos del Dalai Lama estaban deslizándose hacia la Naga. La mirada en
sus ojos era voluptuosa. El sendero budista de no atarse a nada mundano,
material, parecía muy remoto. El cangrejo noruego de montaña tomó un
extremo de la grabadora y el Dalai Lama el otro. Él ganó, por la violencia
de su santidad. Luego comenzó a estudiar su presa.
Como sea, después de algún tiempo la entrevista comenzó, y se
anunció que podía hacer una –una- pregunta. No muy generoso. Y la
pregunta fue la misma que había formulado el día anterior en Nueva
Delhi: ¿Es correcto el reporte de la Comisión Internacional de Juristas
sobre la represión china? La pregunta fue traducida del inglés al hindi y
del hindi al tibetano y después la pregunta desapareció detrás de alguna
cortina. Hubo murmuraciones, murmullo, y discusión. Y al final la
respuesta vino de la boca del Dalai Lama. La respuesta se tradujo al
hindi, y finalmente se tradujo al inglés en un súbito: ¡SÍ!
Con dificultad la entrevista entrará en las piezas maestras del
periodismo. Pero el punto era, por supuesto, su voz en la cinta. Y la
escena, la radiación del Dalai Lama, el palacio de verano del Nizam, el
aire de la montaña, la luz, ahí arriba en Dharam Shala.
Tomé un avión de regreso a Nueva Delhi. Cuando aterricé y abrí
la Naga, hacia fuera rodó un pequeño tornillo. Se había soltado un cable.
¿Había esto ocurrido antes o después de la grabación? Bueno, se pudo
demostrar que había sido después. Pero había más que un tornillo suelto
dentro de mí antes de que me pudiera relajar y sentir como se libera la

183
Juan sin tierra

presión de la muerte. Y antes de que pudiera completar el asesinato de la


barba.
El programa fue transmitido y ocasionó una doble furia. La
Embajada China protestó. La Norwegian Broadcasting Corporation
rechazó la protesta, tratando de presentarse como una institución que no
tenía nada que ver con el Estado noruego a pesar de su nombre. Y luego
yo no nada más había mencionado la represión china, sino también la
inglesa, el Coronel Younghusband. Ellos no podían, por supuesto, ser
comparados con un país crónicamente anglófilo como Noruega.
Pero permítaseme seguir la pista del Dalai Lama un poco más.
Hubo muchos otros encuentros después, en muchos países. Uno de ellos
ocurrió en Noruega. El gobierno y el parlamento se comportaron como
cobardes como siempre y no se atrevían a recibirlo. En cambio, hubo una
reunión con “personalidades culturales” en una granja cerca de Oslo.
Noruegos muy conocidos se presentaron del modo en que se describen en
Who is Who, con títulos y posiciones incontables. Yo sabía lo que
ocurriría, así que utilicé el término “trabajador de paz” para mi propia
descripción –“Y yo” -dijo el Dalai Lama, después de haber escuchado
por media hora este autoentierro - “soy un monje budista”.
Un éxito total. Típico. Y yo estoy aquí sentado con sus 19 reglas
sobre cómo vivir dedicadas al nuevo milenio. Simples, sabias, como el
propio Dalai Lama.
Tibet por supuesto no es tan simple como es presentado por los
medios occidentales. Pero véase a Hong Kong, que el Príncipe Carlos
entregó en 1997, olvidando desafortunadamente pedir una disculpa por
los crímenes ingleses. El nuevo nombre de la antigua colonia de la corona
es “Hong Kong, China”. Se puede leer como “parte de” o como una
dirección. Hong Kong tiene su propio sistema, pueden establecer consulados,
etc. ¿Tendremos alguna vez “Tibet, China”? o ¿“Taiwan, China”?
El mismo Dalai Lama está en esa dirección. Incluso ha indicado
que él podría ser el último Dalai Lama, cediendo a un budismo más
genuino, sin un Dios humano dejando de lado el karma de este buen ser
humano. Esperemos y veamos qué ocurre.

Cuba: Un drama en tres actos

Acto I: Debe haber veinte de ellas, intensas, mujeres cubanas en el


aeropuerto de Miami. Estaba en camino a mi primera misión para la
UNESCO en Chile en 1962, pero utilicé la ocasión para visitar La
Habana como uno de los pocos pasajeros en uno de los últimos vuelos de
Pan American.

184
Capítulo III.

Todas ellas tenían pequeñas botellas o cajas con medicinas: -Por


favor, sea usted gentil, ¡tome esto! Llévelo a mi padre, ¡de verdad lo
necesita! ¡La dirección está en la caja! ¡Para mi esposo!
Lo tomé todo y prometí hacer lo mejor posible, tales cosas suelen
ocurrir en un mundo tan difícil como el nuestro. Di por sentado que algo
del contenido podía no ser exactamente medicina, pero preferí no revisar
para poder jugar mejor el papel de ingenuo e inocente si surgían
problemas al momento de cruzar las aduanas.
Como sea, ningún problema se presentó, tras haber revisado todo
eso en un dudoso hotel en el malecón, acudí a la Embajada Noruega que
se encontraba en la esquina y pregunté al chofer si me podía ayudar un
poco. Sí podía. Era danés y esto resultó en un extenso viaje alrededor de
La Habana revolucionaria, en el transcurso de una larga tarde hasta la
noche, y, tal vez, con algunas vidas salvadas. Luego, de momento me
dijo: -¿le interesaría conocer a alguien de la oposición contra Castro?
Asentí, y luego vinieron las instrucciones: Mañana a las 10:00 en
punto en el malecón, fuera del hotel. El automóvil es negro. El chofer es un
hombre joven con una camisa roja. Ésta es la contraseña. Usted introdúzcase
al coche. Más adelante hay una mujer con un vestido verde, la misma
contraseña. Llévela con usted. Más tarde habrá más gente en el auto.
Y ciertamente hubo más gente en el auto, cerca de 10 todos juntos
en uno de esos modelos enormes de 1957 con cola que todavía figuran en
las calles de La Habana. Intercambiamos cortesías, condujimos hasta el
centro de la ciudad y fue cuando ocurrió:

- Profesor Galtung, usted conoce Cuba, usted es un experto en conflictos, ¿cuál


es su opinión sobre el tiranicidio?

Voces de tonos elevados, gesticulaciones, consenso.

- Interesante tema –dije- ¿pero cree usted que sería posible conducir un poco más
fuera de la ciudad primero? ¿Tal vez sea un poco más fácil hablar?

Todo el asunto pudo haber terminado en una catástrofe. Condujimos


hacia el este a lo largo de la costa y luego giramos hacia la derecha, hacia
arriba. Había un café ahí, La mejor croqueta de Cuba, en donde nos
estacionamos. Justo al mismo tiempo otro auto se estacionó junto a
nosotros, Milicia tenía escrito sobre la puerta, y un oficial de policía
descendió del auto. Los cubanos se quedaron en silencio, en mucho silencio.
Sin gesticulaciones. No se de dónde salió de momento la idea, pero de
pronto se me ocurrió que tal vez debía actuar como un experto soviético.
Así que dije algo en ruso sobre lo bueno que era salir con mis buenos
185
Juan sin tierra

amigos. –Su ruso era mucho más dudoso que el mío y tal vez se componía
de una sola palabra. Pero esa palabra por otra parte, era esencial en esta
situación y sonó como música hermosa: ¡Ok, Khorosho! Él no quería
meterse en problemas con sus nuevos amos y señores.
El silencio en el auto mientras todo esto ocurría había sido
elocuente. Pero cuando la policía se había retirádo todo se relajó.

- Así es como es esto. Policía en todos lados, ¡siempre sospechando!

Que la sospecha no estaba totalmente infundada en su caso particular no


es un tema que valiera la pena mencionarse. Lo que estaba en la agenda era:

- ¡Castro ha reemplazado a un dictador por otro y ahora tiene todo el poder!

- ¡Castro ha traicionado a la revolución y a los estudiantes que lo apoyaron!

- El nivel de vida va en retroceso, jamón búlgaro y mantequilla china son de las


pocas cosas que podemos comprar, y ¡aquí vivíamos bastante mejor en años previos!

- ¡Vamos a deshacernos de él, sabemos como hacerlo!

Ellos esperaban algún acuerdo de mi parte, estos jóvenes estudiantes,


blancos todos ellos, evidentemente de clase media. No consiguieron ese
apoyo. Yo les dije:

- Es Castro, y no ustedes, quien tiene el apoyo popular, el apoyo de la gente de


color, de toda la enorme sub-clase creada por el esclavismo, el colonialismo y el
capitalismo, de las mujeres. Su meta general “metas básicas para todos”, tiene el
apoyo de toda la gente.

- Castro es solamente un capítulo de una larga lucha de liberación.

- Asesinarlo liberaría una enorme ola de violencia.

- Hay muchos detrás de Castro que pueden tomar su lugar.

- Es mejor trabajar por una economía autosuficiente en este rico país, y mucho
más diálogo.

Estaban decepcionados. Ésta era la tercera de mis visitas a Cuba. Ya en


1960 había visto un progreso tremendo en salud y educación. En 1961
había visto cómo el Estado unipartidista estaba incrementando su control
como respuesta al tradicional tinte multilateral -a través de la resolución
de Punta del Este en el seno de la Organización de Estados Americanos
en Junio de 1961- que los Estados Unidos dieron a su agresivo boicot y

186
Capítulo III.

tras la invasión de Bahía de Cochinos. Había combinado mi visita a Cuba


con un viaje a Puerto Rico para poder tener una idea más cercana de lo
que eran los Cuerpos de Paz de los Estados Unidos. Cuando regresé a
Miami, el Departamento de Estado estaba en el aeropuerto. ¿Podía imaginar
una pequeña conversación con ellos en Washington?
Eran dos caballeros pertenecientes a la “Oficina de Asuntos
Cubanos”. Tenían información de que la contrarrevolución se encontraba
justo a la vuelta de la esquina. Eran tan insensibles a la miseria de las
masas en la Cuba pre-revolucionaria como atentos al anhelo de las clases
medias por bienes consumibles muy distantes de las “necesidades
básicas”, tenían antenas excelentes para estos últimos. En breve, eran
representantes del nivel político e intelectual usual en los Estados Unidos,
enmascarándose como cruzados por la democracia y los derechos
humanos. Su democracia, esto es, sus derechos humanos.
Pero en un punto los dos caballeros estaban en lo cierto. Para los
blancos y la clase media blanca, la montaña de bienes de consumo dominaba
su horizonte de vida tan fuertemente que Muhammed estaba dispuesto a
caminar, volar, ir por lancha o nadar al punto en el que esa montaña fuera
altamente accesible, Miami. Es ahí en donde están ahora. Trabajan en
nombre de la democracia en el sentido de elecciones que pueden ser
dominadas por aquellos que tienen dinero. Su democracia, esto es, un
dólar un voto. Como es frecuentemente el caso en los Estados Unidos.
Tal vez había una conexión entre los jóvenes en el automóvil en
La Habana y el Departamento de Estado. Pero el tiranicidio descansaba
sobre un supuesto falso: deshacerse del Número Uno y todo lo demás se
desintegrará. Por supuesto existen situaciones de este tipo. Pero la condición
es que el Número Uno posea una mística, algo divino por encima de
todos los demás. En ese caso el tiranicidio tiene un doble efecto: miren,
los poderes divinos no le protegieron; y en el entendido de que él era El
Elegido no hay más sucesores. La gente detrás del 20 de Julio de 1944 en
la Alemania de Hitler probablemente esperaba algo sobre esta línea.
Podría haber funcionado si la Providencia no hubiese protegido a Hitler
por medio de una gruesa mesa de roble. Su sólido control sobre la muerte
y la destrucción habría de durar todavía nueve meses más.
Entonces uno de ellos interrumpió un largo receso bajo un calor
de invernadero. Había nubes de tormenta sobre el golfo. Cangrejos
gigantes salieron del agua y treparon por la arena. Era un hombre un poco
mayor a los demás, inclinándose adelante hacia mí:

- Hay algo que no hemos dicho. Algo muy serio, que amenaza al mundo entero.
La Unión Soviética ha traído misiles a nuestro país. Lo sabemos, tenemos gente
con periscopios que vigilan todo lo que ocurre en ese punto (señalaba un mapa).

187
Juan sin tierra

Tenemos que pensar en nuestra gente. ¡Cuba se arriesga a ser un campo de


guerra nuclear! Usted no cree en el tiranicidio, pero debe creer en esto.
Ayúdenos, usted se va en un par de días, ¡hable con todo el mundo sobre esto!

Asentí con la cabeza. Quería pensar. Contra la tesis del despliegue


nuclear a solamente “90 millas de distancia” había una provocación no
escuchada, la ruptura de una especie de balance establecido por las
superpotencias. Pero a favor de esta tesis sobre el despliegue: los Estados
Unidos habían hecho exactamente lo mismo en Turquía. La Unión
Soviética podría estar buscando paridad. Si fue La Habana o Moscú la
que comenzó a tomar la iniciativa y tuvo un acto de provocación inicial
es de menor importancia.
Mi conclusión es que probablemente tenían razón. Nos despedimos
como amigos. No fui capaz de persuadirlos. Pero ellos me habían
persuadido a mí en un punto. Una vez más me las arreglé para cruzar la
aduana sin problemas. Y a la primera persona que encontré en el
aeropuerto en Miami fue al embajador noruego que había comprado nuevos
cilindros para el aire acondicionado de su embajada, que orgullosamente
mostraba en la ventana más grande de cristal impecable del Servicio
Exterior Noruego. Su primera reacción fue: -No son encantadores, ¡ellos
creen en ese tipo de cosas! Pero entonces de pronto sus ojos se hicieron
más firmes y ya podía yo leer los cables que tomaban forma en su mente.
Lo que resultó de ello no lo sé. Yo tenía otros contactos, no en los países
de la OTAN o de la OMC, sino en países libres, y señalé el paralelo con
Turquía lo mejor que pude. Quid pro quo es un nivel bastante bajo de
resolución de conflictos, pero a veces es la única cosa que se puede hacer.
La crisis explotó en la segunda mitad de Octubre de 1962. Los
medios de comunicación y los países clientes jugaban al mito de que la
voluntad de hierro del joven Jack Kennedy fue lo que consiguió que el
barco de Nikita diera la vuelta. Solamente la gente sin mucho tacto
mencionó Turquía, un país localizado en el “mundo libre”. Pero la
conclusión de todo el terrible alboroto fue exactamente un quid pro quo,
tú retira a los tuyos y yo retiraré a los míos, muy bien escondidos del
escrutinio público de tal forma en que no parezca que Dios y Satán se ven
entre sí en calidad de iguales.
Los Actos II y III se desarrollan con rapidez: por una u otra
razón, ambos se articulan en Estocolmo.
Acto II: Esto fue más tarde en la década de los sesenta.
Participaba en un debate de TV en Radio Suecia. Cuando regresé al hotel
había un mensaje y un número al que debía llamar en Estocolmo –un

188
Capítulo III.

número desconocido, ningún nombre. Llamé. El conductor danés estaba


al otro lado de la línea, me había reconocido en TV.
Dijo: -Solamente tengo una pregunta: ¿Era usted el informante?
Debo haberlo convencido con mi no y con mi respeto por la
posición de los disidentes, aunque no necesariamente con su política.
Vino al hotel, y tras algunas bebidas la historia salió a relucir. Poco
después de mi partida el trabajo sobre el tiranicidio comenzó. Consiguieron
una habitación con una estancia cuya ventana se localizaba frente a un
lugar en donde Castro hablaría, consiguieron un rifle de francotirador,
una lancha rápida, gasolina. Llegó el día. Pero entonces de momento
resultó que el jefe había desaparecido con el bote y con una de las
muchachas (¿la del vestido verde?) antes de que el arma se disparara, no
después, algo que tuvo un efecto desmoralizante en el plan maestro. El
complot fue desenmascarado y al chofer danés le dieron 30 años en la
Isla de Piñas.

- El periodo más interesante de mi vida –dijo- casi todos ahí eran profesores.
Nunca había aprendido tanto. Duro, y mucha propaganda. Pero salí tras algunos
años por buen comportamiento. Y vine a Suecia, en donde me quiero quedar.

Acto III: Y ahí se quedó. Algunos años más tarde se convirtió en un


pionero del trabajo contra la violencia en Suecia, el tipo de persona que
utilizaba su propio cuerpo para intervenir entre las partes violentas, en las
calles, organizando movimientos. Un hombre con coraje.
Como sostuve en mi cátedra de apertura como profesor Olof
Palme en Estudios de Paz en septiembre de 1990 él fue la primera
persona a la que invité. Y se sentó en la primera fila. Nos abrazamos el
uno al otro.
Menciono esto porque todos los dramas tienen más de un acto.
Habrá más casos en este libro. Y por supuesto soy presa de la tentación
de detener la secuencia en el final feliz. Pero ¿por qué no?
El tiempo pasó y Fidel Castro siguió ahí por algún tiempo. Al día
de su retiro él sobrevivió a diez presidentes de los Estados Unidos, cinco
de ellos, incluso por dos periodos; uno fue asesinado por razones
complicadas entre las cuales Cuba fue probablemente un factor. Un
estudio comparativo de los presidentes de los Estados Unidos de boca o
mano de Castro sería una lectura interesante. Me encontré con él en tres
ocasiones. Él llevaba la conversación, las preguntas no tenían ningún
impacto, a diferencia del Ché Guevara, quien era dialogante. Y aún en los
años antes de que fuera asesinado por la CIA en Bolivia en 1967 tenía ya
ese halo de tragedia.

189
Juan sin tierra

¿Cómo consiguió Castro todo esto? Él, a diferencia de la mayoría de


los demás dictadores, no solamente creía sino que de verdad trataba de
satisfacer las necesidades básicas de todos, los cinco bienes fundamentales:
alimentación, vestido, vivienda, salud, educación. Había algo en él que
probablemente aquietaba la mano del asesino, un algo más allá de su
policía secreta. Tal vez había algo también más allá del sueño de la buena
vida que hizo que el jefe del esquema del tiranicidio y su mujer (¿la del
vestido verde?) se adelantara en la lancha rápida. Tal vez este algo ha
alcanzado algún lugar en las alturas del castillo del fascismo global
estructural: Washington D.C.
Recuerdo la Cumbre Social de las Naciones Unidas en Copenhagen
en Marzo de 1995: Fidel Castro fue sin duda la persona más popular en
aquella reunión gigante. Después de él venía Mitterrand.
A mí se me pidió que ofreciera algunas recomendaciones para
algunos miembros del politburó cubano hace aproximadamente treinta y
cinco años (en 1973, tras la conferencia ambiental en Estocolmo en 1972):

1) El comercio que tiene con la Unión Soviética está basado en la lógica de la


Guerra Fría, y la guerra no durará por siempre. Es mejor ser autosustentable en
cuanto a necesidades básicas para todos, y en cuanto a los bienes de consumo
cotidiano. Hay que practicar la protección ambiental. Y la agricultura orgánica.

2) Tienen debate, también público. Pero el mundo exige partidos políticos. Los
Estados Unidos tienen dos partidos de derecha, uno representa a la derecha y el
otro a la extrema derecha. Cuba también puede tener dos partidos de izquierda,
uno socialista y otro comunista, para poder estimular el debate público.

Como cuando fui profesor visitante en Cuba, en la Universidad de La


Habana en 1972. Los estudiantes discutían Checoslovaquia y China,
venían a mi habitación del hotel por la noche y se paseaban por la calle
del Ministerio de Asuntos Exteriores para poder verificar mi información
sobre que los barcos cubanos estaban vaciando las aguas africanas de
peces. El Ministerio confesó.
Los cubanos tendrán que satisfacer el punto número dos aquí
señalado de un modo u otro, tarde o temprano. Como sea, en mi lista
sobre lo que entiendo por democracia, Cuba se encuentra por encima de
los Estados Unidos de América.

Camelot

Había planeado mi itinerario a Santiago de Chile -como profesor de la


UNESCO por segunda vez en 1965- pasando por Princeton, un lugar con
una muy alta densidad de personas de la CIA, como consultores y
190
Capítulo III.

profesores retirados. La conferencia era sobre la vinculación entre política


doméstica y política exterior, algo bastante interesante.
Y entonces, de momento, él apareció, durante un receso –Usted
es un experto en América Latina, un investigador de conflictos y habla
español. Me aduló con algunas bebidas. Tenemos un proyecto para el que
usted es la persona indicada. Las relaciones entre conflicto y desarrollo
en países en desarrollo. ¿Podría echarnos la mano en América Latina?.
Suena interesante, dije, y olvidé todo de inmediato; de proyectos
excitantes nunca ha habido ninguna escasez. Pero luego un día, a la oficina
en Santiago llegó el Sobre.
Contenía una invitación a un muy bien conocido centro de
conferencias fuera de Washington a discutir el proyecto y un “modesto”
honorario de 2,000 dólares solamente para estar presente –“mucho dinero
en aquel tiempo”, como dicen. Habría ajustado muy bien para equilibrar
la hipoteca, ya que, como dije antes, pocas cosas son tan disciplinarias
como una hipoteca. Y luego revisé con más cuidado el sobre, hasta el
momento solamente había extraído la Carta.
Al fondo del sobre estaba la Tira de Papel.
El propósito real de este proyecto –decía- era explorar de qué
forma el ejército de los Estados Unidos puede ayudar a los ejércitos de
países amigos a terminar con las rebeliones. Luego se hizo claro que la
secretaria había puesto la tira de papel en el sobre por error; ese mensaje
estaba destinado a niveles más altos del proyecto. Mi tarea era la de ser
uno de los idiotas útiles del sistema, un papel que sencillamente no me
queda. En breve, la Tira de Papel era el fin de la liquidación de la hipoteca.
Pero me reconfortaba el que incluso si el imperialismo
estadounidense se había manifestado a sí mismo en la Tira de Papel
dentro del Sobre organizado por él mismo, podrían haber aspectos del asunto
de los cuales no estuviera informado. Tal vez todavía podía participar en
un proyecto excitante, y al mismo tiempo cancelar la hipoteca.
Revisé la lista de participantes: la lista de moño azul de la
Ciencia Social estadounidense. Conocía a la mayoría de ellos, varios de
ellos muy buenos amigos personales. Pero no citaré nombres, algunos de
ellos siguen vivos, algunos de ellos pueden ser todavía partidarios de la
Gran Inocencia Americana. Escribí cartas, cité la Carta, la Tira de Papel,
y pregunté: ¿de qué se trata todo esto?
Las respuestas llegaron de inmediato: -Johan, no tomes esto tan
en serio, en esto se han colocado seis millones de dólares a disposición de
la ciencia social estadounidense y de nuestra parte podemos hacer lo que
queramos.

191
Juan sin tierra

Aparte de la deshonestidad implícita en esta actitud había algo


más que me preocupaba: subestimaban a la gente del Pentágono que
organizaba este Proyecto Camelot, como le decían. Y recuerdo esa pequeña
escena del Departamento de Estado en 1961 después de que Allen Dulles
había realizado un seguimiento de Guatemala en 1954, con Bahía de
Cochinos en 1961. Frente a mí había dos personas, vamos a llamarles
Saco artesanal y Gran oído, un sábado muy temprano en la mañana,
dedicados a una “retroalimentación”. El final de la historia es que ellos se
llevaron mucho de mí y yo prácticamente nada de ellos. Está bien, yo soy
cuidadoso de nunca tener lo que ellos llaman secretos. Pero la moraleja
de la historia es relativamente obvia: désele a un intelectual un oído que
le escuche (incluso una grabadora puede ser suficiente) o un ojo lector, y
hará lo que es bueno para hacer: producir palabras, e incluso por un largo
periodo. Además por no mucho dinero. La mayoría de los intelectuales
vienen baratos.
Mi decisión era clara: haría lo que pudiera para detener ese
proyecto. En los Estados Unidos no podía hacer nada. Pero necesitaban a
los investigadores chilenos, yo había sido uno de sus profesores, y fue ahí
donde colocamos la trinchera. Y yo era un profesor de la UNESCO, nivel
P4. Mi tarea era fortalecer la investigación en ciencia social en América
Latina, como un servidor público internacional no-político. La participación
en el Proyecto Camelot -y mi participación en particular- podía debilitar
la ciencia social latinoamericana por décadas. No intervenir era al menos
tan político como la intervención. Fotocopié lo que había que fotocopiar
fuera del horario de oficina, y trabajé contra Camelot también fuera de
ese horario. Dispersé la verdad sobre Camelot, que entonces comenzó a
conocerse bien, y fue muy tentador para muchos. Y me convertí en un
“enemigo del pueblo” por la noche, incluso me habría podido encargar de
eso sin ninguna ayuda de Ibsen.
La socióloga brasileña tenía labios voluptuosos, ojos aterciopelados
que se leían con facilidad, cabello castaño que podría servir para enterrar
la cara de uno, piernas de gacela y rápidos movimientos en el cuerpo.
Ella era una marxista y dijo:

- Necesitamos este dinero. Es fácil para ti rechazarlo y renunciar. Y les daremos


exactamente la información que nosotros queramos que tengan. Los gringos son
estúpidos.

En un cierto sentido, soy un gringo y no soy estúpido. Después de una


docena de marxistas con este mensaje me decidí a enfocarme mejor en los
demócratacristianos progresistas. Los economistas tradicionales y otros

192
Capítulo III.

conservadores, por supuesto, eran casos perdidos. Tan temprano como


mediados de los sesenta sabíamos ya que habría un golpe, que tendría su
centro no solamente en la milicia y la policía -los carabineros, la gente
que hacía el trabajo sucio del sistema- sino por encima de todo en el
sólido anclaje de la escuela económica de Chicago en alguna universidad
y la tradicional teoría económica reaccionaria. El contraste con todo esto
era la persona que me ayudó: el sociólogo Raúl Urzúa.
Hubo resonancia. Para hacer breve una larga historia: me las
ingenié para conseguir que algunas de las fotocopias que saqué llegaran
al escritorio del presidente (Frei padre, no el hijo) mientras se encontraba
comprometido en muy dramáticas negociaciones con los Estados Unidos
sobre el curso de Chile, las minas de cobre al norte. Él utilizó esos
papeles para amenazar con una ruptura diplomática debido al esfuerzo de
reclutar a investigadores chilenos para entregar información que pudiera
un día ser utilizada contra el país.
Al día siguiente, el presidente de los Estados Unidos, Lyndon B.
Johnson, estuvo en la página principal del New York Times, cancelando el
Proyecto Camelot. Más tarde me preguntó el Secretario de Estado en el
Ministerio del Interior en Chile si había algún signo de traición. Dije -
siendo un especialista en esos asuntos- que consideraba que se trataba
más de una cuestión de hipotecas.
El diario comunista en Santiago me designó como el arcángel
protector de Chile. Ingrid y yo consideramos oportuno desaparecer tomando
unas pequeñas vacaciones por tren al sur del país. Con un compartimento
dormitorio para nosotros y delicioso vino blanco chileno. Apenas se
había comenzado a mover el tren cuando una nube de periodistas llegó a
la estación, demasiado tarde. Por supuesto la UNESCO no estaba
oficialmente muy entusiasmada con toda la idea; se requirieron de algunos
años para sanar estas heridas.
Pero Camelot fue cancelado. Y un día, cansado de todo el asunto,
entré a ese pequeño avión que había aprendido a pilotear y volé a los
Andes para relajarme y, después de eso, aterricé en el pequeño aeropuerto
del club aéreo, conduje un auto y entré en el primer cine que pude
encontrar. Resultó que la película que se proyectaba era El Rey Arturo y
los Caballeros de Camelot.
Algún tiempo más tarde era mi tarea reclutar a compañeros para
la UNESCO en Santo Domingo. Había un estado de emergencia: 54
estudiantes habían ocupado la zona interna de la ciudad y el embajador
había llamado a Johnson: -“Lyndon, los negocios americanos están en
peligro”, es lo que se reportó que le había dicho.

193
Juan sin tierra

Mientras estaba ahí, helicópteros militares entraron al país en una


aglomeración lo suficientemente densa para producir algún tipo de
eclipse solar. Tomé un taxi a la zona ocupada, pude entrar, y me reuní
con los líderes, un marxista latinoamericano. Marines estadounidenses de
Texas se encontraban detrás de sacos de arena a 100 metros de distancia.
De momento una bala zumbó incómodamente cerca, poco después
escuché el disparo. Interesante sensación.
El líder quería que Noruega reconociera la zona. Le dije que
sería difícil por varias razones. Pronto comprendió que yo era uno de esos
que tenían poca fe en su fe. Pero cuando le pregunté: “¿Cómo se siente
tener a esos gigante de Texas justo ahí abajo?” me ofreció una respuesta
que nunca olvidaré: más altos son, más blanco presentan; más gruesos
son, más fácilmente entran las balas. No exactamente no-violento. Y
afortunadamente no había entregado ningún material sociológico en bruto
a los Estados Unidos para guiar operaciones de este tipo identificando
nichos sociales de oposición al capitalismo.
Más tarde, en 1969, hubo una fiesta de la OCDE en Place
Vendôme en Paris. Se discutió Vietnam. El embajador de los Estados
Unidos y yo comenzamos a levantar nuestras voces cada vez más. Dije
que todo el asunto estaba mal moralmente y que además los Estados
Unidos perderían. Nuestros anfitriones italianos estaban desesperados, los
invitados estaban petrificados, la comida se enfriaba. De momento el
muy agradable embajador dijo:

- Todos esos lugares en donde hemos tenido problemas tienen una cosa en
común: ¡Usted ha estado ahí!

- Eso no prueba ninguna conexión causal -dije, en tono profesoral.

- ¿Dijo usted que su nombre era Johan Galtung?

- Eso es exactamente lo que dije -respondí agriamente.

- ¿Fue usted la persona que nos provocó tantos problemas con Camelot?

- Ese fui yo -respondí orgulloso.

- ¡Gracias a Dios que solamente hay uno como usted!

¿Podría uno imaginarse un cumplido más hermoso? Y también me viene


a la mente con placer el comentario de un biólogo –un tipo muy
consciente de los peligros de la clonación- quien tras una charla agregó: -

194
Capítulo III.

excepto por Galtung: usted es la única persona que me gustaría ver


clonada. Necesitamos a más como usted.
De eso tengo algunas dudas: no estoy muy seguro de que me
agradarían esos otros en lo más mínimo. Serían tipos más bien repulsivos.
Arrogantes, presumidos de sí mismos, mal ajustados al tamaño de su
propio país. Ya es lo suficientemente malo que él con frecuencia reclame
estar en lo correcto. Todavía lo es más que el tiempo con frecuencia
comprueba que se encontraba en lo cierto. Con dificultad habría espacio
para dos de ese tipo en la misma sala, en el mismo pueblo, en el mismo
país. Aunque el mundo puede ser lo suficientemente espacioso.
Pertenece a la historia que poco después el Pentágono lanzó un
nuevo proyecto con el mismo contenido pero con otro nombre clave
(¡Simpático!). Como uno podría adivinar no fui invitado. Así que, tal vez,
al final consiguieron la información que querían. Lo que querían saber
era algo sobre redes que se convertían en radicales en un país en
desarrollo, cómo estaban organizadas. Es útil tratar de comprender lo que
esto significa en la práctica. Una categoría puede presentarse con
porcentaje más alto de “izquierdosos” que otras; una revolución está en el
aire, incluso en las calles. En otras palabras ¡disparen! –Y se consiguen
mejores dividendos si la bala golpea en la categoría en la que tú sabes que
el porcentaje está al máximo.
La oportunidad de eliminar a los “rojos” debe estar en el punto
más alto. “Asesinato masivo de categorías” solamente porque alguien
pertenece a esa categoría, es la definición que utilizo de genocidio.
Bastantes científicos sociales han participado entregando información, tal
vez por una increíble ingenuidad más que por compromiso ideológico. Y
no deberíamos descartar la posibilidad de que fundaciones privadas
coordinen su investigación en tal forma que la imagen total pueda ser
utilizada en las esferas más altas, por aquellos a los que les gusta la
omnisciencia, omnipresencia y omnipotencia de la CIA/NSA, y –lo más
importante para ellos- la Oficina de Reconocimiento, para poder eliminar
toda oposición.
Cuando Camelot atrajo a científicos sociales estaba proyectado
contra el comunismo. ¿Y ahora? Todos aquellos que están contra la
globalización de su Trinidad, la OMC, el Banco Mundial y el Fondo
Monetario Internacional. Podrían ser algunos miles de millones de
personas, algunos más activos que otros. Podemos estar seguros de que
existe una multitud de proyectos identificando los perfiles sociológicos y
psicológicos de los manifestantes. Y muchos investigadores “dispuestos”.

195
Juan sin tierra

RDA: Un drama en tres actos

Tras la brillante primavera de Praga en 1968 vino un obscuro verano.

La Unión Soviética con cuatro de sus aliados –RDA, Polonia, Hungría y


Bulgaria, no Rumania- invadieron Checoslovaquia la noche entre el 20 y
el 21 de Agosto. Esto era la arrogancia del poder similar a la de Hungría
12 años antes, pero no tan brutal porque los checos no confrontaron a los
invasores violentamente.
Sociólogos noruegos me habían invitado a una conferencia
noruego-polaca en sociología. Hubo algunas conversaciones sobre un
boicot. Mi punto de vista era el mismo en todos los casos similares: ésta
es precisamente la situación en la que lo más importante es mantener el
contacto, pero entonces es necesario decir y hacer algo relevante, no
solamente “protestar” (que también es importante, pero nunca suficiente).
Algunas palabras duras aparecieron en las columnas de los diarios
noruegos, y algo de polarización diplomática que con frecuencia no
conduce a nada.
Mi contribución a la conferencia era sobre la defensa no-militar
durante la ocupación. Ingrid y yo ayudamos a un judío polaco perseguido,
Marek Thee y a su familia, para que pudiera llegar a Noruega y a que
consiguiera un trabajo en el PRIO como editor del Boletín de Propuestas
de Paz (hoy Diálogo sobre Seguridad, ¡en un antiguo Instituto de
Investigación para la Paz temeroso de la palabra paz!). El contrabando de
algunos elementos de valor fuera del país pertenece también al cuadro.
Pero mi propósito estaba más allá de esto y más allá de una
pequeña reunión académica. Tomé el tren nocturno a Praga con
doscientas o trescientas copias de “Defensa no-militar”, fui a las calles, y
las entregué, las coloqué en las bancas, etc., hice lo que pude. Había
ansiedad, desesperanza, apatía en todos lados, también entre mis amigos.
Los tanques soviéticos, las tropas de Asia Central. “Iván regresa a casa –
¡tu Natasha está durmiendo con Sergej!”- se escribió en ruso sobre las
paredes de las casas. Con mi ruso de principiante me enganché en un
debate con el personal de los tanques. Estaban ahí para defender a la clase
trabajadora -me dijeron- tal vez incluso lo creían.
Conforme el día se transformó en noche me di cuenta de que estaba
siendo perseguido, y consideré oportuno tomar el tren nocturno a Budapest.
Ahí me reuní con altos funcionarios que se arrepentían profundamente de
todo el asunto. Pero también hicieron un poco de propaganda mediante su
propio método: invitaron a los rusos a discutir las reformas. De acuerdo
con ellos, los rusos aprendían bastante de tales visitas.

196
Capítulo III.

Ese verano la tercera alternativa “socialismo con un rostro


humano” fue liquidada, y nunca resucitó, primero para el placer de los
soviéticos, y más tarde sin duda también para el placer de los Estados
Unidos. Lo mismo ocurrió doce años más tarde con el programa para la
revolución de Gdansk. (Cuando uno se ve como ese bulldog de Brezhnev
esa cosa de “rostro humano” era tal vez un poco provocativo). Y lo
mismo ocurrió diez años después otra vez cuando Gorbachov intentó
lanzar algo entre un socialismo dirigido y un capitalismo dirigido. Bueno,
las cosas solamente pueden mejorar después del actual capitalismo
histérico de la jungla.
Pero se supone que esto es sobre la RDA. Permítaseme sacar a
colación ese asunto.
Acto I: El régimen de la RDA me había invitado a una
conferencia en Weimar, el pueblo de Goethe y Schiller, en el teatro, en
Septiembre de 1968. La conferencia era un tipo de expresión de gratitud
para aquellos que habían trabajado en el reconocimiento de la RDA como
un Estado. Recuerdo largas reuniones con algunos de los más altos
jerarcas en Berlín Oriental de años previos, particularmente un día helado
de invierno, con escarcha en el interior de la ventana del hotel, y escarcha
en sus voces, odio, sospecha, No absolutamente injustificable en
conexión conmigo como se hará más claro a continuación.
Mucha de la gente en la conferencia era SED-Genossen, camaradas,
miembros del Partido Comunista. El anfitrión -el líder gigante del CDU
en Alemania Oriental- era generoso, cortés. Las cosas están mejorando,
dijo. Luego vinieron las pláticas. Una dama había aterrizado en el aeropuerto
de Alemania Occidental, Frankfurt, y fue copiosamente aplaudida cuando
dijo cómo todo el lugar olía a pólvora (vaya, vaya, la gigantesca base
americana olía a eso, pero Alemania Occidental también tenía otras
características más atractivas).
Luego fue mi turno. Mi tema era el imperialismo, y ya de
antemano se preparaban a escuchar la plática con placer. Seguí la línea
que había utilizado muchas veces antes. Primero mucho sobre los
Estados Unidos en Vietnam, relativamente claro para todos los que no
habían sido engañados por los medios de comunicación en los países
clientes de los Estados Unidos. Luego un poco de teoría general sobre
Estados clientes, cabezas de playa, etc., cómo el centro del sistema delega
el control al centro en la periferia. Algunas veces la estructura no se
sostiene, y se requiere de una invasión para poder llevar al poder a un
régimen cliente más confiable. “En breve, tal como Checoslovaquia el
mes pasado”, dije, sin cambiar mi tono de voz y agregué que “a las

197
Juan sin tierra

superpotencias siempre les gusta un poco de apoyo multilateral. Como


por ejemplo, de parte de la RDA”.
El efecto fue total, significando, radicalmente paralizante. Todo
el mundo miró hacia abajo para evitar el contacto ocular conmigo, el
exhibicionista ofreciendo un sermón. Y yo continué calmadamente y
ofrecí tantos detalles como fue posible, sobre el paralelo entre las
compañías transnacionales para extraer las ganancias y los partidos
transnacionales para extraer disciplina, sobre el papel de los servicios
secretos, etc. Nadie alzó la cabeza. Nunca un ratón había sido tan silencioso.
La congregación en su conjunto respiraba a través de branquias.
Al final de la sala se abrió una puerta.
Comprendí que a partir de ese momento tenía algo que podría
llamarse “tiempo altamente limitado”. Pero los nuevos presidentes de la
reunión tenían un semblante un poco inusual: dos muy musculosos
gorilas en trajes negros con bultos sobresalientes en sus bolsillos
derechos: pistolas. Se aproximaron.
Tomé el micrófono y ellos me tomaron a mí, un codo y un brazo
cada uno. Sabían como hacerlo. Pero entonces resultó que el micrófono
tenía un cable lo suficientemente largo para darme el tiempo que
necesitaba para rematar mientras era arrojado fuera del salón: -“Die
Erfahrung der Geschichte... La enseñanza de la historia es que tarde o
temprano todos los imperios caerán”. Debe haber habido algún sentido de
alivio en el liderazgo cuando éste muy doloroso episodio finalmente llegó
al final. Pero las semillas habían sido sembradas, al menos en algunos.
Tales semillas podían producir frutos veinte años después.
Fui conducido a un gran auto negro -ZIM, ZIL o algo así- me
quede en suspenso, esperando. El curso era claro: Schönefeld, el aeropuerto,
a algunas horas de distancia. Había un acompañante más como pasajero,
un profesor de Teología con Psiquiatría como su especialidad. Él me
explicó que habían decidido que yo había tenido una especie de colapso
mental. La primera parte de la conferencia había sido sencillamente
brillante. Pero luego vino un declive catastrófico en el nivel intelectual.
Un súbito salto hacia atrás en el IQ y la brillantez podía indicar un
derrame cerebral, una profunda crisis espiritual, o ambas. Estaba doblemente
entrenado como mi padre confesor, tanto en teología como en psiquiatría,
en el camino al aeropuerto.
Ya veía venir un debate fascinante. El auto se puso en marcha, y
él se inclinó hacia mí: -Dígame más, ¿qué es lo que de verdad está
ocurriendo en Checoslovaquia? ¡Nuestra prensa no dice nada!
El resultado fue una discusión de alto nivel de la cual me habría
gustado tener una grabación (Imagino que esa grabación existe). Pero

198
Capítulo III.

suficiente de esto. Su trabajo era verme bien plantado en el interior de un


avión. Nos despedimos como amigos.
Acto II: Después de eso hubo muchas visitas a la RDA,
particularmente cuando era yo un colaborador en el Issenschaftskolleg en
Berlín (un Instituto de Estudios Avanzados), y la Berghofstiftung, 1982-
1984. La RDA tenía canciones de libertad de expresión, como las
universidades, que por supuesto raras veces condujeron a algo.
Y hay un pequeño punto que vale la pena destacar sobre los
profesores con trabajos pagados por el gobierno. Con mucha frecuencia
hay un juramento de lealtad detrás del ejercicio de profesorar a qué
profesores, como en Noruega. De aquí, que prácticamente ni un solo
profesor alemán se levantó contra el Kaiser, los Nazis, o los regímenes de
la RDA. En los protocolos de la Stasi se tenían listas sobre quiénes eran
sus enemigos (mucho más importante que quiénes eran sus CI,
Colaboradores Informales); en esa lista no se mencionan las universidades.
Cuatro tipos de personas son señaladas: sacerdotes en el sínodo
evangélico en Berlín-Grandenburg, los objetores de conciencia, gente con
preocupaciones ecológicas, y las Mujeres por la Paz, Frauen für den
Frieden. Y luego la única excepción: Robert Havemann, profesor de
Química, disidente.
No es muy positivo para los profesores. Por esa razón no hay que
confiar en los profesores, particularmente en aquellos de universidades de
élite. Pueden ser confiables para alguien más, por ejemplo para aquellos
en la cumbre, las élites verdaderas. Harvard/Oxford/Cambridge son
pilares principales en la beligerancia de los dos países más agresivos del
mundo: Estados Unidos y el Reino Unido. Su principal tarea es la
legitimación. Como los profesores en la RDA.
Así que fui a las iglesias, a departamentos particulares, y
particularmente a los departamentos particulares de los sacerdotes, una
gran cantidad de veces. La policía en Friedrichstrasse me reconoció. Uno
de ellos dijo en algún momento: -Bienvenido, lo necesitamos, pero no me
cite.... Sabían todo lo que yo hacía, todo lo que yo decía. Una vez un
famoso sacerdote dijo: -Johan, antes de que me ofrezcas tu plática sobre
la no-violencia y el desarme debes estar consciente del hecho de que al
menos el 40% de quienes vienen a la iglesia son de la Stasi. –Bueno, dije,
si alguien necesita este mensaje son ellos, ¿y no sería anti-cristiano
negarles la Palabra?
Hay muchos de nosotros haciendo eso. Además la televisión de
la RDA cometió un error básico sumamente útil: en su impaciencia de
mostrar a Alemania Occidental como un país dividido entre el asunto de
los misiles transmitió las manifestaciones pacíficas a los alemanes en

199
Juan sin tierra

Alemania Oriental quienes estaban más que deseosos de saber cómo se


hacía.
Acto III: La historia llegó a un círculo completo 25 años más
tarde cuando fui invitado a dar una plática en Weimar, organizada por el
gigante sindicato alemán de educación e investigación. Y entonces, de
pronto, de súbito: ¡Yo conocía esa sala! ¡Es la misma! Había sido
redecorada. Nuevamente se encontraba rebosante, otra vez principalmente
por Genossen, pero en esta ocasión camaradas de la SPD, no de la SED.
Die bonzen auf der ersten Reihe, los jefes del partido al frente, tal como
en los viejos días. Y ahí estaba, la Puerta. Toqué el micrófono antes de
comenzar mi charla sobre cómo la educación para la paz podía ser parte
de la curricula escolar alemana. No había ya un largo cable, todo había
sido arreglado. Así que cambié la atención de mi auditorio, antes de
comenzar con mi verdadera plática, a 25 años atrás, diciéndoles lo que
había ocurrido. Enormemente bien recibida. Y por supuesto no fue citada
en el lío usual de la prensa tradicional alemana. Preferían mi imagen
como colaborador, y como cualquier mentira importante, privarlos de esa
mentira tendría implicaciones desastrosas para sus niveles de alegría,
como el Maestro, Henrik Ibsen habría dicho. Además, había hecho lo que
hice en la guarida del león, en la mismísima RDA, no escribiendo un
editorial abierto en sus bien disciplinados diarios oficiales.
Otro recuerdo sobre las mismas líneas: Harvard/Tufts, abril
1996. Una conferencia sobre el sectarismo y la política. Éramos cinco
profesores y teníamos una secta cada uno, pequeños grupos como los
davidianos en cuyo asesinato participó el gobierno de los Estados Unidos
en Waco, Texas. Otros tenían grupos islámicos, etc.
Fui el último, y se me preguntó cuál era mi “secta”. Y respondí el
Departamento de Estado, en Washington, D.C. Amigos en aquella
reunión me dijeron que los otros cuatro ponentes se alejaron de mí para
simbolizar la distancia respecto a lo que sabían que vendría. Así que
proseguí y hablé sobre cosas bien conocidas en la historia americana
sobre cómo la enseñanza judía sobre el Pueblo Elegido y la Tierra
Prometida habían tomado el control sobre los inmigrantes de Inglaterra,
los puritanos, y cómo se ha convertido en la ideología de los Estados
Unidos. El Pueblo Elegido está, por supuesto, por encima de la ley que es
válida para todos los demás, en una posición, incluso, de poder erigirse
como sus jueces, y de poder matarlos si es necesario. El aplauso fue más
bien limitado. Pero los abrazos en la sala después fueron abrumadores,
regrese, profesor Galtung, nadie tuvo el coraje de decir cosas así aquí.
Exactamente.

200
Capítulo III.

Recibo un par de cientos de invitaciones cada año para ofrecer


conferencias, y acepto tal vez cerca de la mitad. Pero no siempre soy
invitado a regresar al mismo lugar. ¿Por qué será?
Luego un último punto en conexión con esta historia. Hubo
resistencia no-violenta en Checoslovaquia, organizada por el antiguo
presidente de la organización estudiantil dominada por el Este, la Unión
Internacional de Estudiantes, IUS, Jirí Pelikan. Tanto el personal/
profesorado general noruego como el sueco estaban interesados. Como se
mencionó líneas atrás a mí se me invitó a ambos lugares, y describí a
detalle lo que los habitantes habían hecho y lo que podían haber hecho.
Los generales en Suecia tenían dos estrellas en lugar de una.
Como sus colegas noruegos escucharon con gran atención. Y dijeron más
o menos exactamente lo mismo: No hay ninguna duda de que esta resistencia
no-militar puede ser bastante efectiva. Y tampoco hay ninguna duda de
que habría funcionado bastante mejor de haber estado bien preparada.

- Pero profesor Galtung, ¡usted ha omitido un punto importante! –eso por


supuesto hace que un intelectual levante las orejas. Lo que estamos buscando
aquí son, por supuesto, esquemas conceptuales en los cuales “lo más
importante” esté incluido, usted ha excluido un punto importante: ¡Este tipo de
resistencia también puede usarse en contra nuestra, contra un gobierno
legalmente electo!

Sí, es posible. Y supongo que es aquí en donde el momento clave se


localiza entre los demócratas formales, para quienes las elecciones son la
única característica de una democracia, y los verdaderos demócratas
quienes también hacen escrutinio del contenido:

- ¿Están siendo respetadas las necesidades y derechos básicos?

- ¿Están siendo tomadas en cuenta las necesidades de las minorías o estamos de


hecho tratando con una democracia que en la práctica es en un 51% una
dictadura (Gandhi)? ¿De verdad se gobiernan por sí mismos?

- ¿Existe una cultura de diálogo, es posible llegar a soluciones conjuntas, o


solamente a una cultura de debate y votación?

Si las respuestas son no-no-no, entonces la mayoría compacta (el Maestro


otra vez) debería estar agradecida si la no-violencia es lo que se utiliza.
En otras palabras la forma de poder que afloró completamente en la
RDA/Leipzig en Octubre de 1989, después de Gdansk en 1980, el poder
que hizo colapsar al régimen y que terminó con la Guerra Fría. Pero no es
suficiente para una mayoría compacta, blanca, no-sami, parlamentaria y

201
Juan sin tierra

un duro régimen del Partido Laborista Noruego encabezado por la dama


de hierro en Noruega, Gro Harlem Brundtland, Alta, otoño de 1981, fue
el esfuerzo para proteger a los samis contra cambios en su territorio, con
un gran impacto negativo en su cultura. Muchos años tuvieron que pasar
antes de que el gobierno reconociera que había hecho mal, y para
entonces ya era demasiado tarde. El daño se había hecho.
En el debate sobre la no-violencia en muchos países se recurre a
la escena de que “Gandhi fue capaz de hacer lo que hizo porque su
contraparte eran los británicos y no, por ejemplo, los alemanes –ellos
sencillamente los habrían trasladado a otro lado”. O –por ejemplo- los
políticos noruegos y la policía con corazones profundamente helados,
también los habrían trasladado. Felicitémonos por nuestra buena suerte
de que Noruega nunca se convirtió en una potencia colonial en ningún
sentido amplio, y se limitó a ejecutar samis en Alta en 1854 con la
justificación (Suprema Corte, Høyesterett) de que los samis estaban
intentando “por medio de la violencia y el poder destruir las fronteras
naturales entre sí mismos y aquellos con un nivel más alto, y al hacerlo
allanaban el camino para una igualdad que aniquilará toda civilización”.
Ideología profunda europea. También conocida como fascismo.

Edgar Faure

Estábamos sentados en un ryokan japonés, la posada. Él, político


francés de gran formato, Ministro de Educación, Primer Ministro,
Presidente de la Assamblée Nationale, fue el presidente de una
delegación de la OCDE en 1970 para producir recomendaciones sobre
el sistema japonés de educación. Yo era el ponente, entre los otros
estaba el antiguo embajador de los Estados Unidos en Japón, Erwin
Reischauer y Edgar y yo en una minoría de dos. Teníamos más
simpatía por los puntos de vista de los estudiantes en 1968 que los
otros tres; Edgar había expresado esto muy claramente en Francia y yo
en Inglaterra, donde fui profesor en 1968).
Hacía frío afuera. Nevaba. Damas enfundadas en kimonos
caminaban a nuestro alrededor, sirviendo sake tibio (¡no muy caliente
por favor!), alimentándonos con delicias, como pequeños pescados
endulzados, etc. El abogado y el parlamentario de Dijon (¡con un duelo
en su biografía!) me incluía en las muchas facetas de su vida.

- Un clímax –dijo- fue cuando fui enviado a Beijing en 1954 para que Francia
pudiera estar entre los primeros en el reconocimiento de la nueva China. La
recepción fue única. Zhou Enlai era profundamente encantador, un antiguo

202
Capítulo III.

estudiante de París. Pero hablamos a través de un intérprete como era la


costumbre.

- ¿Cómo fue que abrió la conversación? –quería saber- Era la Guerra Fría, e
incluso si Vietnam era un enemigo común...

- No importó en lo más mínimo -dijo Faure. Fue más o menos como la


descripción de Eckerman sobre el encuentro entre Goethe y Napoleón:
ambos fueron copados por la grandeza de ese momento. La historia estaba en
la sala. Incluso estos hombres altamente elocuentes experimentaron algo más
o menos desconocido para ellos: silencio. Estaban aterrorizados; simplemente no
dijeron nada.

- Pero tal vez ustedes dos no eran exactamente como Goethe y Napoleón...

- No nosotros. Nuestros países. No solamente sabíamos ambos que nuestros


países habían sido elegidos, no importaba por quien, como la vanguardia de
dos civilizaciones. También sabíamos que otros sabían esto. Goethe y
Napoleón eran megalomaniacos. Pero nosotros representábamos algo más
grande que nosotros mismos, no solamente dos países. Dos civilizaciones,
nosotros éramos la force motrice de Occidente, de Oriente, la fuerza
conductora. La historia estaba en la sala. También guardamos silencio,
sencillamente no dijimos nada.

- Pero tú tenías un trabajo que cumplir, ¿no se suponía que debían


intercambiar instrumentos y todo eso?

- Sí, pero eso podía esperar. La grandeza del momento necesitaba absorberse
por completo y no cortarse con un cuchillo manejado por secretarios
entrometidos.

- ¿En otras palabras una cuestión de encontrar una transición?

- Exactamente. Necesitábamos regresar a la Tierra, pero no tan pronto.


Buscábamos algo más que teníamos en común, algo grandioso, pero también
algo cercano a la vida. Aterrizamos en la “comida” como lo expresan los
anglosajones. La cocina es la palabra. No necesitamos mucho tiempo para
formular la verdad que teníamos en común: hay solamente dos cocinas en el
mundo, la francesa y la china. Todo lo demás es imitación, confusiones,
percepciones totalmente equivocadas del ejercicio por completo. Nosotros
éramos expertos, sabíamos la historia de la cocina. Nos estimulábamos el
paladar mutuamente. Nos convertimos en extáticos, líricos. Dibujamos
nuestros platillos favoritos con palabras. Hasta que un reto intelectual
súbitamente nos golpeó.

- ¿Quieres decir los fundamentos teóricos de la cocina?

- No. Estábamos más allá de los esfuerzos triviales para explicar lo


“positivamente existente” como lo habría puesto Augusto Comte. Hacíamos
la pregunta: ¿Podíamos imaginar una cocina universal que tuviera a la

203
Juan sin tierra

francesa como una articulación occidental, y a la china como su articulación


oriental? ¿Cómo se vería? ¿A qué sabría, dónde podría localizarse, quienes
serían los cocineros, los chefs, los invitados?

- ¿Quieres decir un tanto-como? Pregunté con cuidado, lanzando mi posición


básica para la vida.

- No, más allá de esto más aquello. La trascendence. Bueno, no resolvimos el


problema. Además se nos había despertado el hambre con toda esta plática
sobre comida. La práctica esperaba. Las firmas en los “instrumentos” fueron
los boletos baratos de entrada.

Más tarde siguieron más reuniones. Y fui dejado con un problema, no


solamente como una forma de pensar sino también como, bueno,
“comida”. Y conocí el espíritu de Edgar después de su muerte en
hoteles japoneses más allá de los “Restaurantes Japoneses”, “modelos
occidentales de restaurantes” que tiene la mayoría de los hoteles
japoneses. Los invitados fueron entonces a un desayunador con platillos
de ambos tipos. Ellos compusieron su propio tanto-como. Tal vez sin
trascender ambos. Como sea, Men aligeve!, como dicen los daneses.

El Piojo: Un drama en tres actos

Acto I: De hecho estaba vestido con la piel de un lobo en la tribuna en


el Berlín Occidental de los estudiantes revolucionarios en Enero de
1972. Pero definitivamente no era un cordero. La audiencia -muchos
de la KSV, la Liga Comunista Estudiantil- lo amaba; él era su gurú.
Este no era el Partido Comunista Alemán sino lo auténtico, the real
thing, como lo describe Coca-Cola tan bien. Yo había ofrecido una
conferencia sobre el imperialismo en el Este y en el Oeste. Él era mi
primer opositor.

- Galtung mencionó –dijo él- pero no con una posición lo suficientemente


central, que el asunto por completo gira en torno a un solo tema: la
contradicción entre trabajo y capital. Der Galtung hat nicht erwähnt –
Galtung no mencionó que ésta es la contradicción a ser trascendida. Y la
única forma como esto puede ocurrir es a través de una revolución, el único
lenguaje que el capital entiende.

Éste no era el nivel de mi amigo Rudi Dutschke; Dutschke era más


bien un refinado socialista-democrático (que no es lo mismo que un
socialdemócrata)
Enorme entusiasmo. Yo había sido desenmascarado en toda mi
hipócrita burguesía. Toda mi conferencia sobre socialismo democrático y

204
Capítulo III.

democracia social, sobre la revolución no-violenta, sobre los


experimentos a pequeña escala, sea lo que sea que hagas, no hagas
algo que no pueda ser desecho después: nada demasiado gigante,
puede ocurrir que estés en el camino equivocado. No debe haber
vergüenza en dar marcha atrás, solamente tienes que verificar que
tienes el espacio suficiente para girar.
Y esto me recordó un episodio que había experimentado diez
años atrás. Volaba de Santiago de Chile a las montañas de los Andes
en un pequeño Cessna después de varias conferencias, disfrutando esa
pared de nieve y la fila picos de montaña en la altura, y los verdes
campos (esto fue antes de que el smog lo hiciera todo invisible). Y
volaba a un valle, incluso más alto, alto, hasta que algo bastante
desagradable descendió sobre mí: el ángulo que podía producir en ese
cada vez más delgado aire no conseguiría sacarme por encima del
rango de la montaña, y el valle era demasiado angosto, no había
demasiado espacio para girar. Una crisis en otras palabras.
Pero recuerdo un pequeño truco, la chandela. Se empuja la
palanca hacia delante, y luego se acelera la velocidad, disparándose el
avión hacia abajo ahí donde se puede girar como una moneda y luego
subir como un yo-yo, pero en la dirección opuesta, con los intestinos
perdidos en algún lado de la cabina. Más tardé en decirlo que en
hacerlo. La moraleja es bastante clara: póngase un poco más de
atención al trabajo sobre el problema de cómo regresar, retirarse, antes
de entrar en terreno desconocido. Yo había sido descuidado, pero
escapé de un castigo ¿bien merecido?
Acto II: Poco después de ese evento hubo una conferencia
sobre conflicto y violencia en la Freie Universität, la Universidad
Henry Ford, una compensación de la Universidad Humboldt que estaba
del otro lado del muro de 1961. Más americana que verdaderamente libre.
Pero desde 1965, gracias a mi amigo y hermano del alma, el profesor
Ekkehart Krippendorff, la Freie Universität se convirtió en un lugar
habitable. La KSV había ocupado la sala. Había oradores, como el
consejero de la CIA Karl Deutsch, dotado y buen politólogo de
Harvard, originalmente de Checoslovaquia, yo mismo, etc.
“Galtung” era la inscripción en un gran cartel: “Agente del
Imperialismo Americano”. Wolffur estaba en su lugar. El coro
aullando había comenzado a elevar los decibeles con altavoces. Había
una jungla de carteles.
Mis colegas alemanes querían cancelarlo todo. Pero me rehusé,
y salté con una conferencia sobre las condiciones para una transformación
social exitosa. El coro se incrementó inmediatamente. Un chico se

205
Juan sin tierra

puso de pie y repitió: “Galtung, Agente del Imperialismo Americano”.


Y yo le respondí:

- Eso es simplemente una mentira, y es también la peor acusación que se ha


levantado en mi contra. El capitalismo salvaje apoyado por el militarismo
americano es probablemente lo peor de este mundo, matan más mediante
violencia estructural que Stalin y Hitler mediante violencia directa. Te doy
tres posibilidades: puedes apoyar tus acusaciones con hechos y eso será
bastante difícil, puedes retirar la acusación y disculparte, o eres simplemente
un piojo. Tienes dos horas para todo esto, antes de las 12:00 del día.

El coro había ahora alcanzado alturas grandiosas, el huracán. Pero no


esperé que el viento amainara al nivel 5, o más abajo, sino que
comencé mi conferencia, con una tiza y una pizarra. De algún modo
los decibeles disminuyeron. Luego el candidato a piojo apareció con su
altavoz. Leyó el evangelio de sus enseñanzas, encontrando apoyo en el
altavoz. El tema era el imperialismo que combatía, y del cual se me
acusaba de ser agente. Dijo: “Hay aquellos en el mundo que solamente
pueden ser despachados en su propio lenguaje: la violencia”. Era
totalmente ignorante de la no-violencia, como los oficiales en un
seminario de la OTAN al que poco antes había asistido.
Pero luego entonces algo ocurrió fuera de su marco de referencia.
Un profesor bien entrenado puede hablar sin respirar. Respiramos a
través de la piel; él, pobre tipo, un estudiante, necesitaba un segundo o
dos para tomar aliento. Y yo podía llenar esos huecos con delicias
verbales. Algunos de los otros dijeron al piojo: -¡Cállate, queremos
escuchar! El huracán en este punto bajó a una pequeña brisa, incluso
ningún viento en absoluto, excepto por mi propio flujo de palabras.
Alguien más tomó el altavoz: Genossen, vir marschieren raus:
camaradas, vámonos.
Dieron las 12:00 del medio día. El certificado del piojo debía
expedirse como in absentia.
Los profesores alemanes me felicitaron como el único que hasta
el momento había podido hacer algo así. Pero agregaron –es simple
para ti. Todo lo que deben hacer es tomar un vuelo de regreso a Suiza
esta tarde. Nosotros nos debemos quedar aquí. Ok, ok. Triste, pero cierto.
Acto III: Una escena en un pastoral idílico ubicado al sur de
California. Yo era Profesor Visitante del Consejo de Regentes con el
sistema de la Universidad de California, seis universidades. El
momento había llegado para La Jolla. A media hora de distancia
conduciendo al este al rancho de un colega, había una reunión
germano-americana sobre la cooperación académica germano-americana.

206
Capítulo III.

Yo estaba ahí como consultor. Un muy agradable burócrata de


investigación, con un discurso muy libre estaba ahí – Sr. Galtung, nos
conocimos antes, hace 15 años en una circunstancia de algún modo
desafortunada, en la Freie Universität, en Berlín, en una conferencia.
Esta pequeña anécdota habría sido incluso mejor si ese hubiese
sido Wolffur o el piojo. Pero sonaba como si ambos hubiesen sido
absorbidos por el sistema. Él era libre y quería agradecerme. –Admiramos
su coraje –dijo. Bien -respondí- agradezca al gobierno noruego por eso.
Si hubiese usted estado preso entonces habría ya experimentado un par de
cosas llegado a este punto. El poder ha perdido algo de sus estímulos.
Pero no solamente a los profesores alemanes les podría servir
una pequeña inyección de coraje. Océanos de profesores estadounidenses,
particularmente en Ciencias Políticas, han estado expectantes cuando
grupos de pequeñas personas son torturadas hasta morir, en los sótanos
o en los campos de muerte de la alfombra de bombas. Un profesor en
Lingüística salva el honor profesoral para la posteridad. Así que
permítasenos regocijarnos de que Noam Chomsky exista y digamos de
los demás que tan elocuentemente guardaron silencio sobre Vietnam:
Dios los perdone, porque no saben lo que no han hecho.
El círculo se ha cerrado. El drama de la vida una vez más es
como una serpiente que se muerde su propia cola.

Farah Diba

- ¡Su Majestad ha escuchado su aportación en esta conferencia! Ella le espera


mañana a las 4:00 p.m. para el té, en el Palacio Real. El auto de Su Majestad
irá por usted al aeropuerto –dijo.

Él estaba vestido de negro. Ya había yo visto a los de su tipo antes, la


mano derecha en su bolsillo con un bulto sobresaliente por la pistola.
Esto fue en el verano de 1974, Persépolis en el sur de Irán. Una gran
conferencia sobre desarrollo, 100 profesores estadounidenses,
principalmente de la Universidad de Princeton, 100 de sus más
prometedores antiguos estudiantes que impacientemente implementaron
las enseñanzas occidentales sobre la modernización (más claramente
expresado: occidentalización) y crecimiento económico (más claramente
expresado: más miseria, más muerte en la base de la sociedad, más
ricos en la cima estadísticamente ocultando la miseria).
Y yo. Fui invitado para dar un poco de variedad. Con cerca de
un tercio del total del tiempo disponible para discursos para mantener
un balance, dijeron algunos de ellos.

207
Juan sin tierra

Comencé a trabajar con energía considerable. Y tenía una


ventaja relativa respecto a la masa homogénea de profesores
estadounidenses: Fumi y yo habíamos llegado en auto de Oslo junto
con los siempre igualmente buenos y prestos Harald y Fredrik, vía
Rumania y Turquía. En el camino había estado en la televisión rumana,
debatiendo con Nikolae Ceausescu, el líder, el conducator. En ese
punto él era un dictador, pero todavía relativamente normal como un
ser humano. Un tipo pequeño sentado en un sillón acolchonado con
borlas para no parecer demasiado pequeño en televisión. Para mí él era
el último porte, el último recuerdo del Imperio Otomano –un régimen
basado en parentescos y divide y vencerás. Hablamos sobre las
economías mixtas, rojas-azules-verdes. Al día siguiente, conduciendo
hacia Bulgaria, el hombre de la gasolinera se me cuadró en posición de
firmes al reconocerme.
Conduje a través de Turquía con experiencias intensas en las
iglesias escondidas en Görreme. Y condujimos a través de Irán, a
través de aldeas muy pobres con 92% de musulmanes chiís y una capa
superior en las ciudades con gran “crecimiento”, buenas carreteras,
autos, tarjetas de crédito, lavadoras; tal vez el 10% de la población. Y
fuimos expuestos a una enseñanza que era un tipo de mezcla entre
Princeton y Zarathustra (2% de la población con esa inclinación), el
trono del pavorreal, y la monarquía más antigua del mundo. Como era
bien sabido, una dictadura organizada por la CIA.
En otras palabras, un régimen que se encaminaba al declive y
la caída, y eso fue más o menos lo que dije, con teorías y propuestas
sobre estrategias alternativas. Los americanos estaban furiosos como
ocurre con frecuencia cuando escuchan algo nuevo. Con sus lugares
comunes altamente homogéneos de enseñar y aprender, políticamente
limpios tras algunos pequeños eventos en 1968, eso no ocurre con
mucha frecuencia.
Una década después habría de aprender más sobre ese aspecto
en particular. Una reunión en Honolulu. Ella era la cabeza del instituto
de la paz, su marido estaba de pie con un vaso en la mano. Yo me
presenté, preguntando a qué se dedicaba él –usted no quiere saber eso–
respondió. Esa fue una acotación bastante emocionante. Pero a final la
respuesta salió: -Soy el hombre del FBI en el campus. Después de 1968
estamos en cada universidad para vigilar que eso no vuelva a ocurrir.
Estudiantes muy mal pagados estaban vigilando a algunos de
los profesores y recogiendo algunos de sus documentos. Un amigo mío
consiguió su archivo, después de que el FBI le informó que tenían
tanto en contra suya que debía pagar una respetable cantidad de dinero

208
Capítulo III.

para tener una copia. Pero luego recibió una colección de sus propios
documentos mejor que la que él tenía. Hasta donde sé este es un
sistema llamado libertad académica, civilización occidental o algo así
–No estoy muy seguro cuál es la terminología correcta. Pero con
dificultad es una buena base para lanzar nuevas ideas. Se requiere
bastante fortaleza interna para no tener en cuenta estos controles.
Pero esto fue solamente una pequeña digresión. El fin del
asunto en Irán fue mi invitación con la Reina. Los americanos cambiaron
de velocidad de coraje a envidia verde/amarilla; se hacen balísticos
cuando hay una monarquía en el aire. La hermana bebedora de whisky
del Sha no era lo suficientemente buena.
Llegué al Palacio en nuestro propio autobús Volkswagen, la
familia fue a hacer turismo en Teherán. Muchos corredores, cortinas de
seda increíblemente largas, y finalmente una sala con una mesa, dos
sillas y equipo para el té. De pronto, una dama entró, parecía una bella
maestra de escuela, estirando su elegante mano: Soy la Reina. Yo me
incliné haciendo reverencia pero no muy profundamente, como
muchos noruegos soy “básicamente” un republicano.
Y luego comenzó. Ella se encontraba dos años luz más
adelantada que un profesor de Princeton promedio al momento de
abordar problemas del desarrollo. Ella preguntaba, opinaba, escarbaba.
Y dijo:

- Una serie de americanos han pasado por aquí. Todo el tiempo hablan de
“despegue” (take off). Su aproximación a nosotros es como si fuéramos un
Boeing 747: ¿Estamos listos para despegar? Falta esto y falta aquello, y
luego ofrecen esto o aquello a un precio más alto. Siempre están pensando
solamente en el avión, nunca en los pasajeros, déjese solos a aquellos que no
pueden pagar la tarifa. Y yo –dijo ella- visto como una mujer pobre con velo,
camino alrededor de los suburbios, incluso ya entrada la tarde, para saber
exactamente que tan mala es la situación.

Hablé de tecnología alternativa, ecología, mujeres, necesidades básicas,


federaciones de aldeas autosuficientes, sobre cómo construir basándose
en su propia religión, la solidaridad zakat islámica. Ella tomó una
servilleta y comenzó a tomar notas (esos palacios están muy mal
equipados con pizarras, demasiado espacio se desperdicia con cortinas
de seda). Una servilleta más. Yo también utilicé una servilleta para
hacer dibujos mientras hablaba. El tío Johan ofreciendo la Clase de la
Reina, solamente un estudiante, pero uno muy prometedor.
Una crisis por déficit de servilletas acechaba sobre la sala,
ilustrando el agotamiento de recursos del que había estado hablando.

209
Juan sin tierra

Sonidos delicados emergieron de la pequeña campana en su mano. El


sirviente comprendió la orden sobre servilletas con un rígido labio
superior.
Yo la mire. Absolutamente hermosa. Estaba locamente
enamorado.
Y luego de pronto dijo: -Mi esposo no entiende nada de esto.
¡Él se ha convertido en un monumento de sí mismo sin emociones
humanas!
¿Hubo un movimiento detrás de las cortinas de seda o fue
solamente una corriente de aire por la ventana? Cuidado Johan –
pensaba a mis adentros. El asunto ese de “mi esposo no me entiende”
ya era parte del juego de Adán y Eva.
Nos enfocamos en la pila de servilletas sin escribir. Cuando
terminó la clase ella tenía un número suficiente de servilletas para
varios cursos, a cambio de dos tasas de café y un apretón de manos. Un
caso puro de explotación.
Afuera una mujer todavía más bella esperaba: Fumiko. Ella se
rió, y me dio permiso de no lavarme la mano por tres días para no
mitigar el apretón de manos. Luego condujimos en un eufórico humor
a otra conferencia –en Inglaterra, con el Barón Rothschild, sobre
crecimiento económico. Teherán-Zürich en 72 horas, día y noche,
deteniéndonos solamente para necesidades sanitarias; gasolina y comida
podían atenderse en el mismo lugar.
Sentí y más tarde conseguí confirmación de lo que ocurrió.
Irán fue dividido por la mitad con el Sha y Farah Diba como líderes de
cada ala; la versión iraní de conservador versus liberal. Comprendí que
había sido utilizado por la segunda ala contra la primera pero no me
causaba problema. (El problema habría sido que el Sha fuera el liberal
y hubiese sido utilizado contra la Reina).
Permítaseme solamente agregar que no tenía esos problemas
en Rumania. La “Reina” Helena y el conducator Nicolae coordinaron
su locura hasta que todo terminó en un desastre, con la pena de muerte
firmada por mi buen amigo Silviu Brucan. Pero tengo en mente una
escena más temprana en los ochenta. El régimen se encaminaba al
declive y la caída. Fui invitado a una reunión escolar en Bucarest para
hablar de democracia y había 2,000 funcionarios en un salón gigante.
Comencé explorando las ventajas de la democracia y dije que en algún
punto la gente en las democracias se hace experta en estadísticas y que
la “gente” de las dictaduras (una forma discreta de decir “ustedes”) se
hace experta en las enfermedades y particularmente en la esperanza de
vida del Número Uno. Y apunté hacia arriba, hacia el cielo, sabiendo

210
Capítulo III.

que mi grado doctoral honorífico rumano -organizado por otro buen


amigo, Micea Malita, asesor de política exterior de Ceaucescu por
algún tiempo- me hacía casi invulnerable.
La reacción fue increíble. El lector sabe lo que es tratar de
contener la risa con la mano frente a la boca para mitigar o esconder su
efecto. Pero querido lector, no tienes idea de lo que es que 2,000
funcionarios hagan eso al mismo tiempo, o al menos yo no lo sabia.
Más tarde conseguí una comprensión más clara de lo que había pasado.
Allí arriba en aquella enorme sala había una fotografía gigante del
conducator, el líder. Mi dedo señalando el paraíso había estado
apuntando justamente hacia él. Tal vez conviene revisar la sala un
poco antes de que uno empiece a gesticular. O tal vez a la inversa, no
revises. Como sea que fuere, no fui vuelto a invitar antes de que todo
el asunto terminara en sangre.
Rumania como Irán. La liberación de los dogmatismos
socialistas y capitalistas, apoyados por la Securitate en Rumania, y la
CIA y sus clientes en Irán, fue sangrienta. La alternativa era débil. El
debate de televisión no había valido demasiado. Ni siquiera las servilletas.

Imelda y Ferdinand

Las Filipinas eran una dictadura en 1982 cuando acepté una invitación
de Imelda Marcos a participar en una conferencia sobre algo que ella
llamó el Nuevo Orden Internacional Humano, una especie de
profundización humana general del Nuevo Orden Económico
Internacional. Invitado a las reuniones estaba un antiguo Presidente de
Costa Rica, y otra serie de personas que habían sido atraídas por el
tema, incluso si Imelda se encontraba muy lejos de ser la persona
políticamente correcta para lanzarla.
Fumi y yo llegamos un día antes, e inmediatamente contactamos a
algunos de nuestros amigos quienes eran actores principales en la
lucha contra Marcos. Y la problemática española del periodo de Franco
se repitió. ¡Haz contacto y utilízalo!
En un estante encontré los discursos de Ferdinand Marcos
como senador y comencé a leer sobre necesidades básicas y bases
militares. “¿Por quién se preocupa más el padre de entre sus hijos?”, se
pregunta el joven senador, y responde: “¡Por aquel o aquella que sufre
más porque sus necesidades básicas no están satisfechas! ¿Y qué es lo
que conseguiremos a través de fuertes bases militares? ¡La garantía de
que nos convertiremos en blancos de guerra!”

211
Juan sin tierra

Sabias palabras. Las escribí y planee mi estrategia. Imelda


ofició en la conferencia de apertura. Mi trabajo era encargarme de la
apertura como participante. La sala estaba rebosante por participantes,
periodistas y más gente curiosa quienes con un interés considerable
escuchaban lo que un extranjero tenía que decir sobre el presidente
como un joven senador. Por supuesto, siempre es algo malvado utilizar
a una persona en contra de sí misma. Pero en este país la gente
experimentó una profunda miseria con un exceso de militarismo
estadounidense, prostitución, etc., por todo el lugar. Yo mismo me
siento incómodo cuando una persona aparece en una conferencia en,
digamos, Nepal Oriental y me dice “en 1963 usted escribió que...
“¿que escribí qué? Pero tenía pocos escrúpulos en este caso y mi cara
estaba profundamente seria. Como sea, a la gente en la sala se le hacía
difícil esconder la risa y había alguien conteniendo la risa detrás de
pañuelos adornados. Todo el mundo lo disfrutaba, todo el mundo
miraba a Imelda -¿cómo lo tomaría ella?
Con elegancia. Ella tenía un alma occidental altamente
egocéntrica en un altamente hermoso cuerpo oriental, y dijo: -
“profesor, usted se las arregló para hacer la crítica casi aceptable”. Y
con esa indicación se sentó la base para un debate que incluía
necesidades básicas, derechos humanos y bases militares.
Mientras salía a la calle se hacía claro que todo el mundo sabía
lo que había ocurrido. El comentario de Imelda había legitimado el
envío de todo el episodio a la televisión. Fui abrazado y me convertí en
una especie de héroe popular por un día o dos, hasta que el molino de
la propaganda del sistema comenzó a torcer mis comentarios. Pero éste
es el riesgo que uno debe correr.
Un poco más tarde, Imelda dijo que su esposo, el presidente,
quería una reunión conmigo, y un Mercedes Benz negro con asientos
de piel rojos me llevó a Malacañang, el palacio presidencial. El
número de placa del auto identificaba al dueño, me recosté en el
asiento, en parte para no ser reconocido y en parte para no estar en el
camino de algún objeto volador.
El asunto era -no absolutamente inesperado- que Ferdinand
estaba bastante halagado por el hecho de que un bien conocido
profesor tuviese la energía para leer los discursos de su juventud.
Como resultado exploramos todo el horizonte político con sus discursos
como punto de partida. Esto duró una o dos horas. Quería probar sus
ideas en mí y viceversa. Rodeado por aduladores (“sí señor”) y una
población que en su mayoría decía que no, había necesidad de un
diálogo que pudiese contener más palabras innovadoras que “sí” y “no”.

212
Capítulo III.

Estaba convencido de que tenía un llamado y que toda la


resistencia tenía inspiración comunista. Con el tiempo todo el mundo
entendería que él estaba en el camino correcto. Imelda manejaba los
aspectos más expresivos y más artísticos. Los dos cooperaban entre sí
considerablemente mejor que el Sha y Farah Diba. Pero cuando
llegamos a los temas de democracia y derechos humanos ambos
levantamos las voces. Éramos caballeros, hombres gentiles por supuesto,
pero después de algún tiempo más hombres que gentiles. Altos niveles
en los decibeles.
En corredor, el gabinete celebraba una reunión y de pronto
algunos de ellos estaban parados en la puerta para descubrir qué era lo
que ocurría. Ferdinand rió y me ofreció una colección actualizada de
discursos. Pero algunas palabras habían alcanzado dos importantes
pares de oídos que además estaban escuchando.
Luego vino 1986 y el Poder del Pueblo y, sobre todo, los Estados
Unidos abandonaban a la pareja. Se habían hecho muy impopulares.
Estaban condenados. Y ambos terminaron en las islas de Hawaii, en
Makiki en Honolulu, no lejos de donde vivíamos nosotros también.
Nos encontramos con Imelda otra vez. Se veía reducida, pero
no vencida, por la derrota. Era una verdadera política. Había aprendido
algo sobre la democracia en el camino. Y relató lo impresionada que
estaba con Fidel Castro que les había advertido sobre las bases
militares: su experiencia era que éstas tenían una tendencia a hacerse
permanentes (Guantánamo en Cuba). Y habló de la otra personalidad,
Ghaddafi. Había permitido que él le enseñara árabe en una tienda en
Libia con la condición de que él aceptara 10,000 (¿o eran 20,000?)
muchachas filipinas como criadas. No todos los pupilos están en la
posición de exigir un pago de parte de sus maestros.
Y nos dijo que un día el jefe de la CIA les había visitado en
Manila, diciendo que el Nuevo Ejército Popular Comunista se estaba
haciendo más fuerte y que tenían que estar preparados mentalmente
para un eventual escape. El trabajo entonces sería reconquistar el país.
Para eso, se necesitaba dinero en grandes cantidades. Ellos recomendaban
fuertemente apartar dinero para este tipo de emergencia. El nombre del
agente de la CIA era George Bush -el padre del ejecutor en Texas-
quien más tarde, como su hijo, se haría presidente.
¿Creía ella en todo esto o solamente eran inventos para
esconder su propia codicia y necesidad irrefrenable de comprar 3,000
pares de zapatos? Es difícil decirlo. Ella presentó el argumento en un
proceso legal en Nueva York y por supuesto fue rechazado por el juez
como irrelevante para el caso. ¿Irrelevante?

213
Juan sin tierra

¿Creo yo en la historia? Es difícil decir. Encaja muy bien en el


cuadro general. Pero luego entonces se hace muy claro que con
facilidad puedo caer en la tentación de creer algo solamente porque
encuadra muy bien en la imagen general.
Como sea, me quedo con otra imagen. La pareja tenía
considerablemente más talento que los tres sucesores insignificantes.
Tal vez la no-violencia, astuta y bien diseñada podría haber traído a
Imelda y Ferdinand más en línea con la gente. Al final fue la no-
violencia la que terminó con su carrera. Y entonces fue muy tarde.
Mucho daño se había hecho ya.

La Unión Soviética: Un drama en tres actos

Cuando comenzamos los estudios de la paz en Oslo en 1959 ,la Guerra


Fría, como se mencionó, no estaba en el programa de investigación. La
estrategia era “sentir” nuestro camino en el campo, poner algunas
lámparas en el desierto para poder ver más obscuridad que nos
permitiera colocar más lámparas en puntos más estratégicos. La Guerra
Fría estaba muy cerca sin duda, demasiado inmensa, demasiado
obscura. Entendíamos muy poco.
Pero queríamos contactos en todo el mundo. La investigación
de la paz no era solamente multidisciplinaria, sino también multinacional.
Conferencias, intercambios de investigadores y un mínimo de
intercambio en publicaciones eran por supuesto algunas de las
actividades. Esto naturalmente también aplicaba a los países en el otro
lado de la Guerra Fría, tanto aquellos que habían sido atrapados contra
su propia voluntad (RDA, Polonia, Checoslovaquia, Hungría) como
aquellos que ya estaban localizados en el otro lado de las líneas de falla
europeas en la estructura profunda, como una parte de la comunidad
creada por la iglesia oriental, los países eslavo-ortodoxos (Bulgaria).
Rumania se encontraba en algún lugar intermedio.
Acto I: Del Instituto Internacional de Investigación para la Paz
en Oslo, y todavía más desde el profesorado en Conflictos e Investigación
para la Paz, un flujo constante de reportes de investigación fue al
IMEMO en Moscú, el Instituto de Economía Internacional y
Organizaciones Internacionales. Ninguna respuesta. Ni siquiera un
acuse de recibo. Nada a cambio. Comenzamos a hablar sobre el hoyo
negro en el universo, desprovisto de cualquier eco. No había ni
siquiera un hilo de algodón, que habría sido demasiado material. Esta
era una nada inmensa, la estrella negra que solamente chupa y chupa y

214
Capítulo III.

que no emite nada que pueda producir un destello en los telescopios de


los astrónomos. Pura gravedad. Y así ocurrieron los sesenta y los setenta.
Acto II: Estamos escribiendo sobre 1982. Se me pidió de parte
del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente producir un
reporte sobre la relación entre las relaciones militares y de medio
ambiente: la maquinaria de producción, los ensayos, el entrenamiento
y el despliegue y luego al final la meta en sí misma: la destrucción.
Una sabia condición fue anexada al contrato: el reporte tenía que ser
discutido en Moscú y en Washington antes de la publicación. Y así fue
como ocurrió. Realicé el trabajo en primavera, principalmente en
África, y luego vinieron los viajes.
Una de las muchas reuniones en un Moscú bastante corrupto
tuvo lugar en el IMEMO mismo, el rascacielos, en el piso 27. Se
despachó muy rápido el reporte. Yo también quería discutir Afganistán.
Un ex estalinista con considerable talento para el reciclaje personal,
Morozov, declaró que la intervención se encontraba de acuerdo con el
artículo 4 en el acuerdo de cooperación entre Afganistán y la Unión
Soviética. Respondí que también había existido una fórmula similar
para Estados Unidos-Vietnam y pregunté si había más acuerdos de
cooperación de ese tipo. Y luego ocurrió: al final de la mesa estudiantes,
candidatos, asistentes, personal académicos de todos los tipos reían
abiertamente. Morozov se hizo hosco, mal humorado, enojón, furioso.
Yo me decía: algunos de los signos típicos de un régimen que se dirige
al declive y la caída.
Se sirvió el almuerzo, comimos, bebimos y el estado de ánimo
mejoró. De pronto la puerta se abrió. Una enorme y seria dama me veía
y preguntó en ruso si era la persona que ella pensaba que era: sígame,
tengo algo que le va a interesar.
La seguí hacia el primer piso, hacia la biblioteca en la cual ella
era la directora. Entramos a la siguiente habitación y tras ésta, a la
estancia dentro la habitación que siguió a la anterior. Frente a nosotros
había un armario de vidrio. Ella extrajo un enorme juego de llaves,
identificó la adecuada, la giró y frente a mí apareció ¡el hoyo negro en
el universo! Ahí estaban, todos ellos, bellamente arreglados, cerca de
100, ordenados de acuerdo a la fecha en la que habían sido registrados
en el hoyo negro. Ella dibujó una sonrisa gigante de oreja a oreja.
Extraje un par de documentos y hojeé sus páginas. Orejas de
burro, garabatos en los márgenes, signos de exclamación y signos de
interrogación, claras señales de vida intelectual. La colección era mejor
que la mía misma, más completa, más como la que algún día esperaría

215
Juan sin tierra

recibir de la CIA. Obvie la pregunta de por qué nunca contestaron


cuando por otro lado eran tan ordenados. Empecé a sentir algo.
La sonrisa había alcanzado su máximo y debido al tamaño de
ella esto es decir bastante. Un maravillosamente cálido ser humano
abrió sus brazos. Mis costillas apenas pudieron con ello, los enormes
senos proveían buen amortiguamiento.
Acto III: Estábamos escribiendo sobre Junio 1991. Hay una
llamada de Oslo: - El Ministro de Asuntos Exteriores en Funciones
(todavía por algunos meses) de la Unión Soviética y de Gorbachov está
por venir a Noruega y desea una reunión con el Ministro de Asuntos
Exteriores y con usted, ¿puede venir? Acudí y me reuní con Vladimir
Petrovski en el PRIO. Nos sentamos e hicimos lo que los expertos en
geopolítica hacen: viajamos alrededor de mapas del mundo imaginarios,
nos sondeábamos el uno al otro, ¿cómo ves la situación en Nepal
Oriental?, ¿cómo se desarrollará Spratley en el futuro?, ¿por qué son tan
importantes los surcoreanos para Japón? etc. Él interrumpió la plática:

- Interesante pero no es para esto que estoy aquí. Cuando era más joven, en los
ochenta, era asistente en el IMEMO. Sabíamos que necesitábamos una nueva
política. La Unión Soviética tenía fronteras con una docena de países -
cuando incluimos a Japón- y teníamos malas relaciones con 11 de ellos.
Finlandia era la excepción. ¿Cómo construimos mejores relaciones?, ¿cómo
participamos más?, ¿qué es esa cosa nueva, las ONG’s?, ¿cómo podemos
construir un mundo basado en algo más que la enemistad y las amenazas?
Así que leíamos todo lo que venía de Oslo. Descubrimos que ustedes no eran
ni marxistas ni anti-marxistas y eso lo encontramos liberador. Nos gustaban
las ideas. Leíamos, y aprendíamos mucho. Lo que venía de Oslo era
particularmente gratificante y jugó un papel importante cuando Gorbachov
estaba diseñando lo que convirtió en el Nuevo Pensamiento. ¡Quería
agradecerle que nos enviaran todo ese material!

- ¿Escribió usted comentarios en los márgenes? –quería saber, ¿y que hay de


las orejas de burro, doblaba usted las esquinas?

- Por supuesto –dijo- ¿pero cómo puede usted saber eso?

Una vez más, abrazos de un oso ruso, pero esta vez sin amortiguamiento.
Las costillas apenas sobrevivieron. Después del golpe de Yeltsin él
devino en Director General para las Naciones Unidas en Ginebra y nos
reunimos con mucha frecuencia. Un buen amigo, una buena ayuda.
Aparecimos juntos dando conferencias sobre la situación mundial en el
año 2000 y concluimos la excursión hacia la geopolítica que habíamos
interrumpido en Oslo. Un haz de luz de Gorbachov que los Estados
Unidos trataron de extinguir como mejor pudieron, profundamente

216
Capítulo III.

celosos de que fueron ellos, no nosotros, quienes consiguieron hacer


historia al detener la locura de la Guerra Fría.

Socialismo soviético

- ¿Pero qué viene después del socialismo? Pregunté retóricamente, sabiendo


muy bien que nadie podría contestar, ¿podría ser el capitalismo?

Hubo un gruñido salvaje en el yurt, la gigante tienda mongola en


donde la conferencia tuvo lugar. El presidente –quien también era
presidente de la comisión local de la UNESCO, porque ésta era una
conferencia de UNESCO en Mongolia a finales de Agosto de 1980
sobre un tema interesante: “Sorteando el capitalismo, directo del
feudalismo al socialismo”– golpeando frenéticamente su vaso para el
té gritaba - ¡Receso para el té! El anuncio se presentó mucho antes del
receso que estaba programando en la agenda original.
Salimos al sol “tan lejos como el ojo puede ver” es el tipo de
frase almacenada en nosotros; ahí arriba, en las altas planicies mongolas,
eso es bastante lejos. Es como si la vista se curvara siguiendo la
superficie de la Tierra, absorbiendo la mayor cantidad de cuestas
cubiertas por una porción gris podada por el pastar de las ovejas, de los
caballos y los camellos. En todo el lugar hay huellas y senderos, como
es bien sabido, los nómadas se mueven en ciclos, pero no
necesariamente en los mismos ciclos. Algunos miles de años de esa
actividad dejarán algunas huellas.
Una crisis puede surgir cuando dos ciclos nómadas se intersectan
y el pasto ha sido ya podado al ras. Pero algo de leche de yegua puede
ayudar. Sé esto por un comandante en jefe del ejército de la ONU
quien dividió los conflictos en dos tipos: aquellos que se desvanecen
con un trago de whisky fuerte, y los que pueden necesitar más de dos.
De yeguas ellos tenían un número considerable, suficientes libaciones
para la disolución del conflicto.
Había pedido prestada la motocicleta de uno de los pastores y
había recorrido las colinas tan rápido como esta pequeña cosa checa
podía correr. Una conferencia muy significativa.
Pero ahora la situación era seria y era otra vez responsable de
un escándalo. Esta cosa de “directo del feudalismo al socialismo” no era
problemática. Todo lo que necesitaban era una maquinaria estatal en la
punta de la jerarquía feudal y luego enseñarles a los feudales algo de
marxi-charla. Una buena lección para un principiante es la primitiva
canción de cuna comunismo-esclavismo-feudalismo-capitalismo-

217
Juan sin tierra

socialismo-comunismo. Las primeras cuatro son muy útiles como


periodización en historia, dividiendo el tiempo en eras. Pero luego se hace
problemático, un problema compartido con todos los estudios del futuro.
El mensaje estaba dirigido a sus camaradas en Afganistán.
Algunos habían estado discutiendo en contra del socialismo desde la
convicción de que un capitalismo intermedio se necesitaba como un
comienzo. Desde un punto de vista comunista esto no era tan simple.
Dogmáticamente la posición era correcta. Pero pragmáticamente había
por supuesto la sospecha de que algunos camaradas querían el
capitalismo más para disfrutar sus frutos que por razones teóricas. Lo
que se necesitaban era una teoría de los saltos, no solamente leche de
yegua. Y especialistas de Moscú y Europa Occidental.
El té fue servido en grandes vasos con agarraderas de filigrana
en plata. Y el presidente se acercó a mí con ojos rezagados y una
atractiva sonrisa en los labios: -¡Eso es lo que esperamos! –dijo. En
otras palabras, el así denominado subtexto, más bien incompatible con
el supertexto de Moscú vía el partido local: ¡Este salto tenía que ser
reconocido! Pero ningún salto al lado, ya no se diga poner la maquinaria
de la historia en reversa. La gente de Moscú estaba furiosa y gruñó
“burgués” hacia mí, supongo que con justicia. Hay algo burgués en la
orilla occidental de Oslo sin importar qué tanta rebelión pueda haber
en un algo joven.
Pero tenía peores cosas que ofrecer. Por dificultades en las
conexiones de los vuelos, llegué un día después que el resto de los
demás, lo suficientemente tarde como para traer conmigo diarios sobre
la rebelión Solidarnosc en Gdansk. Además de esto, no fuimos
recogidos en el aeropuerto porque no creían que yo era yo, debido a
que tenía evidentemente una esposa mongola –refiriéndose a una Fumiko
japonesa. Ella estaba increíblemente complacida, como promover a
alguien de noruego a griego, romano o una saga de vikingos desde
Islandia, directo de la pureza del origen de la raza.
Tras el receso presenté las noticias desde Gdansk las cuales
interpreté más como un esfuerzo, en el tiempo, para llegar a un
socialismo democrático más que para introducir el capitalismo. (Cuando
algunas semanas más tarde conocí a Walesa y tuve un contacto cercano
con su odio al partido comprendí de un modo mejor de qué se trataba
la situación). La gente de Moscú entró en frenesí, aferrándose al radio,
haciendo llamadas de teléfono de larga distancia. El odio contra mí se
incrementó todavía mas, como aquel que trae malas noticias, etc.
Después de esto tomamos un vuelo a Karakorum, inspeccionamos
los templos y conseguimos algo de información sobre el camino que

218
Capítulo III.

los mongoles habían tomado hacia Europa, y hacia China. El siglo XIII
tomó el control, con Mongolia como el centro de la “isla mundial”, la
masa de Tierra euroasiática que los Estados Unidos están empeñados
en dominar.
Me estoy aproximando a la historia soviética desde un punto
de vista de algún modo no convencional. Pero para la mayor parte del
siglo XX el socialismo soviético consistió en dos y solamente dos
países: la Unión Soviética y Mongolia. Que alguna reforma al lamaismo
era necesaria en Mongolia, como en el Tibet, estaba fuera de toda
duda, pero con diálogo y no-violencia, no con terror ruso y chino.
Estuve en la Unión Soviética en 25 ocasiones, desde una delegación
estudiantil en 1953 hasta que dí una cátedra sobre la inminente
disolución del sistema soviético y sobre la independencia de Estonia en
la bendita biblioteca de la Universidad de Tartú (imperialismo cultural
sueco desde 1632) en Octubre de 1989. Ahí arranqué el aplauso más
largo de mi vida. Nunca habían escuchado nuestras paredes algo como
esto, declaró el presidente estonio de la mesa. El jefe del partido, un
ruso, me invitó a tomar algo y dijo:

- Bueno, supongo que es ahí hacia donde nos dirigimos juntos, la


independencia. Créame, profesor Galtung, con 25,000 personas que por 24
horas consecutivas han estado cantando canciones que no entendemos y que
aún así nos despierta el sentimiento de que el mensaje está lejos de ser
positivo es ya lo suficientemente duro. ¿Pero no hemos hecho algo bueno
también en este país?

La no-violencia estonia estaba a punto de ser exitosa. Y yo tenía algo


bueno que decir:

- No todos los rusos son comisarios, también hay seres humanos. ¡Por
supuesto tienen el derecho de hacer del idioma estonio un requisito para
conseguir un trabajo en la administración pública (enorme alegría)! Pero no
tienen el derecho a perseguir a todos los rusos para expulsarlos del país
(silencio glacial).

Durante la noche llegó una delegación a mi hotel y trataron de


disuadirme del error de que existía tal cosa como un ruso bueno. Había
pasado por estas visitas nocturnas al hotel en muchos lugares y tenía
mis métodos. Una buena gorra de dormir era parte del repertorio.
El sistema soviético era absurdo y estaba moribundo. Éste ya
había sido mi diagnóstico en un artículo en 1954 en Orienting, el
semanario noruego de la tercera vía, aunque no lo puse de forma tan
afilada. Todavía admiro al autor noruego Sigurd Evensmo, el editor en

219
Juan sin tierra

aquel tiempo, por imprimir el artículo, especialmente considerando lo


imposible que fue conseguir 45 años más tarde que la Norwegian
Broadcasting Corporation y otros medios de comunicación noruegos
se hicieran fundamentalmente críticos y constructivos en conexión con
algo como “La participación noruega en la campaña en Yugoslavia”.
Reflexionar sobre las 25 visitas que hice a la Unión Soviética
durante el periodo 1953-1989, no trae consigo el sentimiento del
verdadero creyente que ha sido traicionado -por la sencilla razón de
que nunca fui un creyente de verdad- sino una innegable tristeza. No
quería juzgar un sistema solamente de acuerdo con sus dirigentes y sus
efectos perversos, sino también tomando en cuenta las buenas intenciones,
ingenuas o no, y los buenos efectos. De aquí que no quería ver el
trabajo misionero cristiano solamente como un esfuerzo para hacer que
los “nativos” trabajaran para los dueños de las plantaciones, o
solamente como una parte central del imperialismo cultural occidental.
El fenómeno es más complicado. No deseo juzgarnos a nosotros
mismos, o de acuerdo solamente con buenas intenciones, y a los Otros
solamente de acuerdo con los efectos perversos.
Había encontrado todo tipo de personas en la Unión Soviética,
en las más altas esferas y en las más bajas. Estábamos parados en la
plataforma de las vías del tren en el viejo Viborg en 1953, justo tras
haber cruzado la frontera desde Finlandia para cambiar trenes, y el
funcionario ofreció un discurso sobre las elecciones libres que
acababan de tener lugar. Uno de los locales que estaba de pie justo
detrás de mí escuchó y susurró: -¡Esa es una mentira total!
Me levante ya entrada la tarde en el lujoso hotel Sovjetskaja en
Moscú, me brinqué al guardia que –literalmente- dormía afuera de mi
puerta, y me las arreglé para meterme en un taxi y escapar antes de que
él llegara corriendo tras de mí. Fui al distrito pobre de Novokuznetskaja y
miré la realidad: un ruso totalmente borracho se arrastraba en cuatro
patas como un perro –latigueado en la espalda por su esposa- y todo
eso bajo un gran cartel honrando al Gran Ejército Rojo. Cuando
desaparecieron traté de retirar el cartel pero fui detenido por un
sonriente policía. Fui reprendido el día siguiente, y buen comportamiento
como un huésped definitivamente no tuve. Pero fue un útil
contrabalance frente a toda la autoalabanza que escuchábamos.
Hay pocas dudas de que mucha gente creía en la Unión
Soviética, creía completamente en la idea de la liberación de fuerzas
productivas a través de la propiedad comunal de los medios de
producción como todos aquellos en el Occidente, quienes –contra
todos los datos disponibles- creían que liberando las fuerzas del

220
Capítulo III.

mercado conduciría, no solamente al crecimiento, sino que las migas


además se acumularían en torno al pobre Lázaro. Allá como aquí había
fundamentalistas trabajando: lo que necesitamos es producción social
completa, total o libre mercado, completo, total.
Interesante este fundamentalismo occidental compartido, en
sus ediciones marxista y liberal. En donde los chinos parecían muy
bien preparados para cambiar su curso cada nueve años o algo así,
nosotros en el Occidente necesitábamos conducir nuestro barco a buen
puerto primero. A mí me fascinaban las similitudes. Las diferencias
eran más bien triviales.
Al pasar de los años experimenté cómo otras personas en la
cúspide en la Unión Soviética cruzaban por las etapas típicas. Tras
haber sido verdaderos creyentes devinieron en escépticos que primero
hablaban a través de un elocuente silencio. Luego vinieron las bromas,
y eran bastante buenas. ¡Imagínese si Occidente hubiese tenido la
capacidad de producir bromas tan buenas sobre el Banco Mundial y el
Fondo Monetario Internacional! Luego vino la ansiedad que llega con
el fin de una crisis, y de ahí, el “sálvese quien pueda”, cinismo puro,
corrupción, escape. Más abajo en la sociedad se fueron directo a las
bromas y se quedaron en ese estadio o inventaron incluso mejores
bromas. Pero no hubo revuelta. Había miedo decían algunos.
Paciencia, decían otros. Profundamente pesimistas, todo será en vano
de cualquier forma.
El Sistema Soviético cayó porque nadie creía en él, no porque
era Occidente el que lo decía, sino porque eran ellos mismos quienes lo
decían. En el 50 aniversario en 1967 todavía pude identificar a algunos
verdaderos creyentes. Se habían convertido en revisionistas, pero
creían en las revisiones. Estaba en fiestas con gente del Partido
Comunista, profesores la mayoría de ellos, altamente educados, bien
versados en 4 o 5 lenguas y culturas, un nivel que rara vez se encuentra
en Occidente y muy difícilmente en los Estados Unidos. Los años
pasaron. El nivel de vida decayó y la mortalidad infantil creció, el
alcoholismo incluso se disparó. Y luego algo nuevo: la contaminación
creció enormemente. Estaban altamente conscientes del déficit de
libertad relativo a Occidente, pero estaban aferrándose a las ganancias,
materiales y somáticas. Cuando esto también se mostró como una
falacia se presentó una crisis espiritual masiva. El Partido era tan ciego
a los efectos colaterales como lo eran los comunistas en Occidente. Y
esa fue su perdición tal como será la perdición de los economistas
occidentales tradicionales.

221
Juan sin tierra

En las fiestas comíamos cosas que nunca ví en las tiendas.


Cuando me uní a un pequeño viaje en auto en 1967 querían explicarme
cómo era que el sistema funcionaba: algunas baterías de radio y un
poco de efectivo para la abuela en el kolkhos, y a cambio recibimos
medio puerco. Casi la mitad de la población vivía en el campo y estaba
involucrada en micro-granjas altamente efectivas.
La clase trabajadora soviética no tenía un mal nivel de vida
material en los setenta y los ochenta. Pero no hubo más progreso y
comenzaron a percatarse de una inclinación hacia atrás. La propaganda
no disminuyó, pero los eslóganes cambiaron de algún modo. Esta no era
ya la revolución del proletariado, sino la revolución “científico-tecnológica”.
Había incluso más fe en la tecnología de la información que la que se
tenía en Occidente –éste era el modo en el que todos los problemas de
planeación se resolverían. Nunca se les ocurrió que la gente podía querer
hacer las cosas por sí mismas, no todo, pero si algo. Eran tan ciegos
respecto a este simple punto como las corporaciones gigantes en el
Occidente que querían alimentar a cucharadas a todos con la misma
altamente dudosa comida.
En 1988, viajando por tren a través de Siberia (ver capítulo
“Universidades”) quedaban ya pocos que creían en el sistema como
pocos eran también los que creían en la guerra en Vietnam 15 años atrás.
Fanáticos y gente con trabajos bien pagados en el sistema y algunas
personas en regímenes clientes en otros países –como la RDA-
mantenían una fuerte fe. En otras palabras, el fin estaba cerca. Lo que se
necesitaba era un empujón. Y este empujón llegó, de la RDA, de Leipzig,
en Octubre 1989.
Los materialistas americanos y la gente de ese tipo creen por
supuesto que fue el déficit de bienes en las repisas y en las tiendas lo que
en última instancia derribó al régimen. Pero estaban “organizando”
bienes, como los noruegos durante la ocupación de 1940-1945. Mucho
más importante que tales asuntos económicos era la crisis espiritual.
La historia había tomado el papel de Dios, Marx era el Espíritu
Santo, Lenin el Salvador, Stalin era Pablo. Algo había marchado mal con
todos ellos. Pero luego entonces había una Madre María y la Madre Rusia
a la cual podían susurrarles, ahí abajo junto al lago donde los abedules y el
capitel de la iglesia eran reflejados. Ahí se podían ver a sí mismos, en el
espejo, Raskolnikov y los Hermanos Karamazov, y todos los demás a
quienes el sistema soviético pensó que podía rasurar y domesticar. Ellos
probablemente sobrevivirán tanto al capitalismo gangsteril como a la
participación noruega en la tarea de vaciar a Rusia de sus recursos a
través de la Región de Barents. Pero el sistema deberá evaluarse también

222
Capítulo III.

de acuerdo a su sistema sucesor. Como se mencionó, tras la muerte del


nazismo florecieron cosas hermosas en Alemania. Pero lo que había sido
eliminado y que emergió tras la muerte del socialismo soviético fueron
principalmente serpientes y sapos, generalmente horribles. Sin ninguna
nostalgia puedo compadecerme de los rusos en su tristesse respecto a las
oportunidades desperdiciadas.

China: Maoísmo

El primer viaje a China –mío y el de Fumi- fue en 1973 al final de la


revolución cultural. El título de nuestro libro en noruego fue Kan vi laere
av kineserne? (¿Podemos aprender de los chinos?), con el subtitulo “Un
libro sobre China, los chinos y la civilización occidental”. Después de eso
vinieron muchas visitas, y fui profesor en Economía Global por algún
tiempo en la Universidad de Chengdu, Sichuan cada dos años. Una de las
visitas fue justo después de la primavera de 1989, Tiananmen, para poder
entender qué había sido lo que realmente había ocurrido. En 1973 fuimos
invitados como “amigos, no camaradas”. Lo cual nos acomodaba
bastante bien, y el viaje lo pagamos nosotros.
Lo que buscábamos era exactamente qué podíamos aprender de
los chinos, no que es lo que habían hecho mal –a menos que eso
estuviese orgánicamente relacionado con lo que podríamos aprender. En
otras palabras, queríamos usar a China como un espejo en el cual nos
pudiéramos reflejar, Occidente y nuestra civilización.
El daoísmo nos había atraído a ambos por mucho tiempo con su
dialéctica constructiva, contradicciones construidas sobre contradicciones
–algo que también se encuentra en la cultura profunda japonesa, tal vez
más visible a través de algunas de las formas que el budismo japonés ha
tomado. Lo que nosotros buscábamos por encima de todo era la
dialéctica, no como algo abstracto, sino como proceso cotidiano en la
forma china de pensar. El ejemplo del desfile vino en 1986 cuando a
través de un intérprete pregunté a un granjero chino lo que pensaba del
capitalismo de Deng Xiaoping:

- ¡El capitalismo es supremo! Es tan dinámico, algo está pasando todo el tiempo.
Pero el capitalismo es terrible, algunos se hacen muy ricos y corruptos, y otros
se sumen en la miseria y la prostitución, así que necesitamos el socialismo que
es más igualitario sin corrupción o miseria. ¡Pero el socialismo es tan aburrido,
tan estático! ¡Por esa razón necesitamos el capitalismo!

223
Juan sin tierra

Nada es para siempre. Nada es El Fin de la Historia, esa clase de


ingenuidad se deja para que el Occidente la explore y particularmente el
extremo occidental, los Estados Unidos.
Comprendimos lo que esto significaba en 1973: lo que estás
viendo aquí no es para la eternidad tampoco. “La Ley del Cambio”, como
dirían los menos iluminados. Hay contradicciones en todo. Cabalga sobre
una ola, luego cambia hacia otra ola cuando estés siendo conducido en
una dirección equivocada. Trata de conseguir lo mejor antes de que lo
malo tome el control. Combina. Un ser humano o una sociedad sin
contradicciones es un ser humano muerto, una sociedad muerta.
¿Qué más encontramos que era interesante en China? En breve,
el esfuerzo para crear un modelo horizontal de desarrollo en uno de los
países más verticales, sin importar si había o no una lucha de poder
personal en la cúspide del partido detrás de estos esfuerzos. Ese es el
modo occidental de tratar de entender lo que ocurrió, con una garantía
intrínseca de que uno nunca entenderá, y que tampoco tendrá la
capacidad de aprender algo de los chinos.
Más precisamente había seis ideas que eran particularmente
interesantes:
Menos división de trabajo. Estaban interesados en la rotación
laboral, en ritmos rápidos y lentos. El jefe trata de trabajar en la
recepción, el operador del conmutador hace algo de trabajo como
secretario, el joven secretario se prueba como jefe por un día o dos.
Así me ocurrió en mi propia vida en alguna ocasión siendo un
joven profesor con aspiraciones, recibí una llamada telefónica una
mañana de 1958 del Maestro en Sociología Robert K. Merton: -Johan, no
me siento muy bien hoy, ¿podrías dar tú la conferencia en teoría
sociológica? ¡Utiliza el artículo que circulaste la semana pasada como
punto de partida! ¡Qué reto, lo que aprendí ese día por la rotación laboral!
Siendo estudiante tuve muchos pequeños trabajos para hacer algo
de dinero, y aprendí algo sobre qué tan mortal puede ser la rutina laboral.
Como sea, conducir una motocicleta tan rápido como era posible, la
lluvia cayendo, y las fotografías de la boda de la princesa real hacia el
vuelo de Londres que me esperaba en el aeropuerto de Fornebu no era
rutina. Y además estaba muy bien pagado. Pero eso como un trabajo
permanente no me convencía tanto.
El otro método era reconstrucción del trabajo, que era bastante
más excitante, se trataba de construir retos en el trabajo. Hoy esto es algo
típico en las organizaciones planas, horizontales con la toma de decisión
y la responsabilidad en todos lados, no solamente en la punta. Las 70,000
comunas populares tenían ambos métodos construidos en su interior: la

224
Capítulo III.

gente rotaba entre los trabajos de granjero, trabajador, estudiante y


militar, y recogían todas las experiencias a través de muchas asambleas
generales que al final se convirtieron en la perdición del sistema (podían
durar más del 50% del tiempo asignado para trabajo). Muy
revolucionario, puede ser probado en pequeñas cantidades. Encuentro
mucho maoísmo en el altamente dinámico Estados Unidos, pero no en la
figura de un CEO –Chief Executive Officer- corporativo estadounidense.
Él es un dictador simplemente, y muchos otros dictadores políticos
quisieran tener sus paracaídas dorados.
Autosuficiencia local. Asegurar la independencia en el nivel local
produciendo lo que era necesario para satisfacer necesidades básicas era
una idea básica. Esto era también válido para China como un todo, como
algo diferente a los menos dotados japoneses que desmantelaron sus altos
niveles de autosuficiencia a favor del comercio con los Estados Unidos.
Los Estados Unidos mantienen a Japón con una correa corta en su mano,
y Japón algún día experimentará lo que significa no ser autosuficiente
con un alimento básico como el arroz. China es más difícil de atar y
domesticar, probablemente imposible.
El ciclo económico como organización de trabajo. La unidad en
análisis económico no es el bienestar individual ni las gráficas rojas y
negras de la contabilidad de una compañía, sino el ciclo económico: el
granjero que produce algodón, el transporte, la fábrica que elabora los
textiles, la tienda, el consumidor –posiblemente incluso el granjero
mismo que compra su propio algodón en la forma de una camisa. Ésta es
una forma diferente de pensar y de practicar la economía que hace más
fácil resistir los desequilibrios, el agotamiento de necesidades básicas, la
contaminación, porque es más fácil ver dónde y cómo surgen los problemas.
Holismo, dialéctica.
El significado político de la tecnología. Mucha de la discusión
sobre esto en Occidente viene desde los setenta vía algunas excursiones a
China, y como es costumbre, con los Estados Unidos como líderes. Hay
mucha conciencia sobre aquellos que han sido excluidos de la tecnología
de la información, y conocimiento sobre lo que las TI (tecnologías de la
información) significan en la política. Lo que van a hacer al respecto es
otro asunto.
La participación de todos. Había una cantidad enorme de
participación en todos los lugares posibles. Y nuevamente ha encontrado
su forma en Occidente en lo que llamamos “evaluación”. Se reparten
algunos formatos y todo el mundo está en todos lados revisando, más de
esto, menos de aquello. En China en una etapa temprana se percataron de
la injusticia de tener a un grupo en lo alto evaluando a los de abajo, los

225
Juan sin tierra

estudiantes, refiriéndose a ello como “grados” una palabra con un doble


significado muy claro. En China los líderes también son evaluados, y un
par de miles de años de odio reprimido se expresaba con frecuencia a sí
mismo como crueldad. Occidente en aquel tiempo reaccionó contra todo
tipo de evaluación hacia arriba, pero una década o dos más tarde, la idea
quedó firmemente arraigada también ahí.
En toda China discutimos los procesos electorales de Occidente.
No estaban impresionados: aquí en China la gente quiere elegir líderes a
todos niveles, en una compañía, en una municipalidad, en la milicia, en la
universidad. Las elecciones occidentales solamente cubren una pequeña
parte de esto. Pero el respeto confusionista por los mayores/intelectuales/
varones también funcionaba como una barrera muy clara.
Escuela como participación. Trasladarse a la escuela durante la
vida laboral, no como una mini-visita a una fábrica un par de días durante
los doce duros años de escolaridad, sino como parte de la escolaridad
misma. Y viceversa, tráigase a trabajadores de todo tipo, y a padres como
profesores. Permítaseles compartir su conocimiento y sabiduría con los
pupilos, permítaseles perspicacia en sus vidas del modo en el que se hace
ahora en muchos lugares en Japón.
Cuando el más viejo y poblado país del mundo pone sobre la
mesa ideas y prácticas como éstas quiere decir que ha llegado el momento de
escuchar. Hasta donde tengo entendido mucha gente conduce
Volkswagens alemanes, incluso en el Autobahn alemán, e incluso si el
hitlerismo también llevaba Auschwitz en su matriz. La revolución china
en todas sus diferentes etapas fue violenta, no teníamos ninguna duda de
esto en 1973. Pero también ha habido enormes cantidades de violencia
antes. Mucha de esa violencia estaba relacionada con el imperialismo
occidental, con la conquista de enclaves, con la guerra del opio y el
envenenamiento de una o dos generaciones para poder asegurar la
economía del Imperio Británico, a la utilización de misiones y misionarios
como cabezas de playa culturales, apoyando al dictador negro en contra
del rojo y utilizando a Japón contra China en Pearl Harbor. Una reacción
fue la Rebelión de los Boxer, otro todo que hoy es asociado con Mao.
El Príncipe Carlos tuvo, como se ha mencionado, una oportunidad
única cuando devolvió lo que se habían robado, Hong Kong. Él podía
haber dicho la verdad, bellamente pulida. Sobre todo, podría haber
pedido una disculpa de parte del Imperio Británico mientras cambiaban
las banderas. Esto habría tenido un enorme efecto positivo en China. Pero
la prensa occidental solamente se concentró en lo que llamaron
democracia en este lugar de injusticia –en el espíritu tradicional de

226
Capítulo III.

autocomplacencia británica. Y la monarquía inglesa probablemente no


habría sobrevivido a un discurso de este tipo.
A través de China podemos entendernos a nosotros mismos. Pero
como dicen los americanos: Dos equivocaciones no hacen un acierto. El
barbarismo occidental, quemando librerías, expediciones punitivas, etc,
no cancelan el barbarismo chino contra los suyos. Ambos descansan
pesadamente sobre los hombros de China.
Queríamos escuchar, y particularmente queríamos escuchar lo
que tenían que ofrecer en todo el campo conocido como “clase” (en el
campo “nación” lo que encontramos fue solamente una tradicional represión
de los demás, en otras palabras el imperialismo interno, sin consideraciones
del color político de la dinastía china). Fue dentro de la clase y el género
que se pudo localizar algo de nuevo pensamiento anti-confusionista.
La principal contradicción del maoísmo era clara. Y esta era una
tarifa difícil de asimilar en una sociedad de clases y géneros: ¿Que ocurre
en el capital (cap = caput, cabeza, ahí donde lo que quedan son piernas y
brazos, etc) si se supone que todas las sociedades locales deben ser
autosuficientes? ¿Qué ocurre al “liderazgo” cuando las mujeres y los
hombres empiezan a ejercitar el liderazgo por sí mismos? ¿Cómo puede
el sistema escolar sobrevivir la pérdida de un importante instrumento de
poder, las clases, después de abolir el golpear los dedos con una regla?
Éstas fueron exactamente las preguntas que la élite de Beijing se
hacía a sí misma, contra un antecedente de 2200 años de experiencia en
el gobierno de un Estado unitario. Tuvimos una maravillosa reunión en
una cena el último día con algunos de ellos: Pato de Pekín (y ese fue
también el sobrenombre que les dimos). Estaban impactados por toda la
nueva igualdad, incluso más impactados de que fuéramos tan positivos al
respecto y particularmente sorprendidos en conexión con lo peor de todo:
que las mujeres hubiesen salido de las casas y las granjas en aglomeraciones,
que se hayan comenzado a desarrollar, y, de acuerdo con Mao, que
cargaran la mitad del cielo. Ahí arriba, en el paraíso, los Patos de Pekín
estaban sentados, y no tenían el más mínimo humor sobre ser dirigidos
por una mujer, ya no se diga de abrirles las puertas.
Había otros problemas. En Occidente hablamos de consumismo.
En la China de 1973 sufrían de un produccionismo crónico, con
estadísticas en sus cerebros. ¿Cuándo exigirán convertirse en consumidores,
y a grandes niveles? Las Comunas Populares tienen mucha sabiduría en
su interior. Cuando Beijing las abolió China consiguió un desempleo de
100 millones que no han sido capaces de revertir todavía productivamente.
Pero las Comunas Populares también eran prisiones. Era difícil viajar, y

227
Juan sin tierra

todas habían sido diseñadas de acuerdo con una fórmula común, eran
altamente poco plurales.
Que han tenido lugar importantes innovaciones sociales para
hacer la sociedad más horizontal no hay ninguna duda, pero ¿qué ocurre
con el crecimiento económico? ¿Qué hay del comercio y la tecnología?
Mao apenas había muerto antes de que los Patos de Pekín eliminaran las
Comunas Populares, también utilizando el argumento de que producían
desigualdad debido a que algunas trabajaban y otras no.
Afortunadamente Mao no tenía un hijo con un lazo confusionista
con el padre (como en Corea del Norte). Deng abordó estas tareas con
una energía que un Mao Xiaoping no habría tenido. Y Occidente cometió
uno de sus típicos errores intelectuales: cuando China hace algo con
reminiscencias occidentales, apreciando la riqueza y particularmente a los
gatos de acuerdo con su habilidad para atrapar ratones -no de acuerdo con
su color– entonces China es alabada y se le refiere como “pragmática”. Si
el caso es el contrario, entonces China es “dogmática”.
Pero tal vez se trate de un tanto-como, más que un no-ni, y
¿solamente un cambio de dirección en una historia sin fin de cambios tan
típica en China? Maoísmo es daoísmo; el marxismo es tan occidental
como el liberalismo con su fin de la historia. Los pequeños grupos
maoístas en Occidente no comprendieron eso tampoco, y se sintieron
enormemente traicionados por el país gigante con sus oscilaciones gigantes.
El trabajo en las contradicciones, y el desmantelamiento del
maoísmo que habíamos previsto en el libro (Capítulo 7) avanzaba a una
velocidad vertiginosa, con frecuencia, con un respeto insuficiente a las
ganancias (Capítulo 8). El crecimiento se hizo enorme, el capitalismo
había comenzado a establecerse, el Estado retuvo el control superior
sobre la economía y el partido sobre el Estado, en otras palabras, la
antigua fórmula mandarín china.
En 1988 realicé una presentación en una conferencia en Hawaii
sobre China y la democracia y concluí que el país enfrentaba un gran
cambio porque el crecimiento solamente había beneficiado a los
granjeros cerca de los pueblos (de tal forma que pudiesen comercializar
sus productos) y a los comerciantes (pero al estilo chino, en la base de la
sociedad, tal como la condición del vendedor ambulante colocando sus
mercancías de casa a casa, incluso de pueblo en pueblo como en lo viejos
días del Occidente) a costa de los intelectuales, los estudiantes y los
trabajadores. Una receta para la revuelta.
El documento fue considerado profético cuando los últimos dos
grupos entraron en una revuelta el siguiente año, y no los dos que se
habían beneficiado de las reformas de Deng. Nada profético hay en esto,

228
Capítulo III.

solamente utilicé el sistema chino de clases/castas como estructura


profunda: shi’h-nung-kung-shang (intelectual/burócrata-granjero-trabajador-
comerciante) y la tesis obvia de que si alguien sufre privaciones entonces
provocará una revuelta y para legitimar esa revuelta entonces utilizará los
males más evidentes del capitalismo estatal: daño ambiental, corrupción,
grotesca desigualdad, disolución de valores tradicionales (anomia) y del
tejido social (atomización), planeación/control. Referían aquello a favor
de lo que estaban como democracia. Pregunté a un profesor en Chengdu
qué es lo que estaba detrás de esa palabra. La respuesta fue que la
democracia era por supuesto solamente para aquellos con educación, las
masas eran demasiado ignorantes. Esta respuesta la conocía relativamente
bien de la historia europea. Y de la historia de mi propio país en
particular; 7.5% tenían el derecho al voto cuando Noruega ganó una de
sus muchas libertades (en ese tiempo de Dinamarca) en 1814.
El motín vino el siguiente año, totalmente mal comprendido por
Occidente, como es costumbre. El punto central -que disparó la intervención
militar- no eran los estudiantes sino los trabajadores que querían
organizaciones sindicales, en otras palabras exactamente lo mismo que lo
que querían los trabajadores en Virginia Occidental esa primavera en
1989. En Beijing fueron brutalmente atacados, posiblemente varios miles
de ellos fueron ejecutados. No en la plaza de Tiananmen, sino al norte de
la avenida principal Chang’an, 36 estudiantes fueron asesinados.
Horrendo, pero lejos de disipar lo que se presentó en los medios de
comunicación occidentales.
Esto fue en 1989, nueve años después del cambio de curso en
1980, que a su vez siguió a la muerte de Mao en 1976. Hubo un nuevo
cambio de curso después de ese motín, pero no en la dirección de “libre
mercado” defendida por los Estados Unidos, en otras palabras
capitalismo militar. Los chinos intentaron hacer algo con la patología
social, la extrema desigualdad, la corrupción, los problemas ambientales;
como en Occidente, no siempre fueron igualmente exitosos. Después de
eso vino un nuevo cambio de curso, más apertura al capitalismo en 1998.
El ritmo chino de los nueve años en funcionamiento.
Occidente quiere referirse a esto como “comunismo”. Yo coincido
en que las muchas elecciones en el nivel local no se elevan al grado de
ser un sustituto para las elecciones en todo el país, del mismo modo en
que la suma de todas las democracias en todos los países del mundo no se
convierten en democracia global. Pero ¿comunismo? Tonterías.
Permítaseme concluir con una pequeña historia. Fumi encontró
muchas similitudes entre las Comunas Populares y el Ministerio de
Educación en Tokyo en donde ella había estado trabajando en la

229
Juan sin tierra

Comisión Nacional de la UNESCO. Fórmula común: Confusionismo +


Budismo (mahayana). Pero el daoísmo es más fuerte en China.
Fui presentado como Profesor Visitante en la Universidad de
Chengdu en una recepción con muchos otros profesores. Después de
presentarme les pregunté sobre los temas en los que estaban trabajando,
es decir, cuál era su campo:

- Yo era profesor de Confusionismo antes de la revolución, dijo un caballero


mayor con apariencia de estar altamente cultivado.

- ¿Y durante la revolución?

- Entonces me hice profesor en las enseñanzas del marxismo-leninismo –


contestó- y me miró con unos ojos que expresaban su historia con claridad.

- ¿Y ahora? –pregunté.

- En este momento soy profesor de Administración de Negocios –dijo.

- ¿Pero ha estado usted haciendo negocios o siquiera cerca de los negocios? –


Pregunté con un sentimiento de que el daoísmo había sido comprimido en esta
ocasión un poco demasiado.

- No, nunca. Por eso es exactamente que necesitamos profesores en


administración de negocios, dijo el daoísta autocertificado.

EEUU: Imperialismo

Pertenezco a aquellos –somos muchos, de hecho- a quienes nos encanta


vivir en los Estados Unidos y que sentimos mucho cariño, por muchos,
muchos americanos, tanto como estoy completamente en contra de su
política exterior buscando la hegemonía mundial. He vivido en los
Estados Unidos a lo largo de un periodo de 43 años, y si lo juntamos todo
serían alrededor de 10 años. He sido profesor –en el sentido de dar cursos
con exámenes- en nueve universidades en siete estados y en DC. La
estancia más larga fue en Columbia, Princeton, y en la Universidad de
Hawaii (rechacé una invitación de Harvard que llegó durante la Guerra
de Vietnam, cuando la Universidad de Harvard era un importante actor
en la guerra). Personalmente considero la USA-ología una de mis
especialidades, he publicado algo sobre eso y viene más todavía. Pero
como se mencionó ya varias veces, no me gusta la palabra “experto”.
Huele a estrechez autorizada gubernamentalmente y a mucho dinero para
decir trivialidades que de todas formas conoce todo el mundo.

230
Capítulo III.

El perfil opuesto, el estar enamorado de la política reaccionaria


del gobierno y odiar a la población pluralista, dinámica e intensamente
activa en los Estados Unidos es una característica de la extrema derecha
europea. Aquellos que odian tanto la república como el imperio –en
buena medida la forma como yo pensaba que tenía que odiar todo lo
alemán desde 1945 hasta 1965, seres humanos, el idioma, la música,
todo- pueden referirse como anti-americanos. Y aquellos que aman y
tragan todo sufren de otra enfermedad ampliamente diseminada:
americaphilia cronica. Esto se acompaña de un sólido déficit de
conocimiento que debilita el sistema inmunológico, por negaciones
intensas de lo que se encuentra claramente bajo el sol alrededor del
mundo y que todos pueden ver, y con un amplio acceso a medios de
comunicación vacíos garantizados.
Recuerdo cómo algunos de los amigos de mi hermana Dagny a
la izquierda se saturaron de negaciones cuando leyeron las primeras
revelaciones de la Unión Soviética, como el libro de Victor Kravchenko I
Chose Freedom y Dark at Noon y The God Who Failed de Arthur
Koestler. Luego vino Aleksandr Solzhenitsyn, y la cosa más o menos se
había acabado –terminado, finni, mon ami. Las discusiones con la gente
que no había tocado estos libros eran relativamente sin sentido. Las
discusiones sobre la política exterior de los Estados Unidos con gente que
no haya leído a Howard Zinn, Noam Chomsky, William Blum y algunos
más es surrealista. Su ignorancia, uno de los fundamentos del poder
estadounidense, tiene por supuesto un tiempo de vida limitado. Los
disidentes de la CIA reclaman por ejemplo (The Guardian Weekly,
30.12.1987) que seis millones de personas han perdido la vida como
resultado de sus “operaciones encubiertas”. Miembros de sindicatos,
granjas cooperativas, gente pequeña que se atrevió a levantar la cabeza por
encima del horizonte. Conocimiento útil si se quiere predecir “terrorismo”.
Probablemente mi peor error al interpretar la geopolítica vino
durante la guerra de Vietnam. Pensé que los Estados Unidos habían
aprendido algo de esa experiencia más allá de cómo uno puede engañar a
los medios de comunicación (tarea sencilla, déseles algunos comunicados
de prensa para que los digieran) y cómo uno puede hacer la guerra a
máxima velocidad sin dar a la oposición tiempo para construir una
resistencia. Era de hecho tan ingenuo que creía que habían aprendido de
la guerra de Vietnam que es mejor lidiar con los conflictos resolviéndolos,
que a través de matanzas y destrucción.
Mi conclusión fue que había algo esencialmente equivocado en
toda mi forma de acercarme al tema. Creía demasiado en decisiones
racionales, hechas por el cerebro allí arriba en la cabeza; creía que los

231
Juan sin tierra

americanos racionales sopesaban factores a favor y en contra en el modo


en que construían un expediente que después sembraban en los archivos,
etc. (Me temo que esto es lo que los historiadores se refieren como
“fuentes primarias” pero espero que no sean tan ingenuos). Estaba en
busca de algo más constante para poder explicar el constante
intervencionismo estadounidense. La tesis era que existe un “cerebro del
intestino” en lo profundo de las cosas que está más sólidamente anclado
al subconsciente colectivo, en la cosmología de la nación.
Acepté la invitación de Princeton en 1985-1987 con placer,
precisamente porque esto me llevaría a tener un contacto cercano con
ambos cerebros. Recuerdo a Bob, especialista en la estrategia nuclear
estadounidense, balanceando su mecedora en un seminario, y al joven
profesor asistente que preguntó impacientemente:

- Bob, ¿qué haría a los Estados Unidos utilizar armas nucleares?

- Bueno –dijo dando un giro extra a la mecedora como una especie de subrayado-
¡Si nuestro control en el continente euroasiático estuviera seriamente amenazado!

- ¿Qué? –exclamé. Mi esposa es de un extremo del continente euroasiático y yo


soy del otro extremo, ¿qué tienes tú que ver en todo este asunto?

- Johan –dijo él despóticamente- sencillamente no tienes remedio. ¡Hay una cierta


responsabilidad que viene cuando eres la potencia líder en todo el mundo!

Ese era lenguaje politológico, “ciencia estatal” como es llamado en


algunas lenguas europeas, la ciencia es para el Estado lo que la economía
es para el Capital, explicando, bastante innovadora al tratar de no hacer
caso omiso de crímenes y en su esfuerzo de vestir vicios como virtudes,
con algunas pocas excepciones. Quería ir a la profundidad en la que se
localiza el poder, ahí abajo en donde sienten que pueden hacer valer su
derecho divino a exterminar una ciudad completa con una nueva arma, a
matar a campesinos pobres en el Sureste Asiático, a controlar Eurasia. A
la profundidad de las culturas profundas.
Recuerdo a mis estudiantes en Princeton, brillantes, inteligentes,
astutamente seleccionados, sin desperdicio, la próxima élite en el superpoder:

- ¿Cuántos fueron asesinados en la guerra de Vietnam? –Pregunté.

- ¡58,200! –vino la respuesta, como un disparo, literalmente hablando.

- ¿Cuántos fueron asesinados en la guerra de Vietnam? –Repetí.

- ¡Ya le dijimos, 58,200! Dijo el muchacho, de algún modo irritado.

232
Capítulo III.

Hice la pregunta por tercera vez. Olían la trampa.

- ¿Será que Johan está pensando en los vietnamitas? –dijo una muchacha.

Algunos millones asesinados, sí, por los americanos. Y gente de este tipo
va a gobernar el mundo.
Estoy dando una conferencia sobre los efectos secundarios que
habría traído consigo el genocidio de 10 millones de nativos americanos
y el mantener en esclavitud un número similar sobre la política exterior
de un país. Hay un trauma producto de haber traumatizado a otros: Algún
día vendrán y nos harán a nosotros lo mismo que les hemos hecho.
Revisé los posibles efectos de una intervención y estadísticas de invasión
de los Estados Unidos, en aquel entonces, alrededor de 200. Es decir,
cerca de una por año desde tiempos de Jefferson, ahora ya habrán
sobrepasado las 230, y los Estados Unidos sobrepasaron al Imperio Romano
en algún punto en los noventa, dicen por ahí. Las élites ambiciosas están
inclinando sus cabezas. Las plumas se mueven ahora más lentamente, no
pueden durar para siempre –hasta que enderezan sus espaldas y sus ojos
brillan cuando se aproximen al genocidio que aceptan por completo, la
shoa. La mayoría de ellos judíos –un grupo de cerca del 2% de la
población con un 70% de los profesores en las 20 mejores universidades.
Un logro fantástico, íntimamente vinculado a la conexión entre
intelectualidad y judaísmo, al diálogo talmúdico eterno como una oposición
a los pronunciamientos evangelizadores de la Biblia, y del Corán, de la
verdad eterna. Pero no deja de ser problemático, particularmente, no con
esa insistencia monomaniaca de que el genocidio cometido contra el
Pueblo Elegido fue único, y un celoso silencio de prácticamente todos los
otros genocidios.
Y recuerdo los buenos seminarios con mentes totalmente
abiertas, particularmente en la Universidad de Hawaii y en el noroeste y
medio Oeste de los Estados Unidos, menos cínicos que en la costa Este,
la esotérica costa Oeste o el sur reaccionario.
En algún punto los estudiantes de Princeton me preguntaron qué
tanto podía hablar coherentemente sin pausa, de forma positiva sobre los
Estados Unidos. Comencé. Y hable sobre la increíble generosidad y
universalismo en los Estados Unidos, sobre cómo todo el mundo era
bienvenido si solamente estuvieran dispuestos a deletrear sus nombres,
sobre cómo los Estados Unidos dieron a millones de seres humanos un
Nuevo Comienzo, un nuevo comienzo en la vida. Y hablé de su habilidad
para no sentarse y esperar a que alguien les resuelva los problemas, sobre
intentar resolverlos por sí mismos, arremangar sus camisas. Muy bien,

233
Juan sin tierra

queremos ir de A a B, ¡arranca el maldito automóvil! Hablé de hospitalidad,


adelante, intégrate al asado. Mencioné el universalismo en el movimiento
pacifista de los Estados Unidos, sobre cómo los americanos estaban
mucho más concentrados sobre ayudar a los europeos a prevenir una
carrera armamentista que pudiera terminar en una guerra nuclear para
Europa que a la inversa, mencioné la increíble imaginación técnica, la
habilidad para trascender las soluciones tradicionales, sobre cómo los
Estados Unidos producen cosas como automóviles para toda la sociedad
de consumo masivo mientras Europa sigue preocupada sobre si esto o lo
otro es lo suficientemente bueno para la gente promedio...
En este punto ya todos ellos estaban listos para vomitar, llenos de
protestas sobre mi unilateralidad, “sí, pero usted dejo algo fuera” –todo el
auditorio estaba listo para una revuelta. Pero había pasado su pequeña
prueba, tratando de combinar un pro-americanismo con un anti--
hegemonismo. Tal como soy totalmente capaz de tener una posición anti-
Hitler sin hacerme anti-alemán, anti-Stalin sin ser anti-ruso, anti-sionista
sin ser anti-semita y anti-Quisling sin ser anti-noruego. No es tan difícil
de hecho.
Dejamos Princeton y otras universidades en la cínica costa Este a
favor de Hawaii, colonizada y anexada más tarde por América del Norte,
lo que significaba que la sociedad que los norteamericanos destruyeron
era todavía visible.
Cuando regresamos a la costa Este diez años más tarde nos
decidimos a favor del área de Washington. Si uno quiere entender las
cosas bien y de forma profunda, uno tiene que vivir ahí donde ocurren las
cosas. Hawaii no era el lugar. Y el poder de Virginia, en general, y del
Blue Ridge y Shenandoah, en particular, era muy fuerte. Así que fue
Manassas con todas sus memorias de la Guerra Civil y amigos que se
hicieron sabios en las laderas del Blue Ridge Mountains. Y Charlottesville a
una hora y media de distancia. Lo duro y lo suave, lado a lado. En pocas
palabras, los Estados Unidos.

CE/UE: Hipocresía

Permítaseme comenzar con la hipocresía: la CE/UE como un productor


de paz. Todavía hay una gran cantidad de gente que cree que es
“inconcebible que Francia y Alemania vayan a la guerra una contra la
otra”, y olvidan que de esto no se sigue que sea “inconcebible que
Francia y Alemania vayan a la guerra juntas una con la otra”. Esto ya
ocurrió en la guerra contra Yugoslavia. Y ésta con dificultad será la
última vez, dado el nivel promedio de autocomplacencia de la Unión

234
Capítulo III.

Europea y su deseo de competir con los Estados Unidos en los propios


juegos de intervención estadounidenses.
El error ya estaba construido en la teoría de la Comunidad del
Carbón y del Acero del 9 de Mayo de 1950: permítase a Francia y
Alemania manejar el carbón y el acero juntas para que se puedan
controlar entre sí. Las armas más importantes, como sea, están hechas de
uranio (por ejemplo, ¿las centrifugadoras de la UE en los Países Bajos?)
Además de lo anterior hay cosas como el mercado de armas. La Unión
Europea no está comprometida con la autarquía, pueden comprar lo que
tal vez no quieren producir.
Pero el punto más importante es el simple hecho de que la
CE/UE integra a los países en el rincón protestante/católico de la tríada
europea, creada por las líneas de falla entre los católicos y los ortodoxos,
y entre la cristiandad y el islam en el siglo XI (Grecia es griega, no
eslavo-ortodoxa). Una expansión de 157 a 27 traería a Bulgaria, que es
eslavo-ortodoxa. Esto significa que Bulgaria tendrá que rechazar a los
suyos, y probablemente tendrá que dividirse por la política de la Unión
Europea, como Turquía, en donde la gente es musulmana y la élite –
incluyendo la milicia- es secular. En Yugoslavia la Unión Europea
favoreció a los suyos: la Eslovenia católica y Croacia fueron reconocidas
sin muchos problemas. Bosnia-Herzegovina fue reconocida como la
mezcolanza que es, con elecciones en cinco niveles exactamente para
evitar un Estado musulmán. La Serbia eslavo-ortodoxa fue seleccionada
por la OTAN (incluyendo a una renuente Grecia) como un blanco conjunto.
De entre las 15, 12 son antiguas potencias imperiales. La mayoría de
ellas tiene leones y águilas en sus escudos de armas. Que la suma de
crecidas bestias de caza, parcialmente dilapidadas, debe resultar en la
producción de un cordero de la paz, es una biología en la que no creo.
Pero sí creo que ellas habrían preferido gobernar el mundo juntas que ir a
la guerra entre sí. Cualquier agresión podría dirigirse hacia el exterior.
Por cierto, la palabra “inconcebible” se mencionó líneas arriba.
Por supuesto eso depende en la habilidad de concebir, que a su vez,
depende de quién está haciendo el razonamiento. La presión contra la
pequeña Austria se localizó en los caminos cruzados entre la estupidez y
un claro exceso de poder. Esto no es guerra, pero se localiza en esa
dirección y revela mucho sobre la Unión Europea. Hay poca base para
poner la etiqueta de extremista de derecha o nazi a Haider. Populista sí,
nacionalista austriaco sí, habsburguiano, sin duda. Que reacciona a la

7
La fecha de redacción original del texto es el año 2000 antes de las sucesivas
expansiones de la UE. (N. del T.)

235
Juan sin tierra

cuota más alta de inmigración de los países de la Unión Europea de


países fuera de la UE –sin ninguna duda. Él rompe el muro del silencio al
negar abiertamente que Austria fuera la primera víctima del nazismo, que
era habitual ser un nazi y un Waffen-SS. Cuando emerge como un
adherente al keynesianismo de Hitler entonces esto es más una aprobación
de Keynes que de Hitler. Que revela la corrupción asociada a las cuentas
de los partidos políticos de dos partidos pilares en el Estado austriaco, y
particularmente a los socialdemócratas que entonces movilizaron a la
Internacional Socialista, para movilizar a la UE para lanzar sanciones es
también obvio. Se duda que la UE fuera de mucha ventaja para Austria, y
supongo que es ahí en donde radica el problema principal. Como (casi)
dijo el Maestro: -Si eliminas la mentira básica de una nación promedio,
entonces le quitas la felicidad a (muchos de) ellos al mismo tiempo. Así
que ¿qué ocurrirá cuando la primera solicitud de salida de la UE amenace
a la superpotencia?
Pero esto es una autobiografía, no un análisis de la Unión
Europea. ¿Qué tal algo sobre la Unión Europea y mi persona?
Fui invitado frecuente y un conferencista muy popular en el
Collège d'Europe en Brugge, Bélgica, un lugar en donde muchos
eurócratas se han formado. Con frecuencia me quedaba ahí dos días.
La primera tarde me proponía a sanar algunas de las heridas
políticas e intelectuales que seguían a mis conferencias tocando la flauta
dulce, usualmente acompañado por la guitarra de uno de mis estudiantes.
La siguiente mañana estaba de regreso al molino, con economía y política
global. Hasta 1972.
Luego vino la Ruptura. Tuve un debate público con uno de los
jefes de la CE, uno con un nombre real. Hablé usando números y teoría
sobre la “cooperación” entre la CE/UE y los países en desarrollo y sobre
cómo esta cooperación haría más pobres a los países pobres y más ricos a
los ricos. Él recientemente había negociado y firmado esos acuerdos y
exclamó: -¡Pero los líderes están entusiasmados! – Líderes –dije yo- eso
sí lo creo. ¿Pero y que hay de la gente?
Se quedó mudo, nunca había escuchado algo así. Por mi parte me
quede desempleado en ese lugar. 1972 vino con un libro de titulo bastante
obvio: The European Community: A Superpower in the Making –publicado
en nueve lenguas.
La Universidad Abierta/BBC estaban interesados en la teoría del
imperialismo aplicada a la CE. Juntos escribimos una obra teatral con
cuatro roles: Centro en el Centro, centro en la Periferia, Periferia en el
Centro y Periferia en la Periferia. La pieza no está destinada a convertirse
en una obra de la literatura mundial. Pero fue transmitida junto con una

236
Capítulo III.

larga entrevista en la que utilicé el azúcar como ejemplo: el acuerdo


estabilizaba el precio para las materias primas, pero lo que estos países
necesitaban era procesar las materias primas, las cañas de azúcar en sí
mismas –en cien direcciones diferentes.
Un joven hijo de un embajador de la CE en un país azucarero en
el Pacífico estaba sentado una tarde viendo un programa de televisión y
exclamó: -¡Papá, papá, aquí hay alguien que habla del azúcar exactamente
del mismo modo en que lo haces tú! Consiguió la dirección de la BBC y
confirmó todo lo que había dicho: los países azucareros habían
mencionado procesamiento como algo que deseaban, y se les dijo que
hablaban como si fueran Fidel Castro. Y con ese señalamiento sus
oportunidades de conseguir un mejor rendimiento por su trabajo y, sobre
todo, de conseguir todos los efectos secundarios que vienen con la
realización de trabajos más sofisticados que la plantación y la cosecha se
desvanecerían.
Entonces de pronto un día llego una invitación de una asociación
de funcionarios en la Comisión Europea: querían saber todos los argumentos
en contra de su proyecto.
Todo estaba preparado, la sala y todo lo demás en el edificio
principal. Pero el día antes de que esto ocurriera vino otro interesante
anuncio: la Comisión había declarado que yo no tenía permiso para hablar en
los edificios de la Comunidad Europea. Supongo que a eso es a lo que
llaman libertad de expresión, civilización occidental, o algo de ese tipo.
La organización de funcionarios estaba furiosa, algo que por
supuesto no implicaba que necesariamente estaban de acuerdo conmigo.
Ellos consiguieron una sala de reuniones en el sótano en una de las casas
vecinas, con tubos de agua caliente y muchos cables, lo que los
americanos llaman una sala de calderas. Un lugar reducido, sin ningún
encanto, tan acogedor como un refugio anti-bombas durante la guerra.
Comencé a hablar sobre cómo se construye una superpotencia,
no necesariamente siempre de forma intencional, sino como una
consecuencia de los procesos que están comenzando. Los reportes de
principios de los cincuenta de las personas encumbradas en Bélgica
(Paul-Henri Spaak) y Francia (René Pleven) estaban escritos en un claro
lenguaje sobre intenciones políticas y militares, incluso si una Comunidad de
Defensa Europea naufragó en Paris por la Asamblea Nacional el 31de
agosto de 1954.
El debate resonaba en los tubos y supongo que también en los
dispositivos de escucha, que imagino la Comisión había instalado, ahí en
donde un demonio más bajo que Satanás se había aparecido en donde
él/yo pertenecía, en las catacumbas, en el agujero subterráneo. En lo

237
Juan sin tierra

particular yo disfruté todo el episodio, y los funcionarios a punto de


desmayarse, confrontaron su coraje con el sólo hecho de estar presentes.
Mucho después llegó un signo de vida otra vez del Collège d'Europe
en Brugge, creo que fue en 1989, de la asociación de estudiantes. Estaban
cansados de la propaganda monopólica de la CE en el lugar, querían un
poco de variedad, me querían a mí. La respuesta del Rector fue un no
incondicional, uno no invita a los enemigos de la Comunidad Europea
que son de la opinión de que las superpotencias en general deberían
abolirse, no ser construidas (algo que no evita que con frecuencia resulte
impresionado por la astucia de esa actividad constructiva). Los estudiantes
juntaron dinero, el dinero suficiente para pagar un viaje desde Hawaii.
Otra vez, la misma cosa. El Rector había cerrado el edificio y se
retiró con la llave. Los estudiantes estaban furiosos, se las arreglaron para
abrir una ventana, encontraron una escalera y entramos todos. En esta
ocasión la sala era considerablemente mejor que el refugio anti-bombas
en Bruselas.
Y otra vez llamó la atención a, cómo se llama eso: libertad
académica, audiatur et altera pars, “escúchese a la otra parte”, el punto
fuerte de la civilización occidental, dicen. No fue necesario para mí
subrayar nada ahí –ese subrayado grueso y rojo era visible para todos.
Ellos comprendieron.
Más tarde, todo lo que dije ocurrió: hay unos Eurocorps, existe el
plan Tindemans sobre la rama militar de la Unión Europea con un
ejército conjunto, producción conjunta de armas, la maquinaria para el
espionaje y las armas nucleares puestas a disposición de la UE por
Francia e Inglaterra. Y han construido lo que necesitaban, un enemigo
común a través de su propia política en Yugoslavia desde 1991,
totalmente contraria a la sabia alternativa del Secretario General de la
ONU. Es parte de este tipo particular de democracia de la UE, que el plan
de paz que Pérez de Cuéllar comunicó al Ministro de Asuntos Exteriores
de Alemania (en las cartas del 10 y el 14 de Diciembre de 1991), nunca
se hiciera público. Incluso la ONU fue silenciada.
Pero la historia se puede extender un poco más todavía. Fui
consultor en dos ocasiones en el comité político más grande del
Parlamento Europeo, la última vez en Marzo de 1990, sobre “Europa tras
la Guerra Fría”, junto con los embajadores soviético y de la Unión
Europea, y el Secretario General Adjunto alemán en la OTAN.
Lo que predije era una próxima latinoamericanización de la
economía de Europa Oriental, y que el fin de la Guerra Fría haría que el
modo marxista de comprender lo que ocurre se convertiría en más, y no
menos, relevante. Como sea, dado que tales discursos eran odiados y además

238
Capítulo III.

habían sido retirados de los países en Europa Oriental, probablemente se


acusarían entre sí, en otras palabras, más que marxismo, nacionalismo.
Éstas eran puras banalidades que exigían una ceguera considerable para
pasar desapercibidas, pero los alemanes se hicieron balísticos. La paz
había llegado gracias a la OTAN, todos los problemas estaban
localizados en el Este, nada en Occidente. La paz había sido anunciada.
Los parlamentarios estaban altamente interesados. Muchas
preguntas. Tal como en la ocasión precedente, yo, el antagonista de la
Comunidad Europea, contesté a todos en su propia lengua hasta que el
caballero griego se puso de pie: -Para no destrozar el espectáculo del
profesor Galtung –dijo- en el entendido de que dudo mucho que también
hable griego, ¡haré mi pregunta en inglés!. Inteligente tipo. Hubieron
muchos reportes de opinión sobre la “claridad profética” de mis
trivialidades. Una pequeña teoría puede recorrer un largo camino.
Un poco más tarde estaba sentado en la mesa en la que se firmó
el Tratado SALT II, en la Embajada Soviética en Viena. Detalladas
conversaciones con el embajador. Pero la realidad resultó mucho peor de
lo que creíamos.
Como ciudadano noruego estaba superactivo antes del referéndum
popular en Noruega en 1972 y 1994, hablé de la UE como una próxima
superpotencia en 1972 y sobre las líneas de falla en Europa en 1994, y
por encima de todo sobre alternativas a la membresía a la CE/UE. El
último punto no era lo que el movimiento No to EU deseaba, eso
“dividiría al movimiento”. Mi línea era un menú de alternativas, en
plural, de tal forma que todos pudieran escoger lo que ellos o ellas
quisieran, y mi impresión es que hubo un enorme interés por exactamente
el aspecto constructivo alternativo.
Como sea, No to EC/EU ganó el referéndum, por una ligera
mayoría. Más tarde tuvimos un gobierno de antagonistas a la UE sin
alternativas. Guiado por astutos servidores públicos encumbrados,
Noruega se desliza hacia la superpotencia sin una política nórdica, sin
una política para Europa como un todo (incluso con 27 países que es
solamente la mitad de la totalidad), sin una política clara sobre la ONU,
sin visiones en general.

- Galtung –un sabio burócrata me dijo alguna vez- Me agradan muchas de tus
alternativas ¿Pero en dónde están los políticos noruegos con el coraje y la
fortaleza suficiente para hacer tales cosas?

Probablemente tiene razón. La Noruega alternativa tiene un fundamento


muy débil. La Noruega en la que crecí, con individualistas, con almas

239
Juan sin tierra

como las raíces torcidas de algún complejo árbol, idealistas muchos de


ellos, era un país muy honesto. Hoy el país es tan resbaloso como la sopa,
materialista, y semi-corrupto, al menos en la superficie. El país que
quería ser diferente lentamente se está convirtiendo en una normalidad de
la UE. La Noruega del dinero está sólidamente enraizada en el capital
internacional y el consumismo. Noruega se dirige a tiempos sombríos.
En 1993 fui invitado a debatir en el grupo de expertos de la
Comisión Europea, Unidad de los Estudios Avanzados. La catástrofe en
la Yugoslavia noroccidental era relativamente clara para que todo el
mundo la viera, pero ellos no tenían todavía la posibilidad de tomar una
posición sobre la crisis en Kosovo que se avecinaba. El nombre de la
organización era ahora UE, y algunos de los Directores Generales estaban
presentes en la sala. Estábamos sentados en torno a la vieja mesa de la
Comisión del periodo cuando la CE todavía tenía solamente 6 miembros.
El principio no podía haber sido peor. Uno de ellos llegó tarde, se
disculpó, diciendo que venía de las negociaciones entre la UE y Noruega
sobre la futura membresía noruega. La única cosa entre la situación
actual y la futura membresía era un nuevo referéndum. Lo miré y dije:

– Usted no ha estado negociado con Noruega, sino con el gobierno noruego.

- Pero en esta ocasión todo va a funcionar –dijo.

Yo respondí que en una democracia la gente decide lo que significa que


algo funcione, ahora como en 1972. Él abandonó la sala, y no regresó. Y
la gente decidió que no funcionaría.
La discusión sobre Yugoslavia estaba bien informada. Fueron
críticos hasta que llegó esa noche fatal entre el 14 y el 15 de Diciembre
de 1991 cuando el Ministro de Asuntos Exteriores alemán persuadió a los
demás a que le siguieran en su política de reconocimiento. Una tragedia.
Pero su interpretación fue diferente a la mía. Ellos dijeron que todo eso se
debía al hecho de que la CE no era una federación –Bundesstaat- con su
propia política, solamente una comunidad de Estados –Staatenbund- con
un estira y afloja en lugar de una política común acordada.

- Pero al final el resultado fue 12-0 a favor de la línea de Genscher –dije- y


comenzó siendo 1-11

- Sí –respondieron- sacrificamos Yugoslavia para poder tener una política común


de la CE. Pero esa línea resultó de la política de estira y afloja.

- ¿Cómo diferiría una genuina política exterior de la Unión Europea de esto? –


pregunté- ¿y quiénes eran sus especialistas en Yugoslavia esa noche?

240
Capítulo III.

Silencio…

Hubo un almuerzo. Los federalistas viven una vida bastante buena,


también cuando un pequeño Satán les hace una visita. Cada Primer
Ministro había consultado a sus propios especialistas en los bien conocidos
institutos gubernamentales en los viejos países coloniales, gente que no
había tenido la capacidad ni siquiera de predecir el fin de la Guerra Fría.
Pobre UE. Pobres de todos nosotros.
Estoy sentado en Kyoto revisando mi traducción de una gran
conferencia de la UE en Otoño de 1999, en Bruselas, sobre la integración
de Europa Occidental y la falta de integración en Asia Oriental. ¿Cómo
es posible? ¿Y cómo se deberían relacionar ambas regiones entre sí? Un
factor es por supuesto que los Estados Unidos querían que la Comunidad
Europea tuviera lugar, particularmente durante la Guerra Fría como un
muro contra el Comunismo, pero no la Comunidad de Asia Oriental.
Otro factor es que la integración se detuvo frente a las líneas de falla, y
hasta el momento eso ha creado una brecha entre Japón (shinto) y sus
vecinos que son confusionistas/budistas (que también se encuentran en
Japón, tal vez, algún día, sea la base común), Una tercera razón es la
existencia de organizaciones construyendo puentes a través de las líneas
de falla en Europa –OSCE- desafortunadamente sin ningún paralelo en
Asia Oriental hasta el momento. Todo esto cambiará cuando el destino
común de todos los imperios al fin alcancen a los Estados Unidos:
declive y caída.
En la sala había algunos funcionarios con recuerdos de reuniones
en búnkers en sótanos y reuniones posteriores escalando a través de
ventanas. Diluían todo con una sonrisa, apologéticamente, avergonzados.
Un par más entraron y salieron, entre ellos muchos de mis antiguos
estudiantes de un país de la UE u otro. Inteligentes, diligentes. Alababan
a su maestro de cabello blanco. La historia tiene una cierta tendencia a
alcanzar un círculo completo. Y la conferencia avanzó lento a través de
su pesada agenda.
Como de costumbre dije lo que quise decir, lo que sé y lo que
conozco, sin importar en dónde me encontraba. En la tarde hubo una cena
en un restaurante en la Grande Palace; la plaza que huele a genocidio en
el Congo “Belga” y un solitario Joseph Conrad peleando contra él. Yo
estaba tomando sopa con el Diablo, por supuesto, con una cuchara grande
–una maravillosa sopa y un Diablo muy encantador. Junto a mí había un
muy alto funcionario quien también, en alguna ocasión, había sido mi
estudiante.

241
Juan sin tierra

Él anunció durante los bocadillos de langosta que estaba trabajando


para un grupo de cooperación entre la UE y los países de Asia Oriental.
Estaban cortos de propuestas concretas: -Johan, tú siempre tienes muchas
propuestas, ¿tienes algo para nosotros? En el pequeño receso tuvo cinco
propuestas totalmente gratuitas –sus expertos, excesivamente caros, con
dificultad habrían llegado con tan solo una de ellas- mientras los meseros
limpiaban el campo de batalla tras el platillo principal, cepillando,
decorando, antes de que el postre reclamara toda nuestra atención. La paz
es el camino.

Japón: Japonismo

Avanzada la tarde observamos ese pequeño lugar, alejado. Habíamos


estado en Nikko en la mañana para permitir que la antigua montaña,
sakura, con los cerezos floreando allá arriba, extendiera nuestro gozo de
sakura. Habíamos caminado los muchos pasos a la tumba del gigante:
Shogun Leyasu Tokugawa, ahí arriba, entre los pinos que alcanzan el
paraíso –aquel que puso fin al imperialismo japonés en el Este “aislando”
al país. Una idea insoportable para Occidente, y al final los americanos
no fueron capaces de contenerse a sí mismos sino que tuvieron que
“abrir” el país. Y no tomó mucho a Japón aprender que el imperialismo
es el aspecto central de la Modernidad, algo que entonces practicaron por
todo Asia Oriental (Aunque, como sea, Occidente consideraba el
imperialismo como su monopolio). Habíamos leído todas las lápidas.
Habíamos absorbido toda la belleza.
El sendero era angosto, nos las arreglamos para escalar lentamente
las montañas que son la columna del Japón. Había luces brillando.
Cuerpo, mente y espíritu estaban ya absorbiendo la alegría que
anticipábamos, un onsen, la primavera, el baño con un ryokan, la clásica
posada japonesa. Y por encima de todo, muy buenos amigos.
La sala estaba preparada. Había ya 12 esteras tatami, un futon –
una cama plana. Damas enfundadas en kimonos pululaban alrededor.
Partimos separados, Fumiko a la sección de damas y yo a la sección de
caballeros de aquel balneario. Los buenos amigos nos esperaban. Los dos
caballeros y yo nos desvestimos, equipados con mini toallas colocadas
frente a lo que se tiene delante; tras haber disfrutado de una ducha, nos
bañamos y descendimos hacia el cálido lodo café.
Tres cabezas sobresalían, sonrojadas, satisfechas. La cortesía era
todavía como una capa extra sobre el lodo. Pero entonces las cosas se
aclararon, y nos aproximamos lentamente, de un modo muy japonés, al
tema de la tarde: políticas de paz. Ambos tenían muy altas posiciones y

242
Capítulo III.

estaban muy, muy cansados de la política servil de su país. Se necesitaba


algo nuevo. Pero ¿qué, cómo, quién, cuándo?
Nos refrescamos en la alberca, con agua tan clara como la primavera
misma, nadamos un poco afuera del edificio, a la intemperie, y bajo el
cielo de noche con estrellas que estaban apenas a un brazo de distancia.
Tan limpio era el aire. Nos enfundamos en los kimonos y nos dirigimos a
nuestras habitaciones. Las damas habían abordado el mismo tema.
La cena tenía veinte tiempos, la mayoría de ellos más bien
pequeños, incluso de corta duración. Colocas un pequeño pedazo de
sashimi entre tu lengua y el paladar, permítele quedarse ahí un rato,
permite que se absorba, de arriba y de abajo, permítete sentir cómo la
pieza se acerca al final –la lengua contra el paladar, nunca masticar,
ningún diente, respeto por la vida perdida, hasta que el pedazo lentamente
se hunde a su declive y caída. Los platillos que no son pequeños y que
duran más tiempo son meticulosamente divididos en bocados más
pequeños, todos los gustos adicionales deben disfrutarse por separado,
soya con el wasabi, un pequeño chorrito de mostaza ácida de vez en
cuando, y luego continúa del modo ya indicado. De forma no-violenta.
La tarde es muy buena para todos nosotros. Hay luces brillando
en el camino de la montaña. Los seis tenemos nuestros propios
compartimentos separados. La política acompaña a las comidas, no al
revés. Sake, el vino de arroz, es perfecto, lo tomamos caliente, sirviéndonos
los unos a los otros, nunca a nosotros mismos (los ojos de Fumi vigilan a
su “alcohólico marido”, el noruego que de momento se ha hecho parte de
una fiesta de cultura). El diálogo se ajusta a sí mismo a una pequeña
historia escrita en los platillos, a su ritmo. Sabemos cuando el último
platillo se aproxima, y el último kempai, el último brindis. La conversación
es tejida en torno a los platillos como una vieja, culta y sabia serpiente
que levanta su cabeza, con una incesante lengua juguetona en el momento en
que el último bocado abandona el tazón de arroz y entra en la boca.
Nosotros también nos levantamos, como una serpiente. Sabemos
lo que debe hacerse cuando el régimen, el régimen de los Estados
Unidos, lentamente, ¡oh tan lentamente!, siga a los otros imperios al
inmenso depósito de basura que tiene la historia para los de su tipo. No
estamos bajo ninguna ilusión de que eso será un proceso simple. Y
tampoco queremos imperios sucesores.
Nuestro sueño es simple: una verdadera globalización en donde
todos los géneros, las generaciones, las clases, las naciones y los Estados
participen con igualdad. Para un noruego que ha atravesado la Noruega
de Gerhardsen esto es fácil de imaginar; para los japoneses que fueron
criados en la ética samurai, muchos y muy audaces saltos son necesarios.

243
Juan sin tierra

Los sueños son inspirados por las estrellas sobre nosotros y por
las leyes ecológicas por debajo de nosotros: diversidad y simbiosis.
Dormimos profundamente.
El sol nos saluda la siguiente mañana invocando las memorias de
la Diosa del Sol, Amaterasu-o-mikami, la madre de todos los emperadores
japoneses, biológicamente, en otras palabras, incluyendo al atractivo
caballero de cabello gris que ahora ocupa discretamente el trono. Su
padre, el Emperador Showa (Hirohito), conducía a Japón a la catástrofe
con su pequeña cuadrilla de militares y nobleza después de que los
peleoneros Estados Unidos, tras la Primera Guerra Mundial, se las
arreglaron para reemplazar a Inglaterra –imperial aunque más culta-
como el contacto principal con Occidente.
Los Estados Unidos querían a Japón como un guardia contra el
maoísmo, y no tuvieron objeción al expansionismo japonés hacia el
occidente contra China, tal y como Inglaterra quería a la Alemania nazi
como un guardia contra el bolchevismo en la Unión Soviética, y no tuvo
ninguna objeción contra Hitler en Checoslovaquia. Ninguno de ellos era
pacifista. Eso era política del poder en su peor expresión, practicada por
políticos ignorantes y arrogantes. Y Alemania y Japón cometieron el mismo
error: fueron un paso demasiado lejos. Alemania atacó a Francia (Polonia
con dificultad habría sido el elemento decisivo); Japón atacó a los Estados
Unidos/Hawaii, cayendo en la trampa de la provocación estadounidense.
Ambos retaron a Gran Bretaña/Estados Unidos, angloamérica, no
solamente a la Unión Soviética/China. Y eso se convirtió en el principio
del fin, un paso demasiado lejos, en la dirección equivocada. Alemania
era de la opinión de que se encontraban protegidos por la Providencia
(algún tipo de mezcla entre Odin, el Dios nórdico, y el Dios cristiano) y
su representante en la Tierra, Hitler; Japón pensaba que estaba protegido
por la Diosa del Sol y su representante en la Tierra, el Emperador
Hirohito. Cuando terminó la guerra, las posiciones de Dios y su representante
estaban vacantes. Los Estados Unidos con facilidad ocuparon el puesto
de Dios, totalmente aceptados por dos pueblos completamente
agradecidos que habían sido traicionadas por sus propios dioses. Douglas
MacArthur tomó la posición de emperador con elegancia. En Alemania la
posición podía dejarse a un alemán –ellos no habían bombardeado a los
Estados Unidos directamente. Konrad Adenauer fue su nombre. Él tenía
un aprendiz, Helmut Kohl. Estas construcciones, fundadas en el
monoteísmo y el fascismo pero con el vencedor como el nuevo Dios,
necesitaban algún trabajo de legitimación. Los fundamentos más o menos
dudosos, crecieron como hongos, el dinero fluía, conferencias seguían a
conferencias en estos pilares de la hegemonía mundial de los Estados

244
Capítulo III.

Unidos. La principal resistencia vino como es natural de parte de los


estudiantes (antes de préstamos e hipotecas) y de parte de viejos
profesores (después de que los préstamos y las hipotecas hubiesen sido
pagados), en ambos países.
La primera vez que llegué a Japón como consultor para la
UNESCO en enero de 1968, nerviosos burócratas japoneses me dijeron
que por supuesto podía hablar con todos para comprender mejor Japón,
también con los comunistas, pero nunca con una organización con el
nombre de Soka Gakkai, “la organización para la creación de valor”. La
segunda vez fui como rapporteur de la OCDE. Daisaku Ikeda se había
convertido en el presidente de Soka Gakkai Internacional (ahora con 11-
12 millones de miembros en 156 países). La advertencia tenía un nombre.
Ninguna persona podría tener mejor propaganda. Sé lo que eso significa:
ésta es la plática de burócratas sobre alguien que no se quiere someter al
mito nacional en general, y a ellos en lo particular. Deben haber gastado
enormes cantidades de dinero en la policía encargada de vigilar solamente a
Soka Gakkai.
Ikeda y yo nos conocimos y escribimos un libro de diálogos
juntos, del mismo modo en que él lo había hecho con Arnold Toynbee,
Mijail Gorbachov y otros. Choose Peace es como se llamó, una simple
introducción a dos perspectivas sobre la paz, la suya y la mía, publicado
en diversas lenguas, entre ellas, el thai y el coreano. El budismo nichiren
no es exactamente mi línea, como tampoco lo es el recitar un mantra a
velocidad luz junto con otros, y ciertamente tampoco el inclinarse haciendo
reverencia frente a un altar de algún modo especial –el gohonzon. Me
definí como un muy entusiasta no-miembro. SGI más allá de cualquier
duda es un factor de paz con las mejores exhibiciones ambulantes sobre
los efectos de las armas atómicas en los derechos humanos en el mundo.
Por medio de la primera: cuando el Comité Olof Palme tuvo una reunión
en Tokyo, ellos decidieron hacer un viaje a Hiroshima. Los miembros
estadounidenses se rehusaron a participar, posiblemente más por vergüenza
que por patriotismo. Pero el asimiento se está aflojando, incluso ahí. El
día se aproxima.
Espero experimentar eso. He trabajado tanto en esa dirección:
Japón se disculpa por Pearl Harbor, Corea y Nanjing; los Estados Unidos
por Hiroshima/Nagasaki y por los crímenes contra los rojos, los cafés y
los negros. Cinco museos de holocaustos emergen. Serán duros con los
japoneses; ellos deseaban tanto ser modernos y occidentales. Pero
también venían tras su predecesor de leyasu, Hideyoshi Toyotomi, el
secuaz de Corea. En su cultura profunda hay tanto aislacionismo como un
muy pesado expansionismo.

245
Juan sin tierra

El Japón al que llegué era una impresionante pieza de ingeniería


social. El budismo mahayana dio a los japoneses un colectivismo con un
presupuesto ético común y todo el mundo compartiendo una responsabilidad,
para bien y para mal. En gran medida esto trascendió la contradicción
occidental entre trabajo y capital. El confusionismo les dio una fuerte
disciplina tanto en la punta como en la base de toda organización. La
contradicción que conocemos tan bien entre el capital y el Estado fue
trascendida en gran medida por el shintoismo: todo el mundo se unió en
la lucha por Japón, Inc. mano a mano. Y además de todo esto ese Japón
también trascendió la contradicción entre calidad basada en arduo trabajo
y cantidad basada en mucho capital, entre la producción artesanal y la
producción en masa, con chequeos intensivos y pruebas de cada producto.
Los autos que emergen recién acuñados de la línea de ensamblaje eran
separados y luego ensamblados de nuevo por supertrabajadores con un
alto sentido del detalle. El resultado fue la famosa tolerancia cero a los
defectos: muy alta calidad y perdurable calidad fiable.
Japón no solamente se recuperó de la derrota sino que triunfó con
productos inteligentes e innovadores que conquistaron el mundo en los
setenta y los ochenta. Los Estados Unidos tenían que pagar por ser su
Dios dándole acceso al mercado particular de Dios mismo, el mercado
estadounidense. El superavit comercial japonés alcanzó enormes (¡y
también desconocidas!) alturas; el capital luego exigió más capital, en
otras palabras conduciendo a la especulación. El centro de Tokyo tenía
un valor inmobiliario más alto que el de California, y esto se convirtió en
la famosa burbuja que finalmente estalló. Se compraron para sí mismos
íconos en los Estados Unidos como Hollywood y el Rockefeller Center.
En cada pequeño rincón del mundo las marcas japonesas podían ser
encontradas. Se hicieron sobre-confiados.
Como sea, la burbuja que estalló no fue el problema más grande
de Japón. En un análisis de 1982 especifiqué que Japón había trascendido
viejas contradicciones al costo de adquirir nuevas. Había trascendido
astutamente contradicciones internas entre trabajo y capital, pero a costa
de las mujeres, de la exclusión de grupos como los burakumin y los
ainus, y los coreanos que fueron traídos al país como trabajadores
esclavos. Luego estaban las víctimas de la política de bases conjuntas de
Tokyo-Washington: Okinawa. Subestimaron la posibilidad de un golpe
económico de los Estados Unidos, y subestimaron la competencia de los
países vecinos. Ellos tampoco comprendieron a plenitud que Dios era
totalmente capaz de mentir: los Estados Unidos hicieron con las armas
atómicas, y con Japón, exactamente lo que quisieron.

246
Capítulo III.

Los productos surcoreanos, taiwaneses y chinos eran de algún


modo, de menor calidad, pero eran mucho más bajos en precio. Los
Estados Unidos compraron el talento japonés, produciendo cientos de
libros inútiles sobre la administración japonesa. El punto no es que sean
empresarios listos. El punto reside en su habilidad para utilizar la
estructura y la cultura japonesa, y para producir trabajadores que recuerden
las cosas que se les enseñó en la escuela y puedan arrojarse a sí mismos
hacia el trabajo con enorme energía e identificación. Los Estados Unidos
exigieron que Japón importara bienes americanos, Japón capituló en el
sector del arroz y por eso perdió un bien irremplazable: autosuficiencia.
Dios=Estados Unidos puede en cualquier momento castigarlos con
dureza solamente mediante la hambruna.
En el libro escrito con Ikuro Anzai (en japonés) Is there a Crisis
in Japan? (1999) concluimos que el país puede tener la capacidad de
sobreponerse a la crisis económica. El 20% más bajo todavía vive
bastante bien; no sufren las escandalosas condiciones de los Estados
Unidos. Socialmente, una revolución silenciosa ha tenido lugar. En un
país confucionista que solía ser gobernado por varones mayores de un par
de universidades de élite, en Estado y capital, una vibrante sociedad civil
ha emergido con millones de mujeres listas y diligentes por todos lados –
desinteresadas en entrar en los clásicos matrimonios japoneses con
mucho poder en casa, pero no en el grueso de la sociedad.
Ésta es una crisis en el sistema de educación con estudiantes
simulando que estudian y profesores simulando que enseñan, entre otras
cosas, porque el entrenamiento real se consigue en el trabajo en una
relación maestro-aprendiz. Extrañamente las universidades están dedicadas
al alma, en lo que con frecuencia es un país lleno de sentimiento,
mientras que al mismo tiempo el aprendizaje está floreciendo fuera de los
centros oficiales de enseñanza.
Pero la mayor crisis en Japón es espiritual. La americanización,
con individualismo, capitalismo y una rápida desintegración de la
solidaridad y el respeto por aquellos que son mayores y que se
encuentran más encumbrados, contradice el confusionismo, el budismo y
el shintoismo en el alma de cada japonés. Las contradicciones son
demasiado agudas. Las mujeres toman esa transición mejor que los
hombres precisamente porque han sido tan reprimidas y por esa razón
solamente tienen cadenas que soltar. Todo Japón está discutiendo estos
asuntos todos los días. Probablemente se van a convertir en los maestros
de su propia situación.
Considerablemente más problemática es la situación internacional.
La expansión de la OTAN al Este por los Estados Unidos es muy bien

247
Juan sin tierra

conocida por todos los europeos; la expansión y profundización del


AMPO, el sistema japonés-estadounidense, también por los EEUU, es
conocido por todos en Japón. Tres países gigantes están siendo atrapados
con una pinza, China, Rusia e India, un hecho muy bien conocido por
este 40% de la humanidad. Las tensiones crecen cada día, principalmente
como resultado del movimiento de pinza estadounidense. El escepticismo
contra Japón es más alto que en cualquier otro momento exactamente en
la mismísima Asia Oriental que es a donde Japón pertenece, en una
comunidad cultural con un patrón extensivo de intercambio e historia
compartida para bien o para mal, pero no peor que el caso de la Europa
que fue capaz de crear la Comunidad y la Unión. Japón es demasiado un
peón en el juego de los Estados Unidos, y al mismo tiempo demasiado
extraño, también los japoneses para los Estados Unidos. Los japoneses se
arriesgan a ser rechazados por ambos después de que los Estados Unidos
les hayan presionado más allá del punto de quiebre.
El libro de Job se puede convertir en el libro de Japón.
El auto se mueve cuesta abajo. A lo lejos hay un resplandor del
lago nacional japonés. Al otro lado está Shikoku donde Fumi nació y
creció. El puente gigante, O-hashi, un puente suspendido con un palmo
(y un peaje) impresionante, es un placer para la vista. El tráfico crece
hasta hacerse bastante denso. Nos encontramos atascados. Solamente el
arte de la conversación nos mueve. Evítese la palabra “Yo”. No “yo soy
de la opinión de que...”, sino “existe una opinión sobre que...”. Todas
estas opiniones luego se encuentran en el auto, se escudriñan las unas a
las otras, procrean, creando bancos de opiniones. El jefe le pide a la
secretaria que las escriba todas en un pedazo de papel para su traducción
y evaluación en paz y en silencio en un lugar en el que los extraños no
tengan acceso. El minibus funciona de forma suprema como un laboratorio.
Es mejor de ese modo. Soy y sigo siendo un gaijin, un forastero.
Soy respetado “hasta el momento, pero no más allá”, y hay reciprocidad
en esto. Puedo encerrarme sin distracción en mi departamento en Kyoto y
disfrutar la estética en las montañas saturadas de historia al este y al
norte, el higashi-yama y el kita-yama. Yo estoy en ellas, ellas en mí. Y
todavía sé quién soy.

Universidades

Temprano, un domingo por la mañana. Tenía mi propia habitación en la


casa gigante para estudiantes (en ese tiempo), donde Claus-Otto y Katrin
gobernaban suavemente a una docena de estudiantes más. Sabía que algo

248
Capítulo III.

bueno se encontraba a la vuelta de la esquina. Intoxicado de alegría abrí


la ventana y absorbía la esencia de las lilas.
La Universität Witten-Herdecke (UWH, cerca de Dortmund) era
la primera universidad privada alemana y fui invitado por el Decano de la
Facultad de Economía a ofrecer conferencias sobre economía internacional,
y en estudios de paz y conflicto. En otras palabras, no economía neo-
clásica, sino alternativa, y por un periodo de 12-13 años regresé cada
semestre para un breve pero intensivo curso con estudiantes muy
dotados. Ofrecía también conferencias sobre teoría de las civilizaciones y
filosofía de la ciencia para estudiantes de todas las facultades. Studium
Generale es como los alemanes le llaman a eso. Como universitario, este
es mi mejor recuerdo sin ninguna duda y sin algo que se le acerque;
quisiera reflexionar sobre él y no en lo gris, la amargura, la mediocridad,
la mala administración, la lucha a muerte por posiciones, promociones,
dinero, salas, o por cualquier cosa más allá de la genuina curiosidad
intelectual. Muy difundido desafortunadamente.
Había un antecedente antroposófico en la UWH, no en el sentido
de que se suponía debíamos predicar con enseñanzas interesantes y
altamente complejas de Rudolf Steiner, sino en el sentido de que cerca
del 50% de los estudiantes tenían el antecedente escolar de Steiner.
Aprecié eso enormemente en cuanto a pedagogía, y sabía un poco de eso
por un buen amigo a lo largo de los difíciles años de la escuela
elemental/preparatoria, quien más tarde sería juez, Johannes Smit.
Andreas acudió a la escuela Steiner en Oslo, y he mantenido algún
contacto con ese buen ambiente.
Mi experiencia era que los pupilos de las escuelas Steiner se
graduaban, con todas las garantías en cuanto a conocimientos. Si yo les
preguntaba cuánto era 2 + 2, ellos ofrecerían respuestas del tipo “amarillo
claro”, posiblemente “C menor”. Querían bailar Pitágoras –este increíble
griego que se las arregló para que todo el mundo cantara c2 si alguien
entonaba a2 + b2. Euritmicamente, a la luz de las velas. Aprendían cuentos de
hadas rusos antes de los suyos propios. Pintaban todo, y más allá.
En breve, con frecuencia necesitaban un año extra para poderse
ajustar a la tiranía de la modernidad. Pero entonces las cosas comenzaron
a ocurrir:

- un enorme deseo de aprender, de leer, de convertirse también en parte del


conocimiento convencional y hacer ese conocimiento parte de sí mismos, no
solamente para un estúpido examen.

- una enorme delicia con el arte de todo tipo; tocaban instrumentos, cantaban,
dibujaban.

249
Juan sin tierra

- un considerable talento social, inteligencia social es como le llamamos ahora,


totalmente en control de ese intervalo entre la sumisa sonrisa y la confrontación
por enojo, con diálogo en lugar de debate, difícil para estudiantes más ordinarios
quienes con frecuencia piensan que, o aceptan todo, o rechazan todo.

- un talento político no satisfecho con la crítica, siempre buscando algo


constructivo, alternativo, algo nuevo que se pueda construir.

- un enorme placer de vivir - ¡simplemente estaban llenos de alegría!

No eran masas de estudiantes pasivos, y tampoco esa nube apática en el


fondo del salón, sino una impaciente preparación: ¿qué podemos leer
para prepararnos, Johan? ¡JOHAN!
Ese domingo teníamos un desayuno abierto para 30 estudiantes
en economía y medicina. El problema era algo muy querido para mí:
Paz:Violencia=¿Salud:Enfermedad? Por supuesto podía dar una
conferencia sobre eso. Pero no querían ser tratados tan mal. Querían pensar
por sí mismos, leer, discutir, estar presentes –pero a la luz de las velas,
con Bach en el fondo después de que uno de ellos hubiese tocado el
violín primero, con temas y pensamientos como secuencias en el aire y a
través del tiempo, brincando, meciéndose de tal forma que todo se
convirtiera en un todo y encontrara su expresión final, sí se lo merecía,
¡en champagne! Alrededor de las 12:00 del día. Catarsis.
Habíamos comenzado con las similitudes entre el cáncer y la
violencia estructural, con colonias de células creciendo a la expensa de
otras, habíamos revisado las metástasis y sus similitudes con las
corporaciones transnacionales y nos preguntamos a nosotros mismos qué
podía corresponder al sistema linfoide. Como hijo de médico, había leído
mucho material médico a lo largo de mi vida y podía seguirlo ajustando
hasta cierto punto, pero estaba en un problema cuando el páncreas
necesitaba encontrar a su homólogo en, sí, ¿en qué exactamente? Lo
disfrutábamos. Sé algo de las dificultades de hacer que los profesores
jueguen juegos de correspondencia intelectual. Toda intelectualidad
verdadera tiene un elemento de juego.
El verano de 1988 la Décima Conferencia en Estudios del Futuro
tuvo lugar en Beijing. Buenos amigos españoles habían estado fantaseando
por largo tiempo junto conmigo sobre un viaje trans-siberiano. Ésta era
nuestra oportunidad. Claus-Otto introdujo la UWH al cuadro, había
también un grupo italiano. Creo que ese fue mi viaje número 24 a la
Unión Soviética. Traje conmigo algo de literatura, fui de un compartimento a
otro y di conferencias en esta universidad sobre ruedas en el lenguaje del
compartimento –sobre la Unión Soviética y su próxima desaparición.
Éramos vigilados por el conductor cuyo nombre era Iván el Terrible.
250
Capítulo III.

Vendía agua caliente para té a un precio exorbitante y quería dinero para


permitirnos cargar nuestras computadoras. Tenía una tasa para todo:
USD$1. Lo último que vi de él fue en la frontera con China. Contaba un
fajo de billetes de USD$1, el más grande que he visto en mi vida.
Las ambiciones crecieron el año siguiente. Todo el mundo, por
avión, no por tren. Había dado conferencias sobre paz y conflicto, sobre
desarrollo y el futuro en muchos países. Los estudiantes querían verlo por
sí mismos. El resultado fue Peace Studies Around the World. 35 buenos
estudiantes de 10 países visitaron 20 países durante un periodo de 8
meses en 1989-1990, con estancias de entre dos y cuatro semanas en
algunos de ellos: Alemania, Israel / Palestina, India, China, Japón y
Hawaii. 270 conferencias. Todavía seguimos viviéndolo, incluyéndome.
Los estudiantes de UWH, particularmente Claus-Otto y Katrin,
organizaron todo y aprendieron enormemente sólo de ese trabajo. El fin
de la Guerra Fría se ajustó bien al programa de Octubre-Noviembre de
1989-1990.
Después de 1990 hicimos algunas excursiones en autobús a la
“economía en transición” en los antiguos países socialistas para poder
comprender qué ocurría de verdad y por qué, y para tener algunos
proyectos de cooperación. Los estudiantes organizaron, yo construí las
redes con profesores y otros.
Las universidades pueden ser así. Al final renuncié solamente
porque quería concentrarme completamente en TRANSCEND y me
distancié también de cuatro profesorados visitantes el mismo año, en
Tromsø, Kyoto, Washington y UWH. Solamente este último dolió. Todo
es posible cuando la frontera entre profesores y estudiantes puede
borrarse y la universidad es pequeña. En la reunión de despedida me
informaron que querían tener una placa en bronce: Johan Galung hat hier
gelehrt, “Johan Galtung enseñó aquí”. Gracias querido Decano Birger, no
tenían que hacerlo. Las palabras ya son lo suficientemente bellas.
Sé algo de universidades, y no solamente como elementos para
estudios organizacionales comparados, sino también para la investigación
en las culturas de profesores y las culturas de estudiantes. Pero preferiría
formular una pequeña conclusión: las universidades, del modo en que son
ahora, se dirigen al declive y a su caída. Tal como las escuelas necesitan
la amenaza de exámenes para poder mantener a los estudiantes. Pero las
amenazas por sí solas no pueden jamás crear devoción; el declive y la
caída es solamente una cuestión de tiempo.
En muchos lugares del mundo he tomado a mis estudiantes y los
he sacado del edificio, para que se sienten bajo un árbol para un
seminario: en la Universidad de Columbia, en Japón, en la UWH, en la

251
Juan sin tierra

India, en la Universidad de Hawai, etc. Inmensos edificios con


interminables corredores estrangulan la mente libre. El pensamiento libre
prospera en el espacio abierto, en casas pequeñas, viejas, desvencijadas,
en la innovadora arquitectura de Steiner. Conferenciar, Vorlesung, leer
frente a la gente, entró en desuso ya por Gutenberg. Los estudiantes son
frecuentemente capaces de leer, solos. Esto cuenta tal vez para el 50% de
lo que aprenden, el 40% lo pueden aprender en pequeños grupos de
discusión de estudiantes, y el profesor cuenta por tal vez el 10% si son
capaces de estimular el juego y el placer intelectual. Aprendizaje
horizontal con mucho material bueno, esa es la clave. Y sobre todo,
universidades pequeñas.
He conducido una gran cantidad de talleres a lo largo del mundo,
y ahora conducimos TRANSCEND University -presencial alrededor del
mundo, en linea, y además a bordo, en el crucero PeaceBoat (ver el
capítulo TRANSCEND). Prefiero estudiantes con algo de madurez y
experiencia profesional, coincidentemente las condiciones para entrar a la
UWH –la mayor parte de los estudiantes empiezan a estudiar antes de
entrar de manera formal. Y muchos de ellos sufren de la percepción crónica
de imágenes, de la experiencia sincrónica de la realidad como imágenes
llenas con detalles como aquellas con las que les alimenta la TV, no
como líneas diacrónicas que se pueden bosquejar a través del tiempo, en
cadenas causales, conclusiones lógicas. Pensar vs. Sentir. Necesitamos
ambas. Pero por el modo en que son ahora las cosas la habilidad de
pensar está siendo asesinada lentamente, y está siendo usurpada por la
habilidad de ver, escuchar, oler, degustar y sentir. Los sentidos están bien
ajustados al estilo posmoderno de vida, pero no muy bien ajustados a la
intelectualidad.
¿Una reacción de inconformidad de un viejo profesor al final de
su carrera? En lo más mínimo. Construir una alternativa es fácil, y la
alternativa es lo que emerge hoy. Pero también sé lo que está ocurriendo
cuando los estudiantes se hacen crecientemente evasivos, incapaces de
enfocar sus ojos, cuando son confrontados con cadenas de pensamiento
con más de dos elementos, incluyendo a Noruega. Los estudiantes llegan
tarde y se van temprano, caminan alrededor del auditorio con mochilas,
¿de verdad está esto en el currículum? se dibuja en sus caras. Un
desinterés general, una exigencia de ser entretenido, como en un niño
pequeño. Los profesores bajan el nivel de su presentación para mantener
el interés, sin mencionar que lo hacen también para conservar a los
estudiantes y su registro, el cordón umbilical para un contrato renovado.
Y ellos mismos permanecen en la universidad lo menos posible, prefieren
estar en línea, corriendo directo del auto a la conferencia y de regreso.

252
Capítulo III.

Lo que está emergiendo ahora son muchas pequeñas redes y


lugares de encuentro, Tecnologías de la Información, TI, cafés internet.
¿Qué tal una universidad por teléfono celular evitando la computadora? –
de todas formas pronto serán idénticos. Teléfono en grupo, por supuesto.
El auditorio es excelente para encuentros, pero también para quedarse
dormido. Yo mismo estoy experimentando con una combinación entre
encuentros intensivos presenciales y en línea con mucho estudio y
grupos de estudio, y con aprendizaje mutuo sistemático en la red. Se me
ocurre que pronto los centros comerciales tendrán salones de seminarios.
Lléguese a la gente ahí en donde se encuentre. Permítase fluir juntos a la
sociedad y a la universidad, eliminando toda distinción. Y podemos
escapar a la trampa de las universidades creciendo mucho más allá hacia
su tamaño máximo, abandonando cualquier tamaño óptimo.

El ciclo de vida político

- Quien no haya sido radical en su juventud no tiene un buen corazón, dicen por
ahí, esos caballeros ligeramente mayores que pueden haber bebido ligeramente
demasiado, agregando con astucia: y si no es un hombre conservador cuando
crece, entonces ¡no tiene buen cerebro!

Coincido en que es posible aprender un par de cosas mientras uno


envejece, o al menos, uno debería aprenderlas. Tal vez esto se puede
resumir en el yin-yang chino/daoista, una forma de pensamiento que los
chinos en principio tienen sin cargo y que nosotros, pobre gente en
Occidente, tenemos que descubrir cada uno por su parte. Las cosas
buenas se esconden en las malas que queremos abolir, y lo bueno que
tanto deseamos introducir puede esconder cosas malas en su seno. Si
somos ligeramente más refinados y vamos un paso más allá y decimos
que también puede haber algo bueno escondido en lo malo que se
encuentra en lo bueno, y lo bueno en lo malo puede también tener algo
dudoso escondido dentro. Pero en este punto comienza a hacerse
complicado. Más aún, no es tan obvio que la gente se hace más conservadora
con la edad. Lo que ocurre puede ser que simplemente capitulan, el
ejercicio llamado vida se hace demasiado difícil. Algunos se hacen
políticos simplemente porque no son capaces de ver las dificultades que
les aguardan, escondiéndose. Y a veces todo esto es para lo mejor.
Para el viejo conservador esto es el yin-yang en la práctica: había
buenos argumentos para lo viejo, y pueden haber malos argumentos para
lo nuevo. Extrapolando esto: sabemos lo que tenemos, incluyendo lo que
está mal con ello. Hemos aprendido a vivir con ello, pero no sabemos lo
que conseguiremos. Pero la consideración de cualquiera en todo el

253
Juan sin tierra

balance yin-yang depende de dónde te encuentras en la sociedad, en


dónde se encuentra tu sociedad en el mundo. ¿Vives en el lado soleado de
las sombras? Sin olvidar que existen sombras en el lado soleado y algo de
sol en las sombras.
Pero también veo algo más, por ejemplo en la generación de
1968. Estoy pensando en aquellos que tenían 25-30 en aquel entonces y
que ahora se encuentran en elevados puntos de sus carreras. Recuerdo lo
que decían, todas las grandes palabras, y los veo ahora, la mayoría
varones, bien colocados en el Estado y el capital alrededor del mundo.
Pilares de la sociedad. No todos ellos, pero algunos de ellos. ¿Qué
ocurrió? ¿Fue ésta una transición de vestir un suéter a sudar un traje lo
que finalmente penetró en el alma? ¿O viceversa?
Puede ser que este radicalismo tenía poco que ver con el corazón,
la solidaridad y la compasión para con los desposeídos, y mucho que ver
con el odio contra aquellos que se encontraban en la cumbre. El odio
tiene la tendencia a disolverse mientras la persona se desplaza hacia
arriba un par de pasos. La empatía puede hacernos sufrir una fracción del
sufrimiento de los granjeros vietnamitas cuando el napalm de Dow
Chemicals se pegó a sus cuerpos, quemando su piel, sus miembros. El
odio comienza a hervir cuando uno lee la entrevista con el gerente de la
empresa: solamente entregamos lo que el Pentágono ordenó para la
guerra de los Estados Unidos, para uno de los Auschwitzes de los
Estados Unidos. Uno de estos sentimientos no excluye al otro.
El problema es cuando el radicalismo es solamente una proyección
de la lucha de uno mismo para escalar a la luz, contra cualquiera que se
interponga en el camino, como padres, adultos en general, maestros, el
jefe en el Estado y el capital, los presidentes y presidentes de organizaciones.
La crisis de la pubertad es un paso en el camino de todos nosotros, y los
adultos astutos pueden convertir la crisis en una especie de entrenamiento
en revolución no-violenta. Pero la crisis no debería durar para siempre. Y
la ideología política debería fundarse en algo más sólido que una
pubertad de toda la vida que parece ser el destino de algunos.
Quien sea que crea que la vida es una conspiración contra él/ella
necesita consejería psicológica. Pero quien sea que olvida la injusticia de
la sociedad simplemente por su habilidad para hacer durar un nicho para
sí mismo/a, necesita urgentemente consejería política.
¿Dónde me ubico en todo esto? Había elementos de motín contra
lo que vi a mi alrededor, no contra mis padres, sino contra el ambiente.
Pero creo que la palabra que se convirtió en la línea guía para mí como
para otros tantos millones fue injusto, independientemente de si venía
como violencia directa, como represión comunista o explotación capitalista.

254
Capítulo III.

Y todavía lo es, incluso si no uso la palabra “justicia” en mis escritos


profesionales. Esa palabra con frecuencia sirve como un velo para la
violencia, como por ejemplo el cortar las cabezas de las personas con una
guillotina: au nom du peuple francais, justice est faite –“en el nombre del
pueblo frances, se ha hecho justicia”. Necesito otros conceptos, y los
encontré en violencia directa, estructural y cultural –y en paz- como guías
políticas.
Es casi como si la justicia, como quiera que se exprese, fuera una
especie de categoría kantiana, algo con lo que nacemos. Recuerdo cuando
la pequeña Irene de 5 años en el jardín de niños en Berlín llegó a casa con
unos amigos. Mientras estaban sentados en una esquina de la habitación,
conversando, había una palabra que empataba en referencia a nosotros
los padres con una frecuencia particularmente alta, ungerecht, injusto.
Solamente un muy pequeño estudio de caso para no sobrecargar al lector
con productos de investigación.
Pero ¿cómo sé cuando algo es injusto, incluso si tengo problemas
con la palabra “justicia”? Creo que vino en una etapa muy temprana,
siendo un adolescente, en dos formas: como desequilibrio (es injusto
cuando un buen trabajador solamente gana la mitad de la paga de un mal
académico, y una mujer inteligente solamente la mitad de esto) y miseria
(no debería ser el caso de que alguien está sufriendo en la base de la sociedad
mientras otros viven una vida con sobrexcedentes). Simple, importante.
Supongo que me mantengo por lo mismo hoy. Solamente lo he
abordado suficiente y me he enfocado en una forma particular de miseria:
la miseria que conduce a la muerte que es inaceptable, porque es evitable.
En el momento en que la estructura y la cultura son traídas a colación, y
somos capaces de mostrar que el desequilibrio está construido en la
estructura, y que la miseria, incluso la muerte, se produce por esa
estructura toda nuestra imagen cambia.
Y por encima y por debajo de todo esto está la cultura, diciéndonos
que la estructura que tenemos es buena, es cristiana, democrática, etc.
Eso conduce a la típica división tripartita: aquellos que no pueden
imaginar hacer algo porque sufren la injusticia tan bien que no les lastima
(traducción gratuita de un poeta noruego, Øverland); aquellos que
quieren hacer algo de trabajo aquí y allá a través de ayuda samaritana y
obsequios; y aquellos que quieren cambiar el sistema por completo. Yo
mismo siento un enorme orgullo al ser ciudadano de un país y de ser
cercano a un país que (mas allá de la política exterior) al menos en lo
esencial ha conseguido abolir la miseria en la base de la sociedad y ha
sido capaz de incrementar el salario de un trabajador sin menoscabar el
nivel de la academia, por ejemplo. Aquellos que se quejan de que la

255
Juan sin tierra

diferencia ha decrecido, los verdaderos y malcarados conservadores


egoístas de clase, muchos de ellos en la academia, no tuvieron mi
simpatía. Lo que me importó fue que el Estado de bienestar eliminó
muchas de las preocupaciones de la vida de la gente.
Pero fue el sistema internacional, la relación entre los Estados y
las naciones, lo que atrajo mi interés político. Los problemas eran los
mismos: guerra, represión, explotación. Luego otros problemas se agregaron,
como la anomia -la carencia de normas-, la atomización –disolución del
tejido social- en otras palabras, no una cultura y una estructura equivocada,
sino la falta de cultura y de estructura en la sociedad posmoderna. La idea
básica era la misma: menos desequilibrios (por ejemplo, en las grotescas
relaciones de intercambio entre productos de países en desarrollo con los
países desarrollados) y abolir la miseria (una miseria que solamente
empeora con cada día que pasa), no haciendo solamente sufrible el
sufrimiento.
La meta de la investigación de la paz no es solamente la
investigación, sino la paz también. Las políticas de paz. ¿Pero cómo
podríamos tener influencia política? Homo sapiens es también Homo
politicus, hacer política es un derecho humano también para los
investigadores. Un ciclo de vida político entonces se convierte en la
historia de una especie particular de ese género, en este caso, yo mismo.
Recuerdo la respuesta de Gunnar Myrdal justificando el Swedish
Peace Research Institute (SIPRI): producir tantos y tan buenos datos
sobre cuánto se gasta en carreras armamentistas para llegar al punto en
que la gente se enfurezca tanto que decida abolirlas por completo. Yo no
creo en eso en lo más mínimo, no veo razón para creer que la
investigación tenga que trabajar de ese modo. Para esto estaba yo
demasiado dedicado a la tesis de que ninguna conclusión en imperativo
puede seguir a premisas en indicativo (Duhem-Poincaré), no hay ninguna
conclusión directa entre lo que es y lo que debería ser. Se necesitan
premisas del tipo “dinero conduce a armamento ofensivo”, “armamento
ofensivo conduce a carreras armamentistas”, “carreras armamentistas
conducen a la guerra”, “la guerra es un crimen contra la humanidad, y
además una estupidez que debe y puede ser evitada localizando las raíces
del conflicto y resolviéndolo, replanteando el conflicto”. Por ejemplo.
Para todos los puntos en esta cadena hay objeciones importantes.
Una es respecto al fin: sí, la guerra es mala. Pero hay algo que es todavía
peor: perder una guerra, ser ocupado. Better Dead that Red, y cosas de
este tipo. En breve, se necesitaba una teoría, algo de lo que el SIPRI con
toda su astuta documentación se ha alejado como mejor ha podido

256
Capítulo III.

durante todos estos años, produciendo esos gruesos libros con un enfoque
equivocado.
Pero si todo termina con un imperativo, la implicación es que
alguien debe hacer algo. La pregunta es quién hace qué, dónde y cuándo,
cómo, por qué, para quién y contra quién. Del por qué se encarga la
teoría. Todas estas pequeñas palabras pueden resumirse en una palabra
más larga: práctica. La práctica de la paz es a la investigación de la paz lo
que la práctica médica es a la investigación de la medicina: cada una es la
precondición de la otra. Ambas deben prepararse políticamente.
Imagino que mi ciclo de vida político se hizo relativamente
típico para muchos de mi generación. Y también creo que otros se
dirigieron directamente a las últimas etapas sin pasar a través del rodeo
que ha sido mi destino, incluyendo los estudios universitarios como un
zigzag entre dos facultades. Después de mucha investigación hubo seis
fases en mi ciclo de vida político con la Guerra Fría como contexto, la
condición que marcó cerca de la mitad de mi vida –los cuarenta años de
1949 a 1989.
El punto de partida eran dos partes: Este-Oeste, y dos niveles:
gobierno-movimiento. Como ya se indicó, la investigación debe ser
independiente de ambos para ser sólida, lo que también significa útil,
aplicable. He aquí las seis fases:
Fase 1: Participación, asesoría a movimientos en el país de uno
mismo. Hubo mucho de esto en el primer momento. Algunos de los primeros
contactos, además de la objeción de conciencia y la War Resister´s
International fueron con la maravillosa Liga de Mujeres por la Paz y la
Libertad. Llegué utilizando el suéter que utilizaban los trabajadores en los
bosques del campo de objetores de conciencia. Una de ellas, mayor de
edad, tenía un equipo de primeros auxilios que blandía en mi dirección.
Eran profesoras de educación secundaria ya de edad avanzada muchas de
ellas y se comportaban como tales. Quien quiera que fuera el invitado a
ofrecer pláticas era también examinado para ver si él/ella sobrevivían a la
prueba. Era importante tener los códigos correctos. Gente maravillosa,
habían hecho su tarea, y conocían sus libros. La burguesía femenina en su
mejor expresión.
Problema: El camino desde las soluciones provenientes del
movimiento pacifista hacia la política gubernamental es largo y tortuoso.
Había urgencia en evitar la guerra nuclear. Pero los oídos del gobierno
estaban en la frecuencia trasatlántica, la Oficina de Asuntos Exteriores
Noruega era el escritorio en el que se transcribían las órdenes. Querían
pescar lo que la oposición quería decir para poder neutralizarlo en lugar

257
Juan sin tierra

de para aprender algo. La OTAN solamente se escuchaba a sí misma,


como es costumbre.
Fase II: Consejero para el gobierno de uno mismo. Hice eso, y
muchas gracias a mis amigos Arne Arnesen y Knut Frydenlund -quienes
más tarde se convertirían en representantes y ministros del exterior- por
su cooperación a principios de los sesenta. Se susurraron palabras en el
oído del príncipe en aquel tiempo.
Problemas de algún modo diferentes: Esto era totalmente anti-
democrático, desprovisto de cualquier diálogo con y entre otros. Además
éste era el oído equivocado, más interesantes eran los oídos en
Washington. Y ahí tenía yo un problema muy bien conocido también
para los gobiernos noruegos. Visto desde la cúspide del mundo, un
pequeño país como Noruega está por implicación habitado por gente muy
pequeña a la que se asigna correspondientemente oídos pequeños. Es
posible pasar de vez en cuando, pero ocurre muy rara vez.
Una posibilidad sería a través de partidos políticos, dentro del
partido del gobierno, o desde el exterior. Sabía algo del desequilibrio
entre el esfuerzo gigante detrás de la fundación del nuevo Partido Popular
Socialista SF/SV (de amigos como el profesor Guttorm Gjessing en
antropología, el profesor Per Maurseth, el historiador, y Finn Gustavsen,
el veterano político y periodista) y su mínimo efecto en las decisiones del
parlamento.
Había dos problemas de acuerdo con mi modo de pensar. El
sistema se las había ingeniado para evitar la democracia mediante la
definición de la política exterior como algo “por encima de los partidos”
–lo que en la práctica significa que se les entierre en la invisibilidad y la
obscuridad de una pocas oficinas gubernamentales. Definitivamente no
era algo celestial. Y además vino mi experiencia de políticos rojos y
verdes quienes se acercaban a aquellos que ejecutaban la política militar
y que por una serie de razones acababan atrapados por el sistema y que
finalmente terminaban –en Alemania como en Noruega, aburridamente
predecibles- bombardeando serbios, bien equipados con la característica
mediática del sistema, contra excelentes alternativas.
Fase III: Consultor para el gobierno del otro lado. Llegué
bastante alto, sentado junto con gente del politburó y otros políticos de
alto nivel en Rumania, en Polonia y en la Unión Soviética –estos últimos
estaban muy dispuestos a escuchar en los ochenta. Muy conocidos
americanos hicieron exactamente lo mismo. La lista negra de Washington, o
mejor aún, la lista roja. No hubo ningún avance ahí, así que fueron a
Moscú y aparecieron en televisión junto con los jefes soviéticos. Yo no

258
Capítulo III.

llegué tan lejos. Pero estuve bastante cerca, y pude sembrar semillas en
todo tipo de lugares.
El problema era y es el mismo: Exactamente tan anti-
democrático como la OTAN. ¿En dónde estaba el diálogo abierto? Esto
estaba y permanece como un susurro en los corredores.
Fase IV: Consultor para organizaciones gubernamentales. En la
práctica eso vino mucho de la UNESCO, océanos de reuniones, con
diálogos abiertos, Este-Occidente, Norte-Sur. Antes de que la Guerra Fría
hubiese terminado había sido consejero, “experto” para una docena de
organizaciones en las Naciones Unidas. El mejor periodo fue durante los
setenta. Las superpotencias estaban desmoralizadas, los Estados Unidos
después de que su fascismo en Vietnam fuese revelado por Daniel
Ellsbert; la Unión Soviética después de que su fascismo en los Gulags
fuera revelado por Solzhenitsyn. Las superpotencias se sentaban en sus
esquinas y se reconfortaban entre ellas. El punto más elevado para mí en
lo personal fue el bosquejo de la Declaración de Cocoyoc en una reunión
en México en 1974, organizada por la UNCTAD (Gamani Corea) y la
UNEP (Maurice Strong) y la denuncia de Kissinger por medio de un
cable que medía un par de pies. Todavía vale la pena leer la declaración.
Problema: Palabras, palabras, palabras. Y después de la Guerra
Fría los Estados Unidos se las arreglaron para controlar a las Naciones
Unidas al sacar de la jugada a la Unión Soviética, excepto en la
UNESCO en donde fueron tan estúpidos como para reducirse a sí
mismos al nivel de observadores. La ausencia de los Estados Unidos dio
a la cultura de la paz una oportunidad bajo el brillante Director General,
el español Federico Mayor, pero no más allá de eso.
Fase V: Participante y consejero de movimientos internacionales.
Si las fases previas fueron en los cincuenta, sesenta y setenta ahora
hemos llegado a los ochenta. Me encuentro por supuesto, por encima de
todo, pensando en el movimiento pacifista internacional. Incontables
reuniones y manifestaciones. Recuerdo alguna ocasión en algún lugar de
Alemania, fuera de unas antiguas barracas nazis que ahora se utilizaban
para hospedar a soldados americanos. Mi querido Robert Jungk y yo
estábamos ahí, hablando en contra de los misiles. De pronto un pequeño
pedazo de papel llegó por aire, aterrizando frente a nosotros y lo leímos.
“Estoy con ustedes”, decía, y estaba firmado “American G.I.” Debía de
haber habido muchos de ellos en el Ejército de los Estados Unidos, ese
esfuerzo gigante para esconder el desempleo americano mediante el
entrenamiento de las clases bajas de los Estados Unidos en el asesinato de
las clases bajas mundiales, y algunos otros, como soldados obedeciendo las

259
Juan sin tierra

órdenes de una clase superior, clase que se excluye a sí misma de


cualquier riesgo.
En el movimiento pacifista los ingleses y los americanos dominaban
porque todo ocurría en su idioma y de acuerdo a sus reglas en las
reuniones, pero también porque estaban muy bien preparados y tenían
muchas propuestas muy concretas. Bastante importante quién hace el
trabajo de pensar y escribir, y mucho del poder de los Estados Unidos en
el mundo deriva de ser mejores al momento de hacer la tarea.
Los escandinavos eran demasiado moralistas para ser concretos.
Los franceses estaban más preocupados en hablar francés y en intentar
que en las conferencias se hiciera lo mismo, y más que dispuestos a pagar
por traducciones. Los alemanes eran por mucho, los mejor preparados en
cuanto a análisis, pero con dificultad dijeron una palabra a fin de que no
se les viera como demasiado dominantes. Los italianos y los españoles
hicieron lo mejor que pudieron para saber qué es lo que estaba ocurriendo.
Por supuesto, hubo excepciones a todas estas reglas.
Recuerdo que mencioné esto a un amigo ministro del exterior en
un país de la OTAN, no de Noruega –Exactamente como las reuniones
de la OTAN, dijo- solamente con la diferencia de que en la OTAN los
británicos siempre coinciden con los americanos. Ésta es una cuestión de
culturas profundas nacionales escarbando túneles bajo las brechas entre
los gobiernos y los movimientos.
El movimiento pacifista fue un éxito precisamente porque era
transnacional. El punto de quiebre, el fin de la Guerra Fría, vino, de acuerdo
con mi forma de pensar, en la RDA con las manifestaciones del Lunes en
Leipzig, particularmente el 9 de Octubre de 1989 -hecho altamente
invisible por la propaganda occidental. Éste era el bando equivocado
(Oriente), la Alemania equivocada (Oriental), el actor equivocado (el
movimiento), el método equivocado (no-violencia), la gente equivocada
(objetores de conciencia, sacerdotes, verdes), el género equivocado
(mujeres). Difícil de asimilar para varones occidentales militarizados en
el gobierno. Pero algunas personas buenas pueden encontrarse en esos
sectores también.
Fase VI: Movimientos internacionales se convierten en actores
principales. La sociedad civil ha crecido enormemente y hoy juega un
papel político global, con los Estados Unidos como un antagonista
principal. Vamos a tener mucho más de esto, y tengo poca duda respecto
a en dónde me localizo. Lo que más me interesa es el movimiento como
un actor, no como un cabildero o como un grupo de presión. Esto por
supuesto está relacionado con mi escepticismo contra el sistema estatal
por completo. Ellos pueden arreglar la ley y el orden en su propio país,

260
Capítulo III.

incluso algo de la distribución económica, pero están muy mal equipados


para crear paz. Y sin el apoyo de los movimientos populares tampoco
funcionará domésticamente. Consecuentemente, una tarea principal es
hacerlos -a ellos y a uno mismo- más competentes. Es ahí en donde me
localizo ahora. Eso es lo que estoy haciendo –es por eso que hemos
construido TRANSCEND como una ONG de apoyo para otras ONG’s
que están haciendo este trabajo.
Hay un faro guía que tras algún tiempo me ha hecho más
consciente: Nunca hagas algo que no puedas deshacer. No tomes la vida,
no puedes recrearla, ni siquiera con ingeniería genética se puede recrear
ese ser humano. No extingas a las especies en la naturaleza. Y no hagas
tratados de paz del tipo del que se hizo en Versalles que no puedes
“deshacer” -¡Puedes haber cometido un error! Y –no es vergonzoso dar
la vuelta.
Esto significa que estoy a favor de muchas pequeñas propuestas,
no de La Gran Revolución que tiene con frecuencia el sello fatal de la
izquierda. La sociedad no es así. No podemos moverlo todo. La gente no
quiere eso, eso está también más allá de nuestro conocimiento posible.
Permítasenos experimentar a un nivel más modesto, con pequeños pasos
en un nivel modesto. Para describirme como un izquierdoso extremo,
“comunista”, revolucionario, etc, se necesita una gran cantidad de
ignorancia sobre ambos lados. Pero para algunas personas es suficiente
saber que siempre he sido escéptico sobre la política exterior estadounidense
para etiquetarme como comunista, amigo del terrorismo, etc.
¿Me he hecho más conservador conforme pasan los años? En lo
absoluto. Creo que con la edad me he deslizado continuamente de enfant
terrible a solamente terrible a los ojos de algunos. No estoy insistiendo
que soy todavía infantil. Pero he preservado el fuego interno y me he
protegido contra el desgaste al no entrar a ninguna carrera en el Estado o
el capital, sino apegándome a la amorfa y difusa sociedad civil. A veces
siento una ligera desesperación sobre lo poco que algunas personas han
entendido lo que ha ocurrido tras la Segunda Guerra Mundial y puede
que prefiera hablar con silencio. A veces esto se ha interpretado como
“Galtung se ha suavizado”.
En lo más mínimo. El silencio puede también significar que la
distancia, la brecha es demasiado inmensa, la construcción de puentes
exige demasiado tiempo. Y prefiero a los periodistas que están
interesados en el diagnóstico, el pronóstico y la terapia de conflictos
importantes y no en el diagnóstico de Galtung. No soy interesante; el
mundo es demasiado importante. Pero como sea, puedo ofrecer un poco
de autoanálisis como conclusión.

261
Juan sin tierra

Veamos las posiciones que he tomado (más serán presentadas


más adelante). Algunas no llegaron a nada, otras florecieron. Mi papel
fue como el del grano de arena en el bache. Alguien debe ir al frente y
tomar lo peor, decir algo primero de modo que x años más tarde todo el
mundo pueda decirlo. Estoy diseñado para ese trabajo, tengo algo de
intuición sobre qué es lo que trae el futuro en su seno, entre otras razones,
porque conozco algunas personas que están saboteando el futuro. En
incontables ocasiones he escuchado sobre el papel que estas visiones han
tenido para otros. Yo mismo no sólo me alimento de las ideas de otros,
sino también en mis nociones sobre los cursos de la historia.
Si ayuda el referirse a la fortaleza necesaria para hacer esto como
“arrogancia” que así sea. A esto llega una fe limitada en lo puramente
empírico. Esa sólida fe en datos atribuye demasiado peso al pasado en
tanto solamente el pasado ha producido datos. Quiero poner mi oído en el
suelo y escuchar a todas esas pequeñas fuerzas contra la locura americanista
(en estos momentos parece referírsele como “globalización”). Mucho de
esto es solitario: las intuiciones son subjetivas, los datos intersubjetivos.
Una comparación que aparece ahora y entonces (de Kenneth Boulding,
por ejemplo) con Picasso es correcta en dos puntos: un enorme placer en
el trabajo y porque él no pintaba de acuerdo con las reglas de la
democracia, sino que seguía sus propias reglas.
Pero luego están los puntos débiles, con frecuencia la gente está
más interesada en ellos.
Supongo que he dejado ir algunos temas un poco demasiado
rápido tras haberlos estirado, y he dejado a otros el llenado de los detalles.
He sido llevado en una ola de misión y llamado, pero también me he
retirado con rapidez de ahí en donde no hubo resultados. Y supongo que
me he susurrado “ese es su problema, no es mí problema”. En la otra
mano, ¿tal vez el papel de mariposa es inseminar, inspirar, no detenerse
demasiado en cada flor? La gente que me considera un “idealista” (de
ojos azules) evidentemente no ha podido descubrir al pragmático.
¿Soy tan megalomaniaco y paranoico como las grandes potencias
que describo con las mismas palabras? Si ese es el caso entonces se
encuentra relativamente bajo control. Y si escucho alguna crítica siempre
pregunto ¿Hay algo con eso? ¿Puedo aprender de eso? Y aprendo, pero
tal vez no siempre lo que los críticos quieren que aprenda. Mi trabajo es
encontrar algo nuevo en lo que ni él ni yo estuviésemos pensando.
TRASCENDER.

262
Capítulo III.

Jesús o Barrabás

Soy un investigador de la paz, un hombre y un noruego, en ese orden.


Este año la historia de pasión cae el 9 de Abril, un día indeleblemente
impreso en la mente de todos los noruegos como un día de violencia, el
inicio de la ocupación nazi-alemana de Noruega 1940-1945.
E incluso eso fue suave, ligero, relativamente hablando respecto
a lo que ocurre en el mundo hoy en día, después de que la Guerra Fría
desapareció súbitamente, y tantos Estados y naciones regresaron a sus
agendas violentas e inacabadas del pasado, con una carencia total de
preparación para la posibilidad de una paz por medios pacíficos. Obsérvense
todas esas fronteras rectas diseñadas por las potencias coloniales sin
consideración de los pueblos que vivían ahí, uno de ellos encontrándose
en medio. Irak y Kuwait. Irak tomó lo que no era de ellos el 2 de Agosto
de 1990: 180,000 militares y 130,000 civiles fueron asesinados durante la
Segunda Guerra del Golfo entre el 17 de Enero y el 28 de Febrero de
1991, y luego tenemos a 170,000 niños que murieron como resultado de
la guerra y de las sanciones económicas solamente en 1991. Más de
medio millón con aquellos asesinados por Irak, y luego el daño material.
Y por encima de todo eso: el odio, la sed de venganza. La Tercera Guerra
del Golfo llegó en Enero de este año. Y probablemente habrá más.
O tómese a los ex yugoslavos matándose entre sí, violándose,
brutalizándose entre cientos de miles, desplazándose como refugiados
por millones, y más odio que nunca, el ciclo eterno de la violencia que
genera violencia. O la ex Unión Soviética. O India. Y el sufrimiento en el
mundo pobre debido a brutales estructuras que privan a la gente común
de su vivienda. Sentimos un mundo profundamente sumergido en guerra,
en violencia, en sufrimiento, una humanidad primitiva. Pero también
sentimos el anhelo de la humanidad por la paz, tanto para el sentimiento
interno de estar correctos y en el sendero correcto, como para el sentimiento
externo de sentirnos a salvo y con seguridad. Y sentimos, en lo profundo,
que no hay una solución simple en ningún lado. Amamos la paz, decimos.
¿Pero tal vez también somos demasiado atraídos por la violencia, fascinados
por su drama? ¿Y estamos tan conflictuados por aquellos que nos exigen
paz que optamos por la violencia, particularmente en los medios de
comunicación, y cuando no nos está golpeando a nosotros?
“Qué pobre elección” podemos pensar, qué poco educado, qué
poco iluminadas son estas masas, permiten que Barrabás sea liberado y
crucifican a Jesús, el Cristo. Como hoy: la gente con dificultad presta
atención a las fuerzas de paz en la ex Yugoslavia, principalmente

263
Juan sin tierra

mujeres, pero están fascinadas con los ejércitos, los incontables Barrabás
masculinos dentro y fuera de Yugoslavia.
Algunos de ellos están en salones de conferencias mintiendo,
amenazando con más crucifixiones de personas torturadas, profundamente
atormentadas. Para aquellos que procuran traer buenas noticias y trabajan
no-violentamente por los milagros de la paz hay negligencia, desprecio,
desdén, duda, incluso un elemento de odio, como para el Príncipe de la
Paz, el Cristo.
¿Fue un juicio muy pobre ese Día de Pasión? En parte, pero tal
vez también algo más profundo. Una verdad oriental más allá de los
simplistas cortes occidentales entre bien y mal, paz y violencia, Jesús y
Barrabás. ¿Tal vez hay algo de Jesús en Barrabás y algo de Barrabás en
Jesús? Y puede haber paz en la violencia y violencia en la paz, sin
mencionar paz en el movimiento belicista y violencia en el movimiento
por las alternativas, el movimiento pacifista. Por supuesto hay límites
para este principio del yin-yang. Hay más paz en la paz, que violencia, de
otro modo habría sido violencia. Y hay más Jesús que Barrabás en Jesús,
de otro modo él habría sido Barrabás.
Pero permítasenos reflexionar. La paz es una promesa, pero también
un reto muy exigente, como mantener buena salud. Todos tenemos
nuestras inclinaciones hacia la violencia física y verbal. Pero también hay
mucha energía vital, coraje, sacrificio detrás de la agresión, no todo es
malo, y no es tan fácil encontrar salidas pacíficas a toda esa energía. La
violencia ofrece liberación a la tensión y algún tipo de paz interna al
perpetrador, particularmente cuando la víctima que sufre no se pueden
ver: el piloto que bombardea Irak o el artillero en las colinas de Sarajevo.
O la paz pasiva del holgazán, mirando la TV.
Y luego la violencia en el movimiento pacifista, similar a la que
condujo la ira de las masas en Jesús y les hizo preferir a Barrabás. El
movimiento pacifista se eleva a sí mismo a una posición de liderazgo
moral, exigiendo junto con Gandhi, no hay camino a la paz, la paz es el
camino. Paz por medios pacíficos dicen ellos, sin tolerancia para aquellos
que no creen en esto o que no saben cómo hacerlo. Hay voluntad en el
movimiento pacifista para alcanzar la paz con el Otro, pero no con su
propio gobierno.
Pero hay que tener cuidado aquí. No es que esa gente en el
movimiento pacifista o la sociedad civil en general sean necesariamente
mejores moralmente que aquella gente trabajando en el sistema estatal.
Pero éstos últimos tienen a su disposición ejércitos y como dicen: para
aquel que tiene un martillo, el mundo parece un clavo. El movimiento
pacifista ve problemas militares en todos lados. Para el movimiento

264
Capítulo III.

pacifista, como Jesús sin un ejército, el mundo es una oportunidad para


ejercitar la no-violencia.
Pero exigir el movimiento pacifista es un reto a las personas,
haciéndoles sentir incómodos, perturbados. Y luego el elemento de
autocomplacencia. Uno puede ser odiado, incluso ejecutado, por menos.
Tan solo piénsese en cuánto pidió Jesús a la gente en el Sermón de la
Montaña, Mateo 51. No eran cambios pequeños. Y también nótense las
muchas declaraciones violentas de Jesús, su forma de amenazar a
aquellos que no creían en él -Lucas 19:27- como el movimiento pacifista
reprendiendo al ejército. Barrabás tal vez nunca dijo algo como eso. Su
violencia era solamente física. Un hombre con el que era más fácil lidiar,
sin pretensiones, sin retos, deseando lo que todo el mundo quería: tesoros
en la Tierra antes que en el cielo. Un ladrón de nuestra parte, como los
militares que liberan nuestra violencia enclaustrada. Sus métodos eran
equivocados, su meta era aceptable. Con Jesús era a la inversa.
El movimiento pacifista incomoda a la gente. Así que la gente se
defiende a sí misma de formas obvias: burla, desprecio, “quiénes se creen
que son”, rechazo, marginación, cárcel, incluso ejecución, por alborotadores,
por traidores.
¡Pero si Jesús no hubiese sufrido no habría Cristiandad! Él tenía
que ser retado, puesto a prueba. ¿Tal vez esto también aplica a aquellos
que quieren abolir la guerra como una institución, el movimiento
pacifista? ¿Es ese su todo, en un mundo de sombrío destino?
Así que Jesús paga el precio, no solamente el sufrimiento físico,
sino también una soledad insoportable, un sentimiento muy bien
conocido por aquellos que luchan por la paz. Gandhi debe haber sentido
exactamente eso en sus momentos de mayor soledad, encarcelado por el
Imperio Romano de sus días, el Imperio Británico. Con frecuencia él
ayunaba solo con su dios, el Dios ecuménico gandhiano de todo lo
humano. Del mismo modo en que para Cristo el sufrimiento era un
instrumento de espiritualidad, él tenía el fortalecimiento del ahimsa, su fe
no solamente en la no-violencia como moral superior, sino también como
algo factible, posible, trabajable. Él veía su vida como “la historia de mis
experimentos con la verdad” como tituló su autobiografía. Con mucha
frecuencia, experimentos muy solitarios.
El colonialismo británico en India colapsó, y con ello el
colonialismo en todos lados. Hubo un progreso para las mujeres y los
parias. Gandhi retó a la cultura política occidental, como se vió con
Martin Luther King Jr. y en Europa el otoño de 1989. Al final fue
asesinado por haber retado la moral establecida y el orden social, no por
un criminal, y no por los británicos, sino por uno de los suyos, un hindú

265
Juan sin tierra

creyente, ortodoxo, probablemente similar a aquellos que exigieron la


ejecución de Jesús. Gandhi murió, solo.
¿Se siente martirizado el movimiento pacifista? Probablemente,
hasta cierto punto, y el sentimiento no es necesariamente tan malo. El ser
rechazado puede ser también considerado como una confirmación. Para
Jesús de Nazareth, los judíos -de quienes era el rey proclamado- tenían
todavía esperanza, pero habían sido confundidos por falsos profetas. ¿La
aceptación total de los gravemente equivocados habría sido una victoria?
¿No hay también algo dulce en ese vinagre y algún alivio en esa corona
de espinas? ¿Acaso no disfruta el movimiento pacifista, incluso un poco,
el ser rechazado? ¿Cómo reaccionaría si fuese cobijado al final, aceptado
por los medios de comunicación más reaccionarios y los ministerios del
exterior y los ejércitos? ¿Privados de ese sentimiento de autocomplacencia,
que viene estimulado por el ser olvidados en el frío?
Eli, eli, lama sabaktani –“Mi Dios, mi Dios, ¿por qué me has
abandonado?” Muy solitario, como en una cámara de tortura, Cristo en la
cruz, los romanos en el cadalso, una lenta ejecución por tortura para
incrementar el sufrimiento y asustar a los demás. Incluso Jesús el
Hombre, el Hijo, apelaba a su padre en el paraíso. Una relación entre dos
hombres, como es de esperarse en una religión patriarcal. María, la
Madre-Virgen con la sonrisa suave, no es mencionada. ¿Qué habría
pasado si Jesús hubiese exclamado “Mi Madre, mi Madre, por qué me
has abandonado?” Pero las madres no sacrifican a sus hijos.
Nosotros los humanos ordinarios no tenemos un padre tan
directo. Nacemos de una madre que nos cuida antes y después de nacer,
dando su vida por la nuestra. Fuera de la unidad y el compañerismo en la
madre, viene la separación y la soledad de la madre. La cercanía se ha
perdido, solamente para ser ganada de nuevo, como un sustituto, en los
brazos reconfortantes de la madre. Las niñas tienen más acceso que los
niños: el boleto de entrada está escrito en lágrimas, ¿por qué me has
abandonado?, exclamando a los cielos, significando nuestra madre,
nuestro origen, para ganar nuevamente unidad. Pero a los niños se les
niega ese boleto de entrada. Los niños no deben llorar. Los niños se
retiran, sollozan en soledad, encuentran su unidad en su soledad. Cierto,
buscan el regreso al punto de origen, al seno, pero solamente con una
pequeña parte de sus cuerpos, y con frecuencia con una fría distancia
incluso en los momentos más intensos de cercanía. Un doble lazo,
delicias, unión, venir a casa, y Angst, existencial, incluso odio a la madre
que no siempre está ahí. Transferido a todas las mujeres. A veces
terminando con la violación: ¡Puede gustarte o no, pero tu deber está aquí!

266
Capítulo III.

En el fondo de la sociedad, ahí abajo en el canal creado por


nuestra sociedad vertical esto es incluso más cierto todavía. Las familias
destrozadas, con poco o ningún amor en ninguna parte. Hombres privados
del amor y llenos de perdición, cortos de palabras y largos en cuanto a
disparos y violaciones, dos actos muy similares. No sean autocomplacientes
ahora buenos ciudadanos de países que no han sido golpeados por la
desfortuna de la ex Yugoslavia, por la tiranía de la historia; recuerden que
nosotros hicimos estas matanzas hace algunos siglos, especialistas como
somos en limpieza étnica. Y fueron traicionados por las élites en todo el
mundo, tan incapaces de poner una agenda de paz para sus países, para
sus regiones, para el mundo en lugar de la Guerra Fría perdida.
A pesar de todo, el milagro llegó a Europa y al mundo: otoño
1989. El mundo estaba resquebrajado, el muro entre Oriente y Occidente,
entre lo frío y lo cálido, lo obscuro y lo brillante. Se derrumbó a tumbos.
La Guerra Fría había terminado. La gente que había vivido como en una
prisión, como en sus propias tumbas, de pronto salió de entre las grietas,
a una ciudad de luces al otro lado del muro. Como un terremoto, un
terremoto político. La gente fue conmocionada por la incredulidad y
placer: un verdadero milagro político, dicen.
Y los fariseos políticos de nuestros días solamente podían decir
una cosa, que estaban tan impactados, ciegos por la luz, por lo
imprevisto: Nadie podría haber anticipado esto, dicen, una y otra vez,
sobre el milagro. Aquellos que llegaron a la tumba en donde habían
dejado el cuerpo inerte de Jesús probablemente dijeron lo mismo. Nadie
podría haber anticipado esto.
Y aún el milagro de otoño de 1989 no era tan difícil de explicar.
Los Estados y los estadistas, porque eran casi todos ellos varones con una
notable excepción, habían creado sus monstruos, en ambos lados del
muro; una sociedad planificada, cruel, totalitaria en un lado, máquinas
mortales nucleares en ambos lados. Se veían a sí mismos como los
sucesores de reyes y emperadores de la Gracia de Dios al punto en que
jugaban a ser dioses en sí mismos. Como Dios ,los ateos en Oriente
querían ser los proveedores de todo, ser omnipresentes y omnipotentes a
través de su policía estatal, omniscientes con su partido y su “socialismo
científico”, ser benevolentes dando por sentado que la gente se comportaba y
estaba de acuerdo en que todo esto era para su beneficio. Y el a veces
embriagado de deidad en Occidente, unidos por sus imitadores orientales,
queriendo hacerse a sí mismo el amo de toda la Creación, capaz de la
creación en reversa, revirtiendo la obra maestra de Dios, reduciéndonos a
todos a un desierto sin vida, con la excepción de algunas cucarachas.

267
Juan sin tierra

Los monstruos, el estalinismo y el nuclearismo prosperaban; los


funcionarios decían todo el tiempo: “Solamente hay que esperar un poco,
el comunismo y la paz se encuentran justo a la vuelta de la esquina ¡sean
pacientes!”.
Pero la gente no era paciente. De 1980 hacia adelante la reacción
fue masiva, los disidentes en el Este y el movimiento pacifista en todos
lados. No creían en sus líderes. Encontraron la situación absurda a pesar
de -o precisamente debido a- los discursos y las promesas respecto a que
la negativa de libertad conduciría a la libertad, y que el armamento
conduciría al desarme.
Y a lo largo de los ochenta –estamos hablando de algo muy
reciente- el movimiento de los disidentes y el movimiento pacifista
creció, y se hizo de millones, inspirados por gente como Lech Walesa,
Vaclav Havel y Andreij Sakharov en el Este, y Willy Brandt, Petra Kelly
y Gert Bastian en Occidente.
Y todavía se necesitaba un estadista, uno que entendiera que ésta
era la hora plástica en la historia humana, el momento en que la historia
era moldeable. Mijail Sergeyevich Gorbachov. Él vivía en el lado
equivocado del muro, allá a lo lejos. Intentó reducir el alcoholismo de su
gente, fracasó y cambió la historia mundial en su lugar. Él tomó el riesgo,
ese que permitió a una Alemania producir un Brandt y un movimiento
pacifista de millones que abandonó cualquier pensamiento de venganza.
Él era un catalista, no un estadista occidental cantando su típico: Nadie
podría haber anticipado esto, mostrando públicamente con ello su
impotencia e ignorancia.
Y todavía esos estadistas occidentales salieron bien librados a
pesar de haber planeado el exterminio de millones para defender sus
abstracciones. Aquellos que nunca los retaron porque eran los enemigos
de sus enemigos, los líderes disidentes en el Este, cosecharon el premio.
Pero Brandt muere en la segunda página de un diario conservador suizo.
Petra Kelly y Gert Bastian mueren en la soledad, independientemente de
si se trató de un doble suicidio o si fueron asesinados por alguien.
Gorbachov es rechazado por los suyos. Y Barrabás es electo presidente,
en el Este y también en Occidente; Yeltsin en el Este, Bush en Occidente.
Eli, Eli, lama sabaktani.
No, no, NO. ¡No es una buena noche! Necesitamos la luz de la
paz, el Príncipe de la Paz más que nunca. Tan solo piénsese en este
pequeño punto: incluso en los horrores de la ex Yugoslavia solamente el
4% de la población estaba realmente participando en la violencia, son
parte del movimiento violento por decirlo de algún modo, e incluso ésta
es una exageración. Si es así, 96% potencialmente se localizan en el otro

268
Capítulo III.

lado como parte de la anti-violencia, incluso la no-violencia activa. Que


no se divida la población en perpetradores y víctimas –ambos son
prisioneros del sistema de guerra y deben ser liberados.
Cada tren con refugiados, cada grupo en autobús, no es solamente
un acto del Buen Samaritano sino también un modo de prevenir que los
justos actúen, no-violentamente, sobre los injustos. No es tan fácil de
hacer. Pero ¿quién dijo que el milagro de 1989 fue sencillo? Y aún así
ocurrió. Al final, los movimientos consiguieron fortaleza y coraje y los
funcionarios del estalinismo y el nuclearismo se desmoralizaron lo
suficiente por su incapacidad de entregar libertad y paz.
La historia más dramática en Occidente, La Pasión, ha sido ahora
contada, ¡una historia tan profunda, tan rica, tan verdadera, tan válida en
todos los tiempos! Como un no-cristiano, sostengo el testimonio a la
insoportable luz de esa historia. Para la historia está ocurriendo todos los
días, Jesús es rechazado; Barrabás es liberado por todas partes. Ese coro,
esas masas, vulgares, sin educación; son los medios de comunicación de
nuestros tiempos, con algunas excepciones honorables, embriagadas de
violencia, disfrutan y venden cada gota de sangre, la subrayan, haciendo
a la gente creer que la violencia es normal, y hacen invisible el trabajo de
millones que buscan aliviar, calmar, sanar y acercar a las partes. Al mismo
tiempo se quejan, ¿dónde está el movimiento pacifista?, creyendo que su
única figura son las manifestaciones, preferentemente frente a sus cámaras.
La paz es una lucha cuesta arriba. Pero también era el camino al
Gólgata. Nunca, nunca te rindas. Rendirse es barato, como el pesimismo
y el cinismo. Apréndase de La Pasión, permítase a la pasión ser la luz que
brilla dentro de nosotros, no solamente frente a nosotros. Y nunca, nunca
caigas en la autocomplacencia. Todos somos del mismo tipo. Todos
tenemos a un Jesús y un Barrabás en nuestro interior.

269
CAPÍTULO IV.
EL MUNDO

Transcend

- Creativo –exclamó el presidente de Ecuador- muy creativo. En los muchos años


que he estado trabajando en nuestro problema fronterizo con Perú nadie había
sugerido esa solución, y hemos trabajado en esto por 54 años. El problema es
que es muy creativo, ¡llevará al menos 30 años a la gente acostumbrarse a una
solución tan inusual!

La escena ocurrió en Guatemala durante una cena celebrando la


conclusión de la conferencia en estudios de paz más grande de América
Latina en 1995, con 500 participantes, ministros del exterior y ex
presidentes (no exactamente lo que vemos en Europa / Estados Unidos).
Yo era el presidente de honor en la conferencia, y ofrecí un discurso en
honor del Presidente de Guatemala sobre la paz real en Guatemala. La
cena con el ex presidente ecuatoriano fue arreglada por mi amigo Luis
Alberto Padilla, quien tenía la esperanza de que algo saliera de ello.
Perú y Ecuador habían tenido cuatro guerras dede 1941, primero
sobre el petróleo del Amazonas, que ganó Perú, y luego tres guerras sobre en
dónde debería ubicarse la frontera en una elevada y difícil zona en los
Andes. Yo había trabajado en algo similar para una conferencia diplomática
en Chile en 1965, en una región todavía más difícil: Chile-Perú-Bolivia,
en donde Chile tomó territorio peruano y boliviano en 1878 con la
Guerra del Pacífico, y quitó a Bolivia su acceso al océano. Mi propuesta,
fundada en los muchos diálogos, fue una zona trilateral que los tres países
pudieran administrar de forma conjunta, con la internacionalización tanto
de Tacna como de Arica. De hecho, algo muy creativo para la mayoría de
la gente. Pero tarde o temprano van a llegar con algo de este tipo.
Juan sin tierra

Mi propuesta fue en esta ocasión una “zona binacional con un


parque natural”, con muchos detalles adicionales. El ex presidente
preguntaba e indagaba, el diálogo fue excelente. Al final quería saber de
dónde había yo sacado tales ideas.

- Escuchando lo que no se ha dicho –dije- usted y sus colegas están tan


convencidos de que cada kilómetro cuadrado de nuestro planeta debe estar en
posesión de un país y sólo de un país que ya ni siquiera lo mencionan. El
camino a la paz con frecuencia se abre al agitar un poco lo que parece evidente
en sí mismo, y que por este motivo permanece sin ser articulado.

Él dijo que tenían tres años, hasta 1998, para alcanzar un acuerdo.

Un poco después conduje ejercicios en transformación de conflictos para


embjadores y otros miembros de las delegaciones de las Naciones Unidas
en Ginebra –un grupo en inglés, uno en francés y uno en español. Entre
los muchos ejemplos sobre conflictos para los grupos de trabajo utilicé el
de Ecuador-Perú. Ni un solo embajador salió con esta propuesta. Estaban
entrenados en la organización de conferencias y en el dibujo de fronteras
ahí donde cascadas y rios pudiesen servir de acuerdo con el derecho
internacional. Pero no estaban entrenados en creatividad.
Pero el embajador de Ecuador encontro mi respuesta al ejercicio
“muy interesante” y me preguntó si podía hacer un viaje a Quito y
presentarla a sus jefes. -¿El Ministro de Asuntos Exteriores?- Pregunté
con ingenuidad –No, no, no, ¡los jefes! ¡Los generales! ¡Los almirantes!
¡El Estado Mayor!
Ahí estaban ellos, sentados en el auditorio de la Academia
Militar en Quito el 5 de Junio de 1998. Me había entrenado un poco en el
peculiar, bello, español que hablan ahí en las montañas de los Andes, y
presenté la propuesta, esta vez, con muchos detalles y muchos signos de
interrogación también. El diálogo fue de entre los mejores, buscando por
todos los rincones; ningún debate para convencer.
El tercer acto de este pequeño drama de paz tuvo lugar en mi
oficina en Kyoto a principios del mismo otoño. Sabía que las negociaciones
estaban teniendo lugar, les daba seguimiento en el Japan Times. Y ahí
estaba escrito que Ecuador había propuesto una “zona binacional con un
parque natural”, y que Perú estaba muy interesado, y que un acuerdo de
paz podía firmarse en la siguiente semana. Y así fue. Los 30 años se
convirtieron en la práctica en tres años.
Hay ahora diversos ejemplos de que el método TRANSCEND
está funcionando. Ésta no es la aproximación tradicional, conjuntando a
las partes en torno a una mesa, cuando están llenas de odio y cuando no

272
Capítulo IV.

están preparadas -en lo más mínimo- para negociar un compromiso que


no dejará satisfecho a ninguno de los dos. La “mesamanía” es un error
que ocurre con frecuencia y que cometen los diplomáticos. Atora el conflicto
en el punto de partida escogido por las partes, y como dijo el Maestro:
“Ahí donde el punto de partida está en su momento más disparatado, el
resultado se localizará con frecuencia en su punto más original”. Y él no
decía esto como un cumplido. Nadie es creativo teniendo a su más
profundo antagonista a 40 centímetros de distancia.
Lo que se necesita es cambiar el punto de partida y eso se hace
mejor a través de profundos diálogos empáticos con la partes, una a la
vez, para llegar a un salto cuántico mental que puede hacer posible el
trabajo no-violento por soluciones creativas. En lugar de tener a hombres
mayores haciendo que los jóvenes se maten entre sí y maten a otros, por
su incapacidad creativa y no-violenta, las partes ahora tienen de pronto
otro problema: ¿Cómo vamos a administrar una zona binacional? Esto es
lo que llamamos transformar el conflicto. Y ese salto a otro ángulo en la
forma de ver un problema es lo que llamamos trascender, ir más allá, no
hacia atrás, ni evadir ni soslayar el problema, como nos alienta “Bøygen”
a hacerlo en el Peer Gynt de Ibsen.
La propuesta de transformación a través de la trascendencia será
entonces el tema para la siguiente ronda de diálogos y de ahí hacia
adelante. El lector interesado puede encontrar algunos resultados en
diagnóstico-pronóstico-terapia en cerca de 50 conflictos en nuestro sitio
www.transcend.org. y en el libro Searching for Peace.8
Jon Ebersole, que en aquel entonces trabajaba en las Naciones
Unidas, estuvo por algún tiempo interesado en conocer más del método,
y lo que resultó fue el contrato más importante que había tenido con la
ONU: producir el primer manual en trabajo de conflictos para la
organización. Estamos hablando de habilidades en situaciones concretas,
no solamente sobre conocimiento; sobre ejercicios, no solamente sobre
lectura. El manual existe en una mini-versión de cuarenta páginas en
veinte idiomas, y en una maxi-versión de 200 páginas9 en cinco idiomas.
Una serie de manuales ya está en camino; periodismo de paz10 y
reconciliación están ya disponibles.
Pero ésta es una autobiografía, no un libro de texto en estudios de
paz y conflicto (tales libros ya están en camino también, primero en
noruego, manténganse al pendiente).
8
Galtung, J. Et. Al. Searching for peace. London, Pluto press. 2002. 320 pp.
9
Galtung, J. Conflict transformation by peaceful means. UNDP. Geneva, 2000. 200 pp.
10
Galtung J. et al. Reporteando conflictos: Una introducción al periodismo de paz.
Transcend/Ariete. México, 2006. 271 pp.

273
Juan sin tierra

¿Cómo comenzó todo? La respuesta es con un deseo muy


intenso y un número de circunstancias afortunadas. Ocurre que un joven
muchacho completamente fascinado con Gandhi quería traducir esa
teoría en práctica. Un rechazo no-violento a realizar un servicio civil
alternativo, y un servicio en trabajos forzados, tuvieron como consecuencia
una estancia en prisión. La meta era dar a ese servicio civil un contenido
de paz. Este rechazo fue el hijo genuino de un simple problema: el
derecho de los objetores de conciencia a trabajar por la paz, y por un
método: no-violencia.
Pero detrás de eso había asuntos importantes: el conflicto Este-
Oeste con suficiente locura nuclear para acabarnos a todos. A través del
estalinismo, el sufrimiento fue impuesto a los pueblos en el Este, y a
través del imperialismo a los pueblos en el Sur. Con frecuencia las
propuestas se encontraban muy adelantadas a la teoría. La meta de la
investigación de la paz no solamente es la investigación. La meta es la
paz. Pero ¿cómo, cuándo, dónde, qué?
Siendo un joven profesor asistente en la Universidad de Columbia
en Nueva York quería contacto con algo más pequeño, como el conflicto
sobre la segregación en el sistema escolar en los estados del sur. Nuestro
famoso gurú -el profesor Otto Klineberg- sirvió como contacto con un
importante pueblo en Virginia, Charlottesville, el pueblo de Thomas
Jefferson, un ícono. El Ku Klux Klan ya había quemado una cruz. La
gente temía la violencia que podía golpearles y que además podía
impactar la buena reputación del pueblo. Los tres grupos se confrontaban
entre sí, los integracionistas blancos, los segregacionistas blancos y los
negros. Los integracionistas tendían a ser inmigrantes, aparte de una
mujer que Ingrid y yo jamás olvidaremos: la impresionante Sarah Patton
Boyle, FFV, First Families of Virginia, y una pariente cercana del
conocido general del fin de la Segunda Guerra Mundial. La cruz había
ardido afuera de su ventana. El odio contra ella, la traidora a su clase, a su
raza, crecía. Ella se mantuvo firme cuando otros se acobardaron.
Condujimos con otros estudiantes de doctorado desde Nueva
York, entrevistamos a un gran número de personas para hacer un análisis
de algunos posibles cambios de actitud. Éste era el diagnóstico, y algún
pronóstico, sin pensamiento alguno de hacer algo de terapia. Éramos tan
cientificos como los médicos que envían a sus pacientes a sus casas tras
un examen, agradeciendo por los datos, pero sin ningún ánimo de
intervención para aliviar el dolor, el sufrimiento, la ansiedad.
Después de casi mil entrevistas se hizo bastante claro que teníamos
más conocimiento del conflicto que el alguacil o el alcalde, que sabíamos
que incluso si la mayor parte de las personas tenían miedo a la violencia,

274
Capítulo IV.

muy pocas de ellas estaban listas para cometerla, y que las soluciones que
podían ser relativamente aceptables para todos estaban ahí para que
cualquiera las descubriera. Una revisión desde afuera y desde arriba fue
de mucha ayuda. Tras una noche llena de dudas persistentes, entré al
conflicto en lugar de escribir un libro sobre él; en aquel entonces estos
dos modos de acción eran incompatibles. Primera página en el
Washington Post por primera y última vez, me temo, y una carta de
agradecimiento de ciudadanos agradecidos. El deseo había tomado forma
en una situación muy concreta, el papel a desempeñar vino más o menos
por sí mismo.
Pero nunca olvidaré la Navidad de 1971: Fumi y yo, con Fredrik
bebé, llegamos a saludar al nuevo Charlottesville. Nuestro primer
objetivo fue el sacerdote negro con quien había estado trabajando. Henry
Mitchell se sentó afuera de su pequeña iglesia en la Calle 10 y me
reconoció a la distancia: -Dr. Galtung ¡Ha regresado usted! ¡Ganamos!
No solamente estan nuestros hijos e hijas junto con los blancos en la más
importante de todas las escuelas, sino que ayer en la tarde todos ¡salieron
y recolectaron dinero para comprar regalos de Navidad para nuestros
chicos en Vietnam!
Vaya, vaya. Es posible comprar la salida de un conflicto pagando
el precio de otro conflicto. El motivo por el que habíamos hecho todo ese
trabajo no era tratar de crear alegría interracial en Navidad como un
adorno en torno al asesinato de campesinos asiáticos pobres. Como el
daoismo nos enseña, nuevas contradicciones se alinean todo el tiempo
para poder llegar al escenario principal. O, como se escribe en los cruces
de las vías de tren franceses: Un train peut en cacher un autre - “Un tren
puede ocultar otro”.
Pero el sendero paralelo al sendero de la teoría –el sendero de la
práctica- ahora había sido abierto. Desde entonces he estado viajando en
ambos, con el punto de gravedad cambiando lentamente hacia el más
importante y más difícil camino de la práctica. Pero fue solamente en
1993 que fundé una ONG (Organización No-Gubernamental):
TRANSCEND, para la resolución de conflictos. ¿Por qué espere tanto?
Porque no consideraba tener la suficiente experiencia en manejo de
conflictos y paz en la fórmula “investigación en paz y conflictos” de
Enero de 1959. Y supongo que también estaba esperando alguna señal de
que todo el trabajo de conflictos en el que me había involucrado había
tenido algún impacto.
Una oportunidad única llegó cuando una personalidad en el
Consejo de Europa, Nicholas Sombart, en 1966 me pidió que hiciera un
estudio sobre cómo los países en la Guerra Fría veían el futuro. Tenían

275
Juan sin tierra

poco dinero, de haber tenido más, la aproximación habría sido


probablemente un estudio de opinión pública tradicional en muchos
países, y el método TRANSCEND habría tenido que esperar algunos años
para su formulación. En lugar de una muestra, el diálogo se convirtió en
la aproximación, sobre las predicciones y las posibilidades de cooperación,
pero solamente con una persona en cada país: el jefe del departamento
político en el Ministerio de Asuntos Exteriores. Pero entonces, había que
realizarlo en tantos países como fuera posible. Treinta en Europa y dos en
América del Norte, y tuve diálogos en 19 de esos 32 países durante el
verano de 1967.
En Washington el diálogo fue con Zbigniew Brzezinski, en
Moscú con Jurij Vorontsov. Ambos de ellos eran estadistas formidables
en relaciones exteriores, para bien o para mal. El nivel de los diecinueve
era, por supuesto, desigual. Las respuestas más interesantes vinieron de
los países miembros del Tratado del Pacto de Varsovia fuera de la Unión
Soviética. Habían pensado mucho sobre el futuro, sabían que querían
paz, independencia y cooperación, y estaban menos encadenados al
pensamiento de Moscú que la gente de la OTAN al pensamiento de
Washington. Esto era de esperarse por la simple razón de que el Ejército
de los Estados Unidos llegó como liberador en Occidente y el Ejército
Rojo llegó como una ocupación en los muchos países ejes en el Este (y
además de eso en Polonia). Tres pequeños descubrimientos me
impresionaron mucho, trivialidades para gente más experimentada, pero
nuevo e importante para mí.
El primero fue cómo personalidades públicas tan conocidas
podían dar la impresión de ser severas, inimaginativas, casi estúpidas
cuando aparecían en público, en cambio podían hacerse encantadoras,
imaginativas y altamente dotadas cuando se encontraban solas con sólo
una o dos personas presentes. Es increíble el efecto que puede tener el no
estar actuando para el auditorio.
El segundo fue la diferencia entre diálogo y debate. Yo me había
preparado muy bien, por supuesto, para el tema general y para el país en
el que me encontraba. Nunca discutí, solamente colocaba preguntas (hoy
diría: para liberar su creatividad y la mía también). Mi tarea era entender
su mundo desde dentro, no tener un duelo verbal para tratar de
convencerlos de esto o lo otro, ni engancharme en esa muy elevada forma
socrática de camuflar un debate como diálogo.
El tercero fue la experiencia de Charlottesville otra vez: de
pronto ahí estaba, a principios de otoño de 1967, con más perspicacia en
sus perspicacias que todos los demás; y también supongo que mejor que
la NSA/CIA porque ellos no hacen preguntas, sino que solamente se

276
Capítulo IV.

escabullen buscando gente a la cual escuchar. Yo coloqué sus mapas de


la realidad sobre cada uno como lo podría hacer uno con muchas
partituras, algunas de ellas para un solo instrumento, algunas más,
mostrando solamente un tono, para poder encontrar una tonada, un tema,
o al menos un tono que pudiese ajustar a todos.
Sobre este salto mucho puede decirse. Palabras como intuición,
arte, creatividad, más que investigación me vienen a la mente. Pero es
también ir un poco demasiado lejos. Antes que todo, tales ideas también
pueden ser parte del equipaje profesional. De aquí que siempre he
recomendado un mínimo de 500 buenos ejemplos de transformaciones de
conflicto exitosas como parte del equipaje de cualquier buen trabajador
de conflictos. “Eso me recuerda a... ¿podría ser ésta una idea?” Todos los
conflictos son únicos y todos los conflictos tienen algo en común con
otros conflictos, tal como las enfermedades de los seres humanos. Y la
creatividad es algo que uno puede aprender. Hay fórmulas generales, y
esto es por supuesto parte del currículum de los principales cursos de
entrenamiento de TRANSCEND alrededor del mundo.
De estos diálogos durante la Guerra Fría vino la idea: una
Comisión de Seguridad de las Naciones Unidas para Europa, en la que
todas las partes pudieran sentarse juntas y discutir sus problemas en lugar
de estar planeando la destrucción nuclear en masa. Un reporte fue
concluido, y el trabajo continuó la primavera siguiente en el PRIO con el
muy agradable y muy brillante Sverre Lodgaard como asistente.
A principios de Mayo de 1968 el reporte fue discutido en una
reunión parlamentaria en el Consejo de Europa. Yo me encontraba arriba
en la galería y tuve que ahogarme con mi propia risa cuando un muy
conservador vocero francés en el comité dijo:

- Un Sr. Galtung propone que deberíamos sentarnos con los comunistas y discutir
los problemas. Yo tengo el siguiente comentario: ¡Quien sea que proponga algo
así es en sí mismo un comunista!

Este tipo de gente está en todos lados. Los conocía bastante bien en mi
propio país. Las cosas se movían con mayor suavidad en la Comunidad
Europea Occidental, y en otras partes.
Pero el asunto importante ocurrió en Praga. El reporte había sido
por supuesto enviado a todos los diecinueve con mi gratitud y a muchos
otros, y decepcioné a algunos al decirles que no había un anexo confidencial
sólo para ellos (mi tarea es abrir la investigación, no tratar de engañar a la
gente). Esto me allanó el camino para invitaciones de oficinas de asuntos
exteriores en algunos países y/o a las instituciones de investigación

277
Juan sin tierra

oficialmente financiadas que viven fuera de la investigación pública por


comisión (con resultados altamente predecibles).
En Praga presenté el contenido del reporte frente a cerca de
setenta personas del Ministerio de Asuntos Exteriores y otros, enfatizando
particularmente la Comisión de Seguridad. El Ministro de Asuntos
Exteriores dijo que la idea era excelente, pero agregó que “el momento
no es lo suficientemente maduro”. Él sentía lo que venía (la invasión
soviética de Agosto de 1968) y se convirtió él mismo en un refugiado en
París. En la otra mano creo firmemente en Gandhi y su tesis de que el
tiempo siempre es el adecuado, que el lugar es aquí y que el momento es
ahora, y en que la persona que debe hacer algo eres tú, yo, nosotros. Pero
algunos piensan que están certificados para expedir certificaciones sobre
el grado de madurez del tiempo, maduro/no maduro (elimine aquello que
no se ajuste bien). Pero aparte de eso Antonín Snejdarek fue un gran hombre.
Al fondo de la sala había un hombre joven al cual no ví, hay un
límite para el número de personas a las que uno puede poner atención.
Así que permítasenos dar un brinco de 25 años en el tiempo al 3 Febrero
de 1993, y en el espacio a Luxemburgo. Había una conferencia sobre el
mundo tras la Guerra Fría. El primer orador fue Samuel Huntington con
una presentación de su bien conocido, y mal titulado libro, The Clash of
Civilizations. El artículo y el libro no hablan de cultura y civilización en
lo más mínimo, no hay ningún análisis de cultura. Es sobre regiones, y
como tal, era un análisis de ciencia política tradicional con la típica danza
de conceptos cansados y ninguna solución. Soluciones, esa era mi tarea
como el segundo orador. Después de eso vino un champagne horrible, y
un hombre alto se me aproximó:

- Jaroslav Sidevy –dijo- Embajador de la República Checa en París. Usted no me


conoce profesor Galtung, y usted no es fácil de encontrar, pero tengo algo que
decirle que creo que le puede interesar. Hace muchos años usted ofreció una
charla en el Ministerio de Asuntos Exteriores en Praga, yo era un joven asistente
en aquel entonces y me encontraba sentado en el fondo de la sala. Usted
presentó una propuesta para una Comisión de Seguridad de Naciones Unidas en
Europa y el Ministro de Asuntos Exteriores dijo que el momento no era lo
suficientemente maduro. Después de eso vino la primavera de 1968 en Praga,
yo era un disidente y tras la invasión fui enviado al campo, como Dubcek. Yo
era un profesor, y esto duró hasta el final de la Guerra Fría en 1989. En aquel
entonces los comunistas fueron barridos y fui llamado al Ministerio de Asuntos
Exteriores como ministro en funciones.
El equipo era pequeño. Pero teníamos en los hechos sólo un
problema. ¡Y ese era conseguir que las tropas soviéticas que llegaron en Agosto
de 1968 se retiraran del país! Así que escribimos una carta a Eduard
Shevardnadse, el Ministro de Asuntos Exteriores Soviético: “Por favor retire sus
tropas de nuestro país”. La respuesta fue una decepción: “No, queremos

278
Capítulo IV.

modernizar el Tratado de Varsovia, la Unión Soviética se hará menos


dominante, habrá más diálogo, más democracia”.
Tuvimos una reunión de crisis y dije: “¿Tal vez el tiempo es maduro
para el Plan Galtung de 1967?”.
Encontramos el plan en los archivos, lo enviamos a Shervardnadse, y
tuvimos una respuesta: “El plan es excelente, llego la próxima semana”.
Llegó y dijo que lo que le importaba era un “sistema sucesor” a la
Guerra Fría, no alianzas militares. Si había la posibilidad de discutir los
problemas y tomar las decisiones de forma conjunta, eso sería mucho mejor.
Estuvimos de acuerdo en que debía sacar sus tropas y que este “plan sucesor”
podía ser una posición común en las negociaciones de París en otoño de 1990,
las negociaciones que marcarían el fin de la Guerra Fría.
Y así fue. Las tropas fueron retiradas, y los comunicados fueron en
esa dirección. –Usted, profesor Galtung, fue el padre de esta idea, y yo fui su
ejecutor –dijo.

No hay duda de que el champagne luxemburgués sabe mejor. Incluso los


cacahuates salados adquieren un cierto encanto.
Por supuesto miles han estado hablando de tales cosas. Finlandia
había arreglado la Conferencia de Helsinki en 1972-1975, con
preparativos para el “Acta Final” (Yo tenía muy buenos contactos en
Helsinki a finales de los sesenta). Pero para Sidevy éste era el documento
concreto que sirvió como un punto de referencia. Para estar ahí cuando el
tiempo es lo suficientemente maduro implica que uno evidentemente
necesita estar ahí de forma adelantada en el tiempo. Admiro su honestidad.
Como Schopenhauer dice, una nueva idea primero será ridiculizada,
luego será vista con sospecha y luego viene una persona que dice
“siempre ha sido mi opinión”. Pero tal vez Schopenhauer omite lo más
importante, el silencio. Incontables son las propuestas que mueren al ser
silenciadas hasta la muerte, ésta es la razón por la que necesitamos del
periodismo de paz. Moraleja: Colóquense propuestas pero deben estar
muy bien preparadas, muy bien pensadas, no solamente eslóganes. ¡Y no
esperes ninguna gratitud! Yo fui afortunado.
Por supuesto, esto fue alentador. Una serie de visitas a la RDA
para difundir el conocimiento sobre la no-violencia y las propuestas sobre
defensa defensiva eran tal vez más importantes como contribuciones a la
paz en la que estaban trabajando millones. Un ejemplo esplendoroso de la
diplomacia popular fue encabezado por la profesora en Educación
noruega Eva Nordland. Ella participó en marchas hacia Paris en 1981 en
donde fueron bienvenidos por Olof Palme y por mí en la UNESCO (y los
cínicos franceses hicieron burlas de ellos); a la Unión Soviética en 1982
en donde tuvieron diálogos muy productivos sobre las armas nucleares en
general; a los Estados Unidos en 1983, en donde la gente común en
Princeton dijo: Nuke them! Considerablemente mejor, y considerablemente

279
Juan sin tierra

menos caro que la diplomacia noruega. Y produciendo una imagen


considerablemente más honesta de dónde se localizaba el centro del
conflicto.
La propuesta sobre la Comisión de Seguridad que habría de jugar
un papel tras el fin de la Guerra Fría esa tarde de otoño en Leipzig estaba
basada en un método que incluye a todas las partes. Para 1993 había
tenido experiencia correspondiente con cerca de 20 conflictos, tales como:

- Israel-Palestina comenzando con una visita a Gaza en 1964, diálogos en Israel y


como profesor Visitante en El Cairo. La propuesta sobre una solución de dos
Estados vino en 1971.

- Irlanda del Norte desde 1970, una propuesta concreta se presentó en Dublín el
23 de Agosto de 1997, y en una reunión de comité en la Cámara de los
Comunes británica el 12 de Marzo de 1998.

- Cachemira, era profesor Visitante en Nueva Delhi y una tarde la hija del Jeque
Abdullah, el líder del movimiento independentista, vino y nos invitó a cenar;
estaba bajo arresto domiciliario. Diálogos, propuestas con políticos encumbrados.

- Corea desde 1972, lleno de diálogos con coreanos del Norte y del Sur y en
Japón, con propuestas sobre unificación nacional en una confederación de dos
Estados e incontables propuestas muy concretas después de eso. Recuerdo una
reunión en Seúl en 1975 en donde un teórico americano de la democracia
(Rummel) ¡celebraba la democracia surcoreana! Mientras yo estaba despistando
a la CIA coreana saltando una cerca en la calle principal camino a una reunión
con Kim Dae Jung, también bajo arresto domiciliario. El 18 de mayo de 1980
vino la masacre de Kwangju, probablemente de cerca de 2000 personas bajo el
dictador Chun. La persona responsable en el Departamento de Estado fue
Richard Holbrooke, en otras palabras, calificando claramente para las tareas de
mediador en Yugoslavia y su “solución” con dictadores administrando la “paz”
desde arriba (Dayton), y para hacerse embajador en la ONU con un método
muy claro: la utilización de dictaduras locales para poder administrar la paz de
los Estados Unidos.

- Yugoslavia desde 1991, incontables propuestas, pero todas ellas en desacuerdo


con la política exterior estadounidense y alemana y, por implicación, también en
desacuerdo con la política exterior noruega. Revísese www.transcend.org y
piénsalo por ti mismo. En Enero de 1997 tuvieron lugar masivas manifestaciones no-
violentas en contra de Milosevic, de hecho dos de ellas, una organizada por
ciudadanos, otra vino de parte de la universidad. En la primera no hubo
ancianos ni trabajadores –ambos consideraban a Milosevic como una especie de
protector. La segunda manifestación fue conducida desde la habitación del
senado en la Facultad de Filosofía. Y ahí estaba yo, como consultor.

Me encuentro en Kwangju mientras se escriben estas líneas, invitado


como orador en el veinte aniversario de la masacre. Ese fue un evento en

280
Capítulo IV.

un momento clave que finalmente tuvo como consecuencia la democracia en


Corea del Sur, con Kim Dae Jung como presidente, a mi juicio, el único
gigante en el bosque mundial de los enanos presidenciales. Pero los
Estados Unidos apoyaron a los dictadores Chun Doo-Hwan y Roh Tae-
Woo, ambos bajo Carter y bajo Reagan. ¿Por qué la dictadura en Corea
del Norte habría de hacer acuerdos con un país de este tipo? Luego vino
Kim Dae Jung con su política del sol –muy inspirada en la política de
Willy Brandt relativa a la RDA- conduciendo una reunión cumbre con
Corea del Norte. Éste es el tiempo en el que hay una recompensa con un
máximo de ideas buenas. Yo estaba trabajando alto y bajo en Corea del
Sur, en Corea del Norte, y en Japón, con consejeros de alto nivel y
muchas ONG’s. El 17 de Mayo de 2001 celebré un diálogo con una
ONG muy activa en un pequeño pueblo de camino a Corea del Sur. Un
poco extraño como sea, como un profesor coreano con el cabello blanco
viniendo a Elverum a principios de 1905 con una inundación de
propuestas para la reunión en Karlstad. Pero lo tomaron bastante bien.
Tras 28 años de trabajo de paz en Corea, en buenos y malos tiempos,
hubo mucha confianza mutua entre la gente coreana y el profesor de
cabello blanco.
Esto ha crecido a cerca de 100 conflictos con el tiempo11, la
mayoría de ellos relacionados con tensiones entre Estados y naciones,
una tensión que las Naciones Unidas –una organización de Estados- no es
capaz de manejar. El conocimiento claro de un conflicto puede
transmitirse a otro. Imaginemos, por ejemplo, que los Estados Unidos
pudiesen hacer, con sus tropas en Corea del Sur, lo mismo que Inglaterra
está haciendo con sus tropas en Irlanda del Norte, reduciéndolas a cerca
del 50%, como un comienzo.
En Corea no hay muchos informados sobre Irlanda del Norte –
eso quiere decir que existe una exigencia para una comparación de ese
tipo en la televisión, en los medios impresos, en los políticos y sus
mentes. Y en Irlanda del Norte algunas semanas más tarde pude decirles
de la política del sol de Kim Dae Jung en mi cooperación con el hombre
de TRANSCEND en Belfast, el profesor Terry Duffy. Todo lo que nos
queda esperar es que el Comité del Premio Nobel de la Paz no vaya a
repetir el gran error de 1998, con un premio solamente para un
protestante socialdemócrata y no para un católico mucho más importante,
Gerry Adams, líder del Sinn Fein (¡como sea lo hicieron!). Pero Gerry
Adams era anti-Londres como Gandhi, en otras palabras, claramente un

11
Cincuenta al momento de escribirse la primera edición del libro en inglés. Cien al
momento de la publicación de esta edición en español. (N. del T.)

281
Juan sin tierra

descalificativo en un país que sufre de anglophilia crónica. Transformado en


americaphilia crónica.
TRANSCEND fue fundada en 1993 como una red para la paz por
medios pacíficos, con miembros que son tanto académicos como
activistas de paz. Es interesante comparar lo que ha ocurrido con lo que
ocurrió 35 años antes cuando el PRIO fue concebido. Obviamente debía
haber una casa. Yo debía tener una esquina con una secretaria y
asistentes, y luego debía haber una sala para investigadores, una junta,
financiamiento y cuentas de electricidad. Y así fue.
Hoy hay solamente un acceso a internet entre yo y el co-director,
profesor Dieterich Fischer en Princeton, un hombre con una dedicación a
la paz y unas habilidades en el trabajo por la paz que son absolutamente
únicas. En donde estamos juntos en el mundo y además, hay otros tres de
cerca de 200 miembros invitados de cerca de cincuenta países, de los
cuales cincuenta son mujeres, y hay por definición una reunión del
consejo directivo. Mi oficina es de un metro cuadrado, ahí donde me
encuentre viviendo, con equipo muy bien conocido, computadora,
impresora, teléfono, fax, fotocopiadora. Podemos actuar rápido en donde
sea en el marco de nuestros 21 programas y en cuatro formas de trabajo
por la paz: acción, educación/ entrenamiento, información e investigación.
Educación/entrenamiento tiene lugar en TPU, TRANSCEND
Peace University y esencialmente en dos formas, en línea como cursos de
internet que posiblemente conducirán a un grado de Maestría en Estudios
de Paz y Conflicto, y en sitio como cursos de entrenamiento en una serie
de lugares alrededor del mundo. Además, tenemos cursos a bordo, en el
barco PeaceBoat organizado por una ONG japonesa, alrededor del
mundo dos veces al año visitando arenas de conflicto.
¿Y quién paga por todo esto? Aparte de una herencia de mi
amada tía Tupsi y mi tío Jens Fredrik Galtung en Moss, prácticamente
hablando, nadie. Trabajamos como voluntarios, somos pobres, pero
independientes, recibimos un pago por educación/entrenamiento pero no
por dar recomendaciones en conflictos. No hay forma de recibir pago por
eso. “Profilaxis es más de la mitad de la terapia” es algo que aprendí de
mi padre. ¿Y qué es lo que significa para mí en lo personal? Que todas
las líneas en mi vida están juntándose. Y mucho, mucho antes del final.

Dios y la Historia

Acto 2, Escena 1: El Hotel, en el ático. Está obscuro afuera, obscuro


adentro, pero no tan obscuro. El ático es un poco como en The Wild
Duckling de Ibsen. Dos damas de edad media, vestidas en el mismo estilo

282
Capítulo IV.

conservador, poco descriptivo, pueden sentirse, más que verse, los


movimientos se pueden ver, no los rostros, al menos no claramente. El
piso de abajo tiene dos salas, una para el Presidente, y una para el
Secretario General. Ambos están ahí. Hay más luz, pero estas salas son
también obscuras. Hay una bandera de los Estados Unidos, y una bandera
Soviética, hay una fotografía del congreso y, un martillo y una hoz; ahí
están John Winthrop y Thomas Jefferson, y ahí estan también Karl Marx
y Lenin. Los dos estadistas están colocados frente a sus íconos.

- Presidente: Querido Dios, mañana comenzaremos la junta más importante de la


Historia. Él y yo, estaremos los dos ahí, todo lo que sé es que él ya llegó. Le diré
la verdad. Le diré que hay algo especial en nosotros aquí en América. Le diré,
viéndolo a los ojos que tú nos elegiste por encima de tus demás hijos en la
Tierra. John Winthrop ahí, el verdadero fundador de América, lo vió con
claridad. Él lo escribió ya en su viaje hacia aquí, él, el verdadero Padre
Fundador. Entonces éramos solamente una pequeña colonia en la Bahía de
Massachussets. Los salvajes estaban en todo el lugar. Pero tú nos ayudaste,
querido Dios, tu sabías a quién proteger, a un salvaje que blandía un hacha o a
un buen cristiano dedicado a ti. Tú estuviste con nosotros. Pero en algunas
ocasiones nosotros no cumplimos con nuestra parte del pacto. Tú lo viste. Tú
viste todas esas tonterías, los dos sexos, incluso un solo sexo a finales de los
sesenta. Viste a la gente que no tenía ningún respeto hacia ti, hacia nuestra
bandera, hacia nuestros ancestros (él se inclina hacia los símbolos). Por
supuesto, no nos dejaste ganar la guerra de Vietnam. ¿Cómo ibamos a merecer
eso cuando ya no éramos más tus hijos? ¡Tú nos diste la advertencia Dios! Nos
enviaste el SIDA. Tú nos dijiste que nos cuidáramos, que mantuviéramos
nuestra parte del pacto y tú mantendrías la tuya. Es justo, ese es un buen negocio
¿no es así? (risas por su propia broma).

- Presidente: (continúa) Pero Dios, tengo un problema. La mayoría de estos


malditos aliados -discúlpame Dios, no lo quise decirlo así- no entienden nuestro
papel especial en el mundo. Incluso algunas de mis personas más cercanas, mi
Ministro de Relaciones Exteriores por ejemplo, no entiende. Él dice que no
debería de hablar de este tipo de cosas. ¡Pero es la esencia misma de la nación!
Dios ¿estaría mal si yo no hablara? ¿Cierto? ¿No decir nada sobre la Verdad,
esa hermosa Verdad que tú nos diste? Y Dios, tú sabes que yo creo en ti
completamente. Pero para aquellos que no creen en ti sería tan agradable una
pequeña señal de tu parte. No un milagro tradicional si sabes a lo que me
refiero. Sino que algo bueno le ocurra al dólar por ejemplo. Tú y yo, las
principales fuerzas en el mundo –yo como tu servidor, por supuesto, llevando a
cabo la Misión que nos encomendaste- eso lo podríamos arreglar. Voy a rezar
por ti públicamente en mi próximo gran discurso, y te prometo, que también
conseguiré que se hagan plegarias públicas para ti en todas las escuelas en
nuestro hermoso país, piensa en eso Dios, millones de americanos limpios y
temeroso de Dios, niños AMERICANOS inclinándose, haciendo reverencia
hacia ti todas las mañanas –Y tú, de tu parte, serás tan gentil para mantener
fuerte el dólar ¡el símbolo de nuestra fortaleza! Imagina un mundo en el que
todos los precios se tipifican en euros, incluso yens, ¡de la nación sin Dios de los

283
Juan sin tierra

robots! Recuerda lo que está escrito en los billetes de dólar –En Dios
Confiamos- Por supuesto que confiamos. Pero danos una señal, Dios –
Solamente una pequeña- (él se desvanece, la luz enfoca en el ático).

- Dios: ¡Oh Dios! Historia, ¡ayúdame!


- Historia: Discúlpame, Dios, ¿Te escuché decir ¡Oh Dios!?

- Dios: ¿Qué más puedo decir cuando escucho todo lo que ha dicho ese tonto?
Entiendo que tiene problemas. Todos tenemos problemas a veces, los míos en
este momento son insoportables. Ellos rezan, algunos de ellos a mí. Yo debo
hacer todo y lo que sea, reparar casas, aventuras amorosas, matrimonios y
parejas infértiles, y la cantidad de pecados que se supone que debo perdonar es
increíble. ¡Además las dos partes en cualquier guerra rezan por la victoria! Han
malentendido toda la cuestión. ¿Por qué no debería también tener el derecho de
decir ¡Oh Dios! como lo hace toda esta gente? Hay un poeta, Yevtuzhenko o
algo así, en el país de ese otro tipo que dijo: “¿a quién debería rezarle Dios?”
¡Ese ateo está en lo cierto! ¡Mi problema!

- Historia: Hemos estado juntos por millones de años, Dios, y con dificultad
recuerdo haberte escuchado tan molesto. ¿Y a qué te refieres cuando dices que
“han malentendido toda la cuestión”?

- Dios: Sabes, yo hice que todo comenzara. Yo soy ese Big Bang del que hablan
sus astrónomos, aunque siguen pensando que todo ocurrió en un solo lugar.
Siempre debe haber una especie de centro para esa gente en la charla occidental,
no comprenden lo que la gente de Oriente ha comprendido todo el tiempo, que
fue en todos lados, ocurrió en todos lados.

- Historia: Tu lo iniciaste todo, cierto. Es una cierta responsabilidad cuando ves


todo lo que ocurrió después. ¿Pero puedes culparlos por rezarte a ti cuando se
meten en problemas?

- Dios: (de frente al público, no a la Historia, declamando) ¡Yo les di el libre


albedrío! Yo organicé todo. En ningún otro planeta hice eso, y ciertamente
tampoco en ninguna otra parte del universo. ¡Una oportunidad única! Tienen esa
maravillosa naturaleza, tienen ese maravilloso don del amor, del sexo, tienen
toda la belleza del mundo, tienen esa búsqueda incesante por la verdad. Algunos
de ellos lo hacen mal exactamente ahí: piensan que hay una verdad final y no
ven que mientras buscan la verdad, la verdad misma cambia. Por otra parte, esa
ilusión los hace esforzarse duro, gente más sabia en Oriente puede tal vez encontrar
sentido a lo que estos entrometidos occidentales declaran como la verdad final.

- Historia: ¿Quieres decir que no hay una verdad final, Dios?

- Dios: No, no –tú creaste la Verdad tal como yo lo hice. Y tú la creas una y otra
vez. Pero ellos estropean todo. Yo me retiré de la acción divina hace eones. Tú
tomaste el control, el resto es Historia. ¡Tú hablas de responsabilidad!, la tuya es
al menos tan pesada como la mía.

- Historia: Pero ¿que hay de Jesucristo del que sacan tanto estos cristianos?

284
Capítulo IV.

- Dios: Él es tuyo, no mío. Ellos querían que yo estuviera activa todo el tiempo
para que así tuvieran alguien a quién rezarle, como un pequeño niño que corre
hacia su madre por ayuda cuando ya se ha terminado la niñez, después de la
adolescencia, incluso ya mayores, incluso cuando ya hace mucho que madre y
padre han muerto. En lugar de enfrentar los problemas con la cabeza en alto,
con compostura, ¡mejorándose a sí mismos, trabajando en sí mismo! Ellos
inventaron a Jesús, y luego a ese impostor, ¿cuál es su nombre?, Pablo, creó un
enorme sistema de todo mediante la redacción de muchísimas cartas en todas
direcciones, publicándolas, ¡pero sin ofrecer nunca las respuestas! ¡Y esta idea
de la concepción inmaculada! No suena muy divertido si me preguntan mi
opinión. Yo les di el regalo del sexo y el amor para que pudieran sentir lo que
una unión significa. Los cuerpos unidos, las mentes emergen y se unen, los
espíritus se hacen uno solo. Eso es el amor. Mira como lo jodieron todo –jejeje,
¡algunos de ellos se desmayarían si me hubiesen escuchado utilizar esa palabra!
No, Jesucristo es tuyo, él pertenece a la Historia.

- Historia: ¡Por poco digo Jesucristo! ¡Ese Secretario General también parece
estar de humor para un poco de meditación vespertina!

- Secretario General: Cuando veo tu fotografía, Karl, me pregunto qué habrías


dicho si estuvieses con nosotros. Conozco la broma de Radio Erevan: Tú, Marx,
visitas la Unión Soviética, pides permiso para dirigirte al Politburó, ellos dicen
no, temerosos de lo que podrías decir. Pero al final se te da acceso a la televisión
con la condición de que digas solamente una frase. Y entonces tú escoges una:
“Proletarios del mundo, ¡Perdónenme!” ¿No habrías querido decir eso verdad?

(Pausa, silencio, ninguna respuesta en ningún lado)

- Secretario General: Pero es duro. Algunas veces me pregunto si esa


responsabilidad no habría podido ser dada por la Historia a un país más
desarrollado, por ejemplo a esos alemanes tan trabajadores –aunque ellos se
toman a sí mismos demasiado en serio. Sabes, cuando planeamos tratamos de
cuidar a todos. Pero la cosa no corre por su propia cuenta. Lleva mucho trabajo
hacer parecer que el plan es automático de acuerdo con la teoría. ¿Tal vez los
japoneses podrían hacerlo? Un miembro de mi personal de Gosplan, un
planificador en jefe, alguna vez fue a Japón y regresó con la conclusión de que
¡esos malditos capitalistas japoneses eran mejores en el socialismo de lo que lo
éramos nosotros! ¡Es difícil aceptar esa verdad! (mira a su alrededor –la cara de
un japonés aparece por un momento pero el Secretario General no la ve).

- Secretario General: Como sea, sería tan bueno si la Historia pudiera darnos un
poco más de ayuda, un poco más de nuestro lado. Un pequeño signo, sabes, un
signo de que las cosas de verdad están funcionando, de que el socialismo es de
hecho superior, y que nosotros somos, la gran nación rusa, los elegidos para
llevar a cabo esta misión. No es que dude por un segundo, pero están todos esos
otros. No un milagro de viejo estilo, no queremos a nadie caminando sobre el
Volga. Pero, tú sabes, tal vez un salto grande, real, en los niveles de vida. Algo
que pueda convencer a esos llamados “aliados” nuestros, algo que de verdad los
convenza de que somos la Tierra madre y padre del socialismo. Ellos pueden

285
Juan sin tierra

avanzar por la senda abierta por nosotros, pero sin que crean que pueden
adelantársenos. O, para tomar algo más importante que podría convencer a ese
inquieto ministro de asuntos exteriores mío: que nuestra gente de verdad
comience a trabajar, que ya sería algo. Algunos trabajan, otros no.

(La luz se desvanece, enfocando ahora en la Historia).

- Historia: Así que, aquí vamos de nuevo. Y éste se llama a sí mismo un ateo
¡pero me está rezando! Como el tuyo, éste sufre de ese complejo de ser elegido,
de tener un papel especial, una misión o como quiera que le llame.
¡Sencillamente entendió mal todo!

- Dios: ¿Qué quieres decir? Yo pensé que tú estabas en el lado más material,
siendo yo más espiritual y que tú crees en fuerzas de producción y en la
contradicción entre modos y medios de producción como el mecanismo de la
historia, las fuerzas motrices por decirlo de algún modo.

- Historia: Dios, ¡esto es muy injusto! Yo te pregunté hace algún tiempo sobre
Jesucristo y tú me diste la respuesta de que era una especie de combinación del
islam y el budismo, salpicado con un poco de humanismo. Y tú dices que
Jesucristo es algo que ocurrió en la historia, no un acto de Dios. Y ahora tratas
no solamente de empujarme a ese Marx a cambio, lo cual está bien, él también
es parte de la historia, sino que también tratas de hacerlo idéntico a mí, la
Historia, y eso es sencillamente injusto. Yo no te hago responsable por todas
esas prédicas de Jesucristo, ¡la mitad eran promesas sobre la vida en el paraíso,
y la otra mitad horribles amenazas contra cualquiera que no creyera en él!

- Dios: Ok, ok, parece que estás tan a disgusto como yo. Pero ¿qué es entonces?,
¿quién eres tú en realidad y que hay de Marx? Yo pensé que él te entendía.

- Historia: (Toma un libro de una repisa y lee) ¡“Comunismo primitivo,


esclavismo, feudalismo, capitalismo, socialismo, comunismo”! Parece un
horario de trenes ¿no es así? ¡Son tonterías! ¡Yo nunca creí en algo así! ¡Seis
estaciones, algo como esos cementerios católicos inspirados por ti!

- Dios: ¡Siempre encuentras un modo de culparme a mí, verdad! Estamos de


acuerdo, es un desastre. Pero esa iglesia es totalmente una idea de ellos. De
algún modo ¡ellos nunca crecieron! Todavía son niños pequeños, buscando siempre
que alguien los castigue para no hacerse nunca de verdad responsables (toma un
libro de la repisa, lee) Números 16:35: “El fuego viene de la mano de Yahvé y
calcina a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían incienso” ¡Tonterías!
¡Yo nunca hice algo así! Yo nunca escogí a nadie por encima de los demás,
nunca lo tomé seriamente, independientemente de si creían en mí o no. ¡Yo
preferiría mucho más que crecieran! Que se amaran los unos a los otros y a esa
maravillosa naturaleza de la que son una pequeña parte. Yo todo lo que quería
era que se hicieran responsables, que enfrentaran las consecuencias de sus acciones.

- Dios (De frente al público, no a la Historia, declamando): Cierto, yo soy aquella


de donde todo viene. Soy la Madre del Universo. Todo salió de mí, con amor,

286
Capítulo IV.

como un gigante espasmo de creatividad. Y yo les di el don para continuar con


la creación. ¿Y qué es lo que hacen? Inventan el modo más bestial –¡no, es un
insulto a los animales utilizar esa palabra!- de torturarse entre sí, de matarse
entre sí, incluso ¡en mi nombre! Es duro, muy duro para mí. Me siento muy, muy
vieja –muy, muy cansada. A veces me pregunto si no sería mejor que yo hiciera
aquello lo que hablan en el último libro de esa Biblia que cocinaron juntos, la
Revelación: que comience el Armageddon. No puedo, por supuesto –yo ya hice
mi trabajo. Yo hice que todo comenzara. ¿Pero sabes qué es lo que ocurre? Esa
cosa que te leí sobre las llamas de mis dedos, esa crueldad, incluso podrían
utilizarla como un modelo para la Guerra de las Galaxias que están desarrollando.
Incluso cuando preparan un nuevo modo de quemar, incinerando a millones,
ellos no pueden hacerlo sin creer que de algún modo yo lo autoricé. Qué insulto.

- Historia (de cara al público, no frente a Dios, declamando): Todo salió de ti,
pero yo soy aquella en la que todo crece. Yo soy el vientre, tú la semilla. Yo
trato de proteger, de alimentar. Pero lo que resulta, ya sea una delicia de la
historia completamente creada, o un engendro, un aborto, depende de ellos. Tú
les diste el libre albedrío, yo protejo el regalo. ¡Algunas veces me pregunto si no
quieren sencillamente cometer suicidio! ¡Y esta idea de que yo podría haber
escogido a un pueblo por encima de los otros para ese moribundo viaje a través
de la historia en una sola pista! Es morboso, es exactamente igual que tu amigo
ahí abajo. No tienen el coraje para asumir de verdad la responsabilidad, ¡de
tomar decisiones! Se les hace fácil a sí mismos, piensan, al decir que existe
solamente una historia, la Historia. Todo lo que uno debe hacer es ayudarles un
poco como comadrona y la cosa avanza sola. ¡Y a esta interpretación de su
propio guión incluso la llaman revolucionaria! No puede haber una revolución
sin una revolución desde dentro, y nada libera eso mejor que el amor.

- Dios: ¿Es esa una ley de la historia, Historia? ¿Una especie de marxismo
freudiano, ¿es eso?

- Historia: Humm. Me pescaste un poquitín ahí. Oh no, ya tengo la respuesta: no


hay ninguna ley que no pueda ser revocada cuando la gente, junta, se da cuenta
de su libre albedrío y se organiza contra esa ley, no-violentamente, por supuesto
–en el estilo de Gandhi.

- Dios: ¿Ninguna ley que no pueda ser revocada, dices? ¿Ni siquiera la ley de...?

- Historia: Ni siquiera esa. Pero mira, esto se convierte en un seminario de


filosofía bastante rápido, y los filósofos siempre están molestos con las
contradicciones, necesitan clarificarlas. Yo por eso las prefiero.

- Dios: ¿Te gustan las contradicciones? Y qué hay de ésta: tú te quejabas de que
tu amigo ahí abajo y su gente solamente ven una historia. Pero aquí estás
sentada y tú eres solamente una; tu misma tienes una cierta unidad.

- Historia ¡Mira quien lo dice! Tú te quejabas de que te rezaban como si fueras


una persona, y solamente un Dios, y aquí estás, ¡bastante parecida a uno de
ellos! Y por mi forma de contar solamente hay una como tú.

287
Juan sin tierra

- Dios: ¡Es injusto que digas eso! Tú sabes tan bien como yo que las dos estamos
en ellos, y en la naturaleza, en un espíritu movil, un principio, una fuerza, no por
encima de ellos. Pero ¿cómo podríamos aparecer en una obra de teatro si no es
como personas? Esa gente sentada ahí, en el público, no podría tener sentido de
ello, y probablemente ese estúpido autor tampoco.

- Historia: ¡Pero me gusta ser una persona! ¡Es tan aburrido ser solamente una
tendencia o una corriente, o una ola o una fuerza motriz o algo así! A veces me
dan ganas de unirme a ellos, meterme en el acto, utilizando mi conocimiento
para sacar un par de conejos fuera de los sombreros.

- Dios: Espera un minuto. Cuando yo tenía tu edad yo también tenía algunos


hechizos de ese tipo. Pero sabes, si hiciéramos eso, entonces ellos ya no tendrían
libre albedrío y todo el gran experimento sería un fracaso.

- Historia: Por supuesto, que bueno que me lo recuerdas. Pero, sabes, ¡algunas de
estas personas son incluso lindas!

- Dios: Bueno, yo he visto mejor. Me siento cansada, millones de años cansada.


Mira a esos dos tipos ahí abajo. Sienten que son tan importantes porque se sientan
encima de esas horribles pilas de armas que pueden utilizar para matar a mi
creación, y la tuya, varias veces, ¡él en mi nombre (señalando) y él en el tuyo!

- Historia: Se sientan en la cima de esas pilas, jugando cartas. Juegan cartas con
las vidas de miles de millones. Hombres, por supuesto. Enamorados de su
propia capacidad de destruir, de des-crear, de quitar vidas en lugar de darlas.
Sacrificando gente en aras de la libertad o el socialismo, de Dios o la Historia o
alguna otra palabra grande que esgrimen junto con sus armas. ¿Los has
escuchado en cualquier momento decir que hay gente, seres humanos alrededor,
gente que vive y que ama, que sufre y que muere pero que quieren vivir sus
propias vidas, no ser sacrificados en el nombre de algunas de esas estúpidas
creencias o superpotencias, o lo que sea?

- Dios: ¿Y sabes que es lo que particularmente me hace enojar contra ellos? ¡Que
se están saliendo con la suya! ¿Lo puedes creer? Van a tener una más de sus
estúpidas reuniones mañana con “Yo sacrificaré 350 de mis misiles si tu
destruyes 1,750 de los tuyos”, y “y qué tal misiles de corto alcance”, y luego
“qué tal misiles estratégicos de largo alcance” y ese tipo de cosas. “Lo de
siempre” como dijo uno de ellos, bastante acertado de hecho.

- Historia: Nada sale de eso, estos hombres no parecen ser capaces de vivir sin
esos grandes falos de su adoración, tu sabes, “levántalo, ajusta el ángulo,
dispara” –para ellos de esto se trata todo.

- Dios: ¿A veces me pregunto qué tipo de armas usaríamos nosotras las mujeres si
fueramos así de destructivas? (jejeje, cuchicheo). Estos hombres siempre hablan de
penetrar defensas. ¿Qué deberíamos decir nosotras? ¿Armas engolfándolos?

- Historia: Un momento Dios, ¡espera un minuto! ¡Tú dijiste que fuiste el


principio, que todo salió de ti! ¿Por qué parece que sabes todas esas cosas?

288
Capítulo IV.

- Dios: ¡Por poco olvido cómo se veía! ¿Cómo ocurrió todo? Bueno, eso te lo voy
a decir cuando te hagas un poco mayor. Mientras tanto tú y yo deberíamos
tomar una agradable taza de té y un buen descanso antes de que estos tontos
comiencen a hablar mañana. Será un día largo –¡¡OH NO!!

(Luz sobre el Presidente).

- Presidente: Como sea Dios, te prometo que mañana seré fuerte, que me
levantaré en tu honor. No habrá ninguna capitulación frente a las fuerzas del
mal, ¡ningun compromiso! Avanzaremos en el nombre de la libertad, enfatizando la
libertad económica, por supuesto (luz en el Secretario General).

- Secretario General: Como sea, prometo ser fiel a nuestra misión en la Historia.
Entonces averiguaré si una nación con mil años de antigüedad no tiene un par
de cartas que jugar que no tiene una nación bebé con apenas un par de cientos
de años de historia, aunque sigan intentando. No habrá ninguna capitulación a
las fuerzas reaccionarias, ningún deslizamiento hacia atrás en la historia.
Avanzaremos, hacia un socialismo hermoso, bajo la guía del Partido, por supuesto...

Dios y la Historia vacían sus tazas y ambas van a la cama. Un oriental de


pronto está mirando la habitación del primero, luego en la otra, solamente
mueve la cabeza, toma algunas cintas, desaparece tan silenciosamente
como entró, y la luz se desvanece. Obscuridad. Silencio.

- Historia: Dios... ¿estás dormida?

- Dios: No, estoy demasiado enojada con ese tonto.

- Historia: Y yo con el mío. Pero –esto sólo me sacude- sabes, ¡podríamos divertirnos!

- Dios: ¿Acostándonos con ellos? ¡No he intentado eso desde que estaba
probando a Adán y Eva!

- Historia: ¡Y qué tal si tú tomas al mío y yo al tuyo! ¡Eso debe fastidiarlos por
algún tiempo!

- Dios: ¡Magnífico! Incluso podríamos sacarlos de la jugada, acusados de traición


a altos niveles.

General Giap

Él era pequeño, con una mirada suave en su rostro, sin características


particulares. Se veía exactamente como lo que era originalmente: un
profesor de historia de educación media superior. Así que éste era el

289
Juan sin tierra

hombre que rompió la espalda del esfuerzo colonial francés en Vietnam,


que antes de eso había ganado experiencia con los japoneses, el mismo
que más tarde le ganó la guerra a los americanos y a sus muchos aliados
(entre ellos Noruega) y que después se las arregló para tener una especie
de empate en la lucha contra los chinos. Cuatro grandes potencias -bueno,
tres y media- fue lo que él y su gente colgaron en su pared de trofeos de
caza. Posiblemente el más grande talento militar del siglo. Hablamos en
francés así que hubo mucho de “mon général”.

- ¿Cómo se siente –quería saber- tras hacer capitular a los franceses después del
17 de Mayo de 1954 (fácil de recordar para los noruegos, es el Día Nacional
Noruego) en Dien Bien Phu y tras sacar a los americanos el 30 de Abril de 1975?

- Bueno –dijo él (eh bien), esa era nuestra labor nacional. Más problemáticos
fueron los americanos. Eran buenos soldados. Le ganaron a los alemanes,
triunfaron sobre los japoneses. Astutos, luchando dos frentes al mismo tiempo,
incluso si los británicos y los rusos tenían una carga todavía más pesada. Pero
ganar a los vietnamitas, ¡esa es una cuestión totalmente diferente!

Pensaba yo en aquel maravilloso cuidador de nuestra casa en Francia, el


fallecido Ernest Berbedes, veterano de la guerra de 1954. En Dien Bien
Phu. Él me había contado que habían tenido más botellas de champgne
que balas de artillería. Y pensaba en esa famosa carta del Comandante en
Jefe: “Ningún peligro, ellos (los vietnamitas) necesitan al menos 70 días
para transportar sus balas a la artillería que tienen colocada en las colinas
a nuestro alrededor, y mientras eso ocurre, los refuerzos llegarán”. A él se
le olvidó mencionar que los vietnamitas podían haber hecho una cadena
humana del sur al norte. Cierto, cada granada tardaba 70 días de viaje
antes de llegar, pero de mano en mano. Pero habían comenzado 70 días
antes, y el flujo era ahora continuo. Las granadas se acumulaban en las
colinas alrededor de la fortaleza. La capitulación llegó rápido. Francia
estaba debilitada, desmoralizada. Medio año más tarde comenzó la guerra
en Argelia.

- ¿Cuál es la clave? –pregunté- ¿qué hace a ustedes los vietnamitas tan fuertes?

Un grupo de profesores de la universidad en Hanoi contempló la


respuesta. Habíamos llegado un par de días antes, un día en Enero de
1990 con 35 estudiantes en el viaje de estudios Peace Studies Around the
World, todos los profesores participaron impacientemente en el análisis.
Tras algún tiempo una imagen tomó forma. El General Vo Nguyen Giap
asintió, agregó algo, sustrajo un poco.

290
Capítulo IV.

- Primero: Quien sea que vaya a la guerra contra Vietnam va a la guerra contra
toda la población. No estamos hablando de “hombres capacitados de entre 18 y
55 años” o cualquier cosa de ese tipo. Mujeres, niños, ancianos, todos
participaron. La cadena del sur al norte consistia en mujeres, niños y ancianos;
los hombres tenían otras tareas que realizar. En nuestra sociedad lo que todo el
mundo hace tiene el mismo valor. No vemos a las mujeres como personas que
están ayudando a los hombres en las líneas del frente. Todos somos iguales.

- Segundo: En nuestro país existe un muy alto nivel de independencia y


autosuficiencia local. Hablando prácticamente, todas las villas pueden
sobrevivir bastante bien -incluso hay quien dice que mejor- si la capital es
ocupada por los franceses, o por el colonialismo japonés, o si es utilizada para el
combate estadunidense. Y sobrevivien dependiendo de su propia fortaleza. No
hay tal cosa como “Vietnam ha capitulado”. Cada parte de forma independiente
puede conducir su propia lucha a su modo. Esto confundió tanto a los franceses
como a los japoneses, ya no se diga a los americanos.

- Tercero: En cuanto a los chinos, tenemos 2,000 años de entrenamiento


defendiéndonos contra ellos. Los arrastrábamos hacia angostos valles y luego
los atacábamos; como las famosas tres hermanas en nuestra historia nacional,
aquellas con los elefantes. Tenemos tiempo y paciencia, más que cualquier
atacante. Sus imperios de desvanecen. Nosotros permanecemos.

- Confianza, fe en ustedes mismos, intrepidez, -dije yo- Ésta era también la


fórmula de Gandhi en la lucha contra esa plaga de la humanidad, el colonialismo.
Pero él siguió la senda de la no-violencia. Usted escogió la violencia.

- Eso hicimos. Con mucho respeto a Gandhi, pero él no tenía militaristas


franceses, japoneses y americanos contra él.

- Pero Martin Luther King, Jr. –objeté- ¡Él peleaba su lucha contra algunos de los
americanos más duros que han existido!

- Eso hizo. Y él también luchaba no-violentamente en nuestro favor en sus


últimos años. ¿Será tal vez esa la razón por la que fue asesinado? Y por esto
mismo. ¿No nos habría ocurrido lo mismo a nosotros?

- Pero ustedes también tenían no-violencia muy extendida –Los monjes budistas
en las pagodas, por ejemplo, en Saigón, y protestas en todo el mundo.

- Todos ellos lucharon a su modo. En nuestra sociedad todos participaron en la


lucha, todo el mundo a su modo. Pero por sí solo esto no habría sido suficiente.

Todos asentían. El general y los profesores fueron más a detalle, con


ejemplos. Pero las tesis principales ya habían sido presentadas.
El seminario continuó. Escuchaba y aprendí de esta pequeña
gente capaz de levantarse contra cuatro imperios, no muy convencido de
que las explicaciones fuesen suficientes. Algo me recordó a Suiza. Un

291
Juan sin tierra

país que también tiene una fuerza interior que la hace del agrado de sus
vecinos. Hay algo altamente retador en un país capaz de levantarse por sí
mismo. El país se hace invulnerable, y por esa razón puede hacerse
sospechoso de tener intenciones agresivas. Esto no debe confundirse con
la utilización francesa de vietnamitas “modernizados” altamente capacitados
como burócratas en Camboya –un factor importante detrás del odio que
los Khmer Rouge albergaban contra las ciudades y Vietnam, y también
un factor importante detrás de la invasión de Vietnam a Camboya. Como
Vietnam era el enemigo de Francia, y luego el de los Estados Unidos, y
por esa razón el enemigo de Occidente (la famosa resolución Indo-China
de 1952, apoyada también por el régimen noruego), Occidente por un
largo periodo se mantuvo del lado del genocida Pol Pot. La polarización
ciega. Éste no fue un “error trágico”, sino más bien la usual estupidez
cuando ese don de Dios, la libertad de acción y pensamiento, se ha rendido.
El seminario llegó a un final. El general nos había abandonado.
Y los profesores, altamente competentes lingüísticamente, pusieron
algunos broches en sus pantalones, brincaron a sus bicicletas, y pedalearon
hasta sus casas –a través de calles que todavía tenían gruesas marcas de la
miseria y el sufrimiento que Occidente había impuesto.

Im Su-Kyung: Un Drama en Tres Actos

Acto I: Ella se veía muy pequeña, postrada en una cama en un hospital en


Pyongyang en Julio de 1989. Llegamos de Beijing en donde habíamos
intentado entender lo que había ocurrido meses atrás, y estabamos en
Pyongyang para tener un diálogo con algunos de los líderes sobre la paz
en la península Coreana.
Nos habían hablado de Im Su-Kyung –una estudiante de la
Universidad Coreana de Estudios Internacionales en Seúl, 20 años de
edad, la hija de un prominente periodista. Ella había tomado una decisión
increíblemente valiente. Quería reunificar con su persona la nación
coreana, caminando toda la península, todo el camino, desde la montaña
volcánica Paektu en la frontera con China en el norte hasta la isla tropical
de Cheju-do en el sur. Se las arregló para llegar a Berlín Oriental, tomó
un avión a Moscú y luego a Pyongyang, y participó en el festival mundial
para los jóvenes y estudiantes. También participó en la marcha por la
reunificación del 20 al 27 de Julio de 1989. Pero lo que ella quería era
continuar a través de la línea del armisticio, los norcoreanos le negaron el
cruce por la frontera. –Serás arrestada –le dijeron- o peor. Ella dijo que
quería seguir; ellos dijeron no. Entonces ella comenzó una huelga de
hambre, una semana.

292
Capítulo IV.

Y terminó en el hospital. Con alimentación forzada.


Ahí es donde Fumi y yo la encontramos para expresarle nuestra
solidaridad, sin haber visto necesariamente su huelga de hambre. Le
expresamos nuestra admiración, y nuestro completo apoyo. Y yo hablé y
escribí sobre ella en muchos países.
Tras algún tiempo los norcoreanos, rendidos, sabían el tamaño
del desafío que estaba empacado en una mujer coreana, del Norte o del
Sur. La liberaron y le permitieron cruzar la frontera, de una dictadura a
otra. Y fue arrestada inmediatamente y puesta en prisión, con una
condena de diez años, de los cuales cumplio tres y cinco meses.
Acto II: Otoño de 1990, fui invitado una vez más a otra de esas
interminables conferencias de unificación en Corea –cínicamente utilizadas
por ambos regímenes para promover la propaganda para su propia forma
de ver el asunto. Esta conferencia tenía lugar en una universidad en Seúl.
El Primer Ministro estaba presente, y también lo estaba una serie de
especialistas coreanos, y yo como un especialista en paz y conflictos.
El debate avanzó del modo en que uno podría esperarlo en una
dictadura con gente de fuera salivando con sólo el pensamiento de algún
apoyo financiero para sus instituciones de parte de la rica Corea del Sur.
Pero al final venía la recepción, en un hermoso jardín con fuegos
artificiales y un ballet, exactamente como en el norte. Yo era el único que
había ido a Corea del Norte. La curiosidad era enorme, pero como Corea
del Norte era un no-país nadie podía preguntar abiertamente sobre la no-
vida en un no-país. Como sea hablé de eso, todos los oídos estaban
atentos, nadie tomo notas. En breve, todo era patológicamente normal.
Al final de la recepción me levanté, pedí la atención, y expresé
mi gratitud por la conferencia sobre la reunificación y propuse un brindis
en honor de Im Su-Kyung, ese símbolo del deseo de la nación coreana
por la unificación. El silencio fue elocuente. Todo el mundo miró hacia
abajo. Escándalo.

- Profesor Galtung, ¡ella es una criminal que violó las leyes de su propio país!
Exclamó el Primer Ministro, acompañado por una aprobación general.

- Sr. Primer Ministro, existen ciertas leyes que deben ser violadas –dije yo- y un
día habrá un monumento en su honor.

Y como un gesto de cortesía no agregué que ella sobrevivirá en la


memoria de la gente mucho después de que usted haya sido olvidado, Sr.
Primer Ministro.
Él estaba en Asia, en otras palabras no era un brusco salón en la
RDA sino un lugar lleno de preguntas corteses sobre cuándo saldría mi

293
Juan sin tierra

vuelo -“mañana en lo noche” -decía y era saludado con claras señales de


alivio. Los “especialistas” ingleses del “Instituto Real de Asuntos
Internacionales” estaban furiosos. El muy bien informado Alain Fontaine,
editor de Le Monde con quien volaba a París, fue más positivo. Pero lo
más positivo fueron 50 estudiantes que invadieron mi cuarto de hotel y se
quedaron toda la noche, querían escuchar todo lo que tenía que decir de
Corea del Norte, sobre posibilidades de unificación y sobre todo, sobre
Im, hecha invisible por la niebla que cubre la prensa del sistema.
La conferencia se hizo significativa.
Y Alain Fontaine me dijo al día siguiente la historia de cómo
Gorbachev llegó al poder: Él conocía Europa Occidental porque la vinateria
de Poulenc cerca de Burdeos se suponía que debía ser clonada en
Stavropol de donde Gorbie era el jefe local del Partido Comunista.
Pero de regreso a Im. Ella fue liberada y la dictadura llegó a su
fin cuando Kim Dae Jung, sentenciado a muerte por el régimen (la
sentencia fue incluso confirmada por la Corte Suprema) se convirtió en el
primer presidente del suroccidente de la península coreana, de Cholla. Y
su política del sol ha estado brillando sobre las dos Coreas.
Hubo más conferencias sobre unificación hasta un día en 1999,
cuando me ví a mi mismo en una puerta giratoria. Hablé sobre el pequeño
partido en Seúl, sobre la “recepción” de otoño de 1990 y sobre mi
predicción de que habría un monumento para Im –hasta que ellos
gritaron: ¡Ahí está ya el monumento!, ¡en su universidad!
Brincamos a un taxi. Y ahí estaba. Todo el muro final de una
casa era ocupado por un mural retratando a Im, Paektu, Cheju-do, etc. Y
el flujo de luz. Poderoso.
Y entonces alguien preguntó: ¿Quién era en aquel entonces el
Primer Ministro que mencionó? -Nadie lo recordaba. Servil a los Estados
Unidos, requiescas in pace; serás acompañado por muchos de tu tipo en
la obscuridad del olvido.
Acto III: Pero como es común en este libro hay un tercer acto en
el que todas las cosas como que se acomodan en una especie de unidad
superior.
Kwangju, Mayo de 2000. El día había sido agotador, TV, lectura,
debate. Tomé un descanso en un tren express a Seúl. Cuando me
desperté, el estudiante Chang –quien me había sido asignado por el
hombre de TRANSCEND en Corea, el profesor Jae-bong Lee, como una
compañía capaz de resolver todos los problemas- me preguntó: ¿quiere
usted reunirse con Im otra vez? Ella estaba en el tren, había estado
recorriendo el largo tren y había reconocido al caballero de cabello blanco
que la había ido a visitar 11 años atrás. Pero el caballero estaba dormido.

294
Capítulo IV.

El encuentro fue cálido y bueno, entre dos personas que luchaban por la
misma causa. Ella por la suya, yo también por la suya.
A la edad de 31 años ella se había convertido en un monumento
en su propio país, con conferencias en todo tipo de lugares, y ceremonias.
Un auto negro con un chofer estaba en la estación, los gentiles padres que
le habían ido a visitar en la prisión esperaban de pie. Recordé a mi propio
padre 45 años antes. Pero esa estancia en prisión terminó en una motocicleta
roja conducida por mí en lugar de en una limusina negra con chofer.
¿Im? Ella estudia ahora en una universidad de los Estados
Unidos. ¿Su especialidad? Estudios de Paz.

Robert McNamara

Para mí él era la quinta esencia de todo lo que funciona mal con la


política exterior, en general, y con la de los Estados Unidos, en particular.
Super inteligente y competente era sin duda, Mister Company, el Director
de Ford, el jefe a cargo de la violencia directa del Pentágono contra la
gente en el sureste asiático, y más tarde, el jefe de la violencia estructural
del Banco Mundial contra el mundo pobre. Los medios de comunicación
y las élites en países cliente como Noruega se habían aprendido sus
argumentos de corazón. Yo mismo participé en incontables manifestaciones,
firmé no se cuantos manifiestos, ofrecí incontables conferencias y
desarrollé estrategias alternativas. Y mi corazón estaba como es común
más con los enemigos del régimen noruego que con ese falso Dios de ese
mismo régimen.
Y luego él escribe un libro, In Retrospect12, y toma todo lo que
había hecho. Cuidadosa, vanidosamente, describe a detalle como todos
esos mitos y mentiras son exactamente eso; y nos dice cómo y por qué
pensaron y actuaron de ese modo tan total e increíblemente equivocado.
El libro desbarata los argumentos de los fieles y los deja ahí, desnudos,
frente a sus opositores –exactamente lo que ocurrirá a esos que produjeron,
diseminaron y creyeron la liturgia de la Guerra del Golfo y la de
Yugoslavia. Y las guerras que seguirán después de esas.
Él es tal vez el hombre más impopular de Washington. Aquellos
que estaban convencidos de la guerra sobreutilizan su único argumento: -
Bob, ¿por qué no dijiste nada de esto cuando la guerra estaba activa? La
respuesta viene rápida: -Porque no entendía esto en aquel entonces.
Yo lo encontré la primera vez en una gigantesca reunión por la
paz en una tienda en Berlín en Agosto de 1995. Él estaba entre los

12
McNamara, Robert S., In retrospect. Random House. 1996. 576 pp.

295
Juan sin tierra

oradores, y también había ganadores del Premio Nobel de la Paz como el


Dalai Lama y Oscar Arias (quien por cierto fue un excelente estudiante
mío la primera vez que ofrecí conferencias sobre estudios de paz en el
exterior, como profesor en la Universidad de Essex en 1967-1970), y un
ganador del Premio Nobel de la Paz Alternativo (yo). Pontificamos, ese
era nuestro papel.
Pero nadie le expresó ninguna gratitud a McNamara. Y yo ví que
esa era mi tarea.

- Bob –le dije- has escrito un libro muy importante. Debe haber exigido un
enorme esfuerzo para que McNamara II emergiera en contra de McNamara I.
Gracias, Bob, gracias sin ningún compromiso. ¡por tu coraje espiritual!

Pude ver en su rostro que creía que sería atacado cuando la palabra “libro”
fue mencionada. La cara se relajó y se convirtió en una sonrisa. Nos
abrazamos. Las 3,000 personas en la tienda parece ser que lo disfrutaron.
Lo voví a encontrar en una de esas conferencias privadas de
políticos de alto nivel. Gente como yo a veces es invitada para traer
nuevas ideas, nuevos ángulos. Esto fue en Nueva Delhi en la Fundación
Indira Gandhi en Noviembre de 1999. La sala estaba rebosante con
reflexiones milenarias.
McNamara estaba ahí. De hecho, con nuevos ángulos. Él quería
que se hiciera muy conocido lo que dijo, así que aquí está:

- Tengo 84 años y pronto estaré frente a mi Creador. Ya ha llegado el momento


para formular, claramente y enfáticamente, tres tesis:

Tesis I: Mi país, los Estados Unidos de América quiere dominar el


mundo entero. Permítaseme decir inmediatamente que mi país no tiene ni
las cualidades morales ni intelectuales que se requieren para una tarea de
esa magnitud. Yo mismo soy un ejemplo de qué tan mal resultaron las
cosas cuando pensamos que éramos no sólo omnipotentes, sino también
omniscientes, y por esa razón, omnipresentes.
Tesis II: Hay muchos en el liderazgo de los Estados Unidos que
están al tanto de esto. Por esa razón buscan respaldo. Los Estados Unidos
prefieren cobertura multilateral cuando quieren ir a la guerra con uno u
otro lugar del mundo. Los Estados Unidos prefieren actuar junto con sus
aliados.
Tesis III: La única cosa que puede detener a mi país en su locura
es que sus aliados se nieguen a prestarle apoyo. Y por esa razón pregunto
a ustedes en esta sala, ex presidente, Secretario General, vocero

296
Capítulo IV.

designado del Knesset, director de TRANSCEND, ¿qué es lo que han


hecho? Comenzamos a balbucear sobre nuestros esfuerzos. Él gesticulo:

- ¡No es lo suficientemente bueno! -grito el gigante.

Algunos años antes, a los 79 años de edad él había participado en


excursión de dos semanas al glaciar de Cachemira en donde los combates
tenían lugar, para conocer el problema a detalle. ¡No es lo suficientemente
bueno! Y se levanto con la espalda recta. Cerró la puerta detrás de él. No
con un estruendo, sino con un gemido.
Ese hombre podía ciertamente encontrarse con su Creador, como
dijo el Maestro.

Las Naciones Unidas: La esperanza

La esperanza es azul claro, como la bandera de la ONU. ¡Vaya progreso


respecto a esa hipócrita paz de Westfalia en Munster-Osnabruck del 14
de Octubre de 1648 cuando la ONU nació 300 menos tres años después,
el 24 de octubre de 1945! En Westfalia se cometió el error clásico: Paz en
un conflicto entre católicos y protestantes sentados en las dos ciudades
con caballeros que cabalgando traían noticias sobre cómo las comas
fueron movidas en el bosquejo de tratado a costa de crear un “Sistema de
Estados” en donde el derecho a la guerra estaba garantizado una vez que
la guerra fuera declarada. En otras palabras, de acuerdo con la Biblia,
Juan 1:1 “Al principio estaba la palabra”.
En San Francisco la guerra entre los Estados fue proscrita de
acuerdo con el artículo 2.4. ¿Qué error cometieron en San Francisco
entonces? Las usuales tres excepciones, como en el tratado Kellogg-
Briand apenas 20 años antes: no aplica a la defensa propia, no aplica a la
defensa colectiva y no aplica cuando el Consejo de Seguridad emite una
resolución a favor de las operaciones de imposición de paz. Probablemente
esos tres errores eran inevitables. Más importante fue el error de
Westfalia cometido en reversa: en esta ocasión no fueron ciegos a la
realidad de los Estados, pero olvidaron a las religiones y a otras
características que en su conjunto conforman una nación. Los Estados no
tenían permitido ir a la guerra. Pero no mencionaba nada sobre todos los
demás, así como nada había sobre la organización de una guerra en una
era de privatización.
Ésto es exactamente el por qué los estudios de la paz no son un
esfuerzo izquierdista solamente para decir algo sobre la paz entre los
Estados, sino un esfuerzo para cubrir todas las formas de violencia masiva

297
Juan sin tierra

por categoría a través de las grandes líneas de falla en la construcción


humana: humanos contra la naturaleza, entre géneros, generaciones,
razas, clases, naciones, Estados, civilizaciones y regiones. El enfoque
unidimensional en el Estado se deja a la disciplina que se refiere a sí
misma como “estudios internacionales” y “derecho internacional”. Sobre
naciones ellos saben muy poco, lo que hacen son estudios interestatales y
legales. Un nombre inapropiado es tal vez un punto de partida bastante
dudoso para dos importantes disciplinas.
Como está escrito: Estados miembros. Así que a las Naciones
Unidas se les dio también un nombre incorrecto, pero el nombre de
“Estados Unidos” ya había sido ocupado.
Los Estados no tienen exactamente la mejor reputación como
semillas de paz. Así que es razonable el hecho de que harían uso de los
cuatro huecos de la construcción legal tanto como fuera posible, por
ejemplo, mediante el financiamiento de grupos que están en contra de un
gobierno que les disgusta, y luego dejar a investigadores ingenuos que se
refieran a esto como “guerra intraestatal” (parece haber en promeio 10
países que intervienen desde el exterior en cada “guerra intraestatal”).
Numéricamente, el tipo de genocidio más importante es contra las
mujeres, con el aborto selectivo como uno de sus métodos; el segundo
más importante es el genocidio estructural contra las clases bajas. Con
frecuencia volteamos la mirada en la dirección equivocada. Los Estudios
de la Paz son un esfuerzo para corregir esto. Las Naciones Unidas
intentan decir mucho sobre esa totalidad. Pero lo que dicen no es
necesariamente cómodo para los gobiernos. De aquí que la “privatización” y
la “globalización” reducen el poder de los Estados, y por lo tanto,
también el poder de la ONU.
Es un poco extraño que haya nacido el 24 de octubre (1930), y en
no pocas ocasiones la celebración de mi cumpleaños ha sido combinada
con un discurso sobre las Naciones Unidas en un país o en otro, con
mucho placer por supuesto. Pero ese placer se reduce mientras la ONU es
cada vez, en mayor medida, un instrumento de la política exterior de los
Estados Unidos –hablando prácticamente- sin un solo embajador en
Naciones Unidas con la capacidad y el coraje suficiente para articular una
protesta. Esto no durará para siempre. Pero en los treinta había también
un grupo arrogante de países que se definían a sí mismos por encima de
la ley interestatal en Europa utilizando como punto de partida problemas
de nacionalidad (como en los Sudetes). En 1999 una pequeña minoría en
19 países de la OTAN (de una membresía total en la ONU de 189) hizo
la misma cosa, y empujaron el meticuloso trabajo de construir un sistema
de ley entre Estados un par de generaciones antes. Es con un sentimiento

298
Capítulo IV.

de vergüenza que veo mi pasaporte noruego; pienso en cómo habría sido


mucho más fácil resolver los conflictos en la ex Yugoslavia si se hubiese
seguido el consejo del Secretario General de la ONU, Pérez de Cuellar.
Un peruano que entendía considerablemente mejor los problemas
europeos de lo que lo hacían los políticos europeos, ya no se diga nada de
los americanos. Pero el orden establecido noruego siguió a los Estados
Unidos, no a las Naciones Unidas. Debimos haber construido en la
esperanza de las Naciones Unidas. Pero todo el mundo es más cercano a
su propio Dios y en “Noruega” ese dios son los Estados Unidos, no las
Naciones Unidas, quienes tenían ese estatus particular. Y los Estados
Unidos querían una base militar en Kosovo y la consiguieron (Urosevac),
con alguna ayuda noruega.
Las Naciones Unidas que conozco muy bien no son las Naciones
Unidas políticas en Nueva York con Estados miembros y el secretariado,
sino las Naciones Unidas profesionales-expertas, las Naciones Unidas de
las ONG’s. Como un experto y consultor para la UNESCO, UNCTAD,
UNU, PNUMA, PNUD, UNITAR, UNICEF, UNIDO, UNRISD, OMS,
ILO y la FAO (y además para el Consejo Noruego, el Consejo de Europa,
la OCDE y la Unión Europea) tengo algo de perspicacia sobre cómo estas
organizaciones gubernamentales funcionan. Obviamente los miembros del
secretariado cooperando con algunos países miembros, pueden ingeniar
propuestas, y promoverlas a través de su selección de expertos y
consultores. Así que mi “mejor periodo” en las Naciones Unidas fue,
como se mencionó, en los setenta con las superpotencias desmoralizadas
y desenmascaradas en todo su fascismo directo y estructural. El Tercer
Mundo y los países pequeños tenían una oportunidad. Hoy en día es
usualmente el discurso estadounidense el que priva en todo sentido.
Un pequeño pero importante ejemplo: en los setenta las
“necesidades básicas” era un concepto básico, siendo el punto que las
necesidades básicas están localizadas en los seres humanos mismos. Hay
algo profundamente democrático sobre estas necesidades básicas,
particularmente si son identificadas mediante la consulta a las personas.
Los expertos de los Estados Unidos comprendieron muy pronto lo
peligroso que podía ser “colocar al ser humano en el centro”. Los sistemas
tendrían entonces que ser evaluados de acuerdo con su capacidad de
satisfacer las necesidades básicas en la definición que de ellas diera la
gente y eso no se ajustaba muy bien a países que añoraban ganancias y
poder. Pero había una formulación alternativa, y tenían el poder para
hacer prevalecer esa alternativa: “seguridad humana”. Ésta es una palabra
del sistema, y aquellos que entregan eso son exactamente los mismos que
entregan seguridad, entre ellos las fuerzas armadas. De pronto los vemos,

299
Juan sin tierra

confundidos de algún modo, en el Golfo, en Somalia y en la ex Yugoslavia.


Claramente no estaban preparados para el deber. El punto es que es el
sistema y no los seres humanos y sus necesidades básicas quienes definen
qué es la seguridad. Esto es muy cercano a la línea de los Estados Unidos
de apoyar los derechos políticos, pero no el derecho -por ejemplo- a no
morir de hambre y a utilizar la “asistencia humanitaria” en situaciones de
guerra pero no en la catástrofe cotidiana, de todos los días, en la que
gente mayor -particularmente mujeres- se encuentra postrada en un
remolque y muere. Repulsivo.
Para la UNESCO hice muchas cosas en estudios de paz y
recientemente también en cultura de paz, incluso si es en la cultura
profunda en donde la violencia y la paz están localizadas, como indirectas en
alusión a muchos lugares. Por mucho, el trabajo más importante para la
UNESCO fue ayudar a construir las ciencias sociales en América Latina
junto con un sociólogo suizo profundamente capaz, Peter Heintz, durante
los años 1962-1965. Había muchos profesionales, de muchas partes del
sistema de las Naciones Unidas en Chile y América Latina durante esos
años. Algunos de ellos eran economistas, entre ellos el brillante argentino
Juan Prebisch a quién más tarde tuve la oportunidad de llegar a conocer,
junto con Jan Tinbergen.
El argumento a favor de los expertos de la ONU en equipos es
claro: traen diferentes ángulos a un problema, como algo distinto a la
dañina idea de la monocultura de un país en la forma de “asistencia
bilateral”. Tuvimos un ejemplo bastante bueno en Chile en esos años. La
Facultad de Economia de la Universidad Católica en Santiago había
estado apostando a una escuela de economía: Chicago y los Chicago
boys. Querían un gobierno que pudiera ignorar las necesidades básicas y
la distribución y se convirtieron en los ideólogos de Pinochet de tal forma
en que los ricos pudiesen hacerse más ricos y los pobres, si era posible,
más pobres. Uno de mis estudiantes, quien más tarde llegó a ser embajador,
dirigió durante el periodo de Allende una tienda del pueblo, en donde la
gente podía comprar productos mucho más baratos, pero en bruto, sin
bonitos envoltorios. Esa tienda fue uno de los primeros objetivos del
golpe. Él se encontraba ahí con una pistola para defender los precios
haciendo posible la vida a la gente pobre. Hasta que llegó un tanque. Y en
ese punto él prefirió hacerse escaso y continuar la lucha por otros medios.
Ricos, buenos años con Ingrid, y la misma oportunidad para ver
la sociedad del mundo de abajo hacia arriba, tal como la estancia en
prisión fue una oportunidad para ver a la sociedad noruega desde la base
hacia arriba. Por encima de todo, mis profesores eran mis estudiantes,
personalidades la mayoría de ellos, de todos los países de América

300
Capítulo IV.

Latina. En 1962 pensaba que la miseria se debía solamente a la falta de


conocimiento y de tecnología. Hoy ciertamente veo muchos más factores.
Mucho más importante son los impedimentos estructurales y culturales
de los que me hablaron mis estudiantes durante las largas tardes del otoño
chileno, bajo las vides, bajo la luna llena sobre las nevadas montañas de
los Andes.
Más tarde una de mis tareas era reclutarlos. Al único sociólogo
haitiano se le podía alcanzar solamente a caballo. Tenía algunas lecciones
detrás de mí en Santiago y llegué cabalgando con el sol y la posiblidad de
una beca, que por supuesto consiguió. Más tarde se hizo candidato a la
presidencia, pero esa sí no la consiguió.
Otro candidato era un poco más difícil de entrevistar, en un hotel
en Guatemala, porque uno de los políticos del país tocaba todo el tiempo
en la habitación para hacerme salir de la estancia y susurrarme, “él es un
comunista”. Sí, él quería la reforma agraria como muchos de los demás
que habían elegido a Guzmán Arbenz en 1954, y al hacerlo, se abría una
guerra entre los Estados Unidos, la United Fruit Company, las élites
terratenientes y los ladinos en un extremo, y los extremadamente miserables
y explotados descendientes de los mayas, los dueños del país, en el otro
extremo. Los ingenuos probablemente se refieren a esto como una guerra
civil que comenzó en 1961 para que el papel criminal de los Estados
Unidos se haga menos visible. El armisticio provisional del cual somos
testigos en estos momentos no es paz; nada se ha hecho para remover las
causas y raíces culturales y estructurales.
Él tuvo que ser transportado de la prisión al aeropuerto para
poder hacer uso de su beca UNESCO en Chile, y más tarde se convirtió
en un líder y muy apreciado trabajador en el viñedo de las ciencias
sociales cuando la FLACSO (Facultad Latinoamericana de Ciencias
Sociales) tuvo que escapar de Chile cuando el golpe de Pinochet en 1973.
En 1987 nos reunimos todos para una celebración del 25
aniversario en La Paz. Como es usual en el Tercer Mundo, su talento
corríó en extrañas direcciones. Se hicieron altos funcionarios en la
administración, embajadores, etc. Dije en mi discurso que yo les había
dado coeficientes metodológicos y de correlación y que a cambio había
recibido una comprensión profunda sobre el imperialismo: siempre que
las personas pequeñas levantan sus cabezas por encima del nivel de
suelo, seguramente vendrá una intervención por parte de los Estados
Unidos. El suave imperialismo suizo-noruego se había marchado, como
lo hacía con frecuencia, con la mejor parte del acuerdo. Ofrecimos
metodología y conseguimos nada menos que una comprensión más
profunda a cambio.

301
Juan sin tierra

El lazo con América Latina se hizo uno muy duradero. En alguna


ocasión bajo Pinochet me encontraba sentado en una reunión secreta con
un cardenal y algunos de los líderes de la oposición. Querían todo mi
conocimiento sobre cómo los regímenes autocráticos podían llegar a su
fin, un campo en el que había hecho algo de investigación. Mi sugerencia
tenía una base empírica: no-violencia. Cualquier tipo de violencia solamente
fortalecería al ejército, entrenado por y para los Estados Unidos.
Para la UNCTAD y la OMS en Ginebra hice investigaciones
sobre el impacto de la transferencia de tecnología con muchos ejemplos
en tecnología alternativa, publicados por las Naciones Unidas en un par
de idiomas, y sobre la estructura social contribuyendo a los desordenes
mentales, particularmente la esquizofrenia. En los corredores de la
UNCTAD con dificultad podían transferir suficiente tecnología, y en los
corredores de la OMS -a un kilómetro de distancia- el mensaje era que el
desorden mental era el precio que se pagaba por permitir que la
tecnología dictara la forma de la sociedad. La única comunicación formal
entre estas dos organizaciones de las Naciones Unidas era yo, y
prácticamente hablando en “tiempo real” porque utilizaba mi scooter de
una agencia a otra. No perdía ningún tiempo en estacionamientos. Una
vez más un ejemplo de un punto fuerte de las Naciones Unidas: aquí hay
conclusiones para los gustos de todos.
La experiencia con la Universidad de las Naciones Unidas en
Tokio, la UNU, fue menos afortunada. Había sido propuesto como
Rector por el ala Farrah Diba en Irán, un país con una profunda división
entre crecimiento y distribución, de arriba hacia abajo, con el conflicto
entre la pareja en la cumbre como un punto de partida. No hubo ningún
apoyo de Noruega. No tengo quejas sobre eso, también estaba
considerablemente más interesado en la investigación y fui señalado como
líder de un proyecto de la UNU financiado en millones, el más grande
que tenían, GPID, Goals Proceses and Indicators for Development.
Éramos un grupo de cerca de 50 investigadores de un cierto número de
países. De Noruega había también un joven y muy prometedor
especialista en todo lo que tenía que ver con necesidades básicas,
particularmente salud y nutrición: Dag Poleszynski. Dag y yo habíamos
tenido una cooperación excelente por treinta años y cooperamos también
en ese proyecto.
El problema era que la Universidad de las Naciones Unidas no
publicó nuestros muchos documentos de trabajo, con autores bien
conocidos tales como Susan George y Samir Amin. Por encima de todo
tenía miedo de que estos documentos espantaran cualquier financiamiento de
los Estados Unidos. El final de este asunto fue que primero yo, y luego el

302
Capítulo IV.

resto de nosotros, nos retiramos de la UNU; así que terminaron sin


nosotros y sin el dinero estadounidense. Lo mismo ocurrió cuando se me
ofreció un trabajo como el número 2 en UNITAR. Los Estados Unidos
estaban en contra y dijeron: “Galtung o financiamiento”. El número 1 era
francófono, así que teminó con ni l´un, ni l´autre, ni uno ni el otro. Se le
dejó ahí sin Galtung y, considerablemente peor, sin dinero. Ninguna
queja; otra vez quise -y conseguí- mi libertad.
Nuestro trabajo en GPID fue publicado en otros lugares. Y la
pobre Universidad de las Naciones Unidas se convirtió en uno de los
hijastros del sistema de Naciones Unidas por mucho tiempo. Japón más o
menos la abandonó porque no traía a Japón el suficiente prestigio; parece
ser que los japoneses querían un flujo constante de ganadores del Nobel
de la Paz. A la UNESCO no le gustaba porque olía a competencia. Los
Estados Unidos tenían dentro -hasta donde se sabía en el personal de la
UNU- un agente de la CIA todo el tiempo para poder conocer lo que
habíamos averiguado, pero no apoyaba el trabajo.
La razón es obvia. Las grandes potencias querían estudiantes de
todas partes del mundo como una parte de sus políticas de grandes
potencias, para poder asegurar la influencia en las élites de otros países, y
reciclar las ganancias petroleras, etc, como cuotas de registro universitarias.
Odiaban el sueño de U. Thant (y el mío propio) de un lugar en el que los
estudiantes, los profesores y los administradores de todos los países se
pudiesen conocer en educación, investigación e intercambio de ideas. Se
detuvo con los administrativos, una red de investigadores y una pequeña
institución moribunda que jugó un papel muy pequeño en las Naciones
Unidas, y que no ha tenido, prácticamente hablando, ningún impacto
académico.
En 1995 las Naciones Unidas organizaron la primera Cumbre
Social en Copenhagen, brillantemente armada por mi viejo amigo Juan
Somavia, el embajador más joven de Allende y no como otro antiguo
amigo, más tarde presidente de Brasil, un traidor en contra de su propia
intelectualidad. UNRISD, el United Nations Research Institute for Social
Development, organizó una “reunión cumbre intelectual” en esa ocasión
con Dahrendorf, Etzioni, Hobsbawm, Solyanka y Tolstaja, entre otros. El
punto básico de mi conferencia fue que un acceso bueno y equilibrado a
los bienes sociales como el agua limpia y la odontología era una meta
clara y obvia. Pero me llegó la noción de que el desarrollo social también
tenía algo que ver con estructura y cultura; que la disolución estructural y
la disolución cultural eran los precios que se pagaban por la modernidad,
y que el lugar en el que pagábamos ese precio era la sociedad posmoderna.
La disolución cultural había sido conocida por mucho tiempo como

303
Juan sin tierra

anomia, yo utilizo el termino atomia, para la atomización, la fragmentación,


la disección del tejido social, entre otras cosas mediante trabajo de
contacto. Las consecuencias son violencia, corrupción, la formación de
sectas y el nacionalismo, y más particularmente todas éstas cuatro juntas.
Supongo que éste es uno de mis mejores trabajos. El efecto fue muchas
conferencias alrededor del mundo, y un estudio futuro sobre los
conceptos de violencia estructural y cultural.
También he participado en el trabajo de reformar las Naciones
Unidas, a través de diferentes tipos de ONG’s. No tengo mucha fe en
tales reformas viniendo del centro mismo de las Naciones Unidas. El
escenario más probable sería después de una catástrofe, y supongo que
soy de la opinión de que ya hemos tenido suficientes catástrofes. Las
mejores ideas sobre reforma a las Naciones Unidas vienen de los círculos
de ONG’s. Hay un libro en camino sobre esto, pero permítaseme indicar
algunos puntos.
Si los Estados Unidos en su excepcionalismo insisten en
encontrarse por encima de la ley de las Naciones Unidas, y además no
están dispuestos a pagar sus cuotas por membresía, entonces muy
claramente deberían abandonar la organización. Como afortunadamente
lo hicieron en el caso de la UNESCO, y al hacerlo dieron a la UNESCO
la posibilidad de trabajar por una cultura de paz, un buen comienzo para
los estudios de paz sin ser saboteados por los Estados Unidos. Podrían
incluso abandonar a Naciones Unidas con otras “grandes potencias” y
crear su propia institución, y en esa institución podrían vetarse los unos a
los otros tanto como lo deseen y permitir que un alto número de países
decentes comiencen a hacer un buen trabajo. Es sencillamente falso que
sea mejor tener a los Estados Unidos dentro para poderlos controlar.
Ellos son quienes controlan el sistema desde dentro con su megalomanía
y su paranoia, no a la inversa.
Las Naciones Unidas necesitan, por supuesto, una Asamblea
General de Estados. Pero también las Naciones Unidas necesitan una
Asamblea Popular, un parlamento mundial, por ejemplo, utilizando a
cada país como un distrito electoral. En esta lógica se elegiría un
representante por cada millón de habitantes que entonces articularía todas
las otras líneas de falla -no solamente entre Estados-, en otras palabras, la
altamente apreciada sociedad civil. Y las Naciones Unidas necesitan una
asamblea para corporaciones en donde las Naciones Unidas puedan hacer
al capital sujeto de rendición de cuentas frente a los Estados del mundo y
frente a las personas del mundo, no como ocurre hoy en el “foro
económico” de Davos en donde el capital hace a los Estados y a las
personas sujetos de rendición de cuentas ante si. Y los Estados incluso

304
Capítulo IV.

llegan a pagar sus servicios con sus perros falderos mediáticos en su


conducción.
Pero nada dura para siempre, ni siquiera incluso el control por los
mercaderes sobre el pensamiento y la acción. Su codicia es la pala con la
que están escarbando su propia tumba. Y lo que debe crecer después
deben ser unas Naciones Unidas que puedan ofrecernos una verdadera
globalización, no una falsa, como la globalización conducida por los
Estados Unidos que tenemos hoy en día. Pero una globalización en donde
todos los géneros, generaciones, races, clases, naciones y Estados
cooperen en la tarea de crear una vida con dignidad para todos.

Una bicicleta en Kyoto

Un comerciante de muebles aparece en la calle caminando hacia atrás, en


sus brazos, un pesado sillón –de pronto, sin anuncio previo,
precipitadamente. El sillón será colocado a un lado de la acera,
probablemente, con la esperanza de atraer a un comprador y liberar más
espacio de almacenaje. Hay quince centímetros entre nosotros. La
bicicleta no se mueve muy rápido, pero lo suficientemente rápido como
para provocar un buen impacto. Solamente hay una opción disponible,
girar la bicicleta a la izquierda y seguir de frente. Bueno, el choque fue
prevenido, por dos centímetros. ¿Y qué es lo que me espera del otro lado?
Un grupo escolar de pequeñas niñas con faldas y blusas blancas están en
todo el lugar –movimientos brownianos, se rien, chillidos agudos, euforia
por el fin de la escuela, ojos que relucen con la joie de vivre.
Pero, como caída del cielo, una ruta de slalom aparece con
pequeñas niñas como marcadores de bandera. ¿De dónde salió esto?,
nadie lo sabe, simplemente existe. La bicicleta requiere impulsos extra,
esquivar con el manubrio no va a ser suficiente, no hay tiempo para
frenar, pequeños empujones del cuerpo, la clase es superada. No se
distingue ninguna variación notable en el diapasón de los chillidos, la
alegría de vivir continúa inalterada.
Ayer incrementé la altura del asiento. Una nueva barra me dio 10
centímetros extras, y espacio para estirar las piernas. El hombre de la
bicicleta y yo estabamos en un acuerdo total, salvo por una ligera
diferencia en el modo en el que lo expresamos: “La bicicleta está demasiado
baja” –dije yo- “Piernas de gaijin (extranjero, de hecho, persona externa)
demasiado largas” -dijo él. Sobrecrecido, el larguirucho gaijin está ahora
sentado a la altura perfecta, con buena vista. Todo tipo de cosas
peculiares en las calles de Kyoto se distinguen por encima de la altura
promedio de sus cabezas. Son persianas venecianas y salientes y canales

305
Juan sin tierra

de techos y tablones de anuncios y depósitos de agua y envases de flores


y líneas telefónicas y banderas de aviso y cosas sin motivo
indescriptibles. –además del hecho de que son todas protuberancias.
Todas posicionadas para cortar monstruos gaijin en bicicletas reduciéndolos
a un tamaño razonable.
El método es claro: uno impulsa el cuerpo hacia adelante, la cabeza
entre los hombros, buena visión periferica para detectar a comerciantes
de muebles y a grupos escolares. Los monitores de curso están en alerta
constante. Es mejor de ese modo. Porque hacia mí, avanzando a una
velocidad considerable, un colega bicicletero se aproxima en curso
directo de colisión. Ningún contacto visual, no envía ningún mensaje, su
cara carece de cualquier expresión. Sus ojos se enfocan en mi llanta
frontal, la única cosa importante. Leí en algún lugar que los Samurai
tampoco mantienen contacto visual en una batalla. La pelea -la matanza-
debe ser objetiva, profesional. Los ojos rasgados solamente en lo
absolutamente esencial: la espada.
Pensamiento alentador. El juego de la gallina se juega aquí sin
cesar. ¿Quién será el primero en acobardarse? Fue él, no porque yo fuera
el más valiente de los dos sino porque él era más rápido. Una pequeña
realineación de la llanta delantera, yo correspondí hacia el lado opuesto, y
nos cruzamos a una velocidad relativamente buena con una distancia
libre de tres milímetros.
Se termina el adoquinado. Un estrecho callejón aparece a la
izquierda, con una amplitud de cerca de 120 centímetros, un auto de
cerca de 150 centímetros de ancho podría arreglarselas pero necesitaría
una velocidad considerable para deslizarse a través de esto. Ella se
aproxima por la izquierda, a una velocidad nada desdeñable. Ella es
fantástica también, pero con el mismo semblante impasivo. El auto es
negro, un Toyota elegante, caro, desaconsejable como objeto de colisión.
Ella probablmente se dirige a recoger a sus hijos de clase alta a una
escuela de clase alta. Lo que significa que, con considerable ignominia,
debo capitular. Freno. La bicicleta se detiene en tres centímetros, a medio
centímetro de la pintura pulida gracias a un pequeño giro de la rueda
frontal. En breve, todo sigue normal.
Disfruto el paisaje mientras cruza la belleza. A la derecha un
templo, un buen templo de ochocientos años de antigüedad. A la
izquierda, el inicio de un palacio imperial con jardines y sendas para la
bicicleta. Una especie de foso miniatura entre un adoquinado de treinta
centímetros de ancho y un muro de baja altura. El foso no tiene salientes.
La bicicleta y el ciclista podrían sobrevivir a la caída. Pero no sin

306
Capítulo IV.

razguños y moretones perdurables, con profundas incisiones en la pintura


y la piel, en el espiritu y la mente.
El inicio de un nuevo deporte olímpico: cruzar el tráfico que se
aproxima, a pie o en bicicleta, sin caer en el foso y sin hacer circular la
bicicleta en el camino prohibido, el que está reservado para Toyotas
negros con bellezas a bordo. Los japoneses tuvieron éxito en esto con
colores voladores. Y recuerdo la única competenecia deportiva que alguna
vez gané: recorrer la universidad a través de los pasajes del sótano, en
una bicicleta, sin derribar una sola botella de cerveza, maliciosamente
colocadas a lo largo de la pista. Yo era un maestro consumado en
“apretujar” mi camino a casa desde el instituto Frogner de tortura -durante
mis días de secundaria- contra un futuro miembro del parlamento, y un
futuro juez en la corte de apelaciones. Es la técnica de permanecer
estacionario y de mantener la bicicleta en posición, no mediante el
pedaleo, sino girando la rueda delantera. Buen deporte, también
subestimado por el Comité Olímpico. Le dio al periodo escolar un
significado como algo a realizarse después de la actividad escolar. Todos
los japoneses saben cómo hacerlo, incluso la abuela de 95 años que
cordial y vigoroza emerge de un callejón a la derecha en una brillante y
reluciente bicicleta.
Un poco más adelante, una colonia de peatones de noventa años
está ahora cruzando la calle. Fijan sus miradas todos en el monstruo, lo
observan como uno observa a un perro anormalmente crecido: como un
hecho. Habría sido mejor si no hubiese ocurrido, pero ya que ocurrió -y
ya que existe poco que se pueda hacer al respecto- es mejor tomar las
precauciones necesarias. Hacen algo extremadamente original, se
detienen y esperan. Yo lo hago también, para ver si se detienen con otros
también. No lo hacen. Se me ha dicho que pueden sentir la respiración de
un gaijin a 300 metros, y, extremadamente suspicaces de sus habilidades
ciclistas, le dan al monstruo suficiente espacio para caer, así como los
noruegos ofrecen también mucho espacio cuando ven a un danés
aproximarse en esquís. Mucho margen, suficiente como para permitirles
dejar sus huellas danesas en la nieve.
Cae la obscuridad, mucho más rápido que en Noruega. Ahora las
cosas van a ser verdaderamente excitantes. El tráfico se incrementa al
mismo tiempo que todo se hace más sombrío, los contornos se hacen
difusos. El comerciante de muebles regresa a su local con sus sillas durante
la noche, pero es menos distinguible en el contorno. Se puede determinar
la posición o la velocidad, pero no ambos –el electrón de Heisenberg en
otras palabras. El principio de la incertidumbre. Cae la obscuridad.

307
Juan sin tierra

La calle prohibida tiene grandes ventajas. Pero uno debe


aproximársele rápida y metódicamente. Los autos detestan a los ciclistas.
La repulsión es mutua, pero los autos son más duros y más pesados. El
truco es arrojarse uno mismo a las calles frente a los autos que se han
detenido por una luz roja. Luego se cambia a sobremarcha, sigue hacia
adelante y disfruta la libre navegación por tanto tiempo como dure. Los
conductores detrás de ti se arremolinan como sabuesos atados a su
cinturón de seguridad; saben lo que ha ocurrido y relajan el motor hasta
que sea su turno –para marcar su territorio con gritos de venganza. ¡Una
bicicleta -con un monstruo agregado- ha invadido sus dominios! Así que,
retirada al adoquinado antes de que la jauría aparezca a velocidad
rompecuellos. Un poco más lento ahora, econdido entre los comerciantes
de muebles y niños de escuela, luego dáles alcance otra vez a la siguiente
luz roja. Vuelta abrupta, colócate frente a ellos, es un buen momento.
Aparte de todos estos autos, el drama se despliega sin un sonido,
sin un grito, sin el más mínimo cambio facial. Más allá de lo que ocurre
en la cara del monstruo. Un niño se aproxima con su bicicleta, tiene
gracia, elegancia. Dos soportes para pies han sido colocados en su llanta
trasera, y sobre ellos está parada otra belleza, sus delicadas manos
colocadas en los hombros del villano. Las bellezas japoneses actúan
como si no lo fueran, en contraste con las no-bellezas estadounidenses
que actuan como si lo fueran. Suficiente de eso, el ciclismo no es
solamente para las compras de aparador, sino también para mantenerse al
día de todo lo que se mueve en dos o cuatro ruedas, con vistas recien
descubiertas para ojos irritados en dos piernas, en un país que supuestamente
no tiene recursos naturales.
Ahí vienen. Ambas en bicicletas, ambas con un corte de pelo
deportivo del número 2; no la que tiene la separación en la mitad y el
cabello peinado de lado sobre los hombros, sino la otra con un arreglo
que deja libre su frente, muy corto. Se aproximan lado a lado, parloteando
lejos a velocidad media, pero toman todo el adoquinado. Hay un pequeño
margen, digamos los siete centímetros requeridos para librar comerciantes de
muebles moviendose hacia atrás y sus similares.
Pero por encima de todo esto viene la estrategia internacional
femenina. Al evitar el contacto visual, y lo hacen patentemente claro, no
puedes conseguir que hagamos nada dado que no hemos registrado tus
señales. Así que sigue girando y tambaleándote con tus ruedas y todo lo
demás. Ambas caras parecen declaraciones de los derechos humanos.
Solamente trata de chocarnos y te arrepentirás, y no solamente en el
sentido legal.

308
Capítulo IV.

La capitulación total es amarga. Frenar es una derrota. ¡Con


ambos pies en el pavimento! Yo soy como el luchador de sumo –sumo se
pronuncia “smaw”, no muy diferente de la palabra noruega “små” que
significa pequeño, que es precisamente lo que no son– que ha sido
arrojado fuera del pequeño ring. ¿Ir a casa, por la ignominia de todo esto?
¡Nunca! Mira a cualquier parte mientras pasan; pueden quedársete viendo
tan solo para recrear la vista, mira a otro lado, abajo, arriba, a otro lado.
Disfraza la derrota como civilidad. Del otro lado, colegas conducen con
su autoestima intacta: a una velocidad respetable y fija. Ellos toman a su
manera y se abren camino entre las obstrucciones pasadas y el sistema
coordinado de calles de Kyoto, telefonos celulares aplastados en ambos
oídos ¿o es un mini-radio? Algunos dan un mordisco a algo, y cargas de
autoestima.
Así es como son las cosas. Yo me consuelo no solamente con el
pensamiento de que Kyoto puede y debe ser dominado, debe ser mirado y
saboreado. Los éxitos de ventas del comerciante de muebles deben ser
apreciadas, la felicidad de los pensionados absorberse; a las pequeñas
niñas en la escuela debe deseárseles buena suerte, el templo debe ser
tomado (pero no tú por templo), el palacio debe avanzar, literalmente,
majestuosamente. La historia debe suavizarse por las historias. Y: debes
alcanzar el objetivo. Y: sin lastimar a nadie ni a nada física y
emocionalmente. Y: lento pero seguro, completamente relajado, sin tensar
un músculo. Impasiblemente. Sabiduría japonesa. Sabiduría.
Fluyo por Kiyamachi, fluyo, fluyo lento a lo largo del antiguo
canal nacional del arroz. Las azaleas florecen, ramas fuertes, yo navego,
la afluencia en un lado, del otro lado, restaurantes caros –rápido sobre
Gojo, fluyo, fluyo más hacia Shomen, vuelta a la derecha, a la izquierda
en Kawaramachi. De regreso a casa –en todavía otro hogar maravilloso.
Y la memoria me recuerda viajes en bicicleta alrededor de Dinamarca y
Noruega con Arne y Einar y Frede. Y la bicicleta misma, el medio de
transporte más excitante del mundo.

Viajes

No pienso en un viaje solamente como un movimiento de A a B. Pienso


en los viajes como una forma de vida, una forma de ser, como arte,
alegría, felicidad; a pie, en bicicleta, en motocicleta, automovil, tren,
barco, avión, el vehículo es de menor importancia. Lo que importa es la
actitud. Y esto puede combinarse al mismo tiempo con ir de A hacia B, a
tiempo. La bicicleta puede colocarse en el auto, puede haber una agencia

309
Juan sin tierra

de renta de automoviles en el aeropuerto, todas esas cosas pueden


combinarse.
Hay algo raro en el tiempo y el espacio. El tiempo se mueve
independientemente de si lo queremos así o no; el moverse en el espacio
es un acto de voluntad. Pero si es voluntario entonces también podemos
hacernos conscientes de ese hecho, no solamente el movimiento a lo
largo del retiro. Construimos puntos e intervalos en el tiempo y nos
referimos a eso como una agenda, un orden del día, un plan de estudio,
un ritmo de trabajo, un proyecto de vida. Si estamos hablando de comida
con frecuencia le llamamos menú. Si es sobre sexo entonces hay algo
sobre “posiciones”, en donde una profesión especial –muy frecuentemente
encontrada en Noruega en los viejos días- tenía una dudosa reputación. Si
se trata de movimiento en el espacio en ciertos puntos de tiempo
convenidos es lo que llamamos un itinerario, una guía de viaje.
Un plan, orden, ritmo. Si todo esto se repite día a día, por
semanas, meses, años entonces es llamado rutina. La prisión se trata de
eliminar el espacio al reducirlo a un solo punto, y entonces se congelan
todos los ritmos en el tiempo como rutinas. Al prisionero se le priva de
espacio, no de tiempo. “Jailbird” (“ave enjaulada”, preso) es una
contradicción, totalmente fuera de contacto con “libre como un ave”. La
mayoría de los pájaros no viven en jaulas.
Si también eliminamos el tiempo el resultado es la muerte; el
punto se refiere como una tumba. Como un ex prisionero solamente
puedo confirmar que la nostalgia no se limita a otros puntos en el espacio.
Todo el mundo conoce el sueño de los prisioneros, y algunas veces se las
arreglan para escapar, al gran espacio. Pero no todo el mundo sabe qué
tanto están haciendo -casi cualquier cosa- para romper las rutinas. Tragar
cuchillos es altamente efectivo en términos de costo-beneficio; el riesgo
es relativamente bajo y la ganancia en términos de rayos X, operación,
transporte hacia el hospital y de regreso, considerable. Lo que se crea es
un alto nivel de impredictibilidad. Tragar otro cuchillo por segunda vez,
como sea, puede ser contraproducente: otra rutina ya está en camino.
Algo de rutina -incluso mucha rutina- es útil. Pero solamente
rutina es algo asesino.
Como el lector comprenderá estoy tratando de contestar una
pregunta: ¿Qué es lo opuesto a la muerte? Que “lo opuesto a la muerte es
la vida” es verdad, pero no es muy interesante. Si la muerte significa un
congelamiento en el espacio y el tiempo, con el punto de tiempo grabado
en la tumba como un reloj que se queda congelado, entonces la prisión es
algo cercano a la muerte. Lo opuesto sería no solamente la movilidad,
sino la impredictibilidad, en tiempo y espacio, como el electrón de

310
Capítulo IV.

Heisenberg. La forma última de viaje trascendería todos los itinerarios.


Podrías crear para tí unas hojas de papel con algunos puntos en el espacio
y otro conjunto de hojas con algunos puntos en el tiempo, coloca ambos
en dos sombreros y comienza a sacar combinaciones espacio-tiempo.
Pero incluso si pudieramos retroceder en el espacio, la máquina del
tiempo en reversa es hasta el momento ciencia ficción.
Bueno ¿es esto totalmente cierto? ¿Qué hay de componer una
ruta dedicada al siglo XI -incluyendo el espacio en el que el Papa Urbano
II cometió el error fatal de la tarde del 27 de Noviembre de 1095 al
declararle la guerra al Islam en el nombre de la Cristiandad (en otras
palabras Clermont-Ferrand con sus restaurantes de varias estrellas?
Puedes comprar un libro de historia en el que los eventos estén ordenados
de acuerdo con la fecha, se les coloca en el mapa, y se les conjunta en la
forma de un itinerario, y luego se hace un siglo de historia nacional,
europea, global, cada año, tal vez preferentemente de adelante hacia atrás
para movernos de lo que se conoce mejor a lo que se conoce menos. Un
enriquecimiento considerable está garantizado en la utilización de este
método de rastrear los siglos.
Uno tiene que ser un economista o algo así para minimizar el
camino sin ningún pensamiento sobre la maximización del enriquecimiento.
Viajar de ida y vuelta no es en lo más mínimo viajar dos veces más lejos.
Es el doble de lejos en el espacio, pero mucho más que el doble en cuanto
a enriquecimiento. Ya has estado ahí, pero ves todo desde un ángulo
diferente. O, conduce a través del mismo sendero al alba, con plena luz
del día y al caer el sol, y habrás estado -de hecho- en tres lugares diferentes,
pero la condición es que estés reflejando con todos tus sentidos y no
solamente haciendo una carrera a través del espacio. Pensar con el paladar,
por ejemplo, es una buena idea. Saborear con el ojo y con la nariz es otra.
La planeación conlleva un riesgo. No contar con tiempo, ningun
espacio para lo inesperado; no planear también trae consigo un peligro:
nada que esperar y por esa razón nada se encuentra tampoco, y todo
termina como un traslado de A a B.
Viajes temáticos es la solución –como en la historia por ejemplo.
El viaje gastronómico es otra. Los mapas en ese epítome de la literatura
francesa, Guía Michelin, son un ejemplo brillante: vale una visita, vale un
viaje completo. Fumi y yo conocemos la mayoría de los restaurantes de
tres estrellas. Dos o tres veces al año es suficiente porque la experiencia
es muy fuerte. Fumi, la maestra cocinera, toma la cuchara, degusta,
permite que el contenido descanse en la boca con la lengua lentamente
saboreando –¡aha!, la salsa está basada en X, Y y Z, buen balance, buena
excitación acompañando al volaille. El vino debe subrayar y no abrumar;

311
Juan sin tierra

ese tipo de vino que se puede disfrutar en una puesta de sol, también
como un obsequio para la vista, sin competir con nada más que por la
atención del paladar. Conserva el menú, vuelve a vivir el milagro
completo con los ojos, ¿recuerdas cómo hicieron la transición del platillo
de pescado al platillo con carne?
El arte consiste en diseñar una ruta, no hacia una pesada
alimentación sino también abriendo espacio para lo ligero; como una
sonata entre dos pesadas sinfonías. Y los viajes temáticos pueden combinarse
y construirse como un punto-contrapunto: música pesada en los días con
platillos ligeros y viceversa. Lo contrario sería demasiado abrumador. En
breve, un poco de pensamiento adelantado en el tiempo es recomendable.
¿Caro? Las posadas de paso Les Routiers en Francia ofrecen
maravillosos almuerzos con vino por alrededor de diez euros; una sola de
esas comidas es suficiente para todo el día. Muchos de nuestros mejores
recuerdos de restarurantes comenzaron con una caminata en algún
pequeño lugar hasta que conocimos a la Persona Adecuada, a quién
entonces le hacemos preguntas. De preferencia un varón, las mujeres son
con frecuencia muy críticas porque saben demasiado. De preferencia
gente entrada en años (con experiencia), de forma un poco redonda (la
experiencia ha sedimentado en su estructura profunda), no muy bien
vestidos (un típico burgués tiene la tendencia de confundir la calidad y el
precio, y tiene demasiad miedo de que pensemos que es pobre y que
nosotros debemos creer que él cree que nosotros somos pobres). No hace
ningún daño el preguntar a diferentes personas y terminar en el
restaurante con la votación más alta.
¿Pero por qué no excursiones con temas políticos si uno tiene
intereses políticos? Los lugares típicos para visitar deben considerarse a
la edad de 30 como sea; están llenos de rutinas.
Hicimos una excursión política así en 1982, Fumi, los niños y yo
–4,000 kilómetros por toda la Unión Soviética Occidental, de Finlandia a
Moldova.
Observaciones, conversaciones en todos lados. Por supuesto
Intourist tenía el control del espacio y el tiempo. Pero ellos no controlaban lo
que hacíamos y lo que decíamos, y la gente tenía una enorme necesidad
de conversaciones políticas. Había algo en el aire, como una nube
cargada con rayos y destino pesado además del suelo negro.
Abajo, en Ucrania, un día de Julio, tan caliente que el asfalto
daba la impresión de haber sido recien colocado, encontramos un lugar
de estacionamiento. Un poco de “desarrollo” al estilo estadounidense
habría sido bueno: nuestra sed tenía calidad desértica, incluso una Coca-
Cola habría sido bien recibida. (Esa corporación, por cierto, es uno de los

312
Capítulo IV.

mayores clientes de coca de las montañas de los Andes- ¿tal vez la


demanda de drogas disminuiría si la gente en los Estados Unidos se
deshiciera de esa bebida?)
Pero todo lo que estaba disponible era un pozo con una vieja
palanca. Junto había un camión con un conductor cincuentón, las placas
del camión eran de Moscú:

- ¿De dónde viene usted? –preguntó, mirándonos a nosotros y al automovil.

- El auto es alemán, registrado en Francia –dije yo- mi esposa es japonesa, yo soy


noruego, venimos de Finlandia y vamos camino a Moldova.

- ¡Aha! –dijo él- ¿eso quiere decir que conduce usted a través de San
Petersburgo?

- Supongo que se refiere a Leningrado –dije corrigiéndolo, profesionalmente.

- Quiero decir San Petersburgo tal como lo expresé –respondió él- ¡y así es como
se va a llamar la ciudad otra vez!

Lenin = San Pedro, en otras palabras.

Su premio en estudios del futuro todavía no ha sido recogido. Me recordó


a otro ruso que encontré la tarde del primer día que llegué a Tokyo en
Enero de 1968 cuando por la mañana conocí a la mujer que más tarde
sería mi esposa.

- Fui enviado aquí por el Gosplan –dijo él- para estudiar el capitalismo japonés. Y
la conclusión es que estos malditos capitalistas en Japón son mejores en el
socialismo de lo que lo somos nosotros en la Unión Soviética.

Él termino en la obra The Cardplayers, de la cual el lector tuvo un


extracto líneas arriba (Dios y la Historia).Me viene a la mente un viaje
que emprendimos lejos, muy lejos en el Sahara.
¿Cuál era el tema? El desierto, por supuesto. La oferta de arena
era suficiente. Pero la oferta humana era también suficiente, y queríamos
saber cómo puede vivirse en un oasis. Es de hecho muy raro y admirable
que alguien pueda vivir de alguna manera en la inclinación de las
empinadas montañas noruegas o en islas noruegas con cerca de 10
habitantes. La prisión ¿poco espacio y un montón de rutina? Con la
importante diferencia que toda la familia se encuentra encerrada,
generación tras generación. La prisión real no es sólo un punto en el
espacio y una rutina en el tiempo, sino también un solo punto en el
espacio social: tú mismo, en soledad. Esa es la razón por la que se hace
313
Juan sin tierra

tan importante la construcción de amistades en torno a uno en la prisión,


para poder reconquistar algo de la sociedad que “ellos” te han arrebatado.
También soy un adherente al gran viaje de descubrimiento.
Ingrid y yo viajamos alrededor de los Estados Unidos, incluyendo
México y hasta Guatemala, en nuestro primer verano en los Estados
Unidos en 1958. El tiempo y el espacio habían sido delineados en el mapa
con fechas, entre otras razones, para la entrega general. Lo impredecible
estaba en tales cosas como la historia, la comida y la política.
Y cuando planeé recolectar suficiente material para un libro
sobre Gandhi en el Gandhi Center afuera de Varanasi y al mismo tiempo
debía aproximarme a Japón para poder desposar a Fumi en 1969, ¿qué
era más natural que conducir en auto al menos la mitad del camino?
Burma era y se mantiene cerrada. Pero viajamos desde Oslo hasta casi
llegar a Calcuta en un Peugeot 404, con faros y rejillas frente a los faros
del auto con suficientes llantas y latas de gasolina, pero fuera de ahí, todo
normal. A Andreas, de 10 años de edad, se le permitia conducir el auto en
el desierto endurecido; Arne Næss se quería sentar en el toldo, Sigmund
Kvaløy hacía dibujos y películas. Gran experiencia. Lo más dramático
que ocurrió fue una voltereta en un camino con hielo en Bulgaria y el
perro con el que desafortunadamente chocamos en Afganistán. El auto
funcionaba como un reloj, sobrevivió todo. Desafortunadamente, el perro
no lo hizo.
Eso fue durante la Guerra Fría. Durante la paz calentada por las
guerras incendiarias después de 1989 nuestro itinerario nos habría llevado
a través de siete zonas de crisis/guerra, altamente no recomendable, por
no mencionar imposible ¿Progreso?
Fumi y yo condujimos el camino de regreso a principios de esa
primavera, a través de la enorme meseta de Kabul-Ankara, la que huele a
borrego todo el camino, 4,000 kilómetros. Luna de miel. Lentamente
abandonando Asia, lentamente aproximándonos a Europa, tan lentamente
que el alma tenía la oporutnidad de alcanzarnos –sin importar el tamaño
del alma. Fumi hizo notar más tarde que los noruegos tienen la tendencia
a hablar del alma en reuniones, cerca de la medianoche. El punto
vergonzoso es que la conversación se hace muy corta.
En el camino, con una infinidad de tierra por delante de nosotros
y gigantescas montañas como alpes cualquier lado, Fumi me pidió que le
dijera qué había ocurrido en los hechos en la historia europea. Mi tarea
como consultor de la UNESCO en Japón, administrado por Fumi de la
Comisión Nacional de la UNESCO, había sido realizar algo similar para
Japón, con un enfoque en el “desarrollo”. Descubrí que prácticamente
hablando no tenía ninguna comprensión de Europa como un todo. Europa

314
Capítulo IV.

era para mí en ese punto una lista de países, divida durante la Guerra Fría
en tres “campos”: la OTAN, el Pacto de Varsovia, y los neutrales, no
alienados. La pregunta de Fumi apuntaba a la macrohistoria europea.
¿Por qué no debería ser posible pensar y hablar, realmente hablar juntos,
durante el viaje? Un reto tremendo, esa pregunta, estimuló mucha
investigación después.
Como lo hicimos cuando condujimos al este, condujimos dos
días y descansábamos uno. Visitábamos lugares, conversábamos. Y en
éste punto quisiera hacer un pequeño comentario sobre la relación entre
viajar, pensar y hablar.
Viaja con todos los sentidos alertas al máximo y muchas
impresiones llegarán a ti. Mi viaje diario en bicicleta hacia o desde
Kiyamachi en Kyoto me traía las fragancias de una cocina de un
restaurate a otro, yo ofateaba mi camino a través de los menús, ¿o es que
los menús eran los que me ofateaban a mí? Las azaleas con dificultad se
detienen a mirarme, están demasiado ocupadas reflejando su propia
belleza en el canal de arroz.
Está parpadeando, destellando. Exactamente como cuando los
pensamientos son guiados conscientemente en los huecos obscurecidos
de la mente con la esperanza de arrojar algo de luz y ultimadamente ser
capaz de pintar con palabras. Sin cubrir nada. Des-cubriendo. Viajar no
solamente entrega impresiones, conocimiento. Viajar también sirve como
un autoencendido para tu propia maquinita de pensamiento. ¡Felices
recorridos!

Sexualidad

Dos prostitutas filipinas sobre su vida profesional:

- Los hombres americanos son ideales, muy rápido, de 3 a 5 minutos cada uno.
Los europeos se toman un poco más de tiempo, particularmente los franceses y
los italianos, pero aceptable. Absolutamente catastróficos son los chinos. Lo
ponen dentro, luego un poco de movimiento, luego hacia fuera, un poco de
descanso, diversión, adentro otra vez, algunos movimientos, afuera y así
continuan, ¡media hora, incluso una hora completa!

Al ser la paga por evento, no por hora, reportan que procuran escapar
cuando ven chinos en el horizonte, y revolotean alrededor de los
americanos. Por supuesto, desde el punto de vista de un sindicato, el
problema podría resolverse mediante una renegociación de las tarifas,
teniendo límites de tiempo por evento y una serie de estrategias que el
lector podrá pensar por sí solo. Como sea, nada de esto cambia la antigua

315
Juan sin tierra

tradición del Chinese fucking como fue reportado por los navegantes
occidentales después de estudios de campo en puertos chinos: duran más,
distribuyen el clímax a lo largo del tiempo en patrones sinuosos,
ondulatorios, con algo de irregularidad en el proceso, caos, por diversión.
Más como la sexualidad femenina.
El sexo, como la comida, es bastante importante; existen cerca de
12 portadores claves de orientaciones civilizatorias básicas. En alemán la
tradición de decir der Mensch ist wie/was er isst (los humanos son
como/lo que comen) expresa esta visión a la perfección. Nótese el
isomorfismo entre la comida china y el sexo chino: dura mucho, muchos
platillos pero también los mismos platillos reapareciendo, sin un clímax
defindo, ondulante. Como algo opuesto a la clásica comida occidental
construyendo un clímax desde los platillos ligeros hasta los pesados y
vinos, encontrado liberación en un postre ligero, y luego “retirándose” del
salón. No es necesario decir que la comida estadounidense no es así:
sencillamente, es predeciblemente rápida.
En el fondo, hay un concepto oriental más profundo del tiempo,
con frecuencia referido como “cíclico” o “pendular”, aunque en espiral
sería una mejor definición. Correspondientemente, el concepto occidental
del tiempo es muy mal capturado por el término frecuentemente utilizado,
“linear”. Siete fases pueden ser fácilmente identificadas en Occidente.
(Tiempo: paraíso, paraíso perdido (caída), obscuridad, despertar,
crecimiento, crisis y el apocalípsis o la catarsis -paraíso conquistado). La
prominencia del tiempo bíblico en las religiones abrahamíticas es obvia.
Hablar de tiempo “linear” captura en el mejor de los casos solamente la
fase 5; poco es lo que pasa por la teoría económica (no realmente) en
Occidente. Un pequeño punto sobrepasando: la crisis es tan parte de
Occidente como el crecimiento, y precisamente en el sentido chino de
peligro y oportunidad.
La traducción a la sexualidad occidental masculina es sencilla.
Ahí se tiene el saciado post coitum masculino, saliendo de ese estado de
felicidad relativamente rápido, vagando alrededor confusamente insatisfecho,
deseando ser levantado otra vez. A partir de este punto, existe literalmente
hablando, crecimiento, construcción hasta un clímax. Como sea,
acechando más adelante viene la crisis conocida por todos los varones
que han existido, al menos en Occidente: ¿Qué ocurre después? ¿La
catarsis del orgasmo o el apocalipsis de la impotencia, sea antes o durante
la entrada en el receptáculo femenino de los ejercicios, particularmente
hacia el fin del coito, con el paraiso a la vista? ¿Lo conseguiré?
¡Dramático por decir lo menos! Un drama repetido cuatrillones de veces,
siendo el tema la vulnerabilidad masculina, como algo opuesto a la

316
Capítulo IV.

mujer, lista para el sexo casi en cualquier momento, una razón por la que
puede hacer negocio, él no puede, excepto como gay pasivo. Asimétrico.
Para controlar la gloria y el trauma él monopoliza la iniciativa sexual.
Desde este ángulo, la aproximación china puede ser vista como
una estrategia anti-apocalíptica/anti-impotencia. Hazlo durar, disfrútalo
todo el tiempo, tal vez no la petite mort, ¿y qué? Sin nerviosismo, sin
acelerar para obtener la respuesta a la pregunta sobre si “¿lo conseguiré?”.
No hay drama derivado del espectro de la impotencia en el entendido de
que el momento de la eyaculación se hace menos importante. Pero una
vez más ¿y qué?
Siendo -como dice el dicho- un hombre lesbiano -amando
solamente a las mujeres- presumo algo de conocimiento -no mucho-
sobre la sexualidad femenina, posiblemente más que el que está
directamente disponible para las mujeres no-lesbianas. Generalmente
hablando, las mujeres son mucho más similares a los varones chinos que
a los occidentales, una buena razón para que las mujeres occidentales
consigan amantes chinos, sin tener que susurrar o gritar durante la noche:
“no tan rápido, cariño...”. Por supuesto, la cosmología occidental
dominante del tiempo puede ser imitada, pretendida, o sobreimpuesta por
una mujer. Pero básicamente la sexualidad femenina es holística,
ilimitada en tiempo, profunda, y multi-clímax.
Entrar en la sexualidad hindú o, más precisamente, la sexualidad
hindú tántrica, tan vívidamente retratada en famosos lugares en la India,
en las pinturas arriba en el Potola, en Lhasa, Tibet. Hombre y mujer, con
frecuencia sentados, muy, muy cerca, cara a cara, él dentro de ella,
profundo, profundo, con entrenamiento presumiblemente incluso a través
del cervix y dentro del útero. Y luego ¿qué ocurre? Ningún movimiento.
La unión no se busca a través del esfuerzo de sincronizar los orgasmos
masculino y femenino, probablemente más significativo en el modelo
chino que en el occidental. Hay una unidad de los cuerpos, supuestamente
también alcanzando la mente y el espíritu. Los americanos podrían preguntar
¿¡En dónde está la acción!? Bueno, la acción es espiritual, y el espíritu
necesita tiempo. El cuerpo es el auxiliar, abriendose paso a través de la
mente. Comentario de la prostituta filipina: nada lejos de lo catastrófico.
Hasta el momento se ha hecho un esfuerzo para describir seis
tipos de sexualidad: hombre y mujer, por supuesto, occidental, china y
tántrica. La tesis es que, tanto en las versiones china y tántrica, la
sexualidad masculina y femenina pueden ser no sólo similares sino
idénticas; más todavía, que la sexualidad femenina occidental, en general,
ciertamente no la tántrica, es más similar a la china.

317
Juan sin tierra

Esto aísla al varón en Occidente y los coloca –o nos coloca- en


una luz menos halagadora. Un aspecto es la poca desatención al tiempo
femenino, que se desarrollará más abajo. Otro, es el sufrimiento que él se
ocasiona a sí mismo, o la alegría que él abandona, a través del proceso de
una carrera hacia la respuesta. Y un tercer aspecto es lo que esto significa
en términos de su comportamiento en general, más allá de sus encuentros
sexuales.
En otras palabras, la tesis básica de este documento es que el
sexo es una de las formas a través de las cuales aprendemos del tiempo, y
que la cosmología del tiempo es uno de los factores que influyen en el
modo en que vivimos, no solamente nuestra sexualidad, sino también el
resto de nuestra vida. Bastante trivial ¿cómo podría ser de otro modo?
Nos enganchamos en el sexo varias miles de veces a través de nuestra
vida, no tan frecuentemente como nos enganchamos con la comida, pero
probablemente con mayor intensidad. Al hacerlo, absorbemos, en lo
profundo, tres puntos sobre el tiempo, en el sentido de kairos, no solamente
sobre chronos:

1) que el tiempo puede ser asimétrico, irreversible, o ser simétrico;


2) que el tiempo puede tener un claro principio/fin o que puede ser ilimitado:
3) que el tiempo puede ser linear/dramático, o en espiral/relajado

Los primeros cuernos de los dilemas son vistos como algo más típico del
varón occidental, el segundo como más típico de la sexualidad femenina
y china-tántrica. Por supuesto, la realidad está dividida con menos claridad.
Comenzando con el primer punto arriba: hay algo obvio sobre
eso. La sexualidad masculina -como se practica comunmente en
Occidente- hace el principio y el fin afiladamente diferentes. Insertar un
pene duro y relativamente seco es diferente de extraer uno flácido y
húmedo. Pero la prueba real de la flecha del tiempo es si el proceso puede
ser ejecutado en reversa, y la mayoría probablemente coincidirá en que
incluso el yogi hindú más talentoso tendría algunas dificultades en
recoger el semen, regresándolo por ahí por donde vino, separándolo
claramente en sus ingredientes, teminando con la extracción de ese pene
duro y relativamente seco.
Como sea, de ninguna forma significa esto que el varón está
condenado a atenerse a la flecha del tiempo desde aquí y hasta la
eternidad. Desacóplese la eyaculación de la sexualidad, o distribúyase
tanto la eyaculación como el orgasmo de forma más equilibrada en el
tiempo, en pequeñas proporciones, y el final del acto comienza a verse
más como el principio, y ambos más como el punto intermedio, como

318
Capítulo IV.

una pieza de música gregoriana, china o hindú. La sexualidad masculina


practicada de este modo puede ejecutarse en reversa, y la experiencia
sería aproximadamente la misma. En otras palabras, el tiempo perdería su
linearidad y direccionalidad, se haría reversible, significando que podríamos
experimentar en ambos sentidos al mismo tiempo, es decir, con mayor
riqueza. O lo que sería lo mismo, podríamos experimentar el tiempo
como una espera, el tiempo como más allá del tiempo, sin hacer, sin
tener, sin conversiones, siendo solamente. Tántrico.
Al decir esto la extrapolación a la sexualidad femenina no
debería tomarse a la ligera. Pero tomo el riesgo asumiendo un nivel más
alto de reversibilidad que para el proverbial varón occidental, teniendo en
mente que la sexualidad femenina también puede ser moldeada
culturalmente en patrones reminiscentes de los patrones masculinos estándar.
Dos amantes se conocen, en cualquier civilización. Ambos han
estado esperando, deseando el encuentro, en lo profundo de sus seres.
Nada de lo que sé indicaría mucha diferencia cultural y de género aquí.
Pero siguiendo el río del tiempo, las mujeres de las tres culturas pueden
tener una asimilación más rica y más profunda de los sentimientos
acumulados en sus cuerpos. El tiempo sexual masculino está más limitado, el
tiempo sexual femenino es más ilimitado. El varón es levantado con
facilidad, cualquier prostituta y muchos otros saben cómo hacerlo, se
satisface con facilidad, especialmente cuando entra el tiempo, duro, de un
solo clímax.
En este punto muchos pueden sentir el llamado para rescatar al
muy maleado varón occidental. Como sea, viene lo peor; esto es sólo el
preludio. Pero antes dos pequeños señalamientos.
De aquí, no hay ninguna suposición sobre la perfecta correlación
entre género y el tipo de sexualidad, o sobre el país y el tipo de sexualidad.
Lo que ha sido descrito son tipos ideales en el sentido weberiano, no
tablas de correlación. La investigación inter-civilizacional e inter-género
sobre la sexualidad es ciertamente requerida; obviamente no puede
realizarse por investigadores de solamente uno de esos seis tipos.
Más todavía, no hay ninguna suposición de causalidad diacrónica,
linear de patrones de sexualidad a patrones de políticas en el área de,
digamos, conflicto, guerra y paz, desarrollo y medio ambiente. De suyo
esto sería demasiado occidental. La epistemología aquí es más sincrónica,
viendo la sexualidad como un miembro de las manifestaciones del mismo
código.
Repitámoslo, no hay ninguna suposición de causalidad en el
sentido linear, mecanisista. Pero sí doy por sentado que la sexualidad,
como la comida, crea hábitos y que los patrones adquiridos sedimentan

319
Juan sin tierra

en el subconsciente individual y colectivo. Los seres humanos son capaces,


subconscientemente, subliminalmente, de patrones de reconocimiento, tal
vez como algo opuesto a las computadoras que son mucho mejores en
operaciones seriales.
Un patrón sexual ricamente dotado con la cosmología del tiempo
se agrega a las experiencias adquiridas de otros portadores, no solamente
la comida sino también la organización de la materia y símbolos en
habitats, arte y ciencia, deportes, esparcimiento, etc. Si los mensajes se
encuentran en la misma dirección, significando que todos los patrones
adquiridos de los portadores son isomórficos (estructuralmente similares),
entonces la conclusión es que la gente actuará de forma correspondiente
en otros campos, incluso sin darse cuenta de ello.
Habiendo dicho esto ¿qué tipo de comportamiento sería isomórfico
al comportamiento occidental sexual masculino?
Primero, la sexualidad occidental masculina está institucionalizada,
es incluso desconsideración internalizada, egocentrismo, egoismo, mediante
la imposición del tiempo masculino por encima del tiempo femenino, o
simplemente, sin importarle un comino, activando la cosmología temporal
masculina sin ninguna consideración de lo que le ocurre a la contraparte.
Hágase eso un par de miles de veces y con dificultad dejará de sedimentar
como un patrón en lo profundo de las grietas de la mente, desconocido e
ignorado, irreparable para el espíritu. El varón puede derivar algún
confort de mujeres que lo traten del mismo modo, teniendo un placer
separado en lugar de un placer conjunto, entrenando, por lo tanto, a las
mujeres en los mismos patrones autistas y reforzando los masculinos.
Segundo, en conflicto, ¿no acelerarían esos varones el conflicto
hacia una crisis, a sabiendas de que todo puede funcionar mal, en lugar de
distribuir, lentamente, la energía disponible, tan constructivamente como
sea posible, en un espectro de tiempo más largo? ¿Y no están entrenados
para ver la crisis meramente como “parte del juego”, como algo
inevitable, como que así es la vida? Por supuesto es algo que debe ser
superado ¿pero entonces se supera precisamente a través de proezas
masculinas, como en una “adorable pequeña guerrita”?
Tecero, en desarrollo, ¿no acelerarán esos varones el crecimiento,
hacia una crisis, deseando un suave aterrizaje, pero evitando el desarrollo
afeminado, en suaves espirales?
Cuarto, en medio ambiente ¿no esperaríamos que los varones
traten a la naturaleza del mismo modo, de foma insensible a sus ritmos y
necesidades?
Más particularmente, el isomorfismo hace a la sexualidad
occidental masculina y a la guerra las metáforas una de la otra, como

320
Capítulo IV.

puede ilustrarse con facilidad utilizando ese ejercicio orgiástico, la


Guerra del Golfo en 1990, como un ejemplo. La Paz no es el paraíso. El
paraíso es ganar, conquistar, no a la mujer, sino al miedo de que todo
marche mal. La mujer es solamente el escenario en el que este drama se
articula. Pero ganar una sola vez no es suficiente. Todavía existe el riesgo
de la impotencia, de agonizantes derrotas, como la guerra de Vietnam,
incluso el síndrome “this was the last fuck and it failed”. ¡Así que dale!
Pero para pruebas reales enemigos reales y, si la realidad es insuficiente
para una prueba real de las proezas, el enemigo, el Irak de Saddam
Hussein puede al menos presentarse como de diez pies de alto por medio
de la propaganda en los medios de comunicación.
Por supuesto, los jóvenes pilotos veían su pornografía a bordo de
los portaaviones antes de saltar a las cabinas (cockpits, interesante
término). Y por supuesto liberaban sus bombas fálicas, lo suficientemente
astutas (otros término interesante) como para encontrar los huecos en los
búnkers, para penetrar, no solamente una vez sino dos en el mismo
agujero. Violación multitudinaria en otras palabras. Sembrando las semillas
de la muerte. Y Mutla Ridge fue la etapa final en la que este drama de
vencer a la impotencia fue articulado, no eran astutos, no había hoyos,
más como Onan en acción; propagando muerte por medio de los B52 y
enterrando viva a la gente por todos lados. Todo esto en el momento de
su elección, monopolizando la iniciativa otra vez después de ese singular
2 de Agosto de 1990, la invasión de Kuwait que revirtió la iniciativa (a
menos que hubiese sido una trampa calculada).
Por supuesto, la invasión era enteramente inaceptable, no solamente
porque Hussein se estaba adueñando de esa vena yugular de petróleo,
sino porque tomó la iniciativa. En breve, él simplemente no comprendió
que la iniciativa le pertenece a los Varones=Occidente, de no ser así todo
podría marchar mal. No es necesario decir que, al ser el Islam tan parte
del Occidente como el Oeste, Saddam Hussein probablemente compartía
esta idea por completo.
Conclusión 1: Aferrémonos a este varón occidental, este pequeño
niño asustado, con tanto miedo a fracasar la prueba, la señal que dice
peligro. Pero no hay que darse por vencidos, no es necesariamente un
caso perdido. Él todavía puede ser capaz de aprender, por ejemplo de las
mujeres y de los no-occidentales. La tarea de liberar a los varones es
difícil, tal vez particularmente a los varones que crecen en el Occidente
protestante desfeminizado, siendo ya el cristianismo lo suficientemente
problemático, si no agregamos además que están privados de la suave,
gentil y no exactamente sexy María.

321
Juan sin tierra

Conclusión 2: Aquiles y la tortuga. Como para David y Goliat


siento un poco de pena por los sobreconfiados Aquiles y Goliat, ambos
condenados al fracaso. Aquiles tiene su talón vulnerable y Goliat es
sencillamente tonto, poco inteligente. En buena medida como los varones
occidentales.
¿Así que tal vez el Varón es a la Mujer lo que Occidente es a
Oriente? Tanto la Mujer como el Oriente se encuentran ahora en un
proceso de ascenso tras siglos de represión por los Varones y el Occidente.
Exigen paridad, no la superioridad temida por el Varón/Occidente.
¿Puede un Varón/Occidente individualista y competitivo acostumbrarse a
eso? ¿Para enriquecer a los cuatro?
La sexualidad, como una realidad y como una metáfora, se
mantiene como una de las llaves principales para comprender las
laberínticas complejidades que rodean a la paz, la guerra y la muerte, al
desarrollo y la miseria, y a la sustentabilidad. Y a la felicidad. Y a la
espiritualidad. Y a la vida eterna.

Felicidad

Tengo una pequeña fórmula para la felicidad. Es simple, no es perfecta,


pero bastante efectiva.
La fórmula es una conciencia creciente sobre los placeres con los
que cuentas, o de todo aquello que es positivo. No niegas el sufrimiento,
sea lo que sea que es malo, perverso. No te mientes a ti mismo, no
mientes a quienes te rodean, o a tu Dios. Pero te puedes enseñar a ti
mismo a no tomar todo como una maldición, sino a disfrutar cada
momento de alegría que tengas en la Tierra y avergonzar aquella vieja
tesis de que “la alegría debe pagarse con penas”. Siembra alegría para ti y
para los demás, y cosecharás mucha más a cambio.
Estás ahí acostado en tu cama, temprano en la mañana. El día es
gris, incluso más gris es tu conciencia de lo grisáceo del día. Un altercado
inconcluso flota en algún lugar en el aire. Un encuentro poco placentero
se aproxima. El auto debe ir al taller. Las noticias de ayer en la tarde son
incluso peores de lo normal, tu “gobierno” se ha dejado engañar una vez
más por una así llamada superpotencia. Una vez más la pantalla se llena
con un experto en el mercado de acciones, totalmente ciego a las
catástrofes económicas que se están articulando en esa “nueva economía”.
Hay una pequeña oxidación en el techo, una indicación de algo amarillo-
café en la pintura blanca: ¿una fuga? Parece caro. Suficientes problemas
para llenar la cuota del día. Así que lo grisáceo exterior e interior se
pueden encontrar en una cara gruñona, ofendida, la cual entonces puedes

322
Capítulo IV.

utilizar para dispersar un poco de incomodidad extra adicional a quienes


piensan que están acreditados a tener un poco de felicidad.
Vive tu vida así y consumirá tu corazón. Todo lo mencionado es
cierto y ciertamente requiere de tu atención. Pero considerar todos los
problemas lo único que te traerá será de menos al punto cero, no a un
resultado positivo al final de la escala.
Estás ahí recostado en tu cama, temprano en la mañana,
enroscando los dedos de los pies. O incluso más dramático: te estás
estirando como un gato. Hay pequeños chillidos de alegría a través de tu
cuerpo. Algo está comenzando. Respiras más profundamente y sientes
nuevas fuerzas fluyendo a través de tu cuerpo. Y entonces llega el punto
más importante: ¿Estás consciente de esta alegría? ¿O te has hecho tan
inconsciente que solamente tu cuerpo, no tú, es capaz de sentirlo?
La conciencia hace la diferencia. Algunas ilustraciones internas
con palabras de esa alegría te ayudarán. Comienzas a decirte a ti mismo
en dónde es que te sientes bien. Sí, hay un pequeño dolor en un diente.
Pero el 99.99% de tu cuerpo funciona perfectamente ¿te das cuenta de
eso? Vas al baño, ahí hay una enorme sensación de bienestar con sensación
de alivio -¿de verdad tienes que esperar el día en el que no puedas
encontrar ni un sanitario ni naturaleza y simplemente debas hacerlo para
poder comprender qué placer es éste? ¿Eres capaz de disfrutar en su
totalidad los problemas que no tienes?
Estiras una pequeña mano hacia alguien más a tu lado con quien
compartes tu vida. Como ya muchos han señalado, la felicidad es piel a
piel. Pero no necesariamente deben ser las superficies más dramáticas de
la piel ahí abajo. ¿Será que nuestro fácil acceso a ese –cada vez
igualmente increible- placer nos ha hecho olvidar los pequeños espasmos
de alegría que vienen con un apretón de manos, con un abrazo, incluso
cuando estamos totalmente vestidos? ¿El acceso a los restaurantes con
estrellas de la Guía Michelín ha ensombrecido el placer de un simple y
bien compuesto sándwich?
Estás viajando de A a B. Con mucha frecuencia. Después de
algunos experimentos minimizas el producto del tiempo y el dinero
haciéndolos tan baratos como sea posible y tan breves como sea posible
en el tiempo. Te has convertido en una víctima, en otras palabras, de esas
banalidades costo-beneficio del economicismo. Tu método es tan refinado
como un camino de vacas: avanzas a lo largo del mismo sendero trillado
día tras día, año tras año, y en cada ocasión ves menos y al final no ves
nada. Llegas a B, pero esa es también la única cosa que haces. Eres
incapaz de construir un poco de placer en el viaje, pequeñas experiencias
estéticas, una plática con un compañero ser humano, un comentario

323
Juan sin tierra

jocoso que puede complacer a la persona que opera la máquina registradora,


la excitación de experimentar una nueva ruta. Si no tienes una sonrisa en
tu interior, ¿cómo puedes sembrar una sonrisa en los demás?
Yo tengo como hábito el llegar a un lugar nuevo –y por lo tanto
un lugar excitante- tarde por la noche. Obscuridad. Es muy limitado lo
que puedo ver, escuchar, sentir, oler. Un buen sueño nocturno después
del viaje, enroscando el dedo del pie muy temprano, me estiro, y lo que
es mejor: disfrutar de la regadera, el baño, el sanitario. Estoy listo.
Seis de la mañana. Luz, el pueblo, seres humanos, los perros,
todo esto en el proceso de levantarme. El pueblo es nuevo para mí. Lo
tomo como viene, sintiendo todo como un pequeño animal en el fondo
del océano con largos antenas flourecentes que atrapan incluso animales
más pequeños.
Las campanas suenan desde la torre. En el mercado, mesas
cuadradas están siendo organizadas, puestos pequeños y vehículos con
frutas y vegetales, dentro y fuera, con colores y olores, textiles, textiles
contra tu piel, titilante placer puro. Hay un pequeño café. Los trabajadores
nocturos, esos benditos trabajadores de limpia, toman su última taza de
café. Los trabajadores del día toman la primera. Yo me convierto en uno
de ellos. Y creo que puedo ver en sus caras cómo viven sus vidas.
Algunos de ellos tienen ojos muy vivos y una cara llena de vida,
sus cuerpos hacen algunos movimientos extras, y dejan tras de sí ese
pequeño extra con una sonrisa. Otros se ven como si tuviesen un velo
frente a sus ojos. La mascara de haber sido ofendidos ha penetrado bajo
la piel y se ha convertido en una especie de capa, de sub-piel, que impide
que el placer entre y que impide también que salga la felicidad. Recuerdo
a un japonés que dirigía una oficina matrimonial con enorme éxito -
¿Cómo lo haces?- preguntaban los periodistas. El hombre no tenía
ninguna educación digna de mencionarse. Pero tenía un método: -Veo a
sus ojos. Estan aquellos cuyos ojos brillan y aquellos cuyos ojos están
muertos. Tan solo deja que los ojos brillantes se casen con los ojos brillantes
y que los ojos muertos se casen con los ojos muertos. Cásense ojos
brillantes con ojos muertos y el resultado que tendrás será una catástrofe.
Vaya, vaya. Por favor también cuidado con que los ojos brillantes no se
empañen y exploren cómo los ojos muertos pueden levantarse de entre
los muertos y comiencen a brillar.
Tú te entrenas a ti mismo en encontrar las fuentes de la alegría
donde sea que estés, en crearlas, en ser la fuente de alegría para ti mismo
y para los demás. El sentido del humor ayuda enormemente, y puede
siempre ser desarrollado más. Cada situación en la que te encuentres
tiene un ángulo que puede merecer una pequeña sonrisa, incluso a través

324
Capítulo IV.

de las lágrimas. La risa -pero también las lágrimas- pueden liberar


cascadas de endorfinas en la sangre y crear una nueva vida en tu interior.
Tienes una buena fisiología en la cual construir en el momento en que
entiendas la simple verdad de que la felicidad no es un lugar en el que no
nos encontramos, y que tampoco es un país desconocido que estamos
descubriendo. La felicidad es algo que creamos, en cualquier lugar, en
cualquier momento. En una prisión, por ejemplo. Pero debes trabajar para
que eso ocurra.
Tengo otra pequeña fórmula para la felicidad. También es
simple, no perfecta, pero bastante efectiva.
Ten un propósito para tu vida. A mí se me ha dado ese regalo
divino. Yo no soy esa pequeña hoja con un rastro de rojo, un día de
otoño, con la belleza advirtiéndome que la muerte está cerca, una víctima
sin voluntad de su propio soplo con los vientos, impotente hasta que al
final encuentro descanso y disolución. Sí, la naturaleza y la nutrición
están soplando sobre nosotros. Pero dentro de mi yo tengo mi “Yo”, la
fuerza espiritual, lo que me hace posible estar en control. Y por el amor
de Dios no prendas el piloto automático permitiendo que tu código
interno –tu subconsciente individual y colectivo- tome el control. Tú
creas este ego y tu ser espiritual todos los días, no es algo constante y
permanente de lo que te estás “dando cuenta”. Ten el control de ti mismo,
y luego quédate ahí.
Luego el curso que defines –el famoso significado de vida. Ha
sido mi destino como un trabajador de conflictos que se me acerque
bastante gente en todo el mundo que se encuentra con algún tipo de
malestar espiritual, incluyendo parejas con malestar marital. Encuentran
las palabras para ese malestar, y para sus quejas sin duda justificadas. Y
con frecuencia les hago una pregunta: ¿Cómo se vería una buena vida?
¿O un buen matrimonio? No pienses tanto en ti mismo en este momento.
Estás sufriendo. Levanta la cabeza, vé más allá del horizonte.
Con frecuencia he sido golpeado por lo vacío de las respuestas.
No es que hayan escogido un proyecto de vida poco sabio o poco realista,
sino que no tienen un proyecto de vida en lo absoluto. Y esa pequeña
hoja sin ninguna dirección volando en el viento se hace víctima de las
ráfagas. El tinte en rojo está desvaneciéndose, y el fin está cerca.
Así que nos sentamos juntos y tratamos de construir algún tipo
de proyecto de vida, un proyecto con el realismo en el cerebro no muy
ligado al piso, y el idealismo en el corazón no muy lejos hacia las nubes.
Trato de ayudar haciéndolos mirar hacia atrás, hacia su idealismo juvenil
-que se encuentra en todos- al proyecto que desapareció en algún lugar
entre los préstamos y el velo gris que se despliega en las rutinas,

325
Juan sin tierra

desprovisto de cualquier alegría y vida. Encuentro a las parejas que se


cansan. Prefiero hablar con ellos uno a uno para poder estimular los
pensamientos acerca de un proyecto de vida conjunto. Sí, tuvimos a los
niños, y no resultaron tan malos. Pero ellos ya han abandonado el nido.
No sabemos qué hacer ahora...
Un gran proyecto conocido como paz sale a relucir. Debe ser
defindo de forma amplia y ancha, pero eso ciertamente incluye no matar
iraquíes y serbios por “razones humanitarias” u otros tipos de autoengaños.
Paz por medios pacíficos, paz es el camino. Paz como desarrollo, paz
como futuro. Las necesidades básicas como eso que reluce en la
cordillera. Y no tienes que violar ninguna ley para poder trabajar para su
realización entre otros, como aquellos cercanos a ti y tú mismo.
Recuerda tener buen cuidado de ti mismo, tienes los mismos
derechos que las personas a las que estás tratando de ayudar. Tu vida
enfundada en un saco y cenizas puede tal vez impresionar a tu Dios, pero
con dificultad le darás fortaleza a alguien más. No debes utilizar el
malestar de otros para poder salir del propio, y viceversa. Pero puedes
utilizar el nuevo proyecto de vida para aliviar ambos. Yo soy lo
suficientemente presumido para creer que he visto resultados. La fórmula
ganadora para las parejas con malestar es un proyecto de vida conjunto.
La paz es un ejemplo. Pero ten algo como reserva: deportes, música. La
paz es muy exigente y de largo plazo.
Estoy escribiendo estas líneas en Metro-Manila en donde estoy
entrenando a trabajadores de paz en resolución creativa de conflictos, en
periodismo de paz y en cultura profunda –lo último para incrementrar su
conciencia sobre las fuerzas motrices inconscientes en la política. No hay
ojos muertos ahí, ni uno solo de todos. Ésta es gente que sabía muy bien
lo que quería hacer con sus vidas. Una profunda capacidad para la
empatía, también en el otro lado, cuando tuvieron que ejecutar una obra
de teatro de conflicto conmigo como un espectador. Ciertamente
creativos. Humor, encanto. Paz.
Tengo una pequeña fórmula para la salud.
Muévete correctamente, come correctamente. Pero por encima
de todo, persigue la alegría, trata de incrementar tu alegría a través de los
incontables pequeños placeres, ten una vida con significado, vívela con
alegría. La felicidad y la salud son vecinos muy cercanos.
Entonces un día te encuentas a la altura de tu vida. Lentamente,
¡oh tan lentamente! el río está fluyendo por debajo de ti, entre las colinas,
hacia el océano. Algo lleva el río, una rama tal vez, tus ojos la siguen.
Lentamente giras la cabeza para poder convertirte en ese algo, convertirte
en uno con el río, una parte del medio ambiente como cada gota de agua

326
Capítulo IV.

en relación con las gotas vecinas, difíciles de distinguir solamente con tus
ojos. Y sabes lo que ves: lenta, oh tan lentamente, tu propia vida fluye,
pero no hacia la disolución. Hacia la Gran Unidad. Y te sientes como un
pequeño grano de arena en el desierto, como una gota de agua en algo
incomprensiblemente más grande que tú mismo.

El ciclo de vida interna

¿Qué palabra se supone que tenemos que utilizar para nuestra “vida
interna”? “Espiritual” es un poco problemática. Podría conducirte a
problemas del tipo “¿En qué momento exactamente cambiaste de whiskey
a vino rojo, o de vinos franceses a españoles? (Respuesta: en los ochenta
y en los noventa). O: “¿De dónde sacas todas esas bromas y anécdotas?”
(Respuesta: ¡Vívelas!) Buenas preguntas, pero alejadas de algún modo de
lo que se pretendía.
La palabra “alma” es también problemática. Yo siento algo
flotando en el espacio, material a medias. Tocándolo con un dedo el dedo
se hunde, pero no encuentra humedad ni sequedad, ni calidez ni frío.
Simplemente es. Materia sin propiedades.
Prometo que la longitud de esto se ajustará a mi mini-alma. Pero
tenemos un espacio interno en donde el Maestro dice que estamos
luchando con duendes, y Freud –en la buena tradición abrahamítica de la
lucha entre Dios y Satán- permite al superego y al id tomarse entre sí. Ese
espacio interno es en parte un campo de batalla. Podemos referirnos a él
como ego, o como la mente. Pero mi Yo está también ahí, y aquí, como
sea necesito al espíritu, incluso si Freud no lo menciona. Su ego es más
como una tabula rasa, esa hoja de papel sin escribir en la que el id y el
superego luchan para conseguir imponerse.
Cuerpo, mente, espíritu. Tenemos los tres, pero hemos encargado
el primero a los médicos, el segundo a los psicólogos y el tercero a los
sacerdotes. ¿Tenemos que hacernos tan impotentes? Mejor permite que
los placeres del cuerpo se sumerjan en tu mente y permite al espíritu
disfrutar que tú lo gozas. Pero también ten cuidado respecto a lo que entra
y sale de los orificios del cuerpo:

- Id: Ella es una delicia, yum, yum. Y sus ojos irradían un quizás.
- Superego: Ella está casada, y tú también. Tú prometiste algo.
- Ego: Bueno, lo que los otros dos no sepan no tiene por qué
lastimarles ¿o sí?

327
Juan sin tierra

De esto, todos sabemos. Mi punto es que Freud se contenta con estas tres,
cuando hay una cuarta parte en este diálogo interno: El Yo que conduce y
que crece al estar al mando.
Este es el crecimiento que es el desarrollo espiritual en el espacio
interno. Yo mismo me tuve que liberar tanto del alma cristiana y de la
tabula rasa de la iluminación, de la ¿mente vacía? que debería ser
enterrada, codificada. Tuve que liberarme de la genuflexión rezando a un
Dios omnisciente, omnipotente y omnipresente. Es increíble cuántos
caminos puede inventar la gente para escapar de su propia responsabilidad.
Ahí abajo en mi espacio interno yo mismo soy capaz, en buena medida,
de decidir cómo el id y el superego pueden enterrar mi ego. La palabra
clave es conciencia, intelectual y emocional, tomar responsabilidad, sin
culpar a otros. ¡Teniendo el control!
Mi Yo está sentado aquí en ese diálogo interno como quien
preside una reunión de cuáqueros, escuchando, y finalmente resumiendo,
dirigiendo, actuando. En este proceso, como coordinador del diálogo
interno, la experiencia juega un papel muy importante. El crecimiento
debe convertirse en sabiduría. Pero a veces es insuficiente, y debes invitar
a otros a tu espacio interno para poder ayudar, tal vez también para dejar
entrar un poco de aire fresco. U otros irrumpen dentro de ti para hacer un
poco de remodelación, como Fumi ha hecho un par de veces. El
verdadero amigo, el verdadero compañero.
El budismo abre oportunidades. La tesis anatta, ningún alma,
perfectamente se ajusta a alguien que, como sea, tiene poca o ningún
alma. Por supuesto aprendí que lo que se quería con esa tesis era la negación
del alma permanente e individual. Lo que me atrajo del budismo fue
precisamente que no había ningún Dios fuera de nosotros mismos. En
lugar de una plegaria dirigida a ese tipo Dios hay meditación que interpreto
como un diálogo interno conmigo mismo, conduciendo a un diálogo
externo con los demás, en relación con el espacio interno de los demás.
La primera fase de la meditación es buscar el vacío. Esto lo puedes
hacer en cualquier momento y en cualquier lugar, y puedes sentir la
tranquilidad esparciéndose en tu interior incluso mientras estás lidiando
con tráfico pesado. Es una especie de tierra cero o posición cero en la
mente. Te liberas a ti mismo de las suposiciones irreflexivas, sin rechazarlas
necesariamente, sino reflexionando sobre ellas. Este es también el punto
de partida para cualquier buena investigación y para la resolución de
conflictos, contemplando todo el rango desde el espacio interno hacia el
espacio externo. Y para el crecimiento interno. Quien proceda a partir del
pesado equipaje de posiciones irreflexivas es también su esclavo.

328
Capítulo IV.

Hubo un tintineo de pequeñas campanas de la pagoda budista.


Pequeños sonidos me alcanzaron al otro lado de esa gran carretera en
Lintang Besi en Penang. Una especie de tambores. Me aventuré en esa
dirección, pregunté si me podía unir. Sonrientes y gentiles rostros chinos
afirmaron.
La primera fase fue la recitación en pali, que es al singalés lo que
el sánscrito es al hindú o el latín al francés. La longitud promedio de las
palabras parecía que era de 64 letras. La recitación sonaba como
pequeños y redondos guijarros en agua hirviendo a fuego lento. Hubo una
traducción; esperaba que el original fuera mejor. No estaba en busca de
nada cognitivo.
La segunda fase llegó a mí como una revelación aquel domingo
en Agosto de 1979. Trabajo en grupo. Cada grupo tenía la tarea de
reconsiderar los problemas éticos que se habían encontrado en la última
semana. Calladamente los problemas fueron presentados, qué se había
hecho por alguien, qué contra alguien, cómo y por qué, dónde y cuándo.
El grupo discutió. Si la conclusión era “buen trabajo” esa persona
expresaba su gratitud al grupo: -Hermanos y Hermanas, ustedes estaban
conmigo cuando esto ocurrió, dentro de mí. Si el resultado estaba lejos de
lo que se hubiera deseado, el grupo se disculpaba: -Hermano, Hermana,
debimos estar contigo en esa hora de juicio. El presupuesto ético
colectivo como trabajo de grupo. Responsabilidad grupal compartida, en
lugar del solitario triunfo o culpa occidental.
La idea básica es clara. La vida es dukkha, sufrimiento, pero la
vida es también sukha: dicha, felicidad, liberación, autorealización.
Tienes como tarea en la vida reducir dukkha, e incrementar sukha, la de
los demás y la propia. Éste es el por qué se te dio el don de la vida. No
infrinjas sufrimiento a los demás o a ti mismo, pero redúcelo; incrementa
tu propia alegría y la de los demás. Dos dimensiones que no son opuestas
entre sí, tal como puede haber un amigo de la paz en el guerrero y un
guerrero en el pacifista (puede haber aquellos que piensan que pueden
encontrar ejemplos en este libro).
Esto está muy cercanamente relacionado con las necesidades
básicas. Con dukkha=violencia y sukha=paz. El budismo ha estado
haciendo trabajo por la paz los últimos 2,500 años y también se hace
evidente por qué Gandhi era tan cercano al budismo.
El trabajo en grupo empieza como meditación=liberación de
suposiciones irreflexivas + diálogo interno, y termina del mismo modo. Y
luego llegó la tercera fase ese domingo. Uno de ellos había sido escogido
para ofrecer una plática de máximo diez minutos (como en una reunión

329
Juan sin tierra

de Rotarios) sobre un problema, con un ángulo budista en la respuesta.


Un mes más tarde fue mi turno: desarrollo.
Esas tres fases por lo tanto son recomendadas como una nueva
liturgia para los domingos de la iglesia noruega estatal. El éxito está
garantizado para los cristianos gentiles, inmanentes. El capítulo y los
versos de la biblia legitimando ese tipo de reorientación pueden ser
entregados de acuerdo con la demanda.
Yo me inscribí para un poco de entrenamiento, en un monasterio
budista reminiscente de una retirada con un centro de conferencias –
simple, agradable. Hacia arriba y hacia abajo, de atrás para adelante en el
texto, exégesis y ejercicios. Dije, ingénuamente:

- Tengo un problema. Por una parte ustedes dicen que no debemos lastimar a
ningún alma individual, permanentemente. En la otra mano ustedes hablan de
renacimiento, después de la muerte. ¡Esto sencillamente no puede ir junto!
¡Contradicción!

- Todos los budistas tienen ese problema. Hay ahí una contradicción ¿no es así?
Pero con esa contradicción puedes vivir, ésta es buena para ti. Trabaja en ella.
Regresa en veinte años y comparte con nosotros lo que has encontrado. Pero
hay dos respuestas a las que no puedes llegar, dijo mi querido bikkhu, el monje.

- ¿Cuáles? ¿Y con qué derecho me niegas un lugar al que puedo llegar?

- No digas: Tenemos un alma, y eso es lo que está renaciendo – solamente una


vez si eres cristiano/musulmán, varias veces si eres hindú. Y no digas: No
tenemos alma, en otras palabras, no hay renacimiento, la respuesta secular.
Éstas son no-respuestas, tratando de escapar de la contradicción. Debes
encontrar una respuesta que se convierta en un modo de vivir tu vida. Pero
nuevamente, eso sería solamente una fórmula. No vas a trascender esa
contradicción. La contradicción seguirá viviendo en ti, y tú en ella.

Para uno que está entrenado en matemáticas y se le enseña a creer que la


contradicción=error es bastante duro que le digan que “puedes vivir con
esa contradicción, es buena para ti”. Para nosotros cualquier contradicción es
1) no deseada y 2) de corta duración, hasta que se encuentre la respuesta
y la contradicción sea trascendida. Hay algo perverso en la concepción de
la contradicción como una tensión y un reto duradero.
Mi pequeña fórmula se convirtió en que estamos viviendo los
frutos de nuestras acciones –en nuestros hijos obviamente, pero también
en todos los que hemos conocido. Permite que cada reunión sea una fuente
de sukha creciente y de reducción de dukkha para ambas partes. “Sé un
rayo de sol en la vida de los demás” alguien nos había dicho en una
reunión en una Comuna del Pueblo Chino en 1973. Tú vives en las semillas

330
Capítulo IV.

que siembras. Pero también quería explorar otra aproximación. Quería


aprender más sobre mi propio espacio interno. Quería un psicoanálisis.
Dos veces por semana durante 1994 conduje sobre las montañas
de Nu´uanu a Kailua, Oahu, Hawaii. Los increibles muros montañosos
eran como cortinas de escenario, en un teatro de los dioses, irradiando
verde, selva. Eterno.
Él tenía antecedentes indígenas mexicanos, se hizo coronel del
Ejército de los Estados Unidos antes de renunciar, viajó de regreso a
Vietnam sembrando arbolitos de reconciliación en el desierto que habían
llamado paz. Cambió al psicoanálisis, se hizo un jungiano desde Zürich
pero también tenía antecedentes freudianos. Ramón López-Reyes.
La exploración del espacio interno comenzó. ¿O, deberíamos
decir que él era el jardinero de mi alma? Johan, deshierba un poco aquí,
planta algo nuevo allá, y esas cercas puedes derribarlas. Cuando estés
equivocado mejor admítelo, para ti y para los demás. Permite entrar un
poco de aire fresco, permite que entre un poco de luz, acepta invitados a
tu reunión en el jardín, promueve a otros, alaba a otros.
En cada ocasión entregaba un sueño como cordero de sacrificio
en el altar psicoanalítico. Durmiendo en el futon japonés en un suelo
afombrado, con un papel y un bolígrafo a mi costado los sueños se veían
con más calidad, sabiendo que serían registrados y analizados y que
adquirirían algo como vida eterna. Yo los pescaba por la cola, los
dibujaba con palabras y me las arreglaba para bosquejar la mayor parte
de ellos en el papel. Los interpretábamos juntos. Ramón dijo: -Nada
patológico. Pero tienes algo atorado en la relación con tu madre.
Una frase que explicó ciertos aspectos de esa anima que se
proyectaba en otras mujeres con las que me he encontrado. Ayuda muy
útil. A veces necesitamos ayuda profesional, la cual por supuesto no
debemos aceptar sin crítica. Esto se convirtió en un modelo para mí más
tarde, en mi trabajo con cultura profunda y conflicto profundo.
Una travesía con un guía en mi propio espacio interno ha sido
ampliamente recompensada.

¿Y la vida eterna?

¿Has pensado en la vida de ahora en adelante?”-el sacerdote preguntó


mientras llenaba la forma de retiro de membresía de la Iglesia Estatal
Noruega, el 24 de Octubre de 1945.
Lo había pensado de hecho. Todo lo que había leído sobre el
paraíso me aburría, y todo lo que había leído sobre el infierno había
fortalecido mi convicción de que la dura almendra de la cristiandad

331
Juan sin tierra

estaba profundamente enraizada en el sadismo escarpado. Más tarde


bosquejaría conexiones con la inquisición administrada por los monjes
dominicos quienes no estaban muy convencidos de que el infierno fuera
lo suficientemente incómodo para aquellos quienes se rehusaban a
someterse a ese aprendíz de sacerdote Stalin y su Gulag, a la altamente
desarrollada tolerancia de las dos iglesias alemanas respecto al infierno
de Hitler sobre la Tierra, a la bomba de Hiroshima: “Y vino un fuego del
Señor /=Estados Unidos/ y consumió los doscientos y cincuenta /=250,000/
hombres” (Num. 16:35). Pero lo que yo pensaba en aquel entonces era
que, sobre todo este asunto de la vida eterna, quien sea que tenga la
palabra final, no eres tú sacerdote, con tu destreza verbal.
“Regresa cuando quieras” dijo con una voz amigable, agregando
“La Iglesia Noruega es amplia, y el techo es alto”. Celebré el certificado
de retiro como si fuera un diploma de exámenes.
Pero él tenía razón en un punto. La vida eterna es importante,
entre otras cosas porque dura un tiempo más o menos largo, y porque
sabemos muy poco de ella. El fanatismo se encuentra en tierra fertil
cuando las versiones duras de las tres religiones abrahamíticas -bien
equipadas con el infierno como parte de su cultura profunda- chocan en
guerras. Un Dios cascarrabias podría incluso imponer duras penas por
falta de la reverencia marcial requerida.
Pero ¿qué hay de creyentes más regulares, digamos, en Yugoslavia,
Chechenia? Bueno, tal vez están pensando como Pascal: sobre la
existencia de Dios, no sé. Pero una cosa sí sé: las consecuencias de no
creer en Él si Él existe son mucho peores que creer en Él si Él no existe.
Es mejor creer, al menos en un 10%. Y cualquiera con un poco de
conocimiento de matemáticas sabe que el 10% de la eternidad también
dura una eternidad.
Pero ésta no es mi aproximación. Y la alternativa iluminada, una
extensión del 10-25% en la esperanza de vida a través de la higiene, el
cepillado de los dientes y los condones, el ejercicio y una dieta razonable
–con o sin aceite de hígado de bacalao- como hijo de doctor, la doy por
sentada. Ya está descontado en el precio y no puede ser equilibrado
contra la oportunidad perdida de “estar benditamente aburrido uno con el
otro” (Welhaven) en el paraíso por una fiebre de retiradas de membresía
de la iglesia.
Encontré otras dos respuestas antes que la biogenética nos
redujera a códigos de DNA que probablemente algún día serán transmitidos
via e-mail o por otras rutas para aliviarnos de la necesidad de viajar (Los
órganos vitales están disponibles en el lugar y tu código puede ser

332
Capítulo IV.

implantado a ellos. Además del consumo de comidas, penes/vaginas y


cajas cerebrales para la diversión, no hay mucho más que puedas necesitar).
Respuesta no. 1 Fue abandonar la idea de una extensión futura de
la esperanza de vida y optar mejor por vidas paralelas. Comencé con dos
exámenes de fin de curso en secundaria, continué con dos exámenes
universitarios y dos carreras paralelas, una como investigador y profesor,
y una como activista y organizador. Dos matrimonios, dos conjuntos de
hijos maravillosos.
Las vidas paralelas también encuentran una expresión geográfica,
en el espacio. Después de algún tiempo se hizo claro que -si lo deseaba-
podía ganar mucho dinero. Había más demanda para mis palabras de la
que podía satisfacer. Esos que pagaban bien subsidiarían a los que no lo
pudieran hacer, pero algo se quedaba en el camino. Fumi y yo venimos
de la baja y espartana nobleza, samurai/vikinga. ¿Qué hacemos con los
sobrantes? Le pregunté al hombre del dinero que me aconsejó invertir en
inmuebles.
No teníamos tanto dinero, y lo que teníamos lo habíamos
conseguido mediante duro trabajo. Pero viajábamos mucho y estabamos
listos para brincar cuando un departamento, literalmente se ofrecía a sí
mismo. Oslo fue caro, España y Francia barato. Washington barato,
Hawai terrible, pero ese departamento se convirtió sensiblemente en el
departamento en Kyoto.
Pequeños, pero buenas y prácticas condiciones de trabajo, buen
albergue para buenos amigos y buenas reuniones. Fumi resguarda numerosos
libros sobre Estados Unidos-Japón –su especialidad como investigadora y
conferencista- y libros de cocina, en todos ellos. Yo distribuyo mis muchos
libros y materiales de acuerdo con la región: lo germánico en Noruega, lo
romano en España, Naciones Unidas y todo sobre paz, desarrollo y futuro
en Francia (justo en las afueras de Ginebra, significando las verdaderas
organizaciones de las Naciones Unidas en Ginebra/Paris/Roma), Estados
Unidos en Manassas (justo en las afueras de Washington), Asia/Pacífico
en Kyoto. Lo que resta es solamente organizar la investigación anual y
trabajar el ritmo, en ciclos flexibles, nómadas.
Hay un compromiso en todo esto, no hay duda, cerca de sobrepasar
el límite, cerca de la trascendencia. Los varones son más deseosos de
viajar, las mujeres más de afianzarse en un lugar. Hay tal vez un rastro de
socio-biología aquí, y las mujeres tienen una idea sobre el tipo de juego
que los hombres están siguiendo. Yo soy extremadamente nómada. La
gente me pregunta en dónde tengo mis raíces y yo respondo: “La respuesta
se encuentra en la pregunta. Dijiste raíces, en plural, no dijiste raíz”. Pero
debe haber unas pocas raíces aéreas y algunas especies de algas. Adoro

333
Juan sin tierra

viajar, con el camper y el bote de motor, odio los aviones, pero me gustan
los trenes y los autobuses. Lo mejor de todo es la bicicleta.
El compromiso de Fumi y el mío puede ser expresado en inglés
mediante una mejora relativamente pequeña a ese lengujae imperial. Are
you at home in July?, pregunta alguien. “Sí, estaremos en las casas, en
una de nuestras casas. Si llega el fax, entonces estamos ahí”, todo lo que
se necesita son pagos pre-autorizados y una persona confiable para que
cuide el lugar. Arrendamos solamente a regañadientes. Las peores
experiencias son con noruegos en España, las mejores con japoneses en
donde sea.
Sin importar en dónde me encuentre, estoy ahí con todo mi ser.
Yo me sumergía de cabeza en los debates, en el trabajo, en aprender y
enseñar. Algunos de mis idiomas no se han traducido en hogares, así que
en su lugar definen destinos. Buenos amigos en todos ellos. En todos
ellos una sensación de ser capaces de expresar la norueguidad, la
hispanidad, la estadounidad, etc, en mí. En una palabra: vidas paralelas.
La chef maestra, mi esposa, es más que políglota en la línea de la
comida de lo que soy yo en la línea del lenguaje, además de ser una
ventana abierta en todo lo japonés que puede interpretar mis cursos de
entrenamiento en solución de conflictos, cultura profunda, etc, para
audiencias japonesas. Ella puede dibujar en comida todo lo que yo puedo
dibujar en palabras, y bastante más que eso. Un talento natural que un
buen programa de TV podría transmitir a todos los rincones de la tierra.
Hemos globalizado y privatizado, y disfrutamos ambos porque tenemos
los recursos. Pero también estamos sensiblemente al pendiente del
sufrimiento en los niveles más bajos de la sociedad mundial.
Nuestro “en las casas” nos permite experimentar muchas veces
cada año el punto principal de tener un día festivo: un día festivo significa
hacer algo más. El hecho de que productos sin terminar puedan surgir de
las profundidades de un disco duro, rogando ser completados, no cambia
por un poco de saltos globales a algún otro lugar. Ahí donde puedas
confirmar las cosas que amas con una sensación de reconocimiento. Hay
una poderosa fuente de revitalización en ambos.
Trotamundos certificados o no –podemos estar ahí donde el
clima acaricia a uno con suavidad como el brazo de una joven abarcando
cuerpo y alma, y la brisa es como cabello fresco recién lavado sobre la
piel. Es fácil adivinar en dónde nos encontramos ahora.
En una palabra, una vida privilegiada. ¿Es esto a expensas de
algo o de alguien? Con dificultad cuando recorro en bicicleta Kyoto o remo
en el lago Torssness en Hardanger. Volar es más problemático. Pero no

334
Capítulo IV.

hay ninguna duda de que tal privilegio requiere que demos algo a cambio.
Así que ahí viene la respuesta no. 2 en la persecusión de la vida eterna.
La respuesta de buda. Yo mencioné en alguna parte algo con
respecto a vivir en los otros, y no estaba pensando en genes biológicos.
Estaba pensando en todos los quanta de inspiración que he recibido en mi
vida, lo que me hace un portador de aquellos que estuvieron antes de mí –
algunos de quienes son mencionados en este libro. Inspiración quanta. O,
bastante sencillo, felicidad quanta, el intento de uno mismo de esparcir
destellos de sol en la vida de otros en lugar de distribuir quanta de
obscuridad y fatalidad que los abrumaría. Tú eres responsable por la
Stimmung (atmósfera) que se origina en tu interior pero que afecta a
otros, y viceversa. Nuestra tarea es elevar el nivel de otra gente, no
terminar como un monumento o como el nombre de una calle.
¿Tengo miedo de morir? En lo absoluto. Me gustaría que fuera
relativamente rápido, aunque no tan rápido, para poder tener la
oportunidad de decir adiós y gracias, y para aliviar a los más cercanos a
mí y a mi mismo de dolor innecesario. Tengo más miedo de tomar la vida
de otros porque no puedo recrearla. Pero puedo controlar mi propia vida,
hasta un cierto punto. Y no tengo ilusiones de indispensabilidad. Eso no
es nada más que un sueño occidental individualista, que te acredita para
la proclama fúnebre estándar –“él/ella deja un espacio vacío que será
difícil –si no imposible- de llenar”.
Pero esto aplica a todos nosotros. Todos somos únicos. Y todos
somos pequeños granos de arena en el viento del desierto, pequeñas gotas
de agua en un río. Lenta, muy lentamente fluye el río por debajo de ti,
entre las colinas, y hacia el mar, La Gran Vida. Más granos de arena
vienen detrás de nosotros, más gotas de agua. Al vivir nuestra vida de tal
forma que elevamos nuestro nivel, nuestra estatura, incrementamos la
estatura y el nivel de la vida.
¿Anhelo morir? En lo más mínimo. Entre otras cosas porque hay
océanos de cosas buenas e importantes que hacer, y porque cada segundo
puedo sonreir de oreja a oreja con alegría si solamente pudiera encontrar
el interruptor, y eso depende principalmente de mí mismo. No se culpe a
otros.
¿Estoy agradecido por la vida que he vivido hasta hoy?
Inexpresablemente. Qué vida tan excitante, maravillosa, problemática,
frustrante, hermosa. Debes ayudar a la anciana en la parada de la carretera, y
ver las posibiliades en un clavo oxidado como las fábulas noruegas nos
informan. Tienes que ver las posibilidades en lo imposible y lo no-visto,
escuchar lo que no ha sido dicho, pensar lo impensable. Cuando haces
eso creces como persona. El conocimiento es bueno, tener el tacto

335
Juan sin tierra

correcto es mejor. Como dijo el Maestro: “La ausencia de sensibilidad


con frecuencia ofrece al diablo su mejor oportunidad”.
¿Veo a sorella morte, la hermana muerte – en la frase de San
Francisco de Asis- en el horizonte? No, creo que tengo algo de tiempo
todavía, a menos que me ponga en el camino de una bala o de un
conductor ebrio. O un camión que ha sido instruido por alguien para
conducir en el lado izquierdo del camino.
Por lo demás, tiendo a creer en lo que el Maestro (casi) dijo:
Para lo que importa, continúa impertérrito– uno no muere en la mitad
del cuarto acto.
Ahí me encuentro yo, a su lado. Fumiko y yo seguimos
impertérritos para hablar a cientos de japoneses respecto del destino
común de los países budistas-confusionistas de Asia Oriental: Vietnam,
China, Corea y Japón. Un joven coronel con el nombre de Dean Rusk,
dividió en 1945 la peninsula coreana en dos, sumando eso a los estragos
del imperialismo japonés –algo lo suficientemente criminal y estúpido
para valerle después como una calificación para el puesto de Secretario
de Estado de los Estados Unidos. Estamos hablando de una comunidad
de Asia Oriental de estos cuatro países. Estamos hablando del ferrocarril
conectivo que es inminente, de la posibilidad de una universidad viajera,
PeaceRail, una vez al año, de Tokyo via Fujioka-Pusan, Seúl, Panmunjom,
Pyongyang, con agregados de Beijing, amplio tiempo para la reflexión en
compartimentos y vagones restaurantes, mientras la interminable Siberia
pasa, adiciones de Moscú, hacia Europa Oriental y Occidental. No un
decadente Expreso de Oriente, sino un Expreso de la Paz Oriente-Occidente.
Con gente de Otsu cerca de Kyoto, de donde viene Fumi.
Con una desviación a Oslo, de donde vengo yo.
Un verdadero proyecto Oriente-Occidente, un proveedor de la
cultura de paz de la UNESCO.
Estamos hablando de Verdad, Reconciliación, sobre aprender de
lo que ha ocurrido, sobre perdonar a través de no olvidar, sobre seguir
adelante, con cargas de ejemplos de intentos exitosos y no exitosos.
Sobre diálogo para la paz.
El gran barco, PeaceBoat, se aproxima a Corea del Norte.
Fumiko ha estado aquí antes. Su padre era el director de la planta
de aluminio más grande del mundo en aquella época, al norte de Corea,
la colonia. Emigraron tras la guerra, padre y madre, seis hermanos y
hermanas. Fumiko de diez años de edad, Hiroshi de cuatro. Se
escondieron en zanjas durante las horas del día, caminaban durante la
noche, por un mes. También ellos fueron víctimas de la locura, incluso
era claro para qué se estaba utilizando el aluminio.

336
Capítulo IV.

Estamos ahí, lado a lado. Trescientos pares de ojos impacientes


de ONG’s sienten las emociones detrás de nuestras palabras, impacientes
de encontrarse con sus contrapartes norcoreanas en diálogo. Sabemos que
serán duras esas conversaciones en Pyongyang. Hablamos de ver la
gentileza en la dureza y la dureza en la gentileza.
Estamos en el camino a la paz a través del mundo, nuestro país.

337
Johan Galtung
CURRICULUM VITAE

1) Datos generales

 Nacido en Oslo, Noruega. (1930)


 Fundador del International Peace Research Institute (1959)
 Fundador del Journal of Peace Research, (1964)
 Doctor en Matemáticas por la Universidad de Oslo (1956)
 Doctor en Sociología por la Universidad de Columbia (1957)

2) Distinciones (entre otras)

 Norsk Sosiologforenings Hederspris (2001)


 Morton Deutsch Award en Resolución de Conflictos (2001)
 Norwegian Literary Prize Brage (2000)
 Alo'ha International Award (1995)
 Bajaj International Award por valores gandianos (1993)
 Socrates Prize por educación para los adultos (1990)
 Norwegian Humanist Prize (1988)
 Right Livelihood Award, - Premio Nobel Alternativo (1987)

3) Grados honoríficos (Doctorados honoris causa)

 Universidad Autónoma de Puebla, 2006 (derecho)


 Universidad de Alicante, 2002 (sociología)
 Universitaet Witten/Herdecke, 2001 (ciencias sociales)
 FernUniversität Hagen, 2000 (filosofía)
 Universita di Torino, 1998 (sociología del derecho)
 Universitaet Osnabrueck, 1995 (estudios de paz)
 Soka University, Tokyo, 1990 (paz/budismo)
 Uppsala University, 1987 (ciencias sociales)
 University of Cluj, 1976 (estudios del futuro)
 University of Tampere, 1975 (estudios de paz)
Juan sin tierra

4) Distinciones académicas

Tal vez ningún otro sociólogo contemporáneo haya impartido


clases a más estudiantes en más universidades que Johan Galtung.
Ha sido profesor en decenas de universidades en todo el mundo.

 Prof. honorario. Universität Witten/Herdecke, Witten (1993)


 Prof. honorario. Freie Universitaet Berlin (1984-1993)
 Prof. honorario. Sichuan University, Chengdu (1986)
 Prof. honorario. Universidad de Alicante, Alicante (1981)

5) Mediador

El profesor Galtung ha intervenido en decenas de conflictos


internacionales en todo el mundo Algunos de estos conflictos
siguen a continuación: Afganistán, Angola, Noruega (región sami),
Japón-Estados Unidos, Japón-Rusia, Serbia, Montenegro, Croacia,
Bosnia-Herzegovina, Relaciones indo-musulmanas, Sri-Lanka,
Somalia, Región maya (Guatemala-México), Chiapas, China-
Tibet, Relaciones raciales comunitarias, Relaciones cristiano-
musulmanas, Europa tripartita, Ecuador-Perú, Okinawa, Mujeres
“confortadoras” (Japón-China), Cuba-Estados Unidos, Ruanda/
Los grandes lagos, Crisis de rehenes, Albania, Líbano, Guerra
Fría I, Guerra Fría II, Georgia-Abjazia, Georgia-Osetia del Sur,
Rusia-Osetia del Norte, Israel-Palestina, Chipre, Kurdistán,
Euskadi (España, Gibraltar y Ceuta-Melilla, Colombia, Conflictos
Inter-clase, Conflictos inter-generación, Cachemira (India-Pakistan),
Corea, Pax Pacifica, Hawaii, Guerra del golfo, Ulster (Irlanda del
Norte), Nagorno-Karabaj (Azerbaiyan-Armenia), Servicio de paz.

6) Como escritor

Desde hace 50 años más de 1,600 artículos y más de 130 libros con
más de 130 traducciones. Sus publicaciones cubren diversos campos:
pedagogia de la paz, cultura profunda, transformación de conflictos
por medios pacíficos, procesos de reconciliación, desarrollo social,
construcción de paz y empoderamiento, gobernanza global, paz y
violencias directas, culturales y estructurales, periodismo para la paz,
análisis político internacional, análisis geopolítico, metodología de la
investigación, filosofía, ética, análisis ideológico y discursivo,
historia, psicología y epistemología entre otros.
340
Curriculum Vitae

7) Como consultor

Ha trabajado para diversas organizaciones civiles e internacionales tales


como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
(OCDE), la Organización para la Seguridad y Cooperación Europea
(OSCE), para la Comisión Europea y (CE) y ha asesorado a diversos
gobiernos y a prácticamente todas las agencias especializadas de la
Organización de las Naciones Unidas. Entre otras:

 Universidad de las Naciones Unidas (UNU)


 Instituto de las Naciones Unidas para la
Investigación y el Entrenamiento (UNITAR)
 Organización Mundial de la Salud (OMS)
 Alto Comisionado de Naciones Unidas
para Refugiados (ACNUR)
 Organización Internacional del Trabajo (OIT)
 Organización para la Alimentación
y la Agricultura (FAO)
 Programa de Naciones Unidas para
el Desarrollo (PNUD)
 Conferencia de Naciones Unidas para el
Comercio y el Desarrollo (UNCTAD)
 Organización de Naciones Unidas para
la Ciencia, la Educación y la Cultura (UNESCO)
 Programa de Naciones Unidas para
el Medio Ambiente (UNEP)
 Organización de las Naciones Unidas
para el Desarrollo Industrial (UNIDO)
 Instituto de Naciones Unidas para el
Desarrollo Social (UNRISD)

341
Bibliografía
(1953 – 2007)

Bibliografía selecta en español

 La meta es el camino: Gandhi hoy. Galtung, Johan. Ed.


Transcend México, Abril, 2008.
 Reporteando conflictos: Una introducción al periodismo de
paz. Mc.Goldrick, Annabel, Lynch, Jake y Galtung Johan. Ed.
Transcend México-Asociación Respuesta para la paz, México,
2006
 Trascender y transformar: Una introducción al trabajo de
conflictos. Galtung, Johan. Ed. UNAM – Quimera -Transcend,
México, 2004.
 Paz por medios pacíficos: Paz y conflicto, desarrollo y
civilización. Ed.. Gernika Gogoratuz. Bilbao, 2003.
 Fundamentalismo USA: Fundamentos teológico-políticos de la
política exterior estadounidense. Ed. Icaria. Barcelona, 1999.
 Tras la violencia 3“R”: Reconstrucción, reconciliación,
resolución. Ed. Gernika Gogoratuz. Bilbao, 1998.
 Investigaciones teóricas: Sociedad y cultura contemporáneas.
Ed. Tecnos, Madrid, 1995.
 Sobre la paz. Ed. Fontamara. Barcelona, 1985.
 Hitlerismo, stalinismo y reaganismo: Tres variaciones sobre
un tema de Orwell. Ed. Instituto de Estudios Juan Gil-Albert.
Alicante, 1985.
 ¡Hay alternativas! Cuatro caminos hacia la paz y la
seguridad. Ed. Tecnos. Madrid, 1984.
 El desarrollo, el medio ambiente y la tecnología: Hacia una
tecnología autonómica. Ed. UNCTAD. New York, 1979
 La Comunidad Europea: Una superpotencia en marcha. Ed.
Nueva visión. Buenos Aires, 1973.
 Teoría y métodos de la investigación social. Ed. Eudeba.
Buenos Aires, 1966.
Juan sin tierra

Bibliografía completa

La lista contiene un total de 238 monografías en cuatro categorías.

1) Libros. Algunas traducciones y nuevas ediciones son aquí


enlistadas como libros separados ya que con frecuencia
incluyen nuevos prólogos y revisiones (129 entradas). 34
libros fueron traducidos a veintinueve lenguas para hacer un
total de 124 traducciones de libros.
2) Libros editados (21 entradas)
3) Libros/documentos publicados por instituciones (22 entradas)
4) Libros/documentos escritos desde la Cátedra en Conflictos e
Investigación para la Paz -Universidad de Oslo, 1969-1977-
(66 entradas).

Los números de cuatro dígitos que aparecen en paréntesis se refieren al


número de la publicación en la bibliografía del sitio de TRANSCEND.
Los primeros dos dígitos incluyen el año y los últimos dos el número
de publicación en ese año (por ejemplo, el libro 5305 es la quinta
publicación del año 1953). Se ha respetado la redacción en inglés
original de la lista para mejor identificación de las obras. Una relación
completa de publicaciones entre 1948-2007 (1,696 entradas a
Septiembre 27, 2007) está disponible en el sitio de TRANSCEND
(www.transcend.org). La colección más completa de estos documentos
se encuentra en la biblioteca de Johan Galtung en Versonnex, Francia.

1) Libros

• B1. Statistisk hypotesepröving (in Norwegian: Testing of Statistical


Hypotheses). Oslo: University of Oslo, Department of Sociology, 1953, 85
pp. Descriptors: Hypothesis testing, Methodology, Statistical significance
test. (5305)

• B2. (With Arne Næss) Gandhis politiske etikk (in Norwegian: Gandhi's
Political Ethics). Oslo: Tanum, 1955, 320 pp. Second slightly revised

344
Bibliografía

edition, Oslo: Pax, 1968, 320 pp. (Maxi-Pax, 7). Third slightly revised
edition, Oslo: Pax, 1994, 317 pp. Descriptors: Conflict resolution theory,
Ethical theory, Gandhiism, Nonviolent resistance theory. (5502)

• B3. Fengselssamfunnet: et forsøk på analyse (in Norwegian: The Prison


Society: An Attempt at Analysis). Oslo: Norwegian Universities Press, 1959,
247 pp. (Sosiologisk forskning, 2). Dutch edition: Gevangenis en
maatschappij: een sociologisch-kriminologisch onderzoek naar strafbeleving.
The Hague: Bert Bakker/Daamen, 1967, 292 pp. (Fakulteiten-reeks, 4).
Descriptors: Criminal punishment, Prison, Prisoner, Social system. (5904)

• B4. Forsvar uten militærvesen: et pasifistisk grunnsyn (in Norwegian:


Defense Without a Military: A Pacifist Philosophy of Life). Oslo:
Folkereisning mot Krig, 1959, 111 pp. Earlier version circulated as: Et
pasifistisk grunnsyn (in Norwegian: A Pacifist Philosophy of Life). Oslo:
Folkereisning mot Krig, 1957, 26 pp. New revised edition, 1982, 96 pp.
Descriptors: Antimilitarism, Conflict theory, Nonviolent resistance theory,
Pacifism, Violence. (5905)

• B5. (with Arne Næss) Innføring i logikk og metodelære (in Norwegian:


Introduction to logic and methodology). Oslo: Norwegian Universities Press,
2 vols, 1960. 5 editions. (Filosofiske problemer, 14). Part 2 published with
title: Metodelære. Copenhagen: Munksgaard, 1969, 180 pp. Descriptors:
Analysis methodology, Logical analysis, Methodology, Philosophy of
science studies. (6010)

• B8. Norske fredsinitiativ: 20 forslag (in Norwegian: Norwegian Peace Initiatives:


20 Proposals). Oslo: Pax, 1964, 48 pp. Stockholm: Fredens Förlag, 1964, 48
pp. (Nordisk fredsdebatt, 1964:1) Condensed Swedish edition in: Uppslag
för studier i internationella frågor: studiebilaga till Världshorisont, 1964, Vol
10, 4 pp. Descriptors: Norway, Peace proposal. (6415)

• B9. Fredsforskning (in Danish: Peace Research). Copenhagen: Munksgaard,


1967, 109 pp. (Söndagsuniversitetet, 80). Norwegian edition: Oslo: Pax,
1967, 109 pp. (Pax-bøkene, 73). German edition: Modelle zum Frieden:
Methoden und Ziele der Friedensforschung. Wuppertal: Jugenddienst-
Verlag, 1972, 101 pp. Dutch edition: Polemologie: vraagstukken van oorlog
en vrede. Amsterdam: Polak & Van Gennep, 1968, 84 pp. (Kritiese
biblioteek). Expanded Swedish edition: Fredsforskning. Stockholm: Prisma,
1967, 174 pp. (Verdandi-debatt, 33). Expanded Finnish edition:
Rauhantutkimus. Helsinki: Weilin & Göös, 1969, 157 pp. (Prisma-
tietokirjasto, 4). Expanded editions contain: 6423, 6505. Descriptors: Peace
research, Power theory, World politics. (6605)

• B10. Teoria y metodo de la investigacion social (in Spanish: Theory and


Method of Social Research). Buenos Aires: (M-l) Editorial Universitaria de
Buenos Aires, 2 volumes (603 pp.), 1966. English edition: Oslo: Norwegian
Universities Press, London: Allen & Unwin, New York: Columbia
University Press, 1967, 534 pp. Paperback reprint, 1969. (Basic social
science monographs, 1). Swedish edition: Stockholm: Bonnier, 1967, 534

345
Juan sin tierra

pp. Contains: 6615. Descriptors: Analysis methodology, Data collection


methodology, Data processing, Methodology, Theory construction. (6619)

• B12. Rauhanomaisen puolustuksen strategia (in Finnish: On the Strategy of


Nonmilitary Defense). Hämeenlinna: Jaarli, Helsinki: Ydin, 1970, 111 pp.
Dutch edition: "Niet-militaire vormen van verdediging," in: Vrede en
rechtvaardigheid: eenheid of dilemma? Published by the Pax Christi in
Netherlands and Flanders and the Catholic University of Nijmegen, Institute
of Peace Research. Roermond: Romen & Zonen, 1968, pp. 53-120. (Cahiers
voor vredesvraagstukken, 4). English edition: "On the strategy of
nonmilitary defense: some proposals and problems", in: Essays in Peace
Research II, 1976, pp. 378-426. Condensed English edition in: Geweldloze
actie en sociale verdediging. Rotterdam: Universitaire Pers Rotterdam, 1971,
pp. 11-22. (=Mens en maatschappij, XLVI, 1971, special monograph issue).
Condensed German edition in: Gewaltfreie Aktion, Vol IV, 1972, No. 11,
pp. 7-16. Condensed Dutch edition in Hylke Tromp (ed.), Sociale
verdediging: theorien over niet-militaire verdediging als alternatief voor
geweldpolitiek en nukleaire afschrikking. Groningen: Xeno, Antwerpen: Pax
Christi, 1979, pp. 111-130. (Pax Christi pocket, 1). Descriptors: Defense
policy, Nonviolent resistance theory, Strategic theory. (6812)

• B15. Members of Two Worlds: A Development Study of Three Villages in


Western Sicily. Oslo: Norwegian Universities Press, New York: Columbia
University Press, 1971, 302 pp. (PRIO monographs, 2). Also published at:
Stockholm: Läromedelsförlaget, 1971, 302 pp. Extract from pp. 55-66, 249-
261 and 263 with title: "The role of amoral familism in the structure of
traditionalism", in: Colin Bell and Howard Newby (eds.), The sociology of
community: a selection of readings. London: Frank Cass, 1974, pp. 97-121.
(New society library, 5). Extract from chapter 1 in Italian in: Edward C.
Banfield, Le basi morali di una societa arretrata. New expanded ed. by
Domenio De Masi. Bologna: Societa Editrice il Mulino, 1976, pp. 299-313.
Contains: 6823. Descriptors: Italy, Modernization, Sicily, Social
development theory. (7111)

• B16. Imperialismen: en strukturalistisk teori (in Swedish: Imperialism: A


Structural Theory). Stockholm: The Swedish Institute of International
Affairs, 1972, 54 pp. (Internationella studier, 1972:8). English edition: "A
structural theory of imperialism" JPR, VIII, 2, 1971, pp. 81-117. Also in:
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una superpotencia en marcha. Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión, 1976,
280 pp. Contains: 7228. Descriptors: European Community, West European
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in: Heinrich von Nussbaum (ed.), Die Zukunft des Wachstums: kritische
Antworten zum "Bericht des Club of Rome". Düsseldorf: Bertelsmann
Universitätsverlag, 1973, pp. 89-102. Italian edition in: Societa di Studi
Politici, Bolletino, 1973, 13/14, pp. 78-115. Norwegian edition in: Samtiden,
LXXXII, 1973, 2, pp. 65-83. Also in: Futurologisk seminar ved NTH,
Trondheim 1973 (Innledinger). Ed. by Harald Celius. Trondheim: TAPIR,
1973, pp. 5-23. Swedish edition: Ekologi och klasspolitik: en kritisk
betraktelse av Tillväxtens gränser. Stockholm: Svenska Freds- och
Skiljedomsföreningen, 1974, 44 pp. (Kampen för fred, 2). Also in: Är fred
möjlig? 1975, pp. 148-169. Descriptors: Class politics, Ecological
movement, Economic growth rate. (7226)

 B19. A Structural Theory of Revolutions. Rotterdam: Rotterdam University


Press, 1974, 78 pp. (Free University of Brussels, Polemological Centre,
Publications, 5 = Proceedings of the International Working Conference on
Violence and Non-violent Action in Industrialized Societies, 1, Brussels
1974, Part II). Also in: Essays in Peace Research III, pp. 268-314. German
edition: "Eine strukturelle Theorie der Revolution", in: Martin Jänicke (ed.),
Herrschaft und Krise. Opladen: Westdeutscher Verlag, 1973, pp. 121-167.

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Revolution, Social interaction theory, Violence. (7320)

 B20. Fred, vold og imperialisme: 6 essays i fredsforskning (in Norwegian:


Peace, violence and imperialism: 6 essays in peace research). Oslo: Dreyer,
Copenhagen: Christian Ejlers, 1974, 214 pp. (Perspektivbøkene, 49),
(Documentaserien). Contains: 6412, 6423, 6918, 7114, 7121, 7428.
Descriptors: Peace research. (7407)

 B21. Essays in Peace Research, Short Edition, 1974. Norwegian edition:


1975; Swedish edition: 1975; German edition: 1982; Spanish edition: 1986;
Japanese edition: 1989. (7435)

 B22. Är fred möjlig? studier i fred och imperialism (in Swedish: Is peace
possible? studies in peace and imperialism). Stockholm: Prisma, 1975, 335
pp. Contains: 6918, 7112, 7121, 7226, 7310, 7428, 7526. Descriptors: Case
study, Ecological movement, Imperialism, Peace research, Violence. (7502)

 B23. (With Fumiko Nishimura) Kan vi lære av kineserne? (in Norwegian:


Can we learn from the Chinese people?). Oslo: Gyldendal, 1975, 169 pp.
Also published at: Copenhagen: Christian Ejlers, 1976, 169 pp. (Documenta-
serien). German edition: Von China lernen? Opladen: West-Deutscher
Verlag, 1978, 210 pp. Swedish edition: Vad kan vi lära av Kinas folk?
Stockholm: Prisma, 1976, 177 pp. Extract from ch. 5 in English with title:
The farmer-worker-student-militiaman is making a giant experiment on
behalf of humanity, Ceres: FAO review, IX, (1976), 3, pp. 40-43. French
edition in: Ceres: revue FAO, IX, (1976) 3. Spanish edition in: Ceres: revista
FAO, IX, (1976), 3. Contains: 7515. Descriptors: Chinese cultural
revolution, Commune, Development process, Maoism, People's Republic of
China. (7516)

 B24. Peace: Research - Education - Action. Copenhagen: Christian Ejlers,


1975, 405 pp. (Essays in Peace Research I) (PRIO monographs, 4).
Contains: 6304, 6612, 6702, 6715, 6818, 6918, 7026, 7027, 7114, 7120,
7201, 7317, 7318, 7411, 7421, 7512, 7513, 7526, 7535. Descriptors: Peace
action, Peace education, Peace research, Peace studies. (7525)

 B25. Strukturelle Gewalt: Beiträge zur Friedens- und Konfliktforschung (in


German: Structural violence: contributions to peace and conflict research).
Hamburg: Rowohlt, 1975, 156 pp. (Rororo aktuell). Contains: 6918, 7026,
7114, 7120, 7201, 7318. Descriptors: Conflict theory, Peace, Peace research,
Structural violence, Violence. (7534)

 B26. Development, Environment and Technology: Some Non-Economic


Aspects. Oslo: University of Oslo, Chair in Conflict and Peace Research,
1976, 93 pp. (Trends in western civilization program, 10), (Oslo Papers, 41).
French edition in: La fin des outils: technologie et domination. Paris: Presses
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Development theory, Ecosystem, Technology. (7605)

 B27. Peace, War and Defense. Copenhagen: Christian Ejlers, 1976, 471 pp.
(Essays in Peace Research II) (PRIO monographs, #5). Contains: 5914, 6003,
6237, 6418, 6426, 6508, 6601, 6602, 6717, 6718, 6725, 6812, 7518, 7524,
7610, 7627. Descriptors: Defense policy, Peace, Peace research, War. (7619)

 B28. Hvordan skal det gå med Norge? artikler 1953-1977 (in Norwegian:
What will happen to Norway? articles 1953-1977). Compiled by Erik
Rudeng. Oslo: Gyldendal, 1977, 251 pp. Contains: 5301, 5304, 5501, 5603,
5607, 5701, 5711, 5906, 5912, 6007, 6014, 6015, 6214, 6255, 6506, 6810,
6811, 6814, 6815, 6829, 6915, 6916, 6917, 7002, 7006, 7016, 7031, 7101,
7103, 7203, 7213, 7222, 7231, 7235, 7243, 7312, 7313, 7314, 7319, 7321,
7324, 7326, 7409, 7418, 7511, 7601, 7712. Descriptors: Norway. (7713)

 B29. Imperialismo e rivoluzioni: una teoria strutturale (in Italian:


Imperialism and revolutions: a structural theory). Torino: Rosenberg &
Sellier, 1977, 129 pp. Contains: 7121, 7320. Descriptors: Imperialism,
Revolution, Social interaction theory, Violence, World politics. (7714)

 B30. Methodology and Ideology. Copenhagen: Christian Ejlers, 1977, 271


pp. (Essays in Methodology I) (Basic social science monographs, 2).
German edition: Methodologie und Ideologie. Frankfurt a.M.: Suhrkamp,
1978, 369 pp. (Aufsätze zur Methodologie, 1). Contains: 6902, 7209, 7425,
7426, 7607, 7622, 7704, 7732, 7738. Descriptors: Causal Analysis,
Correlation analysis, Empiricism, Longitudinal analysis, Methodology,
Normative analysis, Theory, Theory construction. (7723)

 B31. Peace and Social Structure. Copenhagen: Christian Ejlers, 1978, 564
pp. (Essays in Peace Research III) (PRIO monographs, 7). Contains: 6001,
6307, 6412, 6423, 6505, 6513, 6720, 6901, 7008, 7021, 7118, 7320, 7532,
7703, 7805, 7820. Descriptors: Peace research. (7816)

 B32. Toward Self-Reliance and Global Interdependence: Reflections on a


New International Order and North-South Cooperation. Ottawa: Canadian
International Development Agency and Environment Canada, 1978, 85 pp.
(Joint project on environment and development, 3). French edition: Vers
l'autodéveloppement et l'lnterdépendance globale: reflexions sur un Nouvel
Ordre International et la cooperation Nord-Sud. Ottawa: Agence Canadienne
de Developpement International and Environnement Canada, 1978, 94 pp.
(Projet conjoint sur l'environnement et le developpement, 3). Contains: 7734,
7736, 7741. Descriptors: Basic needs, Development theory, International
economic relations, Self-reliance. (7819)

 B33. Development, Environment and Technology: Towards a Technology


for Self-Reliance. Prepared for UNCTAD Secretariat. New York: United
Nations, 1979, 51 pp. (TD/B/C.6/23/Rev.l). French edition: Developpement,
environnement et technologie: vers une technologie de l'autonomie. New
York: Nations Unies, 1979, 58 pp. (TD/B/C.6/23/Rev.l). Spanish edition: El

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autonomica. New York: Naciones Unidas, 1979, 54 pp. (TD/B/C.6/23/
Rev.l). Descriptors: Development theory, Ecosystem, Self-reliance,
Technology transfer. (7903)

 B34. Papers on Methodology. Copenhagen: Christian Ejlers, 1979, 251 pp.


(Essays in Methodology II). Contains: 5907, 5908, 6502, 6701, 6721, 6822,
7018, 7403, 7618, 7928. Descriptors: Methodology. (7926)

 B35. Peace and World Structure. Copenhagen: Christian Ejlers, 1980, 736
pp. (Essays in Peace Research IV), (PRIO monographs, 8). Contains: 6107,
6424, 6509, 6512, 6603, 6607, 6616, 6713, 6813, 6821, 6825, 7014, 7017,
7121, 7725, 8001, 8006, 8011, 8017, 8018, 8034. Descriptors: Peace
research. (8033)

 B36. Peace Problems: Some Case Studies. Copenhagen: Christian Ejlers,


1980, 491 pp. (Essays in Peace Research V), (PRIO monographs, 9).
Contains: 5901, 6004, 6712, 7112, 7205, 7211, 7226, 7310, 7405, 7428,
8005, 8015, 8037, 8044, 8049. Descriptors: Case study, Peace research.
(8035)

 B37. The True Worlds: A Transnational Perspective. New York: Free Press,
1980, 469 pp. Contains: 7432, 7518, 7613. Descriptors: Demilitarization
policy, Development process, Futurology, Global system, Imperialism, Social
indicator, Structural violence, Transnational politics, Violence, War. (8046)

 B38. Man skal spå om fremtiden (in Danish: One should prophesy on the
future). Talk on the Danish radio 1980, in: Bøger 1980. Copenhagen:
Christian Ejlers forlag, 1980, 36 pp. Descriptors: Futurology. (8059)

 B39. Schooling or Education? in: Educational and psychological


interactions. Malmö: Malmö School of Education, Lund University, 1981,
No 75, 74 pp. Also with title: Schooling, Education and the Future. Malmö:
Lärarhögskolan, 1982, 91 pp. Descriptors: Education system, Personality
development. (8113)

 B40. Konfliktdannelsesprosesser i verden i 1980-årene (in Norwegian:


Processes of conflict in the world in the 1980s, translated by Aadne Goplen).
Oslo: Ulandsseminaret, 1981, 79 pp. (8130)

 B41. Environment, Development and Military Activity: Towards Alternative


Security Doctrines. Oslo: Norwegian Universities Press, 1982, 142 pp.
Italian edition: Ambiente, sviluppo e attività militare. Torino: Gruppo Abele,
1984, pp. 31-59. Short Danish abstract in Asken på fælleden -
Menneskehedens fælles arv. Copenhagen: FN-forbundet and Greenpeace-
Danmark 1986, pp. 119-129. Descriptors: Environmental policy,
Development process, Militarism. (8216)

 B42. Anders verteidigen (in German: Defending differently). Reinbek:


Rowohlt, 1982, 321 pp. (8220)

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 B43. Self-reliance. Beiträge zu einer alternativen Entwicklungsstrategie (in


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Strategy). München: Minerva Publikation Saur, 1983, 193 pp. Ed. by Mir A.
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 B44. The struggle for Peace: The Bajaj memorial lectures, Ahmedabad:
Najivan Publishing House, 1984. Descriptors: Peace. (8404)

 B45. There are Alternatives! Four Roads to Peace and Security. Nottingham:
Spokesman, 1984, 221 pp. German edition: Es gibt Alternativen! Vier Wege
zu Frieden und Sicherheit. Opladen: Westdeutscher Verlag, 1984, 275 pp.
Spanish edition: Hay alternativas! Madrid: Tecnos, 1984. Dutch edition: Er
zijn alternativen! Amersfoort and Leuven: De Horstink and Kritak, 1984.
Norwegian edition: Det finnes alternativer! Folkereisning mot krig/Pax,
1985, 311 pp. Italian edition: Ci sono alternative! Quattro strade per la
sicurezza. Torino: Edizioni Gruppo Abele, 1985, 248 pp. Swedish edition:
Det finns alternativ! Fyra väger till fred och säkerhet. Gidlunds Bokförlag
AB, 1985, 304 pp. Japanese edition: Shin Bóeiron (New Defense Theory),
Tokyo: Shobo-kozo, 1989, 398 pp. Shortened German edition with title 'Es
gibt Alternativen. Vier Wege zu Frieden und Sicherheit', in Opladen; Kap.
5.1 and 5.2 with title "Alternative sicherheitspolitische Massnahmen", in:
Alfred Biehle (ed.), Alternative Strategien, Koblenz 1986, pp. 705-718.
Shortened German version also in Organ der Offiziersgesellschaft
Steiermark, 1985, No 1, pp. 50-55. Descriptors: Defense policy, Regional
security. (8407)

 B46. Hitlerisme, stalinisme, reaganisme. Tre variasjoner over et tema av


Orwell. (in Norwegian: Hitlerism, Stalinism, Reaganism. Three variations on
a theme by Orwell), Oslo: Gyldendal Norsk Forlag A/S, 1984, 162 pp. German
edition: Hitlerismus, Stalinismus, Reaganismus, in: Militär, Rüstung,
Sicherheit, Band 36. Baden-Baden: Nomos Verlagsgesellschaft, 1987, 169
pp. Spanish edition: Hitlerismo, Stalinismo, Reaganismo. Alicante: Gil
Albert, 1985. Descriptors: Cosmology, Comparative analysis. (8412)

 B47. Sobre la paz (in Spanish: About Peace). Contains 6918, 8123, 8002,
7420. Barcelona: Editorial Fontamara, 1985, 159 pp. (8531)

 B48. Gandhi oggi - per un'alternativa politica nonviolenta (in Italian: Gandhi
today - for a non-violent, political alternative). Torino: Edizioni Gruppo
Abele, 1987, 182 pp. German edition: Der Weg ist das Ziel - Gandhi und die
Alternativbewegung, Wuppertal/Lünen: Peter Hammer Verlag, 1987, 215
pp. English edition: The Way is the Goal: Gandhi Today. Ahmedabad:
Gujarat Vidyapith Peace Research Centre, 1992, 224 pp. Second printing,
1994. Descriptors: Gandhiism, Political movement, Nonviolent resistance
theory. (8712)

 B49. United States Foreign Policy as Manifest Theology. San Diego:


University of California, Institute on Global Conflict and Cooperation, IGC
Policy Paper No. 4, 1987, 22 pp. Excerpt with title: U.S. foreign policy as

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Relations. New York: Praeger Publishers, 1990, pp. 119-140. Norwegian
edition: The Forente Staters Utenrikspolitikk: En fortsettelse av teologi med
andre midler. Oslo: Spartacus Forlag, 1995, 59 pp. Spanish edition:
Fundamentalismo USA: Fundamentos teológico-políticos de la política
exterior estadunidense. Barcelona: Icaria & Más Madera, 1999, 101 pp.
Descriptors: United States of America, Cosmology, Foreign Policy,
Theology. (8721)

 B50. Buddhism: A Quest for Unity and Peace. Honolulu: Dae Won Sa Buddhist
Temple of Hawaii, 1988. 161 pp. Reprinted by Sarvodaya Book Publishing
Services, Colombo, Sri Lanka: Vishva Lekha, 1993, 138 pp. Italian edition:
Buddhismo: Una Via per la Pace. Torino: Edizioni Gruppo Abele, 1994, 135
pp. Japanese edition: Bukkyo: Chowato heiwao motomete. Tokyo: Institute
for Oriental Philosophy, 1990, 227 pp. Thai edition: Buddha santi-withi:
Trisdee cherng Krongsarng. Bangkok: Pajaraya Sam and Siam Publishers,
1995. Descriptors: Buddhism, Ecosystem, Social change, Peace. (8802)

 B51. Methodology and Development. Copenhagen: Christian Ejlers' Forlag,


1988, 260 pp. (Essays in Methodology III) Contains: 7904, 8016, 8108,
8512, 8821-8826. Descriptors: Methodology, Development process. (8814)

 B52. Transarmament and the Cold War. Copenhagen: Christian Ejlers'


Forlag, 1988, 433 pp. (Essays in Peace Research VI). Contains: 7729, 7813,
8061, 8114, 8120, 8312, 8416, 8430, 8431, 8508, 8514, 8516, 8521-24,
8609, 8612, 8613, 8805, 8807, 8809, 8816, 8818. Descriptors: Disarmament,
Cold war, Peace research. (8815)

 B53. Europe in the making. New York and London: Crane Russak/Taylor
and Francis Inc., 1989, 190 pp. Descriptors: Europe, Nuclear deterrence
policy. (8901)

 B54. Nonviolence and Israel/Palestine. Honolulu: University of Hawaii,


Institute for Peace, 1989, 79 pp. Italian edition: Palestina-Israele, una
soluzione nonviolenta? Milan: Milano Edizione Sonda s.r.l. 1989, 138 pp.
Descriptors: Israel, Palestine, Nonviolent resistance theory. (8902)

 B55. Nippon e no kitai: Heiwa no kenchi kara (in Japanese: Japan in the
world community. Eight lectures in peace research). Tokyo: Chuo University
Press, 1989, 262 pp. Descriptors: Japan, Peace studies. (8916)
 B56. Solving Conflicts. A Peace Research Perspective. Honolulu: University
of Hawaii, Institute for Peace, 1989, 62 pp. Descriptors: Conflict type,
Conflict resolution, Peace research. (8917)

 B57. Peace and Development in the Pacific Hemisphere. Honolulu:


University of Hawaii, Institute for Peace, 1989, 80 pp. Descriptors: Peace,
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8121, 8125, 8201, 8208, 8307-8309, 8325, 8410, 8417, 8435-8437, 8504,
8525-8528, 8608, 8617, 8620-8628, 8705, 8713, 8716-8720, 8803, 8804,
8812, 8827, 8828, 8829, 8904, 8905, 8909, 8919, 8921-8927, 9004, 9017.
Descriptors: Peace, War, Speeches. (9015)

 B59. What Civil Society and Local Governments Can Do for Peace (in
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 B61. (With Dag v. Poleszynski and Olav M. Benestad) JA, til Norge, til
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 B62. The Way is the Goal: Gandhi Today. Ahmedabad: Gujarat Vidyapith
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 B63. (With Richard C. Vincent) Global Glasnost, Toward a New World


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 B64. (With Dag V. Poleszynski and Olav M. Benestad) Alternativer til


europeisk union, Norges plass I verden (in Norwegian: Alternatives to the
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 B65. Friedensstudien: Frieden und Konflikt, Entwicklung und Kultur (in


German: Peace Studies: Peace and Conflict, Development and Culture)
Kurseinheit 1: Friedenstheorie (part 1: peace theory), Kurseinheit 2: Konflict
Theorie (part 2: conflict theory), Kurseinheit 3: Entwicklungstheorie (part 3:
development theory) and Kurseinheit 4: Zivilisationstheorie (part 4:
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 B66. (With Dag V. Poleszynski and Olav M. Benestad) Alternativen zur


europäischen Union, am Beispiel Norwegens, am Beispiel Österreichs (in
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110 pp. (9320)

 B67. Eurotopia: Die Zukunft eines Kontinents (in German: Eurotopia: the
Future of a Continent) translated by Horst Friessner. Wien: Promedia, 1993,
179 pp. (9343)

353
Juan sin tierra

 B68. (With Per Gahrton, Dag Poleszynski, Olav M. Benestad and Gunilla
Winberg) Alternativ till EU. Lund: Gröna Böcker, 1994. 126 pp. (9402)

 B69. Nach den Kalten Krieg: Jesus oder Barrabas. Gespräch mit Erwin
Koller. Zürich: Pendo, 1994, 160 pp. (9404)

 B70. Human Rights in Another Key. Cambridge: Polity Press, 1994, 184 pp.
German edition: Menschenrechte - anders gesehen, Übersetzt von Georg
Günther, Frankfurt, Suhrkamp 1994, 235 pp. Norwegian edition:
Menneskerettigheter: Vestlige, universelle eller begge deler? Oslo: Humanist
Forlage, 1997, 205 pp. Turkish edition: Bir Baska Acidan: Insan Haklari,
translated by Müge Sözen. Istanbul: Metis Yayinlari, 1996, 120 pp. Italian
edition: I diritti umani in un'altre chiave, translated by Monica Rossi.
Milano: CreaCommercio, 1997, 239 pp. Portuguese edition: Direitos
Humanos: Uma Nova Perspectiva, translated by Margerida Fernandes.
Lisboa: Instituto Piaget, 1994, 252 pp. (9421)

 B71. Teoria della pace (in Italian: Theory of Peace). Torino: Edizioni
Gruppo Abele, 1995. (9529)

 B72. Choose Peace: A Dialogue between Johan Galtung and Daisaku Ikeda.
London: Pluto Press, 1995, 172 pp. Translated and edited by Richard L.
Gage. Japanese edition: Taiwa: Heiwaeno Sentaku (Dialogue: Choose
Peace). Tokyo: Mainichi Shimbunsha, 1995, 376 pp. Italian edition:
Scegliere la pace. Milano: Creacommercio, esperiaedizioni, 1996, 248 pp.
Korean edition: Seoul: Shin Young Media Service, 1997, 323 pp. Thai
edition: Bangkok: Kled Thai, 1997. (9540)

 B73. The Forente Staters Utenrikspolitikk: En fortsettelse av teologi med


andre midler (in Norwegian: US foreign policy: A continuation of theology
by other means). Oslo: Spartacus Forlag, 1995, 59 pp. (9544)

 B74. Investigaciones teóricas: Sociedad y cultura contemporáneas. (in


Spanish: Theoretical Investigations: Contemporary Society and Culture).
Madrid: Editorial Tecnos y Instituto de Cultura Juan Gil Albert, 1995, 464
pp. (9545)

 B75. Peace by Peaceful Means, Peace and Conflict, Development and


Civilization. International Peace Research Institute, Oslo. London, Thousand
Oaks, California, and New Delhi: SAGE Publictions, 1996, 280 pp. Second
printing: 1996. Third printing: 1998. Fourth printing. German edition:
Frieden mit friedlichen Mitteln: Friede und Konflikt, Entwicklung und
Kultur. Translated by Hajo Schmidt. Opladen: Leske + Budrich, 1998, 473
pp. Korean edition: Peace by Peaceful Means, Seoul: Dounyuk Publishing
Company, 2000, 583 pp. Italian edition: Pace con Mezzi Pacifici. Milano:
Esperia Edizioni, 2000, 500 pp. Spanish edition: Paz por medios pacíficos:
paz y conflicto, desarollo y civilización. Gernika: Gernika Gogoratuz, and
Bilbao: Bakeaz, 2003, 354 pp.

354
Bibliografía

 B76. Global Projections of Deep-Rooted U.S. Pathologies, Fairfax: Institute


for Conflict Analysis and Resolution (ICAR), George Mason University,
1996, 52 pp. (9631)

 B77. (With Sohail Inayatullah) Macrohistory and Macrohistorians,


Perspectives on Individual, Social, and Civilizational Change. London:
Praeger, 1997, 274 pp. (9726)

 B78. Der Preis der Modernisierung: Struktur und Kultur im Weltsystem (in
German: The Price of Modernization: Structure and Culture in the World
System). Wilfried Graf and Dieter Kinkelbur (eds.). Wien: Promedia, 1997,
215 pp. (9728)

 B79. What Japan Can Do to Contribute to Peace In Asia (in Japanese).


Osaka: Osaka International Peace Center, 1997, 97 pp. (9731)

 B80. Tras la violencia, 3R: reconstrucción, reconciliación, resolución.


Afrontando los efectos visibles e invisibles de la guerra y la violencia.
Gernika: Bakeaz, 1998, 126 pp. English edition: After Violence: 3R,
Reconstruction, Reconciliation, Resolution. Coping With Visible and
Invisible Effects of War and Violence. Princeton, NJ: TRANSCEND, 1998,
115 pp. and www.TRANSCEND.org (9806)

 B81. Die andere Globalisierung: Perspektiven für eine zivilisierte


Weltgesellschaft im 21. Jahrhundert (in German: The other globalization:
Perspectives for a civilized world society in the 21st century), edited and
introduced by Hajo Schmidt. Münster: agenda Verlag, 1998, 252 pp. Short
German version: "Die andere Globalisierung" (The other globalization), in:
epd-Entwicklungspolitik, 23/24, 1998, pp. 39-49. (9821)

 B82. Conflict Transformation by Peaceful Means (the TRANSCEND


Method) "mini-version". A Manual Prepared by the Crisis Environments
Training Initiative (CETI) and the Disaster Management Training
Programme of the United Nations. Geneva: United Nations, 1998, 37 pp.
Japanese edition: Takehiko Ito (transl.) and Kyoko Okumoto (ed.), Tokyo,
2000, 63 pp. French edition: Geneva: United Nations, 1998, 37 pp. Spanish
edition: United Nations, 1998, 36 pp. Russian edition: United Nations, 1998,
46 pp. Arabic edition: United Nations, 1998, 42 pp. Chinese edition: United
Nations, 1998, 38 pp. Italian edition: Torino: Edizioni Gruppo Abele 2000,
39 pp. Norwegian edition: Sandnes: Den sosialpedagogiske Høgskolen,
1999, 31 pp. Georgian edition: George Khutsishvili (ed.), translated by Tina
Asatiani. Tbilisi: International Centre on Conflict and Negotiation (ICCN),
2000, 28 pp. Bulgarian edition: Stephan E. Nikolov (ed. and transl.), Sofia:
Humanitarian Research Center, 2000, 40 pp. Macedonian and Ukrainian
editions (9832)

 B83. The Way is the Goal: Gandhi Today. Abridged edition. Ahmedabad:
Gujarat Vidyapith Peace Research Centre, 1998. Portuguese edition: O
Camino é a Meta: Gandhi Hoje, translated by Humberto Mariotti. Sao Paulo,
Brasil: Palas Athena, 2003, 196 pp. (9839)

355
Juan sin tierra

 B84. (With Ikuro Anzai) Nippon wa Kikika (in Japanese: Is Japan in a


Crisis?) Kyoto: Kamogawa, 1999, 124 pp. (9924)

 B85. Fundamentalismo USA: Fundamentos teológico-políticos de la política


exterior estadunidense. (in Spanish: Us Fundamentalism: theological-
political foundations of US Foreign Policy). Barcelona: Icaria & Más
Madera, 1999, 101 pp. (9925)

 B86. (With Carl Gustav Jacobsen) Searching for Peace: The Road to
TRANSCEND. London and Sterling, Virginia: Pluto Press, 2000, 298 pp. (0007)

 B87. Die Zukunft der Menschenrechte. Vision: Verständigung zwischen den


Kulturen. Visionen für das 21. Jahrhundert, die Buchreihe zu den Themen
der EXPO 2000, Band 12. Menschenrechte für das nächste Jahrhundert: 12
Thesen (S. 7-157). Mit Beiträgen von Gerhard Dilger, Chris Pearce, Jasmina
Tesanovic, Andrea Bähner und Christian Salazaar Volkmann. Frankfurt und
New York: Campus, 2000, 248 pp. (0015)

 B88. Pace con Mezzi Pacifici (original Title: Peace by Peaceful Means,
1996). Milano: Esperia Edizioni, 2000. 500 pp. (0020)

 B89. Johan Uten Land. På Fredsveien Gjennom Verden (in Norwegian:


Johan Lackland. On the Peace Path Through the World). Oslo: Aschehoug,
2000, 432 pp. (Won the Brageprisen 2000, Norway's top literary award).
Second edition 2001. Finnish edition: Johan Rauhan tiellä, translated by
Veijo Kiuru. Helsinki: Tammi, 2003, 432 pp. (0028)

 B90. Conflict Transformation by Peaceful Means (The TRANSCEND


Method) "maxi-version". Geneva: United Nations, 2000, 192 pp. Ukrainian
edition: translated by Olena Suslova. Kiev: Blank-Press, 2000, 149 pp.
Macedonian edition: translated by Olga Murzeva-Skarik, Theodor Sherman,
Sonja Stephanosvka-Trajanovska, Igor Yurukovski. Skopje, 2000, 167 pp.
(0038)

 B91. 70 Speeches on War and Peace. <www.TRANSCEND.org>, 2000. (0040)

 B92.. Rethinking Conflict: The Cultural Approach. Prepared for the


Intercultural Dialogue and Conflict Prevention Project. Strasbourg: Council
of Europe, 2002, 69 pp. French edition: Repenser le conflit: l'approche
culturelle. Strasbourg: Conseil de l'Europe, 2002, 79 pp. (0201)

 B93. (With Carl G. Jacobsen and Kai Frithjof Brand-Jacobsen) Searching for
Peace: The Road to TRANSCEND. Second revised and expanded edition of
publication 0007. London and Sterling, Virginia: Pluto-Press, 2002,
xxiv+338 pp. German edition: Neue Wege zum Frieden. Konflikte aus 45
Jahren: Diagnose, Prognose, Therapie, translated by Ingrid von Heiseler.
Minden: Bund für Soziale Verteidigung, 2003, 391 pp. (0218)

356
Bibliografía

 B94. USAs utenrikspolitikk: En fortsettelse av teologi med andre midler (in


Norwegian: US foreign policy: A continuation of theology by other means).
Oslo: Spartacus Forlag, 2002, 95 pp. (0222)

 B95. Både Og: En införing i konfliktarbeid (in Norwegian: Both And: an


introduction to conflict work). Oslo: Kagge Forlag, 2003, 234 pp. English
edition: Transcend & Transform: An Introduction to Conflict Work. London,
Pluto Press, 2004, ix+189 pp. Spanish edition: Mexico City: Translated by
Fernando Montiel T. Universidad Nacional Autónoma de Mexico. (0301)

 B96. (With Andreas Galtung) En flyveappelsin forteller. En fabel for barn og


andre mennesker (in Norwegian: A flying orange tells its tale: a fable for
children and other people). Oslo: Kagge Forlag, 2003, 38 pp. (0302)

 B97. Irak-krigens förste fase. Kommentarer til krigen, Klassekampen mars-


april 2003 (in Norwegian: The Iraq War's First Phase. Comments on the War
published in Klassekampen March-April 2003). Oslo: TRANSCEND
Norway, 2003, 47 pp. (0303)

 B98. Des mondes pour la paix (in French: worlds for peace). Caen: Editions
Mémorial de Caen, 2003, 48 pp. (0304)

 B99. (With the Kyoto/YWCA Ho'o pono pono group) Ways of Thinking
About Peace Creation - from Conflict to Reconciliation (in Japanese).
Tokyo: Iwanami-Shoten, 2003, 54 pp. (0322)

 B100. Grasping Peace for the 21st Century, Johan Galtung's Theory of Peace
(in Japanese). Akifumi Fujita (ed.). Kyoto: Horitsu-bunkasha, 2003, 220 pp.
(0323)

 B101. En Flyve Appelsin Fortæller (In Danish: A flying orange tells its tale),
Danish Version of 0302. Aalborg: Aalborg University Press, 2003, 38pp. (0335)

 B102. Transcend & Transform: An Introduction to Conflict Work, London,


Pluto Press (US: Paradigm Press), 2004, 189 pp. (0401)

 B103. (With Richard Vincent) U.S. Glasnost: Missing Political Themes in


U.S. Media Discourse. Cresskill, NJ: Hampton, 2004, 273 pp. (0402)

 B104. Rauhan tiellä (in Finnish: without Land) translated by Veijo Kiuru
from 0028. Helsinki: Tammi, 2003, 432 pp. (0404)

 B105. Globalization and Intellectual Style (in Japanese). Kotaro Oshige


(ed.). Tokyo: Toshin-Do, 2004, 292 pp. (0406)

 B106. En Flyg-Apelsin Berättar (in Swedish: A Flying Orange Tells Its


Tale). Åmotfors, Sweden: Vita Älgen Förlag, 2004, 38pp. Swedish Version
of 0302 En Flyve - Appelsin Forteller. (0408)

357
Juan sin tierra

 B107. Transcender y Transformar. Una Introducción al trabajo de conflictos.


Spanish version of 0301 Både Og: En införing i konfliktarbeid (Both And:
an introduction to conflict work). Mexico, DF: Editorial Quimera - UNAM,
2004, 260 pp. (0410)

 B108. Pax Pacifica: Terrorism, the Pacific Hemisphere, Globalization, and


Peace Studies, with forewords by Daisaku Ikeda and Ikuro Anzai. London:
Pluto Press, Boulder, Colorado: Paradigm Publishers, 2005, 170 pp. (0501)

 B109. Das USA Imperium - ein Ende vor 2020? (in German: The USA
Empire: an End before 2020?) 16. Peter Kaiser-Vortrag, gehalten am 1.
April 2005 am Liechtenstein Institut in Bendern (16. Peter Kaiser-Lecture
held on 1. April 2005 at the Liechtenstein Institute in Bendern). Kleine
Schriften 40. Schaan, Liechtenstein: Verlag der Liechtensteinischen
Akademischen Gesellschaft, 2005. ISBN 3-7211-1062-5. 32pp. (0505)

 B110. (in Armenian: Peace by Peaceful Means). Erevan 2005, 462 pp.
Armenian Version of 9613 (0515)

 B111. Rashveshchavanye Na Konflikti (in Bulgarian: Transforming


Conflicts: Introduction to Conflict Work). Translation of 0301. Sofia: Ciela
2005, 263 pp. (0516)

 B112. One State, Several Nations: Powersharing, Federation, Devolution -


With Special Reference to the Case of Sri Lanka. Vienna: Institute for
Integrative Conflict Transformation and Peacebuilding, 2005, 81 pp. (0528)

 B113. Transcender e Transformar: uma introdução ao trabalho de conflitos


(in Portuguese: Transcend & Transform: An Introduction to Conflict Work,
Translated by Antonio Carlos da Silva Rosa from 0301. Sao Paulo, Brasil:
Palas Athena, 2006, 216 pp. (0605)

 B114. Reporteando conflictos: Una introducción al periodismo de paz (in


Spanish: Reporting Conflicts: an introduction to peace journalism), with
Jake Lynch and Annabel McGoldrick. Puebla, Mexico: Montiel & Soriano
Editores. Translated from the English original by Fernando Montiel T.,
2006, 268 pp. (0606)

 B115. Auf Friedenswegen durch die Welt: Eine autobiographische


Reiseskizze (in German: On Peace Paths Through the World: an
autobiographic travel sketch, translated by Britta Steinkamp from 0028.
Münster: agenda Verlag, 2006, 429 pp. (0607)

 B116. Johan Uten Land. På Fredsveien Gjennom Verden (in Norwegian:


Johan Lackland. On the Peace Path Through the World). Oslo: Aschehoug,
2006, 442 pp. Third edition of 0028, in paperback. (0617)

358
Bibliografía

 B117. Peace by Peaceful Means: Peace and Conflict, Development and


Civilization (in Chinese). Chinese version of 9613. Nanjing: University of
Nanjing Press, 2006, 406 pp. (0618)

 B118. La Meta es el Camino - Gandhi hoy (in Spanish: The Goal is the Way
- Gandhi Today). Translated by Fernando Montiel T. from 9839. Mexico
City: Transcend Mexico, 2006, 130 pp. (0621)

 B119. Juan sin Tierra: En el sendero de la paz a través del mundo (in Sanish:
Johan Lackland: On the Peace Path Through the World). Translated by
Fernando Montiel T. from 0028. Mexico City: Transcend Mexico, 2006, 240
pp. (0622)

 B120. Globalization and Peace Creation: Galtung's Peace Theories (in


Japanese), A. Kido, A. Fujita and K. Kobayashi (eds.). Translation of 9821
(The other Globalization). Kyoto: Horitsu Bunka-Sha, 2006, 258 pp. (0623)

 B121. Konflikte und Konfliktlösungen. Eine Einführung in die Transcend-


Methode (in German: Conflicts and Conflict Resolutions: An Introduction
into the TRANSCEND Method). Berlin: Kai Homilius Verlag, 2007, 256 pp.
Translated by Ingrid von Heiseler from 0401 (0701)

 B122. Både Og: En införing i konfliktarbeid (in Danish: Both And: an


introduction to conflict work). Translation of 0301. Århus: Husets Forlag,
2007, 245 pp. (0702)

 B123. An Introduction to Conflict Work (in Sinhalese). Translation of 0301.


Colombo, 2007, 325 pp. (0703)

 B124. Sangharsh Ka Unmesh Aur Roopantaran (in Hindi: Transcend and


Transform: an Introduction to Conflict Work). Translation of 0301.
Chandigarh: Institute for Development and Communication, 2007, 240 pp.
(0704)

 B125. Transedencë dhe Transformim (in Albanian: Transcend and


Transform). Translated by Valbona Nathanaili from 0301. Tirana: UFO
Press, 2007, 206 pp. (0705)

 B126. Lampasan & Baguin (in Tagalog: Transcend and Transform).


Translation of 0301. Phnom Penh, Cambodia: Transcend - South Asia, 2007,
249 pp. (0706)

 B127. A Flying Orange Tells Its Tale. Translation of 0302. Oslo: Kolofon
Forlag, 2007, 40 pp. (0707)

 B128. Frieden mit friedlichen Mitteln: Friede und Konflikt, Entwicklung und
Kultur (in German: Peace by Peaceful Means: Peace and Conflict,
Development and Civilization). Second Edition, Paperback. Münster: agenda
Verlag, 2007, 476 pp. Translated by Hajo Schmidt from 9613 (0715)

359
Juan sin tierra

 B129. Menneskerettigheter: Vestlige, universelle eller begge deler? (in


Norwegian: Human Rights: Western, Universal, or Both?) Oslo: Humanist
Forlag, second revised edition in paperback, 2007, 216 pp. Translation of
9421 (0716)

2) Libros editados
 E1. (With Johs. Aanderaa and John Brandrud) Sovjet et naboland: en
studentdelegasjon forteller (in Norwegian: The Soviet Union - a neighbor:
report from a student delegation). Oslo: Tanum, 1954, 136 pp. Contains: 5304,
5403. Descriptors: Communism, Union of Soviet Socialist Republics. (5406)

 E2. (With Robert Jungk) Mankind 2000. Oslo: Norwegian Universities


Press, London: Allen & Unwin, 1969, 367 pp. (Future research monographs,
1). Contains: 6713, 6913. Descriptors: Futurology. (6909)

 E3. (With Sverre Lodgaard) Cooperation in Europe. Oslo: Norwegian


Universities Press, Assen: Royal Van Gorum, New York: Humanities Press,
1970, 371 pp. (Peace research monographs, 3), (IPRA studies in peace
research, 3). Shortened Norwegian edition: Samarbeid i Europa. Oslo: Pax,
1970, 227 pp. (Maxi-pax, 8). Shortened Finnish edition: Yhteistyö
Euroopassa. Tampere: Finnish Peace Research Association, 1972, 151 pp.
(Tutkimuksia, 1972: 1). Contains: 6805, 6820. (English and Norwegian
editions also: 7012). Descriptors: European integration theory, Military
alliance, Peace proposal, Regional security. (7004)

 E4. (With Dieter Senghaas) Kann Europa abrüsten? Friedenspolitische


Optionen für die siebziger Jahre (in German: Can Europe disarm? Peace
political options for the 1970s). Munich: Hanser, 1973, 220 pp. (Reihe
Hanser, 138) Contains: 7211, 7219, 7220, 7237, 7238. Descriptors: Detente,
Disarmament, Europe, Peace. (7311)

 E5. (With Stefan Doernberg, Anatoli Gromyko and Dieter Senghaas)


Probleme des Friedens, der Sicherheit und der Zusammenarbeit: Beiträge
aus West- und Osteuropa (in German: Problems of peace, security and
cooperation: contributions from Western and Eastern Europe). Cologne:
Pahl-Rugenstein, 1975, 355 pp. (Kleine Bibliothek: Politik Wissenschaft,
Zukunft, 56) (Internationales Institut für den Frieden, Wien, Schriften).
Contains: 7238. Descriptors: Europe, Regional security. (7528)

 E6. (With Helmut Ornauer, Håkan Wiberg and Andrzej Sicinski) Images of
the World in the Year 2000: A Comparative Ten Nation Study. Atlantic
Highlands, N.J.: Humanities Press, The Hague: Mouton, 1976, 729 pp.
(European Coordination Centre for Research and Documentation in Social
Sciences, Publications, 7). Contains: 7013, 7236, 7604, 7606, 7617.
Descriptors: Attitude measurement, Futurology, Methodology. (7609)

360
Bibliografía

 E7. (With Marlo Bunge and Mircea Malitza) Mathematical Approaches to


International Relations. Bucharest: Romanian Academy of Social and
Political Sciences, 1977, 2 vols. Also includes "Chemical Structure and
Social Structure: An Essay on Structuralism", pp. 389-417. Descriptors:
International relations studies, Mathematical model. (7722)

 E8. (With Eleonora Masini) Visiones de sociedades deseables (in Spanish:


Visions of desirable societies). San Jeronimo Lidice, Mexico: Centro de
Estudios Economicos y Sociales del Tercer Mundo, 1979, 451 pp. Contains:
7812. Descriptors: Development theory, Futurology, Normative analysis.
(7935)

 E9. (With Katrin Lederer and David Antal) Human Needs: A Contribution to
the Current Debate, Cambridge, Mass.: Oelgeschlager, Gunn & Hain;
Königstein: Anton Hain, 1980, 361 pp. (Science Center Berlin, Publications,
12.) Contains: 7801. Descriptors: Basic needs, Development theory. (8014)

 E10. (With Dag Poleszynski and Erik Rudeng) Norge foran 1980-årene (in
Norwegian: Norway facing the 1980s). Oslo: Gyldendal, 1980, 208 pp.
Contains: 8012. Descriptors: Development process, International economics,
International politics, Norway. (8020)

 E11. (With Peter O'Brien and Roy Preiswerk) Self-Reliance: A New


Development Strategy? London: Bougle-l'Ouverture, 1980. Descriptors:
Development theory, Self-reliance. (8038)

 E12. (With Per Hansen) Totalforsvar - Opplegg til en ny forsvarsdebatt i


Norge (in Norwegian: Total defense: A scheme for a new defense debate in
Norway). Oslo: Universitetsforlaget, 1981, pp. 29-49. Descriptors: Defense
policy, Norway. (8110)

 E13. (With Mats Friberg) Krisen (in Swedish: The Crisis). Stockholm:
Förlaget Akademielitteratur AB, 1983, 275 pp. Descriptors: Global system,
Japan, International economics. (8315)

 E14. (With Ulrich Albrecht, Michael Gumbert and Reimar Stuckenbrock)


Stationierung - und was dann? Friedensbewegung gegen Apokalypse (in
German: Deployment - and what then? The peace movement against
apocalypse). Berlin: Verlag und Versandbuchhandlung Europäische
Perspektiven GmbH, 1983, 173 pp. Descriptors: Defense policy, Regional
security. (8326)

 E15. (With Mats Friberg) Rörelserna (in Swedish). Stockholm: Förlaget


Akademilitteratur AB, 1984, pp. 376-412. Descriptors: Political movement,
Social movement. (8438)

 E16. (With Peter Wallensteen and Carlos Portales) Global Militarization.


Boulder, CO: Westview Press, 1985, xiv+240 pp. Descriptors: Peace
research, World politics, Futurology, Conflict type. (8503)

361
Juan sin tierra

 E17. (With Mats Friberg) Alternativen (in Swedish: Alternatives).


Stockholm: Akademiliteratur, 1986. 428 pp. (8629)

 E18. (With Dieter Kinkelbur and Martin Nieder) Gewalt im Alltag und in
der Weltpolitik: Friedenswissenschaftliche Stichwörter zur Zeitdiagnose (in
German: Violence in daily life and world politics: key words from peace
research for a diagnosis of our time). Münster: agenda Verlag, 1993, 234 pp.
(9342)

 E19. (With Jens Heisterkamp) Trend 2000 Om 90-årenes utfordringer (in


Norwegian: Trend 2000: on challenges of the 1990s). Oslo: Vidarforlaget,
1993, pp. 137-160. (9348)

 E20. (With Haakan Wiberg) Democracy Works: People, Experts and the
Future. Special Issue of Futures, Vol 35, No 2, March 2003, 146 pp. (0307)

 E21. (With Charles Webel) Handbook of Peace and Conflict Studies.


Abingdon, UK: Routledge, 2007, 406 pp. (0711)

3) Libros/documentos publicados por instituciones

 I1. Om relasjoner, relasjonsmatriser og stokastisk relasjonskalkyle (in


Norwegian: On relations, relational matrices and stochastic relational
calculus). Oslo: University of Oslo, Department of Mathematics, Thesis in
Mathematics, 1956, 90 pp. Descriptors: Formalization, Mathematical
analysis, Statistical analysis, Stochastic model. (5605)

 I2. Hva mener sivilarbeiderne? en undersøkelse på Havnås leir for


vernepliktige sivilarbeidere (in Norwegian: What are the opinions of
conscientious objectors? a survey at Havnås camp). Oslo: University of
Oslo, Department of Sociology, 1957, 64 pp. (Stensilserie). Descriptors:
Attitude measurement, Conscientious objector, Pacifism, Questionnaire,
Religious community. (5706)

 I3. Theories of Conflict. New York: Dept of Sociology, Columbia


University, 1958, 57 pp. (5808)

 I4. Anti-Semitism in the Making: A Study of American High-School


Students. Oslo: Institute for Social Research, Section for Research on
Conflict and Peace, 1960, 127 pp. (Report, 8-1). Condensed version: What
the high school students say: a survey of attitudes and knowledge about Jews
and Nazism. New York: Anti-Defamation League, 1961, 23 pp. (ADL
research studies). Contains: 6001. Descriptors: Antisemitism, Attitude
measurement, United States of America. (8-1) (6002)

 I5. Det avlyste Khrusjtsjov-besøket i norsk presse og opinion: et bidrag til


teorien for toppmøter (in Norwegian: The cancelled Khrushchev visit in
Norwegian press and opinion: a contribution to a theory of summit

362
Bibliografía

meetings). Oslo: Institute for Social Research, Section for Research on


Conflict and Peace, 1960, 220 pp. (Report, 4-1.) Revised version: Kontakt,
konflikt og toppmøte: det avlyste Khrusjtsjov-besøket i norsk presse og
opinion (in Norwegian). Oslo: Institute etc., 1962, 260 pp. Shortened English
edition: "Contact, conflict and summit meetings: the cancelled Khrushchev
visit in Norwegian press and opinion", in: Essays in Peace Research V, 1980,
pp. 302-315. Descriptors: Attitude measurement, News reporting, Norway,
Public opinion, Summit diplomacy, Survey. (4-2) (6004)

 I6. Verdiorientering og sosial posisjon: en foreløpig analyse av et norsk


gallup-utvalg (in Norwegian: Voting behavior and social position: a
preliminary analysis of a Norwegian Gallup sample). Oslo: Institute for
Social Research, Section for Research on Conflict and Peace, 1961, 99+22
pp. (Report, 10-1). Descriptors: Attitude measurement, Norway, Public
opinion, Questionnaire, Status, Value system. (6121)

 I7. Introduction to Mathematical Sociology. Lectures at FLACSO, Santiago,


Chile, 1962, 186 pp. In: Papers, III. Descriptors: Mathematical model,
Sociology. (6222)

 I8. Notes on Balance of Power: Problems of Definitions, Policies and


Research. Oslo: Institute for Social Research, Section for research on Conflict
and Peace, 1962, 105 pp. (Report, 11-1). Condensed version with title:
"Balance of power and the problem of perception: a logical analysis", in:
Inquiry, VII, (1964), 3, pp. 277-294. Also in: Essays in Peace Research II,
pp. 38-53. Descriptors: Balance of power theory, Formalization. (11-2) (6237)

 I9. (With Ståle Seierstad) Utenrikspolitikk og norsk opinion: atomvåpen,


underskriftskampanje, NATO, utviklingshjelp, Fellesmarked og Sosialistisk
Folkeparti (in Norwegian: Foreign policy and Norwegian public opinion:
nuclear weapons, nuclear disarmament campaign, NATO, development aid,
Common Market and the Socialist People's Party). Oslo: Institute for Social
Research, Section for Research on Conflict and Peace, 1965, 70 pp. (Report,
16-2). Contains 5701, 5801. Descriptors: Attitude measurement, Common
market, Foreign aid, Foreign policy, Norway, Nuclear weapon, Public
opinion survey. (6252)

 I10. Vår nye verden: artikler og foredrag gjennom ti år (in Norwegian: Our
new world: articles and speeches over ten years). Oslo: Institute for Social
Research, Section for Research on Conflict and Peace, 1962, 332 pp.
Reprinted 1965. Descriptors: Algeria, Cuba, Developing Nations, Eastern
Europe, Ghana, India, Italy, Mexico, Morocco, Sicily, Union of Soviet
Socialist Republics, United States of America. (0-17) (6253)

 I11. Theories of Peace, unpublished book from PRIO, 1967, 253 pp. In: Papers,
IV. Contains: 6702. Descriptors: Conflict resolution theory, Peace. (6723)

 I12. Agrarian reform and rural development: a perspective and some theses.
Oslo: University of Oslo, Chair in Conflict and Peace Research, 39 pp. (Oslo
Papers, 77), Also published at: Tokyo: UN University, 1979, 43 pp.

363
Juan sin tierra

(HSDRGPID-50/UNUP-164, UN University Project on Goals, Processes and


Indicators of Development - GPID). Descriptors: Agrarian reform policy,
Rural development. (7901)

 I13. (With Tore Heiestad and Erik Rudeng) On the decline and fall of
empires: the Roman empire and Western imperialism compared. Oslo:
University of Oslo, Chair in Conflict and Peace Research, 71 pp. (Trends in
Western civilization program, 15), (Oslo Papers, 75). Also publ. at: Tokyo:
UN University, 1979, 71 pp. (HSDRGPID-l/UNUP-53, UN University
Project on Goals, Processes and Indicators of Development - GPID). Also in
Immanuel Wallerstein (ed.), Review. New York: Research Foundation of the
State University of New York, IV, 1980, 1, pp. 91-154. Condensed version
in: Comprendre: revue de politique de la culture, XLIII/XLIV (1977/78), pp.
50-59. Descriptors: Empire, Imperialism, Macrohistory, Western societies.
(7924)

 I14. Global Processes and the World in the 1980s: Prolegomenon I for a
GPID World Model. Tokyo: UN University, 1981, 42 pp. (HSDRGPID-
52/UNUP-317, UN University Project on Goals, Processes and Indicators of
Development - GPID). (8136)

 I15. World Conflict formation Processes in the 1980s: Prloegomenon III for
a GPID World Model. Tokyo: UN University, 1981, 64 pp. (HSDRGPID-
54/UNUP-319, UN University Project on Goals, Processes and Indicators of
Development - GPID). (8137)

 I16. (With Dietrich Fischer) Peaceful Conflict Transformation and


Nonviolent Approaches to Security: 30 Columns. TRANSCEND, A Peace
and Development Network, Booklet 1, and <www.TRANSCEND.org>, June
1999, 32 pp. (9919)

 I17. Searching for Peace: The Road to TRANSCEND. The Background


Papers on Conflict Transformation. TRANSCEND, A Peace and
Development Network, Booklet 2, and <www.TRANSCEND.org>, April
2000. (0004)

 I18. Empowering Peace Factors/Actors/Workers (Program II),


TRANSCEND, A Peace and Development Network, Booklet 3, and
<www.TRANSCEND.org>, April 2000, 11 pp. (0005)
 I19. (With Dietrich Fischer) Jokes to be Taken Seriously. TRANSCEND, A
Peace and Development Network, Booklet 4, and
<www.TRANSCEND.org>, April 2000, 27 pp. (0006)

 I20. (With Poka Laenui) Hawai'i: What Could Independence Look Like
<www.TRANSCEND.org>, 2000, 91 pp. (0013)

 I21. What is Peace Studies? The epistemology and methodology of Peace


studies. Constructing a daoist social science epistemology. Centre for Peace

364
Bibliografía

Studies, University of Tromsø, Working Papers No. 1, February 2002, 37 pp.


(0224)

 I22. Toward Peaceful Worlds, Centre for Peace Studies, University of


Tromsø, Working Papers No. 3, April 2002, 75 pp. (0225)

4) Libros/documentos
Cátedra en Conflictos e Investigación para la Paz
Universidad de Oslo, 1969-1977

 WIP: World Indicators Program


 TWC: Trends in Western Civilization Program
 PEP: Pedagogical Papers
 N in Norwegian

1974

 C1. (With Christian Beck and Johannes Jaagstad) Educational Growth and
Educational Disparity (PEP 1) 58 pp.
 C2. Deductive Thinking and Political Practice: An Essay on Teutonic
Intellectual Style 20 pp.
 C3. Is Peaceful Research Possible? On the Methodology of Peace Research
25 pp.
 C4. On Macro-History and Western Civilization (TWC 1) 44 pp.
 C7. Schooling and Future Society (PEP 2) 39 pp.
 C8. Peace as a Profession and New Peace Action Roles 20 pp.
 C9. East-West Security and Cooperation: A Skeptical Contribution 14 pp.
 C10. World Indicators (WIP 1) 47 pp.
 C11. (With Amalendu Guha, Anders Wirak, Malva Cifuentes, A. Lovbraek
and S. Sjolie) Measuring World Development (WIP 2) 75 pp.
 C14. (With Veslemoy Wiese) Measuring Non-Formal Education (WIP
3/PEP 3) 37 pp.

1975

 C17. Achieving Peace 15 pp.


 C19. Human Settlements: A Theory, Some Strategies and Some Proposals
(WIP 6) 30 pp.
 C20. The Lome Convention and Neo-Capitalism 16 pp.
 C22. Social Imperialism and Sub-Imperialism: Continuities in the Structural
Theory of Imperialism 24 pp.
 C23. The Dialectics of Education: The Inter-University Centre in Dubrovnik
(PEP 7) 24 pp.
 C24. (With Helge Hveem) Participants in Peace-Keeping Forces 27 pp.
 C29. Alternative Life Styles in Rich Countries: A Think Piece 19 pp.

365
Juan sin tierra

 C30. The Specific Contribution of Peace Research to the Study of the Causes
of Violence: Typologies 21 pp.

1976

 C31N. (With Erik Rudeng and Tore Heiestad) Makro-Historie og den Vestlige
Sivilisasjon: En Presentasjon av et Forskningsprogram (TWC 9) 43 pp.
 C33. Positivism and Dialectics: A Comparison 23 pp.
 C34. Generalized Methodology for Social Research 23 pp.
 C35. Self-Reliance: Concept, Practice and Rationale 23 pp.
 C36. Social Position and Social Behavior: Center-Periphery Concepts and
Theories 24 pp.
 C37. (With Anders Wirak) Human Needs, Human Rights and the Theory of
Development (WIP 10) 75 pp.
 C39. Structural Analysis: Vocabulary, Graphs and Structures as Indicators
(WIP 12) 21 pp.
 C41. Development, Environment and Technology: Some Non-Economic
Aspects (TWC 10) 73 pp.
 C42. Culture, Structure and Mental Disorder (TWC 11) 25 pp.
 C44. The Politics of Self-Reliance 28 pp.

1977

 C46. Is the Legal Perspective Structure-Blind? 16 pp.


 C47. The Dynamics of Rank Conflict: An Essay on Single vs. Multiple
Social Systems 26 pp.
 C48. Non-Territorial Actors: The Invisible Continent. Towards a Typology
of International Organizations 34 pp.
 C51. Human Needs as the Focus of the Social Sciences 17 pp.
 C52. Development From Above and the Blue Revolution: The Indo-
Norwegian Project in Kerala 31 pp.
 C54. (With Tore Heiestad and Erik Rudeng) On the Last 2500 Years in
Western History and Some Remarks on the Coming 500 (TWC 14) 58 pp.
 C55. Self-Reliance and Global Interdependence: Some Reflections on the
"New International Economic Order" 31 pp.
 C56. Literacy, Education and Schooling - For What? (PEP 8) 28 pp.
 C57. Korea North and South: Never the Twain Shall Meet? Is Peaceful
Cooperation Between Different Systems Possible? 22 pp.
 C58. On the Future of the Mediterranean: Some Notes From an Outsider 19 pp.
 C59. "Nonterritorial Actors and the Problem of Peace," in Saul H.
Mendlovitz (ed.): On the Creation of a Just World Order, Amsterdam: North
Holland pp. 151-88
 C60. Whither Technical Assistance? On the Future of International
Development Cooperation 28 pp.
 C61. China After Mao: Is There a Chinese Strategy of Development? 18 pp.
 C62. On the Rise of Intellectuals as a Class: An Excursion Into Self-
Criticism (PEP 9) 13 pp.

366
Bibliografía

 C63. Poor Countries vs. Rich, Poor People vs. Rich: Whom Will NIEO
Benefit? 40 pp.
 C66. Military Formations and Social Formations: A Structural Analysis 26 pp.
 C67. On the Eastern European Social Formation. 21+4 pp.
 C69. Social Outer Limits 51 pp.
 C70. "Human Needs, National Interest and World Politics: The Law of the
Sea Conference," in Johan Galtung: Essays in Peace Research, Vol. V: Peace
Problems: Some Case Studies. Copenhagen: Ejlers pp. 361-380, 490

1978 / 1979

 C71. (With Anders Wirak) On the Relationship Between Human Rights and
Human Needs (WIP 19) 57 pp.
 C72. On Violence in General and Terrorism in Particular 27 pp.
 C73. The Theory of Conflict and the Concept of Probability 11 pp.
 C74. The Basic Needs Approach (WIP 20) 91 pp.
 C75. (With Tore Heiestad and Erik Rudeng) On the Decline and Fall of Empires:
The Roman Empire and Western Imperialism Compared (TWC 15) 71 pp.
 C76N. Om Makrohistoriens Epistemologi og Metodologi: En Skisse 32 pp.
 C77. Agrarian Reform and Rural Development: A Perspective and Some
Theses 39 pp.
 C78. On Formal and Informal Power Systems and Their Effects on Global
Planning, Management and Institutions 25 pp.
 C79. Towards a New International Technological Order? 31 pp.
 C80. The New International Economic Order and the Basic Needs
Approaches 23 pp.
 C81. Educational Disparities, World Politics and the New International
Economic Order 28 pp.
 C82. Social Cosmology and the Concept of Peace (TWC 16) 28 pp.
 C83. Some Strategies for Reducing Educational Inequalities 11 pp.

1980 / 1981

 C85. On the Structure and Function of Transnational Universities (PEP 10)


13 pp.
 C96. Western Civilization in the Contraction Mode. (TWC 22) 33 pp.
 C97. Two Ways of Being Western: Some Similarities Between Liberalism
and Marxism. 26 pp.
 C98. Culture, Structure and Intellectual Style: An Essay on Saxonic,
Teutonic, Gallic and Nipponic Approaches. in Essays in Methodology III,
pp. 27-55
 C99. Language as Carrier of Cosmology: Some Notes Comparing the Indo-
European, Chinese and Japanese languages. 27+9 pp.
 C100. (With Tore Heiestad, Dag Poleszynski, Erik Rudeng, Knut Samset
and Anders Wirak) Thanks a Lot, And See You Later!

367
INDICE

Pág.

 Dedicatoria 7.
 Un puente 9.

 Capítulo I: ANTECEDENTES 17.

El principio (p. 17); Familia, Escuela, Universidad (p. 22);


El Maestro: Henrik Ibsen (p. 29); Objeción de conciencia
(p. 33); Prisión (p. 48); El Maestro de Maestros: Mohandas
Gandhi (p. 56); Un Modelo: Bertrand Russell (p. 64); La
alegría de la música (p. 70); Sobre ser Noruego (p. 73).

 Capítulo II: NORUEGA 87.


Una Inspiración: Pitirim Sorokin (p. 87); Paz y Estudios de
paz (p. 91); Los tres sacerdotes (p. 95); Einar Gerhardsen
(p. 98); Lyndon y Aase (p. 101); Olof Palme (p. 103); Eje
Polaco-Noruego (p. 105); Vigilancia (p. 107); Estudios del
desarrollo y desarrollo (p. 114); Estudios del futuro y el
futuro (p. 120); Estudios sobre los medios y los medios de
comunicación (p. 130); Trabajo (p. 134); El ciclo de vida
intelectual (p. 138); ¿Y la Nueva Vida? (p. 147)
Juan sin tierra

 Capítulo III: EXTRANJERO 153.

Democracia significa participar: Extranjero (p. 153); El


Dalai Lama (p. 182); Cuba: Un drama en tres actos (p.
184); Camelot (p. 190); RDA: Un drama en tres actos (p.
196); Edgar Faure (p. 202); El Piojo: Un drama en tres
actos (p. 204); Farah Diba (p. 207); Imelda y Ferdinand (p.
211); La Unión Soviética: Un drama en tres actos (p. 214);
Socialismo Soviético (p. 217); China; Maoísmo (p. 223);
Estados Unidos: Imperialismo (p. 230); Comunidad
Europea / Unión Europea: Hipocresía (p. 234); Japón:
Japonismo (p. 242); Universidades (p. 248); El ciclo de
vida político (p. 253); ¿Jesús o Barrabás? (p. 263)

 Capítulo IV: EL MUNDO 271.

Transcend (p. 271); Dios y la Historia (p. 282); El General


Giap (p. 289); Im Su-Kyung: Un drama en tres actos (p.
292); Robert McNamara (p. 295); Las Naciones Unidas: La
esperanza (p. 297); Una Bicicleta en Kyoto (p. 305); Viajes
(p. 309); Sexualidad (p. 315); Felicidad (p. 322); El ciclo
de vida interna (p. 327); ¿Y la vida eterna? (p. 331)

 Currículum Vitae 339.


 Bibliografía 343.
 Índice 369.

370

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