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mundo
Es la pizza más antigua, con salsa de tomate, orégano, ajo, aceite de oliva, albahaca
y una pizca de sal. Su principal característica es que no tiene queso.
Su nombre se debe a que los marineros la elegían para llevar a alta mar por sus
propiedades de conservación.
Si queremos hacerla en nuestra casa necesitamos:
Para prepararla tener en cuenta que lo primero que hay que hacer es disolver la
levadura en agua templada y arrojar esta en un bol donde está la harina y la sal y
revolver hasta formar una masa homogénea. Luego estiramos sobre una superficie
lisa y cuando está algo seca, formamos un bollo que se unta con el aceite de oliva
para luego volver a amasar. Una vez realizado esto separamos los bollos que vamos
a utilizar y los colocamos en un recipiente para levar. Transcurrido el tiempo
necesario ya está lista para ser extendida en una pizzera.
Una vez que se saca la pizza del horno vertemos el tomate, unas láminas de ajo sin
piel y un poco de orégano, sobre el cual se vierte un poco de aceite de oliva y unas
hojas de albahaca fresca. Se hornea 15 minutos a una temperatura entre 200 y 250
grados.
La Margherita
La Margherita recuerda la bandera italiana: verde por las hojas de albahaca, blanco
por el queso mozzarella y rojo por los tomates.
Por otra parte untamos con un pincel la masa con algo de aceite. Y colocamos sobre
ella 225 gramos de queso mozzarella desmenuzado, el tomate preparado y la
albahaca y rociar con aceite. Cocinamos en horno a 260ºC entre 8 y 10 minutos o
hasta que la corteza de la pizza consiga dorarse y el queso comience a burbujear.
Cuanto retiramos del horno la cubrimos con ¼ de taza de queso parmesano rallado y
¡a disfrutarla!
La Sfincione
Si bien para algunos entendidos La Margherita y la Marinara son las verdaderas
pizzas, el resto de Italia no se dio por aludida y dejó que en sus regiones proliferaran
otros gustos. Es el caso de la Sfincione que es una pizza, esponjosa y cuadrada, de 1
cm de grosor, que es típica de la ciudad de Palermo en Sicilia.
Se diferencia de la napolitana en que es una masa más gruesa y tiene forma cuadrada
o rectangular. La preparamos con 1 cebolla cortada en juliana a la que se fríe en tres
cucharadas de aceite de oliva. Luego agregamos 400 gramos de tomate natural
triturado, sazonamos con 2 cucharaditas de sal fina, una pizca de azúcar y una ramita
de romero fresco. Cocinamos durante 20 minutos, retiramos y templamos.
Posteriormente sacamos la ramita de romero y colocamos las anchoas que pasamos
por el pasapuré.
La fugazza
La preparamos cortando en juliana dos cebollas rojas y dos cebollas dulces con un
poco de sal que ponemos en una sartén con aceite de oliva hasta que se rehoguen.
Luego retiramos del fuego y colocamos la mezcla sobre la masa previamente
prehorneada, la espolvoreamos con queso parmesano y orégano y al horno otra vez.
Luego previo a servirla decoramos la pizza fugazza con aceitunas verdes.
La fugazzeta
También de Estados Unidos es la New York Pizza Style cuya masa contiene además
de harina de trigo y agua, azúcar y aceite de oliva. La preparamos cubriendo bien el
centro de la masa que debe ser muy delgada con salsa de tomates y dejando 2 o 2
centímetros en las orillas, luego le sumamos el queso mozzarella y los pepperonis.
Se hornea de 10 a 12 minutos.
La Flammkuchen
La pizza mexicana
De sabores fuertes y picantes llega desde México, su pizza típica. Picamos una
cebolla y la echamos sobre cinco cucharadas de aceite en una sartén, cuando esté
algo cocida se le agrega un pimiento cortado en pequeños rozos y el ajo también
picado, luego de lo cual debemos agregar 350 gramos de carne molida. Ya cocido
condimentamos con sal, pimienta, pimentón dulce y 1 cucharada de sala tabasco.
Norte o Sur, Este u Oeste, la pizza es un plato que une a una gran parte de los países
del mundo. La cuestión es probar… ¿Cuál vamos a comer hoy?