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Remediación de suelos contaminados por los metales pesados (industria o

minería) empleando microorganismos

Las técnicas de remediación representan una solución a la disposición de desechos


peligrosos al suelo, los cuales no han sido tratados. Las técnicas tradicionales para la
remediación de suelos contaminados con sustancias potencialmente tóxicas (INECC, 2007)
utilizan métodos de ingeniería y tratamientos físico-químicos (González-Chávez, 2005), el
primero incluye la excavación y gestión para tratamiento y eliminación, desorción térmica,
lavado de suelos y biopilas (INERCO, 2018); y el segundo, involucra la adición de fosfatos,
encalado y agentes quelantes. Mientras que las técnicas biológicas consisten en el uso de
microorganismos y plantas generando un gran interés por ser más económicas en
comparación de las otras técnicas (González-Chávez, 2005). Un ejemplo de remediación son
los territorios de los estados europeos, donde se remedió el 15% de 342 000 sitios
contaminados. (EEA, 2014)

El mercurio (Hg) es un metal pesado presente en la naturaleza, su punto de fusión es


-38.4°C y el punto de ebullición es 357°C; es el único metal líquido a temperatura y presión
ambiente, presentándose como un líquido blanco, plateado, que se evapora con facilidad
pudiendo permanecer en la atmósfera durante períodos de tiempo prolongados. Cuando se
libera en el aire, es transportado grandes distancias, favoreciendo su acumulación incluso en
zonas no mineras. Puede provenir de la actividad volcánica, la erosión de las rocas o la
actividad humana, siendo esta última la principal fuente de las emisiones de mercurio. Se
alea fácilmente con muchos otros metales como el oro y el platino pruduciendo amalgamas.
Se estima que alrededor del 30% del mercurio es de origen natural o elemental. El 70%
restante deriva de la actividad antropogénica, principalmente de la minería, la incineración
de productos urbanos y médicos. ( Gonzáles 2005)

Los microorganismos autóctonos, presentes en ambientes contaminados son la clave


para resolver la mayoría de los desafíos asociados con la biodegradación y la biorremediación
de sustancias contaminantes como el mercurio, siempre y cuando las condiciones
ambientales sean adecuadas para su crecimiento y metabolismo. Las características
ecológicas y de ahorro de costos se encuentran entre las principales ventajas de la
biorremediación en comparación con los métodos químicos y físicos de remediación;
además, los dos enfoques principales para mejorar la biorremediación son la bioestimulación
y la bioacumulación, siempre y cuando los factores ambientales, que determinan el éxito de
la biorremediación, se mantengan en un rango óptimo. (Batista, R. & Sánchez, A 2009)

Los ambientes (suelo y agua) contaminados con metales como el mercurio, ejercen
una presión selectiva, la cual ha llevado al desarrollo de sistemas de resistencia bacterianos,
de los cuales el más estudiado, es el basado en la presencia de 41 grupos de genes organizados
en un único operón, denominado “operón mer”, que permite la detoxificación enzimática del
mercurio y que varía entre las distintas especies bacterianas. (González-Chávez, 2005)

La contaminación de suelos por metales pesados con el transcurso de los años está
contaminando más extensiones de suelos que incluyen áreas de cultivo a nivel mundial
provocando impactos al ecosistema, especialmente en zonas adyacentes a las minas e
industrias. Ante ello, la fitorremediación se ha desarrollado como una excelente herramienta
para remediar los suelos, las especies del género Brassica poseen un alto potencial para la
extracción de metales del suelo con la ventaja de adaptarse a los diferentes climas
demostrando eficacia y viabilidad económica para realizar procesos de descontaminación;
asimismo, mediante la adición de enmiendas y otras prácticas agrícolas se observan mejores
beneficios como la mayor producción de biomasa, aprovechamiento en forma de bioenergía.
Por otro lado, se espera que las especies de plantas hiperacumuladoras con baja producción
de biomasa mejoren con la adición de otras enmiendas y desarrollo de la ingeniería genética.
(EEA, 2014)

El uso de plantas en la recuperación de suelos contaminados es relevante, porque la


mayoría de las plantas participarán parcialmente en el control de la erosión por viento y
lluvia. Por un lado, existe la posibilidad de recuperación del suelo contaminado y, por otro
lado, simultáneamente, el restablecimiento de la vegetación en dicha área, por lo cual, a largo
plazo, la recuperación del suelo a través de la fitorrecuperación será sinónimo de
restablecimiento, revegetación y rehabilitación de áreas con alta perturbación (términos que
se han utilizado como sinónimos, pero que consideran diferentes procesos y metas)
(González-Chávez, 2005)
Referencias

INECC (Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático). 2007. Tecnologías de


remediación, Delegación Coyoacán, Ciudad de México.

González-Chávez, M. 2005. Recuperación de suelos contaminados con metales pesados


utilizando plantas y microorganismos rizosféricos. Terra Latinoamericana, 23:1, 29-
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INERCO Perú. 2018. Suelos Contaminados y Aguas Subterráneas.

EEA (European Environment Agency). 2014. Progress in management of contaminated sites.


European Environment Agency.

González, D. E. H. (2005). Sociedad Mexicana de la Ciencia del Suelo, A.C. Chapingo,

México. Redalyc.org, de https://www.redalyc.org/pdf/573/57323104.pdf

Batista, R. & Sánchez, A. (2009). Fitorremediación de metales pesados y microorganismos.

Revista electrónica de la Agencia de Medio Ambiente, 16, 1- 6.

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