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Bolilla1

Estrago culposo un ejemplo es el de caso cromañon Omar chaban fue


condenado por estrago doloso . (leer caso)

ARTICULO 5 decreto 395/75.- A los fines de la ley y la presente reglamentación


se considerará armas de uso civil a las que, con carácter taxativo, se
enuncian a continuación:

1) ARMAS DE PUÑO: a) Pistolas:... b) Revólveres: …. c) Pistolones de caza: …

2) ARMAS DE HOMBRO: a) Carabinas, fusiles y fusiles de caza de carga tiro a


tiro, repetición o semiautomáticos …b) Escopetas de carga tiro a tiro y
repetición: …

3) Los agresivos químicos contenidos en rociadores, espolvoreadores,


gasificadores o análogos, que sólo producen efectos pasajeros en el organismo
humano, sin llegar a provocar la pérdida del conocimiento y en recipientes de
capacidad de hasta 500 cc.

4) Las armas electrónicas que sólo produzcan efectos pasajeros en el organismo


humano y sin llegar a provocar la pérdida del conocimiento. (inciso incluido por
el Decreto 1039/1989).

Las credenciales de tenencia emitidas en legal forma sobre armas de fuego


cuya clasificación legal se hubiere modificado por aplicación de lo establecido en
el presente artículo, gozarán de plena validez mientras el material permanezca
en poder de sus titulares.

Son armas de guerra todas aquellas que, contempladas en el artículo 1, no se


encuentren comprendidas en la enumeración taxativa que de las "armas de uso
civil" se efectúa en el artículo 5 o hubieran sido expresamente excluidas del
régimen de la presente reglamentación.

Dentro de la clasificación de armas de Uso Civil, se considerarán como


armas de Uso Civil Deportivo, las que se enuncian a continuación:

1) Pistolones de caza: de uno o dos cañones, de carga tiro a tiro calibres 14,2
mm. (28), 14 mm. (32) y 12 mm. (36).

2) Carabinas y fusiles de carga tiro a tiro o repetición hasta calibres 5,6 mm.
(22 pulgadas) inclusive, con excepción de las que empleen munición de mayor
potencia o dimensión que la denominada "22 largo rifle" (22 LR).

3) Escopetas de carga tiro a tiro, cuyos cañones posean una longitud no


inferior a los 600 mm.

Agravante de la portación por antecedentes penales:

Se considera violatorio de principios constitucionales como: Principio


de legalidad, culpabilidad, principio de acto, lesividad, ne bis in idem,
presunción de inocencia, igualdad ante la ley, proporcionalidad de la
pena
Bolilla 2

Delito dfe contagio venéreo Art. 18. — Será reprimido con la


pena establecida en el artículo 202 del Código Penal, quien,
sabiéndose afectado de una enfermedad venérea transmisible, la
contagia a otra persona.

2. DELITOS CONTRA EL MEDIO AMBIENTE QUE INDIRECTAMENTE


LESIONAN LA SALUD PÚBLICA: ART. 41 CONSTITUCIÓN NACIONAL

La llamada civilización industrial ha causado un marcado desequilibrio ecológico del


cual se ha comenzado a tomar conciencia en las postrimerías del siglo XX. Se está advirtiendo
que "las aguas de los ríos se contaminan con los vertidos de las aguas residuales de las grandes
urbes y de las fábricas e industrias que en sus márgenes se asientan"; que el tránsito
automovilístico "produce gases que contaminan el aire"; que "las centrales eléctricas y
nucleares perturban el equilibrio biológico, que "las playas se ven invadidas por mareas negras
producto de la pérdida de petróleo y de los naufragios de los petroleros"; que el mar se
convierte en un “gigantesco basurero atómico".

Ello llevó a los convencionales de 1994 incorporaran al texto constitucional el artículo


41, en cuyo párrafo 1 expresa: "Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano,
equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan
las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber
de preservarlo". Y en su párrafo 4 y último: "se prohíbe el ingreso al territorio nacional de
residuos actual o potencialmente peligrosos y de los radioactivos".

El código penal no cuenta hasta ahora con un capitulo dentro del título contra la salud
pública, que agrupe los delitos contra el medio ambiente, atendiendo al particular modo de
ataque de éstos a aquel bien jurídico.

Por medio ambiente se ha entendido: "el mantenimiento de las propiedades del suelo,
el aire y el agua, así como de la fauna y la flora y las condiciones ambientales de desarrollo de
estas especies, de tal forma que el sistema ecológico se mantenga con sus sistemas
subordinados y no sufra alteraciones perjudiciales", con lo cual se está protegiendo de modo
mediato a la persona humana, dado que la afectación de aquel, a corto o mediano plazo,
repercutirá desfavorablemente en las condiciones de su existencia.

Las leyes complementarias del CP que le brindan protección, aunque muy limitada, son
las leyes 22.421, implícitamente ratificada por la ley 23.077 y 24.051.

LA LEY 22.421 DE LA CONSERVACIÓN DE LA FAUNA

El Código Civil y Comercial, como principio general, establece el de la libertad de caza


al considerar a ésta como uno de los medios de adquirir el dominio mediante la apropiación
del animal salvaje en cuanto a res nullius (art. 1948). La ley limitó ese derecho a terceros en
predio ajenas, aun sin cercos. Esta ley persigue fines primordialmente proteccionistas de la
fauna silvestre, sin perjuicio de otro.
En el artículo 3 establece que son objetos de caza los animales que viven libres,
aunque no hayan sido domesticados si han vuelto a la libertad en ambientes naturales (inc. 1)
pero no los que viven en ambientes artificiales ni tampoco los animales salvajes que viven bajo
el control del hombre en cautividad o semicautividad (inc. 2), aunque si volvieron a la vida
salvaje pueden ser objeto de apropiación como cosas abandonadas (inc. 3).

Esta ley establece los siguientes delitos:

 Caza furtiva (Previsto en el art. 24);


 Caza depredatoria. Figura básica y agravada (art. 25);
 Caza con armas, artes y medios prohibidos (art. 26) y
 Actividades comerciales prohibidas vinculadas a la caza furtiva o depredatoria (art. 27).

DELITO DE CAZA FURTIVA

Artículo 24: "Será reprimido con prisión de un mes a un año y con inhabilitación
especial de hasta tres años, el que cazare animales de la fauna silvestre en campo ajeno sin
autorización".

ELEMENTO NORMATIVO

El tipo contiene dos elementos normativos. El primero está referido al objeto de la


caza; el animal debe ser ajeno. El segundo, a la carencia de autorización para caza mencionada
en el art. 16 inc. a de la ley 22.421, la que puede ser expresa o tácita y dada de cualquier
forma.

ACCIÓN TÍPICA

Consiste en cazar a un animal silvestre, apoderándose de él como presa, vivo o muerto,


por cualquier medio que no se trate de armas, artes, o medios prohibidos por la autoridad
jurisdiccional de aplicación, cuyo empleo lleve a encuadrar el hecho en la figura más grave del
art. 26. Pueden darse causas de justificación, como la legislada en al art. 34 inc. 3 (estado de
necesidad). Subjetivamente, el delito exige dolo, aun eventual, consistente en saber al obrar o
representarse la probabilidad de que el animal del que se apoderó no constituye objeto de
caza o que no cuenta con la correspondiente autorización para hacerlo. El error sobre alguno
de esos aspectos excluye el dolo. El delito es de resultado, se consuma con la captura del
animal. Admite tentativa.

La inhabilitación especial como pena conjunta comprende la actividad de caza,


comercialización de fauna o de productos de ella y a cualquier otra relacionada con la caza y
cuyo ejercicio requiera habilitación por parte de la autoridad administrativa.

DELITO DE CAZA DEPREDATORIA. FIGURA BÁSICA

El artículo 25 reprime con prisión de dos meses a dos años y con inhabilitación especial
de hasta tres años, el que cazare animales de la fauna silvestre cuya captura o comercialización
estén prohibidas o vedadas por la autoridad jurisdiccional de aplicación.

La acción típica es la de cazar, por lo que resulta aplicable todo lo dicho al analizar el
artículo anterior. El objeto de la caza son los animales silvestres cuya captura o
comercialización están prohibidas durante períodos expresa o implícitamente determinados,
que reciben el nombre de "épocas de veda".

Sujeto activo puede ser cualquier persona incluso el poseedor o tenedor del inmueble
en el que se efectúa el acto de caza.

AGRAVANTES

El segundo párrafo del artículo 25 agrava el hecho de caza depredatoria, elevando la


pena de prisión y la de inhabilitación: cuatro meses a tres años la primera y hasta diez años la
segunda, cuando aquél se cometiere:

 De modo organizado;
 con el concurso de tres o más personas;
 Con armas, artes o medios prohibidos por la autoridad jurisdiccional de aplicación.

Respecto a la primera, las organizaciones cuentan con medios materiales y humanos


que aumentan el peligro de depredación de la fauna silvestre, objeto de protección y aquel
fundamente la calificante.

Similar fundamento encuentra la segunda calificante en razón del número de


intervinientes en la comisión del hecho (un mínimo de tres) sea como autores o cómplices,
necesarios o no. No se exige, como ocurre en el agravante del homicidio prevista en el art. 80
inc. 6, que el concurso sea premeditado.

En la última agravante, el empleo de armas (que deben ser propias), artes, como las
que constituyen el manejo de lazos o redes o instrumentos, como los reflectores, prohibidos
por la autoridad de aplicación, importan también un mayor peligro para la fauna silvestre
protegida.

CAZA CON ARMAS, ARTES O MEDIOS PROHIBIDOS

Es una figura autónoma, aunque la conducta típica constituye, a la vez, una de las
circunstancias agravantes de la caza depredatoria. Encuadra en esta figura la caza que no tiene
por objeto animales de fauna silvestre cuya captura o comercialización estén prohibidas por la
autoridad que lo ha hecho en ejercicio del poder de policía que legítimamente detenta.

ACTIVIDADES COMERCIALES PROHIBIDAS RELACIONADAS CON LA CAZA FURTIVA O


DEPREDATORIA

El artículo 27 castiga con las penas previstas en los artículos 24, 25 y 26 al que, a
sabiendas, transportare, almacenare, comprare, vendiere, industrializare o de cualquier modo
pusiere en el comercio piezas, productos o subproductos provenientes de la caza furtiva o de la
depredación.

Transporta el que traslada las piezas de caza, vivas o muertas y, en este último caso,
parte de ellas, como así también los productos provenientes de los animales cazados, como sus
pieles, cueros o plumas, o los subproductos como los productos modificados técnicamente por
el hombre, como plumeros, alfombras, etc. El hecho se consuma al iniciarse el transporte.
Almacena el que guarda esas piezas, productos o subproductos en un ámbito material
de custodia.

Compra o vende el que los adquiere o entrega por un precio.

Industrializa el que los transforma.

Pone en el comercio el que los ofrece o exhibe para que sean objeto de adquisición.
Las acciones típicas se consuman con la realización de cada una de ellas.

Subjetivamente se requiere un obrar a sabiendas, incompatible con la duda, acerca de


que el objeto de su actividad son piezas, productos o subproductos provenientes de la caza
furtiva o de la depredación, conocimiento que justifica la aplicación de distinta pena, según
procedan de una caza furtiva o de una depredatoria. Es un delito de pluralidad de hipótesis por
lo que la comisión de más de una de las acciones típicas no multiplica la delincuencia.

Es indiferente que una o varias de esas acciones se realicen en cumplimiento o no de


una promesa anterior a la caza. En consecuencia, este tipo penal importa una modificación de
la regla del artículo 46 del CP y la exclusión de la figura del encubrimiento por favorecimiento
real (CP, art. 277 inc. 2, última parte e inc. 3 y art. 278) cuando la conducta encuadre en estas
normas y en la especial analizada.

LEY 24.051 DE RESIDUOS PELIGROSOS

Se discute el BJ tutelado: Para Sebastián Creus es el medioambiente. Otro argumento


es la ubicación de la palabra ambiente dentro del tipo. La objetividad jurídica es la salud
pública y la objetividad material es el suelo, el agua, la atmosfera o el ambiente en general.

Hay otra teoría que dice que es un delito contra la salud pública.

Cessaro-Cafferata entienden que es un delito contra la seguridad pública.

Se dicta la ley 25.612 que reemplaza la 24.051 y tiene disposiciones penales. Pero se
vetan las disposiciones penales de esa ley después ya que era un tipo penal tan abierto que
cualquier cosa podía ser delito. Por lo tanto está vigente la 25612 con las disposiciones penales
de la 24.051

Los delitos de la ley 24.051 son delitos de peligro concreto. Esto significa que debe
producirse un peligro real para el bien jurídico tutelado. El peligro que sufre el bien jurídico
resulta ser el resultado que la norma pretende evitar.

Para atribuir a una persona estos delitos resulta de aplicación con frecuencia la teoría
de la imputación objetiva. Según esta teoría la causalidad natural es necesaria pero no
suficiente para la atribución del resultado a una persona. Acreditada la causalidad se exige que
el autor haya creado un riesgo jurídicamente desaprobado y que el resultado sea consecuencia
del riesgo incrementado por el autor. En estos delitos la causalidad frecuentemente resulta
muy difícil de acreditar ya que no siempre se puede determinar cómo se encontraba el aire, el
agua, etc. antes de la acción del sujeto.
Otra dificultad que se presenta es la determinada causalidad cumulativa que se
produce cuando el resultado es la consecuencia de conductas de diferentes personas como por
ejemplo si una cantidad de personas cada una de las cuales ha realizado la conducta en una
cantidad menor a la necesaria para que se produzca el peligro que la norma quiere evitar.

Otro problema se da cuando la regulación administrativa establece autorizaciones


determinando cantidades que el autor con su conducta puede sobrepasar o no sobrepasar.

Hay autores que se preguntan cuándo un riesgo puede ser considerado permitido y
concluyen que si no se excede lo determinado por las autorizaciones la conducta resultaría
comprendida en el riesgo permitido y seria atípica.

Sebastián Creus y Geruasoni expresan “el ordenamiento jurídico asume un riesgo


permitiendo las conductas peligrosas hasta un cierto límite y por encima de el aparece la
ilicitud. Este límite viene dado por las normas administrativas”. Estas normas determinan un
nivel de riesgo tolerable y se discute como debe considerarse las conductas que se realizan
dentro de ese nivel por parte del Derecho Penal.

Una primera posición sostiene que en este caso debe existir una subordinación del
Derecho Penal a las normas Administrativas por:

a) porque la unidad del ordenamiento jurídico no debe permitir contradicciones


valorativas.

b) porque deben tenerse presentes que el principio de subsidiariedad y de última ratio


en virtud de los cuales el Derecho Penal no debe prohibir lo que el administrativo admite.

c) porque el legislador penal se encuentra en inferiores condiciones de la autoridad


administrativa para determinar a partir de qué grado en cada caso la sustancia se torna
intolerable.

Mahyqes dice que es atípica la conducta casualmente contaminante dentro del ámbito
administrativo.

Ramos dice que en estos casos la norma penal debe acudir en apoyo de las normas
administrativas.

Otra posición sostiene la independencia del Derecho penal. Silva Sánchez refiere que la
unidad del ordenamiento jurídico reconoce normas de distinto nivel y que la norma penal es
una norma superior a la norma administrativa y que con relación al argumento de ultima ratio
en esta materia las normas penales sancionan un determinado peligro (para la salud) y no
contravenciones administrativas.

Donna dice que si no existiera esta independencia seria la administración la que


manejaría los espacios del riesgo permitido y que esta función es del derecho penal.

Lo dicho no significa que las normas reglamentarias carezcan de utilidad. Son


indicadores valiosos para el derecho penal, pero son indicadores y puede suceder que se
incurra en el delito sin superar las pautas autorizadas por el derecho administrativo o que no se
realice delito alguno aun en el caso en que dicha pauta fueron superadas.
Puede ser por ejemplo que se superen los riesgos permitidos por la administración y la
contaminación no sea peligrosa para la salud. En ese caso NO hay delito.

Por el contrario puede suceder que sin violar las reglamentaciones administrativas se
ponga en peligro la salud de las personas, en cuyo caso SI habrá delito.

Residuo: todo aquello susceptible de ser desechado o abandonado.

ARTICULO 2° — Será considerado peligroso, a los efectos de esta ley, todo residuo que
pueda causar daño, directa o indirectamente, a seres vivos o contaminar el suelo, el agua, la
atmósfera o el ambiente en general.

En particular serán considerados peligrosos los residuos indicados en el Anexo I o que


posean alguna de las características enumeradas en el Anexo II de esta ley.

Anexo 1- residuos compuestos por elementos en sí mismos peligrosos como por ej.
Determinados metales pesados como benceno, soleno o desechos de la industria pesticidas o
productos fitosanitarios.

Anexo 2- que pueden causar peligro por otras circunstancias (inflamables, explosivos)

Las disposiciones de la presente serán también de aplicación a aquellos residuos


peligrosos que pudieren constituirse en insumos para otros procesos industriales.

Quedan excluidos de los alcances de esta ley los residuos domiciliarios, los radiactivos y
los derivados de las operaciones normales de los buques, los que se regirán por leyes
especiales y convenios internacionales vigentes en la materia.

FIGURAS DELICTIVAS

Figura básica: El artículo 55 de la ley 24.051 castiga con las mismas penas establecidas
en el artículo 200 del CP., al que utilizando los residuos a que se refiere esta ley, envenenare,
adulterare o contaminare de un modo peligroso para la salud, el suelo, el agua, la atmósfera o
el ambiente en general.

El envenenamiento, la adulteración o la contaminación de esos elementos naturales a


causa de haber sido puestos en contacto con materiales de desecho o abandono, son las
conductas típicas sí, de algún modo, directo o indirecto, resultan peligrosas para la salud
pública, bien jurídico que constituye, en definitiva, el objeto de la protección penal.

Acciones Típicas:

-Envenenar es mezclar con la cosa (agua, suelo, atmosfera) un elemento que en sí


mismo es toxico o que se vuelve toxico al producirse la mezcla.

-Adulterar es modificar o alterar la sustancia o esencia de una cosa ya sea mediante la


descomposición o modificándole sus propiedades.

La diferencia es que en el envenenamiento se agrega algo toxico y en la adulteración


algo no toxico (Mandeli)
-Contaminar es corromperlas, sin agregarles otras materias, exponiéndolas a la acción
de substancias dañosas para la salud, como las radioactivas o nucleares y otras que actúan por
procesos de irradiación o infección.

La contaminación tiene una relación de género especie con las otras 2. Contaminar es
el género y envenenar y adulterar las especies.

Se agrega con la ley 17577 y luego queda sin efecto. Soler decía que contaminar era la
forma de adulteración que se daba por irradiación y que en definitiva era la más adecuada por
su naturaleza Aero dispensable para la contaminación del aire.

Estas acciones deben hacerse “de un modo peligroso para la salud”. La mayoría de la
doctrina dice que yo tengo que acreditar ese peligro y sería un delito de peligro concreto.

Hay quienes piensan que es de peligro Abstracto.

Objetos del delito:

-Suelo: espacios residenciales, agrícolas, industriales o que se encuentran en


saneamiento o recuperación.

-Agua: comprendida las aguas superficiales, aguas dulces subterráneas, aguas salubres
tratadas o destinadas a recreación y aguas saladas.

-Atmosfera:

-Ambiente en general: una autora española dice que esta mención no agrega nada y
viene a confundir porque nos lleva a la confusión de no saber si es un delito contra la salud
pública o contra el medioambiente.

El XV congreso de derecho penal en sus conclusiones dijo que el ambiente engloba


todos los componentes del planeta, bióticos y abióticos, e incluye el aire, todas las capas dela
atmosfera, el agua, la tierra incluido el suelo, los recursos minerales, la flora, la fauna y todas
las interrelaciones ecológicas entre estos componentes.

Bacigalupo dice que se trata del mantenimiento de las propiedades del suelo, las
aguas, la flora, la fauna y las condiciones ambientales de desarrollo de estas especies de forma
que el sistema ecológico se mantenga con sus sistemas subordinados y no sufra alteraciones
perjudiciales.

Es un delito instantáneo de efectos permanentes y de peligro abstracto, cuya


consumación no demanda daño efectivo para la salud de las personas ni siquiera que alguna
persona determinada haya tenido contacto directo con el lugar contaminado. Solo es
imputable a título de dolo, incluso eventual.

AGRAVANTE

Establece el art. 55, 2do párrafo, que, si el hecho fuere seguido de la muerte de alguna
persona, la pena será de diez a veinticinco años de reclusión o prisión. Entre la contaminación y
la muerte debe haber una relación causal no interrumpida o desviada por la interferencia de
otra fuente causal preponderante. El resultado mortal debe ser preterintencional. Siendo así,
su pluralidad carece de efecto respecto del agravamiento.

FIGURA CULPOSA

Dispone el primer párrafo del art. 56 de la ley 24.051 que cuando alguno de los
hechos previstos en el artículo anterior fuere cometido por imprudencia; negligencia o
impericia en el propio arte o profesión o por inobservancia de los reglamentos u ordenanzas,
se impondrá prisión de un mes a dos años. En el segundo se expresa que, si resultare
enfermedad o muerte de alguna persona, la pena será de 6 meses a 3 años.

Aunque se admiten las 4 formas tradicionales de culpa, cobra relevancia, en el caso, la


referida a la inobservancia de reglamentos u ordenanzas porque, no siendo posible prohibir
toda actividad que pueda resultar contaminante, deben admitirse conductas peligrosas, pero
dentro de ciertos límites que corresponde fijar al poder competente mediante reglamentos u
ordenanzas de modo razonable.

La violación de estos puede deberse, muchas veces, al dolo eventual o a la culpa. Por lo
que el intérprete debe distinguir, con sumo cuidado, este obrar del meramente culposo y del
atípico por constituir uno de los riesgos asumidos al establecerse por parte del poder
competente, cuáles y cuando son o no residuos peligrosos.

Agravante: Si resultare enfermedad o muerte de alguna persona, la pena será de seis


(6) meses a tres (3) años.

RESPONSABILIDAD DE LAS PERSONAS JURÍDICAS

ARTÍCULO 57: Cuando alguno de los hechos previstos en los dos artículos anteriores se
hubiesen producido por decisión de una persona jurídica, la pena se aplicará a los directores,
gerentes, síndicos, miembros del consejo de vigilancia, administradores, mandatarios o,
representantes de la misma que hubiesen intervenido en el hecho punible, sin perjuicio de las
demás responsabilidades penales que pudiesen existir.

Para evitar la impunidad, dado que una persona jurídica es penalmente irresponsable,
se consideran autoras del delito a las personas físicas que, como agentes suyos, tuvieron
intervención en el hecho, por lo que quedan a salvo los principios generales sobre la
culpabilidad.

No hay imputación objetiva por el solo hecho de desempeñar cualquiera de las


funciones nombradas sino por desempeñar esa función y haber intervenido en la
contaminación, envenenamiento o alteración.

Las personas que también hayan participado en la comisión del hecho pero que no
reúnan las calidades taxativamente exigidas por esta norma penal, responderán conforme a las
reglas establecidas en los arts. 45 y 46 del CP.

JURISDICCIÓN

ARTÍCULO 58: Será competente para conocer de las acciones penales que deriven de la
presente ley la Justicia Federal.
Indebidamente, por no tratarse de uno de los casos de excepción contemplados
expresamente en el artículo 116 de la CN, la ley 24.051 establece la competencia federal para
entender los delitos previstos por ella.

4. LEY SOBRE ESTUPEFACIENTES (NRO. 23.737 Y SUS MODIFICATORIAS 23.975,


24.061, 24.112 Y 24.424). BIEN JURÍDICO TUTELADO: CONCEPTO

Es la salud pública, que se amenaza por la difusión del consumo de sustancias


estupefacientes, como consecuencia de los efectos nocivos que estas producen sobre el
sistema nervioso central.

ESTUPEFACIENTES. CONCEPTO

Artículo 77, párrafo 9: El término estupefacientes comprende los estupefacientes,


psicofármacos y demás sustancias susceptibles de producir dependencia física o psíquica, que
se incluyan en las listas que se elaboren y actualicen periódicamente por decreto del Poder
Ejecutivo Nacional.

Por lo tanto, desde el punto de vista jurídico penal, debe considerarse estupefaciente a
todas aquellas sustancias que reúnan esa doble condición de producir dependencia o adicción
en quienes las consumen y estar incluidas en las listas oficiales. Desde el punto de vista
farmacológico hay que distinguir entre psicofármaco y estupefaciente.

1) Psicofármaco: es todo producto farmacéutico compuesto por sustancias psicotrópicas


usado como objeto de tratamiento de padecimientos psíquicos y neurológicos. Tienen
propiedades curativas.
2) Estupefaciente: es toda sustancia psicotrópica con alto potencial de producir conductas
alusivas y/o dependencias físicas o psíquicas, como, por ejemplo: la morfina o la
cocaína. No tienen propiedades curativas, sin perjuicio de que tengan acción
anestésica, analgésica o produzcan sensación de bienestar, relajación o sueño.
Ejemplos de psicotrópicos: ácido lisérgico, anfetaminas, mezcalina, barbitúricos.

PUNIBILIDAD DEL CONSUMO

La ley 23.7 no reprime el consumo de estupefacientes como tal, salvo que se haga
ostentación de ello con trascendencia pública.

Si castiga al que preconiza o difunde públicamente el uso o induce a otra al consumo.


Artículo 12: Será reprimido con prisión de dos (2) a seis (6) años y multa de seiscientos ($600) a
doce mil ($12.000) australes:

1) El que preconizare o difundiere públicamente el uso de estupefacientes, o indujere a


otro a consumirlos;
2) El que usare estupefacientes con ostentación y trascendencia al público.

TRÁFICO Y COMERCIALIZACIÓN DE ESTUPEFACIENTES

Artículo 5: Será reprimido con reclusión o prisión de cuatro (4) a quince (15) años y
multa de seis mil ($6.000) a quinientos mil ($500.000) australes el que sin autorización o con
destino ilegitimo:
a) Siembre o cultive plantas o guarde semillas utilizables para producir estupefacientes, o
materias primas, o elementos destinados a su producción o fabricación;
b) Produzca, fabrique, extraiga o prepare estupefacientes;
c) Comercie con estupefacientes o materias primas para su producción o fabricación o las
tenga con fines de comercialización o las distribuya, o las dé en pago, o las almacene o
transporte;
d) Comercie con planta o sus semillas, utilizables para producir estupefacientes, o las
tenga con fines de comercialización, o las distribuya, o las dé en pago, o las almacene o
transporte;
e) Entregue, suministre, aplique o facilite a otro estupefacientes a título oneroso
(Suministro infiel). Si lo fuese a título gratuito, se aplicará reclusión o prisión de tres (3)
a doce (12) años y multa de tres mil ($3.000) a ciento veinte mil ($120.000) australes.

Si los hechos previstos en los incisos precedentes fueren ejecutados por quien
desarrolla una actividad cuyo comercio dependa de una autorización, licencia o habilitación del
poder público, se aplicará, además, inhabilitación especial de cinco (5) a quince (15) años. En el
caso del inciso a), cuando por la escasa cantidad sembrada o cultivada y demás circunstancias,
surja inequívocamente que ella está destinada a obtener estupefacientes para consumo
personal, la pena será de un (1) mes a dos (2) años de prisión y serán aplicables los artículos
17, 18 y 21. En el caso del inciso e) del presente artículo, cuando la entrega, suministro o
facilitación fuere ocasional y a título gratuito y por su escasa cantidad y demás circunstancias,
surgiere inequívocamente que es para uso personal de quien lo recepta, la pena será de seis (6)
meses a tres (3) años de prisión y, si correspondiere, serán aplicables los artículos 17, 18 y 21.

DIFERENCIACIÓN ENTRE LAS FIGURAS DE ALMACENAMIENTO Y TRANSPORTE DE


ESTUPEFACIENTES, LA TENENCIA CON FINES DE COMERCIALIZACIÓN, Y LA SIMPLE TENENCIA

La doctrina es conflictiva en cuanto a la diferenciación entre la figura del


almacenamiento y de transporte de estupefacientes, la de la tenencia con fines de
comercialización y la simple tenencia.

1) Tenencia con fines de comercialización v transporte y almacenamiento: En el caso de


la tenencia con fines de comercialización, cuando es el mismo comerciante el que almacena o
transporta, estas acciones quedan subsumidas en la primera (almacenar y transportar quedan
subsumidas por la tenencia con fines de comercialización). En la figura de la tenencia con fines
de comercialización se requiere que se acredite la ultra intención (Intención de comercializar),
componente este que la diferencia de la simple tenencia del artículo 14 párrafo 1.

2) Almacenamiento y transporte sin fines de comercialización: Si el que almacena o


transporta no es quien las comercializa (o sea, que lo hace sobre mercadería ajena), hace un
aporte al tráfico, pero no tiene la droga para comercializar. Al no haber intención de
comercializar, la agravante encuentra su fundamento en que se tratan de sustancias de objeto
de tráfico, que tienen como destinatarios finales a sujetos indeterminados (Consumidor).
Cuando la sustancia se encuentra en un tramo intermedio de la cadena de tráfico, quien lo
almacene o transporte comete el delito del artículo 5 inciso c, aunque no se trata del que lo
comercializa (que sería el traficante). El almacenamiento de estupefacientes permite presumir
que el excedente de lo que puede ser para propio consumo será incorporado al circuito ilegal
de la droga.
3) Consumidor final o último eslabón: Ya no pueden ser objeto de los delitos de
almacenamiento o transporte del artículo 5 inciso c), por lo que el consumidor que transporta
no está comprendido en este inciso, sino que la conducta es típica del artículo 14.

TENENCIA DE ESTUPEFACIENTES

Artículo 14: Será reprimido con prisión de uno (1) a seis (6) años y multa de trescientos
($300) a seis mil ($6.000) australes el que tuviere en su poder estupefacientes. La pena será de
un (1) mes a dos (2) años de prisión cuando, por su escasa cantidad y demás circunstancias,
surgiere inequívocamente que la tenencia es para uso personal.

SIMPLE TENENCIA

Artículo 14 — Primer párrafo: Será reprimido con prisión de uno (1) a seis (6) años y
multa de trescientos ($300) a seis mil ($6.000) el que tuviere en su poder estupefacientes.

Se trata de un delito doloso: Es necesario que el sujeto activo haya conocido o, al


menos, se haya representado como posibles circunstancias de hecho típicamente relevantes y
la antijuridicidad de su conducta, y que haya querido, al menos, consentido, esa cualidad de su
obrar (Dolo Eventual).

Es un delito de peligro abstracto. Se consuma cuando el sujeto entra en la tenencia de


la droga. NO admite la tentativa. La tenencia debe ser actual, pues solo esta crea el peligro para
la salud pública.

TENENCIA PARA EL CONSUMO PERSONAL

Artículo 14 — Segunda parte: La pena será de un (1) mes a dos (2) años de prisión
cuando, por su escasa cantidad y demás circunstancias, surgiere inequívocamente que la
tenencia es para uso personal.

Es cuestionable la estructura del tipo penal. La ley penal debe establecer cuál es la
conducta delictiva, pero no cuál es el grado de convicción que debe tener el juez para aplicar
uno u otro tipo, que es una cuestión ya regulada por la ley procesal, en la que rige el principio
“in dubio pro reo”. Una interpretación literal del texto legal traería como consecuencia que a
quien tiene estupefacientes en escasa cantidad y para consumo personal NO se le aplique la
pena atenuada o NO tenga acceso a las medidas de seguridad previstas por los artículos 17, 18
y 19 si quien lo juzga, por falta de elementos de convicción, tiene dudas respecto al destino de
la droga.

La exigencia de "escasa cantidad" constituye un elemento objetivo del tipo. El término


escasa significa corto, poco, limitado. La ley no fija una cantidad y mal podría haberlo hecho.
Algunos consideran que para determinar si la cantidad de estupefacientes detentada es escasa
hay que tener en cuenta el principio activo de la droga y su capacidad toxicomagínea (Puricelli).
Para otros, escasa cantidad es lo que es compatible, con y para su único consumo (Laje Anaya).
Para Estrella, en general, puede decirse que la cantidad de tóxico es escasa cuando no supera la
demanda consumista del tenedor.

Pautas para tener en cuenta:


1) Si la tenencia es ejercida en forma conjunta con otros sujetos;
2) La frecuencia en el consumo y en el aprovisionamiento del tóxico, lo cual depende de
ciertos factores:
a) Situación económica del tenedor;
b) Tipo de droga, y
c) Grado y modalidad de su adicción.

En cuanto a las "demás circunstancias” que deben considerarse para determinar si Ja


tenencia es para consumo personal, se puede mencionar, en primer lugar, el hecho de si el
tenedor es un consumidor adicto enfermo); ya sea que se trata de un toxicómano, de un
consumidor habitual, de un experimentador o de un principiante, y en segundo lugar, todo lo
relativo al tiempo, modo y lugar que rodearon a esa tenencia actual.

Toxicómano: es aquel que tiene un incontrolable deseo o necesidad de continuar


consumiendo una droga y procurársela por todos los medios. Hay una tendencia a aumentar la
dosis y una dependencia de orden físico o psíquico a los efectos de la droga.

Constitucionalidad de la tenencia de estupefacientes para consumo personal: Se ha


criticado la incriminación de la tenencia de estupefacientes para uso personal desde una doble
perspectiva: 1) Por una parte, ha sido puesta en tela de juicio la constitucionalidad de esta
disposición. En este sentido, se ha argumentado que este tipo legal constituye una violación del
principio de reserva consagrado por el artículo 19 de la Constitución Nacional ("Los actos
privados de los hombres que de ningún ofendan el orden y la moral pública, ni perjudiquen a
terceros, están solo reservados a Dios y exentos de la autoridad de los magistrados).

2) Por otra parte, se ha sostenido que hay razones de política criminal que tornan
inconveniente atribuirle al dogradependiente, que en realidad es un enfermo, la calidad de
delincuente. Buena parte de la doctrina y la jurisprudencia ha considerado que si la tenencia
de estupefacientes tiene lugar en la intimidad NO existe peligro para la salud pública y en
virtud del artículo 19 de la Constitución, esta conducta se encuentra exenta de la autoridad de
los magistrados. Los límites a la represión de estas conductas están dados por el ámbito de
privacidad que la Constitución garantiza, lo cual dependerá de las circunstancias de tiempo,
modo y lugar de cada caso. Y solo los jueces podrán determinar en cada caso si la conducta del
agente se desarrolla en su esfera privada o si trascendió de tal ámbito, afectando el orden, la
moral pública o los derechos de terceros.

Argumentos a favor de la penalización de la tenencia para uso personal.

1) Se debe reprimir el problema social de la drogadicción;


2) Se debe utilizar el esquema legal sanción-tratamiento;
3) El Derecho Penal debe ocuparse del individuo; pero también de la sociedad;
4) El adicto colabora con el tráfico, siendo el último eslabón de la cadena;
5) La despenalización fomenta el consumo;
6) La droga afecta la salud pública;
7) El derecho de la intimidad NO es absoluto;
8) El consumidor es posible que contagie y propague la droga.

Argumentos a favor de la despenalización.

1) El derecho de la intimidad;
2) La autolesión NO es punible;
3) NO se pueden medir las consecuencias de la autodeterminación;
4) Principio de insignificancia (escasa cantidad de droga);
5) El consumidor está enfermo, no es un delincuente. (Si la adicción lleva a la persona a
cometer delitos, como meterse en el tráfico, se prevé un tratamiento distinto que para
los delincuentes que cometen delitos y consumen porque son adictos).
6) El problema NO son los consumidores, sino los narcotraficantes;
7) La despenalización facilita el tratamiento.

Jurisprudencia

1) Colavini Ariel- 1978: La ley 20.771, artículo 6, estableció que será reprimido con
prisión de 1 a 6 años y multa… el que tuviere en su poder estupefacientes, aunque estuvieren
destinados al consumo personal. Ariel Colavini fue detenido caminando con dos cigarrillos de
marihuana. La CSJN se pronunció a favor de la constitucionalidad del artículo 6 de la ley 20.771.
(También se falló en su contra en 1° y 2° instancia). En dicha oportunidad se sostuvo que el fin
primordial de la ley 20.771 es reprimir, ante todo, el suministro, en cualquiera de sus formas,
de las sustancias que pueden transformarse en materia de un consumo favorecedor del vicio.
NO se puede sostener que la tenencia de drogas NO trascendió los límites del derecho a la
intimidad protegido por el artículo 19 de la CN. El fallo alude a que el consumo de drogas NO
queda dentro de la esfera de intimidad protegida por el artículo 19, ya que el consumo influye
en la sociedad, fomentando el tráfico y favoreciendo el consumo. Por lo tanto, NO es
inconstitucional el artículo 6 de la ley 20.771, en cuanto reprime la tenencia de
estupefacientes, aunque estuvieren destinados al consumo personal. El fallo recuerda la
influencia de la creciente difusión de la toxicomanía en el mundo entero.

2) Capalbo y Bazterrica. 24/08/86: La CSJN resolvió la inconstitucionalidad de la simple


tenencia de estupefacientes para el consumo personal (artículo 6, ley 20.771)), frente a la
prohibición de inferir en la conducta privada de los hombres consagrada por la CN. Esta
protección de la intimidad de ninguna forma, admite la influencia del consumo hacia terceros o
un daño para ellos. El consumo, dentro de la esfera privada, de ningún modo lesiona
sentimientos o valoraciones colectivas.

3) Caso Montalvo- 1990: Montalvo era trasladado por un delito menor y se le cae una
bolsita de 2,7 gramos de marihuana. Es condenado en 1° y 2° instancia y confirmado por la
CSJN. La Corte se basa en la protección de la salud pública, la familia, la sociedad y en que el
consumidor es el último eslabón de cadena del tráfico y por ende, lo fomenta.

4) Nonikov- Cámara Nacional Federal- 2006: Nonikov fumó un cigarrillo de marihuana


en una plaza a plena luz del día. La Cámara se rehusó al sobreseimiento de Nonikov. La Cámara
sostuvo que, si hubiese consumido el cigarrillo en su esfera de intimidad, no hubiese sido
pasible de sanción alguna, pero lo hizo públicamente.

5) Arriola- 2009: Se detiene a un grupo de jóvenes que caminaban en la madrugada


con entre 1 a 3 cigarrillos de marihuana. Se declaró la inconstitucionalidad del artículo 14,
apartado 2°, de la ley 23.737, aduciendo que, si el consumo NO trae aparejada una
consecuencia para terceros, no será punible. (Vale decir, mientras sea reservado). Eugenio Raúl
Zaffaroni considera que imputar al consumidor, hace que este sea reticente a declarar contra el
narcotraficante, en tanto que, Lorenzetti consideró que dichas acciones fueron realizadas
dentro de la esfera de intimidad de la persona, protegida y amparada por el artículo 19 de la
CN. Se condenó a los jóvenes a cumplir medidas curativas, pero apelaron. Se consideró que la
cantidad de marihuana que poseían era mínima y que los jóvenes no presentaban rasgos o
signos de adicción.

6) Mora- 30/04/12: Con este pronunciamiento, la Corte declaró la inconstitucionalidad


del castigo del consumo de marihuana en adultos, siempre y cuando se hiciera en el ámbito
privado y no implicara riesgos a terceros. Mora fue imputado por tenencia de drogas para
consumo personal, y en su alegato, el fiscal Maximiliano Hairabedian solicitó un año de prisión.
Le encontraron 30 cigarrillos de marihuana escondidos en su celda dentro de un desodorante.
El presidente de la Cámara, Julián Falcucci, sostuvo: “Sólo es admisible admitir el
pronunciamiento de la tenencia de drogas para uso personal, aun cuando se trata de sujetos
que cumplen prisión en una institución carcelaria, cuando la posibilidad de trascendencia a
terceros se encuentre definitivamente demostrada, vale decir, cuando el sujeto hubiese hecho
ostentación de esa condición hacia terceros y haya puesto en peligro la salud pública. En el
juicio el imputado contó que se drogaba desde los 14 años y reveló que en prisión se fumaba
10 cigarrillos de marihuana por día y que también consumía cocaína y psicofármacos. Al
respecto, Falcucci opinó que “esa conducta personal de imputado, que hace a su modo de vida,
no ha aparejado peligro concreto para la salud de personas indeterminadas (en este caso, los
otros internos del penal o incluso el personal del Sistema Penitenciario), porque Mora tenía
droga en poca cantidad, escondida en un lugar reservado y adecuado a su propio consumo…”.
La postura del presidente del Tribunal, que considera la celda de los presos un lugar íntimo,
como si se tratase de un domicilio particular, fue compartida por el camarista José Vicente
Muscará.

Oposición: Al momento de votar, el camarista Jaime Díaz Gavier no compartió en


absoluto el pensamiento de sus colegas y expresó: “entiendo que la tenencia de drogas en el
ámbito carcelario, aunque sea para consumo personal, trasciende el ámbito privado protegido
por nuestra Constitución, al resultar potencialmente perjudicial para terceros que se
encuentran interactuando en el mismo ámbito de encierro, ya que tal conducta altera el
sistema dirigido a resguardar la seguridad y propiciar la reinserción social, ambas finalidades de
la pena privativa de libertad.

Medidas de seguridad: En general, en el Derecho Penal se encuentran distintas clases


o especies de medidas de seguridad, sean privativas de libertad o no. (Solo decirlas si las
pregunta). Por lo tanto, tenemos:

- Curativas: implican internaciones. Por ejemplo: en centros psiquiátricos o de


rehabilitación de adicciones.
- Educativas: no implican una pérdida de libertad ambulatoria. Por ejemplo: cursos o
programas de mejora. O también las que prohíben alguna actividad. Por ejemplo: no
residir en ciertos lugares.
- Eliminatorias: son las que se aplican como consecuencia de una serie de condenas,
dada la habitualidad del sujeto.
Artículo 17: En el caso del artículo 14, segundo párrafo, si en el juicio se acreditase que
la tenencia es para uso personal, declarada la culpabilidad del autor y que el mismo depende
física o psíquicamente de estupefacientes, el juez podrá dejar en suspenso la aplicación de la
pena y someterlo a una medida de seguridad curativa por el tiempo necesario, para su
desintoxicación y rehabilitación. Acreditando su resultado satisfactorio, se lo eximirá de la
aplicación de la pena. Si transcurridos dos años de tratamiento no se ha obtenido un grado
aceptable de recuperación por su falta de colaboración, deberá aplicársele la pena y continuar
con la medida de seguridad por el tiempo necesario o solamente esta última.

Artículo 18: En el caso del artículo 14, segundo párrafo, si durante el sumario se
acreditase por semiplena prueba que la tenencia es para uso personal y existen indicios
suficientes a criterio del juez de la responsabilidad del procesado y éste dependiere física o
psíquicamente de estupefacientes, con su consentimiento, se aplicará un tratamiento curativo
por el tiempo necesario para su desintoxicación y rehabilitación y se suspenderá su trámite del
sumario.

Acreditando su resultado satisfactorio, se dictará sobreseimiento definitivo. Si


transcurridos dos años de tratamiento, por falta de colaboración del procesado no se obtuvo
un grado aceptable de recuperación, se reanudará el trámite de la causa y, en su caso, podrá
aplicársele la pena y continuar el tratamiento por el tiempo necesario, o mantener solamente
la medida de seguridad.

Artículo 21: En el caso del artículo 14, segundo párrafo, si el procesado no dependiere
física o psíquicamente de estupefacientes por tratarse de un principiante o experimentador, el
juez de la causa podrá, por única vez, sustituir la pena por una medida de seguridad educativa
en la forma y modo que judicialmente se determinó. Tal medida, debe comprender el
cumplimiento obligatorio de un programa especializado relativo al comportamiento
responsable frente al uso y tenencia indebida de estupefacientes, que, con una duración
mínima de tres meses, la autoridad educativa nacional o provincial, implementará a los efectos
del mejor cumplimiento de esta ley. La sustitución será comunicada al Registro Nacional de
Reincidencia y Estadística Criminal y Carcelaria, organismo que lo comunicará solamente a los
tribunales del país con competencia para la aplicación de la presente ley, cuando estos lo
requieran. Si concluido el tiempo de tratamiento éste no hubiese dado resultado satisfactorio
por la falta de colaboración del condenado, el tribunal hará cumplir la pena en la forma fijada
en la sentencia.

Bolilla 5
ARTÍCULO 36. - Esta Constitución mantendrá su imperio aun
cuando se interrumpiere su observancia por actos de fuerza
contra el orden institucional y el sistema democrático. Estos
actos serán insanablemente nulos.

ARTICULO 1°- Será reprimido con prisión de cinco a veinticinco años e


inhabilitación absoluta y perpetua, el argentino que por cualquier medio propiciare la
aplicación de sanciones políticas o económicas contra el Estado argentino.

ARTICULO 2°- La aplicación de la presente ley estará a cargo de la Justicia nacional. La


prescripción de la acción no correrá mientras el autor del delito este fuera de la jurisdicción
nacional.

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