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Composición de los dientes u órganos dentales

Introducción

El presente estudio de tipo descriptivo, trata sobre la composición de los dientes y el

papel que juegan carbohidratos, proteínas y lípidos en el delicado equilibrio bioquímico y de

higiene en la cavidad bucal para la prevención de la enfermedad cariogénico o mejor conocida

como caries. El estudio se desarrolla a partir de una búsqueda de material, complementada

con los textos base de la sesiones de clase, que estuvo guiada por los siguientes descriptores:

partes del aparato bocal, enfermedad cariogénica y papel de carbohidratos, proteínas y lípidos

en el equilibrio y salud oral. En este trabajo, se inicia mencionando el principal componente y

mecanismo protector, pero a la vez de fijación de la caries, el esmalte. Posteriormente se

revisan los aspectos relacionados con los carbohidratos, las proteínas y lípidos, para luego

entrar a mencionar los demás componentes del diente. Estos se componen de cuatro tejidos

dentales. Tres de ellos de tipo duro, el esmalte, la dentina y el cemento. El cuarto, la pulpa (el

centro del diente que contiene los nervios, los vasos sanguíneos y el tejido conjuntivo), es un

tejido blando o no calcificado. Sobre limitaciones, al ser un estudio descriptivo, no se

encontraron barreras de desarrollo más allá de la principal y única limitación presentada, que

estuvo en la adecuada comprensión del delicado equilibrio de proteínas que interviene en el

proceso cariogénico. En este escenario, la necesidad de alimentarse adecuadamente se

equilibra también con la de una adecuada salud periodontal, estimulada con hábitos correctos

de higiene dental, no solo la alimentación. En este proceso es importante recordar que las

caries son zonas dañadas de forma permanente en la superficie de los dientes que se

convierten en pequeñas aberturas u orificios. Las caries se producen a causa de una

combinación de factores, como bacterias en la boca, ingesta frecuente de pasa bocas diversos

incluyendo los de tipo procesado, tentempiés, bebidas azucaradas y limpieza dental deficiente.
Desarrollo

El esmalte

De gran importancia y a la vista, se encuentra el esmalte dental; es la sustancia más

dura y mineralizada del cuerpo. Cubre la capa externa de cada diente y es también su parte

más visible. Se compone de minerales, principalmente de hidroxiapatita, de apariencia

semitranslúcida, por lo que solo es parcialmente responsable del color de los dientes. El

esmalte dental desempeña un papel muy importante en la protección de los dientes contra las

caries, por lo que es importante hacer todo lo posible para evitar que se erosione. Forma una

barrera fuerte que protege las capas internas de los efectos de los ácidos y la placa, y también

protege las capas internas sensibles a alimentos y bebidas que son muy calientes o muy fríos.

Si el esmalte se destruye, el cuerpo no puede hacer nada para reemplazarlo. A diferencia de

otras partes del cuerpo, como los huesos, no contiene ninguna célula viva, por lo que no

puede regenerarse.

El esmalte puede protegerse evitando alimentos que lo dañan, como los productos

azucarados, las frutas y bebidas ácidas. Cuando esas sustancias se adhieren a los dientes e

interactúan con las bacterias presentes en la boca, otro proceso bioquímico, se produce ácido

láctico, que puede dañar el esmalte. Por ello, es conveniente evitar estos alimentos cuando se

pueda y, si se consumen, hay que recordar que es importante cepillarse bien después

(ADESLAS, 2019)

También es importante reseñar las propiedades físicas del esmalte dental así:

Dureza (resistencia a ser rayado): 6.5 en la escala de Mohs. Depende del grado de

mineralización (decrece desde la superficie hacia el interior).

Elasticidad baja (rígido y quebradizo).


Color y transparencia: translúcido. Con muy alta radio opacidad (color blanco en

radiografías).

Los carbohidratos y el estímulo a la caries

Los carbohidratos son moléculas de azúcar. Junto con las proteínas y las grasas, los

carbohidratos son uno de los tres nutrientes principales que se encuentran en alimentos y

bebidas. El cuerpo descompone los carbohidratos en glucosa. Los carbohidratos de absorción

rápida, comúnmente presentes en la dieta, son estimuladores de lesiones de caries y ejercen su

efecto cariogénico local en la superficie del diente. La sacarosa es el azúcar más cariogénico,

ya que puede formar glucano, una sustancia que permite una mayor adherencia bacteriana a

los dientes y condiciona la difusión de ácido y los buffers en la placa.

La caries dental constituye una de las enfermedades crónicas y transmisibles que con

mayor frecuencia afecta a los seres humanos, por lo que es objeto de estudio de numerosos

investigadores con el propósito de lograr su prevención y tratamiento. Se origina en el

desequilibrio entre la sustancia dental y el fluido de placa circundante, dando como resultado

una pérdida de mineral de la superficie dental, cuyo signo es la destrucción localizada de

tejidos duros. Se clasifica como una enfermedad transmisible e irreversible. Dentro de los

factores que favorecen el desarrollo de la caries dental, uno de los más estudiados es el

consumo excesivo de azúcares simples. Numerosos estudios han demostrado la asociación

entre caries y carbohidratos refinos o azúcares, especialmente, la sacarosa o azúcar común.

Los azúcares consumidos con la dieta constituyen el sustrato del micro flora bucal y dan

inicio al proceso de carcinogénesis

Proteínas y el balance en la prevención de la caries

La saliva es una solución supersaturada en calcio y fosfato que contiene flúor,

“proteínas”, enzimas, agentes buffer, inmunoglobulinas y glicoproteínas, entre otros


elementos de gran importancia para evitar la formación de las caries. La saliva es esencial en

el balance ácido-base de la placa. Las bacterias acido génicas de la placa dental metabolizan

rápidamente a los carbohidratos y obtienen ácido como producto final. El pH decrece

rápidamente en los primeros minutos después de la ingestión de carbohidratos para

incrementarse gradualmente.

En la saliva además de proteínas, se han aislado péptidos con actividad

antimicrobiana, como por ejemplo, las betas defensinas. Se considera que además de la

defensa de la superficie de la cavidad bucal, pudieran inhibir la formación de la placa dental

bacteriana y, por lo tanto, el desarrollo de la caries dental.

Del gran número de bacterias que se encuentra en la cavidad bucal, los

microorganismos pertenecientes al género estreptococo (Streptococcus mutans y

Streptococcus mitis), así como la Rothia dentocariosa, han sido asociados con la caries tanto

en animales de experimentación como en humanos (Nuñez & Lourdes, 2010)

Para comprender la acción de las bacterias en la génesis de la caries dental, es

necesario estudiar los mecanismos por los cuales estos microorganismos colonizan el diente y

son capaces producir daño. la colonización bacteriana, es imprescindible la formación previa

de una fina película de proteínas salivales sobre la superficie del diente: la ya mencionada

película adquirida. La interacción se produce en cierta medida a través de cargas

electrostáticas. La carga eléctrica de las proteínas se relaciona con la presencia de grupos

ionizables en sus aminoácidos constituyentes. La unión de las bacterias a la película adquirida

y entre sí, no puede ser explicada solamente por uniones electrostáticas, sino que se ha

evidenciado la acción de moléculas de naturaleza proteica en la superficie de las bacterias,

denominadas adhesinas, que se unen a las proteínas salivales las cuales actúan como

receptores y facilitan la adherencia bacteriana. Esto es posible por el fenómeno de


reconocimiento molecular. Se ha observado que mientras mayor es la capacidad de adherencia

del microorganismo, mayor es la experiencia de caries dental.

El paso más importante para que se produzca la caries, es la adhesión inicial de la

bacteria a la superficie del diente. Esta adhesión está mediada por la interacción entre una

proteína del microorganismo y algunas de la saliva que son adsorbidas por el esmalte dental.

Los componentes de la saliva previenen la desmineralización del esmalte, tienen un

importante papel en la re mineralización y son esenciales en el balance ácido-base de la placa.

Las macromoléculas salivales están comprometidas con la funciones de formación de la

película adquirida. Así también se han aislado en la saliva, péptidos y proteínas con actividad

antimicrobiana.

Los lípidos y las encías en la salud oral

Las encías son una parte importante de la boca, pues estas son las que sujetan los

dientes y los soportan, y por ello es necesario una correcta salud en ellas, para evitar

enfermedades orales. A pesar de esto, existen infinidad de personas que padecen

enfermedades periodontales. Es cierto que la higiene es un factor fundamental, pero existen

otros como la alimentación que se debe tener en cuenta a la hora de conservar unas encías

fuertes.

Un correcto aporte vitamínico y mineral es la base a la hora de conseguir unas encías

en perfecto estado, y es que es necesario que ingiramos frutas y verduras a diario para

conseguir de este modo una perfecta salud bucal. Pero no sólo esto, sino que es necesario que

prestemos especial atención a la ingesta de grasas, ya que este nutriente tiene un papel

decisivo a la hora de mantener la salud de las encías.

la grasa es un nutriente controvertido todos lo sabemos, y es que también puede

afectar a nuestras encías cuando la consumimos. Sobre todo la grasa saturada, que es la que
tan mal nos hace a nivel cardiaco y circulatorio. En este caso las grasas saturadas tendrán

también un efecto nocivo en las encías, cosa que no sucederá con las mono insaturadas o poli

insaturadas. Por ello nos vamos a detener en los efectos que tiene un abuso en su ingesta.

Es importante tener claro que una de las causas de la enfermedad periodontal es la

inflamación de las encías que acaba generando una serie de problemas que afectarán a las

encías. Prolongar durante semanas o meses una inflamación de encías que produce sangrado y

malestar es el detonante de una enfermedad en las mismas. Esta inflamación se produce

muchas veces por la ingesta de grasas saturadas y propiciada por la proliferación de bacterias

en la boca. Estas bacterias están en la mayoría de los casos provocadas por las citadas

anteriormente grasas saturadas. Por ello es necesario que restrinjamos la ingesta de este

nutriente y que tengamos cuidado a la hora de cocinar los alimentos y llevarnos a la boca

carnes magras, lácteos desnatados, evitar la bollería y los dulces procesados industrialmente,

así como la mantequilla o la nata. Otro tipo de grasas que son totalmente adecuadas para

mantener unas encías en perfectas condiciones, se tratas de las grasas mono insaturadas y

poliinsaturadas. Estas grasas las podemos encontrar es el pescado y en aceites como el de

oliva. Debemos destacar que los ácidos grasos omega-3 no solo nos ayudarán a mejorar el

estado de nuestra circulación sanguínea, sino que además acabarán con las bacterias que se

concentran en la boca (VITONICA, 2021)

Es necesario que sepamos que estos ácidos grasos contienen una serie de propiedades

antiinflamatorias, ya que se trata de una sustancia que acaba con las bacterias de manera

eficaz. Por ello mantener una alimentación rica en estos ácidos grasos nos ayudará a conseguir

unas encías en perfecto estado. El ácido gama linoléico también nos será de gran ayuda, ya

que contiene una serie de ácidos grasos poliinsaturados que tienen un gran efecto

antiinflamatorio por la misma razón que el omega-3.


Por eso muchas veces las personas que ya padecen una enfermedad periodontal se les

somete a tratamientos con este tipo de ácido, ya que de este modo conseguirán disminuir los

efectos de esa afección. Pero eso sí, siempre este tratamiento debe estar supervisado por un

especialista. La mejor manera de evitar la aparición de estas enfermedades es mantener una

buena dieta. En la prevención está el secreto para conseguir unos dientes sanos. Por ello, a la

limpieza bucal y a sus cuidados cotidianos básicos debemos sumarle una dieta rica en este

tipo de grasas, ya que no solo mejorará nuestra dentadura, sino nuestra salud en general. A lo

anterior se suma una adecuada limpieza dental y de las encías, cavidades y lengua.

Otros componentes del aparato oral; más allá de la importancia del esmalte

Otro de los componentes es la dentina, que es es el tejido que se encuentra

inmediatamente debajo del esmalte. Es uno de los cuatro componentes principales del diente,

que está compuesto por esmalte, dentina, pulpa y cemento. Está cubierta por esmalte en la

zona coronal, que es visible en la boca, y por cemento en la raíz.

Es una estructura tubular permeable, compuesta en un 70 % por hidroxiapatita,

mientras que un 20 % es materia orgánica y el 10 % restante, agua. Todo esto la hace sensible

y reactiva a procesos bioquímicos. Es también la capa que da color al diente, ya que el

esmalte es translúcido, y normalmente su tonalidad es amarillenta. Su función principal es

soportar el esmalte. También es responsable de transmitir los impulsos desde el esmalte o la

raíz a la pulpa dental o nervio del diente (ADESLAS, 2019)

La dentina dental expuesta (cavidades abiertas, dentina cervical expuesta por pérdida

de esmalte) es notablemente sensible a los cambios de temperatura, al tacto y a los dulces.

Cuando se expone, se experimenta un dolor agudo de corta duración inmediatamente después

de la estimulación al frío, al calor o al tacto.


El tratamiento de la dentina sensible ha atraído a la industria, y existen muchos

productos disponibles en el mercado. A lo largo de los años, se han recomendado cientos de

métodos, lo que demuestra que ninguno es realmente efectivo.

Por otra parte, está el cemento dental, que corresponde a un tejido mineralizado

similar al hueso que recubre la raíz del diente, la protege y también sirve como superficie de

fijación para anclar el ligamento periodontal del diente al hueso alveolar; su apariencia es de

color amarillo claro y es más delgado cerca del cuello del diente. Es ligeramente más blando

que la dentina y está compuesto de minerales inorgánicos, principalmente cristales de apatita,

de materia orgánica, principalmente colágeno y glucoproteínas y de agua. Este además

contiene las fibras de Sharpey; las cuales son porciones de las principales fibras colágenas del

ligamento periodontal incrustadas en el cemento y el hueso alveolar que unen el diente al

alvéolo (ADESLAS, 2019)

El cemento se forma continuamente a lo largo de la vida porque se deposita una nueva

capa de cemento para mantener intacta la unión a medida que envejece la capa más

superficial. Sin embargo este puede perderse, resultando lo anterior en uno de los principales

factores que conducen a padecer sensibilidad dental, junto con la pérdida de esmalte y la

recesión de las encías. El resultado es la exposición de la dentina.

La enfermedad de las encías también puede causar pérdida de cemento. Durante la

periodontitis, se produce un daño irreversible en el hueso alveolar y en las fibras que

mantienen los dientes en su lugar. En la periodontitis avanzada, ese hueso y el cemento se

destruyen. Esto provoca un aflojamiento y movilidad de los dientes. En algunos casos,

provoca la necesidad de extracción dental.

Finalmente, está la pulpa dentaria, que es el tejido blando localizado en el interior del

diente, en la cavidad pulpar, y que contiene el nervio, los vasos sanguíneos y el tejido
conectivo, estos ocasionalmente son erróneamente denominados nervios, el cual realmente

está contenido dentro pulpa del diente. La cavidad pulpar se extiende hacia la raíz del diente

como el canal o conducto radicular. La función principal de la pulpa dental es proporcionar

vitalidad al diente. Su pérdida tras un tratamiento endodóntico no significa que el diente se

pierda, el diente funciona sin dolor, pero pierde el mecanismo de protección pulpar

(ADESLAS, 2019)

La función protectora, responde a estímulos como calor, frío, presión, procedimientos

operativos de corte de la dentina o caries, enviando una señal de peligro alertando de que el

diente está sufriendo daño e induciendo la formación de dentina reactiva, dando lugar a su

protección y ayudando, por tanto, a mantener la vitalidad del diente. Lo anterior es un típico

proceso de carácter bioquímico interviniente como se anotó en la protección dental. Las

afecciones pulpares se pueden dar por distintas causas, pero se clasifican básicamente en 3:

Infecciosas: bacterias responsables de la caries. Físicas: cambios de temperatura o presión,

traumatismos y en algunos casos eléctricas o radioactivas. Químicas: por intoxicación (Hung,

2003).

Conclusiones

En resumen y desde un enfoque estrictamente químico, los componentes de los dientes

se clasifican a su vez en por una parte orgánicos y en segundo lugar inorgánicos.

Los componentes orgánicos de los dientes fundamentalmente son las proteínas. Una de

las más frecuentes es el colágeno. Este colágeno se encuentra en diferentes zonas del

organismo humano, pero su función es la de conectar los diferentes tejidos. Esta es la razón

por la que también está presente en los dientes y, en mayor cantidad, en las capas internas. Su

función resulta decisiva para el correcto funcionamiento de toda la boca. Otras de las

moléculas orgánicas que también pueden hallarse en los dientes son el citrato y el lactato. En

ambos casos, la mayor parte de estos componentes están presentes en la capa más externa: el
esmalte. De hecho, es frecuente que las pastas de dientes incluyan entre sus componentes el

citrato de potasio, dada la composición del esmalte (Barteik, y otros, 2014)

Los componentes inorgánicos, entre los que cabría destacar el agua, son varios: el

calcio y el fósforo son determinantes, pero se encuentran bajo la forma de hidroxiapatita. A su

vez, también encontramos carbonato localizado entre la superficie de unión de la dentina y el

esmalte, al igual que el cloruro. También concurren otros elementos como el magnesio, el

flúor, el vanadio, el estroncio y el plomo. Este último suele estar más concentrado en los

dientes de leche (EOC, 2019).

En cuanto a la hidroxiapatita, se trata de un mineral cuyos cristales tienen forma de

prismas hexagonales. Lo que sucede para que el calcio y el fósforo se integren en la estructura

del mismo, es que el grupo hidroxilo sale de la misma. Una vez se pierden los grupos

hidroxilo, el calcio y el fósforo ocupan su lugar conformando el fosfato de calcio cristalino

(Garduño & Reyes, 2006)

Cabe resaltar que la composición química de los dientes es compleja y, aunque similar

a los huesos debido a la presencia de hidroxiapatita, no es idéntica a ellos. El conjunto de

moléculas, orgánicas e inorgánicas, que constituyen nuestros dientes varían a lo largo de las

diferentes capas de los dientes humanos (esmalte, dentina, cemento o pulpa), pero permiten

que estos se mantengan fuertes y puedan llevar a cabo la función de masticación (EOC, 2019)

Finalmente es de resaltar en el futuro estudio de este tema, la reciente capacidad de

descubrimientos para salud que se abren a partir del papel de las células madre de los dientes

es de gran importancia, en función de sus componentes bioquímicos, tipo lípidos,

carbohidratos y partículas proteicas es clave. Las células madre están consideradas como uno

de los futuros más prometedores de la ciencia médica y paradójicamente existen 5 tipos de

células madre de origen dental: de la pulpa, del ligamento periodontal, de dientes primarios

exfoliados, de la papila dental y del folículo dental (Brunotto, y otros, 2017)


Referencias

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https://www.adeslasdental.es/como-cuidar-esmalte-dental/.

ADESLAS. (2019). Pulpa del diente: definición y funciones. Clinica dental ADESLAS.
https://www.adeslasdental.es/pulpa-del-diente/.

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https://www.adeslasdental.es/dentina-dental/.

Barteik, Centeno, Delgado, Bojanich, Ponce, & Gallara. (2014). Bioquímica básica y aplicada al
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Brunotto, M., Zárate, M., Cismondi, A., Kohan, R., Scherma, M., González, H., . . . Nieto, A. (2017).
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https://rdu.unc.edu.ar/bitstream/handle/11086/15915/Biolog%C3%ADa%20celular%20en
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EOC. (2019). EOC Barcelona. composición química de los dientes. https://eoc.cat/composicion-


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Garduño, V., & Reyes, J. (2006). La hidroxiapatita, su importancia en los tejidos mineralizados y su
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https://www.redalyc.org/pdf/432/43211937005.pdf.

Hung, M. (2003). Irritantes del Organo Dentino-Pulpar durante la ejecución de los Procedimientos
Restauradores. El odontólogo invitado.
https://www.carlosboveda.com/Odontologosfolder/odontoinvitadoold/odontoinvitado_32.h
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