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Libro + portada Justicia Multinivel - Edgar Andrés Quiroga


Natale
Derecho procesal (Universidad Libre de Colombia)

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JUSTICIA CONSTITUCIONAL MULTINIVEL Y


ACCIÓN PÚBLICA DE INCONSTITUCIONALIDAD

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Edgar Andrés Quiroga Natale

JUSTICIA CONSTITUCIONAL
MULTINIVEL Y ACCIÓN PÚBLICA
DE INCONSTITUCIONALIDAD

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© Edgar Andrés Quiroga Natale


© Grupo Editorial Ibáñez
Imprenta: Carrera 69 Bis Nº 36-20 Sur
Teléfonos: 2300731 - 2386035
Librería: Calle 12 B No. 7-12. L. 1
Tels: 2847524 - 2835194
Bogotá, D.C. - Colombia
www.grupoeditorialibanez.com

Queda prohibida la reproducción parcial o total de este libro por cualquier proceso
reprográfico o fónico, especialmente por fotocopia, microfilme, offset o mimeógrafo.

Ley 23 de 1982

ISBN: 978-958-749-xxx-x

Diagramación electrónica: Alejandra Ibáñez N.


Diseño de portada: David Cortés A.

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A TE

“(…) A te che sei


semplicemente sei
sostanza dei giorni miei
sostanza dei giorni miei
A te che sei il mio grande amore
ed il mio amore grande
A te che hai preso la mia vita
e ne hai fatto molto di più
A te che hai dato senso al tempo
senza misurarlo
A te che sei il mio amore grande
Ed il mio grande amore (…)

Lorenzo Cherubini

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Contenido

El autor ..................................................................................... 13
Prólogo ..................... ................................................................. 15
Introducción ............ ............................................................. 19

Capítulo I
Justicia constitucional multinivel
La articulación de los controles de constitucionalidad
y convencionalidad en el modelo colombiano

1. TIPICIDAD CONSTITUCIONAL .............................................. 23


1.1. El concepto de constitución .............................. 23
1.2. La Constitución como Carta Política .............. 25
1.3. La Constitución como Carta Económica .......... 28
1.4. La Constitución como Norma Jurídica ............. 33
1.4.1. Bloque de constitucionalidad
en estricto sentido .................................. 37
1.4.2. Bloque de constitucionalidad
en sentido amplio ..................................... 38
2. CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD .................................. 40
2.1. Principales Sistemas de control
de constitucionalidad ......................................... 43

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10 Edgar Andrés Quiroga Natale

2.2. Principales tipos de control de


constitucionalidad .............................................. 47
2.3. Vías de control de constitucionalidad ........... 48
2.4. El control de constitucionalidad en Colombia .. 50
2.4.1. Respecto de los sistemas y los tipos
de control de constitucionalidad ........ 50
2.4.2. Respecto de las vías de control
constitucional .......................................... 53
3. CONTROL DE CONVENCIONALIDAD ..................................... 57
3.1. Aproximación Conceptual .................................. 58
3.2. Características ..................................................... 60
3.3. Recepción del Control de Convencionalidad
en la Jurisprudencia de la Corte
Constitucionalidad Colombiana ....................... 63
4. CONCLUSIONES DEL CAPÍTULO ........................................... 69

Capítulo II
La acción pública de inconstitucionalidad en
el ordenamiento jurídico colombiano

I. ORIGEN Y ANTECEDENTES .................................................. 73


II. ASPECTOS SUSTANCIALES ................................................... 79
1. APROXIMACIÓN CONCEPTUAL Y CARACTERÍSTICAS ........... 79
2. OBJETO DE CONTROL ........................................................... 82
2.1. Control sobre los actos legislativos ............... 82
2.1.1. Respecto de los vicios de
procedimiento en el trámite
de acto legislativo ................................... 82

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Contenido 11

2.1.2. Respecto de los vicios competenciales


en el trámite de acto legislativo .......... 89
2.2. Control sobre las Leyes ...................................... 96
2.2.1. Leyes orgánicas ......................................... 98
2.2.2. Leyes Estatutarias .................................... 100
2.2.3. Leyes marco o cuadro .............................. 101
2.2.4. Leyes ordinarias ....................................... 102
2.2.5. Respecto de los vicios de forma
en el trámite de las leyes ....................... 102
2.2.6. Respecto de los vicios de fondo
en el trámite de las leyes ....................... 112
2.3. Control sobre Decretos con fuerza
material de ley ...................................................... 114
2.3.1. Decretos legislativos .............................. 114
2.3.2. Decretos extraordinarios ...................... 119
2.3.3. Decretos autónomo constitucionales .. 121
2.4. Control sobre las interpretaciones
de las Leyes ............................................................ 122
2.5. Normas e instrumentos jurídicos sujetos
a competencia especial ......................................... 125
III. RÉGIMEN PROCESAL ............................................................ 126
1. TITULARIDAD Y LEGITIMACIÓN POR ACTIVA ...................... 126
2. LEGITIMACIÓN EN CAUSA POR PASIVA ................................ 127
3. JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA .......................................... 128
4. CADUCIDAD ............................................................................. 128
5. REQUISITOS DE LA DEMANDA ............................................. 130
5.1. Requisitos generales ............................................ 130

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12 Edgar Andrés Quiroga Natale

5.2. Requisitos Especiales en la demanda


contra actos legislativos por cargos
de sustitución constitucional ............................ 132
5.2.1. La cualificación de la acción
pública de inconstitucionalidad ........... 132
5.2.2. La precisión conceptual sobre el
juicio de sustitución ................................ 132
5.2.3. La sujeción a una metodología
particular para adelantar el
juicio de sustitución ................................ 133
6. DEL TRÁMITE DE LA DEMANDA .......................................... 133
6.1. Control de procedibilidad .................................. 133
6.2. Traslado y fijación en lista ................................ 135
6.3. Pruebas, audiencia pública e invitaciones ........ 135
6.4. Fallo ...................................................................... 137
6.5. Improcedencia de Recursos y procedencia
de la solicitud de nulidad del Fallo.
El “test” de nulidad Constitucional ............... 137
IV. CONCLUSIONES DEL CAPÍTULO ........................................... 145

Suplemento ............................................................................... 147

Bibliografía ......... .................................................................... 163

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Contenido 13

El autor

Post-Doctorado en Derecho y Justicia Constitucional (PphD).


Universidad de Bolonia (Italia). Post-Doctorado en Derecho.
Universidad Nacional de Colombia (PphD). Doctorado en Derecho
(PhD). Universidad Santo Tomás. Magíster en Derecho Económico.
Universidad Externado de Colombia. Especialista en Justicia
Constitucional y Tutela Jurisdiccional de los Derechos Fundamentales.
Universidad de Pisa (Italia); Especialista en Resolución de Conflictos
y Estrategias de Negociación. Universidad Castilla La Mancha
(España). Especialista en Derecho Constitucional. Universidad
Nacional de Colombia. Especialista en Derecho Administrativo.
Universidad Santo Tomás. Especialista en Pedagogía para el
Desarrollo del Aprendizaje Autónomo. Unad. Abogado (Summa
Cum Laude). Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.
Conferencista Internacional: Universidad de Turín (Italia).
Universidad de Pisa (Italia). Universidad de Bolonia (Italia).
Universidad de Valencia (España). Instituto Tecnológico de Monterrey
(México). Asociación Argentina de Justicia Constitucional, Buenos
Aires. (Argentina).
Ha sido docente de (Doctorado, Maestría, Especialización,
Diplomado, pregrado) en: Universidad Externado de Colombia
(Bogotá). Universidad de los Andes (Bogotá). Universidad
Nacional de Colombia (Bogotá). Universidad Santo Tomás
de (Bogotá, Tunja y Cúcuta). Universidad Libre de Colombia
(Bogotá, Cartagena, Barranquilla, Pereira y Cali). Universidad
Autónoma Latinoamericana (Medellín). Universidad Simón Bolívar
(Barranquilla y Cúcuta). Universidad Gran Colombia (Bogotá y
Armenia). Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia
(Tunja). Universidad de Medellín (Medellín), Universidad del Norte
(Barranquilla). Universidad de la Sabana (Bogotá), entre otras.
Se ha desempeñado como Procurador Judicial Administrativo
II, Abogado Asesor del Ministerio del Interior y de Justicia; Par

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14 Edgar Andrés Quiroga Natale

Académico del Ministerio de Educación Nacional; Asesor de


Despacho y Jefe de la Oficina Jurídica (e) del Instituto Distrital de
Recreación y Deporte de Bogotá; Subdirector de Contratación de la
Gobernación de Boyacá; Secretario de Gobierno de Tunja; Asesor
Experto en materia de contratación estatal de la Dirección Jurídica
del Distrito de Bogotá; Asesor Jurídico externo de varias Entidades
Territoriales; Asesor Legal de varias empresas privadas; consultor
y litigante.
Autor de varios libros, capítulos de libro y artículos indexados
en Derecho, Economía y Ciencias Sociales; Miembro Sénior de
la Asociación Colombiana de Derecho Procesal Constitucional
y la Asociación Mundial de Justicia Constitucional. Miembro de
la Asociación Argentina de Justicia Constitucional. Miembro del
Instituto Jurídico Internacional de Turín (Italia).

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Contenido 15

Prólogo

El profesor Edgar Andrés Quiroga Natale presenta a la


consideración del público lector su más reciente obra titulada Justicia
constitucional multinivel y acción pública de inconstitucionalidad,
que se integra a otros trabajos académicos e investigativos del
mismo autor, entre los que destacan Tutela contra providencias
judiciales. Aproximación a las causales genéricas y específicas
de procedibilidad; Derecho Procesal Constitucional. Garantía
jurisdiccional del medio ambiente en el derecho comparado e
Interpretación constitucional. El modelo de equilibrio integral para
la decisión judicial.
En sentido estructural el nuevo texto fue concebido y dispuesto
en dos capítulos bien diferenciados, el primero de ellos destinado
al estudio de la justicia constitucional multinivel y el segundo a la
acción de inconstitucionalidad en el sistema colombiano.
La primera parte de la obra explora de modo específico la
manera como se integran los controles de constitucionalidad y de
convencionalidad en el sistema colombiano, desplegando para el
efecto tres secciones temáticas. La primera de ellas expone lo que
el autor denomina la “tipicidad constitucional”, abogando por un
concepto complejo de Constitución que responda a las dinámicas
de los tiempos actuales, a la internacionalización del derecho, a la
interacción entre sistemas jurídicos de diverso nivel, y sobre todo,
a la necesidad de proteger las tres instituciones centrales del Estado
constitucional, como son la vigencia de los derechos humanos, el
mantenimiento de la democracia y la preservación del Estado de
derecho. Para el efecto el autor analiza las que considera son las
tres dimensiones más notorias del concepto de Constitución, como
son la Constitución política, la económica y la jurídica, en la idea de
integrar un marco conceptual que resulte adecuado a la presentación
del sistema de controles jurídicos del Estado constitucional.

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16 Edgar Andrés Quiroga Natale

La segunda sección temática estudia el control de constitucionalidad.


Allí acontecen dos cosas: una presentación tradicional de esa clase
de control, que se detiene en tres asuntos: los sistemas de control
constitucional (concentrado, difuso y político), los tipos de control
de constitucionalidad (abstracto y concreto) y las vías del control
de constitucionalidad (por acción, por excepción, automática, de
objeción, de control administrativo y de control oficioso); y en
segundo término, la exposición de la manera cómo opera el control
de constitucionalidad en Colombia, calificado por el autor como
sui géneris, en el sentido de introducir elementos híbridos y mixtos
“que conviven de manera simbiótica dentro del mismo régimen
normativo”, para concluir finalmente, que el diseño institucional del
control en Colombia crea a través de los diferentes sistemas, tipos
y vías una suerte de niveles o estándares de control que pueden ir
desde controles directos y difusos, hasta niveles concentrados y/o
derivados encomendados a entes especializados o con competencias
exclusivas de conocimiento, todo lo cual se integraría con lo que el
autor llama “los controles exógenos de constitucionalidad” generados
a través del control de convencionalidad.
El tema del control de convencionalidad da cierre de la primera
parte de la obra, con una presentación de tres pasos que involucra
una aproximación conceptual del instituto, que luego da paso a las
características de ese control, así como a la sectorización de las
cuatro etapas por las que ha transitado la recepción del control de
convencionalidad en Colombia, la última de las cuales corresponde
al examen constitucional – convencional de los documentos
relacionados con el Acuerdo final para la terminación del conflicto
y el establecimiento de una paz estable y duradera, concluyendo
que en la Corte constitucional acontece “una recepción prudencial
pero con reconocimiento directo de los estándares convencionales”.
La segunda parte de la obra es propiamente procesal y allí
se desarrolla una actividad analítica alrededor de la acción de
inconstitucionalidad. Como acontece en trabajos de similares
características, se aborda el estudio de la acción de inconstitucionalidad
en otras tres secciones, la primera de ellas destinada a referir el
origen y los antecedentes de esta acción en Colombia, para luego
en la segunda, determinar los aspectos sustanciales de ese medio
de control, con énfasis en el objeto de la acción, presentando
analíticamente el control que la Corte Constitucional ejerce sobre

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Contenido
Prólogo 17

los actos reformatorios de la Constitución, cuatro clases de leyes,


los decretos de contenido legislativo, la interpretación de las leyes
y lo que allí se denomina el “control sobre normas e instrumentos
jurídicos sujetos a competencia especial”.
El capítulo II termina con el estudio del régimen procesal de la
acción de inconstitucionalidad, escenario en el que se dan cita los
tradicionales asuntos de la titularidad de la acción, la legitimación
por activa y pasiva, la jurisdicción y la competencia, la caducidad,
los requisitos de la demanda, el trámite de la misma, la sentencia
de constitucionalidad y finalmente, el régimen de nulidad de las
sentencias, formulado al modo de un “test”.
Los dos capítulos que conforman el libro terminan con un acápite
de conclusiones. Considero que las conclusiones del capítulo I son una
invitación a la reflexión y el anuncio de investigaciones posteriores,
mientras que las del capítulo II tienen un aire y un contenido
más tradicional, en el sentido de hacer el balance de la acción de
inconstitucionalidad en Colombia después de más de cien años de
existencia y de veintisiete de aplicación por la Corte Constitucional.
Personal y profesionalmente considero que la lectura del texto
del profesor Quiroga Natale es provechosa y esclarecedora. Como
contribuciones relevantes señalaría la integración entre textos clásicos
del Derecho Constitucional occidental con obras recientes de autores
colombianos y algunos latinoamericanos; la continua referencia al
derecho convencional y el despliegue de una prosa gentil con el
lector, elementos que auguran la difusión de la obra y de las tesis
en ella contenidas. Personal y profesionalmente felicito al profesor
Quiroga Natale por esta nueva contribución y le deseo el mayor de
los éxitos en esta nueva fase de su producción intelectual.

Manuel Fernando Quinche Ramírez


Doctor en Derecho (Phd)
Ex Magistrado Auxiliar de la Corte Constitucional
Tratadista y Docente Universitario.
Bogotá, agosto de 2018

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Introducción

Con la expedición de la Constitución de 1991, Colombia adopta


un modelo de Estado social de derecho, siendo corresponsal con el
nacimiento de una nueva forma de “justicia constitucional” que se
articula a partir de la consagración de cinco pilares estructurales:
i) el principio de supremacía constitucional; ii) la jurisdicción
constitucional; iii) el reconocimiento de derechos; iv) la limitación
y división del poder público; y, v) los instrumentos procesales para
la materialización de los derechos, mandatos y fines reconocidos.
Una de las transformaciones más significativa imbricada en
la citada Constitución, es la “internacionalización del Estado”,
entendiendo el constituyente que las realidades políticas y económicas
nos colocan en un escenario de profundo enclave internacional y
que la integración con otras naciones en un mundo cada vez más
globalizado dejó de ser una opción para convertirse en un nuevo
modelo político de coexistencia.
Varias son las cláusulas de apertura contenidas en el texto
constitucional entre las cuales se destacan entre otras: i) el preámbulo,
mediante el cual el Estado se compromete a impulsar la integración
de la comunidad latinoamericana; ii) el artículo 9, en donde se
estipula que las relaciones exteriores del Estado se fundamentan en el
reconocimiento de los principios del derecho internacional adoptados
por Colombia y se reitera que la integración latinoamericana y del
Caribe hace parte de la política de Estado; iii) el artículo 53, establece
que hacen parte de la legislación interna los convenios internacionales
del trabajo debidamente ratificados; iv) el artículo 93, contempla que
los tratados y convenios internacionales ratificados por el Congreso,
que reconocen los derechos humanos y que prohíben su limitación en
los estados de excepción, prevalecen en el orden interno, y, que los
derechos y deberes consagrados en la Constitución, se interpretarán
de conformidad con los tratados internacionales sobre derechos
humanos ratificados por Colombia; v) el artículo 94, adopta el

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20 Edgar Andrés Quiroga Natale

reconocimiento de los derechos innominados; vi) el artículo 214, en


donde se regulan los estados de excepción y se indica que ni siquiera
en estas condiciones se podrán suspender los derechos humanos ni
las libertades fundamentales, y, en todo caso se respetarán las reglas
del derecho internacional humanitario. Sumado a lo anterior, refiere
la norma en comento que la ley estatutaria que reglamente los estados
de excepción establecerá controles judiciales y garantías para proteger
los derechos de conformidad con los tratados internacionales.
Bajo este nuevo ordenamiento, el Estado desde el mismo año de
1991, comenzó a mutar su política exterior y de apertura económica
lo cual paulatinamente fue consolidando diferentes procesos de
integración no solo en el ámbito político, comercial y financiero,
pues concomitante a ello, también se dieron procesos de integración
jurídica.
En el proceso de globalización1 la ley ha sido exportada junto con
los bienes y servicios. El Estado dentro del sistema internacional es
una constante y “la garantía de la estatalidad sobrepasa, ahora nos
dicen, el poder del Estado - Nación. Los cambios en la atmósfera
ideológica global son tan vitales como los nuevos flujos de dinero y
bienes”2 . Dicho proceso no es neutro y determina en gran medida
la configuración de las relaciones políticas y sujeción económica de
los Estados3.

1
Sin desconocer que el concepto mismo de globalización no es neutro y mucho menos
pacífico y que ha tenido destacados defensores a través de posiciones institucionales como
las emanadas del Fondo Monetario Internacional que la define como “(…) un proceso
histórico, producto de la innovación humana y el progreso tecnológico. Hace referencia
al aumento de la integración de las economías alrededor del mundo, particularmente en
los flujos de comercio y en las finanzas. También involucra algunas veces el movimiento
de personas (trabajo), conocimiento (tecnología), dimensiones culturales, políticas y
de medio ambiente en las fronteras internacionales (…)” IMF “Globalization: ¿Threat
or Opportunity?”. Work Paper, 2000. pág. 38. En sentido contrario, también existen
reconocidas voces que consideran que la globalización es una invención de la banca
multilateral encaminada a facilitar el intervencionismo económico; por ejemplo, tesis
radicales como las de Rugman esgrimen “(…) la globalización fue un mito, realmente
nunca ocurrió (…) lo que está experimentando el mundo es un nuevo ordenamiento
regional como único motor de los negocios internacionales (…)” Rugman, Alan. The
End of Globalization. Amacon, 2001. pág. 2.
2
Evans, Peter. El eclipse del Estado. Reflexiones sobre la estatalidad en la era de la
globalización. Berkeley: Universidad de California, 1997. pág. 98.
3
Heydebrand, Wolf. “From globalisation of law to law under globalisation”, en:
Nelken, D. & Feest, J. (Dir.). Adapting Legal Cultures. Oxford: Hart Publishing.
pp. 117-137.

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Introducción
Contenido 21

Producto de lo anotado, surge un nuevo concepto de “tipicidad


constitucional” ya que la adopción y desarrollo del bloque de
constitucionalidad integra al estatuto superior normas, principios e
instrumentos jurídicos derivados de tratados y convenios de carácter
internacional ampliando de forma significativa el “tamaño”, alcance,
aplicación y efecto irradiador de la Carta Fundamental.
Este proceso de integración jurídica, genera a su vez la coexistencia
de diferentes controles (endógenos y exógenos) que se articulan con
el fin de garantizar el principio de supremacía constitucional y es
en este escenario en donde surgen distintas tensiones respecto del
poder de sujeción que tienen unos y otros.
Por una parte, la tesis de la “justicia supranacional”4 defiende la
existencia de controles provenientes de jurisdicciones extranjeras que
ejercen primacía y subordinación frente a los controles y jurisdicción
interna; por otro lado, se contrapone la tesis de la “justicia multinivel”5
de la cual se decanta la existencia de un solo corpus constitucional
extendido6 respecto del cual existen diferentes niveles o estándares de
control7 que lejos de excluirse se complementan entre sí expropiando
cualquier idea de renuncia o abdicación de la soberanía.
Dichas tensiones se ven reflejadas de forma tangible en el
momento de administrar justicia en donde el fallador tiene que
aplicar tanto estándares internos como exógenos para construir sus
decisiones ,y es por esta razón, que los instrumentos del derecho
procesal constitucional8 permiten hacer dúctil el modelo de Estado
y la supremacía constitucional al posibilitar el control del poder
político y la justiciabilidad de los derechos.

4
Ver: Villalba, Bernie Pablo. Justicia Constitucional Supranacional. Bogotá: Ed.
Nueva Jurídica, 2017.
5
Ver: Mezzetti, Luca. Giustizia Costitucionale. Universidad de Bolonia, 2015.
6
Lo cual se corresponde con la noción de bloque de constitucionalidad acuñado por
la Corte Constitucional colombiana, concepto del cual se dará cuenta en un apartado
posterior del presente estudio.
7
Endógenos y exógenos.
8
Respecto de esta disciplina anota Rey: “(…) El Derecho Procesal Constitucional
(…) comprende un conjunto “normas”, “principios” y “valores” contenidos en la
Constitución Política y en la ley que regulan los procesos constitucionales, cualesquiera
que sean los órganos encargados de preservar con justicia y con efectividad la
supremacía de la Constitución y la protección procesal de los derechos humanos
(…) Rey Cantor, Ernesto. El derecho procesal constitucional. Un nuevo concepto.
Bogotá: Ed. Doctrina y Ley, 2010. pág. 13-14.

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22 Edgar Andrés Quiroga Natale

Dentro de los diferentes niveles de control que imbrica la


Justicia constitucional Multinivel se encuentra la acción pública
de inconstitucionalidad por medio de la cual se hacen explícitos
en la praxis los diferentes estándares de protección objetiva (inter
y extra sistémicos) con el fin último de garantizar la supremacía
constitucional.
Dentro del escenario contextual descrito, y con el objeto de
contribuir al examen de las tensiones referidas, el presente estudio
se divide en dos capítulos así:
Capítulo I: Justicia Constitucional Multinivel. La articulación
de los controles de constitucionalidad y convencionalidad en el
ordenamiento jurídico colombiano.
El capítulo se desarrolla siguiendo el siguiente itinerario: i) A
título de contextualización y soporte dogmático, se hará un examen
del concepto de tipicidad constitucional particularmente fincado
en la Carta fundamental colombiana de 1991; ii) Posteriormente
se abordará el concepto, sistemas, tipos y vías de control de
constitucionalidad y la forma en que se desarrollan en el modelo
colombiano; iii) En un tercer apartado, se examinará el control
de convencionalidad y la manera como ha sido su recepción en la
jurisprudencia de la Corte constitucional colombiana; y, a título de
corolario, se presentarán unas conclusiones.
Capítulo II: La Acción Pública de Inconstitucionalidad en el
ordenamiento jurídico colombiano.
El referido capítulo desata el análisis de los siguientes tópicos: i)
Origen y antecedentes, con el objeto de comprender el surgimiento
institucional del mecanismo de control; ii) Aspectos sustanciales,
los cuales abordan el objeto multidimesional pasible de control y
sus más relevantes características; iii) Régimen procesal, con el fin
de examinar el diseño adjetivo que permite efectivizar el referido
control; y por último, se decantaran unas conclusiones que develen
los aspectos nucleares desarrollados en el referido apartado.

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Capítulo I
Justicia constitucional multinivel
La articulación de los controles de
constitucionalidad y convencionalidad
en el modelo colombiano

1. TIPICIDAD CONSTITUCIONAL

A partir de las cláusulas de apertura o normas de envío


descritas en el introito, se decanta que la Constitución adquiere un
nuevo corpus en donde ya no puede interpretarse tan solo como
la suma de su articulado; aunado a ello, existe otro conjunto de
normas, principios o instrumentos que la integran y/o sirven de
parámetro para su control. Además, no puede desconocerse que
la Constitución tiene una dimensión política y económica, lo
cual suma complejidad a su diseño, arquitectura y alcance; por
lo tanto, resulta imperioso establecer como premisas iniciales i)
qué es la Constitución, y, ii) cuáles son y cómo se integran las
dimensiones que se articulan a ella determinando su contenido,
sentido, significado y uso.
El conjunto integral e inescindible de los elementos en comento,
constituye la base de lo que denominó “tipicidad constitucional”,
concepto que será objeto de estudio trasversal en este apartado.

1.1. El concepto de constitución

La complejidad que acompaña la aproximación al concepto de


“Constitución”, inicia por su ambigüedad semántica, es decir, que
Constitución tiene varios y disímiles significados, sumado a una

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24 Edgar Andrés Quiroga Natale

ambigüedad sintáctica, ya que cada significado puede tener a su


vez varios usos1.
En igual sentido, Guastini afirma que dentro del universo
polisémico del concepto de Constitución puede destacarse algunas
acepciones que hacen referencia a: i) un ordenamiento de tipo
liberal; ii) un conjunto de normas jurídicas –en algún sentido
fundamentales–; iii) un documento normativo, y, iv) un particular
texto normativo dotado de ciertas características “formales”, o sea, de
un peculiar régimen jurídico (…)”2. Sobre la misma vía argumental,
y haciendo referencia a la naturaleza jurídica de la Constitución,
Pulido advierte la complejidad de dicho reconocimiento, ya que el
concepto “norma” no es pacífico debido a su alto grado polisémico3.

1
Respecto del particular anota Sierra: “(…) Existe la denominada “ambigüedad
semántica”, que se verifica cuando una palabra tiene más de un significado cuando
es empleada en un texto legal con distintos alcances semánticos. A título de ejemplo
de dicha ambigüedad, es posible citar la expresión “contribuciones” contenida en el
artículo 338 de la Constitución: en sentido genérico, dicho vocablo denota “tributo”, en
sentido específico, significa “contribuciones parafiscales” (…) Otra peculiaridad de la
interpretación constitucional en Colombia es la denominada “ambigüedad sintáctica”,
la cual se advierte siempre que un determinado precepto o enunciado pueda expresar
más de una proposición dado que las conexiones entre las palabras que lo componen
pueden interpretarse de distintos modos. Ejemplo de este tipo de ambigüedad es la
derivada del artículo 42 de la Constitución, el cual establece las formas en que se
constituye la familia en Colombia (…)”. Sierra Porto, Humberto Antonio. “Los
factores que determinan las particularidades de la interpretación constitucional en
Colombia”, en: Diálogos constitucionales de Colombia con el mundo. VIII Encuentro
de la Jurisdicción Constitucional. Bogotá: Corte Constitucional - Universidad
Externado de Colombia, 2013. pág. 269.
2
Ver: Guastini, Riccardo. “Sobre el concepto de Constitución”, en: Teoría del
Neoconstitucionalismo. Madrid: Edit. Trotta. 2007, pág. 15, 16.
3
“(…) La ambigüedad de la palabra norma. La palabra norma es empleada para
definir dos objetos con diferencias muy marcadas: a) norma como texto legal, es
decir enunciados lingüísticos que se encuentran dentro de un documento normativo;
por otro lado; b) el termino norma se emplea para referirse al significado del texto
legal –de la norma en el primer sentido– (R. Guastini, 1999). En la primera acepción,
norma –como texto normativo– se refiere exclusivamente a aquellos documentos
(y cada una de sus partes) que son considerados como fuentes formales de normas
jurídicas (e.g constitución, códigos, decretos etc.). Norma, según la segunda de las
acepciones, puede ser de carácter conceptual, constitutivo y deóntico. Las normas
conceptuales tienen por objeto definir términos legales, las constitutivas determinan
quienes tienen poderes normativos y las deónticas establecen como jurídicamente
obligatorio, prohibido o facultativo un caso. La relevancia de dicha distinción radica
en que los ordenamientos jurídicos están conformados por normas (en el segundo
sentido) y no por textos (normas en el primer sentido) (…)”. Pulido Ortiz, Fabio
Enrique. “El control constitucional abstracto”, en: Revista Prolegómenos. Derechos
y Valores”. Bogotá: Universidad Militar Nueva Granada, 2011. pág. 167.”.

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Capítulo I. Justicia constitucional multinivel. La articulación de los controles... 25

De lo anterior, prima facie, se puede decantar que el concepto


“Constitución” no funge como una cláusula pétrea, neutral y
homogénea, a contrario sensu, resulta ser un concepto polisémico,
multiuso, polidimensional y en permanente construcción.
No obstante, la complejidad anotada, la tipicidad Constitucional
que acompaña la Carta de 1991 integra de forma clara tres
dimensiones i) política, ii) económica y iii) jurídica, respecto de las
cuales se hará una breve descripción:

1.2. La Constitución como Carta Política

Bajo ésta dimensión (política), la Constitución se erige como una


Carta que funge de marco institucional para el desarrollo del poder
público, fijando los límites de los detentadores del poder, las garantías
de los destinatarios del mismo y la manera como se articulan las
instituciones dentro de la estructura del Estado.
Esta noción concibe la Carta Constitucional como una Carta de
Poder, un texto que explicita el modelo de Estado, el sistema político
y las formas de gobierno; es decir, el pacto político al cual llegaron
los miembros de un determinado pueblo respecto de la manera como
se constituirían en una comunidad política organizada.
Para Lassalle4, la Constitución podía entenderse como la
sumatoria de los factores reales de poder que existe en un determinado
Estado, de igual manera, desde la visión política Valencia sostiene
que las constituciones reflejan la lucha de los pueblos en búsqueda
de sus derechos y reivindicaciones, luchas que convierten a estos
textos en verdaderas “cartas de batalla”5.
La Constitución de 1991 establece en su artículo 3 que la soberanía
reside “exclusivamente en el pueblo de la cuál emana el poder
público”, cláusula a partir de la cual se edifica el diseño social y
democrático imbricado a nuestro modelo de Estado. De acuerdo a
ésta máxima (soberanía popular), el poder se encuentra en cabeza del
pueblo de forma originaria (constituyente) y de allí se desprende o
irradia hacia las instituciones a través de las cuales éste se vehicula
conformando las macro funciones o poderes públicos (ejecutivo,

4
Ver: Lasalle, Ferdinand. Qué es una Constitución. Buenos Aires: Ed. Ariel, 2013.
5
Ver: Valencia Villa, Hernando. Cartas de Batalla. Bogotá: Panamericana, 1998.

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26 Edgar Andrés Quiroga Natale

legislativo, judicial, electoral, fiscalizador y los entes autónomos con


régimen constitucional especial6).
Producto del diseño constitucional que emana de la arquitectura
de la Carta de 1991, la dimensión política recae en varios principios
o máximas axiales destacándose por su importancia y ductibilidad el
principio democrático sustancial el cual resulta a su vez polisémico
y en permanente construcción.
Como primera aproximación, desde la filosofía política,
democracia es la expresión de una forma política de gobierno7 en
donde el poder (kratos) es detentado por el pueblo (demos) y en su
comprensión más restringida supone que el pueblo es quien designa
a las autoridades que lo gobiernan.
Una visión más extensiva del concepto8, lleva a concebir la
democracia como un sistema de gerencia de las relaciones de
poder que existe en los Estados en donde el pueblo al ejercer su
soberanía limita directamente las competencias y prerrogativas
de las instituciones y autoridades. Esta visión en su forma más
desarrollada9 contempla también la democracia como un límite a la
misma soberanía del pueblo, es decir, que la democracia para que
sea posible no puede entenderse como el poder omnímodo de las
mayorías sino que debe concebirse como un todo (incluyendo las
minorías) y para evitar que este se desborde (y desate en su misma
autodestrucción) también tiene límites explicitados en los principios
y reglas que gobiernan la forma como el poder y las instituciones (a
través de las cuales éste se vehicula) deben regirse aún para mutar
o desaparecer.
Desde el plano del diseño institucional, la democracia en los
Estados de corte social y de derecho, se traduce en principios tales
como la separación de los poderes, la existencia de sistemas de
frenos y contrapesos, el reconocimiento de la iusfundamentalidad
derivada de los derechos políticos, la existencia de mecanismos
formales y materiales de participación, el monopolio del uso legítimo

6
Banco de la república, Comisión nacional de servicio civil, Universidades y
Corporaciones autónomas regionales.
7
Diferente a la monarquía y la aristocracia.
8
Propia de los Estados liberales occidentales.
9
Característica de los modelos constitucionales contemporáneos.

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Capítulo I. Justicia constitucional multinivel. La articulación de los controles... 27

de la fuerza en cabeza del Estado, la fijación de estándares de


responsabilidad frente al quebrantamiento de las reglas primarias y
consecuenciales del ejercicio del poder constituido, etc. El conjunto
de las máximas de optimización10 enunciadas es lo que compone el
principio democrático sustancial.
En punto al desarrollo del referido principio, resulta evidente
que éste resulta trasversal al corpus de la Carta Fundamental de
1991 materializado como: i) un marco institucional (preámbulo);
ii) principio fundamental (artículo 1); fin del Estado (artículo 2); iii)
expresión de la soberanía popular (artículo 3); iv) reconocimiento
derivado de supremacía (artículo 4); v) reconocimiento inalienable
(artículo 5); vi) sistema de integración (artículos 9, 224 al 227); vii)
derecho fundamental (artículos 20, 23, 24, 28, 37, 38, 40, 56); viii)
estándar de responsabilidad (artículos 6, 90, 91, 93, 94, 122); ix) deber
(artículo 95); x) expresión de la participación ciudadana (artículos
23, 86, 87, 88, 103, 107, 112); xi) expresión republicana de separación
de poderes y existencia de frenos y contrapesos (artículos 3, 1113
al 208, del 228 al 284); xii) reconocimiento del monopolio legítimo
de la fuerza (artículos 216 al 223); y, xiii) autonomía territorial y
descentralización administrativa (artículos 1, 285 al 331).
Sumado a lo anterior, el principio democrático sustancial es
reconocido por el Estado colombiano (de forma directa o derivada)
en la celebración de múltiples tratados internacionales los cuáles
hacen parte del bloque de constitucionalidad11 y desarrollado de

10
Ver Alexy, Robert. Tratado sobre los derechos fundamentales. Ed. Oxford University,
1998.
11
Entre otros: a) Pacto internacional de derechos civiles y políticos. b) Pacto internacional
de derechos económicos, sociales y culturales. c) Convención para la prevención y
la sanción del delito de genocidio. d) Convención Internacional sobre la Eliminación
de todas las Formas de Discriminación Racial. e) Convención sobre la eliminación
de todas las formas de discriminación contra la mujer. f) Convención sobre los
Derechos del Niño. g) Convenio No. 169 de la Organización Internacional del
Trabajo. h) Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos
o Degradantes. i) Convención internacional sobre la protección de los derechos de
todos los trabajadores migratorios y de sus familiares. j) Convenio de Ginebra del 12
de agosto de 1949 para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las
fuerzas armadas en campaña (Convenio I). k) Convenio de Ginebra del 12 de agosto
de 1949 para aliviar la suerte que corren los heridos, los enfermos y los náufragos
de las fuerzas armadas en el mar (Convenio II). l) Convenio de Ginebra del 12 de
agosto de 1949 relativo al trato debido a los prisioneros de guerra (Convenio III).
m) Convenio de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la protección debida

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28 Edgar Andrés Quiroga Natale

forma progresiva en el precedente constitucional12 y convencional13


refrendando así su importancia nuclear para el sistema colombiano
y regional.
De lo anterior se colige que el principio democrático sustancial es
un elemento esencial y definitorio de la Carta Fundamental de 1991
y la principal expresión del contenido político de la Constitución.

1.3. La Constitución como Carta Económica

Una segunda dimensión que se articula a nuestra tipicidad


constitucional es la económica, haciendo de la Carta Fundamental
la principal institución formal14 en donde se explicita la manera
como debe asignarse los bienes primarios del Estado, y conforme
a ello, la distribución de los mismos a través de unos parámetros

a las personas civiles en tiempo de guerra (Convenio IV). n) Protocolo Adicional


a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la Protección de
las Víctimas de los Conflictos Armados Internacionales (Protocolo I). o) Protocolo
adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la protección
de las víctimas de los conflictos armados sin carácter internacional (Protocolo II). p)
Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. q) Convención Americana sobre
Derechos Humanos. Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos
Humanos en materia de Derechos. Económicos, Sociales y Culturales “Protocolo de
San Salvador. r) Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura.
s) Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas. Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer. t)
Convención de Belém do Pará, etc.
12
Ver entre otras Sentencias: C-970 de 2004, C-971 de 2004, C-1040 de 2005, C-757
de 2008, C-588 de 2009, C-141 de 2010.
13
Ver entre otras Sentencias: Caso Suarez Rosero VS Ecuador. Sentencia de noviembre
12 de 1997. Caso Castillo Petruzzi y otros VS Perú. Sentencia de mayo 30 de 1999.
Caso de los “Niños de la Calle” (Villagrán Morales y otros) VS Guatemala. Sentencia
de noviembre 19 de 1999. Caso “La última tentación de Cristo” VS Chile. Sentencia
de febrero 5 de 2001. Caso Myrna Mack Chang VS Guatemala. Sentencia del 25 de
noviembre de 2003. Voto concurrente razonado del Juez Sergio García Ramírez. Caso
Tibi vs. Ecuador. Sentencia del 7 de diciembre de 2004. Voto concurrente razonado
del Juez Sergio García Ramírez. Caso Raxcacó Reyes VS Guatemala. Sentencia de
septiembre 15 de 2005. Caso de “La Masacre de Mapiripán” VS Colombia. Sentencia
de septiembre 15 de 2005. Caso Almonacid Arellano y otros vs. Chile. Sentencia del
26 de septiembre de 2006. Caso Trabajadores Cesados del Congreso (Aguado Alfaro
y otros) vs. Perú. Sentencia del 24 de noviembre de 2006. Caso Castañeda Gutman
VS Estados Unidos Mexicanos. Sentencia de agosto 6 de 2008.
14
Siguiendo la teoría institucional de la economía. Ver: North, Douglass. Instituciones,
cambio institucional y desempeño económico, 3ª reimp. México: Fondo de Cultura
Económica, 2006.

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Capítulo I. Justicia constitucional multinivel. La articulación de los controles... 29

institucionales que persiguen la realización del fin constitucional


de proveer un “orden económico justo” pero haciéndolo compatible
con las reglas marco que impone el mercado.
Los ordenamientos jurídicos (aunque no son económica, política
ni éticamente neutros), y más exactamente las constituciones que los
rigen, rara vez explicitan de manera taxativa y puntual la adopción
de una teoría y/o modelo económico.
Para el caso colombiano, en el acto fundacional de la Carta Política
de 1991 al haber convocado en la Asamblea Nacional constituyente
tan diversos y disímiles sectores impregnados de ideologías y
filosofías distintas (y en ocasiones antagónicas), estos pensamientos
se vieron reflejados en el texto constitucional generando una suerte
de “neutralidad ideológica” al integrarse en un solo corpus. En
punto de discusión anota Upegui: “(…) El texto de la Constitución
y la reformulación del Estado, no son la expresión de la voluntad
omnímoda de un partido mayoritario, la idea de hierro de una
ideología predominante o la supremacía de la dogmática de una
concepción filosófica. Es en cambio un ejercicio de síntesis (…)”15.
La referida “neutralidad ideológica”, genera en la praxis una
fuerte ambigüedad sistémica que resulta de la consagración de un
ordenamiento jurídico - económico que obedece a la simbiosis de
varios modelos reunidos bajo el concepto de una “economía social
de mercado”16, en el cual se destacan en particular la adopción de dos

15
Upegui Mejía, Juan Carlos. Doce tesis en torno al concepto de Estado social de
derecho. Bogotá: Universidad Externado de Colombia, 2009. pág. 34.
16
Concepto acuñado por el Tribunal Federal Constitucional Alemán y adoptado por
nuestro máximo Tribunal Constitucional en prolijo precedente en punto del cuál
ha fijado algunas pautas y nociones respecto de las cuales se destacan: 1) “(…) La
Carta adopta un modelo de economía social de mercado, que reconoce a la empresa
y, en general, a la iniciativa privada, la condición de motor de la economía, pero que
limita razonable y proporcionalmente la libertad de empresa y la libre competencia
económica, con el único propósito de cumplir fines constitucionalmente valiosos,
destinados a la protección del interés general. Este marco de referencia, a su vez, tiene
profundas implicaciones en el modo en que se comprende los derechos y libertades
de los agentes de mercado. En ese sentido, la jurisprudencia ha definido de manera
consistente y reiterada a la libertad de empresa como un criterio amplio, que en su
aspecto más esencial puede definirse como una facultad que tiene toda persona de
realizar actividades de carácter económico, según sus preferencias o habilidades, con
miras a crear, mantener o incrementar su patrimonio. Empero ese carácter amplio,
como ya se indicó, la libertad económica encuentra su definición concreta a partir de
sus componentes particulares: la libertad de empresa y la libre competencia económica

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30 Edgar Andrés Quiroga Natale

corrientes diferentes (sin ser las únicas) en la misma Carta Política, que
ha generado una dicotomía clara sobre sus alcances interpretativos.
De una parte, la Constitución imbrica un modelo de Estado con
fuerte acento en lo social, en la equidad, el colectivo y la igualdad.
Desde la dimensión económica integra varios instrumentos de
distribución y planificación explícitos en valores y principios tales
como el orden económico justo (preámbulo), la prevalencia del interés
general (art. 1), la promoción de la igualdad real y efectiva (art. 13),
la cogestión empresarial (art. 57), la dirección económica en cabeza
del Estado (art. 334), etc.
Por otro lado, la Carta Fundamental introduce evidentes
postulados clásicos y neoclásicos17 que caracterizan un modelo

(…)” Sentencia C-228 de 2010. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva; 2) “(…) En materia
económica la Carta de 1991 adoptó el modelo de economía social de mercado. En este
sentido ha dicho la Corte Constitucional, que “el Estado Constitucional colombiano
es incompatible tanto con un modelo del liberalismo económico clásico, en el que se
proscribe la intervención estatal, como con modalidades de economía de planificación
centralizada en las que el Estado es el único agente relevante del mercado y la
producción de bienes y servicios es un monopolio público. En contrario, la Carta adopta
un modelo de economía social de mercado, que reconoce a la empresa y, en general, a
la iniciativa privada, la condición de motor de la economía, pero que limita razonable
y proporcionalmente la libertad de empresa y la libre competencia económica, con
el único propósito de cumplir fines constitucionalmente valiosos, destinados a la
protección del interés general”. De acuerdo con lo anterior, el texto constitucional
fue dispuesto para una sociedad de mercado, es decir, para un tipo de organización
que desarrolla procesos ágiles de intercambio, que buscan no sólo la satisfacción de
necesidades básicas, sino también la obtención de ganancia, bajo el supuesto según
el cual, la actividad económica debe ser dinámica y estar en crecimiento, todo ello
en un escenario (el mercado) fundado en la libertad de acción de los individuos (las
libertades económicas), en el que “las leyes de producción, distribución, intercambio
y consumo se sustraen a la reglamentación consiente y planificada de los individuos,
cobrando vida propia (…)” Sentencia C-032 de 2017 M.P. Alberto Rojas Ríos; 3)
“(…) Las normas que integran lo que la jurisprudencia define como la “Constitución
Económica” tienen importantes efectos en lo que respecta al modo e intensidad del
juicio de constitucionalidad de las normas legales destinadas a regular la intervención
del Estado en la economía. Como se ha visto, las garantías constitucionales propias
de la libertad de empresa encuentran su verdadero sentido cuando se les comprende,
no como prerrogativas sin límite y exclusivamente destinadas a la maximización del
beneficio de los participantes en el mercado, sino cuando son entendidas en el marco
de la protección del interés social. Ello en el entendido que existe una cláusula general
a favor del Estado, que le permite intervenir en la economía con el fin de proteger los
bienes y valores constitucionales que se concretizan en las operaciones de intercambio
de bienes y servicios (…)” Sentencia C-228 de 2010. M.P. Luis Ernesto Vargas silva.
17
“(…) La distinción entre lo neoliberal y lo posliberal facilita precisar el objeto de la
crítica. Por neoliberal entiendo la filosofía y las prácticas que sustentan el conjunto

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Capítulo I. Justicia constitucional multinivel. La articulación de los controles... 31

anclado en la defensa de la libertad, la asignación, el crecimiento


y la eficiencia económica a partir de cláusulas de reconocimiento
y protección multidimensional a la libertad como derecho (art. 13),
escogencia de oficio, arte o profesión (art. 26), defensa de la propiedad
privada (art. 58), la posibilidad de desarrollo de la iniciativa privada,
la empresa y el comercio (art. 333), etc.
Con el objeto de armonizar las evidentes tensiones subyacentes
en la consagración de modelos económicos prima facie
opuestos y excluyentes en un mismo corpus superior, la
Corte Constitucional de forma progresiva introduce subreglas
hermenéuticas entorno a la comprensión integrada e inclusiva de las
propuestas descritas (Véase por ejemplo las sentencias T-505/9218,
C-040/93, C-074/9319, C-265/9420, C-398/95, C-524/9521, C-176/96,

de políticas económicas que desde finales de los años ochenta han propuesto las
instituciones de crédito internacional y algunas organizaciones, como el Congreso
norteamericano, que tienen su sede en Washington (Williamson 1990, 1990b, 2000).
Esta definición de lo neoliberal muy cercana al Consenso de Washington, tal y como
lo definió Williamson a comienzos de los años noventa, precisa cuál es el tema de
discusión. El enfoque de Williamson es estrecho, pero si el concepto se extiende más
se corre el peligro de atribuirle al pensamiento posliberal afirmaciones y prácticas que
solo caben en el marco de lo neoliberal. El significado de posliberal, es mucho más
amplio, y comprende toda reflexión filosófica y económica que se ha dado alrededor
del pensamiento liberal. En éste horizonte abierto caben autores tan disímiles como
Mises, Hayeck, Rawls, Arrow, Nozick y Sen”. González, Jorge Iván. No hay
falacia neoliberal. Bogotá: Universidad Nacional, 2003. p. 55.
18
“… El Estado Social de Derecho, los principios de la dignidad humana y de solidaridad
social […] guían la interpretación de la Constitución económica…”.
19
“… La carta no se limita, entonces, a regular la organización supra estructural del poder
público. NO. El constituyente recogió la tradición jurídica occidental de posguerra y
con ella una nueva visión del derecho constitucional, de la que deben destacarse cuanto
menos tres elementos esenciales. En primer lugar, el nuevo derecho constitucional
diseña un marco económico ontológicamente cualificado, que parte del reconocimiento
de la desigualdad social existente […] No se trata entonces de un texto neutro que
permita la aplicación de cualquier modelo económico, pues las instancias de decisión
política deben, de una parte, respetar los límites impuestos por el conjunto de derechos,
y de otra, operar conforme a los valores y principios rectores que la Carta consagra,
así como procurar la plena realización de los derechos fundamentales”.
20
“… La Constitución confiere un mayor valor a los derechos y libertades de la
persona que a los derechos y libertades de contenido puramente patrimonial, ya que
expresamente establece el dirigismo económico, es decir, consagra un mercado de
bienes y servicios, pero bajo la dirección del Estado, mientras que proscribe todo
dirigismo en materia política, ética o intelectual…”.
21
“Con respecto a las limitaciones que según nuestro Estatuto Supremo se permite
imponer a la libertad económica, ha dicho la Corte que ‘en el marco de un Estado
Social de Derecho (CP art. 1), fundado en la dirección general de la economía por

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32 Edgar Andrés Quiroga Natale

C-713/9822, C-433/00, C-616/0123, entre otras). decantando que la


Carta Fundamental imbrica una “Economía Social de Mercado”, la
cual hace posible conciliar los postulados económicos neoclásicos
de la eficiencia (asignación) junto con los principios sociales de la
equidad (distribución) partiendo de cláusulas de libertad individual
pero con límites en el bien común explícitas en ¨fórmulas24”
tales como la defensa de la propiedad privada pero con función
social y ecológica; promoción de la empresa pero con respeto a la
competencia; lesseferismo con intervencionismo; respeto a la libertad
pero con defensa concomitante de la igualdad; desarrollo de derechos
subjetivos pero a la vez protección de derechos colectivos; explotación
de los recursos y crecimiento económico pero sin devastación de la
naturaleza persiguiendo líneas de desarrollo sostenible, etc.
No obstante la referida tendencia armonizadora propuesta por
el máximo tribunal constitucional, en la práctica resulta complejo
y en ocasiones contra factum efectivizar dicha “economía social
de mercado” ya que a diferencia del modelo alemán (del cual ya

parte del Estado (CP art.334), –tal libertad– está sometida a limitaciones potenciales
más severas que las otras libertades y derechos constitucionales’, pues como se dejó
establecido en pronunciamiento anterior, ‘la Constitución confiere un mayor valor a
los derechos y libertades de la persona que a los derechos y libertades de contenido
puramente patrimonial, ya que expresamente establece el dirigismo económico, es
decir, consagra un mercado de bienes y servicios pero bajo la dirección del Estado,
mientras que proscribe todo dirigismo en materia política, ética o intelectual’ y, en
consecuencia, debe hacerse una interpretación más amplia de las facultades regulatorias
del Estado en relación con las libertades económicas ’por cuanto la Constitución ha
conferido un marco amplio y flexible al Congreso para regular estas materias’ (sent.
265/94 M. P. Alejandro Martínez Caballero)…”.
22
“… Por consiguiente, los principios constitucionales en asuntos ligados a la economía,
por establecer el marco para el ejercicio de la actividad económica, tienen carácter
vinculante tanto para las autoridades públicas como para los particulares. En especial
dichos principios y reglas permiten confrontar en términos de validez las políticas
económicas y sociales que adoptan el legislador y el gobierno, cuya discrecionalidad
política forzosamente resulta limitada…”.
23
“…La intervención estatal en la economía tiene distinta modulación según el sector
económico sobre el cual recaiga, pues mientras en determinadas actividades o servicios
públicos considerados estratégicos puede ser muy intensa al punto de eliminar la
iniciativa privada, en otros sectores tiene un menor grado en forma tal que se faculta a
los particulares para desarrollar determinadas actividades económicas con un permiso,
autorización o licencia por parte del Estado, e incluso, en algunos casos no se requiere
ningún permiso o autorización previa para el ejercicio de una determinada actividad,
industria u oficio, pues allí opera como regla general la libre iniciativa sin permisos
previos (Art. 333 Constitución Política)…”.
24
Ver sentencias tales como: C-228 de 2010, C-032 de 2017, C-228 de 2010, entre otras.

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Capítulo I. Justicia constitucional multinivel. La articulación de los controles... 33

se dijo proviene dicha propuesta), el Estado Colombiano es un


Estado Mínimo, es decir, que paulatinamente entregó sus funciones
sustantivas a los particulares y la empresa privada reduciendo su
tamaño a la mínima expresión y en tal virtud el Estado no tiene la
fuerza, capacidad y los instrumentos materiales para poder controlar
y/o hacer dúctil el poder del mercado libre.
De lo anterior se colige que la Tipicidad constitucional se compone
de una importante dimensión económica que sin duda determina la
manera como el componente político y jurídico se hacen posibles en
el diseño institucional. Siguiendo las enseñanzas de Marquardt25,
esta dimensión es tan importante que la verdadera separación de
los poderes es la que puede existir o no entre Estado y Economía.

1.4. La Constitución como Norma Jurídica

Una tercera dimensión26 que se integra a la Tipicidad constitucional


es sin duda la Jurídica bajo la cual se concibe a la Carta Fundamental
como una norma de derecho la cual se reviste de carácter superior
dentro del sistema de fuentes. Bajo esta máxima de soberanía
normativa, la Constitución se convierte en el origen y cierre del
ordenamiento jurídico.
Haciendo referencia en exclusivo al contenido normativo de la
Constitución, resulta importante señalar que la Corte Constitucional a
partir de su puesta en funcionamiento en el año 1992 comenzó a utilizar
como parámetro de constitucionalidad normas contenidas en los tratados
internacionales de derechos humanos ratificados por Colombia27, pero

25
Ver: Marquardt, Bernd. Historia constitucional comparada de Iberoamérica. Bogotá:
Ed. Ibáñez, 2016.
26
Sobre la cual se hará el mayor énfasis en el presente apartado dada su relevancia con
el control de constitucionalidad y convencionalidad.
27
“Ver las sentencias T-002 de 1992 sobre criterios para determinar la fundamentalidad
de los derechos constitucionales, T-409 de 1992 sobre obediencia debida y derecho
internacional humanitario, C-574 de 1992 que revisó la constitucionalidad del
Protocolo I a los Convenios de Ginebra y la T-426 de 1992 que, a partir de la
Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto de Derechos Económicos
Sociales y Culturales, reconoció como fundamental el derecho a la subsistencia o
derecho al mínimo vital”. Uprimny Yepes, Rodrigo. “Bloque de constitucionalidad,
derechos humanos y nuevo procedimiento penal”, en: Reflexiones sobre el nuevo
Sistema Procesal Penal. Bogotá: Consejo Superior de la Judicatura, 2004. pág. 7.

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34 Edgar Andrés Quiroga Natale

solo hasta 199528 acuña el término “bloque de constitucionalidad”29


el cual está compuesto por “(…) aquellas normas y principios que,
sin aparecer formalmente en el articulado del texto constitucional,
son utilizados como parámetros del control de constitucionalidad
de las leyes, por cuanto han sido normativamente integrados a
la Constitución, por diversas vías y por mandato de la propia
Constitución. Son pues verdaderos principios y reglas de valor
constitucional, esto es, son normas situadas en el nivel constitucional,
a pesar de que puedan a veces contener mecanismos de reforma
diversos al de las normas del articulado constitucional stricto sensu
(…)30.
En la providencia en cita, la Corte apela al concepto en comento
para resolver la aparente antinomia existente entre los artículos 4 y 93
superiores (ya que el primero prescribe que la Constitución es norma
de normas y el segundo estipula que los Tratados internacionales
de Derechos Humanos ratificados por Colombia prevalecerán en el
orden interno), lo cual generó un debate hermenéutico respecto de la
jerarquía normativa de estos tratados entorno ha si se consideraban
supra o infra constitucionales; la Corte responde que dichos Tratados
no están ni por encima ni por debajo de la Constitución sino que se
encuentran en la misma jerarquía por hacer parte de un bloque de
constitucionalidad.
La inserción y desarrollo que la Corte Constitucional hace de
éste concepto, supone la existencia de una relación sustancial e
inescindible entre i) las normas formalmente constitucionales, es
decir, aquellas que hacen parte del texto en estricto sentido (los 380
artículos permanentes y los artículos transitorios), y, ii) las normas
materialmente constitucionales, aquellas que sin hacer parte del texto
se integran al mismo a) con rango constitucional; y/o, b) sirven de
parámetro de constitucionalidad; y/o, c) se constituyen en criterios

28
Mediante sentencia C-225 de 1995 la Corte Constitucional procedió a la revisión del
Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, relativo
a la protección de las víctimas de los conflictos armados sin carácter internacional
(Protocolo II), así como de la Ley 171 del 16 de diciembre de 1994, por medio de la
cual se aprueba dicho Protocolo.
29
Teniendo como base el derecho comparado, y, en especial los desarrollos del concepto
por parte del Consejo Constitucional Francés entorno a la amplificación material de
la Constitución de la V República.
30
Sentencia C-225 de 1995.

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Capítulo I. Justicia constitucional multinivel. La articulación de los controles... 35

de interpretación constitucionalmente relevantes, siendo unas y otras


parte del mismo corpus. Al respecto anota Londoño Ayala: “(…)
El bloque de Constitucionalidad es pues la Norma Fundamental del
sistema jurídico, sin que sea preciso diferenciar entre Constitución y
Bloque de Constitucionalidad en tanto se tratan del mismo fenómeno:
el Derecho constitucional del orden jurídico (…)”31.
Posterior al año 1995 y hasta la fecha, la Corte Constitucional ha
insistido en que la incorporación de normas y principios al bloque
de constitucionalidad no es discrecional o caprichosa por parte del
operador jurídico, a contrario sensu, esta integración debe tener
una norma de envío constitucional, es decir, emana de una norma,
principio o mandato que se encuentra inserto en el texto formal de
la Constitución, en palabras de la Corte “(…) siempre que se habla
de bloque de constitucionalidad, se hace porque en la Constitución
una norma suya así lo ordena y exige su integración, de suerte que la
violación de cualquier norma que lo conforma se resuelve en últimas
en una violación del Estatuto Superior (…)”32.
La jurisprudencia de la Corporación no era homogénea en
establecer cuál es el valor y/o uso del bloque de constitucionalidad,
ya que a lo largo de su ejercicio hermenéutico (y como fue anotado
con anterioridad), se pueden distinguir por lo menos 3 alcances de las
normas y/o principios que las integran a saber: i) rango constitucional,
ii) parámetro de constitucionalidad, y, iii) Criterio Relevante de
Interpretación33. Con el objeto de superar en parte el problema de

31
Londoño Ayala, César Augusto. Bloque de constitucionalidad. Bogotá: Ediciones
Nueva Jurídica, 2010. pág. 43.
32
Corte Constitucional. Sentencia C-578 de 1995. M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz.
33
Al respecto anota el profesor Uprimny: “(…) De un lado, no es claro cuál es la
naturaleza o la función de esa noción, pues la Corte parece adscribirle al menos tres
significados. Así, la sentencia C-225 de1995 sobre derecho humanitario señala que
el bloque incorpora las “normas de rango constitucional”, lo cual no incluye a las
leyes estatutarias que no tienen esa jerarquía normativa. En cambio, en las sentencias
C-578 de 1995 (obediencia debida) y C-135 de 1996 (estado de excepción), la Corte
adopta un concepto más amplio, pues incluye también a las leyes estatutarias; en
estas providencias. El bloque de constitucionalidad parece entonces referirse a todas
aquellas disposiciones cuya violación acarrea la inconstitucionalidad de una ley, esto
es, a lo que algunos autores denominan los “parámetros de constitucionalidad” de
una ley. Finalmente, en la tutela T-477 de 1995, sobre un caso de un niño emasculado,
el bloque de constitucionalidad parece tener nuevamente un significado distinto, pues
en ese evento, la referencia a los tratados de derechos humanos no tiene como función
analizar la constitucionalidad de una ley, sino valorar una situación fáctica específica

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36 Edgar Andrés Quiroga Natale

alcance o valor conceptual de las normas y/o principios que integran


el bloque de constitucionalidad, la Corte comienza a elaborar una
distinción dogmática de dos categorías distintas del bloque: i) sentido
estricto, y, ii) sentido amplio34, indicando que:

“(…) Resulta posible distinguir dos sentidos del concepto de bloque


de constitucionalidad. En un primer sentido de la noción, que
podría denominarse bloque de constitucionalidad stricto sensu,
se ha considerado que se encuentra conformado por aquellos
principios y normas de valor constitucional, los que se reducen
al texto de la Constitución propiamente dicha y a los tratados
internacionales que consagren derechos humanos cuya limitación
se encuentre prohibida durante los estados de excepción (C.P.
artículo 93). (…) Más recientemente, la Corte ha adoptado una
noción lato sensu del bloque de constitucionalidad, según la cual
aquel estaría compuesto por todas aquellas normas, de diversa
jerarquía, que sirven como parámetro para llevar a cabo el control
de constitucionalidad de la legislación. Conforme a esta acepción,
el bloque de constitucionalidad estaría conformado no sólo por
el articulado de la Constitución sino, entre otros, por los tratados
internacionales de que trata el artículo 93 de la Carta, por las leyes
orgánicas y, en algunas ocasiones, por las leyes estatutarias(…)”35.

De lo anterior se colige que pertenecen a la primera categoría


(sentido estricto) aquellas normas, principios, mandatos o valores
constitucionales que detentan rango o jerarquía constitucional
(es decir que se integran al texto de la Constitución), y, a la
segunda categoría (sentido amplio) corresponden aquellas normas,
doctrina, jurisprudencia o conceptos que a pesar de no tener rango
constitucional fungen como parámetro de constitucionalidad y/o se
erigen como criterios relevantes de interpretación constitucional.
A continuación, y, en calidad de corolario del presente acápite, se
presenta una aproximación o intento de sistematización del bloque de
constitucionalidad partiendo de la relación del elemento integrante
del bloque, la norma de envío contenida en la Constitución, el valor
y/o uso que se le asigna al elemento en referencia y por último

y decidir un caso constitucional particular. El bloque de constitucionalidad parece


entonces referirse a las normas que tienen “relevancia constitucional” para decidir
un determinado asunto (…)”.
34
Ver: Sentencias C-358 de 1997, C-191 de 1998 y C-582 de 1999.
35
Corte Constitucional. Sentencia C-191 de 1998. M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz.

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Capítulo I. Justicia constitucional multinivel. La articulación de los controles... 37

algunas de las sentencias más relevantes de la Corte sobre el tópico


en estudio36:

1.4.1. Bloque de constitucionalidad en estricto sentido

Elemento Norma de Valor o uso Jurisprudencia


integrante del envío en la otorgado al constitucional
bloque Constitución elemento del de
de 1991 bloque reconocimiento
Preámbulo Texto del Rango C-479 de 1992.
Preámbulo Constitucional C-067 de 2003.
Articulado 380 artículos Rango C-191 de 1998.
Constitucional permanentes y Constitucional C-067 de 2003.
61 transitorios. C-401 de 2005.
C-291de 2007.
Derechos Artículo 94 Rango T-426 de 1992.
Innominados Constitucional C-109 de 1995.
C-621 de 1998.
C-228 de 2002.
T-025 de 2004.
Tratados Artículo 102 Rango C-191 de 1998.
Limítrofes Constitucional C-400 de 1998.
ratificados por C-1022 de 1999.
Colombia
Tratados Artículo 214 Rango C-358 de 1997.
de Derecho Constitucional C-582 de 1999.
Internacional C-1490 de 2000
Humanitario C-067 de 2003.
ratificados por C-988 de 2004.
Colombia C-291 de 2007.
T-280A de 2016.
Tratados de Artículo 93-1. Rango C-358 de 1997.
Derechos Constitucional C-191 de 1998.
Humanos C-200 de 2002.
(derechos
intangibles) C-067 de 2003.
ratificados por C-401 de 2005.
Colombia C-327 de 2016.

36
Las tablas que a continuación se presentan son de fuente propia basadas en el precedente
constitucional sobre la materia.

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38 Edgar Andrés Quiroga Natale

C-355 de 2016.
C-042 de 2017.
C-147 de 2017

Tratados de Artículo 93-2. Rango T-483 de 1999.


Derechos Constitucional. C-010 de 2000.
Humanos C-067 de 2003.
ratificados C-028 de 2006.
por Colombia C-394 de 2007.
(diferentes a los
que reconocen
derechos
intangibles).

Convenios Artículo 53. Rango C-481 de 1998.


Internacionales Constitucional. T-568 de 1999.
del Trabajo (OIT) C-567 de 2000.
ratificados por
Colombia

Principios Artículo 93. Rango C-225 de 1995.


del Derecho Constitucional C-1189 de 2000.
Internacional C-291 de 2007.
Consuetudinario

Precedente Artículo 241. Rango C-836 de 2001.


de la Corte Constitucional. T-330 de 2005.
Constitucional. T-292 de 2006.
T-441 de 2010.

1.4.2. Bloque de constitucionalidad en sentido amplio

Elemento Norma de Valor o uso Jurisprudencia


integrante del envío en la otorgado al constitucional
bloque Constitución elemento del de
de 1991 bloque reconocimiento

Leyes Orgánicas Artículo 151. Parámetro de C-708 de 1999.


Constitucionalidad C-153 de 2005.
C-401 de 2005.
C-394 de 2007.

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Capítulo I. Justicia constitucional multinivel. La articulación de los controles... 39

Disposiciones Artículo 152. Parámetro de T-708 de 1999.


Iusfundamentales Constitucionalidad C-153 de 2005.
contenidas C-401 de 2005.
en Leyes
Estatutarias

Doctrina de Artículo 53. Criterio Relevante T-568 de 1999.


los órganos de de Interpretación
control de la
Organización
Internacional del
Trabajo.

Doctrina de Artículo 93-2. Criterio Relevante C-200 de 2002.


los órganos de Interpretación
de control de
los tratados
de derechos
humanos
ratificados por
Colombia

Jurisprudencia Artículo 93-2. Criterio Relevante C-291 de 2007.


Corte de Interpretación
Internacional de
Justicia

Providencias Artículo 93-1. Criterio Relevante C-028 de 2006.


de la Comisión Artículo 93-2. de Interpretación C-187 de 2006.
y la Corte C-488 de 2009.
Interamericana SU-712 de
de Derechos 2013
Humanos. C-500 de 2014.
C-017 de 2018.

De este primer apartado se puede advertir que la Tipicidad


constitucional es un concepto complejo y en permanente
construcción, al cual se adscriben tres dimensiones sustanciales que
la definen (política, económica y jurídica) y que sirven de parámetro
al sistema de controles endógenos y exógenos tal como se presentará
en los siguientes capítulos del presente estudio.

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40 Edgar Andrés Quiroga Natale

2. CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD

A título de aproximación conceptual 37, entendemos por


control de constitucionalidad la “…Oposición dialéctica jurídico-
económico-política que se hace de una norma, acción u omisión
frente a la Constitución con el objeto de verificar su conformidad y
compatibilidad con los postulados superiores…”38. De la definición
en cita, se decanta la existencia de elementos constitutivos en la
referida noción a saber:

a) En la oposición, cotejo, revisión o enfrentamiento de


los extremos del contradictorio propuesto, el control de
constitucionalidad, de manera genérica39 emplea el uso
de la dialéctica (desarrollada principalmente por Hegel),
entendida como un método de contraposición que busca

37
Se presenta una primera aproximación al concepto de control de constitucional desde
un enfoque de diseño institucional que sirve para introducir las bases elementales
para su comprensión, lo cual no pretende desconocer estudios más elaborados que
examinan el control como parte misma e inescindible del concepto “Constitución”
así como de la misma forma de hacer dúctil el poder político en el marco de un
modelo de Estado de Derecho. Al respecto anota Barrero: “(…) Ese entendimiento
orgánico y conceptualista se ha realizado contra la realidad de admitir que la
aplicación constante del control de constitucionalidad en sus diversas expresiones
procesales, se ha convertido en un elemento esencial del concepto de Constitución
(…) En términos extremadamente simples, el control de constitucionalidad no es
más que los medio jurídicos de revisión diseñados por el constituyente para verificar
la correspondencia entre las normas jurídicas y la Constitución. El fundamento
de esa potestad, es la preservación de la supremacía constitucional, la cual en
su mayor dimensión está depositada en la interpretación que los jueces hacen de
la Carta Política (…)”. Barrero Berardinelli, Juan Antonio. Jurisprudencia
constitucional. Precedentes de la humanidad. Casos y materiales. Bogotá: Ed. Legis,
2018. pág. 18-20. Otros autores, advierten el papel protagónico que tiene el control
de constitucionalidad dentro de un modelo de Estado y de justicia institucional
dentro de diseños democráticos y centrados en la supremacía de la Constitución. En
punto de discusión sostiene Amaya: “(…) Cuando analicemos las tensiones básicas
entre democracia y constitución que el ejercicio del control constitucional deja
al descubierto (la tensión “política”, la “judicial, la “procesal”, la “institucional”
y la “soberana”), veremos que los problemas que emergen de la integración son
compatibles con los dos elementos del sistema jurídico político que nos referimos
(…)”. Amaya, Jorge Alejandro. Control de Constitucionalidad. Buenos Aires: Ed.
Astrea, 2012. pág. 2.
38
Olmos Quintero, Gregorio. Sistemas de control constitucional. Madrid: s.n., 2004.
pág. 74.
39
Es decir, se acude al espíritu del concepto, pero sin afirmar de manera categórica que
sea el único método utilizado para resolver el contradictorio.

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Capítulo I. Justicia constitucional multinivel. La articulación de los controles... 41

la naturaleza de la verdad mediante el análisis crítico de


conceptos, hipótesis o elementos que al entrar en “choque”
argumentativo producen una nueva forma de pensamiento40.
Lo citado encuentra reflejo en el proceso de control de
constitucionalidad, ya que este parte de la formulación de
una tesis (cargos de inconstitucionalidad de una norma,
hecho u omisión), seguido de una antítesis (contraste directo
de referencia) que da como resultado una síntesis (fallo,
sentencia o decisión de fondo).
Es importante resaltar que a pesar que en algunos
procesos que se desprenden del ejercicio del control de
constitucional (por ejemplo el derivado de la acción pública
de inconstitucionalidad) no existe partes propiamente
definidas como sujetos procesales contrapuestos, ello
no es óbice para negar la existencia de un verdadero
contradictorio41.
b) El control de constitucionalidad es una confrontación en
derecho, economía y poder; es decir, que en el momento de

40
Al respecto comenta Brehiner: “(…) El método dialéctico se basa en que el
movimiento, proceso o progreso, es el resultado del conflicto entre opuestos. De forma
tradicional, esta dimensión del pensamiento hegeliano se ha analizado en términos de
tesis, antítesis y síntesis. A pesar de que Hegel no utilizó dichos conceptos, resultan
muy útiles para comprender su visión de la dialéctica. La tesis puede ser una idea o
un movimiento histórico. Tal idea o movimiento presenta carencias que dan lugar a
una oposición o antítesis, que genera una conflictividad interna. Como resultado de
este conflicto aparece un tercer punto de vista, una síntesis que supera el conflicto
conciliando en un plano superior la verdad contenida en la tesis y la antítesis. Esta
síntesis se convierte en una nueva tesis que genera otra antítesis, dando lugar a una
nueva síntesis, conformándose así el proceso de desarrollo intelectual o histórico. Hegel
pensaba que el propio espíritu absoluto (la suma total de la realidad) se desarrolla por
este camino hacia un fin último o una meta más alta (…)”. Brehier, Emile. Historia
de la filosofía (J. Pérez Millán y M. Morán, Trad.). Madrid: Tecnos, 1988. pág. 22.
41
Al respecto anota Quinche: “(…) Quienes niegan la existencia del proceso en los
juicios de defensa de la Constitución y de los derechos fundamentales, sostienen
equivocadamente que en los procesos de constitucionalidad no hay contradictorio, lo
que no es cierto. En esta clase de procesos ciertamente no hay parte demandada, pero sí
hay participación y sí hay contradictorio. Más aún, hay “debate dialogal, argumentativo
y pacífico”, solo que el debate no se reduce a dos sujetos, como ocurre de un modo un
tanto primario en los procesos civiles, sino que se extiende a todos aquellos que quieran
participar, sean estos defensores o contradictores, tal y como lo demuestra la evidencia
empírica en esta clase de procesos (…)” Quinche Ramírez, Manuel Fernando. La
acción de inconstitucionalidad. Bogotá: Ed. Ibáñez, 2016. pág. 162.

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42 Edgar Andrés Quiroga Natale

realizar el control no solo se tienen en cuenta argumentos


de estricta sujeción jurídica, porque además la Constitución
ha sido definida esencialmente como una carta política y
económica razón de partida para entender que en tratándose
de derechos, garantías, deberes, responsabilidades, etc. que
involucran al Estado y a sus administrados, siempre se
encuentra presente la tensión de poder que subyace entre
detentadores y destinatarios del mismo; por lo tanto, en
el momento de entrar a realizar un estudio de control de
constitucionalidad se debe tener en cuenta la pertinencia
jurídica, la eficiencia económica y la conveniencia política
de las decisiones que se adoptan como producto de su
ejecución42.
c) Los instrumentos de intervención destinatarios del control
de constitucionalidad son las normas (leyes, decretos, actos
administrativos, etc.) pero también las acciones u omisiones,
bajo el entendido que el hacer y el dejar de hacer (teniendo
el deber jurídico de hacer) también son susceptibles de
generar amenaza y/o violación de mandatos, principios o
reglas constitucionales; y, por lo tanto, sujetas al reclamo
y amparo constitucional vía ejercicio del control en los
términos que establece el ordenamiento jurídico para cada
uno de los casos.

42
Con respecto al debate de la naturaleza jurídica y política del control de
constitucionalidad anota Robles: “(…) Si bien aquí se ha asumido el carácter jurídico
y político del control de constitucionalidad, como derivación de la doble naturaleza
de la constitución, en la literatura política y jurídica se observa cierto rechazo a
aceptar esta doble naturaleza. La cuestión radica en saber si el establecer límites a la
política es en sí mismo una actividad política o si puede mantenerse en los límites de
la argumentación jurídica. ¿Por qué resulta injurioso el adjetivo político cuando se
hace referencia a una decisión jurídica y por qué resulta antidemocrático suponer que
un problema político pueda resolverse a través de la decisión de un juez, a partir de su
interpretación de una norma o un conjunto de normas? (…)”. Robles Correal, Gloria
Alcira. El Control constitucional y sus límites. Bogotá: Ed. Ibáñez, 2012. pág108.
Lo anterior con fundamento en tesis que de antaño había formulado Loewenstein
“(…) Finalmente deben ser considerados como legítimos detentadores del poder
los tribunales de justicia cuando, en situaciones excepcionales, en lugar de ejercer
meramente la función subordinada de aplicar la ley al correspondiente conflicto de
intereses, reclaman el derecho de declarar inválidas las leyes emitidas por el parlamento
y el gobierno (…)” Loewenstein, Karl. Teoría de la Constitución. Barcelona: Ariel,
1982. pág. 36.

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Capítulo I. Justicia constitucional multinivel. La articulación de los controles... 43

2.1. Principales Sistemas de control de


constitucionalidad

El continuo desarrollo de las tradiciones jurídicas en diferentes


latitudes ha dado como resultado la configuración de diversos
sistemas que ejecutan de manera particular la forma como se ejerce
y materializa el control de constitucionalidad. A continuación, se
examinarán los sistemas que mayor influencia han tenido en el
régimen constitucional colombiano, sin querer afirmar con ello que
son los únicos:
a) Sistema concentrado: Se suele reconocer de forma meridiana-
mente pacífica por parte de la doctrina especializada, que el control
concentrado proviene de la tradición continental europea cuya
génesis específica se puede ubicar en la Constitución austriaca de
1920 que adoptó las ideas que sobre el particular venía defendiendo
el célebre jurista Hans Kelsen quien formuló la tesis según la cual la
Constitución necesitaba de un defensor institucional, que debía estar
ubicado en el escenario judicial ya que constituiría una ingenuidad
política atribuirle dicha tarea al gobierno o al parlamento43 pues serían
jueces de sus propios actos; por el contrario, reafirma las bondades
de la jurisdicción constitucional como un organismo especializado,
independiente y objetivo, capaz de asumir el reto de tomar decisiones
jurídicas pero con el ingrediente político que subyace en el ejercicio
del poder44.
Estos postulados fueron objeto de gran discusión sobre la
conveniencia de crear un organismo que fungiera como guardián

43
Kelsen, Hans. “La garantía jurisdiccional de la constitución”, en: Escritos sobre la
democracia y el socialismo. Madrid: s.n., 1988. pág. 135.
44
Al respecto anota Kelsen: “(…) El Defensor de la Constitución significa, en el sentido
originario del término, un órgano cuya función es defender la Constitución contra las
violaciones. De ahí que se hable también y por regla general de una “garantía” de la
Constitución. Dado que este es un ordenamiento, y como tal, en cuanto a su contenido,
un conjunto de normas determinadas, “la violación” significa la verificación de un
hecho que contradice la Constitución, sea por acción, sea por omisión; esto último
se da sólo cuando se trata del incumplimiento de una obligación y no de una falta
de reconocimiento de un derecho concedido por un órgano de la Constitución (…)”.
Kelsen, Hans. “La garantía jurisdiccional de la constitución”, en: Escritos sobre la
democracia y el socialismo. Madrid: s.n., 1988. pág. 135.

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44 Edgar Andrés Quiroga Natale

de la Constitución y la legitimidad misma de la revisión de las leyes


por parte de los jueces45.
No obstante lo anotado, lo que resulta un hecho desconocido
para la mayor parte de la literatura disciplinar en comento, es que
Colombia es el primer Estado en consagrar normativamente el control
constitucional por acción u objetivo de forma restringida46 mediante
las leyes 3 de 1850 (artículo 23) y 4 de 1851 (artículo 21) y elevado a
canon superior en el artículo 72 de la Constitución de 185347. Además
en un avance significativo también imbrica a su ordenamiento
jurídico el control en forma extendida48, a través del acto legislativo
03 de 1910 (reformatorio de la Constitución de 1886)49-50.
De acuerdo con lo expuesto, se evidencian como características
de este sistema las siguientes: i) el control de constitucionalidad
está concentrado en un órgano especializado creado para tal fin
(Corte o Tribunal Constitucional); ii) el control de constitucionalidad
es efectuado por un órgano que ejecuta función judicial; iii) la
declaratoria de inconstitucionalidad emitida por medio de los fallos
proferidos por el órgano especializado tiene efectos erga omnes, es

45
Sea oportuno recordar el enriquecedor debate entre Kelsen y Schmitt en tiempos de
Weimar.
46
Es decir, solo para cuestionar los actos, acuerdos y ordenanzas de las Cámaras
Provinciales y de las Asambleas de los Estados de la Unión.
47
Lo cual desmiente que la Constitución Venezolana de 1858 (artículo 113) haya sido
la primera en consagrar el control bajo estudio.
48
Es decir, el control de constitucionalidad frente a las leyes nacionales.
49
“Artículo 40.- En todo caso de incompatibilidad entre la Constitución y la ley se
aplicarán preferencia las disposiciones constitucionales. Artículo 41. A la Corte
Suprema de Justicia se le confía la guarda de la integridad de la Constitución. En
consecuencia, además de las facultades que le confieren ésta y las leyes, tendrá la
siguiente: Decidir definitivamente sobre la exequibilidad de los Actos Legislativos
que hayan sido objetados como inconstitucionales por el Gobierno, o sobre todas las
leyes o decretos acusados ante ella por cualquier ciudadano como inconstitucionales,
previa audiencia del Procurador General de la Nación”.
50
Ver: Rey Cantor, Ernesto. “Acción popular de inconstitucionalidad”, en: https://
letrujil.files.wordpress.com/2012/04/accion-publica-deinconstitucionalidad-ernesto-
rey-cantor.pdf. Consulta realizada el 24 de diciembre de 2017 a las 12:30 am. Restrepo,
Carlos E. Orientación Republicana, Tomo I. Bogotá: Banco Popular, 1972. pág.
108; Maya Chaves, María José. “Discordia, reforma constitucional y Excepción de
inconstitucionalidad”, en: Revista de Estudios Sociales. Universidad de Los Andes,
2012. pág 120; Sanin, Jaime. La defensa judicial de la Constitución. Bogotá: Temis,
1971. pág. 105; Rodríguez Peñaranda, María Luisa. Minorías, acción pública de
inconstitucionalidad y democracia deliberativa. Bogotá: Universidad Externado de
Colombia, 2005.

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Capítulo I. Justicia constitucional multinivel. La articulación de los controles... 45

decir, que las decisiones son vinculantes en general, que aplican para
todos, y no solo para las partes en controversia.
b) Sistema difuso: modelo de raigambre americano cuyo principal
reconocimiento se dio en la Constitución Federal de los Estados
Unidos de 1787.
En oposición al sistema concentrado, el modelo americano no
deposita en un órgano especializado la centralización del control
de constitucionalidad, sino que atribuye dicha facultad a todos los
jueces que en virtud de su potestad se envisten además de la calidad
de “guardianes” de la Constitución.
El primer antecedente de control difuso de constitucionalidad (por
excepción) es el caso Bonham en 160651 en donde el juez Eduard
Coke (con votos favorables de Daniel y Warbuton) estableció una
doctrina basada en la supremacía del common law sobre los actos del
parlamento y la corona, lo cual constituye a la postre el nacimiento
material del estado de derecho inglés52.
Para el constitucionalismo norteamericano es muy importante la
constante y estrecha mediación que debe realizar el juez entre las
normas y la Constitución, a fin de servir de garante de su guarda y
supremacía; por lo tanto, la función judicial (in genere) no se limita
a la subsunción de unos supuestos fácticos dentro del contenido de
las leyes o regulaciones normativas, pues su principal tarea está en
corroborar si dichas prescripciones de derecho se ajustan o no a los
presupuestos, cuerpo y teleología constitucional, solo así la aplicación
de la ley (en sentido lato) será legítima al consultar el verdadero
espíritu democrático. Al respecto expresó Hamilton:

“(…) Una Constitución es, en efecto, y debe ser observada por los
jueces como una ley fundamental. Desde luego, a ellos corresponde
determinarle su sentido, el sentido de toda ley particular

51
Ver: Velasquez Rizo, Ana María. El caso Bonham. Supremacía Constitucional.
Revista de Derecho. Barranquilla: Universidad del Norte, 1999. pág. 137-140.
52
Posteriormente “(…) Este razonamiento será tomado por el juez Marshall en la
célebre decisión Marbury vs Madison (1803), mediante la cual se decidió inaplicar
una ley federal contraria a la Constitución Federal. Como es sabido, a partir de allí
quedó sentado el precedente que permite a la Corte Suprema ejercer el control de
constitucionalidad en última instancia (…)”. Tobo Rodríguez, Javier. La Corte
Constitucional y el control de constitucionalidad en Colombia. Bogotá: Gustavo
Ibáñez, 2003.

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46 Edgar Andrés Quiroga Natale

emanada del cuerpo legislativo. Si se encuentra entre las dos una


contradicción absoluta, aquella que tiene un carácter obligatorio
y un valor superior debe naturalmente, ser preferida; o, en otros
términos, la Constitución debe ser preferida a la ley, la intención
del pueblo a la intención de sus agentes (…)”53.

Por lo tanto, son características del modelo difuso norteamericano:


i) el control de constitucionalidad está atribuido prima facie a todos los
jueces, ii) como consecuencia de lo anterior, no existe técnicamente
(en primera instancia) un órgano especializado que concentre el poder
de control, iii) La declaratoria de inconstitucionalidad proferida por
los jueces mediante sus fallos solo tiene efectos inter partes (pues se
realiza mediante inaplicación –excepción de inconstitucionalidad– en
el caso concreto), es decir que solo será vinculante para las partes
que intervinieron en la litis (sin perjuicio del efecto precedente que
pueda generar los fallos en este modelo).
c) Sistema político: el sistema político de control de constitucionalidad
(por antonomasia) es un sistema no jurisdiccional54 , es decir, que quien
funge como detentador del control es un órgano que se encuentra
por fuera de la rama judicial del poder público. Este sistema tiene
como referente más importante el modelo Francés que a través de
la Constitución de la Quinta República de 195855 creó el Consejo
Constitucional con el objeto de adoptar una nueva forma de control
constitucional a las leyes. Respecto de los argumentos que justificaron
el nacimiento de este particular sistema de control anota Amaya:

“(…) a) En primer lugar, las razones históricas que rememoraran


las profundas arbitrariedades que los jueces perpetraban con
anterioridad a la Revolución Francesa. b) Segundo, razones
ideológicas que encuentran sustento en la división rígida de poderes
planteada por Montesquieu, donde no se admitía una interferencia

53
Hamilton, Alexander. Le Fédéraliste. París: Económica, 1988. p. 648. En igual
sentido escribió Alexis de Tocqueville en 1930: “(…) El juez americano parece igual
que los magistrados de otras naciones, sin embargo, está revestido de un inmenso
poder político. ¿De dónde procede ese poder? (…) La causa reside en un solo hecho:
los americanos han reconocido al juez el derecho de fundar sus sentencias en la
constitución a preferencia de las leyes. En otros términos, ellos les han permitido no
aplicar las leyes que les parezcan contrarias a la constitución (…)”. Tocqueville,
Alexis de. La démocratie en Amérique. Primera parte. Paris: GF Flammarion - Centre
National des lettres, 1981. pág. 169.
54
A diferencia de los dos sistemas mencionados con anterioridad.
55
Y sus posteriores reformas, en especial la reforma Constitucional de 2008.

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Capítulo I. Justicia constitucional multinivel. La articulación de los controles... 47

de los jueces en las actividades del Poder Legislativo, sede por


excelencia de la soberanía popular. El carácter democrático de la
resolución casaba mal con el control judicial. c) Por último, razones
prácticas. La exigencia pragmática que prevalece en la historia
francesa ha sido la de asegurar, por medio del Consejo de Estado,
una tutela contra la ilegalidad y los abusos del Poder Ejecutivo
más que del Legislativo (…)56.

En síntesis, el sistema de control de constitucionalidad político


(francés) se caracteriza por: i) el órgano de control no es judicial, ii) el
control se concentra en un órgano especializado de naturaleza política,
iii) Es un control preventivo y posterior, iv) con efectos erga omnes.
Los modelos descritos han sido considerados como modelos
“tipo” u originarios de los cuáles a partir de ellos se han desarrollado
algunos otros de naturaleza híbrida, mixta o dual y paralela57.

2.2. Principales tipos de control de constitucionalidad

Tomando como presupuesto el concepto que de control de


constitucionalidad se analizó en el presente acápite, los tipos de
control que genéricamente se manifiestan en su ejecución son:

56
Amaya, Jorge Alejandro. Control de Constitucionalidad. Buenos Aires: Astrea, 2012.
pág. 100.
57
“(…) El modelo mixto se caracteriza por iniciarse en la justicia ordinaria, como si
fuera un modelo difuso y terminan con una sentencia de control de constitucionalidad,
proferida por el Tribunal, Corte o Consejo Constitucional, como si se tratara de un
modelo concentrado, tal como ocurre con el control incidental de origen italiano o
con la cuestión de constitucionalidad de origen español (…) Los modelos híbridos, se
presentan cuando no se identifica un modelo específico. Podría decirse que cuando no
hay modelo, estamos en presencia de un modelo híbrido, dentro del sistema judicial
de control de constitucionalidad o son, los que toman elementos de los tres sistemas
originarios e incluso del mixto, pero sin ser coherentes con ninguno de ellos (…)
En el modelo dual y paralelo (Colombia) se concentraron los siguientes sistemas
de control de constitucionalidad: i) uno que otorgó competencia la juez ordinario
(incluso a todo funcionario estatal), para inaplicar la ley contraria a la Constitución
en procesos no especializados de control de constitucionalidad; y, ii) otro le atribuyó
a la Corte Suprema de Justicia como juez especializado para dirimir el conflicto
suscitado entre le ejecutivo y el legislativo sobre la constitucionalidad de los proyectos
de ley; y, para conocer de acción pública 8popular) de inexequibilidad de la ley y los
decretos expedidos por el ejecutivo, dando inicio al proceso especial de control de
constitucionalidad (…)”. Velandia Canosa, Eduardo Andrés. “Sistemas y modelos
de justicia constitucional en el derecho comparado”, en: Mezzetti, Luca y Velandia
Canosa, Andrés. Justicia Constitucional. Sistemas y modelos comparados. Bogotá:
Ediciones nueva jurídica, 2017. pág. 24, 28, 30 y 31.

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48 Edgar Andrés Quiroga Natale

a) Control abstracto: es el control que se hace a la norma jurídica58;


por lo tanto, cuando se aplica el control se está realizando un
examen de constitucionalidad sobre aquellos instrumentos
de intervención en los derechos que tienen la característica
de ser generales, impersonales y abstractos, por ejemplo los
actos legislativos, las leyes, los decretos ley, los decretos
reglamentarios, etc. Otra característica de este tipo de control
la constituye el hecho de que sus efectos son erga omnes y
hacen tránsito a cosa juzgada constitucional absoluta.
b) Control en concreto: este tipo de control es aquel que se da
frente a las acciones (hechos) o respecto de las omisiones
(no hacer lo que se tiene el deber jurídico de hacer)
ocasionadas por las personas naturales o jurídicas, y que
como consecuencia de su hacer o dejar de hacer, según el
caso, producen amenaza, mengua, restricción, limitación o
violación de los derechos fundamentales de las personas o
conculcan otros principios superiores. El referido tipo de
control, tiene por regla general la producción de efectos inter
partes y hace tránsito a cosa juzgada constitucional relativa.

2.3. Vías de control de constitucionalidad

Se entiende por vía la forma o mecanismo mediante el cual se pone


en el escenario de la controversia constitucional una determinada
norma, acción u omisión para ser sujeta a control por parte de la
autoridad correspondiente, según el caso.
De la misma forma como la pregunta sobre quién es el responsable
de hacer el control de constitucionalidad conduce al estudio del
sistema; a qué o sobre qué se hace el control de constitucionalidad
apunta al tipo. El interrogante que subyace a la vía de control sería:
¿Cómo se llega o accede al control de constitucionalidad? Por lo
tanto, el estudio de la vía tiene un profundo raigambre procesal. Las
principales vías en tratándose del control de constitucionalidad son:

a) Vía de acción: facultad que tiene las personas o ciudadanos


en ejercicio (dependiendo del amparo constitucional

58
Ya que como lo sostuvo Kelsen la normas morales o convencionales quedan excluidas
del referido control.

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Capítulo I. Justicia constitucional multinivel. La articulación de los controles... 49

solicitado) de poner en funcionamiento la jurisdicción


constitucional mediante su derecho legítimo de acción
respecto de la constitucionalidad de una norma, acción u
omisión, ya sea por medio de acciones constitucionales,
demandas de inconstitucionalidad propiamente dichas o
mediante la facultad de intervención especial reservada
para algunos funcionarios del Estado.
b) Vía de excepción: potestad que detentan los jueces y demás
autoridades públicas de inaplicar una norma por considerar
que vulnera derechos o principios de profundo raigambre
constitucional, y, en su lugar, aplicar la Constitución. La
violación que se aduce debe ser manifiesta, inequívoca y
por lo tanto de fácil verificación. Dicha institución tiene
origen en el sistema difuso y sus efectos son inter partes.
c) Vía automática: esta vía se da cuando por expreso mandato del
ordenamiento jurídico determinadas normas o instrumentos
de derecho deben ser obligatoriamente revisados; es decir,
que no se requiere del ejercicio de la acción para que sean
objeto de control constitucional.
d) Vía de objeción: facultad que tienen algunos servidores
públicos para objetar determinados proyectos de normas
jurídicas bajo el entendido que las mismas violan principios,
derechos o mandatos constitucionales, y, por lo tanto,
transgreden el ordenamiento superior.
e) Vía de control administrativo: control constitucional
realizado por las autoridades administrativas facultadas
para tal fin con el objeto de defender la carta superior en
los casos previstos por el ordenamiento jurídico.
f) Vía de control oficioso: potestad en cabeza de un órgano del
poder público, generalmente el poder judicial, para controlar
de manera discrecional y oficiosa en sede de última revisión
la constitucionalidad de las normas o decisiones en concreto
realizadas por funcionarios de inferior jerarquía, sin
necesidad de requerir de una acción previa o la consagración
de facultades de revisión automática.

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50 Edgar Andrés Quiroga Natale

2.4. El control de constitucionalidad en Colombia

El ordenamiento jurídico que se desarrolla en Colombia a partir de


la expedición de la Constitución Política de 1991 resulta sui generis
ya que introduce una serie de elementos híbridos y mixtos (por
algunos autores considerado como dual y paralelo) que conviven de
manera simbiótica dentro del mismo régimen normativo, en donde se
articulan los dos sistemas, los dos tipos y las seis vías mencionadas
con anterioridad. A continuación, se señala la forma como se
desarrollan dichas instituciones en el ordenamiento constitucional
colombiano:

2.4.1. Respecto de los sistemas y los tipos de control


de constitucionalidad

Es importante anotar que la relación existente en este modelo sui


generis, genera que la aplicación de los sistemas vayan desarrollados
o soportados en un determinado tipo de control, razón por la cual se
estudian en el presente análisis de forma inescindible.

a) Del sistema concentrado cuando el tipo de control es


abstracto

En Colombia, cuando se ejerce el tipo de control en abstracto de


las normas, se aplica el sistema concentrado, ya que se atribuyen
(según la norma controvertida) competencias especiales y específicas
a determinados órganos que actúan como depositarios de la facultad
de guarda y supremacía de los derechos, mandatos y principios
constitucionales.
Es de anotar que los efectos del referido control prima facie, son
erga omnes, y que el hecho de no ser un único órgano el que realice
dicha función no es óbice para negar la concentración del control en
un reducido grupo de autoridades. Los órganos especializados que
aplican control en abstracto en Colombia son:

i) Corte Constitucional. Encargada por mandato expreso de


la Constitución Política de 1991 (art. 241) de la revisión en
sede de control abstracto de: los actos legislativos (por vía

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Capítulo I. Justicia constitucional multinivel. La articulación de los controles... 51

automática); las leyes (por vía de acción); los decretos ley


(legislativos, extraordinarios, con fuerza de ley y autónomos
constitucionales por vía de acción); las convocatorias a
referendo constitucional o asamblea nacional constituyente
(por vía automática); los referendos sobre leyes y las
consultas populares y plebiscitos del orden nacional (por
vía automática); los proyectos de ley que hayan sido
objetados por el gobierno como inconstitucionales (por
vía de objeción); proyectos de leyes estatutarias (por vía
automática); tratados internacionales y las leyes que los
aprueben (por vía automática).
ii) Consejo de Estado: En tratándose de las acciones de nulidad
por inconstitucionalidad de los decretos reglamentarios u
ordinarios dictados por el gobierno nacional que no estén
asignados por competencia a otra autoridad (artículo 237-2
de la Constitución y art. 111-5 de la ley 1437 de 2011).
iii) Tribunales contencioso administrativos: estos tribunales fungen
como autoridad de control de constitucionalidad en sede de
control abstracto frente a la revisión por vía automática de los
referendos y consultas populares de carácter departamental,
distrital o municipal (artículos 44 y 53 de la ley 134 de 1994 y
artículo 152-10 de la ley 1437 de 2011); y por vía de objeción,
de los proyectos de ordenanzas o acuerdos que hayan sido
objetados por los gobernadores o los alcaldes, según el caso
(artículos 151-4, 151-5 y 151-6 de la ley 1437 de 2011 y art.
48 –parágrafo 2– de la ley 617 de 2000).

b) Del sistema difuso cuando el tipo de control es en concreto

El ordenamiento constitucional colombiano contempla la


posibilidad de que todos los jueces (y en algunos eventos las
autoridades administrativas59), se envistan de acuerdo con su
competencia de la calidad de controladores en los eventos en los
cuales actúan en sede constitucional, a saber:

- Aplicación de la excepción de inconstitucionalidad (art. 4


superior).

59
En tratándose del control a través del ejercicio de la excepción de inconstitucionalidad.

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52 Edgar Andrés Quiroga Natale

- Conocimiento y fallo de las acciones de tutela (art. 86


superior).
- Conocimiento y fallo del hábeas Corpus (art. 30
constitucional y artículo 2 de ley estatutaria 1095 de 2006).
- Conocimiento y fallo del hábeas Data (art. 15 constitucional
y art. 1 de la ley 1581 de 2012).

En control en cita por regla general tiene efectos inter partes.

c) Del sistema concentrado cuando el tipo de control es


concreto

Adicional a lo anotado, dentro de nuestro complejo entramado


institucional, existen competencias constitucionales concentradas en
unos jueces determinados (pues no son todos los jueces en general
sino solamente quienes detentan cierta especialidad ordinaria) pero
en donde el efecto de sus decisiones es interpartes. Por ejemplo:

- Tribunales Administrativos o Jueces Administrativos,


respecto del conocimiento y fallo de las acciones de
cumplimiento (artículo 87 superior y artículos 155-10 y
152 – 16 de la ley 1437 de 2011).
- Tribunales administrativos o Jueces administrativos, respecto
del conocimiento y fallo de acciones populares y de grupo
promovidas en contra de autoridades públicas o personas
privadas que desempeñen funciones administrativas
(artículo 88 constitucional y artículos 155-10 y 152 – 16
de la ley 1437 de 2011).
- Tribunales superiores del Distrito Judicial (sala civil) y
jueces civiles del circuito respecto de las acciones populares
y de grupo dirigidas en contra de particulares (artículo 88
superior y artículos 31-1 y 20-7 de la ley 1564 de 2012).
- Tribunales Administrativos y Consejo de Estado en atención
al conocimiento de las acciones de pérdida de investidura en
contra de los diputados y alcaldes (artículos 150 y 152-15
de la ley 1437 de 2011).

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Capítulo I. Justicia constitucional multinivel. La articulación de los controles... 53

- Consejo de Estado frente a la competencia para conocer


las acciones de pérdida de investidura en contra de los
congresistas (art. 237-5 de la Constitución y artículos 110 y
183 de la Constitución y art. 111-6 de la ley 1437 de 2011).

2.4.2. Respecto de las vías de control constitucional

El modelo colombiano establece una serie de instrumentos


procesales que sirven como mecanismo para acudir o acceder al
control constitucional los cuales son a saber:

a) Vía de acción: consiste en la puesta en funcionamiento del


aparato de control constitucional por haber sido ejercitado el derecho
de acción en cabeza de sus titulares, lo cual significa que por medio
de la formulación de acciones, amparos o demandas propiamente
dichas, se pone de manifiesto ante la jurisdicción constitucional los
cargos que se hacen de una norma, hecho u omisión, con el objeto de
que sean revisados a la luz de la carta fundamental para establecer
su pertinencia jurídico política.
Esta vía de acción se puede ejercitar por medio de instrumentos
procesales tales como: acción pública de inconstitucionalidad, acción
de tutela, acción de nulidad por inconstitucionalidad, acciones
populares, acciones de grupo, habeas corpus, habeas data, acción
constitucional de pérdida de investidura y la acción de cumplimiento.
b) Vía de excepción: facultad para inaplicar la ley u otra norma y
en su lugar aplicar la Constitución. Dicha vía se consagra de manera
expresa en el artículo 4 superior y produce efectos inter partes.
La aplicación de la excepción de inconstitucionalidad se da en los
eventos en los cuales la norma objeto de inaplicación es incompatible
con la Constitución Política; el concepto de incompatibilidad
debe entenderse en los términos que señala el máximo intérprete
constitucional:

“(…) En el sentido jurídico que aquí busca relevarse, son


incompatibles dos normas que, dada su mutua contradicción, no
pueden imperar ni aplicarse al mismo tiempo, razón por la cual una
debe ceder ante la otra: en la materia que se estudia, tal concepto
corresponde a una oposición tan grave entre la disposición de

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54 Edgar Andrés Quiroga Natale

inferior jerarquía y el ordenamiento constitucional que aquella y


éste no puedan regir en forma simultánea(…)”60.

En el modelo colombiano, la competencia para hacer uso de la


excepción de inconstitucionalidad no recae exclusivamente en los
jueces, a contrario sensu, dicha facultad está en cabeza de todas
las autoridades que tengan la competencia para aplicar normas.
La excepción podrá ser ejercida siempre y cuando no exista un
pronunciamiento previo positivo de constitucionalidad (por parte de
la Corte Constitucional en sede de control abstracto o por parte de la
Consejo de Estado en sede de nulidad por inconstitucionalidad), sobre
las normas que se pretenden inaplicar y con efectos inter partes61.
c) Vía automática: esta vía se manifiesta por medio del ejercicio
del control sin existir cargos de inconstitucionalidad propiamente
formulados (mediante una demanda o acción constitucional). Por
el contrario, el control automático se da en virtud del mandato del
ordenamiento superior respecto de algunas normas o proyectos
de normas que a juicio del constituyente merecen una revisión
constitucional como requisito ex-ante o ex-post a la entrada en
vigencia material de las mismas.
Algunas de las materias susceptibles de control automático son:
actos legislativos; adopción de tratados internacionales; proyectos
de referendo, plebiscito o consulta popular; convocatorias para una
asamblea nacional constituyente y proyectos de leyes estatutarias.
d) Vía de objeción: la objeción por inconstitucionalidad es
ejercida en Colombia por el Presidente de la República, cuando
se trata de los proyectos de ley sometidos a su sanción y que a
su juicio sean incompatibles con la carta fundamental (art. 167
C.P.); los mandatarios regionales (gobernadores) y municipales
(alcaldes) también detentan la misma facultad respecto de los
proyectos de ordenanza (art. 305 C.P.) y de acuerdos (art. 315 C.P.)
respectivamente.

60
Corte Constitucional. Sentencia T-290 de 2000. M.P. José Gregorio Hernández.
61
Un análisis más detallado puede verse en Quiroga Natale, Edgar Andrés. “La
excepción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento jurídico colombiano.
Aproximaciones elementales para su estudio y compresión”, en: Revista de Derecho
Público, No. 34. Universidad de los Andes, 2015. pág. 1-28.

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Capítulo I. Justicia constitucional multinivel. La articulación de los controles... 55

e) Vía de control administrativo: el control constitucional no


es un ejercicio exclusivo de los jueces de la república, ya que el
ordenamiento jurídico colombiano consagra la obligación de defensa
de la carta superior por parte de las autoridades administrativas, a
las que no solo faculta de la competencia para ejercer la excepción
de inconstitucionalidad, sino además las dota de otros instrumentos
jurídicos para materializar dicho mandato de defensa. Tal es el caso
de la revocación directa de los actos administrativos, la cual se ejerce
de manera oficiosa o a solicitud de parte con el objeto de dejar sin
efecto jurídico un determinado acto administrativo.
Dicha revocación contempla dentro de sus causales de procedencia:
“Cuando sea manifiesta su oposición a la Constitución Política o
a la ley” (art. 93 de la ley 1437 de 201162), lo que se traduce en una
licencia a cargo de las autoridades administrativas para actuar
como “guardianes de la constitución”, de tal manera que si frente
a la oposición jurídico política del acto administrativo con la carta
fundamental se concluye que dicha norma contraviene principios
superiores, esta perderá su fuerza de ejecutoria y vigencia jurídica
por virtud del ejercicio de esta institución procesal administrativa.
f) Vía de control oficioso: esta facultad de revisión sin necesidad
de acción ni existencia previa de control automático, es ejercida en
Colombia por:
- La Corte Constitucional en el evento de revisión extraordinaria
en materia de tutela, conforme a la competencia consagrada en el
artículo 86 superior:

“(…) La protección consistirá en una orden para que aquel


respecto de quien se solicita la tutela actúe o se abstenga de
hacerlo. El fallo, que será de inmediato cumplimiento, podrá
impugnarse ante el juez competente y, en todo caso, este lo remitirá
a la Corte Constitucional para su eventual revisión (…)”.

Por lo tanto, en virtud de dicha competencia, a la Corte


Constitucional deben llegar todos los fallos de tutela para que puedan
ser sujetos a un eventual y oficioso proceso de revisión, ya que no
existe por parte de dicha corporación la obligatoriedad para revisarlos
de fondo y pronunciarse de conformidad.

62
Disposición que ya había sido prevista en el artículo 69 del derogado Decreto-Ley 01
de 1984.

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56 Edgar Andrés Quiroga Natale

Esta vía de control oficioso produce por regla general efectos


inter partes; no obstante, excepcionalmente el máximo intérprete
constitucional puede ampliar las consecuencias vinculantes de sus
fallos generando efectos inter pares o inter comunis.
En tal sentido sostiene el Consejo de Estado:

“(…) Dada la facultad de la Corte Constitucional para modular


sus fallos, se han distinguido varios efectos a saber: inter partes,
es decir, que vinculan fundamentalmente a las partes del proceso,
inter pares en la que se supone que la regla que ella define debe
aplicarse en el futuro a todos los casos similares; inter comunis
con efectos que alcanzan y benefician a terceros que no habiendo
sido parte dentro del proceso, comportan circunstancias comunes
con los peticionarios de la acción; y con efectos erga omnes al
controlar normas de orden legal (…)63.

De igual forma, la Corte Constitucional ha reafirmado sus


competencias “modulativas” en lo atinente a los fallos de revisión
oficiosa de tutela adelantando una consolidada línea jurisprudencial
tendiente a efectivizar el principio de supremacía constitucional
y en atención a tomarse “ en serio” su papel de guardián de la
Constitución64.

63
Consejo de Estado. Sala de lo Contencioso Administrativo. Sección segunda.
Subsección A. 22 de septiembre de 2010. M.P. Gustavo Eduardo Gómez Aranguren.
64
Al respecto sostiene la Corporación: “(…) Así, de conformidad con la jurisprudencia
de la Corte Constitucional, esta Corporación puede modular los efectos de sus
sentencias en materia de tutela otorgando efectos “inter comunis” a las mismas, con
el fin de optar por la alternativa que mejor proteja los derechos constitucionales y
garantizar la integridad y supremacía de la Constitución. En este sentido, esta Sala
ha establecido que los efectos inter comunis se adoptan con el fin de proteger los
derechos de todos los miembros de un grupo, afectados por la misma situación de
hecho o de derecho, en condiciones de igualdad. A este respecto, la Corte ha sostenido
que existen circunstancias en las cuales la protección de los derechos fundamentales
de los accionantes debe hacerse extensiva a otras personas o ciudadanos que no han
acudido a la acción de tutela, o que habiendo acudido no son demandantes dentro de
los casos bajo estudio, pero que sin embargo se encuentran en situaciones de hecho
o de derecho similares o análogas a las de los actores. En estos casos, ha establecido
esta Corporación que la acción de tutela no debe limitarse a un mecanismo judicial
subsidiario para evitar la vulneración o amenaza de derechos fundamentales solamente
de los accionantes, y que la naturaleza y razón de ser de la acción de amparo debe
suponer también la fuerza vinculante suficiente para proteger derechos fundamentales
de quienes no han acudido directamente a este medio judicial, siempre que i) estas
personas se encuentren en condiciones comunes, similares o análogas a las de quienes
sí hicieron uso de ella y ii) cuando la orden de protección dada por el juez de tutela

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Capítulo I. Justicia constitucional multinivel. La articulación de los controles... 57

- El Consejo de Estado, quien es el competente para conocer


y fallar el mecanismo eventual de revisión frente a las acciones
populares y de grupo de conocimiento de la jurisdicción de lo
contencioso administrativo.
La referida competencia fue introducida por la ley estatutaria
de la administración de justicia (270 de 1996) en el artículo 36A
modificado por el artículo 11 de la ley 1285 de 2009. Además, de
conformidad con lo dispuesto en el Acuerdo 0117 de 12 de octubre
de 2010 de la Sala Plena del Consejo de Estado adicionó un parágrafo
al artículo 13 del Reglamento del Consejo de Estado (Acuerdo 58/03)
en el sentido de establecer que todas las Secciones de la Sala de lo
Contencioso Administrativo de esta Corporación conocerán de las
solicitudes de revisión eventual.
Del presente apartado es posible colegir que el diseño institucional
del control de constitucionalidad imbricado en el ordenamiento
jurídico colombiano, crea a través de los diferentes sistemas, tipos
y vías una suerte de niveles o estándares de control que pueden ir
desde controles directos y difusos en cabeza de cualquier juez o
autoridad administrativa, hasta niveles concentrados y/o derivados
encomendados a entes especializados o con competencias exclusivas
de conocimiento.
Sumado a los controles “endógenos o internos” y como
consecuencia del desarrollo del bloque de constitucionalidad y los
diferentes tratados suscritos por Colombia, también existen controles
exógenos de constitucionalidad generados a través del control de
convencionalidad, el cuál será objeto de estudio en el próximo
apartado.

3. CONTROL DE CONVENCIONALIDAD

La Convención Americana de Derechos Humanos, adoptada


en la Organización de los Estados Americanos el 22 de noviembre
de 1969, fue aprobada mediante la Ley 16 de 1972 y entró en vigor
para Colombia, en virtud de su ratificación, el día 18 de julio de

repercuta, de manera directa e inmediata, en la vulneración de derechos fundamentales


de aquellos no tutelantes (…). Corte Constitucional. Auto 207 de 2010. M.P. Luis
Ernesto Vargas Silva.

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58 Edgar Andrés Quiroga Natale

1978; por lo tanto, de conformidad con lo expuesto en los acápites


introductorios del presente estudio, esta Convención se integra a
nuestra Constitución en la medida que hace parte del bloque de
constitucionalidad en estricto sentido al constituirse en un Tratado
de Derechos Humanos que contiene prescripciones que se ajustan a
las normas de envío establecidas en los artículos 93-1 y 93-2 de la
Carta Política de 1991.
Por lo tanto, el efecto amplificador del bloque genera que el
respeto y acatamiento de la Convención por parte de los Estados
que lo suscribieron se convierta en el respeto y acatamiento de sus
propias Cartas Constitucionales, y, el mecanismo o herramienta
que ha servido para la defensa efectiva de la Convención respecto
de las violaciones a sus valores, principios y reglas es a lo que se ha
denominado “control de convencionalidad” tópico que funge como
el objeto de estudio de este apartado.

3.1. Aproximación Conceptual

Aunque el control de convencionalidad fue utilizado desde los


mismos inicios de labores de los órganos de control del sistema
interamericano, como concepto fue acuñado a partir de 2003
(Caso Myrna Mack Chang VS Guatemala65) y 2004 (Caso Tibí VS
Ecuador66) mediante votos concurrentes razonados del Juez Sergio
García Ramírez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y
acogido por el pleno de la CIDH67 en 2006 (Caso Almonacid Arellano
y otros VS Chile68 y posteriormente reiterado en el caso Trabajadores
Cesados VS Perú69), haciendo una semejanza entre las funciones
de las Cortes Constitucionales de los Estados respecto del control
al ordenamiento interno y las desarrolladas por la CIDH respecto

65
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Myrna Mack Chang vs Guatemala.
Sentencia del 25 de noviembre de 2003. Voto concurrente razonado del Juez Sergio
García Ramírez.
66
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Tibi vs. Ecuador. Sentencia del 7
de diciembre de 2004. Voto concurrente razonado del Juez Sergio García Ramírez.
67
En lo adelante se utilizará esta sigla para referirse a la Corte Interamericana de Derechos
Humanos.
68
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Almonacid Arellano y otros vs.
Chile. Sentencia del 26 de septiembre de 2006.
69
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Trabajadores Cesados del Congreso
(Aguado Alfaro y otros) vs. Perú. Sentencia del 24 de noviembre de 2006.

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Capítulo I. Justicia constitucional multinivel. La articulación de los controles... 59

de la verificación que debe hacerse para que las normas, acciones


u omisiones de los Estados miembros no vulneren la Convención
Americana de Derechos Humanos.
Sobre el alcance conceptual del tópico en estudio, han sido
múltiples las definiciones formuladas por la doctrina especializada.
Sagüés sostiene que el control de convencionalidad es “(…) una
herramienta para el respeto, la garantía y la efectivización de
los derechos descritos en la Convención Americana de Derechos
Humanos, asimismo es de utilidad para la práctica e inmediata
elaboración de un ius commune en la región (…)”70.
Por su parte, Ramelli enseña que por control de convencionalidad
se entiende: “(…) aquel que se encamina a asegurar la vigencia del
Pacto de San José de costa Rica (…) así como de los demás tratados
internacionales que conforman el sistema americano (bloque de
constitucionalidad), bien sea por órganos internacionales (control
de convencionalidad en sentido estricto) o internos (control de
convencionalidad difuso) (…)”71.
Por lo tanto, se puede decantar a título preliminar que el control
de convencionalidad nace de la necesidad de dotar a la Convención
Americana de Derechos Humanos de un instrumento o herramienta
que permita materializar los valores, principios y reglas en ella
contenida, y, que en caso de vulneración de sus preceptos se pueda
acudir a éste para procurar (en principio) un restablecimiento del

70
Sagüés, Néstor. “Obligaciones internacionales y control de convencionalidad”, en:
Estudios Constitucionales, Año 8, N° 1. Chile: Centro de Estudios Constitucionales
de la Universidad de Tela, 2010. pp. 117-136. En igual sentido, afirma Bustillo que
el control de convencionalidad es: “(…) el mecanismo que se ejerce para verificar
que una ley, reglamento o acto de las autoridades del Estado, se ajustan a las normas,
los principios y obligaciones de la Convención Americana de Derechos Humanos
principalmente, en la que funda la competencia contenciosa de la Corte IDH. (…)
En otras palabras, es la revisión que debe hacerse para constatar que la conducta de
los órganos que son revisados está de acuerdo con el tratado internacional y demás
disposiciones aplicables en el caso en cuestión (…)” Bustillo Marín, Roselia.
Líneas Jurisprudenciales. “El Control de convencionalidad: La idea del bloque
de constitucionalidad y su relación con el control de constitucionalidad en materia
electoral”. México: Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, 2013. pág.
6 y 7.
71
Ramelli, Alejandro. “Relaciones entre los controles de convencionalidad y de
constitucionalidad en Colombia”, en: Derecho Procesal Constitucional, Tomo III,
Volumen III. Bogotá: VC Editores, 2012. pág. 230.

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60 Edgar Andrés Quiroga Natale

statu quo de protección; es decir, el control de convencionalidad


es el instrumento orgánico procesal para efectivizar el principio de
supremacía convencional72.

3.2. Características

De la aproximación conceptual que antecede y del estudio de


algunos desarrollos jurisprudenciales de la CIDH sobre el “control
de convencionalidad”, se pueden establecer que algunas de sus
principales características son a saber:

a) Respecto del Sistema de Control

El sistema se corresponde con el elemento orgánico del control;


es decir, que la pregunta a desarrollar es ¿Quién tiene la competencia
para realizar el Control de Convencionalidad?; la respuesta define
los dos principales sistemas de control que se aplican:

- Control Concentrado: Ejercido por la Corte Interamericana


de Derechos Humanos la cual funge como un órgano
especializado creado para ejercer vía jurisdiccional
la defensa de la Convención Americana de Derechos
Humanos73.

72
Sumado a lo anterior, vale la pena precisar que “la convencionalidad” y “control
de convencionalidad” resultan ser dos conceptos íntimamente relacionados pero
escindibles. Por “convencionalidad” entiende Santofimio que “(…) es un concepto
amplio, omnicomprensivo, complejo y en proceso de consolidación en el ámbito
del derecho, que involucra, dada su configuración, un claro e inobjetable elemento
amplificador del ordenamiento jurídico vigente en cada Estado, no solo por el hecho de
la pertenencia de estos a la comunidad internacional, sino también, y adicionalmente,
por estar ligados a ella, a través de instrumentos jurídicos vinculantes como pueden
ser, entre otros, los tratados, convenios, protocolos y acuerdos internacionales de todo
orden (…)” Santofimio Gamboa, Jaime Orlando. El concepto de convencionalidad.
Vicisitudes para su construcción sustancial en el Sistema Interamericano de Derechos
Humanos. Ideas fuerza rectoras. Bogotá: Universidad Externado de Colombia, 2017.
pág. 27-28.
73
“(…) El marco regulatorio del control de convencionalidad concentrado, aparece
estipulado por los artículos 2, 33 y 62 de la Convención Americana de DH, concediendo
competencia a la Corte para controlar que los Estados cumplan con sus compromisos
internacionales, en caso de no hacerlo, impulsa a que expidan leyes compatibles con
los derechos humanos evitando el incumplimiento (…)”. Villalba Bernié, Pablo

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Capítulo I. Justicia constitucional multinivel. La articulación de los controles... 61

- Control Difuso: Ejercido por parte de las autoridades internas


de cada Estado perteneciente al Sistema Interamericano74.

b) Respecto del Tipo de Control


El tipo define el elemento material del control; es decir sobre
qué se hace el control de convencionalidad. Los principales tipos
de control son a saber:

- Abstracto: Cuando el objeto del control es una norma


jurídica (Constitución, ley, reglamento, resolución, etc.) la
cual entra en oposición con alguno o varios de los valores,
principios o reglas de la Convención.
- Concreto: Se da cuando el objeto del control es una
acción u omisión desplegada por parte de las autoridades
de los Estado miembros que conlleva a la violación de la
Convención.

c) Respecto de las Vías de control

Las vías se traducen en el elemento adjetivo del control; es decir,


el cómo se llega al control y los diferentes instrumentos procesales
para desatarlo. Algunas vías de control de convencionalidad son:

- Acción: Cuando se acude formalmente a las autoridades


de control mediante una demanda que persigue un
pronunciamiento en sede jurisdiccional.

Darío. Derecho procesal constitucional. Contenidos esenciales. Bogotá: Ed. Nueva


Jurídica, 2016. pág. 297.
74
“(…) La forma más típica del control de convencionalidad constituye el control difuso,
por el cual se obliga a los jueces nacionales de todos los fueros, jerarquías y materias,
en el desarrollo de sus competencias específicas, practiquen el control difuso de
convencionalidad. No solo es la Corte IDH la obligada aplicar la Convención, sino que
cada uno de los jueces nacionales deben ejercer y adherir a las regulaciones contenidas en
la Convención, tratados internacionales, protocolos adicionales y jurisprudencia de la Corte
IDH, en el caso concreto a resolver. De esta suerte, conferir el mayor rango de efectividad
a la tutela de las garantías fundamentales (…) El control difuso de convencionalidad
tiene aval normativo en lo dispuesto por el artículo 29 b) de la Convención, en el sentido
que ninguna disposición acredita ser interpretada para limitar el goce o libre ejercicio
de cualquier derecho o libertad que pueda estar reconocida de acuerdo con las leyes de
cualquiera de los Estados partes (…)”. Villalba. Ob. Cit. pág. 298.

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62 Edgar Andrés Quiroga Natale

- Ex-Officio: Cuando sin necesidad de haber ejercido la


acción (demanda), la autoridad competente para ejercer el
control avoca conocimiento y se pronuncia formalmente
sobre el caso.
- Excepción: Cuando la autoridad competente para ejercer
el control inaplica una norma interna y en su lugar aplica
la convención bajo el entendido que la primera viola o
conculca a la segunda.

d) Respecto a los efectos del control

El efecto se erige como el elemento consecuencial del control; es


decir, determina de conformidad con el sistema, tipo y vía aplicada
cuál es el efecto y/o alcance del control de convencionalidad. Los
principales efectos son a saber:

- Hermenéutico: Se corresponde con un alcance interpretativo


de la Convención Americana de Derechos Humanos entorno
a la comprensión de sus cláusulas, principios, reglas,
valores y mandatos. A través del efecto hermenéutico se
va decantando la doctrina y el precedente convencional.
- Sancionador: Es un alcance coercitivo ligado a la potestad
de condenar y sancionar a quien viole la Convención.
- Prospectivo: Obedece a un alcance de generación y
cumplimiento de orden u órdenes futuras; es decir, que el
control puede ir mucho más allá del hecho de interpretar
y sancionar, generando órdenes futuras de acción y/ o
abstención75.

75
En torno al particular anota Quinche: “(…) Un cierto número de casos resueltos
ilustran mejor el punto. Así por ejemplo y al nivel de las normas constitucionales, la
Corte Interamericana, además de declarar la responsabilidad internacional del Estado
chileno, le ordenó modificar el artículo 19 de su Constitución Política, a efectos
de asegurar el cumplimiento del derecho a la libertad de expresión, mediante la
supresión de la censura previa. Dentro de la misma línea y en el nivel de las normas
legales, la Corte les ha ordenado a diversos estados modificar normas de su sistema
legislativo. Así, declaró que una norma del Código Penal de Ecuador era violatoria
per se del artículo 2 de la Convención, lo que implicaba su retiro del ordenamiento;
le ordenó a Perú, que modificara las normas que permitían el juzgamiento de civiles
por militares, a través de la “justicia sin rostro”, por ser contrarias a la Convención;

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Capítulo I. Justicia constitucional multinivel. La articulación de los controles... 63

- Armonizador: Se constituye en un alcance integrador de la


Convención con las Constituciones y ordenamientos internos
de los Estados miembros del Sistema Interamericano; es
decir, se traduce en una armonización normativa al ejecutar
de manera concomitante el control de constitucionalidad y
el control de convencionalidad76.

3.3. Recepción del Control de Convencionalidad en


la Jurisprudencia de la Corte Constitucionalidad
Colombiana

Podemos sostener que el debate y recepción del control de


convencionalidad en Colombia se da de forma concomitante y
sistemática con el desarrollo y maduración del entendimiento del
bloque de constitucionalidad; no obstante, resulta de valía precisar

y más recientemente, dispuso en contra de México, que en un plazo razonable, debía


“completar la adecuación de su derecho interno a la Convención, de tal forma que
ajuste la legislación secundaria y las normas que reglamentan el juicio de protección
de los derechos del ciudadano”. Ya en el plano estrictamente judicial, el alcance
de las decisiones de la Corte Interamericana también ha sido notable. Así, ordenó
nuevas investigaciones sobre las ya realizadas por jueces internos, que incluían un
fallo de la Corte Suprema de Guatemala; le ordenó al mismo Estado, “dejar sin
efectos” la pena impuesta a un ciudadano, señalando que debía “emitir otra que en
ningún caso podrá ser la pena de muerte”. Igualmente, y en la misma dimensión,
le Corte le ha ordenado al Estado colombiano en diversas ocasiones, que reabra
investigaciones cerradas en contra de miembros del Ejército, por paramilitarismo
(…)”. Quinche Ramírez, Manuel Fernando. El control de convencionalidad y el
sistema colombiano. Revista Iberoamericana de Derecho Procesal Constitucional,
No. 12, 2009. pág. 163.
76
En punto de éste efecto anota la CIDH: “(…) Cuando un Estado ha ratificado un
tratado internacional como la Convención Americana, sus jueces también están
sometidos a ella, lo que les obliga a velar porque el efecto útil de la Convención no
se vea mermado o anulado por la aplicación de leyes contrarias a sus disposiciones,
objeto y fin. En otras palabras, los órganos del Poder Judicial deben ejercer no sólo
un control de constitucionalidad, sino también “de convencionalidad ex officio entre
las normas internas y la Convención Americana, evidentemente en el marco de sus
respectivas competencias y de las regulaciones procesales correspondientes. Esta
función no debe quedar limitada exclusivamente por las manifestaciones o actos
de los accionantes en cada caso concreto, aunque tampoco implica que ese control
deba ejercer- se siempre, sin considerar otros presupuestos formales y materiales de
admisibilidad y procedencia de ese tipo de acciones (…)” CIDH. Caso Trabajadores
Cesados del Congreso (Aguado Alfaro y otros) contra Perú. Sentencia de 24 de
noviembre de 2006. Serie C No. 158, párrafo 128.

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64 Edgar Andrés Quiroga Natale

el valor y fuerza vinculante que tiene la Convención Americana de


Derechos Humanos y la jurisprudencia de la CIDH en la doctrina
constitucional de nuestra Corte.

a) En un primer momento o etapa de recepción, la Corte


Constitucional parecía dar un uso similar y homogéneo
tanto a la Convención como a los fallos de la CIDH al
elevarlos a normas de rango constitucional de aplicación
directa vía bloque. Tal parece ser la interpretación que puede
decantarse de sentencias tales como la C-481 de 1998 en
donde la Corte sostuvo:
“(…) es lógico que nuestro país acoja los criterios
jurisprudenciales de los tribunales creados por tales
tratados para interpretar y aplicar las normas de derechos
humanos. Esa doctrina internacional vincula entonces a
los poderes públicos en el orden interno (…)”77.

b) En una segunda fase de recepción la Corte morigera su


tesis inicial al establecer que la Convención Americana
de Derechos Humanos de ninguna forma se constituye en
una norma supranacional, y, que sus disposiciones, aunque
tienen rango constitucional vía bloque no se aplican de
forma directa, pues resulta necesario que exista un estudio
de armonización entre la Convención y la Constitución.
Sumado a lo anterior, la Corporación muta el uso y/o
alcance de vinculación al bloque de constitucionalidad de la
jurisprudencia de la CIDH al pasar de ser de aplicación directa
(ya que se constituye en una subregla de la Convención y
en consecuencia adquiere también rango constitucional
como precedente) al constituirse ahora en un criterio
relevante de interpretación. Dicha postura fue la adoptada
por la Corporación mediante sentencia C-028 de 200678

77
Corte Constitucional. Sentencia C-481 de 1998. M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz.
78
“(…) Esta Corporación estima que la pertenencia de una determinada norma
internacional al llamado bloque de constitucionalidad, de manera alguna puede ser
interpretada en términos de que esta última prevalezca sobre el Texto Fundamental;
por el contrario, dicha inclusión conlleva necesariamente a adelantar interpretaciones
armónicas y sistemáticas entre disposiciones jurídicas de diverso origen. Así las

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Capítulo I. Justicia constitucional multinivel. La articulación de los controles... 65

posteriormente reiterada en la C-488 de 200979 a través de


las cuáles se refirma la tendencia a reducir los márgenes de
aplicación y uso de la jurisprudencia de la CIDH80.
c) En la tercera etapa de recepción, la Corte Constitucional
mantiene su postura de morigeración, reiterando que la
Convención a pesar de ser de rango constitucional no
puede ser aplicada de forma directa sin el previo “test”
de armonización con la Constitución, y se vuelve mucho
más exigente con la adopción de la jurisprudencia de
la CIDH al establecer que solo obliga de forma directa
cuando Colombia es parte del fallo y que en los demás
casos solo actúa como criterio relevante de interpretación;
además, sostiene que dicho criterio de interpretación
también debe ser “armonizado” con la Constitución y el
precedente constitucional sobre la materia. La postura
hermenéutica en cita puede evidenciarse en providencias

cosas, la técnica del bloque de constitucionalidad parte de concebir la Constitución


como un texto abierto, caracterizado por la presencia de diversas cláusulas mediante
las cuales se operan reenvíos que permiten ampliar el espectro de normas jurídicas
que deben ser respetadas por el legislador. (…) En lo que respecta a la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, en diversas ocasiones, la Corte ha considerado
que hace parte del bloque de constitucionalidad, en virtud de lo dispuesto en el
artículo 93 Superior. Bajo este contexto, es claro que el mencionado instrumento
internacional forma parte del bloque de constitucionalidad y, por lo tanto, debe ser
utilizado como parámetro que guíe el examen de constitucionalidad de las leyes
colombianas, pero ello no significa que las normas pertenecientes al bloque adquieran
el rango de normas supraconstitucionales. En ese sentido, la confrontación de una
ley con un tratado internacional no puede dar lugar a una declaratoria automática de
constitucionalidad o inconstitucionalidad, ya que es necesario, a su vez, interpretarla
sistemáticamente con el texto de la Constitución (…)”.
79
“(…) Si bien es cierto que las normas que se integran al bloque de constitucionalidad
tienen la misma jerarquía que los preceptos de la Carta Política, también lo es que
existen diversas formas para su incorporación al ordenamiento jurídico. Además,
en ningún caso la disposición internacional constituye un referente autónomo para
el control constitucional, por cuanto la integración normativa debe partir de una
interpretación armónica, teleológica y sistemática de la Carta Política en su conjunto
(…)”.
80
Esta etapa de recepción además se caracteriza por la negativa de la Corporación ha
considerarse per se juez de convencionalidad; dicha postura se esgrime en providencias
tales como C-1189 de 2000, C-025 de 2004, C-028 de 2006, C-750 de 2008, C-446
de 2009, C-941 de 2010 y C-442 de 2011.

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66 Edgar Andrés Quiroga Natale

tales como SU-712 de 201381, C-500 de 201482 y C-327


de 201683.
Se observa con sorpresa el cambio o mutación en la doctrina
constitucional establecida por la Corte, pues cada vez más se
amplía y reconocen instrumentos jurídicos que se imbrican
al corpus del bloque de constitucionalidad, pero de forma
paradójica y contrasistémica, el nivel de recepción de la

81
“(…) En este orden de ideas, la aplicación de la Convención Americana debe tener
en cuenta la arquitectura institucional de cada Estado, esto es, del contexto en el
que se inserta, como lo reconoce la Convención al indicar que corresponde a la ley
reglamentar el ejercicio de los derechos políticos y el mecanismo de sanción (…)”.
82
“(…) La Corte destaca, como premisa central, que los pronunciamientos de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos solo obligan al Estado colombiano cuando
éste ha sido parte en el respectivo proceso. Esta conclusión, que reconoce el carácter
definitivo e inapelable asignado por el artículo 67 de la Convención Americana de
Derechos Humanos a los fallos de la Corte Interamericana, encuentra apoyo normativo
directo en lo prescrito en el artículo 68.1 de la referida convención conforme al cual
los Estados Partes en la Convención se comprometen a cumplir la decisión de la Corte
en todo caso en que sean partes. (…) La relación profunda entre la Constitución y los
tratados de derechos humanos es reconocida no solo por la Carta sino también por la
jurisprudencia de este Tribunal. Ese vínculo encuentra fundamento directo, entre otros,
en los artículos 44, 53, 93 y 214. A partir de tales disposiciones y con fundamento en
ellas la Corte ha aceptado que normas incorporadas a tratados de derechos humanos
aprobados por el Congreso y ratificados por el Presidente que prohíben su limitación
en los Estados de excepción, se erijan en parámetro de control de constitucionalidad,
en tanto le es reconocida su prevalencia en el orden interno (función integradora).
El reconocimiento de los tratados internacionales en esta específica materia impone
a la Corte Constitucional el deber de establecer fórmulas de interpretación que
hagan posible, en lugar de confrontar los órdenes jurídicos nacional e internacional,
armonizarlos adecuadamente. No puede entonces plantearse una relación de
predominio incondicionado de uno sobre otro sino, considerando que los derechos
fundamentales constituyen un eje de ambos, identificar posibilidades interpretativas
que aseguren su máxima realización. (…) La armonización que se plantea no supone
integrar al bloque de constitucionalidad la jurisprudencia de la Corte Interamericana.
Ella es un criterio hermenéutico relevante que deberá ser considerado en cada caso
(…)”.
83
“(…) En conclusión, la línea jurisprudencia trazada por la Corte ha sido pacífica y
reiterada en afirmar que la jurisprudencia proferida por organismos internacionales,
y en este caso en particular por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, sirve
como criterio relevante que se debe tener en cuenta para fijar el alcance y contenido
de los derechos y deberes que se encuentran consagrados en el ordenamiento jurídico
interno. No obstante, también ha dicho que el alcance de estas decisiones en la
interpretación de los derechos fundamentales debe ser sistemática, en concordancia
con las reglas constitucionales y que además cuando se usen precedentes de derecho
internacional como criterio hermenéutico se deben analizar las circunstancias de cada
caso particular para establecer su aplicabilidad (…)”.

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Capítulo I. Justicia constitucional multinivel. La articulación de los controles... 67

convencionalidad cada vez más se hace derivado, tamizado


y restrictivo, lo cual no resulta compatible con la idea de
concebir un corpus constitucional extendido.
d) La cuarta etapa de recepción se encuentra especialmente
caracterizada por la labor de revisión y examen respecto
de los instrumentos que hacen parte del marco jurídico
emanado del Acuerdo de Paz suscrito por el Gobierno
colombiano con el grupo insurgente de las FARC.
En el control de constitucionalidad realizado al acto
legislativo 01 de 201684, Decreto Ley 121 de 201785 y Decreto
Ley 588 de 201786 se puede advertir que se mantiene un
criterio armonizador pero mucho más tendiente al “diálogo”
fluido entre Cortes y a una recepción prudencial pero con
reconocimiento directo de los estándares convencionales.
En evidencia de esta nueva postura doctrinal se destacan
las sentencias C-699 de 201687, C-174 de 201788 y C-017
de 201889.

84
Por medio del cual se establecen instrumentos jurídicos para facilitar y asegurar la
implementación y el desarrollo normativo del acuerdo final para la terminación del
conflicto y la construcción de una paz estable y duradera.
85
Por el cual se adiciona un capítulo transitorio al Decreto 2067 de 1991.
86
Por el cual se organiza la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia
y la No Repetición.
87
En esta providencia, la Corte Constitucional cita como fuente directa a la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos en el Tercer Informe sobre la Situación de los
Derechos Humanos en Colombia, s.l.i., OEA/Ser. L/V/II.102 Doc 9 rev 1, 1999, nota
115. y adopta los criterios formulados por la CIDH en la opinión consultiva OC-
6/86. En punto de lo referido sostiene la Corte: “Es relevante, si bien en el marco
constitucional, tener en cuenta la Opinión Consultiva OC-6/86 de la Corte IDH. La
Expresión “Leyes” en el Artículo 30 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, del 9 de mayo de 1986. Serie A No. 6. La Corte dijo que los términos ‘ley’ o
‘leyes’ dentro de la Convención, cuando se emplean para referirse a las restricciones
de derechos autorizadas por ese instrumento, deben entenderse en principio de la
siguiente manera: “la palabra leyes en el artículo 30 de la Convención significa
norma jurídica de carácter general, ceñida al bien común, emanada de los órganos
legislativos constitucionalmente previstos y democráticamente elegidos, y elaborada
según el procedimiento establecido por las constituciones de los Estados Partes para
la formación de las leyes (…)” M.P. María Victoria Calle.
88
Reitera la aplicación de los criterios establecidos por la CIDH en la opinión consultiva
OC-6/86.
89
(…)En este orden de ideas, las reglas fundamentales que se derivan del bloque
de constitucionalidad, la jurisprudencia de la Corte y el alcance que la Corte IDH
ha dado al derecho a la información consagrado en el artículo 13 de la CADH, en

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68 Edgar Andrés Quiroga Natale

Se puede colegir que la actual posición de la Corte respecto de


la adopción de mayores niveles de recepción de los estándares
convencionales (y concomitante a ello un incremento en el
uso inclusivo y cada vez más directo tanto de la Convención
Americana de Derechos Humanos así como del precedente
de la CIDH) se podría llegar a mantener en los próximos
años con una proclividad a profundizar el nivel de recepción
debido a que el “Acuerdo final para la terminación del
conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”
incorpora en su corpus (extendido a sus instrumentos de
implementación) múltiples principios convencionales y
valores propios del derecho internacional90.

relación con el derecho de acceso a la información pública, pueden ser sintetizadas


de la siguiente manera: i) Existe un derecho fundamental y una prerrogativa general
de acceso a la información y los documentos públicos en cabeza de toda persona y
de entidades públicas y privadas. ii) Esta prerrogativa general se rige por el principio
de la máxima divulgación, según el cual, toda información en posesión, bajo control
o custodia de un sujeto obligado es pública y no podrá ser reservada o limitada sino
por disposición constitucional o legal. iii) Se admiten, sin embargo, restricciones al
acceso a la información pública, respecto de documentos reservados o clasificados,
siempre que, además de la reserva de ley, se cumplan con los demás requisitos
establecidos en la jurisprudencia de la Corte (supra fundamento 223.3.). iv) En todo
caso, no es admisible restricción alguna al acceso a la información pública relacionada
con violaciones a los DDHH y delitos de lesa humanidad, sin perjuicio del deber de
protección de los derechos de las víctimas de tales violaciones. v) Los órganos judiciales
y extrajudiciales de investigación oficial de la verdad y reconstrucción de la memoria,
en escenarios de transición, deben tener acceso pleno a toda la información pública, con
independencia de su contenido o de que pueda ser reservada o clasificada, siempre que
sea necesaria para el cumplimiento de sus objetivos, mandato y/o funciones, dada su
intrínseca relación con la garantía del derecho de las víctimas y la sociedad a conocer
la verdad. En todo caso, deberán protegerse los derechos de las propias víctimas (…)”
M.P. Diana Fajardo Rivera.
90
Sobre el particular anota Santofimio: “Esto se concluye sin mayor dificultad de la
siguiente relación de mandatos (de optimización) convencionales reconocidos e
incorporados de manera específica en el acuerdo respectivo: i) sujeción del acuerdo al
princpio de la paz como derecho humano universalmente aceptado (princpio enunciado:
orden pacífico); ii) sujeción a los principios del derecho internacional (orden mínimo
convencional); iii) sujeción a los principios del derecho internacional de los derechos
humanos; iv) sujeción a los principios del derecho internacional humanitario (convenios
y protocolos; principio enunciado: reglas de la guerra); v) sujeción a los precedentes de
los fallos proferidos por la CIDH relativos a los conflictos y su terminación (recursos
efectivos y garantía de protección de los DDHH bajo estándares de verdad, justicia
y reparación); vi) sujeción a las demás sentencias de organismos internacionales con
competencias reconocidas, y a los dictámenes e informes de los temas suscritos por
los organismo universalmente aceptados (interpretación extendida); vii) sujeción a
la interpretación conforme con los tratados internacionales sobre derechos humanos

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Capítulo I. Justicia constitucional multinivel. La articulación de los controles... 69

4. CONCLUSIONES DEL CAPÍTULO

a) La internacionalización del Estado Colombiano a partir


de las cláusulas de apertura contenidas en la Carta
Política de 1991 ha permitido establecer y profundizar
múltiples procesos de integración, algunos de ellos,
entorno a la intención de concebir y desarrollar un derecho
“regional” que parte del reconocimiento de unas máximas
fundamentales de coexistencia como los principios, valores,
reglas y garantías establecidos en la Convención Americana
de Derechos Humanos.
El referido proceso de internacionalización del Estado
ha permitido un concomitante proceso de trasplantes
jurídicos que deben ser estudiados de forma holística y
multidimensional y no de forma reduccionista limitándolos
a un proceso de subordinación del hegemón hacia el receptor.
Respecto del particular, Rodríguez plantea que los
trasplantes jurídicos no pueden verse como el rompimiento
de la relación derecho y sociedad bajo el entendido
que el derecho no está determinado por las estructuras
de la sociedad que las produce y por lo tanto puede
ser trasplantado de un lugar a otro (tesis propuesta por
Watson91), a contrario sensu, afirma que los procesos de
trasplante jurídico obedecen a la multiplicidad de objetos en

ratificados por Colombia, sin que su goce o ejercicio pueda ser objeto de limitación
(principio de progresividad); viii) sujeción al principio de la no taxatividad de los
derechos y garantías convencionales y constitucionales (…) (inalteralidad de los
derechos); ix) sujeción a los tratados y declaraciones internacionales que consagran
la igualdad, la no discriminación de las personas y la tolerancia como conductas
universales , tanto como princpio y como valor (justicia material); x) sujeción a las
normas del derecho internacional consuetudinario que siguen rigiendo las cuestiones
relacionadas con los derechos fundamentales no mencionados en el Acuerdo Final,
incluyéndose el mandato imperativo que ordena que “en los casos no previstos por
el derecho vigente la persona humana queda bajo la salvaguardia de los principios
de humanidad y de la exigencia de la conciencia pública (principio pro homine,
principio de humanidad y principio de ius cogens); y xi) sujeción de los mecanismos
de acompañamiento, implementación y verificación a estándares internacionales
(adecuación institucional y normativa)”. Santofimio Gamboa, Jaime Orlando. Ob.
Cit. pág. 158-162.
91
Ver: Watson, A. From Legal Transplants to Legal Formants. American Journal of
Comparative Law, 1995, 43 (3), 469-476.

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70 Edgar Andrés Quiroga Natale

interacción en los momentos de la trasferencia y recepción92,


pues el objeto de trasplante (en mayor o menor grado) no
solo son leyes sino también doctrina, jurisprudencia y de
una forma holística “cultura jurídica”93.
b) La Constitución es un “pluriverso”94 debido a las complejas
y disímiles dimensiones que la integran, pues como se pudo
advertir en el decurso del estudio, no solo es el universo
normativo (como suele verse de forma mayoritaria), sino
además existe el universo económico y político (al cual se
adscribe el social) y por lo tanto el abordaje de su estudio
implica un “giro ontológico” (tanto lingüístico como
hermenéutico)95, para entender su tipicidad, sentido y alcance.
c) Constitución, Bloque de Constitucionalidad, Control
Constitucional y Control de Convencionalidad, son
conceptos dinámicos y en permanente construcción los
cuales lejos de ser neutros, se imbrican dentro de una lógica
y modelo determinado del ejercicio del poder político;
por lo tanto, y, consecuencia de ello, nuestra tipicidad
constitucional resulta inacabada y en permanente desarrollo.
d) La Convención Americana de Derechos Humanos no se
trata de un catálogo aspiracional o de buenas intenciones,
a contrario sensu, se erige como una norma de rango
constitucional (vía bloque de constitucionalidad) respecto
de la cual los países pertenecientes al sistema interamericano
deben respetar, acatar y aplicar en su integridad, y, en caso
de que sus disposiciones sean conculcadas ya sea por
la producción normativa y/o la acción u omisión de las
autoridades de los Estados, se habilita la existencia de un

92
Ver: Rodriguez Villabona, Andrés Abel. “La interacción entre ordenamientos
jurídicos: trasplante recepción, adaptación e influencia en el derecho”, en: Revista
IUSTA. Bogotá: Universidad Santo Tomás, 2009. págs. 1-24.
93
Ver: Rodriguez Villabona, Andrés Abel. “La circulation des modeles juridiques:
L’exemple de la réception en Colombie de la doctrine constitutionnelle française du
début du vingtième siècle”, en: Revista Virtual “Vía inveniendi et iudicandi” (http://
viei.usta.edu.co/), 2009. págs. 1-56.
94
Ver: Mejía Quintana, Oscar. Postontológico, posfuncional, posjurídico. Mas allá
(de la filosofía y teoría) del derecho en la sociedad glocal. Bogotá: Work Paper
Posdoctorado en Derecho, Universidad Nacional, 2017.
95
Ver: Heidegger, Martin. Ser y Tiempo. México: Fondo de Cultura Económica, 1974;
Wittgenstein, Ludwig. Tractatus Logico-Philosophicus. New York, 1922.

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Capítulo I. Justicia constitucional multinivel. La articulación de los controles... 71

control de convencionalidad para restablecer el statu quo,


interpretar, sancionar y/o impartir órdenes de obligatorio
acatamiento según sea el caso.
Los niveles de recepción del bloque de constitucionalidad
y del control de convencionalidad en Colombia no han
sido pacíficos y homogéneos; no obstante, se observa un
escenario positivo de debate en donde la tendencia es a la
armonización entendiendo que es mucho más conveniente
hablar de sistema jurídico integral o multinivel que de
conceptos como la dualidad o supranacionalidad, pues
resulta por lo menos inconveniente poner a “competir” la
Convención con las Constituciones, ya que existen muchas
más semejanzas que diferencias; es más provechoso
entender que ambos constituyen el Derecho Constitucional
del ordenamiento jurídico y tal vez más adelante un Derecho
Constitucional para la Integración.
e) Conforme a las características del modelo descritas a lo
largo del presente estudio, podemos afirmar que para el
Estado Colombiano, control de constitucionalidad y control
de convencionalidad resultan ser parte del mismo corpus,
ya que la existencia, reconocimiento y adopción del bloque
de constitucionalidad “fusionaron” la Constitución y la
Convención Americana de los Derechos humanos, por lo
tanto, el control de convencionalidad ejercido por parte
de los órganos del sistema interamericano NO crea una
“justicia supranacional”, a contrario sensu, lo que existe
en Colombia es la aplicación de un modelo que reconoce
una “Justicia Constitucional Multinivel”.

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Capítulo II
La acción pública de inconstitucionalidad
en el ordenamiento jurídico colombiano

I. ORIGEN Y ANTECEDENTES

La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento


jurídico colombiano tuvo sus primeros antecedentes en leyes de la
Nueva Granada1 antes de ser elevada a canon constitucional. Las
disposiciones legales en comento que fungen como origen normativo

1
Las disposiciones legales en comento que fungen como origen normativo de dicha
acción fueron expedidas por el pleno del Senado y la Cámara de Representantes
quienes decretaron: i) Ley 3 del 22 de junio de 1850 (La cual adiciona y reforma las
leyes de 3 de junio de 1848 y 30 de mayo de 1849, orgánicas de la administración
y régimen municipal). En su artículo 23 establecía: “Cuando las objeciones hayan
versado sobre la inconstitucionalidad o ilegalidad del proyecto, después de puesta
la sanción en el caso del articulo anterior, el funcionario respectivo tiene el deber de
pedir inmediatamente la anulación de la ordenanza ante la corte suprema de justicia,
y la del acuerdo ante el tribunal del distrito, previo informe del personero provincial
o parroquial, en su caso, y sin que por esto se suspenda la ejecución de tales actos.
Parágrafo único. Esta disposición no excluye el derecho que tiene todo ciudadano
para pedir la anulación, cuando ella no ha sido propuesta por el funcionario a quien
corresponde” Sobre el particular anota Rey: “(…) Pertenece al patrimonio histórico
constitucional colombiano el control de constitucionalidad en la modalidad de la
acción popular; su origen se halla en la ley de 22 de junio de 1850, por medio de
la cual se adicionan y reforman las leyes orgánicas de 3 de junio 1848 y del 30 de
mayo de 1849 relacionadas con la administración y régimen municipal. El parágrafo
único del artículo 23 concedió el derecho “que tiene todo ciudadano” para pedir la
anulación de una ordenanza ante la Corte Suprema de Justicia o de un acuerdo ante
el Tribunal del Distrito, por motivos de inconstitucionalidad o ilegalidad cuando ella
no ha sido propuesta por el funcionario a quien corresponde (…)”. Rey Cantor,
Ernesto. Acción popular de inconstitucionalidad. En: https://letrujil.files.wordpress.
com/2012/04/accion-publica-deinconstitucionalidad-ernesto-reycantor.pdf. Consulta
realizada el 24 de diciembre de 2017 a las 12:30 a.m. ii) Ley 4 del 2 de junio de 1851
(Adicional y reformatoria de las leyes del régimen municipal). Estipulaba su artículo
21 lo siguiente: “Toda ordenanza, acuerdo o acto de las Cámaras de provincia o
cabildos parroquiales que sea contrario a la Constitución o a las leyes, es anulable
por la Corte Suprema de Justicia o Tribunal del Distrito, en su caso; siempre que no

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74 Edgar Andrés Quiroga Natale

de dicha acción fueron expedidas por el pleno del Senado y la Cámara


de Representantes y perseguían la anulación de los proyectos de
actos, acuerdos u ordenanzas de las Cámaras de Provincia cuando
estos contrarían la Constitución o las leyes a través de la objeción
(formulada por el gobernador, jefe político o alcalde según sea
el caso) o mediante acción impetrada por cualquier ciudadano.
Posteriormente el control de constitucionalidad promovido vía acción
se imbrica en las Constituciones Nacionales de 18532 y 18633.
Si bien es cierto el control introducido por las leyes y disposiciones
constitucionales en cita no puede extenderse para atacar las leyes
nacionales, también es igual de cierto que se constituye en el más
claro antecedente de la acción de inconstitucionalidad y del mismo
control de constitucional en nuestro ordenamiento jurídico.
Con la llegada al poder de Rafael Núñez se deroga la Constitución
de 1863 y a través de la nueva Carta Superior (1886) se elimina
cualquier posibilidad de control de constitucionalidad (y con él la
acción de inconstitucionalidad) para dar paso a un ordenamiento de
notorio acento centralista y fincado en el ideario conservador.
La nueva Constitución cumplía una función de “legitimación ex-
post” de la ley la cual gozaba de presunción de constitucionalidad solo
por el hecho de haber sido expedida con posterioridad a su entrada
en vigencia, prueba de ello es la ley 153 de 1887 la cual estipuló en
su artículo 6 lo siguiente:

Una disposición expresa de ley posterior a la Constitución se


reputa constitucional, y se aplicará aun cuando parezca contraria
a la Constitución. Pero si no fuere disposición terminante, sino

tenga por objeto el nombramiento o elección de algún funcionario público, de los


que corresponde hacer”.
2
Constitución de 1853 (artículo 42): “La Suprema Corte de la Nación se compone de
tres Magistrados elegidos popularmente en propiedad y por el término de cuatro años, y
nombrados en las faltas temporales por el Poder Ejecutivo. Corresponde a la Suprema
Corte de la Nación: (…) 6. Resolver sobre la nulidad de las ordenanzas municipales,
en cuanto sean contrarias a la Constitución y a las leyes de la República”.
3
Constitución de 1863 (artículo 72): “Corresponde a la Corte Suprema suspender, por
unanimidad de votos, a pedimento del Procurador General o de cualquier ciudadano,
la ejecución de los actos legislativos de las Asambleas de los Estados, en cuanto sean
contrarios a la Constitución o a las leyes de la Unión, dando, en todo caso, cuenta
al Senado para que éste decida definitivamente sobre la validez o nulidad de dichos
actos”.

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 75

oscura o deficiente, se aplicará en el sentido más conforme con lo


que la Constitución preceptúe (...)”.

Lo anterior trae como consecuencia un sistema de sujeción directa


de las disposiciones contendidas en las leyes, y concomitante a ello,
la prohibición de inaplicarlas ni siquiera en los eventos en que estas
pudiesen atentar contra la Constitución, siendo el Congreso el único
que vía derogatoria tenía la competencia funcional para cambiar una
disposición legal.
Resulta importante recordar que la Constitución Colombiana
de 1886 fue producto de la propuesta e imposición que el partido
Nacionalista4 generó a partir de su propia concepción del Estado y sus
instituciones, pero de ninguna forma surgió de un consenso pluralista
que integrara diversas ideologías políticas; dicha Constitución
tuvo su origen en el Consejo Nacional de Delegatarios convocado
mediante el decreto 594 de 1885 y fue integrado de tal forma que
sus decisiones fueran el reflejo del querer del partido vencedor, es
decir, el Nacionalista5.
En suma, la Constitución de 1886 fue redactada para el
mantenimiento de un partido en el poder, partido el cual tenía la
mayoría en el Congreso; por lo tanto, el artículo 6 de la ley 153 de
1887 aseguraba que las leyes aprobadas por esa mayoría partidista no
puedan ser desconocidas por quienes deben aplicarlas ni siquiera bajo
el argumento de que las mismas podrían conculcar la Constitución.
Este “diseño institucional” (unido a muchas otras consagraciones
normativas), permitió que en los gobiernos de Rafael Núñez y Miguel
Antonio Caro se excluyera y oprimiera a la oposición y a quienes
estaban en contra del régimen político establecido. “(…)El cierre
de los medios de comunicación, el destierro de líderes políticos, la
escasa participación en los cuerpos colegiados de representación

4
Fundado por Rafael Núñez.
5
Al respecto comenta Carlos Restrepo: “(…)En el nombramiento –no en la elección–
del personal del Consejo, se tuvo el cuidado de balancear mecánicamente el número de
representantes de la antigua filiación conservadora y de antigua filiación independiente
[...] De ese modo, no hay exactitud al afirmar que en el Cuerpo Constituyente estuvieran
representados dos partidos, el independiente y el conservador; lo estaba uno solo,
el nuevo, el nacional, y de este solo partido es obra la Constitución de 1886 (…)”.
Restrepo, Carlos E. Orientación Republicana, Tomo I. Bogotá: Banco Popular, 1972.
pág. 108.

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76 Edgar Andrés Quiroga Natale

y la Ley de los Caballos ejemplifican la exclusión y discriminación


que tuvieron que afrontar los integrantes de la minoría(…)”6.
La Constitución hasta ese momento no detentaba naturaleza de
norma jurídica en sentido estricto, se constituía en una Carta Política
mediante la cual se explicitaba de forma general la organización
del poder público, se establecían los límites de las autoridades en
el ejercicio del poder y se consagraron algunos derechos de los
ciudadanos; no obstante, la Constitución al no ser una norma (in
stricto sensu), no tenía la capacidad de generar una sujeción jurídica
directa para la protección de los derechos, ya que éstos requerían
de ser desarrollados por leyes posteriores para permitir exigencia de
cumplimiento y ser justiciables.
Tan evidente era la falta de sujeción directa de los “derechos
constitucionales” que la misma Carta Política ordenó incorporar
algunos de ellos al Código Civil con el objeto de garantizar su
aplicación preferente; es decir, de forma paradójica, para aumentar
la protección de algunos derechos constitucionales, el constituyente
de 1886 ordena consagrarlos en la ley, hecho que supone un proceso
de “legalización de los derechos constitucionales”7.
El hecho de compartir la condición de exclusión (y en algunos
casos de persecución), unido a la sistemática violación de los derechos

6
Maya Chaves, María José. “Discordia, reforma constitucional y Excepción de
inconstitucionalidad”, en: Revista de Estudios Sociales. Universidad de Los Andes,
2012. pág. 120.
7
Sobre el Particular María Maya comenta: “(…) los constituyentes de 1886 habían
rebajado los derechos constitucionales al rango de ley: para garantizar los derechos del
Título III de la Constitución, el artículo 52 de la misma ordenó incorporarlos al Código
Civil como título preliminar, bajo el entendido de que este estatuto tenía aplicación
preferencial (Código Civil de la Unión 1873, Art. 10). A pesar de que el Código Civil
gozara de una mayor jerarquía con respecto a otras leyes, el efecto sigue siendo el
mismo: esta forma de protección reducía la garantía de los derechos constitucionales
al nivel de la ley (…)”. Maya Chaves, María José. Ob. Cit. pág. 127. En igual sentido
Jaime Sanín afirma: “(...) obviamente esto no añadía nada a su fuerza, pues en virtud
de esta disposición no se elevaba el título III a una categoría superior, sino que, por el
contrario, se le colocaba en una norma de rango inferior [...] en teoría la Constitución
era ley suprema, pero los jueces podían aplicar solamente la ley, no la Constitución;
así, entonces para dar efectividad práctica a los derechos civiles y garantías sociales
consagrados en la Constitución, era el caso incorporar tales disposiciones a la
legislación ordinaria con base en las cuales debían producirse los pronunciamientos
judiciales (...)”. Sanin, Jaime. La defensa judicial de la Constitución. Bogotá: Temis,
1971. pág. 105.

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 77

de los partidos minoritarios o de oposición, impulsó a los liberales


y a los conservadores históricos a formar una alianza estratégica
para de manera conjunta perseguir la introducción de una reforma
constitucional en donde se sintieran integrados los intereses de la
Nación y no solo los del partido nacionalista. De esta alianza surge
la “Unión Republicana” en 1909 como un partido político que
buscaba abolir con las condiciones referidas a través de reformas
constitucionales para acabar con el ordenamiento que hizo posible
los abusos cometidos por los gobiernos de Reyes y Caro.
Es así como producto de la Unión Republicana se impulsa la
reforma constitucional materializada en el acto legislativo 03 de 1910
mediante el cual se introducen reformas estructurales a la manera
como se configura y ejerce el poder público a partir de las ramas
que lo integran (ejecutiva, legislativa y judicial).
Los artículos 40 y 41 del referido acto legislativo consagran
por primera vez en la historia jurídica de Colombia, el control de
constitucionalidad extendido bajo las siguientes cláusulas normativas:

Artículo 40. En todo caso de incompatibilidad entre la Constitución


y la ley se aplicarán preferencia las disposiciones constitucionales.
Artículo 41. A la Corte Suprema de Justicia se le confía la guarda
de la integridad de la Constitución. En consecuencia, además de
las facultades que le confieren ésta y las leyes, tendrá la siguiente:
Decidir definitivamente sobre la exequibilidad de los Actos
Legislativos que hayan sido objetados como inconstitucionales por
el Gobierno, o sobre todas las leyes o decretos acusados ante ella
por cualquier ciudadano como inconstitucionales, previa audiencia
del Procurador General de la Nación.

Las citadas disposiciones introducen profundos cambios en


el ordenamiento jurídico, sobre todo en lo que tiene que ver con
el sistema de fuentes del derecho, ya que sin hacer una mención
expresa de la condición normativa de la Constitución, es claro que
la ubica por encima de las leyes en el momento de su aplicación;
generando i) un reconocimiento implícito del principio de supremacía
constitucional, y ii) una habilitación para inaplicar las leyes cuando
estas sean contrarias a la Constitución, consagrando un sistema
difuso de control de constitucionalidad.

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78 Edgar Andrés Quiroga Natale

Sumado a ello, asigna la competencia funcional a la Corte


Suprema de Justicia para decidir sobre la exequibilidad de los
actos reformatorios de la Constitución objetados por el gobierno y
las demandas promovidas por los ciudadanos en contra de leyes o
decretos acusados de ser inconstitucionales, configurando un sistema
objetivo, extendido y concentrado de constitucionalidad lo cual se
constituye en el primer referente conocido de dicho modelo ya que
éste se dio aproximadamente 10 años antes de que Hans Kelsen lo
propusiera como diseño de control en la Constitución austriaca de
1920.
Las anteriores reformas posibilitan realizar un control de la ley por
fuera del imperium del Congreso, lo que permite que la configuración
de determinadas mayorías coyunturales en el parlamento no pueda
hacer nugatorio los derechos ya reconocidos constitucionalmente ni
llegar a desconocerlos por parte de leyes posteriores, derogando así
la presunción “pétrea” de constitucionalidad de las leyes explicitada
en el artículo 6 de la ley 153 de 1887.
Vemos como el surgimiento material del control de constitu-
cionalidad no es una figura que se introduce de forma inconsciente o
azarosa, a contrario sensu, se corresponde con una realidad histórica
y una necesidad de controlar el poder del Presidente a través del
manejo y dominio que éste tenía sobre las mayorías parlamentarias8.
La acción pública de inconstitucionalidad imbricada en el artículo
419 del acto legislativo 03 de 1910, se constituye en una nueva forma
de control en el ejercicio del poder público y un mayor balance entre
las ramas y órganos que lo ejercen, lo cual sirve de antecedente para
su posterior consagración, reconocimiento y desarrollo a partir de
la Constitución de 1991.

8
Respecto de la historia, causas y efectos de la introducción del control de
constitucionalidad y más específicamente el proyecto Republicano que inspiró la
reforma de 1910, ver: Rodríguez Peñaranda, María Luisa. Minorías, acción pública
de inconstitucionalidad y democracia deliberativa. Bogotá: Universidad Externado
de Colombia, 2005. págs. 220-247.
9
El cual fue una reproducción del artículo 24 del proyecto presentado por Nicolás
Esguerra a la Asamblea Nacional.

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 79

II. ASPECTOS SUSTANCIALES

1. APROXIMACIÓN CONCEPTUAL Y CARACTERÍSTICAS

Bajo el imperio normativo de la Constitución de 1991, la acción de


inconstitucionalidad tiene una doble dimensión o naturaleza a saber:

i) Político-Sustancial: Ya que dicha acción se constituye


en una expresión material de la participación ciudadana
dentro de un diseño democrático abierto, es decir, que por
medio de este instrumento el ciudadano funge como veedor
permanente del quehacer del poder constituido evitando
así que los actos, normas y/o mecanismos jurídicos por
éste expedido, violen el poder constituyente expresado en
los valores, principios, reglas y mandatos constitucionales.
Producto de lo anterior, la acción de inconstitucionalidad
se convierte en una herramienta que tiene ciudadano para
participar en la vida política del Estado10.
ii) Jurídico-Procesal: La acción de inconstitucionalidad
adquiere también una dimensión adjetiva, pues se erige
como un mecanismo procesal para la defensa de la

10
A propósito de esta dimensión sostiene Rey: “(…) La acción de inconstitucionalidad
es un derecho constitucional fundamental que legitima a cualquier ciudadano para
demandar ante la Corte Constitucional actos con fuerza de ley (llámese ley, decreto
con fuerza de ley, o los actos legislativos reformatorios de la Constitución), así como
también los referendos legislativos, las consultas populares y plebiscitos del orden
nacional, con el objeto de que se declare inexequible (o inconstitucional), a fin de
restablecer la supremacía de la Constitución. Se incluye dentro del concepto la acción
de que trata el artículo 237, numeral 2 de la Constitución, por el cual se le reconoce
el derecho a un ciudadano para demandar ante el Consejo de Estado “los decretos
de carácter general dictados por el Gobierno Nacional, que no correspondan a la
Corte Constitucional, cuya inconformidad con el ordenamiento jurídico se establezca
mediante confrontación directa con la Constitución Política y que no obedezca a
función propiamente administrativa (…)”. Rey Cantor, Ernesto. Acción popular
de inconstitucionalidad. En: https://letrujil.files.wordpress.com/2012/04/accion-
publica-deinconstitucionalidad-ernesto-rey-cantor.pdf. Consulta realizada el 24 de
diciembre de 2017 a las 12:30 a.m. De igual forma anota Esguerra: “(…) la acción de
inconstitucionalidad (…) tiene una dimensión mucho mayor y se levanta no solo como
una eficaz garantía de la supremacía constitucional sino, además, como fundamental
instrumento de defensa de los derechos y las libertades de los ciudadanos frente a la
propia ley (…)”. Esguerra Portocarrero, Juan Carlos. La protección constitucional
del ciudadano. Bogotá: Ed. Legis, 2010. pág. 368.

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80 Edgar Andrés Quiroga Natale

supremacía constitucional permitiendo hacer justiciable a


través de un órgano especializado las violaciones que se
hacen a la Carta Superior11 y restablecer así el orden dado
por el poder constituyente12.

El máximo intérprete constitucional de igual manera se ha


referido a las dos dimensiones anteriormente descritas (sustancial
y procesal) así:

(…) El objeto de la acción de inconstitucionalidad es una


confrontación de carácter jerárquico entre una norma constitucional
y otra del nivel legal, cuya posible consecuencia, en caso de
encontrarse incompatibilidad entre ellas, es la declaratoria de
inexequibilidad de la segunda (…)13”. “(…) En este sentido, la
finalidad de la acción de inconstitucionalidad es la efectividad
del principio fundamental de supremacía de la Constitución,
debiendo ser ésta la única motivación del ciudadano, que en
desarrollo del deber contenido en el numeral 5 del artículo 95

11
Por medio de los actos legislativos, las leyes, los decretos ley (legislativos,
extraordinarios, con fuerza de ley y autónomos constitucionales), las convocatorias
a referendo constitucional o asamblea nacional constituyente, los referendos sobre
leyes y las consultas populares y plebiscitos del orden nacional, los proyectos de
ley que hayan sido objetados por el gobierno como inconstitucionales, proyectos de
leyes estatutarias, tratados internacionales y las leyes que los aprueben, así como las
interpretaciones palmariamente inconstitucionales que se hagan de las leyes y que
funjan como doctrina ordinaria de la judicatura.
12
Sobre el particular sostiene Quinche: “(…) La acción pública de inconstitucionalidad
es un mecanismo procesal, de carácter constitucional, en virtud del cual los
ciudadanos pueden acudir ante la Corte Constitucional por medio de una demanda,
para solicitarle que declare la inexequibilidad de una reforma constitucional, de
una ley o de un decreto con fuerza de ley, por considerar que los mismos son
contrarios a la Constitución (…)” Quinche Ramírez, Manuel Fernando. La acción
de inconstitucionalidad. Bogotá: Ed. Ibáñez, 2016, pág. 23. En apoyo de la misma
comprensión arguye Mendieta: “(…) La acción de inconstitucionalidad es la
posibilidad que tienen algunas personas que ostentan una calidad especial de índole
política, territorial, ciudadana o popular de acudir ante la autoridad constitucional del
Estado, para que ésta determine si una ley, y en algunos casos toda norma con fuerza
material de ley, está acorde o no con los preceptos constitucionales y, en caso negativo,
para que dicha norma sea declarada inconstitucional para su correspondiente salida
del ordenamiento jurídico por carecer de validez jerárquica, sin que necesariamente
exista un interés de parte o la aplicación de la norma a un caso concreto, con lo que se
establece un control de constitucionalidad abstracto y concentrado (…)”. Mendieta
González, David. “La acción pública de inconstitucionalidad: A propósito de los
100 años de su vigencia en Colombia”, en: Revista Vniversitas, No. 120. Bogotá:
Universidad Javeriana, 2010. pág. 64.
13
Corte Constitucional. Sentencia C-241 de 2009. M.P. Nilson Pinilla Pinilla.

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 81

Superior acude a la jurisdicción constitucional en ejercicio del


derecho político a interponer acciones públicas en defensa de la
Constitución (…)14”. “(…) El sistema constitucional colombiano
consagra como principal mecanismo para el ejercicio del control
de constitucionalidad abstracto la acción de inconstitucionalidad,
que otorga a todo ciudadano en ejercicio la facultad de acusar
ante el máximo órgano de la jurisdicción constitucional, normas
de inferior jerarquía que se estiman contrarias al ordenamiento
superior, a fin de que sean declarados inexequibles mediante una
providencia que hace tránsito a cosa juzgada constitucional (…)15.

A partir de la naturaleza y dimensión anteriormente expuesta


sobre la acción en comento, se puede decantar que la misma tiene
las siguientes características generales:

i) Es una acción política: ya que su titularidad está en cabeza


de todo ciudadano en ejercicio de sus derechos políticos, y
como fue explicado ut supra, se convierte en una forma de
materializar la democracia participativa.
ii) Es una acción pública: pues no se le exige al ciudadano que
tenga que demostrar un interés subjetivo en la causa, pues
la misma siempre se entenderá objetiva y no es otra que la
defensa del orden constitucional.
iii) Es autónoma y directa: no requiere agotar requisitos de
procedibilidad y/o la demostración de la inexistencia o falta
de idoneidad de otros mecanismos jurídicos mediante los
cuales podría vehicularse la causa petendi.
iv) Es indesistible: Una vez incoada la acción no opera el
desistimiento de la misma por el carácter público de su
naturaleza, razón por el cual el Iudex constitucional tiene
el deber de dar impulso oficioso una vez admitida la causa
sin que su trámite dependa de la diligencia o impulsión
procesal del accionante.

De lo anterior se colige la gran importancia que tiene en nuestro


ordenamiento jurídico la acción de inconstitucionalidad, pues como
fue descrito, dicha acción se constituye en una de la principales

14
Corte Constitucional. Sentencia C-932 de 2004. M.P. Jaime Córdoba Triviño.
15
Corte Constitucional. Sentencia C-932 de 2004. M.P. Jaime Córdoba Triviño.

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82 Edgar Andrés Quiroga Natale

herramientas que tiene el ciudadano para participar de la vida


política, de hacer parte de una democracia material, de ser vigilante
del mandato conferido a quienes hacen parte del poder constituido;
además, también se constituye en un instrumento procesal que
persigue la realización del principio de supremacía constitucional y
en donde a través de la función correctora de la justicia constitucional
se evita que el poder derivado transgreda el mandato constituyente.

2. OBJETO DE CONTROL

La acción pública de inconstitucionalidad recae sobre un conjunto


de instrumentos jurídicos que fungen como objeto de control los
cuales se explicitan en el artículo 241 superior o cuyo reconocimiento
se ha dado por vía de precedente constitucional. A continuación, se
hará una referencia sin ningún ánimo exhaustivo de los principales
objetos pasibles del control abstracto a través de la acción pública
de inconstitucionalidad.

2.1. Control sobre los actos legislativos

Los actos legislativos se definen en el artículo 221 de la ley 5 de


199216 como normas expedidas por el Congreso17 que tengan por objeto
modificar, reformar, adicionar o derogar los textos constitucionales.
Los actos legislativos junto al referendo constitucional y la asamblea
nacional constituyente se erigen como los tres mecanismos previstos
por la misma Constitución (artículo 374) para ser reformada.

2.1.1. Respecto de los vicios de procedimiento


en el trámite de acto legislativo

El artículo 241 superior (numeral 1), establece que el control


sobre los actos legislativos solo puede efectuarse por vicios de
procedimiento en su formación. De esta disposición decanta el

16
Ley orgánica que establece el reglamento del Congreso de la República.
17
Competencia derivada del artículo 374 constitucional y el numeral 1 del artículo 6 de
la ley 5 de 1992.

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 83

precedente constitucional en la materia dos elementos importantes


respecto de su alcance y comprensión:

a) En primer lugar, establece (por antonomasia) que dicho control


no puede ser efectuado por vicios sustanciales o de fondo, pues
riñe con el ordenamiento jurídico hacer control constitucional
a una norma constitucional (como lo es un acto legislativo),
ya que prima facie todas las disposiciones constitucionales se
encuentran dentro del mismo grado de jerarquía y no puede
predicarse la supremacía de una sobre la otra18. Además,
si se hiciera efectivo el control mediante la declaratoria de
inexequibilidad, se estaría creando un nuevo mecanismo
de reforma constitucional no establecido en el artículo 374
superior. Entorno a este tópico la alta Corporación ha sostenido:

“(…) A la Corte Constitucional se le ha asignado el control de los


Actos Legislativos, pero únicamente por vicios de procedimiento en su
formación (art. 241-1 C.P.), es decir, por violación del trámite exigido
para su aprobación por la Constitución y el Reglamento del Congreso.
El control constitucional recae entonces sobre el procedimiento de
reforma y no sobre el contenido material del acto reformatorio (…)”19.

b) En segundo lugar, el máximo intérprete constitucional


ha venido construyendo una dogmática que permite
darle contenido al concepto “vicio de procedimiento”,
entendiendo que este se configura cuando existe una
afectación directa de uno de los principios sustanciales
que rige el trámite legislativo, es decir, que trasgrede las
normas constitucionales u orgánicas (ley 5 de 1992) cuyo
“(…) i) cumplimiento es presupuesto básico y necesario
para la adecuada formación de la voluntad democrática de
las cámaras, ii) están estrechamente relacionadas con la
materialización de principios y valores constitucionales,
en especial del principio democrático, y iii) tienen una
entidad tal que, al desconocerse, ocasionan un vicio de

18
Lo cual no quiere decir que no existan disposiciones constitucionales más relevantes
que otras.
19
Corte Constitucional. Sentencia C-1040 de 2005. Magistrados Ponentes: Humberto
Sierra Porto, Manuel José Cepeda Espinosa, Rodrigo Escobar Gil, Marco Gerardo
Monroy Cabra, Avaro Tafur Galvis y Clara Inés Vargas Hernández.

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84 Edgar Andrés Quiroga Natale

procedimiento en la formación del acto legislativo, en la


medida en que desconocen ‘los requisitos establecidos por la
propia Carta para la aprobación de dichas reformas (…)”20.

La anterior precisión resulta necesaria por cuanto (en respeto


a los principios de separación de poderes, democracia material y
prevalencia del derecho sustancial sobre las formas, entre otros), no
toda irregularidad en el trámite de un proyecto de acto legislativo
configura un vicio de procedimiento; por lo tanto, resulta importante
distinguirlo de figuras como la irregularidad irrelevante21, las
irregularidades reglamentarias22 y las irregularidades subsanables23,
todas ellas no tendrían la entidad suficiente para llevar a una
declaratoria de inexequibilidad.
Habiendo contextualizado el alcance del vicio de procedimiento,
resulta necesario mencionar algunas de las principales reglas que
norman el trámite de los actos legislativos:
i) Las reglas especiales fijadas en el Título XIII de la
Constitución:
a) La Constitución Política podrá ser reformada por el
Congreso, por una Asamblea Constituyente o por el

20
Corte Constitucional. Sentencia C-816 de 2004. Magistrados Ponentes: Jaime Córdoba
Triviño y Rodrigo Uprimny Yepes.
21
Aquella “(…) que no vulnera ningún principio ni valor constitucional, y en especial
no llega a afectar el proceso de formación de la voluntad democrática en las cámaras,
ni desconoce el contenido básico institucional diseñado por la Carta (…). Corte
Constitucional. Sentencia C-737 de 2001. M.P. Eduardo Montealegre Lynett. Ejemplo
de ello es el incumplimiento del plazo que tienen los ponentes para presentar el informe.
22
Aquellas derivadas de disposiciones normativas distintas a las establecidas en la
Constitución y la Ley 5 de 1992 o que siendo parte de las mismas no resulten sustanciales
para el trámite legislativo. (Ver Sentencias C-551 de 2003 y C-1040 de 2005).
23
Aquellas que, aunque se presentan fueron saneadas dentro del trámite legislativo.
Algunas de ellas obligan a la repetición de lo actuado y en otras no resulta necesario.
Respecto del particular la Corte sostiene: “(…) Es posible que habiéndose presentado una
irregularidad, la misma se sanee durante el trámite legislativo, y por consiguiente no da
lugar a un vicio de procedimiento. Tal es el caso, por ejemplo, del aval presentado por los
ministros a iniciativas parlamentarias en materias reservadas a la iniciativa del gobierno.
Tal hipótesis no requiere la repetición de lo actuado. En otros casos el saneamiento puede
darse repitiendo la actuación irregular, como sería el caso de si se inicia el debate en
plenaria en el día séptimo contado a partir de la aprobación del proyecto en la respectiva
comisión y, al advertirse la irregularidad, se deja sin efectos lo actuado y el debate se
reinicia nuevamente el día octavo. Es claro que, de no mediar el saneamiento, se estaría
ante un vicio de procedimiento (…). Sentencia C-1040 de 2005.

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 85

pueblo mediante referendo (artículo 374). b) Podrán


presentar proyectos de acto legislativo el Gobierno,
diez miembros del Congreso, el veinte por ciento de
los concejales o de los diputados y los ciudadanos en
un número equivalente al menos, al cinco por ciento
del censo electoral vigente. El trámite del proyecto
tendrá lugar en dos períodos ordinarios y consecutivos.
Aprobado en el primero de ellos por la mayoría de los
asistentes, el proyecto será publicado por el Gobierno.
En el segundo período la aprobación requerirá el voto
de la mayoría de los miembros de cada Cámara. En
este segundo período sólo podrán debatirse iniciativas
presentadas en el primero. (artículo 375). c) Los
Actos Legislativos, la convocatoria a referendo,
la consulta popular o el acto de convocación de la
Asamblea Constituyente, sólo podrán ser declarados
inconstitucionales cuando se violen los requisitos
establecidos en este título. La acción pública contra
estos actos sólo procederá dentro del año siguiente a
su promulgación, con observancia de lo dispuesto en
el artículo 241 numeral 2. (artículo 379).
ii) Las reglas especiales estipuladas en el capítulo VII, sección
I del Reglamento del Congreso tales como:
a) Los proyectos de acto legislativo podrán presentarse en
la Secretaría General de las Cámaras o en sus plenarias.
b) Pueden presentar proyectos de acto legislativo: El
Gobierno Nacional. Diez (10) miembros del Congreso.
Un número de ciudadanos igual o superior al cinco
por ciento (5%) del censo electoral existente en la
fecha respectiva. Un veinte (20%) por ciento de los
Concejales del país. Un veinte (20%) por ciento de los
Diputados del país. c) El trámite de un proyecto de acto
legislativo tendrá lugar en dos (2) períodos ordinarios
y consecutivos. Dos períodos ordinarios de sesiones
comprenden una legislatura, a saber: el primero, que
comienza el 20 de julio y termina el 16 de diciembre;
y el segundo, desde el 16 de marzo hasta el 20 de junio.
d) El proyecto de acto legislativo debe ser aprobado

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86 Edgar Andrés Quiroga Natale

en cada una de las Cámaras por la mayoría simple24,


en la primera vuelta; publicado por el Gobierno,
requerirá de la mayoría absoluta en la segunda vuelta.
Ambos períodos no necesariamente deben coincidir
en la misma legislatura. e) En la segunda “vuelta” sólo
podrán debatirse iniciativas presentadas en la primera.
Las negadas en este período, no podrán ser consideradas
nuevamente. El cambio o modificación del contenido
de las disposiciones, en la segunda “vuelta”, siempre
que no altere la esencia de lo aprobado inicialmente
sobre la institución política que se reforma, podrá ser
considerada y debatida.
En suma, los pasos o etapas para la expedición de un
acto legislativo han sido sistematizados por el precedente
constitucional conforme a la interpretación integral de las
disposiciones constitucionales y orgánicas que rigen la
materia así:
“(…) Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto y
siguiendo la jurisprudencia de esta Corporación plasmada
en la sentencia C-543 de 199825, reiterada con posterioridad
en la sentencia C-668 de 200426, los requisitos que deben
ser observados por el Congreso de la República para
la expedición de un acto legislativo, siguiendo el orden
secuencial y progresivo de todo procedimiento de reforma
constitucional, conforme a lo previsto en el artículo
375 Superior, en las otras disposiciones de la Carta y
del Reglamento que le resultan aplicables27, son: i) La

24
Respecto de las mayorías decisorias, el artículo 117 de la ley 5 de 1992 establece:
““Las decisiones que se adoptan a través de los diferentes modos de votación surten
sus efectos en los términos constitucionales. La mayoría requerida, establecido el
quórum decisorio, es la siguiente: 1. Mayoría simple. Las decisiones se toman por la
mayoría de los votos de los asistentes. 2. Mayoría absoluta. La decisión es adoptada
por la mayoría de los votos de los integrantes. 3. Mayoría calificada. Las decisiones se
toman por los dos tercios de los votos de los asistentes o de los miembros. 4. Mayoría
especial. Representada por las tres cuartas partes de los votos de los miembros o
integrantes. (negrilla y subrayado fuera de texto)”.
25
M.P. Fabio Morón Díaz.
26
M.P. Alfredo Beltrán Sierra.
27
La jurisprudencia reiterada de esta Corporación ha señalado que cuando la Constitución
Política sea reformada por el Congreso, el trámite correspondiente no sólo debe
ajustarse a lo previsto en el artículo 375 Superior, sino que, además debe ceñirse a las
normas constitucionales que regulan el procedimiento legislativo y a las deposiciones

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 87

iniciativa28; ii) la publicación del proyecto en la Gaceta29;


iii) el informe de ponencia30; iv) el debate o discusión31;
v) el anuncio o aviso de votación; vi) la aprobación32; vii)
publicación33; viii) sanción presidencial34; y finalmente, ix)
promulgación (…)”35.

iii) Las reglas generales referidas al proceso legislativo


ordinario que no sean incompatibles con las regulaciones
constitucionales, tendrán en el trámite legislativo constituyente
plena aplicación y vigencia. Por ejemplo, aquellas referidas
al proceso de votación, quórum aprobatorio36, trámite de las
sesiones, proposiciones, etc.

de la Ley 5ª de 1992, “Por la cual se expide el Reglamento del Congreso; el Senado


y la Cámara de Representantes”, en cuanto sean compatibles con las previsiones de
la Carta que regulan el procedimiento de reforma por la vía del acto legislativo. Sobre
la materia, entre otras, se pueden consultar las siguientes sentencias: C-222 de 1997,
C-543 de 1998, C-487 de 2002, C-614 de 2002, C-668 de 2004 y C-1039 de 2004.
28
Los proyectos de acto legislativo pueden provenir del gobierno, de los miembros
del Congreso en un numero no inferior a 10, del veinte por ciento de los Concejales
o Diputados, y de los ciudadanos “en un número equivalente al menos, al cinco por
ciento del censo electoral vigente”. (C.P. art. 375).
29
Dispone el artículo 157 de la Constitución, en su numeral 1°, ningún proyecto será
ley sin los requisitos siguiente: “Haber sido publicado oficialmente por el Congreso,
antes de darle curso en la Comisión respectiva”.
30
Los artículos 160 Superior y 156, 157, 175 y 185 de la Ley 5ª de 1992, exigen tanto
en Comisión como en Plenaria la presentación de un informe de ponencia, en el que
se resuma las distintas propuestas e iniciativas presentadas, anexando el motivo por el
cual algunas de ellas fueron rechazadas, en aras de garantizar la participación activa
de los congresistas en el debate o discusión parlamentaria (Sobre su exigibilidad en
el trámite de reforma constitucional a través de acto legislativo, se puede consultar la
sentencia C-1039 de 2004. M.P. Álvaro Tafur Galvis).
31
Dispone el artículo 94 de la Ley 5ª de 1992: “El sometimiento a discusión de cualquier
proposición o proyecto sobre cuya adopción deba resolver la respectiva Corporación,
es lo que constituye el debate”. En cuanto a su exigencia en la aprobación de leyes y de
actos legislativos, se pueden consultar las sentencias C-222 de 1997 y C-473 de 2004.
32
El acto legislativo deberá aprobarse en dos períodos ordinarios y consecutivos, con
el cumplimiento de las mayorías exigidas en el artículo 375 Superior.
33
Aprobado el proyecto en el primer período, el gobierno deberá publicarlo para iniciar
el trámite de la segunda vuelta (C.P. art. 375).
34
Dispone el artículo 157 Superior, que ningún proyecto será ley sin “haber obtenido
la sanción presidencial”.
35
Corte Constitucional. Sentencia C-1040 de 2005. Magistrados Ponentes: Humberto
Sierra Porto, Manuel José Cepeda Espinosa, Rodrigo Escobar Gil, Marco Gerardo
Monroy Cabra, Avaro Tafur Galvis y Clara Inés Vargas Hernández.
36
Sobre el concepto de quórum y sus diferentes clases, el artículo 116 de la ley 5 de
1992 prevé: “El quórum es el número mínimo de miembros asistentes que se requieren
en las Corporaciones legislativas para poder deliberar o decidir. Se presentan dos
clases de quórum, a saber: 1) Quórum deliberatorio. Para deliberar sobre cualquier

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88 Edgar Andrés Quiroga Natale

v) Reglas particulares respecto de la adopción de mecanismos


especiales de protección tales como la Consulta Previa37
en tratándose de las garantías iusfundamentales de
participación, identidad cultural, respeto ancestral, igualdad,
etc., de las comunidades indígenas, afro descendientes,
palenqueras, raizales y rom cuando se interviene con la
norma sus territorios ancestrales.
Respecto de la consulta previa frente a los actos legislativos,
han sido pocas las providencias mediante las cuales la Corte
Constitucional se ha pronunciado destacándose entre ellas
las sentencias C-702 de 201038, C-882 de 201139, C-317 de
201240, C-290 de 201741 y C-674 de 201742.
Del precedente en cita, así como del Convenio 169
de la Organización Internacional del Trabajo (OIT),
es posible colegir que la consulta previa se constituye
(además de un derecho fundamental en sí mismo) en un
mecanismo obligatorio (ex-ante) para la aprobación de actos
administrativos, contratos estatales, leyes y también actos
reformatorios de la Constitución, cuando con estas normas
se afecten de forma directa y sustancial las comunidades
pasibles de dicha protección especial.

asunto se requiere la presencia de por lo menos la cuarta parte de los miembros de


la respectiva Corporación o Comisión Permanente. 2) Quórum decisorio, que puede
ser: - Ordinario. Las decisiones sólo podrán tomarse con la asistencia de la mayoría
de los integrantes de la respectiva Corporación, salvo que la Constitución determine
un quórum diferente. - Calificado. Las decisiones pueden adoptarse con la asistencia,
al menos, de las dos terceras partes de los miembros de la Corporación legislativa. -
Especial. Las decisiones podrán tomarse con la asistencia de las tres cuartas partes
de los integrantes. Parágrafo. Tratándose de sesiones conjuntas de las Comisiones
Constitucionales Permanentes, el quórum decisorio será el que se requiera para cada
una de las Comisiones individualmente consideradas”.
37
Sobre el derecho fundamental a la consulta previa ver sentencias: SU-039 de 1997,
C-169 de 2001, C-891 de 2002, SU-383 de 2003, T-880 de 2006, C-030 de 2008, T-154
de 2009, C-175 de 2009, T-769 de 2009, T-547 de 2010, C-030 de 2008, T-294 de
2014, T-660 de 2015, C-674 de 2017 entre otras.
38
Mediante la cual la Corte declaró la inexequibilidad parcial artículo 2 del Acto
Legislativo 01 de 2009.
39
Exequibilidad respecto de las modificaciones que el Acto Legislativo 02 de 2009
introducía al artículo 49 de la Constitución, relativas a la prohibición del porte y
consumo de sustancias estupefacientes.
40
Exequibilidad del Acto Legislativo 05 de 2011.
41
Exequibilidad del artículo 6 del Acto Legislativo 02 de 2015.
42
Exequibilidad del Acto Legislativo 01 de 2017.

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 89

2.1.2. Respecto de los vicios competenciales


en el trámite de acto legislativo

A tenor del citado numeral 1 del artículo 241 superior, el


control de los actos legislativos debe circunscribirse a los vicios de
procedimiento en su formación; no obstante, la Corte Constitucional
vía precedente43 (aplicando una interpretación sistemática44 de la
Carta Política), ha decantado que el conocimiento de la posible
irregularidad en el trámite parlamentario trae consigo el connatural
examen de la competencia que el constituyente derivado tiene sobre el
poder de reforma, ya que esta habilitación es de mutación pero nunca
de sustitución; es decir, el Congreso está facultado para reformar pero
no para reemplazar la Constitución por otra, ya sea derogándola o
modificando los elementos esenciales de su naturaleza e identidad.
Sin embargo, no toda modificación, cambio o transformación
que a través de los actos legislativos se hace a la Carta Fundamental
implica per se sustitución45, por lo tanto, se introduce en la doctrina
constitucional el concepto de “vicio competencial” para examinar
aquellos eventos en los cuáles podría el Congreso extralimitar sus
poderes de reforma. Para tal efecto, la Corte Constitucional decantó
la metodología que se expone sucintamente a continuación.

2.1.2.1. El “Test de Sustitución Constitucional”

Para examinar el concepto y alcance del vicio competencial, el


máximo Tribunal introdujo el “test de sustitución”. Por medio de la

43
Ver sentencias C-551 de 2003, C-1200 de 2003, C-970 de 2004, C-971 de 2004,
C-1040 de 2005, C-141 de 2010, C-288 de 2012, C-1056 de 2012, C-053 de 2016,
C-699 de 2016 y C-174 de 2017, entre otras.
44
Integrando al análisis del artículo 241 también lo preceptuado en los artículos 1, 114,
374 y 379 entre otros.
45
“(…) En todo caso, asimilar sustitución a modificación implicaría petrificar toda
la Constitución puesto que una reforma constitucional, por definición, modifica la
Constitución, la afecta y la contradice. El concepto de sustitución alude a un fenómeno
jurídico distinto consistente en que un elemento esencial definitorio de la identidad
de la Constitución es sustituido, o sea, remplazado por otro opuesto o integralmente
diferente (…)”. Sentencia C-1040 de 2005. Magistrados Ponentes: Humberto Sierra
Porto, Manuel José Cepeda Espinosa, Rodrigo Escobar Gil, Marco Gerardo Monroy
Cabra, Avaro Tafur Galvis y Clara Inés Vargas Hernández.

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90 Edgar Andrés Quiroga Natale

sentencia C-551 de 200346 se hace una aproximación dogmática a


la sustitución constitucional como límite competencial al poder de
reforma47, por una parte, reitera que la competencia funcional hace
parte inescindible de un examen integral sobre el procedimiento48,
por otra, establece unos criterios marco que justifican el estudio del
vicio en comento:

“(…) a) Que el poder de reforma definido por la Constitución


colombiana está sujeto a límites competenciales. b) Que por virtud
de esos límites competenciales el poder de reforma puede reformar
la constitución, pero no puede sustituirla por otra integralmente
distinta u opuesta. c) Que para establecer si una determinada
reforma a la Constitución es, en realidad, una sustitución de la
misma, es preciso tener en cuenta los principios y valores del
ordenamiento constitucional que le dan su identidad. d) Que la
Constitución no contiene cláusulas pétreas ni principios intangibles
y que, por consiguiente, todos sus preceptos son susceptibles de
reforma por el procedimiento previsto para ello. e) Que el poder de
reforma no puede, sin embargo, derogar, subvertir o sustituir en su

46
Por medio de la cual se hace la revisión de constitucionalidad de la Ley 796 de
2003 “Por la cual se convoca un referendo y se somete a consideración del pueblo
un proyecto de Reforma Constitucional”.
47
Aunque es preciso aclarar que las reglas vertidas en dicha providencia se generaron
respecto del examen de una ley que convocaba a un referendo y NO sobre un acto
legislativo, sin embargo, dichas reglas fueron acuñadas en posteriores sentencias (C-
1200 de 2003, C-970 y C-971 de 2004 y C-1040 de 2005) las cuales propiamente si
examinaron la sustitución constitucional en el poder de reforma del Congreso a través
de actos legislativos.
48
“(…) Esta proyección de los problemas de competencia, tanto sobre los vicios de
procedimiento como sobre los vicios de contenido material, es clara, y por ello tanto la
doctrina como la jurisprudencia han señalado, de manera reiterada, que la competencia
es un presupuesto ineludible del procedimiento, a tal punto que el procedimiento está
siempre viciado si el órgano que dicta un acto jurídico carece de competencia, por
más de que su actuación, en lo que al trámite se refiere, haya sido impecable. En tales
circunstancias, no tendría sentido que la Constitución atribuyera a la Corte el control
de los vicios de procedimiento de las reformas constitucionales, pero la excluyera de
verificar si los órganos que adelantaron esa reforma tenían o no competencia para
hacerlo, pues esa regulación lleva a una situación inaceptable: así, ¿qué ocurriría si
un órgano incompetente adelanta una reforma constitucional, pero con un trámite
impecable? ¿Debería la Corte Constitucional limitarse a considerar los trámites de la
reforma, a pesar de la absoluta invalidez de la reforma por carencia de competencia?
¿En qué quedaría su función de velar por “la guarda de la integridad y supremacía
de la Constitución” que le asignada el artículo 241 de la Carta? Esto muestra entonces
que si esta Corte no verifica la competencia del órgano que adelanta la reforma, no
estaría verdaderamente controlando que el procedimiento de aprobación de la reforma
se hubiera hecho en debida forma (…)” Sentencia C-551 de 2003.

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 91

integridad la Constitución. f) Que sólo el constituyente primario


tendría la posibilidad de producir una tal sustitución (…)”49.

En la sentencia C-970 de 200450 (reiterada por la C-971 del mismo


año)51, la Corporación introdujo la metodología para el ejercicio del
control de constitucionalidad en relación con cargos por sustitución
de la Constitución, imbricando un test de corte silogista (por lo menos
desde su estructura) en donde se introduce el análisis de una premisa
mayor, una premisa menor y la conclusión así52:

Premisa mayor Premisa menor Conclusión


Enunciar aquellos Procede luego el Al contrastar las
aspectos definitorios examen del acto anteriores premisas
de la identidad de acusado, para con el criterio de
la Constitución que establecer cuál es juzgamiento que
se supone han sido su alcance jurídico, se ha señalado por
sustituidos por el acto en relación con los la Corte, esto es, la
reformatorio. elementos definitorios verificación de si la
Ello permite a la identificadores de la reforma reemplaza un
Corte establecer los Constitución, a partir elemento definitorio
parámetros normativos de las cuales se han identificador de la
aplicables al examen aislado los parámetros Constitución por
de constitucionalidad normativos del otro integralmente
del acto acusado. control. diferente, será posible
Se trata de un determinar si se ha
enunciado específico, incurrido o no en un
que no se limita a vicio de competencia.
plantear los aspectos
que de manera general
tiene una determinada
institución en el
constitucionalismo
contemporáneo, sino
la manera particular
como un elemento
definitorio ha sido

49
Corte Constitucional. Sentencia C-551 de 2003. M.P. Eduardo Montealegre Lynett.
50
M.P. Rodrigo Escobar Gil y tuvo por objeto resolver la demanda del inciso segundo
del artículo 4º transitorio del Acto Legislativo No. 03 de 2002.
51
M.P. Manuel José Cepeda Espinosa y cuyo objeto fue el estudio de la demanda del
parágrafo transitorio del artículo 3º del Acto Legislativo No. 01 de 2003.
52
Tabla de fuente propia la cual incorpora las consideración 4.1, 4.2 y 4.3. de la Sentencia
C-970 de 2004.

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92 Edgar Andrés Quiroga Natale

configurado en
la Constitución
colombiana y que, por
consiguiente, hace
parte de su identidad.

Posteriormente, mediante sentencia C- 1040 de 200553, la Corte


introduce a la metodología unos subcriterios o etapas de análisis en
el test de sustitución de la siguiente manera54:

Premisa mayor Premisa menor Conclusión


i) Enunciar con suma iv) Establecer si ese Una vez cumplida la
claridad cuál es dicho elemento esencial carga argumentativa
elemento. definitorio de la desarrollada en los
ii) Señalar a partir de Constitución de 5 pasos anteriores,
múltiples referentes 1991 es irreductible la Corte, procede a
normativos cuáles son a un artículo de la determinar si:
sus especificidades en Constitución, –para vi) Dicho elemento
la Carta de 1991. así evitar que éste esencial definitorio ha
(iii) Mostrar por qué es sea transformado por sido reemplazado por
esencial y definitorio la propia Corte en otro –no simplemente
de la identidad de cláusula pétrea a partir modificado,
la Constitución de la cual efectúe un afectado, vulnerado o
integralmente juicio de contradicción contrariado-.
considerada. material–. (vii) Y si el nuevo
v) Verificar si la elemento esencial
enunciación analítica definitorio es opuesto
de dicho elemento o integralmente
esencial definitorio no diferente, al punto que
equivale a fijar límites resulte incompatible

53
Magistrados Ponentes: Humberto Sierra Porto, Manuel José Cepeda Espinosa, Rodrigo
Escobar Gil, Marco Gerardo Monroy Cabra, Avaro Tafur Galvis y Clara Inés Vargas
Hernández. Y que tuvo como objeto el estudio de la demanda contra el Acto Legislativo
No. 02 de 2004 (reelección del ex-presidente Álvaro Uribe). Esta providencia se
constituye en una sentencia Hito ya que ha sido la única (hasta la fecha) en donde la
Corte declaro la inexequibilidad por Sustitución de la Constitución respecto de unas
facultades transitorias y residuales que el Congreso le había otorgado al Consejo de
Estado para reglamentar.
54
Tabla de fuente propia tomando apartes de la ratio decidendi de la sentencia C-1040
de 2005.

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 93

materiales intocables con los elementos


por el poder de definitorios de la
reforma, para así evitar identidad de la
que el juicio derive en Constitución anterior.
un control de violación
de algo supuestamente
intangible, lo cual no
le compete a la Corte.

Resulta de valía reiterar que el test de sustitución es una


técnica autónoma e independiente a la empleada en los juicios
de intangibilidad o de violación del contenido material de la
Constitución, algunas de las principales reglas ratio decidendi fijadas
respecto de esta distinción son55:

Juicio de Juicio de violación de Juicio de sustitución


intangibilidad contenido material
i) El concepto de i) En el análisis i) La insustituibilidad
intangibilidad es respecto de la es distinta inclusive
ajeno al orden violación del a la manifestación
constitucional contenido material más amplia de
adoptado en la Carta de la Constitución se intangibilidad. En efecto,
Política de1991. hace una revisión por la intangibilidad impide
ii) Sus principales vicios de sustancia o tocar el núcleo de un
elementos son: de fondo. principio fundamental
a) La definición ii) Es una comparación o, en su sentido más
por el propio o contraste entre la amplio, afectar uno de los
principios definitorios de
constituyente norma enjuiciada con
la Constitución.
del criterio de el valor, principio, ii) La prohibición de
intangibilidad. regla o mandato sustitución impide
b) La enunciación constitucional transformar cierta
constitucional de las presuntamente Constitución en una
normas intangibles. vulnerado. totalmente diferente,
c) La interpretación iii) Es la manifestación lo cual implica que
expansiva o más sencilla del el cambio es de tal
restrictiva de los control abstracto de magnitud y trascendencia
textos de los cuales constitucionalidad. que la Constitución

55
Tabla de fuente propia tomando apartes de las reglas ratio fijadas en sentencias C-551
de 2003, C-970 de 2004 y C-1040 de 2005.

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94 Edgar Andrés Quiroga Natale

se deduce lo original fue remplazada


intangible por el por otra, so pretexto de
juez constitucional. reformarla.
iii) Los principios
fundamentales o
definitorios de una
Constitución son
relevantes para
establecer el perfil básico
de dicha Constitución,
pero no son intocables en
sí mismos aisladamente
considerados. De ahí
que la intangibilidad
represente una
mayor rigidez de la
Constitución que la
insustituibilidad, así
como la prohibición de
sustituir la Constitución
es un límite al poder de
reforma que significa
una mayor rigidez que la
tesis de la equiparación
del poder de reforma
o revisión, que es una
competencia atribuida a
un órgano constituido,
al poder constituyente
soberano, que es
inalienable y originario.
iv) Las diferencias
fundamentales que
distinguen al juicio de
sustitución de otros
juicios, reside en que
la premisa mayor del
juicio de sustitución no
está específicamente
plasmada en un artículo
de la Constitución,
sino que es toda la
Constitución entendida
a la luz de los elementos
esenciales que definen su
identidad. Además, en

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 95

el juicio de sustitución
no se verifica si existe
una contradicción entre
normas –como sucede
típicamente en el control
material ordinario–, ni se
registra si se presenta la
violación de un principio
o regla intocable –como
sucede en el juicio de
intangibilidad–, sino
que mediante el juicio
de sustitución a) se
aprecia si la reforma
introduce un nuevo
elemento esencial a
la Constitución, b) se
analiza si éste reemplaza
al originalmente
adoptado por el
constituyente y, luego,
c) se compara el nuevo
principio con el anterior
para verificar, no si son
distintos, lo cual siempre
ocurrirá, sino si son
opuestos o integralmente
diferentes, al punto que
resulten incompatibles.

La metodología descrita para ejecutar el test de sustitución ha


sido reiterada hasta la fecha en varias providencias56 en donde se
destaca la reciente sentencia C-699 de 2016 mediante la cual se
analizó la demanda presentada contra el Acto Legislativo No. 1 de
201657 “por medio del cual se establecen instrumentos jurídicos para
facilitar y asegurar la implementación y el desarrollo normativo del
acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de
una paz estable y duradera”, así como la sentencia C-174 de 201758

56
Ver C-141 de 2010, C-288 de 2012, C-1056 de 2012, C-053 de 2016.
57
M.P. María Victoria Calle.
58
M.P. María Victoria Calle.

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96 Edgar Andrés Quiroga Natale

que analiza la constitucionalidad del Decreto Ley 121 de 2017 por


el cual el Presidente de la República hace ejercicio de las facultades
conferidas por el artículo 2 del acto legislativo No. 1 de 2016.

2.2. Control sobre las Leyes

Uno de los problemas más recurrentes cuando se quiere hacer una


aproximación conceptual a lo que significa “ley”, es que la misma es
plurisemántica, es decir, tiene varios significados; de igual forma es
plurisintáctica, lo que supone que a cada significado se le atribuye
un uso distinto. Lo anterior supone que el concepto “ley” pueda ser
abordado tanto de forma muy estricta entendida como una norma
expedida por el Congreso de la República siguiendo el tramite
indicado en su reglamento orgánico, o, por el contrario, entendida en
sentido ampliado como cualquier expresión de regulación en cabeza
del soberano ya sea directa o derivada. En punto de la dificultad para
su abordaje, sostiene la Corte:

“(…) Se discute si el derecho que debe aplicar el juez se limita al que


emana exclusivamente del legislador y que se presenta bajo la forma
de “ley” luego de haberse surtido un procedimiento consciente y
formalizado y, consiguientemente, si no puede ser tal el que se
elabora como fruto de la costumbre de manera natural, informal,
inconsciente, espontánea, impersonal y que hunde sus raíces en la
tradición y de ella deriva su legitimidad. (…) 7. El órgano legislativo
proyecta en las disposiciones que elabora un determinado saber
social. La función prescriptiva está indisolublemente ligada a una
interpretativa. Las normas legales pretenden gobernar el devenir
social y es por ello imposible que no se tome en consideración,
se pondere y sopese en cada caso una serie de conocimientos
relativos al presente y al pasado de la sociedad, máxime si se parte
de la premisa de que existe un proceso consciente de creación del
derecho. (…) Limitar el universo de las fuentes del derecho, como
se propone, a la ley entendida en su acepción formal, conlleva una
serie de consecuencias absurdas que le restan al planteamiento
toda plausibilidad. En efecto, la Constitución, norma de normas
(CP art. 4), por no ser equiparable formalmente a la ley, no podría
ser aplicada ni observada por la jurisdicción (1); las leyes, no
obstante que pudieran vulnerar la Carta, en todo caso deberían
acatarse y ejecutarse, y no podrían ser inaplicadas por los jueces
(CP art. 4) (2); los derechos fundamentales de aplicación inmediata
requerirían de una ley previa para poder ser aplicados por los
jueces en los diferentes procesos (CP art. 85) (3); los valores y

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 97

principios constitucionales, no estando incorporados en leyes


ni necesitándolo, podrían ser dejados de lado por los jueces (4);
los decretos del Presidente, las ordenanzas de las Asambleas, los
acuerdos de los Concejos y, en general, todas las normas jurídicas,
diferentes de las leyes, cuyo proceso de creación y cuya existencia
se regula y reconoce en la Constitución, pese a su pertinencia para
solucionar el asunto o controversia, no podrían aplicarse por los
jueces (5); los contratos y demás actos con valor normativo, fruto
de las relaciones intersubjetivas del orden privado, quedarían
por fuera de la función jurídica (6); los derechos y garantías no
consagrados expresamente en la Constitución y en los convenios
internacionales vigentes, pese a ser inherentes a la persona humana,
no podrían ser reconocidos judicialmente (CP art. 94). (…) 17.
Rechazada la tesis de los actores de limitar el vocablo “ley” que
aparece en el primer inciso del artículo 230 de la CP al concepto
de ley en sentido formal y establecido que su campo semántico
no es otro que el de la totalidad del ordenamiento jurídico, resta
precisar el propósito de la norma constitucional. (…) 18. La
enfática prescripción del artículo 230 de la CP –”los jueces, en sus
providencias, sólo están sometidos al imperio de la ley”–, tiene el
sentido de rodear a la actividad judicial de una plena garantía de
independencia funcional frente a la intromisión de cualquier otro
órgano público o privado. La factura reactiva de la garantía revela
el indicado designio. La necesidad de la independencia judicial
se deriva del sentido y alcance de la actividad sentenciadora de
los jueces, la que se sujeta únicamente al ordenamiento jurídico
estructurado a partir de la Constitución, sus principios y valores
superiores y aplicado al caso concreto en términos de verdad y
de justicia (…)”59.

59
Corte Constitucional. Sentencia C-486 de 1993. Eduardo Cifuentes Muñoz. En el
mismo sentido insiste el máximo intérprete Constitucional: “(…) En ese sentido la
“ley” incluye no solo las normas dictadas por el Congreso de la Republica sino también
–y entre otros cuerpos normativos– los Decretos expedidos por el Presidente de la
República, así como las disposiciones adoptadas –en desarrollo de sus atribuciones
constitucionales– por el Consejo Nacional Electoral (Art. 265), la Contraloría
General de la República (Art. 268), el Banco de la Republica (Arts. 371 y 372) y el
Consejo Superior de la Judicatura (Art. 257). El amplio concepto de ley, necesario
para comprender todas las formas de regulación que prevé la Carta, no implica que
entre sus diferentes componentes no existan las relaciones jerárquicas propias de
un ordenamiento escalonado. Esas relaciones –necesarias para definir la validez
de las normas– se establecen a partir de criterios relativos i) a su contenido dando
lugar, por ejemplo, a que las leyes aprobatorias de tratados en materia de derechos
humanos, las leyes estatutarias y las leyes orgánicas ostenten una especial posición en
el ordenamiento jurídico; ii) al órgano que la adopta de manera tal que, por ejemplo,
una ley adoptada por el Congreso se superpone a un decreto reglamentario expedido
por el Presidente de la República; o iii) al procedimiento de aprobación conforme al

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98 Edgar Andrés Quiroga Natale

Sin querer desestimar los valiosos debates semánticos, sintácticos


y epistemológicos que pueda tener el estudio del concepto “ley”, a
efectos de este trabajo asumiremos una postura restrictiva del mismo,
es decir, que se habrá de entender por ley aquella norma emanada
del Congreso cumpliendo el procedimiento constitucional y orgánico
para su formación que conforme a su nivel de sujeción, especialidad
o jerarquía se puede clasificar en: i) orgánica, ii) estatutaria, iii) marco
y, iv) ordinaria.

2.2.1. Leyes orgánicas

Son normas con una naturaleza jerárquica superior a las


demás leyes en cuando se erigen como estatutos que reglamentan
plenamente una materia; pueden condicionar la expedición de otras
leyes al cumplimiento de sus procedimientos y principios; deben ser
aprobadas por la mayoría absoluta de ambas cámaras y se constituyen
en verdaderos límites procedimentales para el ejercicio del legislador.
Respecto de dichas características ha sostenido la Corte:

“(…) Desde luego una ley orgánica es de naturaleza jerárquica


superior a las demás leyes que versen sobre el mismo contenido
material, ya que éstas deben ajustarse a lo que organiza aquella.
Pero, propiamente hablando, la ley orgánica no tiene el rango
de norma constitucional, porque no está constituyendo sino
organizando lo ya constituido por la norma de normas, que
es, únicamente, el Estatuto Fundamental. La ley orgánica no
es el primer fundamento jurídico, sino una pauta a seguir en
determinadas materias preestablecidas, no por ella misma, sino
por la Constitución. Así, la norma constitucional es creadora de
situaciones jurídicas, sin tener carácter aplicativo sin ninguna

cual normas con un procedimiento agravado de expedición tienen primacía respecto de


otro tipo de leyes, lo que ocurre por ejemplo en la relación entre los actos legislativos y
las leyes aprobadas por el Congreso. En adición a ello, existen variadas competencias
normativas de las entidades territoriales que, en virtud de las reglas que rigen la
armonización del principio unitario y autonómico, se encuentran en una relación o
de coexistencia, o de complementariedad o de subordinación, con las atribuciones
de autoridades del orden nacional. Las normas adoptadas por las autoridades de
Municipios, Distritos o Departamentos en ejercicio de las competencias previstas
directamente por la Carta, por ejemplo, en los artículos 300, 305, 313 y 315, se
encuentran entonces también comprendidas por el concepto de “ley” del artículo 230
de la Carta (…)”. Corte Constitucional. Sentencia C-486 de 1993. Eduardo Cifuentes
Muñoz.

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 99

juridicidad anterior, al paso que la ley orgánica sí aplica una


norma superior –la constitucional– y crea, a la vez, condiciones
a las cuales estará sujeto el ejercicio de la actividad legislativa;
ahora bien, la ley orgánica ocupa tanto desde el punto de vista
material, como del formal un nivel superior respecto de las leyes
que traten de la misma materia; es así como la Carta misma
estatuye que el ejercicio de la actividad legislativa estará sujeto
a lo establecido por las leyes orgánicas (art. 151) (…)”60. “El
criterio adoptado por la Corporación permite concluir que la ley
orgánica del presupuesto se encuentra dotada de la característica
especial de poder condicionar la expedición de otras leyes sobre la
materia a sus prescripciones, de modo tal que una vulneración o
desconocimiento de los procedimientos y principios que en ella se
consagran al momento de la expedición de las leyes presupuestales
ordinarias, puede acarrear la inconstitucionalidad de éstas, debido
al rango cuasi constitucional al que sus disposiciones han sido
elevadas por voluntad expresa del Constituyente (…)”61.

El artículo 151 superior62 así como el artículo 206 de la ley 5 de


1992 establecen aquellos temas que deberán ser regulados mediante
leyes orgánicas, los cuáles son a saber: i) el reglamento del Congreso
de la República, ii) las relativas a la preparación, aprobación y
ejecución del presupuesto nacional de rentas y ley de apropiaciones,
iii) la que adopte el plan nacional de desarrollo, iv) las relativas a la
asignación de competencias normativas a las entidades territoriales,
v) las atribuciones, los órganos de administración, los recursos
de las regiones y su participación en el manejo de los ingresos
provenientes del Fondo Nacional de Regalías, vi) la definición de
los principios para la adopción del estatuto especial de cada región,
vii) el establecimiento de las condiciones, previo concepto de la
Comisión de Ordenamiento Territorial, para solicitar la conversión
de la región en entidad territorial, y posterior referendo de los
ciudadanos de los departamentos interesados, ix) El establecimiento
de los requisitos para que el Congreso Nacional pueda decretar
la formación de nuevos departamentos, x) la regulación sobre la
capacidad de los organismos y entidades estatales para contratar,
y, xi) el ordenamiento territorial.

60
Corte Constitucional. Sentencia C-337 de 1993. M.P. Vladimiro Naranjo Mesa.
61
Corte Constitucional. Sentencia C-446 de 1996. M.P. Hernando Herrera Vergara.
62
Y demás normas constitucionales concordantes.

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100 Edgar Andrés Quiroga Natale

2.2.2. Leyes Estatutarias

Son leyes que ostentan una jerarquía material sobre las demás
leyes (con excepción de las orgánicas) respecto de las materias que
están sujetas a su regulación; propenden por la realización de los
fines esenciales del Estado y tienen un trámite más exigente que
las leyes ordinarias para su aprobación. Al respecto la Corte indicó:

“(…) Las Leyes Estatutarias constituyen un tipo de leyes de


especial jerarquía, que tienen como fin esencial salvaguardar la
entidad de las materias que regula, que son: los derechos y deberes
fundamentales, así como los procedimientos y recursos para su
protección; la administración de justicia; la organización y régimen
de los partidos y movimientos políticos, el estatuto de la oposición
y las funciones electorales; las instituciones y mecanismos de
participación ciudadana; los estados de excepción, y la igualdad
electoral entre candidatos a la Presidencia de la República; materias
éstas que comportan una importancia cardinal para el desarrollo
de los artículos 1 y 2 de la Carta, pues su regulación especial
garantiza la vigencia de principios básicos constitucionales y
propende por la consecución de los fines esenciales del Estado. De
modo que imprimirle rigurosidad a la aprobación de la regulación
de dichas materias y, además, mayor jerarquía a las leyes que las
consagren, son medios idóneos para lograr la efectividad de los
derechos constitucionales, la salvaguarda de un orden justo, así
como la existencia de un sistema democrático y participativo.
Si bien cualquier proyecto para convertirse en ley debe cumplir
con los siguientes requisitos: ser publicado oficialmente por el
Congreso antes de darle curso en la comisión respectiva; surtir
los correspondientes debates en las comisiones y plenarias de
las Cámaras, luego de que se hayan efectuado las ponencias
respectivas y respetando los quórum previstos por los artículos
145 y 146 de la Constitución; realizar los anuncios del proyecto de
ley previo a la discusión y votación en cada una de las comisiones
y plenarias, exigencia que también se aplica a los debates sobre
los informes de las comisiones de conciliación, los cuales deberán
ser publicados por lo menos un día antes de darse su discusión y
aprobación; respetar los términos para los debates previstos por
el artículo 160, esto es ocho días entre el primer y segundo debate
en cada Cámara, y quince días entre la aprobación del proyecto en
una de las Cámaras y la iniciación del debate en la otra; respetar
los principios de unidad de materia, de identidad y consecutividad;
haber obtenido la sanción gubernamental, que como es obvio, en
el caso de las leyes estatutarias, dicha sanción se surte después de
que la Corte Constitucional haya efectuado la revisión previa y

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 101

oficiosa de constitucionalidad y declarado, en consecuencia, que


las disposiciones del proyecto se ajustan a la Carta. Además de lo
anterior, por tratarse de un proyecto de ley estatutaria, es necesario
que el proyecto: i) haya sido aprobado por mayoría absoluta y ii)
haya sido tramitado en una sola legislatura (…)”63.

De conformidad con los artículos 152, 153 constitucionales y el


artículo 207 del Reglamento orgánico del Congreso, se tramitarán
como proyectos de ley estatutaria los referidos a las siguientes
materias: i) derechos y deberes fundamentales de las personas y los
procedimientos y recursos para su protección, ii) administración de
justicia, iii) organización y régimen de los partidos y movimientos
políticos, iv) estatuto de la oposición y funciones electorales,
reglamentando la participación de las minorías (art. 112 inc. 3o.
constitucional), v) instituciones y mecanismos de participación
ciudadana, y, vi) los estados de excepción, regulando las facultades
que de ellos se originan (art. 214, ord. 2 constitucional).

2.2.3. Leyes marco o cuadro

Son normas de jerarquía especial pues se constituyen en leyes


habilitadoras del actuar regulador del ejecutivo; para expedirlas o
modificarlas se requiere de iniciativa gubernamental y establecen
reglas, principios o políticas generales para que el gobierno nacional
pueda reglamentar en específico. Al respecto de las referidas
características sostiene la Corte:

“(…) Desde el inicio de su jurisprudencia, la Corte Constitucional


ha caracterizado la promulgación de leyes marco o cuadro bajo
los siguientes parámetros: “1) El legislador debe circunscribir su
actuación a fijar la política, los criterios y los principios que guiarán la
acción del ejecutivo al desarrollar la materia que constituye su objeto.
2) Estas leyes limitan la función legislativa del Congreso en cuanto
que dicho poder se contrae a trazar las normas generales, a enunciar
los principios generales y a dar las orientaciones globales a que debe
ceñirse el ejecutivo en la adopción de regulaciones y medidas en los
campos específicos de la actividad estatal que constitucionalmente
se reservan a esta clase de estatutos normativos; de ahí que su
materia escape a la regulación de la ley ordinaria. 3) Para expedirlas
o modificarlas se requiere de iniciativa gubernamental, si bien el

63
Corte Constitucional. Sentencia C-748 de 2011 M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.

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102 Edgar Andrés Quiroga Natale

legislativo decide autónomamente sobre su contenido. 4) En virtud


de esta clase de leyes, se deja al Congreso el señalamiento de la
política general y al ejecutivo su regulación particular y su aplicación
concreta. 5) Revisadas las materias que la reforma de 1968 reservó
a este tipo de leyes, como rasgo común todas ellas se refieren a
cuestiones técnico-administrativas de difícil manejo; a fenómenos
económicos que por su condición esencialmente mutable, exigen una
regulación flexible o dúctil que permita responder a circunstancias
cambiantes; o a asuntos que ameritan decisiones inmediatas y que,
por tanto, resulta inadecuado y engorroso manejar por el accidentado
proceso de la deliberación y votación parlamentaria pública. 6) Al
Gobierno incumbe concretar la normatividad jurídica que dichas
materias reclaman y lo hace por medio de decretos que deben
ajustarse a los parámetros o “marcos” dados por el legislador en la
respectiva Ley” (…)”64.

A diferencia de las leyes orgánicas y estatutarias, ni la Constitución


ni el estatuto orgánico del Congreso establecen de forma taxativa
los ámbitos o temas sujetos a reserva marco, pues estas leyes tienen
naturaleza dúctil y flexible para hacer frente de manera celera y
oportuna a la regulación de asuntos de carácter técnico que requieren
de prontitud y apremio, para lo cual se habilita al gobierno nacional para
que regule dentro del marco o cuadro fijado por estas disposiciones.

2.2.4. Leyes ordinarias

Por sustracción de materia, son leyes ordinarias todas aquellas


expedidas por el Congreso de la República que no tengan el carácter
especial de orgánicas, estatutarias o marco.

2.2.5. Respecto de los vicios de forma en el trámite


de las leyes

La acción pública de inconstitucionalidad promovida en contra de


las leyes, puede formularse tanto por vicios de forma como de fondo.
Si se trata de los primeros, el Decreto 2067 de 1991 establece65 que
será una carga del demandante señalar i) el trámite impuesto por la
Constitución para la expedición del acto demandado y ii) la forma
en que dicho trámite fue quebrantado.

64
Corte Constitucional. Sentencia C-438 de 2011 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
65
Artículo 2.

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 103

El primer requisito en mención, obliga a referirse al procedimiento


que la Constitución (extendida en las reglas fijadas en el estatuto
orgánico del reglamento del Congreso) establece para el trámite
de la norma deprecada, por lo tanto, se requiere verificar si se trata
de una ley de carácter ordinario o especial (orgánica, estatutaria o
marco) pues el procedimiento en cada caso resulta disímil y sujeto
a reglas particulares.
A grandes rasgos el procedimiento ordinario de aprobación de
las leyes obedece a las siguientes etapas66:

a) La iniciativa.
b) La publicación del proyecto en la Gaceta.
c) El informe de ponencia.
d) El debate o discusión.
e) El anuncio o aviso de votación.
f) La aprobación.
g) La publicación.
h) La sanción presidencial.
i) La promulgación.

Algunas reglas aplicables al trámite de leyes especiales han sido


acuñadas por el precedente constitucional así67:

Leyes orgánicas Leyes estatutarias Leyes marco


“(…) la sujeción de la “(…) Un Proyecto “(…) características
actividad legislativa de Ley Estatutaria de las leyes marco,
a las leyes orgánicas, debe cumplir con los cuadro, o generales,
y el establecimiento siguientes requisitos las siguientes: “a)
de una mayoría más para su aprobación: i) La técnica de las
exigente para la Haber sido publicado leyes marco permite
aprobación y en la Gaceta del desarrollar una forma

66
Exhaustivamente reguladas en la ley 5 de 1992.
67
Tabla de fuente propia elaborada con base en el precedente constitucional sobre la
materia.

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104 Edgar Andrés Quiroga Natale

modificación de Congreso, antes de colaboración


estas últimas, no de darle curso entre el Legislativo
son un capricho del en la respectiva y el Ejecutivo para
constituyente, sino Comisión. ii) Haber la regulación de
que tocan con valores sido aprobado en ciertas materias
constitucionales la correspondiente constitucionalmente
trascendentales, Comisión Permanente señalas. b) En materia
como el respeto y en la Plenaria de leyes marco, el
a los derechos de de cada Cámara, papel del Congreso se
las minorías y el mediante votación limita a fijar las pautas
mantenimiento de una nominal y pública, generales o directrices
cierta configuración por mayoría absoluta, que deben guiar la
del aparato estatal. dando cumplimiento ordenación de una
En efecto, estas leyes a los procedimientos materia determinada,
tienden a precisar de publicación de y el Ejecutivo se
y complementar las ponencias y del encarga de precisar
las disposiciones texto aprobado en y completar la
constitucionales cada Cámara; iii) De regulación del asunto
relativas a la igual modo, tiene que de que se trata. c)
organización y respetar los términos Por lo anterior, la
funcionamiento del fijados en el artículo competencia el
poder público, por lo 160 de la Constitución
legislador en estas
cual tienen vocación para los debates, a
materias se ve
de permanencia. El saber: entre el primero
restringida, pues
Constituyente ha y el segundo debate
querido que esos en cada Cámara debe no puede regular
contenidos normativos mediar un lapso no exhaustivamente la
que considera inferior a ocho días, materia, sino que
particularmente y entre la aprobación tiene que limitarse a
importantes para del proyecto en una sentar las mencionadas
la configuración Cámara y la iniciación pautas generales.
del aparato estatal, de la discusión en la En este sentido la
no estén sujetos a otra deben transcurrir Corte ha dicho que
la mayoría simple por lo menos quince en las leyes marco
sino a una mayoría días; iv) Así mismo, se “contempla una
reforzada, con lo cual haber dado aviso de atenuación de la
se busca conferir una que el Proyecto será cláusula general
mayor estabilidad sometido a votación en de competencia
a la regulación de sesión previa distinta reconocida al
esas materias. Así, a aquélla en la que órgano legislativo”.
en la Asamblea dicha votación tenga d) Las leyes marco
Constituyente, la lugar. De igual forma, no implican una
ponencia sobre función el proyecto debe ser delegación al
legislativa resaltó que sometido a votación ejecutivo de facultades
estas leyes orgánicas en la oportunidad extraordinarias de tipo
son “como anunciada, de acuerdo legislativo.

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 105

123

una prolongación con lo establecido en Por esta razón los


de la Constitución, el artículo 8 del Acto decretos que expide
que organizan la Legislativo 001 de el Ejecutivo para
República, que 2003; v) El proyecto desarrollar las leyes
dan normas estables, debe ser aprobado marco no son decretos
que no debieran cam- dentro de una sola con rango de ley, sino
biarse caprichosamente, legislatura, con la decreto ejecutivos,
como no se cambia la aclaración de que cuyo control de
Constitución (…)”*. este plazo se refiere constitucionalidad y
“(…) En el tratamiento únicamente el trámite legalidad compete al
constitucional, el dentro el Congreso Consejo de Estado.
y no se extiende al También por esta
concepto de ley
período que requiere razón una vez que el
orgánica encuentra dos
la revisión previa Congreso expide esa
criterios fundamentales
que efectúa la Corte categoría de leyes,
para identificarse: un
Constitucional; no queda agotada su
criterio material, según vi) También, ha facultad legislativa
el cual las leyes de respetarse los sobre la materia,
orgánicas regulan unas principios de por lo cual, las
precisas materias cuyos unidad de materia, normas contenidas
aspectos medulares identidad flexible en ellas “pueden
están consagrados y consecutividad, ser modificadas,
a lo largo del texto cuando en el adicionadas,
Superior y, otro de desarrollo de los sustituidas o derogadas
carácter formal, en debates se presenten cuando, en ejercicio
virtud del cual modificaciones al de sus competencias,
se establece un texto del Proyecto de el Congreso lo juzgue
procedimiento Ley; vii) Cuando se pertinente”. e) Los
legislativo más riguroso trate de normas que decretos que expide
para la votación de tengan impacto directo el Presidente en
este tipo de leyes, diferenciado sobre desarrollo de las leyes
por cuanto requieren comunidades étnicas, marco se distinguen
necesariamente la de conformidad con de los decretos
mayoría absoluta los criterios que reglamentarios en la
de los votos de los ha establecido la mayor amplitud de las
Congresistas para Constitución y la facultades regulatorias
impartir su aprobación jurisprudencia de la reconocidas constitu-
(…)”**. Corte Constitucional, cionalmente al
haber sido sometido a Ejecutivo en esos
consulta previa antes asuntos. Por ello la
de iniciar su trámite en jurisprudencia ha
el Congreso (…)”***. explicado que “gozan

*
Corte Constitucional. Sentencia C-600A de 1995 M.P. Alejandro Martínez Caballero.
**
Corte Constitucional. Sentencia C-494 de 2015 M.P. Alberto Rojas Ríos.
***
Corte Constitucional. Sentencia C-951 de 2014 M.P. (e) Martha Victoria Sáchica Méndez.

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106 Edgar Andrés Quiroga Natale

“(…) Otras exigencias de una mayor


propias del tipo de generalidad que los
ley estatutaria en su decretos reglamentarios
formación se contraen expedidos con base en
puntualmente a: i) el artículo 189, numeral
haber sido aprobada 11, de la Carta Política
por mayoría absoluta, –dada la naturaleza,
ii) haber sido tramitada mucho más general, de
en una sola legislatura las leyes que pretende
y, iii) ser objeto del desarrollar–” pero que
control previo de “no por eso pierden su
constitucionalidad por naturaleza meramente
la Corte Constitucional ejecutiva”. f) La razón
(…)*. de ser de las leyes
marco radica en la
existencia de asuntos
cambiantes que es
necesario regular de
una manera ágil y
oportuna, aplicando
conocimientos
técnicos e información
pertinente;
regulación que, en
esas condiciones,
el Congreso no está
en posibilidad de
expedir, y en los
cuales el Ejecutivo,
en cambio, sí dispone
de las capacidades
para reaccionar
prontamente adecuando
las regulaciones. Esta
razón de ser es un
criterio que contribuye
a delimitar hasta donde
van las facultades
legislativas y las
ejecutivas en asuntos
sujetos a leyes marco.
g. Las leyes marco no
difieren por su trámite

*
Corte Constitucional. Sentencia C-313 de 2014 M.P. Gabriel Eduardo Mendoza
Martelo.

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 107

de las leyes ordinarias,


por lo cual no resulta
inconstitucional la
inclusión de normas
marco en leyes que
prevalentemente no lo
son”*.

Además, y como fue mencionado en un apartado anterior, la


consulta previa también hace parte de los aspectos formales que
deben ser examinados en el control adjetivo de la norma, pues se
constituye en requisito sine quanon de validez formal en aquellos
eventos en donde de manera directa se afecten y/o intervengan
derechos de las comunidades indígenas, afro descendientes, raizales,
palenqueras y rom. Por lo tanto, la existencia o debida aplicación de la
consulta previa (cuando esta sea obligatoria), hará parte inescindible
del procedimiento de producción y aprobación de la norma.
El segundo requisito en la formulación del ataque por vicios
de forma, consiste en indicar la manera como el procedimiento
fue quebrantado ya sea porque se le dio un cauce diferente al
establecido por la norma o por vulneración de alguno de los principios
reconocidos por el precedente constitucional y que son transversales
al procedimiento de aprobación de las leyes los cuales son a saber68:

Principio de Principio de Principio de Principio de


publicidad consecutividad unidad de identidad
materia** flexible
“(…) En “(…) En relación “(…) El “(…) El
relación con con el principio de principio de principio de

*
Corte Constitucional. Sentencia C-140 DE 2007 M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra.
68
Tabla de fuente propia elaborada con base en el precedente constitucional sobre la
materia. Una sistematización de los principios que a continuación se desarrollan fue
recdientemente desarrollada en sentencia C-674 de 2017. M.P. Luis Guillermo Guerrero
Pérez.
**
Ver entre otras Sentencias C-222 de 1997, C-543 de 1998, C-487 de 2002, C-1200 de
2003, C-313 de 2004, C-372 de 2004, C-668 de 2004, C-816 de 2004, C-208 de 2005,
C-1040 de 2005, C-1053 de 2005, C-1057 de 2005, C-1052 de 2012 y C-373 de 2016
y C-674 de 2017.

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108 Edgar Andrés Quiroga Natale

el principio de consecutividad y unidad de identidad


publicidad la con fundamento materia garantiza que
jurisprudencia en el artículo constituye un los cambios
constitucional 157 de la Carta instrumento de introducidos
ha expresado Política, la racionalización por las
que “(…) el jurisprudencia y tecnificación plenarias
conocimiento constitucional de la actividad en segundo
del proyecto sostiene que para legislativa, que debate guarden
o de sus que un proyecto se concreta en relación con
proposiciones se convierta en una restricción los temas
de enmienda es ley debe haber deliberativa discutidos y
el presupuesto sido aprobado en temática, en aprobados
lógico del cuatro debates, beneficio de en primer
debate, en a menos que se un diálogo debate. Al
cuanto posibilita trate de aquellos coherente, respecto, esta
la discusión del eventos en que informado y Corporación
mismo” y que por disposición productivo ha expresado
“(…) el supuesto constitucional al interior que el
mínimo de o de la Ley del cuerpo principio de
racionalidad Orgánica del legislativo en identidad
deliberativa y Congreso, el cada uno de ha sido
decisoria es el primer debate se sus procesos, y relativizado al
conocimiento surta de manera de una óptima facultar a los
de los textos de conjunta por las asunción de las congresistas
los proyectos correspondientes normas legales para que
y de las comisiones por parte de durante el
modificaciones constitucionales la sociedad en segundo
propuestas permanentes, general, y de debate puedan
respecto de los en cuyo caso, sus destinatarios introducir al
mismos”. Ha el proyecto en particular proyecto las
dicho la Corte deberá superar (…)”*. modificaciones,
que el requisito su aprobación “(…) este adiciones y
de publicidad en tres debates. principio impide supresiones
de los proyectos En ambas entonces que que consideren
de ley, se modalidades, se incluyan necesarias,
cumple respecto para que el disposiciones siempre que
del texto del proyecto de ley extrañas al durante el
proyecto se considere objeto general primer debate
sometido a válidamente de la ley y, en en la comisión
aprobación aprobado deben esa medida, constitucional
de cada surtirse los asegura i) que permanente se
cámara, con su debates en forma la deliberación haya aprobado
publicación completa e integral legislativa se el asunto o

*
Corte Constitucional. Sentencia C-044 de 2017 M.P. María Victoria Calle Correa.

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 109

en el órgano por las surta materia a


oficial de comisiones y adecuadamente, que se refiera
comunicación las plenarias de respetando la adición o
del legislativo, ambas Cámaras el principio modificación.
que es la Gaceta Legislativas democrático Ha resaltado
del Congreso, (…)”*. (art. 3) y ii) que igualmente
antes de darle la aprobación que la Carta
curso en la de leyes resulte autoriza la
comisión ordenada a introducción
respectiva fin de que los de modifica-
(C.P. artículo ciudadanos y ciones o
157) y que, así las autoridades adiciones al
mismo deben puedan conocer proyecto de
publicarse las las normas ley durante
ponencias, que rigen su el segundo
con las comportamiento, debate de cada
modificaciones asegurando Cámara, es
al texto que así la vigencia decir, para que
ellas propongan, del Estado bajo la forma
como lo indica de Derecho de adición o
(arts. 1 y 6)
el artículo 156 modificación
y el principio
del Reglamento se incluya un
de publicidad
del Congreso. artículo nuevo,
(art 209)” (C-
En este último pero siempre
016 de 2016
caso, para y cuando la
M.P. Alejandro
agilizar el Linares materia o el
trámite del Cantillo). asunto al que
proyecto, la ley se refiera haya
permite que sido debatido
este requisito y aprobado
de publicidad durante el
sea suplido por primer debate
la reproducción y sin que
del documento ello implique
por cualquier repetir todo el
medio trámite, salvo
mecánico, para cuando se
distribuirlo entre trate de serias
los miembros discrepancias
de la célula con la iniciativa
legislativa que aprobada en
los va a discutir. comisión o

*
Corte Constitucional. Sentencia C-669 de 2004 M.P. Jaime Córdoba Triviño.

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110 Edgar Andrés Quiroga Natale

Armonizando existan
las anteriores razones de
exigencias del conveniencia
procedimiento que justifiquen
legislativo con su reexamen
el principio de definitivo. En
instrumentalidad esos términos,
de las formas, no puede la
la Corte ha plenaria de una
dicho que “(…) de las cámaras
la garantía que incluir un
le compete artículo nuevo
preservar a esta si el mismo no
Corporación es guarda unidad
la publicidad del temática con
proyecto o de las el tema que se
proposiciones ha debatido y
sometidas a aprobado en
su aprobación, las comisiones,
como condición toda vez que
necesaria en ese caso se
para que los desconocería
congresistas la Constitución
tengan (…).
oportunidad de De
intervenir en conformidad
su discusión con la
y por lo tanto, jurisprudencia
para que se constitucional,
pueda surtir “para que la
válidamente introducción
el debate de artículos
parlamentario nuevos por
(…)”*. parte de una de
las plenarias
del Congreso
pueda ser
objeto de la
actividad de la
comisión de
conciliación
designada para

*
Corte Constitucional. Sentencia C-128 de 2012. M.P. Gabriel Eduardo Mendoza
Martelo.

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 111

superar las
discrepancias,
es menester
que se
cumplan estos
requisitos: i)
que el asunto o
materia sobre
el que versa
el artículo
introducido
por una de las
cámaras haya
sido debatido
y aprobado
por las
comisiones; ii)
que el asunto o
materia a que
se refiere el
artículo haya
sido abordado
por las dos
plenarias,
directa o
indirectamente;
iii) que el
asunto sobre
el que versa el
artículo tenga
una relación
material con
el asunto o
general del
proyecto de
ley” (…)”*.

Un quinto principio que ha sido relevante en el estudio de control


abstracto de las leyes por vicios de forma es el de “instrumentalidad
de las formas” conforme al cual las formas procesales no tienen
un valor en sí mismo y deben interpretarse teleológicamente al

*
Corte Constitucional. Sentencia C-669 de 2004 M.P. Jaime Córdoba Triviño.

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112 Edgar Andrés Quiroga Natale

servicio de un fin sustantivo, tiene entonces plena aplicación en


la interpretación de las reglas constitucionales que gobiernan la
aprobación de las leyes69.

2.2.6. Respecto de los vicios de fondo en el trámite


de las leyes

La acción pública de inconstitucionalidad basada en vicios


sustanciales o de fondo, se corresponde a un juicio de violación del
contenido material de la Constitución, es decir, que es un examen
de contraste entre la norma deprecada y el valor, principio, regla o
mandato constitucional presuntamente vulnerado.
Dicho juicio exige la carga de estándar argumental, en donde el
demandante debe esgrimir razones i) claras, ii) ciertas, iii) específicas,
iv) pertinentes y, v) suficientes.
Algunas instituciones que prima facie se presentan como adjetivas
o procedimentales, bajo el precedente constitucional han sido objeto
pasible de estudio bajo cargos sustanciales o de fondo, tal es el caso de:

i) Los principios de unidad de materia e identidad flexible


(descritos supra).
ii) Los principios de reserva de ley orgánica o estatutaria.
Respecto de estos sostiene el máximo Tribunal:

“(…) La violación de la reserva de ley orgánica no configura


entonces un vicio de forma sino una falta de competencia,
puesto que el Congreso no puede tramitar y aprobar por
medio del procedimiento y la forma de la ley ordinaria
ciertas materias que la Constitución ha reservado al trámite
y a la forma más exigentes de la ley orgánica. En efecto,
lo propio de un vicio formal es que la autoridad –en este
caso el Congreso– está facultada para desarrollar ciertas
regulaciones por medio de una determinada forma, y al
utilizar esa forma incurre en irregularidades de trámite.
En cambio, la vulneración de la reserva de ley orgánica
es una situación totalmente diferente, pues en esos casos
el problema no está en la forma –que puede ser perfecta–
sino en el hecho de que el Congreso está incorporando

69
Corte Constitucional. Sentencia C-737 de 2001 M.P. Eduardo Montealegre Lynett.

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 113

en una forma –la ley ordinaria– ciertos contenidos que


la Constitución ha reservado para otra forma –la ley
orgánica–. Esto configura un verdadero vicio material
de competencia (…)”70. “(…) La Constitución Política de
1991 consagró en los artículos 152 y 153 un procedimiento
legislativo cualificado en aquellas materias que el
Constituyente consideró como de mayor trascendencia
dentro del Estado Social de Derecho. En efecto, en dichas
disposiciones no sólo se señaló el contenido material de
los asuntos que deben ser reglamentados mediante ley
estatutaria, sino también se ordenó el establecimiento de un
trámite de formación de las mismas más riguroso en cuanto
a la aprobación por mayorías especiales y a la revisión
constitucional previa a la sanción, oficiosa y definitiva. Esta
tendencia de establecer procedimientos especiales para la
regulación de ciertas materias, también puede encontrarse
en los artículos 19.2 de la Constitución Alemana y 53,
numeral 1, de la Constitución Española, según los cuales
corresponde al legislador cualificado (mediante leyes
orgánicas) el desarrollo de materias estructurales para
la organización y funcionamiento del Estado y de la
sociedad. La jurisprudencia constitucional ha señalado
que la introducción de las leyes estatutarias en el derecho
colombiano tiene como fundamento: “i) la naturaleza
superior de este tipo de normas requiere superior grado
de permanencia en el ordenamiento y seguridad jurídica
para su aplicación; ii) por la importancia que para el Estado
tienen los temas regulados mediante leyes estatutarias, es
necesario garantizar mayor consenso ideológico con la
intervención de minorías, de tal manera que las reformas
legales más importantes sean ajenas a las mayorías
ocasionales y, iii) es necesario que los temas claves para
la democracia tengan mayor debate y consciencia de su
aprobación, por lo que deben corresponder a una mayor
participación política”. El artículo 152 de la Constitución
prevé que deberán tramitarse a través de las leyes
estatutarias: i) los derechos y deberes fundamentales, y
los procedimientos y recursos para su protección; ii) la
administración de justicia; iii) la organización y régimen
de los partidos y movimientos políticos, el estatuto de la
oposición y las funciones electorales; iv) las instituciones
y mecanismos de participación ciudadana; v) los estados
de excepción; y vi) la igualdad electoral entre candidatos
a la Presidencia de la República (…)71.

70
Corte Constitucional. Sentencia C-600A de 1995 M.P. Alejandro Martínez Caballero.
71
Corte Constitucional. Sentencia C-818 de 2011. M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.

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114 Edgar Andrés Quiroga Natale

Los principios de unidad de materia, identidad flexible y reserva


de ley orgánica o estatutaria, si bien es cierto comparten dimensiones
procedimentales como sustantivas, resulta significativo que la Corte
considere que su vulneración configura un cargo de fondo, ya que
(como se verá más adelante) las acciones dirigidas al ataque de vicios
de procedimientos caducan en 1 año contado a partir de la publicación
del respectivo acto, a contrario sensu, aquellas promovidas por vicios
de fondo no tienen término de caducidad.

2.3. Control sobre Decretos con fuerza material de ley

Aunque el diseño institucional colombiano obedece al clásico


esquema republicano de la separación de poderes en donde es
el Congreso a quien le corresponde hacer las leyes, de manera
excepcional el Gobierno nacional en cabeza del Presidente de la
República, es facultado por el constituyente para que expida normas
con fuerza material de ley ordinaria a través de los decretos: i)
legislativos, ii) extraordinarios y, iii) autónomo constitucionales.

2.3.1. Decretos legislativos

Son aquellos expedidos por el Presidente con fuerza de ley para


regular los estados de excepción de: i) guerra exterior, ii) conmoción
interior y, iii) emergencia económica y ecológica. El citado régimen
de excepcionalidad se encuentra normado en el Título VI de la
Constitución (artículos 212-215) así72:

Artículo 212 Artículo 213 Artículo 214 Artículo 215


El Presidente En caso Los Estados de Cuando
de la República, de grave Excepción a sobrevengan
con la firma perturbación del que se refieren hechos
de todos los orden público los artículos distintos de los
ministros, podrá que atente de anteriores se previstos en los
declarar manera someterán a artículos 212

72
Tabla de fuente propia elaborada a partir del texto de los artículos 212- 215 de la
Constitución.

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 115

el Estado de inminente las siguientes y 213 que


Guerra Exterior. contra la disposiciones: perturben o
Mediante tal estabilidad 1) Los decretos amenacen
declaración, el institucional, legislativos perturbar en
Gobierno tendrá la seguridad llevarán la firma forma grave
las facultades del Estado, o del Presidente e inminente
estrictamente la convivencia de la República el orden
necesarias ciudadana, y y todos sus económico,
para repeler que no pueda ministros y social y
la agresión, ser conjurada solamente ecológico del
defender la mediante el podrán referirse país, o que
soberanía, uso de las a materias constituyan
atender los atribuciones que tengan grave calamidad
requerimientos ordinarias de relación directa pública, podrá
de la guerra, las autoridades y específica el Presidente,
y procurar el de Policía, el con la situación con la firma
restablecimiento Presidente de la que hubiere de todos los
de la República, con determinado ministros,
normalidad. la firma de todos la declaratoria declarar el
La declaración los ministros, del Estado de Estado de
del Estado de podrá declarar Excepción. Emergencia por
Guerra Exterior el Estado de 2) No podrán períodos hasta
sólo procederá Conmoción suspenderse de treinta días
una vez el Interior, en toda los derechos en cada caso,
Senado haya la República o humanos ni que sumados no
autorizado la parte de ella, las libertades podrán exceder
declaratoria de por término fundamentales. de noventa
guerra, salvo no mayor de En todo caso días en el año
que a juicio noventa días, se respetarán calendario.
del Presidente prorrogable las reglas Mediante tal
fuere necesario hasta por del derecho declaración,
repeler la dos períodos internacional que deberá ser
agresión. iguales, el humanitario. motivada, podrá
Mientras segundo de los Una ley el Presidente,
subsista el cuales requiere estatutaria con la firma
Estado de concepto previo regulará las de todos los
Guerra, el y favorable facultades ministros,
Congreso se del Senado de del Gobierno dictar decretos
reunirá con la la República. durante los con fuerza de
plenitud de sus Mediante tal estados de ley, destinados
atribuciones declaración, el excepción y exclusivamente
constitucionales Gobierno tendrá establecerá a conjurar
y legales, y las facultades los controles la crisis y a
el Gobierno estrictamente judiciales y las impedir la
le informará necesarias para garantías para extensión de sus
motivada y conjurar las proteger los efectos.

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116 Edgar Andrés Quiroga Natale

periódicamente causas de la derechos, de Estos decretos


sobre los perturbación conformidad deberán
decretos e impedir la con los tratados referirse a
que haya extensión de internacionales. materias que
dictado y la sus efectos. Las medidas tengan relación
evolución de los Los decretos que se adopten directa y
acontecimientos. legislativos deberán ser específica con
Los decretos que dicte el proporcionales el estado de
legislativos Gobierno a la gravedad emergencia,
que dicte el podrán de los hechos. y podrán,
Gobierno suspender 3) No se en forma
suspenden las leyes interrumpirá transitoria,
las leyes incompatibles el normal establecer
incompatibles con el Estado funcionamiento nuevos tributos
con el Estado de Conmoción de las ramas o modificar
de Guerra, y dejarán de del poder los existentes.
rigen durante el regir tan pronto público ni de En estos
tiempo que ellos como se declare los órganos del últimos casos,
mismos señalen restablecido el Estado. 4) Tan las medidas
y dejarán de orden público. pronto como dejarán de regir
tener vigencia El Gobierno hayan cesado la al término de
tan pronto podrá prorrogar guerra exterior la siguiente
se declare su vigencia o las causas que vigencia fiscal,
restablecida la hasta por dieron lugar salvo que el
normalidad. noventa días al Estado de Congreso,
El Congreso más. Dentro Conmoción durante el año
podrá, en de los tres días Interior, el siguiente, les
cualquier época, siguientes a la Gobierno otorgue carácter
reformarlos declaratoria declarará permanente.
o derogarlos o prórroga restablecido el El Gobierno,
con el voto del Estado de orden público en el decreto
favorable de los Conmoción, y levantará que declare
dos tercios de el Congreso el Estado de el Estado de
los miembros se reunirá Excepción. 5) El Emergencia,
de una y otra por derecho Presidente y los señalará el
cámara. propio, con la ministros serán término dentro
plenitud de sus responsables del cual va a
atribuciones cuando declaren hacer uso de
constitucionales los estados de las facultades
y legales. El excepción sin extraordinarias
Presidente haber ocurrido a que se refiere
le pasará los casos de este artículo,
inmediatamente guerra exterior y convocará
un informe o de conmoción al Congreso,
motivado sobre interior, y lo si éste no se
las razones que serán también, hallare reunido,

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 117

determinaron la al igual que para los diez


declaración. En los demás días siguientes
ningún caso los funcionarios, al vencimiento
civiles podrán por cualquier de dicho
ser investigados abuso que término. El
o juzgados por hubieren Congreso
la justicia penal cometido en examinará hasta
militar. el ejercicio de por un lapso
las facultades a de treinta días,
que se refieren prorrogable por
los artículos acuerdo de las
anteriores. 6) dos cámaras,
El Gobierno el informe
enviará a motivado que
la Corte le presente el
Constitucional Gobierno sobre
al día las causas que
siguiente de determinaron
su expedición, el Estado de
los decretos Emergencia
legislativos que y las medidas
dicte en uso de adoptadas, y
las facultades a se pronunciará
que se refieren expresamente
los artículos sobre la
anteriores, conveniencia
para que y oportunidad
aquella decida de las mismas.
definitivamente El Congreso,
sobre su consti- durante el año
tucionalidad. siguiente a la
Si el Gobierno declaratoria de
no cumpliere la emergencia,
con el deber podrá derogar,
de enviarlos, modificar o
la Corte adicionar los
Constitucional decretos a
aprehenderá que se refiere
de oficio y este artículo,
en forma en aquellas
inmediata su materias que
conocimiento. ordinariamente
son de iniciativa
del Gobierno.
En relación con
aquellas que

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118 Edgar Andrés Quiroga Natale

son de
iniciativa de sus
miembros, el
Congreso podrá
ejercer dichas
atribuciones en
todo tiempo.
El Congreso,
si no fuere
convocado,
se reunirá
por derecho
propio, en las
condiciones y
para los efectos
previstos en
este artículo. El
Presidente de la
República y los
ministros serán
responsables
cuando declaren
el Estado de
Emergencia
sin haberse
presentado
alguna de las
circunstancias
previstas en el
inciso primero,
y lo serán
también por
cualquier abuso
cometido en el
ejercicio de las
facultades que
la Constitución
otorga al
Gobierno
durante la
emergencia.
El Gobierno
no podrá
desmejorar
los derechos
sociales de los

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 119

trabajadores
mediante
los decretos
contemplados
en este artículo.
Parágrafo. El
Gobierno
enviará a
la Corte
Constitucional
al día
siguiente de
su expedición
los decretos
legislativos que
dicte en uso de
las facultades
a que se refiere
este artículo,
para que aquella
decida sobre su
constituciona-
lidad. Si el
Gobierno no
cumpliere
con el deber
de enviarlos,
la Corte
Constitucional
aprehenderá
de oficio y
en forma
inmediata su
conocimiento”.

2.3.2. Decretos extraordinarios

Son aquellos decretos de contenido legislativo expedidos por el


Presidente de la República con jerarquía de ley ordinaria que se dan
en los dos casos que se refiere a continuación:

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120 Edgar Andrés Quiroga Natale

i) Bajo la solicitud y aprobación de facultades extraordinarias


para legislar, pedidas por el Gobierno Nacional al Congreso,
las cuales se encuentran reguladas en el artículo 150 numeral
10 así:
“10. Revestir, hasta por seis meses, al Presidente de la
República de precisas facultades extraordinarias, para
expedir normas con fuerza de ley cuando la necesidad lo
exija o la conveniencia pública lo aconseje. Tales facultades
deberán ser solicitadas expresamente por el Gobierno y su
aprobación requerirá la mayoría absoluta de los miembros
de una y otra Cámara. El Congreso podrá, en todo tiempo y
por iniciativa propia, modificar los decretos leyes dictados
por el Gobierno en uso de facultades extraordinarias. Estas
facultades no se podrán conferir para expedir códigos, leyes
estatutarias, orgánicas, ni las previstas en el numeral 20 del
presente artículo, ni para decretar impuestos”.

ii) Bajo la adopción de “decretos con fuerza de ley” circunscritos


a la competencia residual que taxativamente el ordenamiento
constitucional o legal le otorga al Gobierno Nacional en
cabeza del Presidente frente a la omisión en la actividad
legislativa atribuida al Congreso. Algunos ejemplos de esta
clase de decretos son:
a) La competencia residual otorgada por el Constituyente
al Gobierno nacional para aprobar mediante decreto
con fuerza de ley el plan de inversiones públicas en
caso de que el Congreso no lo haga dentro del término
de 3 meses después de presentado. Dicha situación
se encuentra normada en el inciso 3 del artículo
341 superior así: “El Plan Nacional de Inversiones
se expedirá mediante una ley que tendrá prelación
sobre las demás leyes; en consecuencia, sus mandatos
constituirán mecanismos idóneos para su ejecución y
suplirán los existentes sin necesidad de la expedición
de leyes posteriores, con todo, en las leyes anuales de
presupuesto se podrán aumentar o disminuir las partidas
y recursos aprobados en la ley del plan. Si el Congreso
no aprueba el Plan Nacional de Inversiones Públicas
en un término de tres meses después de presentado, el
gobierno podrá ponerlo en vigencia mediante decreto
con fuerza de ley”.

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 121

b) La competencia residual otorgada por el legislador estatutario


al Gobierno Nacional para adoptar mediante decreto con
fuerza de ley la decisión tomada por el pueblo producto de
una consulta popular de nivel nacional cuando para hacer
efectiva dicha decisión se requiera de una ley (o leyes) y el
Congreso dentro del plazo fijado por el ordenamiento no lo
haya realizado. Dicha competencia se encuentra normada en
el artículo 56 de la ley estatutaria 134 de 1994 que a tenor
estipula: “Cuando el pueblo haya adoptado una decisión
obligatoria, el órgano correspondiente deberá adoptar las
medidas para hacerla efectiva. Cuando para ello se requiera
una ley, una ordenanza, un acuerdo o una resolución local,
la corporación respectiva deberá expedirla dentro del mismo
período de sesiones y a más tardar en el período siguiente.
Si vencido este plazo el Congreso, la asamblea, el concejo o
la junta administradora local, no la expidieren, el Presidente
de la República, el gobernador, el alcalde, o el funcionario
respectivo, dentro de los tres meses siguientes la adoptará
mediante decreto con fuerza de ley, ordenanza, acuerdo o
resolución local, según el caso. En este caso el plazo para
hacer efectiva la decisión popular será de tres meses”.

2.3.3. Decretos autónomo constitucionales

Son aquellos decretos con status legislativo expedidos por el


Presidente por expreso mandato de competencia funcional directa
emanada de la Constitución, en donde no se requiere de solicitud y
aprobación de facultades por parte del Congreso ni tampoco obedece
a una circunstancia de competencia residual como en el caso de los
decretos extraordinarios descritos con anterioridad.
Algunos ejemplos de la existencia de esta clase de decretos
autónomo constitucionales son:

i) La habilitación que se da al gobierno para la reglamentación


de los contratos estatales73 que ejecuta el estado con

73
El primer decreto fue el 777 de 1992 hoy derogado por el 092 de 2017.

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122 Edgar Andrés Quiroga Natale

entidades sin ánimo de lucro prevista en el artículo 355


superior:
“Ninguna de las ramas u órganos del poder público podrá
decretar auxilios o donaciones en favor de personas
naturales o jurídicas de derecho privado. El Gobierno, en
los niveles nacional, departamental, distrital y municipal
podrá, con recursos de los respectivos presupuestos,
celebrar contratos con entidades privadas sin ánimo de
lucro y de reconocida idoneidad con el fin de impulsar
programas y actividades de interés público acordes con el
Plan Nacional y los planes seccionales de Desarrollo. El
Gobierno Nacional reglamentará la materia”.

Aunque el artículo en cita no refiere taxativamente el status


legal de dicha reglamentación, el ordenamiento jurídico
prevé que la regulación de los contratos y convenios
estatales tiene reserva legal, de cual se decanta la jerarquía
del decreto en comento.
ii) La habilitación pro tempore otorgada al Presidente para
regular la acción de tutela contenida en el literal b) del
artículo 5 transitorio de la Constitución:
“Revístese al Presidente de la República de precisas
facultades extraordinarias para: (…) b) Reglamentar el
derecho de tutela (…)”.

A pesar que la habilitación referida se hace bajo facultades


extraordinarias, no por ello convierte el decreto que le da
uso en extraordinario, ya que la competencia para regular
no proviene del Congreso sino del Constituyente Primario
de forma directa.

2.4. Control sobre las interpretaciones de las Leyes

Aunque del contenido taxativo del artículo 241 superior no se


puede decantar que las interpretaciones de las leyes sean pasibles
de acción pública de inconstitucionalidad, la Corte ha construido
una doctrina que permite el estudio formal y de fondo de ciertas
interpretaciones que generan reglas o subreglas que se integran
al ordenamiento jurídico por ser la extensión hermenéutica de las
normas sobre las cuales se produjeron.

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 123

La Corte sostiene la viabilidad del control abstracto a las


interpretaciones sobre las leyes cuando planteen problemas de
interpretación constitucional. En punto de discusión afirma la
Corporación:

“(…) Siguiendo los fundamentos de la demanda, no cabe duda


que la actual controversia constitucional se plantea en torno
a la forma como el Consejo de Estado viene interpretando el
artículo 84 del Código Contencioso Administrativo (C.C.A.),
por medio del cual se regula la acción de simple nulidad.
Aplicando la doctrina de “los motivos y finalidades”, el máximo
organismo de la jurisdicción contenciosa sostiene que, por vía del
contencioso público de anulación, pueden controvertirse los actos
administrativos de contenido general y, por fuera de éstos, sólo los
actos de contenido particular y concreto que expresamente señale
la ley o que tengan trascendencia social y representen un interés
para la comunidad. Conforme a éste criterio de interpretación,
la mayoría de los actos administrativos de contenido particular
no pueden, entonces, ser impugnados a través del ejercicio de
la acción de simple nulidad, debiendo necesariamente acudirse
para tales efectos a la acción de nulidad y restablecimiento del
derecho cuyo término de caducidad es de cuatro meses (…) Pues
bien, acogiendo los criterios hermenéuticos vertidos en el punto
anterior (1.1.), encuentra la Corte que si bien el demandante no
estructuró un cargo directo de inexequibilidad contra el contenido
material del texto impugnado, lo que en principio daría lugar a
un fallo inhibitorio, la interpretación que el Consejo de Estado ha
hecho de la norma y su ulterior cuestionamiento por parte de los
distintos sujetos procesales –entre los cuales se cuenta al actor–,
involucra sin lugar a equívocos un problema de interpretación
constitucional que obliga a este organismo de control a asumir la
competencia en el presente caso, con el propósito de definir si el
sentido reconocido al precepto acusado por el máximo organismo
de la jurisdicción contenciosa, que a su vez determina la forma
como en la práctica éste viene siendo aplicado y que constituye
la orientación dominante del texto en cuestión, armoniza con las
garantías constitucionales que se aducen como violadas. (…) En
este sentido, la competencia de la Corte se encuentra plenamente
justificada, toda vez que el examen de constitucionalidad ha de
concentrarse en la regla de derecho que por vía de interpretación
define el ámbito de procedibilidad de la acción de simple nulidad
frente a los actos administrativos de contenido particular y
concreto, buscando establecer si el supuesto de hecho atribuido a
la norma acusada por el intérprete autorizado (art. 84 del C.C.A.),

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124 Edgar Andrés Quiroga Natale

constituye una restricción ilegitima al ejercicio de los derechos de


acceso a la administración de justicia y al debido proceso (…)”74.

Lo anterior es resultado natural de elevar al precedente judicial


como fuente formal y material del derecho (Ver entre otras
providencias: C-836 de 200175, T-774 de 200476, C-590 de 200577,
C-335 de 200878, C-634 de 201179, 816 de 201180 y C-621 de 201581
); por lo tanto, si es el intérprete funcional el encargado de llenar
de contenido varias normas que prima facie no se explican a sí
mismas y dicho contenido se fija a través de reglas o subreglas,
éstas se convierten vía extensiva en parte del ordenamiento y en
consecuencia, el control a esas interpretaciones es un control a
las reglas o subreglas con estatus normativo que las mismas han
establecido.
En adenda de lo dicho ut supra, también ha sido objeto de control
especial el “léxico del legislador”82, tanto de su estricto contenido
normativo como del efecto simbólico que del mismo se puede
desprender; así lo sostiene el máximo intérprete constitucional al
establecer:

“(…) No obstante, la Corte, excepcionalmente, también ha evaluado


la constitucionalidad de expresiones lingüísticas aisladas, al margen
de sus efectos normativos o jurídicos. Esta posibilidad tiene
justificación como consecuencia del carácter de norma sui generis de
la Constitución Política y del efecto simbólico del lenguaje contenido
en las disposiciones jurídicas. En efecto, como lo ha reconocido
desde sus inicios la jurisprudencia de este Tribunal, la Carta no es
sólo un conjunto de proposiciones jurídicas, sino que a ella subyace
un sistema axiológico y teleológico, integrado tanto por reglas como
por principios, valores y objetivos constitucionales. En esa medida,
al margen de sus efectos jurídicos, una expresión lingüística puede

74
Corte Constitucional. Sentencia C-426 de 2002 M.P. Rodrigo Escobar Gil.
75
M.P. Rodrigo Escobar Gil.
76
M.P. Manuel José Cepeda Espinosa.
77
M.P. Jorge Córdoba Triviño.
78
M.P. Humberto Sierra Porto.
79
M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.
80
M.P. Mauricio Cuervo González.
81
M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.
82
C-037 de 1996, C-320 de 1997, C-478 de 2003, C-804 de 2006, C-078 de 2007, C-966
de 2012, C-258 de 2016, y C-147 de 2017, entre otras.

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 125

contener una carga semántica que resulte contraria a los valores y


objetivos contenidos en la Constitución (…)”83.

Por lo tanto, puede discernirse que el lenguaje utilizado por el


legislador84 es un objeto especial del control de constitucionalidad,
porque las palabras y signos lingüísticos (junto con su efecto
simbólico) pueden generar en su contexto hermenéutico significados
contrarios a los valores, principios, reglas o mandatos constitucionales.

2.5. Normas e instrumentos jurídicos sujetos


a competencia especial

De igual manera, por vía de precedente se han venido incorporando


al control abstracto realizado por la Corte Constitucional normas o
instrumentos jurídicos que están por fuera de la enunciación material
realizada por el artículo 241 superior (y tampoco corresponden a
aquellas normas que por competencia residual serían atribuidas al
Consejo de Estado), pero que también han sido reconocidos como
objetos pasibles de control en virtud de una especial asunción de
competencia para garantizar el principio de supremacía e integridad
de la Carta Política.
De las reglas ratio decidendi vertidas en las sentencias C-1154
de 200885, C-049 de 201286 y C-400 de 201387 se pueden decantar
los siguientes instrumentos especiales de control88:

i) Decretos con fuerza de ley, expedidos con anterioridad a


la vigencia de la Constitución de 1991.
ii) Decretos compilatorios de normas con fuerza de ley.
iii) Decretos que declaran un estado de excepción.
iv) Decretos expedidos con base en disposiciones constitucionales
transitorias diferentes al artículo 10° transitorio.

83
Corte Constitucional. Sentencia C-147 de 2017. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
84
Y también por su intérprete de cierre como las altas cortes o los tribunales.
85
M.P. Clara Inés Vargas Hernández.
86
M.P. Mauricio González Cuervo.
87
M.P. Rodrigo Escobar Gil.
88
El listado no es taxativo sino meramente enunciativo tal como se expresa en el
precedente.

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126 Edgar Andrés Quiroga Natale

v) Decretos que corrigen yerros de normas con fuerza de ley.


vi) Decretos de ejecución de la convocatoria a referendo.
vii) Acto electoral que determina el censo en el marco de una
reforma constitucional mediante referendo.
viii) Acto electoral que declara la aprobación de un referendo.
ix) Actos de gestores de una iniciativa popular para el trámite
de una ley que convoca a referendo.
x) Decretos de convocatoria al Congreso a sesiones extraordinarias.
xi) Decretos o actos adoptados en cumplimiento de un acto
legislativo.
xii) Acuerdos internacionales simplificados reguladores de
materias propias de un tratado internacional.

III. RÉGIMEN PROCESAL

Desde el punto de vista adjetivo, el proceso constitucional que


desarrolla la acción en estudio, se encuentra especialmente regulado
en el Decreto 2076 de 199189 y el Acuerdo 05 de 199290 y del cual se
destacan las siguientes características:

1. TITULARIDAD Y LEGITIMACIÓN POR ACTIVA

Como ya fue indicado en apartado anterior, la titularidad de la


acción de inconstitucionalidad así como la legitimación en causa
por activa se encuentran en cabeza de todo nacional colombiano
con ciudadanía en ejercicio91, ya que se constituye en un derecho

89
Por medio del cual se dicta el régimen procedimental de los juicios y actuaciones
que deban surtirse ante la Corte Constitucional (mediante facultades extraordinarias
entregadas por el Constituyente al Presidente de la República mediante el artículo 23
transitorio). Recientemente adicionado mediante Decreto 889 de 2017 por el Presidente
de la República por facultades conferidas en el artículo 2 del acto legislativo 01 de
2016.
90
Por medio del cual se establece el Reglamento Interno de la Corte Constitucional.
Modificado por el Acuerdo 02 de 2015.
91
Lo cual no es incompatible con la competencia funcional que tiene la Corte
Constitucional para realizar un control automático de constitucionalidad respecto

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 127

de carácter político. Por lo tanto, son elementos indispensables para


su ejercicio92:

i) Ser persona natural. Ya que por su naturaleza (pública y


política), no resulta procedente su ejercicio por parte de
personas jurídicas.
ii) Ser nacional colombiano. Lo cual por antonomasia excluye
que dicha acción pueda ser presentada por extranjeros aún
bajo su condición de residentes.
iii) Tener ciudadanía en ejercicio. Por lo tanto, se requiere ser
mayor de 18 años, y no haber perdido completamente el
ejercicio de los derechos políticos (por ejemplo, en caso de
la renuncia a la nacionalidad colombiana).

Respecto de la suspensión de los derechos políticos mediante


sentencia judicial por pena de inhabilitación para el ejercicio de
derechos y funciones públicas ya sea como principal o accesoria
a la de prisión (contempladas en nuestro ordenamiento penal), la
Corte Constitucional introdujo un notorio cambio jurisprudencial a
través del Auto 241 de 201593 en donde estableció que los ciudadanos
colombianos privados de su libertad (aún con condena ejecutoriada)
si pueden interponer acciones públicas de inconstitucionalidad y
que si bien es cierto por su condición algunos derechos políticos se
encontrarían temporalmente restringidos (por ejemplo el derecho
a ser elegido en un cargo público), también es igual de cierto que
dicha restricción resulta desproporcionada cuando se extiende a
ámbitos de ejercicio de los derechos políticos que se encuentran
inescindiblemente conectados con esferas iusfundamentales como
lo es el acceso a la administración de justicia.

2. LEGITIMACIÓN EN CAUSA POR PASIVA

Debido a la naturaleza y características sustanciales de la acción


de inconstitucionalidad estudiadas supra, ésta no se dirige en contra

de los actos legislativos (la cual fue adicionada de forma especial mediante el literal
K del artículo 1 del acto legislativo 01 de 2016 y el decreto 121 de 2017), las leyes
orgánicas y estatuarias.
92
Ver sentencias C-536 de 1998, C-592 de 1998 y C-562 de 2000, entre otras.
93
M.P. María Victoria Calle Correa.

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128 Edgar Andrés Quiroga Natale

de ninguna persona en particular pues lo que se enjuicia es un “acto


jurídico”, y si bien es cierto que dentro del proceso constitucional se
establece que se debe comunicar al Presidente de la República o al
Congreso cuando se inicie cualquier proceso que tenga por objeto el
examen de constitucionalidad de normas dictadas por ellos (artículo
244 superior), y que tanto los comunicados como los organismos
o entidades que participaron en la elaboración de la norma
enjuiciada pueden presentar por escrito las razones que justifican la
constitucionalidad de las normas sujetas a control (artículo 11 decreto
2067 de 1991), también es igual de cierto, que ni el Presidente o el
Congreso (según sea el caso) actúan como demandados, pues el
carácter público, político y de control objetivo del ordenamiento y
del ejercicio del poder hace de esta acción un caso sui generis pues
aunque ninguna persona funja como demandado, ello no es óbice
para negar la existencia de un proceso.

3. JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA

La Jurisdicción respecto de la cual se ejerce la acción es para


todos los casos la Jurisdicción Constitucional, y la competencia para
conocer las demandas de inconstitucionalidad en contra de las leyes
(o normas con fuerza material de ley) así como de las promovidas
frente a los actos legislativos recae funcionalmente en la Corte
Constitucional tal y como lo prevé el artículo 241 superior.
Los artículos 237-2 de la Constitución y 111-5 de la ley 1437 de
2011 prevén que las acciones de nulidad por inconstitucionalidad de
los decretos reglamentarios u ordinarios dictados por el gobierno
nacional que no estén asignados a otra autoridad serán competencia
del Consejo de Estado.

4. CADUCIDAD

Respecto de la figura jurídico procesal de caducidad en el ejercicio


de la acción pública de inconstitucionalidad la Corte ha sostenido:

“(…) Si bien la jurisprudencia ha precisado que los vicios de un acto


pueden clasificarse en: vicios de competencia, vicios de forma y
vicios de fondo, en la Constitución de 1991 existe una cláusula de
caducidad de las acciones públicas de inconstitucionalidad, cuando

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 129

en ellas se plantea un cargo por vicios de forma en la expedición


del acto demandado, preceptuándose que: “[l]as acciones por
vicios de forma caducan en el término de un año, contado desde
la publicación del respectivo acto”, y por lo tanto la caducidad, no
pesa sobre las acciones de inconstitucionalidad que plantean vicios
de fondo, ni sobre las que se sustentan en un vicio de competencia,
esto es, cuando se impugna la constitucionalidad de una norma,
bajo el cargo de haberse expedido por un órgano incompetente.
(…) Cuando la acusación por incompetencia del órgano se hace
valer contra actos legislativos, por expresa y especial disposición
constitucional, debe declararse la caducidad de la acción si se
presenta después de pasado un año desde la promulgación del
acto. En este caso, la caducidad opera por expreso mandato
del artículo 379, que dice: [l]a acción pública contra estos actos
sólo procederá dentro del año siguiente a su promulgación, con
observancia de lo dispuesto en el artículo 241 numeral 2°. La
caducidad cobija todos los vicios –tanto los vicios de forma
como los vicios de competencia– para el caso de las reformas
constitucionales (…)”94. “(…) La norma constitucional es muy
clara en indicar que las acciones por vicio de forma caducan en
el término de un año, contado desde la publicación del respectivo
acto. Este término no puede ser interpretado con base en las
normas legales atinentes a plazos que se señalen en las leyes y
actos oficiales, sino que debe ser aplicado de acuerdo con las
especificidades características del procedimiento constitucional, el
cual está regulado por normas superiores que fijan plazos de orden
público. El texto constitucional fija un término perentorio para
instaurar la acción de inconstitucionalidad por vicios de forma,
de tal manera que una vez transcurrido ese plazo ya no es posible
demandar la inconstitucionalidad de una norma por este motivo.
El Constituyente determinó que los debates constitucionales acerca
de la manera en que se aprobaron las normas debían clausurarse
en un término máximo e improrrogable muy preciso para que se
pudiera demandar una norma por vicios de forma, con lo cual le
concedió prevalencia en este punto al principio de la seguridad
jurídica (…)95.

De las reglas precedente en cita se puede discernir que las acciones


de inconstitucionalidad promovidas en contra de las leyes (o normas
con fuerza material de ley) en donde se atacan por vicios de fondo
no tienen término de caducidad; no obstante, aquellas promovidas

94
Corte Constitucional. Sentencia C-1120 de 2008. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa.
95
Corte Constitucional. Sentencia C-801 de 2008. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa.

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130 Edgar Andrés Quiroga Natale

en contra de los actos legislativos y las leyes96 por vicios de forma o


de procedimiento (en donde se incluyen los cargos de sustitución),
caducan en el término de un año contado desde la publicación del
respectivo acto (artículo 242.3 y 379 constitucionales).

5. REQUISITOS DE LA DEMANDA

5.1. Requisitos generales

La acción pública de inconstitucionalidad tiene la característica de


ser formal, es decir, que debe presentarse por escrito, en duplicado,
con presentación personal (con el objeto de probar la condición de
ciudadano colombiano) y a tenor del artículo 2 del Decreto 2067 de
1991 contener lo siguiente:
i) El señalamiento de las normas acusadas como inconstitucionales,
su transcripción literal por cualquier medio o un ejemplar de
la publicación oficial de las mismas.
ii) El señalamiento de las normas constitucionales que se
consideren infringidas.
iii) Las razones por las cuales dichos textos se estiman violados.
iv) Cuando fuere el caso, el señalamiento del trámite impuesto
por la Constitución para la expedición del acto demandado
y la forma en que fue quebrantado.
v) La razón por la cual la Corte es competente para conocer
de la demanda.
Respecto del requisito de dar cuenta de las razones de violación
de la norma que se demanda, la Corte Constitucional a partir de la
sentencia C-1052 de 200197 introdujo unas exigencias argumentales
que el demandante debe satisfacer como requisito formal sine quanon
para la procedencia de los cargos de inconstitucionalidad, las cuales
son a saber98:

96
O normas con fuerza material de ley.
97
M.P. Manuel José Cepeda Espinosa.
98
Tabla de fuente propia tomando como referente algunas reglas ratio decidendi de las
sentencias C-1052 de 2001, C-539 de 2011 y los comentarios que respecto de las
misma hizo Manuel Fernando Quinche en su obra “Acción de inconstitucionalidad”.
págs. 156 a 158.

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Claridad Certeza Especificidad Pertinencia Suficiencia
Seguir un hilo Significa que la demanda Necesidad de establecer Quiere decir que el La suficiencia atiende
conductor en la recaiga sobre una si realmente existe reproche formulado a dos cosas: i) que las
argumentación proposición jurídica una oposición objetiva por el peticionario razones de la demanda
que permita al real y existente y no y verificable entre el debe ser de naturaleza estén relacionadas con
lector comprender simplemente sobre una contenido de la ley y el constitucional, es decir, todos los elementos
el contenido de deducida por el actor, texto de la Constitución fundado en la apreciación de juicio necesarios
su demanda y las o implícita (C-1052 de Política. (C-1052 de del contenido de una para iniciar el estudio
norma Superior que se
justificaciones en las 2001). 2001). expone y se enfrenta al de constitucionalidad
que se basa (C-1052 de El cargo de la violación Este parámetro precepto demandado (C- y, ii) que el argumento
2001). es cierto si satisface pretende que el 1052 de 2001). usado por el demandante
Que el lector pueda 2 requisitos: i) Que cargo realizado sea La pertinencia implica sea persuasivo, hasta
distinguir con facilidad la acusación recaiga efectivamente de dos cosas: i) de un el punto de sembrar
las ideas expuestas, sobre una proposición inconstitucionalidad y lado que los cargos una duda mínima de
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las razones esbozadas, jurídica presente en el que sus fundamentos contrapongan normas de constitucionalidad sobre
que los razonamientos ordenamiento, sobre sean específicos inferior categoría a las la norma impugnada. (C-
sean sencillamente una norma explícita determinados, normas constitucionales 1052 de 2001).
comprensibles (C-539 y no sobre otra no concretos, precisos y y, ii) de otro lado, que Se deben exponer
de 2001). mencionada en la particulares en relación los razonamientos que razonamientos lo
demanda, y ii) Que los con la norma acusada. se esbocen sean de bastante fundados para
orden constitucional,
cargos no consistan en (C-539 de 2011). que pueda pretender
por tal razón no podrán
supuestos, conjeturas, ser aceptados cargos desvirtuar la presunción
presunciones, sospechas basados en argumentos de constitucionalidad
o creencias del legales, doctrinarios, de las normas del
demandante. (C-539 de ordenamiento jurídico.
Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento...

políticos, concepciones
2011). del bien, contextuales o (C-539 de 2011).

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de conveniencia. (C-539
131

de 2011).
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132 Edgar Andrés Quiroga Natale

5.2. Requisitos Especiales en la demanda contra


actos legislativos por cargos de sustitución
constitucional

Además de los requisitos generales establecidos en el Decreto


2067 de 1991 y las exigencias o estándares de carga argumental
referidos con anterioridad, la demanda dirigida en contra de actos
legislativos debe satisfacer además tres (3) requisitos especiales;
dicha exigencia fue introducida desde la sentencia C-288 de 201299
(reiterada por la C-1056 de 2012100) y cuyas reglas permanecen
vigentes en el precedente actual sobre la materia. Los requisitos
especiales son:

5.2.1. La cualificación de la acción pública de


inconstitucionalidad

Para las demandas contra actos reformatorios de la Constitución


fundadas en la presunta sustitución de la constitución, el demandante
debe cumplir con un plus argumental tendiente a demostrar: “(…)
(i) que el parámetro de control está conformado por un eje definitorio
de la Constitución, construido a partir de diversos preceptos del
bloque de constitucionalidad, y no por una norma superior particular
y específica, pues en este caso lo que se buscaría es que la Corte
ejerza un control material; y (ii) la norma acusada subvierte, de forma
integral, esa característica que otorga identidad de la Carta Política,
de modo que el texto resultante deba comprenderse como un nuevo
orden constitucional, que sustituye al reformado (…)”101.

5.2.2. La precisión conceptual sobre el juicio de


sustitución

Esta exigencia se hace para evitar que a través del ataque vía
sustitución se termine realizando un juicio material o de fondo, lo

99
M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
100
M.P. Nilson Pinilla Pinilla.
101
Sentencia C-288 de 2012.

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 133

cual riñe con la misma competencia funcional que tiene la Corte


frente a esta clase de actos. En punto de discusión ha dicho la Corte:

“(…) Por su parte, la llamada precisión conceptual sobre el juicio


de sustitución alude a la ya comentada circunstancia según la
cual este análisis debe diferenciarse plenamente de un control
material sobre el contenido del acto reformatorio, pues como es
evidente, la Corte no puede ejercer en estos casos un control de
esta naturaleza, por al menos dos razones, una de orden práctico
y otra de carácter jurídico. La primera de ellas tiene que ver con la
real imposibilidad de adelantar ese tipo de control, pues contrario
a lo que ocurre cuando a través de esta acción se cuestiona un texto
de carácter legal, en el caso de las reformas constitucionales un
control material supondría la confrontación de dos normas que en
realidad tienen un mismo nivel jerárquico-normativo, lo que de
suyo resulta imposible, además de que, como ya se mencionó, los
contenidos del acto reformatorio serían por definición distintos y
en tal medida opuestos a los del precedente texto constitucional. La
segunda razón, de carácter jurídico, es el hecho de que el artículo
241 expresamente excluye la posibilidad de control material por
parte de esta corporación sobre las reformas constitucionales, al
restringir ese análisis a los posibles vicios de procedimiento en su
formación (…)”102.

5.2.3. La sujeción a una metodología particular para


adelantar el juicio de sustitución

Es decir que el demandante tiene la obligación de utilizar la


metodología del test de sustitución, imbricando el análisis de los tres
(03) componentes o criterios analíticos que conforman la premisa
mayor, los dos (02) que estructuran la premisa menor y los dos (02)
que fundan la conclusión.

6. DEL TRÁMITE DE LA DEMANDA

6.1. Control de procedibilidad

Una vez radicada la demanda, el Presidente de la corporación


hará el reparto para la sustanciación siguiendo el plan de trabajo que

102
Sentencia C-1056 de 2012.

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134 Edgar Andrés Quiroga Natale

para tal efecto haya establecido la sala plena. Conforme lo estipula


el artículo 3 del decreto 2067 de 1991, se podrá asignar más de un
magistrado para la sustanciación de un mismo asunto.
Es posible acumular demandas que versen parcial o totalmente
respecto de las normas que se enjuician. Una vez recibida la demanda
por el magistrado sustanciador, éste deberá realizar el respectivo
control de procedibilidad sobre la misma para lo cual cuenta con un
término de 10 días hábiles103.
Producto del control referido, mediante auto el magistrado
sustanciador podrá104:

i) Admitir la demanda. Cuando esta cumpla con todos los


requisitos establecidos en el artículo segundo de la norma
en cita y además se haya satisfecho la carga argumental
respecto del concepto de la violación.
ii) Inadmitir la demanda. Se procederá a la inadmisión cuando:
a) No se cumple con uno o varios de los requisitos formales
de que trata el artículo 2 del decreto 2067 de 1991105. b) no
incluye las normas que deberían ser demandadas para que
el fallo en sí mismo no sea inocuo. En caso de inadmisión
se concederá al demandante el término de tres (03) días
hábiles para subsanar los yerros expresamente indicados
en el auto.
iiii) Rechazar la demanda. Se constituye en causales de rechazo
las siguientes: a) No haber subsanado dentro del término
indicado para tal efecto. b) Cuando la demanda recaiga sobre
normas amparadas por sentencia que haya hecho tránsito a
cosa juzgada. c) Cuando exista incompetencia manifiesta
de la corporación respecto del asunto que se demanda106.
d) Cuando haya operado la caducidad en los eventos de
las demandas por vicios de forma o procedimientos contra
los actos legislativos o las leyes. El auto de rechazo será

103
Artículo 6 del Decreto 2067 de 1991.
104
Reglado en el artículo 6 del decreto 2067 de 1991.
105
Lo cual incluye las exigencias de carga argumental para el concepto de la violación.
106
En los eventos contemplados en los literales b) y c), la Corte podrá diferir la decisión
sobre estos asuntos para la sentencia.

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 135

susceptible de recurso de súplica dentro de los 3 días


siguientes a su notificación107 y será resuelto por el Pleno
de la Corporación sin la intervención del magistrado que
tomó la decisión objeto del recurso.

6.2. Traslado y fijación en lista

Conforme lo establece el artículo 7 del decreto en comento, una


vez admitida la demanda, se ordena correr traslado de la misma
por 30 días al Procurador General de la Nación para que este rinda
concepto. Concomitante a ello, se ordena fijar en lista las normas
acusadas por el término de 10 días hábiles para que cualquier
ciudadano las impugne o defienda.
De igual forma, en el auto admisorio se ordena comunicar
al Presidente de la República o al Congreso (según sea el caso),
para que presenten por escrito108 las razones que justifiquen la
constitucionalidad de las normas enjuiciadas y que fueron dictadas
por ellos, lo cual deberá realizarse dentro de los 10 días siguientes
al recibo de dicha comunicación109.

6.3. Pruebas, audiencia pública e invitaciones

Conforme lo prevé el artículo 10 del decreto 2067, cuando sea


necesario para el conocimiento de los trámites que antecedieron al
acto enjuiciado o para establecer hechos relevantes para adoptar la
decisión, se podrá decretar las pruebas (en el auto admisorio) que se
estimen conducentes las cuales deberán ser practicadas dentro de los
10 días siguientes a la notificación de la admisión. Para tal efecto la
práctica de las pruebas podrá ser delegada en un magistrado auxiliar.
El artículo 12 de la misma norma, establece que cualquier
magistrado110 podrá proponer que se convoque a una audiencia para
que quien hubiere dictado la norma demandada (o quien hubiese
participado en su elaboración)111, así como el demandante, concurran

107
Según lo estipula el artículo 50 del decreto 2067 de 1991.
108
Si es su deseo.
109
Conforme lo establece el artículo 244 constitucional.
110
Hasta 10 días antes del vencimiento del término para decidir.
111
Por sí mismo o mediante apoderado.

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136 Edgar Andrés Quiroga Natale

a responder preguntas para: i) profundizar en los argumentos


expuestos por escrito o, ii) aclarar los hechos relevantes para la toma
de la decisión. La Corte en sesión (por mayoría de los asistentes)
decidirá si convoca a la audiencia pública, y en caso positivo, fijará
fecha y hora para su respectiva realización.
El inciso 4 de la disposición en cita preceptúa que excepcionalmente
cuando la Corporación considere112, podrá ser invitado quien hubiere
intervenido como impugnador o defensor de las normas sometidas
a control para presentar argumentos orales en audiencia.
De igual manera, el magistrado ponente podrá invitar a expertos
en las materias que se debaten, así como a organizaciones privadas
y entidades públicas a que rindan concepto por escrito sobre puntos
importantes para la toma de la decisión. La Corte en sesión (por
mayoría absoluta), podrá decidir citar a dichos invitados para que
intervengan en la audiencia pública antes referida.
Resulta importante recordar que el proceso constitucional que se
adelanta en contra de los Actos Legislativos tiene un carácter rogado,
es decir, que la decisión de la Corte debe circunscribirse a los cargos
estrictamente formulados en la demanda y que los intervinientes
no pueden introducir nuevos cargos. En punto de discusión anota
la Corte:

“(…) Ahora bien, es preciso aclarar que este Tribunal ha reconocido


que el control de constitucionalidad que se adelanta contra los
Actos Legislativos por vicios de procedimiento en su formación
(C.P. art. 241-1 y 379), tiene un carácter rogado, por virtud del
cual la competencia que le asiste a la Corte para llevar a cabo el
citado juicio de inconstitucionalidad, se restringe a los cargos
efectivamente formulados por los accionantes. Así las cosas, en
tratándose de Actos Legislativos, este Tribunal carece por completo
de cualquier atribución oficiosa de control constitucional, siendo
su deber estarse a las acusaciones que formal y materialmente
cumplan con las condiciones de admisibilidad establecidas en la
Constitución y en el Decreto 2067 de 1991 (…)”113.

112
Con el objeto de contribuir al esclarecimiento de un punto concreto de naturaleza
constitucional.
113
Corte Constitucional. Sentencia C-1040 de 2005. Magistrados Ponentes: Humberto
Sierra Porto, Manuel José Cepeda Espinosa, Rodrigo Escobar Gil, Marco Gerardo
Monroy Cabra, Avaro Tafur Galvis y Clara Inés Vargas Hernández.

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 137

6.4. Fallo

Vencido el término para que el Procurador General rinda


el concepto (y realizada la audiencia pública de ser el caso), el
magistrado sustanciador tendrá 30 días hábiles para que presente el
proyecto de fallo en la secretaría de la Corte para que sea remitida
copia del mismo y del expediente a los demás magistrados para su
correspondiente estudio.
Una vez vencido el término anterior, la Corte dispone de 60 días
hábiles para adoptar la decisión. Entre la presentación del proyecto
de fallo y su deliberación, deberá transcurrir por lo menos 5 días
hábiles. La anterior exigencia será relevada cuando: i) se trate de
decidir objeciones a proyectos de ley o, ii) se trate de casos de
urgencia nacional114.

6.5. Improcedencia de Recursos y procedencia de


la solicitud de nulidad del Fallo. El “test” de
nulidad Constitucional

Por explícita estipulación contenida en el artículo 49 del decreto


2067 de 2001, contra las sentencias de la Corte Constitucional no
procede recurso alguno. No obstante, el inciso segundo de la norma
en cita prevé la posibilidad de proponer la nulidad de los procesos
ante la Corte Constitucional en los siguientes términos:

“La nulidad de los procesos ante la Corte Constitucional sólo podrá


ser alegada antes de proferido el fallo. Sólo las irregularidades que
impliquen violación del debido proceso podrán servir de base para
que el Pleno de la Corte anule el Proceso”.

Respecto de la posibilidad de presentar solicitud de nulidad


frente a los fallos de la Corte, la Corporación mediante el Auto 08
de 1993 comenzó a elaborar una doctrina vigente y reiterada115 en

114
Artículos 8 y 9 del decreto en cita.
115
Reiterada en Autos 05 de 1997 M.P. Carlos Gaviria Díaz. Auto 022 de 1999 MP.
Alejandro Martínez Caballero. A-050 de 2000 M.P. José Gregorio Hernández.
A-062 de 2000. M.P. José Gregorio Hernández, A-091 de 2000 M.P. Antonio Barrera
Carbonell. A-031 A de 2002 M.P. Eduardo Montealegre Lynett. A-164 de 2005 M.P.
Jaime Córdoba Triviño. A-060 de 2006 M.P. Jaime Córdoba Triviño.A-360 de 2006

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138 Edgar Andrés Quiroga Natale

donde haciendo una interpretación sistemática116 concluye que si es


procedente cuando exista violación manifiesta del debido proceso
producida en la misma sentencia y por lo tanto, imposible de ser
deprecada con anterioridad a la notificación del fallo. Algunos apartes
contentivos de la ratio decidendi del referido Auto son:

“(…) No puede olvidarse que el juez al dictar la sentencia no


solamente tiene que observar las formas procesales consagradas en
la ley, sino cumplir la Constitución. Y si es la misma Constitución
la que expresamente manda respetar la cosa juzgada constitucional,
una sentencia que sea contraria a ésta, rompe la armonía del
orden jurídico, pues contradice la propia Constitución. En este
caso, como se ha dicho, el desconocimiento de la cosa juzgada
constitucional ha implicado la violación del debido proceso, y la
consecuente nulidad de la sentencia. Pero, se pregunta: Ante el
texto expreso del artículo 49 del decreto 2067 de 1991, según el
cual “La nulidad de los procesos ante la Corte Constitucional sólo
podrá ser alegada antes de proferido el fallo”, ¿es admisible alegar
la nulidad de la sentencia después de dictada ésta, basándose en
hechos o motivos ocurridos en la misma sentencia? La respuesta
no requiere complicadas lucubraciones. El mismo inciso segundo
del artículo 49 citado, continúa diciendo: “ Sólo las irregularidades
que impliquen violación del debido proceso podrán servir de base
para que el Pleno de la Corte anule el proceso”. A la luz de esta
disposición, es posible concluir: a) La Sala Plena es competente
para declarar nulo todo el proceso o parte de él. Pues, según el
principio procesal universalmente aceptado, la nulidad de un
proceso sólo comprende lo actuado con posterioridad al momento
en que se presentó la causal que la origina. b) Como la violación
del procedimiento, es decir, del debido proceso, sólo se presentó
en la sentencia, al dictar ésta, la nulidad comprende solamente la
misma sentencia. Y, por lo mismo, únicamente podía ser alegada
con posterioridad a ésta, como ocurrió. Nadie podría sostener
lógicamente que la nulidad de la sentencia por hechos ocurridos
en ésta, pudiera alegarse antes de dictarla. Lo anterior no significa,
en manera alguna, que exista un recurso contra las sentencias
que dictan las Salas de Revisión. No, lo que sucede es que, de
conformidad con el artículo 49 mencionado, la Sala Plena tiene el

M.P. Clara Inés Vargas Hernández. A-099 de 2008 M.P. Manuel José Cepeda Espinosa.
A-281 de 2010 M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo, A-155 de 2013 M.P. Gabriel
Eduardo Mendoza Martelo. Auto 241 de 2015. M.P. María Victoria Calle Correa y
A-020 de 2017 M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo, entre otras.
116
Pues de una herméutica restringida del artículo 49 del decreto 2067 se concluiría lo
contrario.

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 139

deber de declarar las nulidades que se presenten en cualquier etapa


del proceso. Y la sentencia es una de ellas (…)”117.

En posterior sentencia, la Corte insiste en que la solicitud de


nulidad se trata de un mecanismo excepcional para atacar la palmaria
y flagrante violación del debido proceso en el trámite constitucional.
Respecto del particular indicó:

“(…) Con todo, por razones de seguridad jurídica y de certeza


ante el derecho, se ha considerado que la declaratoria de nulidad
de una sentencia de la Corte reviste características particulares,
puesto que “se trata de situaciones jurídicas especialísimas
y excepcionales, que tan sólo pueden provocar la nulidad del
proceso cuando los fundamentos expuestos por quien la alega
muestran, de manera indudable y cierta, que las reglas procesales
aplicables a los procesos constitucionales, que no son otras
que las previstas en los decretos 2067 y 2591 de 1991, han sido
quebrantadas, con notoria y flagrante vulneración del debido
proceso. Ella tiene que ser significativa y trascendental, en cuanto
a la decisión adoptada, es decir, debe tener unas repercusiones
sustanciales, para que la petición de nulidad pueda prosperar
(…)”118.

En apoyo a la construcción de una doctrina sobre la nulidad de las


sentencias de la Corte, mediante Auto 050 de 2000119, la Corporación
introduce la posibilidad de que la citada nulidad sea declarada de
forma oficiosa por parte de la Sala Plena. Al respecto decantó:

“(…) En ese orden de ideas, la propia Corte debe proceder de


oficio a declarar la nulidad de sus fallos, si al proferirlos han sido
desconocidas, así sea levemente, las garantías constitucionales.
Ello otorga certidumbre y confianza a la colectividad en el sentido
de que el tribunal encargado por excelencia de preservar la base
del ordenamiento jurídico se obliga a sí mismo de manera estricta
y con todo rigor. No de otro modo se explica que, en casos como
el presente, sea el propio Magistrado Sustanciador quien solicite
a la Plenaria la nulidad de una sentencia dictada por la Sala que
preside (…)”.

117
Auto 08 de 1993. M.P. Jorge Arango Mejía.
118
Auto A-033 de 1995 M. P. José Gregorio Hernández Galindo, muchas veces reiterado.
119
M.P. José Gregorio Hernández Galindo.

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140 Edgar Andrés Quiroga Natale

Pero es a través del Auto 031A de 2002120 que se hace una


sistematización de las causales de carácter extraordinario que
llevarían a nulitar las sentencias producidas por la alta Corporación,
pues se insiste, que la regla general es la improcedencia de dicha
posibilidad. En punto sostuvo la Corte “(…) Conviene entonces
sintetizar los presupuestos para que la Corte pueda declarar la nulidad
de una sentencia que ha proferido, teniendo en cuenta como punto
de partida la regla general, esto es, su improcedencia y carácter
extraordinario: (…)”.
El referido ejercicio de sistematización llevó a la Corte a la
generación de un “test de nulidad” en donde distinguió claramente
unos presupuestos formales y unos materiales de procedencia de la
solicitud, los cuales fueron acuñados como tal a partir del Auto 164
de 2005121 (ampliamente reiterado), los cuáles son a saber:

(…) 3.2.2. Presupuestos formales de procedencia. La jurisprudencia


constitucional determina las condiciones formales que deben
concurrir para la admisibilidad de la solicitud de nulidad de las
sentencias de revisión122. Estos requisitos son: i) La solicitud debe
presentarse dentro de los tres (3) días siguientes a la notificación
del fallo adoptado por la Corte. Vencido este término, se entiende
que toda circunstancia que acarrearía la nulidad del fallo queda
saneada123; ii) En caso que el vicio se funde en situaciones
acaecidas con anterioridad al momento de proferir el fallo, la
solicitud de nulidad deberá solicitarse, de conformidad con lo
señalado en el artículo 49 del Decreto 2067 de 1991, antes de que
la Sala de Revisión emita la sentencia correspondiente. En caso
que las partes que intervinieron en el proceso constitucional no
eleven petición en ese sentido dentro de la oportunidad prevista,
pierden su legitimidad para invocar la nulidad posteriormente124;

120
M.P. Eduardo Montealegre Lynett.
121
M.P. Jaime Córdoba Triviño.
122
Autos 031ª/02 y 063/04.
123
El saneamiento de las nulidades no alegadas oportunamente fue sustentado por la Corte
al afirmar que “i) en primer lugar, atendiendo el principio de seguridad jurídica y
de necesidad de certeza del derecho [9]; (ii) en segundo lugar, ante la imposibilidad
presentar acción de tutela contra las providencias de tutela [9]. Y finalmente, (iii)
porque es razonable establecer un término de caducidad frente a las nulidades de
tutela, si incluso esa figura aplica en las acciones de inconstitucionalidad por vicios
de forma”. Cfr. Corte Constitucional, Auto 031 A/02.
124
Una explicación ampliada de los fundamentos de este requisito puede encontrarse en
los Autos del 13 de febrero de 2002, M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra y del 20 de
febrero del mismo año, M.P. Jaime Araujo Rentería.

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 141

3.2.3. Presupuestos materiales de procedencia. En igual sentido,


la doctrina constitucional relativa a los requisitos de admisibilidad
de las solicitudes de nulidad también ha establecido determinadas
condiciones y limitaciones a los argumentos que se utilicen para
fundar los cargos en contra de la sentencia respectiva, las cuales
se resumen de la siguiente manera: i) El solicitante tiene la carga
de demostrar, con base en argumentos serios y coherentes que la
sentencia vulnera el derecho al debido proceso. Como se indicó,
el incidente de nulidad no es una oportunidad para reabrir la
discusión jurídica resuelta en el fallo, por lo que una censura
al fallo sustentada en el inconformismo del peticionario ante lo
decidido o en una crítica al estilo argumentativo o de redacción
utilizado por la Sala de Revisión carece de eficacia para obtener
la anulación de la sentencia. ii) La solicitud de nulidad no puede
utilizarse como alternativa para que la Sala Plena de la Corte
Constitucional reabra el debate probatorio realizado por la Sala
de Revisión que profirió el fallo respectivo. En consecuencia, el
cargo que sustente la solicitud de nulidad no puede estar dirigido
hacia ese fin. iii) La afectación del debido proceso por parte
de la Sala de Revisión tiene naturaleza cualificada. Por tanto,
“debe ser ostensible, probada, significativa y trascendental, es
decir, que tenga repercusiones sustanciales y directas en la
decisión o en sus efectos (Subraya la Corte)”125. Con base en estas
características, la jurisprudencia identifica algunos casos en que
la vulneración reúne esas características, tales como: “- Cuando
una Sala de Revisión cambia la jurisprudencia de la Corte (…)126.
- Cuando una decisión de la Corte es aprobada por una mayoría no
calificada según los criterios que exige la ley127. - Cuando existe
incongruencia entre la parte motiva de una sentencia y la parte
resolutiva de la misma, que hace anfibológica o ininteligible la
decisión adoptada128; igualmente, en aquellos eventos donde la
sentencia se contradice abiertamente, o cuando la decisión carece

125
Cfr. Auto 031 A/02.
126
Al respecto la Corte señaló en el Auto que se cita que “[e]l artículo 34 del decreto
2591 de 1991 establece que todo cambio de jurisprudencia debe ser decidido por la
Sala Plena; en consecuencia, si una de las salas de revisión se apropia de esa función,
se extralimita en el ejercicio de sus competencias con una grave violación al debido
proceso. Sin embargo, no toda discrepancia implica cambio de jurisprudencia, puesto
que ella debe guardar relación directa con la ratio decidendi de la sentencia de la cual
se predica la modificación; en caso contrario, ‘[L]as situaciones fácticas y jurídicas
analizadas en una sentencia de una Sala de Revisión y que sirven de fundamento para
proferir un fallo son intangibles, porque son connaturales a la libertad, autonomía e
independencia que posee el juez para evaluarlas y juzgarlas’.” (Auto de 30 de abril
de 2002; M.P. Eduardo Montealegre Lynett; A-031a de 2002).
127
Cfr. Auto 062 de 2000 MP. José Gregorio Hernández Galindo.
128
Cfr. Auto 091 de 2000 MP. Antonio Barrera Carbonell.

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142 Edgar Andrés Quiroga Natale

por completo de fundamentación. - Cuando la parte resolutiva de


una sentencia de tutela da órdenes a particulares que no fueron
vinculados o informados del proceso129. - Cuando la sentencia
proferida por una Sala de Revisión desconoce la cosa juzgada
constitucional, pues ello significa la extralimitación en el ejercicio
de sus atribuciones”130 -131. (iv) Igualmente, la jurisprudencia
también ha contemplado la configuración de una causal de nulidad
de las sentencias de revisión cuando, de manera arbitraria, se
dejan de analizar asuntos de relevancia constitucional que tienen
efectos transcendentales para el sentido de la decisión132. En razón
de la importancia de esta causal para la resolución del asunto
bajo estudio, la Corte lo analizará separadamente en el apartado
siguiente (…)”.

Luego, incorporando el precedente en cita, la Corte al adoptar su


Reglamento Interno, estipuló en el artículo 106 del Acuerdo 02 de
2015 (modificatorio del Acuerdo 05 de 1992) una disposición que
hace alusión expresa a la posibilidad de presentar solicitud de nulidad
frente a los fallos de la Corporación así:

“Sobre las nulidades. Una vez presentada oportunamente una


solicitud de nulidad y previa comunicación a los interesados, la
misma deberá ser resuelta por la Sala Plena de acuerdo con las
siguientes reglas: a) Si la nulidad se invoca con anterioridad a la
sentencia, la misma podrá ser decidida en dicha providencia o en
un auto separado. Si la nulidad se refiere a aspectos meramente
de trámite se resolverá en auto. En este último caso, la decisión
se adoptará en los quince días siguientes al envío de la solicitud
al magistrado ponente por la Secretaría General. b) Si la nulidad
se invoca con respecto a la sentencia, la misma será decidida en
auto separado, en el término máximo de tres meses, contado desde
el envío de la solicitud al magistrado ponente por la Secretaría
General. Sin perjuicio de lo anterior, el proyecto se deberá registrar
por lo menos quince días antes de su vencimiento”.

Dicha posición se reafirma en reciente providencia (A-020 de 2017):

“(…) Si bien el referido artículo 49 del Decreto 2067 de 1991


establece que “contra las sentencias de la Corte Constitucional no

129
Cfr. Auto 022 de 1999 MP. Alejandro Martínez Caballero.
130
Cfr. Auto 082 de 2000 MP. Eduardo Cifuentes Muñoz.
131
Auto de 30 de abril de 2002 (M.P. Eduardo Montealegre Lynett; A-031a de 2002).
132
Cfr. Corte Constitucional, Auto 031 A/02. Fundamentos jurídicos 13 a 20.

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 143

procede recurso alguno” y que las nulidades de los procesos ante


esta Corte solo podrán alegarse antes de proferido el fallo, “por
violación al debido proceso”, esta corporación viene aceptando la
posibilidad de que se solicite nulidad de las sentencias de revisión
de tutela con posterioridad a su pronunciamiento, siempre que la
irregularidad alegada surja de la misma sentencia (…)”133.

De las anteriores referencias normativas y jurisprudenciales se


puede concluir:

i) Aunque si bien es cierto, la solicitud de nulidad solo era


procedente respecto de las irregularidades durante el trámite
del proceso conforme lo establece el citado artículo 49
del decreto 2067 de 1991, también es igual de cierto que
la Corporación mediante consolidada doctrina estableció
reglas precedentes que permitieron estudiar la nulidad de
sus propios fallos, posición que actualmente fue vertida en
el artículo 106 de su reglamento interno.
ii) Con el fin de crear un marco metodológico para la
sistematización de las circunstancias de procedencia
de la solicitud de nulidad frente a las sentencias de la
Corte, la Corporación desarrolló una doctrina (“test”) en
donde se distinguen claramente tres componentes para su
reconocimiento, los cuales se sintetizan a continuación134:

Presupuestos Exigencias
Presupuestos materiales de
formales de de estándar
procedencia
procedencia argumental
1. Si se trata de 1. Esgrimir 1. La afectación al debido
una nulidad por argumentos serios proceso debe ser ostensible,
irregularidades en y coherentes probada, significativa y
el procedimiento, la tendientes a transcendental, la cual se
oportunidad procesal demostrar que la presenta en casos como:
para interponerla sentencia viola el 1.1. Una sala de Revisión
será en el momento debido proceso, cambia la jurisprudencia de la
de su producción o pues el incidente Corte.

133
Auto 020 de 2017. M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.
134
Tabla de fuente propia elaborada a partir del precedente en la materia antes citado.

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144 Edgar Andrés Quiroga Natale

a más tardar hasta de nulidad no 1.2. Cuando una sentencia


antes de proferirse es una instancia es aprobada por una mayoría
la sentencia. para manifestar diferente a la exigida por la
2. Si la solicitud de un simple ley.
nulidad se motiva inconformismo 1.3. Cuando el fallo carece
en irregularidades con el fallo. de motivación o con la
contentivas en 2. No puede sentencia se viola el principio
la sentencia, la utilizarse el de congruencia horizontal* o
oportunidad para incidente de vertical**.
proponerla será nulidad para 1.4. Cuando en el decisum de
dentro de los tres (3) reabrir el debate la sentencia se dan órdenes
días siguientes a su probatorio. a particulares que no fueron
notificación. vinculados o informados
dentro del proceso.
1.5. Cuando la sentencia
desconoce la existencia de la
cosa juzgada constitucional
lo cual se constituye en un
desconocimiento de su propio
precedente.
2. Cuando de manera
arbitraria se dejan de analizar
asuntos de relevancia
constitucional que tienen
efectos trascendentales en el
sentido de la decisión.

iii) Están legitimados para proponer la nulidad: el accionante,


el Procurador General de la Nación y los intervinientes en
el proceso (entidades estatales, personas o instituciones
privadas y los ciudadanos que participaron con sus escritos).
iv) La solicitud de nulidad no es un recurso, segunda instancia
o grado de jurisdicción; se trata de un mecanismo
excepcional135 (adelantado como incidente) para deprecar

*
Incongruencia entre la parte motiva y resolutiva de la sentencia.
**
Incongruencia entre los mismos motivos de la sentencia.
135
Resulta tan excepcional (sobre todo en fallos de constitucionalidad) que en
aproximadamente 25 años de tareas de la Corte se han producido muy pocas
declaratorias de nulidad de sus fallos. Al respecto refiere Quinche: “Como casos
específicos de declaratorias de nulidad sobre sentencias de constitucionalidad pueden
mencionarse el Auto 091 de 2000, que declaró la nulidad de la sentencia C-993 de

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Capítulo II. La acción pública de inconstitucionalidad en el ordenamiento... 145

palmarias, ostensibles y flagrantes violaciones del derecho


iusfundamental al debido proceso producidas en el trámite
del proceso constitucional o en la misma sentencia.
v) La solicitud de nulidad es resuelta por la Sala Plena de la
Corte.

IV. CONCLUSIONES DEL CAPÍTULO

1. Colombia es el Estado pionero en la creación de la acción


pública de inconstitucionalidad, pues a través de las leyes
de la Nueva Granada (3 de 1850 y 4 de 1851), así como
en las Constituciones Nacionales de 1853 y 1863 imbricó
la posibilidad de deprecar jurídicamente cierta clase de
normas provinciales cuando estas atentaban contra la
Constitución; de igual manera, el acto legislativo 03 de
1910 se convierte en el primer antecedente conocido de
la acción de inconstitucionalidad con efecto extendido, es
decir, como mecanismo que permite controlar también las
leyes de carácter nacional.
2. Desde el punto de vista sustancial, la acción de
inconstitucionalidad (desarrollada en la Constitución de
1991), se caracteriza por tener una naturaleza política, pública
y democrática, así mismo es mecanismo jurídico autónomo,
directo e indesistible.
3. Los principales objetos de control sobre los cuales recae
la acción pública de inconstitucionalidad son: i) los actos
legislativos, ii) las leyes (orgánicas, estatutarias, marco
y ordinarias), iii) los decretos con fuerza material de ley
(legislativos, extraordinarios y autónomo constitucionales), iv)
las interpretaciones que planteen problemas constitucionales
y, v) las normas o instrumentos jurídicos sujetos a competencia
especial.

2000 (Ambas decisiones tuvieron como ponente al Magistrado Antonio Barrera


Carbonell) por contrariedad manifiesta entre la parte motiva y la parte resolutiva del
fallo; y el Auto 062 de 2000, que declaró la nulidad de la sentencia C-642 de 2000
(ambas decisiones tuvieron como ponente al Magistrado José Gregorio Hernández),
por haberse tomado la decisión por mayoría relativa y no absoluta, como debió ser”.
Quinche Ramírez, Manuel Fernando. La acción de inconstitucionalidad. Bogotá:
Ed. Ibáñez, 2016. págs. 205 y 206.

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146 Edgar Andrés Quiroga Natale

4. La acción de inconstitucionalidad promovida en contra


de los actos legislativos, solo podrá hacerse por vicios de
procedimiento en su formación o por vicios competenciales
(previa ejecución del “test” de sustitución), siendo esta
última vía distinta a los juicios de intangibilidad y violación
de contenido material de la Constitución.
5. Desde el punto de vista procesal, la acción de inconsti-
tucionalidad es formal (sujeta a requisitos y control
de procedibilidad); de control objetivo (no requiere de
demostración subjetiva de interés en la causa); y, no caduca
(salvo la propuesta por vicios de forma la cual caduca en 1
año a partir de la publicación del respectivo acto).
6. Tanto el procedimiento como el fallo que pone fin al
proceso constitucional desatado por el uso de la acción
de inconstitucionalidad, puede ser deprecado de manera
especial y excepcional mediante incidente de nulidad,
el cual se encuentra sujeto a un “test” o metodología
especial en donde debe demostrarse tanto los presupuestos
formales y materiales de procedencia, así como la sujeción
a exigencias de estándar argumental.
7. La acción pública de inconstitucionalidad se convierte
en una valiosa herramienta de participación ciudadana,
de control al poder político y de protección al principio
de supremacía constitucional. No obstante, la creación
paulatina de exigentes requisitos de técnica procesal
(elevados a metodologías o “test”), cada vez dificultan
más al ciudadano del común para poder hacer uso de dicha
acción, pues so pretexto de proteger la seguridad jurídica
y la voluntad general del pueblo expresada en las normas,
se está alejando a ese mismo pueblo de uno de los más
importantes mecanismos de veeduría y control que hacen
parte del natural modus vivendi democrático.

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Suplemento

Decreto 2067 de 1991


(Septiembre 4)

Por el cual se dicta el régimen procedimental de los juicios y


actuaciones que deban surtirse ante la corte constitucional.

El Presidente de la República de Colombia,


en ejercicio de las facultades que le confiere el artículo transitorio 23 de
la Constitución Política y surtido el trámite ante la Comisión Especial
creada por el artículo 6° transitorio de la Constitución Política,

Decreta:

Capítulo I

Artículo 1°. Los juicios y actuaciones que se surtan ante la Corte


Constitucional se regirán por el presente Decreto.
Artículo 2°. Las demandas en las acciones públicas de inconstitu-
cionalidad se presentarán por escrito, en duplicado, y contendrán:

1. El señalamiento de las normas acusadas como inconsti-


tucionales, su transcripción literal por cualquier medio o un
ejemplar de la publicación oficial de las mismas;
2. El señalamiento de las normas constitucionales que se
consideren infringidas;
3. Las razones por las cuales dichos textos se estiman violados;
4. Cuando fuere el caso, el señalamiento del trámite impuesto
por la Constitución para la expedición del acto demandado
y la forma en que fue quebrantado; y

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148 Edgar Andrés Quiroga Natale

5. La razón por la cual la Corte es competente para conocer


de la demanda.

Artículo 3°. Corresponde al Presidente de la Corte Constitucional


repartir para su sustanciación, los asuntos de constitucionalidad de
conformidad con el programa de trabajo y reparto que determine el
pleno de la misma.
La Corte podrá asignar a más de un magistrado la sustanciación
de un mismo asunto.
Artículo 4º. En todo momento después de admitida la demanda,
cualquier magistrado podrá solicitar por escrito que se reúna el pleno
de la Corte para que se lleve a cabo una deliberación preliminar
sobre la constitucionalidad de las normas sometidas a control. El
Presidente de la Corte convocará la correspondiente sesión dentro
de la semana siguiente a la solicitud.
Artículo 5°. La Corte deberá acumular las demandas respecto
de las cuales exista una coincidencia total o parcial de las normas
acusadas y ajustará equitativamente el reparto de trabajo.
Artículo 6°. Repartida la demanda, el magistrado sustanciador
proveerá sobre su admisibilidad dentro de los diez días siguientes.
Cuando la demanda no cumpla alguno de los requisitos previstos
en el artículo segundo, se le concederán tres días al demandante para
que proceda a corregirla señalándole con precisión los requisitos
incumplidos. Si no lo hiciere en dicho plazo se rechazará. Contra el
auto de rechazo, procederá el recurso de súplica ante la Corte.
El magistrado sustanciador tampoco admitirá la demanda
cuando considere que ésta no incluye las normas que deberían ser
demandadas para que el fallo en sí mismo no sea inocuo, y ordenará
cumplir el trámite previsto en el inciso segundo de este artículo. La
Corte se pronunciará de fondo sobre todas las normas demandadas y
podrá señalar en la sentencia las que, a su juicio, conforman unidad
normativa con aquellas otras que declara inconstitucionales.
Se rechazarán las demandas que recaigan sobre normas amparadas
por una sentencia que hubiere hecho tránsito a cosa juzgada o respecto
de las cuales sea manifiestamente incompetente. No obstante, estas
decisiones también podrán adoptarse en la sentencia.

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Suplemento 149

Artículo 7°. Admitida la demanda, o vencido el término probatorio


cuando éste fuere procedente, se ordenará correr traslado por treinta
días al Procurador General de la Nación, para que rinda concepto.
Dicho término comenzará a contarse al día siguiente de entregada
la copia del expediente en el despacho del Procurador.
En el auto admisorio de la demanda se ordenará fijar en lista las
normas acusadas por el término de diez días para que, por duplicado,
cualquier ciudadano las impugne o defienda. Dicho término correrá
simultáneamente con el del Procurador.
A solicitud de cualquier persona, el Defensor del Pueblo podrá
demandar, impugnar o defender ante la Corte normas directamente
relacionadas con los derechos constitucionales.
Artículo 8°. De ordinario, vencido el término para que rinda
concepto el Procurador, se iniciará el cómputo de 30 días para que el
magistrado sustanciador presente el proyecto de sentencia a la Corte.
Vencido el término para la presentación del proyecto, comenzarán a
correr los 60 días de que dispone la Corte para adoptar su decisión.
Artículo 9°. El magistrado sustanciador presentará por escrito el
proyecto de fallo a la Secretaría de la Corte, para que ésta envíe copia
del mismo y del correspondiente expediente a los demás magistrados.
Entre la presentación del proyecto de fallo y la deliberación en la
Corte deberán transcurrir por lo menos cinco días, salvo cuando se
trate de decidir sobre objeciones a proyectos de ley o en casos de
urgencia nacional.
Artículo 10. Siempre que para la decisión sea menester el
conocimiento de los trámites que antecedieron al acto sometido al
juicio constitucional de la Corte o de hechos relevantes para adoptar
la decisión, el magistrado sustanciador podrá decretar en el auto
admisorio de la demanda las pruebas que estime conducentes, las
cuales se practicarán en el término de diez días.
La práctica de las pruebas podrá ser delegada en un magistrado
auxiliar.
Artículo 11. En el auto admisorio, se ordenará la comunicación a
que se refiere el artículo 244 de la Constitución. Esta comunicación
y, en su caso, el respectivo concepto, no suspenderá los términos.
La comunicación podrá, además, ser enviada a los organismos
o entidades del Estado que hubieren participado en la elaboración o

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150 Edgar Andrés Quiroga Natale

expedición de la norma. La Presidencia de la República, el Congreso


de la República y los organismos o entidades correspondientes
podrán directamente o por intermedio de apoderado especialmente
escogido para ese propósito, si lo estimaren oportuno, presentar por
escrito dentro de los 10 días siguientes, las razones que justifican la
constitucionalidad de las normas sometidas a control.

Capítulo II

Artículo 12. Cualquier magistrado podrá proponer hasta 10 días


antes del vencimiento del término para decidir que se convoque una
audiencia para que quien hubiere dictado la norma o participado
en su elaboración, por sí o por intermedio de apoderado, y el
demandante, concurran a responder preguntas para profundizar en
los argumentos expuestos por escrito o aclarar hechos relevantes para
tomar la decisión. La Corte, por mayoría de los asistentes, decidirá si
convoca la audiencia, fijará la fecha y hora en que habrá de realizarse
y concederá a los citados un término breve pero razonable para
preparar sus argumentos. Las audiencias serán públicas.
La Corte señalará un término adecuado para que el demandante
y quien hubiere participado en la expedición o elaboración de la
norma, presenten sus planteamientos.
El Procurador General podrá participar en las audiencias en que
lo considere pertinente, después de haber rendido concepto.
Excepcionalmente, cuando la Corte considere que podría contribuir
a esclarecer un punto concreto de naturaleza constitucional, podrá
ser invitado a presentar argumentos orales en la audiencia quien
hubiere intervenido como impugnador o defensor de las normas
sometidas a control.
Artículo 13. El magistrado sustanciador podrá invitar a entidades
públicas, a organizaciones privadas y a expertos en las materias
relacionadas con el tema del proceso a presentar por escrito, que
será público, su concepto sobre puntos relevantes para la elaboración
del proyecto de fallo. La Corte podrá, por mayoría de sus asistentes,
citarlos a la audiencia de que trata el artículo anterior.
El plazo que señale el magistrado sustanciador a los destinatarios
de la invitación no interrumpe los términos fijados en este Decreto.

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Suplemento 151

El invitado deberá, al presentar un concepto, manifestar si se


encuentra en conflicto de intereses.

Capítulo III

Artículo 14. Las decisiones sobre la parte resolutiva de la


sentencia deberán ser adoptadas por la mayoría de los miembros de
la Corte Constitucional. Los considerandos de la sentencia podrán
ser aprobados por la mayoría de los asistentes. Cuando no fueren
aprobados, podrán adherir a ellos los magistrados que compartan
su contenido. Los magistrados podrán en escrito separado aclarar
su voto o exponer las razones para salvarlo.
Los magistrados que aclaren o salvaren el voto dispondrán de
cinco días para depositar en la Secretaría de la Corte el escrito
correspondiente.
En todo caso de contradicción entre la parte resolutiva y la parte
motiva de un fallo, se aplicará lo dispuesto en la parte resolutiva.
Parágrafo. Se entiende por mayoría cualquier número entero de
votos superior a la mitad del número de magistrados que integran la
Corte o de los asistentes a la correspondiente sesión, según el caso.
Artículo 15. Cuando no se reúna la mayoría necesaria, volverán a
discutirse y votarse los puntos en que hayan disentido los votantes.
Artículo 16. La parte resolutiva de la sentencia no podrá ser
divulgada sino con los considerandos y las aclaraciones y los
salvamentos de voto correspondientes, debidamente suscritos por
los magistrados y el Secretario de la Corte.
La Sentencia se notificará por edicto con los considerandos
y las aclaraciones y los salvamentos de voto correspondientes,
debidamente suscritos por los magistrados y el Secretario de la Corte,
dentro de los seis días siguientes a la decisión.
El Secretario enviará inmediatamente copia de la sentencia a
la Presidencia de la República y al Congreso de la República. La
Presidencia de la República promoverá un sistema de información
que asegure el fácil acceso y consulta de las sentencias de la Corte
Constitucional.

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152 Edgar Andrés Quiroga Natale

Artículo 17. Cuando el proyecto de fallo no fuere aprobado, el


magistrado sustanciador podrá solicitar al Presidente de la Corte
que designe a otro para que lo elabore. Cuando el criterio de un
magistrado disidente hubiere sido acogido, el Presidente de la Corte
podrá asignarle la elaboración del proyecto de fallo.
Artículo 18. Las sentencias serán publicadas con los salvamentos
y aclaraciones en la Gaceta de la Corte Constitucional, para lo cual
se apropiará en el presupuesto la partida correspondiente.
Artículo 19. Las deliberaciones de la Corte Constitucional tendrán
carácter reservado. Los proyectos de fallo serán públicos después de
cinco años de proferida la sentencia.
Salvo los casos previstos en este Decreto, en las deliberaciones
de la Corte no podrán participar servidores públicos ajenos a ésta.

Capítulo IV

Artículo 20. Las sentencias de la Corte Constitucional se


pronunciarán “en nombre del pueblo y por mandato de la Constitución”.
Artículo 21. Las sentencias que profiera la Corte Constitucional
tendrán el valor de cosa juzgada constitucional y son de obligatorio
cumplimiento para todas las autoridades y los particulares.
La declaratoria de constitucionalidad de una norma impugnada
por vicios formales no obsta para que ésta sea demandada
posteriormente por razones de fondo.
Artículo 22. La Corte Constitucional deberá confrontar las
disposiciones sometidas a control con la totalidad de los preceptos
de la Constitución, especialmente los del Título II, salvo cuando
para garantizar la supremacía de la Constitución considere necesario
aplicar el último inciso del artículo 21.
La Corte Constitucional podrá fundar una declaración de
inconstitucionalidad en la violación de cualquiera norma constitucional,
así ésta no hubiere sido invocada en el curso del proceso.
Artículo 23. La doctrina constitucional enunciada en las sentencias
de la Corte Constitucional, mientras no sea modificada por ésta, será
criterio auxiliar para las autoridades y corrige la jurisprudencia.

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Suplemento 153

Las modificaciones a la doctrina existente, deberán ser explícitas


en la sentencia.
Artículo 24. Inexequible (Corte Constitucional Sentencia C-113
de 1993.).

Capítulo V

Artículo 25. En los casos de objeciones del gobierno a un proyecto


de ley por inconstitucionalidad y en los de revisión de los decretos
dictados en ejercicio de las facultades que otorgan los artículos 212,
213 y 215 de la Constitución Nacional, serán causales de impedimento
y recusación: haber conceptuado sobre la constitucionalidad de la
disposición acusada; haber intervenido en su expedición; haber sido
miembro del Congreso durante la tramitación del proyecto; o tener
interés en la decisión.
Artículo 26. En los casos de acción de inconstitucionalidad por
parte de cualquier ciudadano, serán causales de impedimento y
recusación, además de las establecidas en el artículo anterior, tener
vínculo por matrimonio o por unión permanente, o de parentesco
en cuarto grado de consanguinidad, segundo de afinidad o primero
civil con el demandante.
Artículo 27. Los restantes magistrados de la Corte, decidirán
en la misma sesión si el impedimento es o no fundado. En caso
afirmativo, declararán separado del conocimiento al magistrado
impedido y sortearán el correspondiente conjuez. Y, en caso negativo,
el magistrado continuará participando en la tramitación y decisión
del asunto.
Artículo 28. Cuando existiendo un motivo de impedimento en un
magistrado o conjuez, no fuere manifestado por él, podrá ser recusado
o por el Procurador General de la Nación o por el demandante. La
recusación debe proponerse ante el resto de los magistrados con base
en alguna de las causales señaladas en el presente Decreto.
Cuando la recusación fuere planteada respecto de todos los
magistrados, el Pleno de la Corte decidirá sobre su pertinencia.
Artículo 29. Si la recusación fuere pertinente, el magistrado o
conjuez recusado deberá rendir informe el día siguiente. En caso de

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154 Edgar Andrés Quiroga Natale

aceptar los hechos aducidos por el recusante, se le declarará separado


del conocimiento del negocio. De lo contrario, se abrirá a prueba el
incidente por un término de ocho días, tres para que el recusante
las pida y cinco para practicarlas, vencido el cual, la Corte decidirá
dentro de los dos días siguientes. En dicho incidente actuará como
sustanciador el magistrado que siga en orden alfabético al recusado.
Si prospera la recusación, la Corte procederá al sorteo de conjuez.
Artículo 30. No están impedidos ni son recusables los magistrados
y conjueces a quienes corresponda la decisión sobre impedimentos
o recusaciones.
Artículo 31. La Corte Constitucional procederá a designar siete
conjueces, dentro de los diez días siguientes a su instalación. Cada
año, la Corte designará los correspondientes conjueces, según el
número de magistrados que la integren.

Capítulo VI

Artículo 32. Para que la Corte resuelva sobre las objeciones de


inconstitucionalidad a un proyecto de ley el Presidente del Congreso
registrará inmediatamente en la Secretaría de la Corte el proyecto
de ley, las objeciones y un escrito en el cual se expongan las
razones por las cuales las Cámaras decidieron insistir en que fuera
sancionado. Simultáneamente enviará copia al Procurador General
de la Nación. Si fuere convocada audiencia, no podrán intervenir sino
los representantes del Presidente de la República y del Congreso y
el magistrado sustanciador dispondrá de seis días contados a partir
del vencimiento del término del Procurador para rendir concepto. Al
efectuarse el reparto, cada magistrado recibirá copia de las objeciones
presidenciales, del proyecto de ley y del escrito donde se justifique
la insistencia del Congreso. El Procurador General de la Nación
rendirá concepto dentro de los seis días siguientes al registro de las
objeciones. Las impugnaciones y defensas deberán presentarse dentro
de los tres días siguientes al registro. La Corte decidirá dentro de los
seis días siguientes a la presentación de la ponencia del magistrado
sustanciador.
Artículo 33. Si la Corte considera que el proyecto es parcialmente
inconstitucional, así lo indicará a la Cámara en que tuvo origen para

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Suplemento 155

que, oído el ministro del ramo, rehaga e integre las disposiciones


afectadas en términos concordantes con el dictamen de la Corte.
Una vez cumplido este trámite, remitirá a la Corte el proyecto para
fallo definitivo.
Artículo 34. Recibido el proyecto, el Presidente de la Corte
solicitará al magistrado sustanciador que informe a la Corte dentro
de los seis días siguientes si las nuevas disposiciones legislativas
concuerdan con el dictamen de la Corte. Este adjuntará al informe
el proyecto de fallo definitivo. La Corte decidirá dentro de los seis
días siguientes.
Artículo 35. La sentencia que declare constitucional un proyecto de
ley objetado, surtirá efectos de cosa juzgada respecto de las normas
invocadas formalmente por el Gobierno y consideradas por la Corte,
y obliga al Presidente de la República a sancionarlo.

Capítulo VII

Artículo 36. El Gobierno Nacional enviará a la Corte, al día


siguiente de su expedición, copia auténtica del texto de los decretos
legislativos que dicte en ejercicio de las facultades que le conceden los
artículos 212, 213 y 215 de la Constitución, para que aquélla decida
definitivamente sobre la constitucionalidad de ellos.
Si el Gobierno faltare a dicho deber el Presidente de la Corte
Constitucional solicitará copia auténtica del mismo a la Secretaría
General de la Presidencia de la República, con dos días de término,
y en subsidio actuará sobre el texto que hubiere sido publicado.
Artículo 37. Para la efectividad de la intervención ciudadana,
en la revisión de los decretos legislativos, repartido el negocio, el
magistrado sustanciador ordenará que se fije en lista en la Secretaría
de la Corte por el término de cinco días, durante los cuales, cualquier
ciudadano, podrá intervenir por escrito, para defender o impugnar
la constitucionalidad del decreto.
Artículo 38. Expirado el término de fijación en lista, pasará el
asunto al Procurador para que dentro de los diez días siguientes
rinda concepto. Presentado el concepto del procurador, comenzará
a correr el lapso de siete días para la presentación del proyecto de

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156 Edgar Andrés Quiroga Natale

fallo, vencido el cual, se iniciará el de veinte días para que la Corte


adopte su decisión.

Capítulo VIII

Artículo 39. El Presidente del Congreso enviará a la Corte


Constitucional copia auténtica de los proyectos de leyes estatutarias
inmediatamente después de haber sido aprobados en segundo debate.
Si faltare a dicho deber, el presidente de la Corte solicitará copia
auténtica del mismo a la Secretaría de la Cámara donde se hubiere
surtido el segundo debate.
Artículo 40. El proyecto de ley estatutaria será revisado por la
Corte de conformidad con el procedimiento ordinario.
Artículo 41. Si el proyecto fuere constitucional, el Presidente de
la Corte lo enviará al Presidente de la República para su sanción. Si
el proyecto fuere total o parcialmente inconstitucional, el Presidente
de la Corte enviará el proyecto de ley al Presidente de la Cámara de
origen con el correspondiente fallo. Si la inconstitucionalidad fuere
parcial se aplicará lo dispuesto en el artículo 33, siempre y cuando
no haya terminado la legislatura correspondiente.
Artículo 42. Cuando la Corte deba decidir sobre la constitucionalidad
por vicios de forma de una ley en que se convoque a un referendo
para reformar la Constitución o se disponga que el pueblo decida si
convoca a una Asamblea Constituyente, se aplicará el procedimiento
ordinario establecido en el presente Decreto. No obstante, la Corte
podrá reducir los términos aquí previstos cuando lo considere
necesario para decidir con anterioridad al pronunciamiento popular.
En los procesos a que se refiere el artículo 241 numeral 3 de la
Constitución se aplicará el procedimiento ordinario.
Artículo 43. La acción pública contra los actos de que tratan los
artículos 379 y 242 numeral 3 de la Constitución, sólo procederá
dentro del año siguiente a su promulgación.
Artículo 44. En los procesos de constitucionalidad de los tratados
y de las leyes que los aprueban de que trata el artículo 241 numeral
10 de la Constitución, se aplicará en lo pertinente lo dispuesto para
el control de los proyectos de leyes estatutarias. Si la inexequibilidad
fuere parcial, se aplicará lo dispuesto en dicho artículo.

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Suplemento 157

Capítulo IX

Artículo 45. Cuando la Corte encuentre vicios de procedimiento


subsanables en la formación del acto sujeto a su control, ordenará
devolverlo a la autoridad que lo profirió para que dentro del término
que fije la Corte, de ser posible, enmiende el defecto observado.
Subsanado el vicio o vencido el término, la Corte procederá a decidir
sobre la constitucionalidad del acto.
Dicho término no podrá ser superior a treinta días contados a partir
del momento en que la autoridad esté en capacidad de subsanarlo.
Artículo 46. Ninguna autoridad podrá reproducir el contenido
material del acto jurídico declarado inexequible por razones de fondo,
mientras subsistan en la Carta las disposiciones que sirvieron para
hacer la confrontación entre la norma ordinaria y la Constitución.
Artículo 47. El Presidente de la Comisión Permanente de
cualquiera de las Cámaras que insista en llamar a quien se hubiere
excusado de asistir a las sesiones especiales de que trata el artículo
137 de la Constitución, informará inmediatamente a la Corte sobre la
renuencia e indicará el nombre del citado y el motivo de la citación.
La Corte Constitucional convocará audiencia privada para oír
al citado y resolverá si la excusa fuere fundada, dentro de los seis
días siguientes a la presentación del informe por el Presidente de la
Comisión.
Artículo 48. Los términos señalados para la tramitación de
los asuntos de constitucionalidad de competencia de la Corte
Constitucional, se suspenderán en los días de vacancia, en los que
por cualquier circunstancia no se abra el despacho al público, y
durante grave calamidad doméstica o transitoria enfermedad del
magistrado sustanciador o del Procurador General de la Nación, en
su caso, debidamente comunicadas a la Corte.
Los términos establecidos para rendir concepto, presentar
ponencia o dictar fallo, no correrán durante el tiempo indispensable
para tramitar los incidentes de impedimento o recusación, y para la
posesión de los conjueces, cuando a ello hubiere lugar.
Artículo 49. Contra las sentencias de la Corte Constitucional no
procede recurso alguno.

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158 Edgar Andrés Quiroga Natale

La nulidad de los procesos ante la Corte Constitucional sólo podrá


ser alegada antes de proferido el fallo. Sólo las irregularidades que
impliquen violación del debido proceso podrán servir de base para
que el Pleno de la Corte anule el Proceso.
Artículo 50. Los jueces y los demás servidores públicos deberán
de manera eficaz e inmediata prestar a la Corte la colaboración que
ésta les requiera. El incumplimiento de este deber será causal de
mala conducta.
Artículo 51. El incumplimiento de los términos para adelantar
los trámites y proferir el fallo previstos en este Decreto será causal
de mala conducta.
Artículo 52. Los juicios de constitucionalidad sobre los decretos
a que se refiere el artículo transitorio 10 de la Constitución Política
se regirán por las disposiciones contenidas en los Capítulos I, II, III,
IV, V y IX del presente Decreto.
Artículo 53. En los procesos de constitucionalidad ante la Corte
Suprema de Justicia se aplicarán las disposiciones vigentes al
momento de entrar en vigor este Decreto.
Artículo transitorio. Las demandas presentadas ante la Corte
Suprema de Justicia después del 1° de junio de 1991, serán enviadas
por ésta a la Corte Constitucional al día siguiente de su instalación
formal. La Corte Constitucional las distribuirá dentro de los sucesivos
programas de trabajo y reparto y adoptará la decisión correspondiente
sobre la última de ellas antes del 1° de junio de 1992.
Artículo 54. Este Decreto rige a partir de la fecha de su publicación.

Capítulo X
Transitorio

Artículo <Transitorio> 1o. Control de constitucionalidad de leyes


y actos legislativos aprobados en virtud del procedimiento legislativo
especial para la paz. <Artículo adicionado por el artículo 1 del
Decreto 121 de 2017. El nuevo texto es el siguiente:> Para efectos del
cumplimiento de lo previsto en el literal k) del artículo 1° del Acto
Legislativo 01 de 2016, la revisión de constitucionalidad de las leyes
y actos legislativos tramitados mediante el Procedimiento Legislativo

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Suplemento 159

Especial para la Paz se sujetará a las normas del Decreto 2067 de


1991, y, en particular, a las siguientes reglas:

1. El magistrado sustanciador asumirá conocimiento del


proceso dentro de los tres (3) días siguientes al reparto del
respectivo expediente.
En el auto que asuma conocimiento, el magistrado sustanciador
dispondrá la práctica de las pruebas que considere necesarias,
las comunicaciones e invitaciones correspondientes, la fijación
en lista del proceso para la intervención ciudadana y el traslado
del expediente al Procurador General de la Nación.
2. El término probatorio no podrá exceder de tres (3) días,
contados a partir del día siguiente a la comunicación del
auto que asuma conocimiento.
3. Vencido el periodo probatorio, el magistrado sustanciador
tendrá dos (2) días para revisar y valorar el material
probatorio.
4. Hecha la revisión y valoración del material probatorio, el
magistrado sustanciador ordenará dar cumplimiento a las
comunicaciones, traslados y fijaciones previstas en el auto
que asuma conocimiento.
5. El Procurador General de la Nación contará con un plazo de
diez (10) días para rendir el concepto de rigor. El término
de intervención ciudadana correrá simultáneamente al del
Procurador General de la Nación y hasta por el mismo plazo.
6. El magistrado sustanciador tendrá un plazo de diez (10) días
para registrar el proyecto de fallo, contados a partir del día
siguiente al vencimiento del término establecido para que
el Procurador General rinda concepto.
7. La Sala Plena de la Corte Constitucional tendrá un plazo de
veinte (20) días para decidir, los cuales se contarán a partir
del día siguiente al vencimiento del término establecido para
que el magistrado sustanciador registre proyecto de fallo.

Artículo <transitorio> 2°. Control de constitucionalidad de


leyes estatutarias aprobadas en virtud del procedimiento legislativo

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160 Edgar Andrés Quiroga Natale

especial para la paz. <Artículo adicionado por el artículo 1 del


Decreto 121 de 2017. El nuevo texto es el siguiente:> Las reglas
establecidas en este decreto también se aplicarán al control previo
de constitucionalidad de las leyes estatutarias aprobadas en virtud
del Procedimiento Legislativo Especial para la Paz.
Artículo <transitorio> 3°. Control de constitucionalidad automático
de los decretos expedidos en ejercicio de las facultades presidenciales
para la paz. <Artículo adicionado por el artículo 1 del Decreto 121 de
2017. El nuevo texto es el siguiente:> Para efectos del cumplimiento de
lo previsto en el artículo 2o del Acto Legislativo 01 de 2016, el control de
constitucionalidad de los decretos expedidos en ejercicio de las facultades
presidenciales para la paz se sujetará a las normas del Decreto 2067 de
1991, y, en particular, a las siguientes reglas:

1. El magistrado sustanciador asumirá conocimiento del


proceso dentro de los tres (3) días siguientes al reparto del
respectivo expediente.
En el auto podrá disponer la práctica de pruebas que
considere necesarias, ordenará las comunicaciones e
invitaciones correspondientes, dispondrá que se fije en lista
el proceso para la intervención ciudadana y ordenará que
se corra traslado del expediente al Procurador General de
la Nación.
2. El término probatorio no podrá exceder de tres (3) días,
contados a partir del día siguiente a la comunicación del
auto que asuma conocimiento.
3. Vencido el periodo probatorio, el magistrado sustanciador
tendrá dos (2) días para revisar y valorar el material
probatorio.
4. Hecha la revisión y valoración del material probatorio, el
magistrado sustanciador ordenará dar cumplimiento a las
comunicaciones, traslados y fijaciones previstas en el auto
que asuma conocimiento.
5. El Procurador General de la Nación contará con un plazo de
diez (10) días para rendir el concepto de rigor. El término
de intervención ciudadana correrá simultáneamente al del
Procurador General de la Nación y hasta por el mismo plazo.

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Suplemento 161

6. El magistrado sustanciador tendrá un plazo de diez (10) días


para registrar el proyecto de fallo, contados a partir del día
siguiente al vencimiento del término establecido para que
el Procurador General rinda concepto.
7. Entre la presentación del proyecto de fallo y la deliberación
en la Corte deberán transcurrir por lo menos dos (2) días,
salvo cuando se trate de un caso de urgencia nacional.
8. A partir del registro del proyecto de fallo por parte
del magistrado sustanciador, la Sala Plena de la Corte
Constitucional tendrá un plazo para decidir.

Artículo <Transitorio> 4°. No aplicación del reglamento interno


de la corte constitucional. <Artículo adicionado por el artículo 1 del
Decreto 121 de 2017. El nuevo texto es el siguiente>: La Sala Plena de
la Corte Constitucional, sin modificar su reglamento interno vigente,
podrá disponer que los plazos previstos en él para el registro interno
de los proyectos, no se apliquen en este tipo de procedimientos.
Artículo transitorio 5°. <Artículo adicionado por el artículo 1 del
Decreto Ley 889 de 2017. El nuevo texto es el siguiente>: La Corte
Constitucional, por decisión que deberá ser adoptada por la mayoría
de sus miembros, podrá suspender los términos de los procesos
ordinarios de constitucionalidad que cursen ante la Sala Plena,
cuando esta considere que así se justifica, para que priorice el
control automático, único y posterior de constitucionalidad de que
trata el literal k) del artículo 1° y el inciso 3o del artículo 2° del Acto
Legislativo 01 de 2016.

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Auto 05 de 1997 M.P. Carlos Gaviria Díaz.
Auto 022 de 1999 MP. Alejandro Martínez Caballero.
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Auto 360 de 2006 M.P. Clara Inés Vargas Hernández.
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Auto 281 de 2010 M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.
Auto 155 de 2013 M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.

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168 Edgar Andrés Quiroga Natale

Auto 241 de 2015. M.P. María Victoria Calle Correa.


Auto 020 de 2017. M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.

Sentencias

Sentencia C-337 de 1993. M.P. Vladimiro Naranjo Mesa.


Sentencia C-486 de 1993. Eduardo Cifuentes Muñoz.
Sentencia C-225 de 1995. M.P. Alejandro Martínez Caballero.
Sentencia C-578 de 1995. M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz.
Sentencia C-600A de 1995 M.P. Alejandro Martínez Caballero.
Sentencia C-446 de 1996. M.P. Hernando Herrera Vergara.
Sentencia C-481 de 1998. M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz.
Sentencia C-191 de 1998. M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz.
Sentencia T-290 de 2000. M.P. José Gregorio Hernández.
Sentencia C-737 de 2001. M.P. Eduardo Montealegre Lynett.
Sentencia 1052 de 2001. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa.
Sentencia C-426 de 2002 M.P. Rodrigo Escobar Gil.
Sentencia C-551 de 2003. M.P. Eduardo Montealegre Lynett.
Sentencia C-1200 de 2003. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa y
Rodrigo Escobar Gil.
Sentencia C-669 de 2004 M.P. Jaime Córdoba Triviño.
Sentencia C-970 de 2004. M.P. Rodrigo Escobar Gil.
Sentencia C-971 de 2004. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa.
Sentencia C-816 de 2004. Magistrados Ponentes: Jaime Córdoba
Triviño y Rodrigo Uprimny Yepes.
Sentencia C-932 de 2004. M.P. Jaime Córdoba Triviño.
Sentencia C-1040 de 2005. Magistrados Ponentes: Humberto Sierra
Porto, Manuel José Cepeda Espinosa, Rodrigo Escobar Gil, Marco
Gerardo Monroy Cabra, Avaro Tafur Galvis y Clara Inés Vargas
Hernández.

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Sentencia C-128 de 2012. M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.
Sentencia C-288 de 2012. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
Sentencia C-400 de 2013 M.P. Nilson Pinilla Pinilla.
Sentencia SU-712 de 2013. M.P. Jorge Iván Palacio Palacio.
Sentencia C-313 de 2014 M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.
Sentencia C-500 de 2014. M.P. Mauricio González Cuervo.
Sentencia C-951 de 2014 M.P. (e) Martha Victoria Sáchica Méndez.
Sentencia C-284 de 2015. M.P. Mauricio González Cuervo.
Sentencia C-494 de 2015 M.P. Alberto Rojas Ríos.
Sentencia C-016 de 2016. M.P. Alejandro Linares Cantillo.
Sentencia C-053 de 2016. M.P. Alejandro Linares Cantillo.
Sentencia C-327 de 2016. M.P. Gloria Stella Ortíz Delgado.
Sentencia C-355 de 2016. M.P. Alberto Rojas Ríos.
Sentencia C-699 de 2016. M.P. María Victoria Calle Correa,
Sentencia T-280A de 2016. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
Sentencia C-699 de 2016 M.P. María Victoria Calle Correa.

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170 Edgar Andrés Quiroga Natale

Sentencia C-032 de 2017 M.P. Alberto Rojas Ríos.


Sentencia C-042 de 2017. M.P. (e) Aquiles Arrieta Gómez.
Sentencia C-044 de 2017. M.P. María Victoria Calle Correa.
Sentencia C-147 de 2017. M.P. Gloria Stella Ortíz Delgado.
Sentencia C-174 de 2017 M.P. María Victoria Calle Correa.
Sentencia C-674 de 2017. M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez.
Sentencia C-017 de 2018 M.P. Diana Fajardo Rivera.

Corte Interamericana de Derechos Humanos

Caso Suarez Rosero VS Ecuador. Sentencia de noviembre 12 de 1997.


Caso Castillo Petruzzi y otros VS Perú. Sentencia de mayo 30 de
1999.
Caso de los “Niños de la Calle” (Villagrán Morales y otros) VS
Guatemala. Sentencia de noviembre 19 de 1999.
Caso “La última tentación de Cristo” VS Chile. Sentencia de febrero
5 de 2001.
Caso Myrna Mack Chang VS Guatemala. Sentencia del 25 de
noviembre de 2003. Voto concurrente razonado del Juez Sergio
García Ramírez.
Caso Tibi vs. Ecuador. Sentencia del 7 de diciembre de 2004. Voto
concurrente razonado del Juez Sergio García Ramírez.
Caso Raxcacó Reyes VS Guatemala. Sentencia de septiembre 15
de 2005.
Caso de “La Masacre de Mapiripán” VS Colombia. Sentencia de
septiembre 15 de 2005.
Caso Almonacid Arellano y otros vs. Chile. Sentencia del 26 de
septiembre de 2006.
Caso Trabajadores Cesados del Congreso (Aguado Alfaro y otros)
vs. Perú. Sentencia del 24 de noviembre de 2006.
Caso Castañeda Gutman VS Estados Unidos Mexicanos. Sentencia
de agosto 6 de 2008.

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Bibliografía 171

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