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MATERIA DE LENGUAJE
MONOGRAFÍA
TRANSTORNOS ALIMENTICIOS
Participantes: Julio Cuellar
Anahi Martinez
Ricardo Ortiz
Yarely Osinaga
Docente: Ruth Encinas Rojas
Asignatura: lenguaje
Año: 2024
Objetivo
Nuestro objetivo con esta investigación es dar a conocer acerca de los trastornos
alimenticios y sus consecuencias ,sobre todo a la juventud ,por que en este caso son
los mas afectados en este tema .
Los trastornos alimentarios son enfermedades graves que afectan tanto la salud
física como la mental. Estas afecciones incluyen problemas en la forma de pensar sobre la
comida, la alimentación, el peso y la figura, así como en los comportamientos alimentarios.
Estos síntomas pueden afectar tu salud, tus emociones y tu capacidad para desenvolverte en
ámbitos importantes de la vida.
Con el tratamiento adecuado, puedes volver a tener hábitos alimentarios más saludables y
aprender formas más sanas de pensar sobre la comida y el cuerpo. También puedes revertir
o reducir los problemas graves causados por el trastorno alimentario.
Síntomas
Desarrollo
o Síntomas
Si tienes síntomas de bulimia, busca atención médica cuanto antes. Cuando no se trata, la
bulimia puede tener efectos graves sobre la salud.
Si crees que un ser querido tiene síntomas de bulimia, habla con él de forma abierta y
honesta sobre lo que te preocupa. No puedes obligarlos a buscar atención profesional, pero
puedes animarlos y apoyarlos. También puedes ayudarlos a encontrar un médico capacitado
o un profesional de la salud mental, pedir una consulta e incluso acompañarlos.
Ya que muchas de las personas con bulimia son de peso normal o tienen un poco de
sobrepeso, quizás no sea evidente para los demás que hay un problema. Las señales de
advertencia que los amigos y los familiares pueden notar incluyen lo siguiente:
Si tienes síntomas de bulimia, busca atención médica cuanto antes. Cuando no se trata, la
bulimia puede tener efectos graves sobre la salud.
Habla con el proveedor primario de atención o con un profesional de la salud mental sobre
los sentimientos y síntomas de la bulimia. Si no quieres buscar tratamiento, habla con
alguien sobre lo que te sucede, puede ser un amigo, un ser querido, un maestro, un líder
religioso o alguien en quien confíes. Ellos podrán ayudarte a adoptar las primeras medidas
para obtener un tratamiento exitoso contra la bulimia.
Si crees que un ser querido tiene síntomas de bulimia, habla con él de forma abierta y
honesta sobre lo que te preocupa. No puedes obligarlos a buscar atención profesional, pero
puedes animarlos y apoyarlos. También puedes ayudarlos a encontrar un médico capacitado
o un profesional de la salud mental, pedir una consulta e incluso acompañarlos.
Ya que muchas de las personas con bulimia son de peso normal o tienen un poco de
sobrepeso, quizás no sea evidente para los demás que hay un problema. Las señales de
advertencia que los amigos y los familiares pueden notar incluyen lo siguiente:
Para evitar aumentar de peso o para seguir adelgazando, las personas anoréxicas suelen
restringir demasiado la cantidad de comida que consumen. Para controlar el consumo de
calorías, pueden vomitar después de comer o usar de modo indebido laxantes, suplementos
dietéticos, diuréticos o enemas. Además, para intentar bajar de peso, pueden ejercitarse en
exceso. No importa cuánto baje de peso, la persona continúa sintiendo temor a aumentar de
peso.
Para evitar aumentar de peso o para seguir adelgazando, las personas anoréxicas suelen
restringir demasiado la cantidad de comida que consumen. Para controlar el consumo de
calorías, pueden vomitar después de comer o usar de modo indebido laxantes, suplementos
dietéticos, diuréticos o enemas. Además, para intentar bajar de peso, pueden ejercitarse en
exceso. No importa cuánto baje de peso, la persona continúa sintiendo temor a aumentar de
peso.
o Causas
Factores biológicos. Si bien aún no está claro qué genes están involucrados, podría
haber cambios genéticos que hacen que algunas personas presenten un mayor riesgo
de padecer anorexia. Algunas personas pueden tener una tendencia genética al
perfeccionismo, la sensibilidad y la perseverancia: características vinculadas a la
anorexia.
Factores psicológicos. Algunas personas con anorexia pueden tener rasgos de
personalidad obsesiva compulsiva que les facilitan seguir dietas estrictas y privarse de
comer aunque tengan hambre. Es posible que tengan una tendencia extrema al
o Factores de riesgo
La anorexia es más frecuente en niñas y en mujeres. Sin embargo, cada vez más, los niños y
los hombres presentan trastornos de la alimentación, que, posiblemente, están relacionados
con el aumento de las presiones sociales.
Genética. Los cambios en genes específicos pueden hacer que ciertas personas tengan
un riesgo mayor de sufrir anorexia. Aquellos que tienen un familiar de primer grado
(padre, hermano o hijo) que haya padecido el trastorno presentan un riesgo mucho
mayor de tener anorexia.
Dieta y hambre. Estar a dieta es un factor de riesgo de padecer un trastorno de la
alimentación. Existen pruebas contundentes de que muchos de los síntomas de la
anorexia, en realidad, son síntomas de hambre. El hambre afecta el cerebro e influye
en los cambios del estado de ánimo, la rigidez en el pensamiento, la ansiedad y la
reducción del apetito. El hambre y el adelgazamiento pueden cambiar la menara en la
que funciona el cerebro en personas vulnerables, lo cual puede perpetuar las
conductas alimentarias restrictivas y dificultar el regreso a los hábitos alimentarios
normales.
Transiciones. Ya sea cambiar de escuela, casa o trabajo, cortar una relación o la
muerte o enfermedad de un ser querido, los cambios pueden causar estrés emocional y
aumentar el riesgo de anorexia.
La anorexia puede tener muchas complicaciones. En su forma más grave, puede ser mortal.
La muerte puede ocurrir de manera repentina, incluso cuando una persona no está
excesivamente delgada. Puede ser resultado de ritmos cardíacos anormales (arritmias) o de
un desequilibrio de los electrolitos (minerales como el sodio, el potasio y el calcio que
mantienen el equilibrio de los líquidos en el cuerpo).
Anemia
Problemas del corazón, como prolapso de la válvula mitral, ritmos cardíacos
anormales o insuficiencia cardíaca
Disminución de la masa ósea (osteoporosis), lo que aumenta el riesgo de sufrir
fracturas
Pérdida muscular
En las mujeres, ausencia de la menstruación
En los hombres, disminución de los niveles de testosterona
Problemas gastrointestinales, como estreñimiento, hinchazón o náuseas
Anomalías electrolíticas, como bajo nivel de potasio, sodio y cloruro en la sangre
Problemas renales
Si una persona anoréxica está en estado de desnutrición grave, todos los órganos del cuerpo
pueden sufrir daños, incluido el cerebro, el corazón y los riñones. Es posible que este daño
sea irreversible, incluso cuando la anorexia está bajo control.
No hay nada que garantice la prevención de la anorexia nerviosa. Los médicos de cabecera
(pediatras, médicos familiares e internistas) están en una buena posición para identificar
indicadores tempranos de anorexia y evitar que se presente la enfermedad en estado
avanzado. Por ejemplo, en las consultas médicas de rutina, pueden hacer preguntas acerca
de los hábitos alimentarios y el grado de satisfacción con el aspecto.
Si notas que un familiar o amigo tiene baja autoestima, hace una dieta demasiado estricta y
está insatisfecho con su aspecto, considera la posibilidad de hablar con él o ella acerca de
estos problemas. Si bien puede que no seas capaz de evitar que manifiesten un trastorno de
la alimentación, puedes hablarles sobre conductas más saludables u opciones de
tratamiento.
Cuando tienes el trastorno de apetito desenfrenado, puedes sentirte avergonzado por comer
en exceso y prometer que vas a dejar de hacerlo. No obstante, sientes una compulsión tan
fuerte que no puedes resistir la necesidad y continúas comiendo en exceso. Si padeces el
trastorno de apetito desenfrenado, el tratamiento puede ser de ayuda.
o Síntomas
La mayoría de las personas con trastorno por atracones tienen sobrepeso o son obesas, pero
tú puedes tener un peso normal. Los signos y síntomas conductuales y emocionales del
trastorno por atracones incluyen los siguientes:
Habla con el proveedor de atención médica o con un profesional de la salud mental sobre
los síntomas y sentimientos asociados con el apetito desenfrenado. Si no quieres buscar
tratamiento, habla con alguien en quien confíes acerca de lo que te sucede. Un amigo, un
ser querido, un maestro o un líder religioso puede ayudarte a dar los primeros pasos de un
tratamiento exitoso para el trastorno de apetito desenfrenado.
Una persona con trastorno de apetito desenfrenado puede convertirse en experto en ocultar
su comportamiento, por lo cual es difícil para los demás detectar el problema. Si crees que
un ser querido tiene síntomas de trastorno de apetito desenfrenado, habla con él de forma
abierta y honesta sobre lo que te preocupa.
Dale tu apoyo y aliento. Ofrece ayuda para buscar un proveedor de atención médica
calificado o un profesional de la salud mental, y pide una consulta. Puedes ofrecerte para
acompañarlo.
o Causas
Se desconocen las causas del trastorno por atracones y purgas. Sin embargo, la genética, los
factores biológicos, las dietas prolongadas y los problemas psicológicos aumentan tu
riesgo.
o Factores de riesgo
Estos son algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar el trastorno
de apetito desenfrenado:
o Complicaciones
Entre las complicaciones que puede causar el trastorno de apetito desenfrenado se incluyen
los siguientes:
Depresión
Trastorno bipolar
Ansiedad
Trastornos de consumo de drogas
Si bien no hay una manera segura de evitar el trastorno de apetito desenfrenado, si tienes
síntomas de comer en exceso, busca ayuda profesional. El médico puede aconsejarte sobre
dónde obtener ayuda.
Si piensas que un amigo o ser querido tiene un problema de apetito desenfrenado, trata de
orientarlo hacia una conducta alimentaria más saludable y a obtener tratamiento profesional
antes de que la situación empeore. Si tienes hijos, haz lo siguiente:
Estos trastornos no solo impactan la salud física de quienes los padecen, sino que también
influyen significativamente en su bienestar emocional y calidad de vida. Desde la obsesión
por la delgadez hasta los episodios compulsivos de ingesta de alimentos, estos trastornos
reflejan una profunda disonancia entre la percepción de uno mismo y la realidad objetiva.
Las intervenciones terapéuticas deben abordar tanto los aspectos físicos como psicológicos
de estos trastornos. Esto implica un enfoque integral que combine la atención médica con la
terapia cognitivo-conductual, la terapia familiar y otros enfoques psicoterapéuticos.
Además, es crucial abordar los factores sociales y culturales que perpetúan los ideales poco
realistas de belleza y promueven la obsesión por el control del peso.
En última instancia, para abordar eficazmente los trastornos alimenticios, debemos desafiar
las narrativas dañinas y fomentar un entorno que celebre la diversidad y promueva la
autoestima basada en cualidades más allá del aspecto físico. Solo así podremos avanzar
hacia una sociedad más saludable y compasiva, donde cada individuo pueda cultivar una
relación positiva consigo mismo y con la comida.