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Berridi Vega Luis Xavier

Matrícula:2122008335

UEA: introducción a la economía política clásica

Profesor: Felipe de Jesús Padilla

Ensayo sobre: Mercantilismo y fisiocracia (1er examen parcial)

Mercantilismo y fisiocracia

Introducción

Tanto el Mercantilismo como la Fisiocracia, a pesar de haber cometido gruesos


errores de análisis económico, tienen el mérito de haber sido los primeros
protagonistas de un debate que ha recorrido los siglos y que sigue abierto en la
sociedad contemporánea: librecambio versus proteccionismo.

Ambas escuelas de pensamiento, con algunos pequeños logros en materia de


análisis económico, tuvieron importante predicamento hasta antes del auge
económico que trajo aparejada la Revolución Industrial, época donde surgen los
clásicos –Adam Smith, David Ricardo, J.S. Mill, etc.- que se acercaron un poco
más a la economía tal cual la entendemos hoy.

Mercantilismo

El concepto mercantilismo ha sido objeto de múltiples interpretaciones desde los


fisiócratas hasta la actualidad. Adam Smith en su obra “Investigación sobre la
naturaleza y causas de La Riqueza de las Naciones” (1776) expone que los
mercantilistas proponían una acumulación de metales preciosos y, para ello, unas
medidas de política comercial y, en general, de políticas económicas que
afectarán a las partidas de la balanza comercial de tal manera que el volumen de
exportaciones fuera mayor que el de las importaciones. El fin de la interpretación
smithiana es criticar el sistema mercantil, al que tacha de conjunto de falacias
proteccionistas, intervencionistas y reguladoras inspiradas en las demandas de
algunos productores y comerciantes con el fin de obtener ganancias a costa de
otros productores y del consumidor.

La interpretación smithiana del mercantilismo fue aceptada por sus discípulos de


la escuela clásica, pero criticada por los economistas de la escuela histórica
alemana (Friedich List, Wilhelm Roscher, entre otros), que consideraban que el
mercantilismo era un elemento esencial del proceso de unificación y prosperidad
del Estado nacional.

Las ideas mercantilistas se desarrollaron durante los siglos XV y XVI y


alcanzaron su apogeo en el siglo XVII.

Los mercantilistas no estaban interesados principalmente en obtener una


reflexión sistemática sobre el funcionamiento económico, su eje era encontrar la
política económica capaz de permitirle al Estado ser más rico y más poderoso.

Sus ideas expresaban sobre todo los intereses y las ambiciones de los
mercaderes, que formaban parte de una nueva clase social en ascenso: la
burguesía.
La preocupación de los mercantilistas giraba alrededor de la acumulación de
metales preciosos, fundamentalmente oro.

Los Estados obtenían este oro mediante tres vías:

· extrayéndolo de las colonias, como era el caso de España con respecto a


América,
· por medio del comercio exterior, o sea vendiendo productos locales en el
extranjero -exportaciones- y prohibiendo o restringiendo la compra de producción
extranjera -importaciones-,
· gracias a la guerra y la piratería.
Los mercantilistas fueron los que dieron origen al proteccionismo económico y a
la intervención del Estado en la economía.

La intervención del estado era una parte esencial de la doctrina mercantilista.


Los que tenían a su cargo las funciones del gobierno aceptaban las nociones del
mercantilismo y ajustaban su política a ellas, porque en ellas veian medios de
fortalecer a los estados absolutistas tanto contra los rivales extranjeros como
contra los restos del particularismo medieval en el interior.

Si bien ellos reconocían el rol creciente del mercado en la actividad económica,


no creían que era un libre juego en el que todos se beneficiaban. Por el contrario,
lo consideraban, al igual que la guerra, un juego de suma cero, en el que si uno
gana es porque el otro está perdiendo.
De ahí que aconsejaran a los monarcas absolutos poner todo el peso del Estado
en defender su producción y su comercio contra la producción y el comercio de los
otros países.
El mercantilismo puede ser entendido como la política y la práctica económica
de los Estados Nacionales durante el período de transición del feudalismo al
capitalismo. Sus orígenes están ligados a la centralización del poder, que alcanza
su plenitud con el Estado absolutista.
Los mercantilistas pensaban que la riqueza provenía del intercambio, mediante el
cual algunas naciones eran favorecidas y otras no. No habían comprendido aún,
como más tarde lo hicieron los pensadores clásicos, que la fuente de la riqueza
era el trabajo.

Fueron el hundimiento de la economía feudal y el crecimiento del comercio los


hechos subyacentes a la decadencia de la estructura política feudal y al
nacimiento del estado-nación. La expansión del comercio trajo consigo una
divergencia de los intereses comerciales individuales. Las fluctuaciones de la
política estatal durante el largo periodo en que el mercantilismo dominó, no
pueden entenderse sin tener en cuenta en qué medida era el estado una criatura
de intereses comerciales en pugna, cuya única finalidad común era tener un
estado fuerte siempre que pudieran manejarlo en su provecho exclusivo. La mayor
parte de las medidas de la política mercantilista adoptadas identificaron la
ganancia de los comerciantes con el bien nacional, o sea con el fortalecimiento del
poderío del reino. Se acepta, en general, que el capitalismo mercantil precedió y
preparó el terreno al capitalismo industrial moderno. Los mercantilistas pedían un
estado lo bastante fuerte para proteger los intereses comerciales y para destruir
las numerosas barreras medievales que impedían la expansión del comercio.

Algunos escritores han afirmado que ciertas teorías mercantilistas empiezan a


aparecer en forma rudimentaria hacia fines del siglo XIV y principios del XV , otros
como Cannan, sostienen que hay que establecer una distinción entre el
“metalismo” (bullionism) , que existió durante gran parte de la Baja Edad Media, y
el mercantilismo propiamente dicho, que no aparece hasta el siglo XVII con la
influencia creciente del capitalismo industrial incipiente, interesado en la expansión
del comercio de exportación.

El profesor Hecksher adopta de nuevo esta tesis en su extenso tratado (la


época mercantilista). Es opinión suya que el mercantilismo debe ser considerado
esencialmente como una “fase de la historia de la política económica”, que
contiene diversas medidas económicas encaminadas a conseguir la unificación
política y el poderío nacional. Analiza el mercantilismo como un sistema de poder,
de protección, como un sistema monetario y como una cierta concepción de la
sociedad que se desarrolló entre finales de la Edad Media y el surgimiento del
liberalismo.

Metalismo y mercantilismo

Las características comunes a todos los representantes del pensamiento


mercantilista son: la actitud favorable a vender, el “horror a los bienes”, el deseo
de acumular dinero y la oposición a la usura. En el siglo XVII fueron muy
frecuentes las controversias entre los partidarios de políticas diferentes, y el
progreso de las ideas desde Malynes a Mun, por ejemplo,, es un indicio cierto del
cambio de las circunstancias económicas y de la apreciación de su importancia. A
este respecto, suele hacerse una distinción entre los metalistas y los mercantilistas
propiamente dichos. Se supone algunas veces que el deseo de atesorar formaba
parte de la rudimentaria rudimentaria doctrina de los primeros mercantilistas,
mientras que los mercantilistas posteriores abandonaron el craso error de
identificar la riqueza con el dinero, y en su lugar adoptaron el error mas refinado
del excedente de exportaciones. Lo que distingue a los mercantilistas que han sido
llamados metalistas de todos los demás, es la diferencia de opinión acerca del
mejor medio de alcanzar el fin que todos ellos deseaban, osea el enriquecimiento
del país por el aumento de tesoro.

Es considerado como un mercantilismo arcaico.

Los Fisiócratas

En el siglo XVIII se desarrolló en Francia el cuerpo de teoría económica al que se


conoce con el nombre de “fisiocracia”. Aunque se basa en una experiencia
diferente y adopta una forma distinta, sus efectos sobre el desenvolvimiento del
pensamiento económico fueron muy semejantes a los de los economistas ingleses
estudiados. Ambas aportaciones fueron unidas en un solo sistema por Adam
Smith. Con los fisiócratas entramos en la era de escuelas y sistemas del
pensamiento económico, y no es sorprendente hallar que han sido sujeto de
numerosísimos estudios.

Luego de dejar el cargo de profesor en la universidad de Glasgow, Adam Smith


ocupó el cargo de preceptor del hijo del difunto duque de Buccleuch cuya esposa
al quedar viuda contrajo matrimonio con un admirador de Smith, Charles
Townshend, quien fue muy conocido en su época al imponer exorbitantes
impuestos al té.
La tarea de preceptor implicaba realizar una gira por Europa esto ayudaba al
muchacho a cultivarse y adquirir buenos modales. La primera parada de la gira fue
la ciudad de Toulouse en Francia, donde permanecieron allí un año y medio, y fue
durante su estadía que Smith empezó a escribir sobre economía.

Después de la estadía en el sur de Francia, se trasladaron a París en donde


Smith disfrutó del teatro, conoció a interesantes personalidades y descubrió la
existencia de una vibrante escuela de economía, llamada fisiocracia, que había
fundado Francois Quesnay.

Fisiocraia significa “regla de la naturaleza”, está escuela presentaba ideas


simples y una misteriosa tabla llamada Tableu économique (cuadro económico).

Quesnay, como médico, había participado de las discusiones sobre el proceso


circular que se habían generado luego que William Harvey descubriera la
circulación de la sangre, a principios del siglo XVII. Por lo tanto, Quesnay
representó la idea de la corriente circular en 1758 en su “Tableau Économique”
(Tabla Económica), un diagrama similar a los actuales modelos macroeconómicos,
que representa todos los flujos de la economía, y en el que los procesos
productivos interactúan en un tiempo determinado como un flujo circular de Renta
y Gasto. Este era razonable debido a que incrementaba el crecimiento económico.
Fue uno de los mayores aportes de la Fisiocracia.

Para Quesnay el cuerpo político se componía de tres elementos: agricultores,


artesanos y propietarios. Sostenían firmemente dos puntos: primero que la riqueza
provenía de la producción, no de la adquisición de oro y plata, como pensaban los
mercantilistas; segundo que sólo la actividad agrícola producía riqueza y no los
comerciantes, manufactureros y otros trabajadores.

Tenían razón por una parte de considerar que una nación que produce bienes es
mucho más rica que una nación que acumula simplemente metales preciosos, por
otra parte perdían puntos al sostener que la manufactura , el comercio y la
industrias de servicios son estériles, improductivos y meros transportadores de
riqueza. Debido a que estos sectores insitaban al gobierno a liberar la economía
de las restricciones comerciales y desalentaban la inversión en la tierra.

Por otra parte proponían la imposición de impuestos a los terratenientes, no para


castigarlos, sino porque sólo ellos estaban en condiciones de pagarlos, porque
sólo ellos eran los dueños del sector productivo de la economía, en síntesis ellos
aceptaban el concepto de propiedad privada y beneficio privado.

Adam Smith conoció los puntos de vista de está escuela, no compartió los
pronunciamientos sobre los sectores productivos y estériles. Pero a pesar de
todas sus imperfecciones,la Fisiocracia para Smith es quizá la teoría que más se
aproxima a la verdad entre todas las que han abarcado en el tema de la economía
política. La consideraba como una doctrina inocua.
La fisiocracia puede con justicia ser llamada la primera escuela sistemática de
pensamiento económico.

Ellos fueron los primeros en reflexionar sobre la actividad económica y en


explicarla como un todo, es decir como una disciplina sujeta a determinadas
relaciones y leyes.

Esta escuela consideraba a la tierra como la fuente única de riqueza de las


naciones. Varios de sus principales exponentes, como Quesnay y Turgot,
opinaban que un pueblo sería más rico y más poderoso cuanta más tierra y mayor
producción agrícola tuviera.

El eje de la argumentación fisiocrática afirmaba que las sociedades están


regidas por un orden natural -leyes naturales- y que entonces el Estado está
inhibido de intervenir en ellas.

De hecho fisiocracia proviene de una combinación de palabras griegas que


significan “gobierno de la naturaleza”.

En consecuencia, a la pregunta del monarca “¿qué debo hacer con la


economía?”, le siguió una respuesta que pasó a la historia: “laissez faire, laissez
passer” -“dejad hacer, dejad pasar”- . En síntesis, no hay que hacer nada.

Cualquier acción que realice el Estado sobre la economía sólo servirá para
trabar ese delicado mecanismo de relojería que es la sociedad, y entonces el
remedio será peor que la enfermedad -a esta altura de la argumentación no nota
el lector alguna relación con el pensamiento del ingeniero devenido en economista
Robert Lucas-.

En materia económica, estos pensadores entendían que la única actividad


humana capaz de producir una nueva riqueza, es decir agregar un nuevo valor,
era la agricultura -recordemos que la economía francesa en aquella época era
eminentemente agrícola-.
Según ellos, la industria, el comercio, etc. sólo cambiaban las características de
los bienes, es decir los transformaban pero sin agregar nueva riqueza a la
sociedad.

De allí que, a diferencia de los mercantilistas, no consideraban que el comercio


pudiera favorecer la prosperidad de un país. Por lo tanto, la única clase productiva
era la de aquellos que estaban vinculados al trabajo de la tierra, mientras que los
demás sectores eran considerados “la clase estéril”, ya que no producían riqueza.

Por lo tanto, estaban de acuerdo con que sólo la actividad primaria pagara
impuestos, medida que involuntariamente favoreció el desarrollo industrial.
Recordemos que Francia, si bien fue el país donde nació la fisiocracia, venía de
un acérrimo mercantilismo hacia fines del siglo XVII, donde es famoso el aporte de
Colbert -Ministro de Hacienda de Luis XIV- a la implementación política de dichas
ideas.

Conclusiones

El mercantilismo es una fase de la historia de la política económica que abarca


desde finales del siglo XIV hasta el siglo XVIII, y es un conjunto de políticas e
ideas económicas que tienen como finalidad tener un estado fuerte que proteja los
intereses comerciales y poder destruir las barreras que impedían la expansión del
gobierno. Las características principales del mercantilismo son: debe permanecer
un Estado fuerte (Estado Nación), la riqueza se acumula y toma forma de metales
preciosos (bullionismo, metalismo), el comercio debe ser superavitario
(exportaciones mayores a las importaciones), el estado debe ser proteccionista
(controlar el ingreso de ingreso-aranceles- y subsidiar exportaciones).

La fisiocracia es una teoría económica que surge en Francia en el siglo XVIII y


puede considerarse como la primera escuela de pensamiento económico, ya que
explica por primera vez el funcionamiento económico como una disciplina sujeta a
reacciones y leyes. Los fisiócratas pensaban que la única manera de producir era
trabajando la tierra (le daba prioridad a la agricultura y en general al sector
primario), también consideraban que cualquier intervención del Estado en la
economía traerá como consecuencia problemas en la producción.
Ahora vemos que la relación inversa que tiene el mercantilismo y la fisiocracia es
fundamentalmente el hecho de proteccionismo (mercantilismo) versus libre
mercado (fisiocracia).

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