La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer,

regular y comprender las emociones, tanto en ti mismo

como en los demás

Escribir un cuento
Una de las actividades para trabajar las emociones en adultos que ofrece
buenos resultados (especialmente a la hora de tratar traumas no resueltos) es
escribir un cuento, ya que incorpora elementos de la arteterapia y del
diario en una misma actividad.

Mediante la imaginación y la creatividad, el paciente crea una historia ficticia,

pero con la que se siente identificado. De esta forma, el cuento suele contar
su propia historia, pero con un entorno y unos personajes diferentes.

Esta herramienta permite al paciente observar su propia situación vital desde

la perspectiva del espectador y no desde la del protagonista, lo cual facilita la
identificación de patrones de conducta destructivos y eventos traumáticos con
los que el paciente está trabajando en terapia.

Crear una lista de fortalezas y debilidades

La creación de una lista de fortalezas y debilidades se suele llevar a cabo de
forma conjunta entre el psicólogo y el propio paciente. Esta lista permite
reconocer aquellos aspectos en los que es necesario trabajar para mejorar (las
debilidades); al mismo tiempo que contribuye a que el paciente identifique
aquellas áreas en las que destaca y que le permiten potenciar su autoestima
y amor propio (fortalezas).
De esta manera, se fomenta un mayor autoconocimiento, lo cual capacita al
paciente para gestionar mejor su vida diaria. A la vez, esto lo empodera a la
hora de afrontar sus inseguridades; especialmente, cambiando la perspectiva
del paciente sobre ellas, que pasan a ser retos, en lugar de debilidades.

todas las emociones tienen un propósito, hay que permitirse sentirlas

y expresarlas.