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FALLOS DI: LA 008TB SlJPIIEJIA

LIDIA TEJEDA ot.: RODRIGUEZ v. ROSA BELLANI DE BONNESERRE


'I' Orus

RECURSO EXTRAORDlNABLO: TráMite.


Ea improcedente el tñmite y pronunciamiento de la Corte respecto del re-
cul'&!) utl'&Ordinario ai, habiendo cuestionado el Banco Hipotecario Nacioual
que el ~rmino de quince dfu fijado para baca ueo del derecho preferente
de venta deaconoee lo diapuesto en el art. 33 de su Carta Orgúüca, la
ejecutante acepta apreaamente el plazo de ffllellta días pretendido por
aqu'1 (1).

OSCAlt SElll ~O PARODI

J>BRSONE'Hl.d.
El denunciante carece de personería para pedir reeonsideraci6n de la sen-
tencia de la Corte Suprema que declara su incompetentecia para conocer
originariamente en actuaciones criminales ( 2 ),

ELENA FERNANDEZ ARIAS 1" Omos v. JOSE POGGIO -SUCEBlÓN-

RECURSO EX.TRAOBDINARJO: R eqKÜito8 propio!. Ctceatió,. fecüral. Cueatio-


f 1türale1 llittpll,. J-,erprelaci&,. cu la Coutil11ci6,. Nacio11al.
tlet

Proeede el reeul"80 extraordinario fundado en que lu leyes 13.246, 13.897 y


14.451 infringen los arta. 95 y 67, inc. ll, de la Conatituci6n Nuional; y,
ade ..,s, en que el fallo de la c ,mara Paritaria es arbitrario y violatorio, de
los arts. 16 y 18.

C.AMARA S l'ARJTARIAS DE ARRENDA.l llENTOS R UR .H JES.


Las c,mnras paritarias de arrendamientos -rurales son órganos administra•
tivos que ejercen atribuciones de tipo jurisdiccional.

TRIBUN.ALES ADMINISTRATIVOS.
El reconocimiento de faealtades jurisdiccionales a órganos administrativos
es nno de los aspectos que, en mayor grado, atribuyen fiaonomía relativa-
mente nueva al principio atinente a la dhiai6n de poderes. Esta típica mo-
dalidad del dt'rttho público actual constituye uno de los modoa universales
1h• responder, pragnu\ticamente, ni premioso reclamo de loa hechos que com-
ponen la realidad de e8te tiempo, mucho más vasta y compleja que la que
pudieron imagin11r los constituyentes del siglo ptlMdo ; y se asienta en la
idt>a de que una administración ágil, eficaz y dotada de competencia amplia
es instrumento apto para resguardar, en determinados aspectos, fundamen•

( 1) 19 do aetlem bre.
(2) 19 tle 11etlembre.
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 6-&7

tales intere&e!l colectivos de contenido económico y aocinl, los que de otra


manera sólo podnan aer tardía o insuficientemente aatisfechos.

TRIBUJ\'ALES ADJtlNIS TRATIVOS.


La Corte Suprema ha resuelto, en numerosos fallos, que es compatible con la
Ley Fundawental la creación de órganos, procedimiento. y jurisdieeiones es-
peciales -de índole administrativa- destinados a hacer mis efeetiva y ex-
pedita la tutela de los intereses públicos, habida cuenta de la creciente com-
plejidad de las funciones asignadas a la administración.
Esa doc.'trina, tendiente a adecuar el principio de la división de poderes a lns
necesidades ,•itales de la Aigentina contemporánea y delinear el '1nbito ra-
mnable del art. 95 de la Coutitueión Nacional, se apoya, implícitamente,
en la idea de que ésta es una creación viva, impregnada de realidAd argentina
y capaz de regular previsoramente los intettses de la comunidad en las pro-
gn.'Si vns etapas de su desarrollo.

CO.VS TITUCIO,\ ' l\' ACIONAL: Derecltoa y gara11tfaa. Ge~ralida<lta.


La doctrina según la cual es \'álida la creación de órganos administrativos
con facultades jurisdiccionales, no supone la posibilidad de un otorgamiento
incondicional de tales atribuciones. La actividad de esos órgano• ae encuentra
sometida a limitaciones de jerarquía conatitueional que no es Ucito tranagredir,
entre las que figura, ante todo, la que obliga a que el pronunciamiento ju-
risdiccional emanado de órganos administrativos quede sujeto a control
judicial suficiente.
Así, regímenes del carácter del creado por las leyes 13.246, 13.087 y 14.451
dejan de ser ri)idoa cuando, confrontados con 1111 normas búicas del ordena-
miento jurídico, resulta evidente que las infringen, en ,·ez de aeatarlas o a
lo sumo adaptarlas respetando su esencia.

CONS TITUC IO.V NA CIONAL: Control de coNatit 11cioHOlidad. Fac,lltadea dd


Pod,r Jud¡cinl.
El alcance que el co11trol jrulicial de las resoluciones jurisdiccionales de
6rganos administrativos neeaita poseer para que sea legitimo tenerlo por
verdaderamente 111/ick11te, no depende dé reglas generales u omnieompren-
11ivas sino que ha de ser mú o menos e.~nso y profundo según lu
modalidades de cada sitaación jurídica, le, que obliga a examinar en eada
caso los aspectos espeeíficos que singularizan a la concreta materi:a litigiosa.

TRIBUNALES ADJIINISTBATIVOS.
Si bien la Corte Suprema ha admitido la actuaeió!l de cuerpos adminiatrati-
vos con facultades jurisdiccionales, lo hi'-0 luego de estableeer, con particular
6nfasis, que Ja validez de los procedimientos hall,bnse supeditada al requi-
sito de que las leyes pertinentes dejaran e."<pedita la inatancia judicial
posterior.

CONS TITUCION N,ACIONAL: Derechoa y g,muttfaa. G,tNralidade,.


En una situaci6n jurídica que supone litigios entre particulares atinentes
a sus derechos 11ubjeti\"os privados (desalojo del arrendatario fundado e.n el
art. 3', incs. d) y g) de la ley 14.451), cot1trol j•dkW n/ieint, quiere de-
cir: a) reconocimiento a los litigantes del derecho a interponer l'ffUl'IIO ante
los jueces ordinarios; b) negación a los tribunales administrativos de la po-
F ALL-0S DE LA CORTE SUPREMA

·t rstad de dictar re:<e>lucion{'s fiuall's l'll cunnto a lo;s hechos y al derecho eon-
t ro\·ertido:,11 con e:u•ep<"ión de los upuestos en t¡ue, existiendo opción legal,
Jo,, intl.'resitdo,; huhiesen <'ll'gido 111 ,·ia administrati,·a, pri,•úndose voluotaria-
111t'nlc> <le In j udicial. Ln 111er11 l'oeuhud Je deducir recurso extraordinario buado
i•n i11con8titt11·ionalidtul o nrbitraric>dad, no sntisl'tice las exigencias que en
In especie han de tenerse por imperativas. Una interpret,,ción eontraria sería
\·iolatoriu del nrt. l de la C<lnst itueión ~udonal que, en supuestos como el
,lel ea..o, garantiza a los habitant es 1ld país el derecho a ocurrir ant,e un ór-
~11110 j u<lil·inl <•11 procura de justi<•ia: y también del principio de la divisióu
,h· los po1.lt!rl',;, 1·u~·11 ndi'cunc•ión u l11r1 necesidudes de In vida contemporánea
110 nutorizn un totul tlt•sposc>imil'nto ,le atribucionl'S en perjuicio del P oder
.Judicin l.

cox.,·rirc:cl().Y .\'A(' / OS A l.: Der,•rhoi! !I !Jll1U IIIÍ(I.,. Def tmsa CII juicio. l'ri11 ri-
1Jios [11' 11er1iln •

. ' i las tlispo~i<·iones <111e ~obierno.n t>I enso impiden a las portes tener lll'C<"-'O
11 111111 i11sl111win judi,·inl p ropinmr nte d icha, como lo haM?n lns leyes 1:l..?•Ui,
1:1. !17, ~· H .-tfi l. 1•xi!ltc ngrnvio constiturional originado en privneión do
j ui;ticin. Pul's ést11 se c•onfigura t<>dn vez que ur, particular, no obstante
hnlln~e prote~ido por In garantía del art. 18, qued11 sin j uez a quien r erlanrnr
In tutd n 1lc ,m dt>recho, sea que ello ocurra porque declinen su intt'T\•f'nci6n
tocios lo,a j necc-:1 en ronflicto, o en \·irtud de la derogación de los nom111s que
<·rcnhnn Jo;; tribu1111l(•11 c·ompetcntc>s poro entrndf'r l'n In cnuAA, o - como
Mnntf'N' eon l11s lt>yt'S 111c>neio1111dns- n rnfa de prrccptns l1•1?nles que li,;n Y
ll111111111r 11t1• 1•:<1•luy<'n In clt•hidn inten ·t>nr ión j udirinl

f ' ().\'STl7TC / 0.Y S . t C/0.\'. l f_,: D r r N l10.~ !! g1m111tt11il. Drfe11,~f1 1'1• j uicio. Prore-
<li111i,•11tfl !I .•e11tl' 11 r i11.

,\ 1111 1·1111111111 1•1 nrt. 18 ti,• lu Constiturion Xat>ionnl no rt"lnicre multiplicidnd


clt> ini<tuneins, impone una inllt:mcia judicinl al menos, siempre quP est,n en
j u,•go 1IPrN·hns, relaciom-s e intereses romo los de-batidos en un j uicio de desn-
lnjo dd nrrr rulatario, fundado (•11 t>l nrt. :l' , inrs. d) y g) de In le:, 14.-tñJ,
los 11ue nn pueden st>r totnlmehtl' sustraírlos ni ronocimiento ele los j ucres
nrclinn riol' sin agrn,·io constitucional.

n, 1· / , ·wx DI-: ,.os PODF: RES .


~i11~1111 ohjt>tivo político. económioo o social tenido en ,·istn por el P oder
Lt't?islntirn. cualquiera su su mérito, nlcan1..aría a j ustifirar la total sustrnc-
l'ión 111 eo111wimiento ,te lrn; juf't•eti ordinarios del juicio en que se debate <'l
1Jei;1nlnj n tll'I orrendntario, fundad.o en el art. 3', incs. d) y g ) de la ley 14.451.
Por<1ur, si bim el principio dt• 111 división de los poderf?lil puede y precisa s<'r
nileeuntlo n lns nttesidacles de In \'Ída enntemponínt>a en la me,Jida que lo
tol<'ren los nonnas rom1titucionales, no cnhe ronnlidar la ,·iolaf"ión n lo est>n-
1>ia <11' t'!W prinei pin c¡ue t>n111port11 <>I total despOM!imiento de atrihuriones
ilcl Poclt>r .Tudirinl 1>on11umorln por 111!1 lt>yel\ ]3.246, 13.807 y 14 .4!"►1 .

n n ·,.:::1O.Y DE LOS PODERES.


Admitir In legitimidad de las ley es 13.246, 13.897 y 14.451, en cuanto com-
11ortnn el total desposeimiento de atribuciones del Poder ,Judicial, importaría
tnnto romo ,mtorir.ar la supresión o cuando menos la omisión del principio
de In tlivisi6n de los poderes, sin cuya ,·igencia la forma republienna de go-
DE JUSTICIA DE LA !'\ACIÓN 049

bi<'rno queda sin bnse que la sustente y, en conseeoeneia, las funciones es ta-
tales resultau poteneialmente desquiciadas con el consiguiente desumparo
de las libert-0des humanas.

COKS IITUCLON X.·lCIO.\' AL: Derecltos y 9ara11.tfa:1. De{ et1sc1 rn juicio. Prin-
ge,ie rales.
<'i pios

O lns le~•es 13.2-W, J:l.897 y 14.451 , en cuanto no uclmiten re\lisión judicin.l de


In resolución admiuistrath·a, son inconstitucionnles, o se acepta que el Poder
Legislativo - so color de proteger altos intereses públicos- puede vulnernr
clcrec-l1os como el ,te defensa, y con\lertir Pn su opu<'slo a lns instituciones que
los constituyentes decrrtaron y establecieron pnm l11 ~Mi6n Argentinn ..

l "OXST ITUC I OX NACLONAL: l'rincipioa generales.


F.s falsa y debe ser desechnda la idea de qne In prosperidad general, bus-
cada a lra,·és de los medios del art. G7, inc. Hi, dc> la Constitución Nacional,
<·onstituy~ un fin cuya reali7.ación autoriza a afc<'tar los derechos humanos o
In iutes,.rridad del sistema institucional vigente.
El desarrollo ~• el progreso 110 son incorupatihlt•,; con In <·abul ohsen·nncia de
los arts. l y 28 d1·• In Constitución Nacional. sino que, por el contrario, d eben
integrar;ie con éstos, de modo tal, que fo expansión de las fuerzas materiales
y el correlativo mejoramiento económico de la comunidad sean posibles sin
de1m1edro de las libertades y con plen,a sujeción a las fom1as de brobforno
,lispue-stn;; por la Ley Fundamental. Porque, parn esas nonnas y esa eon-
cieneia, t1u1 censurables son los regímenes políticos que niej?lln el bienestar
n los hombres, como los que prctenden edific.arlo sobre el desprecio o el
quPbranto de las instituciones.

CON,' >'T/Tl'C10.\' .V ACTON AL: Cot1stit11<·io1111licl"<l e i11co11stít11cion"lidacl.


l.,11 orgnni1.ación de las C,1marus Paritarias de .Arrendamientos y Apnrecrías
Rurales, establecida por las leyes 13.246, 13.89i y 14.4..51, en cuanto no admite
control _judicial sufieieute de los resoluciones de e~os tribunales ndministru-
th-os, t'S violatoria de los arts. 18 y 95 de la Constitución Nacional.

DIV I SI0., 1 DE LOS PODERES,


El pens11miento profundo que traducen la norma del art. 95 de la Cousti-
tuc-ión Xaeional y las que se le vinculan -entre otras, las de los arts. 1 , 23,
29, 9-t , 67, iue. 11 ~• 100 de la Le~· Funtl11111e11tnl- mantieut> ,m ,·igor II h-:n·és
del tiem¡>o. Ellas se basan en In "separación" o "distribución" de los 1>o!Je-
m ;. principio fundamrutal de nuestra estructurn política y organización ,ju-
rídica - nrts. 1 y afines de la Constituci6n Nacionol- (Voto de los Señores
Minist ros Doctores Don Luis ~larfo Boffi Boggero y Don Pedro Abernstury).

DIVIS / 0:,· DE LOS PODERES .


El Poder Judicial, cuyo organismo supremo es . la Corte, ha ele velar por la
supremacín de los principios ooustitueionales. En consecuencia, adneiéndose
en el caso que las leyes 13.246, 13.897 y U.4.51 transgreden el principio de
sepa.rnción de los poderes, corresponde que el Tribunal ,lecida <1uc el P oder
'E jecufü·o no puede ejercer funciones J>ropias de los jueces.
Ai;imi:smo, esa función entraña ~firmar que el Poder Legislnti\'o1 que incluso
esttí impecli1lo de delegar In furwi6n típica <fo sancionar la ley, no puede
-n fortio ri- disponer de las que pertenecen al Poder .Judicinl, trnnsfirién-
650 FALLOS DE LA CORTE SUPUJIA

dotas al Poder Ejecutivo en evidente transgresión constitucional (Voto de los


Señores Miwstros Doctores Don Luis María Boffi ~ y Don Pedro
~\ berastu.ry).

CO.VS TJTUC LO.'\' N .-tC JQ.V.,lL: Co,.trol de co,istit,cci o,ialidad. Fa.c,.lladea del
JJ1J<lf'r Judicial.

A la Corte Suprema incumbe decidir cuál es el alcance del art. 95 de la


Constitución Nacional, del art. 18, y, en todo caso, establecer huta qué
líwite podrá hacerse una interpretación amplia del art. 95 sin transgredir
su claro y categórico sentido (Voto de los Señorea Ministros Doctores Don
Luis liaría Boffi Boggero y Don Pedro Aberastury).

COSS TJTUCJO N .Y A CIO.VAL: Derechoa y gara,etfaa. De/e'""' en juicio. Pri11-


,., pioa generalea.
El art. 95 de la Constitución Nacional guarda una relación fntiina con el 18,
de modo que se tomarían inconstitucionales laa normas que no otorgasen al
1.Uenos una i.n slllncia judieial para el debate de los intereses jurídicos en pugna.
No obsta a ello la circunstancia de que muchas ,·eces queden convalidadas,
de hecho, las decisiones de la autoridad administrativa cuando las partes
las aceptan sin acudir a la instancia judicial correspondiente, porque, cuan-
clo se trata de derechos Nmunciables (art. 872 Código Civil), aún las reso-
luciones adversas pueden consentirse y los propios particulares pueden inclu-
so abstenerse de accionar judicialmente en virtud de haber compuesto su
diferendo mediante la convención liberatoria transaccional o simplemente por
hnher 11bdicado del derecho antes referido (Voto de los Señores ~Unistros
Doctores Don Luis María Boffi Boggero y Don Pedro Aberastury).

Dll ºJS IO?I· DE LOS PODERES.


Los arts. :l6 de la ley 13.246 y 1 9 y 29 de la ley 13.897 fueron sancionados
bajo las nonnas de la Constitución de l!)t9, y respondiendo, entonces, al
mo,,imiento que auspiciaba la mayor gravitación del Poder Ejecutivo sobre
los otros poderes que desempeñan con él el Gobierno Nacional. Por ello
resultan más claros en su doctrina de privar al Poder Judicial de funciones
que le son propias, para entregarlos al Poder Ejecutivo, a pesar de que el
art. 90 de dicha Constitución reproducía el 95 de la de 1853 (Voto de los
Señores Ministros Doctores Don Luis !\faría Boffi Boggero y Don Pedro
~\ herastory) .

('Q').ºS TITUCION NA. CIO.VA.L: CfJ n.,tit.11cio,ialidad e i11co,isW11 cio,talidM. Le!Jes


,i.acionalef!. Com1111ea.
Los arts. -16 de la ley 13.246, l ' y 29 ele la ley 13.897, y 26 de la ley U.451,
son inconstitucionales desde que reservan la deeisión de las cuestiones entre
arrendadores y arrendatarios -flencialmente contractuales y de derecho
común- a un organismo administrativo -cuyos componentes no poseen
tftulo habilitante en derecho, y, careciendo de inamovilidad que asegure su
independencia, n.o tienen el carácter de jueces naturales en el sentido eomti-
tucional-, sin otnt re,•isión judicial que el recurso estraordinario, el cual
posibilita s61o un aapecto de esa revisión (Voto de los Señorea 'Ministros
Doctores Don Luis lfarln Boffi Boggero y Don Ped.ro Aberastury).
DB JUSTIOU DE LA NACIÓN 651

CO.VSTITUCION NACIONAL: Derecl,oa y garantíaa. Defensa en juicio. Proc~


dimiento y aentencia.
Aun cuando el art. 95 de la Constitución Nacional fuese interpretado con
amplitud admitiendo la intervención de orga.nismos administrativos en fun-
<'iones propias de los jueces, el art. 18 exige que siempre exista una instancia
judieial donde, al revisarse lo resuelto por aquellos organismos administra-
ti\Tos, siga rigiendo sustancialmente el cardinal principio de que la decisión
final corresponde al Poder Judicial de la Nación o de las Provincias según
el caso.
Las leyes 13.246, 13.897 y 14.451 se apartan totalmente de esta inexcusable
l'Ondieióu ( Vot-0 de los Señores Ministros Doctores Don Luis lfarín Boffi
Boggero y Don Pedro Aberastury).

PRO l' JNC IA S .


Toda ex¡,licación teórica que conduzca a sustraer de los jueces provinciales
l1t aplicaci6n del derecho común, no conseguiría sino transgredir los principios
contenidos en los arts. 67, inc. 11, 5 91 10:l y 105 de la Constitución Nacional.
Así debe considerarse la decisión que admite la intervención de lH Cámaras
Paritarias de Arre9damientos Rurales, en virtud de las disposiciones de las
le~·es 13.246, 13.807 y 1-t.4-.51, en un juicio en que se discuten cuestiones
eseneialmente contraetuales y de derecho común entre arrendador y arren•
datario (Voto de los Señores ~tini:1tros Doctores Don Luis María Boffi Bog-
gcro y Don P edro Aberastur~·).

P RO VINCI AS.
El art. 67, inc. ll, y sus correlativos 100, 104 y afines de la Constitución
~acional, reconocen una profunda raíz histórica en defensa de las aatononúas
provinciales (Voto de los Señores Ministros Doctores Don Luis María Boffi
Boggcro y Don Pt.>clro Aberastury).

CONSTITUCION NACIONAL: Principioa general~s.


El art. 67, inc. 16, de la Constitución Nacional ha de interpretarse cuidando
que sus efectos sean compatibles con los demás derechos constitucionales. sean
de la Nación o de las Provincias, o bien se trate de derechos individuales.
Cuidando esos limites, el Congl'eso ha podido dotar al país de leyes que
fomentaron su progreso de modo categórico.
Pero el ámbito de,, legislación que puede sustentarse en este ineiso 16 no
puede confundirse con la legislación común del inciso n. •\Jmo es la con-
templada en las leyes 13.246, 13.897 y 14.451 (Voto de los Señores Ministros
Doctores Don Luis Maria Boffi Boggero y Don Pedro Aberastury).

CA.1l.-lR.1l S PARITARIAS DE ARRENDil"MIENTOS RURALES.


Lns normas de las leyes 13.246, 13.897 y 14.451, en cuanto se refieren a la
actuación de las Cámaras Paritarias du Arrendamientos Rurales, D"> consti-
tuyen legislación especial temporaria y de emergencia, como las dictadas en
uso de la potestad contenida en el art. 67, inc. 16, de la Constitución Na-
rional, para reprimir el a.gio o, por aplie&eión del art. 67, inc. 17, para
conceder amnistías generales (Voto de los St!ñorcs Ministros Doctores Don
Luis llaria Boffi Boggero y Don P edro Abcrastury) .
1.152 f'.\LLOS DE L.\ CORTE SIIT'Rl'.:MA
I

l .f ;r; / s L:t.CI OS CO JJ U:Y.


:,:¡ l'lHlu n1. (llll' Sl· ill\'O<¡uc urrn drcunstanciu exceprional ptirn fundar la
sn111:ión ,le unu ley, o, aun, cmla ,·e1. 1¡ue rea lmente exista, se estuviese fucrn
,Id 111·r. lii , int'. 11, de la Constitución Nacionnl, la reserva de j urisdicción
11ue éste llf!('l,'1lr11 podría <1ued11r eliminndn e n los hechos, tonto mfts t't.1111110
q1w, en periodos de trans formaciones constante.'!, acaso muy poca s 111nte1·ins
-si no ning una- serfon excluíd11s de In snnción cfo leyes fundadas en hcclaos
cxN!pl'Ím111lcs (Voto oo los Señores Ministros Doctores Don Luis '.\furín
Hol'l'i Boggcro y 0011 P cclro Aher11stury).

U•; r : Pri11cipios !JC11erales.


Lns soluciones lt'g islntirns sm1cio nndns ni 11111 rgc11 de In Cons tituci(m pe r-
t urban endn ve1. mús inte11s11111c11te po rque, e l din en que se ,·uch-c 111 cnucc
1·1111slitu<·io1111l. los intercscs fornuulos ni nmporo de esas soluciont."3 d cbeu
ccdt•r n ute los !llll)l'riores de In co11vivenci11 clentro de In Coustitución, con los
1·onsig nil'11tes pcrjuit·ios mnteri11les que hnn d e sobl'<'Venir a aquellos intereses
( \ 'ot o clf' los ~iore:i '.\lin is tros Doctores Don Luis Mnría Bot:f'i Boggero y
Don Peilro Abernstury).

D rc:TA :o.n:~ nt:t, Pnoct:n,\ DOH G.::s t:1uL

S11 prP111:1 ( 'ork:


I In~· en nutos cuc¡;tión fe<lcl'al ba stante como pal'a procc<lcr
n examen cu In ins tancia. de excepción.
:-1•1
A tal efecto, pués, éO rtespo11d<-rín bnct'r lu~ur a la pl'~sente
qncja. Ruenos Airc~, 15 tle julio de 1960. - .Ramón La.sca110.

F.\1.1.0 IH: l.:\ C'OHTE Sl PRK~IA

Rut'110:- Aires, 1!) de ~etic111b1·c de Ul60.


\ ' is to:- los autos: " He<•t1rso ele h<'c-110 dNlncido por Po:;rgio,
)hu·ta 1)(>1 Cmupo dt' : Poggio, .l o::;é Yí<-tor, y Snnvcclt-a, D ·li~
.Jo:--e l'inn Po1rgio <fo, en In tnusa F c rnútulcz Arias, Elena y otros
e/ Po:,:-:,rio, .Tosé ( i-uce: ión ) ", pu rn d eddi r sohrc su pt:ocedencia.
( '011sidc1·n ndo :
19 ) Que contra In scntcnciu <le. fs: 303/ 30i, clic•tncla por la
Hnla '' A" tlc In Oámara Central Paritaria de Conciliación y
.\ rhitrn,ic Obli/.,t'ntorio, confirmnto i-in de In r esolución de In Cii-
mnrn R<'giouul de Trenque Lnnquen (f's. 269), que ordcnnbn n la
pa rte dcmnncladn "enfregar el predio cucsfi ound~", so cfoclu,io
l"<'CUr!'lo 1•xtrnordi11nrio ( f ~. 309/ 310), el que l1a sido denegado
(t'~. 31:! ':ll:>), con moth·o de lo cual fué inte rpuesta la pre::.ente
<1nc,ia.
~9) Que los principa les agrnvi o:. expu estos por el recurren•
UI·! JIIS'.l'l (.;IA D~ LA NAOIÓN 653

te•, como fundamento de la apelación extraordinaria que intenta,


son lois que signen: a) las leyes 13.246, 13.897 y 14.451 infringen
lo J)l'eC<'ptuado por el art. 95 de la Constitución Nacional, toda
,;-ez que confieren facultades jurisdiccionales a las referidas Cá-
mn rns Paritarias, las que no intcgnrn el Poder Judicial de la
Xación, puesto que forman parte del poder administrador, "con
d ependencia del Minist1·0 del ramo y, por ende, del Prc)'\identc
de In República"; b) esas leyes, asimismo, son violatorias del art.
67, ine. 11, de la Constitución Nacional. dado que "estnblecen
tribunales con jurisdicción nacional en 11mtcria que es privativn
dC' lns autoridades judiciales de las provincias "; c) sostiénese,
t:.uubjén, que media agravio a los arts. 16 y 18 de la Ley Fun-
chmiental, )' que el fallo impugnado es arhitrario por haber orni-
titlo cousidernr argumentos esenciales que la demandada expuso
1•e5-pccto de lu prueba acumulllda en autos y de los laonorarios
"fijndos en abierta contradiccivn cou el arancel".
:39 ) Que, en atención a la naturaleza ele las cuestiones plan-
teudns y u }o establecido por el nrt. 14 <le la ley 48, el recurso
cxtrnordinnrio es procedente y ha sido mal cleneguclo.
Por ello, habiendo dictainiuado el Sr. Procurador General.
f-C declara procedente el recurso extraordinario interpuesto a
f~. 309/ 310 de los autos principales.
Y considerando en cuanto al f onclo del asunto, por no ser
11cccsnria nuís sustanciación :
49 ) Que, en razón de su seriedad e importancia, el p1·imero
de los agravios citados, referido al carácter y a las funciones
de las cámaras paritarias. previstas en la ley 13.246, 1·equiere
detenido examen, cualquiera sea la conclusión que corresponda
adoptar, habida cuenta de que, efectivamente, esta Corte Suprema
tiene r eiteradamente resuelto que las mencionadas cámaras son
órganos administrativos que ejercen atribuciones de tipo juris-
cliccional (Fallos: 233: 83 y los allí citados).
59) Que, como punto de partida, es preciso ad,·ertir que el
reconocimiento de facultades jurisdiccionales a órganos adminis-
trativos es uno de los aspectos que, en mayor grado, atribuyen
fisononúa relativamente nueva al principio atinente a la división
de poderes. E sta típica modalidad del derecho público actual,
desde luego, no ha surgido como consecuencia de especulaciones
de orden teórico. Tampoco expresa ni encubre una determinada
concepción del Estado. Muy por el contrario, constituye uno de
los modos universales de responder, pragmáticamente, al pre-
mioso reclamo de los hechos que componen la reálidad de este
tiempo, mucho más vasta y compleja que la que pudieron imagi-
uar los constituyentes del siglo pasado; y se asienta en la idea de
que una administración ágil, eficaz y dotada de competenilia
654 FALLOS DE LA CORTE SUPRE ~IA

amplin es insti·umeuto apto para resguardar, en dr terminados


aspcctoi,, fu11du111entales inte reses colectivos de contenido econó-
uúco y social ( véase 1',11llos : 199: 483, págs. 524 y 536), los que
de otra manl' rn sólo podrían ser tardía o insuficientemente snti s-
fccbos ( LAN01s, JAMES M., 1'1,e A(lmini.strati,ve v,-ocess, cd. 1950,
pág ·. 1, 6 y sigtes. ).
69 ) Que así a contece, inclu~o, eu países como Gran Bretnüa
y los .Bstados Unidos, cuya organización política, a semejnuzn
d e In existente en la Argentina, confía el ejercicio de la funci6n
jurh,diccional n magistrado:; espccít'icamcnte encargados de ue:s-
empcñarla, los que son, además, dife renciados e independientes.
í 9 ) Que <'11 el prime ro de los países mencionados es dado
comp robnr la ex istencia de una verdadera. "pléto1·a de tribunnles
llllmiui!-trntivo¡.¡" que <>onocen -cntre otros nsuntos- en cuestio-
ll l·~ :,;obre tarifns e impuN;tos, regulución de cargas ferroviarias,
h<mef'icios de seguridad :-ocia], pensiones de gue rra, indt>mnizn-
ciones por pé1·dida de de rechos reales de rivada de actos nclmi-
11istrat ivos, exc<'pci one¡.¡ ul ser,·icio militar etc. (A. L. DE s~riT H,
Judicial ,-eriew of admiuistrutivc action, ed. 1960, pág. 4) .
89 ) Que esht descripción, mufa,f i.~ wufmuli , e:- tnmbién níli-
<fa 1mrn los ~ istndos Unidos, dou<lo la proliferación de orbrtinismos
acl111i11i:-trativo!it con potestades " cuasi judiciales" repr<'senta
" uno <le los más dramáticos desenvolvimientos legales de los
tíltimos cincuenta años", sc.>gfü1 lo puso do relie,·e el Juez ,Jnck-
son, en el enso "\\~011,r Yan~ Sung v. McO1·ath " , al fundar la
oµiui ún de In 111nyorfo cl<'I tribunnl (Suprema Corte de los E sta-
dos t·uidoi;, :3:m P S 3:3, :16).
!'9) Que tnmhién lo~ tribmmles nrgentinos, desde nntiguo,
han <lt•clnrado In validez do disposiciones equivalentes que rigie-
ron o l'ig~n en el ordt>n nacional. .A l'5 í, esta Corte, en 11m11e1·osos
fallo!-<, resolvió que es compatible con la Le y Fundamcntnl la
c rención ele órgnnos, procedimientoR y jurisdicciones especiales
- d<' índole ndruiui strntin,- deRtinudos a hneer más e fectiva
y e xpedita la tutela de los intereses públicos, habida cuenta de
la c rec-icnt e complejyjnd de las funciones nsignadns a la Admi-
nistración ( Fn lloR : 193 : 408; ::!40 : 235; 244: 548; 245 : 351, entre
otroFI ).
109) Que CRU doctrina, te ndiente n adecuar el principio de
In di\'isión de poderes a las necesidades vitales de In Argentina
contempot·ánen y a delinear - e n el aspecto que aquí interesa-
el Úlllbito ruzonable del art. 95 de lo. Constitución Nacional, se
apoya, implícitamente, en la idea de que ésta, lejos ele significnr
un r onjunto de <logtnas rígidos, susceptibles de convertirse . en
obstáculos opuestos a las transformaciones sociales, es una crea-
ción vh•n, impregnada de realidad arge ntina y capaz de reg ular
DE J USTICL\ DE LA NACIÓN 655

prc~~isoramente los intereses de la comunidad en lus prog1·esivas


etapas de su desarrollo (doctrina de Fallos : 178: 9, pág. 23).
119 ) Que muchísimas sentencias del Tribunal acogen y des-
cm·uelven la concepción antedicha, proyectándola hacia las más
diversas esferas del derecho argentino, tales como, v~rbigracia,
las siguientes :
a) percepción y fiscalización ele impuestos (Fallos: 129 : 405;
198: 142) ;
b) clasificación y aforo de mercaderías (Fallos: 156: 100);
e) cuestiones litigiosas referentes a accidentes de trabajo
(Fallos: 186: 337; 187: 79; 194: 317; 195: 50); .
d) aplicación ele la ley 11.317 por el Depa rtameuto Nacional
del Trabajo (Fallos : 182: 157); ·
e) p rocedimientos de apremio seguidos en sede administra-
t iva (Fallos : 190 ?' 63; 192 : 308) ;
f) decisiones sobre permisos en materia de derecho de re-
unión (Fallos: 156: 81 ; 190: 101) ;
g) régimen de faltas municipales (Fallos : 202: 524);
b) competencia del Tribunal Banca rio de la ley 12.637 (Fa-
llo!- : 199: 401) ;
i) facultades de la Comisión ele Conciliación c1·eada por el
decreto-ley 32.347/ 44 (Fallos: 207: 346);
j) atribuciones ele las rajas jubilatorias y del Instituto Na-
cioual de P1·evisión Social (Fallos: 244: 548);
k) potestades jurisdiccionales <le la autoridad aduanera
(Fnllos: 245: 351) ;-
1) sanciones adminisfrativas aplicadas por cajas jubilntorias
(Fallos : 143: 271), la Prefectura General Marítima. (Fallos: 148:
430), el Dcpill'tmueuto Nacional del Trabajo (Fallos : 157: 386),
la Aduana (Fallos : 176: 233), el Poder Ejecutivo Nacional con-
forme n las Jeyes 11.226, 12.591 y 12.160 (FHllos : 171: 366; 201:
428; ~07 : 90; 205: 17), la Di t·ccción Gene1·al de F en·oca rrilcs
(Fllllos : 167: 145), el J efe de Policía de In Capital Federal o el
de la Policía F'ederal (Falloa : 175 : 311 y los allí citados; 2~7: 636;
241: !l!l ; ~43: 500, cte.), la Administrnción General de Impuestos
Internos (Fallos: 191: 514), el Departamento del Trabajo de
Snutingo del Estero (Fallos: 198: 78), el Consejo Deontológico
ele Rosario (Fallos: 188: 394), etc.
1:29) Que, sin embargo, la referida doctrina, según la cual
es válida la creación de órganos administrativos de la especie
indicada, no supone, como es. lógico, la posibilidad de un otorga-
miento incondicional ele atribuciones jurisdiccionales. Esto es lo
que surge de los precedentes citados en el considerando anterio1·,
los que ilustran en el sentido ele que- In actividad de tales órganos
se encuentra sometida a limitaciones ele jerarquía constitucional,
l i .jfj
F"At.l,OS OE LA CORTE SUl'RE:\IA

que, dcsdc, luego, no es lícito t nms~r<"di r. Porque YU de suyo


qu<' rc~í111c11C's del carácter del r¡ue Nt C!-tos nutos se impug na
cfo:inn '1e ~er nálidos cuundo, confrontndos c•o11 lns nor111fü1 básicas
<l<'l onlc>rn1111ic11to jurídico, el(. ln s que 110 d •ben ser sino conse-
cuencia (nrt. at d" lu Uonstitncic111 Nncional), rcsultn evidente
<¡ll<' In:-: infrin~cn, en vez de acHtm·las o a lo sumo nd11ptnrla s
respct1111do sn es<mcin.
139 ) Que entre esas limitaciones pre:-;tublccidn s figurn, ante
todo, In r¡uc oblign a que el pro11uncinmie11to jurisdiccionnl cmn-
mulo de órgnnoi- nchni,ú strntivos quedo sujeto a co·11frol }udirial
.-.11f i,·i(>11f,,. n fin ele impedir que Hlfuéllos ej e rzan nn podt' r nb~o-
l11tm11C'nft• di~crecionnl, i-ust rnído n toda e~pccic de rcvh-ión ulte-
rior ( Falloi-;: :!44-: 548).
149 ) (Juc el nlcancc que' t!S<.' rM1frol j udicial ncccsihl posee r
1u1r11 11tw sc)u IC'gíti1110 tenerlo por ,·c rdndernmcntc .<1 11fi,·il'11Je, 110
dt•pt'.'11dc de 1·egln:-; geut'.'rnlc-s u omnicom1we11:sin,s, sino que bu tle
:--(•r nuí:-; o 111e11os cxte11í-lo y profu11do scg1ín htí-l modalidad('s de
<·adn !-ituncic'm ju rídicn. En otrns pnlabru~: la medida dt•I control
judicial Tcc1uerido clebe1·ii ser la que rcsultc, <.fo u11 cou,juuto de
fnc•torn:-; y <·ircu11sta11cias variables o contingente:-:, ('Hlrt! lo~ que
podrín rncn<-ionnrse, n título de (\jcm¡}lo, In naturtl.lezn del derecho
i11di\·itlu11l im·ocllllo, In nmg-nitucl de los i11t crcscs púhlicos co111-
pro111ctido::;, la complc,iidnd de In organización ad111i11istrntinl
c•ronda pu n1 gn mntizn rlo~, ln 11u1yo1· o 111<'1101· d~!i:CC'11trali1.Hci6n
<l<'I trilnrnal admini strativo, et<·. ( F.,allos : :!44: 548). Y todo ello,
1·c>1110 1•s nnt m·nl , ohliga a cxamimll·, cu cndn cuso, los 11 í-ipectos
<•:-:pc•rí f icos q ne siugu la rizan n In cotlC'rch, mu teria lit igiosn.
li">9 ) Qtw, ron arreglo u este criterio, se hnce 11ccesario d es-
tacar )11 ,.. purticulnridndcs que disti11gul'11 al JH·escntc juicio y lo
co111lic·io11a11. Trñtns<• n<iuí, co1110 ::-<' dijo ni rch,cionnr ]os :wtc-
C<'clé11tc•s d él sub lilf' , ,le la intc n ·cución jurb:cli e<>io11al reconocida
a trihmuill':-: mhninistrat i\'o:-; -Cfü11aras Paritaria:- de AJTl~ndn-
111i<'l1tos y .Apnrcc l'Íns Rurnlc!-- cu una situación jurídica <lt1C
·upo11l' Jitigio c utre particulares atinente n sus de rechos subjeti-
,·os prh·ndo~ (dN,nlo,io del an<>ndntnrio t'undudo c u t'I art. 39 ,
i11r isoi- d ) y g-), d e In ley 14.451). De donde S<' sigue qnc-. en
coni-:ccucncin de esta pC(!tlliaridnd ele) s ub fil <', la gran mayoría
tic loi- prC'CNlont<'S n11t<.'s vistos no gnnrdn con él r<'lnción su~ta n-
l'ial alg-m1n.
169 ) Que, ello no obstant<', también es exacto que la cuestión
pla11tN1dn dista de ser novedosa. La ,·l' rdatl es que esta Corte
Ita dchido afrontar nsuntos de índole semejante en anteriores
ocasiones qne le permitieron adcla1ítar un expreso crite1;io ele
!.olnción, r,;egfü1 lo nc rcditnn los fallos c¡uc· versan sobro lns fncul-
taclc~ de: a) el Departamento del Trabajo de In P1·ovincin de
DE JUSTICIA DE LA NACIÓN 657

Buenos Ait·es, que inte rvenía en cuestiones relativas a accidentes


li<'l trabajo, de acue rdo con la ley local 4548 (Fallos: 186: 337;
187: 79 ; 194: 317; 195: 50, etc. ); b) el '.rribu.nal Bancario a que
se refiere la ley 12.637 (Fallos : 199 : 401) ; c) el Departamento
Nacional del Trabajo, al que se dió pa~r ticipación, como "tribunal
de primera instancia", en asuntos concernientes a la ley 11.317,
incorporada a los códigos Civi.1 y P ena l (Fallos : 182: 157); d) la
f'omisión ele Conciliación creada por el dec1·eto-lcy 32.347/44
(Fallos : 207: 346).
179 ) Que en las decisiones citadas, y en otras similares, la
Corte Suprema admitió la actuación de cuerpos administrativos
con facultades jurisdiccionales, mas lo hizo luego de establecer,
con particular énfas is, que la validez ele lQs procedimientos hallá-
ba~e supeditado al requisito de que las leyes pertinentes dejaran
<'Xpeclita. la instancia judicial poste rior. Así, se asignó valor
<':-encial a la cii:cunstancin de baberse previ sto "oportunidad 1>ara
qu<' los jueces revisen el pronunciamiento admini strativo" (Fa-
llos : 187: 79 ), estimándose imprescil1dible el otorgamiento de
" recurso u ocu 1·so imbsiguiente ante los jueces del Pocler .J ucli-
cin 1" (Fallos : 195 : 50), en la inteligencia de que, a falta de él,
el ré~·imen dejaría de ser cong ruente " con los derechos y garan-
tía!- constitucionales" (Fallos: 20i: 346). Y en la breve pero
.i mportant<' .,sentencin ele Fallos : Hl9: 401 , se encareció la neccsi-
clncl <le vnlidar el recurso ante In jnsticin federal cont ra las rcso-
l11cio1w::1 del 'r1·ibtmal Bancal'io de la. ley 12.637, por estimarse
C'fU <' un criteri.o distinto privnría a las partes "de la segunda
inst1111eia que es la propim11e11tc judicial y que obvia, por ello,
el cnrácte r adminis trativo del trilmual de prime ra instancia"
( considerando 39 ).
189 ) Que la mi sma orientación puede obse rva1·se ou la cloc-
triua jul'isprudcncial de los E stados U nidos. Sobre el punto, W.
"\\". \V1LLOU<1HB\', cuyus opiniones en la materia han sido especial-
111ente vnlonulns pot· esta Corte (}-..allos : 164: 344 y 187: 79),
<'Xplicn t1ue, en su país, In atribución de facultades " cuasi judi-
cial<'~ " n 01·ganismos nclmiuistrnth-os se bn considerado válida,
funclamentalmcntt-, respecto de "asuntos que atañen a tlereclios
vúbl icos ". Y añade : "Se ría indudablemente declarada inconsti-
tucional una ley que pretendiera poner en manos administrativas
la clccisióu final ele controve rs ias ent re particulares", .con posi-
ble exclus ión ele ciertos difcrendos laborales (The Co1istitution of
tit e Umited S t <it e:1, ed. 1929, t. 111, pág. 1655). E sta a severación,
por otra plu·te, coincide con la que funda las soluciones preva-
lecientes en In juris prudencia ( Corpu,.~ J uris Secu11d,,,,.,,,,, ed.
1956, t. 16, pág. 868, notas 77 n 79. Véase también A.dmi,nistrative
Proc,1d11,re A.et ele 1946; y A. y S. 1'uNc, Le systeme constit,utioti-
65S FALLOS DE l, A CORTE SUPRUIA

nel rlt>.-; Btats-U nis d' Am,érique, ed. 1!:154, pilgs. 478 y sigtes.; DA-
VLS, KEXNETR Cut.P, At/.,11i1ii,;trafi,ve Law 1'-reati.11e, ed. 1958, t. 49 ) .
199 ) (~ue las concJusione!'; que dc> todo ello derivan son cla-
ra:S y, adeuuís, cu nada. se diferencian de lus (lUe surgen impuestas
J)Or la nuls elemental sensibilidad jurídico-política, de la que no
es dado prescindir cunndo al nnáli sis 1·ecae sobre las bases 1uis-
11111i; do la organización del estado dcmocrát.ic-0. De conformidad
c·on lo hasta ac¡ní expuesto, pues, y a título de oíntcsis, cabe
dcclnrar qne, en ca sos como el de autos, co,ntrol judicial suficiente
quie re decir: a) reconocimiento a los litigantes del derecho a
iutc rpone r recurso ante los jueces ordinarios ; b) negación n los
tribunales administrativos de la potestad de dictar resoluciones
finales en cuanto a los hechos y al derecho controvertidos, con
excepción de los supuestos en que, existiendo opción legal, los
iut e resndos hubiesen elegido In ·dn ndmi11istrativa, privándose
,·olnnh1 rinmente de la judicial ( doctrina de Fallos : 205 : 17 ; 243 :
351). Lu me ra facultad de deducir recurso extraordinario basado
en inconstitucionalidad o arbitrariedad, no satisface las exigen-
<'ias que en la <'Specie ba ele tene rse por imperativa s.
209 ) Que una interpretación contraria no tendría cabida
dentro del derecho argentino, en mérito a dos razones principa-
l<'s. Primeramente, porque el art. 18 de In Constitución N'ncional
incluye In garantía. d<' que, mediando situaciones qel cilrácte r
indicado, ha de reconocerse a los habitantes del pnís el dorec110
n ocurrir nntc un órgano judicial en procura de justicia (Fallos :
193 : 135 ; 209: 28 ; :2-16: 87, couside,·audo 99). Si este requerimien-
to no recibe satisfacción, l'Sto es, si las disposiciones que gobier-
mrn el cnso impiden a las partes tener acceso a una instancia
juclicinl propiame nte dicha, como lo hacen las leyes que el recu-
1Tente tnéhn de im·illidas, existe ag ravio co11stih.1cional originado
e n privación de justicia. En efecto, ésta se configura toda ,·cz
c,ue un particular, no obstante hallarse protegido por la indicada
ganrntín d'-'I art.. 18, queda sin juez u quien reclamar la tutela
ele su clet·echo, sea que olio ocurra con motivo de situaciones con-
tradi.ctoria.s como In contemplada en Fallos : 193: 135 ( en igual
sentido: Fallos : 178 : 333; 179: 20:?; 234: 382; 237: 285, etc.), o
en virtud do la derogación de las nor1nas que creaban los tribu-
nales competentes para entender en .la causa (Fallos: 234: 482 ),
o bien --como acontece en la es¡>ecie-- a raíz de preceptos legales
que Hsa y llanamente excluyen In debida intervención judieinl
(cloch·inn. de Fallos : ·129: 405, cons iderando 29; 184: 162,· consi-
de rando W; 205: 17, considerando W). Puede afirmarse, por
tanto, que, uun cuando el art. 18 de In Constitución no requiero
multiplicidad de instancias, según ha sido unifonnemente resuel-
to, deho entende rse que sí impone una instancia judicial al menos,
DE J U STICIA DE LA NACIÓN 659

siempre que estén en juego derechos, relaciones e intereses como


los que aquí se debaten, los que de ningún modo pueden ser total-
ment<- sustraídos al conocimiento de los jueces ordinarios sin
agrado coustitucional reparahle por la vía del art. 14 de la ley 48.
:?1 9 ) Que la segunda razón i1wocable es ib'1lalmente decisiva.
Ningtín objetivo político, económico o social tenido en vista por
el P ode r Legislativo, cualquiera sea su mérito, alcanzaría a justi-
ficar la transgresión acreditada en la causa. omo se dijo al
co111ie11zo, el principio de la división de podet·es puede y, siu
dudn, precisa se r adecuado u las necesidades de la vida contem-
poráuca, e11 la meclidn. en que lo toleren la generalidad y la sabi-
<lu ría de las 11ormas constitucionales, prescriptas para regir inde-
finillnme11t<' en el tiempo. Pero una cosa es la adecuaciót1, de él
y otra la pateute 1,~iolació11, de su esencia. ti;n cuauto implica que
incurre en esta últ ima, el total desposeimiento de atribucioues
que, en perjuicio del Poder ,Judicial, consm11nn las normas impug-
nndnf!, no puede ser convalidado. Admitir su legitimidad impor-
tarín tanto como autoriuu· la supresión o cuando menos la
omisión del aludido principio, sin cuya vig<'ncin la formn r epu-
blicana de gobierno queda s in base que la sustente y, en conse-
cuencia, las funciones estatales resultan potencialmente dcsqui-
ciadns con el consiguiente desamparo de las libertades humanas.
:?~) Que, advertida de ello, esta Corte estima indispensable
cx1:>resar cuáles son los términos estrictos entre los que deberá
optarse, inexcusablemente: o las leyes de cuya aplicación se agra-
via la demandada son inconstitucionales, o se acepta que el Poder
Legislativo - so color de protege1· altos inter eses., públicos-
puede vulnerar derechos como el de defensa, y convertir en su
opuesto a las instituciones que los constituyentes decreta ron y
establecieron para la Nación Argentina. Ante semejante disyun-
tiva, la elección no ofrece dudas. Es falsa y tiene que ser desecha-
da In idea de que la prosperidad general, buscada al través de
los medios del avt. 67, inc. 16, constituye un fin cuya .realización
autoriza a afectar los derechos humanos o la integridad del siste-
ma institucional vigente. La verdad, ajustada a las normas y a
la conciencia jurídica del país, es otrn. Podría expresársela
diciendo <.1ue el desarrollo y el progreso no son incompatibles
con la cabal observancia de los art s. 19 y 28 de la Constitución,
sino que, al contrario, deben integrarse con éstos, de modo tal
que la expansión de las fuerznij materiales y el correlativo me;jo-
rnmiento económico de la comunidad sean posibles sin desmedro
de las Ubertades y con plena sujeción a. las formas de gobierno
dispuestas por la Ley Fundamental. Porque, para esas normas
y esa conciencia, tan· censurables son los regímenes políticos que
niegan el bienestar a los hombres como los que pretenden eclifi-
t:CV FALLOS D.E LA CORTE SOPRElIA

cario sobr(' el desprecio o el quebranto de la.s institucione':.


· 239 ) Que, por las cousideraciones quo anteceden y con s u
nlcance, esta Corte, en su a ctual integración y practicando un nuf'-
,·o auálisis d el problema plaut.ea<lo, declara la invalidez de la
organizacióu vigente d e las Cámaras Paritarias de Arrendamien-
to~ y Aparcerías Rurales.
:!49 ) Que e llo hace innecesario considerar en esta causa ]os
clt•más agnl\ios formulados po r el apelante, en referencia al art.
tii, i11C' iso 11, de la Constitución Nacional y a la garantía de la
ig ual<lacl ante la ley, así como a la arbitt-aricdad aducida.
En su mérito, habiendo dictaminado el Sr. Procurador Gene-
ral, :-:e revoca la st'ntencia apelada de f s. 303/ 307 y se deja sin
c f ('Cto lo actuado cu la can~a.

BF:N,JA:\IÍN V JLC, EOAS BASA\'ILUASO -


AntST<>BU LO D. AnÁoz DE LAl\UDRlD
- lJU IS MAnh BoFFI Booofino ( en
rlis ide·ncia dr f 11,mlame·n tos) -
,TL"LIO ÜYHANARTE - PEDRO ABE-
flAST U RY ( e,i dis idenc ia de fw,ula-
·m.enlo1; ) - R1 c ARDO CoLOMBRES.

Drs mEX C-IA nt: J-TNOA~IEXT():-; llE LOS SF.~ORES M1NISTnos DocTORES
Do:-. Lns l'ÍAnÍA B orF1 B oocarno Y ])oN PEDRO ABERA!!-T U HY

Coni:.idcrando:
1'1) Que en In cn usn se ha cncstio nndo el alcance de clá usulas
d e In ('oni:.titución Nacional rclntÍ\'as a la garantía del juez nat u-
rnl, srparnción de los podm·es, rt'Sc1·vn contenida en el inc. 11
d el nrt. 67 y en el art. 100, ig ualdad ante la ley; y la intelig-encia
dtl<ln por el n quo a tales cláusulas pnra d eclarar la cons tit uc-io-
nnli,lnd el<' las normas legales aplicables hn sido ndn•r sn n los
derC'chos rcclamndos por el recurrente y funclndos en ellas. El
rrcnl"so es, así, formalmente nclmisible.
~) Que, <'n cuanto ni fondo del a sunto, por no :o-<'r ncccsnria
má s s usta nciación, cabe adelantar que asiste derecho al recurren-
te en cuanto a la garantía. de los jueces naturales, scpnración d e
podt'l'es y reserva del nl't. 67, inc. 11, ns í como e l 100 de In Consti-
tución N'ncional.
3 9 ) (lne el urt. 95 de lu Con:,;titución Nncional, sin corres-
po11dencia t~n la ele los 1':;s tados 1 niclos, cst. blece de modo cate-
gó l'it·o: " J<.: n ning ún <'nso e l Pr<'siclente de la Nación puedo ejerce1·
ftrnC'iones judiciales, arrogarse el conocimiento de causas pendien-
te~ o r <'s tnhlt'e(.\r las .fenecidns " . Razones hist6ricas y permauen-
DE J USTICIA DE J, A NA CIÓN 661

tes dan sentido a su let.r a y a su espíritu. En efecto: ya el art. 7


del R.eglamento del 10 de octubre de 1811 contenía una norma
semejante; y, mucho después, el art. 98 del proyecto de ALnERDI
establecía eu su parte final: " ... En uiugún caso el P1·csidcnte
dC' la Rcpúhlica puede ejercer funciones judiciales, avocar::;c el
co11oci111icnto ele <'aui-as pendientes o rcstablcce r - hls fenecidas ".
l<}stn proyectada di sposición fné tomadn d~ la Constitución Chi-
lena de 1833, cuyo urt. 108. (99) di spone en su pnrte final: " ... Ni
el Co11g1·e:;o, ni el Prüsiclente de In Rep11blicn pueden en 11iug11n
<.-a so ej <'rce r fun ciones juclicinles, o uvocarse causa s pendientes,
o hnc<'r re,·iv-ir proceso~ fen('cidos " (Obras de tTono1-: H u N~i-:t.;s,
Sautingo de ('hile, 1891, II, págs. 221 y sig tes. ). Asimismo cabe
sC'ñalnr c1ue, en h, e,·olució11 hi stórico-institucional de Ja Repú-
hlicn, e l Poder }:.jecutivo a sumió funcion es típicnmente judiciales
en diferentes momentos y sitios, :-<'n en <'I pe ríodo ante rior a 1853,
fuere, aún y al margen do no rmas com;fitucionnles, <'n el período
ulte rior a ese año, sie ndo de e:xtrermulo intc,·és p11blico, C'ntonces,
delimitar con claridud In órbita cfo r--us fun ciones <'On arre~lo a
]ns 11ormas que rig-en.
49 ) Que la Constitución Nacional, se ha dicho, es nn cou-
junto normativo en que todos ]os artículos deben se r razonable-
mente armonizados para respoude r a sí u Ju organización y equi-
librio de los podet·es constitucionales previstos por los Consti-
tuyentes de 1853. El art. 95 eu flxnmeu so viuculn, precisameute,
y entre otras normas, con los artículos: 18, que confiere derecho a
exigir un proceso· lega] con jueces naturales; 23, que limitando
las facu1tades del-Poder Ejecutivo c.lurante el estado de sitio, le
prohibe concreta y cla1·amente el ejercicio do funciones judicinles ;
29, que vfda con one.r gía las "facultades extraordinarias", la
" suma del poder público", las " s mnisiones " o "!-IUprcmncía s ".
Y ha de relacionarse, también, con los artículos 94 y otros del
capítulo I, Sección T e,·cera: Del Poder J iulicinl, y con el capítulo
II, r eferente a las atribuciones de este Poder, como, a simismo,
con e] Rrt. 67, inc. 11, y con e] 100, que reservan para las Pro-
vincias la aplica ción de] derecho común por los jueces que com-
ponen sus respectivos pode res juclicinles, susf<'ntadoi,; é¡;¡toR en los
arts. 104 y 105 ele In Constitución.
59 ) Que el pernsamiento profmu.lo que e~a s uormas traducen
rnantic.> nc s u vigor a través del t.iempo. Elb,s se basan C'll la
" separación" o "distribución" de 'los poderes, principio funda-
mental de nuestra estructura J>olítica y organización jurídica
(arts. 1 )' afines ele la Constitución Nacional). En ese sentido:
d ~cía .M oxTESQlH E U que no había libe1·tad si el Poder Judicial 110
estaba separádo ele Jos otros dos (L 'esvrit des Lois, 2• ed., vo1. I,
Jibro 11 , cap. VI, pág. 220). E s cierto que en numerosa s oportu-
66:! FALLOS DE LA CORTE SUPREMA

nidades se ha intentado atenuar los efectos de ese princ1p10,


cuando no apartarse de su contenido normativo, trayendo a cola-
ción expresiones vincuJadas con el interés nacioual, la necesidad
de conferir nuevo vigor a normas añejas, el sentido evolutivo de
la Con titución y otras doctrinas afineí:,, tendencia, ésta, que ca-
ract<' . izó muy especialmente y con caracteres agudos la época
eu que se sancionaron las leyes 13.246 y 13.897, particularmente
esta última. Pc1·0, cabe decir que, aún en la hipótesis no demos-
trada de que el interés nacionaJ aconsejara la existencia de orga-
nismos paritarios en las condiciones y con las facultades exclu-
sivas establecidas poi: las leyes precitadas, una cosa es interpretar
normativarncnte de acuerdo al sentido de evolución, traduciendo
las nuevas y cambiantes necesidades sociales, y una muy otra el
apartarse de las normas so color de adaptarlas a esas necesida-
des, desde que nada contra.ría más los in~reses nacionales que la
propia transgresión constitucional. Si la. norma fuese inconve-
niente, si el precepto ya no respondiera a los imperativos de la
e\'olución C<"onómica o social, ha de ser el Poder Constituyente
-y no otro- el órgano adecuado para traducir en nuevas normas
lns mejores soluciones. El Poder Judicial, entre tanto, cuyo orga-
nismo supremo es esta Corte, ha de velnr por la supremacía de
los principios constitucionales, lo que en este caso le lleva a deci-
dir que el Poder Ejecutivo no puede ejercer funciones que son
propias de los jueces. AsiJnismo, esa función entraña afirn1ar
que el Pode1· Legislativo, que incluso está impedido ele delegar la
función típica. de sancionar la ley, no puede -a fortiorir- dispo-
ner de las que pertenecen al Pode1· Judicial, transfiriéndolas al
Poder Ejecutivo en evidente transgresión constitucional. Por ello
lu1 podido expresn.r este Tribunal en Fallos : 12: 134: "La Corte
Suprema es el Tribunal en 1íltimo resorte para todos los as untos
contenciosos en que se le ña dado jurisdicción ... Sus decisiones
son finales. N'ingún Tribunal las puede revocn1·. Representa, en
ln <.'sfcra de sus at.ribuciones, la soberanía nacional, y es tan
independiente on su ejercicio, como el Congreso en su potestad
de legislar, y como el Poder Ejecutivo en el desen1peño de sus
f urwiones ". Sígncs<> de c>llo quo n esta Corte incumbe dc<'idir
cmil es el alcance del art. 95 de la Constitución Nacional -incluí-
do intencionalmente en el primer oapUulo de la sección tercera,
intitulada "Del Poder Judicial"-, del art. 18 y, en todo caso,
decir hasta. qué limite podrá hacerse una interpretación amplia
del nrt. 95 sin transgl'edir su claro y categórico sentido.
69 ) Que el art. 95 de la Constitución Nacional guarda tma
relneióu intima <>,on el ya citado 18, de modo que se tornarían
inconstitucionales las uonnas que no otorgasen al menos una
inshrncia judicial para el debate de los intereses jurídicos en
DE J USTICI. DE I..A NAC IÓN 663

ptl'""ª· Es precisamente por ello que uno de los suscriptos ha


cxpue to en Fallos: 244: 548: "Que el sistema constitucional re-
po~a cu el principio de la «divi ión> o «separación> entre los
Poll<' rcs, uno de cuyos extremos consiste en In prohibición de que
el f~je<'utivo, por sí o mediante resoluciones emanadas de orga-
ni :--mos que aettícn en su órbita, realice «funciones judiciales>
(u l't. 95 de In Constituai6n Nacional; GoNáLE.z, JoAQUÍB V.,
.l/111mal d" la Com:filuc ión .A.rgeulina, n9 184). E e fundamental
principio constituye una. valla contra los a,·ances de la adminis-
tración sobre la Justicia, los que han g ravitado en variados mo-
nwnto~ y lugares de la e,·olucióu histórico-institucional (CALA-
;-.u:sonE1, Prr.no: Esf11dio.~ .~obre el Proceso Civil, Editorial Bi-
bliog-ráfica Argentina, 1946, pág. 343 y sigtes.) ".
79 ) Que no obsta a lo antel'ior la circunstancia de que mu-
cltns ,·eces queden conn,Jidadas, de hecho, las decisiones de la
a.utoridnd admini.·tratiYa cuando las partes las aceptan sin acu-
dir n fo instancia judicial correspondiente, porque, cuando se
trutn de derechos renunciables (art. 8i2 Código Civil), aún las
rc:--ohu•iones adversas pueden consentí rse y los propios partiou-
ln r<.':- pueden in<'luso nh:--tf'ncr:-ic> <fo nccionnr jmlicinlmentc (,m vir-
tud dl' habt•r c•()mptwsto :--u clif<.' r<.' 1Hlo 111cdia11t<' In convención
liberntorin tr1111saceio11nl o sirnplu111c11tc J)O l' hahcl' nhdicado del
derC'cho ante•:-- 1·t•fl•rido.
89 ) <~uc n 111{-rito ti<' lo c•x1n1csto l'II (•1 co11sitlcnuulo 69;tan-
to en l'I ordt>n 1Hll·Í01ml c·u:wto <'11 <•l dt• cstH ( 'iullud o en el
de lns provincia.·, se hm, sancio1mdo normas donde se ha.'lla
clnrnmonte establecida ln instancia de r e,·isión judicial para las
<'tll'i-tioues de<'idida~ originariamente por una autoridad admi-
11Ílo\t rnth·a. A!,;í: Ley 1893, a1·t. 80, iuc. W y decreto-ley 15.374/ 56
(rht ificado por ley 14.-16i), art. 49 : ley 14.394, art. 50; ley ~9i5,
art :;. 32 y 34; decreto-ley 6666/ 57 (ratif. por ley 14.467), al'ts. 24
ul 28; ~y 2372, C6d. Proc. Criminal, nrt. 30; decreto-ley 8126/57
( rntif. por ley 14.467): arts. 19 , Z, y 39; decreto-ley 19.697/ 56 (ra-
tif. por ley 14.467): arts. 10 al 18 ¡ Jey 14.878: nrts. 28 y 29; loy
11.:>70, art. 69 y ley 14.455, art. 37, ('fe., etc.
A ('!,;tos ordenamientos de orden nacional so unen, como se
dijo, lo!i provinciales : cutre muchos otros, ley 5892 (art. 30) de
In Prov. de Buenos Aires; ley 4548 ( art. 59 ) de la Pcia. de Córdoba.
Es tendencia generalizada también en nume rosos ordenamien-
tos del extranjero la de asegurar la separación de los poderes,
aun en países donde antes no se había institnído un Tribunal
Supremo de Justicia con jerarquía ele Pode r ele Estado (Italia,
arts. 134 y afines de la. Consftución).
99) Que c~to no acontece en el caso de los artículos 46 de
In ley 13.246 y los n •·t:. 19 ~- Z1 de la le~• 13.897, que dicen textual-
F",\ LL.OS DE l,,\ CORTE SUPRE~fA

meute : "Art. 46. - El Poder :Bjccutivo orgnnizaní en el Miuis-


1c rio de Ag ricultura de la Nación ciirnnras regionales pnri1 arins
e.fo <:oncilinción y arbitraje obligatorio, y uun cámn1·a centra], inte-
0-rac.ln: por representantes de los propietnrios y de los nrrcndu-
tnrios y uparceros que dcf-ig11nril de lnf- propuestas eu terna pre-
sentndn!-: por la~ entidades agrarias numéricamente mú~ rcprC>-
scntnt ivai. de 1n zona o de la R.cpúbli<'P. , se~1ín <'o rrespo11dicre".
'' 1,ns 'tíma1·as regionales i:;crún presididas por funcionarios
e:;pecializndo~ del Ministerio <le _\gricultura <'Oll conocimiC'nto
¡mrticular de In zona en que deba11 actuar. T,a ('füuara Central
estnrú formada por nuev<' miembros de lo:; <'nales trl'r,; :-1C' r11n
ft111<'io11arios que reúmm análogas condiciones".
"Re~lumentu rianwntc se fijaría Ju jurisdicción territorial de
cmfo (_·ú111nrn. rcgio11nl, In compet<'ncin de tu ctt11mrn centrnl, aco r-
dim<lol<' ntrihn('iones pnrn uniformnr In jurisprmlencin i11t cq)l'C-
tntin1 de• ln:-1 ciírnnrus rt!gio1111lcs y proponer al Poder ~jecutívo,
Jlllrn In nwjor aplicación de In ley, In forma <le intc~ración, cnu-
!-al<'~ ,le (•xcusttción, recusación y 1·N•mplazo de los miembro:,; de
In:- NÍmara s y el procedimiento".
"El pro<-edi111iento se dividirá e11 dos foses: In fase concilin-
to1·i11 µre,·in, f.\11 In que ohligntoriamcntc R(' procurar11 el m~cni -
mitmto de la:-: pm·lt!s : y In fase contt-uciosn, rcg-ulada de suert e
r¡u" pcrmitn la nudiencin J e los intl' rCsados y In dcf<'nsa y pruchn
con sujedóu a los pri ncipios de co11t rndicción, publicidad y pr<'-
ferPntc ornliclad. t>ventunlidnd y co11ccutrnció11, i111pulsión de ofi-
<·io t• i11111<'di1wié111, g-ratuidnd, scnc·iUez y celeridnd ele los triímitcs" .
.\ su ,.<',., (•I art. 19 e.le- tu ley l ~.8Hi (H. O. 9/ J/ 30) cstahlcc·c
lo siguienl<' : "Las ( :iinuu·us R cgionnlcs Pnritarin-; de C'oncilin-
1•icl11 y Arhitrn.ic Ohligntorio, crcadn :- por <'I nrt. 46 <le In ley
13.240, tcnclnín ro111p<'tN1cin cxclu:-in, <'11 la dt•ci:-i6n de tocln s
la:,; <·uc:-ti onl's que :-:e r,; 11scite11 entre n n·l'nclndort's y n 1-rc1Hlnta rios
o ap111·c('ro:-, co11 motivo dC' los rc:-.pccth·os contrntos de nnc11-
dm11i C'nto y/ o 11pur(•e1·ínR y de ln s leyc:-. qn<' los rigen".
t-:1 nl't. :!9 , l<•y J3.89i, 1's frc<'lu1111e11tc vincnlndo al anterior,
di<·l': "SustitúyC'sl' el nrt. 4 de In ley J:3.:?46 ¡,,or el s i!,'1liente :
J .11:- ( 'fü1mms U<'g-io11nlcs dcl>t'rií u didnr pronuncinmientor dentro
el • lo:-: 110,·t•11ta días. Sus c.l('cii,.ioues :;eráu apclnbles en r·elnción
dc.•11tro tlt• los quince e.lía:-: de notifirnclas. pura ante la ('iimara
( \.'11tral, r¡uiC'11 clchcri, follar, en defi11itin1, en <'I pinzo de sesentn
ll ías, ~- c·uyns dN•i sioues :;ol11111c11tt• s<'1·á11 susceptibles del recurso
extrnonli1mrio del nrt. 14 de In ley 48, ~- del d<' nclaratoria por
l' l'l'Ot' 111nt<'1·inl u obscuridnd clt•l fnllo".
"Lnr,; deci~ioucs de lns ~,mnra~ regionales adoptadas por
11111111i111iclntl sólo s<'rán npelnhleR ante la cámnru rcntrnl cunudo
la :-: en mm les iuvo<'itdns fu esen la~ de incompet.euciu y / o violación
DE ,JUSTICIA DE LA NACI ÓN 665

ele la ley en In fornrn o fondo del pronunciamiento rccurJ'ido' '.


"El recurso deberá quedar resu<'lto en el plazo de sesenta
díns, decidiéndose según correspouda: a) rechazar el recurso;
h) hacer Jugar al mismo, anulaudo la decisión apelada".
"Los pronunciamientos de las cámaras regionales y de la
ciímara central lJiuán cosa juzgada y serún ejecutables por las
a ut oridades judiciales, federales o provinciales, según corres-
lJOnda y de acuerdo con los procedimientos respectivos".
B stos artículos fueron sancionados ya bajo las normas de
In Constitución de 1949 y respondiendo, entonces, al movimiento
qnC' auspiciaba la mayor gmvitación del Poder Ejecutivo sobre
los otros poderes que desempeñan con él el Gobierno Nacional.
Es por ello que resultan más claros en su doctrina de privar al
Poder Judicial de funciones que le son propias para entrega ..las
al Poder Ejt'cuth·o, que las habría de desempeñar, a su tu1no,
por conducto <le funcionarios designados a través del MiniA•erio
de Agricultum de la Nación; y ello a pesar de que el art . 90 de
la <.:oustifución de 1949 reprodujo el a1·t. 95 de la Constitución de
18;';3. Ellos c\"idenciaron aún más el vicio de inconstitucionalidad,
<l<'. de que rcscrnrn In decisión de luR cuest iones cntl'e arrenda-
dorc:s ~- ntT<'ntlatnrioi,; n un orgnuismo ud111inil-trnth·o, sin otra
revisión judicinl que el re<•urso cxtnt0rdi11nrio, el cual posibilita
sólo u11 ns¡,cr to de Nm revisión. Hnzo11n111ic11to nuitlogo !!le ha de
apliear ni nrt. :!ti de Ju ley 1.¡..451, t¡uc di<'c: "todas Jni:; cuestiones
que se susci ten vor la nplicucióu <le In presente· ley, ::ierán de
competencia exclusiva de lns Cámaras de A l'rendnmientos y Apar-
ccl'Ín!ó: Rurales".
109 ) Que la:s (;úmarn s Parital'ias y la Cámara Central rea-
liznu, entonces, funciones de indiscutible carácter judicial al dilu-
cidar cuestiones entre particulares regidas por normas de derecho
comt1n (Fallos: 243: 357, entre otros). Sus integrantes deciden,
como si fuesen jueces, en contiendas sustancialmente contractua-
les (Fallos: 234: 715 y otros) y sus sentencias son recurribles
para ante la Cámara Central, que es organismo administrativo
contrn cuyas rcsolucione~ sólo procede el recurso extraordinario.
J..n intervención de los poclercs judiciales prevista por el art. 29
de la ley 13.897 sólo es autorizada para dar ejecución a las reso-
luciones de esos organismos, a las que se atribuye valor de cosa
juzgada. Y, en consecuencia, es dado concluir que aquéllas no
e!-;tún sometidas a contralor judicial alguno para ol orden comt'm
de los asuntos que tratan.
119 ) Que los integrantes de esos organismos, además, son
<lc:-;ignados y 1·emovidos por el Poder Ejecutivo, no ostentando,
n~í, la. gnrnntfa de inamovilidad qn<' aseguren su independen-
666 F"ALLOS DE L A CORT E SUPREUA

cia, ni, por tanto, el carácte r de jueces naturulcs en el sentido


<>onstituciomll. Cu recen, por tanto, do esa "independencia de los
jueces ... requeridas pura defende r la Constitución y todos los
derechos individuales" ( HAl\ULTON , Th e Fedcrol-i.st, n9 78). Tam-
poco poseen título habilitante en de recho para ej erce r una fun-
ci6n jurídica como la que les a signan las normas impugnadas.
1:29) Que aúu cuando el a rt. 95 de la ü onstitución Nacional
fuese inte rpretado con amplitud, como lo ha sido, admitiendo la
inte n ·cnción de organismos administrativos en funciones propias
de los jueces, el art. 18 exige que siempre existn una instancia
judicial donde, al revisarse lo r esuelto po r aquellos organismos
admini strativos, siga rigiendo sustancialmente el cardinal prin-
cipio de que la decisión final corresponde al Pode r Judicial de
la Nación o de las Provincias según el caso. Y las leye s sub exa-
me11, en ln :-1 disposiciones que no¡. ocupan, ~e apartan totalmente
de o!-tn iucxousnble ooudición. Por ello son inconstituciouafos.
Que cr-ta disidencia -y cabe decirlo para prc<'i:snr más su sen-
tido- s ignifica una posición contraria a In sostenida en varios
pronunciami<'ntos de esta Corto, entr<' los cuales :se eucuentnm
los rcgist rndos en Fallos: 235 : 369 y 233 : 83. En esto último
i-e consideran "aplicables los ar~m1cntos e ·puestos " en fallos
donde se Rostm·o la constitucionnlidad de lns cámaras paritarias.
139) Que sentada la iuconstitucionalidad de las dispos icio-
nes legales que han creado y dado organización a las Cámat·a s
Paritarias, en cuanto implican trans~l'esión de las precitadas nor-
ma s de lo!; rtl·ls. ~)5 y 18, corresponde examinar e l fundamento,
íut imamc nt c unido nl primer ugmvio, de In inconstitucionalidncl
por trn11sgl'Cl-ió11 del art . 67, inc. 11, de la C'om;tit ución Na cional.
14-9 ) Que esta Corte ha decidido reite radamente, n e:se res-
pecto, que la mat~l'ia de lo~ 1u·1·euJ1,tuicutos rurales es propia del
J er echo co111(m, como cualquie r otra dentro de la figura jurídica
do la locn<'ión de cosa s -Fallos : :l43: :-:l57 ; 140 : 144; 238: 67; 2~ 1 :
8:3 y 111ucho1- oh-os-. La Cons titución podrá o 110 haber impuesro
ni ( \ ,ng rc8o Xacional un crite rio definido para la legislación co-
11uí11 prc-vi ~tn en el art.. 67, inc. 11, y podrá o ,no haberla delimi-
tnclo tic un modo tan preciso como pnra i111¡1edir que normas de
dc rc('ho común cont <'n1en11 dis posiciones procesales cuando las
inl<c'grnn ( Falloi- : 137: :i03 ; 138 : 154 y otros ) ; pe ro lo que s í
impone e· mm concepción clar a y concreta de la separación de
los pode res que constituyen el Gobierno Xacional, y de las jnds-
dic·cio ues entre In N'ación y In ~ Provincias, de lo que sm·gc, sin
lugnr n duda ui excepciones, que a las Provincias corresponde
a <';.,'111·nr la administración de justicia dentro de sus límites terri-
torinl<1R (nrt. 59 ) y estahleccr sus respectivos poderes judiciales
(nrt!-. 104 y 105), rcserníndolcs la aplicación del derecho común
DE J l STICIA DE LA ~ACIÓS 66i

(nrt. 6i, inc. 11 ). Toda explicnción tel1rica que conduzca a sus-


trner de los jueC'cs provinciales In uµlica ción del derecho común.
no cons<'guil'ía sino transgredir estos principios. Así debe ser
considerndn la decisión en contrRrio dictada en estos autos.
159 ) Que el nrt. 6i, 'inc. 11, y sus cora·elativos 100, 104 y
afines - en <'fecto-, reconoceu una profunda raíz histórica en
defensa de las nutonomíns provinciales. El primero de ellos debe
:-:n actunl rcdac<'ión a los constituyentes de 1860, que tuvieron en
mirn la neccsidnd de impedir que las Provincias carecieran de
jurisdicción civil, criminul, cte., unu vez que los códigos respecti-
vo~ -leyes de la Nación- hubiesen sido sancionados. De ahí
el agregado que confiere la facultad de aplicarlos "a los tribu-
nales federales o provinciales, sei,.rún que Jns cosas o las personas
<'nyercn bajo i-.us respectivas jurisdicciones" introducido al art.
H7, inc. 11, y de ahí la frase : "con la reserva hecha en el inciso
11 del artículo 67", que correlativamente se incorporó al art. 100
por la (;omisión Na cional mi hoc. En la 'onvcnción de 1860 se
expresó, con la firma <le BAnTOLOl'tlÉ .M1TnE, DA1,l\t:Ac10 VÉLEZ S,,ns-
•·11-: Lu, JosÉ MÁnl\101., ANTONIO Cuuz ÜBLIOAOO y DoM1NUO FAUSTINO
8Anl\UENTO: "Por esto, la Comisión bu creído deber adicionar al
itl<'iso 11 del art. 64 (67), esplicando qu<' los Cód igos que el ('ou-
grcso dictnrc 110 nlternrán la~ jurisdic(•ion<'s dadas, y la aplica-
<'ión de In:. ley<'S que se contuvi<'i;en en los Códigos nacio, 1ales,
<'O tTei-pondcrá u loi-. tribmmles provinciales o fcdernles, según que
lns cosas o la s personas cayc~cn bajo sus respectivns jurisdic-
cion<'s" (A samblea.,; Co11.qfilu.11e11t,•,q .Arge11fi·na,q, t. IV, 1827-1862,
Buenos Ait·es 1937, pág. 78:!).
169 ) Que el urt. 67, inc. 16, no puede fundar una decisión en
contrario. Sin tiimilur en la Constitución nortenmcricana, pro-
viene de ALBERDI (U1·t. 67, inc. 3, de su proyecto), que lo tomó en
nl!,'11118 medida, n su vez, de la Constitución chilena. Ha de inte r-
pr<'tur~e cuidando que sus efectos sean eompatibles con los demás
de rechos <'onstitucionales, sean de In Nación o de las Provincias,
o hien se trate de derechos iJ1dividualcs. Uuidando esos límites,
el Co11greso ha podido dotnr al pní1:1 de leyes que fomentaron su
prngrcso de modo categórico. P C'ro el ámbito de legislación que
puede sustenturse en est.e iuc. 16 no puede confundirse con la legis-
Jncicln común del inr 11, respecto de la cunl In jurisprudencia do
esta (. 'orh• e!ó!, como so vió, categórica.
1i 9 ) Que se lm sostenido, no obstante, que el Poder Legis-
Jutivo sancionó lns normas sobre cámaras paritarias 1·cfiriéndolus
n unn mntcria que adquict·c un alcance distinto del que señala
el inc, 11 del nrt. 67 ele la Constitución, desde que, aunque haya
modificndo normas de de t·<'eho común, siempre se tratarín. de re-
gnhu- el llamado "ámbito rural específico" (Fallos : 241: 207;
668 FALLOS DE LA CORTE StT PRE)IA

2a5: 19 y o tros). También se l1a clicbo que lns leyes de a1Tenda-


miento han sido dictadas en uso de las fncultuclcs de " polieía "
cont'cridns por el inc. 16 del nrt. (i7 c..le la úo11 l'l titución nnte mate-
ria constitutiva del ya meucionudo " úmbito rural específico".
F~n ese l!IC'nt.ido, cabe rcco1·dnr c¡ue el carácter comtín de las nor-
1mls no depende de que se encuentren en uno de los códigos rnon-
(•iornulos por el art. Cii, inc. 11, desde que hay numerosas di sposi~
cio.ncs r¡uc se hnlh111 fue m de olios y re\'isten carácter comúu,
nsí eo1110 oh'i1s 1mmcn·osns que se encnC'ntran dentro ele esos
cuerpos lC'~alcs y carecen de tnl nutumlczn. Ln expresión cmplca-
cfa pu rn clei,:h1cm· In cs11c<!ificidad el<.' ciertos nsp<•ctos el<' In mnteria
rurnl 110 ontrufü, q ue se esté fuera. lle) {unbito del derecho común
tautns veces declarado en los fallos do esta Cor te. Aun el llamado
"iímhito rural espt"cífico" -de contornos no muy precisos- N;
~u:-ceptihle de reguhición por e l derecho común. Las no rnrn s
im1m;t11adns en esta causa no constituyen, entonces, legislación
('s p('(•inl, t('mporarin y de <>me r,g e ncin como las clictndas en uso do
la potc:-;tncJ coutcnidn en el nrt. 6i, iuc. Hi, pant rc1, rimir el agio
( l•1nllos: :!~3: 276 ) o, J)OI' aplicación del nrt. 67, inc. 17, pnrn «•on-
(•etfor nnmistíu~ generales (Fallos : :M5: 455 ). Además, admi-
tit>nclo lns ('ircm1stancins excepcionales que habrían promovido
In !-Unción de las normais impugnadas,' cnhc decir que el carácter
,·efericlo no os poi· ~í solo lmstantc pnra declarar que la materia
por l'llns r{'gulncla l'Scnpn a la 6rbita del inc. 11 del nrt. 67 y J>eno-
t r11 lu ll<'l i11<'. 16 del mi smo artículo. Así, e!!lta Corte, c1uc sostuvo
t• I <·H1·ii<·ter común de lns le~·es ele al'l'endmnientos rurales, según
:-:c1 elijo, hn dcdnrndo tnmbit!n en una constante líneu jul'ispru-
de>ncin 1, que revil)ten nquel mis mo cm·iict<'l' la s leyes de prórrogn
dc lnlo; locnciono~ t11·bnnns (Fnlloi; : :!45 : :!00 y 571 y otros), 110
oh:-:t1111tc «'l evidente enr1tdcr ('xccpcional o dt~ 0111e1·;:renci11 que lns
1•a r11<:t1•ri1.n. i-\tlcnuís, IH ( 'ortt.1 h11 clcclnrndo de co111pctC"ncin judi-
(·ia l y nje11n n In cfo las f'úm11rn s Pul'itnriH~ la solución de contici1-
1la:-: ag-rnrins vi11c-ulnclus a planes de colonización {Fallos: 235 :
.,(i y ::!:17 : t79) y de forcstacióu (236: ats y otros).
Por ot.rn parte, el cxnmon de ln s circma.sta,wins pnrn <lctc1·-
miiu11· si ellas son o no <'Xcepcionules ha <le lmcc rsc con sumu
prudencin. Si calla voz que se invoque una circunstu11cin ele ese
tipo, o, nun, cndn ,·cz que realmente exista, se estuviese fuern
dc•l m-t. 67, inc. 11, la L'«'Scrva de jurisdicción que éste a sc~"lll'U
JJ01ll'Ía •lt10dnr eliminada en los hechos, tanto más cuanto que, en
pt> ríodos tl<' transformncioncs coustantei-., ara:-o muy pocus· mnte-
rin s -si no ninguna- i;eríun excluídns <'11 In sanción de lo~res
fnmlndns r n lwcJ1os excepcionales. .Adcnuís, la pl'Oteccióu de lo::;
,·nliosos int.e roses agrarios no de.fü de ser eficaz a través <lo la
in t<' rp,·t>t ación y nplicación de sus )('yes por la justicia que las
DE J USTICIA DE L,\ NA CIÓN 660

Provineins organizaran dentro tfol molde constitucionnl. };J dcs-


nrrollo d e In:- potencias d el prog,·cso uluclidns en Fallos : 171 : 348
se lu\lla garantizado plenamente con e ·e sistema y los ca sos
extremos, q ae pueden acontecer también en la esfera. nacional,
son susceptibles d ol confralor d(•fiuitivo por esta Corte metlin11tc
In intcrpo:-ición ndccuadn d el r<'curso d e nrbitrnricdad.
189 ) Que muy poeo se bab1·ía avuuzudo en el país si todo el
<·elo de los constituycntci-1 de 1860 pudiese malog1·arse al ponc1· en
rn1rnos de um\ d cci~ión legislativa, poi· elevada que fuese su finu-
lidac.l, la l-itterte do hu; nutonomías pl'ovinciules y, con olio, el
:-i:-tc•11u1 fodcral de gobie mo -arts. l, 104, 105 y afines-. B:
por eso que esta l'orte hn d eclarado que algunas leyes e nrn pro-
pias di' la potC'stml 1·cco11ocida ul Pocle r L<'gislativo por el nrt. 67,
i11<'. 11, tnl c•omo se lm recordado 011 e) p{1rrufo ante rior. Y em\ndo
dcchtró que nl~unns oh'ns, aparentemente dictadas cu uso de
aqnt'll11 pot<'stnd, lo hnbínn sido en ojC'rcicio ele lus co11tcnidns
por ot ro!-- incisos, lo hizo porque In mutcrin del JH'onunciamiento
,,,.;tf,•11f,r 11u•11fc escnpabn al carúct er común. Así, en el recordado
pn•l'cdcnt C' de Fallos : 245: 455, esta ('o rtc cleclnró: "Que In ley
di' nmni:-tía, en C'fcC't o, d e nin~ín modo pued e ser considerada
como cfü,pos ición d e derecho común, ncccsorin de In cine reprime
los tlt•litos nnmi stimlos. Por t•I contrnrio, su 1mturnlezu C!iCllí'ial
c•,·idC'11<'ia •tlll' elln es acto d e ~ol>icrno, "escncinlmC'ntc político y
dt• i-;ohc rn11ín" (J. , ·. Oosz.,LEZ, Obras l'om¡,lrtas, ed. 103ó,
t. l U , 119 -U>8), esto es, 11C'tO cuyns coni;C'cuencini; exceden In potes-
tnc.l 01·<limu·in de legislar t'II mntcria penal y presuponen <'I d cs-
C'lllfWiio dt! In cle,·ndu t'mwión qn<' .AousTís u1-: \'.1m1A d efine a sí :
~' J.;s (•I co use.io supremo de la snbid111·íu y In cxpericucia humanu, ;
n11t c• 111 co11,·icció11 d<' In <'stel'ilidad y In impotencin d e In fue rz11
1mm 11¡,,u-ig-tmr los C'spíritus, cicatrizar lus heridas, adormecer los
odios" (('n11.~tif11r iá-it Ar,(J("lll'Ílw, p. :ns). Y en <>I prcc•edC'ntc,
tnmhié-n citndo, de Fnllos : 2-l3: :!76, d cclnró: "Que la legislación
<'11 exn111e11 .. . es njC'na ni art. fi7, iuc. 11, d(• In Const.itución Na-
ciounl: e:- unn /P.fJi,{//,,,·ióu ,•s1}('cial, tC'm¡,orarin y ele cmerbw-encin ... ".
Y tnmbién : " Que, en atención n la finulidud de cstn legislación,
e:- in<ludnhl<' qne se trata de unu legi.~lación de policía f eclernl
r¡,w. por din, extiettcle su. imperio,,, todo rl territorio de la Nación".
H~) Que Jus conclusiones precedentes no importan juicio
ac:C' rcn de In forma. como hau actuado los integrn•,tes de orgnnis-
11,os pnriturios -si superando la falta de titule de abo~rado cou
el couocimiento d e la matel'ia 1·ul'al, mediante .:elel'idad d e los
trámites e independencia do los pl'onunciamicntos ; o, a In. invc rsn,
• <'O ll defi ciencias técnicas, sujeción al Poder Ejecutivo o a los inte-
resei,; pnl'ticulares d e que cada integ rante es copartícipe, as í como
)('ntitnd e n la s tnuuitaciones; ni ucercn de cuúl es el sistema co11-
6i 0 f'AT.LOS DE LA CORT~~ ~ll PREll.\

vcnicnte, nunquo para su implantación f'ucsc nccesnrin In rcfor11111


<•onstitucioual.
L'nhf' rc<•or<lnr, s in cmbnrgo, "de lego fo1·cmlu" - pura pone r
do 1·1•:-m lto In prudencia cxtrcmadu que debo p1·es idir toda idea
clu reformar lms sabia · previs iones constituciounles- , <¡ne el pro-
fe so r no rtenmericano L1-~w1s .MAY1ms (1'/te tl.nH·rica n Lr•t1al s.lJ-~-
"'"'· NI. Jlarpc r & Brothc r!ó!, N cw York, 1Hó5) -con referencia
n u11 pní:,; c_¡uo, como el suyo, cum1ta con orgnnismos nd111ini s t rn-
t i\'o:-; qtu.• c,i<-rcen fnnci<m(•~ ni. ampnro de una ()onstitución (' ti
la c·ual 110 ~<• <•onticuc, scg-,ín Rt• trnoh'i , una no1·11u1 tan <'ntcgóri<'n
como (,'I a rt . H5 de In l'ousti tu.cióu A 1·g-c11t.i11u- , expresó los s i-
:,r11 i1•11h•s pcusami ento::-: " . .. Rc•sm11ic11do, se piénsn t.(U C 1111 cxn-
111!'11 d e In:,; leyes confiadas n la ejecución adntinistrntin, nnh~s
que II In jndiC'inl, 1·0,·elnrá que solumoute una minoría, tnl v ez
1111a pcqnC'ña 111inorín, req ui ere co11oci111ie11tm; más especializnclos
c¡uc t·l tic nr¡ucllns leyes cuya cj oeución se confín a los h-ibu11nlo$;
y llllC 011 examen d e las funciones do los órga11ó's ndmiuistrati\·os
co u jurisdieción pum <'nt e11dC'r 011 los p1·occdimie11tos d o cjN•u-
(•it',11 t'ü\•cl11 que muchos 110 tienen tules funciones ele reguhwillll
o tlc nd111i11i strució11 sobre In matorin el<' que tratnn, como la:-
()UC' l e clurfo un conocimi.e nto cspocinlizado, s i fuera necesario".
" Si 11110 limita su atención ni áren relativamente p('q11cña de
p rocNlimit•11tos de cj eoución en donde el t exto d e lá ley regln-
mc11t:uin y In complejidud de la materia re!,"Ulada exigen en ,·er-
dnd In pros<mcia d e expertos, el 1>roblema subsiste acerca d e s i
tnl JJl' t·i<·i11 puede únicmncntc ~er poscídn por quienes están clc<li-
cutlos simultú11N1mcnte n la rcgulacióu y n la adminis tración del
prnhli:11111. 1<--;11 cuunto concie rne al p er sonal jurisdiccionnl subor-
dimtclo, :;e nccpt a por todos aho1·a que 110 dchicrm,1 cledicnrsc n.
ac.-t i \'idades n•gfonwnta rius o ttdmi11i strnt ints. ( 'omfüuncute, <'l
dirc..•(•tor del órg-ano ach11ii1i strativo dcpcmtl<• de sus s ubordinados
ro ra f1111<•io11cs d e nscsonunicnto. 8i so rcquiC'rc un <'O IIOC'imicnto
('~JW1•i11lizndo, ; 110 puede ncnso en contrarse igunlmcut<' tnl espc-
ri 11l izació11 en mt tl'ibnnul ajeno completamente n la r cglnmenta-
c.ió n ~- mlmini straoión, cuyos micmln:os se elijan <'nh'c quiencs
tic-nen c-xpcricncia en el tema y cuyos propios conooirnientos se
,·eu fortificados po r el pe rsonal de i11,·estigación y por el cuerpo
d o pc ritos-órbitros del tribuunl 1 No os necesuri.o ree11lcar que
tal trihunfll µu cd<: orga,úzarsc rápidamente como parte del poder
judicial untes que del arlmiuistrativo, si se desea1'.n tnl cosn"
( pág-. +lfi}.
'' Si nl clcgir cutre el procedimi<'nto d<' ej ccución judicin 1 ).
el ndrninistrativo, debie ra prcf c- ri rsc a uno rlc ellos sob1·c ht huso
de un principio fundamental, no clcbic1·a permitirse que el factor
~ccundn rio ele In rnpid<'z nfecte la eleccifü,. Guulc1uim·n que sea c-l
DE J USTICIA DE LA NACIÓN 071

procedimiento elegido sobre un principi(?, debo buscarse rapidez


en su conducta. Pero a veces se at·gumeuta en favor de la rapidez
como si fuera de la mi sma esencia" (pág. 447).
" ... La creencia de que el t1·ibu11al administrativo se vea
lihrc lle restricciones pl'Occsnlcs; y ello asegure de hecho uutomú~
ticamentc lu rapit.lez, es en sí mismn infundada. U n estudio hecho
c•11 el Cong reso eu 1951 sobre las actividades judsdiccionales de la
('orni:•Ú<>n d e Uou1crcio 1'.,cde rnl, :se refc1·fa a sus «laboriosos y t.lilu-
tt1elos procesos de jurisdi<·ci(lll ndminis t rativa> y c xpt·csnba que
" una pe1·sona que presente unu petición connín u la Co111isióu,
110 cfobc espera1· que In (lccisión se dicte antes de vari.os años,
ello sobre la bnsc de los antcciedcntes 11nsndo:s. Los cusos más
g nwes han necesitado una década, ocusionnlmcnte. No debie ra
sorprender a quienes conocen las múltiples causas de demoras en
los 1>rocedi111ientos juclicialcs, no 1·elacionados con ln s 11orn:ml- pt·o-
cesales o de prueba, que condiciones s imilnrcs se produzcan en la
jnisticin ndministrativa' '.
" Tampoco puede afirmarse que Jn, libe rtad para dc,jar de
ludo h.tis cxcluycutes normas de pruebn que se cons ideran domi-
1umtes en el p1·ocedimiento judicial (así como In libertncl para
upartarsc también del molde interrogativo se~-"ltido en dicho p,·o-
cedimiento) asegure automúticmueute que el tribunal administra-
tivo que dirige la audiencia llegue a luchar de entrada con los
problemas fundamentales que lo . enfrentan, deduciendo do ellos
de mano,·n ('Xpeditiva los hechos necesari<,s. De la misma mane.r a
qne un juez cupuz, cumpliendo las no:t·ums pt·ocesales, puede
impulsar el procedimiento el~ mane ra expeditiva, un funcionario
mlministrntivo sin mayor capacidad o interés, puede, 11 posar de
In grnn libe rtad de <1ue goza, dejar que el procedimiento en que
c·onoce se estanque innecesari.a moute. De tal manera, un nutori-
znclo nnálisis oficial sobre los órganos federales, realizado en
1949, informó que "lns audiencias de alguna de las comisiones han
sido muy criticadas poi· indebidamente largas y dilatadas. Las
actuaciones tienden a estal' rcca.rgadas d e pruebas repetidas y
ncumulaclus, de lal'gas declnraciones de los a sesores y los testi-
gos que son esenciahnentc a.rgumentativos, y de imítiles re-
preguntas ".
"D<' lo que antecede surge que la actual tendencia a confiar
la. c,iecución lle nuevaH leyes a los órganos adminish-ativos mates
que n judiciales requie re ser rec(lnside rada; y que aún en casos
de procedimientos administrativos de ejecución de larga data,
como el tóndionte a In revocación de permisos (federal, cstndnal
o local), el de fraudes por medio del correo, el de deportación,
el ele prácticas desleales del trabajo y muchos otros, exigen un
fu11da1nental reexamen de la necesiclad de tribunales aparte del
1-'ALU)S DE LA CORTE SUPREllA

poder judicial organimdo independientemente, al cual todavín se


confían la gr,a n mayoría ele procedimie ntos de ejecución " (págs.
447/ 448).
Cabe destacar que la Suprema Corte de los E stados U nidos
de Nortt,•amé ..ica ha sostenido en reite rados pronunciamientos el
principio do la revisibilidad por los jueces, al menos en una ins-
tancin, <ll' In!:; resoluciones ndministrativas (355 U S 579; 358
C S 184 ; 360 U S 601 y otros).
· También Jm de puntualizarse que dive rsas med idas e inicin-
tin,s -cualquiera sea su éxito- per signen el propósito de adc-
cunr el régimen .'m-b exam,i1w al orden constitucional. El Pode r
Ejeéut ivo do Ja Nación proyecta la reforma al 1·égimen ele arren-
dmniento!; y apa1·ce rías rurales indicando los reparos sobre su
iuconstituoionalidad (Dinrio de Ses iones, Cámara de Scnudorl's
de la Xacióu, año 1958, págs. 520 y sigtes.). El deo1·eto-ley 868/
57 de la Provincia de Buenos Aires instituye el fuero 1·urnl de
C!ia pro\·incia, babiénclose intogrndo la materia por el decreto-le)'
21.209/ 57 ~- sn decreto rcglameutndo, que lleva el número 22.987/
57. Y, nctnalmentc, mediante el tlecreto-ley 3739/ 58, se pone en
mt111os de los Tribunales ele) Trabajo de esa provincia In deci sión
tic los litigio~ ugrarios, hasta tanto se const.it.uyn el fnero rural.
Asimismo, es subrayable que en oporhmidncfos dive rsas se han
expresado ('U el Potle1· Legislativo concepto~ severos alegando la
inconstitucionalidad ele lm; cámurus pal'itarins (Diario de S o-
l-- io,ws, C{uun rn d e Diputados, uño 1948, págs . 3445 y otras; año
1950, ¡,úgs. 155 y otra-s ; aüo 1955, págs. H43 y otras ; uño 1958,
p{,gi,;. ~184 y otras). Y cabe recordar, finnlmente, que las solu-
ciones legi slativas sancionadas al margen de la Constitución per-
turban cada ,,e~ más intensamente en un otro aspecto, porquo,
l'l clía en que se ,ruch-re ni cauce constitucioiml, lo~ intereses f or-
mndos al amparo de esas soluciones deben cede1· 1mte los supe-
riores tle la couviv<>ncia denfro de In Constitucióu, con )os
conl-4i~ticntes pe rjuicios materiales que hnn de sob1·l'venir a aque-
llos int(•rc-scs. .
20Ci') (.Jue los t'undamentos precedentemente <"·q1ucstos hacen
innecesario en esta causa In mención de otros nfines.
219 ) Que sobre los demás agravios, por tanto, no cabe pro-
nunciamiento porqul' él sería abstracto.
Por lo tat1to, habiendo dictaminado el Sr. P1·ocurador Gene-
ral, se declara· la inconstitucionalidnd de los nrts. 46 de la ley
1::J.246, 19 y 29 de la ley 13.897 y 26 de la ley 14.451, y, en conse-
ttuoncia, se 1·e,1 ocn la s(mtencia apelad~.
L u rsMAníA BoFF1 BOGGERO - P,:ono
ABERASTURY.

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