Está en la página 1de 97

Resumen de derecho procesal 2

Juicio extraordinario.

La diferenciación entre proceso ordinario y sumarios rápidos no parece haber preocupado


al legislador, que prescinde de sus terminologías, limitándose a su función más específica:
la de regular procesos.
La denominación proceso sumario ha escapado de los títulos y artículos, pero da la
denominación a los procesos distintos del ordinario. En lugar de una denominación
común de los no ordinarios, el CGP presenta dos; proceso extraordinario y proceso de
estructura monitoria.
Tanto el proceso extraordinario como el monitorio son dos especies de un mismo género
que, para no usar sino una expresión tradicional, puede calificarse como proceso sumario.

Los juicios sumarios son abreviados, no se aprecia en ellos otra limitación que la
temporal, ya por razón de la cuantía o por la facilidad que el conflicto ofrece para su
resolución. En todos los casos de plenarios rápidos y sumarios, hay una característica
común, determinante de la abreviación propia de proceso sumario; la especialidad del
objeto y la especialidad del fin.
El objeto difería del que es propio del juicio ordinario, por dos notas, no siempre unidas;
ya una cierta medida de evidencia, ya la simplicidad, ya la urgencia y también la
especialidad en la finalidad; la necesidad de inmediatez en la solución; que es obvia en
los casos de urgencia y consecuencia de la regla de proporción entre evidencia del objeto
y estructura, etc.

Estructura más breve que el proceso ordinario, asignada a objetos específicos y limitados,
con el fin de proporcionar una solución inmediata. Queda conceptuado en función de su
estructura abreviada, su objeto específico y limitado y su fin, la inmediatez de la
satisfacción jurisdiccional.

No procede, en este caso, la conciliación previa (art. 294.3) pero si la realización de una
etapa preliminar, común a todos los procesos (art. 306). La demanda, el control de la
demanda, el emplazamiento y la contestación son similares que en el proceso ordinario.
Por contestación se entiende deducción de todo tipo de defensas, no distingue la oposición
de excepciones. El art. 346.4 unifica el pronunciamiento en sentencia que resuelve todas
las excepciones y defensas, deben deducirse todas juntas en lo principal y lo accesorio.
Luego dispone el juez el diligenciamiento de prueba solicitada por las partes que no pueda
ser recibida en audiencia, a los efectos de que al momento de la misma se encuentre ya
diligenciada.
La convocatoria a audiencia debe coincidir, en lo posible, con el acto anterior por
cuestiones de celeridad. La audiencia es única, contiene la conciliación, la prueba
restante, los alegatos y la sentencia común.

El objeto es específico porque solo puede deducirse demanda de proceso extraordinario


si hay ley que especialmente lo establezca. Es admisible únicamente a texto expreso,
privilegio que la ley atribuye a determinados asuntos. La especificidad es una relación de
objetos determinados con una estructura determinada.
El objeto de este proceso es también limitado, como consecuencia de lo anterior. La
reconvención puede deducirse solo sobre la misma cosa y objeto que los presupuestos de
la demanda, no resulta fácil ver en qué casos podría una defensa con el mismo objeto y
causa, constituir, por si sola, fuera del proceso, una pretensión autónoma del demandado
contra el actor.
La limitación objetiva y funcional se agrega a la limitación estructural, a la abreviación
de trámites.

Desde el punto de vista de la clasificación tradicional de las sentencias, colocadas como


finalidad del proceso, no puede advertirse nada que las diferencie de las que surgen del
juicio ordinario. Esto responde a un enfoque exclusivamente formal, que escapa a la
naturaleza propia del proceso sumario.
La finalidad especial no puede ser otra cosa que una consecuencia de una especialidad
del objeto; esa especialidad creímos encontrarla en la urgencia, la evidencia real o
presunta, la simplicidad y la simplificación propia de los objetos.

Los arts. 349, 420. 1 y 5, 458, 461 y 546. 5 y 7, imponen el proceso extraordinario, para
un número determinado de objetos.
Barrios desarrolla dos grandes núcleos de objetos, que determinaban, por modo diferente,
la misma consecuencia; la inmediatez de la solución. Unos objetos obtenían la inmediatez
en razón directa de la urgencia que les era inmanente, caso de alimentos debidos; ante la
necesidad de cambio urgente, la función de cambio urgente.
Otros objetos determinaban la inmediatez de la solución de modo indirecto, mediante un
rodeo; alguna circunstancia comprime la estructura y esa compresión se iguala a la
urgencia. Esas circunstancias son la evidencia preponderante, la presunción de no
oposición, la simplicidad propia y la simplificación.
Descontando los monitorios y su carácter de evidencia o falta de resistencia subsisten, en
los objetos de los procesos extraordinarios, tres de las características propias de la
categoría tradicional conocida como juicio sumario.
La urgencia, vuelve a evidenciarse en los procesos de alimentación de todo orden, art.
349.2.
La simplicidad, considerada por el legislador su relativa complejidad, la estructura del
proceso ordinario le resulta excesiva; patria potestad, tutela, curatela, los regímenes de
visita, guarda, entrega de menores e incapaces. También algunos problemas de partición
y de concurso.
La simplificación, los llamados procesos posesorios y cuasi posesorios son instrumentos
rápidos, protegen situaciones de hecho ajenas a la propiedad y proporcionan al propietario
métodos menos onerosos que la reivindicación. No es simplicidad en el objeto sino
simplificación.

TARIGO

Proceso Extraordinario

El CGP regula el proceso de conocimiento abarcando tres especies; ordinario,


extraordinario y monitorio. Esta tripartición del proceso de conocimiento pudo resultar
inicialmente no fácil de asimilar, quizá por las clasificaciones binarias que había en el
CPC.
Como señala Barrios de Angelis, “en lugar de una denominación común de los no
ordinarios, el CGP presenta dos; con lo que se plantea el problema de saber si existe un
género común del que la estructura monitoria es una especie, si se trata de dos géneros
distintos, o si son dos especies de un género común y diverso del proceso ordinario. El
problema debe resolverse en el sentido de que tanto el proceso extraordinario como el
monitorios son dos especies de un mismo género que, para no usar sino una expresión
tradicional, puede calificarse como proceso sumario”.

Para Tarigo existe en la concepción del CGP un género, que es el proceso de


conocimiento, al que se opone, como género también el proceso de ejecución, y que el
proceso de conocimiento contiene dos sub especies, el ordinario y el extra ordinario. Esta
última especie admite a su turno dos subespecies: el proceso extraordinario stricto sensu,
sin estructura monitoria y el proceso extraordinario dotado de estructura monitoria.
Tanto el proceso extraordinario sin estructura monitoria como el de estructura monitoria
no son procesos ordinarios. Debemos preguntarnos, entonces, por las diferencias entre
uno y otro.

Arlas decía, bajo el régimen del CPC, “para la ley lo que distingue al juicio ordinario del
extraordinario es exclusivamente la estructura. Es ordinario cuando en él se observan
todas las formas que la ley prescribe con carácter general y extraordinario cuando no está
sujeto a todas esas formas”.
Sin embargo, agregaba que, “así no se logra una diferenciación precisa entre ambos
juicios, falta la noción positiva de lo que es juicio ordinario que nos permita decidir si
estamos o no ante un juicio extraordinario. Existe un criterio implícito en la ley, que se
refiere a la índole del derecho invocado o a la pretensión hecha valer. Determinadas
pretensiones han merecido una protección especial del legislador, lo que justifica que se
hagan valer en un procedimiento extraordinario.

Siguiendo a Guasp, se considera que los procesos de cognición comunes son, como su
nombre lo indica, aquellos que están pensados para las hipótesis generales, en tanto que
los procesos de cognición especiales son los que están ideados para casos singulares y
concretos.

Juicio ordinario es, entonces, aquel que debe seguirse siempre que se haga valer una
pretensión no calificada expresamente por la ley, en cambio juicio extraordinario es aquel
en que se ejercita una pretensión previamente determinada por la ley: de alimentos, de
desalojo, de entrega de la cosa, etc.
Dos caracteres señala Arlas; simplificación estructural en comparación con el ordinario y
pretensión específicamente prevista por la ley, se mantienen hoy en el CGP para calificar
al proceso extraordinario.

La existencia de una pretensión específicamente prevista por la ley como objeto del
proceso extraordinario, no solamente se mantiene en el CGP, sino que se ha hecho
explícito a tenor de los dispuesto por su art. 348. En efecto, lo que la norma dispone es
que únicamente aquellas pretensiones que tienen asignada una vía procesal especial, sea
la del proceso extraordinario, sea la del monitorio, sea cualquier otra específicamente
prevista escaparán a la regla de sus sustanciación por la vía del procedimiento ordinario.
Podemos definir hoy al proceso extraordinario, diciendo que es el procedimiento civil de
trámite más abreviado que el ordinario y en el que se hace valer una u otra de diversas
pretensiones calificadas que han merecido ese tratamiento distinto a la ley en base al
derecho que en esas pretensiones se invoca.
Barrios de Angelis lo define como una estructura más breve que el proceso ordinario,
asignada a objetos específicos y limitados, con el fin de proporcionar una solución
inmediata.
Estructura

Bajo el régimen del CPC y de la legislación procesal posterior, ese carácter estructural
propio del proceso extraordinario, de abreviación y simplificación se alcanzaba a través
de diferentes soluciones; por la reducción de los plazos procesales, por la disminución del
número de instancias y por la supresión de determinados actos procesales; en algunos
casos la ley incorporaba elementos de oralidad, teniendo en cuenta que en el CPC el
proceso ordinario era estrictamente escrito, esto suponía una verdadera excepción a la
regla; en alguna caso el CPC disponía para un concreto y determinado juicio sumario, el
de alimentos, la instancia única, al declarar la sentencia inapelable, sin perjuicio de
reservar la posibilidad de instaurar un juicio ordinario posterior.

La doctrina nacional destacaba como caracteres, la acentuación de los principios de


inmediación, eventualidad y de oralidad, principios que aunque excepcionales entonces,
han pasado a tener plena vigencia y real aplicación en el proceso ordinario de
conocimiento regulado por el CGP. Este ha concretado dos tipos de procesos no
ordinarios de conocimiento, el extraordinario y el proceso monitorio.

Las innovaciones estructurales que el CGP han introducido al proceso extra ordinario
están establecidas en el art. 346 y pueden sintetizarse así;
1- Concentración de la parte oral del proceso en una sola audiencia en la que tendrán lugar
la tentativa de conciliación, fijación de puntos de debate, prueba, alegatos y sentencia.
2- Admisibilidad y limitación de la reconvención sobre la misma causa y objeto que los
propuestos en la demanda.
3- El diligenciamiento de medios de prueba que no puedan serlo en la propia audiencia,
lo será una vez cumplida la etapa de proposición y antes de la realización de la audiencia.
4- Dictado de una sola sentencia sobre todas las excepciones y defensas.
Fuera de lo apuntado antes, el proceso extraordinario se rige por las normas
correspondientes al proceso ordinario de conocimiento.

Finalidad

El proceso extraordinario y el monitorio son en el CGP procesos de conocimiento. Ello


surge de su integración en el Título IV del Libro II, “procesos de conocimiento”. También
en el CPC el proceso extraordinario era de conocimiento, aunque por excepción, podía
serlo de ejecución, esto ya no es así, en el CGP es siempre de conocimiento.

Atendiendo al contenido de la sentencia que recae sobre la pretensión hecha valer en cada
caso puede distinguirse pretensiones, procesos y sentencias declarativos, constitutivos, y
de condena. Es declarativo el proceso de exoneración de pensión alimenticia, ya que en
el se pretende la declaración judicial de la extinción de la obligación alimentaria. Serán
procesos constitutivos los de guarda y tenencia de menores porque en ellos se persigue la
creación de un estado jurídico nuevo. Serán procesos de condena los procesos posesorios,
de alimentos como extraordinarios y de entrega de la cosa, ejecutivo como monitorios, ya
que en ellos se reclama una sentencia que no solamente declare la responsabilidad del
demandado sino que, lo condene a dar p hacer alguna cosa que, de no cumplirla,
posibilitara su ejecución forzada.

Los proceso extraordinarios en que se ejercita una pretensión de condena pueden ser a su
vez, preventivos o represivos. Es represivo cuando tiende a reparar la lesión de un
derecho, que por definición, ya se ha producido; es preventivo cuando tiende a evitar que
se produzca la lesión misma. La gran mayoría de los procesos extraordinarios son
represivos dado que la lesión ya se ha producido por la perturbación en la posesión o la
desposesión, la falta de la prestación alimentaria debida, la no devolución de la finca
arrendada, etc. Es en cambio un proceso de carácter preventivo el de denuncia de obra
nueva.

Resultado o eficacia

Arlas enseña, “atendiendo al resultado del juicio extraordinario, se trata de saber si él es


definitivo o provisorio, es decir, si después del proceso extraordinario cabe o no un juicio
ordinario en que pueda reverse o modificarse el resultado de aquel”.
En el juicio ejecutivo el CGP, según el art. 361 prevé el carácter provisorio de su
resultado y regula la promoción del juicio ordinario posterior.

Con respecto a los juicios extraordinarios la ley admitía en ciertos casos la posibilidad de
un juicio ordinario posterior. En materia de alimentos, en todo caso, aun no tratándose de
pensiones alimenticias, el proceso tendrá dos instancias y según se sostiene, no cabe
posibilidad de un proceso ordinario posterior.

En los pocos casos que mencionamos y en referencia a la cosa juzgada, la sentencia era
imperativa y pasible de ejecutarse de forma forzada, pero no se hacía inmutable, en tanto,
podía ser modificada en el juicio ordinario posterior. Había además dos situaciones, que
se mantienen aun hoy, en las que las sentencias dictadas en el proceso sumario, hoy
extraordinario, podían ser modificadas por un posterior proceso extraordinario.

La primera situación es referida al proceso de alimentos cuando se produce una variación


en la hipótesis de hecho que ha tenido en consideración la sentencia. El art. 347 inciso 2,
prevé que, en materia de alimentos, “cuando se alegue el cambio de la situación ya
resuelta, corresponderá, el proceso extraordinario posterior”.
La segunda situación se configuraba en el antes denominado juicio sumario, hoy proceso
extraordinario de violento despojo en el que la sentencia que recaiga en él puede ser
revisada en otro proceso extraordinario, el posesorio, que, a su vez, admite después la
posibilidad del proceso de reivindicación, proceso ordinario. Lo que sucede en este último
caso es que el objeto de cada uno de estos procesos es más amplio que el del anterior.

En los demás casos las leyes anteriores al CGP no preveían como actualmente tampoco
lo prevé el Código, la posibilidad de un proceso ordinario posterior.
Arlas sostenía que la posibilidad de revisar lo actuado en juicio es, en verdad, una
situación excepcional frente a los que podemos calificar como principios generales del
Derecho Procesal, porque atenta contra la inmutabilidad de la sentencia, aspiración
superior del proceso contencioso.
El principio es la inmutabilidad de la sentencia y ese principio solo puede alterarse cuando
la ley lo disponga. El hecho de que en algunos casos el legislador admita expresamente
esa mutabilidad, confirma este criterio, pues muestra que tal principio general no existe y
que la solución debe establecerse caso por caso.

Barrios de Angelis afirmó la existencia de una regla según la cual “todo proceso no
ordinario salvo disposición expresa o inferencia necesaria en contra, es revisable en
proceso ordinario posterior”. Ya en vigencia del CGP, el autor ha insistido en su punto
de vista. Se pregunta cuales pueden ser los argumentos para rechazar la revisión de los
procesos extraordinarios por un ordinario, y establece que el argumento que podría
erguirse es uno solo; si la ley no lo prevé expresamente en el caso no es admisible la
revisión. Para Barrios ese argumento constituye un error, ya que se confunde solución
especial con solución excepcional.

La disposición excepcional es no solo exclusiva, afecta a una o más especies del género,
sino excluyente, implica la voluntad de que no se extienda a las especies no comprendidas
expresamente. Disposición especial es más simple que la correspondiente a la norma
excepcional.

Sin embargo, pese a tan sutil distinción el CPC estableció que lo decidido en el juicio
ejecutivo y en el de alimentos sería revisable en juicio ordinario posterior y no se
estableció la misma solución pata otros procesos extraordinarios. El CGP reiteró en el art.
361 la regla del proceso ordinario posterior al proceso ejecutivo del art. 940 CPC, del que
decididamente excluyó a los restantes procesos extraordinarios con estructura monitoria.

Es verdad desde luego, que si todo proceso extraordinario admitiera su revisión en un


proceso ordinario posterior, el perdidoso, actor o demandado, tendría mayores garantías
que las que le ofrece el recurso de casación. Pero lo cierto es que la ley no lo ha querido
así y expresamente le ha concedido el recurso de casación y como consecuencia obligada
no le ha permitido el proceso ordinario posterior.
Además con idéntico criterio al que utiliza Barrios habría que impugnar la actual
inexistencia de una tercera instancia en el proceso ordinario que el CGP suprimió para
instituir en su lugar, el recurso de casación.

Otro argumento, que según el autor, tiene rango constitucional, dado que la interpretación
combatida desconoce el principio constitucional de igualdad, la denegación de revisión
agrede el sistema. La solución negativa provoca cierto desequilibrio. Habrá objetos hijos
y objetos entenados, objetos tratados como desiguales, no diferencias en la igualdad de
los hombres ante los tribunales. De Aristóteles acá, la igualdad de los sujetos implica la
igualdad de los objetos y viceversa; ninguna causa puede ser inferior a otra ante la justicia.
Una interpretación denegatoria de la máxima garantía es abiertamente inconstitucional.

No obstante, con ese criterio que se propone, todos los procesos, cualesquiera fuera la
pretensión que en ellos se hiciera valer, deberían tramitarse por el proceso ordinario y
todos ante la SCJ para así asegurar la absoluta igualdad de los sujetos y de los objetos.
Afirma Barrios, a modo de conclusión, que, de allí que, salvo prohibición expresa, que
no existe y de existir sería antijurídica, debe entenderse que procede la revisión de la
sentencia definitiva por proceso ordinario posterior. Solo puede oponerse a esta
conclusión el hecho de que la diferencia entre el proceso sumario y el ordinario resulte
mínima o irrelevante.

Tarigo expresa que no puede ser razonable que algo tan importante como la admisión o
no de un proceso ordinario posterior a un proceso extraordinario, quede librado a una
valoración que siempre será individual, subjetiva, acerca de si las diferencias entre el
extraordinario y el ordinario resultan mínimas o irrelevantes.

En conclusión, tanto en el sistema del CPC como en el CGP, loa procesos extraordinarios,
tanto como los monitorios, solamente admiten la posibilidad de un proceso ordinario
posterior cuando una norma legal así, expresamente, lo establezca. Y no existe, por el
contrario, ningún principio o criterio general que sancione una regla distinta aplicable a
todas las situaciones.

Existe sí, en el CGP una norma, que Barrios a tratado infructuosamente de minimizar, el
art. 347, que dispone que contra la sentencia definitiva dictada en proceso extraordinarios
cabe, entre otros, el recurso de casación. Y este no es procedente contra sentencias
recaídas en asuntos que admiten un proceso ordinario posterior sobre la misma cuestión,
así lo dispone el art. 261.2. Esto viene a desmoronar la tesis de la existencia de una regla
general por la cual, salvo prohibición en contrario, todo proceso extraordinario admite su
revisión en un proceso ordinario posterior.

Naturaleza

Se atiende a la cuestión de si hay o no una diferencia esencial entre el proceso


extraordinario y el ordinario. Arlas decía; existe sin duda una diferencia de estructura,
compatible con una sustancial identidad de función; existe coincidencia en la finalidad de
uno u otro proceso, pero puede haber diferencias en cuanto al resultado; no hay, por lo
general, diferencia en cuanto al tipo de cognición que se realiza en el proceso ordinario y
el extraordinario.

Conviene aclarar desde ya que solo el proceso ejecutivo, proceso de estructura monitoria,
admite proceso ordinario posterior, art. 361 CGP, y que por ello, puede tener la calidad
de provisorio. La cognición del proceso ejecutivo plantea algunas interrogantes, es verdad
que la cognición es normal en el proceso ejecutivo común, dado que según el art 351 el
demandado puede oponer en él cualquier excepción que tuviere contra la demanda, no
acontece lo mismo en el proceso ejecutivo cambiario y en el proceso ejecutivo tributario.

Clasificación

En el sistema del CGP la gran clasificación es la de procesos extra ordinarios y procesos


con estructura monitoria. No obstante, cabe admitir otras más allá de estas emergentes
del propio texto del código.

Una de ellas distingue los procesos extraordinarios de resultado o eficacia provisoria, de


aquellos otros procesos extraordinarios que cabe catalogar como definitivos en los que lo
resuelto definitivamente en ellos no admite revisión posterior. En los primeros, la
sentencia definitiva adquiere calidad de cosa juzgada material pero no formal hasta tanto
no se resuelva el proceso ordinario posterior o caduque el plazo para iniciarlo. En los
segundos, la sentencia definitiva, adquirirá la doble calidad de cosa juzgada material y
formal.

Ejemplos de procesos de eficacia provisoria son el ejecutivo y los procesos posesorios.


Una situación particular es la del proceso de alimentos u otras pretensiones relativas a
menores de edad, dado que su resultado no es que pueda ser revisado en un proceso
posterior, pero puede sí ser alterado o modificado como consecuencia de un nuevo
proceso instaurado sobre la base de haber variado las circunstancias que configuraban la
situación fáctica. Se trata, como dice el art. 347. 2 de procesos en que se sentencia rebus
sic stantibus.
Ejemplos de procesos definitivos son como se comprende la enorme mayoría de los
procesos extraordinarios y monitorios. Procesos por entrega de la cosa, entrega efectiva
de la herencia, pacto comisorio, etc.
También está la clasificación, ya mencionada, que distingue procesos extraordinarios
represivos de los preventivos, con la peculiaridad de que en su inmensa mayoría los
procesos extraordinarios son de carácter represivo y solamente en el proceso de denuncia
de obra nueva se admite la clasificación de proceso preventivo.

Estructura y desarrollo del proceso extraordinario

Principios generales

Están regidos por dos principios generales que surgen del acápite del art. 346 y del art.
348 del CGP.
El art. 348 establece un principio que determina que el proceso ordinario sea el común
denominador que deben recorrer todas aquellas pretensiones que no tengan establecida
en la ley un forma de proceso distinta. Solamente pueden tramitarse por la vía del proceso
extraordinario, aquellas pretensiones para las que la ley, a texto expreso, así lo haya
dispuesto.
Tramitaran por la vía del proceso extraordinario, aquellas pretensiones mencionada
específicamente en el art. 349 del CGP y otras a las que el propio Código o leyes
posteriores puedan remitirse.

Antes del CGP y ante la ausencia de una norma como el 346, la doctrina se preguntaba
en qué medida se aplican las normas del ordinario al proceso extraordinario. Se aplican
todas aquellas normas del ordinario que no propugnen con reglas especiales del
extraordinario o que no contraríen la especifica estructura o finalidad de estos juicios. Esa
es la solución que se consagra en el art. 346.

Pero antes, en la propia Constitución de la República existen normas de este alcance,


referidas al debido proceso (arts. 7, 8, 10, 12, 13, 18, 19), a la auxiliatoria de pobreza
(art.), la necesaria conciliación (art. 255). También están las normas establecidas en los
primeros 116 artículos del CGP, referidas a los principios generales, normas procesales,
al tribunal, al Ministerio Público, a las partes, etc.
Como reglas pensadas para los procesos ordinarios pero también aplicables al
extraordinario deben considerarse las disposiciones referidas a los actos de proposición,
al emplazamiento, a la contestación y reconvención, a las resoluciones judiciales, a los
medios extraordinarios de conclusión del proceso.

La tentativa de conciliación previa-

El art. 294 en su texto original disponía que no se pudiera iniciar ningún pleito sin tentar
la previa conciliación, exceptuando aquellos procesos que no tramiten por vía ordinaria.
Dicha norma no era ninguna innovación ya que recogía con diferente formulación lo que
establecía LAJ de 1965.

Luego la ley 16995 sustituye el texto del art. 294 y con relación a la conciliación previa
en los procesos extraordinarios y suprime aquel numeral que exoneraba de conciliación
previa a los procesos que no tramitaran por vía ordinaria y en su lugar, en los numerales
3 y 4 menciona procesos extraordinarios y monitorios, con respecto a los segundo
exceptúa de conciliación a los procesos ejecutivos y de entrega de la cosa, con respecto a
los primeros exceptúa de conciliación previa solamente a los procesos de reforma de plazo
o clausura del proceso de desalojo deducidos por el inquilino mal pagador, el resto de los
extraordinarios para saber si corresponde o no tentar la conciliación deberá tenerse
presente el numeral 11.

La ley 19.090 modifica el art. 294, que vuelve a su redacción originaria en el numeral 1,
y exceptúa de conciliación previa a todos aquellos procesos que no tramiten por la vía
contenciosa ordinaria.

Diligencias preparatorias y medidas cautelares-

En ambos casos resulta clara su aplicabilidad en los procesos extraordinarios. El art. 306,
en efecto, en referencia a las diligencias preparatorias, dispone que en todo proceso pueda
realizarse una etapa preliminar por iniciativa de parte. Y a su vez el art. 311 dice que las
medidas cautelares podrán aplicarse a todo proceso.

Acumulabilidad de pretensiones-

La acumulación inicial y subjetiva, a la que se refiere el art. 120.2 CGP, siempre resultó
posible en los procesos extraordinarios, tanto bajo la vigencia del CPC como bajo la
vigencia del CGP. Los casos, frecuentes, de demanda de varios hijos contra su padre por
alimentos, o proceso de desalojo contra dos o más coarrendatarios, son ejemplos claros
de ello.

La acumulación inicial y objetiva de pretensiones, la del art. 120.1 CGP, también era
teóricamente posible bajo el sistema del CPC en los juicios extraordinarios, pero dada la
variedad de los procesos sumarios chocaba con el art. 287 inciso 3, que exigía que los
diferentes procesos puedan sustanciarse por el mismo trámite.
La exigencia del 287 inciso 3 sigue estando en el CGP, pero como este a suprimido la
enorme diversidad de procesos sumarios ha habilitado una enorme apertura a la
posibilidad de acumulación inicial y objetiva, que se sustanciaran sea por via del
extraordinario o por la del monitorio.

Con respecto a la acumulación de autos el CGP, art. 323 num. 3, limita la exigencia a que
los tramites de todos ellos sigan el mismo procedimiento. Actualmente resulta
perfectamente posible la acumulación de dos o más proceso extraordinarios ya que todos
siguen el mismo procedimiento.

Además, el mismo art. 323.3 establece que cabe perfectamente la acumulación sucesiva
por reunión de pretensiones, entre un proceso ordinario y uno extraordinario cuando se
configure la circunstancia prevista por la norma, esto es, que la sentencia a recaer en uno
de tales procesos haya producido efecto de cosa juzgada con relación al otro o a los otros.
En tales hipótesis el procedimiento a seguir desde la acumulación será el que presente
mayores garantías, en la acumulación de un proceso ordinario y uno extraordinario,
ambos continuarán tramitándose por la vía del ordinario.

Declaración en rebeldía-
En el CGP es posible este instituto. Tarigo sostiene al respecto que tiene como marco
normal de aplicación el juicio ordinario; pero, por lo que respecta a la rebeldía del
demandado es perfectamente compatible con todos aquellos tipos de juicios estructurados
sobre la base de la simplificación y abreviación de los trámites del ordinario.
La nota fundamental para que resulte aplicable este instituto en el extraordinario radica
en que en él exista demanda de la que se confiera traslado mediante emplazamiento, de
lo contrario resulta inaplicable.

Guasp dice que afirmar que el régimen de la rebeldía se aplica solo al proceso ordinario
es insostenible. Lo que si es cierto es que muchos procesos especiales escapan a la
ordenación común de la rebeldía, sin embargo, no es eso un principio general de la
rebeldía, sino una limitación de su ámbito ordinario, que en cada caso concreto hay que
establecer por separado.

Arlas entiende que en todos aquellos casos en que se emplace personalmente al


demandado para contestar la demanda, cabe el juicio sumario en rebeldía. Y solo cabe en
estos casos porque la existencia de emplazamiento es supuesto indispensable para la
declaración de rebeldía.
En el CGP al regularse los procesos extraordinarios y al organizarse como proceso
ordinario más breve y simple pero con idéntica estructura parece que cabe perfectamente
la declaración de rebeldía en el proceso extraordinario y no cabe, naturalmente, en el
proceso monitorio, en el que las consecuencias de la incomparecencia son aún más graves.
El CGP ha incluido las normas atinentes a la rebeldía en el art. 339, dentro del Capítulo
I, “Proceso Ordinario”, y dada la norma de encabezamiento del art. 346 “el proceso
extraordinario se regirá por lo establecido para el ordinario en cuanto fuera pertinente y
con las siguientes modificaciones…”, modificaciones que no las hay respecto a la rebeldía
que resulta clarísima su aplicabilidad a los procesos extraordinarios.

La demanda y su contestación-
La oposición de excepciones y su sustanciación-

No existe en el 346 ninguna regla especial referente a la demanda o contestación, ambas


se rigen por las normas del proceso ordinario. (arts. 117 a 122 y 130 y sgtes). También
son igualmente aplicables las normas relativas al emplazamiento, arts. 123 a 129.
En lo que atañe al plazo para contestar la demanda cabe concluir en la aplicabilidad de la
norma del art. 338.1 que dispone que luego de cumplido el control de regularidad, se haga
el emplazamiento y se dé traslado por el plazo de 30 días. Llama la atención la solución
legal porque una de las formas de abreviación seguidas fue la de acotar o reducir los
plazos asignados a las partes para cumplir los respectivos actos procesales, sin embargo
esta que apuntamos, es sin dudas, la solución del Código.

Barrios de Angelis señala que por “Contestación debe entenderse, nos parece, la
deducción de todo tipo de defensas; no se distingue expresamente, entre la contestación
contradictoria y las excepciones previas, sin embargo el art. 346 unifica el
pronunciamiento en sentencia que resuelve todas las excepciones y defensas”.

Al contestar la demanda, en aplicación del principio de eventualidad y de lo dispuesto por


el art. 132 deberá formular su oposición, contestar contradiciendo y además oponer
excepciones previas que corresponda.
Pero estas excepciones no tienen asignado el dictado de una sentencia interlocutoria
específica, sino que el tribunal se pronunciara en esa única sentencia sobre todas las
defensas y excepciones.
La ley 16699 dio nueva redacción al art 338.2 CGP, estableciendo que “Si se opusieran
en la demanda o a la reconvención oposiciones previas se conferirá traslado al actor o al
demandado, según el caso por un plazo de diez días. Cuando cualquiera de las partes
disponga simultáneamente de plazos de diez y treinta días para evacuar traslados, se
evacuarán juntos en el plazo de treinta días”.

Resulta claro que al no existir en el 346 una regla específica sobre la sustanciación de las
excepciones previas en un proceso extraordinario, su forma debe ser la misma que la
prevista para el proceso ordinario.

Reconvención-

El numeral 2 del art. 346 dice que solo se admitirá la reconvención sobre la misma causa
y objeto que los propuestos en la demanda.

En el sistema del CPC, la doctrina y la jurisprudencia sostuvieron durante largo tiempo


la inadmisibilidad de la reconvención en los juicios sumarios. Arlas decía que porque la
reconvención debía hacerse en el acto de contestar la demanda, que por si solo ya excluía
la posibilidad de reconvención en aquellos procesos en los que no existía contestación de
la demanda como acto propio. Esta regla perdió aplicación por cuanto en el sistema del
CGP las reglas del art. 346 solo se aplican al proceso extraordinario.
El segundo argumento afirmaba que la reconvención no se compadecía con la índole del
juicio extraordinario, en cuya estructura no tenía cabida ni se previó la posibilidad de una
contienda distinta a la que se planteara con la demanda.

Teitelbaum por su parte compartía el argumento de que la reconvención solo podía


oponerse en la contestación y por tanto quedaban fuera de ella los procesos cuya
tramitación no admitía una etapa inicial de debate de forma bilateral. Pero agregaba que
esto no significa que la reconvención no fuera posible en los procesos extraordinarios,
sino que debía consultarse la estructura de cada tipo procesal especial. Establece el autor,
que era posible la reconvención en los procesos extraordinarios que se seguían en la forma
del proceso incidental que era apto por su estructura similar a la del ordinario.
Arlas luego cambia su posición y establece que cuando la demanda principal y la
reconvención se sustancian por unos mismos trámites, cabe la reconvención en mérito a
un claro principio de economía procesal.

En el CGP la solución legal está en el art. 346.2 en el sentido de la admisibilidad de la


reconvención, aunque pueda resultar menos clara la referencia a que ella recaiga sobre la
misma causa y objeto de la demanda. No resulta fácil saber en qué casos de defensa puede
verter en el mismo objeto como bien y en la misma causa.
Más allá de la expresión legal imprecisa lo que la ley ha querido salvaguardar aquí la
posibilidad, por ejemplo en un proceso de alimentos, de contrademandar o reconvenir,
reclamando el alimentos del actor.

La intervención de terceros-
Teitelbaum sostenía que dicha forma de acumulación no es aplicable a los procesos
extraordinarios argumentando la existencia de cierta razón, en excluir la acumulación
sucesiva de los procesos extraordinarios, cuya finalidad es la obtención de una sentencia
rápida, ya que la aparición de una nueva parte, amplía el proceso, máxime en el caso de
terceros adyacentes.

Poco después Arlas sostuvo que en principio debe admitirse la tercería en juicios
sumarios, porque las razones son las mismas que en el juicio ordinario. Con dos
salvedades, la primera es que la promoción de un tercería no puede desnaturalizar la
estructura del juicio sumario ni alterar su contenido específico. Y segundo, que en ciertos
casos la ley impide tácitamente la promoción de cualquier tercería. Por ejemplo en el
juicio posesorio.

Ya en vigencia del CGP nada obsta a la reafirmación de esta tesis que admite la
intervención de terceros. Porque la intervención de terceros ya no aparece limitada al
proceso ordinario sino que el instituto está previsto en sus disposiciones generales. Y
además porque nada establece el 346 con respecto al proceso extraordinario, rige la regla
general consagrada en su prefacio, por la cual el mismo se rige por lo establecido para el
ordinario.

Diligenciamiento de prueba anticipado-

En el proceso extraordinario y dado que la audiencia preliminar y la complementaria del


proceso ordinario han sido fusionadas en una sola, resulta obvio que todo lo relativo a la
ordenación y diligenciamiento de los medios de prueba propuestos por las partes en sus
respectivos escritos de demanda y de contestación, debe disponerse por el tribunal en
forma anticipada o anterior a la realización de la audiencia única.

En el proceso extraordinario los medios de prueba propuestos por actor y demandado en


sus escritos de proposición son directamente diligenciados por el tribunal con la
anterioridad necesaria a la fecha que se fijará para la realización de la audiencia.

Audiencia única-

El art. 346.1 dispone que el trámite se concentrara en una sola audiencia, la inasistencia
de las partes se regirá por lo previsto en el 340.
El procedimiento del proceso extraordinario se concentrará en una sola audiencia que
tendrá por contenido la tentativa de conciliación, la fijación de los puntos de debate, la
asunción de la prueba, los alegatos y la sentencia.

Esta inconveniente síntesis del texto del num. 1 del art. 346 plantea teóricamente algunas
dificultades interpretativas. Fijación de los puntos de debate parecería una categoría solo
equivalente a la del objeto del proceso. Podría sostenerse que dado que en el proceso
extraordinario el diligenciamiento de los medios de prueba ya ha sido dispuesto por el
tribunal con antelación a la audiencia, carecería de sentido o de oportunidad fijar, en la
audiencia, el objeto de la prueba.

Sin embargo, la fijación del objeto de la prueba tiene una función complementaria con
relación a la fijación del objeto del proceso, ya que según lo que se determine con relación
al objeto del proceso deberá determinarse, en regla d estricta correspondencia, el objeto
de la prueba. En definitiva que aunque gramaticalmente lo exceda, la fijación de los
puntos en debate equivale a la fijación del objeto del proceso y de la prueba.

Rigen las reglas que sobre la comparecencia personal de las partes a la audiencia
preliminar establece el art. 340 CGP. Aunque algunas sanciones son verdaderamente
draconianas son las soluciones que ha instituido el Código vigente para el proceso
ordinario y que por el acápite del 346, se aplican al extraordinario también.

La sentencia-

La particularidad aquí radica en la inexistencia del dictado de una sentencia interlocutoria


para resolver las excepciones previas, cualesquiera que estas sean. La sentencia definitiva
de primera instancia se pronunciara conjuntamente sobre las excepciones y defensas.
A diferencia del actual 346, los arts. 890 y 250 del CPC establecían que opuesta, entre
otras, la excepción de incompetencia debía dictarse una sentencia interlocutoria a su
respecto y solamente una vez que esta quedara ejecutoriada, el mismo juez, si la sentencia
hubiera sido desestimado o el juez declarado competente en caso contrario, abriría el
juicio a prueba.

La solución legal vigente es distinta. No existirá una sentencia dictada antes de finalizado
el proceso, ya que aún la sentencia que recoja la excepción de incompetencia será
pronunciada al finalizar la audiencia única. En caso que el tribunal acoja la excepción
solo se pronunciara sobre la misma. Sin perjuicio de ello, dicha sentencia, será sin duda
una sentencia interlocutoria, atendiendo a su contenido decisorio parcial, referido no al
objeto del litigio sino exclusivamente a un aspecto procesal del mismo. Tendrá carácter
de interlocutoria con fuerza definitiva. De quedar firme pondrá fin al proceso, y podrá ser
ejecutoriada. Y de resultar apelada, la apelación deberá ser concedida con efecto
suspensivo (arts. 252.1 y 342.2).

Los recursos-

El art. 347 del CGP, dispone que contra la sentencia definitiva dictada en proceso
extraordinario caben los recursos de aclaración y ampliación, apelación, queja por
denegación de casación, de apelación o de la excepción de inconstitucionalidad, casación
y revisión. Caben todos los recursos, menos el de reposición.

Dos precisiones, primera apuntar que la norma se refiere a la sentencia definitiva tanto de
primera como de segunda instancia, y que los recursos que declara admisible
corresponderán, según el caso a una o a otra; el de apelación contra la sentencia de primer
instancia, el de casación contra la de segunda, los de aclaración y ampliación contra
cualquiera de ellas. Segunda es lógico que contra la sentencia definitiva dictada en
proceso extraordinario no quepa el recurso de reposición, dado que este nunca cabe contra
sentencias definitivas. Cabe si este recurso contra las providencias de mero trámite o mere
interlocutorias.

Contra la sentencia definitiva de segunda instancia dictada en proceso extraordinario


quepa el recurso de casación tal como lo dispone el art. 347, sirve de argumento a favor
de la inexistencia de una pretendida regla general que estableciera la posibilidad de un
proceso ordinario posterior. Armonizando esa disposición con la del art. 269, según el
cual no procede recurso de casación contra las sentencias recaídas en asuntos que admiten
un proceso posterior sobre la misma cuestión.

Recursos cuando se sentencia rebus sic stantibus-

La nueva redacción del art. 347.2 establece que los procesos en que se sentencia rebus sic
stantibus cuando se alega el cambio de la situación ya resuelta corresponde un proceso
extraordinario posterior para decidir la cuestión conforme a la nueva situación de hecho.
En su momento se sostuvo debido a esa redacción que se excluía de la apelación por
disposición legal las sentencias que son rebus sic stantibus. O Los mismo pero con la
casación. Los fundamentos eran, primero que como se pretende hacer valer una
pretensión fundada en un cambio de situación de hecho que dieron mérito a la sentencia
anterior en el Código se sustituye el recurso de apelación por un proceso extraordinario
posterior. Y segundo, cuando se alegare el cambio de la situación ya resuelta,
corresponderá un proceso extraordinario posterior y no a dos recursos ordinarios para
decidir la cuestión definida conforme con las nuevas circunstancias.

Esto según Tarigo no es cierto, que se haya excluido de la apelación ni de la casación a


ese tipo de sentencias. Pueden perfectamente ser apeladas las de primera instancia o
recurridas en casación las de segunda. Si la sentencia de primera instancia causa agravios
al perdidoso este la apelará; si la sentencia de segunda instancia a incurrido en infracción
o errónea aplicación del derecho, interpondrá el recurso de casación.

A lo que se ha referido el inciso 2 del art. 347 es a una situación peculiar en la cual el
cambio de la situación de hecho se opere en el decurso del inicial proceso de fijación de
la pensión alimenticia por ejemplo, si el cambio de la situación se produjo cuando ya ese
hecho no se puede alegar ni probar en el proceso, obviamente no corresponde recurrir,
sino iniciar un nuevo proceso.

La segunda instancia
Debemos partir de la norma del 344.6 que establece que lo dispuesto en los ordinales
precedentes, es aplicable a la segunda instancia de todos los procesos, salvo lo previsto
en el 346.5.

En los procesos extraordinarios la solución no es otra que la referida a la admisibilidad


de la prueba en segunda instancia nacida como consecuencia de la apelación de una
sentencia interlocutoria, prueba documental de fecha posterior o de hechos
supervinientes, o anterior que se declara bajo juramento desconocer.
La admisibilidad de la aprueba en segunda instancia en un proceso extraordinario se
regulara en todo caso por las mismas reglas que rigen para la segunda instancia del
proceso ordinario. El único medio admisible será el documental.

El requisito de fecha posterior debe ser entendido aquí como de fecha posterior a la
audiencia única.

La cosa juzgada

La sentencia de segunda instancia, en los procesos extraordinarios pasará e autoridad de


cosa juzgada una vez transcurrido el plazo para la interposición del recurso de casación.
No existe diferencia a este respecto entre el proceso ordinario y el extraordinario.
Procesos monitorios

El proceso dotado de estructura monitoria se caracteriza porque el tribunal al proveer in


limine litis sobre la demanda, dicta, sin oír al demandado, sin audiencia del demandado,
una resolución en la que acoge la pretensión hecha valer por el actor, esto es, una
resolución sobre el fondo, cuya eficacia dependerá de la actitud que adopte el demandado.
Si este opone excepciones, su oposición privará, total o parcialmente, de eficacia a aquella
resolución inicial, promoviéndose un contradictorio que terminará con una sentencia
sobre el fondo.

Viera ha sostenido que el proceso de tipo monitorio cuenta con las siguientes fases; a)
una primera etapa, sin contradictorio, demanda y resolución favorable; b) una segunda
etapa: citación del reo para que, dentro del plazo, cumpla o se oponga; c) una tercera etapa
que depende de la actitud del demandado, si no se opone, la resolución inicial queda
firme, pronta para ser ejecutada. Si se opone, o decae la resolución inicial y es como si
no hubiese existido o queda en suspenso hasta que se resuelva el mérito de la oposición.
Si se rechaza la oposición la resolución inicial queda firme, si se acoge la oposición cae
la resolución inicial.

Chiovenda establece que lo que caracteriza al proceso monitorio es la falta de


contradictorio. Esta teoría no es inexacta pero si insuficiente, por cuanto centra su visión
en la primera etapa del proceso, y no considera que el proceso prosigue con la citación
del demandado, dándole la oportunidad de ser oído.

Calamandrei sostenía la teoría del desplazamiento de la iniciativa del contradictorio. En


el proceso de tipo monitorio el actor, mediante su demanda acude directamente al juez,
quien emite sin previo contradictorio una orden o un mandato dirigidos al demandado,
señalándole al mismo tiempo un plazo dentro del cual este puede, si así le interesa,
provocar el contradictorio mediante su oposición. A falta de oposición formulada a
tiempo, el mandato adquiere eficacia de un título de ejecución.

Señala el autor que lo típico de esta clase de procesos es que en él la finalidad de llegar
con celeridad a la creación del título de ejecución se alcanza desplazando la iniciativa del
contradictorio del actor al demandado. El título nace por el solo hecho de que el
demandado no demuestre la utilidad de abrir el contradictorio.
Ya firmaba que esta clase de procesos se distinguen por dos caracteres fundamentales;
por la finalidad, que es la de dar vida, con mayor celeridad de la que puede conseguirse
en el proceso ordinario, a un título de ejecución; por el medio, que es el de invertir la
iniciativa del contradictorio, haciéndola pasar del actor al demandado.

En la doctrina nacional se sigue en término generales esta concepción. En el proceso


monitorio la carga de iniciar el contradictorio se desplaza del actor al demandado.
Presentada la demanda, el juez provee directamente sobre el fondo del asunto, sin oír
previamente al demandado, que tiene la facultad de hacer oposición a esa resolución
inicial, oposición que la priva de eficacia.

Carnelutti ha seguido la tesitura de la eventualidad del contradictorio. “La nota saliente


del proceso monitorio, se debe buscar no tanto en la inversión de la iniciativa del
contradictorio, sino en la eventualidad del contradictorio, que es el resultado de esa
inversión”.
Calamandrei no acepto esta teoría, “en el proceso ordinario igual que en el monitorio, la
realización del contradictorio depende, pues, de una actividad del demandado; la cual en
cualquiera de los casos puede o no darse, siendo eventual tanto en uno como en el otro.
La diferencia está en la diversa naturaleza de la actividad que en ambos casos debe
cumplir el demandado. En el proceso monitorio es necesario que el demandado, con la
oposición, provoque el contradictorio que el actor no ha provocado. La diferencia está en
un desplazamiento de iniciativa del actor al demandado.
Barrios de Angelis por su parte sigue la postura del contradictorio de impugnación. El
autor distingue entre los concepto de contradictorio y contradicción, el primero es un
método dialectico de oposición y el segundo es la acción y el efecto de contradecir.

En el contradictorio anterior a la decisión, la iniciativa pertenece al actor en tanto que la


iniciativa de contradicción pertenece al demandado. El contradictorio posterior a la
decisión presenta una forma diversa, reviste la forma propia de las impugnaciones en
general. El contradictorio, está pre ordenado por la ley, es necesario, no eventual; lo que
es eventual es la oposición o contradicción del perjudicado por la sentencia y eso tiene,
verdaderamente, poco de característico.

En términos simplificados el contradictorio del procedimiento monitorio consiste en un


contradictorio que puede denominarse como de impugnación. Arlas adhirió a esta
postura, porque tanto en el juicio ordinario como en el monitorio, la iniciativa del
contradictorio la tiene siempre el demandado y porque él solo se da cuando el demandado
se opone. El rasgo propio del monitorio es que la oposición del demandado es el modo
para impugnar el proveimiento inicial.

Viera ha sostenido la tesis de la inversión de la estructura del contradictorio. La única


tesis que da una explicación completa del monitorio es la que parte de la simple
observación empírica, la oportunidad dada al demandado de oponerse a la pretensión del
actor, se articula mediante la correspondiente citación, después y no antes de la decisión,
muestra invertido el principio del contradictorio. Inversión del principio del
contradictorio que funda un modo especial de ser del procedimiento.

Teitelbaum apoya esta tesis, “ha expresado que la característica del monitorio es la
inversión de la estructura del proceso, aunque no dice en que consiste esa inversión. En
nuestra opinión ella no es otra cosa que la del principio del contradictorio”. El proceso
monitorio contiene también una inversión de la estructura tradicional del proceso civil
que no violaría los principios del debido proceso legal, por cuanto la sentencia inicial está
condicionada, en su firmeza, a la no oposición del demandado. Depende pues de este
último el desarrollo o no del debido proceso legal al que tiene siempre posibilidad de
acceder para obtener una nueva sentencia.

Como conclusión se puede decir que la posición de Barrios resulta hoy en día la más
acertada. El CGP parecería haberla implícitamente recogido en la medida en que no se
limita a mencionar como subespecie del proceso extraordinario, al proceso monitorio,
sino la de Proceso de estructura monitoria, denominación del Capítulo IV, del título IV
del libro II, arts. 351 y sgtes.
Finalidad-

El proceso dotado de estructura monitoria tiende a la formación más rápida de una


resolución que adquiera eficacia de la sentencia ejecutoriada. Está en lo correcto
Calamandrei cuando afirma que la finalidad del proceso monitorio es la de dar vida, con
mayor celeridad de la que pueda conseguir un proceso ordinario, a un título de ejecución.
En un concepto general, que pretenda abarcarlos a todos, el elemento a destacar no debe
ser el de la más rápida construcción de un título de ejecución forzada, sino el de la más
pronta obtención de una providencia judicial que pueda alcanzar la eficacia de una
sentencia ejecutoriada.
Buena parte de los procesos dotados de estructura monitoria han sido establecidos para
que en ellos se haga valer una pretensión de condena. Es el caso del proceso ejecutivo, el
proceso de entrega de la cosa, el de entrega efectiva de la herencia, el de desalojo.

Al lado de estos, decimos, otros procesos también dotados de estructura monitoria son la
vía para el ejercicio de una pretensión de naturaleza declarativa o constitutiva. Son los
procesos en que se ejercitan rebajas o aumentos de alquiler de inmuebles arrendados,
procesos de resolución de contratos de promesa de compraventa no inscripta, procesos de
resolución por falta de pago de promesas de enajenación de inmuebles a plazo y casas de
comercio, procesos de separación de cuerpos y los de conversión al divorcio.

Resultado o eficacia-

En el caso de los procesos dotados de estructura monitoria, su eficacia o su resultado


pueden ser definitivos o provisorios, en la medida en que no admitan o sí la admitan, la
posibilidad de revisado lo en ellos decidido en un proceso ordinario posterior.
El único caso de proceso monitorio en que ha sido prevista la revisión posterior es el
proceso ejecutivo. En virtud de ello, la sentencia de segunda instancia adquirirá la
condición de cosa juzgada material pero no adquirirá la de cosa juzgada formal hasta tanto
no sea resuelto el proceso ordinario posterior o caduque la posibilidad de deducirlo.
Fuera de ese caso concreto, en las restantes hipótesis de procesos monitorios, que se han
multiplicado con la sanción del CGP, no cabe posibilidad de un proceso ordinario
posterior. La sentencia que les ponga fin una vez ejecutoriada, agotadas sus dos instancias
y eventualmente, la instancia de casación, adquirirá la doble condición de cosa juzgada
material y formal.

Naturaleza-

El proceso de estructura monitoria es un proceso contencioso. La eficacia de la resolución


depende tal como lo señala Calamandrei, del establecimiento de la certeza de los hechos
afirmados por el actor en virtud de la aplicación, al caso, del instituto de la preclusión. La
ley presume en determinadas situaciones, la verdad de la afirmación del actor y por
consiguiente, la muy probable falta de oposición del deudor o demandado; y esta
suposición legal se ve confirmada y adquiere el carácter de certeza, ante el silencio del
demandado durante el transcurso del plazo que le es concedido para oponerse.

El proceso de estructura monitoria es entonces un proceso contencioso, calificado como


tal por la existencia de una contienda o litigio. Viera ha coincidido íntegramente con estas
afirmaciones al sostener que “Si la distinción entre jurisdicción voluntaria y contenciosa
es que en aquella no hay litigio y si lo hay en esta, es fácil concluir que el monitorio
pertenece a la segunda categoría, sobre lo que hoy no hay duda en toda la doctrina.

El proceso de estructura monitoria es un proceso de cognición. Calamandrei ha afirmado


que el proceso monitorio es un proceso de conocimiento. Si consideramos, el proceso de
conocimiento en su función de preparación del título de ejecución forzada, el nacimiento
del título de ejecución se nos presenta como el evento característico que indica el punto
de contacto y al mismo tiempo de separación, entre las dos fases del proceso. Toda aquella
porción del procedimiento que está más acá del título de ejecución, del cual constituye
preparación y perfeccionamiento, es cognición.

El proceso de estructura monitoria es un proceso de conocimiento porque cuando en el se


ejercita una pretensión de condena, el título de ejecución se forma en el desarrollo mismo
del proceso y no preexiste a él. Y una vez que el acreedor ha obtenido la formación del
título de ejecución, se encuentra frente a la ejecución forzada. La ejecución es una fase
procesal que inicia, no con el proceso monitorio, sino después del mismo, cuando este ya
ha alcanzado su finalidad de creación del título de ejecución.

En nuestro actual derecho positivo esta solución es todavía más clara. Porque la esfera de
aplicación del proceso de estructura monitoria se ha ampliado considerablemente y abarca
a una serie de procesos en que se ejercitan pretensiones de mera declaración de certeza o
pretensiones constitutivas. Y por otro lado el CGP ha incluido todos los procesos de
estructura monitoria dentro de los procesos de conocimiento.

Viera sostiene a este respecto una posición distinta, al afirmar que “en contra de la opinión
casi universal en el sentido de que es ejecución es producto de una nueva acción, la
ejecutiva e implica un nuevo proceso diferente al de cognición, en nuestra doctrina es hoy
valor entendido que cognición y ejecución no son sino las fases, las etapas de un mismo
proceso. En esa tesitura la discusión de si el monitorio es cognición o ejecución pierde
importancia puesto que puede ser tanto lo uno como lo otro, según la perspectiva con que
se mire o el fin que con el se persiga.
Tarigo no esta de acuerdo con las afirmaciones precedentes. En todo caso, se ha sostenido
que, en opinión del autor y en el sistema del CGP, le proceso de ejecución de sentencia
aparece como un proceso autónomo, tal como lo sostiene en general la doctrina extranjera.

La acción que se ejercita en el proceso monitorio es una acción ordinaria. Chiovenda


había clasificado a la acción como perteneciente a la categoría de las acciones sumarias
que tienen por objeto una declaración de certeza con predominante función ejecutiva. Y
para ello se fundaba en la diversidad de la naturaleza de la providencia judicial a cuya
obtención se dirige la acción ejercitada en el proceso monitorio y la ejercitada en el
proceso ordinario de conocimiento. Para atender a esa diversidad, decía el autor, debe
estarse al momento en que se dicta la resolución inicial, la intimación, en el proceso
monitorio.

Calamandrei, por lo contrario, afirma que se ejercita la acción de condena que puede
ejercitarse en el proceso ordinario de conocimiento. La providencia inicial es dictada
cuando no existe declaración de certeza alguna. Pero considera que ello no tiene
relevancia por cuanto esa resolución inicial carecerá de toda eficacia práctica hasta tanto
no se produzca implícitamente la declaración de certeza.
La resolución que dicta el tribunal al proveer sobe la demanda monitoria contiene una
mandato condicionado a que el demandado no deduzca oposición dentro del plazo legal.
Resolución judicial sometida a condición suspensiva. Vencido el plazo, precluído su
derecho a oponerse, la resolución judicial recién adquiere plena eficacia. Si se analiza el
momento en el que se hace ejecutable se advierta también que existe declaración de
certeza.
Que a esta declaración de certeza se arribe por medio de la preclusión es una de las
características del proceso monitorio, pero no alcanza para variar la naturaleza jurídica de
la acción.
Segni, sostuvo que el proceso monitorio corresponde al ejercicio de una especial acción
sumaria. La intimación inicial tiene valor práctico apenas dictada la providencia y aun
antes de que llegue a ser ejecutable por haber transcurrido en vano el plazo de la
oposición. El acreedor que ha obtenido una sentencia por proceso monitorio se halla en
condiciones muy superiores a las del acreedor que ha entablado la demanda por proceso
ordinario.
Resulta claro que esto no es así. La providencia dictada por el tribunal como acto inicial
es solo una posibilidad de sentencia firme y solo con el transcurso del plazo podrá saberse
si su tentativa o propósito de obtener una sentencia firme, equivalente a la sentencia de
condena del proceso ordinario ha dado resultado o no.

Clasificación-

Ha sido Calamandrei quien distinguiera dos subespecies o dos tipos de proceso


monitorios: el puro y el documental. Dicha clasificación resulta escasamente aplicable a
nuestro derecho.
El proceso monitorio puro puede caracterizarse por estos dos rasgos típicos: el tribunal
dicta su resolución en base a la sola afirmación unilateral y no probada del actor y la sola
oposición del demandado priva de toda eficacia a la resolución originaria.

El proceso monitorio documental se caracteriza porque el tribunal emite su


pronunciamiento in limine litis, frente a la manifestación unilateral del actor que debe ir
acompañada de la prueba documental que justifique la existencia de los presupuestos
requeridos para la admisibilidad de este tipo de proceso. Mientras que en el proceso
monitorio documental esa oposición solo priva de eficacia a la primitiva resolución en la
medida en que la misma resulte fundada.

En nuestro derecho hoy en día puede afirmarse la predominancia del proceso monitorio
documental sobre el puro. Dicha clasificación es aplicable en lo que respecta al primero
de los dos caracteres de sus dos categorías, la mera afirmación, no probada del actor, en
los monitorios puros y la necesidad de que la prueba documental acompañe a la demanda
en los monitorios documentales.

EL JUICIO EJECUTIVO

El proceso ejecutivo está regulado por el CGFP como un proceso de conocimiento con
estructura monitoria.
El proceso monitorio se caracteriza por una decisión inicial sobre el fondo, sin antes oír
a la parte demandada. La razón de ser de un proceso con esta característica es el alto grado
de certeza o verosimilitud de la pretensión del actor (fehaciencia inicial).
El juez realiza un doble control: de admisibilidad y de fundabilidad de la pretensión. Si
estima que la reclamación carece de fundamento, rechaza la petición sin noticia del
demandado; pudiendo el actor, en tal caso, recurrir la sentencia desestimatoria, que por
su naturaleza, de acuerdo con el CGP, es una interlocutoria (con fuerza definitiva porque
pone fin al proceso).
Si, por el contrario, como sucede generalmente, considera que la pretensión es fundada,
dicta una sentencia favorable al actor. La naturaleza jurídica de dicha providencia es la
de una sentencia definitiva.
El demandado dispone de una determinado plazo para impugnar esa sentencia, mediante
el mecanismo de la oposición de excepciones, y en caso de que no lo haga, la sentencia
inicial pasa en autoridad de cosa juzgada.
Si opone excepciones dentro del plazo legal, se terminará la impugnación en la forma
prevista por el CGP, y finalmente se dictará otra sentencia definitiva que resolverá la
controversia planteada.
Ello significa que la eficacia (ejecutoriedad) de la sentencia definitiva inicial está
supeditada o condicionada a que el demandado no oponga excepciones. Esta forma de
contradicción, en un proceso monitorio, constituye el único medio de impugnación de
que dispone el demandado para evitar que la sentencia quede firme.
Como regla, el juicio ejecutivo es un proceso monitorio documental, porque la pretensión
está fundada en un documento del que emerge la obligación de pagar una suma de dinero
líquida y exigible. Esta regla surge del art. 352.1 del CGP.
La doctrina diferencia el monitorio documental del denominado monitorio puro. En este
último, la pretensión no está respaldada por documento alguno; es la situación, por
ejemplo, de proceso monitorio de desalojo por vencimiento de plazo cuando el contrato
de arrendamiento fue verbal pues la pretensión no se basa en ningún documento que
acompañe con la demanda, sino simplemente en la afirmación del actor en cuanto a que
se venció el plazo contractual y legal en su caso. A estos casos de procesos monitorios no
basados en documentos hace referencia el art. 352.3 del CGP.
Salvo en las hipótesis de monitorio puro, el documento que habilita la promoción de un
proceso ejecutivo es el denominado título ejecutivo.
Luego, la sentencia favorable que en ese proceso pueda obtenerse será un título de
ejecución que hará posible la iniciación de un proceso de ejecución (vía de apremio, arts.
377 a 396 CGP). Título ejecutivo no es lo mismo que título de ejecución.
Con el título ejecutivo se puede promover un proceso monitorio de conocimiento que es
el juicio ejecutivo. En cambio, un título de ejecución da lugar a un proceso de ejecución.
La sentencia de condena a pagar dinero líquido y exigible es el título de ejecución por
excelencia.
Conforme a lo dispuestos por el art. 377 CGP, hay otros títulos de ejecución, algunos de
los cuales habilitan la iniciación directa de la vía de apremio (por ejemplo, crédito
hipotecario y crédito prendario inscripto). Quiere decir que un proceso de ejecución no
siempre tiene como antecedente necesario la existencia de un proceso de conocimiento.
Si así fuera, el único título de ejecución sería la sentencia de condena.

Título ejecutivo.

Concepto-

De acuerdo a lo establecido por el art. 353 CGP, el título ejecutivo es un documento del
que surge la obligación de pagar una suma de dinero líquida o fácilmente liquidable y que
resulte exigible.
Elementos integrantes del título ejecutivo:
1- En principio, debe estar indicado quienes están legitimados activa y pasivamente. Esa
legitimación deriva de ser parte activa y pasiva en la respectiva relación jurídica
sustancial, es decir, de ser acreedor y deudor respectivamente.
Sin embargo, en determinadas circunstancias, la pretensión ejecutiva puede ser entablada
contra personas que no figuran originariamente como deudores en el título ejecutivo; por
ejemplo, un juicio promovido contra los sucesores del deudor por causa de su muerte.
A su vez, puede ocurrir que el actor del proceso ejecutivo no figure como tal en el título;
por ejemplo, tratándose de documentos comerciales transmitidos por endoso (cheques,
vales, etc.).
2- El título debe consignar la obligación de pagar una cantidad de dinero líquida - o
fácilmente liquidable mediante una simple operación aritmética, por ejemplo, si consta
en unidades reajustables o indexadas- y la misma tiene que ser exigible, esto es, tiene que
haber vencido el plazo o la condición establecida en su caso.
La exigibilidad como elemento integrante del título ha generado polémica en el caso de
obligaciones dinerarias contenidas en contratos bilaterales o sinalagmáticos.
En una posición, que es la mayoría de la doctrina y jurisprudencia, se entiende que la
obligación de pagar dinero sólo será exigible en tanto la parte actora demuestre haber
cumplido por su parte, o, en caso de prestaciones de cumplimiento simultaneo, siempre
que declare estar dispuesta a cumplir en ocasión de recibir el pago. En otros términos, el
cumplimiento de la propia obligación se constituye en una condición de exigibilidad de
la obligación correlativa; y este contralor lo debe realizar de oficio el Tribunal, pudiendo
rechazar liminarmente la pretensión si ello no surge probado.
La otra posición- sustentada por Gamarra- propugna que la exigibilidad de una obligación
en contratos sinalagmáticos es independiente del cumplimiento (o la oferta de
cumplimiento) de la contraprestación a cargo de la parte actora. Se afirma que si el actor
no acreditó su cumplimiento (ni prometió hacerlo en la demanda), el demandado tendrá
la carga de oponer la excepción de contrato no cumplido. Por lo tanto, si el Juez controlara
inicialmente esa circunstancia relativa al cumplimiento del actor, se excedería en su
función, porque no debe hacer de oficio lo que le corresponde hacer al demandado el
ejercer su defensa.
3- Finalmente, estos elementos deben constar en alguno de los títulos previstos por la ley,
de acuerdo a lo establecido por el art. 353 CGP.

Títulos del art. 353 CGP-

1- Transacción aprobada judicialmente: tanto puede constar en escritura pública como en


documento privado. La transacción aprobada judicialmente no es título ejecutivo sino de
ejecución (art. 377.5), o sea, permite ir directamente a la vía de apremio.
La eficacia de una transacción homologada es igual a la de una sentencia ejecutoriada
(arts. 224 y 297.1 CGP).
2- Instrumentos públicos suscritos por el obligado: Es el caso, por ejemplo, de una
escritura pública de promesa de compraventa con saldo de precio.
También hay títulos ejecutivos contenidos en instrumentos públicos que son los
denominados “títulos ejecutivos tributarios”, a los que hace referencia el art. 91 del
Código Tributario y mencionaremos en el numeral 6.
3- Instrumentos privados: debe tratarse de documentos autenticados notarial o
judicialmente; en este último caso, por el mecanismo previsto por el art. 173 CGP.
4- Documentos comerciales: se refiere a los títulos valores, según lo dispuestos por las
leyes respectivas (decreto ley 14.412 para cheques y decreto-ley 14.701 para vales y letras
de cambio).
5- Facturas de venta de mercaderías: suscritas por el obligado o su representante
debidamente autenticadas notarial o judicialmente. Se establece que por la sola
suscripción de la factura se presumirá la aceptación de pagar la suma consignada en la
misma así como la conformidad con la entrega de los bienes; y si otra cosa no se indicase
en el documento, la obligación será exigible a los 10 días.
6- Todo otro documento: que, de acuerdo a la ley, habilite al acreedor la promoción de
un juicio ejecutivo. En virtud de este numeral, constituyen títulos ejecutivos todos
aquellos documentos que contengan obligación de pagar cantidad de dinero líquida y
exigible pero que no se encuentren firmados por el deudor, porque si estuvieran suscritos
lo ubicaríamos en algunos de los numerales anteriores. Es el caso, como ya dijimos, de
los llamados títulos ejecutivos tributarios: son creados unilateralmente por el acreedor,
persona pública estatal a paraestatal (testimonio de resoluciones administrativas firmes).
Es también el caso de las actas de asamblea que aprueban la liquidación de gastos
comunes adeudados por copropietarios en edificios de propiedad horizontal (ley 14560,
art. 14). Queda claro que la resolución de asamblea origina el título ejecutivo.

Clasificación de los títulos ejecutivos-

Los títulos ejecutivos se pueden clasificar de la siguiente forma:


a) Tributarios: si la obligación está contenida en una resolución administrativa firme de
un ente estatal o paraestatal.
b) Cambiarios o comerciales: si la obligación surge de títulos valores.
c) Comunes: son residuales, la obligación emana de documentos que no encajan en las
categorías de tributarios o cambiarios.

La clasificación tiene importancia por las medidas preparatorias que corresponden en


cada caso y por las defensas que el demandado puede plantear, las cuales están limitadas
en el proceso tributario y cambiario.
En consecuencia, el proceso ejecutivo será calificado como tributario, cambiario o
común.

Procedimiento del juicio ejecutivo

Medidas preparatorias-

En el ejecutivo común y en el cambiario necesariamente existen medidas preparatorias.


En cambio, el proceso ejecutivo tributario puede ser iniciado directamente, de acuerdo a
lo establecido por el art. 91 del Código Tributario.

Posibles medidas preparatorias a un proceso ejecutivo común

1- Reconocimiento judicial de firma: procede en caso de instrumentos privados que


carezcan de autenticación notarial. El procedimiento está regulado por el art. 173 CGP.
2- Intimación de pago: procede en caso de instrumentos públicos y de instrumentos
privados con firmas autenticadas por Escribano.
El fundamento de la intimación de pago es evitar un juicio sorpresivo o intempestivo. Por
eso la intimación es innecesaria si corresponde realizar la diligencia de reconocimiento
judicial de firma, ya que la misma cumple una doble finalidad: permite autenticar el
documento y además pone en aviso al deudor.

La intimación, como presupuesto procesal, nada tiene que ver con la constitución en mora
al deudor (art. 1336 C. Civil), por lo que debe realizarse aunque estuviese pactada la mora
automática o de pleno derecho.

La intimación previa está prevista por el inciso 5 del art. 354 del CGP. Surge de lo
expuesto que procede cuando no es necesario el reconocimiento judicial de firma y
tampoco cuando se realizó un protesto personal o en el domicilio del deudor, esto último
en el caso de las letras de cambio.
El plazo de la intimación es de tres días y podrá efectuarse por el telegrama colacionado
con constancia de recepción.

Realizadas las posibles diligencias preparatorias, se puede promover el correspondiente


juicio ejecutivo.

Posibles medidas preparatorias en un proceso cambiario

1- Cheques, de acuerdo a lo establecido por el decreto-ley 14412 (art. 39), la constancia


de presentación y falta de pago del cheque tendrá carácter de protesto por falta de pago y
es suficiente para preparar el juicio ejecutivo.

A pesar de ser un documento privado sin firma certificada notarialmente, siendo un


documento destinado a circular con rapidez, la ley exime el reconocimiento judicial de
firma porque estima suficiente el contralor que de la misma realiza el Banco ante su
presentación. En efecto, el Banco siempre verifica que la firma del librador del cheque
coincida con la que del mismo tiene registrada.

Y tampoco es necesaria la intimación de pago, porque el Banco tiene la obligación legal


de poner inmediatamente en conocimiento de su cliente que un cheque le fue devuelto
por falta de fondos, por lo que el eventual proceso no le resultará intempestivo.

En caso de que el cheque haya sido endosado y se pretenda demandar a un obligado de


regreso, como el Banco no controla la firma de los endosantes, a criterio de
TEITELBAUM será necesario citar al endosante a reconocimiento judicial de su firma.

Si el cheque no se presenta al cobro dentro del plazo establecido, el Banco no lo pagará


y el tenedor perderá toda acción cambiaria (art. 29 ley 14412). El cheque, entonces, no
constituirá título ejecutivo. Lo que podrá hacer el acreedor será promover un proceso
ordinario haciendo valer la relación causal que dio origen al título valor.

2- Vales, el art. 124 del decreto-ley 14.701 dispone que los vales se presumen auténticos,
por lo que no será necesaria la diligencia preparatoria de reconocimiento judicial de firma.
En consecuencia, corresponderá efectuar intimación de pago con plazo de tres días,
conforme a lo ya señalado para el juicio ejecutivo común.

Al igual que los cheques, sostiene TEITELBAUM que si se pretende demandar a un


endosante del vale, corresponderá citarlo a reconocimiento judicial de firma, pues la
presunción de autenticidad de la norma citada debe aplicarse al librador del vale pero no
a los obligados de regreso.

3- Letras de cambio, de acuerdo a lo preceptuado pro el decreto-ley 14701, las letras de


cambio requieren la medida preparatoria de protesto, que es una diligencia notarial. El
protesto se tiene que realizar al girado o aceptante, o sea, a la persona que se obligó a
pagar la suma establecida en la letra de cambio.

Si el protesto notarial es personal, o sea hecho en presencia del obligado (o cuasi personal:
en su domicilio), resulta suficiente para preparar el juicio. En efecto, el protesto personal
cumple la doble función e autenticar el documento y poner en aviso al deudor, por lo que
resulta innecesaria la intimación de pago.

El protesto que no es personal (ni cuasi personal) es el realizado en la Seccional Policial


correspondiente. En este caso, estima TEITELBAUM que será necesario cumplir la
diligencia de reconocimiento judicial de firma, ya que el documento no se autenticó ni
tampoco se puso en aviso al deudor.

Limitación de excepciones en el proceso ejecutivo-

En el juicio ejecutivo común no hay limitación de defensas. En el cambiario las


excepciones están limitadas, de acuerdo a lo establecido por las siguientes disposiciones;

• Art. 108 del decreto-ley 14.701, aplicable a vales y letras de cambio;


• Art. 45 de la ley 14.412, aplicable a los cheques;
• Art. 91 Código Tributario, aplicable a resoluciones administrativas firmes.

Demanda ejecutiva y providencia inicial-

La demanda ejecutiva se presentará con el título ejecutivo en que se funda la pretensión


y, si correspondiere, copia de la intimación por telegrama colacionado y constancia de su
recepción.

Contenido de la providencia inicial en el PE (Art. 354 CGP)

El art. 354.2 expresa que si el juez entiende que el título no es ejecutivo porque carece de
algún requisito legal (por ejemplo, no venció el plazo o no se acredito el cumplimiento
de la condición en su caso), declarará que no procede el cobro ejecutivo sin noticia al
deudor.

Conforme al CGP, dicha providencia tiene naturaleza de sentencia interlocutoria y el actor


la puede recurrir como tal.

Si por el contrario, y esto es lo normal en la práctica, el juez acoge la pretensión ejecutiva,


dicta una providencia que tiene naturaleza de sentencia definitiva y el siguiente triple
contenido:

1- decreta el embargo solicitado por el actor (aspecto cautelar);


2- condena al pago de la cantidad reclamada, sus intereses, costas y costos (aspecto
decisorio);
3- cita de excepciones al demandado (impulso procesal).

Como se ha dicho, la oposición de excepciones es el único medio de impugnación de que


dispone el demandado para atacar la sentencia inicial. Si no opone excepciones en el plazo
legal de 10 días hábiles, la sentencia ya dictada pasa en autoridad de cosa juzgada y
culmina el proceso de conocimiento.

Si se oponen excepciones, la sentencia no adquiere eficacia, ya que esta estaba


condicionada a que el demandado no se defendiera.

Embargo. Concepto, eficacia y formas de hacerlo efectivo-

El embargo es una medida cautelar que hace inoponibles, con respecto al acreedor
embargante, las enajenaciones o gravámenes posteriores a la fecha de efectividad del
mismo.
Puede decirse que la concreción de un embargo es un acto complejo.
En primer lugar, todos los embargos son dispuestos por el Tribunal. Pero además de ser
dispuestos, los embargos tienen que ser trabados y hacerse efectivos.

Los mecanismos de traba y efectividad varían en función de la naturaleza del bien objeto
del embargo (art. 380.1 CGP).
Así el embargo de inmuebles, vehículos automotores, naves, aeronaves, semovientes de
pedigree o el de todo otro bien registrable, el de créditos y el denominado genérico,
quedarán trabados con la providencia que los decreta; y se hacen efectivos con la
inscripción en el Registro respectivo.

El embargo genérico comprenderá los bienes presentes y futuros registrables del


embargado. En caso de efectivizarse un embargo genérico, la vía de apremio se
suspenderá hasta la denuncia de bienes concretos.

En caso de universalidades (como el establecimiento comercial), los bienes concretos que


la integran deberán ser objeto de embargos específicos.
Cuando el ejecutante solicitare el embargo especifico de bienes comprendidos en un
embargo genérico, el nuevo embargo tendrá la fecha del embargo genérico.

En cambio el embargo de bienes muebles en general es decretado por el Tribunal y


trabado por el Alguacil; haciéndose efectivos mediante su aprehensión por este último
mediante el “secuestro” del bien. El secuestro implica que el bien es entregado a una
tercera persona en calidad de depositaria del mismo, admitiéndose que sea nombrado
depositario el propio deudor (una suerte de secuestro ficto).

El embargo de créditos se efectiviza con la notificación al deudor del demandado.

Embargo preventivo, ejecutivo y de ejecución-

Un embargo preventivo puede solicitarse en el curso de cualquier tipo de proceso de


contenido patrimonial, incluso como diligencia preliminar al mismo. Para que el Juez lo
conceda deben cumplirse ciertos requisitos legales establecidos por el art. 312 CGP:
prueba sumaria de apariencia de buen derecho así como del peligro de lesión o frustración
del mismo por la demora del proceso. Además, debe ofrecerse contracautela.
La providencia que concede o rechaza una petición de embargo preventivo es una
sentencia interlocutoria, pasible de recurso de reposición y apelación (art. 315.3 CGP).

Un embargo ejecutivo está contenido en la providencia inicial de un proceso ejecutivo,


que es por naturaleza una sentencia definitiva con eficacia condicionada a la no oposición
de excepciones por parte del demandado. El Juez decreta el embargo inicialmente, por
imperio legal, sin necesidad de que el actor ofrezca prueba sumaria de su derecho ni
ofrezca contracautela. Ello es así porque el actor posee un derecho dotado de un alto grado
de verosimilitud contenido en un título ejecutivo.

Un embargo de ejecución sería el que se solicita por primera vez luego que recayó
sentencia de condena en un proceso de conocimiento con cualquier estructura, a efectos
de ejecutar la misma en la vía de apremio.

El embargo es siempre una medida cautelar, cualquiera sea el momento en que se decreta
el mismo. Su finalidad es siempre asegurar la ejecución de una sentencia de condena a
pagar dinero. Pero por obvias razones serán mayores las exigencias para decretar un
embargo preventivo porque aún no se dictó sentencia de condena. El llamado ejecutivo
forma parte de la sentencia definitiva de un proceso monitorio. Y el de ejecución se pide
luego de quedar firme la sentencia de condena.

Embargo de inmueble hipotecado-

Cabe preguntarse si es una ejecución hipotecaria hay que solicitar que se trabe embargo
sobre el bien hipotecado. La respuesta es afirmativa, porque el embargo es un acto
procesal cuya efectividad determina la inalterabilidad de las partes en el proceso (art.
380.6 CGP).
Ello significa que la relación procesal quedará congelada al momento del embargo. Si,
por el contrario, no se pide la traba de embargo y el inmueble hipotecado cambia de
propietario, se deberá convocar al proceso de ejecución al sucesivo adquirente,
conformándose un litisconsorcio pasivo necesario con el deudor.

Queda claro que el embargo del bien hipotecado tiene consecuencias exclusivamente en
el ámbito procesal. El embargo, como medida cautelar, no es necesario para culminar la
ejecución, ya que el derecho real de hipoteca hace posible rematar el bien en cualquier
manos que se encuentre. No es indispensable, pues, pedir el embargo para llegar al
remate. Pero resulta conveniente solicitarlo porque el embargo otorga una ventaja al
ejecutante: podrá terminar la ejecución contra quien la inició, aunque la propiedad haya
sido transferida.

Embargo de créditos-

Este tipo de embargo específico es decretado y trabado por el Juez, haciéndose efectivo
por la notificación al deudor del demandado.
Una vez notificado, el deudor del demandado no deberá pagar a su acreedor sino depositar
el dinero en una cuenta bancaria a la orden del Juzgado.

Orden de los embargos-


Los embargos y, en su caso, los secuestros, se realizarán en el siguiente orden; bienes
muebles, inmuebles, créditos y a falta o insuficiencia de estos, el genérico.
El orden podrá dejarse de observar en caso de existir bienes hipotecados o prendados
cuando mediare conformidad expresa o tácita entre actor y demandado, así como si
resultare notoriamente inconveniente o inútilmente gravoso, o cuando el demandado
ofreciere otros bienes prioritarios suficientes.

Mejora del embargo-

En cualquier momento de la ejecución, el actor podrá solicitar mejora de embargo, si


constare la insuficiencia de la cautela. El tribunal calificará la necesidad de la mejora y el
ejecutante será responsable de los daños y perjuicios que causare el exceso en el embargo.

Sustitución de embargo (art. 380.4)

A petición del ejecutado, podrá procederse a la sustitución del embargo, lo que operará
de la siguiente forma:
a) el deudor solicita la sustitución: el Juez la dispondrá con citación del actor. Esto
significa que se suspende el cumplimiento de lo ordenado hasta que hayan pasado tres
días de la notificación hecha a este último (art. 202 CGP).
b) La contra parte podrá deducir oposición en el plazo de tres días. Si no lo hace, la
sustitución se producirá. Si hay oposición, se originará un incidente que tramitará según
lo dispuestos por el art. 321 CGP; siendo apelable sin efecto suspensivo la interlocutoria
que hiciere lugar a la sustitución.

Bienes inembargables-

Son bienes inembargables los establecidos por el art. 381 del CGP.
La ley 19153 del 24 de octubre de 2013, agregó un numeral 12 al art. 381, estableciendo
en síntesis, que en las cuentas bancarias abiertas con el fin de depositar remuneraciones,
pensiones, jubilaciones y retiros y pensiones alimenticias, no se aceptarán depósitos
diferentes de los rubros precedentes enunciados.

Prelación para el cobro-


El orden de prelación estará determinado por la fecha de efectividad de los respectivos
embargos.

Citación de excepciones-

Una vez efectivizado el embargo, se procederá a dar cumplimiento a la citación de


excepciones dispuesta también en la providencia inicial. Se practicará en la forma
establecida para el emplazamiento (arts. 123 y ss. CGP)
El plazo de la citación es de 10 días hábiles, extensibles en función de la distancia. Las
excepciones deberán ser planteadas todas juntas, proponiendo todos los medios de prueba
que pretenda utilizar.

Si no hay oposición de excepciones la sentencia de condena pasa en autoridad de cosa


juzgada y el acreedor podrá iniciar la vía de apremio sin necesidad de nueva intimación
(arts. 372.2 y 354.4).
Si hubiere embargo genérico, deberá esperar la denuncia de bienes concretos de parte del
actor.

Si hay oposición de excepciones se da el contradictorio.


1) De las excepciones opuestas se dará traslado al actor. Al contestarlas, este deberá
acompañar con toda la prueba que pretenda utilizar (art. 356 CGP).
2) Contestadas las excepciones o vencido el plazo para hacerlo se convocará a audiencia,
que se realizará conforme con lo previsto para la audiencia preliminar y en su caso la
complementaria de prueba.
La inasistencia no justificada de la parte demandada se tendrá como desistimiento de
todas las excepciones opuestas y determinará la firmeza de a providencia inicial. La
sentencia interlocutoria que lo decida será apelable sin efecto suspensivo (art. 357.2).
3) Habrá una única sentencia sobre todas las excepciones deducidas (art. 358 CGP). Pero
si entre ellas estuviera la de incompetencia, solo se pronunciará sobre las demás en caso
de haberla rechazado.
4) La sentencia definitiva que resuelve las excepciones es pasible del recurso de
apelación.
Si se dedujo la excepción de incompetencia y el Juez hace lugar a la misma, no resuelve
las demás excepciones que se hubieran planteado y el expediente se remitirá al Tribunal
competente para que se pronuncie sobre las restantes.
Si rechaza la excepción de incompetencia dictará una única resolución donde pronuncia
sobre todas las excepciones.
Si la sentencia es apelada, puede ocurrir que el Tribunal Superior confirme o revoque lo
decidido en materia de competencia; si entiende que el Juez inferior era competente se
pronunciará sobre los demás temas objeto de agravio.
Pero si el Superior considera que el inferior era incompetente, revocando la decisión en
ese aspecto, solo se pronunciara sobre ese punto y no ingresará al análisis de lo restante.
En la hipótesis, se producirá el reenvío del proceso a primera instancia a fin de que el
Juez competente dicte una nueva sentencia sobre el fondo del asunto.

La sentencia definitiva-

-Si hace lugar a las excepciones de fondo, se desestima la pretensión y se dispone el


levantamiento de los embargos que se hubieren efectivizado.
-Si rechaza las excepciones, se podrá pasar a la vía de apremio una vez que la sentencia
quede firme.

Los recursos en el proceso ejecutivo-

El principio es la inapelabilidad, por lo tanto, solo pueden apelarse las providencias que
indica la ley.
El art. 360 CGP dice que “solo serán apelables”:

1- La sentencia que rechace liminarmente la pretensión y cualquier otra sentencia


interlocutoria que ponga fin al proceso, con efecto suspensivo.
2- La sentencia interlocutoria que no haga lugar, sustituya o levante una medida cautelar;
con efecto suspensivo en los casos primero y tercero y sin efecto suspensivo en el
segundo.
3- La sentencia interlocutoria que deniegue el diligenciamiento de prueba, con efecto
diferido.
4- La sentencia interlocutoria que rechace el excepcionamiento inadmisible y la que tiene
por desistido al demandado de las excepciones opuestas, sin efecto suspensivo.
5- La sentencia definitiva, con efecto suspensivo.
6- La sentencia interlocutoria que resuelve las tercerías, conforme a lo dispuestos por el
art. 335.
Contra las demás resoluciones, solo cabrá el recurso de reposición.

Las tercerías en el juicio ejecutivo: de dominio y de mejor derecho-

Tercería de dominio (art. 335 CGP): Implica la intervención voluntaria de un sujeto ajeno
al proceso a quien supuestamente se le trabó embargo en un bien de su propiedad. Su
pretensión se limita al levantamiento del embargo improcedente.
Este tipo de tercería puede plantearse durante cualquier proceso en el cual se haya
efectivizado un embargo sobre un bien ajeno al demandado (puede ser un embargo
preventivo, ejecutivo o de ejecución).
Es una tercería voluntaria, pero no puede calificarse ni como coadyuvante ni excluyente.
El tercero no comparece a colaborar con ninguna de las partes ni tampoco plantea una
pretensión incompatible con ambas.
Solamente pide que se levante un embargo que afecta a un bien de su propiedad. En
principio, la promoción de tercería de dominio da lugar a un proceso incidental (art. 321
CGP).
Trámite: El tercerista deduce su pretensión (solicita que se levante el embargo). De la
petición se confiere traslado a las dos partes por un plazo común de días; después se sigue
el procedimiento incidental (audiencia y sentencia).
Solo será apelable la sentencia interlocutoria que resuelve la tercería con efecto
suspensivo de lo resuelto.
El art. 335.2 dice: “La promoción de tercería de dominio suspenderá el trámite del
principal, al llegarse al estado de remate del bien respectivo.
Esto quiere decir que la tercería se tramita por pieza separada y el proceso principal sigue
su curso; pero cuando llegue el momento del remate, si no se resolvió la tercería, se
suspende la subasta, porque no se puede rematar una cosa sobre la cual se está discutiendo
su titularidad dominial.
Se ha sostenido en doctrina que una tercería de dominio podría deducirse aun después del
remate mientras el bien permanezca en el patrimonio del deudor (ejemplo, si se remató
un inmueble, hasta que se otorgue la escritura de compraventa y tradición).

El art. 335.2 establece que no será necesaria la tramitación de tercería de dominio cuando
se tratare de bienes cuya propiedad surja de inscripción de Registro Públicos. En tal caso,
acreditada la propiedad con el certificado e información registral respectiva, el Juez
dispone de plano el levantamiento del embargo con citación a domicilio de las partes, lo
que significa que estas pueden deducir oposición en un plazo de tres días. De no hacerlo,
la providencia que levantó el embargo queda firme; si hay oposición, se provoca incidente
que tramitará de acuerdo al procedimiento previsto por el art. 321.

Las oposiciones que pueden plantearse están limitadas por la ley, falsedad o error del
informe registral o inoponibilidad de la inscripción a quien solicitó la cautela.
La interlocutoria que declare inadmisible la oposición y la que resuelva serán apelables
con efecto suspensivo.

Tercería de mejor derecho-


Alegar un mejor derecho significa invocar el derecho a cobrar antes que el actor. Si la
prioridad para el cobro surge de información registral. El derecho se respetará aunque no
se deduzca la tercería.
Pero en el caso de embargo de los mismos bienes muebles en distintos procesos, si no son
registrables, el planteamiento de la tercería es el único mecanismo para demostrar que se
tiene mejor derecho por haber efectivizado antes el embargo sobre el bien que se rematará.
La tercería de mejor derecho no suspende el trámite del proceso principal. Se suspenden
sí los pagos si no está resuelta la tercería, porque lo que está en discusión es la prioridad
para el cobro.

PROCESO EJECUTIVO CAMBIARIO

Concepto-

TEITELBAUM. Se promueve mediante documentos que se caracterizan por su


literalidad y autonomía: no expresando la causa que los origina (abstracción).
Concretamente se trata de letras de cambio, vales y cheques en sus diversas modalidades.
Si bien existen diferencias entre los tres tipos de documentos señalados tiene en común
la circunstancia de que la obligación que consignan es la de una suma de dinero que es el
presupuesto para la existencia del título ejecutivo.

Preparación del proceso ejecutivo cambiario-

1) Cuando es letra de cambio

La letra de cambio debidamente protestada es título ejecutivo, dice el art. 107 del DL
14.701.
El protesto, es un instituto típico del Derecho Comercial y se proyecta hacia el campo del
Derecho Procesal ya que resulta necesario para la configuración del título ejecutivo.
En lo que respecta a las letras de cambio el protesto debe hacerse, ya sea por falta de
aceptación de la letra, o por falta de pago de la misma, y debe hacerse por acta notarial.

Toda letra que vaya a ser protestada debe llevarse al escribano dentro de los dos días
hábiles siguientes a aquel en que debía ser aceptada o pagada y debe ser formalizarse el
protesto en los dos días hábiles siguientes al de su presentación al escribano.
Si en medio de las diligencias el girado se presenta a aceptar y pagar la letra y los gastos,
el protesto queda sin efecto.

El art. 92 permite distinguir tres tipos de protestos el personal, cuasi personal y ficto.
Personal es el que se realiza con el girado en persona en su domicilio, cuasi personal es
el que se realiza con quien se encuentre en el domicilio del girado si en ese momento no
estuviese el mismo. Y ficto es el que se realiza con el Comisario en la seccional en cuyo
territorio se encuentre el domicilio del girado.

Cabe señalar que la finalidad del protesto es constatar la falta de aceptación o de pago en
forma fehaciente. De ahí la rigurosa solemnidad e intervención notarial.
Sus efectos desde el enfoque procesal son, por un lado, la autenticación de la firma y, por
otro, hace innecesaria la previa intimación de pago.
El protesto autentica la firma del protestado y hace que no sea necesaria la citación de
éste a reconocimiento de firma y concede acción ejecutiva directa.
En lo que refiere a la intimación de pago previa, será necesaria cuando no existe diligencia
judicial de reconocimiento de firma o protesto. Si el protesto no ha sido personal deberá
cumplirse, obligatoriamente con la previa intimación de pago con plazo de tres días para
configurar el título ejecutivo.

2) Cuando el título ejecutivo consta en un vale

Según el art. 124 del DL 14.701 los vales, pagarés y conformes se presumirán auténticos
salvo prueba en contrario y constituyen título ejecutivo sin necesidad de protesto, ni
diligencia judicial de reconocimiento de firma.
Deben necesariamente contener el nombre del título valor de que se trate y la promesa
incondicional de pagar una suma determinada. Al decir de TEITELBAUM, la sola
expresión vale o conforme son equivocas, deben estar acompañadas de pagaré, debo
pagar, o me obligo o me comprometo, para poder ser considerado un título ejecutivo.

Que los vales se presuman auténticos, sin perjuicio de prueba en contrario es una
presunción simple, que admite prueba en contrario que solo podrá hacerse valer luego de
dictada la sentencia inicial de condena y trabado el embargo.
Se ha sostenido por la doctrina mayoritaria que es presunción de autenticidad es solo
respecto del librador, contra el firmante del vale, y no, en cambio, contra los posibles
endosantes del mismo.

También se permite sustituir la intimación de pago por telegrama colacionado con


certificado de recepción, debe individualizarse allí monto, vencimiento y nombre del
tenedor del vale.

3) Cuando el título ejecutivo consiste en un cheque

El art. 39 inc 3 del decreto 14.412 establece que “La constancia de la presentación y falta
de pago del cheque tendrá carácter de protesto por falta de pago”.
Esta asimilación de la constancia del Banco es una ficción legal, ya que esta ni por su
forma, ni por su contenido se asemeja al protesto notarial.
Dicha equiparación no lo es a cualquier protesto, sino al protesto personal, lo que significa
que no es necesario ni el reconocimiento judicial de firma, ni la intimación judicial de
pago.
La eximición de la intimación de pago se funda en que el Banco debe de avisar al librador
para que este dentro de los cinco días hábiles siguientes acredite ante el mismo haber
realizado el pago.
Cuando el rechazo del cheque no obedezca a la falta o insuficiencia de la provisión de
fondos, sino exclusivamente a otras circunstancias formales, por ejemplo, falta de la firma
del librador, el cheque rechazado no constituye título ejecutivo en cuanto no vale siquiera
como cheque.

Limitación de excepciones en el proceso ejecutivo cambiario-

Es ésta la característica principal de este proceso que ha existido desde siempre en nuestro
derecho.
No se admiten más excepciones que la falsedad material, compensación del crédito
líquido y exigible, prescripción, caducidad, pago y espera o quita concedida por el
demandante que se pruebe por escritura pública o documento privado judicialmente
reconocido o concordato homologado.

También las excepciones procesales de inhabilidad del título, falta de legitimación activa
o pasiva, falta de representación litispendencia o incompetencia. La ley 18212 establece
que se incluya como excepción la existencia de usura civil.
Las normas no solo establecen la limitación de las excepciones a las previstas por la ley,
sino que para el caso de las excepciones de espera o quita establecen una limitación en
cuanto a la prueba de las mismas, ya que exigen que sean aprobadas por escritura pública
o documento privado judicialmente reconocido.

Según el art. 355.2 las excepciones inadmisibles podrán ser rechazadas sin sustanciación.
Dicha sentencia que rechaza liminarmente las excepciones no admitidas no es la
definitiva que pone fin a proceso como dice TEITELBAUM y como expresa el art. 360
del CGP.
En realidad, hablamos sin dudas de una sentencia interlocutoria, que aunque se a
considere con fuerza de definitiva resulta inapelable atento a la regla prevalente de la
inapelabilidad en el proceso ejecutivo, no estando prevista ésta en el elenco del art. 360.2
CGP.

PROCESO EJECUTIVO TRIBUTARIO

El título ejecutivo tributario-

El art. 91 del Código Tributario establece que la administración tendrá acción ejecutiva
para el cobro de los créditos fiscales que resulten en su favor. Y también menciona que
serán títulos ejecutivos para dicho proceso las resoluciones firmes y documentos que
tengan esa calidad siempre que respondan a resoluciones firmes.

El siguiente artículo establece una serie de requisitos que debe contener el documento
para constituir título ejecutivo;
1- Lugar y fecha de emisión
2- Nombre del obligado
3- Indicación precisa del concepto e importe del crédito, con especificación del tributo y
ejercicio fiscal correspondiente
4- Individualización del expediente respectivo
5- Nombre y firma del funcionario que emitió el documento

La resolución administrativa debe ser firme, estos es que ha sido consentida expresamente
por el administrado o ha sido consentida tácitamente, al no haber deducido contra ella los
recursos administrativos que corresponden, o que haya sido agotada la vía administrativa
en su totalidad, lo que supone interposición de los recursos en tiempo hábil para ello.

Una vez firme la resolución, la administración podrá iniciar el proceso ejecutivo tributario
y el administrado por su parte podrá demandar la nulidad o anulación del acto
administrativo definitivo ante el TCA.
Se genera una posible simultaneidad de procesos jurisdiccionales que tendrán como
partícipes, aunque en posiciones invertidas, a la Administración y al demandado.

Preparación del proceso ejecutivo tributario-


El documento en que consta el título ejecutivo tributario es, por definición, un documento
público o el testimonio de un documento público.

Por lo que respecta a la intimación previa, establece el art. 91 del Código Tributario, que
no será necesaria en los juicios ejecutivos promovidos por cobro de obligaciones
tributarias.
La razón de ser para la supresión de este requisito es la consideración de que siendo el
Estado o una persona pública en todo caso, el habría de promover el juicio, aquella
finalidad de evitar los juicios ejecutivos abusivos que había inspirado la norma de la LAJ,
no tenía razón de ser.
La aclaración, en ese artículo, de que tampoco es necesaria la conciliación previa obedece
a una distracción del legislador, ya que por disposición del art. 294, num. 4 del CGP todos
los procesos que no tramitan por vía ordinaria están exentos de conciliación previa.

Régimen restrictivo de las notificaciones a domicilio-

Se establece un régimen simplificado de notificaciones, según el cual solo serán a


domicilio la notificación que cita a oponer excepciones y la sentencia de remate, el resto
serán hechas mediante notas.
Lo que la norma restringe son las notificaciones a domicilio y no las personales, ya que
si el demandado concurre a la oficina y cabe notificarlo, se lo notificará personalmente.
El auto que cita de excepciones no es otra cosa que la sentencia inicial, que tiene triple
contenido, se pronuncia sobre el fondo y condena a pagar al demandado, decreta y traba
el embargo y cita a excepciones al demandado.

Es esa providencia de contenido complejo la que se debe notificar a domicilio del


demandado, y también se entiende por sentencia de remate, que no existe hoy en el actual
CGP, la sentencia que se pronuncia sobre las excepciones confirmando la condena inicial
o desestimándola.

Limitación de las excepciones-

En sus inc. 5 y 6 el art. 91 del Código Tributario establece una lista taxativa de las
excepciones que son admisibles en este ejecutivo tributario.
Se podrá oponer la excepción de inhabilidad del título cuando no cumpla con algún
requisito previsto por la ley o existe discordancia entre el mismo y los antecedentes
administrativos, la excepción de falta de legitimación pasiva cuando la persona física o
jurídica contra la cual se dictó la resolución que se ejecuta sea distinta del demandado en
juicio, la nulidad del acto declarada ante el TCA, la extinción de la deuda, espera
concedida con anterioridad al embargo y las procesales.

En el primer caso la inhabilidad del título puede responder a la falta de requisitos relativos
a la legitimación de las partes, el objeto, o alguno de los requisitos del art. 92 del CT.
La falta de legitimación pasiva, por su parte, se opone cuando la persona a la cual va
dirigida la resolución administrativa no coincide con el demandado que se presenta en el
juicio
La excepción de nulidad del acto, viene a equipararse, en cierta medida, con la excepción
de cosa juzgada en el ejecutivo común. Supone que el demandado hubiera demandado a
la administración ante el TCA pidiendo la nulidad del acto y la hubiere obtenido.
La excepción de extinción de deuda supone una formulación deliberadamente amplia que
puede incluir dentro de ella no solo la excepción de pago, sino también otras.
La excepción de espera presenta dos caracteres, no constituye en verdad una peculiaridad
del título ejecutivo tributario y distingue a esta excepción de la espera previa en el juicio
ejecutivo cambiario, esta no requiere que se pruebe por escritura pública o documento
privado judicialmente reconocido.
Las referidas al art. 133 del CGP, son las excepciones procesales típicas.

Suspensión del proceso-

Peculiaridad del proceso ejecutivo tributario es la posibilidad de suspensión, a pedido de


parte, de su procedimiento, en dos situaciones distintas que también prevé el art. 91 del
CT.
A) Cuando al ser citado a excepciones el demandado acredite que se encuentra en trámite
la acción de nulidad contra la resolución en vía administrativa.
B) Cuando se acredite que la Administración ha concedido espera al ejecutado.
Se faculta al demandado a solicitar la suspensión del proceso ejecutivo hasta tanto no se
resuelva, de manera definitiva, el proceso contencioso administrativo.
OTROS PROCESOS MONITORIOS

Entrega de la cosa

Según lo establece el art. 364.1 se demanda la entrega de cosas que no sean dinero y que
se deban por virtud de la ley, el testamento, el contrato, el acto administrativo o la
declaración unilateral de voluntad en los casos en que esta es jurídicamente obligatoria.

Ámbito de aplicación-

Las posibilidades de utilización de esta vía procesal son muy amplias, pero
fundamentalmente en lo relativo a bienes muebles. Por ejemplo, cuando se encarga la
fabricación de una cosa y habiendo pagado su precio hay dificultades para retirarla, la vía
adecuada para posibilitar el cumplimiento de la obligación contraída es el proceso de
entrega de la cosa.

Cuando el comodato recae sobre muebles, la acción restitutoria sigue el procedimiento


monitorio de entrega de la cosa, a condición de que se acredite fehacientemente el
contrato en forma documental o por testigos.
También se aplica en el supuesto de arrendamiento de bienes muebles. Vencido el plazo
y ante el incumplimiento de la obligación de devolver la cosa, el arrendador dispone de
esta vía procesal para recobrar la disponibilidad material del bien objeto del contrato.

También procede cuando se adquiere un monte en pie con la obligación de corte a cargo
del comprador, si el vendedor, una vez pagado el precio, se rehúsa a permitirle al
comprador que ingrese a su fundo para retirar la madera puede accionar por el proceso de
entrega de la cosa.

Naturaleza jurídica-

Es contencioso, principal, singular, de conocimiento, dotado de estructura monitoria y se


ejercita en el una pretensión de condena.
Es un proceso contencioso porque tiene como objeto una contienda o litigio, supone la
existencia de dos partes, un conflicto de intereses y una pretensión insatisfecha.
Es principal porque cumple por sí mismo la finalidad que le asigna el Derecho.
Es para NICASTRO, un proceso de conocimiento porque persigue la formación de un
mandato, el título de ejecución forzada se formará en el transcurso de este.
CALAMANDREI considera que todos los monitorios son de conocimiento, ya que el
título de ejecución no preexiste al proceso.
ELIZALDE afirma que hay algunos procesos monitorios que tienen fundamentalmente
calidad de procesos de ejecución, como el juicio ejecutivo o el sumario de entrega de la
cosa.
ABAL califica al proceso de entrega de la cosa como un proceso contencioso, judicial de
ejecución, no ordinario, sumario, monitorio y referido a obligaciones de dar no dineraria.

Es un proceso dotado de estructura monitoria, presentada la demanda, si cumple con los


presupuestos procesales, el tribunal dicta una resolución de acogimiento de la demanda,
sin oír al demandado, resolución que, consentida por la no oposición de excepciones,
adquiere la eficacia de una sentencia definitiva pasa en autoridad de cosa juzgada.
En dicho proceso se ejercita una pretensión de condena, puesto que se solicita al juez que
condene al demandado a entregar una cosa en virtud de una obligación acreditada
documentalmente.
El dictado de una sentencia de condena pone fin al proceso en el que se formuló una
pretensión de condena.

Presupuestos-

El art. 364 del CGP establece los siguientes;


a) que exista una obligación de entregar cosas que no sean dinero
b) que la obligación de entregar emane de la ley, el testamento, el contrato, el acto
administrativo o declaración unilateral de voluntad.
c) que se acrediten los dos extremos anteriores
d) que el actor acredite el cumplimiento de su obligación correspectiva
e) La prueba deberá ser documental
f) no se requiere prueba documental cuando se trate de contrato que pueda ser probado
mediante testigos

El CGP amplió elenco de fuentes de las cuales puede emanar una obligación de entregar.
La exigencia de que el actor acredite el cumplimiento de la obligación a su cargo cuando
la fuente es un contrato bilateral se trata de un requisito de admisibilidad de la demanda,
se procura evitar el accionar malicioso de algunos acreedores que exigen el cumplimiento
de obligaciones sin hacerse cargo de las suyas.

En este proceso puede oponerse todo tipo de defensas.


La obligación de dar se entiende como simple entrega, se trata de entregar materialmente
la cosa.

Dicha obligación debe acreditarse documentalmente, salvo la excepción prevista en el art.


352.2, cuando se trate de contrato que pueda ser probado por testigos. En etapa preliminar
que se hará por vía incidental, podrá establecerse la prueba de la existencia del contrato
y de su cumplimiento por el actor.

Los casos en los que se admite la prueba por testigo son los siguientes;
- Cuando lo expresado en termino enunciativos en el instrumento público no tenga
relación directa con lo dispositivo del acto o contrato.
- Cuando se trate de un documento por valor de más de 100 UR y la parte no sepa o no
pueda firmar.
- Cuando se trate de copias de copias.
- Cuando haya obligaciones que se forman sin convención y no haya podido obtener
prueba escrita.
- En los depósitos necesarios y en los verificados por los viajeros en las posadas.
- En las obligaciones contraídas en casos de accidentes imprevistos en que no se hubiera
podido extender documento.
- En el caso de haber perdido el acreedor el documento que le sería de título a
consecuencia de caso fortuito o fuerza mayor.

La circunstancia de que la obligación de entregar pueda ser probada mediante testigos ha


llevado a parte de la doctrina a sostener que en nuestro derecho, el proceso de entrega de
la cosa es un monitorio puro.
Se denomina así a aquel proceso en el que no es necesario aportar con la demanda la
prueba del derecho que se invoca.

En realidad, el art. 352.2 del CGP, no establece ninguna excepción a la regla general de
la exigibilidad del documento, ya que en los casos allí previstos el actor deberá acompañar
la demanda con el documento que justifique la obligación de entregar, documento que
estará constituido por la sentencia ejecutoriada que, en la etapa preliminar tramitada por
vía incidental, determine la existencia del contrato y el cumplimiento de la obligación
correspectiva en los casos que ella exista.

Procedimiento-

Competencia, la acción es de carácter real aplican los criterios de distribución de los arts.
15 a 20 de la LOT. Criterio territorial será el Juez del lugar en que este ubicado el bien
inmueble. Si es bien mueble el lugar en el que se halle o el domicilio del demandado.
Criterio cuantitativo, estar al valor de la cosa cuya entrega se reclama o x la apreciación
que el actor hiciese en su demanda.

Con respecto a la tentativa de conciliación previa, el proceso de entrega de la cosa fue


expresamente dispensado del cumplimiento de ese requisito por el art. 294.1 del CGP.

Intimación de cumplimiento. El art. 354.5 CGP, en la redacción dada por la ley 19.090
dispone que si no existe diligencia judicial de reconocimiento de firma o protesto
personal, debe, necesariamente, hacerse la intimación de pago al deudor.
Se entiende que esta norma es aplicable al caso de la entrega de la cosa, en virtud de la
remisión genérica que hace el art. 363 del CGP a los arts. 354 a 360 del CGP.

En cuanto a la necesidad o no de la intimación de cumplimiento para dejar expedita la vía


procesal de entrega de la cosa, nuestra doctrina en general entiende que el plazo de la
intimación coincide con el plazo para oponer excepciones.
TOMÉ GOMEZ considera que existen dos plazos distintos, uno de tres días para la
intimación y otro de diez días para oponer excepciones, el que comenzaría a correr luego
de vencido el de la intimación.

NICASTRO coincide en el sentido de la necesidad de intimación de cumplimiento previa,


pero discrepa en cuanto a la oportunidad. Según el autor antes citado, la intimación se
dispone en la providencia inicial; este segundo autor, sin embargo, considera que la
intimación previa tiene naturaleza de diligencia preparatoria tal como establece el art.
354.5 CGP.

TARIGO, señala que el plazo de la intimación es, racionalmente el mismo plazo de diez
días extensibles según la distancia de que dispone para, en lugar de proceder a la entrega
de la cosa, excepcionarse.
En el proceso ejecutivo la intimación de pago es de carácter previo a la formulación de la
demanda y con plazo de tres días, pero aquí en el proceso de entrega de la cosa, como en
los restantes, no cabe otra posibilidad que no sea esta de que el plazo de la intimación se
superpone, por así decirlo, al plazo legal conferido para el excepcionamiento.
NICASTRO refuta esa posición de TARIGO, diciendo que el art. 363 CGP consagra la
regla general aplicable a todos los procesos dotados de estructura monitoria. La norma
que exige la intimación de pago previa se encuentra dentro de esas normas a las que se
hace remisión.
Además debemos recordar cual es la finalidad que se persigue con la intimación de pago,
evitar procesos abusivos, aquellos en los cuales no se le da al deudor la posibilidad de
saldar su adeudo de forma extrajudicial.

La falta de realización de la intimación de cumplimiento previa le daría la posibilidad al


demandado de entregar la cosa dentro del plazo para oponer excepciones sin que resulte
condenado a pagar costas y costos.

No será necesario formalizar la diligencia preparatoria de intimación de cumplimiento,


cuando la obligación surja de un documento privado con firmas reconocidas
judicialmente, ya que la citación a reconocimiento de firmas harías las veces de la
intimación de pago.

Una vez citado a excepciones el demando podrá oponer excepciones, de carácter


sustancial o procesal, dentro de un plazo de diez días a contar del primer día hábil
siguiente al de la notificación.

Proveimiento inicial. El Tribunal luego de verificar los presupuestos especiales del


proceso de entrega de la cosa, le ordenará al demandado la entrega de la cosa.
Al igual que en todo proceso dotado de estructura monitoria la providencia inicial se dicta
sin oír al demandado y tiene un triple contenido:
a) contenido decisorio
b) contenido cautelar
c) contenido de impulso procesal

Contenido decisorio, la providencia inicial contiene la condena expresa, explicita y


concreta de entregar la cosa más el pago de las costas y los costos del proceso.

SIMÓN y ABAL consideran que la condena es elíptica o implícita, ya que en la


providencia inicial habitualmente solo se dispone expresamente una medida cautelar y se
ordena la citación del demandado a excepciones, sin decir nada sobre el fondo.

TEITELBAUM sostiene que es providencia inicial que recae sobre el fondo del asunto y
hace lugar a la pretensión es una verdadera sentencia definitiva, aunque condicionada a
su no impugnación en el plazo de oposición de excepciones.

Es conveniente recordar que pueden existir dos sentencias definitivas en el proceso


ejecutivo y en todos los monitorios en general. La primera es condicionada a la falta de
oposición de excepciones, quedará consentida, ejecutoriada y le pondrá fin al proceso
monitorio.

Si se oponen excepciones, habrá de recaer la segunda sentencia definitiva, rechazando las


excepciones opuestas y confirmando lo dispuestos por la primera sentencia definitiva o
haciendo lugar a la oposición.

Se entiende que la providencia inicial que no hace lugar a la pretensión de entrega de la


cosa es una sentencia interlocutoria con fuerza definitiva ya que no se pronuncia sobre el
fondo del asunto pero si pone fin al proceso.
Contenido cautelar, lo determina el art. 364.2 CGP que establece que desde la intimación
el demandado quedará en calidad de depositario.

Contenido de impulso procesal, está dado por la citación a excepciones por el plazo de
10 días, extensibles en función de la distancia.

Actitudes del demandado-

a) Entregar la cosa dentro del plazo de 10 días;


b) dejar transcurrir y vencer el plazo sin oponer excepciones;
c) oponer excepciones

Entregar la cosa dentro del plazo de 10 días implica su allanamiento a la pretensión de


actor y la satisfacción positiva de dicha pretensión. Cuando el demandado entrega la cosa
dentro del plazo para oponer excepciones, está directamente satisfaciendo la pretensión
del actor; su actitud supone un acto material.

Dejar transcurrir y vencer el plazo sin oponer excepciones, queda consentida y


ejecutoriada la sentencia definitiva de condena dictada inicialmente y cuya eficacia estaba
condicionada a la falta de oposición de excepciones del demandado.

Oponer excepciones, en este aspecto el CGP ha introducido variantes con respecto a la


anterior regulación que preveía el CPC.
En la regulación actual del CGP puede oponerse cualquier tipo de excepción contra la
demanda. Todas las excepciones deberán oponerse en forma conjunta y en un solo escrito,
en aplicación del principio de eventualidad, junto con toda la prueba.

Condenaciones procesales-

Actualmente el régimen general en materia de condenaciones procesales está previsto en


el art. 56.1 del CGP. Si el litigante lo hizo con alguna razón el juez no puede imponer
condena especial en costas y costos; si litigó con culpable ligereza, puede condenarlo en
costas; si lo hizo con malicia que merezca la nota de temeridad, puede condenarlo en
costas y costos.

El art. 56.2 CGP prevé determinadas excepciones al régimen general de la


responsabilidad subjetiva, en las cuales se aplicará, preceptivamente, una especial
condena procesal a saber: el proceso ejecutivo, la vía de apremio, el juicio de entrega de
la cosa, el recurso de revisión desestimado y la solicitud de declaración de
inconstitucionalidad rechazada.

Responsabilidad subjetiva-

TARIGO expresa que si bien el art. 56.2 menciona al proceso de entrega de la cosa como
una excepción al régimen general de responsabilidad subjetiva, el CGP no ha establecido
régimen especial alguno con relación a este proceso, por lo cual no cabría otra solución
que aplicar el régimen general.
La remisión que hace el art. 363 a los arts. 354 a 360 no está hecha a estos en su integridad,
sino únicamente al procedimiento previsto en ellos, y una norma de condenación procesal
no es relativa el proceso.

Responsabilidad parcialmente objetiva-

ELIZALDE expresa que la reformas de la ley 16.699 explicitan los casos en que el art.
56.2 mantiene la condena preceptiva de costas y entre ellos incluye el juicio de entrega
de la cosa.
Cuando exista sentencia, esta deberá imponerle preceptivamente las costas y los costos al
vencido; pero ello será solamente cuando hay sentencia por oposición de excepciones,
cuando el demandado no opone excepciones no debe recaer condena.

NICASTRO entiende que sí es necesaria la diligencia de intimación de cumplimiento


previa a la promoción del proceso de entrega de la cosa. Una vez que se promueve la
demanda, al deudor comienzan a correrle las costas y costos del proceso.

El proceso de entrega de la cosa constituye una excepción a la regla general de las


condenaciones procesales, porque así lo dispone el art. 56.2 CGP.
No obstante, la ley no prevé en forma individualizada cual es régimen a aplicar. Y el art.
363 del citado cuerpo normativo echa por tierra la tesis de TARIGO.

Entiende este autor que cabe concluir que, en sede de proceso de entrega de la cosa, rige
la condena preceptiva en costas y costos al demandado, mientras que, en los restantes
monitorios no ejecutivos, rige el sistema de responsabilidad subjetiva.
PROCESOS DE EJECUCION

Disposiciones generales (arts. 371- 372 CGP)

Los requisitos para promover un proceso de ejecución son los siguientes:


1) Presentar un título de ejecución de los previstos en el art. 377.
2) Pedido de parte interesada.
3) Transcurso del plazo o condición si correspondiere.
4) Intimación previa, requiriendo que se cumpla la obligación, contenida en el título
dentro del plazo de tres días. La intimación puede hacerse por telegrama colacionado
con constancia de recepción.
Quedan exceptuados de la intimación previa los casos de condenas obtenidas en procesos
de estructura monitoria.
Es competente para la ejecución el tribunal que hubiere conocido o que le correspondiere
conocer en primera instancia.
Como regla, las resoluciones pronunciadas en un proceso de ejecución serán
inapelables.
Únicamente se notificará a domicilio las siguientes providencias (art. 373.4):
a- La que hace lugar a la ejecución.
b- La adopción de una medida cautelar o su sustitución por el ejecutado o un tercero.
c- El levantamiento- cese- de una medida cautelar solicitado por el ejecutante o un tercero.
d- El traslado de la petición, que no fuera del ejecutante, respecto al cese, modificación o
sustitución de la medida cautelar.
e- La que dispone el remate a los acreedores prioritarios (art. 384.5) y a los demás sujetos
que surjan del informe previsto en el literal D del art. 384.3.
f- La que aprueba el remate.
g- La que da traslado de un tercería prevista en el 335.

Conminaciones económicas y personales

- En cualquier etapa del proceso, de oficio o a petición de parte, el tribunal podrá adoptar
las medidas de conminación necesarias, cualquiera sea el sujeto a quien se impongan las
mismas.
- Las conminaciones económicas se fijarán en una cantidad de dinero a pagar por
cada día que demore el cumplimiento.
Una vez transcurrido el plazo prudencial, el Tribunal dispondrá que la Oficina Actuaria
realice la liquidación de las mismas.
La liquidación se notificará al obligado, quien podrá impugnarla ante el Tribunal en el
plazo de tres días, cuya decisión será irrecurrible.
Una vez firme la liquidación, su testimonio constituirá título de ejecución contra el
obligado.
Su producido beneficiará por partes iguales a la contraparte del conminado y a un Fondo
Judicial administrado por la SCJ, pudiendo perseguir su cobro cualquiera de los
beneficiarios.

- Las conminaciones personales consistirán en el traslado ante el tribunal por la fuerza


pública de los encargados judiciales, incluso testigos; sin perjuicio de la remisión de los
antecedentes a la justicia penal.

VÍA DE APREMIO (art. 377 a 396)

Procedencia
La vía de apremio es un proceso de ejecución forzada; tiene lugar cuando existe un
“título de ejecución forzada del que surge la obligación de pagar una suma de dinero,
liquida o fácilmente liquidable y exigible.
Los títulos de ejecución que habilitan la promoción de este proceso son los siguientes (art.
377 CGP):
1.- Sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada: dictada en cualquier tipo de
proceso de conocimiento (si la condena fuera ilíquida, será preciso liquidar la cantidad en
un proceso preparatorio que se sigue por la vía incidental (art. 378 CGP).
2.- Crédito hipotecario inscripto: siempre que en la escritura respectiva se haya
renunciado por el deudor a los trámites del juicio ejecutivo.
3.- Crédito prendario inscripto: El bien objeto de prenda puede ser de cualquier
naturaleza y no es necesario que el deudor renuncie a los trámites del juicio ejecutivo.
4.- Laudo arbitral: debe estar firme, o sea, no pendiente de recurso de nulidad.
5.- Transacción aprobada judicialmente: tiene la misma eficacia que una sentencia
ejecutoriada. La que no está homologada judicialmente es “título ejecutivo” y no “de
ejecución”.
6.- Convenio celebrado en acto de la conciliación judicial o administrativa
legalmente equiparada a la primera (materia laboral y derechos del consumidor).

Etapas de la vía de apremio


1) DEMANDA
2) MANDAMIENTO DE EJECUCIÓN
3) DECRETO, TRABA Y EFECTIVIDAD DE EMBARGO ESPECÍFICO (Eventual)
4) NOTIFICACIÓN AL DEUDOR DEL INICIO DE LA EJECUCIÓN.
5) EVENTUAL OPOSICIÓN Y RESOLUCIÓN DE EXCEPCIONES (limitadas)
6) ESTUDIO Y APROBACIÓN DE TÍTULOS
7) ACTOS PREPARATORIOS DEL REMATE.
8) REMATE
9) APROBACIÓN DEL REMATE Y DEPÓSITO DEL SALDO DE PRECIO.
10) ESCRITURACIÓN JUDICIAL (Eventual).
11) LEVANTAMIENTO DE EMBARGO, CONRURRENCIA DE EJECUCIONES.
12) LIQUIDACIÓN DE LOS CRÉDITOS Y PAGO A LOS ACREEDORES.

1, 2 y 3) Si el título de ejecución es una sentencia ejecutoriada, la solicitud de embargo


específico puede no estar contenida en la demanda de ejecución. En efecto, dicho
embargo ya puede haberse dispuesto en un anterior proceso de conocimiento (que puede
tener estructura ordinaria, extraordinaria, monitoria o especial) y, en tal caso, no es
preciso volver a decretarlo.
Será si necesario pedir y decretar un embargo específico si el embargo efectivizado con
anterioridad a la ejecución fuese un “embargo genérico”, ya que la vía de apremio sólo
se puede tramitar en base a embargos específicos.

4 y 5) Notificación al deudor y eventual oposición de excepciones: Luego de


efectivizado el embargo concreto (si correspondiere), el deudor será notificado del inicio
del proceso de ejecución y dispondrá de un plazo de diez días hábiles para oponer
excepciones.
Las defensas se encuentran limitadas por ley. Solo puede alegar dos excepciones: el pago
o la inhabilidad del título por carecer de un requisito indispensable para su validez, o sea
la nulidad del título.
El pago parcial no configurará excepción admisible.
En el caso de la vía de apremio posterior a un juicio ejecutivo, no se admitirá
ninguna defensa. (Discusión sobre posible inconstitucionalidad, no respeta debido
proceso).
El tribunal rechazará sin sustanciar toda excepción que no fuere de las enumeradas.
La sentencia interlocutoria que deniegue de plano una excepción por inadmisible, será
pasible del recurso de apelación sin efecto suspensivo.
Si las excepciones fueren admitidas, se sustanciarán y fallarán conforme a los arts. 356 a
359.
En los casos de los numerales 2, 3, 5 y 6 del art. 377, procederá el juicio ordinario
posterior previsto por el art. 361.

6) Estudio y aprobación de títulos, si correspondiere, está prevista por el art. 384.


A petición de parte, se intima al ejecutado la entrega de los títulos del bien con plazo de
cinco días. Lo mismo si estuvieran en poder de un tercero.
Si los títulos no fueran agregados, ele ejecutante podrá sustituirlos mediante la
incorporación de los certificados registrales y testimonios autenticados de los
antecedentes que correspondieren y del testimonio de la matriz de la última enajenación
debidamente inscripta.
En defecto de inscripción, se podrá agregar segunda copia registrad, expedida de mandato
judicial (art. 395).
Al agregar los títulos o la documentación sustitutiva, el ejecutante acompañará los
certificados registrales correspondientes y certificado notarial con el estudio de títulos del
que resulte el proceso dominial, realizado por escribano del ejecutante.
La Oficina Actuaria, en forma concentrada, en un único acto en plazo de 20 días, efectuará
el control del estudio de títulos y producirá el informe referido en el art. 384.3.
Del informe se dará noticia al ejecutado y al ejecutante. Este último podrá subsanar las
observaciones o, en el plazo de seis días, impugnarlas ante el Tribunal, el que resolverá
mediante interlocutoria apelable con efecto suspensivo.
7) Actos preparatorios del remate:
Una vez aprobado el título, a petición del ejecutante, el tribunal ordenará el remate y
designará rematador (art. 385).
El remate se realizará sin base y al mejor postor, teniendo el martillero la facultad de
suspenderlo por precio incompetente o manifiestamente inadecuado, quedando sin efecto
la postura que se hubiera hecho (art. 386).
El remate será precedido de un anuncio en el Diario Oficial y en otro periódico del lugar
de la subasta.
El anuncio deberá necesariamente contener lo establecido por el art. 387.2.
En tal sentido, cabe señalar:
a) La seña que habrá que consignar el mejor postor en el acto de remate y que se fijará en
suma no inferior al 10% de la oferta, la comisión y tributos a cargo del comprador, los
rubros que se autoriza a imputar como parte del precio (que son los tributos adeudados
necesarios para la escrituración: contribución inmobiliaria e impuesto de educación
primaria; todo otro gasto requiere autorización del tribunal);
b) El plazo para consignar el saldo de precio, que será de 20 días corridos a partir del día
hábil siguiente a la notificación del auto aprobatorio del remate, que no se interrumpirá
por las ferias judiciales ni por la semana de turismo;
c) Las prevenciones que el tribunal disponga en función del informe de la Oficina
Actuaria.

8) Remate; su realización y documentación:


La diligencia de remate se realiza una vez cumplidas todas las etapas preparatorias, en el
día, lugar y hora señalados.
El remate será practicado por el martillero designado por el Tribunal y estará presente el
funcionario judicial que el Juez designe entre aquellos mencionados por la norma legal
(art. 387.5). Lo normal es que asiste el Alguacil del Juzgado.
De lo actuado el rematador labrará un acta y rendirá cuenta de lo actuado.
El acta deberá dejar constancia, entre otras cosas, del mejor postor y del segundo mejor
postor.

9) Aprobación del remate y depósito del saldo de precio:


Previa vista a las partes, el tribunal aprobará el remate y las cuentas del rematador en
forma inapelable.
El mejor postor acreditará la consignación del saldo de precio, y, si correspondiere, deberá
proponer el escribano, quien aceptará el cargo en el mismo acto.
La Oficina Actuaria informará sobre la integración del saldo de precio en el plazo de 5
días. Se conferirá vista de dicho informe a las partes y el tribunal resolverá en forma
inapelable.

10) Escrituración
Aprobada la integración del precio, deberá otorgarse de oficio la escritura, que autorizará
el escribano designado en el plazo de 30 días.
Si el mejor postor no hubiere nombrado escribano o este no autorizara la escritura en tal
plazo, el Tribunal designará de oficio otro escribano al que fijará un único plazo para
autorizar la escritura, bajo pena de anulación del remate.
Si el comprador no deposita el saldo de precio o si se resistiera a escriturar, se tendrá por
no hecha la oferta y perderá la seña, convocándose al segundo mejor postor para que
manifieste si mantiene su oferta. Si lo hace, deberá depositar la seña en el plazo de 48hs
y luego se seguirá el procedimiento señalado.
Si el segundo oferente tampoco depositara el saldo de precio, ni escriturara, a iniciativa
de parte, el tribunal declarará nulo el remate, en cuyo caso el mejor postor perderá la seña
sin perjuicio de su eventual responsabilidad por los daños causados.
La formulación de postura significa que quien la hace acepta el título y las condiciones
del remate.
Tratándose de remate de bien mueble, cabe hacer la entrega del mismo al adquirente,
expidiéndose el respectivo testimonio si se solicitara (art. 388.3).
Pero si la enajenación del bien rematado requiere escritura pública, el Tribunal señalará
al mejor postor un plazo para otorgar la escritura respectiva, que será autorizada por el
escribano que aquel designe.
Si dicho Escribano no realiza la escritura en el plazo otorgado, el Juez nombrará otro; y
si tampoco lo hace se anulará el remate.
A los efectos de la escrituración, el CGP establece claramente que el único importe
pasible de deducción del saldo de precio, sin necesidad de previa autorización, es el de
los tributos necesarios para el otorgamiento de la escritura (contribución inmobiliaria e
impuesto de enseñanza primaria).
La deducción de cualquier otro gasto requiere previa autorización judicial (art. 389.2).
11) Levantamiento de oficio de todos los embargos e interdicciones (art. 389).
En los casos de venta judicial, se dispondrá de oficio el levantamiento de todos los
embargos e interdicciones que afectaren al bien rematado, sea de la fecha que fueren.
Si un acreedor no percibe su crédito y tiene a su favor un embargo genérico este continua
vigente, quedando desafectado el bien rematado.
Concurrencia de ejecuciones-
Todos los embargos e interdicciones son levantados por el tribunal de la ejecución. Por
ellos, se deberá comunicar el levantamiento al tribunal que dispuso el embargo o
interdicción, a fin de que notifique personalmente al acreedor. Todo acreedor que tenga
un derecho preferente al ejecutante, dispondrá de un plazo de 10 días para presentar la
liquidación de su crédito, y si no lo hiciere podrá presentarla el acreedor ejecutante; la
que quedará aprobada si no mediare oposición, o se procederá conforme a derecho en
caso contrario. Todo este procedimiento se realiza ente el Juez que dispuso el embargo o
interdicción en cuestión y se comunica oportunamente al Juez de la ejecución a sus
efectos.
En el caso de las hipotecas de acreedores que no han podido satisfacer sus créditos, se
extinguen por la notificación de la ejecución hecha al respectivo acreedor. La simple
notificación provoca la extinción de la hipoteca, de acuerdo a lo previsto por el art. 2340
del CC.

12) Liquidación de los créditos y pago a los acreedores


Depositado el precio, el ejecutante presentará la liquidación de la que se dará vista al
ejecutado. Previo informe de la Oficina Actuaria, se someterá a la aprobación del
Tribunal, quien dictará una interlocutoria apelable, suspendiéndose únicamente el pago.
La liquidación se formulará en el orden que establece el art. 388.1.

ENTREGA DEL BIEN (arts. 388.2 y 396).


Depositado el precio, si se tratare de bien mueble, se entregará al comprador, librándose
acta.
Si se trata de bien inmueble, una vez escriturado se promoverá la entrega conforme a lo
previsto en el art. 396.
No obstante, el mejor postor que hubiere integrado el precio, podrá solicitar previamente
la inspección del bien mediante Alguacil, Si estuviere ocupado se designara depositario
del mismo al ocupante. Si estuviere desocupado, se entregará en el acto al mejor postor
en calidad de depositario. La entrega se considera definitiva una vez otorgada la escritura.

EL RECUROS DE APELACION EN LA VÍA DE APREMIO

En la vía de apremio la apelación se encuentra restringida.


En consecuencia solo son apelables las providencias previstas expresamente por la ley.
Providencias apelables:

a) La sentencia interlocutoria que decide el incidente de liquidación de suma ilíquida, con


efecto suspensivo. (arts. 378.1 y 378.4).- La sentencia definitiva estableció el an
debeatur; la dictada en el proceso liquidatorio resuelve el quantum debeatur. Para el CGP,
se trata de una sentencia interlocutoria que pone fin al proceso de liquidación. El efecto
de la apelación será suspensivo, como no podría ser de otra manera, ya que hasta que esté
firme la sentencia que determina la suma liquida no puede comenzar la vía de apremio.
b) La sentencia interlocutoria que rechaza de plano excepciones inadmisibles, sin efecto
suspensivo (art. 379.3).
c) La sentencia que resuelve un excepcionamiento admisible, con efecto suspensivo (art.
379.4).
d) La sentencia interlocutoria que hace lugar a la sustitución de un embargo a pedido del
ejecutado, sin efecto suspensivo (art. 380.4).
e) La sentencia que rechace liminarmente la pretensión y cualquier otra interlocutoria que
ponga fin al proceso, con efecto suspensivo (art. 393.1).
f) La sentencia que no haga lugar, sustituya o levante una medida cautelar, con efecto
suspensivo en los casos primero y tercero y sin efecto suspensivo en el segundo (art. 393
n. 2).
g) La sentencia interlocutoria que designe el diligenciamiento de un medio de prueba, con
efecto diferido (art. 393 n. 3).
h) La sentencia definitiva, con efecto suspensivo (art. 393 n. 4).
i) La sentencia interlocutoria que resuelve las tercerías, con efecto suspensivo de lo
resuelto, conforme al art. 335.

PROCESO DE EJECUCION DE OBLIGACIÓN DE DAR, HACER Y NO HACER


La ejecución de obligaciones no dinerarias.
La vía de apremio supone una obligación consistente en una suma de dinero liquida y
exigible.
Cuando la sentencia condena a una obligación de dar alguna cosa, hacer o no hacer, si se
cumplen in natura se trata de ejecución directa ya que se realiza en la especie debida. El
objeto de la ejecución coincide con el objeto de la obligación.
Por diversos motivos puede no cumplirse la condena en la especie debida; la cosa ha
desaparecido o existe resistencia a cumplir una obligación de hacer o no hacer que no
puede ser cumplida por un tercero.
Se llama ejecución por equivalente.

Existe una categoría de ejecución extra; la de las conminaciones económicas previstas


para las obligaciones de hacer y no hacer. Su finalidad es estimular el cumplimiento en
especie de condena, a través de una suma diaria hasta su cumplimiento.
Este tipo de conminaciones acrecientan la reparación del acreedor porque se suman a los
posibles daños y perjuicios.

Principios que rigen las ejecuciones dinerarias


Las disposiciones generales del CGP sobre los procesos de ejecución aplican a todo tipo
de ejecuciones, salvo disposiciones en contrario.
Son aplicables por tanto las siguientes reglas.

Conminaciones-
Son aplicables las conminaciones del art. 374, sin perjuicio de las especiales en las
condenas de hacer y no hacer que benefician al ejecutante.
En los procesos de ejecución de obligaciones no dinerarias, son aplicables no solo en las
sentencias judiciales, sino también en laudos, transacciones aprobadas judicialmente y
convenios celebrados en conciliaciones judiciales, asimilables a sentencias.

Intimación previa-
Según el art. 372.3 corresponde en todos los casos la intimación previa. Lo que varia es
el plazo, que en las obligaciones de hacer, debido a que pueden requerir un tiempo
prudencial para su cumplimiento, el art. 398.1 prevé un plazo establecido en la sentencia
o que lo determine el tribunal.
Esta no será necesaria si la sentencia fija el plazo

Inapelabilidad e inadmisibilidad de excepciones-


Rige la regla del 373.3 CGP, inapelabilidad. No obstante, existen posibilidades de
apelación, no en la ejecución en si misma sino en su fase de conocimiento. Por ejemplo,
el incumplimiento en especie que se sustituye por equivalente, vía incidental para
liquidación de daños y perjuicios.
Aunque no remite al 378.4 este es aplicable, ya que prevé la aplicación de llamado
incidente de liquidación.

No prevé la posibilidad de excepciones como en la vía de apremio y esto plantea


dificultades sobre todo cuando la ejecución no emana de una sentencia judicial.
El problema puede ser complejo y la única alternativa es la vía incidental, pero que no
tiene efecto suspensivo, salvo lo establezca el tribunal.
Si se invoca la inhabilidad del título sucede lo mismo, se debe ir a la vía incidental y la
suspensión depende del tribunal.

Apelabilidad de la resolución inicial que no hace lugar a la ejecución-


El 360.2 CGP prevé la apelación de la providencia que no hace lugar a la ejecución pero
para el proceso ejecutivo, no existe, sin embargo, para el de ejecución una norma que
establezca la excepción de la inapelabilidad consagrada en el art. 373.3.
TEITELBAUM considera que es apelable de todos modos, teniendo en cuenta que si no
se hace lugar inicialmente a la ejecución, no existe aún proceso de ejecución y no rige la
regla de la inapelabilidad.

OBLIGACIONES DE DAR
La sentencia que condena a dar una cosa, se resuelve mediante la orden de
desapoderamiento, que se realiza por la fuerza pública y además existe según el art. 397.1
CGP la posibilidad de las conminaciones comunes.
Se entiende que si hay imposibilidad de entregar la cosa en especie, tales conminaciones
comunes no proceden. El simple ocultamiento de la cosa no configura imposibilidad y no
impide las conminaciones.
Si el ejecutante opta por los daños y perjuicios deja sin efecto las conminaciones, ya que
carecen de toda finalidad.

La cosa a entregar puede ser cierta y determinada o de género, solo se excluye el pago en
dinero. Tratándose de obligaciones de género deben ser determinables, ya que en caso
contrario no puede concretarse el desapoderamiento.
La imposibilidad del cumplimiento in natura se resuelve por equivalentes. El art. 397.2
se remite al art. 378.1, 2 y 3 que regulan la vía incidental. Ya que tratándose de una deuda
ilíquida debe procederse a su liquidación, que se realiza por el trámite de vía incidental
común.
También remite al 378.2 que regula la cantidad procedente de frutos de forma especial,
con carga de la prueba invertida, ya que el demandado además de restituir la cosa debe
los frutos. Se parte de la base de que el poseedor de la cosa está en mejores condiciones
de conocer los frutos del bien. Por ello a él corresponde presentar la liquidación de los
mismos.

OBLIGACIONES DE HACER

Suponen un hecho a realiza por el ejecutado que puede ser de dos tipos: de carácter
personal, no susceptible de realizar por un tercero o un hecho que si puede realizarlo un
tercero porque no implica cualidades especiales o un prestigio personal.
El poder o no realizar determinada actividad por un tercero o el obligado tiene un fuerte
ingrediente subjetivo.
Difícilmente el ejecutante admitirá imponer coactivamente al ejecutado, realizar una obra
artística, científica, etc., en contra de su libre voluntad.

Las opciones las establece el art. 398.1 y 2 y son las siguientes:


A) Ejecutante, ante el incumplimiento tiene una primer opción, indistintamente si se
puede o no realizar por tercero, exigir el cumplimiento en especie, con una conminación
económica, con plazo máximo de 45 días, vencido el cual se liquidan las conminaciones,
más daños y perjuicios, por lo que al cobro en equivalencia se le agrega una pena.
El texto normativo es claro al establecer que no se tomarán en cuenta las conminaciones
para disminuir los daños y perjuicios, sino que estas complementan.

B) Otra opción es prescindir de las conminaciones tendientes al cumplimiento in natura,


e ir directamente a un equivalente dinerario.
Y aquí si es relevante si el cumplimiento puede ser realizado por un tercero o no.
Si pudiera ser realizado por un tercero el ejecutante puede pedir que el Tribunal determine
el tercero, la doctrina piensa que en la práctica lo que sucede es que el ejecutante propone
al Juez el tercero para su formal designación.
Los gastos de la obra del tercero deben ser aprobados por el juez mediante incidente de
liquidación, que supone intervención del ejecutado y posible apelación.
El ejecutado tiene 10 días para abonar la obra del tercero desde que el Tribunal aprueba
los costos, de no hacerlo lo abonará el ejecutante y luego tendrá derecho de reembolso
por vía de apremio.

C) Tratándose de obligaciones de no hacer que no puedan ser realizadas por un tercero,


se prevé en el art. 398.3 la vía de las conminaciones más el cobro de daños y perjuicios,
si no se cumple en especie. .

OBLIGACIONES DE NO HACER

En la condena de no hacer alguna cosa, pueden darse dos situaciones:


A) que la cosa, pese a la prohibición ya estuviera hecha.
Se podrá pedir la reposición al estado anterior y de no hacerlo el ejecutado, puede ser a
través de un tercero.
Se puede pedir conminaciones para evitar en el futuro la reiteración del incumplimiento,
o también puede optar por pedir directamente los daños y perjuicios, sin pedir la
reposición al estado anterior.
Puede ser que la obligación de hacer aún no se haya violado, no hay nada que reponer, ni
daños y perjuicios que reparar, aplicaríamos con respecto a eso el art. 399.2, en sentido
de conminaciones para que el incumplimiento no se de en el futuro.
PROCESO VOLUNTARIO

Noción de proceso voluntario

La doctrina ha llegado a negarle su naturaleza de proceso; en cuanto a la jurisdicción en


el ejercitada se ha considerado actividad administrativa, no jurisdiccional.
Las variadísimas posiciones no han llegado a acuerdos totales, sino a una actitud
pragmática que queda plasmada en toda reseña de las diferentes posiciones.

Es proceso voluntario aquel cuyo objeto no implica un cambio en patrimonio distinto al


del interesado, o implica un cambio consentido.

Si estudiamos uno por uno los distintos casos de proceso voluntarios, todos y cada uno
pertenecen al primero o al segundo grupo de objetos que hemos definido; ya el beneficio
o el perjuicio de la cuestión refiere a un solo patrimonio, ya el conjunto de patrimonios
tienen congelada su posibilidad de discrepancia por el acuerdo de voluntades.

Los procesos voluntarios tienen un doble origen: a) por naturaleza, si su objeto no


implica un cambio de un patrimonio distinto al del interesado; b) por acuerdo, el objeto
es naturalmente contencioso, cuyo cambio determina automáticamente el cambio en el
patrimonio de una persona distinta de la que es titular de la gestión.

La discrepancia revela dos cosas; o que el cambio de que se trata implica el de un


patrimonio distinto al del interesado; o que, implicado el cambio por naturaleza, el
acuerdo que permitía la conducción del proceso voluntario, ha dejado de existir o se ha
reducido.

Estructuras del proceso voluntario

El CGP ha ordenado tres estructuras generales y algunos procesos particulares.


Se prevé la conversión del proceso voluntario en contencioso, arts. 410, 418, 420, 434,
450 y 451; determina una transferencia del objeto a estructuras contenciosas; que serán
la incidental, la del proceso ordinario o la del extraordinario.
Las tres estructuras generales no cubren la misma dimensión, la del art. 404, es la más
amplia y puede considerarse la estructura voluntaria por excelencia, es referida como
jurisdicción voluntaria general.
Las que describen los arts. 406.2 y 406.3, tienen una generalidad menor, la primera
comprende a las informaciones que las leyes exigen para realizar ciertos actos, la segunda
abarca los casos de simple comunicación.

El proceso voluntario en su estructura general comprende dos etapas, la proposición y el


control de admisibilidad, la primera, y a la fundabilidad, la decisión y su control, la
segunda.
La primera etapa se compone de cuatro pasos;

1) Solicitud, ante el tribunal competente en la forma de demanda y con proposición de


prueba correspondiente, denunciando a toda persona que pueda estar interesada en el
diligenciamiento del asunto.
2) Traslado, por seis días, notificándose a domicilio a los interesados; las providencias
posteriores, salvo las del art. 87, se notifican en la oficina.
3) Respuesta, de los interesados en su caso. Si hubiera oposición se tramitará el punto en
vía incidental, art. 404.2.
Si no hubiera oposición el Tribunal con la omisión, falta o conformidad de los interesados,
hará el control de admisibilidad.
4) Resolución sobre la admisibilidad, Si el Tribunal admite la pretensión convocara a
audiencia; si considera que la pretensión refiere a un objeto que es contencioso, clausurará
el proceso y mandará que los interesados promuevan las demandas correspondientes.
Es claro en esto ultimo que se pone fin al proceso, pero es discutible en cuanto a la
resolución de admisibilidad que sea definitiva y susceptible de ser apelada, sin efecto
suspensivo. Si bien la estructura es de un pronunciamiento interlocutorio con fuerza
definitiva, Barrios se inclina por la equiparación en el recurso.
Combinando lo dispuestos por el art. 404.6, el art. 252.1 y el art. 403.1 puede concluirse
que la decisión de clausura es apelable sin efecto suspensivo.

La segunda etapa se integra con la audiencia de prueba, que podrá ser seguida de otra,
complementaria y la resolución, que se dictará en forma continua o que puede ser diferida
en su totalidad a otra audiencia, o solo pueden ser diferidos los fundamentos.
Eventualmente se recurrirá la definitiva mediante recurso de apelación sin efecto
suspensivo, art. 403.1.
El art. 403.1 solo prevé dos recursos; uno para las providencias que en ellos se
pronuncien, el de reposición, y otro para la definitiva, el de apelación sin efecto
suspensivo.
Las que le corresponden al de reposición son las de mero trámite y las interlocutorias. Sin
embargo, debe entenderse que aunque no contra la definitiva voluntaria el recurso de
casación, es posible, en los casos que determina la ley, promover el recurso de revisión.

Eficacia de las providencias en el proceso voluntario


El art. 404 se ocupa de la eficacia de las providencias de jurisdicción voluntaria. El art.
Tiene dos incisos y cada uno abarca un diferente tipo de proceso. El primero refiere a las
providencias en procesos voluntarios, el segundo a la posibilidad de que esas providencias
sean contradichas en un proceso contencioso.

La letra del primer inciso puede dar lugar a diferentes interpretaciones; se debe establecer
puntos relativos al tipo de providencia, al tipo de objeto y al tipo de proceso al que se
alude.

Tipo de providencia, las de mero trámite no ofrecen dificultad alguna, pueden


rectificarse o ampliarse en cualquier momento, salvo que haya operado la preclusión, art.
214 CGP.
Las interlocutorias, en el proceso contencioso, pasan en autoridad de cosa juzgada, pero
la cosa juzgada no se admite en el proceso voluntario. Esto significaría que,
eventualmente, podrían ser renovadas constantemente.
Para Barrios ello no es así, ya que ha recaído la preclusión y solo es posible apelar la
sentencia definitiva.
Las sentencias definitivas no pueden ser revisadas en el mismo proceso si se ha dejado
correr inútilmente el plazo de apelación, o sea consentido en forma expresa o se ha
agotado el recurso, ha precluído la oportunidad.

Tipo de proceso, el texto refiere al mismo u otro proceso de igual índole. Desde el punto
de vista práctico, la asignación, en ambos casos, del significado específico actúa en
sentido restrictivo; y las acepciones genéricas amplían la modificabilidad de la
providencia.
Barrios se inclina por una solución restrictiva con respecto al primer término, “mismo”,
no un proceso distinto con los mismos trámites.
En el segundo caso la mera referencia a un índole, manifiesta enfrentar el proceso
voluntario y el contencioso.

Tipo de objeto, Es la distinción básica, la revisión permanente de lo resuelto en los


procesos voluntarios no sólo choca con el cuidado en restringir los recursos, sino con
diversos principios propios del proceso.
Una cosa es pronunciarse una y otra vez sobre la misma cuestión, sin algún tipo de cambio
y otra muy distinta es que algún elemento haya variado.
Las decisiones definitivas pueden variar perfectamente en otro proceso voluntario
siempre y cuando haya variado el objeto.
El sentido es contrario a que el mismo asunto se lleve todos los días al mismo juzgado, o
a distintos Tribunales, la ley genérica propende al cambio de proceso por cambio de
objeto: no tiene sentido establecer restricciones en los recursos, art. 403, si el proceso
mismo se puede reiterar indefinidamente.
Es racional conceder una nueva oportunidad a quien ha recobrado un documento decisivo
en su rectificación de partidas, que dispone de un testigo nuevo, etc.

La previsión del segundo inciso del art. 405 establece la superior eficacia de la cosa
juzgada frente a las preclusiones del proceso voluntario, a su respecto.
La hipótesis es siempre liminar, porque revela un defecto o un cambio en el proceso
voluntario: no solo en la consideración del actor sino en la decisión jurisdiccional
comparece el hecho de que hay un proceso entre partes.
PROCESO SUCESORIO

Las disposiciones que regulan el proceso sucesorio se encuentran en los arts. 407 a 438
del CGP. Se determinan disposiciones generales en cuanto al procedimiento, sucesión
testada e intestada, la herencia yacente y las factibles incidencias.
También al analizar las reglas del procedimiento se debe mencionar el derecho de fondo
contenido el Código Civil.

Concepto

Establece el art. 776 del CC., que la sucesión es la acción de suceder al difunto y
representarse en todos sus derechos y obligaciones.
Si bien el artículo trata como sinónimas las expresiones sucesión y herencia, el art. 777
aclara; “la palabra herencia puede significar también la masa de bienes y derechos que
deja una persona (…)”.

El propio CC establece la no solo la muerte como causa de apertura de una sucesión, sino
también la declaración de ausencia.
El art. 407 del CGP hace expresa remisión al 1037 del CC. El primero establece cuando
es necesario el proceso sucesorio, es decir cuando procede, y el 1037 del CC., dice que
este proceso podrá promoverse una vez deferida la herencia. Procedimentalmente debe
estarse a las disposiciones del CGP.

Si bien, según el art. 51 del CC., el ausente a los ojos de la ley, ni está vivo, ni está muerto,
el art. 55 del mismo cuerpo normativo legitima, para promover la declaración de ausencia
a los herederos presuntivos y a todos los demás que tienen derechos que se subordinan a
la condición del fallecimiento, se presume muerte causa por ausencia.

Si existiese testamento cerrado, se abrirá a solicitud de los interesados, para quienes esto
será una carga, es decir, un imperativo de su propio interés.

La apertura judicial de la sucesión se produce una vez que se decreta por la Justicia y a
instancia de parte. Porque alguien se presentó a promover el proceso sucesorio.
La apertura Judicial queda decretada en el auto inicial.
Legitimados para promover el proceso sucesorio

Lo establece el art. 407.2. Para iniciar un proceso sucesorio no es necesario ser presunto
heredero, basta tener un interés. Por ejemplo, el almacenero de quien el fallecido era
deudor se encuentra legitimado para promover la sucesión. Es no significa que vaya a ser
declarado heredero, sino que podrá instar a los herederos a que acepten o repudien la
herencia y así cobrar su deuda.

Es decir que el inicio del proceso lo puede proponer cualquier persona, incluso jurídica,
que justifique tener un interés legítimo para ello.

Como se prueba esa legitimación es otra cosa. Basta cualquier medio probatorio, un vale,
un compromiso de compraventa, o un simple papel de estraza con la deuda reconocida.
Solía manifestarse que no existía sanción alguna para quien no promovía la apertura
judicial de una sucesión. Hoy existe en nuestro país el impuesto a las sucesiones. El plazo
para pagar éste es de un año a partir de la muerte del causante. Luego se paga con multas
y recargos.
No existe un plazo con sanción directa si lo hay por no pagar el impuesto (art. 409 CGP).
No es un proceso difícil el sucesorio, lo que puede llegar a ser dificultoso es la labor
previa o paralela al proceso sucesorio para obtener la documentación necesaria para
acreditar los vínculos de parentesco.
Cuando se obtiene la totalidad de la documentación, el proceso es relativamente sencillo.

El objeto del proceso sucesorio

El art. 408 nos hace saber que mediante el proceso sucesorio se determinará:
1) El fallecimiento del causante o su ausencia
2) Los bienes a que se refiere e ordinal 1°, numeral 2, del art. 415 y que ha sido objeto de
trasmisión.
3) El nombre de las personas a quienes la herencia es deferida.
Los bienes a que se refiere el art. 415.1 nral. 2, son divisibles en dos tipos: a) aquellos
cuyas transferencias deban inscribirse en los Registro Públicos, los que será
obligación denunciar; b) aquellos que el o los interesados quieran denunciar.
Otras disposiciones generales de importancia se encuentran en los arts. 410 y 411 del
CGP. Refieren a la aplicación de las normas de jurisdicción voluntaria y al fuero de
atracción del proceso sucesorio.
El art. 410 establece que de existir acuerdo entre los interesados, el proceso se regirá por
las nomas de la jurisdicción voluntaria. De existir conflicto se regirá por la jurisdicción
contenciosa.
El art. 411 dice que se activa el fuero de atracción según el cual el tribunal competente
para este proceso sucesorio lo será también para todas las cuestiones que puedan surgir
con ocasión de la muerte o ausencias del causante. No comprendiendo reclamaciones
puramente patrimoniales.

SUCESIÓN INTESTADA

El art. 778 del CGP establece que la sucesión intestada es aquella que se realiza cuando
el fallecido no otorgó en vida testamento, ella se hará según las disposiciones legales.
Se designarán los herederos según el orden de llamamiento establecido por el CGP. Y de
no existir herederos, la herencia será yaciente.
Dicha sucesión se debe tramitar según el art. 412 del CGP, por el procedimiento
señalado para la jurisdicción voluntaria en el art. 410.
La pretensión deberá ser efectuada por escrito ante el Tribunal competente y se ha de
solicitar la apertura del proceso, debiendo acompañarse documentación que acredite lo
siguiente; a) muerte o ausencia del causante; b) la legitimación de los interesados, y
c) certificado del registro de Testamentos.
La muerte del causante se acredita mediante la partida defunción y la ausencia mediante
el testimonio de la resolución judicial que lo haya determinado.
La legitimación de los interesados también se acreditara con partidas, no solo de
nacimiento, sino también de matrimonio de padres, abuelos, etc. También puede ser
necesario acompañar partidas de defunciones para acreditar que se comparece en
sustitución de un fallecido.
Si los herederos, por ejemplo, son sobrinos legítimos, deberán agregarse más
documentos, el nexo serán los abuelos. Por tanto será preciso acreditar el matrimonio de
los mismos, el nacimiento de los hermanos, el casamiento de estos y el nacimiento de los
sobrinos.
Las partidas deberán ser originales y, si son extranjeras, deberán estar debidamente
legalizadas.

El certificado del Registro de testamentos se obtiene, como lo indica la propia mención,


en el Registro de Testamentos, que depende de la SCJ. Como se trata de sucesión intestada
el certificado será negativo, dirá que no existe testamento.

Una vez presentado el escrito el Tribunal deberá declarar abierta judicialmente la


sucesión, ordenando la publicación de edictos, para hacer saber a los que tengan interés
en la sucesión.
Los edictos se publicaran por el termino de diez días hábiles corridos y el plazo del
emplazamiento será de treinta días.
El art. 412 establece que los edictos se publicaran según lo dispuestos por el art. 89, en
el diario oficial y otro periódico de la localidad.
El art. 415 establece que veinte días después de efectuada la última publicación de los
edictos, los interesados deberán presentarse, acompañando las publicaciones y
estableciendo determinados datos y requisitos que se pide de forma taxativa en dicho
artículo.
El numeral 1 refiere a la declaratoria de herederos; deben acompañar las partidas que aún
no hubieran sido presentadas. El numeral 2 hace referencia a que deben presentar la
relación de bienes. Y el numeral 3 establece la posibilidad de acompañar el proyecto
particionario, es decir, el acuerdo, a fin de hacer cesar el estado de indivisión de origen
sucesorio.

El CGP dedica unas disposiciones sobre cuestiones comunes tanto al proceso testado
como intestado. Establece determinadas soluciones en la sección denominada
“Incidencias del proceso sucesorio”.
El legislador opto por dar soluciones a estos problemas, aunque muchas veces se siguen
manteniendo por las interpretaciones restrictivas de jueces y fiscales.

Los arts. 434 a 438 del CGP son los que refieren a dichos temas.

El primero dispone que, salvo disposición expresa en contrario, las cuestiones inherentes
a los bienes, su conservación y división se tramitarán por vía incidental.
Si la cuestión fuere de suma importancia podrán disponer de la vía ordinaria.
Los arts. 435 y 436 diferencian dos situaciones distintas, pero a veces confundidas; las
cuestiones sobre vocación hereditaria y prueba del estado civil.

El art. 435 establece una lista taxativa de las cuestiones sobre vocación sucesoria que
tramitan por ordinario.
Y el art. 436 dispone que la falta o deficiencia de los recaudos que justifiquen el estado
civil puedan ser subsanadas mediante la producción de las informaciones supletorias
respectivas, dentro de los trámites de la jurisdicción voluntaria.

La tramitación de las incidencias no obsta a la prosecución del proceso sucesorio, se


formaran las piezas separadas que sean necesarias.

Dentro de las incidencias referentes a los recursos, el art. 438 dispone que, salvo
disposición expresa en contrario, las interlocutorias que se pronuncien en el proceso
sucesorio sean pasibles de lo previsto en los arts. 250.2 y 254.
Las sentencias que se pronuncien resolviendo cuestiones en vía ordinaria o extraordinaria
serán pasibles de apelación como definitivas.

SUSECION TESTAMENTARIA

El art. 421 del CGP, establece que procede cuando medie testamento otorgado de
acuerdo con las formas establecidas por la ley.
El testamento lo define el art. 779 del CC. Una persona dispone, conforme a las leyes,
del todo o parte de sus bienes, para después de su muerte.
Se distinguen para la tramitación del proceso sucesorio dos situaciones; la existencia de
testamento abierto o la existencia de testamento cerrado.

Según dispone el art. 422 CGP por testamento abierto se tramitará por las disposiciones
de las sucesión intestada.
Lo único diferente a la sucesión intestada es que el cujus dispuso en vida, al instituir
herederos, que estos fueran los beneficiarios de sus bienes.
Por supuesto, que si el causante dejó un testamento cerrado, también dispuso en vida
quienes serían sus herederos, solo que la ser cerrado se establecieron disposiciones
propias para proceder a la apertura y tramitación.

El testamento puede encontrarse en manos de cualquier persona, a quien se lo haya


entregado el causante. En la generalidad de los casos es el escribano,
El art. 423 del CGP dispone que quien tenga en su poder un testamento abierto o cerrado
tiene el deber de presentarlo al tribunal competente en cuanto conozca el fallecimiento
del testador.

Cualquier heredero, el cónyuge supérstite y/o el presunto albacea pueden pedir al tribunal
que intime al tenedor de un testamento de persona fallecida, su entrega inmediata.

El punto importante ante un testamento cerrado es su apertura, el art. 427 CGP, dispone
que una vez protocolizado el testamento el trámite será el mismo que el del proceso
intestado.

La apertura se encuentra regulada por el art. 425 CGP. El tribunal debe disponer en
el acto de entrega del testamento cerrado, que el actuario deje constancia de la forma en
que se halla la cubierta y sus sellos.
A dicho acto de apertura deberán ser citados, además de los interesados, el escribano y
los testigos del testamento.
El tribunal debe interrogar al escribano autorizante del testamento y a los demás testigos
instrumentales para que manifiesten si las firmas son suyas y si las vieron colocar todas
en el mismo acto. También deben manifestar si el pliego está cerrado y sellado tal como
en el momento del otorgamiento.

Si se ha producido el reconocimiento, se debe interrogar a los herederos y a los


interesados, para que manifiesten si tienen alguna observación que realizar.
En ese momento se labra un acta por los presentes, en donde se dejará constancia de todo
lo realizado. Luego corresponde efectuar la apertura del testamento y darle lectura en voz
alta.
Realizada la lectura el tribunal deberá rubricar cada una de las fojas del testamento y la
caratula. Debe ser entregado al escribano designado por la mayoría para proceder a su
incorporación al Registro de Protocolizaciones.

Si el acto de apertura no pudiese ocurrir por falta de alguna de las partes, fallecimiento,
etc. El Tribunal debe suspender la diligencia de apertura.
Se dispondrá que se expidan edictos, que se publicaran en la forma de estilo, en los que
se deberá hacer saber el día y la hora en que se producirá la apertura del testamento.

Los edictos serán publicados por cinco días y luego se procederá a la apertura con los
interesados que se hallaran presentes. Se procederá a abrirlo y protocolizarlo. Cualquier
interesado podrá gestionar las pretensiones que considere tiene derecho.

Efectuada la apertura y protocolizado, los tramites seguirán el procedimiento de la


sucesión intestada.

INVENTARIO SOLEMNE Y ESTIMATIVO

Antes o durante el proceso sucesorio puede realizarse esta medida. Si tiene lugar en forma
preliminar puede categorizarse como cautelar, siempre tiene en su base una idea de
seguridad.

Objeto, naturaleza y caracteres generales

El inventario judicial será generalmente un procedimiento eventual. Consiste en la


determinación de la composición del patrimonio que integra la sucesión.
El art. 418 CGP, solo hace referencia a bienes, debe incluirse también el pasivo del
patrimonio del causante.

La existencia de este procedimiento puede resultar necesaria en un proceso sucesorio por


así determinarlo la ley, en caso de existir incapaces por minoría de edad.
Asimismo, el inventario en plazo es elevado a la categoría de carga procesal en los
supuestos en que uno o varios sucesores pretendan aceptar la herencia bajo beneficio de
inventario.
Se trata de una cuestión incidental, voluntaria, que tiene estructura especifica prevista
para su tramitación y puede llegar a implicar contienda.

Sujetos

La competencia está dada por conexión y fuero de atracción. Así, el Tribunal competente
para intervenir en el proceso sucesorio lo será también para la facción de inventario.
Según dispone el art. 418.1 CGP, gozan de legitimación para la solicitud los herederos,
el cónyuge o concubino supérstite y los legatarios.
La ley sustantiva asigna legitimación al albacea, art. 974 del CC.
La solución con respecto a que sujetos concretamente pueden peticionar la facción de
inventario es acotada.
Se ha desarrollado en la doctrina una posición que amplía el elenco de los legitimados,
que estima que deberían postular la existencia de un interés directo, personal y legítimo.
La mayoría de la doctrina entiende, sin embargo, que corresponde estar a la interpretación
estricta de la normativa en cuanto no incluye a los acreedores como legitimados para la
solicitud de inventario.

Procedimiento

La solicitud puede ser formulada de forma previa a la promoción del proceso sucesorio
principal, como diligencia preparatoria, o estando aquel en trámite.
La necesidad o no de prueba sobre legitimación dependerá del momento en que se solicite,
ya que iniciado el trámite sucesorio los legitimados ya hicieron las acreditaciones
correspondientes.

En caso de cumplirse con los requisitos el Juez dictará una resolución en la cual dará
mandamiento al funcionario o funcionarios que corresponda para la realización del
inventario. Delegación de un acto auxiliar

Esa providencia tiene naturaleza interlocutoria, controla los supuestos de procedencia del
inventario y ordena su realización.
Si el Tribunal entendiere que no corresponde disponer del inventario, habrá de motivar
su decisión denegatoria, que también revestirá calidad de interlocutoria.
El art. 87 CGP identifica a la providencia que ordena la facción de inventario como
una de aquellas que deben ser notificadas a domicilio.

Podrán comparecer todos los legitimados para la promoción.


El funcionario comisionado confeccionará una nómina de los bienes muebles y de los
semovientes, si los hubiere; si existen inmuebles, se agregarán los títulos o se hará una
relación sucinta de los mismos.

Si hubiera controversia acerca de la inclusión de un bien en el inventario, se lo incluirá y


se hará constar la opinión contraria.
Si el inventario fuera estimativo, también se debe incluir una apreciación del valor de los
bienes comprendidos.
De dicha diligencia se labrará acta que será firmada por los presentes y por el funcionario
cometido.

Manifiesto-
Una vez realizada la diligencia, el expediente será puesto al despacho y el Juez dictará
una providencia de trámite, en la que ordenará que el inventario sea puesto de manifiesto
por el plazo de 8 días en la Oficina, para consulta de los interesados que no hubieran
estado presentes o de quien lo hubiera suscripto con salvedades.
Se podrá prescindir del manifiesto en caso de que exista acuerdo de todos los
interesados.

El plazo para observar el inventario se computa a partir del día hábil inmediato al de la
notificación del interesado que las propone.

Observaciones

El CGP adoptó una doble posibilidad para resolver contiendas en el marco de un proceso
voluntario.
La vía incidental, prevista para las cuestiones relativas a los bienes, su conservación y
división (art. 434).
La vía ordinaria, para los asuntos de mayor relevancia o complejidad que enumera el
art. 435.
De todos modos, en el caso de los bienes, se previó subsidiariamente la procedencia de la
vía ordinaria, si la importancia de ellos o de los temas a debatir lo amerita. Es el tribunal
que decide cual será la vía.

El proceso que tiene por objeto las observaciones y cuestiones que surjan en ocasión del
inventario, será un contencioso que se inserta en el seno de un voluntario o de otro
contencioso. La sentencia de ese proceso será susceptible de pasar en autoridad de cosa
juzgada.
ARRENDAMIENTOS RURALES

Normativa

Las disposiciones específicas que rigen en materia de arrendamientos rurales son:


*Ley 8.153 de diciembre de 1927 (la primera ley de arrendamientos), muchas de cuyas
disposiciones continúan vigentes.
*DL 14.384 de junio de 1975.
*Ley 16.223 de octubre de 1991, que modificó el DL 14.384, fundamentalmente en
materia de plazos.
*CGP, para los aspectos procedimentales, art. 546.

Los contratos de arrendamientos rurales celebrados después del 30/11/91 se rigen


por el DL 14.384 con las modificaciones introducidas por la ley 16.223. Sigue vigente
el DL 14.384 en todo aquellos que no haya sido derogado expresa o tácitamente por
la Ley 16.223.

1.- El ámbito de aplicación de la ley 16.223 alcanza a:


- Contratos de arrendamiento rural
- contratos de subarrendamiento rural
-contratos de aparcería
-contratos de subaparcería

Contrato de aparcería- art. 143 Código Rural


“La aparcería es un contrato en el que una de las partes se obliga a entregar uno o más
animales, un predio rural o ambas cosas, y la otra a cuidar esos animales. Cultivar o cuidar
ese predio con el objeto de repartirse los frutos o el importe correspondiente.

2.- Plazo: art. 1 Ley 16.223


La más importante innovación que introduce la Ley 16.223 es en materia de plazos de
los arrendamientos rurales: desaparecen los plazos de estabilidad a favor del arrendatario
que consagraba el decreto ley 14.384. Ello quiere decir que rige la autonomía de la
voluntad, con dos únicas limitaciones;
- que no se supere el plazo contractual máximo de 15 años, según lo dispuesto por el art.
1782 del CC.
- Si se trata de un contrato cuyo destino principal es la producción lechera y no se estipula
el plazo de vigencia, o se fija uno menor a cuatro años, el arrendatario buen cumplidor de
sus obligaciones como tal, tendrá derecho a un plazo legal mínimo de 4 años.

3.- Precio: art. 3, ley 16.223


Las partes contratantes pueden fijar el precio del arriendo y el régimen de reajuste del
mismo, de común acuerdo.
Cuando el precios sea convenido en moneda nacional equivalente a uno o varios índices
de productos sectoriales (por ejemplo, valor leche cuota) o en moneda extranjera, se
entiende que el régimen de reajuste está expresamente previsto.
Si las partes no prevén un sistema de reajuste, se aplican supletoriamente los arts. 19 a 23
del DL 14.384.

4.- Régimen del DL 14. 384.-

- De acuerdo al mismo, si un contrato tiene dos o más años de vigencia, se podrá convenir
en cualquier momento la modificación del precio del arriendo, sin que ello signifique una
alteración del plazo contractual.
Este reajuste de precio podrá repetirse cada dos años.
- Si el contrato tuviera dos años o más de vigencia y las partes contratantes no se pusieran
de acuerdo en cuanto al reajuste del precio, cualquiera de ellas podrá promover la revisión
judicial del mismo.

Quiere decir que la revisión judicial del precio del arrendamiento rural procede en los
siguientes casos:
*cuando el contrato tenga dos o más años de vigencia;
* y no exista acuerdo de las partes para reajustar el precio.
- La revisión judicial del precio se tramita por el proceso de estructura extraordinaria (art.
546.5 CGP).
- En caso de que se solicite la revisión del precio al Juez, este fijará el precio del arriendo
atendiendo a la rentabilidad económica normal del predio.
A tal efecto, deberá estudiar en cada caso la calidad de los campos y mejoras, tipos de
explotación que permite el inmueble, valores de venta y de arrendamientos de campos en
la zona, etc.

-Los precios fijados por el juez tendrán efecto retroactivo a la fecha de la demanda y solo
podrán ser nuevamente revisados después de dos años de la revisión anterior.
- Cuando al sentencia aumente el precio del arriendo en más de un 30% , aun cuando no
hubiese vencido el término del contrato, el arrendatario tendrá derecho a renunciar al
plazo pendiente sin responsabilidad alguna de su parte (art. 22DL 14.384).

5.- Requisitos de solemnidad: contrato escrito (art. 4 DL 14.384).

- Los contratos de arrendamiento rurales son solemnes.


El art. 4 del DL 14.384 sanciona con la nulidad, la omisión de celebrar el contrato por
escrito.
Esto a diferencia de los contratos de arrendamiento urbano, que son consensuales.

6.- Publicidad (art. 7 Ley 16.223)


-Otra diferencia que impone la Ley 16.223 respecto del DL 14.384, es en materia de
publicidad.
La carga de inscribir el contrato está a cargo del arrendatario, sin perjuicio de que el
arrendador también puede efectuarla.
El contrato se inscribe en el Registro de la Propiedad, Sección Inmobiliaria.
El DL 14.384 fue modificado en este aspecto, porque decía que la inscripción estaba a
cargo de quien entrega la tenencia del precio (ejemplo, arrendador), le fijaba un plazo
para inscribir y le imponía una multa si no cumplía.
Quiere decir que se ha invertido la carga de la inscripción, ahora está a cargo del ocupante
del predio y no se establece sanción por no hacerlo.

El art. 10 del DL 14.384: situación planteada con los contratos verbales.


- Dicho artículo dispone que si se omite el requisito de la escritura, no obstante la nulidad
del contrato, el arrendador incurrirá en una multa por concepto de resarcimiento de daños
y perjuicios, que será fijada entre un mínimo de un año y un máximo de dos años del
precio del arriendo.
La multa pertenecerá al ocupante.
En consecuencia, si el arrendador promueve el desalojo, el plazo del mismo será de un
año y se empezará a contar a partir del 30 de abril siguiente a la fecha de intimación.
En la misma sentencia, el juez impone de oficio la multa correspondiente en carácter de
indemnización y declarará el derecho de retención del predio por parte del ocupante,
mientras no se le haga efectiva la indemnización aunque se exceda del plazo de desalojo.
El precio del arriendo, se deberá abonar hasta la efectiva desocupación del predio,
pudiendo compensarse con el importe de la indemnización.

Proceso de desalojo

1. Competencia, Juez Letrado del lugar de ubicación del inmueble (art. 36 DL).
2. Legitimación (DL 14.384, arts. 37, 38, 50).
Activa-
*Arrendador
*Subarrendador
*aparcero dador
*titular de un derecho real de goce
*acreedor anticrético
*promitente comprador con promesa inscripta

Pasiva-
*arrendatario
*aparcero
*subaparcero
*subarrendatario
*ex dueños del inmueble dividido
*guardadores
*ocupantes a título precario

3. Procedimiento
Los procesos de desalojo rural (al igual que los urbanos), tramitan por el proceso de
estructura monitoria (art. 546.2 CGP).
Los plazos de desalojo serán los indicados en el art. 41 del DL 14.384 (art. 5 ley 16.223).
DESALOJO POR VENCIMIENTO DE PLAZO

Al igual que en los contratos regidos por el decreto 14.219, al vencimiento del plazo
contractual o legal en su caso, el arrendador puede promover el desalojo, que se decretará
con plazo de un año.
Pero el art. 546.8 del CGP le otorga otra opción al arrendador, que consiste en lo siguiente:
Solicitar el desalojo con anterioridad no menor a un año, ni mayor a 18 meses con respecto
a la fecha de extinción del derecho del arrendatario a permanecer en el predio, obteniendo
así una condena de futuro a ejecutarse una vez que se extinga ese derecho, o sea, al
vencimiento del plazo contractual o legal en su caso (explotación lechera).

El Dr. Abal entiende que a partir de la vigencia del CGP existen 2 regímenes para
reclamar la desocupación del predio:
1) Régimen del Art. 546.2 CGP
-Consiste en el proceso de desalojo por vencimiento de plazo, que se tramita por el
proceso de estructura monitoria.
El desalojo se demanda una vez que ha vencido el plazo contractual o legal en su caso. El
plazo de desalojo será de un año.
2) Régimen del Art. 546.8 CGP
-El artículo habilita al arrendador a solicitar el Juez que decrete un desalojo antes del
vencimiento del plazo contractual, por eso puede decirse que efectúa la condena de forma
anticipada.
El reclamo de una sentencia anticipada de desalojo debe formularse con una antelación
no menor a un año y no mayor a 18 meses, al vencimiento del plazo contractual.
El Juez decreta el desalojo como condena de futuro a ejecutarse una vez extinguido el
derecho del arrendatario a permanecer en el predio. Por tanto, al vencer el plazo
contractual (o legal en su caso), puede promoverse de inmediato el lanzamiento.

El problema se plantea cuando la solicitud se formula sin respecta el limite temporal


establecido por la norma, por ejemplo, al faltar menos de un año para que venza el plazo
contractual.
- Una primera posición sostiene que la demanda sería imposible y el arrendador deberá
esperar el término del contrato para luego, eventualmente, promover un proceso de
desalojo con plazo de un año (Varela Méndez).
- Otra posición sostiene que el desalojo podría igualmente ser dispuesto, pero con plazo
de un año que se computará a partir del vencimiento del plazo contractual (ABAL).

- Por último, se ha entendido que el desalojo podría decretarse con plazo de un año,
computado desde que el mismo fue intimado (W. Guerra).

DESALOJO PRO MAL PAGADOR

1.- Constitución de la mora


Para poder promover desalojo al inquilino mal pagador, es necesario hacerlo caer en mora
a través de la diligencia preparatoria de intimación de pago.
El arrendatario incurre en mora cuando no paga dentro de los 30 día inmediatamente
siguientes a la intimación judicial, que solo podrá practicarse una vez transcurridos 15
días desde la fecha en que debió efectuar el pago (art. 46 DL 14.384).
2.- Demanda de desalojo
Una vez que el inquilino incurre en mora, el actor podrá presentar la demanda de desalojo.
3.- Providencia inicial
El Juez efectuará el examen de admisibilidad de la demanda y dictará una providencia
inicial que ordenará:
- Intimar el desalojo con plazo de 60 días (art. 5 Ley 16.223 y art. 41 DL 14.384).
- Citar de excepciones por el plazo de 10 días hábiles y perentorios.
- Ordenar la colocación de cedulón en lugar visible intimando al demandado a que
manifieste si existen subarrendatarios o subaparceros, indicando nombres y domicilios
(art. 40 DL 14.384).
4.- Actitudes del demando
-No oponer excepciones: en cuyo caso la sentencia inicial queda firme y el actor podrá
solicitar el lanzamiento.
- Oponer excepciones: de las cuales se conferirá traslado al actor.
5.- Audiencia
Vencido el plazo para oponer excepciones, o si se hubieren opuesto, una vez que hayan
sido contestadas, el Juez convocará a audiencia.
6.- Sentencia
Concluida la audiencia, el juez dictará sentencia.

REFORMA DEL PLAZO.


El demando en un proceso de desalojo por mal pagador puede beneficiarse, por única vez,
con la reforma del plazo de desalojo, que pasará de 60 días a un año, computándose desde
la notificación inicial.
Para obtener el beneficio, el demandado tendrá que consignar o pagar la suma adeudada
más el 40% de la misma, dentro del plazo de desalojo.

CLAUSURA DEL PROCESO. (Art. 42 DL 14.384)


El demandado en el desalojo por mal pagador también podrá beneficiarse, por única vez,
con la clausura del proceso de desalojo.
Para ello, tendrá que consignar la suma adeudada más el 60% de la misma, dentro del
plazo para oponer excepciones.

Los procesos de reforma de plazo y clausura del proceso, tramitan por el proceso de
estructura extraordinaria (art. 546.5 CGP).
ARRENDAMIENTOS URBANOS

1) Ámbito de aplicación del CL 14.219.

*El DL 14.219 y sus modificativas, rigen en materia de arrendamientos urbanos.


*Las disposiciones del DL, son de orden público y tienden a tutelar intereses sociales.
*Consagra un estatuto protector de los arrendatarios (con ciertas excepciones), que
presentan las siguientes características:

-Prohibición de pactar precio en moneda extranjera


-Fijación de un sistema de reajuste anual de los precios (los precios de los contratos de
arrendamientos amparados por el DL 14.219 se actualizan cada 12 meses en función de
la variación de la UR).
-Establecimiento de plazos mínimos legales de estabilidad en la finca.

De los arts. 1 y 102 surgen que el DL regula principalmente:


1. los contratos de arrendamiento y subarrendamiento de bienes inmuebles
2. cualquier sea el lugar de ubicación del bien
3. destinados a casa-habitación, industria o comercio u otros destinos.
4. con excepción de los arrendamientos rurales.

En materia de arrendamientos urbanos existen:


A) Situaciones arrendaticias comprendidas por el estatuto protector.
B) Situaciones arrendaticias no comprendidas por el estatuto protector, lo que implica la
consagración de un régimen de libre contratación con las siguientes características:
*Las partes podrán fijar el precio del arriendo en moneda nacional o extranjera.
*Las partes podrán determinar con libertad los mecanismos de reajuste del precio.
*No existen plazos legales mínimos de estabilidad en la finca, por lo que, vencido el plazo
contractual, el arrendador podrá promover el proceso de desalojo por vencimiento de
plazo.

Dichas situaciones no amparadas son las que se mencionan a continuación:


1) Construcciones cuyo trámite de autorización ante la Intendencia se hubiere iniciado a
partir del 2/6/68 (art. 102 inc. 3 DL).
2) Exclusión en virtud de ciertos destinos (art. 114 DL).
3) Exclusiones por diversas razones referidas por el art. 28 DL.
Pese a no gozar del amparo legal, las situaciones antes mencionadas se rigen por las
disposiciones del DL relativas a garantías (capítulo VII) y a procedimientos (Sección I
del Capítulo VIII); por lo que puede decirse que se encuentran parcialmente excluidas de
las disposiciones del DL 14.219.

PROCESOS DE DESALOJO
1- Desalojo por vencimiento de plazo
A) Primera situación; contratos comprendidos por el estatuto protector (arts. 3. 4 y 5 del
DL).
*Para los contratos de arrendamiento con destino casa-habitación u otros destinos que no
sean industria y comercio, el DL estipula un plazo legal mínimo de dos años. Si se pacta
un plazo menor, el tiempo restante hasta completar los dos años, beneficia exclusivamente
al arrendatario.
Vencido el plazo contractual o legal en su caso, si las partes no celebran un nuevo
contrato, el arrendamiento tendrá derecho a un año de prorroga; vencido el cual, el
arrendador podrá pedir el desalojo, con plazo de un año.

*Para los contratos de arrendamiento con destino industria y comercio, el DL prevé un


plazo legal mínimo de cinco años. Aquí también, si se pacta un plazo menor, el tiempo
restante beneficia únicamente al arrendatario, pero no existe prorroga vencido el plazo
del contrato o el mínimo legal.
Luego del término contractual o legal, el arrendador podrá promover el desalojo con plazo
de un año.

B) Segunda situación: contratos de arrendamiento excluidos del estatuto protector (arts.


28, 102 inc. 3 y 114).
Como se dijo antes estas situaciones no gozan del estatuto protector que beneficia al
arrendatario.
Por lo tanto vencido el plazo contractual, podrá promoverse el desalojo en cualquier
momento (en cuanto no se impongan plazos mínimos legales de estabilidad ni plazo
alguno de prorroga a favor del arrendatario).
Art. 28 DL
El inciso final de dicho artículo dice que en los casos relacionados el plazo de desalojo
será de un año, con dos excepciones:
*Fincas arrendadas por temporada (inc. A) el plazo de desalojo es 15 días.
* Des habitación de la finca (inc. H): el plazo de desalojo es de 60 días.
Art. 102 inc. 3 y 114
En los casos de estos artículos, construcciones posteriores a 1968 y destinos especiales,
el DL no establece el plazo de desalojo y existen al respecto dos posiciones.
• Una primera entiende que rige la Ley 8.153 que en sus arts. 5 y 14 dispone que,
en caso de vencimiento de plazo, si se solicita el desalojo dentro de los 30 días
siguientes al vencimiento del contrato, el plazo de desalojo será de seis meses; y
si se solicita después el plazo será de un año.
El DL 14.219 es posterior a la ley 8153 y ha derogado tácitamente muchas disposiciones
de la misma, pero se ha entendido que esta última continua vigente respecto de los casos
de exclusión que no tengan plazo de desalojo establecido.
• Una segunda posición entiende que rige el plazo de un año, por ausencia de norma
expresa y por analogía con lo previsto por el art. 28 inciso final del DL 14.219.
Esta interpretación merece dos críticas;
-Primero a las situaciones excluidas del DL solo se aplican sus normas por remisión
expresa de dicha normativa.
-Segundo la vía de analogía solo funciona ante la ausencia de regulación normativa y en
este caso, la norma existe y es la ley 8.153. Muchas de las disposiciones de esta ley han
subsistido por no haber sido derogadas, ni expresa ni tácitamente por el DL 14.219.

2) Desalojo por mal pagador


En esta causal no es necesario distinguir entre contratos incluidos o excluidos del ámbito
de aplicación del DL, porque las disposiciones que regulan el desalojo por mal pagador,
están incluidas en al sección I del capítulo VIII (sobre procedimientos), que como se ha
dicho, se aplica también a los contratos desprotegidos.
El art. 59 del DL 14.219, dispone que tratándose de arrendatarios malos pagadores, el
arrendador podrá optar entre:
- demandar la rescisión del contrato de arrendamiento (por incumplimiento de la
obligación principal del inquilino)
- iniciar de plano el desalojo por mal pagador.
A) Rescisión del contrato de arrendamiento
Las sentencias pasadas en autoridad de cosa juzgada que declaren rescindido un contrato
que habilita a una persona a ocupar un inmueble, darán derecho al actor de solicitar
directamente el lanzamiento, sin necesidad de tramitar previamente el juicio por desalojo
(art. 59 DL).
Si el arrendador opta por demandar la rescisión del contrato, la pretensión se tramitará
por proceso de estructura ordinaria (art. 546.6 CGP). También podrá eventualmente
adicionar la pretensión de daños y perjuicios derivados del incumplimiento.
En cambio si opta por demandar el desalojo del inquilino mal pagador, la pretensión se
tramitará por el proceso de estructura monitoria (art. 546.2), que obviamente le permite
una restitución muchísimo mas rápida del bien.
Si el arrendador opta por la vía del desalojo no podrá acumular su pretensión con los
daños y perjuicios, ya que tramitan por estructuras diferentes.

B) Desalojo por mal pagador


Para poder entablar la demanda de desalojo contra el inquilino mal pagador, el arrendador
previamente debe constituir en mora a su deudor, mediante un intimación de pago que
solamente podrá ser hecha judicialmente. (art. 55 DL).
Sería nula la cláusula de mora de pleno derecho.

La intimación solo podrá ser hecha una vez que hayan transcurrido 10 días después de
aquel en que el pago debió efectuarse.
Una vez intimado el pago, el arrendatario tiene 10 días hábiles para pagar.
Vencido el plazo, si no paga, incurre en mora y a partir de ese momento, el arrendador
queda habilitado para promover el proceso de desalojo con plazo de 20 días.

Procedimiento
1.- Providencia inicial, recibida la demanda de desalojo y superado el control de
admisibilidad, se dictará una sentencia con el contenido establecido por el art. 47 del DL
(que se aplica a todo proceso de desalojo, variando el plazo según la causal):
*Intima el desalojo indicando el plazo del mismo, que en este caso será de 20 días.
- Cita de excepciones al demandado, para que las oponga en el plazo de 10 días hábiles y
perentorios.
- Manda colocar un cedulón en lugar visible, intimando al demandado a que manifieste si
en el inmueble existen subarrendatarios, indicando nombres y domicilio. Si no diere los
nombres y domicilios o estos estuvieran fuera del radio o sección judicial del inmueble,
el juicio seguirá su curso sin la notificación de estos. El demandado será responsable para
con los subarrendatarios de acuerdo a la actitud que adopte.
2.- Excepciones. Como ocurre en todo proceso monitorio, la eficacia de la providencia
inicial estará sujeta a la actitud que adopte el demandado.
A- Si no opone excepciones la providencia inicial quedará ejecutoriada.
B- Si opone excepciones habrá que proceder conforme lo dispuesto para el proceso
ejecutivo (arts. 354 a 360 CGP).
De las excepciones opuestas se dará traslado al actor.
3.- Audiencia. Una vez contestadas la excepciones o habiendo vencido el plazo para
hacerlo el Juez convocará a audiencia (art. 357.2 CGP).
La audiencia se realizará de acuerdo a lo previsto para la audiencia preliminar y en su
caso la complementaria de prueba.
4.- Sentencia. Concluida la audiencia, se dictará sentencia conforme con los dispuestos
por el art. 343.7. Se prenunciará sobre todas las excepciones deducidas; pero si entre ellas
se hallare la de incompetencia, solo se pronunciará sobre las restantes en caso de haberla
rechazado (art. 358 CGP).

CLAUSURA DEL PROCESO Y REFORMA DEL PLAZO

Se trata de dos institutos que benefician al arrendatario mal pagador. Estas pretensiones
se sustancian de acuerdo a los trámites del proceso extraordinario. (546.5 CGP); salvo,
según Varela Méndez, que la solicitud sea formulada por el propio arrendador, en cuyo
caso se dispondrá el beneficio sin más trámite.

Clausura del proceso.


Art. 51 DL, redacción dada por art. 17 Ley 15.799
La clausura del desalojo procede cuando:
- El arrendatario consigna la suma adeudada más el 40 % como pago de intereses, tributos
y cotos devengados.
-Deberá acreditarse que el pago se hizo dentro del plazo para oponer excepciones, 10 días
hábiles y perentorios.
- El inquilino podrá hacer uso de este beneficio una única vez.
-Su otorgamiento determina que se clausure el proceso de desalojo, saneándose el
incumplimiento, lo que supone que el inquilino gozará nuevamente del plazo contractual
y legal en su caso.
-La suma adeudada comprende los alquileres impagos, así como los tributos, consumos
y servicios accesorios que se consideran indivisibles con el alquiler, siempre que respecto
a dichos rubros haya sido incurso en mora.
-El monto debido puede ser consignado en el BROU o abonado directamente al
arrendador. En este último caso, la solicitud de clausura podría ser formulada por el
arrendador, evitándose la sustanciación de la petición con arreglo al procedimiento
extraordinario.
- Se entiende que se debe abonar ña deuda generada hasta el momento del pago efectivo.
-El 40% es un ficto que se estipula como indemnización por todo concepto.
Para las situaciones parcialmente excluidas del DL (arts. 102.3, 28 y 114), no rige el
porcentaje de 40%, porque según el art. 22 de la ley 15799, la misma no se aplica a las
situaciones parcialmente excluidas del DL, por lo que, para estos casos rige el 60%,
previsto en la redacción original del art. 51 del DL.

Reforma del plazo.


Art. 52 inc. 3 DL, redacción dada por el art. (…) de la ley 15799.

Procede cuando:
- El arrendatario moroso consigna el importe de los arrendamientos devengados más el
20% del mismo, por concepto de única indemnización por intereses y gastos.
- El pago debe efectuarse dentro del plazo de desalojo, o sea, 20 días.
-Se puede hacer uso del beneficio una sola vez.
-Su otorgamiento implica que el plazo de desalojo se amplíe un año como si fuera buen
pagador, computado desde que se notificó la providencia inicial.
-Si el inquilino moroso obtiene la reforma del plazo y durante ese año incurre nuevamente
en mora, el arrendador podrá, previa constitución en mora, solicitar la reducción del plazo
de desalojo a 20 días.
-Al igual que en la clausura del proceso, se entiende que la suma debida es la generada
hasta el momento del pago.
-También en este caso, deberá consignar el pago de los consumos, gastos comunes y otros
servicios accesorios indivisibles con el alquiler, siempre que hayan sido intimados
conjuntamente con el alquiler y respecto a ellos se haya configurado la mora.
-Puede efectuar la solicitud el propio arrendador si se le abona directamente lo adeudado,
evitándose la sustanciación de procedimiento extraordinario.
- El porcentaje del 20 % tampoco se aplica a las situaciones parcialmente excluidas del
DL, por expresa disposición del art. 22 de la ley 15.799, por lo que se aplica el 40% de
indemnización previsto en la redacción original del art. 52 DL.

POSIBILIDAD DE ACUMULAR LA PRETENSION DE DESALOJO CON LA


EJECUTIVA POR COBRO DE ALQUILERES.
La ley habilita al actor a acumular la pretensión ejecutiva a la de desalojo. La acumulación
de pretensiones puede ser inicial, en la demanda de desalojo, o sucesiva, cuando se hace
posteriormente.
Procedimiento
1. Intimación de pago.
El actor debe intimar el pago al demandado para constituirlo en mora. La misma
intimación sirve para preparar los dos procesos, esto es, el de desalojo y el ejecutivo por
cobro de alquileres.
La caída en mora del demandado habilita al actor a presentar conjuntamente la demanda
de desalojo y la ejecutiva.
2. Demanda de desalojo y demanda ejecutiva.
De acuerdo al art. 49 DL, presentada la demanda con ambas pretensiones, el Juez librará
mandamientos de embargo y, trabado el mismo, se seguirá el juicio por cobro de
alquileres en pieza separada.

Legitimación activa y pasiva en procesos de desalojo


(art. 45 DL).
El art. 45 es la norma general en materia de legitimación activa y pasiva, sin perjuicio de
los casos especiales que se analizarán más adelante.

Legitimación activa
A) Arrendador, subarrendador o titular de un derecho real de goce en los bienes
inmuebles.
B) Acreedor anticrético.

En el primer caso y con respecto al titular de un derecho real de goce (propietario,


usufructuario, usuario y habitador, poseedor por más de un año), debe entenderse que el
derecho real se constituye con posterioridad a la celebración del contrato de
arrendamiento, porque de los contrario la legitimación derivaría de la calidad de
arrendador.
La referencia genérica a titulares de un derecho real de goce, implica que para promover
un desalojo no se requiere acreditar la propiedad sobre la finca arrendada, lo cual s
encuentra expresamente establecido por el art. 44 DL.
No obstante, el DL exige acreditar la calidad de propietario en los siguientes casos:
- Desalojo para viviendo propia o de ciertos parientes.
- Desalojo para explotación de industria y comercio u otros destinos, por parte del
propietario o su hijo.
- Desalojo para reconstrucción total o parcial de la finca.

En el segundo caso, corresponde tener presente que la anticresis es un contrato por el que
se entrega al acreedor una cosa raíz para que se pague con sus frutos.
La situación que puede plantearse es la siguiente:
A celebra un contrato de arrendamiento con B.
A celebra contrato de anticresis con C.
Si B no paga el precio del arriendo, se perjudica el derecho del acreedor anticrético C,
quien en tal hipótesis, con noticia del arrendador, puede promover el desalojo del
arrendatario por mora en el pago de los alquileres.
Si el arrendatario desinteresa al acreedor anticrético, quedará legalmente subrogado.

Legitimación pasiva
A) Arrendatario o subarrendatario
B) Ex condueños del inmueble dividido o adjudicado; quienes ocupan la finca en virtud
de un vínculo laboral y los ocupantes precarios.
Los ex codueños son aquellos que permanecen en el inmueble que era común, luego de
celebrada la partición y no habiendo resultado adjudicatarios del bien. Carecen de título
para permanecer en el bien, convirtiéndose en ocupantes precarios.
Las personas que habitan una finca en virtud de una relación laboral son, a modo
enunciativo, las mencionadas en el art. 35 DL.
No tienen calidad de arrendatarios pero igualmente podrán ser desalojados con plazo de
30 días. No podrán oponer otras excepciones que las que acrediten su calidad de
arrendatarios, subarrendatarios promitentes compradores o propietarios, todo
debidamente instrumentado.

Existe pues, limitación de defensas y de medios probatorios, ya que solo se admite la


prueba instrumental.
La situación de los comodatarios esta prevista en el art. 36 DL. Se establece que
corresponde al demandado probar que no tiene la calidad de comodatario, en la forma
exigida por el artículo anterior.
La norma no limita las defensas pero sí los medios probatorios, al remitirse a la
“forma” exigida por el artículo anterior.

No obstante, y con un criterio amplio, la jurisprudencia ha admitido la utilización de


cualquier medio probatorio, siempre que también exista prueba documental (que no sería
entonces ni exclusiva ni excluyente).
El desalojo se dispondrá con plazo de 15 días.

CASOS ESPECIALES DE LEGITIMACIÓN ACTIVA Y PASIVA.


PARTICULARIDADES.

1.- Promitentes compradores con promesa inscripta (art. 61 DL):

- El DL, en su art. 61, le acuerda a los promitentes compradores de inmuebles, cuya


promesa esté inscripta, los mismos derechos y obligaciones que la ley atribuye a los
propietarios.
- Si el promitente comprador requiera la finca para ocuparla él o ciertos parientes (es
decir, invocando la causal del art. 24.4 literal A), puede promover el desalojo pero deberá
acreditar que la promesa está inscripta con una antigüedad de un año a la fecha de
promoción del juicio.

2.- Fiadores y codeudores de inquilinos malos pagadores, cuando han hecho efectivo
el pago de lo adeudado al arrendador (art. 20 Ley 15.799)

Los fiadores y codeudores de inquilinos malos pagadores, una vez que han hecho efectivo
el pago de lo adeudado al arrendador, pueden promover el desalojo del inquilino, con el
plazo previsto por el art. 48 DL (20 días).
El art. 20 impone al arrendador la carga de notificar al fiador el incumplimiento del
arrendatario, siempre que éste adeude el alquiler correspondiente a 3 meses vencidos.
La notificación puede hacerse por telegrama colacionado u otro medio auténtico.
El arrendador no podrá accionar contra el fiador, si no acredita que ha efectuado dicha
notificación.
La ley prevé que la notificación se realice dentro de los 10 días siguientes al vencimiento
de los tres meses de deuda; y establece que si se efectúa más allá de dicho plazo no se
podrá reclamar al fiador intereses ni reajustes.
En tal caso, se entiende que lo que no puede reclamarse son los intereses y reajustes
generados con anterioridad a la notificación, pero no los devengados con posterioridad a
la misma.

3.- La Contaduría General de la Nación (art. 24 num. 2 y 41 DL).

** La CGN (dependiente del Ministerio de Economía y Finanzas), a través de su “Servicio


de Garantía de Alquileres” (creada por la Ley 9.624 de 15.12.1936), ofrece a
determinadas personas un servicio de fianza estatal para los contratos de arrendamiento
con destino casa habitación.

** Pueden hacer uso de esta garantía estatal:


- Funcionarios públicos con más de 1 año de antigüedad
- Jubilados y Pensionistas
- Funcionarios permanentes de empleadores privados, con más de 3 años de antigüedad.
** La CGN oficia de garantía, reteniendo de los sueldos o pasividades el monto del
alquiler y abonándoselo a los arrendadores.
** Situaciones en las cuales la CGN puede promover el desalojo:

1.- Cuando el inquilino cesa en la calidad de funcionario, pensionista o jubilado y no


sustituye la garantía.

En tales casos, la CGN intimará al inquilino la sustitución de la garantía en un plazo de


30 días corridos. En ese lapso, se deberá acreditar que se produjo la sustitución de la
garantía por una fianza a satisfacción del arrendador; o, en su lugar, que se ha efectuado
un depósito de cinco meses de alquiler en el Banco Hipotecario del Uruguay.
Si no se produce la sustitución de la garantía ni se realiza dicho depósito, la CGN queda
habilitada para promover el desalojo del arrendatario, el cual se decretará con plazo de 30
días.

2.- Cuando no se puede descontar total o parcialmente el precio del alquiler, en forma
regular, por más de 3 meses.

Puede ocurrir que, transitoriamente, la CGN no pueda descontar en todo o en parte el


precio del alquiler, en cuyo caso, el inquilino debe abonar los alquileres en la CGN, dentro
de los primeros 10 días de cada mes vencido. Si la situación no se regulariza en un plazo
de 3 meses, la CGN también puede promover el desalojo antes mencionado.

3.- Si en caso de divorcio, separación de cuerpos o de hecho, el cónyuge que no firmó el


contrato, continúa en la finca y no sustituye la garantía.

En tales casos, el cónyuge que firmó el contrato de alquiler puede solicitar a la CGN
que intime al otro, que no lo firmó pero continúa viviendo en la finca, que sustituya la
garantía. Esto no será necesario si este último se encuentra en condiciones legales para
mantener la garantía de CGN, por ser, por ejemplo, funcionario público, jubilado o
pensionista.

En caso contrario, si omite sustituir la garantía o, en su lugar, efectuar el depósito de


cinco meses de alquiler, también podrá la CGN promover el desalojo.
En caso de fallecimiento del titular del arriendo, tienen derecho a quedarse en la finca
(por su orden):

a) El cónyuge o ex cónyuge en caso de divorcio.


b) Ascendientes o descendientes de primer grado (padres o hijos).
c) Hijos adoptivos.
d) Colaterales de segundo grado (hermanos)

Dichas personas que tienen derecho a permanecer en la finca tienen dos opciones:
a) Demostrar que se encuentran en condiciones de mantener la garantía de la CGN;
b) En caso contrario, proceder a sustituir la garantía en la forma antes indicada.

La ley 17.198 de 22.09.99 hace aplicable al servicio de garantía de alquiler otorgado por
ANDA (Asociación Nacional de Afiliados), el régimen relativo a los trámites de desalojo
promovidos por el servicio de garantía de alquileres de la CGN.

4.- El administrador de inmuebles (art. 60 DL)

Dicha disposición habilita al administrador de bienes inmuebles a promover el desalojo.


A tal efecto, el administrador puede representar al arrendador en el proceso aunque
carezca de poder expreso para ello.

5.- Inquilino escandaloso (art. 33 DL)

El arrendador, y también el coinquilino perjudicado, tienen legitimación activa para


demandar el desalojo del arrendatario que promueva escándalo o incurra en alguna de
las actitudes descritas por el art. 33.
El plazo de desalojo será de 15 días.
Se entiende que el arrendatario debe provocar escándalos u observar una conducta que
comprometa gravemente la corrección de las costumbres o la vida pacífica de la
comunidad de inquilinos.
Es importante destacar que este tipo de desalojo sólo es aplicable cuando se dan las
circunstancias descriptas en aquellos edificios que tienen servicios comunes a todos los
habitantes ( la cocina, el baño, etc.).

OTROS PROCESOS DE DESALOJO. ALGUNAS CAUSALES ESPECIALES.

1) Desalojo de finca ruinosa (art. 26 nal. 5 DL).


La autoridad municipal está facultada para desocupar por la fuerza pública fincas ruinosas
o con peligro de derrumbe, en cuyo caso, no existe proceso de desalojo.
Sin perjuicio de ello, la norma habilita el desalojo de fincas ruinosas con ciertas
particularidades:
* El Juez apreciará el estado de la finca mediante inspección ocular y, si fuere
necesario, con el informe pericial de la autoridad municipal o del Cuerpo Nacional de
Bomberos.

* La finca no podrá volver a ocuparse hasta tanto el Juzgado que tramitó el desalojo
resuelva que ha perdido la calidad de ruinosa, previo informe de la autoridad municipal o
del Cuerpo Nacional de Bomberos.
* El plazo de desalojo lo fijará el Juez, atendiendo las circunstancias del caso, no
pudiendo exceder los 180 días (art. 32).

2) Desalojo para reconstrucción de la finca (art. 26 nales. 2, 3 y 4)


La reconstrucción puede ser total o parcial y deberán cumplirse, en cada caso, los
requisitos establecidos por las normas citadas.

3) Desalojo de fincas alquiladas con destino casa-habitación, a fin de ser utilizada


por el propietario para vivienda propia o de ascendientes o hijos (art. 24 nal. 4 A).

El art. 25 DL prevé que la finca deberá ser ocupada dentro de los 120 días siguientes a su
desocupación, sólo podrá ser destinada a vivienda y no podrá ser enajenada ni arrendada
total o parcialmente antes de transcurrir un lapso de dos años desde que quedó
desocupada.

4) Desalojo de fincas alquiladas para industria, comercio u otros destinos, a fin de


instalarse el propietario o su hijo (art. 26 nal. 6).

Prevé la norma que el nuevo destino deberá ser el mismo, pero con un giro diferente al
que estaba funcionando.
El propietario o su hijo tendrán que ocupar personalmente la finca, sin admitirse ninguna
forma societaria, por un plazo mínimo ininterrumpido de cinco años desde la
desocupación, salvo caso de fallecimiento o incapacidad superviniente declarada
judicialmente.
En los casos previstos en los numerales 2, 3 y 4 precedentes, el plazo de desalojo será
de un año (art. 32 DL).
En esos mismos casos, el propietario cuya demanda de desalojo fuere rechazada, no
podrá accionar nuevamente por la misma causal hasta después de un año de haber
quedado ejecutoriada la sentencia que rechazó el desalojo (art. 31 DL).

5) Desalojo de fincas que se alquilan por temporada (art. 28 literal A DL).


Para que el arrendamiento de la finca se considere por temporada, debe cumplir con
ciertos requisitos legales:
1) El destino del arriendo debe ser vivienda.
2) El plazo del arriendo no puede ser superior a 9 meses.
3) Debe tratarse de fincas ubicadas en zonas balnearias, delimitadas por los
Gobiernos Departamentales respectivos, siempre fuera de los límites de Montevideo.
El plazo del desalojo es de 15 días.

EL RECURSO DE APELACIÓN EN EL PROCESO DE DESALOJO.

1.- Desalojo por mal pagador.-


El art. 52 DL dispone que no se admitirá recurso alguno por el demandado contra la
sentencia definitiva de primera instancia, si no acredita simultáneamente que ha
consignado el importe de los alquileres devengados hasta ese momento.
Significa que el DL exige la consignación de lo adeudado como requisito de
admisibilidad del recurso de apelación.

2.- Desalojos con plazos de 15 días.-


El art. 36 DL dice que “En todos los casos de desalojos cuyos plazos legales sean de 15
días, la sentencia de primera instancia, que haga lugar al desalojo, será inapelable”.

Los desalojos comprendidos en esta norma son: el de los ocupantes de fincas alquiladas
por temporada (art. 28 literal A DL); el de inquilinos escandalosos (art. 33) y el de los
comodatarios (art. 36).
A partir de la entrada en vigencia del CGP, han quedado tácitamente derogados tanto el
art. 52 como el 36 del DL. En efecto, el art. 546.2 CGP dispone que los desalojos se
tramiten por el proceso de estructura monitoria, remitiéndose a los arts. 354 a 360 CGP.

El art. 360 consagra un régimen de apelación restringida, y al señalar cuáles son las
únicas sentencias apelables en el juicio ejecutivo, no establece ninguna restricción para
deducir el recurso de apelación contra la sentencia que pone fin al proceso (nal. 1º).

3.- Procedencia del recurso de casación en el proceso de desalojo.

Se ha sostenido la improcedencia del recurso de casación, en virtud de lo establecido por


el inciso final del art. 48 DL: “la sentencia definitiva de segunda instancia así como las
providencias ulteriores a la misma no admitirán recurso ordinario o extraordinario de
especie alguna”.

Sin embargo, la posición mayoritaria entiende que el recurso de casación es


procedente en la materia arrendaticia. En efecto, el recurso procede contra sentencias
de segunda instancia dictadas por Tribunales de Apelaciones y también por Juzgados
Letrados; y estos últimos, cuando actúan en segunda instancia, conocen mayoritariamente
en temas de arrendamientos.

Pero sin perjuicio de ello, la ley 16.320 de noviembre de 1992, en su art. 377, aclaró
definitivamente el asunto al disponer que, para saber si la sentencia admite casación,
deberá tomarse en cuenta el valor real del inmueble fijado por la Dirección Nacional de
Catastro y dividirlo entre dos.
Ello significa que la casación es procedente, porque se regula la forma de determinación
del monto que habilita la interposición de dicho recurso.

LANZAMIENTO: ejecución forzada de la sentencia que se obtuvo en el proceso de


desalojo (art. 62 DL).
El denominado “lanzamiento” es un proceso de ejecución de la sentencia ejecutoriada de
desalojo. Corresponde promoverlo si el demandado no restituye voluntariamente el
inmueble una vez transcurrido el plazo legal que le fuera otorgado a tal efecto; plazo que
varía según haya sido la causal que provocó el desalojo.

El lanzamiento se dispone a pedido de parte, principio aplicable a todo proceso de


ejecución (con excepción del penal).
Cabe señalar que la relación sustancial que dio lugar al desalojo subsiste hasta la
desocupación del bien. Por lo tanto, si se trata de un vínculo de arrendamiento, se
mantienen vigentes todas las obligaciones a cargo de ambas partes.

Procedimiento: art. 62 DL

A) Vencido el plazo de desalojo sin que el demandado entregue la finca, el actor puede
solicitar el lanzamiento.

B) El Juez decretará el lanzamiento y cometerá al alguacil la fijación de su fecha.


El lanzamiento no podrá efectivizarse antes de que hayan transcurrido 15 días hábiles a
contar del siguiente a la notificación de su señalamiento.
C) El decreto de lanzamiento no podrá ser objeto de ningún recurso.
D) El demandado, una vez notificado de la fecha del lanzamiento, puede solicitar una
prórroga del mismo. En tal sentido, el art.8 del decreto-ley 15.301 establece que, por
razones de fuerza mayor, el Juez podrá prorrogar el lanzamiento hasta por 120 días.

El art. 59 del DL, para el caso de rescisiones contractuales, establece que, apreciando las
circunstancias del caso, el lanzamiento podrá ser aplazado hasta por 90 días.
LOS PROCESOS EN MATERIA LABORAL
El objeto del proceso

Barrios de Angelis habla de que el objeto del proceso es lo que el proceso procesa. Es una
insatisfacción jurídica debida exclusivamente a una falta de certeza oficial.
El objeto de proceso sobre materia laboral es la insatisfacción jurídica originada en una
relación de trabajo.
Este tipo de insatisfacciones tienen determinadas características-
- el carácter marcadamente alimentario del salario;
- la desigualdad económica, probatoria, de información y asesoramiento;
- la trascendencia y repercusión de este tipo de cuestiones;
- el interés social de la materia;
- y el carácter de orden público de la regulación.
Estos caracteres de las cuestiones laborales justifican el surgimiento de leyes especiales.
De acuerdo a una línea de pensamiento, la seguida por el Dr. Gabriel Valentín, el derecho
procesal es uno solo, regido por ciertos principios y reglas generales; lo que no supone en
modo alguno negar la existencia de ciertas particularidades en algunas materias.

La normativa aplicable
A partir de la entrada en vigencia del CGP, las pretensiones sobre materia laboral pasaron
a sustanciarse por la estructura del proceso contencioso ordinario del CGP.
Esa decisión fue deliberada, y estuvo vinculada a la idea unificadora postulada por sus
proyectistas.
A pesar de la genérica derogación del CGP, se consideraron vigentes algunas soluciones
específicas del régimen anterior como la tentativa de conciliación previa, por ejemplo.
Por otra parte el CGP consagró nuevas soluciones aplicables a la materia laboral, como
la posibilidad de que el actor modifique la pretensión en la audiencia preliminar cuando
existen carencias manifiestas de información o asesoramiento. Y la iniciativa probatoria
de oficio.
Luego se aprobaron leyes con soluciones especiales. Por ejemplo, la ley 16.045 fijó
proceso especial para infracciones a la igualdad de trato y oportunidades de ambos sexos;
y la ley 17940 previó estructuras procesales especiales para protección de actividad
sindical. Estas dos leyes fueron luego modificadas por la le 18.847
En el año 2009 la ley 18.572 pretendió crear un proceso laboral autónomo. Luego de
sucesivas declaraciones de inconstitucionalidad a algunas de sus disposiciones y amplios
y duros cuestionamientos, en el año 2011 se aprobó la ley 18847.

La ley uruguaya 18.572 y su modificativa 18847, intentaron crear un proceso laboral


autónomo, desgajado del proceso general. Sin embargo, resulta imposible eludir la
aplicación del sistema general.
El objeto del proceso laboral puede estar constituido por requisitorias meramente
declarativas, por ejemplo, que se declare que determinado trabajador esta incluido en una
determinada categoría, o declarativas y de condena, por ejemplo, que al caso anterior se
añade un petitorio de condena por el pago de diferencias salariales.

La ley regula un proceso laboral ordinario y un proceso laboral de menor cuantía. El


segundo procede si se trata de un asunto cuyo monto total no supere la cierta suma que es
actualizada por la SCJ, actualmente ese monto es de $ 168.000. Por montos superiores
corresponde seguir la estructura del proceso ordinario.
Además de acuerdo con los arts. 11 y 12 de la ley 18.847 se sustancian por el proceso
laboral ordinario:
-Las pretensiones de tutela de la actividad sindical previstas por la ley 17.940.
-Las pretensiones sobre infracciones a la igualdad de trato y oportunidades para ambos
sexos.

Procedimiento preliminar-

Tentativa de conciliación
Se debe promover antes de iniciar cualquier proceso en materia laboral. El MTSS la
reguló por resoluciones del 8/2/2010 y 27/11/2014.
En Montevideo se realiza ante la División Nacional Individual de la Dirección Nacional
de Trabajo y en el interior antes las Oficinas de Trabajo dependientes de la Dirección
Nacional de Coordinación en el Interior, órganos todos dependientes del MTSS.
La solicitud debe presentarse por escrito firmado por el interesado o por apoderado,
asistido de abogado; salvo que fueren sumas menores a 20 UR.
El tramite puede ser presencial o en línea.
-Si es igual o mayor a 20 UR puede ser en línea, abogado con usurario registrado, elección
de día y hora. Se deben presentar dos copias de la constancia y formulario de solicitud
por cada trabajador. Presencial con el formulario cargado en pendrive y dos copias
impresas por cada trabajador.

El MTSS debe convocar a audiencia para día y hora determinados, con anticipación no
menor a tres días. La comparecencia de las partes es personal. No se establecen
consecuencias para la incomparecencia del citante, si el citado no va existe presunción
simple en su contra.
El contenido del acta resumida de la audiencia ante el MTSS esta regulado en la ley, art.
4 inc 2 y la resolución del 2010 art. 12.
Si el citado entiende que existe un tercero total o parcialmente responsable deberá
individualizarlo en la audiencia, quedando constancia en acta. De lo contrario se establece
presunción simple en su contra.
El domicilio proporcionado sirve para el proceso posterior siempre que se inicie dentro
del plazo de un año a contar desde el acta.
Aunque fracase la conciliación el requisito queda cumplido. Si se arriba a acuerdo el m
ismo constituye título de ejecución.
Si el trámite no culminó dentro de los 30 días subsiguientes a la solicitud el trabajador
puede pedir un constancia para iniciar el proceso ulterior.
Resultan aplicables las estructuras de los procesos preliminares de acuerdo a la regla de
remisión del art. 31.

El proceso regulado en el capítulo IV de la ley 18572 es principal, estatal, de


conocimiento, contencioso y eventualmente de ejecución y no ordinario.
Es eventualmente de ejecución por que cuando la pretensión es declarativa y de condena
el proceso se integra con dos posibles etapas; la primera, obtención de sentencia de
condena firme; la segunda, ejecución forzada de aquella sentencia de condena.
La etapa de ejecución se rige por las reglas generales del CGP.

El proceso es no ordinario en sentido de que es una estructura distinta a la del principal


estatal contencioso ordinario regulado en el CGP, arts. 337 a 345. Su objeto es especifico,
pretensiones referidas a conflictos individuales de trabajo superiores a determinado
monto.
Demanda

Debe presentarse por escrito cumpliendo todos los requisitos generales para los actos de
proposición y en particular los establecidos por el 117 CGP.
El domicilio fijado en la audiencia de conciliación es válido siempre que se inicie el
proceso posterior dentro del año de plazo. Esto habilita que el domicilio del demandado
sea el que el citado proporcionó en la audiencia de conciliación, también se puede
denunciar domicilio contractual, real o legal.
Ante el insólito silencio de la ley con respecto al demandado desconocido o cuyo
domicilio se desconoce corresponde acudir a la remisión del art. 31 y aplicar lo
establecido en el art. 127. 1 y 2.
La demanda debe incluir el valor total de la pretensión y además la liquidación detallada
de cada uno de los rubros reclamados.
Aplican también aquí las reglas generales de proposición de medios de prueba
establecidas en el art. 118 CGP. El actor debe aportar todos los documentos en su poder
y el testimonio de inútil conciliación.
Con la sola presentación de la demanda el letra queda investido de la representación
judicial del trabajador con las más amplias facultades de disposición, salvo la cesión de
crédito.
También puede el actor modificar la demanda antes que sea contestada o venza el plazo
para ello.
La redacción del art. 8 con respecto al control de la demanda plantea la duda de si la regla
especial que establece el control y en caso de defecto, la fijación de un plazo de tres días
para subsanar bajo apercibimiento de tenérsela por no presentada, se aplica solo a las
exigencias del valor del reclamo y la liquidación de rubros o a todas las exigencias
procesales.
Para Valentín es razonable que la regla especial solo rige para las exigencias de esa
oración, es decir el valor total y la liquidación de rubros, al incumplimiento de los otros
requisitos debe aplicarse el 119 CGP-
La providencia que aplica el apercibimiento en caso de no subsanar las observaciones de
la demanda es una interlocutoria con fuerza definitiva por lo que admite apelación por el
procedimiento previsto en el art. 17 de la ley.
Interpuesta la demanda se da traslado al demandado, por un plazo de 15 días, extensible
en función de la distancia.
Actitudes del demandado

La incontestacion de la demanda puede comprender dos posibles actitudes; la


incomparecencia al proceso y la mera comparecencia.
Si el demandado no comparece el tribunal debe fijar fecha para el dictado de sentencia
definitiva, la ley no establece la consecuencia específica para esa incomparecencia.
Debemos acudir a la regla de remisión del art. 31, la solución será la consagrada por el
art. 130 del CGP, la falta de contestación apareja la admisión de los hechos alegados en
la demanda, siempre que no sean contradichos en la prueba de autos.

La ley califica esta sentencia como definitiva e indica que el tribunal debe fijar fecha para
su dictado, audiencia que carece de todo sentido.
La sentencia definitiva es apelable a tenor del art. 17-

La incomparecencia del demandado emplazado por edictos se resuelve por la remisión


del art. 31, deben aplicarse las soluciones del art. 127. 1 y 2 del CGP, con apercibimiento
de designarse defensor de oficio.

La mera comparecencia, considerada una no contestación de la demanda en tiempo.


Implica la sanción prevista en el art. 13 inc 2. Se limita a comparecer, es un supuesto de
silencio como en el art. Del CGP.
La respuesta de expectativa no esta expresamente prevista, ha generado dudas su
procedencia. Debería ingresar por la remisión del art. 31, y regularse por lo dispuesto en
los arts. 132 y 135 del CGP.

El caso del allanamiento total, la solución la brinda el art. 13. 2, el tribunal debe fijar
fecha para el dictado de sentencia definitiva.

La oposición de excepciones en el proceso laboral debe hacerse en el mismo momento


que se contesta la demanda, con plazo de 15 días. Puede oponer cualquier excepción de
las previstas en el art. 133 CGP, también podrá proponer prueba.
De las excepciones se da traslado por plazo de 5 días hábiles. Todas las excepciones en
este proceso se resuelven con la sentencia definitiva de acuerdo a lo establecido por el
art. 12.
Audiencia única

En este proceso existe una audiencia única que debe ser presidida por el Juez bajo pena
de nulidad. Las partes puede comparecer personalmente o a través de representante. La
inasistencia de una de las partes no impide el desarrollo de la audiencia. Si no asiste
ninguna parte se dispone el archivo de las actuaciones.
Contenido de la audiencia:
-Ratificación de los escritos
- Alegación de hechos recientemente ocurridos o conocidos
- Se puede modificar la pretensión
- Dictado de sentencia definitiva parcial sobre montos o rubros no controvertidos.
-Tentativa de conciliación sobre puntos controvertidos
- Fijación definitiva del objeto del proceso y de la prueba
- Todas las sentencias dictadas en audiencia admiten recursos de reposición y apelación
con efecto diferido.
-Diligenciamiento de la prueba que el tribunal considere necesaria, Valentín opina que el
juez solo podría descartar prueba inicialmente admitida que devino posteriormente
innecesaria.

Los alegatos deben hacer en audiencia o pueden ser fuera de audiencia en plazo de 6 días.
La sentencia definitiva se dicta al final de la audiencia única o en 20 días corridos
posteriores fuera de audiencia.
La sentencia de condena debe establecer los montos líquidos.

También podría gustarte