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Juicio extraordinario.
Los juicios sumarios son abreviados, no se aprecia en ellos otra limitación que la
temporal, ya por razón de la cuantía o por la facilidad que el conflicto ofrece para su
resolución. En todos los casos de plenarios rápidos y sumarios, hay una característica
común, determinante de la abreviación propia de proceso sumario; la especialidad del
objeto y la especialidad del fin.
El objeto difería del que es propio del juicio ordinario, por dos notas, no siempre unidas;
ya una cierta medida de evidencia, ya la simplicidad, ya la urgencia y también la
especialidad en la finalidad; la necesidad de inmediatez en la solución; que es obvia en
los casos de urgencia y consecuencia de la regla de proporción entre evidencia del objeto
y estructura, etc.
Estructura más breve que el proceso ordinario, asignada a objetos específicos y limitados,
con el fin de proporcionar una solución inmediata. Queda conceptuado en función de su
estructura abreviada, su objeto específico y limitado y su fin, la inmediatez de la
satisfacción jurisdiccional.
No procede, en este caso, la conciliación previa (art. 294.3) pero si la realización de una
etapa preliminar, común a todos los procesos (art. 306). La demanda, el control de la
demanda, el emplazamiento y la contestación son similares que en el proceso ordinario.
Por contestación se entiende deducción de todo tipo de defensas, no distingue la oposición
de excepciones. El art. 346.4 unifica el pronunciamiento en sentencia que resuelve todas
las excepciones y defensas, deben deducirse todas juntas en lo principal y lo accesorio.
Luego dispone el juez el diligenciamiento de prueba solicitada por las partes que no pueda
ser recibida en audiencia, a los efectos de que al momento de la misma se encuentre ya
diligenciada.
La convocatoria a audiencia debe coincidir, en lo posible, con el acto anterior por
cuestiones de celeridad. La audiencia es única, contiene la conciliación, la prueba
restante, los alegatos y la sentencia común.
Los arts. 349, 420. 1 y 5, 458, 461 y 546. 5 y 7, imponen el proceso extraordinario, para
un número determinado de objetos.
Barrios desarrolla dos grandes núcleos de objetos, que determinaban, por modo diferente,
la misma consecuencia; la inmediatez de la solución. Unos objetos obtenían la inmediatez
en razón directa de la urgencia que les era inmanente, caso de alimentos debidos; ante la
necesidad de cambio urgente, la función de cambio urgente.
Otros objetos determinaban la inmediatez de la solución de modo indirecto, mediante un
rodeo; alguna circunstancia comprime la estructura y esa compresión se iguala a la
urgencia. Esas circunstancias son la evidencia preponderante, la presunción de no
oposición, la simplicidad propia y la simplificación.
Descontando los monitorios y su carácter de evidencia o falta de resistencia subsisten, en
los objetos de los procesos extraordinarios, tres de las características propias de la
categoría tradicional conocida como juicio sumario.
La urgencia, vuelve a evidenciarse en los procesos de alimentación de todo orden, art.
349.2.
La simplicidad, considerada por el legislador su relativa complejidad, la estructura del
proceso ordinario le resulta excesiva; patria potestad, tutela, curatela, los regímenes de
visita, guarda, entrega de menores e incapaces. También algunos problemas de partición
y de concurso.
La simplificación, los llamados procesos posesorios y cuasi posesorios son instrumentos
rápidos, protegen situaciones de hecho ajenas a la propiedad y proporcionan al propietario
métodos menos onerosos que la reivindicación. No es simplicidad en el objeto sino
simplificación.
TARIGO
Proceso Extraordinario
Arlas decía, bajo el régimen del CPC, “para la ley lo que distingue al juicio ordinario del
extraordinario es exclusivamente la estructura. Es ordinario cuando en él se observan
todas las formas que la ley prescribe con carácter general y extraordinario cuando no está
sujeto a todas esas formas”.
Sin embargo, agregaba que, “así no se logra una diferenciación precisa entre ambos
juicios, falta la noción positiva de lo que es juicio ordinario que nos permita decidir si
estamos o no ante un juicio extraordinario. Existe un criterio implícito en la ley, que se
refiere a la índole del derecho invocado o a la pretensión hecha valer. Determinadas
pretensiones han merecido una protección especial del legislador, lo que justifica que se
hagan valer en un procedimiento extraordinario.
Siguiendo a Guasp, se considera que los procesos de cognición comunes son, como su
nombre lo indica, aquellos que están pensados para las hipótesis generales, en tanto que
los procesos de cognición especiales son los que están ideados para casos singulares y
concretos.
Juicio ordinario es, entonces, aquel que debe seguirse siempre que se haga valer una
pretensión no calificada expresamente por la ley, en cambio juicio extraordinario es aquel
en que se ejercita una pretensión previamente determinada por la ley: de alimentos, de
desalojo, de entrega de la cosa, etc.
Dos caracteres señala Arlas; simplificación estructural en comparación con el ordinario y
pretensión específicamente prevista por la ley, se mantienen hoy en el CGP para calificar
al proceso extraordinario.
La existencia de una pretensión específicamente prevista por la ley como objeto del
proceso extraordinario, no solamente se mantiene en el CGP, sino que se ha hecho
explícito a tenor de los dispuesto por su art. 348. En efecto, lo que la norma dispone es
que únicamente aquellas pretensiones que tienen asignada una vía procesal especial, sea
la del proceso extraordinario, sea la del monitorio, sea cualquier otra específicamente
prevista escaparán a la regla de sus sustanciación por la vía del procedimiento ordinario.
Podemos definir hoy al proceso extraordinario, diciendo que es el procedimiento civil de
trámite más abreviado que el ordinario y en el que se hace valer una u otra de diversas
pretensiones calificadas que han merecido ese tratamiento distinto a la ley en base al
derecho que en esas pretensiones se invoca.
Barrios de Angelis lo define como una estructura más breve que el proceso ordinario,
asignada a objetos específicos y limitados, con el fin de proporcionar una solución
inmediata.
Estructura
Bajo el régimen del CPC y de la legislación procesal posterior, ese carácter estructural
propio del proceso extraordinario, de abreviación y simplificación se alcanzaba a través
de diferentes soluciones; por la reducción de los plazos procesales, por la disminución del
número de instancias y por la supresión de determinados actos procesales; en algunos
casos la ley incorporaba elementos de oralidad, teniendo en cuenta que en el CPC el
proceso ordinario era estrictamente escrito, esto suponía una verdadera excepción a la
regla; en alguna caso el CPC disponía para un concreto y determinado juicio sumario, el
de alimentos, la instancia única, al declarar la sentencia inapelable, sin perjuicio de
reservar la posibilidad de instaurar un juicio ordinario posterior.
Las innovaciones estructurales que el CGP han introducido al proceso extra ordinario
están establecidas en el art. 346 y pueden sintetizarse así;
1- Concentración de la parte oral del proceso en una sola audiencia en la que tendrán lugar
la tentativa de conciliación, fijación de puntos de debate, prueba, alegatos y sentencia.
2- Admisibilidad y limitación de la reconvención sobre la misma causa y objeto que los
propuestos en la demanda.
3- El diligenciamiento de medios de prueba que no puedan serlo en la propia audiencia,
lo será una vez cumplida la etapa de proposición y antes de la realización de la audiencia.
4- Dictado de una sola sentencia sobre todas las excepciones y defensas.
Fuera de lo apuntado antes, el proceso extraordinario se rige por las normas
correspondientes al proceso ordinario de conocimiento.
Finalidad
Atendiendo al contenido de la sentencia que recae sobre la pretensión hecha valer en cada
caso puede distinguirse pretensiones, procesos y sentencias declarativos, constitutivos, y
de condena. Es declarativo el proceso de exoneración de pensión alimenticia, ya que en
el se pretende la declaración judicial de la extinción de la obligación alimentaria. Serán
procesos constitutivos los de guarda y tenencia de menores porque en ellos se persigue la
creación de un estado jurídico nuevo. Serán procesos de condena los procesos posesorios,
de alimentos como extraordinarios y de entrega de la cosa, ejecutivo como monitorios, ya
que en ellos se reclama una sentencia que no solamente declare la responsabilidad del
demandado sino que, lo condene a dar p hacer alguna cosa que, de no cumplirla,
posibilitara su ejecución forzada.
Los proceso extraordinarios en que se ejercita una pretensión de condena pueden ser a su
vez, preventivos o represivos. Es represivo cuando tiende a reparar la lesión de un
derecho, que por definición, ya se ha producido; es preventivo cuando tiende a evitar que
se produzca la lesión misma. La gran mayoría de los procesos extraordinarios son
represivos dado que la lesión ya se ha producido por la perturbación en la posesión o la
desposesión, la falta de la prestación alimentaria debida, la no devolución de la finca
arrendada, etc. Es en cambio un proceso de carácter preventivo el de denuncia de obra
nueva.
Resultado o eficacia
Con respecto a los juicios extraordinarios la ley admitía en ciertos casos la posibilidad de
un juicio ordinario posterior. En materia de alimentos, en todo caso, aun no tratándose de
pensiones alimenticias, el proceso tendrá dos instancias y según se sostiene, no cabe
posibilidad de un proceso ordinario posterior.
En los pocos casos que mencionamos y en referencia a la cosa juzgada, la sentencia era
imperativa y pasible de ejecutarse de forma forzada, pero no se hacía inmutable, en tanto,
podía ser modificada en el juicio ordinario posterior. Había además dos situaciones, que
se mantienen aun hoy, en las que las sentencias dictadas en el proceso sumario, hoy
extraordinario, podían ser modificadas por un posterior proceso extraordinario.
En los demás casos las leyes anteriores al CGP no preveían como actualmente tampoco
lo prevé el Código, la posibilidad de un proceso ordinario posterior.
Arlas sostenía que la posibilidad de revisar lo actuado en juicio es, en verdad, una
situación excepcional frente a los que podemos calificar como principios generales del
Derecho Procesal, porque atenta contra la inmutabilidad de la sentencia, aspiración
superior del proceso contencioso.
El principio es la inmutabilidad de la sentencia y ese principio solo puede alterarse cuando
la ley lo disponga. El hecho de que en algunos casos el legislador admita expresamente
esa mutabilidad, confirma este criterio, pues muestra que tal principio general no existe y
que la solución debe establecerse caso por caso.
Barrios de Angelis afirmó la existencia de una regla según la cual “todo proceso no
ordinario salvo disposición expresa o inferencia necesaria en contra, es revisable en
proceso ordinario posterior”. Ya en vigencia del CGP, el autor ha insistido en su punto
de vista. Se pregunta cuales pueden ser los argumentos para rechazar la revisión de los
procesos extraordinarios por un ordinario, y establece que el argumento que podría
erguirse es uno solo; si la ley no lo prevé expresamente en el caso no es admisible la
revisión. Para Barrios ese argumento constituye un error, ya que se confunde solución
especial con solución excepcional.
La disposición excepcional es no solo exclusiva, afecta a una o más especies del género,
sino excluyente, implica la voluntad de que no se extienda a las especies no comprendidas
expresamente. Disposición especial es más simple que la correspondiente a la norma
excepcional.
Sin embargo, pese a tan sutil distinción el CPC estableció que lo decidido en el juicio
ejecutivo y en el de alimentos sería revisable en juicio ordinario posterior y no se
estableció la misma solución pata otros procesos extraordinarios. El CGP reiteró en el art.
361 la regla del proceso ordinario posterior al proceso ejecutivo del art. 940 CPC, del que
decididamente excluyó a los restantes procesos extraordinarios con estructura monitoria.
Otro argumento, que según el autor, tiene rango constitucional, dado que la interpretación
combatida desconoce el principio constitucional de igualdad, la denegación de revisión
agrede el sistema. La solución negativa provoca cierto desequilibrio. Habrá objetos hijos
y objetos entenados, objetos tratados como desiguales, no diferencias en la igualdad de
los hombres ante los tribunales. De Aristóteles acá, la igualdad de los sujetos implica la
igualdad de los objetos y viceversa; ninguna causa puede ser inferior a otra ante la justicia.
Una interpretación denegatoria de la máxima garantía es abiertamente inconstitucional.
No obstante, con ese criterio que se propone, todos los procesos, cualesquiera fuera la
pretensión que en ellos se hiciera valer, deberían tramitarse por el proceso ordinario y
todos ante la SCJ para así asegurar la absoluta igualdad de los sujetos y de los objetos.
Afirma Barrios, a modo de conclusión, que, de allí que, salvo prohibición expresa, que
no existe y de existir sería antijurídica, debe entenderse que procede la revisión de la
sentencia definitiva por proceso ordinario posterior. Solo puede oponerse a esta
conclusión el hecho de que la diferencia entre el proceso sumario y el ordinario resulte
mínima o irrelevante.
Tarigo expresa que no puede ser razonable que algo tan importante como la admisión o
no de un proceso ordinario posterior a un proceso extraordinario, quede librado a una
valoración que siempre será individual, subjetiva, acerca de si las diferencias entre el
extraordinario y el ordinario resultan mínimas o irrelevantes.
En conclusión, tanto en el sistema del CPC como en el CGP, loa procesos extraordinarios,
tanto como los monitorios, solamente admiten la posibilidad de un proceso ordinario
posterior cuando una norma legal así, expresamente, lo establezca. Y no existe, por el
contrario, ningún principio o criterio general que sancione una regla distinta aplicable a
todas las situaciones.
Existe sí, en el CGP una norma, que Barrios a tratado infructuosamente de minimizar, el
art. 347, que dispone que contra la sentencia definitiva dictada en proceso extraordinarios
cabe, entre otros, el recurso de casación. Y este no es procedente contra sentencias
recaídas en asuntos que admiten un proceso ordinario posterior sobre la misma cuestión,
así lo dispone el art. 261.2. Esto viene a desmoronar la tesis de la existencia de una regla
general por la cual, salvo prohibición en contrario, todo proceso extraordinario admite su
revisión en un proceso ordinario posterior.
Naturaleza
Conviene aclarar desde ya que solo el proceso ejecutivo, proceso de estructura monitoria,
admite proceso ordinario posterior, art. 361 CGP, y que por ello, puede tener la calidad
de provisorio. La cognición del proceso ejecutivo plantea algunas interrogantes, es verdad
que la cognición es normal en el proceso ejecutivo común, dado que según el art 351 el
demandado puede oponer en él cualquier excepción que tuviere contra la demanda, no
acontece lo mismo en el proceso ejecutivo cambiario y en el proceso ejecutivo tributario.
Clasificación
Principios generales
Están regidos por dos principios generales que surgen del acápite del art. 346 y del art.
348 del CGP.
El art. 348 establece un principio que determina que el proceso ordinario sea el común
denominador que deben recorrer todas aquellas pretensiones que no tengan establecida
en la ley un forma de proceso distinta. Solamente pueden tramitarse por la vía del proceso
extraordinario, aquellas pretensiones para las que la ley, a texto expreso, así lo haya
dispuesto.
Tramitaran por la vía del proceso extraordinario, aquellas pretensiones mencionada
específicamente en el art. 349 del CGP y otras a las que el propio Código o leyes
posteriores puedan remitirse.
Antes del CGP y ante la ausencia de una norma como el 346, la doctrina se preguntaba
en qué medida se aplican las normas del ordinario al proceso extraordinario. Se aplican
todas aquellas normas del ordinario que no propugnen con reglas especiales del
extraordinario o que no contraríen la especifica estructura o finalidad de estos juicios. Esa
es la solución que se consagra en el art. 346.
El art. 294 en su texto original disponía que no se pudiera iniciar ningún pleito sin tentar
la previa conciliación, exceptuando aquellos procesos que no tramiten por vía ordinaria.
Dicha norma no era ninguna innovación ya que recogía con diferente formulación lo que
establecía LAJ de 1965.
Luego la ley 16995 sustituye el texto del art. 294 y con relación a la conciliación previa
en los procesos extraordinarios y suprime aquel numeral que exoneraba de conciliación
previa a los procesos que no tramitaran por vía ordinaria y en su lugar, en los numerales
3 y 4 menciona procesos extraordinarios y monitorios, con respecto a los segundo
exceptúa de conciliación a los procesos ejecutivos y de entrega de la cosa, con respecto a
los primeros exceptúa de conciliación previa solamente a los procesos de reforma de plazo
o clausura del proceso de desalojo deducidos por el inquilino mal pagador, el resto de los
extraordinarios para saber si corresponde o no tentar la conciliación deberá tenerse
presente el numeral 11.
La ley 19.090 modifica el art. 294, que vuelve a su redacción originaria en el numeral 1,
y exceptúa de conciliación previa a todos aquellos procesos que no tramiten por la vía
contenciosa ordinaria.
En ambos casos resulta clara su aplicabilidad en los procesos extraordinarios. El art. 306,
en efecto, en referencia a las diligencias preparatorias, dispone que en todo proceso pueda
realizarse una etapa preliminar por iniciativa de parte. Y a su vez el art. 311 dice que las
medidas cautelares podrán aplicarse a todo proceso.
Acumulabilidad de pretensiones-
La acumulación inicial y subjetiva, a la que se refiere el art. 120.2 CGP, siempre resultó
posible en los procesos extraordinarios, tanto bajo la vigencia del CPC como bajo la
vigencia del CGP. Los casos, frecuentes, de demanda de varios hijos contra su padre por
alimentos, o proceso de desalojo contra dos o más coarrendatarios, son ejemplos claros
de ello.
La acumulación inicial y objetiva de pretensiones, la del art. 120.1 CGP, también era
teóricamente posible bajo el sistema del CPC en los juicios extraordinarios, pero dada la
variedad de los procesos sumarios chocaba con el art. 287 inciso 3, que exigía que los
diferentes procesos puedan sustanciarse por el mismo trámite.
La exigencia del 287 inciso 3 sigue estando en el CGP, pero como este a suprimido la
enorme diversidad de procesos sumarios ha habilitado una enorme apertura a la
posibilidad de acumulación inicial y objetiva, que se sustanciaran sea por via del
extraordinario o por la del monitorio.
Con respecto a la acumulación de autos el CGP, art. 323 num. 3, limita la exigencia a que
los tramites de todos ellos sigan el mismo procedimiento. Actualmente resulta
perfectamente posible la acumulación de dos o más proceso extraordinarios ya que todos
siguen el mismo procedimiento.
Además, el mismo art. 323.3 establece que cabe perfectamente la acumulación sucesiva
por reunión de pretensiones, entre un proceso ordinario y uno extraordinario cuando se
configure la circunstancia prevista por la norma, esto es, que la sentencia a recaer en uno
de tales procesos haya producido efecto de cosa juzgada con relación al otro o a los otros.
En tales hipótesis el procedimiento a seguir desde la acumulación será el que presente
mayores garantías, en la acumulación de un proceso ordinario y uno extraordinario,
ambos continuarán tramitándose por la vía del ordinario.
Declaración en rebeldía-
En el CGP es posible este instituto. Tarigo sostiene al respecto que tiene como marco
normal de aplicación el juicio ordinario; pero, por lo que respecta a la rebeldía del
demandado es perfectamente compatible con todos aquellos tipos de juicios estructurados
sobre la base de la simplificación y abreviación de los trámites del ordinario.
La nota fundamental para que resulte aplicable este instituto en el extraordinario radica
en que en él exista demanda de la que se confiera traslado mediante emplazamiento, de
lo contrario resulta inaplicable.
Guasp dice que afirmar que el régimen de la rebeldía se aplica solo al proceso ordinario
es insostenible. Lo que si es cierto es que muchos procesos especiales escapan a la
ordenación común de la rebeldía, sin embargo, no es eso un principio general de la
rebeldía, sino una limitación de su ámbito ordinario, que en cada caso concreto hay que
establecer por separado.
La demanda y su contestación-
La oposición de excepciones y su sustanciación-
Barrios de Angelis señala que por “Contestación debe entenderse, nos parece, la
deducción de todo tipo de defensas; no se distingue expresamente, entre la contestación
contradictoria y las excepciones previas, sin embargo el art. 346 unifica el
pronunciamiento en sentencia que resuelve todas las excepciones y defensas”.
Resulta claro que al no existir en el 346 una regla específica sobre la sustanciación de las
excepciones previas en un proceso extraordinario, su forma debe ser la misma que la
prevista para el proceso ordinario.
Reconvención-
El numeral 2 del art. 346 dice que solo se admitirá la reconvención sobre la misma causa
y objeto que los propuestos en la demanda.
La intervención de terceros-
Teitelbaum sostenía que dicha forma de acumulación no es aplicable a los procesos
extraordinarios argumentando la existencia de cierta razón, en excluir la acumulación
sucesiva de los procesos extraordinarios, cuya finalidad es la obtención de una sentencia
rápida, ya que la aparición de una nueva parte, amplía el proceso, máxime en el caso de
terceros adyacentes.
Poco después Arlas sostuvo que en principio debe admitirse la tercería en juicios
sumarios, porque las razones son las mismas que en el juicio ordinario. Con dos
salvedades, la primera es que la promoción de un tercería no puede desnaturalizar la
estructura del juicio sumario ni alterar su contenido específico. Y segundo, que en ciertos
casos la ley impide tácitamente la promoción de cualquier tercería. Por ejemplo en el
juicio posesorio.
Ya en vigencia del CGP nada obsta a la reafirmación de esta tesis que admite la
intervención de terceros. Porque la intervención de terceros ya no aparece limitada al
proceso ordinario sino que el instituto está previsto en sus disposiciones generales. Y
además porque nada establece el 346 con respecto al proceso extraordinario, rige la regla
general consagrada en su prefacio, por la cual el mismo se rige por lo establecido para el
ordinario.
Audiencia única-
El art. 346.1 dispone que el trámite se concentrara en una sola audiencia, la inasistencia
de las partes se regirá por lo previsto en el 340.
El procedimiento del proceso extraordinario se concentrará en una sola audiencia que
tendrá por contenido la tentativa de conciliación, la fijación de los puntos de debate, la
asunción de la prueba, los alegatos y la sentencia.
Esta inconveniente síntesis del texto del num. 1 del art. 346 plantea teóricamente algunas
dificultades interpretativas. Fijación de los puntos de debate parecería una categoría solo
equivalente a la del objeto del proceso. Podría sostenerse que dado que en el proceso
extraordinario el diligenciamiento de los medios de prueba ya ha sido dispuesto por el
tribunal con antelación a la audiencia, carecería de sentido o de oportunidad fijar, en la
audiencia, el objeto de la prueba.
Sin embargo, la fijación del objeto de la prueba tiene una función complementaria con
relación a la fijación del objeto del proceso, ya que según lo que se determine con relación
al objeto del proceso deberá determinarse, en regla d estricta correspondencia, el objeto
de la prueba. En definitiva que aunque gramaticalmente lo exceda, la fijación de los
puntos en debate equivale a la fijación del objeto del proceso y de la prueba.
Rigen las reglas que sobre la comparecencia personal de las partes a la audiencia
preliminar establece el art. 340 CGP. Aunque algunas sanciones son verdaderamente
draconianas son las soluciones que ha instituido el Código vigente para el proceso
ordinario y que por el acápite del 346, se aplican al extraordinario también.
La sentencia-
La solución legal vigente es distinta. No existirá una sentencia dictada antes de finalizado
el proceso, ya que aún la sentencia que recoja la excepción de incompetencia será
pronunciada al finalizar la audiencia única. En caso que el tribunal acoja la excepción
solo se pronunciara sobre la misma. Sin perjuicio de ello, dicha sentencia, será sin duda
una sentencia interlocutoria, atendiendo a su contenido decisorio parcial, referido no al
objeto del litigio sino exclusivamente a un aspecto procesal del mismo. Tendrá carácter
de interlocutoria con fuerza definitiva. De quedar firme pondrá fin al proceso, y podrá ser
ejecutoriada. Y de resultar apelada, la apelación deberá ser concedida con efecto
suspensivo (arts. 252.1 y 342.2).
Los recursos-
El art. 347 del CGP, dispone que contra la sentencia definitiva dictada en proceso
extraordinario caben los recursos de aclaración y ampliación, apelación, queja por
denegación de casación, de apelación o de la excepción de inconstitucionalidad, casación
y revisión. Caben todos los recursos, menos el de reposición.
Dos precisiones, primera apuntar que la norma se refiere a la sentencia definitiva tanto de
primera como de segunda instancia, y que los recursos que declara admisible
corresponderán, según el caso a una o a otra; el de apelación contra la sentencia de primer
instancia, el de casación contra la de segunda, los de aclaración y ampliación contra
cualquiera de ellas. Segunda es lógico que contra la sentencia definitiva dictada en
proceso extraordinario no quepa el recurso de reposición, dado que este nunca cabe contra
sentencias definitivas. Cabe si este recurso contra las providencias de mero trámite o mere
interlocutorias.
La nueva redacción del art. 347.2 establece que los procesos en que se sentencia rebus sic
stantibus cuando se alega el cambio de la situación ya resuelta corresponde un proceso
extraordinario posterior para decidir la cuestión conforme a la nueva situación de hecho.
En su momento se sostuvo debido a esa redacción que se excluía de la apelación por
disposición legal las sentencias que son rebus sic stantibus. O Los mismo pero con la
casación. Los fundamentos eran, primero que como se pretende hacer valer una
pretensión fundada en un cambio de situación de hecho que dieron mérito a la sentencia
anterior en el Código se sustituye el recurso de apelación por un proceso extraordinario
posterior. Y segundo, cuando se alegare el cambio de la situación ya resuelta,
corresponderá un proceso extraordinario posterior y no a dos recursos ordinarios para
decidir la cuestión definida conforme con las nuevas circunstancias.
A lo que se ha referido el inciso 2 del art. 347 es a una situación peculiar en la cual el
cambio de la situación de hecho se opere en el decurso del inicial proceso de fijación de
la pensión alimenticia por ejemplo, si el cambio de la situación se produjo cuando ya ese
hecho no se puede alegar ni probar en el proceso, obviamente no corresponde recurrir,
sino iniciar un nuevo proceso.
La segunda instancia
Debemos partir de la norma del 344.6 que establece que lo dispuesto en los ordinales
precedentes, es aplicable a la segunda instancia de todos los procesos, salvo lo previsto
en el 346.5.
El requisito de fecha posterior debe ser entendido aquí como de fecha posterior a la
audiencia única.
La cosa juzgada
Viera ha sostenido que el proceso de tipo monitorio cuenta con las siguientes fases; a)
una primera etapa, sin contradictorio, demanda y resolución favorable; b) una segunda
etapa: citación del reo para que, dentro del plazo, cumpla o se oponga; c) una tercera etapa
que depende de la actitud del demandado, si no se opone, la resolución inicial queda
firme, pronta para ser ejecutada. Si se opone, o decae la resolución inicial y es como si
no hubiese existido o queda en suspenso hasta que se resuelva el mérito de la oposición.
Si se rechaza la oposición la resolución inicial queda firme, si se acoge la oposición cae
la resolución inicial.
Señala el autor que lo típico de esta clase de procesos es que en él la finalidad de llegar
con celeridad a la creación del título de ejecución se alcanza desplazando la iniciativa del
contradictorio del actor al demandado. El título nace por el solo hecho de que el
demandado no demuestre la utilidad de abrir el contradictorio.
Ya firmaba que esta clase de procesos se distinguen por dos caracteres fundamentales;
por la finalidad, que es la de dar vida, con mayor celeridad de la que puede conseguirse
en el proceso ordinario, a un título de ejecución; por el medio, que es el de invertir la
iniciativa del contradictorio, haciéndola pasar del actor al demandado.
Teitelbaum apoya esta tesis, “ha expresado que la característica del monitorio es la
inversión de la estructura del proceso, aunque no dice en que consiste esa inversión. En
nuestra opinión ella no es otra cosa que la del principio del contradictorio”. El proceso
monitorio contiene también una inversión de la estructura tradicional del proceso civil
que no violaría los principios del debido proceso legal, por cuanto la sentencia inicial está
condicionada, en su firmeza, a la no oposición del demandado. Depende pues de este
último el desarrollo o no del debido proceso legal al que tiene siempre posibilidad de
acceder para obtener una nueva sentencia.
Como conclusión se puede decir que la posición de Barrios resulta hoy en día la más
acertada. El CGP parecería haberla implícitamente recogido en la medida en que no se
limita a mencionar como subespecie del proceso extraordinario, al proceso monitorio,
sino la de Proceso de estructura monitoria, denominación del Capítulo IV, del título IV
del libro II, arts. 351 y sgtes.
Finalidad-
Al lado de estos, decimos, otros procesos también dotados de estructura monitoria son la
vía para el ejercicio de una pretensión de naturaleza declarativa o constitutiva. Son los
procesos en que se ejercitan rebajas o aumentos de alquiler de inmuebles arrendados,
procesos de resolución de contratos de promesa de compraventa no inscripta, procesos de
resolución por falta de pago de promesas de enajenación de inmuebles a plazo y casas de
comercio, procesos de separación de cuerpos y los de conversión al divorcio.
Resultado o eficacia-
Naturaleza-
En nuestro actual derecho positivo esta solución es todavía más clara. Porque la esfera de
aplicación del proceso de estructura monitoria se ha ampliado considerablemente y abarca
a una serie de procesos en que se ejercitan pretensiones de mera declaración de certeza o
pretensiones constitutivas. Y por otro lado el CGP ha incluido todos los procesos de
estructura monitoria dentro de los procesos de conocimiento.
Viera sostiene a este respecto una posición distinta, al afirmar que “en contra de la opinión
casi universal en el sentido de que es ejecución es producto de una nueva acción, la
ejecutiva e implica un nuevo proceso diferente al de cognición, en nuestra doctrina es hoy
valor entendido que cognición y ejecución no son sino las fases, las etapas de un mismo
proceso. En esa tesitura la discusión de si el monitorio es cognición o ejecución pierde
importancia puesto que puede ser tanto lo uno como lo otro, según la perspectiva con que
se mire o el fin que con el se persiga.
Tarigo no esta de acuerdo con las afirmaciones precedentes. En todo caso, se ha sostenido
que, en opinión del autor y en el sistema del CGP, le proceso de ejecución de sentencia
aparece como un proceso autónomo, tal como lo sostiene en general la doctrina extranjera.
Calamandrei, por lo contrario, afirma que se ejercita la acción de condena que puede
ejercitarse en el proceso ordinario de conocimiento. La providencia inicial es dictada
cuando no existe declaración de certeza alguna. Pero considera que ello no tiene
relevancia por cuanto esa resolución inicial carecerá de toda eficacia práctica hasta tanto
no se produzca implícitamente la declaración de certeza.
La resolución que dicta el tribunal al proveer sobe la demanda monitoria contiene una
mandato condicionado a que el demandado no deduzca oposición dentro del plazo legal.
Resolución judicial sometida a condición suspensiva. Vencido el plazo, precluído su
derecho a oponerse, la resolución judicial recién adquiere plena eficacia. Si se analiza el
momento en el que se hace ejecutable se advierta también que existe declaración de
certeza.
Que a esta declaración de certeza se arribe por medio de la preclusión es una de las
características del proceso monitorio, pero no alcanza para variar la naturaleza jurídica de
la acción.
Segni, sostuvo que el proceso monitorio corresponde al ejercicio de una especial acción
sumaria. La intimación inicial tiene valor práctico apenas dictada la providencia y aun
antes de que llegue a ser ejecutable por haber transcurrido en vano el plazo de la
oposición. El acreedor que ha obtenido una sentencia por proceso monitorio se halla en
condiciones muy superiores a las del acreedor que ha entablado la demanda por proceso
ordinario.
Resulta claro que esto no es así. La providencia dictada por el tribunal como acto inicial
es solo una posibilidad de sentencia firme y solo con el transcurso del plazo podrá saberse
si su tentativa o propósito de obtener una sentencia firme, equivalente a la sentencia de
condena del proceso ordinario ha dado resultado o no.
Clasificación-
En nuestro derecho hoy en día puede afirmarse la predominancia del proceso monitorio
documental sobre el puro. Dicha clasificación es aplicable en lo que respecta al primero
de los dos caracteres de sus dos categorías, la mera afirmación, no probada del actor, en
los monitorios puros y la necesidad de que la prueba documental acompañe a la demanda
en los monitorios documentales.
EL JUICIO EJECUTIVO
El proceso ejecutivo está regulado por el CGFP como un proceso de conocimiento con
estructura monitoria.
El proceso monitorio se caracteriza por una decisión inicial sobre el fondo, sin antes oír
a la parte demandada. La razón de ser de un proceso con esta característica es el alto grado
de certeza o verosimilitud de la pretensión del actor (fehaciencia inicial).
El juez realiza un doble control: de admisibilidad y de fundabilidad de la pretensión. Si
estima que la reclamación carece de fundamento, rechaza la petición sin noticia del
demandado; pudiendo el actor, en tal caso, recurrir la sentencia desestimatoria, que por
su naturaleza, de acuerdo con el CGP, es una interlocutoria (con fuerza definitiva porque
pone fin al proceso).
Si, por el contrario, como sucede generalmente, considera que la pretensión es fundada,
dicta una sentencia favorable al actor. La naturaleza jurídica de dicha providencia es la
de una sentencia definitiva.
El demandado dispone de una determinado plazo para impugnar esa sentencia, mediante
el mecanismo de la oposición de excepciones, y en caso de que no lo haga, la sentencia
inicial pasa en autoridad de cosa juzgada.
Si opone excepciones dentro del plazo legal, se terminará la impugnación en la forma
prevista por el CGP, y finalmente se dictará otra sentencia definitiva que resolverá la
controversia planteada.
Ello significa que la eficacia (ejecutoriedad) de la sentencia definitiva inicial está
supeditada o condicionada a que el demandado no oponga excepciones. Esta forma de
contradicción, en un proceso monitorio, constituye el único medio de impugnación de
que dispone el demandado para evitar que la sentencia quede firme.
Como regla, el juicio ejecutivo es un proceso monitorio documental, porque la pretensión
está fundada en un documento del que emerge la obligación de pagar una suma de dinero
líquida y exigible. Esta regla surge del art. 352.1 del CGP.
La doctrina diferencia el monitorio documental del denominado monitorio puro. En este
último, la pretensión no está respaldada por documento alguno; es la situación, por
ejemplo, de proceso monitorio de desalojo por vencimiento de plazo cuando el contrato
de arrendamiento fue verbal pues la pretensión no se basa en ningún documento que
acompañe con la demanda, sino simplemente en la afirmación del actor en cuanto a que
se venció el plazo contractual y legal en su caso. A estos casos de procesos monitorios no
basados en documentos hace referencia el art. 352.3 del CGP.
Salvo en las hipótesis de monitorio puro, el documento que habilita la promoción de un
proceso ejecutivo es el denominado título ejecutivo.
Luego, la sentencia favorable que en ese proceso pueda obtenerse será un título de
ejecución que hará posible la iniciación de un proceso de ejecución (vía de apremio, arts.
377 a 396 CGP). Título ejecutivo no es lo mismo que título de ejecución.
Con el título ejecutivo se puede promover un proceso monitorio de conocimiento que es
el juicio ejecutivo. En cambio, un título de ejecución da lugar a un proceso de ejecución.
La sentencia de condena a pagar dinero líquido y exigible es el título de ejecución por
excelencia.
Conforme a lo dispuestos por el art. 377 CGP, hay otros títulos de ejecución, algunos de
los cuales habilitan la iniciación directa de la vía de apremio (por ejemplo, crédito
hipotecario y crédito prendario inscripto). Quiere decir que un proceso de ejecución no
siempre tiene como antecedente necesario la existencia de un proceso de conocimiento.
Si así fuera, el único título de ejecución sería la sentencia de condena.
Título ejecutivo.
Concepto-
De acuerdo a lo establecido por el art. 353 CGP, el título ejecutivo es un documento del
que surge la obligación de pagar una suma de dinero líquida o fácilmente liquidable y que
resulte exigible.
Elementos integrantes del título ejecutivo:
1- En principio, debe estar indicado quienes están legitimados activa y pasivamente. Esa
legitimación deriva de ser parte activa y pasiva en la respectiva relación jurídica
sustancial, es decir, de ser acreedor y deudor respectivamente.
Sin embargo, en determinadas circunstancias, la pretensión ejecutiva puede ser entablada
contra personas que no figuran originariamente como deudores en el título ejecutivo; por
ejemplo, un juicio promovido contra los sucesores del deudor por causa de su muerte.
A su vez, puede ocurrir que el actor del proceso ejecutivo no figure como tal en el título;
por ejemplo, tratándose de documentos comerciales transmitidos por endoso (cheques,
vales, etc.).
2- El título debe consignar la obligación de pagar una cantidad de dinero líquida - o
fácilmente liquidable mediante una simple operación aritmética, por ejemplo, si consta
en unidades reajustables o indexadas- y la misma tiene que ser exigible, esto es, tiene que
haber vencido el plazo o la condición establecida en su caso.
La exigibilidad como elemento integrante del título ha generado polémica en el caso de
obligaciones dinerarias contenidas en contratos bilaterales o sinalagmáticos.
En una posición, que es la mayoría de la doctrina y jurisprudencia, se entiende que la
obligación de pagar dinero sólo será exigible en tanto la parte actora demuestre haber
cumplido por su parte, o, en caso de prestaciones de cumplimiento simultaneo, siempre
que declare estar dispuesta a cumplir en ocasión de recibir el pago. En otros términos, el
cumplimiento de la propia obligación se constituye en una condición de exigibilidad de
la obligación correlativa; y este contralor lo debe realizar de oficio el Tribunal, pudiendo
rechazar liminarmente la pretensión si ello no surge probado.
La otra posición- sustentada por Gamarra- propugna que la exigibilidad de una obligación
en contratos sinalagmáticos es independiente del cumplimiento (o la oferta de
cumplimiento) de la contraprestación a cargo de la parte actora. Se afirma que si el actor
no acreditó su cumplimiento (ni prometió hacerlo en la demanda), el demandado tendrá
la carga de oponer la excepción de contrato no cumplido. Por lo tanto, si el Juez controlara
inicialmente esa circunstancia relativa al cumplimiento del actor, se excedería en su
función, porque no debe hacer de oficio lo que le corresponde hacer al demandado el
ejercer su defensa.
3- Finalmente, estos elementos deben constar en alguno de los títulos previstos por la ley,
de acuerdo a lo establecido por el art. 353 CGP.
Medidas preparatorias-
La intimación, como presupuesto procesal, nada tiene que ver con la constitución en mora
al deudor (art. 1336 C. Civil), por lo que debe realizarse aunque estuviese pactada la mora
automática o de pleno derecho.
La intimación previa está prevista por el inciso 5 del art. 354 del CGP. Surge de lo
expuesto que procede cuando no es necesario el reconocimiento judicial de firma y
tampoco cuando se realizó un protesto personal o en el domicilio del deudor, esto último
en el caso de las letras de cambio.
El plazo de la intimación es de tres días y podrá efectuarse por el telegrama colacionado
con constancia de recepción.
2- Vales, el art. 124 del decreto-ley 14.701 dispone que los vales se presumen auténticos,
por lo que no será necesaria la diligencia preparatoria de reconocimiento judicial de firma.
En consecuencia, corresponderá efectuar intimación de pago con plazo de tres días,
conforme a lo ya señalado para el juicio ejecutivo común.
Si el protesto notarial es personal, o sea hecho en presencia del obligado (o cuasi personal:
en su domicilio), resulta suficiente para preparar el juicio. En efecto, el protesto personal
cumple la doble función e autenticar el documento y poner en aviso al deudor, por lo que
resulta innecesaria la intimación de pago.
El art. 354.2 expresa que si el juez entiende que el título no es ejecutivo porque carece de
algún requisito legal (por ejemplo, no venció el plazo o no se acredito el cumplimiento
de la condición en su caso), declarará que no procede el cobro ejecutivo sin noticia al
deudor.
El embargo es una medida cautelar que hace inoponibles, con respecto al acreedor
embargante, las enajenaciones o gravámenes posteriores a la fecha de efectividad del
mismo.
Puede decirse que la concreción de un embargo es un acto complejo.
En primer lugar, todos los embargos son dispuestos por el Tribunal. Pero además de ser
dispuestos, los embargos tienen que ser trabados y hacerse efectivos.
Los mecanismos de traba y efectividad varían en función de la naturaleza del bien objeto
del embargo (art. 380.1 CGP).
Así el embargo de inmuebles, vehículos automotores, naves, aeronaves, semovientes de
pedigree o el de todo otro bien registrable, el de créditos y el denominado genérico,
quedarán trabados con la providencia que los decreta; y se hacen efectivos con la
inscripción en el Registro respectivo.
Un embargo de ejecución sería el que se solicita por primera vez luego que recayó
sentencia de condena en un proceso de conocimiento con cualquier estructura, a efectos
de ejecutar la misma en la vía de apremio.
El embargo es siempre una medida cautelar, cualquiera sea el momento en que se decreta
el mismo. Su finalidad es siempre asegurar la ejecución de una sentencia de condena a
pagar dinero. Pero por obvias razones serán mayores las exigencias para decretar un
embargo preventivo porque aún no se dictó sentencia de condena. El llamado ejecutivo
forma parte de la sentencia definitiva de un proceso monitorio. Y el de ejecución se pide
luego de quedar firme la sentencia de condena.
Cabe preguntarse si es una ejecución hipotecaria hay que solicitar que se trabe embargo
sobre el bien hipotecado. La respuesta es afirmativa, porque el embargo es un acto
procesal cuya efectividad determina la inalterabilidad de las partes en el proceso (art.
380.6 CGP).
Ello significa que la relación procesal quedará congelada al momento del embargo. Si,
por el contrario, no se pide la traba de embargo y el inmueble hipotecado cambia de
propietario, se deberá convocar al proceso de ejecución al sucesivo adquirente,
conformándose un litisconsorcio pasivo necesario con el deudor.
Queda claro que el embargo del bien hipotecado tiene consecuencias exclusivamente en
el ámbito procesal. El embargo, como medida cautelar, no es necesario para culminar la
ejecución, ya que el derecho real de hipoteca hace posible rematar el bien en cualquier
manos que se encuentre. No es indispensable, pues, pedir el embargo para llegar al
remate. Pero resulta conveniente solicitarlo porque el embargo otorga una ventaja al
ejecutante: podrá terminar la ejecución contra quien la inició, aunque la propiedad haya
sido transferida.
Embargo de créditos-
Este tipo de embargo específico es decretado y trabado por el Juez, haciéndose efectivo
por la notificación al deudor del demandado.
Una vez notificado, el deudor del demandado no deberá pagar a su acreedor sino depositar
el dinero en una cuenta bancaria a la orden del Juzgado.
A petición del ejecutado, podrá procederse a la sustitución del embargo, lo que operará
de la siguiente forma:
a) el deudor solicita la sustitución: el Juez la dispondrá con citación del actor. Esto
significa que se suspende el cumplimiento de lo ordenado hasta que hayan pasado tres
días de la notificación hecha a este último (art. 202 CGP).
b) La contra parte podrá deducir oposición en el plazo de tres días. Si no lo hace, la
sustitución se producirá. Si hay oposición, se originará un incidente que tramitará según
lo dispuestos por el art. 321 CGP; siendo apelable sin efecto suspensivo la interlocutoria
que hiciere lugar a la sustitución.
Bienes inembargables-
Son bienes inembargables los establecidos por el art. 381 del CGP.
La ley 19153 del 24 de octubre de 2013, agregó un numeral 12 al art. 381, estableciendo
en síntesis, que en las cuentas bancarias abiertas con el fin de depositar remuneraciones,
pensiones, jubilaciones y retiros y pensiones alimenticias, no se aceptarán depósitos
diferentes de los rubros precedentes enunciados.
Citación de excepciones-
La sentencia definitiva-
El principio es la inapelabilidad, por lo tanto, solo pueden apelarse las providencias que
indica la ley.
El art. 360 CGP dice que “solo serán apelables”:
Tercería de dominio (art. 335 CGP): Implica la intervención voluntaria de un sujeto ajeno
al proceso a quien supuestamente se le trabó embargo en un bien de su propiedad. Su
pretensión se limita al levantamiento del embargo improcedente.
Este tipo de tercería puede plantearse durante cualquier proceso en el cual se haya
efectivizado un embargo sobre un bien ajeno al demandado (puede ser un embargo
preventivo, ejecutivo o de ejecución).
Es una tercería voluntaria, pero no puede calificarse ni como coadyuvante ni excluyente.
El tercero no comparece a colaborar con ninguna de las partes ni tampoco plantea una
pretensión incompatible con ambas.
Solamente pide que se levante un embargo que afecta a un bien de su propiedad. En
principio, la promoción de tercería de dominio da lugar a un proceso incidental (art. 321
CGP).
Trámite: El tercerista deduce su pretensión (solicita que se levante el embargo). De la
petición se confiere traslado a las dos partes por un plazo común de días; después se sigue
el procedimiento incidental (audiencia y sentencia).
Solo será apelable la sentencia interlocutoria que resuelve la tercería con efecto
suspensivo de lo resuelto.
El art. 335.2 dice: “La promoción de tercería de dominio suspenderá el trámite del
principal, al llegarse al estado de remate del bien respectivo.
Esto quiere decir que la tercería se tramita por pieza separada y el proceso principal sigue
su curso; pero cuando llegue el momento del remate, si no se resolvió la tercería, se
suspende la subasta, porque no se puede rematar una cosa sobre la cual se está discutiendo
su titularidad dominial.
Se ha sostenido en doctrina que una tercería de dominio podría deducirse aun después del
remate mientras el bien permanezca en el patrimonio del deudor (ejemplo, si se remató
un inmueble, hasta que se otorgue la escritura de compraventa y tradición).
El art. 335.2 establece que no será necesaria la tramitación de tercería de dominio cuando
se tratare de bienes cuya propiedad surja de inscripción de Registro Públicos. En tal caso,
acreditada la propiedad con el certificado e información registral respectiva, el Juez
dispone de plano el levantamiento del embargo con citación a domicilio de las partes, lo
que significa que estas pueden deducir oposición en un plazo de tres días. De no hacerlo,
la providencia que levantó el embargo queda firme; si hay oposición, se provoca incidente
que tramitará de acuerdo al procedimiento previsto por el art. 321.
Las oposiciones que pueden plantearse están limitadas por la ley, falsedad o error del
informe registral o inoponibilidad de la inscripción a quien solicitó la cautela.
La interlocutoria que declare inadmisible la oposición y la que resuelva serán apelables
con efecto suspensivo.
Concepto-
La letra de cambio debidamente protestada es título ejecutivo, dice el art. 107 del DL
14.701.
El protesto, es un instituto típico del Derecho Comercial y se proyecta hacia el campo del
Derecho Procesal ya que resulta necesario para la configuración del título ejecutivo.
En lo que respecta a las letras de cambio el protesto debe hacerse, ya sea por falta de
aceptación de la letra, o por falta de pago de la misma, y debe hacerse por acta notarial.
Toda letra que vaya a ser protestada debe llevarse al escribano dentro de los dos días
hábiles siguientes a aquel en que debía ser aceptada o pagada y debe ser formalizarse el
protesto en los dos días hábiles siguientes al de su presentación al escribano.
Si en medio de las diligencias el girado se presenta a aceptar y pagar la letra y los gastos,
el protesto queda sin efecto.
El art. 92 permite distinguir tres tipos de protestos el personal, cuasi personal y ficto.
Personal es el que se realiza con el girado en persona en su domicilio, cuasi personal es
el que se realiza con quien se encuentre en el domicilio del girado si en ese momento no
estuviese el mismo. Y ficto es el que se realiza con el Comisario en la seccional en cuyo
territorio se encuentre el domicilio del girado.
Cabe señalar que la finalidad del protesto es constatar la falta de aceptación o de pago en
forma fehaciente. De ahí la rigurosa solemnidad e intervención notarial.
Sus efectos desde el enfoque procesal son, por un lado, la autenticación de la firma y, por
otro, hace innecesaria la previa intimación de pago.
El protesto autentica la firma del protestado y hace que no sea necesaria la citación de
éste a reconocimiento de firma y concede acción ejecutiva directa.
En lo que refiere a la intimación de pago previa, será necesaria cuando no existe diligencia
judicial de reconocimiento de firma o protesto. Si el protesto no ha sido personal deberá
cumplirse, obligatoriamente con la previa intimación de pago con plazo de tres días para
configurar el título ejecutivo.
Según el art. 124 del DL 14.701 los vales, pagarés y conformes se presumirán auténticos
salvo prueba en contrario y constituyen título ejecutivo sin necesidad de protesto, ni
diligencia judicial de reconocimiento de firma.
Deben necesariamente contener el nombre del título valor de que se trate y la promesa
incondicional de pagar una suma determinada. Al decir de TEITELBAUM, la sola
expresión vale o conforme son equivocas, deben estar acompañadas de pagaré, debo
pagar, o me obligo o me comprometo, para poder ser considerado un título ejecutivo.
Que los vales se presuman auténticos, sin perjuicio de prueba en contrario es una
presunción simple, que admite prueba en contrario que solo podrá hacerse valer luego de
dictada la sentencia inicial de condena y trabado el embargo.
Se ha sostenido por la doctrina mayoritaria que es presunción de autenticidad es solo
respecto del librador, contra el firmante del vale, y no, en cambio, contra los posibles
endosantes del mismo.
El art. 39 inc 3 del decreto 14.412 establece que “La constancia de la presentación y falta
de pago del cheque tendrá carácter de protesto por falta de pago”.
Esta asimilación de la constancia del Banco es una ficción legal, ya que esta ni por su
forma, ni por su contenido se asemeja al protesto notarial.
Dicha equiparación no lo es a cualquier protesto, sino al protesto personal, lo que significa
que no es necesario ni el reconocimiento judicial de firma, ni la intimación judicial de
pago.
La eximición de la intimación de pago se funda en que el Banco debe de avisar al librador
para que este dentro de los cinco días hábiles siguientes acredite ante el mismo haber
realizado el pago.
Cuando el rechazo del cheque no obedezca a la falta o insuficiencia de la provisión de
fondos, sino exclusivamente a otras circunstancias formales, por ejemplo, falta de la firma
del librador, el cheque rechazado no constituye título ejecutivo en cuanto no vale siquiera
como cheque.
Es ésta la característica principal de este proceso que ha existido desde siempre en nuestro
derecho.
No se admiten más excepciones que la falsedad material, compensación del crédito
líquido y exigible, prescripción, caducidad, pago y espera o quita concedida por el
demandante que se pruebe por escritura pública o documento privado judicialmente
reconocido o concordato homologado.
También las excepciones procesales de inhabilidad del título, falta de legitimación activa
o pasiva, falta de representación litispendencia o incompetencia. La ley 18212 establece
que se incluya como excepción la existencia de usura civil.
Las normas no solo establecen la limitación de las excepciones a las previstas por la ley,
sino que para el caso de las excepciones de espera o quita establecen una limitación en
cuanto a la prueba de las mismas, ya que exigen que sean aprobadas por escritura pública
o documento privado judicialmente reconocido.
Según el art. 355.2 las excepciones inadmisibles podrán ser rechazadas sin sustanciación.
Dicha sentencia que rechaza liminarmente las excepciones no admitidas no es la
definitiva que pone fin a proceso como dice TEITELBAUM y como expresa el art. 360
del CGP.
En realidad, hablamos sin dudas de una sentencia interlocutoria, que aunque se a
considere con fuerza de definitiva resulta inapelable atento a la regla prevalente de la
inapelabilidad en el proceso ejecutivo, no estando prevista ésta en el elenco del art. 360.2
CGP.
El art. 91 del Código Tributario establece que la administración tendrá acción ejecutiva
para el cobro de los créditos fiscales que resulten en su favor. Y también menciona que
serán títulos ejecutivos para dicho proceso las resoluciones firmes y documentos que
tengan esa calidad siempre que respondan a resoluciones firmes.
El siguiente artículo establece una serie de requisitos que debe contener el documento
para constituir título ejecutivo;
1- Lugar y fecha de emisión
2- Nombre del obligado
3- Indicación precisa del concepto e importe del crédito, con especificación del tributo y
ejercicio fiscal correspondiente
4- Individualización del expediente respectivo
5- Nombre y firma del funcionario que emitió el documento
La resolución administrativa debe ser firme, estos es que ha sido consentida expresamente
por el administrado o ha sido consentida tácitamente, al no haber deducido contra ella los
recursos administrativos que corresponden, o que haya sido agotada la vía administrativa
en su totalidad, lo que supone interposición de los recursos en tiempo hábil para ello.
Una vez firme la resolución, la administración podrá iniciar el proceso ejecutivo tributario
y el administrado por su parte podrá demandar la nulidad o anulación del acto
administrativo definitivo ante el TCA.
Se genera una posible simultaneidad de procesos jurisdiccionales que tendrán como
partícipes, aunque en posiciones invertidas, a la Administración y al demandado.
Por lo que respecta a la intimación previa, establece el art. 91 del Código Tributario, que
no será necesaria en los juicios ejecutivos promovidos por cobro de obligaciones
tributarias.
La razón de ser para la supresión de este requisito es la consideración de que siendo el
Estado o una persona pública en todo caso, el habría de promover el juicio, aquella
finalidad de evitar los juicios ejecutivos abusivos que había inspirado la norma de la LAJ,
no tenía razón de ser.
La aclaración, en ese artículo, de que tampoco es necesaria la conciliación previa obedece
a una distracción del legislador, ya que por disposición del art. 294, num. 4 del CGP todos
los procesos que no tramitan por vía ordinaria están exentos de conciliación previa.
En sus inc. 5 y 6 el art. 91 del Código Tributario establece una lista taxativa de las
excepciones que son admisibles en este ejecutivo tributario.
Se podrá oponer la excepción de inhabilidad del título cuando no cumpla con algún
requisito previsto por la ley o existe discordancia entre el mismo y los antecedentes
administrativos, la excepción de falta de legitimación pasiva cuando la persona física o
jurídica contra la cual se dictó la resolución que se ejecuta sea distinta del demandado en
juicio, la nulidad del acto declarada ante el TCA, la extinción de la deuda, espera
concedida con anterioridad al embargo y las procesales.
En el primer caso la inhabilidad del título puede responder a la falta de requisitos relativos
a la legitimación de las partes, el objeto, o alguno de los requisitos del art. 92 del CT.
La falta de legitimación pasiva, por su parte, se opone cuando la persona a la cual va
dirigida la resolución administrativa no coincide con el demandado que se presenta en el
juicio
La excepción de nulidad del acto, viene a equipararse, en cierta medida, con la excepción
de cosa juzgada en el ejecutivo común. Supone que el demandado hubiera demandado a
la administración ante el TCA pidiendo la nulidad del acto y la hubiere obtenido.
La excepción de extinción de deuda supone una formulación deliberadamente amplia que
puede incluir dentro de ella no solo la excepción de pago, sino también otras.
La excepción de espera presenta dos caracteres, no constituye en verdad una peculiaridad
del título ejecutivo tributario y distingue a esta excepción de la espera previa en el juicio
ejecutivo cambiario, esta no requiere que se pruebe por escritura pública o documento
privado judicialmente reconocido.
Las referidas al art. 133 del CGP, son las excepciones procesales típicas.
Entrega de la cosa
Según lo establece el art. 364.1 se demanda la entrega de cosas que no sean dinero y que
se deban por virtud de la ley, el testamento, el contrato, el acto administrativo o la
declaración unilateral de voluntad en los casos en que esta es jurídicamente obligatoria.
Ámbito de aplicación-
Las posibilidades de utilización de esta vía procesal son muy amplias, pero
fundamentalmente en lo relativo a bienes muebles. Por ejemplo, cuando se encarga la
fabricación de una cosa y habiendo pagado su precio hay dificultades para retirarla, la vía
adecuada para posibilitar el cumplimiento de la obligación contraída es el proceso de
entrega de la cosa.
También procede cuando se adquiere un monte en pie con la obligación de corte a cargo
del comprador, si el vendedor, una vez pagado el precio, se rehúsa a permitirle al
comprador que ingrese a su fundo para retirar la madera puede accionar por el proceso de
entrega de la cosa.
Naturaleza jurídica-
Presupuestos-
El CGP amplió elenco de fuentes de las cuales puede emanar una obligación de entregar.
La exigencia de que el actor acredite el cumplimiento de la obligación a su cargo cuando
la fuente es un contrato bilateral se trata de un requisito de admisibilidad de la demanda,
se procura evitar el accionar malicioso de algunos acreedores que exigen el cumplimiento
de obligaciones sin hacerse cargo de las suyas.
Los casos en los que se admite la prueba por testigo son los siguientes;
- Cuando lo expresado en termino enunciativos en el instrumento público no tenga
relación directa con lo dispositivo del acto o contrato.
- Cuando se trate de un documento por valor de más de 100 UR y la parte no sepa o no
pueda firmar.
- Cuando se trate de copias de copias.
- Cuando haya obligaciones que se forman sin convención y no haya podido obtener
prueba escrita.
- En los depósitos necesarios y en los verificados por los viajeros en las posadas.
- En las obligaciones contraídas en casos de accidentes imprevistos en que no se hubiera
podido extender documento.
- En el caso de haber perdido el acreedor el documento que le sería de título a
consecuencia de caso fortuito o fuerza mayor.
En realidad, el art. 352.2 del CGP, no establece ninguna excepción a la regla general de
la exigibilidad del documento, ya que en los casos allí previstos el actor deberá acompañar
la demanda con el documento que justifique la obligación de entregar, documento que
estará constituido por la sentencia ejecutoriada que, en la etapa preliminar tramitada por
vía incidental, determine la existencia del contrato y el cumplimiento de la obligación
correspectiva en los casos que ella exista.
Procedimiento-
Competencia, la acción es de carácter real aplican los criterios de distribución de los arts.
15 a 20 de la LOT. Criterio territorial será el Juez del lugar en que este ubicado el bien
inmueble. Si es bien mueble el lugar en el que se halle o el domicilio del demandado.
Criterio cuantitativo, estar al valor de la cosa cuya entrega se reclama o x la apreciación
que el actor hiciese en su demanda.
Intimación de cumplimiento. El art. 354.5 CGP, en la redacción dada por la ley 19.090
dispone que si no existe diligencia judicial de reconocimiento de firma o protesto
personal, debe, necesariamente, hacerse la intimación de pago al deudor.
Se entiende que esta norma es aplicable al caso de la entrega de la cosa, en virtud de la
remisión genérica que hace el art. 363 del CGP a los arts. 354 a 360 del CGP.
TARIGO, señala que el plazo de la intimación es, racionalmente el mismo plazo de diez
días extensibles según la distancia de que dispone para, en lugar de proceder a la entrega
de la cosa, excepcionarse.
En el proceso ejecutivo la intimación de pago es de carácter previo a la formulación de la
demanda y con plazo de tres días, pero aquí en el proceso de entrega de la cosa, como en
los restantes, no cabe otra posibilidad que no sea esta de que el plazo de la intimación se
superpone, por así decirlo, al plazo legal conferido para el excepcionamiento.
NICASTRO refuta esa posición de TARIGO, diciendo que el art. 363 CGP consagra la
regla general aplicable a todos los procesos dotados de estructura monitoria. La norma
que exige la intimación de pago previa se encuentra dentro de esas normas a las que se
hace remisión.
Además debemos recordar cual es la finalidad que se persigue con la intimación de pago,
evitar procesos abusivos, aquellos en los cuales no se le da al deudor la posibilidad de
saldar su adeudo de forma extrajudicial.
TEITELBAUM sostiene que es providencia inicial que recae sobre el fondo del asunto y
hace lugar a la pretensión es una verdadera sentencia definitiva, aunque condicionada a
su no impugnación en el plazo de oposición de excepciones.
Contenido de impulso procesal, está dado por la citación a excepciones por el plazo de
10 días, extensibles en función de la distancia.
Condenaciones procesales-
Responsabilidad subjetiva-
TARIGO expresa que si bien el art. 56.2 menciona al proceso de entrega de la cosa como
una excepción al régimen general de responsabilidad subjetiva, el CGP no ha establecido
régimen especial alguno con relación a este proceso, por lo cual no cabría otra solución
que aplicar el régimen general.
La remisión que hace el art. 363 a los arts. 354 a 360 no está hecha a estos en su integridad,
sino únicamente al procedimiento previsto en ellos, y una norma de condenación procesal
no es relativa el proceso.
ELIZALDE expresa que la reformas de la ley 16.699 explicitan los casos en que el art.
56.2 mantiene la condena preceptiva de costas y entre ellos incluye el juicio de entrega
de la cosa.
Cuando exista sentencia, esta deberá imponerle preceptivamente las costas y los costos al
vencido; pero ello será solamente cuando hay sentencia por oposición de excepciones,
cuando el demandado no opone excepciones no debe recaer condena.
Entiende este autor que cabe concluir que, en sede de proceso de entrega de la cosa, rige
la condena preceptiva en costas y costos al demandado, mientras que, en los restantes
monitorios no ejecutivos, rige el sistema de responsabilidad subjetiva.
PROCESOS DE EJECUCION
- En cualquier etapa del proceso, de oficio o a petición de parte, el tribunal podrá adoptar
las medidas de conminación necesarias, cualquiera sea el sujeto a quien se impongan las
mismas.
- Las conminaciones económicas se fijarán en una cantidad de dinero a pagar por
cada día que demore el cumplimiento.
Una vez transcurrido el plazo prudencial, el Tribunal dispondrá que la Oficina Actuaria
realice la liquidación de las mismas.
La liquidación se notificará al obligado, quien podrá impugnarla ante el Tribunal en el
plazo de tres días, cuya decisión será irrecurrible.
Una vez firme la liquidación, su testimonio constituirá título de ejecución contra el
obligado.
Su producido beneficiará por partes iguales a la contraparte del conminado y a un Fondo
Judicial administrado por la SCJ, pudiendo perseguir su cobro cualquiera de los
beneficiarios.
Procedencia
La vía de apremio es un proceso de ejecución forzada; tiene lugar cuando existe un
“título de ejecución forzada del que surge la obligación de pagar una suma de dinero,
liquida o fácilmente liquidable y exigible.
Los títulos de ejecución que habilitan la promoción de este proceso son los siguientes (art.
377 CGP):
1.- Sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada: dictada en cualquier tipo de
proceso de conocimiento (si la condena fuera ilíquida, será preciso liquidar la cantidad en
un proceso preparatorio que se sigue por la vía incidental (art. 378 CGP).
2.- Crédito hipotecario inscripto: siempre que en la escritura respectiva se haya
renunciado por el deudor a los trámites del juicio ejecutivo.
3.- Crédito prendario inscripto: El bien objeto de prenda puede ser de cualquier
naturaleza y no es necesario que el deudor renuncie a los trámites del juicio ejecutivo.
4.- Laudo arbitral: debe estar firme, o sea, no pendiente de recurso de nulidad.
5.- Transacción aprobada judicialmente: tiene la misma eficacia que una sentencia
ejecutoriada. La que no está homologada judicialmente es “título ejecutivo” y no “de
ejecución”.
6.- Convenio celebrado en acto de la conciliación judicial o administrativa
legalmente equiparada a la primera (materia laboral y derechos del consumidor).
10) Escrituración
Aprobada la integración del precio, deberá otorgarse de oficio la escritura, que autorizará
el escribano designado en el plazo de 30 días.
Si el mejor postor no hubiere nombrado escribano o este no autorizara la escritura en tal
plazo, el Tribunal designará de oficio otro escribano al que fijará un único plazo para
autorizar la escritura, bajo pena de anulación del remate.
Si el comprador no deposita el saldo de precio o si se resistiera a escriturar, se tendrá por
no hecha la oferta y perderá la seña, convocándose al segundo mejor postor para que
manifieste si mantiene su oferta. Si lo hace, deberá depositar la seña en el plazo de 48hs
y luego se seguirá el procedimiento señalado.
Si el segundo oferente tampoco depositara el saldo de precio, ni escriturara, a iniciativa
de parte, el tribunal declarará nulo el remate, en cuyo caso el mejor postor perderá la seña
sin perjuicio de su eventual responsabilidad por los daños causados.
La formulación de postura significa que quien la hace acepta el título y las condiciones
del remate.
Tratándose de remate de bien mueble, cabe hacer la entrega del mismo al adquirente,
expidiéndose el respectivo testimonio si se solicitara (art. 388.3).
Pero si la enajenación del bien rematado requiere escritura pública, el Tribunal señalará
al mejor postor un plazo para otorgar la escritura respectiva, que será autorizada por el
escribano que aquel designe.
Si dicho Escribano no realiza la escritura en el plazo otorgado, el Juez nombrará otro; y
si tampoco lo hace se anulará el remate.
A los efectos de la escrituración, el CGP establece claramente que el único importe
pasible de deducción del saldo de precio, sin necesidad de previa autorización, es el de
los tributos necesarios para el otorgamiento de la escritura (contribución inmobiliaria e
impuesto de enseñanza primaria).
La deducción de cualquier otro gasto requiere previa autorización judicial (art. 389.2).
11) Levantamiento de oficio de todos los embargos e interdicciones (art. 389).
En los casos de venta judicial, se dispondrá de oficio el levantamiento de todos los
embargos e interdicciones que afectaren al bien rematado, sea de la fecha que fueren.
Si un acreedor no percibe su crédito y tiene a su favor un embargo genérico este continua
vigente, quedando desafectado el bien rematado.
Concurrencia de ejecuciones-
Todos los embargos e interdicciones son levantados por el tribunal de la ejecución. Por
ellos, se deberá comunicar el levantamiento al tribunal que dispuso el embargo o
interdicción, a fin de que notifique personalmente al acreedor. Todo acreedor que tenga
un derecho preferente al ejecutante, dispondrá de un plazo de 10 días para presentar la
liquidación de su crédito, y si no lo hiciere podrá presentarla el acreedor ejecutante; la
que quedará aprobada si no mediare oposición, o se procederá conforme a derecho en
caso contrario. Todo este procedimiento se realiza ente el Juez que dispuso el embargo o
interdicción en cuestión y se comunica oportunamente al Juez de la ejecución a sus
efectos.
En el caso de las hipotecas de acreedores que no han podido satisfacer sus créditos, se
extinguen por la notificación de la ejecución hecha al respectivo acreedor. La simple
notificación provoca la extinción de la hipoteca, de acuerdo a lo previsto por el art. 2340
del CC.
Conminaciones-
Son aplicables las conminaciones del art. 374, sin perjuicio de las especiales en las
condenas de hacer y no hacer que benefician al ejecutante.
En los procesos de ejecución de obligaciones no dinerarias, son aplicables no solo en las
sentencias judiciales, sino también en laudos, transacciones aprobadas judicialmente y
convenios celebrados en conciliaciones judiciales, asimilables a sentencias.
Intimación previa-
Según el art. 372.3 corresponde en todos los casos la intimación previa. Lo que varia es
el plazo, que en las obligaciones de hacer, debido a que pueden requerir un tiempo
prudencial para su cumplimiento, el art. 398.1 prevé un plazo establecido en la sentencia
o que lo determine el tribunal.
Esta no será necesaria si la sentencia fija el plazo
OBLIGACIONES DE DAR
La sentencia que condena a dar una cosa, se resuelve mediante la orden de
desapoderamiento, que se realiza por la fuerza pública y además existe según el art. 397.1
CGP la posibilidad de las conminaciones comunes.
Se entiende que si hay imposibilidad de entregar la cosa en especie, tales conminaciones
comunes no proceden. El simple ocultamiento de la cosa no configura imposibilidad y no
impide las conminaciones.
Si el ejecutante opta por los daños y perjuicios deja sin efecto las conminaciones, ya que
carecen de toda finalidad.
La cosa a entregar puede ser cierta y determinada o de género, solo se excluye el pago en
dinero. Tratándose de obligaciones de género deben ser determinables, ya que en caso
contrario no puede concretarse el desapoderamiento.
La imposibilidad del cumplimiento in natura se resuelve por equivalentes. El art. 397.2
se remite al art. 378.1, 2 y 3 que regulan la vía incidental. Ya que tratándose de una deuda
ilíquida debe procederse a su liquidación, que se realiza por el trámite de vía incidental
común.
También remite al 378.2 que regula la cantidad procedente de frutos de forma especial,
con carga de la prueba invertida, ya que el demandado además de restituir la cosa debe
los frutos. Se parte de la base de que el poseedor de la cosa está en mejores condiciones
de conocer los frutos del bien. Por ello a él corresponde presentar la liquidación de los
mismos.
OBLIGACIONES DE HACER
Suponen un hecho a realiza por el ejecutado que puede ser de dos tipos: de carácter
personal, no susceptible de realizar por un tercero o un hecho que si puede realizarlo un
tercero porque no implica cualidades especiales o un prestigio personal.
El poder o no realizar determinada actividad por un tercero o el obligado tiene un fuerte
ingrediente subjetivo.
Difícilmente el ejecutante admitirá imponer coactivamente al ejecutado, realizar una obra
artística, científica, etc., en contra de su libre voluntad.
OBLIGACIONES DE NO HACER
Si estudiamos uno por uno los distintos casos de proceso voluntarios, todos y cada uno
pertenecen al primero o al segundo grupo de objetos que hemos definido; ya el beneficio
o el perjuicio de la cuestión refiere a un solo patrimonio, ya el conjunto de patrimonios
tienen congelada su posibilidad de discrepancia por el acuerdo de voluntades.
La segunda etapa se integra con la audiencia de prueba, que podrá ser seguida de otra,
complementaria y la resolución, que se dictará en forma continua o que puede ser diferida
en su totalidad a otra audiencia, o solo pueden ser diferidos los fundamentos.
Eventualmente se recurrirá la definitiva mediante recurso de apelación sin efecto
suspensivo, art. 403.1.
El art. 403.1 solo prevé dos recursos; uno para las providencias que en ellos se
pronuncien, el de reposición, y otro para la definitiva, el de apelación sin efecto
suspensivo.
Las que le corresponden al de reposición son las de mero trámite y las interlocutorias. Sin
embargo, debe entenderse que aunque no contra la definitiva voluntaria el recurso de
casación, es posible, en los casos que determina la ley, promover el recurso de revisión.
La letra del primer inciso puede dar lugar a diferentes interpretaciones; se debe establecer
puntos relativos al tipo de providencia, al tipo de objeto y al tipo de proceso al que se
alude.
Tipo de proceso, el texto refiere al mismo u otro proceso de igual índole. Desde el punto
de vista práctico, la asignación, en ambos casos, del significado específico actúa en
sentido restrictivo; y las acepciones genéricas amplían la modificabilidad de la
providencia.
Barrios se inclina por una solución restrictiva con respecto al primer término, “mismo”,
no un proceso distinto con los mismos trámites.
En el segundo caso la mera referencia a un índole, manifiesta enfrentar el proceso
voluntario y el contencioso.
La previsión del segundo inciso del art. 405 establece la superior eficacia de la cosa
juzgada frente a las preclusiones del proceso voluntario, a su respecto.
La hipótesis es siempre liminar, porque revela un defecto o un cambio en el proceso
voluntario: no solo en la consideración del actor sino en la decisión jurisdiccional
comparece el hecho de que hay un proceso entre partes.
PROCESO SUCESORIO
Las disposiciones que regulan el proceso sucesorio se encuentran en los arts. 407 a 438
del CGP. Se determinan disposiciones generales en cuanto al procedimiento, sucesión
testada e intestada, la herencia yacente y las factibles incidencias.
También al analizar las reglas del procedimiento se debe mencionar el derecho de fondo
contenido el Código Civil.
Concepto
Establece el art. 776 del CC., que la sucesión es la acción de suceder al difunto y
representarse en todos sus derechos y obligaciones.
Si bien el artículo trata como sinónimas las expresiones sucesión y herencia, el art. 777
aclara; “la palabra herencia puede significar también la masa de bienes y derechos que
deja una persona (…)”.
El propio CC establece la no solo la muerte como causa de apertura de una sucesión, sino
también la declaración de ausencia.
El art. 407 del CGP hace expresa remisión al 1037 del CC. El primero establece cuando
es necesario el proceso sucesorio, es decir cuando procede, y el 1037 del CC., dice que
este proceso podrá promoverse una vez deferida la herencia. Procedimentalmente debe
estarse a las disposiciones del CGP.
Si bien, según el art. 51 del CC., el ausente a los ojos de la ley, ni está vivo, ni está muerto,
el art. 55 del mismo cuerpo normativo legitima, para promover la declaración de ausencia
a los herederos presuntivos y a todos los demás que tienen derechos que se subordinan a
la condición del fallecimiento, se presume muerte causa por ausencia.
Si existiese testamento cerrado, se abrirá a solicitud de los interesados, para quienes esto
será una carga, es decir, un imperativo de su propio interés.
La apertura judicial de la sucesión se produce una vez que se decreta por la Justicia y a
instancia de parte. Porque alguien se presentó a promover el proceso sucesorio.
La apertura Judicial queda decretada en el auto inicial.
Legitimados para promover el proceso sucesorio
Lo establece el art. 407.2. Para iniciar un proceso sucesorio no es necesario ser presunto
heredero, basta tener un interés. Por ejemplo, el almacenero de quien el fallecido era
deudor se encuentra legitimado para promover la sucesión. Es no significa que vaya a ser
declarado heredero, sino que podrá instar a los herederos a que acepten o repudien la
herencia y así cobrar su deuda.
Es decir que el inicio del proceso lo puede proponer cualquier persona, incluso jurídica,
que justifique tener un interés legítimo para ello.
Como se prueba esa legitimación es otra cosa. Basta cualquier medio probatorio, un vale,
un compromiso de compraventa, o un simple papel de estraza con la deuda reconocida.
Solía manifestarse que no existía sanción alguna para quien no promovía la apertura
judicial de una sucesión. Hoy existe en nuestro país el impuesto a las sucesiones. El plazo
para pagar éste es de un año a partir de la muerte del causante. Luego se paga con multas
y recargos.
No existe un plazo con sanción directa si lo hay por no pagar el impuesto (art. 409 CGP).
No es un proceso difícil el sucesorio, lo que puede llegar a ser dificultoso es la labor
previa o paralela al proceso sucesorio para obtener la documentación necesaria para
acreditar los vínculos de parentesco.
Cuando se obtiene la totalidad de la documentación, el proceso es relativamente sencillo.
El art. 408 nos hace saber que mediante el proceso sucesorio se determinará:
1) El fallecimiento del causante o su ausencia
2) Los bienes a que se refiere e ordinal 1°, numeral 2, del art. 415 y que ha sido objeto de
trasmisión.
3) El nombre de las personas a quienes la herencia es deferida.
Los bienes a que se refiere el art. 415.1 nral. 2, son divisibles en dos tipos: a) aquellos
cuyas transferencias deban inscribirse en los Registro Públicos, los que será
obligación denunciar; b) aquellos que el o los interesados quieran denunciar.
Otras disposiciones generales de importancia se encuentran en los arts. 410 y 411 del
CGP. Refieren a la aplicación de las normas de jurisdicción voluntaria y al fuero de
atracción del proceso sucesorio.
El art. 410 establece que de existir acuerdo entre los interesados, el proceso se regirá por
las nomas de la jurisdicción voluntaria. De existir conflicto se regirá por la jurisdicción
contenciosa.
El art. 411 dice que se activa el fuero de atracción según el cual el tribunal competente
para este proceso sucesorio lo será también para todas las cuestiones que puedan surgir
con ocasión de la muerte o ausencias del causante. No comprendiendo reclamaciones
puramente patrimoniales.
SUCESIÓN INTESTADA
El art. 778 del CGP establece que la sucesión intestada es aquella que se realiza cuando
el fallecido no otorgó en vida testamento, ella se hará según las disposiciones legales.
Se designarán los herederos según el orden de llamamiento establecido por el CGP. Y de
no existir herederos, la herencia será yaciente.
Dicha sucesión se debe tramitar según el art. 412 del CGP, por el procedimiento
señalado para la jurisdicción voluntaria en el art. 410.
La pretensión deberá ser efectuada por escrito ante el Tribunal competente y se ha de
solicitar la apertura del proceso, debiendo acompañarse documentación que acredite lo
siguiente; a) muerte o ausencia del causante; b) la legitimación de los interesados, y
c) certificado del registro de Testamentos.
La muerte del causante se acredita mediante la partida defunción y la ausencia mediante
el testimonio de la resolución judicial que lo haya determinado.
La legitimación de los interesados también se acreditara con partidas, no solo de
nacimiento, sino también de matrimonio de padres, abuelos, etc. También puede ser
necesario acompañar partidas de defunciones para acreditar que se comparece en
sustitución de un fallecido.
Si los herederos, por ejemplo, son sobrinos legítimos, deberán agregarse más
documentos, el nexo serán los abuelos. Por tanto será preciso acreditar el matrimonio de
los mismos, el nacimiento de los hermanos, el casamiento de estos y el nacimiento de los
sobrinos.
Las partidas deberán ser originales y, si son extranjeras, deberán estar debidamente
legalizadas.
El CGP dedica unas disposiciones sobre cuestiones comunes tanto al proceso testado
como intestado. Establece determinadas soluciones en la sección denominada
“Incidencias del proceso sucesorio”.
El legislador opto por dar soluciones a estos problemas, aunque muchas veces se siguen
manteniendo por las interpretaciones restrictivas de jueces y fiscales.
Los arts. 434 a 438 del CGP son los que refieren a dichos temas.
El primero dispone que, salvo disposición expresa en contrario, las cuestiones inherentes
a los bienes, su conservación y división se tramitarán por vía incidental.
Si la cuestión fuere de suma importancia podrán disponer de la vía ordinaria.
Los arts. 435 y 436 diferencian dos situaciones distintas, pero a veces confundidas; las
cuestiones sobre vocación hereditaria y prueba del estado civil.
El art. 435 establece una lista taxativa de las cuestiones sobre vocación sucesoria que
tramitan por ordinario.
Y el art. 436 dispone que la falta o deficiencia de los recaudos que justifiquen el estado
civil puedan ser subsanadas mediante la producción de las informaciones supletorias
respectivas, dentro de los trámites de la jurisdicción voluntaria.
Dentro de las incidencias referentes a los recursos, el art. 438 dispone que, salvo
disposición expresa en contrario, las interlocutorias que se pronuncien en el proceso
sucesorio sean pasibles de lo previsto en los arts. 250.2 y 254.
Las sentencias que se pronuncien resolviendo cuestiones en vía ordinaria o extraordinaria
serán pasibles de apelación como definitivas.
SUSECION TESTAMENTARIA
El art. 421 del CGP, establece que procede cuando medie testamento otorgado de
acuerdo con las formas establecidas por la ley.
El testamento lo define el art. 779 del CC. Una persona dispone, conforme a las leyes,
del todo o parte de sus bienes, para después de su muerte.
Se distinguen para la tramitación del proceso sucesorio dos situaciones; la existencia de
testamento abierto o la existencia de testamento cerrado.
Según dispone el art. 422 CGP por testamento abierto se tramitará por las disposiciones
de las sucesión intestada.
Lo único diferente a la sucesión intestada es que el cujus dispuso en vida, al instituir
herederos, que estos fueran los beneficiarios de sus bienes.
Por supuesto, que si el causante dejó un testamento cerrado, también dispuso en vida
quienes serían sus herederos, solo que la ser cerrado se establecieron disposiciones
propias para proceder a la apertura y tramitación.
Cualquier heredero, el cónyuge supérstite y/o el presunto albacea pueden pedir al tribunal
que intime al tenedor de un testamento de persona fallecida, su entrega inmediata.
El punto importante ante un testamento cerrado es su apertura, el art. 427 CGP, dispone
que una vez protocolizado el testamento el trámite será el mismo que el del proceso
intestado.
La apertura se encuentra regulada por el art. 425 CGP. El tribunal debe disponer en
el acto de entrega del testamento cerrado, que el actuario deje constancia de la forma en
que se halla la cubierta y sus sellos.
A dicho acto de apertura deberán ser citados, además de los interesados, el escribano y
los testigos del testamento.
El tribunal debe interrogar al escribano autorizante del testamento y a los demás testigos
instrumentales para que manifiesten si las firmas son suyas y si las vieron colocar todas
en el mismo acto. También deben manifestar si el pliego está cerrado y sellado tal como
en el momento del otorgamiento.
Si el acto de apertura no pudiese ocurrir por falta de alguna de las partes, fallecimiento,
etc. El Tribunal debe suspender la diligencia de apertura.
Se dispondrá que se expidan edictos, que se publicaran en la forma de estilo, en los que
se deberá hacer saber el día y la hora en que se producirá la apertura del testamento.
Los edictos serán publicados por cinco días y luego se procederá a la apertura con los
interesados que se hallaran presentes. Se procederá a abrirlo y protocolizarlo. Cualquier
interesado podrá gestionar las pretensiones que considere tiene derecho.
Antes o durante el proceso sucesorio puede realizarse esta medida. Si tiene lugar en forma
preliminar puede categorizarse como cautelar, siempre tiene en su base una idea de
seguridad.
Sujetos
La competencia está dada por conexión y fuero de atracción. Así, el Tribunal competente
para intervenir en el proceso sucesorio lo será también para la facción de inventario.
Según dispone el art. 418.1 CGP, gozan de legitimación para la solicitud los herederos,
el cónyuge o concubino supérstite y los legatarios.
La ley sustantiva asigna legitimación al albacea, art. 974 del CC.
La solución con respecto a que sujetos concretamente pueden peticionar la facción de
inventario es acotada.
Se ha desarrollado en la doctrina una posición que amplía el elenco de los legitimados,
que estima que deberían postular la existencia de un interés directo, personal y legítimo.
La mayoría de la doctrina entiende, sin embargo, que corresponde estar a la interpretación
estricta de la normativa en cuanto no incluye a los acreedores como legitimados para la
solicitud de inventario.
Procedimiento
La solicitud puede ser formulada de forma previa a la promoción del proceso sucesorio
principal, como diligencia preparatoria, o estando aquel en trámite.
La necesidad o no de prueba sobre legitimación dependerá del momento en que se solicite,
ya que iniciado el trámite sucesorio los legitimados ya hicieron las acreditaciones
correspondientes.
En caso de cumplirse con los requisitos el Juez dictará una resolución en la cual dará
mandamiento al funcionario o funcionarios que corresponda para la realización del
inventario. Delegación de un acto auxiliar
Esa providencia tiene naturaleza interlocutoria, controla los supuestos de procedencia del
inventario y ordena su realización.
Si el Tribunal entendiere que no corresponde disponer del inventario, habrá de motivar
su decisión denegatoria, que también revestirá calidad de interlocutoria.
El art. 87 CGP identifica a la providencia que ordena la facción de inventario como
una de aquellas que deben ser notificadas a domicilio.
Manifiesto-
Una vez realizada la diligencia, el expediente será puesto al despacho y el Juez dictará
una providencia de trámite, en la que ordenará que el inventario sea puesto de manifiesto
por el plazo de 8 días en la Oficina, para consulta de los interesados que no hubieran
estado presentes o de quien lo hubiera suscripto con salvedades.
Se podrá prescindir del manifiesto en caso de que exista acuerdo de todos los
interesados.
El plazo para observar el inventario se computa a partir del día hábil inmediato al de la
notificación del interesado que las propone.
Observaciones
El CGP adoptó una doble posibilidad para resolver contiendas en el marco de un proceso
voluntario.
La vía incidental, prevista para las cuestiones relativas a los bienes, su conservación y
división (art. 434).
La vía ordinaria, para los asuntos de mayor relevancia o complejidad que enumera el
art. 435.
De todos modos, en el caso de los bienes, se previó subsidiariamente la procedencia de la
vía ordinaria, si la importancia de ellos o de los temas a debatir lo amerita. Es el tribunal
que decide cual será la vía.
El proceso que tiene por objeto las observaciones y cuestiones que surjan en ocasión del
inventario, será un contencioso que se inserta en el seno de un voluntario o de otro
contencioso. La sentencia de ese proceso será susceptible de pasar en autoridad de cosa
juzgada.
ARRENDAMIENTOS RURALES
Normativa
- De acuerdo al mismo, si un contrato tiene dos o más años de vigencia, se podrá convenir
en cualquier momento la modificación del precio del arriendo, sin que ello signifique una
alteración del plazo contractual.
Este reajuste de precio podrá repetirse cada dos años.
- Si el contrato tuviera dos años o más de vigencia y las partes contratantes no se pusieran
de acuerdo en cuanto al reajuste del precio, cualquiera de ellas podrá promover la revisión
judicial del mismo.
Quiere decir que la revisión judicial del precio del arrendamiento rural procede en los
siguientes casos:
*cuando el contrato tenga dos o más años de vigencia;
* y no exista acuerdo de las partes para reajustar el precio.
- La revisión judicial del precio se tramita por el proceso de estructura extraordinaria (art.
546.5 CGP).
- En caso de que se solicite la revisión del precio al Juez, este fijará el precio del arriendo
atendiendo a la rentabilidad económica normal del predio.
A tal efecto, deberá estudiar en cada caso la calidad de los campos y mejoras, tipos de
explotación que permite el inmueble, valores de venta y de arrendamientos de campos en
la zona, etc.
-Los precios fijados por el juez tendrán efecto retroactivo a la fecha de la demanda y solo
podrán ser nuevamente revisados después de dos años de la revisión anterior.
- Cuando al sentencia aumente el precio del arriendo en más de un 30% , aun cuando no
hubiese vencido el término del contrato, el arrendatario tendrá derecho a renunciar al
plazo pendiente sin responsabilidad alguna de su parte (art. 22DL 14.384).
Proceso de desalojo
1. Competencia, Juez Letrado del lugar de ubicación del inmueble (art. 36 DL).
2. Legitimación (DL 14.384, arts. 37, 38, 50).
Activa-
*Arrendador
*Subarrendador
*aparcero dador
*titular de un derecho real de goce
*acreedor anticrético
*promitente comprador con promesa inscripta
Pasiva-
*arrendatario
*aparcero
*subaparcero
*subarrendatario
*ex dueños del inmueble dividido
*guardadores
*ocupantes a título precario
3. Procedimiento
Los procesos de desalojo rural (al igual que los urbanos), tramitan por el proceso de
estructura monitoria (art. 546.2 CGP).
Los plazos de desalojo serán los indicados en el art. 41 del DL 14.384 (art. 5 ley 16.223).
DESALOJO POR VENCIMIENTO DE PLAZO
Al igual que en los contratos regidos por el decreto 14.219, al vencimiento del plazo
contractual o legal en su caso, el arrendador puede promover el desalojo, que se decretará
con plazo de un año.
Pero el art. 546.8 del CGP le otorga otra opción al arrendador, que consiste en lo siguiente:
Solicitar el desalojo con anterioridad no menor a un año, ni mayor a 18 meses con respecto
a la fecha de extinción del derecho del arrendatario a permanecer en el predio, obteniendo
así una condena de futuro a ejecutarse una vez que se extinga ese derecho, o sea, al
vencimiento del plazo contractual o legal en su caso (explotación lechera).
El Dr. Abal entiende que a partir de la vigencia del CGP existen 2 regímenes para
reclamar la desocupación del predio:
1) Régimen del Art. 546.2 CGP
-Consiste en el proceso de desalojo por vencimiento de plazo, que se tramita por el
proceso de estructura monitoria.
El desalojo se demanda una vez que ha vencido el plazo contractual o legal en su caso. El
plazo de desalojo será de un año.
2) Régimen del Art. 546.8 CGP
-El artículo habilita al arrendador a solicitar el Juez que decrete un desalojo antes del
vencimiento del plazo contractual, por eso puede decirse que efectúa la condena de forma
anticipada.
El reclamo de una sentencia anticipada de desalojo debe formularse con una antelación
no menor a un año y no mayor a 18 meses, al vencimiento del plazo contractual.
El Juez decreta el desalojo como condena de futuro a ejecutarse una vez extinguido el
derecho del arrendatario a permanecer en el predio. Por tanto, al vencer el plazo
contractual (o legal en su caso), puede promoverse de inmediato el lanzamiento.
- Por último, se ha entendido que el desalojo podría decretarse con plazo de un año,
computado desde que el mismo fue intimado (W. Guerra).
Los procesos de reforma de plazo y clausura del proceso, tramitan por el proceso de
estructura extraordinaria (art. 546.5 CGP).
ARRENDAMIENTOS URBANOS
PROCESOS DE DESALOJO
1- Desalojo por vencimiento de plazo
A) Primera situación; contratos comprendidos por el estatuto protector (arts. 3. 4 y 5 del
DL).
*Para los contratos de arrendamiento con destino casa-habitación u otros destinos que no
sean industria y comercio, el DL estipula un plazo legal mínimo de dos años. Si se pacta
un plazo menor, el tiempo restante hasta completar los dos años, beneficia exclusivamente
al arrendatario.
Vencido el plazo contractual o legal en su caso, si las partes no celebran un nuevo
contrato, el arrendamiento tendrá derecho a un año de prorroga; vencido el cual, el
arrendador podrá pedir el desalojo, con plazo de un año.
La intimación solo podrá ser hecha una vez que hayan transcurrido 10 días después de
aquel en que el pago debió efectuarse.
Una vez intimado el pago, el arrendatario tiene 10 días hábiles para pagar.
Vencido el plazo, si no paga, incurre en mora y a partir de ese momento, el arrendador
queda habilitado para promover el proceso de desalojo con plazo de 20 días.
Procedimiento
1.- Providencia inicial, recibida la demanda de desalojo y superado el control de
admisibilidad, se dictará una sentencia con el contenido establecido por el art. 47 del DL
(que se aplica a todo proceso de desalojo, variando el plazo según la causal):
*Intima el desalojo indicando el plazo del mismo, que en este caso será de 20 días.
- Cita de excepciones al demandado, para que las oponga en el plazo de 10 días hábiles y
perentorios.
- Manda colocar un cedulón en lugar visible, intimando al demandado a que manifieste si
en el inmueble existen subarrendatarios, indicando nombres y domicilio. Si no diere los
nombres y domicilios o estos estuvieran fuera del radio o sección judicial del inmueble,
el juicio seguirá su curso sin la notificación de estos. El demandado será responsable para
con los subarrendatarios de acuerdo a la actitud que adopte.
2.- Excepciones. Como ocurre en todo proceso monitorio, la eficacia de la providencia
inicial estará sujeta a la actitud que adopte el demandado.
A- Si no opone excepciones la providencia inicial quedará ejecutoriada.
B- Si opone excepciones habrá que proceder conforme lo dispuesto para el proceso
ejecutivo (arts. 354 a 360 CGP).
De las excepciones opuestas se dará traslado al actor.
3.- Audiencia. Una vez contestadas la excepciones o habiendo vencido el plazo para
hacerlo el Juez convocará a audiencia (art. 357.2 CGP).
La audiencia se realizará de acuerdo a lo previsto para la audiencia preliminar y en su
caso la complementaria de prueba.
4.- Sentencia. Concluida la audiencia, se dictará sentencia conforme con los dispuestos
por el art. 343.7. Se prenunciará sobre todas las excepciones deducidas; pero si entre ellas
se hallare la de incompetencia, solo se pronunciará sobre las restantes en caso de haberla
rechazado (art. 358 CGP).
Se trata de dos institutos que benefician al arrendatario mal pagador. Estas pretensiones
se sustancian de acuerdo a los trámites del proceso extraordinario. (546.5 CGP); salvo,
según Varela Méndez, que la solicitud sea formulada por el propio arrendador, en cuyo
caso se dispondrá el beneficio sin más trámite.
Procede cuando:
- El arrendatario moroso consigna el importe de los arrendamientos devengados más el
20% del mismo, por concepto de única indemnización por intereses y gastos.
- El pago debe efectuarse dentro del plazo de desalojo, o sea, 20 días.
-Se puede hacer uso del beneficio una sola vez.
-Su otorgamiento implica que el plazo de desalojo se amplíe un año como si fuera buen
pagador, computado desde que se notificó la providencia inicial.
-Si el inquilino moroso obtiene la reforma del plazo y durante ese año incurre nuevamente
en mora, el arrendador podrá, previa constitución en mora, solicitar la reducción del plazo
de desalojo a 20 días.
-Al igual que en la clausura del proceso, se entiende que la suma debida es la generada
hasta el momento del pago.
-También en este caso, deberá consignar el pago de los consumos, gastos comunes y otros
servicios accesorios indivisibles con el alquiler, siempre que hayan sido intimados
conjuntamente con el alquiler y respecto a ellos se haya configurado la mora.
-Puede efectuar la solicitud el propio arrendador si se le abona directamente lo adeudado,
evitándose la sustanciación de procedimiento extraordinario.
- El porcentaje del 20 % tampoco se aplica a las situaciones parcialmente excluidas del
DL, por expresa disposición del art. 22 de la ley 15.799, por lo que se aplica el 40% de
indemnización previsto en la redacción original del art. 52 DL.
Legitimación activa
A) Arrendador, subarrendador o titular de un derecho real de goce en los bienes
inmuebles.
B) Acreedor anticrético.
En el segundo caso, corresponde tener presente que la anticresis es un contrato por el que
se entrega al acreedor una cosa raíz para que se pague con sus frutos.
La situación que puede plantearse es la siguiente:
A celebra un contrato de arrendamiento con B.
A celebra contrato de anticresis con C.
Si B no paga el precio del arriendo, se perjudica el derecho del acreedor anticrético C,
quien en tal hipótesis, con noticia del arrendador, puede promover el desalojo del
arrendatario por mora en el pago de los alquileres.
Si el arrendatario desinteresa al acreedor anticrético, quedará legalmente subrogado.
Legitimación pasiva
A) Arrendatario o subarrendatario
B) Ex condueños del inmueble dividido o adjudicado; quienes ocupan la finca en virtud
de un vínculo laboral y los ocupantes precarios.
Los ex codueños son aquellos que permanecen en el inmueble que era común, luego de
celebrada la partición y no habiendo resultado adjudicatarios del bien. Carecen de título
para permanecer en el bien, convirtiéndose en ocupantes precarios.
Las personas que habitan una finca en virtud de una relación laboral son, a modo
enunciativo, las mencionadas en el art. 35 DL.
No tienen calidad de arrendatarios pero igualmente podrán ser desalojados con plazo de
30 días. No podrán oponer otras excepciones que las que acrediten su calidad de
arrendatarios, subarrendatarios promitentes compradores o propietarios, todo
debidamente instrumentado.
2.- Fiadores y codeudores de inquilinos malos pagadores, cuando han hecho efectivo
el pago de lo adeudado al arrendador (art. 20 Ley 15.799)
Los fiadores y codeudores de inquilinos malos pagadores, una vez que han hecho efectivo
el pago de lo adeudado al arrendador, pueden promover el desalojo del inquilino, con el
plazo previsto por el art. 48 DL (20 días).
El art. 20 impone al arrendador la carga de notificar al fiador el incumplimiento del
arrendatario, siempre que éste adeude el alquiler correspondiente a 3 meses vencidos.
La notificación puede hacerse por telegrama colacionado u otro medio auténtico.
El arrendador no podrá accionar contra el fiador, si no acredita que ha efectuado dicha
notificación.
La ley prevé que la notificación se realice dentro de los 10 días siguientes al vencimiento
de los tres meses de deuda; y establece que si se efectúa más allá de dicho plazo no se
podrá reclamar al fiador intereses ni reajustes.
En tal caso, se entiende que lo que no puede reclamarse son los intereses y reajustes
generados con anterioridad a la notificación, pero no los devengados con posterioridad a
la misma.
2.- Cuando no se puede descontar total o parcialmente el precio del alquiler, en forma
regular, por más de 3 meses.
En tales casos, el cónyuge que firmó el contrato de alquiler puede solicitar a la CGN
que intime al otro, que no lo firmó pero continúa viviendo en la finca, que sustituya la
garantía. Esto no será necesario si este último se encuentra en condiciones legales para
mantener la garantía de CGN, por ser, por ejemplo, funcionario público, jubilado o
pensionista.
Dichas personas que tienen derecho a permanecer en la finca tienen dos opciones:
a) Demostrar que se encuentran en condiciones de mantener la garantía de la CGN;
b) En caso contrario, proceder a sustituir la garantía en la forma antes indicada.
La ley 17.198 de 22.09.99 hace aplicable al servicio de garantía de alquiler otorgado por
ANDA (Asociación Nacional de Afiliados), el régimen relativo a los trámites de desalojo
promovidos por el servicio de garantía de alquileres de la CGN.
* La finca no podrá volver a ocuparse hasta tanto el Juzgado que tramitó el desalojo
resuelva que ha perdido la calidad de ruinosa, previo informe de la autoridad municipal o
del Cuerpo Nacional de Bomberos.
* El plazo de desalojo lo fijará el Juez, atendiendo las circunstancias del caso, no
pudiendo exceder los 180 días (art. 32).
El art. 25 DL prevé que la finca deberá ser ocupada dentro de los 120 días siguientes a su
desocupación, sólo podrá ser destinada a vivienda y no podrá ser enajenada ni arrendada
total o parcialmente antes de transcurrir un lapso de dos años desde que quedó
desocupada.
Prevé la norma que el nuevo destino deberá ser el mismo, pero con un giro diferente al
que estaba funcionando.
El propietario o su hijo tendrán que ocupar personalmente la finca, sin admitirse ninguna
forma societaria, por un plazo mínimo ininterrumpido de cinco años desde la
desocupación, salvo caso de fallecimiento o incapacidad superviniente declarada
judicialmente.
En los casos previstos en los numerales 2, 3 y 4 precedentes, el plazo de desalojo será
de un año (art. 32 DL).
En esos mismos casos, el propietario cuya demanda de desalojo fuere rechazada, no
podrá accionar nuevamente por la misma causal hasta después de un año de haber
quedado ejecutoriada la sentencia que rechazó el desalojo (art. 31 DL).
Los desalojos comprendidos en esta norma son: el de los ocupantes de fincas alquiladas
por temporada (art. 28 literal A DL); el de inquilinos escandalosos (art. 33) y el de los
comodatarios (art. 36).
A partir de la entrada en vigencia del CGP, han quedado tácitamente derogados tanto el
art. 52 como el 36 del DL. En efecto, el art. 546.2 CGP dispone que los desalojos se
tramiten por el proceso de estructura monitoria, remitiéndose a los arts. 354 a 360 CGP.
El art. 360 consagra un régimen de apelación restringida, y al señalar cuáles son las
únicas sentencias apelables en el juicio ejecutivo, no establece ninguna restricción para
deducir el recurso de apelación contra la sentencia que pone fin al proceso (nal. 1º).
Pero sin perjuicio de ello, la ley 16.320 de noviembre de 1992, en su art. 377, aclaró
definitivamente el asunto al disponer que, para saber si la sentencia admite casación,
deberá tomarse en cuenta el valor real del inmueble fijado por la Dirección Nacional de
Catastro y dividirlo entre dos.
Ello significa que la casación es procedente, porque se regula la forma de determinación
del monto que habilita la interposición de dicho recurso.
Procedimiento: art. 62 DL
A) Vencido el plazo de desalojo sin que el demandado entregue la finca, el actor puede
solicitar el lanzamiento.
El art. 59 del DL, para el caso de rescisiones contractuales, establece que, apreciando las
circunstancias del caso, el lanzamiento podrá ser aplazado hasta por 90 días.
LOS PROCESOS EN MATERIA LABORAL
El objeto del proceso
Barrios de Angelis habla de que el objeto del proceso es lo que el proceso procesa. Es una
insatisfacción jurídica debida exclusivamente a una falta de certeza oficial.
El objeto de proceso sobre materia laboral es la insatisfacción jurídica originada en una
relación de trabajo.
Este tipo de insatisfacciones tienen determinadas características-
- el carácter marcadamente alimentario del salario;
- la desigualdad económica, probatoria, de información y asesoramiento;
- la trascendencia y repercusión de este tipo de cuestiones;
- el interés social de la materia;
- y el carácter de orden público de la regulación.
Estos caracteres de las cuestiones laborales justifican el surgimiento de leyes especiales.
De acuerdo a una línea de pensamiento, la seguida por el Dr. Gabriel Valentín, el derecho
procesal es uno solo, regido por ciertos principios y reglas generales; lo que no supone en
modo alguno negar la existencia de ciertas particularidades en algunas materias.
La normativa aplicable
A partir de la entrada en vigencia del CGP, las pretensiones sobre materia laboral pasaron
a sustanciarse por la estructura del proceso contencioso ordinario del CGP.
Esa decisión fue deliberada, y estuvo vinculada a la idea unificadora postulada por sus
proyectistas.
A pesar de la genérica derogación del CGP, se consideraron vigentes algunas soluciones
específicas del régimen anterior como la tentativa de conciliación previa, por ejemplo.
Por otra parte el CGP consagró nuevas soluciones aplicables a la materia laboral, como
la posibilidad de que el actor modifique la pretensión en la audiencia preliminar cuando
existen carencias manifiestas de información o asesoramiento. Y la iniciativa probatoria
de oficio.
Luego se aprobaron leyes con soluciones especiales. Por ejemplo, la ley 16.045 fijó
proceso especial para infracciones a la igualdad de trato y oportunidades de ambos sexos;
y la ley 17940 previó estructuras procesales especiales para protección de actividad
sindical. Estas dos leyes fueron luego modificadas por la le 18.847
En el año 2009 la ley 18.572 pretendió crear un proceso laboral autónomo. Luego de
sucesivas declaraciones de inconstitucionalidad a algunas de sus disposiciones y amplios
y duros cuestionamientos, en el año 2011 se aprobó la ley 18847.
Procedimiento preliminar-
Tentativa de conciliación
Se debe promover antes de iniciar cualquier proceso en materia laboral. El MTSS la
reguló por resoluciones del 8/2/2010 y 27/11/2014.
En Montevideo se realiza ante la División Nacional Individual de la Dirección Nacional
de Trabajo y en el interior antes las Oficinas de Trabajo dependientes de la Dirección
Nacional de Coordinación en el Interior, órganos todos dependientes del MTSS.
La solicitud debe presentarse por escrito firmado por el interesado o por apoderado,
asistido de abogado; salvo que fueren sumas menores a 20 UR.
El tramite puede ser presencial o en línea.
-Si es igual o mayor a 20 UR puede ser en línea, abogado con usurario registrado, elección
de día y hora. Se deben presentar dos copias de la constancia y formulario de solicitud
por cada trabajador. Presencial con el formulario cargado en pendrive y dos copias
impresas por cada trabajador.
El MTSS debe convocar a audiencia para día y hora determinados, con anticipación no
menor a tres días. La comparecencia de las partes es personal. No se establecen
consecuencias para la incomparecencia del citante, si el citado no va existe presunción
simple en su contra.
El contenido del acta resumida de la audiencia ante el MTSS esta regulado en la ley, art.
4 inc 2 y la resolución del 2010 art. 12.
Si el citado entiende que existe un tercero total o parcialmente responsable deberá
individualizarlo en la audiencia, quedando constancia en acta. De lo contrario se establece
presunción simple en su contra.
El domicilio proporcionado sirve para el proceso posterior siempre que se inicie dentro
del plazo de un año a contar desde el acta.
Aunque fracase la conciliación el requisito queda cumplido. Si se arriba a acuerdo el m
ismo constituye título de ejecución.
Si el trámite no culminó dentro de los 30 días subsiguientes a la solicitud el trabajador
puede pedir un constancia para iniciar el proceso ulterior.
Resultan aplicables las estructuras de los procesos preliminares de acuerdo a la regla de
remisión del art. 31.
Debe presentarse por escrito cumpliendo todos los requisitos generales para los actos de
proposición y en particular los establecidos por el 117 CGP.
El domicilio fijado en la audiencia de conciliación es válido siempre que se inicie el
proceso posterior dentro del año de plazo. Esto habilita que el domicilio del demandado
sea el que el citado proporcionó en la audiencia de conciliación, también se puede
denunciar domicilio contractual, real o legal.
Ante el insólito silencio de la ley con respecto al demandado desconocido o cuyo
domicilio se desconoce corresponde acudir a la remisión del art. 31 y aplicar lo
establecido en el art. 127. 1 y 2.
La demanda debe incluir el valor total de la pretensión y además la liquidación detallada
de cada uno de los rubros reclamados.
Aplican también aquí las reglas generales de proposición de medios de prueba
establecidas en el art. 118 CGP. El actor debe aportar todos los documentos en su poder
y el testimonio de inútil conciliación.
Con la sola presentación de la demanda el letra queda investido de la representación
judicial del trabajador con las más amplias facultades de disposición, salvo la cesión de
crédito.
También puede el actor modificar la demanda antes que sea contestada o venza el plazo
para ello.
La redacción del art. 8 con respecto al control de la demanda plantea la duda de si la regla
especial que establece el control y en caso de defecto, la fijación de un plazo de tres días
para subsanar bajo apercibimiento de tenérsela por no presentada, se aplica solo a las
exigencias del valor del reclamo y la liquidación de rubros o a todas las exigencias
procesales.
Para Valentín es razonable que la regla especial solo rige para las exigencias de esa
oración, es decir el valor total y la liquidación de rubros, al incumplimiento de los otros
requisitos debe aplicarse el 119 CGP-
La providencia que aplica el apercibimiento en caso de no subsanar las observaciones de
la demanda es una interlocutoria con fuerza definitiva por lo que admite apelación por el
procedimiento previsto en el art. 17 de la ley.
Interpuesta la demanda se da traslado al demandado, por un plazo de 15 días, extensible
en función de la distancia.
Actitudes del demandado
La ley califica esta sentencia como definitiva e indica que el tribunal debe fijar fecha para
su dictado, audiencia que carece de todo sentido.
La sentencia definitiva es apelable a tenor del art. 17-
El caso del allanamiento total, la solución la brinda el art. 13. 2, el tribunal debe fijar
fecha para el dictado de sentencia definitiva.
En este proceso existe una audiencia única que debe ser presidida por el Juez bajo pena
de nulidad. Las partes puede comparecer personalmente o a través de representante. La
inasistencia de una de las partes no impide el desarrollo de la audiencia. Si no asiste
ninguna parte se dispone el archivo de las actuaciones.
Contenido de la audiencia:
-Ratificación de los escritos
- Alegación de hechos recientemente ocurridos o conocidos
- Se puede modificar la pretensión
- Dictado de sentencia definitiva parcial sobre montos o rubros no controvertidos.
-Tentativa de conciliación sobre puntos controvertidos
- Fijación definitiva del objeto del proceso y de la prueba
- Todas las sentencias dictadas en audiencia admiten recursos de reposición y apelación
con efecto diferido.
-Diligenciamiento de la prueba que el tribunal considere necesaria, Valentín opina que el
juez solo podría descartar prueba inicialmente admitida que devino posteriormente
innecesaria.
Los alegatos deben hacer en audiencia o pueden ser fuera de audiencia en plazo de 6 días.
La sentencia definitiva se dicta al final de la audiencia única o en 20 días corridos
posteriores fuera de audiencia.
La sentencia de condena debe establecer los montos líquidos.