mobando@uandina.edu.pe mario@marioobando.com mariobandoc@hotmail.com Al concluir la sesión el estudiante podrá:
➢ Comprender la historia del Comercio Internacional en el mundo antiguo.
➢ Comprender la importancia de la agricultura como actividad promotora del comercio. ➢ Comprender que es el trueque. ➢ Comprender el Comercio en el antiguo Egipto ➢ Comprender el Comercio en la antigua Fenicia ➢ Comprender el Comercio en la antigua Grecia ➢ Comprender el Comercio en la antigua China ➢ Comprender la importancia de la Ruta de la Seda Los orígenes del comercio se remontan a finales del Neolítico, cuando se descubrió la agricultura. Al principio, la agricultura que se practicaba era una agricultura de subsistencia, donde las justas eran para la población dedicada a los asuntos agrícolas.
NEOLÍTICO 9000 a.C – 4000 a.C
Egipto, Mesopotamia, India y China son conocidas como civilizaciones hidráulicas debido a que construyeron sistemas de regadío, a causa de la dependencia que tenían de los ríos para poder desarrollar sus actividades agrícolas y de esa forma poder asegurar la subsistencia de la población. Así, para las primeras civilizaciones, la agricultura fue una de las actividades más relevantes. De esta forma, para el desarrollo de la agricultura, era necesario controlar las crecidas de los ríos. De esta manera, se construyeron canales, se hicieron pozos, se emplearon sistemas de regadío para cuando escaseaban las lluvias y diques para contener las aguas en las crecidas del río. Específicamente, se llevaron a cabo variadas innovaciones técnicas. También, se produjeron otras actividades importantes económicas y comerciales, tales como: La ganadería, con la cría de vacas y cabras y la pesca; la artesanía, donde se realizaban trabajos de cerámica, metalurgia, cestería, elaboración de tejidos, de esmaltes y de joyas y el comercio en donde los pagos se realizaban en cereales o plata debido a que no existían las monedas. La producción y acumulación de excedentes agrícolas promovió el comercio con otros pueblos con la finalidad de obtener materias primas, tales como: madera, metales, alimentos que no se hallaban en el entorno propio y artículos de lujo y artesanales. Los intercambios mercantiles entre diferentes civilizaciones permitieron el acceso a productos que no se poseían y además impulsaron el contacto permanente entre diversas culturas, las cuales, se influenciaron de manera recíproca. Las cosechas obtenidas eran mayores que la necesaria para la subsistencia de la comunidad. Ya no era necesario que toda la comunidad se dedicara a la agricultura. La población empezó a especializarse en alfarería o la siderurgia. Ahora bien, en el IV milenio (4000 a 3000 a.C. aproximadamente) las primeras civilizaciones del mundo (Egipto, India y Mesopotamia) se enlazaron mediante una red de rutas comerciales marítimas y terrestres. Posteriormente, durante el segundo milenio las civilizaciones china, fenicia y minoica se adhirieron a esta red de intercambios comerciales. Los faraones egipcios durante el tercer milenio (3000 a 2000 a.C. aproximadamente) constituyeron una amplia red de comercio internacional ocasionados por la necesidad de conseguir oro, materiales de construcción y artículos de lujo. De esta forma, se establecieron relaciones con muchas regiones de Asia occidental con el objetivo de adquirir madera, mientras que desde el mar Rojo se comerciaba con Arabia y la costa oriental Por su parte, las ciudades sumerias generaron relaciones comerciales con la región del Indo, de donde conseguían: perlas, marfil, cobre, cornalina y oro, los cuales intercambiaban por aceite, textiles, cebada y plata que obtenían de la zona oeste. En este periodo se introdujeron desde África en la región del Indo algunos tipos de mijo, el cual, es un cereal de semilla pequeña con alto valor nutritivo. Específicamente, el comercio además de abrir las puertas a nuevos productos era la ruta de acceso a relevantes intercambios culturales que comprendían desde tipos de alimentación hasta formas de expresión artística, lo cual favoreció a cada una de las civilizaciones que participaban en estas redes comerciales. El trueque era la manera en que las antiguas civilizaciones empezaron a comerciar. Se trata de intercambiar mercancías por otras mercancías de igual valor En el año 600 a. C. aparecen las primeras monedas acuñadas con carácter oficial EDAD ANTIGUA 3000 a.C – finales siglo V d.C Las mercancías como medio de pago resultaban ser poco practicas, ya que muchas de ellas eran perecederas y difíciles de acumular. Por ello, se fueron sustituyendo por objetos o metales preciosos, que iban tomando formas variadas dependiendo del lugar (ladrillos, arcos, placas, navajas, etc.) El COMERCIO EN EGIPTO ANTIGUO El comercio siempre ha sido un aspecto vital de cualquier civilización, ya sea a nivel local o internacional. Sin importar cuántos bienes se tengan, ya sea como individuo, como comunidad o como país, siempre habrá bienes que deberán adquirirse por medio de las fuerzas comerciales. El antiguo Egipto fue tal vez uno de los países más ricos en recursos naturales de su época, pero no era autosuficiente y, por lo tanto dependía del comercio con otras regiones para bienes y lujos. Desde el período predinástico, el lapislázuli originario de Afganistán se colocó en tumbas egipcias y se han encontrado fragmentos de cerámica egipcia en las primeras capas de tierra de Knossos en Creta. Los antiguos egipcios importaban y exportaban productos de varios países vecinos. Exportaron jarrones de piedra y cerámica, lino, papiro, recipientes de oro, pieles de buey, cuerdas, lentejas y pescado seco. Los productos importados eran principalmente materias primas y productos buscados como artículos de lujo en la alta sociedad. Caballos, ganado, ganado pequeño, madera de cedro, plata, cobre y minerales valiosos fueron importados de Siria y Palestina. Chipre entregó cobre y marfil. Artículos de lujo como los contenedores de aceite minoico y de Micenas vinieron del Egeo.
El sur, especialmente Nubia, era rico en
depósitos de oro y minerales, piedra de construcción, ébano, marfil, plumas de avestruz y huevos. De la tierra de Punt (Somalia) llegó mirra e incienso. Puerto comercial egipcio de Elefantina Egipto tenía control sobre la mayoría de las rutas comerciales de la época, y las guarniciones estaban estacionadas a lo largo de ellos. Las fortalezas ubicadas en las fronteras tuvieron un efecto significativo en el comercio entre Egipto y otras naciones vecinas. En cuanto al comercio local dentro del país, los egipcios solían viajar a través de pueblos y ciudades, aprovechando el fácil transporte a través del río Nilo. Los puentes construidos sobre el Nilo y los canales permitieron que los peatones pasaran sobre ellos. Burros, mulas y botes eran el medio de transporte diario por tierra y río. Los carruajes tirados por caballos que existieron durante el Reino Nuevo solo fueron poseídos y utilizados por la élite. Desde la época de los faraones, el comercio local en Egipto se había basado en los mercados, lugares comunes con los que los comerciantes solían reunirse durante un día. Cada ciudad y pueblo puede haber tenido un cierto día en el que las personas iban a hacer sus compras. Las técnicas e incluso muchos productos se mantienen hoy ¿Por qué? Porque siempre han dado resultado para sus comerciantes y la relación que tienen las sociedades con materiales básicos como la madera o los metales en general se sustenta en los beneficios que cada cultura ha obtenido de ellos. Durante el Antiguo Reino (conocido también como la "Edad de los constructores de pirámides"), el comercio con tierras extranjeras se vio impulsado como resultado de los proyectos monumentales iniciados por los faraones. Para asegurar las materias primas que no estaban disponibles en el propio Egipto, los faraones organizaron expediciones a tierras extranjeras, no muy diferentes de sus predecesores durante el período dinástico temprano. Por ejemplo, los nombres de los faraones Djoser, Sekhemkhet, Sneferu y Khufu se encuentran como inscripciones en las minas de turquesa y cobre de Wadi Mathura, en el Sinaí. También se han encontrado productos egipcios de este período en el Líbano y Siria, lo que sugiere que el comercio en el antiguo Egipto se estaba llevando a cabo con estas regiones. Gracias al Nilo y al fértil valle que lo rodea, el Antiguo Egipto era prácticamente autosuficiente, siendo posiblemente en su época uno de los países más ricos del mundo.
A lo largo del tiempo, según fue
aumentando la población también fue aumentando el comercio a larga distancia con el resto de países de su entorno, entre los que se encontraban Canaán, Fenicia, Nubia, Punt, Anatolia, las ciudades griegas y Creta. El COMERCIO EN FENICIA ANTIGUA Desde el siglo XII a. C., una auténtica civilización cananea sobrevivió en las pequeñas llanuras encerradas entre el mar y las tierras boscosas del Líbano: era el dominio de aquellos a quienes los griegos llamaban fenicios y los orientales seguían llamando cananeos. El desarrollo de la cultura fenicia tuvo lugar en Asia Menor, en la actual Líbano. Como os podéis imaginar dada la situación en la que se encontraban, a orillas del mar Mediterráneo, fueron importantes navegantes y establecieron grandes acuerdos comerciales. Uno de los legados más importantes que dejaron fue la creación del alfabeto. El hecho de que fueran navegantes y comerciantes supuso que se expandiera el alfabeto. Como los cananeos de otros tiempos, los fenicios vivieron siempre en pequeños principados formados por tierras cultivadas en torno a un centro urbano.
Estas ciudades se situaban generalmente
al fondo de pequeñas bahías, en islas (como Tiro o Arados), o en promontorios (como Biblos y Sidón). Algunas de estas ciudades se desarrollaron mucho antes, hacia el tercer milenio a. C. Pero después del 1200 a.C., la antigua vocación marítima de Fenicia dejó de limitarse a sus relaciones comerciales con Egipto, Chipre y sur de Asia Menor: los fenicios expandieron su influencia hasta el Atlántico y sus ciudades se convirtieron en verdaderas metrópolis. Esta expansión fenicia debe enmarcarse en el mapa político de la época. Hacia el siglo XII a. C., el poder marítimo egeo desaparece y los imperios decaen. En este marco, las ciudades fenicias, independientes, ganan terreno propulsando una próspera economía basada en el comercio. PERIODO DE SIDÓN La ciudad de Sidón se encontraba sobre un promontorio rocoso que se encontraba frente al mar, lo que supuso que centraran su economía en el comercio marítimo, tanto por la pesca como por el comercio naval, a través del mar Mediterráneo. Esto supuso que establecieran contacto con ciudades como Chipre, Rodas, Asia Menor, Grecia, Islas del Mar Egeo y costas del Mar Negro, estableciendo un predominio sobre estos mares que los situó como el centro pesquero más importante de Fenicia. Su hegemonía duró cuatrocientos años, incluso se mantuvieron durante el creciente poder de los faraones de Egipto pero, el fin se inició cuando los griegos no les permitieron el paso por el Egeo y los filisteos destruyeron la ciudad de Sidón en el siglo XII a.C. PERIODO DE TIRO Una de las grandes curiosidades que presenta la ciudad de Tiro es que se construyó en dos islotes rocosos, un tanto alejados de la costa, para favorecer la defensa ante los ataques terrestres que ya habían sufrido los fenicios. Los ciudadanos de Tiro alcanzaron la hegemonía sobre el mar Mediterráneo, fundando nuevas colonias en la costas de España, Córcega, Cerdeña, Malta, Sicilia, las islas británicas o el norte de África, entre otros (Cartago fue la más importante), con una gran actividad comercial y de exploración. Tiro se convirtió en una zona de intercambio comercial entre Occidente y Oriente, posteriormente, la presión y el yugo de los persas, entre otros, supuso su final. Como curiosidad, el templo de Jerusalén contó con mano de obra proveniente de Tiro. PERIODO DE CARTAGO Cartago ha sido una de las más ciudades más importantes del Mediterráneo y se encontraba situada en el norte de África. Su expansión marítima fue impresionante, todavía mayor que las ciudades anteriores de los fenicios, logrando el control comercial de Sicilia hasta las costas españolas. En el artículo «Las Guerras Púnicas» pueden encontrar información más detallada acerca de su origen, su desarrollo y el final de esta ciudad pero, podemos adelantar que fueron los romanos quienes destruyeron a los cartagineses en el año 146 a.C. El COMERCIO EN LA ANTIGUA GRECIA Al igual que para los fenicios, el comercio era el alfa y el omega de Grecia considerando las influencias que esta civilización recibió para progresar y que dejó para nuestro avance. El comercio fue la razón por la que los griegos crearon colonias en todo el Mediterráneo y establecieron contactos con muchas otras civilizaciones avanzadas principalmente en el Medio Oriente. De tales contactos, los griegos lograron parte de su alfabeto, aprendieron a acuñar monedas, importaron nuevos dioses y diosas, y obtuvieron acceso a la sabiduría y el conocimiento egipcios. Las colonias que se convirtieron en ciudades en Asia Menor fueron los lugares donde nacieron la filosofía y la historiografía. Los propósitos de monopolio comercial llevaron a Grecia a unirse y conquistar Troya. La conquista de Troya permitió a los griegos acceder al Mar Negro y establecer colonias en Asia. Los comerciantes también fueron proveedores de información sobre geografía e información sobre pueblos extranjeros. Pero también proporcionaron historias exageradas sobre monstruos marinos y dioses que se convirtieron en mitos. El comercio hizo florecer a los griegos y les permitió involucrarse con diferentes tipos de arte y producir algunas obras maestras de las cuales solo algunas obras de teatro y estatuas de mármol han sobrevivido hasta nuestros días. A continuación una pincelada de lo que esta civilización aportó al mundo del comercio, las ventas y la economía. Como todas las culturas del Mediterráneo, los griegos eran marineros. Incluso en la Edad de Piedra, muchos griegos ejercían este oficio. Los griegos navegaban por todo el Mediterráneo oriental y construyeron diferentes tipos de barcos para diferentes tipos de navegación. Tenían buques de guerra, barcos mercantes y barcos de pesca. Y es en el uso de estas herramientas donde comienzan a aparecer diferencias con otras culturas, actividades que nacieron con ellos y que se han prolongado a lo largo de los siglos. Los griegos usaban barcos para pescar y para comerciar y también para navegar a otras ciudades y luchar contra ellos y tomar sus costas, sus cosas o lo que se les plantara en frente. En el ejercicio de estas actividades de expansión los griegos comenzaron a hacer algo que no era típico, por así decirlo, de los países que contaban con flotas marinas: A veces los griegos alquilaban sus barcos para luchar por otros países y en otras ocasiones luchaban como piratas, capturando naves comerciales de otros pueblos por contrato. Los marineros griegos tenían diferentes tipos de barcos: Pequeños botes de remos para pescar, grandes barcos mercantes y buques de guerra rápidos. Los griegos tenían bien diversificadas sus herramientas de trabajo. Al igual que otros pueblos los griegos eran comerciantes, que compraban cosas en un puerto y las vendían en otro puerto, y se ganaban algo en el camino. Pero además y con más ahínco, los griegos fabricaban “cosas” para que otros comerciantes pudieran vender: telas de lana, vino, perfume y cerámica de lujo. Si bien los fenicios también lo hacían, no lo realizaban de la misma forma. Los griegos lograron líneas de producción que les permitía a los consumidores reconocer cada producto, de allí que en el trabajo arqueológico se distinguen con facilidad las eras de manufactura de este pueblo. Un ejemplo bastante claro es el vino. Los griegos cultivaban la producción del vino, separado en dos tipos: Para beber de forma personal y para vender a otros pueblos, desde mucho antes que otras civilizaciones, la evidencia dice que desde la Edad de Bronce hasta los períodos helenístico y romano fueron esmerados productores de distintos tipos de vinos. La mayoría de los griegos, incluidos los niños, bebían vino todos los días y el vino era una forma importante de obtener calorías, también se usaba como medicamento que podría ayudar con los dolores de cabeza y dolencias debido a los distintos tipos de preparación. La antigua Grecia dependía en gran medida de los bienes importados, su economía fue definida por esa dependencia. El comercio agrícola era de gran importancia porque el suelo en Grecia era de mala calidad, lo que limitaba la producción de cultivos. Sin embargo, algunos alimentos podían producirse en el clima mediterráneo, como las aceitunas, el aceite de oliva, los higos, la miel, la carne, los quesos y el vino. Estos artículos se intercambiaban a nivel nacional entre las diversas ciudades- estado y también podían intercambiarse por otros artículos necesarios de otros países. Además de la comida, la cerámica griega también fue valorada. La posición de la antigua Grecia en el Mediterráneo les permitió controlar algunas rutas comerciales y puertos marítimos cruciales. Algunas importaciones populares en ese momento eran pescado salado, trigo, papiro, madera, vidrio y metales como el estaño, el cobre y la plata. Además del comercio con productos, el griego también usó la moneda. El dracma era una moneda de plata utilizada por los antiguos griegos y es una de las primeras del mundo. Una dracma se valoraba por un puñado de flechas. En el siglo V A.C., el dracma ateniense se convirtió en la versión preferida de la moneda y la unidad monetaria utilizada en todo el mundo helenístico (el dólar de su época). Eventualmente, el dracma evolucionó hacia otros tipos de monedas y tipos de moneda. El COMERCIO EN LA ANTIGUA CHINA Cuando en occidente, la hoy llamada Europa, era una mancha de tierra oscura habitada por bárbaros dedicados al saqueo en migraciones caóticas, China ya era un imperio sofisticado y pujante que se apoyaba en una flota mercante y el desarrollo de materiales de lujo como la seda En China, al igual que en Asia occidental, India o África, la mayoría de las personas han dedicado la mayor parte de su tiempo a la agricultura durante los últimos diez mil años. Conocer parte de su quehacer en este aspecto nos permite entender los aportes de esta cultura en el campo del comercio. En la antigua China, la gran mayoría de la gente vivía en aldeas agrícolas realizando tareas para sembrar, arar, desmalezar, cosechar, almacenar, y alimentarse, vestirse y albergar, moler y hornear pan, fermentar vino, procesar seda, hilado y tela, y así sucesivamente. También se les pedía regularmente que emprendieran tareas comunales, como construir terrazas y diques, cavar canales de agua y trabajar en obras públicas importantes, como murallas y palacios reales. En el norte de China, el mijo (cereal) fue el cultivo básico, mientras que en la cuenca Yangtze y el sur de China, el arroz fue el alimento básico. La cuenca del Yangtze fue el primer hogar de arroz domesticado, y fue aquí donde se inició el cultivo de arroz húmedo en los arrozales inundados. En Shang y en los primeros tiempos de Zhou, el ganado, las ovejas y las cabras eran importantes en la economía; la aristocracia también se entregó a grandes expediciones de caza, tanto de comida como de práctica para la guerra. A fines del período Shang (finales del segundo milenio A.C.), las habas de soya se extendieron al norte de China, agregando una valiosa fuente de nutrición en la dieta. Los esquemas de irrigación a gran escala fueron introducidos y trajeron más tierra de cultivo. Las rutas comerciales se extendieron a China en los primeros tiempos de la dinastía Shang, pero fue desde mediados de Zhou que el comercio se expandió notablemente. Los gobiernos estatales se convirtieron en promotores activos del comercio y la industria. La acuñación de metales se introdujo en China a fines del siglo V antes de Cristo, y circuló cada vez más ampliamente. Esto facilitó el comercio, y la expansión del comercio llevó al surgimiento de nuevas ciudades y pueblos, y la expansión de los más antiguos, que dejaron de ser solo centros administrativos y se convirtieron también en centros de la industria y el comercio. Las clases urbanas de comerciantes y artesanos aumentaron en número, como hemos visto, y se hicieron más ricos y más importantes. La estandarización de la acuñación de monedas, el ancho de las carreteras, los pesos y medidas, durante la dinastía Qin le dieron un impulso significativo al comercio en todo el mundo chino, pero fue la dinastía Han la que se benefició de esto. La paz que esta dinastía trajo a China estimuló aún más el intercambio de bienes y servicios. El comercio a larga distancia en todo el imperio Han se expandió de manera particularmente fuerte, y los corredores mayoristas de granos y sal se volvieron extremadamente ricos. Al mismo tiempo, la conquista del sur de China abrió el comercio marítimo al sudeste asiático. Aunque el sur seguía siendo una zona fronteriza poco poblada (al menos en lo que respecta a los chinos; quizás los habitantes indígenas de la región pensaban lo contrario), se establecieron algunos puertos importantes en la costa. Fue en este período que Cantón comenzó su larga historia como centro de comercio internacional. El comercio marítimo permaneció en gran parte en manos de mercaderes y marinos extranjeros, en su mayoría indios y árabes; pero los hombres de negocios chinos se beneficiaron del manejo de los bienes para la importación y exportación, y del aumento del comercio interno que siempre conlleva el comercio exterior. La Ruta de la Seda: Puente a la civilización china Al revisar con atención los documentos que nos permiten rastrear la evolución histórica de occidente y en particular de su comercio, nos encontramos con que buena parte de los avances que experimentó Europa crecieron exponencialmente gracias al comercio abierto a través de la Ruta de la Seda. Con china llegaron a occidente técnicas en el tratamiento de materiales y los exploradores occidentales que lograban llegar hasta ciudades importantes llevaban de vuelta por medio de narraciones las formas de asumir el gobierno, pero ante todo, nuevas técnicas de comercio. Durante el período Han, el comercio internacional adquirió una dimensión completamente nueva. Al imponer su control sobre las estepas del este de Asia central, los Han permitieron que la Ruta de la Seda, esa gran ruta comercial a través de Asia hacia el Medio Oriente y Europa, se estableciera firmemente. Muchos bienes de lujo y exóticos viajaban a lo largo de esta ruta, pero las principales mercancías eran sedas, vendidas por los chinos a cambio de caballos, que necesitaban constantemente, pero que, por más que pudieran, no podían reproducirse en calidad o cantidad suficiente dentro de China propiamente debido a su falta de amplias praderas. Ésta comenzaba en la ciudad china de Xian. Hasta ella llegaban dos rutas secundarias, que nacían una en Japón y la otra en las ciudades imperiales chinas cercanas a la costa. Desde Xian la ruta iba hacia el oeste cruzando el país de los uigures, chinos de religión musulmana, hasta alcanzar la ciudad fronteriza de Kasghar, introduciéndose luego en Kirguizistán. Más tarde la Ruta se dividía en un camino del sur que rodeando las grandes montañas extendía un desenlace hacia la India, con un cabo marítimo que llegaba hasta Arabia siguiendo luego por tierra hacia Oriente Próximo, y otro camino más al norte que a través de las estepas de Asia Central atravesaba el actual Uzbekistán y, a través de Afganistán, Irán y el Imperio Otomano, alcanzaba el Mediterráneo en las costas sirias y libanesas, para ir a terminar en Estambul, a casi siete mil kilómetros de su origen. Todo el recorrido de la Ruta de la Seda estaba salpicado de caravanserais, lugares fortificados de descanso para las caravanas y los correos, protegidos por guarniciones armadas que garantizaban la seguridad de comerciantes, correos y viajeros. A lo largo de la Ruta, especialmente en su tramo central, crecieron ciudades cuyos nombres tienen aún hoy resonancias míticas: Samarcanda, Bujara, Kiva...., ciudades que fueron centros mundiales de la cultura y el comercio, estaciones principales de la arteria que trajo la civilización desde un Oriente luminoso a la Europa sumida en las tinieblas medievales. La seda es una referencia de las exportaciones Chinas más famosas, aunque muchos más productos se intercambiaron a lo largo de esta red de rutas como podían ser piedras y metales preciosos, telas de lana o de lino, marfil, ámbar y especias. Aunque no solo se intercambiaban bienes comerciales, también se intercambiaban idiomas, alfabetos, ideas matemáticas y conceptos religiosos. Todo esto se transportaba sobre todo en animales, los más habituales eran el camello y el elefante. GRACIAS