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Historia del

Comercio
Internacional

Mg. Mario Obando Cazorla


mobando@uandina.edu.pe
mario@marioobando.com
mariobandoc@hotmail.com
Al concluir la sesión el estudiante podrá:

➢ Comprender la historia del Comercio Internacional en el mundo antiguo.


➢ Comprender la importancia de la agricultura como actividad promotora del comercio.
➢ Comprender que es el trueque.
➢ Comprender el Comercio en el antiguo Egipto
➢ Comprender el Comercio en la antigua Fenicia
➢ Comprender el Comercio en la antigua Grecia
➢ Comprender el Comercio en la antigua China
➢ Comprender la importancia de la Ruta de la Seda
Los orígenes del comercio se
remontan a finales del Neolítico,
cuando se descubrió la agricultura.
Al principio, la agricultura que se
practicaba era una agricultura de
subsistencia, donde las justas eran
para la población dedicada a los
asuntos agrícolas.

NEOLÍTICO 9000 a.C – 4000 a.C


Egipto, Mesopotamia, India y China
son conocidas como civilizaciones
hidráulicas debido a que construyeron
sistemas de regadío, a causa de la
dependencia que tenían de los ríos
para poder desarrollar sus actividades
agrícolas y de esa forma poder
asegurar la subsistencia de la
población. Así, para las primeras
civilizaciones, la agricultura fue una
de las actividades más relevantes.
De esta forma, para el desarrollo
de la agricultura, era necesario
controlar las crecidas de los ríos.
De esta manera, se construyeron
canales, se hicieron pozos, se
emplearon sistemas de regadío
para cuando escaseaban las
lluvias y diques para contener las
aguas en las crecidas del río.
Específicamente, se llevaron a cabo
variadas innovaciones técnicas.
También, se produjeron otras
actividades importantes económicas y
comerciales, tales como: La ganadería,
con la cría de vacas y cabras y la pesca;
la artesanía, donde se realizaban
trabajos de cerámica, metalurgia,
cestería, elaboración de tejidos, de
esmaltes y de joyas y el comercio en
donde los pagos se realizaban en
cereales o plata debido a que no
existían las monedas.
La producción y acumulación de excedentes
agrícolas promovió el comercio con otros
pueblos con la finalidad de obtener materias
primas, tales como: madera, metales,
alimentos que no se hallaban en el entorno
propio y artículos de lujo y artesanales.
Los intercambios mercantiles entre
diferentes civilizaciones permitieron el
acceso a productos que no se poseían y
además impulsaron el contacto permanente
entre diversas culturas, las cuales, se
influenciaron de manera recíproca.
Las cosechas obtenidas eran
mayores que la necesaria para la
subsistencia de la comunidad. Ya
no era necesario que toda la
comunidad se dedicara a la
agricultura. La población empezó
a especializarse en alfarería o la
siderurgia.
Ahora bien, en el IV milenio (4000 a
3000 a.C. aproximadamente) las
primeras civilizaciones del mundo
(Egipto, India y Mesopotamia) se
enlazaron mediante una red de rutas
comerciales marítimas y terrestres.
Posteriormente, durante el segundo
milenio las civilizaciones china,
fenicia y minoica se adhirieron a esta
red de intercambios comerciales.
Los faraones egipcios durante el tercer
milenio (3000 a 2000 a.C.
aproximadamente) constituyeron una
amplia red de comercio internacional
ocasionados por la necesidad de
conseguir oro, materiales de
construcción y artículos de lujo.
De esta forma, se establecieron
relaciones con muchas regiones de Asia
occidental con el objetivo de adquirir
madera, mientras que desde el mar Rojo
se comerciaba con Arabia y la costa
oriental
Por su parte, las ciudades sumerias
generaron relaciones comerciales con la
región del Indo, de donde conseguían:
perlas, marfil, cobre, cornalina y oro, los
cuales intercambiaban por aceite,
textiles, cebada y plata que obtenían de
la zona oeste.
En este periodo se introdujeron desde
África en la región del Indo algunos tipos
de mijo, el cual, es un cereal de semilla
pequeña con alto valor nutritivo.
Específicamente, el comercio además de
abrir las puertas a nuevos productos era
la ruta de acceso a relevantes
intercambios culturales que comprendían
desde tipos de alimentación hasta formas
de expresión artística, lo cual favoreció a
cada una de las civilizaciones que
participaban en estas redes comerciales.
El trueque era la manera en que las
antiguas civilizaciones empezaron a
comerciar. Se trata de intercambiar
mercancías por otras mercancías de
igual valor
En el año 600 a. C. aparecen las primeras
monedas acuñadas con carácter oficial
EDAD ANTIGUA 3000 a.C – finales siglo V d.C
Las mercancías como medio de pago
resultaban ser poco practicas, ya que
muchas de ellas eran perecederas y difíciles
de acumular.
Por ello, se fueron sustituyendo por objetos
o metales preciosos, que iban tomando
formas variadas dependiendo del lugar
(ladrillos, arcos, placas, navajas, etc.)
El COMERCIO EN EGIPTO ANTIGUO
El comercio siempre ha sido un
aspecto vital de cualquier civilización,
ya sea a nivel local o internacional. Sin
importar cuántos bienes se tengan, ya
sea como individuo, como comunidad
o como país, siempre habrá bienes que
deberán adquirirse por medio de las
fuerzas comerciales. El antiguo Egipto
fue tal vez uno de los países más ricos
en recursos naturales de su época,
pero no era autosuficiente y, por lo
tanto dependía del comercio con otras
regiones para bienes y lujos.
Desde el período predinástico, el
lapislázuli originario de Afganistán
se colocó en tumbas egipcias y se
han encontrado fragmentos de
cerámica egipcia en las primeras
capas de tierra de Knossos en
Creta.
Los antiguos egipcios importaban y
exportaban productos de varios países
vecinos. Exportaron jarrones de piedra y
cerámica, lino, papiro, recipientes de oro,
pieles de buey, cuerdas, lentejas y pescado
seco.
Los productos importados eran
principalmente materias primas y
productos buscados como artículos de lujo
en la alta sociedad. Caballos, ganado,
ganado pequeño, madera de cedro, plata,
cobre y minerales valiosos fueron
importados de Siria y Palestina.
Chipre entregó cobre y marfil. Artículos
de lujo como los contenedores de aceite
minoico y de Micenas vinieron del Egeo.

El sur, especialmente Nubia, era rico en


depósitos de oro y minerales, piedra de
construcción, ébano, marfil, plumas de
avestruz y huevos. De la tierra de Punt
(Somalia) llegó mirra e incienso.
Puerto comercial egipcio de Elefantina
Egipto tenía control sobre la mayoría de
las rutas comerciales de la época, y las
guarniciones estaban estacionadas a lo
largo de ellos. Las fortalezas ubicadas en
las fronteras tuvieron un efecto
significativo en el comercio entre Egipto y
otras naciones vecinas. En cuanto al
comercio local dentro del país, los egipcios
solían viajar a través de pueblos y
ciudades, aprovechando el fácil transporte
a través del río Nilo. Los puentes
construidos sobre el Nilo y los canales
permitieron que los peatones pasaran
sobre ellos.
Burros, mulas y botes eran el medio de
transporte diario por tierra y río. Los
carruajes tirados por caballos que
existieron durante el Reino Nuevo solo
fueron poseídos y utilizados por la élite.
Desde la época de los faraones, el
comercio local en Egipto se había basado
en los mercados, lugares comunes con los
que los comerciantes solían reunirse
durante un día. Cada ciudad y pueblo
puede haber tenido un cierto día en el que
las personas iban a hacer sus compras.
Las técnicas e incluso muchos
productos se mantienen hoy ¿Por qué?
Porque siempre han dado resultado
para sus comerciantes y la relación que
tienen las sociedades con materiales
básicos como la madera o los metales
en general se sustenta en los beneficios
que cada cultura ha obtenido de ellos.
Durante el Antiguo Reino (conocido
también como la "Edad de los
constructores de pirámides"), el comercio
con tierras extranjeras se vio impulsado
como resultado de los proyectos
monumentales iniciados por los faraones.
Para asegurar las materias primas que no
estaban disponibles en el propio Egipto,
los faraones organizaron expediciones a
tierras extranjeras, no muy diferentes de
sus predecesores durante el período
dinástico temprano.
Por ejemplo, los nombres de los
faraones Djoser, Sekhemkhet, Sneferu y
Khufu se encuentran como inscripciones
en las minas de turquesa y cobre de
Wadi Mathura, en el Sinaí. También se
han encontrado productos egipcios de
este período en el Líbano y Siria, lo que
sugiere que el comercio en el antiguo
Egipto se estaba llevando a cabo con
estas regiones.
Gracias al Nilo y al fértil valle que lo rodea,
el Antiguo Egipto era prácticamente
autosuficiente, siendo posiblemente en su
época uno de los países más ricos del
mundo.

A lo largo del tiempo, según fue


aumentando la población también fue
aumentando el comercio a larga distancia
con el resto de países de su entorno, entre
los que se encontraban Canaán, Fenicia,
Nubia, Punt, Anatolia, las ciudades griegas
y Creta.
El COMERCIO EN FENICIA ANTIGUA
Desde el siglo XII a. C., una
auténtica civilización cananea
sobrevivió en las pequeñas
llanuras encerradas entre el mar y
las tierras boscosas del Líbano:
era el dominio de aquellos a
quienes los griegos llamaban
fenicios y los orientales seguían
llamando cananeos.
El desarrollo de la cultura fenicia tuvo lugar
en Asia Menor, en la actual Líbano.
Como os podéis imaginar dada la situación
en la que se encontraban, a orillas del mar
Mediterráneo, fueron importantes
navegantes y establecieron grandes
acuerdos comerciales.
Uno de los legados más
importantes que dejaron
fue la creación del alfabeto.
El hecho de que fueran
navegantes y comerciantes
supuso que se expandiera el
alfabeto.
Como los cananeos de otros tiempos,
los fenicios vivieron siempre en
pequeños principados formados por
tierras cultivadas en torno a un centro
urbano.

Estas ciudades se situaban generalmente


al fondo de pequeñas bahías, en islas
(como Tiro o Arados), o en promontorios
(como Biblos y Sidón). Algunas de estas
ciudades se desarrollaron mucho antes,
hacia el tercer milenio a. C.
Pero después del 1200 a.C., la antigua
vocación marítima de Fenicia dejó de limitarse
a sus relaciones comerciales con Egipto,
Chipre y sur de Asia Menor:
los fenicios expandieron su influencia hasta el
Atlántico y sus ciudades se convirtieron en
verdaderas metrópolis.
Esta expansión fenicia debe enmarcarse en el
mapa político de la época. Hacia el siglo XII a.
C., el poder marítimo egeo desaparece y los
imperios decaen. En este marco, las ciudades
fenicias, independientes, ganan terreno
propulsando una próspera economía basada
en el comercio.
PERIODO DE SIDÓN
La ciudad de Sidón se encontraba sobre un promontorio
rocoso que se encontraba frente al mar, lo que supuso que
centraran su economía en el comercio marítimo, tanto
por la pesca como por el comercio naval, a través del mar
Mediterráneo. Esto supuso que establecieran contacto
con ciudades como Chipre, Rodas, Asia Menor, Grecia,
Islas del Mar Egeo y costas del Mar Negro, estableciendo
un predominio sobre estos mares que los situó como el
centro pesquero más importante de Fenicia.
Su hegemonía duró cuatrocientos años, incluso se
mantuvieron durante el creciente poder de los faraones
de Egipto pero, el fin se inició cuando los griegos no les
permitieron el paso por el Egeo y los filisteos
destruyeron la ciudad de Sidón en el siglo XII a.C.
PERIODO DE TIRO
Una de las grandes curiosidades que presenta la
ciudad de Tiro es que se construyó en dos islotes
rocosos, un tanto alejados de la costa, para
favorecer la defensa ante los ataques terrestres que
ya habían sufrido los fenicios.
Los ciudadanos de Tiro alcanzaron la hegemonía
sobre el mar Mediterráneo, fundando nuevas
colonias en la costas de España, Córcega, Cerdeña,
Malta, Sicilia, las islas británicas o el norte de África,
entre otros (Cartago fue la más importante), con una
gran actividad comercial y de exploración.
Tiro se convirtió en una zona
de intercambio comercial entre
Occidente y Oriente, posteriormente,
la presión y el yugo de los persas, entre
otros, supuso su final. Como
curiosidad, el templo de Jerusalén
contó con mano de obra proveniente
de Tiro.
PERIODO DE CARTAGO
Cartago ha sido una de las más ciudades más
importantes del Mediterráneo y se encontraba
situada en el norte de África. Su expansión
marítima fue impresionante, todavía mayor que las
ciudades anteriores de los fenicios, logrando el
control comercial de Sicilia hasta las costas
españolas.
En el artículo «Las Guerras Púnicas» pueden
encontrar información más detallada acerca de su
origen, su desarrollo y el final de esta ciudad pero,
podemos adelantar que fueron los romanos
quienes destruyeron a los cartagineses en el año
146 a.C.
El COMERCIO EN LA ANTIGUA GRECIA
Al igual que para los fenicios, el comercio era
el alfa y el omega de Grecia considerando las
influencias que esta civilización recibió para
progresar y que dejó para nuestro avance.
El comercio fue la razón por la que los griegos
crearon colonias en todo el Mediterráneo y
establecieron contactos con muchas otras
civilizaciones avanzadas principalmente en el
Medio Oriente. De tales contactos, los griegos
lograron parte de su alfabeto, aprendieron a
acuñar monedas, importaron nuevos dioses y
diosas, y obtuvieron acceso a la sabiduría y el
conocimiento egipcios.
Las colonias que se convirtieron en ciudades en
Asia Menor fueron los lugares donde nacieron la
filosofía y la historiografía. Los propósitos de
monopolio comercial llevaron a Grecia a unirse y
conquistar Troya. La conquista de Troya
permitió a los griegos acceder al Mar Negro y
establecer colonias en Asia.
Los comerciantes también fueron proveedores
de información sobre geografía e información
sobre pueblos extranjeros. Pero también
proporcionaron historias exageradas sobre
monstruos marinos y dioses que se convirtieron
en mitos.
El comercio hizo florecer a los griegos y
les permitió involucrarse con diferentes
tipos de arte y producir algunas obras
maestras de las cuales solo algunas
obras de teatro y estatuas de mármol
han sobrevivido hasta nuestros días.
A continuación una pincelada de lo que
esta civilización aportó al mundo del
comercio, las ventas y la economía.
Como todas las culturas del Mediterráneo,
los griegos eran marineros. Incluso en la
Edad de Piedra, muchos griegos ejercían
este oficio. Los griegos navegaban por todo
el Mediterráneo oriental y construyeron
diferentes tipos de barcos para diferentes
tipos de navegación. Tenían buques de
guerra, barcos mercantes y barcos de
pesca. Y es en el uso de estas herramientas
donde comienzan a aparecer diferencias
con otras culturas, actividades que
nacieron con ellos y que se han prolongado
a lo largo de los siglos.
Los griegos usaban barcos para pescar y para
comerciar y también para navegar a otras
ciudades y luchar contra ellos y tomar sus
costas, sus cosas o lo que se les plantara en
frente.
En el ejercicio de estas actividades de
expansión los griegos comenzaron a hacer
algo que no era típico, por así decirlo, de los
países que contaban con flotas marinas: A
veces los griegos alquilaban sus barcos para
luchar por otros países y en otras ocasiones
luchaban como piratas, capturando naves
comerciales de otros pueblos por contrato.
Los marineros griegos tenían
diferentes tipos de barcos:
Pequeños botes de remos para
pescar, grandes barcos mercantes
y buques de guerra rápidos. Los
griegos tenían bien diversificadas
sus herramientas de trabajo.
Al igual que otros pueblos los
griegos eran comerciantes, que
compraban cosas en un puerto y
las vendían en otro puerto, y se
ganaban algo en el camino. Pero
además y con más ahínco, los
griegos fabricaban “cosas” para
que otros comerciantes pudieran
vender: telas de lana, vino,
perfume y cerámica de lujo.
Si bien los fenicios también lo
hacían, no lo realizaban de la misma
forma. Los griegos lograron líneas
de producción que les permitía a los
consumidores reconocer cada
producto, de allí que en el trabajo
arqueológico se distinguen con
facilidad las eras de manufactura de
este pueblo.
Un ejemplo bastante claro es el vino. Los
griegos cultivaban la producción del vino,
separado en dos tipos: Para beber de
forma personal y para vender a otros
pueblos, desde mucho antes que otras
civilizaciones, la evidencia dice que desde
la Edad de Bronce hasta los períodos
helenístico y romano fueron esmerados
productores de distintos tipos de vinos.
La mayoría de los griegos, incluidos
los niños, bebían vino todos los
días y el vino era una forma
importante de obtener calorías,
también se usaba como
medicamento que podría ayudar
con los dolores de cabeza y
dolencias debido a los distintos
tipos de preparación.
La antigua Grecia dependía en gran
medida de los bienes importados, su
economía fue definida por esa
dependencia. El comercio agrícola
era de gran importancia porque el
suelo en Grecia era de mala calidad,
lo que limitaba la producción de
cultivos. Sin embargo, algunos
alimentos podían producirse en el
clima mediterráneo, como las
aceitunas, el aceite de oliva, los higos,
la miel, la carne, los quesos y el vino.
Estos artículos se intercambiaban a nivel
nacional entre las diversas ciudades-
estado y también podían intercambiarse
por otros artículos necesarios de otros
países. Además de la comida, la cerámica
griega también fue valorada. La posición
de la antigua Grecia en el Mediterráneo les
permitió controlar algunas rutas
comerciales y puertos marítimos cruciales.
Algunas importaciones populares en ese
momento eran pescado salado, trigo,
papiro, madera, vidrio y metales como el
estaño, el cobre y la plata.
Además del comercio con productos, el
griego también usó la moneda. El dracma
era una moneda de plata utilizada por los
antiguos griegos y es una de las primeras
del mundo. Una dracma se valoraba por
un puñado de flechas. En el siglo V A.C., el
dracma ateniense se convirtió en la
versión preferida de la moneda y la
unidad monetaria utilizada en todo el
mundo helenístico (el dólar de su época).
Eventualmente, el dracma evolucionó
hacia otros tipos de monedas y tipos de
moneda.
El COMERCIO EN LA ANTIGUA CHINA
Cuando en occidente, la hoy llamada
Europa, era una mancha de tierra
oscura habitada por bárbaros
dedicados al saqueo en migraciones
caóticas, China ya era un imperio
sofisticado y pujante que se apoyaba
en una flota mercante y el desarrollo
de materiales de lujo como la seda
En China, al igual que en Asia
occidental, India o África, la
mayoría de las personas han
dedicado la mayor parte de su
tiempo a la agricultura durante
los últimos diez mil años.
Conocer parte de su quehacer
en este aspecto nos permite
entender los aportes de esta
cultura en el campo del
comercio.
En la antigua China, la gran mayoría de la gente
vivía en aldeas agrícolas realizando tareas para
sembrar, arar, desmalezar, cosechar, almacenar, y
alimentarse, vestirse y albergar, moler y hornear
pan, fermentar vino, procesar seda, hilado y tela, y
así sucesivamente.
También se les pedía regularmente que
emprendieran tareas comunales, como construir
terrazas y diques, cavar canales de agua y trabajar
en obras públicas importantes, como murallas y
palacios reales.
En el norte de China, el mijo (cereal)
fue el cultivo básico, mientras que
en la cuenca Yangtze y el sur de
China, el arroz fue el alimento
básico. La cuenca del Yangtze fue el
primer hogar de arroz domesticado,
y fue aquí donde se inició el cultivo
de arroz húmedo en los arrozales
inundados.
En Shang y en los primeros
tiempos de Zhou, el ganado, las
ovejas y las cabras eran
importantes en la economía; la
aristocracia también se entregó a
grandes expediciones de caza,
tanto de comida como de
práctica para la guerra.
A fines del período Shang
(finales del segundo milenio
A.C.), las habas de soya se
extendieron al norte de China,
agregando una valiosa fuente
de nutrición en la dieta. Los
esquemas de irrigación a gran
escala fueron introducidos y
trajeron más tierra de cultivo.
Las rutas comerciales se extendieron a
China en los primeros tiempos de la
dinastía Shang, pero fue desde
mediados de Zhou que el comercio se
expandió notablemente. Los gobiernos
estatales se convirtieron en promotores
activos del comercio y la industria. La
acuñación de metales se introdujo en
China a fines del siglo V antes de Cristo,
y circuló cada vez más ampliamente.
Esto facilitó el comercio, y la
expansión del comercio llevó al
surgimiento de nuevas ciudades y
pueblos, y la expansión de los más
antiguos, que dejaron de ser solo
centros administrativos y se
convirtieron también en centros de
la industria y el comercio. Las
clases urbanas de comerciantes y
artesanos aumentaron en número,
como hemos visto, y se hicieron
más ricos y más importantes.
La estandarización de la acuñación de
monedas, el ancho de las carreteras, los
pesos y medidas, durante la dinastía Qin le
dieron un impulso significativo al comercio
en todo el mundo chino, pero fue la
dinastía Han la que se benefició de esto. La
paz que esta dinastía trajo a China
estimuló aún más el intercambio de bienes
y servicios. El comercio a larga distancia en
todo el imperio Han se expandió de
manera particularmente fuerte, y los
corredores mayoristas de granos y sal se
volvieron extremadamente ricos.
Al mismo tiempo, la conquista del sur
de China abrió el comercio marítimo al
sudeste asiático. Aunque el sur seguía
siendo una zona fronteriza poco
poblada (al menos en lo que respecta a
los chinos; quizás los habitantes
indígenas de la región pensaban lo
contrario), se establecieron algunos
puertos importantes en la costa. Fue en
este período que Cantón comenzó su
larga historia como centro de comercio
internacional.
El comercio marítimo permaneció
en gran parte en manos de
mercaderes y marinos extranjeros,
en su mayoría indios y árabes; pero
los hombres de negocios chinos se
beneficiaron del manejo de los
bienes para la importación y
exportación, y del aumento del
comercio interno que siempre
conlleva el comercio exterior.
La Ruta de la Seda: Puente a la civilización china
Al revisar con atención los
documentos que nos permiten
rastrear la evolución histórica de
occidente y en particular de su
comercio, nos encontramos con
que buena parte de los avances que
experimentó Europa crecieron
exponencialmente gracias al
comercio abierto a través de la
Ruta de la Seda.
Con china llegaron a occidente
técnicas en el tratamiento de
materiales y los exploradores
occidentales que lograban llegar
hasta ciudades importantes
llevaban de vuelta por medio de
narraciones las formas de asumir
el gobierno, pero ante todo,
nuevas técnicas de comercio.
Durante el período Han, el
comercio internacional adquirió
una dimensión completamente
nueva. Al imponer su control
sobre las estepas del este de Asia
central, los Han permitieron que
la Ruta de la Seda, esa gran ruta
comercial a través de Asia hacia el
Medio Oriente y Europa, se
estableciera firmemente.
Muchos bienes de lujo y exóticos
viajaban a lo largo de esta ruta, pero
las principales mercancías eran
sedas, vendidas por los chinos a
cambio de caballos, que
necesitaban constantemente, pero
que, por más que pudieran, no
podían reproducirse en calidad o
cantidad suficiente dentro de China
propiamente debido a su falta de
amplias praderas.
Ésta comenzaba en la ciudad china de
Xian. Hasta ella llegaban dos rutas
secundarias, que nacían una en Japón y
la otra en las ciudades imperiales
chinas cercanas a la costa. Desde Xian
la ruta iba hacia el oeste cruzando el
país de los uigures, chinos de religión
musulmana, hasta alcanzar la ciudad
fronteriza de Kasghar, introduciéndose
luego en Kirguizistán.
Más tarde la Ruta se dividía en un camino
del sur que rodeando las grandes
montañas extendía un desenlace hacia la
India, con un cabo marítimo que llegaba
hasta Arabia siguiendo luego por tierra
hacia Oriente Próximo, y otro camino más
al norte que a través de las estepas de
Asia Central atravesaba el actual
Uzbekistán y, a través de Afganistán, Irán y
el Imperio Otomano, alcanzaba el
Mediterráneo en las costas sirias y
libanesas, para ir a terminar en Estambul,
a casi siete mil kilómetros de su origen.
Todo el recorrido de la Ruta de la
Seda estaba salpicado de
caravanserais, lugares fortificados
de descanso para las caravanas y
los correos, protegidos por
guarniciones armadas que
garantizaban la seguridad de
comerciantes, correos y viajeros.
A lo largo de la Ruta, especialmente en
su tramo central, crecieron ciudades
cuyos nombres tienen aún hoy
resonancias míticas: Samarcanda,
Bujara, Kiva...., ciudades que fueron
centros mundiales de la cultura y el
comercio, estaciones principales de la
arteria que trajo la civilización desde un
Oriente luminoso a la Europa sumida en
las tinieblas medievales.
La seda es una referencia de las exportaciones Chinas más famosas, aunque muchos más productos se
intercambiaron a lo largo de esta red de rutas como podían ser piedras y metales preciosos, telas de lana
o de lino, marfil, ámbar y especias.
Aunque no solo se intercambiaban bienes comerciales, también se intercambiaban idiomas, alfabetos,
ideas matemáticas y conceptos religiosos.
Todo esto se transportaba sobre todo en animales, los más habituales eran el camello y el elefante.
GRACIAS

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