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La sociedad de consumo es un modelo social en el que una parte muy importante del bienestar y la calidad de vida parecen

asociarse a la adquisición de bienes y servicios. Para algunos no es más que una etapa avanzada de las economías
capitalistas industrializadas, en la cual el objetivo sería cubrir las necesidades y deseos de los consumidores. Pero también
están quienes sostienen que, dado que la economía es la ciencia encargada de satisfacer las necesidades humanas con
los recursos disponibles, es un problema económico de primer orden discutir en qué medida la sociedad de consumo cubre
nuestras necesidades, o bien destina muchos recursos valiosos a satisfacer deseos fútiles, y a generar stocks invendibles,
mientras deja sin cubrir necesidades fundamentales.
Una de las críticas más comunes sobre la sociedad de consumo es la que afirma que se trata de un tipo de sociedad en la
cual las personas son consideradas como una masa de consumidores a quienes se puede influir a través de técnicas
publicitarias, llegando incluso a la creación de falsas necesidades entre ellos.
Desde el campo ambientalista, la sociedad de consumo se ve como insostenible, puesto que implica un aumento constante
de la extracción de recursos naturales, y del vertido de residuos, hasta el punto de amenazar la capacidad de regeneración
por la naturaleza de esos mismos recursos imprescindibles para la supervivencia humana.
Desde el punto de vista de la desigualdad de riqueza internacional, también se ha señalado que si la mayoría de la población
mundial alcanzara un nivel de consumo similar al de los países industrializados, recursos de primer orden se agotarían en
poco tiempo.

La sociedad de consumo es un modelo social en el que una parte muy importante del bienestar y la calidad de vida parecen
asociarse a la adquisición de bienes y servicios. Para algunos no es más que una etapa avanzada de las economías
capitalistas industrializadas, en la cual el objetivo sería cubrir las necesidades y deseos de los consumidores. Pero también
están quienes sostienen que, dado que la economía es la ciencia encargada de satisfacer las necesidades humanas con
los recursos disponibles, es un problema económico de primer orden discutir en qué medida la sociedad de consumo cubre
nuestras necesidades, o bien destina muchos recursos valiosos a satisfacer deseos fútiles, y a generar stocks invendibles,
mientras deja sin cubrir necesidades fundamentales.
Una de las críticas más comunes sobre la sociedad de consumo es la que afirma que se trata de un tipo de sociedad en la
cual las personas son consideradas como una masa de consumidores a quienes se puede influir a través de técnicas
publicitarias, llegando incluso a la creación de falsas necesidades entre ellos.
Desde el campo ambientalista, la sociedad de consumo se ve como insostenible, puesto que implica un aumento constante
de la extracción de recursos naturales, y del vertido de residuos, hasta el punto de amenazar la capacidad de regeneración
por la naturaleza de esos mismos recursos imprescindibles para la supervivencia humana.
Desde el punto de vista de la desigualdad de riqueza internacional, también se ha señalado que si la mayoría de la población
mundial alcanzara un nivel de consumo similar al de los países industrializados, recursos de primer orden se agotarían en
poco tiempo.

La sociedad de consumo es un modelo social en el que una parte muy importante del bienestar y la calidad de vida parecen
asociarse a la adquisición de bienes y servicios. Para algunos no es más que una etapa avanzada de las economías
capitalistas industrializadas, en la cual el objetivo sería cubrir las necesidades y deseos de los consumidores. Pero también
están quienes sostienen que, dado que la economía es la ciencia encargada de satisfacer las necesidades humanas con
los recursos disponibles, es un problema económico de primer orden discutir en qué medida la sociedad de consumo cubre
nuestras necesidades, o bien destina muchos recursos valiosos a satisfacer deseos fútiles, y a generar stocks invendibles,
mientras deja sin cubrir necesidades fundamentales.
Una de las críticas más comunes sobre la sociedad de consumo es la que afirma que se trata de un tipo de sociedad en la
cual las personas son consideradas como una masa de consumidores a quienes se puede influir a través de técnicas
publicitarias, llegando incluso a la creación de falsas necesidades entre ellos.
Desde el campo ambientalista, la sociedad de consumo se ve como insostenible, puesto que implica un aumento constante
de la extracción de recursos naturales, y del vertido de residuos, hasta el punto de amenazar la capacidad de regeneración
por la naturaleza de esos mismos recursos imprescindibles para la supervivencia humana.
Desde el punto de vista de la desigualdad de riqueza internacional, también se ha señalado que si la mayoría de la población
mundial alcanzara un nivel de consumo similar al de los países industrializados, recursos de primer orden se agotarían en
poco tiempo.

La sociedad de consumo es un modelo social en el que una parte muy importante del bienestar y la calidad de vida parecen
asociarse a la adquisición de bienes y servicios. Para algunos no es más que una etapa avanzada de las economías
capitalistas industrializadas, en la cual el objetivo sería cubrir las necesidades y deseos de los consumidores. Pero también
están quienes sostienen que, dado que la economía es la ciencia encargada de satisfacer las necesidades humanas con
los recursos disponibles, es un problema económico de primer orden discutir en qué medida la sociedad de consumo cubre
nuestras necesidades, o bien destina muchos recursos valiosos a satisfacer deseos fútiles, y a generar stocks invendibles,
mientras deja sin cubrir necesidades fundamentales.
Una de las críticas más comunes sobre la sociedad de consumo es la que afirma que se trata de un tipo de sociedad en la
cual las personas son consideradas como una masa de consumidores a quienes se puede influir a través de técnicas
publicitarias, llegando incluso a la creación de falsas necesidades entre ellos.
Desde el campo ambientalista, la sociedad de consumo se ve como insostenible, puesto que implica un aumento constante
de la extracción de recursos naturales, y del vertido de residuos, hasta el punto de amenazar la capacidad de regeneración
por la naturaleza de esos mismos recursos imprescindibles para la supervivencia humana.
Desde el punto de vista de la desigualdad de riqueza internacional, también se ha señalado que si la mayoría de la población
mundial alcanzara un nivel de consumo similar al de los países industrializados, recursos de primer orden se agotarían en
poco tiempo.

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