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1. INTRODUCCIÓN
CONTEXTUALIZACIÓN
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1. INTRODUCCIÓN
Un mineral es un sólido natural de origen inorgánico con una composición química definida y
una estructura interna determinada. Por su parte, las rocas son agregados naturales, coherentes,
multigranulares, formadas por uno o más minerales cristalinos, cristalizados o amorfos, a los que
se denomina minerales petrogenéticos.
Como veremos en una primera parte del tema, de las más de 2000 especies de minerales que
se conocen, sólo una docena forman parte de las rocas más comunes de la corteza terrestre. El
resto de minerales aparecen en las rocas en pequeñas cantidades o se localizan en yacimientos.
Teniendo ello en cuenta, en un análisis posterior describiremos el hecho de que todos los
materiales que se necesitan para la salud y prosperidad de las sociedades humanas provienen de
distintos emplazamientos terrestres y tras realizar repaso sobre sus características e importancia
a nivel económico, concluiremos el tema describiendo una breve clasificación y utilización de los
recursos minerales, así como la relación entre su explotación e impactos medioambientales
asociados.
El 99 % del volumen total de las rocas ígneas está constituido únicamente por los ocho
elementos geoquímicos más abundantes (O, Si, Al, Fe, Ca, Na, K y Mg), y la fracción restante,
por un gran número de elementos raros, llamados elementos traza como el F, Ni, Cr o Zn,
muchos de los cuales se concentran en las rocas ígneas, dando yacimientos de interés
económico.
Los dos elementos más abundantes en la corteza terrestre son el Si y el O y juntos conforman
la unidad estructural básica de todos los silicatos es el tetraedro de sílice, Si04 , formado por un
átomo de silicio (Si4+) situado en el centro y cuatro átomos de oxígeno (0 2-) ubicados en los
vértices.
En este tetraedro, cada oxígeno tiene una valencia sin saturar, por lo que pueden unirse entre
sí compartiendo uno o los cuatro oxígenos de diferente manera, alcanzándose la mayor
complejidad cuando los cuatro vértices están compartidos con otros cuatro tetraedros.
Encontramos:
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Nesosilicatos: están formados por tetraedros de sílice aislados de modo que no existen
puntos de contacto entre tetraedros vecinos. Un mineral representativo de este grupo es el
olivino (Mg,Fe)2Si04, que comprende una serie isomorfa que va desde la forsterita (Mg2Si04) o
de la fayalita (Fe2Si04).
Ciclosilicatos: están formados por anillos de tres, cuatro o seis tetraedros de sílice que
comparten cada uno de ellos dos O con los tetraedros vecinos. Como ejemplos tenemos el
berilo y la turmalina (anillos de seis tetraedros).
- En las cadenas sencillas cada tetraedro comparte dos O. Como ejemplo tenemos el
grupo de los piroxenos, de los cuales el más abundante es la augita.
- En el caso de las cadenas dobles, la mitad de los tetraedros comparten tres O y la otra
mitad comparten sólo dos O. Como ejemplo encontramos el grupo de los anfíboles entre los
que se encuentra la hornblenda.
Filosilicatos: formados por tetraedros que comparten tres O con los tetraedros vecinos,
situados en un mismo plano por lo tanto, se forman láminas que se unen entre sí mediante
enlaces débiles lo que confiere a estos minerales una exfoliación perfecta y un aspecto hojoso.
A este grupo pertenecen las micas: moscovita y biotita.
Tectosilicatos: los tetraedros vecinos comparten los cuatro O y se obtiene una red
tridimensional. Este tipo de estructura es muy fuerte. Entre ellos encontramos:
- Feldespatos: existen tetraedros en los que el átomo de silicio se sustituye por aluminio. La
diferencia de carga existente entre los átomos que componen las estructuras (Si 4+, Al3+) se
compensa mediante cationes monovalentes (Na+, K+). Son los minerales más abundantes de la
corteza: ortosa, albita y anortita. El Na+ y el Ca2+ son cationes de tamaño muy parecido, por
lo que pueden sustituirse, dando lugar a una serie isomorfa continua, la de las plagioclasas.
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- Feldespatoides. Son semejantes a los feldespatos pero con menor contenido en sílice. Los
más importantes son la nefelina y la leucita.
Como puede deducirse, para una determinada composición del magma, de acuerdo con las
restantes condiciones, comenzarán a cristalizar silicatos de mayor punto de fusión, que son
precisamente las redes más sencillas (si no interfieren otras condiciones) y, por tanto, de relación
Si/O baja. Conforme estos minerales van precipitando, la cantidad de silicio que se ha eliminado
es menor, comparativamente, que la de oxígeno, con lo que el magma residual se va
enriqueciendo en silicio y las condiciones químicas exigen la precipitación de silicatos cada vez
más ricos en sílice. De este modo, entre los minerales petrogenéticos de origen magmático, a
grandes rasgos se distinguen dos grupos:
Fundamentales: constituyen casi todo el volumen de las rocas ígneas y se dividen en:
• Leucocratos o claros, no posen ni Fe ni Mg. Típicos de las rocas ácidas, ricas en sílice.
Pertenecen a este grupo los siguientes: cuarzo, feldespatoides, ortoclasas, plagioclasa) y
la mica blanca (moscovita).
Accesorios: acompañan en pequeña proporción a los silicatos. Los más importantes: rutilo,
magnetita, oligisto, corindón y granates.
Los minerales de esta clase están constituidos por grupos aniónicos de tipo XO3, donde X es
C4+, N5+, B3+, respectivamente. El átomo central (X) está coordinado con tres oxígenos, mientras
que los enlaces que unen los grupos aniónicos con los metales son iónicos.
El aragonito es un ejemplo de carbonato, y por tanto poco estable; por eso no forma rocas.
Por su parte, el nitrato mineral aparece sólo de forma esporádica, ya que todos los compuestos
de nitrato son muy solubles. Generalmente aparecen como eflorescencias o costras, siendo el
más común de estos minerales el nitrato potásico.
Los boratos son escasos pero tienen una gran diversidad mineralógica por su gran capacidad
de polimerización. Son relativamente blandos y presentan coloraciones blancas, grises o
amarillentas.
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Sulfatos, Cromatos, Molibdatos y Wolframatos
Estos minerales están formados por la unión de grupos aniónicos (XO4)2- con cationes
metálicos, donde X es S, Cr, Mo o W.
Los sulfatos son minerales relativamente blandos, con peso específico variable según el catión
principal. Muchos son solubles en agua, como la anhidrita y muchos de ellos son producto de la
alteración superficial de sulfuros metálicios.
Haluros
Los haluros con minerales compuestos por iones halógenos electronegativos (especialmente F
y Cl) con cationes metálicos. Presentan estructuras cristalinas típicamente iónicas.
La halita es el más común (NaCl). Se estructura en una red cúbica de caras centradas
formadas por Na+, y otra red igual formada por Cl-, ambas interpenetradas. Su dureza es baja,
soluble y con bajo punto de fusión. Se forma por precipitación.
La silvina (ClK) presenta la misma estructura que la halita. Es soluble, de sabor salado y
amargo, y de diversos colores debido a impurezas. Aparece asociada a la halita, formando
extensos depósitos, teniendo su mismo origen.
Óxidos e Hidróxidos
Los óxidos e hidróxidos son minerales en los que el oxígeno y el grupo hidroxilo (OH -),
respectivamente, aparecen combinados con uno o más metales. Se excluye la sílice (SiO 2).
Presentan estructuras sencillas, de elevada simetría, con enlace iónico predominante.
En general, los óxidos son más duros y más densos que los hidróxidos, y presentan una
elevada estabilidad química, alta temperatura de fusión y baja solubilidad. Algunos minerales
tienen valor económico, por tratarse importantes menas metálicas, como magnetita (Fe), cromita
(Cr), pirolusita (Mn), casiterita (Sn), ilmenita (Ti), etc.
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Sulfuros y Sulfosales
La mayoría de estos minerales son opacos, tiene un elevado peso específico y presentan un
brillo metálico característico. Muchos sulfuros y sulfosales tienen interés económico por tratarse
de menas metálicas, como por ejemplo:
Pirita (S2Fe), es el mineral más frecuente de esta clase y aparece en rocas y yacimientos de
diverso origen. Es un mineral accesorio de rocas ígneas y es común en rocas sedimentarias.
Amarillo pálido, frágil. Cristaliza en cúbico.
Están formados por la unión de grupos aniónicos tetraédricos (XO4)3- con cationes metálicos
donde X es P, As o V en estado pentavalente.
Los fosfatos son relativamente numerososo aunque sólo destaca el apatito por su abundancia
relativa. Los arseniatos y vanadatos más comunes (mimetita, vanadinita) son minerales
supergénicos que se forman en las zonas de oxidación de algunos filones minerales metálicos.
A lo largo del ciclo petrogenético, se dan circunstancias favorables para que un elemento se
concentre formando minerales y ocupan lugares o yacimientos más o menos extensos debido a
alguna circunstancia especial favorable.
Para el estudio de los procesos que originan yacimientos minerales de interés económico
dividiremos estos procesos en tres grupos: magmáticos, sedimentarios y metamórficos.
Procesos ortomagmáticos:
Se realizan a partir de minerales que cristalizan a tª superiores los 600º C. Esta fase de
consolidación primaria no es muy propicia para la formación de buenos yacimientos. Puede
ocurrir que los minerales formados de peso específico más elevado que el magma se vayan al
fondo por la llamada segregación magmática. Así se explican yacimientos de segregación
primaria como los de Bushveld (Sudáfrica); dónde potentes capas de minerales de cromo y
pirrotina que contienen platino ocupan la base de una masa plutónica. Los de segregación
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secundaria se forman a partir del magma residual que queda cuando la mayor parte del magma
ha cristalizado. Ej. Montañas de Ni y Cu en Insirwa (Sudáfrica).
Procesos neumatolíticos:
Procesos hidrotermales:
Estas formaciones son muy importantes encontrando así yacimientos de cobre (pórfidos
cupríferos), plomo (tipo Mississipi valley), mercurio (como en Benalmádena), estaño, wolframio y
molibdeno.
Las fosforitas son rocas que se forman de este modo; compuestas por diferentes variedades
de apatito, se les designa con el nombre de genérico de fosfatos y se utilizan para fabricar
abonos sintéticos. Se trata de depósitos de origen sedimentario en cuya concentración interviene
la actividad biológica, cuando no son una sencilla acumulación de restos orgánicos en áreas
marinas.
Origina yacimientos salinos al evaporarse el agua que mantenía disuelta las sales. Se puede
dar en el mar, lagos, aguas subterráneas e incluso a partir de aguas termales. En el orden de
deposición influye la solubilidad, la acción de otras sales, la tª y la concentración salina.
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Precipitación por emanaciones submarinas.
Enriquecimiento supergénico:
Cuando los factores metamórficos actúan sobre las rocas o sobre los yacimientos minerales
sedimentarios y magmáticos, provocan transformaciones diversas originando nuevos minerales y
nuevas estructuras. Entre los minerales más importantes formados por procesos metamórficos
que dan lugar a yacimientos encontramos:
Un concepto restrictivo que tiene en cuenta la importancia económica que pueda tener un
yacimiento lo define como “el lugar donde un mineral útil se halla concentrado y su
explotación es rentable".
Relacionados con ellos, pocas cosas parecen causar tanta confusión como los términos
recursos, reservas y menas. De este modo, según la mayor parte de las organizaciones
geológicas del mundo, un recurso mineral se define como la "concentración de un material
sólido, líquido o gaseoso natural, en la corteza terrrestre, de forma y cantidad suficiente para que
su explotación presente o potencial resulte económicamente posible".
Por su parte, cuando nos referimos a un mineral que contiene algún metal explotable, se
llaman reservas o menas a "aquella parte de los recursos que puede ser extraída de forma
económica y legal en un momento dado". Así pues, los factores que concurren para que un
yacimiento, en un momento determinado alcance la categoría de económicamente rentable son
de índole muy diversa. Entre estos factores encontramos tales como:
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Y otros como el valor en el mercado, la utilidad, las circunstancias geológicas y situación
geográfica, razones sociopolíticas y bélicas o el perfeccionamiento de las técnicas de extracción
y/o purificación entre otros.
Los recursos minerales han sido uno de los motores de desarrollo de la humanidad, por las
enormes posibilidades que dan el uso de los metales si bien su uso ha ido variando en función de
diversos factores. Así pues, llegamos a los denominados:
Son los minerales aprovechados actualmente, que podemos clasificar en los siguientes
grupos:
Fe: es el metal más utilizado. Las menas de las que se extrae son principalmente la
magnetita y el hematites.
Titanio: Usado para pinturas (pigmento blanco), tiene como menas a la ilmenita y el rutilo.
Menas de metales escasos: Son aquellos cuya abundancia en la corteza es menor del
0,01% como el Au. La escasez de estos metales y el alto índice de consumo de algunos de
ellos puede limitar en un futuro próximo el desarrollo industrial si no se descubren nuevos
yacimientos o los avances tecnológicos permiten explotar menas de menor riqueza.
Este tipo de minerales son utilizados sin que se separen de ellos los metales, y siendo algunos
aprovechados por su contenido en elementos no metálicos, como los fosfatos o los nitratos, y
otros por los usos del propio mineral, como la sal común.
Entre los usados por la industria química destacan la sal común o halita (condimento,
fabricación de jabones, detergentes, etc.) y diversas menas del azufre. Sus yacimientos aseguran
el abastecimiento para muchos años por evaporación de las aguas marinas.
Por otra parte encontramos los fertilizantes, necesarios para suplir carencias presentes en
plantas terrestres tales como el N, P, K y S. Así pues, el N se suministra en forma de nitratos, el P
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se extrae de yacimientos de apatito sedimentarios, el K se suministra en forma de cloruros que
aparecen en yacimientos evaporíticos y el S se suministra como sulfato amónico y otros abonos
extraídos de yacimientos de sulfato cálico o pirita.
La fluorita es utilizada como fundente en los altos hornos de acero. El flúor rebaja el punto
de fusión del Fe.
El diamante hoy día sólo el 20% de los diamantes extraídos se pueden tallar para joyería,
el 80 % restante se emplea como abrasivo.
Las rocas industriales son todas aquellas sustancias minerales utilizadas en procesos
industriales directamente o mediante una preparación adecuada, en función de sus propiedades
físicas y químicas. La explotación de estas rocas se hace en canteras.
Los vidrios, que se fabrican fundiendo minerales y rocas ricas en cuarzo en hornos, y luego
enfriando rápidamente el fundido para impedir la formación de núcleos de cristalización.
Las arcillas se utilizan en cerámica, tanto en ladrillos normales como refractarios o en la
fabricación de porcelanas (caolín).
El yeso se extrae de la roca del mismo nombre por calentamiento o calcinación; en parte ha
sido reemplazado por el cemento.
Los áridos se obtienen por trituración, lavado y clasificación por tamaños. La mayoría de
rocas empleadas como áridos son calizas y dolomías. Arenas y gravas de ríos y playas es el
segundo material usado como áridos.
Como piedras ornamentales se utilizan las calizas travertínicas de cantera, y algunas
areniscas utilizadas en los edificios públicos. También se utilizan rocas metamórficas
(mármoles, pizarras, esquistos), e igneas (granito), una vez cortadas y pulidas.
Entre los aglomerantes, el de mayor importancia es el cemento. El que actualmente se
emplea se basa en una mezcla de rocas que se patentó en el siglo XIX como cemento
Portland.
El hormigón se obtiene de una mezcla de cemento en cantidades no superiores al 15 %, con
grava y arena. A la mezcla se le añade agua para que fragüe.
En industrias diversas destacan los fundentes, que se emplean en la obtención de acero en
los altos hornos.
En la industria química se usan: fosfatos para fertilizantes, con las evaporitas se fabrican
fertilizantes potásicos, productos químicos básicos, explosivos, pinturas, fármacos, etc.
Las bauxitas además de menas del aluminio se utilizan también mezcladas con caliza para
cementos de fraguado rápido.
Las dolomías se emplean como materia prima para pinturas, aislante térmico, y en la
fabricación de cementos transparentes.
Carbón
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proceso que recibe el nombre de carbonización y que en esencia, consiste en el
desprendimiento de dióxido de carbono y metano (gas de los pantanos) y enriquecimiento en C.
Existen cuatro tipos de carbones clasificados según su factor de explotación: su potencial
calorífico. Estos tipos son de menor a mayor riqueza en C: turba, lignito, hulla y antracita.
Petróleo
Es por todo ello que es importante comprender que una población que crece continuamente
necesita cantidades crecientes de recursos; utilizará más energía, ocupará más espacio y
generará más residuos. La Tierra, sin embargo, tiene unas dimensiones limitadas, un suelo
limitado, y unos recursos limitados, aun cuando la demanda de estos recursos no deja de crecer.
En palabras de John F. Kennedy: "es imprescindible entender que nuestra sociedad entera
descansa sobre -y depende de- nuestra agua, nuestros bosques y nuestros minerales, y que la
forma en que usemos estos recursos tiene y tendrá, una gran influencia en nuestra salud, nuestra
seguridad, nuestra economía y nuestro bienestar".
BIBLIOGRAFÍA
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4.0 Internacional de Creative Commons
Verónica E. Sanz, 2019
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